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¿Listos para medir por IMPACTO?

Algunos resultados de una encuesta sobre el tema Impacto de la Ciencia y la


Innovación Tecnológica realizada a directivos y especialistas dentro del
Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica cubano.

Lic. Armando Rodríguez Batista1


Dirección de Tecnología e Innovación, CITMA

“El pensamiento se ha de ver en las cosas.


El hombre ha de escribir con las obras.”
José Martí

El Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica cubano y la medición por impacto


El Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica cubano, creado en el año 1995, es la forma
organizativa que permite la implantación participativa de la política científica y tecnológica
que el estado cubano y su sistema de instituciones establecen para un período determinado,
de conformidad con la estrategia de desarrollo económico y social del país y de la estrategia
de ciencia y tecnología que es parte consustancial de la anterior.
El mismo cubre un espacio muy amplio que va desde la asimilación, generación y
acumulación de conocimientos hasta la producción de bienes y servicios y su
comercialización, pasando, entre otras, por actividades tales como: las investigaciones
básicas, investigaciones aplicadas, los trabajos de desarrollo tecnológico, desarrollo social y
de gestión, además de las actividades de interfase, los servicios científico-técnicos conexos,
la transferencia vertical u horizontal de tecnologías, la actividad de mercadotecnia y el
empleo de modernas técnicas gerencialesi.
Por tanto este Sistema comprende prácticamente a todos los actores sociales de la nación,
en aquellos aspectos de su accionar vinculados a los distintos momentos de la obtención y
aplicación de conocimientos científicos y tecnológicos.
Parte imprescindible del Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica es el Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, como organismo rector metodológico del mismo,
sin obviar el rol que desempeña como actor social que coadyuva a la integración de los
diferentes elementos del Sistema y participa de manera directa, a través de sus Unidades de
Ciencia y Tecnología, empresas, etc, en las actividades de I+D, así como en el resto de las
etapas del proceso innovativo.
Para los intereses de este trabajo, el enfoque esencial con que se aborde el papel del
CITMA dentro del SCIT, será básicamente el de participar en la dirección, planificación y
organización del mismo, además de su componente integradora.
Los resultados de la actividad científica y tecnológica en Cuba, han sido medidos,
tradicionalmente, a partir de diferentes tipos de indicadores en correspondencia con la
práctica internacional, teniendo como base el Manual de Frascati ii. En general, estos son:
Indicadores de Población y Recursos Humanos, Recursos Financieros, Actividades y
Resultados y Propiedad Industrialiii.
Sin embargo, desde los años finales del siglo pasado, comenzó a cobrar fuerza a nivel
mundial la búsqueda de una nueva generación de indicadores de impacto de los resultados
1
El autor agradece sugerencias o comentarios al correo armando@citma.cu
de ciencia y tecnología, unido a un “redescubrimiento” de la dimensión social, en lo que
constituye la etapa más reciente en el desarrollo histórico de los indicadores de ciencia y
tecnología.iv
Los indicadores de impacto, en cualquiera de sus dimensiones, resultan altamente
complejos, y en consecuencia, ninguna organización regional o internacional ha avanzado
lo suficiente en este campo, aunque algunos resultados importantes se han obtenido, sobre
todo en la esfera de la sociedad. Un ejemplo de ello es el interesante y controvertido Indice
de Desarrollo Humano, indicador complejo que correlaciona indicadores de salud,
educación, alimentación, medio ambiente y nivel de vidav.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, para el trienio 2001-2003, ha
incluido entre sus objetivos el de alcanzar niveles superiores de impacto de la ciencia y la
innovación tecnológica en la economía, la sociedad y el medio ambiente cubanosvi. El
esfuerzo que se realiza en este empeño, debe estar necesariamente sustentado en una
comprensión del mismo en cuanto a validez y necesidad para el país, por parte de todos los
elementos que conforman el Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica y en particular,
por aquellos encargados de cumplimentar su dirección, planificación y organización.
Entre estos últimos, un papel primordial lo desempeñan las Delegaciones Provinciales del
CITMA y su prolongación orgánica en los municipios: los Especialistas Integrales de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. De su gestión depende, en gran medida, que se
alcance el propósito de colocar, a través de la medición por impacto, a la ciencia y la
innovación tecnológica cubanas en un estadio superior de organización y control, que
garantice un aporte sostenido de productos de valor agregado con impacto en la economía y
la sociedad.

¿Una Encuesta para medir impacto?


El impacto de un proyecto de innovación tecnológica puede ser la obtención de un producto
de alto valor agregado comercializable en el exterior y que por tanto propicia un aumento
del monto en las exportaciones, con su correspondiente efecto positivo en la Balanza de
Pagos del país.
Cabría preguntarse: ¿cuál sería el impacto de nuestros especialistas provinciales y
municipales?: ¿fomentar una cultura en torno al tema, sus principios conceptuales,
planificación, etc, entre empresarios, directivos, científicos, tecnólogos y personal asociado
a la actividad en general?; ¿enriquecer con estudios de caso los acercamientos y propuestas
realizados por el nivel superior?
Sin embargo, el verdadero impacto no está en los esfuerzos, ni en los proyectos, ni en los
resultados, sino en el beneficio tangible a la sociedadError: Reference source not found. Si
bien, el impacto de la investigación es el cambio efectuado sobre la sociedad debido al
producto de la investigación2vii; el auténtico impacto de la gestión de nuestros especialistas
vendría dado por una correcta identificación, planificación y medición del impacto de los
productos en cuya obtención participan instituciones de su territorio y en última instancia,
por el mejoramiento de los indicadores asociados a estos impactos, desde el aumento de la
disponibilidad alimentaria hasta la disminución de la contaminación ambiental; desde la
sustitución de importaciones reales por productos autóctonos competitivos, hasta la
presencia sostenida de temas de actualidad científica y tecnológica en nuestros medios de
comunicación.

2
Aunque en esta definición se obvia el modo por el cual se produce este cambio. (Nota del autor)
Tal objetivo transita por la asimilación de los conocimientos mínimos indispensables para
asumir tal tarea. De ahí, la importancia de la realización de una encuesta entre Especialistas
pertenecientes a los distintos niveles del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente y a directivos de instituciones dentro del Sistema de Ciencia e innovación
Tecnológica, en lo que constituye un acercamiento al estado del proceso de implementación
paulatino de la medición de la actividad científica y tecnológica en el país a partir del
impacto de sus resultados.
El presente trabajo pretende reflexionar en torno a algunos de los resultados generales de
una encuesta sobre el tema, realizada a especialistas de diferentes niveles así como a
directivos dentro del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Este esfuerzo
inicial, enmarcado únicamente a las provincias habaneras y a la oriental Santiago de Cuba,
podría extenderse posteriormente al resto del país para obtener una aproximación más
abarcadora del proceso evaluado; sin embargo, de acuerdo al estado de desarrollo del tema
en las provincias escogidas, el balance a realizar sobre estas bien puede representar un
adecuado acercamiento al estado general del paísviii.

Composición de la muestra:
El gráfico 1 representa la conformación de la muestra, de acuerdo a su distribución por
provincias para cada una de las categorías analizadas. La categoría “Especialistas
Municipales” corresponde a la denominada por el CITMA como Especialista Integral de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. En el caso del “Especialistas Provinciales”, nos
referimos a Especialistas de Gestión y Especialistas para el Control pertenecientes a las
Delegaciones del CITMA en las provincias seleccionadas para este estudio. Por su parte,
los reconocidos en la categoría “Directivos”, corresponden a Directores de Unidades de
Ciencia y Tecnología de los territorios mencionados, así como a Especialistas
pertenecientes a la Sede Central del propio Ministerio, los que no fueron agrupados para el
trabajo en ninguna de las provincias escogidas.
La composición relativa de la muestra puede observarse en el gráfico 2. En el caso de la
categoría “Especialistas Provinciales”, la muestra seleccionada representa cerca del 95% de
los especialistas actualmente en funciones. Tal cifra es superior al 75% para la categoría
“Especialistas Municipales”.

100%
80%
60%
Ciudad Habana
40% Habana
20% Santiago de Cuba
0%
Especialistas Especialistas Directivos
Municipales Provinciales

Gráfico 1. Distribución territorial de la muestra (%) para cada una de las categorías
analizadas.
Especialistas
Provinciales
40%
Directivos
50%

Especialistas
Municipales
10%

Gráfico 2. Composición relativa de la muestra (%).


Las provincias seleccionadas para la realización de este trabajo concentran parte importante
de la actividad de ciencia e innovación tecnológica en el país, al contar con más del 80%
del total de unidades de ciencia y tecnología existentes ix. Poseen, además, alrededor del
47% de las empresas que a nivel de país se encuentran en alguno de los pasos del proceso
de perfeccionamiento empresarialx.
Otro criterio a nuestro juicio medular, es el hecho de que estas provincias representan
diferentes estadios en la conceptualización e implementación del impacto, en
correspondencia con las características particulares de cada territorio.

Valoración de los resultados. Aspectos más relevantes:


El 85% de los encuestados diferencia los conceptos impacto y resultado de un proyecto
Alrededor del 80% de los especialistas coincide en que los indicadores de impacto aportan
una visión integral de la actividad de ciencia e innovación tecnológica y que son, por su
propia naturaleza, indicadores complejos, que incluyen a su vez otros tipos de indicadores.
Por otra parte, el 70% de los encuestados opina que la medición por impacto demanda un
cambio de mentalidad en la concepción de los proyectos y que estos respondan a
prioridades del Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica. Un 80% afirma que este
cambio de mentalidad constituye el elemento esencial. El gráfico 3 muestra la composición
por categorías de estas respuestas.

Distribución muestra original 0.5 0.4 0.1

Cambio de mentalidad 0.59 0.33 0.08

Proyectos que respondan a

necesidades del SCIT 0.53 0.42 0.05


0% 20% 40% 60% 80% 100%

Esp. Municipales Esp. Provinciales Directivos

Gráfico 3. Distribuciones por categorías de los encuestados que coinciden en la


necesidad de un cambio de mentalidad y de que los proyectos respondan a demandas del
Sistema de Ciencia e innovación Tecnológica.
Como puede observarse, la distribución por categorías de los que coinciden en la necesidad
de un cambio de mentalidad y de que los proyectos respondan a demandas del Sistema de
Ciencia e Innovación Tecnológica, no es significativamente diferente de la distribución de
la muestra original; no obstante, no nos parece congruente la relativamente escasa
representación de la categoría Directivos entre los que identifican un cambio en los
proyectos, lo que podría evidenciar cierta inercia en este medular sector. Semejante
interpretación podría dársele al porciento de Especialistas provinciales que plantean la
necesidad de un cambio de mentalidad en la concepción de los proyectos. De cualquier
modo, lo que no debe obviarse, en lo que constituye una estimulante señal para el Sistema
de Ciencia e Innovación Tecnológica, es la clara identificación con estas dos ideas de la
categoría que agrupa a los Especialistas Integrales de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente (Especialistas Municipales). Téngase en cuenta que en esta categoría, de más
reciente creación y consolidación, la inercia mencionada anteriormente no se manifiesta.
Resulta reconfortante apreciar que prácticamente la totalidad de los especialistas identifican
a la medición por impacto como una vía para garantizar una respuesta adecuada de la
actividad científica-tecnológica a las necesidades y prioridades del país. Tal tendencia es
congruente con el enfoque en que se ha proyectado sobre el tema el Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente, toda vez que la medición por impactos no sustituye los
indicadores usualmente empleados para la medición de la actividad científico y
tecnológicaxi,xii, sino que los complementa y enriquece con el fin de proporcionar una visión
integral de la actividad en cuestión, con énfasis en su repercusión en la sociedad.xiii
El Gráfico 4 permite apreciar el grado de asimilación por parte de los encuestados,
agrupados por categorías, de los principios conceptuales que les permitan afrontar el trabajo
en función de la planificación del impacto. Es destacable el hecho de que, en general, el
85% de los compañeros evidencia su comprensión en torno a las definiciones esenciales
alrededor del término impacto, identificándolo como un cambio duradero producido por
acciones de I+D+I y diferenciándolo del concepto de "resultado", a partir de la afirmación
de que un impacto es la aplicación práctica, tangible, de un resultado.

El 90% de los encuestados demuestra poseer los elementos primarios para acometer la
planificación del impacto
El 90% de los encuestados demuestra poseer los elementos primarios para acometer la
planificación del impacto, en dependencia del estado de ejecución de sus proyectos y de los
resultados obtenidos. En este sentido, la planificación se ha interpretado como "la
proyección y ejecución de acciones que cubran el espacio entre el resultado y el impacto".

Impacto de la Ciencia y la Innovación Tecnológica: cambio o conjunto de


cambios duraderos que se producen en la sociedad, la economía, la ciencia, la
tecnología y el medio ambiente, mejorando sus indicadores, como resultado de
la ejecución de acciones de I+D+I que introducen valor agregado a los
productos, servicios, procesos y tecnologías.
En tanto, la confección de la Nomenclatura de productos y servicios de impacto constituye
un instrumento de trabajo en la mayoría de los casos. Sin embargo, únicamente el 60% de
los especialistas considera que estas representan un elemento orientador para la toma de
decisiones, elemento a nuestro juicio imprescindible.
Ningún encuestado relacionó las nomenclaturas a los diferentes niveles como “la relación
única de productos de interés para el nivel dado”, evidenciándose la adopción de esta
herramienta no como un formalismo estático, sino como un proceso dinámico que debe ser
reflejo continuo de los cambios que se producen en el entorno organizacional.
100%

80%

60% Esp. Municipales

40% Esp. Provinciales


Directivos
20%

0%
Im pacto Planificación Nom enclatura

Gráfico 4. Distribuciones por categorías de los encuestados que reflejan conocimiento


acerca de los elementos básicos en torno a los conceptos de impacto, nomenclatura y
planificación.
Como puede apreciarse en el gráfico 4, con independencia del tema específico analizado,
se evidencia un mejor conocimiento y una mayor preparación en torno a los
principales elementos conceptuales por parte de los Directivos y los Especialistas
Provinciales, en tanto que los Especialistas Municipales presentan los porcientos
más bajos de respuestas positivas. Tal tendencia puede ser consecuencia de las
dificultades inherentes al flujo vertical de la información y el conocimiento, y es
síntoma de la necesidad de continuar perfeccionando los sistemas y métodos de
transmisión de estos dentro del propio Sistema de Ciencia e innovación
Tecnológica, con un espacio y esfuerzo particular enfocado al tratamiento de los
Especialistas Integrales de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Cerca del 60% de los encuestados considera una necesidad la participación de todos los
elementos del Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica en la implementación de la
medición por impacto. (Gráfico 5) Un 30%, en tanto, se identifica con que esta tarea sea
responsabilidad exclusiva de las Delegaciones territoriales del CITMA y de los Organismos
de la Administración Central del Estado, tendencia que puede responder a la procedencia de
los encuestados, pues todos pertenecen a estructuras del Ministerio de Ciencia, Tecnología
y Medio Ambiente.
El restante 10% se inclina por una responsabilidad compartida entre los científicos y los
empresarios, prescindiendo de los niveles superiores de dirección, lo que a nuestro juicio
responde, más que a un desconocimiento de estos niveles, a la visión de que una vía
fundamental para la obtención de productos de impacto es la comunicación directa entre los
grupos de investigación y los empresarios, con vistas a que las investigaciones estén
orientadas a las necesidades de los productores (base del Sistema de Ciencia e Innovación
Tecnológica cubanoError: Reference source not found).
80%
70%
60%
50%
40% Todo los elementos del SCIT
30% Delegaciones CITMA y OACEs
20%
Investigadores y Em presarios
10%
0%
Especialistas Especialistas Directivos
Municipales Provinciales

Gráfico5. Distribuciones por categorías de las respuestas en torno a cuáles son los
actores del Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica encargados de la
implementación de la medición por impacto.
Puede apreciarse además (gráfico 5) que la mayor incidencia en este porciento proviene
precisamente de los Especialistas municipales, que si bien es cierto que se encuentran
menos identificados con los elementos conceptuales en torno al tema, tampoco deja de ser
válido que su contacto cotidiano con el quehacer de investigadores y empresarios, añade
una variable interesante a sus reflexiones.

Un 80% de los encuestados coincide en la importancia de la comercialización en la


obtención de impacto.
Un 80% de los encuestados coincide en la importancia de la comercialización en la
obtención de impacto, al responder afirmativamente a la pregunta de si puede o no decidir
en la consecución de este. Lo anterior permite reforzar la idea de que, con independencia
del destino de impacto que se trateError: Reference source not found, elementos tales como
la selección del cliente, el marketing, la propiedad industrial y la adopción de normas que
permitan aumentar la competitividad de nuestros productos, adquieren un papel clave a la
hora de alcanzar el impacto. En el caso de destinos más complejos, como es el caso del
Medio Ambiente, sería oportuno recordar que los avances en su protección y conservación
son en numerosas ocasiones consecuencia de la transferencia de tecnologías que propicien
un desarrollo sostenible, proceso en que el análisis en torno a los elementos anteriormente
mencionados es igualmente válido.

100%
80%
Aumento de proyectos que
60% conducen a productos y
40% tecnologías
Mayor núm ero de proyectos de
20%
innovación
0%
Especialistas Especialistas Directivos
Municipales Provinciales

Gráfico 6. Porciento de encuestados, agrupados por categoría, que identificaron al


incremento en el número de los proyectos de innovación y en el de proyectos que
conducen a productos y tecnologías, como exigencias esenciales para la obtención de
impactos.
El Gráfico 6 muestra el porciento de encuestados, agrupados por categoría, que
identificaron al incremento en el número de los proyectos de innovación y en el de
proyectos que conducen a productos y tecnologías, como exigencias esenciales para la
obtención de impactos.
En términos generales, únicamente el 40% de los especialistas, porciento a nuestro juicio
bajo dada la importancia de este punto, concuerda en que el trabajo en función de la
obtención de impacto exige ante todo una mayor presencia de proyectos de innovación
tecnológica y un aumento en la relación de proyectos que conducen a nuevos productos y
tecnologías.

Un ejemplo para reflexionar:


Un mapa de riesgo sísmico tiene impacto cuando:
___ Se concluye su confección y publica el mismo
___ Se convierte en un instrumento para la prevención
___ Después de ocurrido un desastre, se constata su validez al valorar los lugares
afectados
La respuesta acertada es la segunda, escogida por prácticamente el 100% de los
encuestados. Esta tendencia evidencia la comprensión en torno a la idea de que si bien
un nuevo documento o metodología pueden propiciar la obtención de nuevo
conocimiento en una rama del saber determinada, el verdadero impacto de ese resultado
se obtiene cuando es capaz de propiciar y sostener un beneficio tangible a la sociedad,
en este caso, a los pobladores de una zona con riesgo de ocurrencia de terremotos. Por
otra parte, también puede apreciarse en este ejemplo, la existencia de redes de
intermediación entre la producción del conocimiento científico (el mapa en sí) y su
aplicación en beneficio social (toma de decisiones por parte del Gobierno al nivel
Un 80% estima como relevante la segunda opción, desconociendo la importancia de los
proyectos de innovación tecnológica para la propia obtención de estos productos y
tecnologías. En el centro de esta tendencia se encuentran tanto los especialistas municipales
como los provinciales, mientras que los Directivos exponen la relación más coherente entre
ambas exigencias (gráfico 6), conceptualmente indisolubles. Solo la mitad de los
encuestados coincide en que se hace medular para la obtención de impactos un
reforzamiento en la cantidad de proyectos de innovación tecnológica.
A ello se hace importante añadir el hecho de que no bastaría con un aumento en el número
de estos proyectos, sino también en calidad y objetividad a la hora de su preparación y
aprobaciónxiv, pues no resulta poco usual encontrar, tras el calificativo de proyecto de
innovación tecnológica, proyectos cuyas salidas son metodologías, artículos científicos,
libros, conferencias, etc; que si bien no son desdeñables, no constituyen la prioridad a la
que deben dirigirse nuestros esfuerzos y el escaso financiamiento existente en la actualidad.

El 70% de los especialistas considera que la medición del valor agregado por activos
“intangibles” se hace particularmente importante cuando el valor agregado por
acciones de Investigación, Desarrollo e Innovación es alto.
El 70% de los especialistas consideró que la medición del valor agregado por activos
“intangibles” se hace particularmente importante cuando “el valor agregado por acciones de
Investigación, Desarrollo e Innovación es alto”, en tanto que un 10% valoró que esta
importancia debe dársele a los productos no tradicionales, con independencia de su valor
agregado.
En este sentido, resulta necesario aclarar que si bien existe cierta correspondencia entre
estas dos categorías, no excluyentes entre sí, toda vez que la generalidad de los productos
de “alto valor agregado”3xv son a su vez no tradicionales, no ocurre así a la inversa; por
tanto, podemos encontrar productos no tradicionales cuya concepción, elaboración o
producción no descanse en proyectos de I+D+I, por lo que la medición del valor añadido
por estas acciones es despreciable y por ende también lo es el impacto de la actividad
científica y de innovación tecnológica. Lo que no significa, la existencia de productos a los
que no proceda la aplicación de la actividad innovativa para la obtención de mejoras
tecnológicas, pues no sería coherente con el criterio todavía insuficientemente comprendido
por nuestros empresarios, de qué la única estrategia competitiva de éxito real es la de
innovaciónxvi.
Prácticamente ningún especialista consideró esencial la medición del valor agregado por
activos “intangibles a los productos tradicionales. Si bien esto evidencia comprensión en
torno a que estos no presentan alto valor agregado por acciones de I+D+I, en comparación
con productos no tradicionales como vacunas humanas, software, y equipos médicos, no
debe desconocerse ni descuidarse la labor científica e innovativa en estos sectores, que es
además oportuno incrementar en las actuales condiciones por las que atraviesa el país.
Una interpretación excluyente de la frase de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro “El
país podrá vivir de sus producciones intelectuales” xvii, entendiendo por estas únicamente los
productos de alto valor agregado, no nos parece oportuna. La ciencia y la innovación
tecnológica están llamadas a continuar añadiendo valor a los productos, cualquiera sea su
clasificación técnica, como estrategia imprescindible para garantizar su competitividad.

80%
70%
60% Propiedad Industrial y
50% Norm alización
40%
30% Integración de entidades
20%
10% Visualización de los resultados
0% de C e IT
Esp. Esp. Directivos
Municipales provinciales

Gráfico 7. Porciento de encuestados, agrupados por categoría, que identificaron las


posibles caminos a los que nos conduce la implementación de la medición de la actividad
científica y de innovación tecnológica a través del impacto de sus resultados.
Encuestados acerca de los procesos a los que nos lleva la medición por impacto en el país,
el 70% de los especialistas seleccionó, de manera no excluyente, “la utilización de la
propiedad industrial y la normalización para obtener productos más competitivos con
capacidad de impacto”, en tanto, un 45% escogió “la integración de entidades para lograr el
impacto de un producto de interés común”, de manera que si agrupamos ambos criterios en
correspondencia con el fomento de la integración que propician, podemos concluir que
prácticamente todos los encuestados –el 100% de los especialistas municipales- están en
concordancia con lo que desde el punto de vista conceptual se ha dado en llamar “el efecto

3
Entendidos en la literatura especializada como “bienes de alta tecnología”. (Nota del autor)
integrador”Error: Reference source not found de la medición por impacto. La distribución
de estas respuestas por categorías, puede apreciarse en el Gráfico 7.
Por otro lado, el hecho de que solo un 25% de los encuestados haya seleccionado como
válida la idea de que la medición por impacto propiciaría “aumentar el conocimiento
popular sobre el papel de la ciencia y la innovación tecnológica cubanas en los diferentes
sectores” –su visualización-, puede explicarse en función del origen de la muestra
procesada, puesto que la misma está compuesta en su totalidad por directivos y
especialistas cuya labor se desempeña dentro del Sistema de Ciencia e Innovación
Tecnológica, y se encuentran de una u otra forma vinculados a las tareas de implementación
de la medición por impacto desde el punto de vista técnico, por lo que es comprensible una
parcialización de sus respuestas en este sentido. Otra aproximación al tema nos ofrecerían,
sin lugar a dudas, amas de casa, estudiantes u obreros vinculados a otra actividad laboral,
que aprecian “desde afuera” la actividad científica y tecnológica.

¿Innovar, cómo?
Prácticamente el 70% de los encuestados coincidieron en apreciar a la innovación
organizacional como de extrema importancia para propiciar la obtención de impactos en las
condiciones actuales que vive el país; en tanto la innovaciones de producto y de proceso
eran seleccionadas en el 50% y el 45% de los casos, respectivamente.

80%
70%
60%
50%
40% Innovación Organizacional
30% Innovación de producto
20%
Innovación de proceso
10%
0%
Especialistas Especialistas Directivos
Municipales Provinciales

Gráfico 8. Porciento de encuestados, agrupados por categoría, que identificaron los tipos
de innovación a los que debe responder directamente el trabajo en función de la
obtención de impacto.
Esta relativa prioridad que se le atribuye a la innovación organizacional entre personal
directamente vinculado con actividades de gestión y dirección de la actividad de ciencia e
innovación tecnológica, puede ser consecuencia, en primer lugar, de lo que ha significado
para muchas empresas en el país la aplicación de una innovación organizacional por
excelencia como lo es el perfeccionamiento empresarial, con resultados alentadores en el
aumento de la competitividad de sus productos y servicios, básicamente a través de un
redimensionamiento interno que ha propiciado, a su vez, innovaciones de producto y
proceso. Otro elemento a destacar, es la significativa infraestructura que en materia de
capital humano y de centros de investigación han sido creados en el país, y que proporciona
la materia prima fundamental para emprender acciones de tipo organizacional.
Darle al impacto la dimensión espacial que le corresponde:
Encuestados sobre la posible contribución a la obtención de impacto por parte de los
diferentes tipos de proyectos organizados a los distintos niveles, el 80% de los
especialistas identificó a “cualquier proyecto de I+D+I”, como posible fuente para la
obtención de un impacto. Otro 15% seleccionó exclusivamente “los proyectos
nacionales, ramales y territoriales”, obviando la importante capacidad que tienen los
proyectos institucionales para dar lugar a resultados de impacto para la propia entidad, la
comunidad en la que esta se ubica y en ocasiones a mayores niveles.
Téngase en cuenta, a manera de ejemplo, que muchos de los problemas
medioambientales existentes en áreas aledañas a empresas y que son resultado del
En relación a la interrogante de cuándo puede considerarse que tiene impacto un rubro
exportable, el 70% de los especialistas seleccionó como respuesta “cuando los
ingresos al país en MLC aumentan respecto al año precedente”, en detrimento de la
opción “cuando se alcanza una mayor producción respecto al año anterior”, escogida
en solo el 5% de los casos, lo que confirma el reconocimiento por parte de la muestra
seleccionada de que un rubro con valor agregado con capacidad para incluirse en la
Nomenclatura de Impacto en el destino “Exportaciones”, lo será solo cuando su venta
en el exterior aporte moneda líquida a las arcas del país, favoreciendo la balanza
comercial y contribuyendo a disminuir la diferencia entre lo que ingresa el país por
este concepto y lo que eroga en la importación de productos básicos y en la
transferencia de tecnología desde el exterior. Un 25% de los especialistas consideró
como impacto en este destino “cuando se construye un nuevo prototipo con mejoras
importantes”, criterio no acorde con lo antes comentado en torno a la necesidad de la
exportación, incluso sostenida, del producto obtenido. La obtención de un nuevo
prototipo, generalmente, requiere de otras muchas acciones antes de poner el
producto en el mercado.
Finalmente, los especialistas identificaron los que a su juicio constituyen los principales
obstáculos para la implementación de la medición por impacto en el Sistema de Ciencia e
Innovación Tecnológica cubano. El 75% escogió como fundamental, “la poca comprensión
de los empresarios acerca del papel de la ciencia y la innovación tecnológica para alcanzar
la competitividad”, en tanto que un 30% seleccionaba los temas relacionados con “la
dificultad para obtener indicadores generales para la medición” y “la insuficiente
preparación económica de investigadores y tecnólogos”. Otros criterios, considerados solo
por el 15% de los indagados como de importancia, fueron “la deficiente licitación de
proyectos de I+D+I” y “que el proceso concluye en el cliente y no en el grupo de
investigadores o innovadores”.

Pasos sostenidos
La comunidad científica y el empresariado cubano avanza en el empeño de concentrar sus
esfuerzos cada vez más en las verdaderas demandas y necesidades del pueblo del que es
fruto y simiente. Los resultados anteriormente comentados, a la escala y en el contexto
analizado, nos permiten corroborar esta sentencia.
La medición de la actividad científica y de innovación tecnológica a través del impacto de
sus resultados, constituye, en sí misma, un enfoque orientado hacia el trabajo en dirección a
la obtención de beneficios y aportes tangibles en los sectores de la economía y la sociedad
priorizados por el país.
Sin embargo, el ritmo y la versatilidad con que sean aplicados estos conceptos en el sector
productivo, pasa necesariamente por la capacidad de nuestros directivos y especialistas
dentro del Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica, en especial, los Especialistas
Integrales de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Estos últimos constituyen un punto neurálgico en el trabajo, puesto que la obtención de
indicadores de impacto específicos para cada producto o tecnología, pasa obligatoriamente
por una labor de asesoramiento metodológico a directivos, científicos y empresarios,
quienes aportan en su conjunto el perfil técnico de estos.
De acuerdo a los resultados de esta encuesta, el desarrollo y consolidación de este proceso
de medición en el presente, debe estar profundamente relacionado, de conjunto con la
obtención de indicadores, con el trabajo en función de lograr una cultura en torno al tema,
no en el marco de una concepción aislada o monotemática, sino integradora y sistémica, a
partir del concepto de que en la obtención de impacto convergen tanto los diferentes actores
sociales del Sistema de Ciencia e Innovación Tecnológica cubano, como las numerosas
herramientas o dimensiones (gestión de la calidad, propiedad industrial, inteligencia
empresarial, entre otras) de la actividad científica e innovativa.
La experiencia cubana, aunque incipiente, puede además constituir una modesta
contribución a los intentos latinoamericanos por hacer de la Ciencia y la Tecnología en
nuestro continente, un arma estratégica para el desarrollo de nuestros pueblos.
i
Bibliografía utilizada:
CITMA, Dirección de Política Científica y Tecnológica. “Ciencia e Innovación Tecnológica. Documentos Rectores”.
Editorial Academia, 2001.
ii
OECD, “Manual de Frascati”, 1993.
iii
CITMA, Division of Scientific and Technological Policy. “Science and Technology Indicators, Cuba 1995-2000”.
Editorial academia, 2001.
iv
Quevedo Rodríguez, Vito; Chia Garzón, Jesús; y Rodríguez Batista, Armando. “Midiendo el impacto”. Ciencia,
Innovación y Desarrollo. Vol. 7, No 1, 2002.
v
PNUD, “Informe sobre Desarrollo Humano 2001”. Ediciones Mundi-Prensa, 2001.
vi
CITMA, Documento: “Objetivos de Trabajo 2001-2003”.
vii
Kostoff, Ronald. The handbook of research impact assessment, citado en: “La medición del impacto social de la ciencia y
la tecnología”, Fernández Polcuch, E., en Temas actuales de indicadores de ciencia y tecnología en América Latina y el
Caribe, compilado por Mario Albornoz, RICYT.
viii
CITMA, Principales Impactos de la Ciencia y la Innovación Tecnológica, 2002. En proceso de edición.
ix
CITMA. Documento: “Registro actualizado de Unidades de Ciencia y Tecnología”, 2003.
x
GEPE, Documento: “Estado del proceso (de perfeccionamiento empresarial) por provincias”. 2003
xi
OECD, “Oslo Manual”, 1996.
xii
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xiii
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