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KARL R. POPPER LOS DOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOG{A {| BASADO EN MANUSCRITOS DE LOS ANOS 1930-1933 Edicién de TROELS EGGERS HANSEN Traduccién de M.* ASUNCION ALBISU APARICIO SEGUNDA EDICION wus INDICE ADvERTENCIAS Pig Preracio oe 1978 IvtRooucci6w be 1978. . 1. Conocimienta cienitic e ignoranca soritiea; breve coment rio histrico : 2. Comentario eritico a exo del libro, especialmente a worla de Ja verdad ns ExPLicACION [1933 1. Anotaciones al contenido, 2 Comentario acerca dels relaciones ene ete libro y ots epis- {emologiascontemporinea. Paneer Lisko EL PROBLEMA DE LA INDUCCION (EXPERIENCIA E HIPOTESIS) a 4 4 41 LOS DOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA, Tomo Priniero Cariruto I, PLANTEAMIENTO DEL, PROBLEMA. 1. El problema de la inducci y el problema de la demarcation, Carinuto Il, DEDUCTIVISMO E INDUCTIVISMO 2. Especficacin provisional de las soluciones 3. Racionaismo y empirismo, Deduetivsmoe indutvisno 4. Posibitidad de una psicologa del conocimiento deductvist, Carinu.o II EL PROBLEMA DE LA INDUCCION. 5. Regreso al ifinito (el argumento de Hume). 6 Posiciones inductivistas. iO} 45 4s 48 48 33 6 8 8 10 LOS DOS PROBILEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA (Carmo Ne POSICIONES NORMALISTAS 7. Poiiones normals: el indctivismo ingenu, epost ‘mo esiricto, el apriorismo eee 58. Gie det postvsto enc a db acne as leet anaes, 9. El meio wascendcna: Exptl dl pio 10. Casa de apron. ne Cavfruvo KANT Y FRIES 11, Amptiacin de ta extica del apriorime. Psiclogiamo y tas. senders en Kany Fis: La esi de Carino VI,_LAS POSICIONES PROBABILISTAS. 12. Las posictonesprobabilists La erenciaabjeeva on a pro ‘abled - Q 13. Enuneiados ceca dela pobabldad objet de susson, 14. La bab como vir vera defor encase 15, Psibiiad de revi ia ocibn de pbb dw hip tei. (Probabiidd prmariay secundaria de wna pene) Concept se seciez %6, Coneepto de orroboracin iia icin naps: scion positivt,prgmatsa y pout de ain de 17. Regreo al infnita dis enciados pails Carinuto VII. LAS POSICIONES PSEUDOENUNCIATIVAS. 1S. Ls posiciones psewocnuncativas: un mv pleamicnts del probe, 19, Las leyes naturales como vnsruccions pal ona de nuncio» : . 20. «Nerdideo-fasn owns. El pragatamo consousnte 21. Dificulades det pragmatimo consecuene : 22. Imsumentosyesquemas como enidads primis 25, Las eyes natin come fanclons ropoge secs Caviruto VII. EL CONVENCIONALISMO. 24 Abandon provision ds posiciones pesca 25, “Tres inlerpetacioncspobis de ios sisiemas ances (E clteulo de problemas del convencinalismo) : 26. efniié impticay explicit, Funcion proosconal Sous iin proposictnal 27, La inerprezcn convencioniste de las cowl’ rok cionales como implicaciones generals tutslogeas 88 88 0 01 120 be 198 198 198 201 205 208 217 221 ns 225 27 2a 2a 237 239 244 253 258 INDICE 28, Pueden considerarse Ios, sistemas. axioméico-dedutivos ‘Como sistemas deductves de pura funciones proposicionales (de pseudoenunciad os)? ren 29. Le concepeidn empirisia de las definiciones de cortsponden «ia: implieaciones genres sinteas 530, Las posiciones convencionalista y empirisiaejomplifcadis mediante la Geometria aplicad,. Carttuto IX. ENUNCIADOS UNIVERSALES Y ENUNCIADOS SINGULARES, 1. Amplicacitne implicacin general. 32, Labimplincin general y bdsm aie enuncins wie ‘erste enncados siagulares 33, Concepon universes y concepts indvdais, Classy iments : 34, Log enunciados exces wniversais, Ei poblona de a induccin el problema de Tos universes 35, Conideraiones sere el problems dos iver. Cartru.o X. VUELTA A LAS POSICIONES PSEUDOENUNCIA- TWvas, 36, Vuelta a dscusin de as posiciones psendoenuncitives, 37. {Simeeiaoasimetra en a cyaluacion dels leyes naturales? 38. Evaluacién negativa de os enunciads universles, Critica de la interpretacion simética de los pseudoentnciados. 39. El regeso al infnito en los pseudoenunciados. 40. Una posicion pseudoenunciativa priors. 441, Interprtacid dela critica realizada hasta ahora nes acerca de la unidad entre teoray praxis 42, El diimo recurso de las posiciones pseudoenunciatvas ‘onsideracio. Caritu.o XI. LAS POSICIONES PSEUDOENUNCIATIVAS Y EL, CONCEPTO DE SENTIDO, 43. El eoncepto de sentido en el positivism ligico é 44, El concepto de sentido y el problema dle Ia demareacian, Ln tess fundamental del inductivismo, vs 45. Critica del dogma induetvista del sentido, 46. Enuncisdes empiric ttl y parcaimente decides, La ant nomi dela cognoseiiliad del mundo, (Fin del erties dels posiciones preudoenunciativas) . Cariruo XI FIN e 47, Corroboracin diaéctcay trascendental de Is solu. 48, (Se ha solucionado el problema de la induccin? AAPENDICE, EXPOSICION GRAFICA. DE LA CRITICA AL. PRO- BLEMA DE LA INDUCCION u 267 ™m 25 290 290 207 300 313 317 34 324 328 a2 340 Ma Ms 382 356 356 363 374 ae 404 504 46 20 12, 10S DOS PROBLEMAS FUNDAMENTALESDE LA EPISTEMOLOGIA SEGUNDO Linn ‘FL PROBLEMA DE LA DEMARCACION. (EXPERIENCIA Y METAFISICA) LOS DOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA ‘Tomo SEGUNDO (FRAGMENTS) Primera Parte: Fragmentos de 1982 Bosoueto De UNA wrRoDUCCION. : Gllax Usa LosoFlacentPiCA? (CONSIDERACIONES WTRODUCTORIAS AL PROBLEMA DE LA DEMARCACION) 1. PLANTEAMIENTO DE LA CUESTION, 1 Bl problema de la demarcacion 2. Aleance del problema de Is demarcacin 3. El problems dela induccion 4 Aleanee al problema dete induceiin 1] SOBRE LA ELIMINACION DEL PSICOLOCISMO, UN] HACIA UNA TEORIA DEL METODO. 1. Um sin onl ata de iain rica de is epstelogtas no netelogies 3. Canines aces de Ie cts amciiga BY carter pric del ings cunts wirpeciiba 5 Ms pee um neers cia un cite de as epsemoliga desis ya, cendentales. ” : eoees 6 Hay wom medcigi % Gover y concep inn Ci ae 8% Comenis sere de objn qe place idl i fale posed de na metooges UV] «PSTADO DE COSAS» ¥ «ECHO». (1. ESBOZO DE UNA TEORIA DEL METODO ciENTiFICO. EMPIRICO (TEORIA DE LA ‘EXPERIENCIA).. 2 principio de alsbilidad 1. Princ conta ‘ess conta el poitivismo catia : 3. Primera esis conta el convenconsiso:pingpi de los sine ce cerrados. - = 4. Segunda leis conta el convencionlsna prin dl ‘idm de las hipotesis auxitiares (hipstesis ad rhe) or an 8 438 8 440 “40 4a 446 446 aus 450 453 456 458 463 465, an a am am a4 a5 416 INDICE ‘Segunda Parte: Fragmenos de 1933 OnnaciN.. [v1] FiLosoFia. {otroduccin).. . = 1. El problema de ia induccién y el problema de a demareacin. [VIL] FL PROBLEMA DE LA TEORIA DEL METODO, 1. Teoria del método y posibildad de una refutacion 2. Chitero de demarcacin y teoria del metodo IVIL] CONSIDERACIONES ACERCA DEL PROBLEMA DE LA LIBERTAD DE LA VOLUNTAD, . [1 Introduce, 2. El cacontecimiento» y el uiragmento de realidad (1X. EL PROBLEMA DE LA LIBERTAD DE LA VOLUNTAD] 5. Individuals y universes... © Ladocirina de los dos munios 7. Ha cambiado la fisicacusatica In (XJ EL PROBLEMA DE LA ALEATORIEDAD DE LOS ENUN- CIADOS PROBABILITARIOS. vn cin del problema. [Mnwodvecién, 7 {6 Colectvos de primer tipo para series infinitas 7. Condiciones para coletivos infinitas de primer tipo 8. El problema de las sucesiones alto sn ‘APfwoice: RESUMEN DE 1932 extraido de Los dos problemas fnda- mmenuales dela epstemologfa . Observacidn pretiminar 1. Planteamiento del problema 1, Etmetodo uascenden! de ba epiatmoiog IIL Deduetivismo e inductivisma IV. Elteoreticismo. La objtividad cienifica V._Presentacién esquemética de las soluciones alos dos pro- blemas de la epistemologi. es Vi. Los supuestos dela falsabilidad. Consiracelén de tcovis VIL El método trascendentaly el modo psicoligico. La excl: sm de la base pSicol6g8 see VIL Et método de a refutacion empirica 1X, Los prneipios met6dicos que regulan la determinacion de los enunciados bisicos como verdadero o falsos, X, _Justficacién del psicologisma, Observacion final . B 9 481 4a 485 as ass 390 495 493 495 47 47 499 502 506 506 508 si sis 319 sa 521 325 526 27 529 530 334 339 540 sal 14 _L08D0s PROBILEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA, 01.000 erto..j 1. toc = 2 Loss rin i elastin psi evn porate de Popper dla reac de os atak en el aiio 1975, ree Tio ete Los banat : Tomo segundo proba de a deinrcacBn, Aovertencus. {noice be autones 3 53 Sas se 549 550 351 37 sor 370 ADVERTENCIAS ALTEXTO Palabras o grupos de palabras entre corchetes son términos aftadidos posteriormente que no aparecen en los manuscritos ori- ainales (Kj, Ko, Ks y Ky). Algunos de estos términos fueron agre- gados por el editor, pero la mayoria fue el propio autor quien los ahadié cuando revis6 en 1975 los manuscritos que habian sido preparados por el editor. Los apartados 27 a 29 (inclusive) y el apartado 31 estén escri- tos en letra més pequeiia; con ello el autor quiere expresar de ta su distanciamiento actual con relacion a dichos A LAS NoTAS Las notas precedidas de un mimero proceden o bien de los manuscritos originales, o bien del editor. Las notas precedidas de un nimero y un asterisco delante del nimero proceden del autor (1975), Las notas acompafiadas de letras minisculas (a, b, ¢,..) se refieren a cambios con relacién a los manuscritos originales (K,, K, Ky y Ka) 0 a la revisi6n (MS) por parte del autor (en 1975 de los manuseritos preparados por el editor). No aparecen como notas a pie de pagina sino al final, después del Epilogo del editor. Todas las notas y textos agregados a las notas que proceden, del editor aparecen entre corchetes y acompafiados en general de la expres 15) CAPITULO L PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 1. EL PROBLEMA DE LA INDUCCION Y EL PROBLEMA, DE LA DEMARCACION Dos son las cuestiones que plantea Ja presente investigacién: el problema de Ia induccién y el problema de la demarcacién, El problema de la induccién: Nosotros podemos observar sélo determinados acontecimien- 105 y de ellos tinicamente un niimero limitado, Sin embargo, las ciencias empiricas formulan enunciados universales, como por ejemplo las leyes naturales, que deben ser vélidas para un niime- ro ilimitaco de fenémenos. Con qué derecho formula la ciencia estas leyes? {Qué se quiere decir exactamente con enunciados de este tipo? Estas preguntas determinan a grandes rasgos el proble- ma de la induccién, «Problema de la induccién» se denomina en este libro la cuestién acerca de la validez.o fundamentacién de los, cenunciados universales de las ciencias empiricas. En otras pala- bras: pueden ser validos universalmente los enunciados enn cos que se basan en la experiencia? (O de manera provisional tam- bign: se puede saber mas de lo que se sabe?) El problema de la demarcacién ‘Tal y como su historia lo demuestra, casi todas las eiencias em- icas han surgido del seno de la Metafisica: su configuracién pre- cientifica era especulativo-filoséfica. Incluso las ciencias més de- sarrolladas, como la Fisica, no se han liberado todavia de los restos (43) 46 LOS DOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA ‘ie su pasado metafisico, Justamente porello se ha iniciado, en los tiempos més recientes, un proceso de putificacién de la Fisica me, diante le eliminacién radical de concepciones de tipo metafives {or ejemplo, la doctrina newtoniana del espacio y el tempo ake, Solutos o la doctrina lorentziana del éter’, Las ciencias mene das sarrolladas (la Biologia, la Psicolog(s o la Sociologia) han estado 4 siguen estando, en mayor medida que la Fisica, dominadas por clementos de orden metafisico; hay incluso representantes don, {asciencias que ponen en tela de jucio la necesidad de eliminas ta Metafisica por «acientificay, 8c Puede justificar este rechazo de la Metaisica? Qué se quie- {p decir exaciamente con las expresiones «Metaflsiea» y acicncia Empiricay? {Pueden encontrarse diferencias estictas? ;Pueden ax Zarse fronteras perfectamente determinadas? Estas preguntas ee delimitan et marco del problema de la demareacion son i capital importancia. Toda forma de ermpitismo debe exigir de 2 Epistemologia que proteja a la ciencia de las pretensionee le lg Metafisica, es decir, la Epistemologia debe ante todo formulor ua «riterio estricto y aplicable que permita distinguir entre enue dos de las ciencias empiricas y afirmaciones puramente metatian cas (criterio de demarcacién). Por «problema de la demarvacionp catiendo la cuestidn acerca del criterio de demarcacién; dicho de {tro modo: ante un caso dudoso, zcémo se puede decidir sise tek, {a de un enunciado empirico o «sélo» de una afirmacion meralign a? (¢Cuindo una ciencia no es una ciencia?) Asi pues, la finalidad de este trabajo es justificar la afirmacion A que el problema de la induecin (el problema humeano), 9 el problema de la demarcacién (la pregunta kantiana por los lingten {el conocimiento cientfico) son fos dos problemas fundamentar les de la Epistemologia, El problema mis interesante es cl de la demarcacién: no slo presenta un interés de tipo tebrico-filosético, sino que es ante todo lun problema de méxima actualidad? para la praxis eientifiea de lag Ciencias menos desarrolladas. Por otra parte, desde un punto de Nista filos6fico o epistemolégico, es el problema central al que se reducen todas las demas cuestiones de la Teoria del Conociuen, to, inclusive el problema de ia induceién Estas cuestiones de orden epistemoldgico son totalmente di {intas de la pregunta de orden psicolégico: Cémo tiene higan, de hecho, el conocimiento? En el contextoepistemologico no serie, PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 47 ata como se descubreno suigen is sfirmacionscenficas, se See eaten et ac su elds los problemas peal como cuestoes se fundamentacién 0 validez id juris Mngt dr wn macy cata den cctnes de den Paco gic (histo genetico acre del debrimientosriminto del coocimiento (de hecho en este trabajo se ratarén problemas de orden histricoenticoenrelacion con el concimiento solo a i medida en que sean neesarios pra distinguros de os ro- blemas epistemolégicos propiamente dichos y de esta man cluirls de la presente investigaci6n), a Esta concepion convirte ala Episemologi, en cuanto que asign és epreocupcion por etestiones de vliez.y no por cvestones de hecho, en una tora general del modo cientiico, eatenendo por mEtodo no la maners como algo se desu sino el procedimiento mediante el que algo se fundamente. ei mon yon a lve i ngs or tate at: ous oogonia ep ads ue apes quel CAPETULO IIL EL PROBLEMA DE LA INDUCCION 5. REGRESO AL INFINITO (EL ARGUMENTO DE HUME) Hume’ fue el primero en presentar, con claridad asombrosa las dificultades que plantean los enuncisdos universales acerca de la experiencia, en una palabra, el prcblema de la induccion (ese puede saber mas de lo que se sabe?). Hume demostré que cualquier intento de establecer una generalizacién inductive es circular. A continuacién vamos a exponer de una manera detallada este rgumento que constituye el nicleo de todo este grupo de proble- ‘mas. Nuestra exposicién difiere, en alguros puntos poco impor. tantes, de la exposicién humeana (se va a sustituir, por ejemplo, la ocién de «circulo vieioso» por la de «pregressus in infinitum" 4 que no cambia en definitiva nada respesto a la idea fandamen {al de Hume, es decir, a la idea de que el axdlisis de cualquier pe- neralizacién inductiva ropieza, de manera inevitable, con tna ope racién logica incorrecta, La sustitucién de la nocién de «circulo vicioso» por la de «re ‘2res0 al infinito» nos ha servido para evitarciertas abjeciones I6. Bicas que pueden hacerse al primero de estos terminos (en espe. cial por el lado de la «teoria de los tipos» de Russell; engase en ‘cuenta esta formulacién —ella misma contradicioria— de Witt, * [Daviy Huse, Tes of Hamam Narr (1739-170), Lido pate apa we Bie on ‘ Hepat apa * La non de egreso al infinito se encuentra ya tolmente expliia en Hume. Véase Logit der Forschung (2: 19609 ef poseioe) mee stses" VIL nots 4, 5y6com referncians Honey elenlocorengontiont eae 178) FL PROBLEMA DE LA INDUCCION 2» sgenstein’: «Ningin enunciado puede decir algo acerca de si mis mo) y no a la nocién de «tegreso al infinito» que, sin embargo, proporeiona lo mismo que lade «circulo vicioso», es decir, la pruc ba de una operacién ldgica incorrecta. tra de la diferencias con relacién a la exposicién humeana es «que no se tiene en cuenta tanto el principio de causalidad en si como una formulacién més general bajo la denominacién de «principio de induecién»; una generalizacién del problema de Hume que es usual ya desde Kant. Con exeepcién, pues, de estos cambios que en nada afectana la idea central, nos hemos esforzado por reconstruir en toda su pure- za el argumento de Hume contra la validez. de la induceién, El argumento discurre de la siguiente manera: En primer lugar se realizan una serie de observaciones y se cons- tata la aparicién, sin excepcién en todos estos fendmenos obser- vados, de un comportamiento regular, de una cierta regularidad, AA partir de esta experiencia esté justificado considerar como. verdadero un enunciado de este tipo: «en todas estas observacio- nes se ha dado un comportamiento regular, ha aparecido una cier- ta regularidad>, En sentido estricto este enuncisdo no es un enunciado univer- sal que exprese una ley de la Naturaleza, no es mas que un infor- ‘me resumido acerca del comportamiento de una serie de fenéme- nos observados, Ahora bien, si queremos formular esta regularidad observada como una ley de la naturaleza (puesto que es una regularidad que aparece sin excepcién en todas nuestras observaciones), si quete- mos formularla como un enunciado universal acerca de la reali- dad, tenemos que inducir, es decir, tenemos que generalizar. El enunciado generalizado (inducido) vendria a decir mis o me- nos lo siguiente: «Bajo tales y tales circunstancias aparecera siem= pre este mismo comportamiento regular.» ¢Puede justificarse esta generalizacién? En principio esta claro que el material observacional que nos ha servido como punto de partida para nuestro resumen no puede por * {Lupwia Wirrorxsret, Trucs Logico-Phlosophicus (1918-192), pro- Posickn 3.332. Edit] *El eninciado de WirTGENsTEIn es contradictorio porque firma algo acerea de fodos los enuneiados , portant, tambien acerca des i mo» —eneontrapesicion alo que l mismo asevers 80 LOS DOs PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA ai mismo ser fundamento de este enunciado universal en sentido stricto ya que mediante este enunciado afirmamos mas de lo que quella experiencia justifica. Es decir, en cada induceién, desde un punto de vista ligico, se ddan una serie de supuestos (implicita o explicitamente) que no se Justifican por las observaciones que de manera inmediata sirven de base a esta generalizacién. ;Quiz4 estin justificados estos st uestos por otras experiencias previas y ms generales? ara contestar a esta pregunta necesitamos saber con exactitud, en primer lugar, qué tipo de supuestos utilizamos cada vez que rea lizamos una induecién, Dicho de manera muy general (y todavia de forma imprecisa), 4os supuestos de la induceién que tratamos de analizar vendtian a decir algo asi como: «debemos generalizars, Naturalmente no debe {omarse esta expresin en el sentido de que toda generalizacign que Hevemnos a cabo vaya a ser correcta: la experiencia nos ensefia que a menudo tealizamos generalizaciones que no son vlidas; por ello es preferible decir: «podemos generalizary", para expresat que lo Linico que damos por supuesto es que es posible (con pericia y con suerte) llegar a generalizaciones correctas, Esta formulacién provi- ional «podemos generalizar» significaria que, en principio, es po- sible Hegar, por generalizacién, a un enunciado verdadero, ‘Vamos a entrar ahora en tna cuestidn terminoldgica que nos per ‘itiré, posteriormente, mejorar la formulacién de este supuesto ‘Lo que un enuneiado acerca de la realidad expresa o describe, 0 que representa, es un «estado de cosas». Un enunciado es ver. dadero cuando el estado de cosas que representa se da, cuando realmente ocurre el hecho que establece; el enunciado es falso cuan do el hecho en cuestién no ocurre. Con ayuda de esta terminolo- sia podemos intentar mejorar la formulaeién de los supuestos que ‘eoncurren en toda induccién, El supuesto fundamental dice que los enunciados universales acerca de la experiencia pueden ser verdaileros. Ahora bien, los nunciados universales solo pueden ser verdaderos cuando los he chos que describen o representan se dan realmente. $i denomina ‘mos a estos hechos «estados de cosas universales» 0 «leyes», lo * ‘Algo asi como: chay un procedimiento pags fundamentar tos enuncia dos unverslesn, Véase tambien ta nota siguiene FL. PROBLEMA DE LA INDUCCION 81 {que en cada induccién damos por supuesto es que realmente hay estados de cosas universales, que realmente hay leyes. 4 Este supuesto bastaria en si mismo para justificar la induccién >, ya que, si realmente hay leyes en la naturaleza, deberia ser posi~ ble, por lo menos en principio, inferirlas de nuestras observacio- nes. Si el conocimiento de una ley de la naturaleza permite de- ducir la existencia de determinados estados de cosas, en principio tendrfa que ser posible también lo contrario: dar con una des- cripcién de tales estados de cosas que, por generslizacién, pu- diera ser elevada a ley de la naturaleza (debe ser posible, por me~ dio de la induccién, Hegar ala ley oculta tras los acontecimientos, singulares), y esto significa exactamente que «se puede inducir». Por tanto, podriamos formular el supuesto que subyace a toda induecién (y sin el cual este procedimiento no tendria sentido) de la siguiente manera slay leyes, comportamientos regulates y universes que se ex- presan mediante enunciados universales en sentido estricto»"*, Este enunciado es lo que yo he denominado «(primet) princi- io de inducciény, Este principio de induccién es tan general que contiene solo un inimo de presuposiciones, Hay, sin embargo, otros enunciados, considerados también como «principios de induccién» (pues con- tienen todas las presuposiciones propias de la induceién), que in- cluyen més supuestos de los estrictamente necesarios. Un princi- pio de induecién de este tipo es el de causalidad, que en la interpretacién usual no sélo afirma la existencia de comporta- "Ms shai i el apa bce sn cor erie yeaa Prarie ee ee emcee tet nc fe ae cae se tts regulate trance teres Encoresposns ean weecen toto lomiomo sine pare alapeaie oh mise fon ths cnsepion duvide anime con a waco ea Vota vam ioaestn ae 198) Encore gun ens eae poe eto de guetye plane, ees no anos acer ‘lovee meats opie metsaticocones koreans ate Inojgeriverda de rents snetces nner oeacarben "Th swap Lop witfocnscns Recess pes ieee hs assis) Set yode (Lanteencncn 6ael renege en Prnapen de hich, 1394) Brdencments en ese eiteats es taint ntcne de Wirorasien Sin emburcome ena eae 82.__LOS DOs PROBILEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA ‘mientos regulares en la naturaleca, sino algo més que podria formu: larse dela siguiente manera: «a partir dels leyes naturales, y por Aleduceién, se puede llegar a pronosticar odo cambio en la natura. leza». (En contraposicidn, por tanto, va latesis de Schlick', se pues de interpretar el principio de causalidad de manera que supongn una ion suticiente, pero no necesara, de la inducciém») ‘Sea cual ses el principio de induccién que se adopte, tiene que ser un enunciado acerca de la realidad (un juicio sinetico), un enum, ciado que exprese, en general, el comportamiento regular, unifor, ime de la Naturaleza, del mundo de la experiencia, que justifique, en una palabra, la formulacién de enunciedos universales del tipo de las leyes naturales. LCémo se puede determinar cudl es el autémtico p duccin? ¢Cémo se puede determinar si hay en sbsoluto un principio de induceién vélido? De que haya un principio de induecidn valido depende Ia validez de todo proceso induetivo, que como tal pres. one un principio de induccién, y es légicamente injustificable #1 ‘no hay un principio de induccién vilido. Facilmente se podria salir del paso alegando que algunos de estos prineipios de induccién (p. eel que yo he formulado 0 £1 principio de causalidad) son necesarios, evidentes, en una pa. labra, validos porque no se puede dudar de su verdad. En eate aso el principio de induccién vendria a ser un juicio sintético a priori No se nos escapa que esta interpretacién supone hacer una con- cesién, realmente problemitica, al raciona smo"; por lo qu he. ‘mos preferido prescindir de momento de ella y tomarla en consi. deraciéniinieamente en caso de extrema necesidad, cuando no haya ‘otra posibilidad (apartados 9 a 11), io de in- 2 Montz Scnice, Allgemeine Erhenniisleve (2c, 1925) p.362 (part de su me pares gute argument eo ex parade n gens correct, siempre qe sc haga en el principio deinduosion deere que propone la epistemologia en cuestidn, a las ciencias -mpiricas y sus métodos? (Se trata naturalmente de un proceso de corroboracién de un or- den distinto, de un «nivel superior» al dz la corroboracién de las leyes naturales.) Pero e6mo puede decidirse en esta cuestién’? Pues un episie~ mélogo inductivista probablemente alegaté que el proceder induc. tivo de la ciencia (tal y como aparece, p.ej.,expuesto en Die Me- chanik in thre Enpwicklung de Mach) demuestra la inadecuaciéon de una epistemologia deductivista. En contraposicién, un deducti- vista puede apelar, por ejemplo, a Duhem y al Die Grundformen der wissenschafilichen methoden de Krai (cf. a indicacién al fi- nal del apartado 24), No parece, por tanto, posible llegar através de la «eorroboracién trascendental» a unt decision objetiva, Pero justamente en este punto creo haber hecho un avance de~ cisivo. La epistemologia deductivo-empirista permite ampliar la analogia entre la corroboracién trascendental y la corroboracién de una ley natural por verificacién de los prondsticos deducidos de ella hasta tal punto que casi podria hablarse de una formulacion Y Verificacién de pronésticos epistemolégicos, ‘Como ya se ha mencionado con frecuencia, de la epistemol sia deduetivo-empirista puede deducirse una teoria general del m ‘todo (denominacién que prefiero, justamente por su aspecto de FIN 407 uetivo, eorético, a la de «metodologian). Todas las afirmaciones que uns teoria del método hace acerca del proceder de las ciencias empiricas pueden someterse a contrastacién (verificacion, reluta- ci6n) por comparacién con el proceder real de las mismas, Mis prometedor todavia en relacién con la «corroboracién tras- cenaentaly me parecen las conclusiones que puedan extracrse de una teorta critica del método, la critica del meétodo. En efecto, las conctusiones de una teorfa critica del método pue- den conducir a poner en entredicho la supuesta legitimidad del pro- cedimiento de ciertas ciencias «empiricas». A menudo se descu briré que este método, en apariencia empirico, es en realidad ‘metafisico, yen gran parte estéril (por cuanto esta dominado por el Prejuicio inductivista). A la vez la critica del método ofrece algu- has indicaciones para una posible reforma del método en cuestin. Sélo si esta reforma del método sale bien y conduce a resulta- dos cientificos itiles podria decirse que la corroboracién trascen dental ha tenido éxito, y que la epistemologia que lo ha hecho po- sible es satisfactoria y fecunda As{ pues, en el marco de este trabajo no es posible llevar a cabo esta corroboracién trascendental que tiene que dejarse en manos de la propia investigacién cientifica. En nuestro trabajo sélo puc- den incluirse* los rasgos fundamentales de la teoria general del método. Pero, en mi opinién, ya la sola mencién de la posibilidad de una corroboracién fecunda de este tipo me parece que abre nuevas pers- pectivas a la epistemologia. La tinica corroboracién posible dentro de este trabajo es la que hemos denominado corroboracién dialéctica, que es ademas nece- saria, pucs sélo una vez que ha alvanzado esta corroboracién puede luna propuesta nueva justificar su pretensin de sertomads en serio, ‘Ya que sin un andlisis preciso y exacto no siempre es facil siquiera econocer si una propuesta de solucién nueva supera las dificult des que habian sido superadas por planteamientos anteriores (tanto ‘menos el ver si es capaz de hacer frente a todas las dificultades). Sin duda alguna, la manera mAs fecunda de llevar a cabo este anilisis es la dialéctica; pues permite no s6lo abordar cuestiones Léase eb Fpiogo del eto, Edit} 408 LOS DOS PROULEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA con las que ni siquicra nos hubiéramos topado en una presentacién Puramente positiva de la propuesta en cuestin, sino que ademas sus Cita constantemente la pregunta de si aquellos aspectos legitimos (es deci, concepciones que no dan lugar a contradiceiones ni internas hi externas) de las otras propuestas de solucién al problema de la in- {Goma WaneiseFesepaic Heart, Kresungen iter ‘osophie, (edit por Kans Luvanig MicieLet, Mere, edicibn completa lee «cabo por una Asoeacn de Amigos del inmortlFiksof, Xl, 19). P80: ec} Orro Nevkats, «Wege der wissenschaflichen Welauffssunes, Erica is, (1930), pp. 106, * Orro Neuman, op cit, p 120, le Geschichte der Phi- BIN 409 tivo de las ideas de la rxzén pura). Toda la cita podria servir muy bien de lema de este libro: ««O bien lo universal se asume como algo problematico... y lo singular como seguro, pero en este caso la universalidad de la re- gla que permite esta inferencia sigue siendo un problema; de esta Suerte se intenta,comprobar si varios casos singulares, en si mis ‘mos ciertos, emanan efectivamente de la regla, , en caso de que se produzea la impresién de que de ahi provienen todos 10s easos coneretas de un mismo tipo que se hayan podido investigar, se in- fiere la universalidad de la regla, y, una vez admitida ésta, nos per- :mitimos sacar consecuencias para todos los casos del mismo tipo, un para aquellos que todavia no se han dado. Es precisamente a esto a lo que yo denomino uso hipotético de la razSn. »EL uso hipotético de la razén....no es propiamente constitti- vo, ¢s decir, no es de tal indole que por medio de él si se quiere en verdad ser riguroso, se siga la verdad de Ia regla universal que se acept6 como hipétesis; pues gcémo podriamos llegara conocer to- dos y cada uno de los easos que se deducen de una regla univer- sal?, y sin embargo s6lo el conocimiento de todas las consecuen- cias posibles de un mismo principio lograria demostrar Ia luniversalidad del mismo. El uso hipotético de la razén es, por tan- to, regulativo, con objeto de prestar una cierta unidad ai conoci- mmiento de los casos singulares y conseguir por lo menos una apro- -ximacién a lo que seria un conocimiento universal Bl uso hipotético de la razén se refiere a la unidad del conoci- iento, que aun siendo la piedra de toque de la verdad de las re- sglas, como mera idea, es tinicamente una unidad en proyecto, que no debe considerarse como dada, sino como problema, que sirve, no obstante, para encontrar un principio que regule el uso milti- ple y concreto del entendimiento que le guie incluso en el conoci iento de aquellos casos que todavia no se han dado» Si he tardado tanto en citar este texto de Kant es porque creo que slo ahora, después de todos los anilisis desarrollados a lo lar- go de este trabajo, nos seri dado apreciarlo‘en todo lo que vale. Pero no s6lo por eso: creo sinceramente que este texto de Kant apo. ya firmemente mi idea de que debemos retomar el hilo de la dis- ‘usin epistemolégica precisamente en Kant. “TanueL Kane, Kriik der reinen Kermunfi (2. ed, 1787), pp. 674 5. 410 _L08 DOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA (¥, aunque en este apartado hayamos hecho uso dela nocién he- geliana de «dialéctica» —si bien utilizada de manera distinta a como se utiliza en Hegel—, no quiero dejar escapar la ocasion de decir que, en mi opinién, algunos filésofos postkantianos, y muy especialmente Hegel, han tenido una influencia profundamente ne~ gativa sobre el desarrollo de la epistemologia. Indudablemente ellos tienen la culpa de que los debates epistemolégicos en torno a la ‘bra de Kant, tan prometedores en un principio, fueran ripidamente sepultados, excepto en la escuela de Fries.) Pero ahora ha llegado ya el momento de reconsiderar de una ma- nera dialéctica el positivismo moderno, EI positivismo moderno se ha preocupado (y en esto podriamos decir que ha retomado el programa kantiano) porestablecer un nexo entre la epistemologia y la filosofia de ls naturaleza, por un lado, y las ciencias empiricas, por otro. Y, si bien no le ha sido posible sor- tear los escollos del problema de la induccién (en especial no le ha sido posible superar el apriorismo), ha intentado, no abstante, com- batislo (en especial el concepto racionalista de la causalidad) y con ello ha conseguido remit el debate epistemologico efectivamente Kant, Y no solo esto: el positivismo modero ha sabido atacar a Kant precisamente en el aspecto mis critisable de su doctrina: al po- sitivismo hay que reconocerle el mérito de ser la tinica posicién epis- femolégiea moderna que ha luchado por un empirismo estricto, Lo que si puede reprocharse al positivismo es que no ha perma- necido fiel asus propias tendencias , a consecuencia de elo, ha ve~ nido a caer precisamente en aquellas tendencias que combatia, Y en esto el positivismo muestra (para citar una observacién con la que Gomperz.subraya la importancia del méiodo dialéctico) «que tras «se aparente radicalismo, que pretende romper con la tradicién y vol- ver alos hechos de la experiencia inmediaia, lo que se esconde siem_ pre es una adopcién acritica de concepciones tradicionales» Como conclusin de nuestra critica del inductivismo que sirva al mismo tiempo de complemento y siniesis de la corroboracién dialectic, vamos a presentar ahora un peguefio resumen de las po sieiones presentadas a lo largo dle este trabajo, ” Hanicn Gone, Helnicangele (1905) 3 [La cua no ‘aparece en el original, Edit] eee FIN au Puesto que se trata de un resumen, prescindimos de presentar todo el desarrollo dialéctico: sélo nos vamos a preoeupar del sur- imiento de la solucién a partir de las contradicciones internas de las otras posiciones. Es decir, se van a subrayar aquellos aspeetos de las distintas concepciones analizadas que son inadmisibles (por razones légicas o trascendentales); esto nos ayudara a poner de ma. nifiesto que la solucién propuesta por nosotros evita precisamen- te aquellas contradicciones; pero también, en un aspecto positivo, el resumen que exponemos a continuacién nos demuestra que la propuesta que nosotros consideramos correcta asume les momen- tos irreprochables de las otras concepeiones. Siguiendo el orden que hemos guardado en la exposicién de las, distintas propuestas de solucién al problema de la induccién a lo largo de todo este trabajo, voy a comenzar con un comentario acer- ca del Racionalismo (cf. apartados 3 y 9). Lo que rechazamos de esta posicién es la afirmacién dogmatica de que hay prin dentes» (es més, lo que ponemos en entredicho es la legitimidad de toda respuesta —sea apodictica, sea asertorica— a la cuestién de si hay enunciados empiricos universales verdaderos {demostra- bles como verdaderos}). Lo que se acepta de esta posicién es su proceder puramente deductivo, la defensa que hacen de la teoria Végica de la deduccion. Del empirismo rechazamos lo que tiene de inductivista, lo que tiene de defensa de un procedimiento inductivo. En contraposicién, ‘admitimos con el empirismo que es la experiencia la que decide sobre el valor de verdad de los enunciados empiricos (ef. aparta- dos 3, 31 y 46), Hay un aspecto del intuicionismo que no hemos tenido en cuen- ta (que no puede ser tenido en cuenta) en el contexto de nuestro trabajo: la tesis de que la verdad de un enunciado empirico singu- lar s6lo puede decidirse «intuitivamente» (por medio de la per- cepcién). Es un aspecto del intuicionismo que no cae dentro del ‘marco propio del problema de la induccién (de la misma manera {que tampoco es discutible en este contexto el intuicionismo mate- ‘matico de Kant o Brouwer.) Nosotros slo vamos a tratar aquel tipo de «intuicionismo» que defiende que también los enunciados universales, las leyes natu- rales, pueden llegar a conocerse de una manera intuitiva 412.__L0S DOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA, Es la distincién estricta entre psicologia del conocimiento y teo- ria del conocimiento la que permite hacer justicia a ambas formas de intuicionismo. Pues, si cl intuicionismo es desechable cuando Se presenta como posicién epistemoldgica, no hay ninguna intui- cidn (evidencia) que garantice la verdad de una ley natural; nues- {ra concepcién epistemolégica deductivo-empirista se halla mas cerca de una concepeién intuicionista por lo que respecta ala gé- resis del conocimiento que de una concepeién deductivista, no huy hing camino racional, ningin método cientifico, que conduzea desde la experiencia a las leyes naturales; sdlo la direccién inver- sa, el camino que conduce desde las leyes naturales a la experien- cia, es racional. La concepeién de una ley natural contiene siem. Pre un momento irracional (intuitivo, de adaptacion creativa en el sentido de Bergson); 0, como dice Einstein’, «no hay ningun mé- {odo légico que conduzea desde la percepcién a la concepeién de '0s principios fundamentales de una teoria... sino slo la intuicién ue se apoya, eso si, en la experienciay, La teoria de la induecién de Bacon (y Mill). Lo que rechaza- mos de esta concepcién es la idea de la existencia de un método induetivo racional; pero admitimos con ella que las ciencias, con. sideradas desde una perspectiva historico-genética, adquieren cada vez un cardcter mas general. No s6lo hay que reconocer esta di- receién «ascendente» o, si se quiere, «inductivan del desarrollo de las ciencias (lo que yo denomino «cuastinduecién»), sino que hay ue dar de ella una explicacién epistemologica (ef. apartado 48). Lo que hemos designado como teoria del hiibito de Hume (la teoria dela primacia de las repeticiones) pertenece al ambita de la Psicologia del conocimiento y no a la teoria del conocimiento (una teoria a la que considero, incluso desde una perspectiva puramen- te psicolégica, como insostenible”,) Por el contiario, admito ple- * ALBERT sre otve des Frachens dsuro pronunciad 26 de abi 4: 1918 at ta Deutschen Physatachen Cselnchg conte ak veri dl acini de Max Pua a, Ensttn, Pcinon os Fos Na Wei 3 ot Ea capri nla 23 y elena crespondente axa nol. CF. a bitn Ka Pott, Conjecrres and Refuaons (DODhyp Adee Kewc Tene pei der Forschung (2. ed, 1966) Nuevos upénices "x, (1); KARL Porrer, «Re liso My Chior The Philosphy of Kal oper lived en Per Ren ‘Scie, 1974), pp. 1023 ss, Edit) men NE por “ FIN 413 nnamente la argumentacion de Hume en contra de ia legitimidad de Ja induecion (en el émbito de a epistemologia): no hay induccién. El positivismo esiricto. Del positivismo estricto no es admisible su concepcién de las leyes naturales como enunciados empiricos singulares, como informes o descripciones abreviadas de observa- ciones (ef. apartado 8). Sin embargo, del positivismo estricto ad- rmitimos sa tesis de que sélo a los enunciados empiricos singula- tes se les puede atribuir un valor de verdad positivo, definitive (demostrado), asi como su concepcidn de que la evaluacién posi- tiva de una ley natural —su grado de corroboracién— tiene que interpretarse como valor veritativo de un informe abreviado (de un informe acerea de todos los intentos de refutacién fallides; cf. apar= tados 41 y 46), Del apriorismo rechazamos el que considere a los enunciados tempiricos universales como juicios sintéticos vAlidos a priori; pero ‘eompartimos con él la idea de que las leyes naturales son enuni «dos empiricos universales en sentido estricto (ef apartados 7 y 32), No s6lo esto: lo mismo que los aprioristas, consideramos que la ‘cuestidn de la validez de las leyes naturales (su «posibilidad») es tuna cuestién epistemologica fundamental (pues el conocimiento sélo es posible en la medida en que haya leyes; ef. apartados 10 y 11). Admitimos también el apriorismo en el Ambito psicol6gico (cf. apartado 4, al final), es decir, la concepcién de que los enuncia- dos empiricos universales son 6 aparecen como anticipaciones a priori (lo que no significa naturalmente que sean validos a prior) ‘Lo que no ¢s justificable en las posiciones probabilistas* es su. conviccién de que con la introduccién del concepto de probebili- dad han contribuido @ solucionar el problema de la induceién; en especial rechazamos' la tesis de que, ademas de los valores veri- tativos de verdad y falsedad, hay otro valor veritativo intermedio, «da probabitidady. Reconocemos, sin embargo, la creencia subje- tiva en Ia probabilidad (la probabilidad de una secundaria hipéte- sis), que se apoya en el grado de corroboracién (cf. apartados 12- 16). Con el probabilismo estamos también de acuerdo en que las leyes naturales son enunciados empiricos que no son verificables, de una manera concluyente. Las posiciones pseudoenunciativas son rechazables porque son cexclusivamente indeterminadas y, a la vez, dogméticas, De ellas aceptamos el que reconocen —con Hume que las leyes natura les no puecen tener un valor de verdad positivo, defintivo, que st 414 LOS DOS PRODLEMAS FUNDAMENTALES DE LA EPISTEMOLOGIA fundamentacién empirica es ldgicamente imposible, que la eve- |wacién positiva de una ley natural es srovisional y pragmatica, Con Schick (ef, apartado 16) compartimos la idea de que el ‘Pragmatismo es insostenible porque identifica las nociones de ver- dad y corroboracién, Sin embargo, del pragmatismo aceptamos la tesis de que la evaluacién positiva de una ley natural se basa en la Netificacién de los pronésticos deducidos de la misma. Esta eva- luacién positivaes lo que denominamoscorroboracién. De la mis. ‘ma manera la no-corroboracién de una ley natural se basa en la re futacién de sus prondsticos (ef. apartado 41), Del convencionalismo rechazamos el que considere que Ia ex Periencia no tiene ningtin poder decisorio ” sobre las proposicio. hes que constituyen las premisas o principios fundamentales de tos sistemas deductivos que constituyen las ciencias empiticas (teS- ricas). No obstante, aceptamos del convencionalismo el que estos Prineipios fundamentales son estipulaciones libres» cuyo objet Yo es cimentar un sistema tedrico (deductivismo). Con el conven. ionalismo reconocemos también que ro todo «axioman de una tcoria cientifica es deducible. Bn este punto tenemos que aludir de ‘nuevo a la posicién de Kraft (cf. apartad> 24, hacia el final) Finalmente, del ficcionalismo de Vaihinger rechazamos ¢l que no Feconoce a las leyes naturales como ficciones (debido proba- blemente a que el concepto de «iecién» en Vaihinger tiene un vier. to matiz psicologista; ef. apartado 34). De él adoptamos el reco- nocimiento de la importancia de las ficciones heursticas; la leyes naturales son ficciones heuristicas, principios (ideas) regulativos Creemos que este pequefio resumen que acabamos de exponer hacia innecesaria una exposicién detallada y extensa de nuestra pro puesta de solucién al problema de la induecién. Una vez superados 4os prejuicios que dificultaban el reconocimiento de la solucion (eon. fiamos en que éste haya sido el resultado de los andlisis levados a cabo a lo largo del presente trabajo) y sentalos los presupuestos fun ddamentales de la solucién propuesta por nosotros, la exposicidn sis temitica de la misma se puede evar a cabo sin ninguna dificultad yen un espacio minimo (en una cuartlla, eomo decia Kirehhoft"), ™ (Vésse el Epitog det editor, Edit] I [lPatece que Gustav RomERT Kincntor® scribd en alguna parte que todo scubrimiento cientifico puede eserbirseen el expuci ule ua culiag Fhole ‘or no ha podido, sin embargo, encontarel lugar dee pest HoFFeseribis lo anterior. Edit) FIN 4s La solucidn al problema de la induccién, es decir, a la pregun- ta por la validez de los enunciados empiricos universales, radica fen que a los enunciados de este tipo no se les puede atribuir un va- lor de verdad positivo de uns manera definitiva; de manera con- cluyente y definitiva s6lo les corresponde un valor de verdad ne- ativo™ Dicho de una manera mas precisa: : El llamado problema de la induccién surge de la contradiccién sobre el principio empirista fundamental: slo la experiencia puc- de decidir acerca de la verdad o falsedad de los enunciados eien- tificos y el argumento de Hume en contra de la legitimidad de la induccién (no hay ninguna justificacién empirica para los enun- ciados universales) Pero esta contradiccin surge solamente si se presupone que las fuscionss acerca dea realidad tenen qu se totalmente dei bles» por medio de la experiencia; es decir, si se presupone que la expertenca ten qe per decir no solo aceeade le edad de los enunciados empiricos, sino también acerca de su verdad. Ahora bien, si se admite que hay enunciados empiricos que s6lo son «parcialmente decidibles», desaparece aquella contradiccién: Los enunciados empiricos universales son, desde un punto de vista empirico, exclusivamente refiiables; es decir, pueden fraca~ sar en la experiencia. Pero esto hace del método inductivo (que desde tun punto de vista l6gico es «ilegitimo») un procedimiento superfluo: Ia contrastacién empirica de los enunciados empiricos “niversales (parcialmente decidibles) se lleva a cabo a través dela deduevién de prondsticos (enunciados basicos) que son aserciones totalmente decidibles por medio de la experiencia Es decir, desde un punto de vista légico 0 epistemoldgico no hay induccién, Las ciencias teéricas de la naturaleza son «sistemas hipotético- deductivos» (Kraft) Las leyes naturales son proposiciones funda- ‘mentales (principios) de un sistema de este tipo (o conjunciones de tales principios) tienen las propiedades logicas propias de las “ui vlvemos a encontarnes con una de ess formulacons discs, a pesar de que fs corrects an sho ecensiente apres, (Vase apa co 4.6, tent entre las notes 7y*5:y la solucion de ls antinomias del oguoy ‘bd dl muds, hia el al dl apartado 4.6 al vez habia dio Yoos- bir: equ pevamossjuaicarenaciadoruniverales de realidad (La crest ‘intent en os Sigintes patos incur nets det de foulaa) 416 LOSDOs PROBLEMAS FUNDAMENTALES BELA EPISTEMOLOGIA Premisas de un proceso deductivo, que no son coutrastables por la experiencia de manera inmediata, sinc slo através de las conclu, sions aue se han deducido de elas, Por tanto, nunca puede de- ‘ostrarse que una ley natural es verdacera. Las leyes naturales so fomo dice Kant, «ideas regulativas, poblematicas» o «ficciones ieuristicas» (Seguin Vaihinger). Pero, aunque las leyes naturales no puedan ser verificadas de una manera concluyente, si pueden es. {ar mas 0 menos corroboradas. El grado de corroboracion de ung ‘ey natal alr Sognoscitivo) aumenta con su improbabilidad rimaria o, lo que es lo mismo, con la probebilidad. 7 tienen de ser refutadas, a 48. {SE HA SOLUCIQNADO EL PROBLEM; DE LA INDUCCION '? : No se trata de discutir ahora en este 2 1ora en este espacio brevisimo si la Sox lucién al problema de la induccién propuesta por mi es correeta © no. Tal y como lo expuse en el apartado anterior, esta es una Cucstin de tiene que decidirse a raves de una discusion een =¥,n0 tanto de una discusién «dialéctica» como de una stra cendental»— sis come de una as No, lo que me preocupa en este momento es Ia cuest °, este momento es la cuestién de has- ‘sau punto I solveién que yo he props es satsfictora iHemos conseguido actarar el problema totalment 2 todavia algunos puntos oscuros? a una 3 Qbinin, hay dos cuestones que han quedado sin anja: ina es el problema de la demarcacién'y la ot wemos de- nominado «cuasiinduccién» eT Las dos cuestiones son totalmente independ talmente independientes una de otra Pertenece, por si decilo, a estas dienes pes compan | ie sparta se habia sido una hj om el siguiente come 48, {Se ha solucionao el problema dela aucebe? = “eed Observacionceaeres dea cestindcein sta panic del poblera ea nducin, El problems des inceion se formal de la sguinte manera Un enunciado es una asrcion acerca eared cusnos table de na manera empiric, ex dei, cuando puede crea cotica cov een No poems saber i as primes fases de cou ase een eas {ne presentams ahora o una version primitvaquese he pedi Bate) IN 4n7 Desde un punto de vista epistemoldgico, el problema funda- ‘mental es el problema de la demarcaciGn: el problema de la in- dduecidn surge a raiz del problema de la demarcacién cuando se in- tenta hacer del «método inductivo» tun criterio de demarcacién (cf. apartado 44), cuando se pretende que es a aplicacién del procedi- ‘miento inductivo lo que caracteriza a las ciencias empiricas. De esta manera el problema de la demarcacin se convierte no s6lo nel inico problema fundamental, que subyace al problema de la in- duccién, sino, tal y como lo vio Wittgenstein, en el tinico problema fundamental de la epistemologia en general. Es decir, en una autén- tica teoria del conocimiento que va directa a su objetivo, tendré que table del problema dela demareaién, peo no seri necessio qe aparezcan ni el problema de Ia induccién ni siquiera la nocién de «in- ducciém: pues en un sentido epistemoldgico no hay induccién. Esta tesis fundamental del deductivismo significa dos cosas: En primer lugar, que no hay una logica de la induceién. Desde tun punto de vista légico, las inferencias inductivas son injustifi- cables; lo que equivale a decir que ta induecién no es un método Cientifico, que la induecidn no es un método de fundamentacién; en segundo lugar, que las ciencias empiricas no hacen de hecho nningtin uso del método inductivo, sino que proceden siempre de tuna manera deductiva. ‘A primera vista, esta afirmacion es harto chocante, pues es po- sible que el método inductivo no sea mas que una pura alucinacion de ciertos epistemdlogos a la que no corresponde nada en el pro- cceder real de la cien Precisamente en este punto topamos con el concepto ya antes mencionado de la «cuasiinduccidn>® (una cuestion de ta que tra- taremos con mas precisién en el marco de una teoria general del método). 'No obstante, ereo que es importante analizar ya aqui este con ccepto en la medida en que sea necesario para demostrar que no en- cierra una justificacién del inductivismo. Concebidos como elementos de un sistema, los enunciados de una ciencia se pueden considerar en dos direcciones, en una di- reccién deduetiva considerando el sistema de enunciados comen- "ICE Kant Porren, Logit der Forschung (1934; 2 ed, 1966), apariado 88, Kant Porren, ep. cit, (2"ed, 1966), Indice de moterias: cuasiinduccién, inf: enc dedctiva de diveecinindctiva, Veae tambien el Epilogo de editor, Et]

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