Вы находитесь на странице: 1из 13

1.

Definición de: fonológico, morfológico, sintáctico, semántico y


pragmático del lenguaje.

Fonológico

Se relaciona con la producción de los sonidos que componen la lengua y se


desarrolla desde que el bebé nace, pasando por diferentes etapas: llanto, grito,
vocalizaciones, balbuceo, imitación del lenguaje, constitución de las primeras
palabras. A través de estas etapas, el niño o niña “prueba”, “analiza” y “clasifica”
los sonidos de su lengua, ejercitando con ello los órganos que intervienen en la
articulación de los fonemas (lengua, labios, paladar, mandíbula, entre otros).

Semántica

Se relaciona con el significado de las palabras y de las combinaciones de


palabras. Su desarrollo se ve influenciado de manera importante por las
interacciones sociales del niño/a y por las características culturales del medio que
le rodea.

Antes de que el niño pueda emitir las primeras palabras es capaz de


reaccionar al lenguaje que escucha en su entorno y de asociar imágenes mentales
que luego se generalizarán para formar conceptos. Así, el niño o niña va
almacenando conceptos que aunque comprende en su totalidad, no puede aún
expresar y que darán lugar a la formación de su lenguaje interior.

Morfología

Referida a la estructura interna de las palabras desde el punto de vista de


sus formas, proporciona reglas para combinar morfemas en palabras, siendo un
morfema la unidad lingüística más pequeña con significado propio.

Morfosintáxis

La gramática del lenguaje, cómo se combinan las palabras para formar


frases.

Pragmática

Se refiere al uso del lenguaje en diferentes contextos sociales y


comunicativos, es decir, regula el uso intencional del lenguaje para su correcta
utilización en los contextos y momentos adecuados.

Sintaxis

Se refiere al orden, estructura y relaciones de las palabras dentro de la


oración.
No es suficiente por ejemplo, que el niño o niña conozcan los significados
individuales expresados por ejemplo por los conceptos “pelota”, “niño”, “jugar”,
sino que además sean capaces de asociar estos significados a su función dentro
de la oración.

La sintaxis, por tanto, estudia las formas en que se combinan las palabras,
así como las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas existentes entre ellas.

2. Etapas de los Sistemas: fonológicos, morfológicos, léxico, sintáctico,


semántico y pragmático del lenguaje del niño.

Etapas del Desarrollo Fonológico

Se refiere a la comprensión por parte del niño de que las diferentes


combinaciones de los sonidos conllevan diferencias de significado.

El sistema de los sonidos es fundamental para el desarrollo del lenguaje


posterior.

Para que haya un adecuado desarrollo fonológico tenemos que tener en


cuenta los siguientes aspectos:

 El desarrollo físico de los mecanismos articulatorios requeridos para la


producción de los sonidos del habla.
 El desarrollo de la Percepción Auditiva de las diferencias de sonido.

Etapas Del Desarrollo Fonológico

1- Período Prelingüistico (0-12 meses):

a. Estadio del llanto (0-2 meses):


 Llanto y sonidos vegetativos. Sonidos vocálicos, sonoros, de larga duración,
grita cuando tiene sensaciones displacenteras.
 Final del 1º mes sonidos vocales entre a y e.
 Final del 2º mes, sonidos guturales: e-je, ek-je...

b. Estadio de arullos ( 2-4 meses):

 Se producen situaciones placenteras y sonidos vocálicos y consonánticos


muy nasales.
 Final del 3º mes, primeras cadenas de sílabas (pre-balbuceo).
c. Estadio de vocalizaciones (4-7 meses):

 Aumenta la capacidad bucal favoreciendo el mayor movimiento de la


lengua, permitiendo realizar movimientos más finos en la articulación.
 Le gusta producir sonido y se da un incremento de las vocalizaciones.

d. Estadio de balbuceo ( 7-12 meses):

 Aparecen producciones más largas que son la repetición de sílabas


esteriotipadas, como por ejemplo “papá”, “mamá”, ect….produciendo curvas
de entonación.
 Las vocalizaciones se dan más aumentadas cuando la interacción se da
con un adulto que en el juego con un objeto.
 Imitación sonora correcta de sílabas conocidas.
 Primeras sílabas con sentido.

2- Desarrollo del lenguaje (12 meses a 4 años):

Con la marcha el niño explora, por lo que aumenta la necesidad de dar


significado a las cosas, es decir aumenta su vocabulario, acompañado de una
gran riqueza gestual.

En la comprensión es capaz de entender órdenes sencillas. La adquisición


de los fonemas sigue una evolución en base a su dificultad articulatoria.

Etapas del Desarrollo Semántico

El niño en un principio identificará el significado de la palabra con una sola


propiedad del objeto: su forma, su sonido, su tamaño. Utiliza la palabra para
referirse a todos los objetos que comparten dicha propiedad.

Progresivamente el niño destaca las propiedades más abstractas a partir de


sus experiencias, va construyendo una categoría de objetos, acontecimientos o
experiencias con alguna cualidad o serie de cualidades que enlazan entre sí.

Las primeras palabras cumplen la función de servir de vehículo de


interacción social. Aquí se puede hacer una distinción entre niños referenciales
(aprenden y utilizan palabras que designan objetos) y niños expresivos (aprenden
en un primer término palabras que se refieren a aspectos de interacción social o a
los deseos personales).
Al principio el niño acompaña de gestos sus palabras, señalando o
agarrando el objeto, más adelante variará su entonación para señalar diferentes
significados de lo que dice.

Etapas:

a. De 0 a 12 meses:

 Las primeras palabras aparecen a los 9 meses.


 Su comunicación es básicamente gestual.
 Progresivamente acompañará de vocalizaciones su gesticulación.
b. De 12 a 24 meses:

 Estadio de una palabra.


 Aparición de las holofrases: una palabra da lugar a frases completas.
 Interpretación de las primeras palabras.

c. De 24 a 36 meses:

 Combinan palabras para formar producciones de dos palabras (habla


telegráfica).
 Se da un alto índice de palabras de contenido (nombre más verbo) y en
menor grado (artículos y preposiciones).
 Hay un progreso rápido en el desarrollo general del lenguaje.
 Comienza a usar palabras función (artículos, nombres...).

Etapas del Desarrollo Prágmatico

LA CONVERSACIÓN EXPRESAR INTENCIONES

Etapa Preverbal: Etapa Preverbal:

Aprende a interactuar. Desarrolla la intención comunicativa.

Actividad conjunta. Establece demandas.

Aprende el carácter recíproco de la Aprende a servirse de otras personas


interacción. para conseguir cosas.
Primeras Palabras: Primeras Palabras:

Toma turno para hablar. Aprende las funciones del lenguaje.

Sirve para pedir objetos y expresar


deseos.

Utiliza recursos verbales y/o no verbales Facilita la relación con ellos y para
para captar la atención del que le informar a otras personas.
escucha.

Sirve para explorar y observar lo que


ocurre a nuestro alrededor.

Sobre los 2-3 años:

Aceptan mayor responsabilidad en el


diálogo.

A partir de los 3 años: A partir de los 3 años:

Esperan el reconocimiento de lo que


ellos dicen. Reconocen lo que el El lenguaje sirve para. Formulan más
interlocutor dice. Empiezan a dar de un propósito.
respuestas que tienen que ver con el
tema

Etapas del Sistema de la Sintaxis

Para McCARTY (1957)


El proceso de desarrollo sintáctico del lenguaje se condensa en cuatro fases:

1ª La oración reducida a una sola palabra, que tiene lugar entre los 9 y los 15
meses.

2ª La oración principal, con predominio de nombres y ausencia de determinantes,


preposiciones, conjunciones y verbos auxiliares. Entre los 12 y los 27 meses.
3ª Las oraciones de cuatro o cinco palabras, con las mismas características que la
anterior, pero atenuadas. Existe en ellas escaso dominio de la flexión, y aparecen
algunas oraciones subordinadas. Sucede esto entre los 2 y los 3 ó 4 años.

4ª La oración completa de seis a ocho palabras, con mayor complejidad de


elementos relacionantes y más dominio de la flexión. Sucede esto entre los 5 y 6
años, período en el que el niño realiza las estructuras básicas de la lengua. Antes
de los 4 años, una o dos palabras pueden asumir todas las funciones de la
oración. Ciertamente se trata de una sintaxis diferente de la del adulto. En la
actualidad está abandonada la teoría de las gramáticas infantiles.

Según Dale (1980)

Etapa I

Aparece cuando el niño tiene de 18 a 20 meses y se caracteriza por la


aparición de las primeras palabras.

 Nivel I: lenguaje telegráfico. Es una combinación de palabras, en donde se


expresa la idea principal.
 Nivel II. Se emplean adjetivos, adverbios y artículos.
 Nivel III. Se emplean las conjunciones, las preposiciones y los pronombres.

Etapa II

Desarrollo del uso de las flexiones. Aparecen las preguntas, la pluralidad y la


conjugación de verbos irregulares.
Etapas del Sistema Morfológico

El niño puede llegar a los 5 años sin haber conseguido entender la


separación de las palabras. Esto plantea una dificultad léxico-morfológica que
tiene que superar, de lo contrario no podrá distinguir la terminación de las
palabras, ni las palabras aisladas, cuestiones decisivas para la morfología.

Esto resulta particularmente difícil cuando se trata de hacerle entender la


separación entre el nombre y el artículo. En esta adquisición de la morfología entra
en juego la analogía más que la imitación. Gracias a la capacidad generalizadora
del niño, puede formar palabras por derivación, cuando se trata de terminaciones
frecuentes, como las de oficio -ero- o las de diminutivos y aumentativos. Aunque
es evidente que otras menos frecuentes tiene que aprenderlas individualmente y
no puede crearlas. Ese el caso de los verbos irregulares -soy, vine, sé, huelo- de
notable dificultad. La tendencia del niño a la regularización de las palabras lo lleva
a la hiperregularización, y, en consecuencia, a los clásicos errores infantiles ya
aludidos, como rompido, morido, hací...
La confusión de tiempos y modos de los verbos es todavía frecuente a los 5
años.

Etapas del Desarrollo Léxico

1. Constitución de las formas léxicas.

Los elementos fónicos sirven de base a un nivel superior en cuanto que


configuran secuencias formales dotadas de contenido. Desde esta perspectiva he
prescindido del excesivo pormenor fonético o fonológico para subrayar los
principios generales de la constitución léxica.

1.1. Primera etapa.

¿Qué selección opera la realización infantil sobre el modelo lingüístico para


generar una forma determinada? A mi entender no influye en una primera etapa la
tonicidad de la sílaba ni la posición inicial o final, sino la facilidad articulatoria del
niño, que aisla el segmento adecuado. Es posible incluso señalar la cronología
relativa de los sonidos basándose en la manipulación infantil de los
correspondientes modelos.

En la fase inicial descubro la existencia de cuatro segmentos fónicos:

pá, apa, papa,


tá, ata, tata,
má, mama,
aba, ababa.

Son secuencias provistas de una alta dosis de concentración homonínica y


no segmentables en elementos fónicos menores al carecer la vocal a de un
auténtico carácter opositivo. Por ello, cabe prescindir del común denominador
conceptuable como vocal de apoyo y dejar reducidas las secuencias a cuatro
segmentos dotados de significación: p, t, m, b. El alargamiento del cuerpo fónico
por reduplicación silábica o anteposición de la vocal a sólo produce variantes
léxicas; la prolongación silábica es redundante, pues limita su cometido a
garantizar el acceso del mensaje al receptor.

Nos encontramos, pues, ante un sistema simplicísimo integrado por cuatro


secuencias fónicas provistas de varios significados y no segmentables en signos
menores. Por tanto, esas unidades son signos mínimos que no se combinan para
transmitir un mensaje y que no son divisibles en fonemas: no apreciamos la
existencia de la primera ni de la segunda articulación (1).

Posteriormente la semantización de las variantes léxicas genera un triple


resultado:

 Multiplicación de los signos mínimos.


 Creación de un sistema fonológico exento, no confundido con el inventario
de las unidades significativas.
 Fijación del número de sílabas.
 La estructura de la sílaba muestra a lo largo de la primera etapa dos tipos
diferentes:
 Sólo vocal en el caso de la anticipación vocálica.
 Consonante más vocal en todo el resto.

El problema de la acentuación se debe relacionar con el número de sílabas


que comprende un término:

 En los monosílabos la única sílaba recibe lógicamente el acento.


 En los bisílabos la acentuación es siempre grave, aun dependiendo la
realización infantil de un modelo oxítono. Ej. papa ( = papá) y mama ( =
mamá).
 En el único trisílabo existente la acentuación también es grave. Ej.abábo/-a
( = abuelo/-a).

La combinación de signos para articular palabras representa una adquisición


relativamente tardía, que apunta al final de la primera etapa en conexión con el
género de persona: abábo/-a,néne/-a.

La ausencia de contexto está contrapesada por la presión especificadora del


entorno extra-lingüístico: el mensaje consta de un solo término y es el oyente el
que debe completarlo de acuerdo con la situación.

1.2. Segunda etapa

El principio imitativo es equiparable a la iteración que implica Ha rima


consonante: se reproduce con las naturales limitaciones articulatorias el segmento
final del modelo a partir de la vocal acentuada. Observo tres situaciones respecto
a la imitación de la consonante que precede el susodicho segmento:

 Se reitera la consonante de la terminación. Ej. teta ( = galleta, bicicleta).


 Se adopta la consonante inicial de la palabra. Ej. pota ( = pelota).
 Aparece la consonante previa a la vocal acentuada. Ej. bia (=sombrilla).

No siempre se excluyen lógicamente las tres posibilidades mencionadas.

El niño respeta escrupulosamente la acentuación del modelo. La vocal tónica


se erige en axis perceptivo y articulatorio de la palabra. Incluso sufren
desplazamiento acentual los términos graves de la realización infantil construidos
en la etapa previa sobre un modelo oxítono. Ej. papa > papá y mama > mamá.

La realización infantil mantiene el monosilabismo o bisilabismo del modelo.


Ej. lú ( = luz) y óko (=ojo). Las palabras trisílabas son reducidas por el niño a
bisílabas —tal como kéka (— oreja) —, salvo abéo/-a, abélo/-a que prolonga el
trisilabismo del estadio anterior: ababo/-a ( =abuelo/-a). Por consiguiente,
predominan de manera abrumadora las palabras bisílabas.

La estructura silábica se mantiene idéntica en sus líneas generales, pero


sufren alteraciones de una parte el juego vocálico y consonántico, y de otra el
orden de las sílabas. Procedo por confrontación con la etapa precedente.
Respecto a las realizaciones infantiles con reiteración silábica, aparecen vocablos
con distinta vocal y consonante mantenida —moma (^goma)—, con reiteración de
vocal y cambio de consonante —boto (=moto o bota)— o con modificación
vocálica y consonántica —calo ( =carro de la compra)—. Respecto a las
realizaciones infantiles con anticipación vocálica, puede surgir una vocal diferente
a la de la sílaba constituida por consonante más vocal. Ej. akí (^aquí), a(y)í (=allí).

El niño practica con carácter de novedad algunos hiatos, por el momento


transitorios, hasta que la fidelidad al modelo obliga a intercalar una consonante
entre las dos vocales contiguas.

Ej. abéo/-a > abélo/-a ( =abuelo/-a).


sía >síya ( = silla),
bía >bíya ( = sombrilla),
ai > ayí (=allí).

Se da una pluralidad de formas con idéntico contenido en los ejemplos


precedentes y además en popa, bota, pota (=pelota); máa, máda (=almohada). El
polimorfismo es el resultado de los pasos sucesivos, cada vez más afinados, en la
imitación del modelo. Las variantes coexisten durante largo tiempo hasta que se
impone la forma más evolucionada.

1.3. Tercera etapa.

Recordemos que en la etapa precedente el niño seleccionaba el segmento


final a partir de la vocal acentuada, precedida por una de estas tres consonantes:
la de la terminación, la inicial de la palabra o la previa a la vocal acentuada.
Asistimos ahoraa la generalización amplia de la tercera posibilidad, dato que
refleja un progreso evidente en la imitación del modelo.

Por otra parte también es reproducida la sílaba anterior a la acentuada, si


bien percibimos respecto a tal punto un avance escalonado:

 En una primera fase la vocal de esa sílaba se asimila al timbre propio de la


vocal acentuada:

Ej.busúla (=basura).
menea ( = moneda),
bolóla ( = paloma y lavadora).
bisío(= bolsillo),
apála (=espalda).

En la segunda fase la vocal de la sílaba previa a la acentuada obtiene el


mismo timbre del modelo. Valen los mismos ejemplos con la vocal inicial
reajustada.

Según hemos tenido ocasión de comprobar, una apreciable novedad de esta


tercera etapa radica en el trisilabismo de las realizaciones infantiles construidas
sobre modelos paroxítonos.

El niño inicia la articulación de las consonantes nasales y líquidas en


posición implosiva, así como la reproducción de los diptongos crecientes: todo ello
provoca frecuentes fenómenos de polimorfismo.

1.4. Cuarta etapa.

En la etapa anterior era eliminada la vocal átona interna, convirtiendo en


grave la palabra esdrújula. Así máka,( = máquina) y méko ( = médico). Ahora no
se opera la reducción de la sílaba, con respeto absoluto a la integridad del
término. Ej. kírtica (=clínica) y mákina (=máquina).

Asistimos a la generalización amplísima de los diptongos crecientes e


iniciación de los decrecientes.

1.5. Quinta etapa.

Desde el punto de vista de la constitución léxica advertimos un progreso


moderado de las articulaciones implosivas: el niño recurre a la geminación para
representar grupos heterosilábicos integrados por líquida más consonante -védde
( = verde)—, se impone la aspiración andaluza al final de sílaba y se extienden
con profusión los diptongos decrecientes.

3. Funciones del lenguaje en el niño en relación con su nivel de


escolaridad.

El lenguaje como materia prima del aprendizaje pedagógico

En los primeros momentos escolares, el lenguaje se constituye en la materia


prima de la construcción de la lectura y de la escritura. Existe en estos períodos
una tarea reflexiva por parte del niño acerca de los sonidos de las palabras de los
objetos que conoce y relaciona con los sonidos de los grafemas que necesita para
escribir otras palabras. La escritura, en estos momentos no significa para el niño
una manera de expresar ideas.

Siendo el lenguaje el factor substancial de las construcciones que se han de


producir en el ámbito escolar, ¿qué sucede cuando esa función ha sufrido
alteraciones en su proceso de organización? Es decir, ¿qué le sucede a un niño
cuando en el momento de necesitar de su lenguaje para poder producir debe
valerse de un contenido desorganizado en alguno o en ambos aspectos que lo
componen: el semántico y/o fonológico-sintáctico?

Lo que sucede habitualmente es que en tales condiciones, en ese niño se


retrase (y en algunos casos de severidad hasta se impida) el proceso constructivo.
Es necesario destacar, que ese retraso, no guarda relación con las naturales
diferencias de tiempos para aprender, a las que se hacía referencia anteriormente.

De lo que en realidad se trata, es que en esa situación su lenguaje le resulta


ineficaz para las nuevas construcciones que debe realizar, en consecuencia se
constata que el proceso que implica el aprendizaje no se va produciendo en la
forma esperada, porque el niño no puede interactuar adecuadamente con este
objeto de la cultura que es la lecto-escritura.

Podrá no obstante en un primer momento, tener un rendimiento eficaz en


acciones que no impliquen escribir o leer, pero esta eficiencia se desvanece con
demasiada rapidez., pues el rol del lenguaje en el transcurso de la escolaridad es
preponderante El hecho de que un niño inicie su escolaridad con una
desorganización funcional de su lenguaje, no implica necesariamente que su
expresión oral presente alteraciones.

Puede suceder, que las dificultades que presenta comprometan los aspectos
semánticos del lenguaje sin compromiso de la elocución. También puede suceder
que habiendo tenido en el inicio de su oralidad dificultades fonológicas y/o
sintácticas haya ido produciendo mejoras espontáneas basadas en la simple
imitación del modelo correcto.

Esto obviamente no le atribuye indemnidad a la función lingüística, y por otra


parte, se constituye en un riesgo porque enmascara la alteración genuina,
retardando su detección.
Ocurre entonces, y con bastante frecuencia, que un niño que haya tenido tal
desorganización en su lenguaje, comience la escuela con una expresión
apropiada, al menos para los estamentos sociales de detección integrados por sus
padres, docentes, compañeritos, incluso pediatras. Estos últimos cuya formación
no es específica en lo que concierne a estas patologías, no contribuyen a una
correcta orientación en esta materia.

La apreciación, errónea por cierto, que generalmente se tiene se puede


simplificar en breves palabras: si este niño " Habla bien" no hay motivos para
relacionar las dificultades del aprendizaje escolar de hoy, con una desorganización
lingüística cuyo origen es anterior al ingreso a la escolaridad y de la cual no hay
rastros aparentes, o demasiado evidentes. Este error, lo suficientemente
instaurado en la sociedad, origina graves perjuicios, en primera instancia de
hecho, en el sujeto que padece las dificultades, pero también en sus padres o
familiares, pues son ellos quienes generalmente soportan la búsqueda agotadora
de un diagnóstico adecuado.
El rol del lenguaje en el ámbito escolar

La trama institucional que constituye la Escuela se teje, se sostiene, se


registra y queda inscripta en la historia gracias al lenguaje. Es decir se programa
con lenguaje, se interactúa básicamente con lenguaje y finalmente se almacenan
los resultados de las experiencias allí realizadas, también con lenguaje.

El rol del lenguaje en el transcurso de la escolaridad es preponderante y a la


vez diverso, pues según sea el momento pedagógico que se esté transitando,
distinta ser la participación que de él se exija.

En los primeros años escolares, el lenguaje se instala, desde sus niveles


fonológicos sintácticos y semánticos, como un elemento que participa
prioritariamente en estos procesos que se comienzan a construir. El niño recurre a
su lenguaje expresivo y con sus significaciones, puede analizar, sintetizar,
agregar, quitar, ensayar, acertar y equivocarse,
y así, en relación con sus pares y con la orientación de adulto en la figura del
maestro, irá armando los aprendizajes para acceder al conocimiento científico,
especialmente sistematizado que la Escuela ya tiene programados.

En estos primeros años la función socializadora del lenguaje, es la que


adquiere mayor relevancia: el niño participa cotidianamente en situaciones, en las
cuales, la interacción comunicativa con sus pares y con el adulto constituye el eje
de la actividad escolar. En el transcurso de estos primeros tiempos, la acción del
niño sobre el objeto de conocimiento constituye su actividad preponderante.

A partir de los grados medios, especialmente a partir de cuarto grado, los


contenidos escolares comienzan a ser más abstractos, al niño se le aleja la
posibilidad de manipular el objeto que debe aprehender. Entonces el lenguaje,
constituyéndose en estrategia fundamental del aprendizaje pedagógico, se coloca
como mediador entre el niño que construye y el conocimiento que debe ser
construido. Este camino que media entre el niño y el conocimiento deberá ser
transitado por niveles verbales puros, intangibles, tránsito
que sólo puede posibilitar el lenguaje humano.

Vigotzky se refiere al papel mediatizador del lenguaje cuando dice: ".... la


principal función de la palabra es su papel designativo, como función de
representación, de sustitución del objeto y está siempre dirigido hacia afuera,
hacia un objeto, una relación o una cualidad.

Gracias al papel designativo de la palabra, el mundo se duplica y el hombre


tiene la posibilidad de operar mentalmente con las cosas, aún en su ausencia...".
Asimismo, Luria expresa que la principal conquista que el hombre obtiene gracias
al lenguaje es la posibilidad de relacionarse con los objetos en ausencia de sus
percepciones inmediatas.
El lenguaje se constituye en uno de los pilares fundamentales de la
alfabetización. Luego este proceso de instrucción, producto de una construcción
social, permite una interminable cadena de aprendizajes ulteriores, en los cuales
entre el lenguaje y el conocimiento se establece un canal de ida y vuelta, de
intercambio sostenido, constante e intransferible, a veces ayudado por la imagen
pero necesariamente descripto por la palabra.

Si por un lado consideramos al Lenguaje como materia prima de la lectura y


de la escritura, interactuando de manera permanente con el conocimiento, y por
otro lado consideramos que la Escuela tiene como objetivo fundamental partir de
la alfabetización para sistematizar el conocimiento, se podrá claramente ver que
es el Lenguaje el que ofrece la base fundacional de la Escuela como institución
social.

Вам также может понравиться