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KARL MARX (1818-1882)

Una de las mayores contribuciones de Marx al mundo de las ideas y de la política fue
haber delineado el comunismo. Debido a su pensamiento, junto con el de Engels, se debe
la instauración de regímenes comunistas en gran cantidad de países y las mejoras de las
condiciones de vida de los trabajadores. Entre sus obras fundamentales se encuentran El
manifiesto del partido comunista (1848) y El Capital (1867-1895).
Teoría del conocimiento y filosofía de la historia
Para Marx el auténtico conocimiento viene por la praxis, es decir, la actividad
teórico-práctica por la que el hombre transforma la realidad. La praxis prioriza la
trasformación de la realidad frente a la mera especulación teórica. Solo será verdadero
aquel pensamiento que transforme el mundo. Un pensamiento que no tenga efectos en
el mundo será falso.
Marx, junto con otros filósofos de su tiempo, invierte el idealismo hegeliano.
Mientras en Hegel el espíritu es la realidad primordial que produce la materia, para Marx,
lo fundamental es la realidad material, de la cual surge el pensamiento y lo que podría
llamarse «espíritu». Por eso se denomina a la filosofía de Marx «materialismo», pero
este materialismo no es como los materialismos anteriores, al estilo del de Demócrito, por
ejemplo, que era un materialismo fundamentado en una teoría de los átomos, sino que el
materialismo de Marx es un «materialismo dialéctico». «Dialéctico» porque ve la
realidad material como un proceso que avanza por etapas que se van volviendo cada vez
más complejas.
Este materialismo además es histórico. Es decir, utiliza a la historia como un modo
de comprender el proceso dialéctico de la realidad. La historia, para Marx, es un proceso
ordenado y dirigido hacia una meta. Y lo que mueve a la historia, su motor, es la
dialéctica, es decir, las contradicciones que se dan en la realidad entre las clases sociales
de cada época.
Marx, junto con Engels, distingue cuatro etapas históricas. Dos pre-
revolucionarias y dos post-revolucionarias:
1. La época asiática o el comunismo primitivo. Se parece al «paraíso perdido» de
Rousseau. La tierra, el agua, los frutos eran de todos. No existía la propiedad
privada ni el dinero. La situación cambió cuando alguien dijo: «esto es mío». El
surgimiento de la propiedad privada fue el elemento que hizo pasar a la época
siguiente.
2. La época antigua de esclavitud. Empieza la división del trabajo y la propiedad
privada de los bienes y los medios de producción. Hay amos y esclavos.
3. La época feudal de la Edad Media. Las formas económicas fundamentales son,
en primer lugar, la tierra, y, en segundo lugar, el mercado. Los señores feudales
se sirven del trabajo de los siervos.
4. La época capitalista burguesa. El capital es el signo de riqueza. Se da el choque
entre los burgueses (los que poseen los medios de producción) y los proletarios
(los que aportan su fuerza de trabajo).

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La última etapa conducirá necesariamente a la revolución debido al antagonismo
de las dos clases. Una vez hecha esta revolución, habría dos épocas más:
5. La época de la dictadura del proletariado. Los proletarios instauran, por la
fuerza, un régimen que ya no permite la propiedad privada hasta que los
antagonismos anteriores desaparezcan.
6. La época de la sociedad comunista. Es la meta final de la historia y, por tanto,
el fin de la dialéctica. La sociedad no tiene clases.
Antropología
El hombre es el punto de partida de la filosofía de Marx. Marx concuerda con
Feuerbach en no buscar explicaciones trascendentes para explicar al hombre sino que
todas las necesidades del hombre se encuentra en la materia. A esta perspectiva
materialista Marx le añade un carácter social y activo, que son, para él, las dos
características fundamentales del ser humano. El hombre se humaniza al vivir en
sociedad y todo lo que el individuo recibe o hace tiene un carácter social. Asimismo, para
Marx la esencia del hombre se revela a través de su trabajo. Sin embargo, las relaciones
sociales y la relación que el hombre establece con su trabajo no es algo que se mantenga
igual siempre sino que cambia de una época histórica a otra. Eso queda patente en las
etapas en las que Marx divide la historia.
Religión
Para Marx la religión pertenece a la superestructura de la realidad. Por tanto,
depende absolutamente de la base económica. La religión aliena al hombre de su
verdadera naturaleza ya que le promete un mundo trascendente con el objetivo de que
pueda soportar la miseria del mundo. La religión es opio del pueblo porque tranquiliza al
pueblo en su situación de extrema explicación y, además, legitima el sistema presente
haciendo que se desvíe la atención hacia otro lado. Una vez que desaparezca la base
material de la religión (la miseria humana), dice Marx, esta dejará de existir.
Política
Para Marx la sociedad se divide en dos niveles: está la superestructura, que es
toda la estructura política, judicial, social, artística, religiosa e ideológica de un grupo
humano y la infraestructura, que es la economía determinada por el modo, las fuerzas y
las relaciones de producción. Las fuerzas de producción son todos los medios de
producción: tierra, recursos naturales, maquinaria, infraestructura, capital y la fuerza
humana de trabajo. Las relaciones de producción hacen referencia a los tipos de
propiedad de los medios de producción. En el capitalismo estos medios son de propiedad
privada, en el socialismo, son de propiedad colectiva. Es importante tomar en cuenta que
para Marx la infraestructura determina y explica a la superestructura. Por eso, según
Marx, si se quiere cambiar realmente la sociedad el cambio debe operarse sobre la base
económica y no sobre las ideas.
El cambio no es tan sencillo porque la superestructura crea una ideología que
legitima y defiende a la estructura económica. Esta ideología hace que los individuos
tengan una concepción falsa sobre ellos mismos y el mundo. Un ejemplo de un tipo de

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ideología es la ideología religiosa que legitima el sufrimiento en el mundo en virtud de
un paraíso celeste.
El Estado es fruto de la lucha de clases. Así, por ejemplo, el sistema económico
burgués donde luchan burgueses y proletarios da como origen un Estado burgués. Sin
embargo, cuando llegue el comunismo el Estado dejará de existir, pues ya no habrá
lucha de clases. El comunismo, instaurado por todo el mundo, será la síntesis del proceso
dialéctico y pondrá los medios de producción en manos del pueblo llevando a una
sociedad donde primen la cooperación y el consenso.
Ética
La condición del hombre en la sociedad capitalista es la alienación. La
alienación consiste en el obrero no recibe un salario conforme a la fuerza que invierte
en su trabajo sino solo lo necesario para subsistir y seguir trabajando. El beneficio por
su trabajo, es decir, la plusvalía, pasa directamente a manos del capitalista haciendo
que este sea cada vez más rico. El hombre deja de ser un fin y termina convertido en un
medio para la producción. La consecuencia de esta alienación es la separación del hombre
de la naturaleza y de los demás hombres.
Solo el comunismo puede corregir esta situación, según Marx. El comunismo, al
suprimir la propiedad privada permite que el hombre se apropie de su trabajo y lo utilice
en su beneficio. Además, al eliminar toda propiedad privada, elimina la división que
causa el capitalismo en el interior del ser humano y en la estructura social. El trabajo
deja de ser una fuente de esclavitud y alienación para ser una actividad que realiza al
hombre y lo solidariza con los demás. En el comunismo pleno cada uno aportará según
su necesidad y a cada uno se le dará según sus necesidades. Pero el comunismo no se
logrará sino es con la revolución. Es decir, el cambio radical del sistema clasista vigente.
Sin embargo, para Marx, esta revolución que traerá el comunismo, no es un
imperativo ético sino una consecuencia del proceso dialéctico de la historia. Debido a
la rivalidad cada vez más aguda entre proletarios y burgueses la sociedad capitalista
llegará a su fin. El capitalismo, al reunir la riqueza en unas pocas manos, al explotar a
los trabajadores y reunirlos a todos en la industria, hace que estos busquen con mayor
ímpetu un cambio.
Algo que distingue la ética de Marx de la ética burguesa es que mientras la primera
se queda en la pregunta sobre cómo solucionar la pobreza sin cambia la estructura social,
Marx preguntaría por la estructura que posibilita y suscita la pobreza.

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