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2 Aportes de la psicología positiva

La psicología positiva es un enfoque dentro de esta disciplina de reciente surgimiento, y se
ha enfocado a temas que enriquecen al individuo como el optimismo, el bienestar psicológico, el
humor, la sabiduría, el perdón, la creatividad y los valores humanos, en contraposición a la
psicología clásica que se ha encargado de estudiar los trastornos como la depresión, la neurosis,
las adicciones, el suicidio, entre otros.

Parte de su valor radica en que, al centrarse en las potencialidades humanas positivas,

permite verlas expresadas en fortalezas individuales y su aplicación a diferentes contextos.
Trasladada a un aula, se traduce en el reforzamiento de las cualidades de los alumnos como forma
de incrementar su autoestima, su autoconfianza y de superar sus deficiencias con sus
características personales valiosas y únicas; al mismo tiempo se puede reflexionar sobre aspectos
que afectan su bienestar emocional y que pueden limitar su desarrollo para ayudarlos en su
manejo y así liberarlos de sentimientos negativos, cargas, ataduras al pasado, etcétera.

Por otra parte, con la aplicación de la psicología positiva en el aula podemos contribuir a
modificar la percepción interna del éxito/fracaso educativo mediante el fomento del optimismo
psicológico y la resiliencia (capacidad de enfrentar situaciones de fracaso o dolor a través de la
fortaleza interior y la aplicación de estrategias). Y lo más importante: también los docentes
podemos aplicar estos principios al enriquecimiento de nuestras vidas, bajo un enfoque de
búsqueda permanente de bienestar.

Los teóricos de la psicología positiva han estudiado los caminos para conseguir una vida
plena, divididos en presente, pasado y futuro, como se aprecia en el cuadro siguiente.

FORMAS DE EXPRESIÓN

PRESENTE

DISFRUTAR  Hacer conciencia de las cosas buenas

Es la capacidad para apreciar, atender y
mejorar las experiencias positivas de la vida.
ATENCIÓN PLENA
Se refiere a la conducta autorregulada que se
libera de los patrones automáticos o
repetitivos.
que nos suceden en la vida cotidiana.
 Cobrar conciencia plena de las
sensaciones en el momento que
ocurre a fin de incrementar su
disfrute.

FUTURO

OPTIMISMO  Hacer valoraciones objetivas de lo que

Son las causas de los logros y de los fracasos.
Se explican a través de estados mentales
internos.
ESPERANZA
Capacidad para generar caminos alternativos
frente a los obstáculos.
nos sucede, sin caer en
generalizaciones o catastrofismos.
 Encontrar cosas positivas incluso en
situaciones adversas.
 PASADO

GRATITUD  Expresar agradecimiento con quien

Reconocimiento de las cosas recibidas en hace algo por nosotros.
diferentes ámbitos, más allá de lo material.  Llevar una bitácora de las cosas
buenas que no suceden.
 Dar gracias a la vida por lo que nos ha
dado.
CAPACIDAD DE PERDONAR  Decisión consciente de perdonar a
Capacidad de modificar afectos, pensamientos quien nos ha hecho daño.
y acciones negativas en sentimientos de
compasión y generosidad.

Esto no significa que como maestros daremos psicoterapia en el aula, pero es posible,
podemos incorporar ejercicios de reflexión sobre estos temas a fin de que cada quien vislumbre
posibilidades de vivir con plenitud y puedan encontrar estrategias para superar los obstáculos que
se les presentan, aun cuando se trate de niños pequeños o adolescentes. Asimismo, podemos
ayudarlos a meditar sobre qué los hace felices, en la aceptación de sí mismos, a partir de una
autoevaluación equilibrada, donde identifiquen sus cualidades y sus defectos, junto con la
fortaleza para asumir sus compromisos de vida y puedan enfrentar los desafíos que se propongan.
En el caso de los adolescentes y jóvenes, es conveniente indagar si tienen un proyecto de vida, o
bien inducirlos a que lo elaboren.

Como maestros también podemos llevarlos a encontrar el significado de la vida o la

búsqueda del sentido mediante la ayuda a otros, como forma de trascendencia y de encontrar el
bienestar espiritual. Estos aspectos son fundamentales para forjar personas más felices, con
mejores apreciaciones de sí mismos y con habilidades sociales sanas. Si enseñamos a los alumnos
a dimensionar adecuadamente las situaciones que los hacen sentir felices o miserables, y a
identificar los momentos de miseria para convertirlos en situaciones agradables, tendrán también
la capacidad de guardar momentos felices como anclas que pueden evocar para obtener fuerza
cuando la necesiten.

Alcanzar el bienestar no es fácil, requiere un proceso basado en la aplicación de nuestras

fortalezas personales al estudio, al trabajo, a las relaciones interpersonales, a la recreación y al
descanso.

Adicionalmente, para conseguirlo debemos contar con vínculos sociales positivos y mantener un
equilibrio emocional (manejo adecuado de las emociones positivas y negativas) tanto en el aula
como en los otros ámbitos de la vida.