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La corrosión en la industria petrolera

Durante mucho tiempo la corrosión ha sido la pesadilla de la industria


petrolera siendo un desafío enorme que afecta y causa más del 25% de las fallas.
Reparar o sustituir tuberías corroídas le cuesta a la industria más de US$7.000
millones al año, según datos aportados por NACE INTERNATIONAL (autoridad de
la corrosión a nivel mundial). Por tal motivo es importante profundizar acerca de
las características tipos y efectos de la corrosión para garantizar un rendimiento
óptimo de los materiales usados en esta industria y ahorrar costos en
mantenimiento, así como evitar consecuencias negativas de las fallas generadas
por este fenómeno.
La corrosión normalmente suele confundirse con un simple proceso de
oxidación, cuando en realidad es un proceso más complejo, este puede
puntualizarse como la gradual destrucción y desintegración de los materiales
debido a un proceso electro - químico, químico o de erosión debido a la
interacción del material con el medio que lo rodea.
En el caso de los materiales metálicos, el proceso de corrosión es
normalmente electroquímico; es decir, una reacción química en la cual hay una
transferencia de electrones de una especie a otra. Una característica de los
átomos la pérdida o ganancia de electrones en una reacción denominada
oxidación. NACE INTERNATIONAL define la corrosión como “deterioro de un
material, por lo general un metal, debido a la reacción con su ambiente.” Casi
todos los materiales metálicos sufren corrosión.
Otra definición de este fenómeno se refiere a la fuerza que hace que los
metales se corroan como consecuencia natural de su permanencia “temporal” en
forma metálica, un proceso natural que puede atacar cualquier metal o aleación
bajo ciertas condiciones.
Los metales son susceptibles a sufrir el fenómeno de corrosión, el oro es
resistente a la atmósfera, pero se corroe si se pone en contacto con mercurio a
temperatura ambiente; el acero no se corroe en contacto con el mercurio, pero se
oxida expuesto a la atmósfera. En términos técnicos y simplificado, la corrosión ha
sido definida como la destrucción de un metal por reacción química o
electroquímica por el medio ambiente y representa la diferencia entre una
operación libre.
Para las empresas, la salida de servicio de un tanque acarrea pérdidas
económicas al disminuir la capacidad de almacenamiento y evita que se realice la
producción a su máxima capacidad. Además, la corrosión genera la posibilidad de
accidentes de operación como derrames por filtraciones, escapes e incendios, son
algunas de las razones por las que se debe mantener un sistema íntegro en
materia de recubrimientos.
En la industria petrolera durante los procesos de perforación, terminación y
durante la vida productiva del pozo, el flujo de los hidrocarburos en la mayoría de
los casos viene acompañados de ácido sulfhídrico y/o bióxido de carbono, los
cuales pueden estar presentes en pequeñas o altas concentraciones. De tal
manera que la Ingeniería del pozo respecto al diseño de las tuberías de
revestimiento, producción y conducción deben de ser capaces de resistir estas
condiciones severas de operación.
Existen diferentes tipos de corrosión, comúnmente observadas en tuberías
usadas en las operaciones de perforación y terminación de pozos; así como en las
tuberías de conducción (línea). Al respecto se tiene: Corrosión por ácido
sulfhídrico, también conocida como corrosión amarga; corrosión por bióxido de
carbono (corrosión dulce); corrosión por H2S.
El ataque a la tubería por la presencia del ácido sulfhídrico disuelto, es
conocido como corrosión amarga. La reacción química es la siguiente: Fe + H2S
FeS + 2H+. El sulfuro de fierro que se produce de la reacción química, es el que
se adhiere a la superficie del acero en forma de polvo negro o escama.
En el caso de la corrosión por CO2 el ataque a la tubería por la presencia del
bióxido de carbono es conocido como corrosión dulce. El primer caso histórico a
nivel mundial de este problema fue ubicado un pozo de gas en Texas, EUA, en el
año de 1947; desde entonces se tiene un registro estadístico de que un pozo de
cada cinco, tiene problemas con este tipo de corrosión. Esta corrosión se presenta
tanto en pozos de aceite como en los de gas, y gas y condensado.
El bióxido de carbono está en una solubilidad equilibrada con el agua y los
hidrocarburos. La concentración del CO2 en el agua está determinada por la
presión parcial del gas en contacto con el agua de formación. La reacción química
por presencia del CO2 es: CO2 + H2O H2CO3 (ácido carbónico), H2CO3 + Fe
FeCO3 (carbonato de hierro) + H2.
Por otra parte, es importante hacer referencia a los factores que influyen en
la corrosión. Entre ellos se encuentran: esfuerzo de cedencia o dureza de la
tubería; limpieza del acero (inclusiones y segregación central); intensidad de
esfuerzos aplicados (Tensión); concentración del ácido sulfhídrico y del bióxido de
carbono, pH de la solución, (fluidos utilizados o agua de la formación),
temperatura, presiones parciales del H2S y CO2.
Un elemento importante en el análisis de la corrosión es el referido a la
identificación de las principales causas de corrosión en el sector petrolero. En este
sentido es necesario destacar la falta de conceptualización del proyecto, en cuanto
a uso; localización geográfica, vida útil, costo y retorno de la inversión. Otras
causas pueden ser las falencias en el desarrollo integral de un proyecto nuevo
durante su fase de construcción, así como la ausencia de expertos en la materia
que puedan ser parte del equipo de diseño y construcción.
Asimismo, la falencia en cuanto a la disponibilidad en la región de nuevas
tecnologías que revolucionarían el control y prevención de este tipo de problemas,
los presupuestos bajos que limitan la implementación de sistemas en prevención y
la falta de programas de mantenimiento preventivo, pueden también ser causantes
de errores.
De igual forma, es necesario importar o desarrollar nuevas tecnologías para
que el sector petrolero tenga alternativas más eficientes, así como crear entre los
propietarios la conciencia de que al invertir en estas soluciones percibirán grandes
beneficios, ya que conservan la integridad de las instalaciones, reducen los costos
por mantenimientos y minimizan el cese de operaciones de la infraestructura
construida.
Igualmente, es importante analizar el impacto financiero de los daños
causados por corrosión y las acciones que las compañías están desarrollando
para minimizar el daño ecológico, así como las pérdidas monetarias cuando se
afecta la infraestructura petrolera en las zonas de almacenamiento y transporte.
En este sector como en cualquier otra actividad industrial, la corrosión tiene un
gran impacto, al ser un problema que afecta el normal funcionamiento de un
proceso determinado, por lo cual es importante identificarlo, diagnosticarlo con
métodos de investigación y generar alternativas de solución que sean viables tanto
a nivel técnico como financiero. Además, la formación de profesionales que se
conviertan en piezas claves para el desarrollo de proyecto y la importancia de
promover que los expertos en corrosión sean indispensables para integrar un
equipo de trabajo en fases de diseño, construcción y mantenimiento de
infraestructura en el sector petrolero.

Bibliografía

http://www.inpralatina.com/201202282323/articulos/proteccion-de-superficies-
y-control-de-corrosion/petroleo-corrosion-y-proteccion.html
https://es.scribd.com/doc/212741097/LA-CORROSION-EN-LA-INDUSTRIA-
PETROLERA-pdf
http://www.inpralatina.com/201312052937/articulos/proteccion-de-superficies-
y-control-de-corrosion/corrosion-el-mal-de-la-industria-petrolera.html

https://www.revistavirtualpro.com/noticias/estiman-niveles-de-corrosion-en-
tuberias-usadas-en-la-industria-petrolera

http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0254-
07702008000400011

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