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el que cada uno, dentro de sus respectivas comisiones, tiene igualdad de poder y de
responsabilidad.
Conservador: Derecha.
Partido de la U: Derecha.
Farc: Izquierda.
Decentes: Izquierda.
NOTA: El 59.23% del senado es posición derecha y extrema derecha, eso sin contar con la
participación del partido Liberal ni Alianza Verde.
GUSTAVO PETRO PRESIDENTE
De ser Gustavo Petro el nuevo presidente durante el periodo 2018-2022 Colombia quizás pase por
un periodo de difícil mandato, dado que Petro tendría que buscar la manera de convencer o por lo
menos sobre llevar a el nuevo congreso de la republica que mayoritariamente es de posición política
derechista, lo cual llevaría a estancar o relentizar el plan presidencial de Gustavo Petro. Por tal
motivo, Petro tendría que tratar de simpatizar a la oposición para poder llegar a consensos que
permitan democratizar las decisiones legislativas del país, pero esto no será nada fácil, puesto que
históricamente Colombia ha sido gobernada desde un pensamiento de derecha, aunque exista una
“leve participación” del pensamiento izquierdista.
Por otro lado, según la reforma a la economía propuesta por Gustavo Petro acerca de pasar de una
economía extractivista a una productiva se necesita más de cuatro años de gobierno para poder
lograr este cambio, es decir, se requiere una transcendencia de mediano a largo plazo para cambiar
el enfoque de la economía colombiana y esta propuesta sin duda alguna tendrá muchas trabas
puesto que la extracción y exportación petrolera, de carbón y otros minerales han sido el fuerte de
la economía puesto que generan altas divisas y utilidades económicas para el país.
Otro reto que tendrá Petro o cualquiera que sea el presidente es enfrentar la “nueva guerra”
llamada CORRUPCIÓN en el mismo congreso de la república, puesto que ya se logró un tratado de
paz con las FARC ahora se deben concentrar todos los esfuerzos en abolir la corrupción que tanto
daño y estancamiento causa al país.
En cuanto a la reforma de Salud, Petro busca eliminar la intermediación financiera en el sector, en
otras palabras, quiere acabar con las entidades promotoras de Salud y encargarle la salud de los
colombianos al Estado. Para Petro, el modelo de salud nuevo necesitara de un enfoque preventivo
que “No se acaba de la noche a la mañana”. Se trata de “Dividir todo el territorio en micro-territorios
de salud y tener equipos médicos pagos por el estado atendiendo cada hogar.”
El primer objetivo de una salud como derecho humano es prevenir la enfermedad. La prioridad será
la prevención con médicos visitando todos los hogares en Colombia permanentemente. Tener
14.000 equipos médicos organizados en micro-territorios, responsables de la atención preventiva
de todos los colombianos en su hogar y unos hospitales públicos de alta tecnología financiados
desde el presupuesto.
De tal manera cabe resaltar que es una propuesta muy interesante ya que la salud humana no puede
mejorar sino es con la innovación, pero actualmente, no es una propuesta viable a corto plazo, llevar
a cabo esta reforma implica de un proceso lento, que como se menciona en la parte de arriba no se
puede cambiar de la noche a la mañana. Para el candidato presidencial, “los fondos en salud son
suficientes” y con su reestructuración en salud en la Colombia Humana desde el modelo preventivo
“disminuye el gasto”.
Tiene claro que el dinero debe seguir llegando a lo que hoy existe con la Administradora de los
Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud – ADRES. Cree que ese fondo único
debe mantenerse y durante su gobierno debe ser la que “contrata directamente la red privada y
pública y no necesita de EPS”.
Para Petro en ese nuevo modelo “se contrata el tratamiento que se necesite para cada
enfermedad”.
En cuanto al tema de pensiones, Gustavo Petro parece tener una política definida. Él
propone mantener la edad en la que se accede a estos ingresos, argumentando que el
problema no está en la edad de la pensión. En una entrevista por wradio, expresó lo
siguiente acerca del tema.
“Mi programa de gobierno no busca estatizar, sino democratizar. El sistema pensional tiene una
intermediación privada brutal, se han conseguido $200 billones de cotizaciones de trabajadores, el
Estado pagaba unas pensiones a sus empleados y suma ya $40 billones y no puede financiar las
pensiones de los fondos privados porque están desconectados del sistema. El problema no es solo
que el Estado esté pagando todo, sino que en la cuenta individual de ahorros solo tendrán pensión
quienes ganen de cuatro salarios mínimos para arriba, si logran estabilidad laboral. Nosotros
queremos un sistema de pilares, implica una transición, no es quitarle el ahorro. Tenemos un primer
pilar universal de todos y todas, de nuestras cotizaciones se pone una parte y otra el sector público
y se haría por reparto simple, es decir a medida que llegan cotizaciones se pagan pensiones. Eso
sería con la institución que tenemos: Colpensiones. Una vez pagado el primer pilar, si una persona
quiere puede hacer un ahorro voluntario; si quiere, puede ser privado, pero debería haber un
competidor público”
A simple vista, podría pensar que, poniendo en práctica lo anterior, el esfuerzo individual pierde
valor y se le da prioridad al colectivo, sin importar que algunos hagan aportes y tal vez otros
pudiendo hacer aportes no lo hagan y terminen recibiendo pensión.
En algo se concuerda por unanimidad, el sistema pensional, formado en Colombia por Luis Carlos
sarmiento, director de provenir, y el sindicato antioqueño que se llama protección, debería
beneficiar a los cotizantes. No obstante, en vez de eso, este sirve para usarlo en sus negocios,
clínicas, bancos, hospitales. Así, por lo anterior y por muchos otros problemas del actual sistema
pensional, se necesita una reforma del sistema pensional con el objetivo de que la mayor parte de
la población se beneficie. Por tanto, basa su propuesta en el sistema de pilares de Uruguay, que
garantiza por lo menos pensión al 80% de los cotizantes.
Todos los trabajadores están obligados a aportar en el fondo solidario, al organismo conocido como
Banco de Previsión Social (BPS), encargado de recibir este aporte y pagar pensiones de vejez o
invalidez. Además, muchos trabajadores también están obligados a aportar a una AFAP, empresas
administradoras de fondos de pensiones que invierten el dinero y generan ganancias para las
cuentas de los usuarios, y los que no, tienen la opción de cotizar voluntariamente. En cualquier caso,
ya sea aportando en una AFAP o en el BPS, el trabajador deriva al sistema de pensiones el 15% de
su salario, y el monto que destina a cada organismo (privado o público), depende de la renta del
trabajador. Otro 7,5% del salario lo aporta el empleador.
Entre las características del sistema está el hecho de que el tope de cobro, ya sea si se cotiza en el
BPS, en una AFAP o en ambas, es de 15% del sueldo del trabajador y no pasa de esta cifra; la
jubilación no tiene tope máximo; el ahorro previsional no se pierde y puede transferirse a los
herederos de la persona, en caso de fallecimiento; y, la edad de jubilación es a los 60 años, sin
distinción de género.
El salario básico para jubilar está definido a través de la siguiente fórmula: es el máximo entre el
promedio de remuneraciones de los últimos diez años y el promedio mensual de los últimos veinte
años. El sistema tiene como objetivo alcanzar un 70% de tasa de reemplazo, es decir, que las
jubilaciones alcancen ese monto con respecto a los salarios de los trabajadores.
Así que, en palabras más, palabras menos, la propuesta de Petro se basa en tres métodos distintos
de cotización. Toda la población, hasta tres salarios mínimos de ingreso, en un sistema de prima
media, es decir, todos aportamos y todos recibimos una pensión mínima digna. Por encima de los
tres salarios mínimos las cotizaciones serían individuales, es decir, la pensión subiría de acuerdo al
ahorro de cada quien. Y habría cotización voluntaria adicional para quien quiera ahorrar en el
sistema para una mayor pensión. Si una persona pobre llega a la tercera edad tendrá derecho a una
pensión ciudadana, independientemente de sus cotizaciones.
De esta manera, todos los recursos entrarán a un fondo que servirá para el desarrollo del país en
sectores de inversión prioritaria. Petro propone que inicialmente sea para conducirlo a la
inversión en el Agro y la Industria. La idea no puede sonar mejor. El problema empieza cuando un
banco público, o la entidad que sea, dirigido por políticos, otorga créditos con criterio político. No
obstante, uno piensa que el Estado Respondería, pero, ¿Cómo? ¿Con mayores impuestos, deuda
o inflación?
Además, queda un interrogante, ¿Cómo va a lograr hacer ese cambio si para ello necesita reformar
la Ley 100? Eso en el Congreso es poco probable.
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¿Implementar un sistema educativo gratuito que incluso incluye educación superior, servirá como
motor de desarrollo para Colombia?
Gustavo Petro recoge el postulado clásico de la izquierda: Como la educación superior debe
ser un derecho; es decir, de acceso universal y sin exclusión en el acceso, debe ser pública,
gratuita y universal. De todos los aspirantes a la presidencia de la República Petro (y Piedad
Córdoba) son los que se comprometen formalmente con este ofrecimiento.
Por otro lado, políticos como Clara López y Jorge Enrique Robledo presentan una propuesta
más conservadora: Gratuidad en la medida de lo posible.
Las propuestas de Petro se encuentran en diferentes entrevistas de medios de
comunicación e intervenciones al público, pero no ha presentado un documento formal
técnico sobre el alcance de su propuesta educativa que reitera esta idea, y no ha mencionado
otros compromisos o propuestas diferentes o complementarias sobre educación superior.
Es decir, Petro no ha hablado nada de articulación del sistema, protagonistas, objetivos medibles u
otras áreas de proyección. Tampoco del SENA, de internacionalización, de programas académicos....
Eso sí, en su defensa de la gratuidad universal rechaza los intentos de mantener, incluso con
modificaciones, el programa Ser Pilo Paga.
"Cómo es posible que la politiquería en Colombia le quite el querer ser a los jóvenes porque no
tienen para pagar la Universidad, cuando Colombia sí tiene la manera para poner al servicio una
Universidad Pública de Calidad". Además, ha dicho lo siguiente:
"Multiplicar por cuatro el presupuesto para la educación superior", o "adicionar 20 millones de
pesos al sistema educativo, lo que implica una reforma tributaria a quienes no pagan impuesto en
Colombia. Necesitamos 100.000 maestros nuevos. Además, uno de los ejes fundamentales de
financiación de la educación no puede quedar en el sector privado, el sector público por lo menos
debe pasar a 7 % del PIB para disminuir las brechas sociales".
Y luego, señala otra interpretación financiera: "Solo que ingrese medio millón de estudiantes
adicionales a la universidad pública cada año, vale 15 billones de pesos al año, adicionales al
presupuesto actual de la educación, que es tan solo de 30, lo cual implica una reforma tributaria
que quiero presentar y que giraría alrededor de la simplificación tributaria y los impuestos sobre las
rentas improductivas".
La propuesta de Petro, que en los últimos días se complementó con el ofrecimiento de abrir
universidades gratuitas en las comunas populares de Medellín, implicaría, en una interpretación
extensiva de sus palabras, entre otros aspectos: 1) Creación de nuevas universidades públicas, 2)
Rediseño del sistema para impulsar más la educación universitaria, 3) aumento de impuestos y de
la base de contribuyentes, 4) reforma al modelo de educación superior y el aporte de las IES
privadas.
¿Esto conlleva al debate sobre qué pasará con la formación técnica y tecnológica?, ¿y la formación
para el trabajo y el desarrollo humano?, ¿cómo asegurar la cobertura en regiones del país donde
actualmente no hay oferta educativa?, ¿cómo asegurar la financiación del sostenimiento de los
estudiantes?, y ¿cómo se impactará la demanda laboral si se masifica la educación superior?, entre
otros aspectos.
A modo personal, de nada sirve tener una población educada cuando en el país no hay por lo menos
cierto grado de liberalismo económico que permita que el mercado haga lo suyo. Mientras tanto, la
falta de educación sí se puede solucionar generando las condiciones para que se creen empresas.
La mayoría de la gente no quiere estudiar solo por amor al conocimiento, lo que los incentiva a
educarse es que eso les traerá retornos monetarios.
Es evidente que se estudia en su gran mayoría para mejorar las condiciones de vida. Pero hay que
tener en cuenta que Petro propone una democratización de la economía, donde se pase de un
modelo extractivista que se caracteriza principalmente en los países tercermundistas a un modelo
económico dinámico agro-industrial, y para ello se requiere de un personal calificado (Ingenieros,
técnicos, zootecnistas, veterinarios, médicos, economistas, etc..). De lo contrario de nada sirve tener
los recursos naturales suficientes (tierra, el agua y el sol) si no le damos un valor agregado y ese
valor agregado se lo da una educación accesible y de calidad.
Hay quien piensa que los matemáticos, los ingenieros o los médicos son lo primero. Son muy
importantes, pero no son lo primero. Lo primero son los mercados
*Los recursos para financiar el presupuesto para la educación superior se consiguen de una reforma
tributaria para los grandes sectores”.
De igual manera, en el tema que es tan llamativo para todos como lo es la reforma tributaria, se
puede estudiar sus consecuencias desde dos aspectos importantes:
Ingeniería agroforestal
Ingeniería agrícola
Ingeniería agronómica
Ingeniería forestal
Ingeniería de alimentos
Ingeniería ambiental
Ingeniería sanitaria
Ingeniería en gestión turística
Esto gracias a que el motor económico de Colombia que es el campo se esperaría que creciera
exponencialmente y estas ingenierías van en pro de estos objetivos, es así como se demandara
mayormente a las personas expertas en estos temas.
Sin embargo, para las ingenierías con un enfoque extractivista la situación no se vería muy
comprometedora, ya que se desea eliminar desde ahora estos procesos, por ende carreras como:
Ingeniería de minas
Ingeniería de petróleos, entre otras.
No obstante la ingeniería que nos compete y nos interesa mayormente, es la ingeniería industrial;
esta tendrá entonces el reto de ser protagonista de los procesos para aumentar la competitividad
y productividad de las empresas, sea de producción de bienes o de prestación de servicios, ya que
es en el sector que nos va a importar. Al ser tan multifuncionales podremos adaptarnos al
mercado que en el momento nos rija, en este caso al productivo en el que somos más fuertes, con
la mejora de los procesos; es decir que seremos los guías de una nueva imponencia de economía
para mejorar los nuevos enfoques y objetivos planteados para el pueblo colombiano.