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Cómo superar una ruptura amorosa en 5 días…

Una de las cosas más dolorosas de la vida es superar una ruptura de pareja, cuando aún se
está enamorado. Puede ser muy intenso romper con la co-dependencia, el dividir los amigos
y pertenencias, devolver las llaves de la casa y botar a la basura desde el papel del chocolate
que te regaló en la primera cita hasta vender el anillo de compromiso para pagar unas
vacaciones en Cancún (#TrueStory).
Por eso, basada en mi experiencia personal y a riesgo de todo termómetro psicológico, me
atrevo a darles mi receta de cinco días. Aunque debo advertirte que todos tenemos
nuestros ritmos, nuestros tiempos, pero puedes tomar lo positivo de mi experiencia y
hacerlo tuyo.

1- Día de la ruptura:
La cosa es así, llegas a su casa (sin avisar, por supuesto), con delicadeza abres la puerta y
emitiendo el menor ruido posible, llegas a su cuarto. ¡Qué escena! Él con una tipa, en pleno
acto y lo único que se te ocurre decir es m¡&$#a.
Sales del cuarto, aún sin comprender mucho lo que acabas de ver, él sale desnudo y su
acompañante trata de vestirse, pero la locura de la escena no la deja. Tú, paralizada aún sin
entender TODO, la adrenalina hace de las suyas y comienzas a llorar.
El punto es que cuando se quedan solos, comienzan a conversar (claro, después de que lo
insultas y le sacas la madre por perro). La cosa es que él te dice que te ama, que te adora
pero ¡Está confundido!

2- Primer día:
Ese día, te levantas de la cama un poco enguayabada, pensando que todo es mentira. Yo te
recomendaría que escondas el celular, es muy pero muy probable que él te llame de nuevo
(te lo digo porque mi Mamá siempre decía: Hombre nunca termina una relación. Y por mi
experiencia es como cierto), así que bloquea su número. No lo borres aún, eso lo harás
cuando hayas sanado de verdad y será tu señal para decir ¡Lo superé!
Ajá, regresando al tema: Este día es para ti, para que llores, grites, veas comedias
románticas, fumes un cigarrillo, comas chocolate o si es tu gusto no comas nada. Has lo que
te provoque, menos llamarlo.
Nunca le demuestres la magnitud de dolor, pues hay una delgada línea entre expresar el
dolor y manipular. Por eso, mejor tomate tu tiempo para decidir qué quieres hacer pues
una de las cosas más difíciles es aceptar la muerte emocional de alguien que respira y a
quién amas.
3- Segundo día:
Llama a tu mejor amiga, asalta el supermercado especialmente el área de grasas y
carbohidratos (está comprobado que generan dopamina, te hacen sentir bien), regresa a
casa y cuéntale a tu amiga paso por paso, con todas sus letras todo lo que sientes.
Desahógate, déjalo fluir. Aquí en este paso, puedes comenzar a quemar sus fotografías,
cortarle la cabeza, borrar tu status en Facebook. Pídele a tu amiga que te prepare una
playlist especial para el momento.
En este momento de la ruptura, ya puedes beber (eso sí, no puedo hacer suficiente hincapié
en esto: que tu amiga te esconda el celular).

4- Tercer día:
Ya tienes mucho tiempo en casa sin ver la luz del sol, tu amiga se está desanimando un poco
así que deciden salir a un club. Saca tu mejor pinta, reconéctate contigo desde el ego y la
autoestima que siempre en un caso de estos, queda muy pisoteada.
Una vez en el club, es muy probable que nuestra necesidad de aprobación te lleve a bailar
con el primer tipo que te lo ofrezca. ¡Hey, no hay problema. Lo que te haga sentir mejor
¿No?!
También, entre los tragos, tu reencuentro con el ego y la falsa autoestima, decidirás
llamarlo, ya a estas alturas del partido deberás tener 200 llamadas, solicitudes en fb y un
correo electrónico bien largo donde él te pide una segunda oportunidad. Al llamarlo,
sentirás una mezcla de ira y desprecio, sobretodo tristeza.
Como la ira no es buena consejera, te permitirás vivir lo que fluya con el chico que conozcas
esa noche en el club. La enseñanza de esa experiencia es que te darás cuenta de que un
hombre en tu vida no es lo único, que a veces es mejor estar sola. De ahí la importancia de
los errores.

5- Cuarto día:
Con un guayabo tanto físico como moral, regresarás a tu casa, te mirarás al espejo y dirás
¡Soy genial! A pesar de que dormiste con un idiota probablemente divorciado, que trata de
olvidar que tiene treinta y se viste como un HIPSTER de bachillerato. Sin embargo, ese vacío
del día siguiente, te hará entender que tienes mucho por hacer, poner todo en orden
después del tsunami.
6- Quinto día:
Este día abres los ojos y el dolor ha disminuido bastante, tienes ganas de sacar lo mejor de
ti y reconstruirte. Te pones el jean que mejor muestra tus curvas, retomas el libro que
dejaste de leer porque a él le molestaba la luz de tu mesa de noche antes de dormir,
escuchas la música que tenías años sin escuchar, ves tu película favorita. Te recuerdas a ti
misma que eras antes de él un individuo, cosa que debiste ser cuando estabas con él y que
estás reconstruyendo en el ahora.
Así que a los que me leen, los tiempos de recuperación pueden variar y que no hay receta
perfecta para olvidar. Sin embargo, lo importante es recordar cada momento que tengamos
el ego herido y el corazón roto que: ¡Somos geniales!
Así que si hoy despides a alguien de tu vida, recuerda que la soledad es genial y por ende,
no se le debe tener miedo, debemos aprender a lidiar con nosotros mismos antes de lidiar
con alguien más. Nuestros defectos, nuestras virtudes, nuestras excentricidades nos hacen
especiales y alguien más las verá, calzarán a la perfección con su imperfección. Sé que suena
tonto, la perfección no existe, pero nuestras locuras nos hacen increíblemente imperfectos
y por eso, el amor existe.

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