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De la “Re-creación” 1 Musical a la Composición:

*Un Camino hacia la Individualidad de los “Chicos de la Calle” 2 *


Lia Rejane Mendes Barcellos 3
9th World Congress of Music Therapy - Washington, November, 1999.
Introducción

Muchos estudios resaltaron el retroceso económico y social experimentado por la gran mayoría de los
países de América Latina en la década pasada. Más allá del retroceso, los documentos de organismos oficiales
apuntan para importantes insuficiencias en esas dos áreas, aunque han habido progresos parciales en el campo
económico y un progreso político significante (Brignol-Mendes, 1995). Los efectos sociales de esa recesión y las
consecuentes políticas de ajuste se mostraron, entre otras cosas, en el incremento de los índices de la pobreza y
en una, cada vez más grande, desigualdad social. Por esa razón, algunos autores apuntam ese periodo como “la
década perdida” aunque esto sea discutido y discutible, del punto de vista político.
Una característica de las modernas sociedades urbanas, sobretodo aquellas cuyo crecimiento se hace de
forma macrocefálica con respecto al resto del país, es el incremento de las distintas formas de violencia,
suicidios, robos, homicidios y niños y adolescentes que deambulam. Éstos, cuando consiguen sobrevivir a las
enfermedades y a la violencia, se encuentran con las barreras socio-económicas intransponíbles, lo que los lleva
a desarrollar estrategias para afrontar la adversidad cotidiana, en la búsqueda de actividades que puedan generar
recursos para contribuir en el sustento familiar o para la propia subsistência/supervivência.
Aunque el problema con respecto a los niños de la calle sea de ambito mundial, este es un tema más
preocupante en los paises subdesarrollados y, en especial, en aquellos de América Latina. Como los documentos
oficiales apuntan Brasil como el país que tiene la mitad de los niños de calle de America Latina, ese asunto
asume, en esse país, una proporción más grande. Esa proporción se debe, probablemente, al hecho de definirse
como niños de la calle aquellos que deambulan en la calle sin la vigilancia de un adulto, diferente de los otros
países donde la denominación de estos niños es reservada aquellos que, efectivamente, no tienen casa. Los niños
que venden alguna cosa tanto como aquellos que prestan pequeños servicios están, muchas veces, trabajando
para contribuir para el mantenimiento de la familia. La variedad de actividades que ellos realizan para sobrevivir
está sólo limitada por la imaginación.
En su deambulación es inevitable la exposición a los peligros de “la sociedad de la calle” (Lusk y Mason,
1993, p.161), que es constituida por personas en tránsito, por las mafias delictivas, por traficantes, por la policía,
los mendigos, delincuentes y adultos listos para explorarlos. En un contexto así constituido, los niños de la calle
se exponen a la droga, a la exploración y a la violencia en todos los niveles, incluyendo una de sus
manifestaciones más inquietantes: los crímenes que envolven las muertes de niños y adolescentes.
En 1993, once niños de la calle fuéron asesinados delante de “la Iglesia de la Candelária” en el centro de
Rio de Janeiro. Ese hecho me llevó a reflexionar sobre como yo podría participar y ayudar los niños de la calle.
La decisión no era difícil. El único camino seria trabajando en musicoterapia. Sin embargo, por paradoxal que
pueda parecer, no es fácil para uno inscribirse en un proyecto existente, aun cuando uno se proponga a un trabajo
voluntario. Por otro lado, se presentaban como desafios tanto el inexistencia de trabajos de musicoterapia con
chicos de la calle en una ciudad como Río de Janeiro, por paradoxal que pueda parecer, como la falta de
registros de trabajos que eventualmente fueran hechos en otros estados de Brasil.
Para desarrollar el trabajo de forma conjunta, decidí invitar la musicoterapeuta Lenita Vieira Moraes,
cuya participación en el “Proyecto Solidaridad” facilitó nuestra inserción como voluntarias, en el Proyecto “los
Niños de Río, el Futuro es Hoy".
El Proyecto "Niños de Río el Futuro es Hoy"
El proyecto “Niños de Río” fué creado en 1990 cuando un grupo inició el Departamento Social de la
Asociación de Hoteles de Turismo - AHT que se asoció a la Cruzada del Menor, una organización privada que

1
La “Re-creación” musical es una de las técnicas de musicoterapia descritas por Bruscia y consiste en se “cantar o tocar músicas
ya compuestas anteriormente” (1991, p. 7).
2
Trabajo publicado con el título “A Pilot Experience Using Music Therapy with Homeless Children” en el periódico “Music
Therapy International Report”, una publicación de la American Association for Music Therapy. Vol. 10. New York. USA. 1996.
Hablase aqui de chicos de la calle pero se trataba también de adolescentes.
3
Musicoterapeuta clínica, profesora de musicoterapia en los cursos de Grado y Pos-grado del “Conservatório Brasileiro de
Música de Rio de Janeiro”; en el curso de Grado de la “Universidade Católica del Salvador” – Bahia -, y en el curso de Pós-grado
de la “Universidade Federal de Goiás” (en los dos últimos como profesora convidada). Mestre en Musicologia.

1
presta servicios sociales desde 1920, cuando asistia a los carentes tuberculosos. Ese, como tantos otros proyectos
existentes en Río de Janeiro, fué desarrollado por las llamadas “Organizaciones no Gobernamentales - ONGs, y
tiene por objetivo ofrecer a los niños y niñas de la calle “el derecho de construir su condición de ciudadanos
libres, creciendo como individuos capaces de integrar una colectividad estructurada” (Proyecto AHT, sin fecha).
Cinco eran las fases de desarrollo de ese proyecto: “Abordaje”, Casa-día, Casa-hogar, Talleres-escuela y
Repúblicas.
Primera fase - Abordaje 4 - en esta los educadores salian a la calle “para intentar una comunicación” con
los menores entregando alimentos, dandoles asistencia médica y legal, realizando actividades sócio-educativas
que proporcionaban esparcimiento e intentando la reintegración de ellos con las familias.
Segunda fase - Casa-día – esta proporcionaba una primera referencia de estructura organizada. Los
chicos podían frecuentar la casa donde se permitia se bañar, lavar las ropas y alimentarse, además de participar
en las actividades que la casa podria ofrecer. Sin embargo, ellos continuaban viviendo en la calle. Era una fase
de adaptación entre la libertad de la calle y, poco a poco, la libertad asistida que tenia horarios y reglas, aspectos
exigidos por la propia convivencia en grupo. Al final de la tarde la comida era llevada para las calles como una
forma de presión para hacerlos salir de la casa porque ellos todavía no eran considerados aptos para quedarse. En
realidad, los aspectos que emergieron como limitaciones para su permanencia inicial en la casa eran el uso de
drogas y el porte de armas.
Tercera Fase - Casa-hogar - esta permitia la permanencia de los menores en la casa. Inicialmente el
equipo de coordinación se encargó de hacer los trámites para obtener documentos, porque la mayoría de los
niños no tenia ni registro de nacimiento, y también de conseguir encaminarlos a la escuela porque estudiar era
uno de los compromisos que tenian que asumir. Aquí ellos se encargaban de la limpieza, de algunas tareas de
cocina y de otras actividades, siempre con supervisión.
Cuarta Fase – Talleres-escuela – esta fase marcó el principio de las actividades profesionalizantes, es
decir, se hizo un estudio en el sentido de saber cuales eran las preferencias de los menores en términos de
profesiones y ellos eran preparados y encaminados para trabajar. La propia coordinación de la casa se encargó de
conseguir empleos compatibles.
Quinta Fase - las Repúblicas 5 – este era el momento en que los menores, ya profesionalizados, aunque
asistidos por el Proyeto, empezaban a vivir en una otra casa, donde residian en grupos y se mantenian con sus
propios sueldos.
La Musicoterapia
Para iniciar el trabajo nosotras hicimos un contacto con los organizadores del proyecto para que fuera
posible decidir en que fase sería viable y adecuado un trabajo de musicoterapia. Despues de ese contacto
decidimos trabajar inicialmente en la tercera fase - Casa-hogar, que se caracterizaba como siendo la primera casa
que albergaba los niños cuando dejaban las calles, para despues, extender el trabajo a otras fases.
Se trazó inicialmente un perfil de los once niños que vivian en la casa en ese momento. De éstos, tres
realizaban otras actividades en el horario que nosotras teníamos disponible para trabajar. Así, el criterio para
elegir y formar el grupo fué la compatibilidad de horário de los niños con nuestra disponibilidad.
El grupo formado originalmente fué constituido por siete adolescentes, con edades entre once y
diecinueve años, siendo seis del sexo masculino y uno del sexo femenino. También estaba siempre presente en
los encuentros una niña de un año que nació en la casa, hija de una pareja que integraba el grupo. La constitución
de ese grupo se alteró en el momento en que la casa recibió otros menores para ocupar el número de vacantes
que esta ofrecia.
Algunos datos que fueron tomados en cuenta por nosotras sobre esos menores eran sorprendentes. Dentre
éstos señalamos que:
 la mayoria de ellos era del sexo masculino;
 100% eran usuários de todo tipo de droga;
 la mayoria habia sido sometida a la violencia por parte de la familia o de la policía;
 100% era de la raza negra.
Además, muchos de ellos habian sido sometidos a abuso sexual por la policía y, vivieron en la calle de
uno a siete años, siendo que la mayoría perdió el contacto
Nombre Edad Procedencia Tiempo en la Drogas Violencia Por parte de

4
La palabra “abordaje” fué mantenida por ser el nombre de la fase inicial del proyecto y en portugués quiere decir
“acercarse”, “aproximarse”.
5
La palabra “República” también significa, en Brasil, cuando muchos estudiantes, por ejemplo, viven en una misma
casa y la mantienen.

2
Sexo calle quien?
WDL 19 RN 1 año marijuana - -
M
FSC 15 RJ 2 años marijuana padre
M cocaína + policía
“goma” 6
ECA 16 SP 7 años marijuana
F Thiner 7 + familia
“goma”
D 1 nacida en la
F casa
FLMS 16 ? 2 años marijuana + padre
M
JCSN 17 RJ 5 años marijuana + padrastro
M cocaína
PCS 18 ? ? marijuana + policía
M
FOS 17 ? 6 años marijuana + policía
M cocaína
+ = Sí
- = No
En el primer encuentro nosotras intentamos oír, en entrevista colectiva, todo el grupo para sentir cada
uno de los miembros, percibir la capacidad de establecer relación y conocer sus preferencias musicales. Dentre
estas aparecían: el “RAP” (“Rhythm and Poetry” - Ritmo Y Poesía), “pagode” 8 , “funk”, “charme” y “música
lenta”. Ellos explicaron cada uno de esos ritmos y dijeron que la casa tenia algunos instrumentos de percusión
que se trajeron inmediatamente y fueron usados por ellos con agilidad y mucha habilidad. Ellos empezaron a
cantar y bailar y nosotras los acompañamos con el objetivo de desarrollar el trabajo a partir de sus intereses. Un
aspecto importante a ser destacado es que aunque ellos no han puesto la samba entre sus preferencias, fue este
ritmo, característico de Río de Janeiro, el primero en aparecer.
En esse primer contacto pudimos percibir el desafío que era trabajar con niños de la calle que manejaban
y tocaban los instrumentos de percusión mejor que nosotras; que cantaban RAPs y “funks” mejor que nosotras; y
que bailaban esos mismos ritmos mucho mejor que nosotras, desde que ellos tenían una agilidad corporal muy
grande, probablemente adquirida por la necesidad de que sean rápidos y ágiles para escapar de peatones durante
los asaltos, de otras mafias - una vez que cada una tiene territorios bien demarcados -, de la policía y,
principalmente, porque ellos tienen “el ritmo en la sangre” como se dice. En ese momento nosotras percibimos
que estábamos enfrente a una otra realidad y que nosotras necessitariamos de mucha creatividad para desarrollar
el trabajo. Así, después de una reflexión y discusión sobre algunas cuestiones, nosotras optamos por aceptar el
desafío y empezar a trabajar sin tener ideas pré-establecidas y sin objetivos claros desde que no teníamos
experiencia en el área, no conociamos esa realidad y, tampoco, ningún trabajo de musicoterapia en el área para
que pudiéramos nortear nuestra práctica.
Creyendo en las potencialidades y posibilidades de esos chicos, a pesar de todos los puntos adversos,
nosotras optamos por nortear nuestra práctica en un enfoque teórico Humanista-Existencial y decidimos centrar
el trabajo, inicialmente, empezando por lo que ellos hacian para que fuera después posible hacerse las
intervenciones necesarias.
En los encuentros posteriores ellos nos informaran que los propios chicos que vivian en la casa crearon
reglas y que el no seguimiento de las mismas implicaría en una suspensión y hasta la imposibilidad de
permanecer en la casa. Dentre esas reglas, escritas en gran carteles fijados en la pared de la sala, resaltamos: los
menores tienen que frecuentar escuela o curso; limpiar la casa y conservarla; cuidar de lo mobiliario y televisión;
obedecer los horarios; informar cuando van a salir y, la última, pero no menos importante - no usar drogas, no
6
“Goma” es una sustancia, utilizada por los zapateros, que se inhala por la boca y por la nariz de dentro de una bolsa
plástica y que causa los mismos efectos de una droga.
7
Thiner es un solvente organico que se inhala y que también causa los mismos efectos de una droga.
8
“Pagode” es una reunión donde se tocaba samba con instrumentos de percusión. Con el tiempo la música tocada en
estas reuniones ha evoluido se trasformando en un nuevo estilo llamado “pagode” donde se introducieron otros
instrumentos. Las letras de estas músicas tratan, principalmente, de amor.

3
portar armas y objetos robados. En ese momento nosotras percibimos que ellos no sólo aceptaban límites como
establecian reglas que, en nuestra concepción, algunas, eran bastante rigurosas. Reflexionando sobre lo que los
impulsaba al establecimiento de reglas tan severas, nosotras concluimos que su aparente libertad, cuando aún en
las calles, tenia muchos límites, porque ellos tenían sus movimientos reducidos por otras mafias y por la policía.
A partir de entonces nosotras empezamos a establecer límites que ciertamente serían necesarios para una
adaptación para convivir en sociedad.
En uno de nuestros encuentros ellos decidieron escoger un nombre para el grupo: “Sonho/Esperança”
(Sueño/Esperanza) y de nuevo ellos crearon reglas, ahora para aquellos que iban frecuentar la musicoterapia,:
 quién no llegar a la hora no puede participar;
 quién salir en el medio de la sesión no puede volver;
 el grupo establecerá las personas responsables por el material a ser utilizado en la musicoterapia,
como, grabador de cinta y instrumentos, materiales que solo se puede tener en el momento de las
sesiones.
Además de eso, ellos pidieron para firmar un “término de compromiso”, aunque muchos todavía no eran
ni alfabetizados lo que los llevó a imitar firmas.
En el início del proceso nosotras teníamos la impresión que teníamos asumido un papel de “alumnas”.
Así, durante algún tiempo, en un esfuerzo para que ellos nos aceptaron, nosotras nos sometimos “a las clases” y
nos divertiamos con ellos que nos enseñaban a bailar el “funk”, de una forma mui agradable para nosotras, pero,
ciertamente, muy torpe en la concepción de ellos. Las coreografías rigidamente marcadas, contrastando con la
aparente soltura de ellos, eran “desmontadas” o “desarmadas” por nuestra incapacidad de acompañarlos. Por
paradoxal que pueda parecer eramos nosotras a romper com la rigidez, y nuestros errores se volvieron en lo que
yo denominé “intervenciones terapéuticas involuntarias”.
Las extensas letras de los RAPs eran cantadas por ellos del principio al fin y los ritmos marcados con
precisión. Nosotras acompañabamos los ritmos pero era casi imposible memorizar las letras. Mientras esto pasó,
nosotras discutiamos sobre como se podria llevarlos a se expresar, sin las marcadas coreografías; sin las letras
listas; pero, sí, de una manera que ellos pudieran tener la posibilidad de expresar sus problemas, sus ideas, sus
sentimientos, y los contenidos que necesitaban ser exteriorizados, porque nosotras estariamos como continentes
de esa expresión y disponibles para compartir esos momentos. En realidad, nosotras sentíamos que ellos
expresaban sus contenidos pero a través de la música compuesta por otros, “creándolas de nuevo” o “re-
creándolas”, utilizandose de las palabras de otros - los compositores - para decir de sus sentimientos, de eso que
los afligia y los preocupaba. Nosotras percibimos que a pesar de ellos teneren vez y voz lo hacian de “fuera para
adentro”, de una manera que a nosotras parecia “mecánica”, como ya fué dicho previamente. Así, parecía a
nosotras fundamental llevarlos para que se expresaran de “dentro a fuera” a partir y a través de sus propias
voces. ¿Pero, sería esto posible para alguien que no sabia ni la fecha ni el lugar de su nacimiento? ¿Para alguien
que, muchas veces no conocia ni su padre ni su madre y que tenia que escoger y adoptar un nombre porque no
sabia incluso él que uno le asignara cuando habia nacido? ¿Sería posible, con esta realidad, expresarse de una
manera individual? ¿Con su propia voz, sin por lo menos tener un nombre para le conferir una identidad?
¡Ciertamente no!
Millecco debate, en su trabajo sobre los “Ruidos de la Masificación en la Construcción de la Identidad
Sonoro-cultural” (1997), el asunto de la Identidad Sonora Cultural. Aunque Millecco no se refiera a los chicos de
la calle, nosotros podríamos usar y adaptar el asunto a este tipo de individuos, mismo que la cuestion se
configure aquí de otra manera. Así, yo intento adaptar el concepto de “Territorios Marginales” formulado por
Millecco, a partir del concepto de Territorios Existenciales de Guattari, a la realidad de los niños de la calle. Dice
Millecco:
“los territorios marginales favorecen la construcción de pseudo-identidades sonoras culturales, con formas de
producción pautadas por la irreverencia con estilo propio y por la música generalmente ruidosa. Esos cuentan
con grupos que generalmente abrazan de cuerpo y alma el estilo de su territorio (por ejemplo: metaleros,
funkeiros y punks). (idem., p.12).
En el caso de los chicos de la calle yo pienso que ésa no es solamente una construcción de pseudo-
identidades sonoro-culturales síno, de la construcción de sus propias identidades sonoro-culturales y, quizás, la
parte más importante de la identidad individual, ya que esta puede presentarse mui frágil, para decir de alguna
forma. Esta identidad sonoro-cultural se empezaría a construir a partir de la identificación con los grupos que
cuentan y cantan la realidad existente y que hacen su protesta a traves de la música.
El concepto de Guattari sobre los “Territorios Existenciales” se define como sendo “la encarnación de
valores que confieren su sello de autopoiese (autocreación), de singularización, a los focos de subjetivación”
(apud Millecco, p.11). Para Guattari, aún mencionado por Millecco, “la subjetividad es el conjunto de las

4
condiciones que vuelven posibles que instancias individuales y/o colectivas estén en posición de emerger como
territorio existencial auto referencial”.
Aquí nosotros reconocemos, sin duda, el objetivo central del trabajo de Musicoterapia con estos menores:
facilitarles, a través de la música, la expresión individual o, usando el concepto de Guattari, promover el
surgimiento de Territorios Existenciales que empiezan de la posibilidad de encarnación de valores que
confieren singularidad y su sello de autopoiese, a los focos de subjetividad.
Hasta entonces nosotros tocamos, bailamos y cantamos con las músicas que eran oídas por nosotros, de
la radio que ellos traeran y que ellos sintonizaban en una estación que sólo transmitia “funk” y “RAP”.
Atentas para poder trasformar, sin imposiciones, estas actividades que ellos realizaban y controlaban con
tanta habilidad, nosotras nos deparamos, en uno de los encuentros, con una situación que parecía a nosotras
importante para ser el punto de partida para los cambios deseados. Uno de los chicos dijo una frase, refierendose
al grupo, frase esta que fué inmediatamente señalada por nosotras como sendo posible de ser trasformada por
ellos en música. Las reacciones fueron inmediatas: “nosotros no sabemos hacer eso”! Nosotras empezamos,
entonces, a estimular la creación de una frase musical que fuera adecuada a lo que ellos habian dicho .
Percibimos, en ese momento, que la “composición” sería, quizás, la técnica más adecuada para llevarlos a
expresarse y a demarcar sus Territorios Existenciales. Es evidente que nosotras no podríamos pretender que eso
hubiera acontecido al principio del trabajo desde que nosotras éramos, para ellos, personas desconocidas que,
principalmente, no eran parte de su realidad y que, probablemente, se presentaban como amenazadoras. Sin
embargo, con el establecimiento de la relación terapéutica, el camino estaba abierto.
Bruscia nos habla sobre la “composición” como “una técnica musicoterápica a ser usada con pacientes
que necesitan organizar su poder de decisión, aprender a tener compromisos, identificar y desarrollar temas,
documentar pensamientos y los sentimientos internos o tener evidencias tangibles de realizaciones” (Op. Cit.,
pág. 8).
La frase dicha, fue sendo poco a poco musicada por ellos, escrita y grafada musicalmente por nosotras y
dio lugar al desarrollo de un proceso de composición que, sin duda, facilitó a ellos la expresión de conflictos,
deseos, pensamientos e incluso la opinión sobre el momento actual brasileño, así como, sobre la forma como el
país trata las cuestiones sociales, como se puede ver en una de las composiciones hechas, cuyas palabras vienen
transcritas a seguir:
Sueño 1 (Paulo Cesar) Sonho 1 (Paulo Cesar)
Hoy yo tuve un sueño Hoje eu tive um sonho
Un sueño diferente RAP Um sonho diferente RAP
Yo soñé, Sonhei,
Que todos éran “gente” 9 Que todo mundo era “gente”

Nosotros somos el sueño Nos somos o sonho


Yo soñé Sonhei
que la violencia iba acabar SAMBA Que a violência ia acabar SAMBA
Chicos de la calle Meninos de rua
Tirados al suelo, al suelo, Jogados pelo chão, pelo chão

Como es que ese país va enfrente Como é que este país vai pra frente
entonces então
Alegria vivir RAP Alegria viver RAP
Vivir la alegria Viver a alegria
¡Brasil no puede vivir sin ti! O Brasil não pode viver sem você

Es interesante observar la mezcla de RAP y de la samba, apareciendo las raices una vez más, a pesar de
que el RAP y el “funk” son muy cantados y difundidos en los medios de comunicación, principalmente en la
radio, además de ser la forma de expresión más utilizada, por las mafias organizadas, para retratar y protestar
contra la situación social. También es importante señalarse que la música está en tono Mayor, con un ritmo mui
marcado, en un compás 2/4, con intervalos de 6as. ascendientes cuando la letra dice “nosotros somos el sueño” y
de 7a. y 5a. ascendiendo, como para marcar la tensión cuando ellos se refieren a ellos mismos como “tirados al
suelo”. Aún en esa parte, a pesar de la trágica letra, el ritmo de la samba confiere a la musica una alegria que
viene a ratificar lo que Lusk y Mason dicen mencionando Felsman: " de hecho, lo que es digno de nota, a pesar

9
“Gente” aqui tiene el sentido de “buenos”.

5
de todo el ambiente sombrío y implacable contenido en la literatura sobre niños de la calle, es que, frente a la
pobreza absoluta y a la violencia urbana, ellos son sorprendentemente alegres" (1993, p. 161).
Esa y todas las pocas composiciones que fueran hechas por ellos, fueran escritas y grafadas musicalmente
por nosotras. Ellas también fueran grabadas por todos nosotros y ellos empezaron a oírlas, tocar y cantar con la
grabación.
Aunque cargada de la contradictoria alegria que hablé anteriormente, la expresión de esos contenidos dió
voz a la protesta de esos niños por la forma como son tratados, por la manera como el tema se maneja en el país,
así como indica la preocupación de ellos con relación al futuro del país.
El trabajo de musicoterapia permitió que la expresión inicial de los chicos, que se hacia - casi que
exclusivamente - a través de los elementos de la cultura, por la re-creación musical, hiciera emergir la expresión
individual – por medio de la composición.
Ese trabajo fué entendido por nosotras como una experiencia original y restringida por el tiempo limitado
llevado a cabo - solo tres meses -, y por el número pequeño de chicos con quienes estuvimos. Su interrupción se
debió a dos razones que contienen la misma contradicción aparente de la alegria de los chicos de la calle: la
primera – que nos trajo mucha satisfacción – es que la mayoría de los chicos fué admitida para trabajar en una
compañía brasileña, en carácter experimental; y la segunda – que es la expresión de la realidad social del país –
es que la casa que albergó los menores fué invadida por traficantes armados que obligaran los niños a bajar la
pendiente “por medio de empujones” (Mendes, 1994).
Este hecho no interfiere en la fe que nosotras tenemos en la posibilidad del desarrollo de un trabajo con
estos niños, que son el resultado de una realidad social, con el objetivo de contribuir para intentar revertir la
situación vigente.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BRIGNOL-MENDES, Raul. El Marco Externo y el Desarrollo de la Agricultura en América Latina y el Caribe. Santiago.
Chile. Publicación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. 1995.
BRUSCIA, Kenneth. Case Studies in Music Therapy. Phoenixville. Barcelona Publishers. USA. 1991.
CHRIST, William y DeLONE, Richard. Introduction to Materials and Structure of Music. New Jersey. Prentice-Hall, Inc.,
Englewood Cliffs. USA. 1975.
LUSK, Mark W.. e MASON, Derek T.. Meninos e Meninas “de Rua” no Rio de Janeiro.In: A Criança no Brasil Hoje.
Desafio para o Terceiro Milênio; Organizado por Irene Rizzini. Río de Janeiro Editora Universitária Santa Úrsula. 1993.
MENDES, Antonio José. Tráfico Expulsa do Río a Cruzada do Menor. JORNAL DO BRASIL. Río de Janeiro. 1994.
MILLECCO, Ronaldo. Ruídos da Massificação na Construção da Identidade Sonora-Cultural. In: Revista Brasileira de
Musicoterapia. UBAM. Ano II – no 3. RJ. 1997.
Departamento Social da Associação de Hoteis de Turismo. Projeto Meninos do Rio, o Futuro é Hoje. Río de Janeiro. Sem
data.
Movimento Nacional de Meninos e Meninas de Rua - MNMMR. Instituto Brasileiro de Análises Sociais e Econômicos -
IBASE. Núcleo de Estudos da la Violência da Universidade de São Paulo - NEV-USP. Vidas em Risco: Assassinatos de
Criança e Adolescentes no Brasil. Río de Janeiro. 1992.

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