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de Teocaltitán, con alrededor de 110 m de altura y
una superficie cercana a las 64 ha hasta la falda.
Entorno geográfico y
Fig. 1. Localización del municipio Jalostotitlán, en los Altos de
Jalisco.
ambiental
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San Pedro, y pasa por una parte de Aguascalientes. galería compuestos por ahuehuetes o sabinos, sauces
La cuenca está integrada por varios afluentes, como y en algunas partes fresnos y álamos (INEGI, 1980b).
los ríos Abellon, Santiago, Morcinique y Chicalote En cuanto al clima, hay tres diferentes masas de aire
(en Zacatecas y Aguascalientes), además de los ríos durante el año provenientes del golfo de México, el
Tepatitlán, del Valle, San Miguel, de Los Lagos, Pacífico y el norte, lo que origina los climas tropical
Grande, Encarnación-Agostadero, Teocaltiche, Mascua, subhúmedo hacia el suroeste de la región y tropical de
Acasico, Mexticacán y Manalisco (en Jalisco). En la transición al centro.
parte comprendida entre Jalostotitlán, Tlacuitapan,
San Juan de los Lagos y Encarnaron de Díaz, los
sedimentos de la cuenca forman relieves planos que Estudios previos
son disectados por la red de drenaje, originando valles
con vertientes casi verticales (Barrera, 1985). Este río
se va encajonando cada vez más hasta confluir con el
río grande de Santiago en las barrancas de Huentitán. A lgunos investigadores han aportado datos de
zonas aledañas a Teocaltitán. Para la zona de los
Altos de Jalisco, Kirchhoff (1943) señala que una de
las primeras cuestiones a considerar es la participación
de esta región, junto con el Bajío guanajuatense, en
lo que se conoce como frontera septentrional; su
movilidad poblacional y alternancia entre épocas
de expansión y contracción ocupacionales fueron
siempre un marcado fenómeno que distinguió a esta
región del resto de Mesoamérica.
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Sobre la tradición Chupícuaro [que en Guanajuato se Hacia el siglo XI hubo un retroceso de los grupos
asocia a los sitios Morales en San Miguel de Allende sedentarios y ya para el XVI el área se encontraba
(Braniff, 1972); el Cóporo, hacia el noreste (Braniff, ocupada por grupos nómadas y semisedentarios. El
1975b), en las zonas de los ríos Laja y Turbio en abandono de la zona está ligado a la presencia de grupos
León; Silao (Bejarano, 1974); la Virgen (Castañeda y norteños en el centro de Mesoamérica, aspecto tratado
Cano, 1984), y Santa María del Refugio (Castañeda por Nalda (1975), Armillas (1964), Braniff (1974) entre
et al 1982)], una de las posturas indica que se derivó otros. Baus de Czitrom (1982) hizo una investigación
de migraciones o procesos de interacción con el etnohistórica de los grupos cocas y tecuexes que
centro de México hacia el Preclásico medio (400-100 habitaron los Altos de Jalisco en el siglo XVI. Después
a.C.) (Florance, 1985), coincidiendo con la caída de intentó correlacionar los múltiples sitios aludidos por
Cuicuilco y Tlapacoya en el valle de México, según las fuentes históricas con sitios arqueológicos; junto con
muestran las analogías cerámicas de las fases Morales Sánchez Correa (1980) recorrió los sitios de Támara,
de Guanajuato, Canutillo de Zacatecas y Ticomán, Teocaltitán y Tlacuitapan, que fueron asignados al
Arbolillo y Zacatenco del centro de México (Braniff, Posclásico (de acuerdo con las cerámicas de superficie
1975a, 1998; Kelley, 1966). Por su parte, Weigand y el patrón arquitectónico). Sin embargo, las cerámicas
(1985) propone que la tradición Chupícuaro es heredera encontradas y la arquitectura pertenecen al periodo
de otras más tempranas en el occidente de México, Clásico tardío/Epiclásico. Las excavaciones en el sitio de
como Capacha y Opeño. No obstante estas posturas, Tlacuitapan (Ramos y López Mestas, 1998) permitieron
la presencia de Chupícuaro en los Altos de Jalisco y fijar el abandono del lugar entre el 900 y el año 1000 d.C.
El Bajío sienta las bases del contacto de esta zona
con otras áreas de Mesoamérica (Schöndube, 1980).
Continuando con los estudios en esta región, Meade
(1941) trabajó el sitio arqueológico El Cerrito en
La frontera septentrional mesoamericana alcanzó San Miguel del Cuarenta, en Lagos de Moreno.
su máxima expansión entre el 600 y el 900 d.C., En 1962, Piña Chan y Taylor (1976) excavaron ese
fenómeno asociado a las condiciones climáticas sitio, ahora conocido como El Cuarenta, en donde
favorables para el desarrollo de la agricultura (Braniff, estudiaron un complejo habitacional de cuartos
1961, 1972). En esta época también se presentan y muros de barro con columnas de piedra que
cambios relacionados con el Bajío guanajuatense y los interpretaron como un sitio vinculado con la cultura
valles centrales de Jalisco: surgieron nuevas formas de de La Quemada, Chalchihuites y el Teul; además,
enterramiento y rituales funerarios (como las tumbas basados en analogías cerámicas propusieron para este
de caja), así como nuevos patrones arquitectónicos sitio una ocupación entre el 500 y 900-1000 d.C. Sin
(como los patios hundidos y plataformas en “L” embargo, al conocerse con certeza el posicionamiento
en Tlacuitapan, Unión de San Antonio y la Jarilla cronológico de algunos materiales cerámicos, como
en Tepatitlán (sí?) (Ramos y López-Mestas, 1991). el Blanco levantado, con los cuales establecieron
comparaciones, ubicaron la ocupación del sitio un
En la zona del Bajío guanajuatense se localizaron poco más tarde de lo que actualmente se estima.
asentamientos de un complejo cultural, establecido
en un área geográfica mayor, que participó en el Piña Chan y Barba (1987) exploraron en la década
aprovechamiento, control y distribución de varios de los ochenta el sitio El Cerrito, en Valle de
recursos. Su población era sedentaria y constructora de Guadalupe, y una vez más, basados en la arquitectura
una arquitectura simple que progresó a un mayor grado de una plataforma con estructuras de carácter cívico
de complejidad, con áreas habitacionales pequeñas, ceremonial, atribuyeron una temporalidad más tardía
zonas de terrazas con montículos habitacionales, de lo que en realidad es. En los noventa, bajo el proyecto
estructuras dobles en forma de U con orientaciones N-S, arqueológico Altos de Jalisco (Ramos y López Mestas,
estructuras en forma de L y centros cívico-ceremoniales 1991; Ramos et al., 1992) se registraron en el sector de
de carácter monumental, como Peralta, en el que hubo Tepatitlán 19 sitios arqueológicos en los municipios de
arquitectura pública (Zepeda, 1982). Acatic, Tepatilán, Valle de Guadalupe y Jalostotitlán;
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trece sitios más en Lagos de Moreno y Unión de restos de teocallis tecuexes con la base descubierta
San Antonio, y se realizaron excavaciones en una aún visibles. Dice de uno de ellos:
plataforma ceremonial en Tlacuitapan (Unión de San
Antonio) que sirvieron para construir una propuesta
cronológica de dos fases de desarrollo sociocultural …de norte a sur mide 19 varas castellanas (15.88
en los Altos de Jalisco, desde el Preclásico tardío hasta metros) por 22 (18.38 metros) de Oriente a
el Epiclásico.
Poniente… La altura de lo descubierto es de 3.50
metros; en la parte Oriente hace una pendiente; la
En los últimos años el desarrollo de la infraestructura parte norte está rodeada de piedras portátiles, traídas
energética y de comunicación ha derivado en diversos de los alrededores; al lado Norte del teocalli pasa
proyectos en los Altos de Jalisco. Araiza (1999) una calzada de Oriente a Poniente; al lado Poniente
registró más de un centenar de sitios arqueológicos
del teocalli está una plataforma o patio de 18 m. De
en Lagos de Moreno durante las tareas de salvamento
Oriente a Poniente por 40 m de Sur a Norte, donde
de la carretera Lagos de Moreno (Jalisco)-San
se supone eran las danzas de los sacrificios. (Ibíd)
Luis Potosí (SLP). Por su parte, Porcayo (2001)
reportó la existencia de 23 sitios arqueológicos
en los municipios de Encarnación de Díaz y Además de estas citas no existe otro trabajo descriptivo
Lagos de Moreno. Asimismo, con los proyectos del sitio. Este proyecto inició en enero de 2009;
de salvamento arqueológico “LST Aguascalientes sus actividades se enfocaron en un reconocimiento
Potencia-San Juan de los Lagos” (López Mestas y sistemático y exploraciones minuciosas del sitio, tema
Montejano, 2005) y “LST Potrerillos-Aguascalientes” sobre el cual se ofrecen detalles a continuación.
(López Mestas y Ladrón de Guevara) se logró
el reconocimiento de asentamientos de carácter
habitacional en el sector noreste de la región alteña Objetivos del proyecto
que aportaron filiaciones culturales y cronologías.
S obre el sitio arqueológico Teocaltitán, no investigadores) y a establecer una filiación cultural con
existe mucha información previa a la realización base en los materiales recolectados y analizados. Con
de este proyecto, pues el sitio no había sido registrado ello será posible inferir las relaciones que existieron
ni se había hecho el levantamiento topográfico. Sin entre Teocaltitán y otros sitios aledaños ya estudiados,
embargo, este lugar siempre ha sido reconocido por por medio de un estudio de patrón de asentamientos
la monumentalidad de sus edificaciones. Existen tres y el análisis de los materiales recolectados.
publicaciones que describen el sitio: “Jalostotitlán
a través de los siglos”, de José Antonio Gutiérrez El proyecto también busca definir la función de
Gutiérrez (1985); “Los Altos y la caída del mundo las zonas que componen la región de los Altos de
tolteca”, de Antonio Porcayo (2006), y “Apuntes Jalisco en términos de relaciones de intercambio
históricos de Teocaltitán de Guadalupe, Jalisco”, de con áreas circunvecinas del Occidente de México
Mario Gómez Mata (2007). Las tres mencionan un y Mesoamérica. Por último, pretende establecer
trabajo descriptivo del arqueólogo Felipe Brambila, diferencias o similitudes entre los asentamientos de
realizado en el decenio de 1920, en el que Gómez Mata las distintas zonas que conformaron el complejo El
(2007) refiere que “Felipe N. Brambila descubrió dos Grillo, tanto en el centro como en los Altos de Jalisco.
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Descripción del sitio
arqueológico Teocaltitán
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muro central norte-sur. Su altura, desde su desplante
Lo investigado hasta el y con los elementos arquitectónicos y decorativos
momento (banqueta, talud y remate), es de 7 m (fig. 5).
Estructura I
Fig. 5. Estructura 1.
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Es preciso mencionar que la estructura 1 es la que el extremo suroeste, oscilando entre los 1.20 y
presenta mayor afectación de todo el sitio en relación los 6.50 m (fig. 7).
con las demás estructuras, siendo diversos los factores
que propiciaron que esto sucediera, entre ellos el
paso del tiempo desde el abandono en la época
prehispánica, la vegetación que aquí crece, así como
actividades de saqueo, provocando que la estructura
se ahuecara en su parte superior, sin embargo, las
exploraciones, que hasta ahora cubren alrededor de
un 30 por ciento de la estructura, muestran que el
edificio conserva varios sectores con aplanados de
cal y muros bien conservados, mismos que serán
atendidos durante el proceso de consolidación.
Juego de pelota
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adosada de tan solo un escalón. Hasta aquí, toda
la arquitectura es angular (conformada por muros
Patio B
rectos con esquinas angulosas). La siguiente etapa
consiste en un muro irregular en su construcción,
aunque se conservan algunas partes bien definidas
de forma circular. Resultó interesante ver que las
fachadas posteriores no corresponden en número a
las fachadas frontales, lo que indica que el cabezal
fue modificado más al frente que de atrás y que su
crecimiento fue diferencial. Este aspecto sólo podrá
definirse cuando las excavaciones se amplíen (fig. 8).
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Fig. 9. Patio hundido B.
Plataforma I
E sta plataforma es la construcción más grande
del sitio. Se ubica en el extremo norte del centro
de la mesa. Limita al norte con los paramentos del
juego de pelota, al este y al oeste con la caída natural
del cerro, y al sur con el patio A y la estructura 1. Esta
plataforma es rectangular, con varias nivelaciones
debido a la topografía del terreno pero un mismo
nivel en la parte alta. Su altura desde los cimientos
oscila entre los 8 y 10 m. Las dimensiones en largo
y ancho varían por la forma irregular en el extremo
noreste, pero sus medidas máximas son 47.60 m de
norte a sur, 81.80 m de este a oeste en sus partes
más bajas y 36 x 70 m en esas mismas direcciones
correspondientes a la parte más alta del edificio.
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de Investigación Científica de Francia que consistió en más delicadas las tareas de excavación. Estos estudios
un estudio de georradar con antenas de 400, 200 y 100 demostraron la existencia de al menos dos periodos
MHz, además de un estudio de resistividad eléctrica de construcción de la plataforma. Esperamos que
en la superficie de esta plataforma. Se encontró las siguientes excavaciones amplíen el dato; en la
evidencia de que la totalidad de la plataforma era una última temporada de excavaciones sólo se profundizó
obra arquitectónica, pues a ocho m de profundidad hasta 4.5 m de los 8 señalados por el georradar; las
se hallaron pruebas de construcciones de piedra por dos etapas mencionadas se encontraban claramente
todo el terreno prospectado (fig. 10). diferenciadas (fig. 11.)
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sobre todo cajetes y copas de base pedestal. Estos Después de analizar los datos encontrados resultó
materiales son similares a los hallados por los evidente que durante la fase El Grillo (450-900 d.C.)
citados investigadores en la zona de la barranca del del Valle de Atemajac, los asentamientos humanos se
río Santiago (Galván, 1976), al norte del municipio levantaron bajo conceptos de aprovechamiento del
de Tonalá (Montejano, 2007) y en sitios de los entorno con miras a la sustentación económica de sus
municipios de Unión de San Antonio, Tlacuitlapa y pobladores y el control territorial sobre los espacios
Tepatitlán (Castellón, 1998; Ramos y López Mestas, que sirvieron de rutas de comunicación e intercambio.
1997). La similitud radica en el borde engargolado La división territorial del espacio bajo la figura de la
de ollas de cuerpo globular, en todas las variantes estratificación social quedó manifiesta en la presencia
descritas, tanto en monocromía como en bicromía. del gran centro ceremonial de Teocaltitán, así como
en los materiales encontrados en el sitio.
Conclusiones El sitio arqueológico Teocaltitán muestra la
delimitación del espacio usada en un centro
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Las cerámicas encontradas en la zona de estudio y los aspectos arquitectónicos (como la agrupación de
en Plan del Guaje, propias de la fase Grillo (400-500 edificios alrededor de un patio cuadrado) tienen un
a 800-900 d.C.), también se encuentran en sitios precedente en el altiplano mexicano. En una propuesta
importantes del Valle de Atemajac, como El Iztépete, singular, Galván (2005) atribuyó esas manifestaciones
Los Cerritos-El Tizate, Los Padres, El Grillo y Tesistán a la implantación del dominio teotihuacano;
(Galván 2005), así como en varios sitios aledaños a sin embargo, este investigador advierte que las
la barranca del río Santiago, al norte del municipio manifestaciones para el Valle de Atemajac tienen
de Tonalá (Galván, s/f). Su presencia y el amplio también su propio desarrollo local, lo cual atribuye
desarrollo arquitectónico del complejo El Grillo “con toda probabilidad resultado de una deriva de la
denotan, como en otras partes del Valle de Atemajac, forma religiosa madre” (Galván, 2005). Si bien estas
y como apunta Galván (2005), un incremento de ideas resultan interesantes para el caso de Teocaltitán,
población y construcción de centros de poder hacia la escasez de excavaciones en el Valle de Atemajac y
el periodo Clásico tardío/Epiclásico. en los Altos de Jalisco impide comprobarlas.
Un rasgo destacable de la cerámica de la fase Grillo, Jiménez (1992) propuso que la existencia del
tanto en los Altos de Jalisco como en el valle de estado teotihuacano provocó una respuesta local
Atemajac y en otras regiones del centro de Jalisco, de interacción que más que una influencia debe
es la homogeneidad en las formas, señal de mayor interpretarse como una adaptación de los sistemas
especialización en la fabricación de la cerámica. Esas políticos regionales a la incorporación de un sistema
formas no cambian en los contextos funerarios; la ideológico mesoamericano mayor, resultado de los
diferencia con la cerámica suntuaria (fabricada de contactos continuos y la interacción con el sistema
manera exclusiva para esos eventos y presente también político mayor. Asimismo, apunta la necesidad de revisar
en Plan del Guaje) consiste más bien en la abundante la naturaleza de los nexos entre las áreas y examinar
policromía y la inclusión de una iconografía más su relación interna para encontrar los contextos que
bien abstracta; las cerámicas al negativo, las figurillas expliquen una configuración panregional en la que,
sólidas de cabeza triangular, las adornadas con en ausencia de una forma imperialista, la interacción
bandas decoradas en la cabeza (Cerro de García), los tomó formas más regionales (Jiménez, 1992).
abundantes xicalcoliuhquis (grecas escalonadas), los
xonecuillis (eses), las espirales cruces, las líneas (rectas
Se espera que lo aquí expuesto aporte al conocimiento
y entrecruzadas) y los caracoles cortados son la
de la arqueología de los Altos de Jalisco, un punto de
constante en la decoración (Beekman, 1996; Galván,
contacto hacia el Valle de Atemajac y tránsito hacia las
2005).
regiones del Occidente (como el sur de Zacatecas y el
Bajío guanajuatense).
En las dinámicas culturales y económicas de los Altos
de Jalisco es evidente la interacción con el valle de
Atemajac y sus diferentes grupos a lo largo del Clásico
(el periodo con más población). A la vez, se percibe
que los Altos de Jalisco, donde hubo un aumento de
población (Castellón, 1993), representaron un punto
de encuentro con el Valle de Atemajac, un corredor
interregional que marcaba la colindancia entre la
región noroccidental del Bajío y la zona inmediata de
los Altos, en una ruta que facilitó el contacto entre
el Norte, el Occidente y el Bajío (Ramos y López
Mestas, 1999a).
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