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Cierto día por la mañana, en su cama Jaimito soñaba con tener muchos juguetes divertidos y días
intensos de juego y diversión, pero tenía dudas de cómo iba a conseguir eso, en eso una idea
apareció en su mente, se levantó de la cama y se dirigió con su mamá y le preguntó:
- Mamá, ¿cómo puedo tener muchos juguetes divertidos y días interminables de diversión y juegos?
La mamá le contestó:
- hijo, para eso debes hacer muchas cosas productivas en casa y además hacer caso a lo que yo y
tu papá te digamos, ahora ve y coméntale a papá sobre esto.
Jaimito se dirigió con su padre a preguntarle sobre lo que su mamá le había dicho, pero en el trayecto
a la habitación del papá, Jaimito se topó con que su pelota favorita estaba estorbando el pasillo
hacia la habitación del padre y pensó:
Jaimito tomó la pelota y la llevó a su recámara y buscó un buen lugar para guardarla, pues tenía rato
que no jugaba con ella y pensó que era mejor tenerla en un lugar para cuando la volviera a necesitar;
justo en ese momento notó que los rompecabezas estaban sin componer y además estaban revueltos,
que su cama estaba sin hacer y que en su recámara estaban los juguetes que tenía todos tirados y por
sin ningún lado; así que Jaimito sintió que era el momento de arreglar su cuarto.
Cuando estaba a punto de terminar, notó que en la puerta de su habitación estaba su papá
observando desde hace rato lo que hacía Jaimito, en eso preguntó el padre:
Así, Jaimito y sus padres prepararon sándwiches, refresco, hielos y algún suéter ligero para ir al día de
campo, abordaron el auto de papá y fueron a un lugar que Jaimito no había conocido jamás, pero
que le resultó sorprendente, era un parque de diversiones enorme, donde había de todos los juegos y
además había un lago y espacios de área verde para acampar.
Allí pasaron muchas horas que a Jaimito le parecían interminables, se divirtió tanto que su cuerpo se
cansó al cabo de mucho ejercicio que hizo en los juegos, resbaladillas y en las carreritas con papá.
Por la noche en cama, Jaimito aún recordaba esas horas en los juegos, en los resbaladeros, en la
convivencia con papá y mamá y comprendió que haciendo las cosas bien en casa, portándose
correctamente con papá y mamá, obedeciendo en todo, podría tener muchos juegos y además
horas interminables de diversión y juego.
FIN.