Lo que usted debería saber...

LAS VASIJAS PARA TRANSPORTAR LOS LICORES DEL VALLE DE MAJES.

Las vasijas que utilizaron los arrieros, al principio, eran de arcilla, y después de cuero de
cabros impregnados con brea que servían para contener y transportar los tantas veces
licores. Había odres de arroba o dos, llamados botas y otros de diferentes tamaños. Los
más grandes tenían la capacidad para cuatro arrobas de contenido líquido, siendo esto los más
usados y cotizados por los arrieros. Siendo adquiridos generalmente en las ferias de Inkawasi o en
Lampa-Ayacucho.

Para la fabricación de odres, criaban o compraban chivos de raza grande y de edad conveniente a los
que, previamente, los colgaban de los cachos de una manera transversal sostenida por soportes. De
esta penosa posesión, semejante a la de un reo sometido a la orca, le extraían los desolladores
diestramente en cuerpo vivo, el pellejo completamente entero, entre pataleos, contorsiones y
protestas expresadas mediante ensordecedores gritos de dolor por tan brutal sacrificio, comenzando
por el pescuezo, con un corte circular, por donde rebanaban la piel introduciendo la mano. De otra
manera no conseguían sacar el pellejo integro, sin daño alguno.

Enseguida cubrían el cuerpo con sal y tara y echaban brea por dentro, previa colocación de los
botones de madera en los oricios, inversión del odre, quedando la parte externa sin la pelambre,
hacia adentro.

La carga se componía de dos odres del mismo tamaño, los odres eran inflados con la boca, lo cual
era fatigosos, primero había que calentarlos al sol para ablandar la brea. Muchos majeños hasta los
años 60-70 del siglo pasado conservaron estas vasijas, que en n otros tiempos constituían elementos
de suma utilidad para los arrieros