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-Análisis comparativo Hamlet y Edipo rey-

(Maquiavelo, 1985) “Los hombres olvidan más fácilmente la muerte de su padre que la
pérdida de su patrimonio” como nos dice el controversial Nicolás Maquiavelo en su
famosa obra “El príncipe” hay ocasiones en que es tal el egoísmo del hombre que comete
los más despreciable actos con tal de lograr su fin. En breve compararemos dos símbolos de
la literatura, se trata de William Shakespeare gran escritor y dramaturgo inglés con su obra
filosófica “Hamlet” al igual que a él gran dramaturgo escritor de tragedias Sófocles con su
obra “Edipo rey”. Estas dos obras escritas en contextos históricos tan diferentes y en
épocas tan lejanas comparten más de lo que se puede apreciar a simple vista, el sentimiento
de justicia, la ambición del hombre y el constante enfrentamiento contra la verdad y lo que
se ha de considerar recto, combaten a lo largo de las obras a los valores, sentimientos y
conciencias intranquilas de los protagonistas de estas 2 grandes obras.

La obra maestra de Sófocles refleja en el destino representado a través del oráculo y el


profeta Tiresias a él poderoso y en el propio Edipo, el pueblo y Yocasta al oprimido. Todos
son movidos y gobernados por el destino y a su vez por los dioses que a través de los
oráculos reflejan su sentir y deseos que deben ser cumplidos. De igual forma en Hamlet el
poderoso es representado por Claudio el ahora rey al igual que un poco por Polonio su
consejero mientras que todos los demás incluyendo al propio Hamlet representan un papel
de sumisos y oprimidos. En ambas obras se vive un ambiente cruel, un sentimiento de
impotencia y arrepentimiento, en las obras la justicia injusta se vive en carne propia, esto
más que rodear al tema es el tema en sí, más lo importante en las obras es la lucha de los
oprimidos contra los poderosos, una lucha que nunca ha dejado de ser actual y que
convierte a estas dos grandes obras en atemporales. La justicia ha llevado a los hombres a
cometer actos ciegos que van en contra de ello, como en la obra podemos encontrar decenas
de que casos en las cuales los hombres cometen actos involuntarios que tarde o temprano
pagaran caramente. En la obras podemos ver claramente cuál es la naturaleza del hombre,
como nos dice Maquiavelo (Maquiavelo, 1985) “Los hombres son tan simples, y se
someten hasta tal punto a las necesidades presentes, que quien engaña encontrará siempre
quien se deje engañar” de igual forma es representado esta frase en Hamlet como en
Edipo, primero en Edipo con el papel del hombre que tiene sed de justicia ante todo, Edipo
se ciega por cumplir su objetivo que es llegar a hacer justicia contra el hombre que mató al
pasado rey, ignorando muchas cosas este hombre cree que tiene todas las de ganar e
inclusive hace que su confidente Creonte le cuente a todo el pueblo el porqué de las plagas
que azotan al reino, de esta forma la naturaleza humana, la obsesión y el deseo de más que
justicia de venganza harán que el gran, poderoso y bondadoso rey de Tebas sea manipulado
por alguien más grande que el: el destino, y caiga de la manera más trágica posible. Esto se
asemeja mucho con lo pasado en Hamlet en donde el rey Claudio representa todo la
naturaleza del hombre, como vimos en la primera frase (ver cita 1) este hombre quiere más
a la riqueza y a su propio bien, que a su familia; este hombre representa al odio, la envidia y
los celosos, siendo así el atípico villano que puede esperar por años para cometer lo que él
considera justicia, tomando de esta forma las riendas de su destino al manchar sus manos
cortando el hilo de la vida de su propia sangre: su hermano. Estas dos acciones de los
protagonistas representan al hombre con poder cometiendo su propia justicia en la cual tu
fin eres tú, tu bien es más importante que todo, así los poderosos deforman las leyes para
que les beneficien. También en las dos obras podemos encontrar las acciones de los
oprimidos en busca de la verdadera justicia que al igual que en los poderosos puede llegar a
deformarse, como es el caso de Hamlet cuando él, en busca de su bien decide manipular a
la inocente de Ofelia que representare el lado más oprimido y bueno de la obra. Así Hamlet
toma el papel del poderoso que al igual que Claudio seguirá la verdadera naturaleza
humana (ver cita 2) haciendo que no se diferencie mucho del propio Claudio: el asesino de
su padre. En Hamlet los personajes toman acción y logran en ciertas ocasiones cambiar las
decisiones del rey Claudio, un ejemplo de esto es Gertrudis que decide sacrificarse a sí
mismo y casarse con el ahora rey para hacerlo cambiar de opinión y salvar a su hijo de la
muerte. En Edipo el pueblo busca que acaben las plagas y a través de ello obligan a su rey
a investigar qué es lo que sucede, en realidad la obra plantea que todos somos oprimidos
del destino el cual en realidad es el verdadero poderoso; como el destino es un ser
omnipotente nadie puede hacerle frente ni intentar desafiarlo, solo fortalecemos sus
decisiones haciendo lo que nos dice y pagando caro cuando lo desobedecemos, sin embargo
una figura menos poderosa pero que al igual goza del beneficio con los mortales el rey
Edipo si es influenciado en sus decisiones por los más oprimidos como lo son Creonte,
Yocasta y el Coro que representa al pueblo.

En fin, las obras reflejan in facto a la naturaleza codiciosa del hombre, todas sus acciones y
decisiones contradicen a la verdadera justicia que se deforma en cada persona por sus
ideales y beneficios, los personajes son entonces muy parecidos, ninguno es enteramente
libre de culpa a excepción de Ofelia que solo buscaba el amor verdadero, todos son
enteramente humanos y buscan el bien de ellos y de los que consideran suyos. En ambas
obras la verdadera justicia se busca pero nunca se encuentra; una justicia que es muy fácil
de confundir con venganza y hará que estos dos protagonistas se cuestionen sobre sus
futuras acciones y sus pensamientos, he de aquí el famoso dilema de Shakespeare entre
“Ser y no ser” obedecer las reglas impuestas o ir en busca de tus ideales, estas cuestiones
que se presentan de manera parecida rayando en la igualdad en ambas obras han hecho que
estas transciendan hasta el grado de abarcar cientos de años con sus reflexiones y
situaciones atemporales; que estoy completamente seguro que se han presentado en más de
un millar de ocasiones a lo largo de la historia. Por último los dejo con una cita de Jorge F.
Malen un analista de nuestra época donde refleja que las situaciones de corrupción
presentadas en las historias no han terminado, es mas están hoy en día están más que
presentes: (Seña, 2002) “la corrupción es nociva porque socava el principio de la mayoría,
es contraria a la publicidad, vuelve a los partidos políticos dependientes del mercado y
genera en la población un sentimiento de impotencia y frustración que hace que no
participe en la cosa pública”.

Trabajos citados
Maquiavelo, N. (1985). El Príncipe. México, D.F.: Mexicanos Unidos.

Seña, J. F. (2002). La corrupción: Aspectos éticos, económicos, políticos y jurídicos. Barcelona:


Gedisa.

Referencias
Eigen, P. (2004). Las redes de la corrupción: la sociedad civil contra los abusos del poder. Planeta:
Barcelona.

Lamadrid, M. A. (2009). Literatura Comparada Clásica. México, D.F.: McGraw-Hill/Interamericana.


Maquiavelo, N. (1985). El Príncipe. México, D.F.: Mexicanos Unidos.

Seña, J. F. (2000). La corrupción política. Barcelona: Alianza Editorial.

Seña, J. F. (2002). La corrupción: Aspectos éticos, económicos, políticos y jurídicos. Barcelona:


Gedisa.

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