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El acto jurídico
El contrato es una especie de una categoría más amplia: la de acto jurídico. La noción de negocio jurídico es obra de los
pandectitas germanos del siglo XIX.
El concepto de negocio jurídico fue construido para comprender la vasta área en la que la constitución, modificación o
extinción de las relaciones jurídicas, depende en mayor o menos grado, de la libertas de determinación de los
particulares; es un concepto correlativo de autonomía privada. El común denominador que sirve para identificar el
género, es el papel que en la especie desempeña la voluntad o determinación de los particulares como fuente de
mutaciones jurídicas.
La causalidad jurídica
La noción de negocio jurídico concebida como expresión de la voluntad del hombre que opera en las relaciones
jurídicas, constituyó una solución al problema de la causalidad jurídica. Como el negocio constituye todas las
manifestaciones de voluntad de los particulares productoras de efectos jurídicos, fue posible diferencias estos supuestos
de otros acontecimientos o sucesos que generaban consecuencias jurídicas que no entrañaban determinación volitiva de
los interesados. A través de esa secuencia, se pasó a la noción más amplia de hecho jurídico, que engloba el concepto de
negocio jurídico y además comprende todo acontecimiento previsto por una norma, susceptible de producir
consecuencias jurídicas.
El negocio jurídico constituye así un supuesto de hecho que contiene una o varias declaraciones de voluntad de
particulares, que el ordenamiento jurídico reconoce como base para producir efectos jurídicos.
La autonomía privada
La noción de acto jurídico tiene como presupuesto la de autonomía privada. La autonomía privada es la facultad de las
personas de regir y gobernar sus propios intereses, dentro de un ámbito de libertas que les es propio y de modo
vinculante, a cuyo fin se dan las reglas a sí mismas y en relación con los demás.
Con la existencia de los hombres en sociedad se origina el problema de la reglamentación de sus intereses privados y el
de la circulación de los bienes. El derecho privado se basa en la idea de que el orden mas adecuado para las relaciones
jurídicas es el que los propios interesados establecen.
*La autonomía de la voluntad: se manifiesta en el acto o negocio jurídico que es un instrumento de autodeterminación
de los propios intereses. La autonomía negocial implica la autorización para disciplinar por si mismos sus propias
relaciones, ya que se les atribuye una esfera de intereses que les pertenece y un poder de iniciativa para la
reglamentación de éstos, basado en la libertad individual.
* Este poder no tiene la misma amplitud, si no que se manifiesta con dispar intensidad en las diversas esferas del
derecho privado.
* En el ámbito contractual: la determinación de las partes tiene la virtualidad de crear ese vínculo recíproco que supone
el contrato y además puede establecer con libertad el contenido de la relación. Es en el contrato donde se ve claramente
la autonomía privada.
Derecho comparado
La legislación del acto jurídico en los diferentes códigos:
- El código civil alemán es el principal modelo en el cual se legisla la categoría general del negocio jurídico en
forma expresa.
- En el código civil francés e italiano: las reglas de los actos jurídicos solo están establecidas en relación con los
contratos y el testamento, no independientemente. Lo que trae dificultades por las diferencias a la hora de
conceptualizarlo.
Código Civil
En el código se establece un concepto general de acto jurídico, lo que implica que se le asigna un carácter legal a la
definición y no sólo científico sin olvidar de la utilidad de la elaboración y análisis doctrinario.
Art 944: “Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos, que tengan por fin inmediato, establecer entre las personas
relaciones jurídicas, crear, modificar, transferir, conservar o aniquilar derechos”.
Del concepto pueden establecerse los tres elementos de los actos jurídicos:
Acto voluntario: por constituir un instrumento de autodeterminación de los sujetos para que gobiernen por si
mismos sus propios intereses. Cabe tener en cuenta que el ordenamiento jurídico solo puede tener en cuenta la
voluntad cuando ésta es manifestada o declarada, no si no se exterioriza o queda en la pura conciencia del
sujeto. Por ello es que se expresa que el negocio jurídico consiste en declaraciones de voluntad; tal
manifestación deberá guardar relación de correspondencia con la voluntad interna del sujeto.
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Acto lícito: al autorizar la ley a la libre determinación, solo puede ser concebida en cuento no sea una expresión
que el derecho desapruebe, por ello no puede tener elementos prohibidos por la ley, el orden público o contrario
a las buenas costumbres.
Dirección de la voluntad manifestada: el acto debe tener como fin inmediato la producción de efectos jurídicos,
es decir crear, modificar, transferir, conservar o aniquilar derechos.
Fines jurídicos y propósitos prácticos
En realidad la voluntad de los sujetos, tiende a la obtención de resultados práctico, faltando a menudo una clara
representación de los efectos jurídicos consiguientes, los que, por otra parte se verifican, aunque no hayan sido
previstos por los interesados.
Es el ordenamiento jurídico el que autoriza la autonomía privada y hace posible que el negocio produzca efectos
jurídicos, al investirlo de eficacia. La declaración de voluntad constituye el supuesto de hecho, la fuente de los efectos
que la ley reconoce. Y el derecho es quien asigna al supuesto sus efectos con el significado que ellos se corresponden
con esa voluntad.
La voluntad de los interesados en el mundo real se mueve inmediatamente en pos de la realización de resultados
empíricos, prácticos o económicos; los efectos jurídicos son herramientas de un mundo conceptual. De todas formas, no
existe ningún contrasentido en afirmar que también requieren los interesados, de efectos jurídicos que aseguran o
amparan aquellos resultados prácticos o empíricos buscados.
Es a partir de esto que puede diferenciarse el negocio jurídico de los otros actos voluntarios lícitos: art 899: “Cuando los
actos lícitos no tuvieren por fin inmediato alguna adquisición, modificación o extinción de derechos sólo producirán
este efecto, en los casos en que fueren expresamente declarados”. Entonces:
- En el negocio jurídico: la voluntad tiene por fin inmediato crear o extinguir una relación jurídica, aunque con
ello se proponga conseguir otros fines no jurídicos (fines prácticos o empíricos):
- Los simples actos voluntarios lícitos: tienen un fin extrajurídico, su autor no dirige su voluntad directamente al
efecto jurídico.
De todos modos, la condición jurídica de un acto no puede depender del conocimiento de las partes. Para diferencias el
negocio jurídico de los simples actos jurídicos deberá atenderse a la significación normal de la conducta según tenga
propósitos prácticos tutelados por el derecho (acto jurídico) o según no corresponda atribuirle ese carácter de
autorregulación (simple acto).
El acto jurídico y el derecho subjetivo
La autonomía privada presupone una libre esfera de poderes individuales para le manejo de los intereses que son
propios de las partes. La autonomía privada tiene dos caras:
- El derecho subjetivo: con él resuelve la ley el problema de proteger los intereses privados tal cual se encuentran
constituidos en el ordenamiento económico social. Cumple con una finalidad estática de conservación y tutela.
- El acto jurídico: se ofrece a la iniciativa individual la posibilidad de actuar a fin de modificar la posición de
tales intereses, según directivas que su titular juzgue más convenientes. Tiene una finalidad dinámica de
iniciativa y renovación.
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2- La capacidad para contratar (art 1160 a 1166).
3- El objeto de los contratos (art 1167 a 1179).
4- La forma (art 1180 a 1189).
5- La prueba (art 1190 a 1194).
6- Los efectos (art 1195 a 1216).
Los 17 títulos restantes disciplinan las diversas figuras contractuales típicas.
Se critica
-La incorporación en el ámbito contractual del título II, referido a la sociedad conyugal.
-En los títulos XIII y XIV se legisla sobre evicción y vicios redhibitorios efectos de los contratos a título oneroso y
aparecen entremezclados con las figuras contractuales típicas.
-El título XVIII es el último y legisla sobre dos figuras cuasicontractuales: la gestión de negocios y el empleo útil (que
no revisten la naturaleza de contratos)
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El contrato: es un acto bilateral porque exige la intervención de dos o mas partes, titulares de intereses
autónomos no coincidentes. Las partes actúan desde planos distintos, se ubican frente a frente y por medio del
contrato encuentran la armonía de sus diversos intereses. Puede ser:
- En los contratos de cambio: lo que una de las partes obtiene en al faz ejecutiva del contrato es a
expensas de la otra parte. Las partes son dos, tres o excepcionalmente más.
- En los contratos asociativos: las partes unen sus medios, esfuerzos y prestaciones para llevar a
cabo una actividad conjunta en vista de la obtención de un fin común, en cuya participación
residirán las ventajas de cada contratante. Por la función que cumplen de instrumentar la
cooperación de un grupo para la consecución de un fin común, pueden ser un número
indeterminado de números son potencialmente plurilaterales.
c) La esencia del contrato en relación con su contenido. Intensión de reglar sus derechos.
La reglamentación de intereses
Este elemento atiende al contenido del contrato, el que consiste en disciplinar, de modo vinculante relaciones jurídicas
patrimoniales que afectan los intereses de las partes.
El contrato es un acto jurídico por lo tanto configura un instrumento de manifestación de la autonomía privada mediante
el cual las partes ordenan sus intereses en las relaciones con otros. Las partes por medio del contrato “reglan sus
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derechos” (art 1137). Los interesados se dan a si mismos reglas que constituyen un precepto de autonomía privada; el
contenido de esta declaración tiene naturaleza dispositiva por lo tanto carácter vinculante.
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La lectura entonces revela la contradicción ente la tesis adoptada en el art y en su nota. La doctrina defendió cada una de
las nociones:
1- Tesis restrictiva: se funda en la nota del art 1137; la ubicación en el código del contrato bajo el título de “las
obligaciones que nacen de los contratos”; el código se refiere a “convenciones que extinguen obligaciones” (no
a contratos); el código cuando habla de la transacción dice que “le es aplicable todo lo referido a los contratos”
(por lo tanto no es un contrato) además la define como un acto jurídico bilateral y no como un contrato ; el art
1200 establece que “las partes pueden por mutuo consentimiento extinguir las obligaciones creadas por los
contratos” ( no se le da la nominación de contrato a este medio extintivo).
2- Tesis amplia imperante: en la actualidad esta es la noción compartida de forma unánime; para responder a lo
planteado por la tesis restrictiva argumentan que: las notas de los art nunca tienen el valor de ley; que ninguna
de las disposiciones del código que reglamentan las convenciones extintivas de obligaciones niegan su carácter
contractual; el hecho de que la transacción se defina como un acto jurídico bilateral no implica negar que sea un
contrato. El argumento decisivo de esta noción es el art 1137, donde se establece que las convenciones
extintivas son regidas por las disposiciones relativas a los contratos por ende si tanto los contratos como las
convenciones extintivas se rigen por las mismas normas, es inútil establecer una doble categoría regidas por el
mismo régimen. Dentro del código no hay diferencia entre convenciones patrimoniales y contratos.
Inidoneidad del contrato para disciplinar aspectos vinculados con la sucesión “mortis causa”.
Nuestro código no le atribuye al contrato ninguna función en la sucesión por causa de muerte; la única sucesión
voluntaria admitida es la que adopta la forma del testamento, que es concebido como un acto unilateral, personalísimo y
esencialmente revocable. Para resguardar la libertad testamentaria se han prohibido expresamente los pactos sucesorios
en cualquiera de sus manifestaciones (art 848, 1175, 1449,3311 y 3599).
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El punto de partida en la evolución histórica de la noción de contrato, es el derecho romano. En dicha época el término
contrato indicaba el vínculo obligatorio en si mismo, considerado como un hecho objetivo.
Para crear obligaciones se necesitaban ciertos actos solemnes y rituales, por lo cual se crea la regla de que el simple
pacto no crea obligaciones. Por ello las obligaciones sólo eran válidas si se observaban dichos requisitos formales.
Luego durante la evolución se fueron ampliando las fuentes, junto a los contratos solemnes se admitía:
- Que en determinados casos concretos, la obligación se contraía por la entrega de una cosa (contratos reales)
- En ciertos supuestos, las obligaciones podrían crearse por el mero consentimiento de partes (contratos
consensuales)
Por ello Gayo agrupa los contratos en: verbales, literales, reales y consensuales.
*Época posclásica: los contratos innominados
Se daban en la práctica ciertas convenciones destinadas a procurara ventajas recíprocas a las partes que consistían en
prestaciones de dar o de hacer y que admitían cuatro tipos de combinaciones: cambio de una cosa por otra cosa; cambio
de una cosa por un servicio; cambio de un servicio por una cosa; cambio de servicios.
Por no haber estado comprendidas en los nominados (cuatripartición de Gayo), no podía reclamarse lo prometido ni
generaba obligación alguna: se crean así los contratos innominados generadores de obligaciones.
*Tipicidad del sistema contractual romano
El sistema romano estuvo fundado siempre en la tipicidad, no se conoció la categoría general del contrato, con libre
determinación de su contenido. Solo singulares tipos de contratos, caracterizados por su causa y forma.
*Derecho intermedio
Se mantuvo el sistema romano.
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b) La igualdad contractual: el contrato voluntariamente celebrado es necesariamente equitativo. La justicia del acuerdo
está automáticamente asegurada por la libre voluntad de las partes contratantes, que lo han perfeccionado en un plano
de recíproca igualdad jurídica. La libertad de contrato e igualdad formal de las partes son estructurales del contrato.
c) La fuerza obligatoria del contrato: con rigurosidad y vigor, se consagra el principio de la fuerza obligatoria del
contrato. Cada uno es libre de contratar, pero una vez que decide celebrarlo, queda encadenado a la palabra. A la idea
de libertad se suma la exigencia de responsabilidad de quienes la ejercen. El consentimiento libre, prestado sin error,
dolo ni violencia y con las solemnidades requeridas por las leyes, debe hacer irrevocables los contratos.
d) El equilibrio espontáneo de las fuerzas económico- sociales: si se los deja con libertad a los particulares, una suerte
de mano invisible se encarga de eliminar fricciones y de establecer el equilibrio, conduciendo a un resultado ventajoso
para el interés general. La misión primordial del Estado es no provocar el problema económico colectivo, ello se
logran no entrometiéndose y garantizando la libertad de los particulares.
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Media así la restricción de la libertad contractual del eventual adherente a tales condiciones generales, ya que se excluye
n los tratos y discusiones precontractuales; tan sólo tiene la opción de aceptar en bloque las condiciones unilateralmente
elaboradas por el estipulante o directamente no contratar.
Este tipo de contratación responde a exigencias prácticas de la realidad contemporánea permitiendo racionalizar los
instrumentos técnicos y jurídicos en los que se apoya la producción en serie. Pero esta ventaja de facilitar el tráfico
moderno, tiene como contrapartida los riesgos que entraña: dada que una de las partes preformula las cláusulas del
contrato ejerciendo una suerte de poder reglamentario, va de suyo pensar que se ha de aprovechar de esa situación para
robustecer su posición contractual, acomodando las disposiciones a sus intereses. Ello encierra el peligro de que estos
contratos generan desequilibrio por la utilización de cláusulas abusivas, se crea entonces una situación de desigualdad
que exige la protección del contratante mas débil.
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2- Orden público: principios que dan sustento a las instituciones democráticas, van en conjunto con las leyes
imperativas. (art 1646 locación de obra)
3- Buenas costumbres y moral: fundamento ético, varían según el momento histórico.
LA AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD
La autonomía y las normas jurídicas
El contrato como fuente de normas jurídicas
La autonomía negocial consiste en la facultad de los particulares de regir y gobernar sus intereses mediante
manifestaciones de voluntad adecuadamente expresadas, esta autonomía se manifiesta plenamente en el ámbito
contractual ya que las partes pueden:
- Crear esos vínculos recíprocos que el contrato supone (libertad p/ contratar)
+
- Reglar el contenido del contrato (libertad en el contenido del contrato)
Estas potestades de los contratantes son la autonomía de la voluntad.
Las partes con la reglamentación del contrato no persiguen meramente la manifestación de la voluntad, si no que
también buscan fijar reglas a las que deben subordinarse sus intereses y comportamientos. El contenido del contrato es
la reglamentación de intereses que las partes entienden actuar, es la voluntad traducida en precepto. La ley autoriza a los
particulares a darse tales reglas, reconociéndoles a éstas fuerza vinculante. Estas reglas ¿son normas de derecho?
Unos consideran que si, ya que cuando el ordenamiento jurídico autoriza a los particulares a reglar con fuerza
vinculante sus intereses jurídicos patrimoniales prescribe que las partes deben respetar lo convenido, hace del
contrato una fuente de normas jurídicas. La convención no tiene fuerza obligatoria que nazca de si misma, si no que
le es atribuida por una norma superior., por ello las reglas de los contratos no son normas generales y abstractas si
no, un precepto de derecho objetivo e individualizado.
La tesis prevaleciente niega el carácter de norma de derecho al contrato. Sin embargo establecen que este
supuesto de hecho que constituye el contrato, ya contiene una enunciación de reglas que supone una
autorregulación, un precepto de autonomía privada que en la conciencia social es vinculante. La ley admite que la
regulación así concebida, produzca efectos jurídicos. Pero igualmente los particulares solo tienen una competencia
dispositiva y no normativa, el contrato no constituye una fuente de derecho objetivo, si no derechos subjetivos y de
relaciones de índole jurídica.
Cualquier de las tesis demuestra que no es la voluntad privada por sí sola la que genera efectos jurídicos, si no que el
orden jurídico o sea la ley, dota de eficacia a esa voluntad productora de efectos jurídicos.
Libertad de contratar
Principio: Las partes son libres de contratar, pueden hacerlo cuando quieran y con quién quieran. En principio nadie
puede ser obligado a concluir un contrato determinado o a celebrarlo con una determinada persona.
Excepciones: El deber de contratar, existen supuestos donde se obliga a contratar:
Cuando las partes convencionalmente han asumido el deber de contratar, como en los casos de contrato
preliminar o contrato de promesa, en los cuales las partes se obligan a concluir determinado contrato.
En el derecho contemporáneo, existen situaciones en las cuales determinados sujetos tienen la obligación de
contratar, es la llamada contratación coactiva. Estas hipótesis suelen producirse con las empresas concesionarias de
servicios públicos (trasporte, servicios de agua, comunicaciones, provisión de energía eléctrica, etc.), donde los
actos constitutivos de la concesión no le permiten al concesionario rehusarse a contratar con los interesados sin
causa justificada. Se entrelaza el derecho privado con el público.
Otros casos existe el deber de contratar como una manifestación del dirigismo económico, ya sea para evitar el
acaparamiento de mercaderías escasas, para poner en disposición de toda la población la totalidad de los productos
agrícolas, o bien para obligar a los propietarios de viviendas deshabitadas a arrendarlas. Se busca ante la escasez de
ciertos bienes vitales, procurar su justa distribución.
En ciertas situaciones se reputa abusiva la negativa a contratar, tal rehusación puede ser contraria a las buenas
costumbres cuando se emplea con fines de competencia desleal o monopolista, abusando de una posición dominante
en el mercado. Se busca eliminar al competidor logrando condiciones injustas o inadecuadas.
Toda rehusación a contratar que tenga carácter discriminatorio, puede reputarse abusiva; lo mismo ocurre
cuando se vulnere con ella algún debe profesional (médico que en urgencia no auxilia a un enfermo).
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Libertad contractual en su contenido y sus límites
Principio: las partes son libres para establecer dentro de amplios límites la reglamentación contractual, a través de los
pactos o cláusulas que consideren más convenientes. Es la libertad de configuración interna.
Excepciones: la libertad para establecer el contenido del contrato tiene ciertos límites que surgen de la esencia misma
del ordenamiento jurídico.
1- Normas imperativas
En ciertas hipótesis, la ley prohíbe la celebración de actos de un determinado contenido o impone que éstos deben
sujetarse a ciertas condiciones a modalidades, lo que significa prohibir aquellos que las contravienen. Tal prohibición se
hace a través de diversas formulaciones:
- En forma explícita o específica (art 450, 531, 1361, 1443, etc.) en donde se vedan ciertos actos.
- La prohibición puede resultar de términos equivalentes cuan do la ley señala que no se pueden realizar ciertos
actos (art 279, 297, 434, 507, 1358, 1359, 1513, 1802, 2166, 2824, etc.)
- También cuando se prescribe la nulidad de actos (art 953, 954, 976, 1500, 1650, 1651, 1652, 1653, etc.).
- O con expresiones equivalentes tales como “son de ningún efecto”, “no será válida”, “es de ningún valor”, etc.
- En otros supuestos la ley establece que el acto debe realizarse en ciertas condiciones o sujetarse a determinadas
modalidades, lo que significa desproveer de efectos a los actos que las infrinjan.
- La ley puede también establecer de modo imperativo ciertos derechos a favor de la parte mas débil de un
contrato, que no pueden ser enervados por pactos en contrario (art 8 ley 23.091, art 32 y 34 ley 24.240, etc.).
2- Orden público
El límite de la libertad sobre el contenido del contrato se encuentra en el orden público, art 21: “Las convenciones
particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia estén interesados el orden público y las buenas
costumbres”.
El concepto de orden público es de contenido elástico, variable en el tiempo, elaborada en la dogmática jurídica de los
países de tradición latina, para designar los principios que por comprometer el interés social y público, no pueden ser
derogados por la autonomía privada. Debe distinguirse el orden público de:
- La norma imperativa: muchas de las normas imperativas se inspiran en razones de orden público y revisten la
índole que le asigna ese carácter, pero ello no es necesario que suceda. El orden público está constituido por un
conjunto de principios básicos y subyacentes que sustentan la organización social en sus más variados campos, y
aseguran la realización de valores que cabe reputar fundamentales. El orden público muchas veces sirve de sustento
de la norma.
- Las buenas costumbres: la noción de orden público aunque tutele la moral social, tiene raigambre jurídica y
abarca los principios fundamentales del ordenamiento jurídico, político y económico. Las buenas costumbres tienen
una vinculación estrecha y específica con la moral.
Actualmente el radio de acción de la noción de orden público se ha visto ampliado con lo que específicamente se llama
el orden económico y social:
*Este es una consecuencia de las manifestaciones de la “economía dirigida”, cuando el Estado interviene en el curso
de la actividad económica a través de un conjunto de disposiciones, en base a la tutela del interés general o tendiente
a garantizar el correcto desenvolvimiento de la competencia, frente al riesgo de las distorsiones por acciones
monopólicas
* También se habla de un orden público social o de protección de la igualdad de los contratantes cuando existe una
posición de desequilibrio entre las partes, se dictan entonces normas para tutelar a la parte más débil del contrato.
Por ejemplo en contratos laborales; de protección al locatario; de protección al adherente de los contratos por
adhesión a condiciones generales; o de protección al consumidor o usuario ante los contratos de consumo.
La aplicación práctica de la noción de orden público se da:
Ante el incumplimiento de las normas imperativas se aplica la sanción de nulidad: esta nulidad es mas
trascendente cuando afecta al orden público ya que ésta es absoluta, por lo tanto inconfirmable. Mientras que es
relativa cuando se afectan los intereses particulares o privados, siendo esta susceptible de confirmación.
El orden público sirve como barrera o filtro para la aplicación del derecho extranjero.
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Como límite a la autonomía no se autorizan actos contrarios a las buenas costumbres, las buenas costumbres son
nombradas a en código a veces como sinónimo de moral y otras emplea uno u otro término. Se trata de impedir que la
autonomía sea puesta al servicio de lo inmoral.
La moral son aquellas valoraciones éticas predominantes en el medio social en un momento determinado, son las
normas morales reconocidas en la conciencia social de la época. El derecho aspira armonizar con peculiares valores
éticos, pero desde una perspectiva con especial sentido jurídico.
Un contrato puede ser inmoral:
- Por su mismo contenido cuando la reglamentación de intereses que es la sustancia del contrato, revela la
inmoralidad (partes obligan a no casarse, o para influenciar a un funcionario, etc.)
- Cuando el contenido del contrato el lícito pero los verdaderos fines perseguidos por las partes son inmorales
(una locación lícita pero es para instalar una casa de tolerancia, etc.)
La jurisprudencia ha representado el límite de la autonomía de las buenas costumbres en múltiples pronunciamientos
judiciales: reduciendo intereses usurarios, en cláusulas penales excesivas, ejercicio abusivo de pacto comisorio,
preservando al moral sexual, etc. Algunas de estas hipótesis, resueltas por la jurisprudencia, han servido de antecedentes
para la sanción de normas jurídicas concretas.
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Subordinada a ese derecho dispositivo, se encuentran los usos y costumbres, cuando las leyes se refieren a ellos o en
situaciones no regladas legalmente (art 17).
Este derecho dispositivo tiene eficacia supletoria, por cuanto supone la regulación presumiblemente querida por las
partes; por lo tanto se piensa que ellas pueden libremente modificar o sustituir sus normas por voluntad contraria.
La integración del contrato
Para referirse a esa pluralidad de fuentes que determinan el contenido del contrato suele hablarse de la integración del
contrato.
*En la concepción tradicional la fuente con mayor jerarquía es la voluntad, donde se ubican las estipulaciones fruto del
común acuerdo de las partes, con un rango superior al de la ley cuya función era supletoria de la voluntad.
*Hoy, a las cláusulas convenidas por voluntad de las partes les preceden jerárquicamente las disposiciones imperativas
de la ley. Además el principio de buena fe, la protección al mas débil mediante las normas dispositivas. Todas estas
modificaciones se dan en base a la búsqueda del equilibrio contractual.
BOLILLA 2
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS
Criterios a seguir
Las clasificaciones no son correctas o incorrectas, si no útiles o inútiles, la utilidad desde el punto de vista dogmático
implica que sean herramientas idóneas para tornar más asequible el conocimiento de una institución jurídica y desde lo
práctico que permitan distinguir situaciones con consecuencias jurídicas diferentes que necesario diferenciar.
Se analizará la clasificación tradicional de los contratos, haciendo hincapié en las diferencias entre los contratos de
cambio y los asociativos, además de resaltar el contrato surgido por la relación de consumo el contrato de consumo.
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Respecto de los efectos: las obligaciones en los contratos bilaterales son recíprocas, este nexo de
interdependencia determina que una de las partes no puede exigir el cumplimiento de la otra si no ha cumplido. Una
parte no puede constituir en mora a la otra si ella esta en mora.
En los contratos bilaterales si una de las obligaciones se extingue por imposibilidad de pago, se produce la
disolución del contrato, lo que desprovee de sustento a la otra obligación correlativa. El deudor de la obligación que
devino imposible no puede exigir la contraprestación y debe devolver todo lo que hubiere recibido por ella.
Importancia de la distinción
El rango de diferenciación es la interdependencia o reciprocidad que existe entre las obligaciones derivadas de un
contrato bilateral; tiene un alcance limitado ya que solo comprende los contratos creditorios.
La idea de reciprocidad no solamente se relaciona con las obligaciones que derivan del contrato, si no que también se
relaciona con las prestaciones, ventajas y atribuciones que el contrato procura a las partes.
Supuestos controvertidos:
-Los llamados contratos bilaterales imperfectos
Son aquellos contratos que en el momento de su formación engendran obligaciones para una sola de las partes, aunque
un acontecimiento posterior eventual puede determinar el nacimiento de una obligación para la otra.
Ejemplos de este tipo de contratos son:
- En el depósito gratuito: al momento de su formación solo obliga al depositario a la restitución de la cosa
depositada, pero si con posterioridad el depositario hace gastos de conservación de la cosa, el depositante queda
obligado a desembolsarlos (art 2124 y 22424)
- El comodato: al momento de su formación solo queda obligado el comodatario a restituir la cosa prestada, pero
si éste paga expensas extraordinarias par la conservación de la cosa durante el contrato, el comodante se obliga al
reembolso de lo pagado (art 2287)
- En el mandato gratuito: solo se obliga el mandatario a cumplir con el mandato, pero si durante la ejecución del
mandato el mandatario anticipa fondos para el cumplimiento, contrae alguna obligación en nombre propio con este
fin, o sufre pérdidas procedentes de su gestión, el mandante tiene la obligación de rembolsar lo pagado, libera al
mandatario de sus obligaciones contraídas e indemnizar las pérdidas (art 1949, 1951, 1953).
Algunos han intentado crear una categoría intermedia con este tipo de contratos bajo el nombre de contratos bilaterales
imperfectos; pero prevalece la tesis que rechaza esta categoría intermedia, en cuento los contratos que se pretende
englobar en ella revisten el carácter de unilaterales. En este tipo de contratos las obligaciones para las partes devienen de
acontecimientos diferentes, que nacen en momentos distintos y por razones disímiles; es decir constituyen una
consecuencia accidental de actos extrínsecos y no una consecuencia directa de la obligación primitiva. Por lo tanto son
contratos unilaterales.
- La donación con cargo
Otra hipótesis a analizar es la obligación con cargo, ya que las dos partes quedan obligadas: el donante se obliga a
cumplir con su obligación de entregar y transferir el dominio de la cosa donada y el donatario se obliga a cumplir el
cargo.
Pero el cargo o modo es una obligación accesoria y excepcional que se impone al adquiriente de un derecho, no está
directamente relacionado con la obligación que asume el donante. Es por ser accesoria y excepcional que no reviste el
carácter de principal como la que pesa sobre el donante; por lo tanto no existe nexo de reciprocidad e interdependencia
como se requiere en los contratos bilaterales. Es un contrato unilateral.
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En los contratos onerosos existe un nexo de interdependencia, entre las ventaja y sacrificios de las partes; hay un
intercambio recíproco de ventajas: art 1139: “son a título oneroso, cuando las ventajas que procuran a una u otra de las
partes no les es concedida sino por una prestación que ella le ha hecho, o que se obliga a hacerle”.
El supuesto de expresión mas típica de este tipo de contratos el es contrato de cambio: donde media un trueque de
atribuciones patrimoniales o de prestaciones, que recíprocamente se hacen las partes.
A los fines de la onerosidad es indiferentes que el beneficio dado como contraprestación del sacrificio tenga como
destinatario a la otra parte o a un tercero (contratos a favor de tercero art 504).
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éste. Por ejemplo el mutuo oneroso ya que solo nace una obligación derivada de la celebración del contrato: la que
incumbe al mutuario de restituir la cantidad recibida de la misma especie y calidad, con los intereses, en carácter de
retribución por la disponibilidad que se tuvo de ella durante el tiempo convenido. Existen entonces sacrificios de
ambas partes y media intercambio de prestaciones, aunque una de ellas no constituye el objeto específico de una
obligación, en cuanto es un elemento constitutivo del contrato.
Los contratos asociativos y extintivos pueden ser onerosos o gratuitos, pero escapan de la clasificación de unilaterales o
bilaterales.
Los contratos gratuitos no siempre son unilaterales
Unilateral oneroso: renta vitalicia, quien recibe un bien debe pagar una renta a quien le entregó el bien o a un tercero,
durante el tiempo de vida (solo quien debe pagar está obligado).
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anteriormente una entrega de la cosa, para que luego pueda ser restituida. Igualmente esto no justifica la existencia de
tal distinción debido a que existen contratos consensuales como la locación, que generan la obligación de restituir la
cosa.
Es cierto que al obligación de restituir tiene como presupuesto que ésta hay sido entregada. Pero ello concierne
exclusivamente al perfeccionamiento de la obligación y no del contrato del cual se deriva.
Contratos con efectos obligatorios y con efectos reales
No debe confundirse el distingo entre contratos consensuales/ reales con contratos con efectos obligatorios / reales. Los
primeros atienen a la constitución y perfeccionamiento del contrato (si requieren solo el consentimiento o además la
tradición) y los segundos concierne a los efectos.
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El contrato oneroso entraña, un intercambio de prestaciones. En los contratos aleatorios, una de las prestaciones
previstas, al menos, es incierta, en cuanto puede llegar a no verificarse. El correspondiente resultado final del contrato,
puede entrañar en consecuencia, una desproporción objetiva de sacrificio y ventaja. Pero el álea que asumen ambas
partes, en los riesgos y chances que ésta conlleva, radica el factor que sirve para contrabalancear ambos extremos y fijar
el equilibrio.
En estos contratos se da el sinalagma genético, pero lo que los diferencia de los conmutativos es el sinalagma funcional,
en cuanto una de las prestaciones previstas puede llegar a efectivizarse o variar su entidad en consonancia con la
verificación del acontecimiento constitutivo del álea.
Diferencia con la condición
La condición: es un elemento accidental de los actos jurídicos en virtud del cual las partes subordinan a un
acontecimiento incierto y futuro, la producción o la resolución de los efectos del negocio. Al acto jurídico condicional
por ende en el contrato que reviste ese carácter, la eficacia integral del negocio de hace depender de la condición. Todo
el negocio y su existencia dependen de esa condición.
Los contratos aleatorios: se subordinan a un acontecimiento incierto las ventajas y pérdidas que el negocio representará
para las partes, es decir que la aleatoriedad también atiene a los efectos patrimoniales que el acto debe producir. El acto
ha de producir siempre efectos patrimoniales, aunque lo variable sea la medida.
El álea debe afectar a todos los contratantes.
El art 2051 parece admitir la existencia de contratos aleatorios donde el álea afecte a uno de los contratantes y no al
otro. Este es el caso del contrato de seguro, donde la explotación que una empresa hace del seguro supone, desde lo
económico probabilidades de que obtendrá ganancias; pero ello no quita que cada contrato individualmente concluido
desde una perspectiva jurídica tenga todas las notas típicas de un contrato aleatorio, en el que el álea afecta por igual a
ambas partes.
No puede considerarse un contrato aleatorio, sin que el álea haga aprovechar a una de las partes y perder a la otra, es
decir afectar a ambas.
Distinción de los contratos aleatorios
Suelen distinguirse los contratos que son aleatorios por:
Su naturaleza: son los que reviste en el carácter de aleatorios en la disciplina legal que los reglamenta. Ej:
contrato de juego y apuesta; de lotería y rifa; de renta vitalicia o de seguro.
Voluntad de las partes: son los contratos que en su configuración legal son conmutativos, pero pueden
convertirse en aleatorios en virtud de cláusulas agregadas por los contratantes, que modifiquen sus efectos
naturales. Ej: compraventa de esperanza, de una cosa sometida a riesgo, la compraventa con renuncia a la
garantía de evicción o por los vicios redhibitorios, la cesión de derechos con renuncia a la garantía de evicción.
Consecuencias de la clasificación.
En los contratos aleatorios, media la asunción voluntaria de un riesgo por las partes, en virtud del cual subordinan a un
acontecimiento incierto las pérdidas y ganancias del negocio. Este contrato puede conducir a una desproporción de
prestaciones, que encuentran su razón de ser precisamente en el álea compartida que supone chances de ganancias o
peligros de pérdidas, por igual para los contratantes.
Las figuras previstas por la ley para subsanar los desequilibrios de las prestaciones en los contratos de cambio, tienen un
margen mas reducido de aplicación en el ámbito de los contratos aleatorios:
- La imprevisión solo puede aplicarse a los contratos aleatorios cuando la excesiva onerosidad se produzca por
causas extrañas al riesgo propio del contrato (art 1198).
- Igual temperamento se aplica a la lesión, cuando mas allá del álea aceptada por las partes, puede existir una
notable desproporción que muestre el aprovechamiento de una parte de la situación de inferioridad de la otra.
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Importancia de los contratos atípicos
La importancia es indudable desde el punto de vista social, presupone la libertad contractual y al fuerza creadora que en
el campo jurídico la ley reconoce a la voluntad de los particulares.
Cuando mayor intensidad tiene el desarrollo y la complejidad de la vida económica, correlativamente, mas se
incrementa la variedad de nuevas figuras contractuales creadas por las exigencias del tráfico e impulsadas por al
enriquecedora experiencia de los usos y las costumbres.
La noción de contrato atípico, solo fue posible acuñarla, cuando se rompieron definitivamente las amarras de un
formalismo primitivo y se admitió, por vía de regla, la amplia libertad de los particulares para la creción de los moldes
contractuales.
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- Típica: cuando está prevista por la ley (Ej: en los de garantía o sublocación).
- Atípicas: se establece en virtud de la autonomía de las partes en los otros casos de coligación, que no están
disciplinados por la ley.
Distinción de los contratos coligados con los atípicos mixtos.
Para diferenciarlos hay que ver el caso concreto:
-Habrá que determinar cuando los elementos que pertenecen a varios tipos de contratos nominados pierden su
individualidad para constituir un complejo contractual único o cuando pueden dar lugar a la existencia de dos o más
contratos coligados.
-Se debe analizar también el propósito negocial de las partes.
-El régimen jurídico que resulte mas conveniente permite dilucidarlo ya que en el contrato mixto las normas
correspondientes a cada uno de los contractos combinados solo son aplicables por vía análoga en cuanto es necesario
armonizarlas y adaptarlas; en los contratos coligados se impone el tratamiento jurídico autónomo en cuanto cada
contrato conserva su individualidad, por lo que deben aplicarse las normas de cada uno de esos contratos.
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CONTRATOS FORMALES Y NO FORMALES
La forma
La forma como elemento esencial del negocio jurídico.
Forma es el modo como la voluntad se manifiesta, esto es, como el negocio se presenta frente a los demás en la vida de
relación. No existe ningún acto jurídico que pueda prescindir de la forma. La voluntad solo puede tener valor en cuanto
se manifiesta es decir cuando se exterioriza, la forma es el modo de ser de esa manifestación.
Desde esta perspectiva, la forma constituye un elemento esencial del acto jurídico, en cuanto no cabe hablar de acto
voluntario si no existe exteriorización de la voluntad a través de algún medio por el cual se torne cognoscible al resto.
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El tiempo es una condición para que el contrato produzca los efectos queridos por las partes. Las prestaciones se
miden en función del tiempo y este elemento es indispensable para que sea dable satisfacer el interés continuado o
durable que el contrato presupone.
Estas dos clasificaciones presentan interés práctico con respecto al instituto de la imprevisión, ya que ésta figura tiene
como ámbito de aplicación los contratos de ejecución diferida o de ejecución continuada.
Contratos de resultado
Son aquellos contratos que tienen por obligación típica la prestación de un resultado futuro, en este tipo de contratos
siempre debe mediar un intervalo de tiempo entre la conclusión y la ejecución: el necesario para que se produzca el
resultado. Pero la ejecución siempre es instantánea y se produce con la consecución del resultado.
El interés del acreedor no se ve satisfecho mientras no se obtenga el resultado (En los contratos de duración cada acto
satisface parcialmente el interés del acreedor).
CONTRATOS PLURILATERALES
El primero de los requisitos para la existencia del contrato, es la pluralidad de partes. Los contrato plurilaterales son
aquellos en los cuales, hay mas de dos partes.
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La pluralidad partes representa un elemento estructural del contrato, que engloba figuras heterogéneas. No tiene la
aptitud por sí sola, de ser utilizada como criterio clasificatorio sistemático para distinguir dos variedades diversas de
contratos.
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Critica a la doctrina: en realidad la figura del contrato no tiene como presupuesto necesariamente un conflicto de
intereses, además ese conflicto de intereses de da en materia de contratos asociativos al menos inicialmente respecto
de las ventajas (fin común) y sacrificios (aporte) que debe hacer cada una de las partes.
La doctrina actual
La esencia del contrato de cambio estriba en que tiene a disciplinar la relación que se genera entre las partes a través del
esquema tradicional de derecho-deber o derecho-obligación. Todas las consecuencias jurídicas se traducen en derechos
de una de las partes que corresponden a un correlativo deber u obligación de la otra.
Pero el contrato asociativo no se satisface el interés contractual de las partea a través del cumplimiento de un deber que
incumba a la otra, si no que supone un fenómeno diferente y más complejo que el propio contrato de cambio. No se
agota con las prestaciones o aportes de las partes por un lado y el simple fin por el otro.
La actividad
El momento central está representado por el ejercicio de una actividad gestionada en común por los participantes que
sirve de “puente” entre las prestaciones y ese fin común, ya que la actividad es el medio a través del cual se realiza
dicho fin y las preacciones asumen una función instrumental al servicio de ella. La actividad consiste en un conjunto de
actos coordinados o unificados en el plano funcional por la unicidad de su fin.
La organización y la imputación.
Cuando se propone el grupo a realizar una actividad conjunta para alcanzar el fin común, es necesario para llevarla a
cabo establecer una serie de pautas es decir, la organización adquiere un relieve importante en los contratos asociativos.
En líneas generales todo contrato supone organización:
- En los contratos de cambio: la composición de los distintos intereses se lleva a cabo a través de la realización
ordenada de actos de ejecución o cumplimiento. Pero el significado de la organización es diferentes que el contrato
asociativo, ya que en los de cambio la organización aparece absorbida por las normas contractuales que las
disciplinan a las partes. El núcleo central, es un problema de imputación de situaciones jurídicas subjetivas que
absorbe la cuestión relativa a la organización.
- En los contratos asociativos: la organización tiene proyección autónoma y preeminente. Entrañan la
organización de una actividad a través de diversas pautas, previsiones y normas, por lo que existe un ordenamiento
que representa el aspecto normativo de esa organización. El centro del contrato, estriba en la organización de una
actividad que genera, como consecuencia, un problema de imputación de resultados al grupo.
Nómina de contratos asociativos.
- Contratos de asociaciones y de sociedades.
- Contratos de colaboración empresaria en sus dos versiones: agrupaciones de colaboración y las uniones
transitorias de empresa, regulados en la Ley de Sociedades Comerciales.
- Contratos parasociales en cuanto tengan influencia en la organización social: sindicato del voto y el de
administración.
- Sociedades accidentales o en participación.
La aparcería
Particulares dudas generan los contratos agrarios asociativos, especialmente la aparcería. Es cuando el propietario
entrega el uso y goce de un inmueble rural y elementos de trabajo al aparcero, y recibe como contraprestación una
participación en los frutos, en este caso hay un contrato semejante al de sociedad.
Sin embargo, hay una antítesis de intereses en la posición que las partes asumen en el contrato, no hay organización con
colaboración recíproca, si no permisión de que una de las partes obtenga la remuneración del uso de los bienes de su
propiedad que entrega al otro contratante a través de la participación en los frutos.
Predomina entonces, el arrendamiento (contrato de cambio) sobre el ingrediente asociativo o búsqueda de fin común.
CONTRATOS DE CONSUMO
Los contratos de consumo no son un tipo de contrato con régimen aparte; si no que se caracteriza por las partes que
contratan (consumidor y proveedor) con sus propias características.
La vulnerabilidad del consumidor
El derecho del consumidor comprende un conjunto de normas e instituciones cuya finalidad es proteger al consumidor
en las relaciones jurídicas a que da lugar el consumo. La disparidad entre proveedores y consumidores se traduce en una
situación de vulnerabilidad a este último, derivada de los siguientes factores:
- Defectos de la estructura competitiva de los mercados.
- Dificultades e insuficiencia en la información de los consumidores.
- Estandarización de los contratos.
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- Deficiencias de las condiciones de seguridad en el ámbito donde se desenvuelve el consumo.
- Dificultades para el acceso del consumidor a la justicia (“no se toma la molestia” por tener escaso valor
económico y por ignorancia sobre los derechos que se tienen).
Innovaciones de la ley
- Deber de suministrar información a los consumidores.
- Deber de seguridad en la provisión de bienes y servicios.
- Asigna oficia a la oferta hecha al público
- Dispone la integración del contrato con las precisiones formuladas en la publicidad.
- Exige la instrumentación escrita de los contratos de consumo.
- Sanciona la nulidad de cláusulas abusivas.
- Contiene prescripciones especiales vinculadas con ciertos tipos de operaciones de consumo.
- Contiene reglas relativas a los usuarios de servicios públicos domiciliarios y operaciones de venta de crédito o
de créditos para el consumo.
- Establece el régimen de las ventas hechas a domicilio o concluidas a distancia, en donde para garantizar la
reflexión del consumidor le confiere el derecho de retractarse.
- Contiene soluciones destinadas a la prevención ya asegurar la efectividad de la protección que instituye.
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2º posterior: control por parte de la ley de defensa, esta en su art 37 establece anular o evitar las “cláusulas
abusivas”: son aquellas que desnaturalizan las obligaciones del contrato o que invierten la carga de la prueba en
contra del consumidor. Pueden aumentar las obligaciones para el consumidor o limitar las obligaciones del
proveedor
Partes en el contrato de consumo
A) CONSUMIDOR
La noción abstracta equipara al consumidor con los individuos o personas en general, ya que se establece que todos
somos consumidores.
Pero la ley toma una noción concreta de consumidor: Art 1 ley 24.240: Se consideran consumidores o usuarios, las
personas físicas o jurídicas que contratan a título oneroso para su consumo final o beneficio propio o de su grupo
familiar o social. No son consumidores por lo tanto, los adquirentes de bienes o servicios para volver a introducirlos en
el mercado.
La persona jurídica como consumidor: ¿cuando la persona jurídica es consumidor?
- En el caso en que no tenga fines de lucro (asociaciones y fundaciones) es factible atribuirle la condición de
consumidor, ya que adquiere para el logro de sus actividades o para transmitirlos a título gratuito, como puede
suceder en el ámbito familiar o doméstico
- En caso de que si tengan fines de lucro y su objeto implica la producción o intercambio de bienes y servicios
(S.A o S.R.L), será difícil y excepcional admitir su condición de consumidor final.
B) PROVEEDOR
La ley lo define en su art 2: “Proveedores de cosas o servicios. Quedan obligados al cumplimiento de esta ley todas las
personas físicas o jurídicas, de naturaleza pública o privada que, en forma profesional, aun ocasionalmente,
produzcan, importen, distribuyan o comercialicen cosas o presten servicios a consumidores o usuarios”.
Es aquel que:
- Profesionalmente: implica permanencia, habitualidad y sistematización en la actividad. La actividad profesional
es aquella que de algún modo esté predispuesta para actual en el mercado en la producción o cambio de bienes y
servicios.
- Aun ocasionalmente: también tiene la condición de proveedores aquellos que no tengan este carácter con
continuidad o permanencia, si no que sea meramente transitoria, pasajera o accidental.
Ante cualquier tipo de daños: hay una “cadena de responsables” es decir, todos los que participaron de la producción se
hacen responsables ante posibles daños al consumidor, éste puede ir contra cualquiera.
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Constituyen un modo de formación del consentimiento que desde el punto de vista histórico, responden a las exigencias
de la revolución industrial del siglo XIX; la producción en masa de bienes y servicios que debían ser colocados de
manera sistemática y regular en el mercado tuvo como contrapartida la estandarización de las condiciones contractuales
y la contratación en masa.
En este tipo de contratos sus cláusulas, denominadas “condiciones generales”, son preformuladas por una de las partes,
generalmente por el contratante mejor organizado, de mayor poder económico y capacidad técnica.
Esta predisposición del contenido se hace con el sentido que sólo serán concluidos si los destinatarios de la oferta, la
aceptan tal cual es formulada, sin posibilidad alguna de modificación. No hay discusión ni tratos precontractuales. Al
interesado solo le queda la opción de adherir a tales condiciones, o de no contratar.
Ventajas
Responde a las exigencias prácticas de la realidad económica, planteadas por al producción en masa que
permiten racionalizar los instrumentos técnicos y jurídicos en que ella se apoya. El tráfico en gran escala se asienta
en al celeridad y la rapidez necesaria.
Permite tornar factible las previsiones razonables que permiten fundar la expectativa de la negociación
emprendida, a través de cálculos realizados de antemano sobre costos y riesgos, tendientes a obtener mejores
resultados.
Posibilita la celebración de contratos ente ausentes o por medio de agentes, en los lugares mas diversos o
alejados, porque en todos los casos, la contratación supone limitarse a suscribir las condiciones prerredactadas por
el oferente.
Momento “inter” formativo
Cabe distinguir dos momentos:
1- El de la preformulación unilateral: la doctrina alemana toma principalmente éste, por eso hablar de contratos de
condiciones generales.
2- El de la adhesión: la doctrina francesa hace prevalecer este, de ahí la denominación contratos por adhesión.
Deben tomarse en conjunto estos dos aspectos, ya que generalmente se dan juntos.
Concepto y caracteres
Las condiciones generales de contrato pueden ser definidas como las cláusulas predispuestas unilateralmente por una de
las partes, que se suele denominar estipulante, de modo general y uniforme, en vista de la celebración de una serie de
negocios contractuales de idéntico contenido, subordinados en su conclusión a que la oferta se acepte tal cual se
formula, sin posibilidad real de modificación. Son contratos:
a) Preformulados
Estas cláusulas son preformuladas de modo unilateral por una de las partes, la que se propone predisponer el
contenido de los contratos que va a celebrar. Lo importante es que el predisponenete fija el modelo a que se ha de
sujetar la conclusión de futuros contratos, conforme con esas previsiones hechas de antemano.
b) Generales y Abstractos
Esta predisposición del contenido contractual, se hace para la celebración de una serie de contratos futuros. No se
elabora para un caso concreto y determinado, si no para quien tenga la intensión de adherir a tales condiciones. La
generalidad deriva entonces, de la pluralidad de relaciones que se tienen en perspectiva.
Como consecuencia de la generalidad, las condiciones generales tienen la característica de ser abstractas, porque
están concebidas de manera independiente y desligada de una relación contractual concreta y determinada.
c) Uniformes
La predisposición del contenido traduce también el propósito de dar una regulación uniforme a esa serie de futuros
contratos, cuya celebración, con idéntico contenido, se tiene en mira. Son modelos contractuales fijos, constantes,
destinados a repetirse en el tiempo.
Generalmente se traducen en formularios impresos en que las partes se limitan a llenar los espacios en blanco, en
estos proyectos de contratos se tiende a sustituir las reglas supletorias establecidas por el derecho común, por otras
acomodadas a las particularidades del ramo negocial que se trate. Esta repetición, y estandarización de las
relaciones contractuales dan lugar a la tipicidad extralegal donde cada vez mas se reduce el espacio para pactos
individuales.
d) Rígidos
El destinatario de las condiciones generales no tiene la posibilidad de influir en su contenido, solamente tiene la
opción de someterse en bloque a lo que se presenta o en caso contrario, no contratar. Es un estrecho margen donde
puede moverse la voluntad del adherente para dar vida a este tipo de contratos.
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Naturaleza jurídica
Tesis anticontractual
*Su origen fue en Francia, según ellos esta figura no son contratos debido a que su contenido no es el fruto de un
común acuerdo, sino que está fijado unilateralmente, por una sola de las partes contratantes. Esta parte impone su
voluntad y la otra se limita a adherirse a ella.
Se niega que exista una concurrencia de voluntades coincidentes y por el contrario, se sostiene que solo media una
declaración unilateral de voluntad predominante, o bien dos declaraciones de voluntad pero que son paralelas.
* En Alemania se concebía a este instituto como un derecho auto creado por la propia realidad económica (antes de la
guerra, luego de ella se adhirió a la tesis contractualista).
Tesis contractual
La doctrina prevaleciente, hoy considera a este instituto como un contrato, parte del hecho de que el predisponerte
carece de poder normativo delegado para crear unilateralmente normas jurídicas vinculantes para los terceros con
quienes se relaciona. Ya que, si las condiciones generales adquieren vigencia efectiva como reglas contractuales, es
porque son aceptadas por el adherente, solo así tienen fuerza vinculante por lo tanto tales condicione son adquieren
fuerza de vigor antes de la aceptación.
Entre los presupuestos de exigencia de un contrato no se exige que el concurso de voluntades este necesariamente
precedido de una discusión y tratos previos, solo requiere que medie el acuerdo y en este caso si se encuentra.
Desequilibrios y riesgos
* Restricción de la libertad
Esta modalidad de contratación genera fuertes desequilibrios, ya que el contenido es preformulado por el contratante
más poderoso preparado con un asesoramiento idóneo con el fin de imponer ese contexto a quienes contraten en el
futuro. El adherente carece de posibilidad de modificar el modelo preformulado, por lo que se encuentra limitada su
libertad contractual (tanto para elegir con quien contrata como para abstenerse de contratar); cabe tener en cuenta que
muchas veces este tipo de contratos son el único medio del que dispone el adherente para procurarse bienes y servicios
que le son indispensables en la vida diaria: tal como ocurre cuando el predisponerte goza de una posición monopolística
o de oligopolio en el mercado.
* Poder reglamentario de hecho
El predisponerte ejerce una suerte de poder reglamentario de hecho, es una situación de superioridad que le permite
aprovecharla para robustecer su posición contractual, mediante la inserción de reglas en el contrato que mejor se
acomoden a sus intereses.
* Presentación de los contratos
Se llevan a cabo en formularios impresos que los convierten de hecho en intangibles y facilitan psicológicamente la
adhesión, en cuanto sugieren una igualdad de trato que a veces se confunde con justicia.
La extensión de las cláusulas + complejidad interna de ellas + lenguaje abstracto empleado para pluralidad de relaciones
indeterminadas + ambigüedad de su redacción + letra muy chica que no permite leer = todo esto facilita la adhesión por
dificultar la comprensión del adherente de las verdaderas condiciones a las que se compromete, ya que todo esto hace
que supere o su capacidad técnica en el tema o su disponibilidad de tiempo.
Fuente potencial de abusos
Existe una gran desigualdad del poder de negociación entre las partes, esa disparidad facilita que el predisponerte pueda
aprovechar su situación de superioridad, para desequilibrar en beneficio propio, el reglamento contractual con las
cláusulas que le resulten más favorables. Es una fuente potencial de abuso porque justamente sus cláusulas suelen ser
abusivas o vejatorias.
Las cláusulas abusivas: son aquellas que entrañan un desequilibrio de los derechos y obligaciones de las partes en
estos contratos. Desnaturalizan las obligaciones o invierten la carga de la prueba en perjuicio del adherente. El
desequilibrio que caracteriza a este tipo de cláusulas es una distorsión derivada de la desigualdad del poder negocial
de las partes, se traducen en:
- Ventajas para quien ejerce una posición dominante, ya que limita sus obligaciones.
- Un correlativo detrimento para quien es la parte débil del contrato de un modo no equitativo, aumentando las
obligaciones al consumidor.
Resultan insuficientes para corregir estos abusos los principios generales que autorizan la revisión contractual, se
requiere indispensablemente el aporte de una legislación específica.
Art 37 ley 24.240: “Sin perjuicio de la validez del contrato, se tendrán por no convenidas:
a) Las cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o limiten la responsabilidad por daños;
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b) Las cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos del consumidor o amplíen los derechos de la
otra parte;
c) Las cláusulas que contengan cualquier precepto que imponga la inversión de la carga de la prueba en perjuicio
del consumidor
La protección al consumidor
Con la difusión del contrato en masa, las condiciones generales es un vehículo muy usual para celebrar contratos de
consumo.
Derecho Argentino
La ley de Defensa del Consumidor es del año 1993, se capítulo IX se titula “De los términos abusivos y de las cláusulas
ineficaces”. El art 37 de dicha ley define las cláusulas abusivas, la ley veda todo tipo de cláusulas de un modo general
para todo contrato de consumo, se trata de un contrato negociado entre partes o por adhesión a condiciones generales.
Instituye en sus art 38 y 39 un régimen de tutela del consumidor, idóneo en la materia.
Sistemas de contralor:
a) El contralor administrativo
Es el ejercido por la intervención de reparticiones pertenecientes a la administración pública, puede ser: preventivo o de
vigilancia y prohibición.
Anterior o preventivo
-Ya tenía antes de la sanción de la ley diversas manifestaciones, por ejemplo en los contratos de ahorro y préstamo
para fines determinados, y en especial en materia de seguros. Respecto de la actividad de ahorro para fines
determinados ésta solo puede ser efectuada con la previa autorización de la Inspección General de Justicia, a este
organismo le incumbe autorizar planes, bases técnicas y otras características operatorias. Además se establecen
condiciones para los planes de capitalización, fines determinados y requerimiento público de dinero para facilitar el
acceso a la titularidad de bienes de consumo durable. En relación al seguro la Superintendencia de Seguros de la
Nación también debe aprobar y autorizar sus planes, elementos y toda su organización, antes de su aplicación.
- La ley de Defensa duplica el control preventivo en su art 39 establece que: Cuando los contratos a los que se
refiere el artículo anterior requieran la aprobación de otra autoridad nacional o provincial, ésta tomará las
medidas necesarias para la modificación del contrato tipo a pedido de la autoridad de aplicación . Es decir que se
puede utilizar esta ley para modificarlo.
Posterior
El art 38 de la ley de Defensa establece que vigilará que los contratos por adhesión no contengan cláusulas abusivas:
La autoridad de aplicación vigilará que los contratos de adhesión o similares, no contengan cláusulas de las
previstas en el artículo anterior. La misma atribución se ejercerá respecto de las cláusulas uniformes, generales o
estandarizadas de los contratos hechos en formularios, reproducidos en serie y en general, cuando dichas
cláusulas hayan sido redactadas unilateralmente por el proveedor de la cosa o servicio, sin que la contraparte
tuviere posibilidades de discutir su contenido. La ley establece que la autoridad de aplicación de la ella será, la
Secretaría de Industria y Comercio en el ámbito nacional; la Municipalidad de Buenos Aires y las Provincias se
reputan autoridades locales, pudiendo estas últimas delegar sus funciones en organismos de su dependencia o en los
gobiernos municipales (art 41).
Esa autoridad es la vigilará que estos contratos no contengan cláusulas abusivas.
b) El control judicial
Es atribución del PJ aplicar las disposiciones de prohibiciones o limitaciones de ciertas cláusulas en los casos concretos
objeto de controversia.
Relativo a la formación del contrato.
Es cuando se tiene le propósito que el adherente tenga cabal conocimiento e información de las cláusulas a que se
somete. La ley 24.240 se relaciona con el derecho a la información que tiene el consumidor en su art 10 luego de
establecer los datos que debe contener el documento de la venta estipula: “La redacción debe ser hecha en idioma
nacional, ser completa, clara y fácilmente legible, sin reenvíos a textos o documentos que no se entreguen previa o
simultáneamente. Un ejemplar debe ser entregado al consumidor. Cuando se incluyan cláusulas adicionales a las
aquí indicadas o exigibles en virtud de lo previsto en esta ley, aquéllas deberán ser escritas en letra destacada y
suscritas por ambas partes”.
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Se aplica a cualquier contrato de consumo, constituye una consecuencia del derecho de información que incumbe al
consumidor y trata de garantizar el conocimiento de todos los aspectos a través de:
- Una redacción clara y precisa en el idioma nacional.
- Que en el contrato estén todas las cláusulas en ejemplares entregados al adherente, previa o simultáneamente.
- La aceptación con al firma de ambas partes.
Cláusulas sorpresivas
Se tiende a excluir la posibilidad de cláusulas sorpresivas, es decir aquellas que se caracterizan por ser clandestinas,
desacostumbradas, insólitas o inesperadas para el que adhiere al contrato. Este tipo de cláusulas se equiparan a las
abusivas, no son prohibidas en si mismas si no en determinados casos por ser inhabituales.
Relativo al contenido del contrato.
La ley 24.240 establece en su art 37 que: “Sin perjuicio de la validez del contrato, se tendrán por no convenidas:
a) Las cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o limiten la responsabilidad por daños;
b) Las cláusulas que importen renuncia o restricción de los derechos del consumidor o amplíen los derechos de la
otra parte;
c) Las cláusulas que contengan cualquier precepto que imponga la inversión de la carga de la prueba en perjuicio
del consumidor.
En caso en que el oferente viole el deber de buena fe en la etapa previa a la conclusión del contrato o en su
celebración o transgreda el deber de información o la legislación de defensa de la competencia o de lealtad
comercial, el consumidor tendrá derecho a demandar la nulidad del contrato o la de una o más cláusulas. Cuando
el juez declare la nulidad parcial, simultáneamente integrará el contrato, si ello fuera necesario”. Corresponde a la
intervención judicial determinar cuando se dan estos desequilibrios y sancionar la nulidad de las cláusulas, invalidar
el contrato o tenerlas por no convenidas.
Interpretación de los contratos por adhesión a condiciones generales.
*Art 37 ley 24.240: La interpretación del contrato se hará en el sentido más favorable para el consumidor. Cuando
existan dudas sobre los alcances de su obligación, se estará a la que sea menos gravosa.
Esto es en virtud de que la parte que predispone las cláusulas en el contrato, tiene una posición e superioridad en la
negociación.
*Los contratos tiene cláusulas esenciales que son aquellas que forman el contenido principal, pero las partes pueden
decir algo más de lo esencial, a estas cláusulas se las llama accesorias. A la hora de interpretar el contrato, las
accesorias prevalecen las accesorias por sobre las esenciales, puesto que las primeras provienen de un esquema
abstracto previamente diseñado y las segundas de una manifestación concreta adaptada al caso.
López de Zavalia distingue los contratos tipo, de los de condiciones generales y de los contratos por adhesión.
- Los de condiciones generales: son una preordenación masiva de parte del contenido contractual que puede ser
oral o escrito (eso los distingue de los contratos tipo) y atañen al procedimiento de contratar (eso los distingue de los
contratos por adhesión).
- Los contratos tipo: se hace referencia a una preordenación de la totalidad del contrato, hecha en formulario y
con miras a un contrato escrito donde lo único que hay que llenar son los datos necesariamente variables.
- Los contratos por adhesión: atañen a las circunstancias en que se contrata, pueden también concluirse por el
procedimiento de las condiciones generales o por los contratos tipo, pero son diferentes. El autor establece que la
nota característica de este tipo de contratos, es que siempre existe un contratante fuerte que es quien contrata
masivamente y la otra parte es uno débil.
CONTRATOS PREPARATORIOS.
Son contratos preparatorios aquellos que en vista de facilitar la conclusión de un contrato futuro, atañen al proceso
formativo o al contenido sustancial de éste. Dan vida a una relación instrumental que se desenvuelve en función del
perfeccionamiento de ese contrato principal programado, se incluyen en esta categoría los siguientes contratos:
El contrato de opción.
El acuerdo de prelación.
El contrato preliminar.
El contrato normativo.
Se celebran para dejar sentadas las bases de un futuro contrato.
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Contrato de opción
Este es el contrato que una de las partes queda vinculada a una determinada oferta y la otra parte se reserva la libertad
de aceptarla o no, dentro del plazo que se fije. En este contrato, por vía del acuerdo, se le atribuye a una oferta el
carácter de irrevocable. La parte se obliga a mantener la propuesta para el futuro, pero la otra parte no se obliga a
aceptarlo, tiene la libertad para hacerlo o no.
Ej: contrato de locación con opción a venta. Se alquila y se obliga el locador a mantener la propuesta de venta, el
locatario tiene un plazo determinado para decidir comprar o no.
Limitación: este tipo de contratos limita la autonomía de la voluntad en el aspecto de la libertad para contratar, ya que
el oferente se obligó a mantener la propuesta.
Diferencias con al oferta irrevocable
- La oferta irrevocable es una declaración unilateral de la voluntad donde el oferente renuncia a la facultad de
revocación de la oferta.
- El contrato de opción implica un acuerdo ente ambas partes de que no se revocará tal oferta.
Caracteres y función
Se trata de un contrato atípico, autónomo, con función, objeto y efectos propios distintos del contrato definitivo cuya
eventual celebración se tiene en mira. Son contratos independientes, aunque si relacionados ya que siempre implican un
contrato principal que se está celebrando y paralelamente uno opcional.
- El contrato principal puede ser celebrado entre presentes o entre ausentes; pero el contrato opcional
generalmente es celebrado entre ausentes por mediar un lapso de tiempo entre la oferta y la aceptación.
La función del contrato de opción es la de constituir un modo convencional de tornar irrevocable una oferta. Es un
contrato pendiente de formación: no está suspendida su eficacia, si no su conclusión, en cuanto sólo es dable su
perfeccionamiento si se produce la aceptación, que puede o no dar le beneficiario.
Gratuidad y onerosidad
El contrato de opción es generalmente gratuito, porque el deber que asume el promitente de mantener la oferta
no tiene como contrapartida ningún sacrificio por parte del optante, quien mantiene su libertad de decisión.
Aunque nada impide (a diferencia de la oferta irrevocable) que el beneficiario de la opción se comprometa a
procurarle ventajas al proponente, como compensación del sacrificio que hace de su libertad, en este caso será
entonces oneroso.
Manifestaciones
En la práctica este tipo de contratos se dan en las “opciones de venta” en los contratos que se celebren con
intermediación de corredores inmobiliarios. Es el caso anterior, de la locación con opción a venta. Otro ejemplo es el
contrato de leasing: se va pagando un canon por el uso y goce de la cosa y luego en determinado tiempo se puede
ejercitar la opción de compra.
Acuerdo de prelación.
Es un acuerdo preparatorio de un futuro contrato, en virtud de que una de las partes (promitente) asegura a la otra
(promisorio) que si se decide a realizar actos de disposición de determinados bienes, reconocerá la preferencia de este
último respecto de cualquier otro tercero interesado.
El promitente no se obliga a celebrar ningún contrato, queda en completa libertad de hacerlo o no; pero se compromete
a que en el caso de hacerlo preferirá al beneficiario respecto de determinados bienes.
Solo cuando toma libremente la determinación de contratar, ve entonces limitada su libertad de hacerlo,
en referencia a la elección de la persona con al cual habrá de estipularlo ya que, en virtud del acuerdo de
prelación debe preferir al beneficiario de éste. Debe tener por preferido al que contrató en las condiciones
ya pactadas.
Es un “pacto de preferencia”, puede estar en cualquier tipo de contratos el mas común es el pacto de preferencia en al
compraventa.
Obligaciones del promitente
1. Si bien no está obligado a contratar sobre un determinado objeto, debe preferir al beneficiario cuando resuelve
hacerlo.
2. A los fines de tornar factible esa preferencia, tiene la obligación de comunicar, la decisión de contratar, cuando
resuelve efectivizarla.
Diferencias con la opción
- En el contrato de opción el promitente se vincula de un modo irrevocable a una oferta, comprometiéndose al
contrato respectivo si la otra parte acepta.
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- En el acuerdo de prelación el promitente no se obliga a contratar, si no que ante la posibilidad de hacerlo elegirá
al beneficiario.
Contrato preliminar
Es el contrato del cual se deriva la obligación de concluir un contrato futuro o de realizar una actividad de cooperación
para perfeccionar tal contrato. Se discute su existencia, utilidad y efectos. Ej: boleto de compraventa
Posibilidad de existencia en los contratos:
* Consensuales: existen dos tesis Una que niega su existencia con diversos argumentos: en primer lugar
consideran que en virtud de que este tipo de contratos se perfecciona con el
simple consentimiento de partes no es posible “consentir en consentir”; en
segundo lugar plantean que el consentimiento contractual es incoercible y en
este tipo de contratos se promete un consentir futuro. Esto lleva a plantear
como tercer argumento la falta de utilidad práctica que tiene la figura en
“prometer que se prometerá”.
La tesis afirmativa es la que actualmente predomina. Sostiene que es
perfectamente posible distinguir entre obligarse a concluir un contrato futuro o
concluirlo inmediatamente. Además esta figura goza de una amplia difusión
práctica, lo que demuestra que cubre la necesidad y responde a un interés
legítimo de las partes.
* Reales: Tesis negativa: se sostiene que ambos contratos tienen como contenido un consentimiento que es
idéntico, el cual se orienta a que la cosa se entregue y que quien al recibe cumpla la obligación a su
cargo (o restituirla o pagarla); la diferencia solo estriba en que los contratos reales tiene un plus
para su perfeccionamiento que es la entrega efectiva de la cosa. Además contradeciría con la
disciplina del derecho positivo, en virtud de que serviría de vía indirecta para eludir la exigencia de
la entrega la que en definitiva, quedaría desvirtuada.
Tesis afirmativa: es factible distinguir tanto psicológicamente como jurídicamente el
consentimiento acompañado con la entrega de la cosa, con el compromiso de estipular un contrato
que suponga la entrega de la cosa.
* Formales: despierta controversia como es posible celebrar un contrato preliminar sin que se observe la forma
requerida para el contrato definitivo, además convertiría al contrato preliminar en una vía indirecta para eludir los
preceptos que sancionan la nulidad de todo acto que no observe las formalidades.
Efectos
- Obligación de hacer: de ese contrato deriva la obligación de desarrollar la actividad para el perfeccionamiento
del contrato definitivo. Se discute si es fungible, infungible o si consiste en un mera colaborar.
Derecho argentino
Admisibilidad: el Código no tiene ninguna figura que se refiera específicamente a este tipo de contratos. Aunque su
admisión puede ser reconocida por el marco de la autonomía contractual del art 1197. No obstante el Código prevé
supuestos particulares de precontratos y pueden servir de base para la construcción de esta figura atípica.
*La primera parte de este contrato cumple una función preparatoria, en el que las partes se comprometen a
desarrollar la actividad necesaria para el perfeccionamiento del contrato principal; la segunda parte esta
representada por el derecho que tienen las partes de exigir el cumplimiento de la obligación de hacer que se
concreta en la efectiva conclusión del contrato a que se tiende.
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Caracteres
Contrato perfecto. Contenido: el contrato preliminar es un contrato perfecto y tiene todos los elementos como
tal, se caracteriza por su peculiar objeto: la obligación de perfeccionar el contrato futuro. En este precontrato se
sientan las bases del contrato definitivo, por lo que debe contener los extremos esenciales de éste.
Autonomía: es un contrato autónomo, es de distinta naturaleza que el definitivo aun cuando media ente ellos una
vinculación funcional.
Bilateralidad: ambas partes asumen recíprocamente la obligación de concluir el contrato definitivo. El
precontrato unilateral (una de las partes se obliga) no tiene manifestaciones prácticas que le den individualidad
definida, por lo tanto tiende a confundirse con el de opción.
Supuestos previstos
En relación a los contratos formales: los contratos formales pueden ser de solemnidad absoluta que implica que en caso
de no observar la forma prescripta, la ley desconoce todo efecto al negocio.
Pero existen aquellos contratos formales de solemnidad relativa, donde la ley establece que en caso de no observar
alguna de las formalidades éste no carece de valor por completo, si no que quedan concluidos como contratos en que las
partes asumen la obligación de hacer de cumplir con dichas formalidades (por ejemplo con al escritura pública)
Estos últimos son contratos preliminares: un precontrato en el cual las partes de obligan a hacer es decir, a
perfeccionar el contrato definitivo con las formas que la ley prescribe. Por ejemplo el boleto privado de
compraventa.
En relación a los contratos reales: el supuesto se establece en el art 2244 con relación a la promesa aceptada de mutuo y
dispone que cuando este es gratuito, no da acción alguna contra el promitente, si se trata de una promesa aceptada de
hacer un empréstito oneroso, que no fuese cumplida por el promitente, da derecho a al otra parte por el término de tres
meses, para demandar por la indemnización de las pérdidas e intereses. En materia de comodato en el art 2256, sienta al
regla de que la promesa de hacer un empréstito de uso, no da acción alguna contra el promitente.
Por lo tanto el Código establece que en relación a contratos reales, de ser gratuito el precontrato carece de todo
efecto; pero de ser oneroso se le atribuye efectos a dicha promesa circunscriptos a reclamar daños y perjuicios
derivados del incumplimiento, sin resultar factible la ejecución forzosa.
Contratos normativos
No generan obligación de concluir un contrato definitivo si no que tienen por objeto establecer disciplina de contratos
que pueden eventualmente celebrarse en el fututo, predisponen las reglas a observarse en la eventualidad de que se
celebren determinados contratos. Se trata de tornar obligatorio un esquema de cláusulas para relaciones jurídicas
potenciales, que se concretarán se si concluyen los contratos previstos, cuya celebración tan solo es contingente.
- No hay obligación de celebrar el otro contrato, pero en caso de hacerlo deberán cumplirse las pautas
preestablecidas.
- Limita la autonomía de voluntad respecto del contenido del contrato.
Pueden distinguirse en:
Unilaterales: el esquema de cláusulas previstas debe insertarse en determinados contratos futuros que una de las
partes puede celebrar eventualmente con terceros. Supuestos: acuerdos entre empresas para la fijación de
precios o unificación de condiciones para sus clientes.
Bilaterales: el complejo de cláusulas predispuestas deben observarse en ciertos contratos que pueden ser
celebrados entre si por las partes del contrato normativo. Supuestos: cuenta bancaria ya que es un contrato
destinado a generar una relación estable y continua con un banco o los celebrados por obras sociales con
prestadores médicos donde fijan las reglas para los particulares que contraten.
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BOLILLA 3
I LA FORMACIÓN DEL CONTRATO
CONSENTIMIENTO
El consentimiento como requisito de existencia del contrato es, un acuerdo sobre una declaración de voluntad común. El
consentimiento entraña la coincidencia de manifestaciones de voluntad de las partes, de idéntico contenido, que
persiguen los mismos efectos jurídicos. (Idéntico contenido y mismo fin).
Esas manifestaciones de voluntad son la oferta y la aceptación, el encuentro de ellas supone que las partes deciden dar la
misma reglamentación a sus intereses recíprocos. Art 1144: “El consentimiento debe manifestarse por ofertas o
propuestas de una de las partes, y aceptarse por la otra”.
Las manifestaciones deberán intercambiarse en una suerte de necesaria secuencia ente comunicación de la propuesta y
la recíproca aceptación.
La voluntad debe manifestarse: tal manifestación deberá ser sana, es decir libre de vicios de la voluntad.
ACTOS VOLUNTARIOS
Los actos voluntarios están formados por dos momentos:
1º La voluntad (elemento subjetivo del consentimiento): solo la intensión, es el fuero interno, es el “querer”
2º La manifestación (elemento objetivo del consentimiento): es la exteriorización de la voluntad.
La voluntad
No debe estar viciada. La voluntad debe cumplir los requisitos del art 897: “Los hechos humanos son voluntarios o
involuntarios. Los hechos se juzgan voluntarios, si son ejecutados con discernimiento, intención y libertad”.
Discernimiento: el sujeto obra voluntariamente cuando lo hace con conciencia “saber lo que se quiere”. Es la
aptitud del sujeto para conocer en general y apreciar las consecuencias de sus propias acciones. La ley establece
excepcionalmente en que caso los actos se consideran realizados sin discernimiento (lícito por menores impúberes o
ilícito por menores de diez años, demente no en intervalos lúcidos, estado de inconciencia accidental).
Intensión: es el “querer lo que se sabe”, es el conocimiento aplicado a la realización de un acto concreto. En
caso de no tener la intensión el acto si tiene voluntad (diferente que con la falta de discernimiento) aunque viciada
por el error o el dolo.
Libertad: ausencia de coacción externa, que no medie violencia para considerar que el sujeto obra con libertad.
La libertad requiere que el agente haya podido elegir espontáneamente entre varias determinaciones. La violencia
física (fuerza) y moral (intimidación) afectan la libertad.
La manifestación
Para que la voluntad tenga relevancia jurídica es necesario que haya sido manifestada o exteriorizada, es decir que
trascienda el fuero interno del sujeto. La voluntad puede manifestarse de diferentes maneras:
1- Manifestación expresa
Art 1145: “El consentimiento puede ser expreso o tácito. Es expreso cuando se manifiesta verbalmente, por escrito, o
por signos inequívocos”.
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Cuando el agente exterioriza su voluntad expresamente, tiene la intención de exteriorizar determinada voluntad. Es
cuando se manifiesta verbalmente, por escrito u otros signos inequívocos Ej: el la subasta se manifiesta expresamente
levantando la mano.
Es expresa cuando se tiene el destino de hacer conocer al otro su voluntad, la manifestación expresa por lo tanto se
traduce en declaración (función comunicativa del lenguaje).
La voluntad negocial se manifiesta a través de hechos concluyentes que resultan incompatibles con una voluntad
contraria a la que se supone.
2- Manifestación tácita
Art 1145: “El consentimiento tácito resultará de hechos, o de actos que lo presupongan, o que autoricen a presumirlo,
excepto en los casos en que la ley exige una manifestación expresa de la voluntad; o que las partes hubiesen estipulado,
que sus convenciones no fuesen obligatorias, sino después de llenarse algunas formalidades”.
La declaración tácita es cuando permite deducir la existencia de la voluntad de determinados actos, la manifestación
tácita se traduce en un comportamiento del agente que si bien en si mismo considerado puede tener otro destino que
dar a conocer la voluntad, permite inferir con certidumbre la existencia de tal voluntad. Estos comportamientos de los
cuales se infiere la voluntad pueden ser meros hechos o ser negocios jurídicos.
Ej: cesa el mandato cuando el mandante interviene en actos que le habían sido encomendados al mandatario, de esa
actividad se infiere la revocación del mandato
Dentro de la manifestación de voluntad tácita existen hipótesis donde los comportamientos importan lisa y llanamente
la realización inmediata de la voluntad del sujeto, en el mundo de los hechos (Ej: ejemplo anterior del mandato,
aceptación de la oferta antes de dar respuesta afirmativa). Si bien en estas hipótesis la certidumbre actúa de forma
inequívoca e incontrastable, no puede considerarse manifestación expresa por no estar dirigido el acto a participar o
comunicar la voluntad directamente.
Regla: se infiere la manifestación de voluntad de los hechos.
Excepciones:
Cuando la ley exija manifestación expresa de la voluntad (Ej: locatario que subarrienda, la aceptación de la cesión de
créditos.
Cuando las partes hayan subordinado la obligatoriedad de su convención al cumplimiento de determinadas
formalidades, casos en que el acto reviste un carácter formal por voluntad de las partes y requiere una manifestación
positiva de voluntad que cumpla con la solemnidad acordada (Ej: por escritura pública, o por escrito) es el ámbito de
la autonomía de la voluntad.
3- Manifestación presunta
Art 920: “La expresión de la voluntad puede resultar igualmente de la presunción de la ley en los casos que
expresamente lo disponga”.
Son los supuestos donde la ley entiende que aún cuando no haya habido manifestación de voluntad, la hay, es decir se
da por realizada la manifestación.
Es común en lo procesal: por el ejemplo si un contrato de locación venció y una parte sigue aceptando y la otra
pagando, se presume la continuación del contrato (no la renovación).
Las presunciones pueden ser:
“Iuris tantum”: son aquellas manifestaciones presuntas que admiten prueba en contrario. Art 877, 878, 746 y 1628.
“Iuris et de iure”: supuestos donde la presunción de la ley, no admite prueba en contrario. La ley le imputa un
determinado efecto jurídico cerrando la puerta a cualquier investigación. Art 624 recibo del capital sin reservas
extingue intereses, 886 y 1097.
4- El silencio
Art 919: “El silencio opuesto a actos, o a una interrogación, no es considerado como una manifestación de voluntad,
conforme al acto o a la interrogación, sino en los casos en que haya una obligación de explicarse por la ley o por las
relaciones de familia, o a causa de una relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes”:
Regla: el silencio no tiene valor como manifestación de la voluntad, no implica aceptación. El silencio es una actividad
omisiva.
Excepciones: excepcionalmente es una manifestación (art 919)
Cuando existe una obligación de explicarse impuesta por la ley: las normas jurídicas imponen una carga de
expresarse positivamente, su inobservancia acarrea que se impute al obligado el asentimiento de lo que debió negar,
impedir o desconocer, si tal hubiese sido su voluntad. Los ejemplos se dan en materia procesal (cuando se guarda
silencio en los interrogantes ante los jueces en el reconocimiento de firma si no comparece) y también en materia
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contractual (la concesión de un mandato puede resultar del silencio del mandante cuando sabe que alguien está
haciendo algo en su nombre).
En las relaciones de familia: Ej: cuando se cita a una persona para ver su paternidad si éste no dice nada y no
va, se entiende que admite ser el padre.
Cuando hay obligación de explicarse a causa de una relación ente el silencio actual y las declaraciones
precedentes: Es cuando las partes en declaraciones precedentes constituyen un previo acuerdo en el cual le
atribuyen al posterior silencio, el valor de una manifestación expresa de voluntad en un determinado sentido. Ej: en
una locación se establece que si no se dice nada, el contrato se renueva.
5- Actuales forma de manifestación
Hoy muchas veces es difícil encontrar las formas clásicas de contratar, ya que se usan por ejemplo formas electrónicas,
maquinas expendedoras de gaseosas. En este ultimo caso, el hecho de poner la moneda en la máquina manifiesta mi
voluntad de que acepto.
Nuestro código
En un principio el código receptó la teoría de la voluntad cuando el contrato configuraba un negocio elaborado
artesanalmente por la voluntad de las partes donde se reglamentaban y disciplinaban sus relaciones reciprocas, aprecia
entonces el contrato con un gran contenido subjetivo.
Pero la revolución industrial, significo la contratación en masa a través de contratos estandarizados y cláusulas
predispuestas por el oferente, estos cambios en la realidad social produjeron la erosión del papel de la voluntad en el
contrato, haciendo prevalecer la seguridad jurídica y el amparo a la buena fe, por lo tanto se comenzó a receptar la teoría
de la manifestación.
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Entonces: el código receptó la teoría de la manifestación aunque se hacen algunas concesiones en dete4rminados casos a
la teoría de la responsabilidad.
EL DISENSO
Es un fallido encuentro de la voluntad de los contratantes, en razón de un diverso significado que ellos dan a sus
manifestaciones y que se traduce en una falta de congruencia de éstas ya sea exteriorizada o cubierta por la coincidencia
objetiva de dichas expresiones de voluntad.
El disenso puede ser:
Evidente o manifiesto: cuando al momento de celebrar el contrato (oferta – aceptación), se dan cuenta las partes
que no hay coincidencia de manifestaciones. Es cuando el malentendido conduce a una aceptación que no
concuerda con la oferta. NO hay contrato en este caso porque nunca se celebra.
Oculto: luego de celebrar el contrato (oferta- aceptación) bajo una supuesta coincidencia entre las
manifestaciones se dan cuenta que una de las partes incurrió el error que vicia la manifestación de voluntad, pero
al ser posterior SI hay contrato. Por ser un vicio congénito podrá pedirse la nulidad del contrato (siempre que sea un
vicio de este tipo la sanción es la nulidad).
El error vicio y el error obstativo.
-El error vicio gravita sobre la determinación de la voluntad y provoca que ella se forme viciosamente sobre la base de
un inexacto conocimiento de la realidad o de una equivocada representación mental. Este es el del disenso. Manifiesta la
voluntad concorde a la decisión tomada, solo que esta es fruto de una representación equivocada de la realidad.
-El error obstativo atiene a la manifestación en si, y se produce cuando el errante cree algo distinto a lo que en realidad
declara, porque atribuye a su declaración un significado diverso al que en realidad tiene. Puede ser porque se emite la
declaración con un sentido distinto del que realidad se quiere emitir; cuando por error se realiza un comportamiento
externo que es tomado como una declaración de voluntad aunque no tenía intensión de manifestar; cuando la
declaración se hace por medio de un intermediario y éste lo hace inexactamente.
Nuestro derecho: el error ha sido tratado en el código en general para todos los actos jurídicos, la distinción entre error
de vicio y obstativo carece de relevancia en nuestro derecho porque no genera consecuencias diferentes.
2- NACIMIENTO
1- FASE PREVIA
Simple sondeo Mera tratativa 3- CUMPLIMIENTO
Oferta Aceptación
A) Fase precontractual
El primer momento consiste en todos aquellos acuerdos de manifestaciones de voluntad de las partes, que dieron como
fruto el consentimiento. El período precontractual comprende dos momentos:
1º El simple sondeo: la invitación a ofrecer, la solicitación que se hace a otro para que proponga una oferta.
2º Mera tratativa: las partes interesadas debaten el contenido de un eventual contrato se ponen en contacto, para
conocer las aspiraciones recíprocas, precisar puntos y analizar la posible conciliación de pretensiones contrapuestas.
Son las exteriorizaciones idóneas para concluir un contrato y que, sin embargo no tiene por fin llegar a un contrato,
son inidóneas porque en caso de ser idóneas estaríamos ante una oferta. Pero deben tener como fin llegar a un contrato
(no como la broma o los ejemplos).
Esta es la fase previa al nacimiento del contrato.
B) Fase conclusiva
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La conclusión del contrato se inicia cuando se formula una oferta y se perfecciona con la aceptación, es decir cuando se
logra el consentimiento. OFERTA + ACEPTACIÓN
OFERTA
La oferta es una manifestación unilateral de la voluntad de una de las partes, encaminada a la celebración de un
determinado contrato, concebida en modo tal que la conclusión de éste solo depende de la aceptación del destinatario.
Es una manifestación de voluntad tendiente a la celebración de un contrato (López de Zavalia considera que se trata de
un acto jurídico).
Requisitos de la oferta
Art 1148: “Para que haya promesa, ésta debe ser a persona o personas determinadas sobre un contrato especial, con
todos los antecedentes constitutivos de los contratos”.
1- Autosuficiente o completa
La oferta debe estar concebida de forma tal que baste la sola aceptación para que el contrato quede perfeccionado, sin
necesidad de ninguna ulterior declaración del oferente. (Basta que el aceptante deba decir “si”)
Debe contener todos los elementos constitutivos del contrato que se busca celebrar, o por lo menos los elementos
esenciales.
Atenuaciones: este carácter de autosuficiente tiene atenuaciones en los supuestos en que la propia ley contiene normas
destinadas a suplir la omisión (art 1354 y 1627).
Puede haber algunos elementos determinables o a determinar por el aceptante o tercero; esto no afecta la
autosuficiencia de la oferta siempre y cuando sean de carácter relativo y se establezcan los límites de tal determinación.
Lo que no puede ocurrir es que se deje librado a la exclusiva decisión del destinatario de la oferta, la determinación de
toda la propuesta o una cuestión decisiva.
Si se agregan cosas o elementos, o cualquier tipo de variación se entiende que hay una nueva propuesta que el
anterior oferente deberá aceptar.
Ofertas alternativas: art 1153: “Si la oferta hubiese sido alternativa, o comprendiendo cosas que puedan separarse, la
aceptación de una de ellas concluye el contrato”.
Son dos o más ofertas alternativas, que se formulan simultáneamente y que dan la opción al destinatario de optar por la
aceptación de alguna de ellas. El alcance posible de esta opción depende de la naturaleza de las ofertas: puede ser
porque las dos concebidas en conjunto son incompatibles, o porque se proponen varias prestaciones diferentes. Se vende
tal cosa “o” tal otra Basta aceptar una de las propuestas y se tiene por celebrado el contrato.
No debe confundirse con una sola propuesta de contenido múltiple: se vende tal cosa “y” tal otra es un solo
objeto que no puede separarse o desmembrarse, no hay posibilidad de elección y solo puede celebrarse el contrato
aceptando la oferta única, conformada por varios objetos. Art 1153: “Si las dos cosas no pudiesen separarse, la
aceptación de sólo una de ellas importará la propuesta de un nuevo contrato”.
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Sin embargo, la regla respecto de que debe ser a persona determinada no debe ser tan rígida: cuando la propuesta es
formulada con todos los requisitos de la oferta aunque sea a persona indeterminada pero permita la individualización de
quien la acepte, tornándola determinable, es una oferta vinculante. La ley hace referencia no a una determinación
absoluta si no a una “posibilidad de determinación”, es decir que sea determinable.
Esta posición flexible encuentra sustento en el supuesto de:
Promesa pública de recompensa del art 2536: “Si el dueño hubiese ofrecido recompensa por el hallazgo, el que
la halló puede elegir entre el premio del hallazgo que el juez regulase, y la recompensa ofrecida”.El código le
asigna fuerza vinculante a la promesa pública de recompensa para el hallador de una cosa perdida, justificando que
pese a ser oferta hecha a persona indeterminada, ésta es en realidad determinable hasta que alguien encuentre el
objeto y en es momento se produce la individualización.
Existen también supuestos controvertidos, donde la doctrina discrepa:
Venta en remate público: es una venta hecha al mejor postor,
- La tesis mayoritaria considera que es una simple invitación a hacer ofertas, cada postura de los licitantes
representa una oferta y el contrato se concluye por la adjudicación que representa la aceptación del martillero.
- Otra parte de la doctrina establece que el martillero realiza una oferta al público que importa una intensión seria
de vender una cosa, las posturas de los licitantes entrañan la aceptación de la oferta. El contrato se va
perfeccionando por cada una de ellas aunque está subordinado a que no se ofrezca precio mayor.
La utilización de aparatos mecánicos o electrónicos (Aparicio): En la actualidad existen aparatos que expenden
mercaderías diversas (cigarrillos, chocolates, en las estaciones de ferrocarriles para el paso, que configuran una
expresión de la contratación en masa. Las instalaciones de estos aparatos, constituye una verdadera oferta al
público, sometida a la aceptación de aquel que ejecute el acto para que el aparato funcione como sería insertar la
tarjeta o la moneda
Entonces Regla: en el código se establece que si es a persona indeterminada es una invitación a ofrecer y no
una oferta vinculante.
Excepción: el código le otorga fuerza vinculante a la promesa pública de recompensa.
[4- López de Zavalia establece que otro requisito de la oferta es la forma que la ley exija para el contrato]
Retractación de la oferta
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Retractación de la oferta: aniquilamiento de la propuesta, por una manifestación en sentido contrario de quien formuló
la oferta.
Principio general de fragilidad de la oferta (Nuestro Código Civil):
Art 1150: “Las ofertas pueden ser retractadas mientras no hayan sido aceptadas”
El fundamento de este principio es que privar al oferente de la facultad de revocar la oferta, significaría comprometer su
libertad de actuar. (Existe otro sistema que es el tradicional no aceptado por nosotros, donde una vez realizada la oferta
no puede ser revocada, este se funda en la seguridad del tráfico negocial).
Si la retractación es:
Antes de la aceptación de la oferta: es válida y no se celebra el contrato. Existe responsabilidad precontractual,
basada en la obligación de resarcir daños en caso de que el destinatario que ignorando la retractación acepte y haga
gastos (art 1150: “Las ofertas pueden ser retractadas mientras no hayan sido aceptadas…” y art 1156: “La parte
que hubiere aceptado la oferta ignorando la retractación del proponente, su muerte o incapacidad sobreviniente, y
que a consecuencia de su aceptación hubiese hecho gastos o sufrido pérdidas, tendrá derecho a reclamar pérdidas
e intereses”.)
Después de la aceptación de la oferta: el contrato ya fue celebrado, la retractación no es válida, por lo tanto cabe la
responsabilidad contractual.
La ley de Defensa al Consumidor: establece que la revocación debe ser hecha con idéntica intensidad que la oferta y del
mismo modo. Art 7 ley 24.240: “La revocación de la oferta hecha pública es eficaz una vez que haya sido difundida por
medios similares a los empleados para hacerla conocer”.
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Cuando la oferta es irrevocable por la sola declaración de voluntad del oferente comunicada al destinatario, se genera el
deber de mantenerla durante un plazo expreso o razonable, vinculado al compromiso de no retractarla en él. Esto hace
que sea ineficaz la revocación intempestiva:
En caso de muerte o incapacidad del oferente: la oferta caduca por la muerte o incapacidad sobreviviente del
oferente, la oferta pierde eficacia cuando esa voluntad del oferente que le sirve de base desaparece por su muerte o
incapacidad. Pero cuando la oferta es irrevocable por la sola declaración de voluntad del oferente comunicada al
destinatario, debe mantenerla por el plazo expresamente establecido o razonable. Se admite que la oferta irrevocable
es entonces, una excepción a la regla general de la caducidad. En caso de muerte los herederos deberán mantener la
oferta por dicho plazo y en caso de incapacidad también salvo que la naturaleza del contrato lo impida, por ser la
ejecución inherente a la persona del oferente.
En caso de muerte o incapacidad del destinatario: es lo mismo respecto de la caducidad, implica una excepción
para ella. El derecho de aceptar o no la oferta en un tiempo determinado, se transmite en caso de muerte a sus
herederos y también persiste no obstante la incapacidad del destinatario, siempre cuando no resulte contrario a al
naturaleza del contrato.
Caducidad de la oferta
Independientemente de la revocación la oferta puede perder eficacia por otros motivos que determinan su caducidad. Es
un presupuesto de extinción de la oferta que no depende de la voluntad del oferente. Causas de caducidad:
a) El rechazo del destinatario.
El destinatario puede rechazar la oferta dejando a ésta sin efecto.
En esta hipótesis también, entra el supuesto de que el destinatario haya realizado modificaciones en la oferta, lo que
importa la pérdida de eficacia de la oferta anterior y el nacimiento de una nueva oferta distinta: art 1152:
“Cualquiera modificación que se hiciere en la oferta al aceptarla, importará la propuesta de un nuevo contrato”.
b) Vencimiento del plazo
El oferente puede fijarle un término de duración a la oferta para indicar el plazo durante el cual la aceptación es
factible. Vencido ese lapso, caduca automáticamente la oferta y no resulta concebible la aceptación.
Cuando el proponente no fija ningún plazo de duración y la oferta no debe ser aceptada inmediatamente, se entiende
que el destinatario tiene un plazo “razonable” para aceptar basado en el término en que ordinariamente es dable
esperar que se produzca la aceptación, puede determinarse según las circunstancias concretas que rodean la oferta,
atendiendo a la naturaleza del negocio, el modo empleado de comunicación o los usos.
La oferta caduca cuando no se acepta en el plazo fijado por el oferente o cuando se vence el plazo razonable.
c) Fallecimiento o incapacidad.
Art 1149: “La oferta quedará sin efecto alguno si una de las partes falleciere, o perdiere su capacidad para
contratar: el proponente, antes de haber sabido la aceptación, y la otra, antes de haber aceptado”.
Se basa en el principio de los negocios bilaterales donde los sujetos que emiten las manifestaciones de voluntad,
deben existir y tener capacidad durante todo el negocio. Hay caducidad en diferentes momentos si:
- El destinatario muere o se incapacita, antes de haber aceptado. La facultad de aceptar no pasa a sus herederos.
- El oferente fallece o se vuelve incapaz, antes de que tenga conocimiento de la aceptación. Esta regla tiene una
excepción: Art 1795: “Si el donante muere antes que el donatario haya aceptado la donación, puede éste, sin
embargo, aceptarla, y los herederos del donante están obligados a entregar la cosa dada”. Si el donante que ha
hecho la oferta de donación muere antes que el donatario haya aceptado, ello no impide que éste pueda hacerlo.
Naturaleza de la oferta
La oferta es una manifestación unilateral de la voluntad enderezada a la celebración del contrato propuesto, pero este
efecto no puede producirse por su sola voluntad como en los actos jurídicos unilaterales, si no que requiere el concurso
de la aceptación por parte del destinatario.
Por ello se sostiene que aun cuando la oferta tiene en potencia todos los requisitos de acto jurídico: no puede ser
considerada en si misma si no que forma parte de el contrato. Tanto la oferta como la aceptación, consideradas
individualmente no revisten la naturaleza de actos jurídicos unilaterales distintos, porque los efectos de ambas solo se
logran con su reciproca coincidencia y con la formación del contrato que resulta de la combinación de dos
manifestaciones de voluntad, de un mismo contenido que coinciden en una idéntica reglamentación de intereses.
LA ACEPTACIÓN
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Con la aceptación se concluye el ciclo formativo del contrato y pone fin a las tratativas, es una manifestación de
voluntad con al cual el destinatario expresa su adhesión a la oferta tal cual ha sido formulada por el proponente. Con ella
se logra la celebración del contrato a través del consentimiento pleno.
Requisitos
1- Congruencia o identidad con la oferta
Debe ser congruente con la oferta, es decir referirse únicamente a los elementos propuestos en ella. Cualquier
variación o modificación, importa una nueva propuesta. Art 1152: “Cualquier modificación que se hiciere en la oferta
al aceptarla, importará la propuesta de un nuevo contrato”.
La aceptación debe expresar total e incondicionalmente conformidad con la reglamentación de intereses propuesta por
el oferente, solo excepcionalmente cuando se dejan determinados elementos al arbitrio del destinatario permite ser
modificada.
Aceptación por vía telegráfica cuando se consigna que se envía una carta u otra mención equivalente: se debe ver el
caso concreto, debe decidirse si la carta es parte de la aceptación o no: no será parte cuando se consigna expresamente
que la carta constituye una mera confirmación de la aceptación ya operada, pero si la carta forma parte de la
aceptación, el contrato se reputará concluido solo cuando sus términos coincidan totalmente con el contenido de la
oferta.
2- Tempestividad.
La aceptación debe ser realizada en tiempo útil, es decir la oferta no debe haber sido revocada ni debe haber
caducado. Para determinar la tempestividad de la aceptación, deberá analizarse si estamos ante un contrato entre
ausentes o entre presentes.
La aceptación tardía no tiene efecto para perfeccionar le contrato, solo puede significar una nueva oferta.
La aceptación también puede ser retractada, depende de cuando el contrato se juzga perfeccionado en base al tipo de
contrato q sea.
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*Aceptaciones parciales: el desarrollo des contrato se hace de una forma particular ya que se va gestando
paulatinamente a través de concordancia de singulares puntos, cada vez que acaece el curso de las tratativas las partes
lo dejan sentado por escrito. El contrato se juzga celebrado cuando todos los puntos sobre los que versa, son
aprobados por los interesados, es decir que resulta de la suma del total de singulares acuerdos parciales que abarcan el
todo asignado.
* Naturaleza: estos acuerdos preparatorios o parciales carecen en sí mismos de eficacia vinculante, ya que su eficacia
está subordinada a la condición que el contrato se concluya. Para que haya oferta y aceptación el acuerdo debe
extenderse a todos los puntos en materia de discusión, si dejan cuestiones futuras a resolver no son ni oferta ni
aceptación, si no meras tratativas. Son los interesados los que fijan el temario y el contenido del contrato. Este solo
puede reputarse perfeccionado cuando existe una cuerdo pleno, que cubra toda la extensión de ese contenido.
Son cuestiones de hecho a determinar en cada caso concreto.
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Puede ser Entre presentes: cuando el agente ha sido encargado de traer una respuesta, la aceptación debe ser
inmediata a la comunicación de la oferta. El vocero tiene que ir y esperar ahí mismo la respuesta.
Entre ausentes: el agente solo va y realiza la propuesta y no ha sido encargado de traer la respuesta, por su
falta de inmediatez se juzga contrato entre ausentes.
¿En que momento se perfecciona el consentimiento entre ausentes (entre presentes es inmediatamente)?
Hay que tener en cuenta los tiempos de antes cuando se hizo el Código y los de ahora, que son mucho más rápidos.
Existen diferentes teorías:
Teorías extremas
1) Teoría de la declaración: el contrato se juzga perfeccionado cuando la aceptación se manifiesta o exterioriza.
Esta teoría fue creada en la época en que se celebraban los contratos por carta. (Cuando el destinatario de la
oferta redacta la carta de respuesta en su domicilio).
Critica: El hecho de que el destinatario acepte la oferta, no implica que el oferente conozca tal aceptación, por
lo que deja a éste último en una peligrosa inseguridad ante la incertidumbre del perfeccionamiento.
2) Teoría del conocimiento: el contrato se forma cuando la aceptación llega a conocimiento del oferente. (Cuando
el oferente se entera del contenido de la carta y se informa de la aceptación).
Critica: esta teoría se basa en la exigencia de que ambas partes tengan conocimiento recíproco de la existencia
del acuerdo, por ello en el momento que el destinatario de la oferta la acepta no puede nacer el contrato hasta
que el oferente no conozca efectivamente la voluntad de su contraparte. Pero como hasta el momento que le
oferente no tenga conocimiento de la aceptación puede revocar la oferta, se requiere también para reputar
perfeccionado el contrato que el aceptante tenga a su vez conocimiento de que el oferente se ha informado de la
aceptación sin haberla revocado. La misma cuestión se produciría indefinidamente en forma sucesiva
interminable formándose un “círculo vicioso”.
Teorías intermedias.
1- Teoría de la expedición: el contrato se forma cuando el destinatario de la oferta envía o expide su aceptación al
proponente.(Cuando el aceptante deja la carta de aceptación en el correo)
2- Teoría de la recepción: se forma el contrato en el instante en que la aceptación es recibida por el proponente.
(Cuando la carta llega al domicilio del oferente).
Critica: Recibir la carta no es lo mismo que conocer, es decir puede que la carta con la aceptación haya llegado
al domicilio del oferente pero éste no conozca su contenido. Porque se perdió, o porque se la comió el perro.
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- En el caso de que la retractación haya sido bien realizada (es decir en tiempo útil), pero el oferente realizó
gastos creyendo estar perfeccionado el contrato cabe resarcir con daños y perjuicios (Resp. Precontractual).
Art 1155 segunda parte: “Si la retractare después de haber llegado al conocimiento de la otra parte, debe
satisfacer a ésta las pérdidas e intereses que la retractación le causare, si el contrato no pudiese cumplirse de
otra manera, estando ya aceptada la oferta”.
- Una retractación de la aceptación después que ésta llega a conocimiento del oferente, es decir “estando
ya aceptada la oferta”: el contrato ya está celebrado, y la retractación carece de efectos para impedir lo
que debe darse por acaecido, por lo tanto cabe la reparación de daños y perjuicios (Resp. Contractual).
- La previsión de que “el contrato no pudiese cumplirse de otra manera” ratifica la existencia del contrato,
y entraña que se prevé una situación de incumplimiento insubsanable lo que lleva a la reparación de daños
y perjuicios Resp. contractual.
La ley 24.240 se basa en la protección a la parte más débil de la relación de consumo que es el consumidor, por ello la
ley estipula determinados principios para esta tutela:
1-DEBER DE INFORMACIÓN
Art 42 CN: “Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la
protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz…”.
Lo que importa que el consumidor o usuario sepa lo que está contratado, por lo tanto realice un uso eficaz de los bienes
o servicios. El incumplimiento de este deber acarrea consecuencias como establece el art 4 de la ley.
*Además en caso de que los bienes o servicios puedan resultar de algún modo riesgosos para el consumidor o usuario
deberá entregarse un manual en idioma nacional sobre el uso, la instalación y mantenimiento de la cosa o servicio de
que se trate y brindarle adecuado asesoramiento. Igual obligación regirá en todos los casos en que se trate de artículos
importados, siendo los sujetos anunciados en el artículo 4 (proveedores) responsables del contenido de la traducción
(art 6 de la ley).
* Ante daños hay una responsabilidad “en cadena”, basada en todos los participantes del proceso.
La razón de ser de este deber se deriva del fundamento que inspira la tutela al consumidor, la desigualdad y el
desequilibrio de la situación real de las partes en las relaciones de consumo. Los proveedores conocer las características
de los bienes y servicios, los consumidores no siempre tienen en acceso para su conocimiento para ver si les conviene o
no: tanto por la complejidad técnica, por la cantidad de bienes ofrecidos, la publicidad, etc. Por ello existe una
desigualdad de conocimientos que se intenta equilibrar a favor del consumidor con este deber.
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Los objetivos :son que el consumidor esté en condiciones de prestar el consentimiento en forma reflexiva y que
celebrado el contrato éste tenga todo el conocimiento necesario para un satisfactorio empleo y aprovechamiento, además
que en caso de ser riesgoso pueda prevenirlo.
La información debe ser (art 4 de la ley): veraz (real); objetiva (información desembarazada de todo juicio subjetivo);
detallada (que no sea vaga y genérica); suficiente (para dar conocimiento integral y satisfactorio) y eficaz (para cumplir
los fines prácticos).
Los consecuencias de la inobservancia: art 37 de la ley: “En caso en que el oferente viole el deber de buena fe en la
etapa previa a la conclusión del contrato o en su celebración o transgreda el deber de información o la legislación de
defensa de la competencia o de lealtad comercial, el consumidor tendrá derecho a demandar la nulidad del contrato o
la de una o más cláusulas. Cuando el juez declare la nulidad parcial, simultáneamente integrará el contrato, si ello
fuera necesario”.
La publicidad puede ser incompleta y fragmentada, porque además es siempre parcial ya que es realizada para persuadir
al consumidor a la adquisición; esto no debe confundirse con la información.
Publicidad
La publicidad tiene carácter subjetivo, parcial e interesado, en cuanto su principal objetivo es la sugestión o persuasión,
dirigidas a la adquisición de bienes o servicios. No pretende ser un medio de información de los consumidores, las
costea el proveedor o productor por lo tanto, dada su finalidad predominante, pone en reasalto las ventajas de los bienes
o servicios ofrecidos y trata de disminuir sus aspectos menos favorables.
Vinculados al derecho de información que tiene los consumidores (que cuenta con rango constitucional art 42), el
derecho no busca desnaturalizar la publicidad si no evitar que ésta ocasione desinformación, confusión o equívoco en su
afán de persuadir. Es por esto que se proscribe la publicidad engañosa o abusiva.
La publicidad no constituye una oferta por no cumplir con sus requisitos, aunque muchas veces coinciden.
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Una cosa distinta es la eficacia de las cláusulas que se insertan en el contrato que se celebra, en las cuales se aclara que
las precisiones de los anuncios publicitarios son diferentes a las condiciones de la oferta y no la integran.
Se sostiene que este tipo de cláusulas constituyen una cláusula abusiva por su carácter sorpresivo, se agrega que cuando
la publicidad trata de influir la voluntad del consumidor, mediante la información solo del “extremo ventajoso” del
producto, la reserva en contrario contradice al acto propio. Por lo tanto, tales reservas son inoponibles al consumidor,
por lo que los proveedores quedan inevitablemente vinculados a las precisiones de la publicidad.
De todas formas vale analizar el caso concreto, analizando si el consumidor tuvo la posibilidad de conocer el contenido
de este tipo de cláusulas, no puede entrañar un juicio a priori de carácter absoluto.
Art 32 ley 24.240: “Venta Domiciliaria. Es aquella propuesta de venta de una cosa o prestación de un servicio
efectuada al consumidor en el lugar donde reside, en forma permanente o transitoria o en su lugar de trabajo. En ella
el contrato debe ser celebrado por escrito y con las precisiones del artículo 10.
Lo dispuesto precedentemente no es aplicable a la compraventa de bienes perecederos recibidos por el consumidor y
abonados al contado”.
Estos contratos se negocian donde el consumidor se encuentra, el decreto reglamentario de la ley amplía este radio de
acción, al disponer que la figura comprende cualquier sistema de oferta al consumidor que se efectúe no solo en su
domicilio, si no también en el domicilio particular del oferente o de un tercero; seria cualquier lugar fuera de un lugar
específico destinado a la comercialización de los bienes y servicios.
Restricción
El segundo párrafo del art establece que no se aplica a la compraventa de bienes perecederos recibidos por el
consumidor y abonados al contado: tales operaciones son de escasa importancia.
Forma
Debe ser celebrado por escrito y con las precisiones del artículo 10.
Revocación
Art 34: “El consumidor tiene derecho a revocar la aceptación durante el plazo de cinco (5) días corridos, contados a
partir de la fecha en que se entregue la cosa o se celebre el contrato, lo último que ocurra, sin responsabilidad alguna.
Esa facultad no puede ser dispensada ni renunciada”.
Permite al consumidor retractarse de su decisión, sin necesidad de mencionar causa alguna y ninguna responsabilidad de
su parte durante 5 días desde que tiene la cosa en su poder (entrega instantánea o entrega posterior).
El proveedor deberá informar por escrito al consumidor que tiene dicha facultad de revocación en todo documento, que
con motivo del contrato le sea presentado a éste último.
Requisitos de la revocación:
El consumidor debe poner la cosa a disposición del vendedor, los gastos de envío corren por éste último.
La cosa no debe haber sido usada y tiene que mantenerla el consumidor en el mismo estado en que la recibió. El
vendedor debe restituir los importes que hubiese recibido.
Ventas a distancia
Art 33: “Venta por Correspondencia y Otras. Es aquella en que la propuesta se efectúa por medio postal,
telecomunicaciones, electrónico o similar y la respuesta a la misma se realiza por iguales medios.
No se permitirá la publicación del número postal como domicilio”.
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En las ofertas que se hacen por vía postal, el consumidor recibe catálogos, folletos o anuncios que le envía el vendedor,
en los cuales consta la oferta; puede ser también por teléfono; por fax o a través de medios de difusión masiva como
revistas, diarios o televisión. Ellas deben ser aceptadas por la misma vía, teléfono o fax, producida la aceptación el
vendedor le envía la cosa al adquiriente y éste paga el precio del modo que se convenga.
Revocación.
En estas ventas el comprador tiene la oportunidad y tranquilidad para reflexionar antes de decidir, pero la dificultad que
plantea esta forma de negociación reside en que como el consumidor debe decidir sobre la base de fotografías,
descripciones o imágenes televisivas, está expuesto a recibir una cosa que no se adecue a sus previsiones, deseos o
expectativas.
Tiene el mismo derecho de revocación que en caso de ventas domiciliarias.
Prohibición
Art 35 de la ley 24.240: “Queda prohibida la realización de propuesta al consumidor, por cualquier tipo de medio,
sobre una cosa o servicio que no haya sido requerido previamente y que genere un cargo automático en cualquier
sistema de débito, que obligue al consumidor a manifestarse por la negativa para que dicho cargo no se efectivice”.
El proveedor asume la iniciativa de formular una oferta, por cualquiera de los medios que han sido examinados y
atribuye al silencio del consumidor el valor de una manifestación de voluntad asertiva, para que se produzcan
consecuencias jurídicas que supone el acuerdo.
Supuesto de hecho
Debe existir una oferta sobre una cosa o servicio que no haya sido requerida por el consumidor, es decir la
iniciativa compete al proveedor.
Tiene que darse la hipótesis propia de los contratos entre ausentes, pues ente la oferta y la aceptación debe
mediar un espacio de tiempo.
La oferta debe tender a que se produzca un cargo automático en cualquier sistema si el destinatario de ella no se
manifiesta por la negativa; atribuye entonces, consecuencias a su silencio.
Consecuencia
La consecuencia jurídica de la norma, estriba en la prohibición del empleo de tal sistema de contratación; constituye por
ende un obrar antijurídico, el cual entraña que se incurra en una falta o infracción sancionable del art 47 de la ley.
En el caso en que se hubiese enviado la cosa ofrecida, el art 35 de la ley 24.240, también a título sancionatorio dispone
que: “Si con la oferta se envió una cosa, el receptor no está obligado a conservarla ni a restituirla al remitente aunque
la restitución pueda ser realizada libre de gastos”.
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RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL
Oferta Aceptación
CELEBRACIÓN DEL CONTRATO
RESPONSABILIDAD CIVIL
Obligación que surge de la ley que nos impide dañar a otro, y en caso de ocurrir los daños hay consecuencias para el
dañador.
Actividad humana que causa perjuicio, proviene de una acción antijurídica culpable (a título de culpa o dolo).
Tiene dos ámbitos:
Responsabilidad extracontractual o aquiliana.
- Incumplimiento de la ley de no dañar a otro, por lo que en caso de daño se debe responder. Por ejemplo un
accidente de tránsito. Características:
- Se viola la norma general de no dañar a otro.
- Produce la mora automática.
- Prescribe a los 2 años.
Responsabilidad contractual:
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- Del contrato surge una ley, cuya violación engendra responsabilidad. La conducta que no se ajusta a la norma
contractual es ilegítima, y su autor debe reparar el daño causado. Implica la violación a las normas que las
partes han establecido en el contrato. Características:
- Se viola una norma establecida por las partes en el contrato.
- La mora se produce a través de la intimación de mora de la parte cumplidora a la incumplidora
(art 1204).
- Prescribe a los 10 años.
RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL
La responsabilidad precontractual es aquella que se genera en el período previo de formación del contrato y con motivo
del desenvolvimiento de esa etapa antecedente. Diferentes autores buscan responder a estas preguntas:
¿Existe la responsabilidad precontractual?
¿Implica responsabilidad contractual o extracontractual?
La teoría de Fagella
Fagella en Italia amplia el ámbito de la responsabilidad:
*Establece que la responsabilidad también puede darse con anterioridad a la oferta.
*Este autor llegó a la conclusión de que es ilegítima la ruptura intempestiva y arbitraria de las tratativas, no es
necesario que medie dolo o culpa, es suficiente el hecho puro y simple del receso sin causa.
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*El fundamente de la responsabilidad estriba en la violación de un acuerdo precontractual tácito o expreso, para
entablar o continuar las negociaciones. Este acuerdo justifica y legitima los gastos necesarios para buscar y recoger
todos los elementos ocurrentes a la formación de un proyecto completo, que puede traducirse en contrato; y la ruptura
intempestiva de las tratativas tiene carácter de ilegítima.
Fagella distingue varias etapas:
B
Oferta Aceptación
1 2
A: conversaciones, intercambio de ideas, tratos, discusiones, hasta la oferta. A su vez esta se subdivide en:
1- De ideación y de elaboración, que se puede comprender en la formula de concepción del contrato.
2- Período de perfeccionamiento o de concretización de la propuesta.
B: desde la oferta hasta la conclusión del contrato: es el período precontractual operativo, donde la oferta es puesta en
movimiento.
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a) Deber de comunicación o información
Quien no se encuentre en situación de concluir un contrato válido, está obligado a interrumpir las tratativas, y en
caso de pretender continuarlas, a comunicar dicha circunstancia a la otra parte a fin de que pueda formar su
composición de lugar. Quien así no obrara viola el deber de información por lo tanto la buena fe del art 1198.
Los deberes de información no se agotan allí, ellos existen siempre que se encuentre comprometida la regla de la
buena fe.
Lo que una de las partes debe comunicar a la otra es aquello que tiene relevancia para el negocio, y que ésta no se
encuentre en estado de conocer (lo que la parte puede conocer por si, no hay que comunicárselo, porque lo que la
ley prohíbe es la ocultación).Este deben depende de la naturaleza y circunstancias del contrato, del grado de
vinculación y confianza de los integrantes y del equilibrio o desigualdad de las partes. Las exigencias de solidaridad
y colaboración exigen hablar claro.
Se refleja en el deber de información de art 4 de la ley de Defensa al Consumidor.
b) Deber de secreto
No hay obligación de comunicar los secretos personales, pero muchas veces en las tratativas puede ocurrir que
alguna de las partes se vea en la necesidad de comunicarle a la otra alguno de esos secretos, especialmente
relacionados con su patrimonio. La regla es que el secreto contado por la otra parte en las tratativas debe ser
guardado y la violación de esta regla, lleva a incurrir en resp. precontractual.
Debe tratarse de un secreto confiado, es decir información confidencial útil para las tratativas y no una mera
indiscreción y que su divulgación puede causar perjuicio.
Revelar un secreto de la vida privada no es violar la buena fe negocial. Fatalmente si cumple con sus requisitos
puede hasta incurrir en el delito penal de violación de secretos.
c) Deber de custodia.
Se debe proteger y custodiar los efectos confiados durante las tratativas, los efectos no solo abarca las cosas si no
cualquier tipo de valor. Quien a raíz de las tratativas tiene en su custodia valores de otro, no puede hacer otro uso de
ellos que los aptos para las tratativas, si obrara de otra forma se estaría apropiando.
Se funda en mantener las cosas que se reciben con motivo de las tratativas del mismo modo, para poder restituirlas
tal cual se entregaron en caso de que no se concluya el contrato.
El Código, en la hipótesis del mandato le impone un deber de custodia específico art 1917: “Si el negocio
encargado al mandatario fuese de los que por su oficio o su modo de vivir, acepta él regularmente, aun cuando se
excuse del encargo, deberá tomar las providencias conservatorias urgentes que requiera el negocio que se le
encomienda”.
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- cuando se interrumpen las tratativas que en realidad nunca se tuvo la intensión de llevar a cabo, es de mala fe. Aunque
en realidad por estar viciado de dolo, se vuelve ilícita toda la conducta, tiene vicio congénito.
- quien hizo gastos tiene un crédito contra el otro contratante cuando redundaren en provecho de éste; aunque acá
tampoco es un problema de resp. precontractual si no de un enriquecimiento sin causa]
b) La retractación de la aceptación, cuando es posible, a tenor del art 1155 obliga a indemnizar.
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ignorado que la cosa era ajena. El vendedor después que hubiese entregado la cosa, no puede demandar la
nulidad de la venta, ni la restitución de la cosa. Si el comprador sabía que la cosa era ajena, no podrá pedir la
restitución del precio”.
4) Vicios de al voluntad interna: en el caso de dolo o de violencia debe necesariamente indemnizarse y en caso de
que sea dolo o violencia de un tercero, la parte sabedora responde solidariamente con él (art 935 y 942).
Respecto del error, la parte que contrató con el errante, emitió un consentimiento, en la creencia de que
perfeccionaba un contrato, cuando no ocurrió así por circunstancias que le son ajenas: el error o equívoco en el
que incurrió la otra parte; el error excusable (debe haber habido razón para errar y la ignorancia del verdadero
estado de las cosas no proviene de una negligencia culpable art 929) que acarrea la nulidad hace nacer la
obligación de indemnizar a la otra parte que se vio perjudicado por él o sufrió el daño de la nulidad, a raíz de la
expectativa que generó su declaración de voluntad (aplicación analógica del 1165, es decir que el fundamento
no radica en la culpa, si no las expectativas creadas por un contrato válido).
Por regla: en caso de nulidad (vicio congénito) las partes deben restituirse lo entregado.
Excepción: la persona capaz en la falta de capacidad [Excepto que demuestre el bien o que lo aproveche el incapaz]
Naturaleza
Ihering le asignó a la resp. precontractual el carácter de contractual, fundo su posición en la existencia de un pacto tácito
entre quienes se vinculan en las negociaciones frustradas, cuya trasgresión provocaba la responsabilidad.
Nuestro derecho le otorga a la resp. precontractual el carácter de extracontractual: ya que ella no tiene como base un
contrato, en cuanto se funda en hechos que no se producen en el proceso formativo de uno, pero que no llega a
concluirse como contrato. Lo que permite distinguir las categorías de contractual o extracontractual es que en la resp.
contractual la antijuridicidad reside en el incumplimiento de una obligación originada de un contrato válido, pero en la
resp. precontractual el contrato no alcanza a perfeccionarse por lo tanto es de carácter extracontractual.
El daño resarcible
Se tomó la teoría de Ihering (ver teoría pagina 41) en base al principio de que solo reviste el carácter de resarcible, el
daño que es dable imputar causalmente a la conducta que lo genera. Puede ser cualquiera de estos:
Interés negativo: o interés de confianza, en base a la nulidad o el no perfeccionamiento de un contrato, debe
reintegrar a la otra parte a la situación en que ésta se encontraría si hubiese conocido la nulidad o la no conclusión
del contrato.
Interés positivo: o de cumplimiento, se basa en la validez del contrato y comprende todo lo que una de las partes
obtendría si el contrato se cumple, el daño se deriva de un contrato válido.
Daño emergente: son los gastos realizados con motivo de la negociación frustrada o que devino inválida.
Lucro Cesante: son las ganancias frustradas por parte del perjudicado, las ventajas que hubiera conseguido en
caso de no haber existido esas ganancias fracasadas. Es perfectamente posible que corresponda la indemnización
de lo que se ha denominado “vacaciones perdidas” esto es lo que en el fondo entraña la pérdida de una chance de
haber realizado otro negocio ventajoso.
Daño moral: podrá corresponder si las condiciones lo justifican, depende del caso concreto.
BOLILLA 4
PRESUPUESTOS DEL CONTRATO.
- La capacidad.
- La legitimación.
- La idoneidad del objeto.
- La ausencia de vicios de la voluntad en el consentimiento.
CAPACIDAD Y LEGITIMACIÓN
CAPACIDAD
Capacidad de derecho
Es aquella que tiene una persona para ser titular de derechos, tal aptitud se le reconoce a toda persona art 52: “Las
personas de existencia visible son capaces de adquirir derechos o contraer obligaciones. Se reputan tales todos los que
en este Código no están expresamente declarados incapaces”. Las personas jurídicas también tienen capacidad de
derecho, pero limitada a los fines que persiguen.
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Capacidad de hecho
Es la aptitud de las personas para ejercer los derechos por si mismo, es la capacidad de obrar o de ejercicio de los actos
de la vida civil. Se relaciona con la voluntad humana en la determinación y actuación de los valores jurídicos, entraña
una aptitud de dirigir las propias acciones y de obrar por sí, lo que se supone la existencia de una voluntad propia, esto
es un grado de madurez suficiente y de un estado mental que lo permita.
LEGITIMACIÓN
Es la aptitud de los sujetos para dar vida a particulares contratos con un determinado objeto, por la posición en que con
respecto a éste, se encuentran las partes promitentes, que les da la posibilidad concreta, a cada una de ellas, de disponer
de los intereses que el contrato reglamenta.
Aparte del presupuesto de capacidad (de titularidad o de obrar) en abstracto, es necesario que dicho sujeto de derecho en
un negocio concreto, sea el titular de los intereses de que dispone o compromete y pueda, por lo tanto, emitir
manifestaciones de voluntad que sean operantes respecto de éstos, para juzgarla es necesario poner en relación al sujeto
con el objeto o con otra persona.
Clases de legitimación
Legitimación ordinaria o de primer grado
Cada persona tiene una esfera de intereses que le pertenecen, es árbitro de esos intereses y no puede injerirse en lo que
le son ajenos. Por vía de regla, debe haber una coincidencia ente los sujetos que celebran el contrato y los sujetos
titulares de los respectivos intereses que se reglamentan.
Aunque puede ocurrir que el titular de ciertos derechos no esté legitimado para realizar negocios en los que se disponga
de ellos (uno solo de los cónyuges no puede disponer de los bienes gananciales art 1277; o la situación del fallido que
no puede disponer de sus bienes).
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Legitimación excepcional o de segundo grado
En virtud de ella un sujeto que no es el titular tiene competencia para realizar negocios que afecten intereses ajenos, en
estos casos no coincide el sujeto de la voluntad con el sujeto de interés.
-El primer supuesto de legitimación está dado por al representación, en ella un sujeto debidamente autorizado o
investido de poder, realiza actos jurídicos que producen efectos en su representado. La legitimación es traducida en un
poder.
- También puede ser que la ley confiere legitimación a una persona para que pueda realizar actos que afecten a una
esfera jurídica ajena, pero en interés propio. Por ejemplo la acción subrogatoria o en al ejecución forzada cuando el
acreedor liquida los bienes del deudor para cobrarse su deuda.
Legitimación aparente
Supuestos en que una persona está legitimada para realizar negocios que afecten el círculo de interese ajenos, sin tener
autorización ni poder. La razón por la cual se le confiere eficacia estriba en tutelar la buena fe de los terceros que han
confiado en la legitimación aparente del autor del negocio. Supuestos actos de disposición de:
- El tenedor de cosa mueble sobre la cosa en favor de quien llega a ser poseedor de buena fe (art 2412).
- Del heredero aparente a titulo oneroso, sobre bienes inmuebles (art 3430).
- El titular aparente para transmitir derechos reales o personales sobre inmueble adquirido por acto inválido (art
1051)
Diferencia ente falta de legitimación e incapacidad de derecho.
Incapacidad de derecho: cuando la ley establece las prohibiciones para los incapaces de derecho, tienen carácter
definitivo e irremediable, a fin de impedir incorrecciones en la vida de la relación. No se concibe la posibilidad de
realización de esos actos ni por sí, ni por interpuesta persona, los que son desprovistos de toda validez.
Falta de legitimación: en este caos media una restricción a la posibilidad de disponer de ciertos intereses que puede ser
superada si se cuenta con la autorización que la ley requiere o que determina la ineficacia del acto en relación a un
círculo de terceros interesados. Por lo tanto es subsanable y remediable.
Incapaces de hecho
Absolutos
Las personas por nacer: art 74: “Si muriesen antes de estar completamente separados del seno materno, serán
considerados como si no hubieran existido”.
Los menores impúberes: son aquellos que no han cumplido los 14 años, les falta discernimiento para los actos
lícitos. Pueden realizar actos lícitos no negociables (descubrimiento de un tesoro o adquisición de posesión), o
“pequeños contratos” vinculados al tráfico de masa y necesarios para la vida diaria (Ej: transporte).
Los dementes: declarados en sentencia judicial.
Los sordomudos que no saben darse a entender por escrito: declarados en sentencia judicial.
Relativos
Menores Entre 14 y 21 años. La regla es la incapacidad ellos sólo tienen capacidad para los actos que las
adultos leyes les autorizan otorgar (art 55), por lo tanto las excepcionalmente los actos que pueden
realizar son:
- Pueden ser mandatarios en cuanto actúen como representantes voluntarios, y no se ven
comprometidos por los efectos de los actos que realizan en tal carácter (art 1897 y 1898).
- El depósito necesario por peligro o fuerza mayor puede contraerse aún sin autorización (art
2228).
- Los menores adultos ausentes del hogar con autorización de los padres, o en un país
55
extranjero, o en un lugar remoto dentro de la República, que tuviesen necesidad de recursos
para su alimento u otras necesidades urgentes, podrán ser autorizados por el juez del lugar o
por la representación diplomática de la República, según el caso, para contraer deudas que
satisfagan las necesidades que padecieren (art 284).
- Puede estar en juicio civil o penal por acciones vinculados a ellos (art 128).
- + de 18 años pueden ser autorizados por sus padres para ejercer el comercio, se presumen
autorizados si se asocian al comercio de padre o madre (art 10, 11 y 12 del código de
comercio)
- + de 18 años tienen capacidad laboral es decir celebrar contratos de trabajo, y disponer
plenamente de los bienes adquiridos en su trabajo.
- Se presume que los menores adultos, si ejercieren algún empleo, profesión o industria, están
autorizados por sus padres para todos los actos y contratos concernientes al empleo, profesión
o industria, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 131. Las obligaciones que de estos actos
nacieren, recaerán únicamente sobre los bienes cuya administración y usufructo o sólo el
usufructo, no tuvieren los padres (art 283).
Penado La reclusión y la prisión por más de 3 años llevan como inherente la inhabilitación absoluta, por
interdicto el tiempo de la condena.
- Importan además la privación, mientras dure la pena, de la patria potestad, de la administración
de los bienes y del derecho de disponer de ellos por actos entre vivos. El penado quedará
sujeto a la curatela establecida por el Código Civil para los incapaces (art 12 CP).
Emancipa- Hay dos formas de emancipar Legal: por matrimonio, de pleno derecho e irrevocable.
dos Habilitación de edad: 18 años, con su consentimiento y por
decisión de quien ejerce la patria potestad o si esta sujeto a
tutela por el juez.
Regla: capacidad.
Excepciones: restricciones
Absolutas (art 134) (Ni con autorización judicial).
- Aprobar cuentas de sus tutores y darles finiquito.
- Afianzar obligaciones.
- Hacer donación de bienes recibidos a título gratuito
Relativa: art 135: “Los emancipados adquieren capacidad de administración y disposición de
sus bienes, pero respecto de los adquiridos por título gratuito antes o después de la
emancipación, sólo tendrán la administración; para disponer de ellos deberán solicitar
autorización judicial, salvo que mediare acuerdo de ambos cónyuges y uno de éstos fuere
mayor de edad”.
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Incapaces de derecho.
Supuestos del art 1160
El art 1160 establece que no pueden contratar “… los que están excluidos de poderlo hacer con personas
determinadas, o respecto de cosas especiales, ni aquellos a quienes les fuese prohibido en las disposiciones relativas a
cada uno de los contratos”. Supuestos establecidos por el código:
Los padres no pueden hacer contrato alguno con los hijos que están bajo se patria potestad (art 279); ni los
tutores con sus pupilos (art 450 inc 3); ni los curadores con los incapaces (art 475).
A la compraventa, permuta, cesión de derechos, locación y donación los cónyuges no los pueden celebrar entre
si.
En el art 1361 en la compraventa la ley prohíbe a ciertas personas comprar determinados bienes:
- Inc 3 A los albaceas, de los bienes de las testamentarías que estuviesen a su cargo
- Inc 4 A los mandatarios, de los bienes que están encargados de vender por cuenta de sus comitentes
- Inc 5 A los empleados públicos, de los bienes del Estado, o de las municipalidades, de cuya administración o
venta estuviesen encargados;
- Inc 6 A los jueces, abogados, fiscales, defensores de menores, procuradores, escribanos y tasadores, de los
bienes que estuviesen en litigio ante el juzgado o tribunal ante el cual ejerciesen, o hubiesen ejercido su
respectivo ministerio;
- Inc 7 A los Ministros de Gobierno, de los bienes nacionales o de cualquier establecimiento público, o
corporación civil o religiosa, y a los Ministros Secretarios de los gobiernos de provincia, de los bienes
provinciales o municipales, o de las corporaciones civiles o religiosas de las provincias.
En el art 1441 establece: “No puede haber cesión de derechos entre aquellas personas que no pueden celebrar
entre sí el contrato de compra y venta”.
Religiosos profesos
Art 1160: “… ni los religiosos profesos de uno y otro sexo, sino cuando comprasen bienes muebles a dinero de contado,
o contratasen por sus conventos”.
*Religiosos profesos: los que hacen el triple voto de obediencia, pobreza y castidad.
*Solo pueden contratar cuando sea la compra de bienes muebles de contado o cuando contratasen en nombre y
representación de sus conventos.
*Constituye un resabio de la muerte civil que ya no está dentro de nuestros principios constitucionales vigentes, además
priva del derecho de contratar a los religiosos profesos de un determinado culto, el católico estableciendo una
discriminación arbitraria quebrantando el derecho de igualdad del art 16 de la CN. No cuenta con actualidad ni con
fundamento.
Falta de legitimación
Comerciante fallido
Art 1160 en su parte final establece que no pueden contratar los comerciantes fallidos sobre los bienes que
correspondan a la masa del concurso, si no estipularen concordatos con sus acreedores.
La declaración de quiebra produce el desapoderamiento de los bienes del fallido, en consecuencia los actos que realice
sobre estos carecen de eficacia respecto de sus acreedores.
El impedimento constituye una falta de legitimación para hacerlo ya que si bien mantiene la propiedad de dichos bienes,
el sujeto pierde los poderes de administración y disposición de ellos, a favor del síndico.
Disposición de bienes gananciales de los cónyuges
Cada uno de los cónyuges consideras individualmente carece de legitimidad para disponer de los bienes gananciales,
requiere necesariamente la autorización el otro cónyuge. Art 1277: “Es necesario el consentimiento de ambos cónyuges
para disponer o gravar los bienes gananciales cuando se trate de inmuebles, derechos o bienes muebles cuyo registro
han impuesto las leyes en forma obligatoria, aportes de dominio o uso de dichos bienes a sociedades, y tratándose de
sociedades de personas, la transformación y fusión de éstas. Si alguno de los cónyuges negare sin justa causa su
consentimiento para otorgar el acto, el juez podrá autorizarlo previa audiencia de las partes.
También será necesario el consentimiento de ambos cónyuges para disponer del inmueble propio de uno de ellos, en
que está radicado el hogar conyugal si hubiere hijos menores o incapaces. Esta disposición se aplica aun después de
disuelta la sociedad conyugal, trátese en este caso de bien propio o ganancial.
El juez podrá autorizar la disposición del bien si fuere prescindible y el interés familiar no resulte comprometido.”.
Contratos que tienen por objeto cosas ajenas
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Quien realiza un acto de disposición de un bien ajeno sin la autorización del dueño carece de legitimación, aunque
puede ser subsanado por el propietario de la cosa.
Las nulidades
Actos Nulos: cuando tiene un vicio manifiesto, es decir cuando la nulidad se presenta ante el juzgador de
modo manifiesta.
Anulables: sea por el carácter del vicio o la forma en que él se presenta (vicio oculto), la nulidad
depende de la apreciación de circunstancias de hecho por parte del juzgador.
Actos de nulidad Absoluta: se tutela el orden público. Es irrenunciable insusceptible de confirmación.
Relativa: se tutelan los intereses particulares. Es confirmable.
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Regla: La nulidad tiene efecto retroactivo: vuelve las cosas al mismo estado en que se hallaban antes del acto anulado y
las partes debe r restituirse mutuamente todo lo que hayan percibido o recibido en virtud o por consecuencia del acto
anulado (art 1050 y 1052).
Excepción: La aplicación rígida del principio anterior perjudicaría al incapaz cuyos intereses se trata de proteger,
por lo tanto en los supuestos de nulidad de un contrato celebrado por un incapaz de hecho: art 1165: “…la parte
capaz para contratar no tendrá derecho para exigir la restitución de lo que hubiere dado, o el reembolso de lo
que hubiere pagado, o gastado,
salvo si probase que existe lo que dio, o que redundara en provecho manifiesto de la parte incapaz”.
Solo puede haber restitución cuando existe lo que recibió o haya una acción de enriquecimiento por
parte del incapaz, corresponde al incapaz probar tal enriquecimiento.
REPRESENTACIÓN
Noción
Generalmente el negocio jurídico es obra propia y exclusiva del titular de la esfera jurídica en que ha de producirse sus
efectos. Existe identidad y coincidencia entre el sujeto de la voluntad y el sujeto de los intereses reglamentados que
atiene a la esencia misma de la autonomía privada, en cuanto ésta consiste en la posibilidad de regular y regir los
propios intereses.
La sustitución del interesado: puede ocurrir que por falta de capacidad o por razones de conveniencia una persona
no pueda o no quiera celebrar por si mismo el negocio, por lo tanto nombra a una persona que actúe en su nombre.
Es decir, que celebre el negocio en su reemplazo pero que los efectos de éste se produzcan en el sustituido, por lo
tanto el representante actúa manifestando que lo hace en nombre e interés del representado.
Los sujetos principales son: el representado y el representante.
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La representación: relaciones que surgen entre el representante y terceros que contraten con el, a sabiendas que actúa en
nombre del representado. Hay que distinguir:
- El efecto de la representación: los efectos del negocio en virtud de las relaciones entre el representante y terceros.
- El negocio constitutivo entre representado y representante, es decir su fuente (por ejemplo el mandato).
Tipos de representación
Por su origen:
Legal: su fuente reside en la ley. Es independiente de la voluntad del representado ya que deriva de la imposibilidad
jurídica de que el representado actúe por si mismo. Nace directamente de la ley.
Esta es la representación necesaria: todos los incapaces no pueden realiza por si mismos determinados actos, por lo
que a ley nombra a alguien para que los haga por ellos para protegerlos. Los representantes necesarios son:
- Los padres de las personas por nacer y menores no emancipados; a falta de ellos sus tutores; y los
curadores cuando los incapaces sean mayores de edad, sean dementes o sordomudos.
- El Ministerio Público de Menores realiza una representación promiscua de ellos, es decir
conjunta.
Voluntaria: su origen es por la voluntad del interesado (Ej: mandato). El representado se vale del representante para
actos que puede concluir por el mismo, confiere legitimación al representante para la realización de actos cuyos
efectos se producen directamente en el representado.
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LA REPRESENTACIÓN DIRECTA
Esta es la representación propiamente dicha, donde el representante sustituye al representado en la realización de un
acto jurídico, obrando de modo abierto a nombre de él. Los efectos se producen directamente sobre el representado, él
asume las obligaciones y es titular de los derechos surgidos del acto. Es la figura en que una persona (representante),
debidamente investida de poder, celebra un acto jurídico en nombre de otra (el representado), sobre la cual recaen
exclusiva y directamente los efectos.
Lo declarado por el representante vale como si lo hubiera sido por el representado, el representante actúa como parte
formal pero la parte sustancial es el representado.
Es una institución autónoma: la representación tiene individualidad jurídica propia, que debe necesariamente
distinguirse de la relación que le sirve de causa o fuente.
La fuente de la representación puede residir en la ley (necesaria) o en la voluntad del interesado (voluntaria).
Evolución histórica
1º En el derecho romano no se admitió la idea de la representación directa, la que solo tuvo manifestaciones esporádicas
y excepcionales.
2º En el derecho intermedio, por el flujo de las necesidades comerciales, al regla se sustituyó por una opuesta
“cualquiera podía hacer por medio de otro lo que puede hacer por si mismo”.
3º La representación fue absorbida por la doctrina del mandato, sin conocerle al instituto características propias.
4º La doctrina alemana del siglo XIX comienza a elaborar la figura de la representación con notas distintivas propias y
con individualidad jurídica. Se comenzaron a señalar las diferencias entre representación y mandato (Savigny e
Ihering).
Nuestro derecho
Nuestro codificador no tuvo la influencia germánica, si no que las fuentes que primordialmente influyeron en el Código
son de filiación francesa. No existe un título especial, donde se enuncien de modo independiente las reglas básicas
concernientes a la representación. Las disposiciones relativas a esta materia se encuentran confundidas con el contrato
de mandato.
Al definir el mandato el art 1869 enuncia: “El mandato, como contrato, tiene lugar cuando una parte da a otra el poder,
que ésta acepta, para representarla, al efecto de ejecutar en su nombre y de su cuenta un acto jurídico, o una serie de
actos de esta naturaleza”. Pero luego en el art 1929 admite la posibilidad de un mandato sin representación; por lo tanto
cabe distinguir estas figuras.
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Tiene por objeto la realización de cualquier acto jurídico, el acto representativo es el que el representante lleva a cabo
en nombre del representado. La representación resulta inadmisible en el derecho de familia, en materia contractual tiene
mas amplio campo de posibilidades.
Actos voluntarios lícitos: si bien el objeto natural de la representación son los actos jurídicos en nombre del
representado, nada impide que excepcionalmente, el representante puede realizar actos voluntarios lícitos en nombre de
aquel siempre que sean actos donde se persiga algún resultado de derecho (Ej: constituir en mora al deudor del
representado).
Representación activa y pasiva: el representante puede estar encargado de emitir una declaración de voluntad (activa) o
bien de recibirla o aceptarla (pasiva). Con frecuencia ambas especies coexisten.
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asignan las funciones a órganos. Tales órganos están integrados por personas físicas, las personas jurídicas
hacen propia la actividad realizada por las personas físicas que la integran; la actividad de las personas físicas
no es ajena al ente si no que se encuentra incorporada a éste, de modo tal que el accionar y voluntad de las
personas físicas se considera la voluntad y accionar de las personas jurídicas.
La representación orgánica: no media escisión entre el supuesto de hecho y los efectos, ni dualidad entre representado
y representante. Tradicionalmente se concibió a los administradores de las sociedades comerciales como mandatarios de
los socios y se les aplicaban las reglas del mandato; de este modo los límites fijados a la actuación de estos mandatarios,
indicados en el contrato social o en las decisiones tomadas por los socios, eran oponibles a terceros ya que fijaban los
límites de su poder.
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El estipulante queda vinculado inmediatamente por si al negocio, la declaración designativa es una facultad que
le compete y no una obligación. Y como actúa alternativamente por sí o por la persona que eventualmente
designe, si omite la indicación de esta ultima, el contrato queda definitivamente concluido con el estipulante en
la calidad de parte que revestía inicuamente. [A diferencia en el caso anterior donde el representante deberá
necesariamente antes de concluir el negocio, individualizar a quien está representando].
Nuestro derecho: en virtud del principio de autonomía cabría admitir al posibilidad de la utilización de esta figura, es un
supuesto de representación eventual de una persona indeterminada, ya que el negocio celebrado constituye un único
contrato, con dos partes alternativas: una es el estipulante que se vincula originariamente y otra es la persona cuya
designación se reserva para que lo sustituya como parte. La composición definitiva del contrato está subordinada a una
condición: la declaración designativa:
- Verificada ésta, el negocio se reputa concluido a nombre del designado
- No verificada, el negocio se consolidará en su composición originaria, es decir con el
estipulante como parte, por derecho personal y propio.
La condición hace que se convierta en un acto representativo (si se verifica) o que sea un contrato celebrado por derecho
propio (si no se verifica).
3- PODER
Es la autorización que faculta al representante a actuar en nombre del representado y a producir efectos en al esfera
jurídica de éste. El poder es la investidura, el título que legitima al representado para imponer un orden vinculante a los
intereses del dominus negotii.
* En la representación necesaria la autorización proviene de la ley, son las facultades que ésta le confiere al
representante para actuar en nombre del representado configuran los poderes de éste. La legitimación del
representante y la extensión en que se puede desenvolver en este tipo de representación, son por tanto ex lege.
* En la representación voluntaria la autorización proviene de la voluntad del interesado, el poder, la facultad del
representante para actuar en nombre del representado, es creada por un acto de apoderamiento del representado, en el
que le atribuye su legitimación al representante.
Naturaleza del apoderamiento
Es un acto jurídico unilateral por el cual el principal confiere poder al representante.
- Es un acto jurídico ya que entraña una manifestación de voluntad dirigida a crear la facultad de referencia.
- Es unilateral en cuanto requiere para su perfeccionamiento de la declaración de voluntad del poderdante, sin que sea
necesaria la aceptación del representado.
Es lo que legitima al representante o permite mostrarse ante terceros como tal.
El destinatario de la declaración de apoderamiento
El acto jurídico de apoderamiento es una declaración unilateral de voluntad recepticia del poderdante, se discute si tal
declaración se dirige al apoderado o a los terceros: dada la proyección externa del apoderamiento cabe que sea dirigida a
los terceros interesados que puedan concluir negocios con el representante, pero ello no quita que pueda ser dirigida al
representante, ya que ello lleva implícita la finalidad de que éste la haga conocer a los terceros con quienes contrata en
nombre del representado art 1938: “Los terceros con quienes el mandatario quiera contratar a nombre del mandante,
tienen derecho a exigir que se les presente el instrumento de la procuración, las cartas órdenes, o instrucciones que se
refieran al mandato”.
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- Legal: a veces en materia de representación voluntaria la ley determina la extensión del poder. Ej: en lo
comercial con el poder institorio, el que corresponde al capitán de un buque o a veces en materia de sociedades fija
el del órgano representativo.
- Apoderamiento expreso: en la mayor parte de los casos.
- Apoderamiento tácito: cuando la manifestación de voluntad constitutiva del apoderamiento es tácita, el alcance
del poder se verá a través de las circunstancias que rodean esa conducta, para determinar cual es el ámbito razonable
que cabe asignarle al poder.
La extensión del apoderamiento expreso puede ser:
Especial: son poderes otorgados para la celebración de un determinado negocio jurídico. Art 1879: “… el
especial uno o ciertos negocios determinados”.
General: es un poder otorgado par la celebración de todos los actos de esa persona (Ej: abogado para todos los
juicios). Art 1879: “El general comprende todos los negocios del mandante”.
El art 1881 enumera los actos para los que se requiere poder especial, pero tal enumeración es solo enunciativa no
taxativa.
Ante términos ambiguos o dudosos, se realiza una interpretación restrictiva
Se entiende siempre que es un poder para ese acto en especial y no general, y
dentro de ese acto especial se entiende que es siempre para la administración
(conservar los bienes y hacerles rendir beneficios) y nunca para la
disposición de los bienes (modifican el patrimonio), ya que para éstos se
requiere un poder expreso y especial
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En interés exclusivo de un tercero (Ej: el representante cobra un crédito del representado para pagarle a un
tercero).
En interés común del representado con un tercero.
NO puede darse en interés exclusivo del mandatario
Esto es debido a que pueden existir situaciones de abuso de poder, donde el representante actúa
formalmente dentro de los límites del poder que se le ha conferido, pero no realiza los actos en interés del
representado si no en beneficio de él mismo. La finalidad de la representación art 1908: “El mandatario no
ejecutará fielmente el mandato, si hubiese oposición entre sus intereses y los del mandante, y diese
preferencia a los suyos”. Este deber de velar por los intereses del representado no podría cumplirse, si la
contraparte fuera él mismo.
La representación aparente.
Es cuando la persona que actúa en nombre de otro lo hace en una situación e hecho, la cual puede generar en los
terceros un convencimiento sobre la existencia del apoderamiento. Cabe diferenciar si:
- La situación creada es obra del falso representante: el representado no puede en este caso, verse afectado por lo
que haga este supuesto representante que carece de poder.
- Si la situación tiene su origen en una conducta del interesado: quien se vincula con alguien que invoca una
representación tiene el deber de informarse sobre la real legitimación que éste tiene, debe requerir entonces que
quien se atribuye la investidura de representante exhiba un instrumento donde conste el poder. Si no cumple con
este deber de prudencia, no puede pretenderse que se imputen los efectos hacia el representado (Art 1938).
- En el caso de que el apoderado esté legitimado, pero exceda el ámbito de actuación conferido por el poderdante: los
terceros de buena fe se vinculan válidamente con el representado, cuando el representante actúa dentro del marco de
la autorización contenido en el instrumento donde consta el poder. Distinguiendo nuevamente el apoderamiento de
la relación causal establece el art 1934: “Un acto respecto de terceros se juzgará ejecutado en los límites del
mandato, cuando entra en los términos de la procuración, aun cuando el mandatario hubiere en realidad excedido
el límite de sus poderes”. La ley protege a los terceros de buena fe, asignándole plenos efectos a la legitimación
aparente que se desprende del instrumento donde consta el poder.
La representación orgánica y la representación aparente.
Ley 19550 art 58: “El administrador o el representante que de acuerdo con el contrato o por disposición de la ley tenga
la representación de la sociedad, obliga a ésta por todos los actos que no sean notoriamente extraños al objeto social.
Este régimen se aplica aun en infracción de la organización plural, si se tratare de obligaciones contraídas mediante
títulos valores, por contratos entre ausentes, de adhesión o concluidos mediante formularios, salvo cuando el tercero
tuviere conocimiento efectivo de que el acto se celebra en infracción de la representación plural.
- Solo tutela a los terceros de buena fe y ésta se presume, debe probar la sociedad la mala fe de éstos.
Estas facultades legales de los administradores o representantes respecto de los terceros no afectan la validez interna
de las restricciones contractuales y la responsabilidad por su infracción”.
La capacidad en el apoderamiento
Del poderdante: Art 1872: “El poder que el mandato confiere está circunscripto a lo que el mandante podría
hacer, si él tratara u obrara personalmente”.
Del apoderado: Art 1897: “El mandato puede ser válidamente conferido a una persona incapaz de obligarse, y
el mandante está obligado por la ejecución del mandato, tanto respecto al mandatario, como respecto a
terceros con los cuales éste hubiese contratado”. Es decir, puede ser conferido el poder a un incapaz, pero que
tenga discernimiento, como en el caso del menor adulto. Se faculta al poderdante para conferir poder a un
incapaz, pero éste se arriesga que al momento en que le demande la inejecución de las obligaciones al
mandatario, éste oponga la nulidad del mandato (art 1898).
La sustitución del poder.
La representación se asienta en al confianza que el representado le inspira la persona del representante por medio del
cual, se propone ampliar su esfera de actuación. Para el representado no es lo mismo cualquier representante.
Parecería que en principio, el representante salvo autorización expresa, no podría sustituir el poder y permitir
que otra persona se sume para actuar en nombre del representado y producir efectos en la esfera jurídica de éste.
Pero por razones prácticas la ley establece un principio contrario: en la representación voluntaria admite la
posibilidad de sustitución, salvo que ella haya sido expresamente prohibida en el poder. Art 1924: “El
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mandatario puede sustituir en otro la ejecución del mandato; pero responde de la persona que ha sustituido,
cuando no ha recibido el poder de hacerlo, o cuando ha recibido este poder, sin designación de la persona en
quien podía sustituir, y hubiese elegido un individuo notoriamente incapaz o insolvente”.
La sustitución se hace en nombre del representado, el sustituto actuará en nombre del representado y no del
representante: aunque para comprobar su legitimación deberá acreditar dos poderes, el del representado al representante
y el del representante a él como sustituto.
Modos de sustitución
- Puede que el poder dado al representante no exprese nada sobre el particular, por lo tanto la sustitución se
realiza libremente por proceder por vía de regla. El representante solo responderá ante el representado, si el sustituto
es “… notoriamente incapaz o insolvente”
- Puede el poder autorizar expresamente la sustitución. En este caso pueden encontrarse dos situaciones:
- Que el poder indique a la persona del probable sustituto: en este caso el representante solo podrá
sustituir el poder en las personas que han sido designadas concretamente por el representado, y en
caso contrario la sustitución será inválida.
- Que el poder no indique a los posibles sustitutos: por lo que el representante es libre de sustituir el
poder en quien quiera. El representante solo responderá ante el representado, si el sustituto es “…
notoriamente incapaz o insolvente”
- Puede que el poder prohíba expresamente la sustitución, si el representante la realiza, tal sustitución será
inválida.
Falta de poder
Cuando el representante actúa en nombre del representado sin estar investido de poder, carece de legitimación para
producir efectos en la esfera jurídica de la persona en cuyo nombre despliega dicha actividad.
a) Es el caso en que carece de poder o se ha excedido en los límites establecidos por el representado, cabe distinguir:
*Falta o exceso de poder conciente.
Promesa de hecho ajeno: cuando quien actúa en nombre y representación de otro manifiesta hacerlo sin autorización y
se obliga a obtener la ratificación del dominus. El contrato que se proyecta concluir con al ratificación del interesado no
es inválido, solo es un negocio incompleto. En caso de no obtener luego la ratificación, el promitente deberá indemnizar
a la contraparte.
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Respecto de los terceros que contrataron con dicho representante:
- Si fueron de buena fe: pueden optar por la nulidad del contrato y la reparación de daños y perjuicios, o
por considerar a este falso representante (o excedido de los límites) personalmente obligado y reclamarla
a él el cumplimiento del contrato, es decir el negocio es válido entre el tercero de buena fe y el
representante.
- Si fueron de mala fe: el contrato se reputa nulo.
b) Actos realizados por el representante después de la cesación del poder. Tutela de la buena fe
La ley brinda tutela reforzada a los terceros de buena fe. Las modificaciones del poder para poder ser oponibles a los
terceros de buena fe, deberán ser siempre comunicadas a los terceros por medios idóneos, en esto se incluye la cesación:
art 1964: “Para cesar el mandato en relación al mandatario y a los terceros con quienes ha contratado, es necesario
que ellos hayan sabido o podido saber la cesación del mandato”. En caso de no haber conocido la cesación,, el
representado quedará obligado.
La ratificación
Es un acto jurídico unilateral por el cual el representado asume y hace suyos los efectos del acto que se realizaron en su
nombre sin que medie poder. El representado dota de justificación al acto concluido en su nombre sin legitimación, por
la falta o exceso de poder del representante que lo llevó a cabo. La ratificación puede ser:
Expresa: es una declaración
Tácita: comportamiento concluyente del representado que “…necesariamente importe una aprobación de lo
que hubiese hecho el mandatario” (art 1935).
El silencio ante el aviso de que el representante actúo en su nombre sin poder, implica una ratificación tácita.
La ratificación tiene efecto retroactivo, se reputa como si el hecho hubiese sido realizado con legitimación. Art 1936:
“La ratificación equivale al mandato, y tiene entre las partes efecto retroactivo al día del acto, por todas las
consecuencias del mandato…”. Pero este efecto retroactivo tiene una limitación, no alcanza a los terceros extraños que
hubiesen adquirido derechos del dominus durante el tiempo intermedio entre el acto del representante y su ratificación,
art 1936: “pero sin perjuicio de los derechos que el mandante hubiese constituido a terceros en el tiempo intermedio
entre el acto del mandatario y la ratificación”.
AUTOCONTRATACIÓN
Una de las vías a través de las cuales puede concretarse el abuso del poder es la autocontratación. Es el contrato que el
representante celebra consigo mismo actuando como tal representante, y también a título personal como representado.
Se acumulan entonces, en el mismo sujeto dos posiciones jurídicas.
Teórica o conceptualmente es posible la autocontratación, el concepto de parte no es igual al de persona. Es factible
que una misma persona celebre un contrato en el que actúe en los dos roles de la representación. Existen dos casos:
1- Contrato consigo mismo: cuando el representado le otorga poder al representante para vender algo de él, y lo
compra el propio representante.
Nuestro derecho veda que el mandatario compre lo que el mandante esta vendiendo: Art 1918: No podrá el
mandatario por sí ni por persona interpuesta, comprar las cosas que el mandante le ha ordenado vender, ni
vender de lo suyo al mandante, lo que éste le ha ordenado comprar, si no fuese con su aprobación expresa”.
Realiza algunas prohibiciones en casos específicos, pero en otros supuestos la admite: el mutuo del art 1919, la
donación a los hijos menores del art 1805.
2- Doble representación: cuando el representante es representante de varias personas, representa entonces al
comprador y al vendedor. En caso de que el representante haga prevalecer algún interés por sobre el otro, el
remedio será encontrado en los principios que permiten sancionar el abuso de la representación
Éticamente no es tan posible, porque se tiene que ver en el caso de la doble representación si el represéntate está
favoreciendo a alguna de las partes; y en el caso del contrato consigo mismo seguramente velará por su interés y no
por el del representado.
EFECTOS DE LA REPRESENTACIÓN
Representación directa:
-El art 1930 haciendo referencia al mandatario establece que: “Contratando en nombre del mandante, no queda
personalmente obligado para con los terceros con quienes contrató, ni contra ellos adquiere derecho alguno personal,
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siempre que haya contratado en conformidad al mandato, o que el mandante en caso contrario hubiese ratificado el
contrato”.
- Art 1946: “Los actos jurídicos ejecutados por el mandatario en los límites de sus poderes, y a nombre del mandante,
como las obligaciones que hubiese contraído, son considerados como hechos por éste personalmente”.
- Art 1947: “El mandatario no puede reclamar en su propio nombre la ejecución de las obligaciones, ni ser
personalmente demandado por el cumplimiento de ellas”.
Interferencias entre la actividad del representante y la del representado:
Pueden darse supuestos ente el representado y el representante; ente dos representantes del mismo representado; o entre
el representante y el sustituto de él:
- Art 1943: “Contratando dos personas sobre el mismo objeto, una con el mandatario, y otra con el mandante, y
no pudiendo subsistir los dos contratos, subsistirá el que fuese de fecha anterior”.
- Art 1944: “En el caso del artículo anterior, si el mandatario hubiere contratado de buena fe, el mandante será
responsable del perjuicio causado al tercero, cuyo contrato no subsiste. Si hubiere contratado de mala fe, es
decir, estando prevenido por el mandante, él sólo será responsable de tal perjuicio”.
EXTINCIÓN DE LA REPRESENTACIÓN
1) Por la ejecución del negocio: la extinción de la representación se produce por la extinción del negocio que le sirve
de objeto (art 1960). La consumación del apoderamiento determina su total extinción, pese a que puedan perdurar
obligaciones entre ellos pendientes de cumplimiento.
2) Vencimiento del plazo: el art 1960 establece que el apoderamiento se extingue cuando vence el plazo por el cual
fue dado, sea un tiempo determinado o indeterminado; la distinción a la que se refiere es en realidad un plazo
determinado cierto o incierto.
3) Condiciones e imposibilidad: se produce la extinción cuando está subordinado a una condición y ésta se cumple o
cuando opera la imposibilidad sobreviniente de cumplir con el acto representativo.
4) Muerte o incapacidad del poderdante o del apoderado: cesa cuando desaparece o se modifica el sustrato
subjetivo en que se asienta, por ende acarrean su fin la muerte o incapacidad sobreviniente de alguno de los dos.
Principio: el poder se extingue por la muerte del poderdante o del apoderado.
Excepciones: cabe distinguir tres supuestos donde el poder subsiste después de la muerte:
- Poder Irrevocable: el art 1982 este continúa.
- Poder para actos que deben continuarse después de la muerte del poderdante: art 1980: “La muerte del
mandante no pone fin al mandato, cuando el negocio que forma el objeto del mandato debe ser cumplido o
continuado después de su muerte. El negocio debe ser continuado, cuando comenzado hubiese peligro en
demorarlo”. Debe continuarse cuando haya peligro en no continuarlo o cuando la continuación ha sido
expresamente convenida entre poderdante y apoderado (art 1981).
- Poder “post mortem”: art 1983 “Cualquier mandato destinado a ejecutarse después de la muerte del
mandante, será nulo si no puede valer como disposición de última voluntad”.Estos son los actos que deben
ser ejecutados después de la muerte del poderdante, pero dentro de nuestro sistema la única vía para
encomendar un encargo de este tipo es la que el dominus utilice el testamente y se prevalga de la institución
del albaceazgo.
5) Revocación y renuncia
Revocación
Por civilidad por parte del representado de dejar sin efecto la representación. Es un acto jurídico unilateral que expresa
la voluntad del representado, tiene efectos para el futuro.
Regla: el poderdante puede revocar el poder siempre que quiera con o sin causa, y obligar al representante a la
devolución del instrumento donde consta el poder (art 1970). Es fundamento reside en que el conferir o no el
poder es una elección del representado en base a la confianza que tenga en el representante, por lo tanto la
representación nace y termina con ella.
Clases de revocación
Expresa: declaración recepticia, que realiza el poderdante al apoderado.
Tácita: la ley infiere ciertos comportamientos concluyentes:
1- El nombramiento de un nuevo apoderado para el mismo negocio: produce la revocación para el primer
apoderado desde el día en que se le hace saber al primer apoderado tal designación (art 1971).
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- Esto ocurre aún cuando el nuevo poder no produzca efectos por fallecimiento o incapacidad del nuevo
apoderado, o aunque éste no acepte, o aunque el instrumento carezca de defectos formales (art 1973).
- Si el poder es general, la procuración especial dada a otro representante solo deroga en esta especialidad el
poder general anterior (art 1975).
- La procuración especial no es derogada por la procuración general posterior, salvo cuando comprendiese en
su generalidad el negocio encargado en la procuración anterior (a rt1976).
- Los actos realizados por el representante anterior de buena fe (sin saber de la revocación) son válidos.
2- La intervención directa del poderdante en el negocio conferido: cuando el poderdante interviene directamente
en el negocio encomendado y se pone en relación con los terceros, queda revocado el poder, si el representado
no manifestase su intención contraria (art 1972). Sin embargo, no extingue el poder cuando lo hace en forma
conjunta con el apoderado o en las hipótesis de apoderamiento irrevocable.
Revocación del mandato y revocación del poder
En nuestro derecho la distinción pierde relevancia, ya que si bien hay intendencia conceptual entre las figuras media una
conexión e influencia recíprocas. El código ha previsto al revocación como modo de extinción del contrato de mandato.
De todas formas si al revocación del mandato y al revocación del poder se entienden como figuras que no son
absolutamente coincidentes, la reglamentación contenido en el mandato, como única disciplina normativa típica, es la
que resulta aplicable en lo concerniente a le extinción del apoderamiento y de la relación representativa.
Poder irrevocable
Pude haber irrevocabilidad:
Subjetiva: es la que se funda en un convenio en el cual el poderdante renuncia a su derecho de revocar, pacto
que, según piensa un sector de la doctrina, no contraviene necesariamente el oren público no conculca normas
imperativas. Este tipo de irrevocabilidad es que suscita controversias en lo atinente a su admisión. El
incumplimiento de la obligación de no revocar, no impide que la revocación extinga el poder si no que se
deberá reparar con daños y perjuicios cuando la revocación carece de causa justa.
Objetiva: cuya admisibilidad hay coincidencia absoluta, atiende a la significación del negocio objeto del poder y
al interés comprometido en su realización. Dicho interés no atañe exclusivamente al poderdante, si no que
concurre l interés del apoderado o el de un tercero. La revocación del poder no produce efecto alguno y no
impide su subsistencia, salvo que haya revocación con justa causa.
Nuestro derecho: art 1977: “El mandato puede ser irrevocable siempre que sea para negocios especiales, limitado en el
tiempo y en razón de un interés legítimo de los contratantes o un tercero. Mediando justa causa podrá revocarse”.
La ley faculta a las partes a pactar o convenir la irrevocabilidad, las partes pueden así pactarlo o no. Requiere:
- El poder debe tener por objeto negocios especiales.
- El poder irrevocable debe estar limitado en el tiempo, descartando la sujeción permanente. El plazo puede
fijarse explícita o implícitamente.
- Interés legítimo particular, que sea del apoderado o de un tercero (Ej: compromiso que asume el comprador con
el vendedor de un contrato de compraventa, de conferir un poder a determinada persona para que perciba el
importe de un crédito del cual es acreedor el adquirente y con dicha cantidad el apoderado abone el saldo de
precio al vendedor; o cuando se contrae un préstamo gravado con hipoteca y el deudor le confiere poder al
acreedor hipotecario para que perciba los alquileres del inmueble hipotecado a fin de los impuestos del bienes
dado en garantía o de los intereses del préstamo).
Efectos de la irrevocabilidad:
Inoperancia de la revocación: solo puede ser revocado si media justa causa.
Subsistencia a la muerte o incapacidad del poderdante: art 1982: “El mandato continúa subsistiendo aun
después de la muerte del mandante, cuando ha sido dado en el interés común de éste y del mandatario, o en el
interés de un tercero”.
Excepciones a la irrevocabilidad: mutuo acuerdo entre las partes o revocación con justa causa.
Debe haber un pacto para que se torne irrevocable, no surge solo de la presencia de los requisitos del art 1977.
Renuncia
Principio: el representante puede renunciar al poder dando aviso al poderdante (art 1978).
Limitaciones: e derecho de renunciar tiene sus limitaciones:
- Puede pactarse al irrenunciabilidad del apoderamiento.
- No puede renunciar intempestivamente y sin causa, art 1978: “… si lo hiciese en tiempo indebido, sin causa
suficiente, debe satisfacer los perjuicios que la renuncia causare al mandante”. Tiene que darle el tiempo
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suficiente al representado para que nombre otro apoderado, hasta ese momento el anterior apoderado queda
obligado.
BOLILLA 5
CONTENIDO DEL CONTRATO
El contrato es un acto jurídico y constituye un instrumento de autodeterminación mediante el cual las partes disciplinan
sus relaciones recíprocas y se dan a si mismas reglas que constituyen un precepto de l autonomía privada. El contenido
de ese contrato es la reglamentación de intereses que las partes entienden actuar en complejo de sus relaciones
negociales.
La voluntad contractual se articula en una serie de determinaciones que constituyen las mencionadas reglas y que
reciben el nombre de cláusulas, pacto o condiciones. Las cláusulas se presentan como un precepto negocial autónomo,
con efecto jurídico propio.
Doctrinas francesas
Concepción tradicional: el contrato solo tiene el efecto de crear obligaciones, él mismo no cuenta con objeto
propio, si no que al crear obligaciones el objeto de ésta, puede reputarse como objeto del contrato. [A esta teoría
se le critica que la obligación no puede ser el objeto del contrato si no que es un efecto de él].
El objeto del contrato es la operación jurídica que las partes buscan realizar, cualquiera de ellas.
Derecho Alemán.
La noción carece de autonomía.
Derecho Italiano.
Una postura identifica las nociones del contenido del contrato con el objeto de éste.
Otra tesis sostiene que el objeto del contrato son las prestaciones de las partes, prestación tomada en un sentido
amplio: como toda modificación de la situación material que deriva del compromiso contractual.
Un tercer grupo identifica al objeto con los intereses regulados en el contrato, es decir que constituye un “quid”
externo. Se trata de los bienes, utilidades o relaciones que recaen bajo la voluntad de las partes.
71
Más ampliamente se consideró que el objeto es toda entidad que puede constituir el objeto de un derecho.
Doctrina española.
El objeto del contrato es la materia sobre la que incide el contrato, la realidad social acotada, programada y
moldeada por las partes contratantes. En el fondo esta tesis coincide el objeto del contrato con el objeto del
derecho.
Derecho Argentino
Nuestro Código Civil solo hace referencia al objeto de los contratos obligatorios, aunque la noción de objeto es más
amplia ya que existen otro tipo de contratos que modifican o extinguen obligaciones. El Código siguiendo los
precedentes del derecho francés asigna al objeto el valor de una categoría dogmática autónoma, como elemento del
contrato. El análisis del Código deberá construirse sobre la base de las disposiciones legales integralmente consideradas,
es decir viendo las disposiciones legales que el código contiene al tratar las diferentes figuras contractuales.
Concepto
El objeto del contrato está formado entonces, por las prestaciones y las cosas a las cuales las partes se obligan
recíprocamente, son aquellas sin las cuales las partes no hubieran contratado.
72
Seguros de vida
Beneficiario establecido de antemano, se admite entonces la contratación futura.
Jurídica:
Legitimación: las prestaciones referidas a cosas no solo requieren de la existencia material o su posibilidad, si no
también quien promete tales prestaciones debe tener la titularidad jurídica de ellas, la facultad de transferir derechos
sobre ellas.
¿Es posible la contratación sobre cosas ajenas?
Es admisible que las cosas ajenas sean objeto de los contratos. Art 1177: “Las cosas ajenas pueden ser objeto de los
contratos. Si el que promete entregar cosas ajenas no hubiese garantizado el éxito de la promesa, sólo estará
obligado a emplear los medios necesarios para que la prestación se realice. Si él tuviere la culpa de que la cosa
ajena no se entregue, debe satisfacer las pérdidas e intereses. Debe también satisfacerlas, cuando hubiese
garantizado la promesa, y ésta no tuviere efecto”. Es posible entonces, siempre y cuando se manifieste que la cosa es
ajena, y difiere si es de:
- Medios: el sujeto se compromete a emplear los medios necesarios para que el verdadero dueño venda la cosa,
en caso que luego éste no lo haga, quien se comprometió no responderá por ello ya que sólo se obligó a una
conducta diligente. Sólo responderá si la no entrega, es por su culpa.
- Resultado: el sujeto se compromete a que el verdadero dueño venda la cosa, y garantiza tal situación o
resultado, en este caso si el dueño no quiere luego vender la cosa, éste responde por daños y perjuicios ante el
incumplimiento de su promesa (responde por su falta de legitimación).
Estelionato: Cuando se contrata sobre cosa ajena, como si fuera propia, se está cometiendo el delito de estelionato.
Art: “El que hubiese contratado sobre cosas ajenas como cosas propias, si no hiciere tradición de ellas, incurre en el
delito de estelionato, y es responsable de todas las pérdidas e intereses”. Se requiere el dolo, la mala fe e ignorancia
del adquiriente.
2) Determinación
El objeto debe estar determinado o debe ser posible de determinar: por un tercero (art 1171) o por los usos y costumbres
(art 1627).
- Cosas ciertas: el requisito se observa primordialmente en función de las cosas objeto de las prestaciones.
- Cosas inciertas no fungibles: deben estar determinadas la especie de la cosa aunque no individualizadas.
- Determinación de la cantidad: además de la especie debe determinarse la cantidad.
- Compraventa: el Código establece algunas reglas, el precio debe ser cierto, aunque la determinación puede ser sobre
la base de datos y factores extrínsecos al contrato.
El Código se refiere a la locación de servicios y locación de obra (art 1627 y 1628) y establece:
Se estará al precio establecido por las partes
En caso que las partes nada han dicho sobre el precio, se estará a los usos y las costumbres.
73
La no determinación del objeto, lleva a la nulidad del contrato.
3) Licitud
Art 953: “… hechos que no sean imposibles, ilícitos, contrarios a las buenas costumbres o prohibidos por las leyes, o
que se opongan a la libertad de las acciones o de la conciencia, o que perjudiquen los derechos de un tercero”.
El objeto del contrato no debe ser contrario a la ley, la moral o las buenas costumbres.
4) Patrimonialidad
El objeto esta formado por: interés + la prestación.
¿Que debe entonces tener carácter patrimonial? Diferentes doctrinas:
- Tradicional: tanto el interés como al prestación deben tener tal carácter.
- Von Ihering: tanto el interés como la prestación pueden carecer de carácter patrimonial y ser de naturaleza moral
o afectiva.
- Nuestro derecho actual: art 1169: “La prestación, objeto de un contrato, puede consistir en la entrega de una
cosa, o en el cumplimiento de un hecho positivo o negativo susceptible de una apreciación pecuniaria”. Por lo
tanto la prestación debe necesariamente tener carácter patrimonial no solo en los contratos onerosos si no
también en los gratuitos; no así el interés que puede o no tener carácter patrimonial.
Derecho Francés
La concepción clásica: Los causalistas
Esta concepción parte de las enseñanzas romanas, ellos tenían un número limitado de contratos típicos, el mero
convenio carecía de eficacia jurídica. Era un número limitado y prefijado de causas susceptibles de originar
obligaciones. (Luego el derecho canónico reconoció el efecto vinculatorio de la simple promesa).
Domat
El pensamiento de este autor fue la consecuencia del abandono de la estrecha concepción romana y de la amplitud de la
doctrina iusnaturalista, dicho autor expresa “todas las convenciones tengan o no nombre producen siempre su efecto
obligatorio”.
El autor Pothier agrega además que la causa fin es uno de los elementos esenciales del contrato.
Esta escuela, la del causalismo objetivo distingue tres tipos de causas:
La causa fuente: son todos aquellos hechos o actos jurídicos que pueden generar obligaciones. Son titulos que
llevan como consecuencia una obligación Ej: contrato o hecho ilícito
La causa fin: es un coeficiente fijo e inmutable representado por la razón por la cual la obligación se asume,
solo varía de acuerdo al tipo de contrato que sea. Constituye un elemento intrínseco y constitutivo de la
obligación, es siempre la misma en todos los contratos idénticos. Es el fin abstracto, inmediato y rigurosamente
idéntico en todos los actos jurídicos correspondientes a una misma categoría, que persiguen fatalmente el autor
de un acto jurídico determinado. Es objetiva y despersonalizada, se da en cada categoría:
- En los contratos bilaterales: la causa de la obligación de una de las partes es siempre la obligación de la
otra (en la compraventa la causa de la obligación asumida por el vendedor de entregar la cosa reside en la
obligación del comprador de pagarle).
- En los contratos reales: la causa de la obligación reside en la prestación recibida (la obligación del
mutuario de restituir la cosa, reside en que antes recibió la cosa en préstamo).
- En los contratos gratuitos: la causa consiste únicamente en el ánimo de beneficiar (la donación tiene como
causa el animus donandi).
La causa ocasional o meros motivos: son los móviles concretos, personales y variables que inducen a cada parte
a celebrar el contrato. Es relativa y personal de cada contratante, por lo tanto variable. Es el fin concreto, de
interés general o de interés privado y es susceptible de variar en actos de una misma categoría. La variabilidad
del motivo lo ubica dentro de un terreno esencialmente subjetivo, y por ello es que le niegan trascendencia
jurídica y la consideran irrelevante para el Derecho.
74
Planiol: la causa fin no es un elemento esencial del contrato, ya que se confunde con otros elementos de éste tales como
el objeto, el consentimiento y la fuente. Consideran que la causa fin es falsa e inútil, y le realizan las siguientes críticas:
- En los contratos bilaterales: una obligación no puede ser la causa de la otra debido a que ambas obligaciones
nacen simultáneamente, al no ser en diferentes momentos una no puede ser la causa de la otra.
- En los contratos reales: la entrega de la cosa no es la causa final de la obligación, si no la causa eficiente que la
genera, es decir con la causa eficiente.
- En los contratos gratuitos: la intensión liberal no puede separarse del sentimiento que anima al benefactor, es
decir la causa final se confunde con las motivaciones de la liberalidad.
Concepción neocausalista
Esta posición tiende a corregir la estrechez de la postura clásica y a justificar la incorporación de los motivos en el
recinto de la causa. La causa es un elemento esencial del contrato. Establece entonces que:
La causa fuente: es la generadora de obligaciones
La causa fin: es objetiva, es la finalidad mas próxima que persiguen las partes hay que distinguir los motivos de
la causa fin.
Motivaciones o causa ocasional: introducen los motivos a la noción de causa, en principio son irrelevantes para
el derecho; pero adquiere importancia cuando las partes la han “objetivado” trasformándola en el motivo
principal por el cual contratan. Móviles y motivos de la voluntad jurídica, siempre que se encuentren
debidamente exteriorizados en el contrato, allí adquieren trascendencia jurídica.
Criterio dominante actual: desdoblamiento de la noción de causa.
El pensamiento neocausalista, vino a desembocar en la tendencia dominante actual, según la cual el requisito de la cusa
debe desdoblarse en dos nociones distintas: la causa objetiva y a causa subjetiva.
Al prescribir la existencia de la causa como presupuesto de la obligación, se persigue un sistema de protección
fundado en la equidad, que alcanza exclusivamente a los contratos a título oneroso (la causa consiste en el
equivalente querido o la contrapartida que se tiene en mira) y que trata de evitar que una persona quede
injustamente obligada por una declaración de voluntad. Es una comprobación realizada con criterio objetivo de
la existencia o no, de contrapartida en una obligación. ( Capitana)
La causa lícita del contrato: reprobación de los móviles ilícitos e inmorales pone límite a la autonomía de la
voluntad en interés de la colectividad. Concepto con raigambre subjetiva, en el que al causa se identifica con los
motivos.
Frustración del fin del contrato.
Es cuando no están más las motivaciones o la motivación que llevó a la parte a contratar. Implica la frustración de la
causa ocasional o meros motivos.
Derecho Alemán
Negocio causales y negocios abstractos.
El concepto de causa es utilizado para distinguir los negocios causales de los abstractos, la distinción entre ellos gira en
torno al eje de los “actos de atribución patrimonial”, y además la utilizan en el tema relativo al enriquecimiento sin
causa. Se denomina atribución patrimonial al negocio por el cual una persona procura a otra un aventaja patrimonial, un
enriquecimiento.
Todas las declaraciones de voluntad se realizan con miras a un fin, el que está constituido por el consecuencia jurídica
inmediata que se produce con al declaración. La declaración entonces, es un medio para un fin
En el caso de las atribuciones patrimoniales, al fin inmediato se agrega un fin ulterior que se obtiene empleando al
primero como medio. Dicho fin ulterior consistente en la consecuencia jurídica mediata, asequible a través de la
consecuencia jurídica inmediata, es lo que constituye la causa de la atribución patrimonial ( Nadie verifica una
atribución patrimonial para quedar empobrecido, si no para a través de ese fin, obtener uno mediato).
Es este fin mediato el que constituye la causa, la cual puede ser variada, la vinculación entre la atribución y la causa
puede ser de dos clases:
Una da lugar a los negocios causados: se caracterizan porque en el contenido de la declaración de voluntad va
incluida como parte de él, la expresión de la causa, por lo tanto la atribución patrimonial y la causa quedan
unidas.
Otra está formada por los negocios abstractos: no es que éstos carezcan de causa, si no que la atribución ha sido
desconectada de ella, de manera que la atribución es válida pese a la invalidez de la causa, sin perjuicio de que
pueda operar el enriquecimiento injustificado o sin causa.
Doctrinas española e italiana
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España: Los textos de su Código tienen una fuente común con nuestros art 500, 501 y 502.
Italia: hay sido de gran influencia para el derecho argentino en la reforma de la ley 17.711
Derecho Anglosajón
El derecho ingles y el norteamericano, esta regido por el sistema del Common Law. El simple pacto no obliga, este
derecho otorga a los contratantes dos esquemas donde pueden celebrar sus contratos:
- El deed es un acto escrito, firmado, sellado y entregado al acreedor. Las forma entonces, constituye la causa del
acto.
- El by parol es un contrato oral, es todo negocio que no encuadre en el deed. Para que este tipo de contratos sea
exigible, debe tener una consideration que constituya soporte suficiente de la promesa, y que en líneas generales
puede ser definida como un sacrificio de la otra parte.
Por lo tanto el derecho anglosajón aparece exigiendo como causa de la promesa: o una forma determinada (deed) o una
contrapartida (consideration).
Derecho Argentino.
El Código Civil al legislar los diversos elementos del contrato, no menciona la causa, posiblemente porque Freitas no
hace referencia a la causa fin como elemento del contrato, asumiendo una posición anticausalista.
El Código Civil se refiere a la “causa” en cuatro artículos (art 499, 500, 501 y 502), pero no ha especificado de qué tipo
de causa está hablando, los argumentos varían de acuerdo a la posición doctrinaria que defienden. Cabe analizar en cada
artículo a que tipo de causa esta haciendo alusión:
Art 499: “No hay obligación sin causa, es decir, sin que sea derivada de uno de los hechos, o de uno de los
actos lícitos o ilícitos, de las relaciones de familia, o de las relaciones civiles”.
Hay consenso total de que se habla de causa fuente, ya que toda obligación tiene su origen.
Art 500: “Aunque la causa no esté expresada en la obligación, se presume que existe, mientras el deudor no
pruebe lo contrario”.
Presunción de causa admitiendo prueba en contrario por parte del deudor, es decir la declaración es válida
pese a que la causa no esté expresada; quien la invoca está liberado de probarla. Se refiere entonces a la
causa generadora de la obligación, a la causa fuente.
Art 501: “La obligación será válida aunque la causa expresada en ella sea falsa, si se funda en otra causa
verdadera.”.
El caso previsto es el de la simulación, si la causa es lícita no habría conflicto, pero en caso de ser ilícita
estará transgrediendo las leyes. Existe discrepancia en la doctrina, sobre que tipo de causa se está
haciendo alusión: algunos autores consideran que es la causa fuente la que se está simulando; aunque la
mayoría sostiene que refiere a que fue lo relevante o importante para los contratantes a la hora de
contratar, es decir la causa fin.
Art 502: “La obligación fundada en una causa ilícita, es de ningún efecto. La causa es ilícita, cuando es
contraria a las leyes o al orden público”.
Se relaciona con el art 953 con la licitud del objeto del contrato, estos dos art constituyen conjuntamente
un instrumento para introducir la moralidad en los negocios. Se incluyen en este art las motivaciones de
las partes (Ej: locador alquila a locatario para – es decir sabiendo- que éste colocará en el inmueble una
casa de juegos prohibidos. Existe entonces, una causa manifestada y objetivada, ya que los dos la
conocen). Por lo tanto este art podría referirse tanto a la causa fin por ser la causa mediata de las partes la
al contratar; o también a la causa ocasional o motivos siendo éstos todos los móviles subjetivos que
llevaron a contratar y que justamente tal finalidad concreta es la reprobada por la ley.
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Sentido específico: con la palabra forma se designa a algunas maneras exteriorizantes de la voluntad. Entre
todas las formas posibles de manifestación de la voluntad, se eligen algunas y se declara que es la que debe ser
utilizada. Desde este sentido puede afirmarse entonces que los contratos pueden ser:
- No Formales: tienen una forma pero no es la impuesta.
- Formales: tienen una forma establecida.
Principio: contratos no formales.
Excepción: contratos formales. No solemnes (ad probationem): es cuando la forma sirve para la prueba, cuya
ausencia, por ende no afecta a la validez del contrato. No es una forma para los
efectos, si no para que luego sea utilizado a los fines de la prueba.
77
Convenciones matrimoniales y constitución de dote
Inc 4 – “Las convenciones matrimoniales y la constitución de dote”.
Sobre las convenciones matrimoniales hay que tener en cuenta el subsistente art 1223, que solo exige la escritura
pública cuando el valor de los bienes fuera superior a 2000 pesos de la vieja moneda, o si se constituyeren derechos
sobre bienes raíces. Aunque carece de aplicación práctica, ya que son extrañas a nuestras costumbres tales convenciones
Constitución de renta vitalicia
Inc 5 – “Toda constitución de renta vitalicia”.
Es un caso de solemnidad absoluta: si el acto no se realiza por escritura pública carece de toda validez.
Negocios referidos a derechos hereditarios.
Inc 6 – “La cesión, repudiación o renuncia de derechos hereditarios”.
En la redacción anterior se establecía para este requisito un determinado valor del negocio hereditario.
Poderes
Inc 7 – “Los poderes generales o especiales que deban presentarse en juicio, y los poderes para administrar bienes, y
cualesquiera otros que tengan por objeto un acto redactado o que deba redactarse en escritura pública”.
Poder (no mandato): en el poder el representado inviste unilateralmente al representante de poder para actuar, el
mandato es un contrato es decir un acto bilateral. El poder debe ser realizado por escritura pública, no así el mandato.
Transacciones
Inc 8 – “Las transacciones sobre bienes inmuebles”.
Casos excluidos.
No se aplica este principio a los casos en donde la forma es de solemnidad absoluta, es decir que su inobservancia
provoca la invalidez del acto. Las excepciones son:
Las donaciones del art 1810 que prescribe Deben ser hechas ante escribano público, en la forma ordinaria de los
contratos, bajo pena de nulidad:
1 - Las donaciones de bienes inmuebles;
2 - Las donaciones de prestaciones periódicas o vitalicias.
Respecto de los casos previstos en este artículo no regirá el artículo 1185.
La renta vitalicia (art 1184 inc 5).
Cuando las partes declaran en el instrumento particular que le contrato no valdrá sin al escritura pública (Art
1186: “…cuando las partes hubiesen declarado en el instrumento particular que el contrato no valdría sin la
escritura pública”).
La obligación de escriturar
Art 1187: “La obligación de que habla el artículo 1185 será juzgada como una obligación de hacer, y la parte que
resistiere hacerlo, podrá ser demandada por la otra para que otorgue la escritura pública, bajo pena de resolverse la
obligación en el pago de pérdidas e intereses”.
Quien no es la parte incumplimiento de la obligación de hacer podrá:
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- Ante la negativa del deudor, hacer que escriture el mismo juez procediendo la indemnización de daños y
perjuicios
- Optar directamente por la resolución con los daños e intereses.
Boleto de compraventa
El boleto de compraventa surge debido a que las formas resultan muy costosas, además que tornan muy lento el tráfico
comercial. De todos modos las formalidades otorgan seguridad jurídica.
Con este instrumento particular, no se transmite el dominio por si, para ello se requiere necesariamente:
El título: contrato en si mismo donde consta.
El modo: la tradición de la cosa.
Y la inscripción dominial: de acuerdo al bien que sea [En el caso de los inmuebles la inscripción tiene una mera
función declarativa y no constitutiva de la propiedad, es a los fines de la publicidad; lo mismo ocurre con los
bienes muebles no registrables. Pero en los bienes muebles registrables (automotores y equinos de pura sangre)
la inscripción es constitutiva].
La reforma del ´69, permite la transmisión sin recurrir a las formas, pero ¿Cuál es su naturaleza y sus efectos?
Art 146 ley 24522: “Los boletos de compraventa de inmuebles otorgados a favor de adquirentes de buena fe, serán
oponibles al concurso o quiebra si el comprador hubiera abonado el VEINTICINCO POR CIENTO (25 %) del
precio. El juez deberá disponer en estos casos, cualquiera sea el destino del inmueble, que se otorgue al comprador
la escritura traslativa de dominio contra el cumplimiento de la prestación correspondiente al adquirente. El
comprador podrá cumplir sus obligaciones en el plazo convenido. En caso de que la prestación a cargo del
comprador fuere a plazo deberá constituirse hipoteca en primer grado sobre el bien, en garantía del saldo de
precio”.
Art 1185 bis: “Los boletos de compraventa de inmuebles otorgados a favor de adquirentes de buena fe serán
oponibles al concurso o quiebra del vendedor si se hubiere abonado el veinticinco por ciento del precio. El juez
podrá disponer en estos casos que se otorgue al comprador la escritura traslativa de dominio”.
Compraventa de lotes en cuotas : Ley 14005: Art. 7.- El comprador podrá reclamar la escrituración después de
haber satisfecho el veinticinco por ciento (25 %) del precio, y su otorgamiento deberá concretarse dentro de los 30
días posteriores a partir de la fecha de la intimación. Esta facultad es irrenunciable y nula toda cláusula en contrario,
pudiendo el vendedor exigir garantía hipotecaria por el saldo de precio.
Ley 14005: Art. 8.- El pacto comisorio por falta de pago, no podrá hacerse valer después que el adquirente haya
abonado la parte de precio que se establece en el artículo anterior (25%), o haya realizado construcciones
equivalentes al cincuenta por ciento del precio de compra: ante esta situación quien posee el boleto de compraventa
tiene el derecho a la escrituración y en caso de que el deudor no la realice, puede escriturar el mismo juez.
Antes de la ley 17.711: era la tenencia de la cosa.
Después de la ley 17.711: quien tiene un boleto de compraventa está legitimado a ejercer las acciones posesorias
para defender la cosa.
La combinación de estas normativas da lugar a una fuerte protección del adquirente por boleto de compraventa. Se
entiende que los boletos deberán ser registrados, en caso contrario se entendería echar por tierra todo el sistema de
publicidad inmobiliaria y el de publicidad concursal.
Las consecuencias del boleto son entonces:
- Que éste sea oponible en el concurso o quiebra con los requisitos establecidos.
- Se dispone que el juez otorgue la escritura traslativa.
- Se establece que por el saldo del precio que quedara adeudando el adquiriente, deberá constituirse hipoteca en
primer grado.
Naturaleza jurídica
López de Zavalia: considera que es una compraventa nula por defecto de forma. Pero de todos modos, lo
establece como un contrato preliminar válido
Doctrina mayoritaria (profe): es un contrato válido en su totalidad, no como preliminar. El tráfico jurídico hace
que se valla tomando, como un verdadero contrato.
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Probar implica demostrar aquello que se afirma. Se demuestra la existencia o no, de la relación entre las partes, es decir
es la demostración del contrato.
La prueba se relaciona con las formas:
Formales de solemnidad absoluta: el contrato solo puede ser probado con la forma prescripta. Es inútil
argumentar que no se pudo encontrar la prueba ya que esta deriva de las formalidades requeridas por la ley, y en
caso de no haberlas observado no hay necesidad de probar nada debido a que el contrato carece de toda validez
y es inexistente.
Formales de solemnidad relativa: cuando no se ha observado la forma requerida, el instrumento privado vale
como prueba de que se ha generado una obligación de hacer de cumplir con las formalidades prescriptas.
Formales no solemnes (forma solo para la prueba): son los más fáciles de probar ya que las meras formalidades
hacen a la prueba. Art 1 ley 23091: “Los contratos de locaciones urbanas, así como también sus modificaciones
y prórrogas, deberán formalizarse por escrito” la forma es prescripta a los fines de la prueba.
El Código regula la prueba desde dos aspectos Medios Probatorios.
Prueba de los contratos formales.
Medios de prueba
Los medios de prueba son las maneras o instrumentos, con los que se puede comprobar la existencia de un contrato.
El Código Civil establece que: “Los contratos se prueban por el modo que dispongan los Códigos de Procedimientos
de las Provincias Federadas “. (Ej: el Código Civil dice que el medio es la escritura pública y el de procedimientos
establece de que forma ésta se realiza).
Es decir que el Código Civil establece los medios pero para ver de la forma en que se hacen se debe remitir a los
Códigos de Procedimiento.
La enumeración de medios de prueba del art 1190 no es taxativa y además está desactualizada ya que por ejemplo en la
actualidad los peritos son un medio de prueba muy valioso.
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Los documentos públicos son capaces de proporcionar plena prueba, por la confianza que ellos otorgan la plena prueba
implica que sólo se requiere de uno de ellos para probar el acto.
¿Como se ataca un instrumento público?
Su eficacia probatoria puede ser destruida por una querella de falsedad, hasta ese momento hace plena fe de los hechos
cumplidos por el oficial. La acción de falsedad busca probar que ese instrumento no cumple con los requisitos debidos
(Ej: no está firmado por un funcionario competente, o la firma de las partes es falsa).
3) Cartas misivas
La carta misiva es donde consta la exteriorización de una manifestación confidencial. No se ha realizado para entregarla
como prueba, si no que se ha escrito por otros motivos y luego es utilizada a modo probatorio ya que de ella se infiere la
existencia del contrato.
Son enviadas por alguna de las partes a terceros, donde puede encontrarse constancia de la existencia del contrato.
Su valor probatorio es muy variable, dependerá de sus términos y de quien la haga valer que se reputen como prueba
plena, principio de prueba o desprovista de toda fuerza probatoria.
Entre las partes en juicio, entre remitente y destinatario ambos pueden ofrecerla como prueba, tiene eficacia
amplia.
Pero si una de las partes en juicio quiere hacer valer la carta escrita por un tercero, no puede agregarse al juicio
sin el consentimiento previo
Las cartas dirigidas a terceros, no pueden hacerse valer en contra del remitente art 1036: “Las cartas misivas
dirigidas a terceros, aunque en ellas se mencione alguna obligación, no serán admitidas para su reconocimiento”.
La jurisprudencia admitió utilizar como prueba aquellas cartas dirigidas a un tercero, pero que está indirectamente
destinada a la contraparte por la relación existente con el tercero ( cartas a abogado, escribano).
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5) Juramento judicial (art1190)
Es la reafirmación en forma solemne de lo antes afirmado. No es tanto un medio de prueba, ya que no demuestra que lo
afirmado sea verdad.
Depende en gran parte de un concepto subjetivo “que lo jure no implica que sea verdad”.
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Este instrumento hace verosímil el contrato, que se quiere probar, pero igual es necesario valerse también de otras
pruebas. Es solo un indicio del contrato, que surge del adversario pero por lo menos hace verosímil la existencia
del acto. Ej: ticket, o minutas de los contratos.
Firma digital
Vale como documento auténtico que admite prueba en contrato.
La firma digital es una herramienta tecnológica que permite garantizar la autoría e integridad de los documentos
digitales, posibilitando que estos gocen de una característica que únicamente era propia de los documentos de papel. La
firma digital no implica seguridad confidencial, el documento así firmado puede ser visualizado por otras personas al
igual que cuando se firma en el papel.
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Permite que terceras partes puedan reconocer la identidad del firmante y asegurarse de que los contenidos no han sido
modificados.
El firmante: genera mediante una función matemática una huella digital del mensaje, al cual se cifra con la clave
privada del firmante. El resultado (firma digital) se adjunta al documento; de esta forma el firmante adjuntará al
documento una marca que es única para dicho documento y que sólo él es capaz de producir.
El receptor generará la huella digital del mensaje recibido, descifrará la firma digital utilizando la clave pública
del firmante y obtendrá de esa forma la huella digital del mensaje original, si ambas huellas coinciden, significa que
no hubo alteración y el firmante es quien dice serlo.
Clave pública y privada: la información cifrada con una de las claves solo puede ser descifrada con la otra. Si un
usuario cifra determinada información con su clave privada, cualquier persona que conozca su clave pública podrá
descifrar la misma. Si es posible descifrar un mensaje utilizando la clave pública de una persona, entonces puede
afirmarse que el mensaje lo generó esa persona utilizando su calve privada (probando su autoría).
BOLILLA 6
López de zavalia: las partes son quienes realizan la primera interpretación del contrato.
Pero en caso de que las partes discutan sorbe el contrato, no lleguen a un acuerdo y no
“entiendan” el alcance de sus cláusulas: recurren a un juez para que éste interprete.
No es necesario que sus cláusulas sean ambiguas o incompletas, la interpretación en cuanto
es captación de un sentido, existe siempre, por transparente que sea la manifestación de
voluntad. En caso que las partes estuvieran de acuerdo en su contenido, pese a que el juez
considere que no es así, la interpretación realizada por ellas es la “auténtica”.
Interpretación e integración
Interpretación: mirada hacia atrás, analizar lo que las partes ya han acorado en el contrato.
Integración: es la operación de añadir a lo que las partes dijeron, otras reglas que no explicitaron pero que resultan
necesarias par ala dilucidación del conflicto. Son los supuestos donde en el mismo contrato se han dejado “lagunas”,
es decir aspectos no regulados por las partes, por lo tanto el juez deberá cubrirlos para resolver el conflicto. Es lo que
las partes presupoenen pero no expresan.
La integración puede ser:
- Autointegración: cuando opera dentro del contrato, cuando las cláusulas prevén determinadas situaciones y
surge una imprevista pero análoga se razona que debe tener una regulación similar.
- Heterointegración: parte fuera del contrato, se le anexa reglas derivadas de los usos, la buena fe y las leyes.
Interpretación integradora: López de Zavalia así la considera ya que, el juez al interpretar debe necesariamente incluir
o anexar lo que las partes no dijeron para cubrir las lagunas.
Calificación
Calificar un contrato implica tratar de incluir ese contrato en algún tipo legal contractual ya conocido. Esto puede ser
necesario en dos supuestos:
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- Cuando las partes no le han dado “nombre” al contrato, es decir no establecieron que tipo de contrato era.
- Cuando las partes le han dado un “nombre” diferente al que realmente tiene, o diferente al tipo que corresponde.
En estos dos casos el juez califica al contrato en caso de no tener calificación o corrige la calificación realizada por las
partes.
Ámbitos de interpretación
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2) Ley 24.240 de Defensa al Consumidor
La ley establece determinados criterios a la hora de interpretar para proteger al consumidor.
Interpretación a favor del consumidor: ante la duda de cláusulas contradictorias o no muy claras, se estará siempre a
la más favorable para el consumidor o que tiende a su liberación.
En los contratos celebrados por adhesión: existen cláusulas preformuladas y cláusulas particulares introducidas por
las partes en ese caso concreto. Ante conflicto entre ellas, siempre tendrán preferencia las cláusulas particulares por
sobre el contrato formulario, ya que se entiende que en ellas, las partes se han puesto de acuerdo en situación de
paridad.
b- Interpretación contextual
Art 218 inc 2° “Las cláusulas equívocas o ambiguas deben interpretarse por medio de los términos claros y
precisos empleados en otra parte del mismo escrito, cuidando de darles, no tanto el significado que en general les
pudiera convenir, cuanto el que corresponda por el contexto general”.
Cuando encontramos una palabra que tenga contradicción con otra: se tiene que ver el contexto de todo el contrato
para ver que sentido se le dio a la misma palabra en otra parte del contrato. Las cláusulas del contrato se interpretan
las unas por medio de las otras, atribuyendo a cada una el sentido que resultare del conjunto del acto. Esta
interpretación aprehende lo declarado como un todo integral cuyo sentido y espíritu son uno solo.
c- Interpretación subjetiva
Art 218 inc 1° “Habiendo ambigüedad en las palabras, debe buscarse más bien la intención común de las partes
que el sentido literal de los términos”.
Se le da a un término el sentido que le han querido dar las partes (de ambas partes, no individualmente de una de
ellas), es decir ante un término ambiguo se está por la intención común de ambas partes más que por el sentido
literal de los términos. Solo se recurre a la “intención común” cuando el contrato no es claro y preciso, de lo
contrario sus términos no pueden desvirtuarse en función de la “verdadera intención”.
e- Interpretación fáctica
Art 218 inc 4: “Los hechos de los contrayentes, subsiguientes al contrato, que tengan relación con lo que se
discute, serán la mejor explicación de la intención de las partes al tiempo de celebrar el contrato ”.
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En la aplicación práctica que los contratantes han realizado de las estipulaciones del contrato, se encuentra el
genuino sentido de las mismas. Es una interpretación “fáctica o auténtica” por venir de las propias partes.
No solo se tienen en cuenta los hechos posteriores (como ejecutaron el contrato) si no también los anteriores y los
coetáneos o simultáneos.
Principio
Efectos relativos del contrato:
- Directos: el contrato genera un orden normativo del que resulta que se establece una determinada relación jurídica
entre ciertas personas, o que dicha relación se extingue, se transfiere o se modifica. Efectos solo respecto de las
partes contratantes.
El contrato es oponible a todos:
- Indirectos: obtenido el efecto directo, todos están obligados a respetarlo y a obrar en consecuencia, y todos pueden
invocarlo como existente. Todo el mundo es entonces, destinatario del contrato. El contrato es invocable por todos.
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Herederos
- A título universal: transmisión de todo lo del causante. De acuerdo a como sea la
aceptación puede ser simple (renuncia o pierde el beneficio de inventario, responde con su
propio patrimonio) o con beneficio de inventario (responde con el patrimonio del causante).
- A título singular: solo se transmite un bien determinado.
Excepción: tiene efectos respecto de terceros interesados, -efectos indirectos- (a los no interesados no le afecta el
contrato).
Art 1195: “… Los contratos no pueden perjudicar a terceros”.
¿Que puede hacer el tercero que se ve afectado?
Uno de los que se puede ver afectado por el contrato es el Acreedor: mediante la acción subrogatoria el acreedor
puede directamente ejecutar los créditos de su propio deudor inactivo (deudor de su deudor). El problema reside en
que la acción tiene el efecto de que los bienes ingresen al patrimonio del deudor y el acreedor no tiene privilegio
alguno. (Deberá entonces embargar el crédito una vez que ingrese al patrimonio del deudor).
B) Cesión de créditos
Una de las partes (cedente), cede a otra (cesionario) el crédito que tiene contra otro.
Se debe notificar la cesión al deudor, para que éste sepa a quien pagarle: a
Antes de la notificación el deudor puede pagarle tanto al cedente como al cesionario y el pago será válido
porque no estaba notificado sobre la cesión.
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Antes de la notificación de la cesión al acreedor podrán embargarle el crédito.
REVISIÓN CONTRACTUAL
Durante mucho tiempo el contrato no permitía ser revisado, ya que los contratantes “actuaban dentro del ámbito de la
autonomía de la voluntad” además que “somos esclavos de nuestras palabras”.
Pero ocurría que las partes al momento de contratar no habían tenido en cuenta determinadas situaciones que se
dieron a posterior, es decir influían en la vida del negocio los cambios en los presupuestos o de las circunstancias
con lo que las partes contrataron. [Derecho Alemán]
Presuposición: las partes presuponen circunstancias trascendentes cuando se celebra un contrato. La presuposición
es toda creencia o expectativa a partir de la cual se emite una declaración de voluntad, creencia que en caso de no
haber estado no se hubiera emitido tal declaración. Además de lo que las partes ponen en el contrato, existe lo que
las partes presuponen. El ordenamiento reacciona por la inequidad del cumplimiento literal de lo pactado.
Se preserva el querer contractual, que siempre se asocia a las circunstancias bajo las cuales se contrató.
La base del negocio: las partes a la hora de contratar tenían en cuenta determinadas circunstancias diferentes a las
que luego sucedieron, circunstancias indispensables para la consecución de su finalidad pero que no llegaron a
establecerse como condición en el contrato; la supresión de las bases autoriza a la supresión de los efectos del
contrato o a su modificación. Las bases del negocio pueden ser:
- Subjetiva: es aquella representación mental común entre los contratantes por la que ambos se han
dejado guiar para fijar el contenido del contrato. Esta representación puede referirse a una circunstancia
como existente o como esperada, pero debe haber sido decisiva para ambas partes en particular, en el
sentido de que si no hubiera estado no hubieran concluido el contrato (voluntad individual).
- Objetiva: es el conjunto de circunstancias externas o del estado general de las cosas, cuya existencia es
objetivamente necesaria para que el contrato pueda subsistir. Son aquellas que las partes tuvieron en
cuenta al momento de contratar del mundo exterior, y que luego cambiaron
Es en base a la presuposición y a las bases del negocio que se comienza a pensar en la necesidad de revisión de
los contratos.
Surgen entonces:
1) La teoría de la imprevisión.
2) La lesión subjetiva y objetiva.
3) La frustración del fin del contrato.
1) La teoría de la imprevisión
Art 1198: “En los contratos bilaterales conmutativos y en los unilaterales onerosos y conmutativos de ejecución diferida
o continuada, si la prestación a cargo de una de las partes se tornara excesivamente onerosa, por acontecimientos
extraordinarios e imprevisibles, la parte perjudicada podrá demandar la resolución del contrato. El mismo principio se
aplicará a los contratos aleatorios cuando la excesiva onerosidad se produzca por causas extrañas al riesgo propio del
contrato.
En los contratos de ejecución continuada la resolución no alcanzará a los efectos ya cumplidos.
No procederá la resolución, si el perjudicado hubiese obrado con culpa o estuviese en mora.
La otra parte podrá impedir la resolución ofreciendo mejorar equitativamente los efectos del contrato”.
Concepto
En los contratos que proyectan sus efectos en el tiempo, puede suceder que al momento del cumplimiento cambien
radicalmente las circunstancias tenidas en cuenta, expresa o implícitamente, por las partes al momento de contratar.
Ocurre que a veces, por circunstancias sobrevivientes, imprevisibles y extraordinarias la ecuación negocial resulta
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gravemente desequilibrada, ya que la prestación de uno de los contratantes deviene excesivamente onerosa respecto de
la otra, lo cual provoca una peligrosa ruptura del equilibrio real del contrato.
La teoría de la imprevisión viene a dar solución a este problema, protegiendo al perjudicado sin desentenderse de
la situación del beneficiado.
La teoría de la imprevisión se identifica con el caso fortuito en cuanto a que se trata de un hecho sobreviviente,
imprevisible y extraordinario, pero su efecto es distinto: no impide el cumplimiento de la obligación (la prestación
es material y jurídicamente posible) si no que degrada la ecuación económica, tornando excesivamente onerosa
una de las prestaciones.
Aplicación de la teoría de la imprevisión en Argentina
Desde fines de los ´40, Argentina convivió con una inflación estructural, creciente y razonablemente previsible hasta
1991.
*Entre mayo de 1975 y 1976, una serie de medidas económicas provocaron la primera hiperinflación (“rodrigazo”). La
inflación degradó toda idea de valores estables y a la propia moneda en ese momento vigente. Hizo eclosión negativa en
muchos contratos de ejecución diferida y continuada, en donde las cuotas fijas se pactaban sobre una base de inflación
previsible. Esa fue la primera aplicación masiva de la teoría de la imprevisión.
* La segunda aplicación masiva fue en 1981, luego de establecerse la paridad cambiaria entre el dólar y el peso, resultó
entonces una sobre valuación del peso, un fuerte endeudamiento externo, una depreciación de nuestro signo monetario y
un elevado pico en los niveles de inflación. El sistema económico alentaba al endeudamiento en dólares.
* En 1989 una nueva hiperinflación constituyó un hecho apto para dar lugar nuevamente, a la teoría de la imprevisión.
Efectos de la teoría
La parte perjudicada puede solicitar la resolución del contrato (doctrina: no es resolución si no rescisión).
Critica: la parte perjudicada no solo debería poder pedir la rescisión si no también la revisión.
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La parte beneficiada puede oponer la revisión del contrato para lograr el equilibrio.
Cuando sean obligaciones periódicas: “En los contratos de ejecución continuada la resolución no alcanzará a
los efectos ya cumplidos”. Las prestaciones ya cumplidas hasta el hecho que causa la excesiva onerosidad
quedan fijas, luego de éste se juzgan resueltas.
Produce la rescisión (tiene efectos retroactivos hasta el momento en que ambas partes han cumplido con las
prestaciones)
Argentina 2002
Ley 2561 y decreto 214: dejan de lado la convertibilidad, deja del lado el 1 a 1. Se pesificaron las obligaciones.
El problema surgía en los contratos perfeccionados antes de estas leyes y aún no concluidos, entonces:
Se le otorga a ambas partes la posibilidad de revisión de sus cláusulas a los 180 días (no solo a la parte
beneficiada como establece el código).
Este es un supuesto en el que alegó mucho la teoría de la imprevisión.
Se baso en el “esfuerzo compartido”: esto fue solo un deseo, no ocurría en la realidad. Se basaba en que ambas
partes debían sobrellevar la carga de todos los problemas por esta situación, repartir ente ambas. El problema
surgió de que los tribunales no fueron unánimes a la hora de aceptar lo del “esfuerzo compartido” en cada, caso
daban diferentes soluciones.
Hay que tener en cuenta: al inflación puede ser un motivo para alegar la teoría de la imprevisión, pero hay que ver las
situación en al que se esta. Ya que en caso de haber una inflación permanente, las partes al momento de contratar si
tenían en cuenta esa situación porque era actual.
2) La Lesión
Art 954: “También podrá demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una de las partes
explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial
evidentemente desproporcionada y sin justificación.
Se presume, salvo prueba en contrario, que existe tal explotación en caso de notable desproporción de las prestaciones.
Los cálculos deberán hacerse según valores al tiempo del acto y la desproporción deberá subsistir en el momento de la
demanda. Sólo el lesionado o sus herederos podrán ejercer la acción cuya prescripción se operará a los cinco años de
otorgado el acto.
El accionante tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio, pero la primera de estas
acciones se transformará en acción de reajuste si éste fuere ofrecido por el demandado al contestar la demanda”.
Ámbito de aplicación
Se aplica a los contratos onerosos, quedan excluidos los a titulo gratuito debido a que la ley exige una “ventaja
patrimonial evidentemente desproporcionada”.
Requisitos.
Objetivo
El requisito objetivo es la desproporción: debe haber “una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin
justificación que deberá subsistir en el momento de la demanda”.
La desproporción se determina calculando los valores al tiempo del acto, es decir comparando las ventajas respectivas,
las atribuciones patrimoniales. Desde que las relaciones ente los valores se apartan del equilibrio ideal, cabe hablar de
desproporción, pero para la lesión la desproporción deberá ser:
Evidente: la ley no establece pautas rígidas y deja el tema librado a la apreciación judicial. Pero la
desproporción necesariamente deberá ser “evidente” es decir, indiscutible, manifiesta, inmediatamente
apreciables, sin margen de duda.
Sin justificación: esto se introduce ya que lo que parece evidentemente desproporcionado en algunos casos,
puede no serlo en circunstancias especiales y después de un análisis profundo del caso. Hay álea hasta cierto
límite, justificante de las desproporciones, mas allá no hay álea sino certidumbre, y una desproporción sin
justificación.
La desproporción deberá subsistir al tiempo de la demanda: ya que si desapareció la desproporción la nulidad
del acto sería irrazonable.
La desproporción debe ser congénita, es decir debe estar desde le nacimiento del contrato
Subjetivos
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Explotación de una de las partes + explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de la otra
Aprovechamiento de una de las partes
Para que haya explotación es preciso que exista conocimiento de los estados de inferioridad de la otra parte, es decir que
éstos se revelen al exterior. El que explota, instrumenta y utiliza para sus fines, la necesidad, la inexperiencia de la otra
parte, obrando de un modo distinto al que hubiera seguido de no existir esos extremos. La configuración de una
conducta como explotación, lleva insita una dura nota de reprobación moral.
Efectos
La lesión causa la nulidad: tiene efectos retroactivos.
El perjudicado puede pedir la nulidad o la revisión (diferente con la teoría de la imprevisión).
Si el perjudicado pide la nulidad: el beneficiado puede pedir la revisión
Si el perjudicado puede pedir la revisión: el beneficiado no puede pedir la nulidad.
Origenn del instituto: coronación de la reina, se alquilan los balcones en Inglaterra. Se enferma el rey no se realiza la
coronación y se debe devolver la plata por esos contrato. Se ha frustrado la causa fin de ellos.
La causal de la frustración
Debe ser sobrevenida, extraordinaria e imprevisible para las partes.
Efectos.
Ante al frustración del fin del contrato al parte perjudicada podrá pedir la resolución del contrato.
Contratos a los que se aplica
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Bilaterales onerosos
Deben ser de ejecución diferida o continuada.
Ej: se da mucho en los contratos de locación de obra o servicio.
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