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Acerca de la terminación del tratamiento en psicoterapia breve

Tanto el paciente como el terapeuta deben afrontar el duelo de la finalización del


vínculo terapéutico. Los resultados del tratamiento estarán relacionados por la
capacidad de ambos de tolerar la separación de la terapia de tiempo limitado.

Reacciones causadas en el paciente por la separación: Afectara al paciente


con intensidad variable en cada caso, lo cual depende de su estructura psíquica.
Pacientes con un yo relativamente fuerte aceptan mejor la separación y la viven
como una oportunidad de poner en práctica lo aprendido. Otros se conformas
con un alivio sintomático y así desean el término del tratamiento (prefieren que
la terapia sea lo más corta posible).

Otros presentan ansiedades, temor a la muerte y locura. Esto es en pacientes


que sueles establecer vínculos simbióticos, regresivos y dependientes, o en los
que el terapeuta fomento una dependencia regresiva. Manifestaciones directas
de pesar y preocupación o indirectas como en el sueño. Suelen presentar
ansiedad y hostilidad a raíz de la separación vivida icc .como un abandono de
parte del analista. En estos pacientes que no toleran la separación es importante
ver cuál es el destino de la transferencia, sobre todo cuando el terapeuta puede
perder el control de la situación. Se puede producir distintas reacciones
vinculadas entre sí, superponiéndose o presentándose de forma sucesiva, y
acompañadas de defensas maniacas:

a) Nuevos conflictos: al final del tratamiento por aportes espontáneos del


paciente de material ajeno al foco. Esto está motivado icc por el deseo de
permanecer ligado al terapeuta, tratando de generarle interés por otros
padecimientos (seducción por el material) o por preocupación y culpa por
dejarlo solo, expuesto a peligros de conflictos no resueltos para conseguir
que el tratamiento se alargue. Procurara que el paciente tome cc de las
motivaciones de su actitud.
b) Retrocesos y empeoramientos: Intento de evitar ser dado de alta y el
dolor que conlleva la separación del terapeuta (beneficios secundarios).
El paciente que presentaba mejorías, puede presentar una reaparición de
sus síntomas iniciales, incremento de ansiedad, depresión, trastornos
somáticos, etc. Señalar al paciente su intención icc de obtener ganancias
secundarias a través de las recaídas
c) Hostilidad transferencial: hacen peligrar los resultados del tratamiento.
Hay que interpretar la hostilidad ya que al sentir la separación como un
abandono, puede generar las demás complicaciones, o por su sabia,
echar por tierra lo logrado en terapia, ya que el mantenimiento de la
mejoría dependerá de sus posibilidades de introyectar y conservar una
imagen buena del terapeuta, lo cual será posible si prevalece una
transferencia positiva el terminar el tratamiento.
d) Acting out: Se produce ante el incremento de la ansiedad por la pérdida
(separación). Hay que hacer una compresión psicologica del conflicto del
paciente por medio de interpretaciones “transferenciales” para tratar de
evitar las actuaciones.
e) Reacción terapéutica negativa: Se produce por la interrupción brusca
del tratamiento por parte del paciente, quiere abandonar al terapeuta para
no sufrir de manera pasiva lo que vive como un abandono por parte del
terapeuta.
Reacciones causadas en el terapeuta por la separación
La separación repercute más en el terapeuta que en la paciente, tienen
dificultades de desprendimiento. Se resisten a reconocer los progresos del
paciente y obran fomentando en este la neurosis transferencial y la regresión
en su afán icc de perpetuar su dependencia, evitando la ruptura del vínculo
que le depara gratificaciones. El mecanismo de defensa ante la ansiedad de
separación es la negación del conflicto y su proyección masiva en la paciente,
interviniente (interpretando) para inducir la dependencia regresiva.

El paciente no necesariamente vive la separación como algo penoso y


angustiante cuando se siente capaz de enfrentar los problemas de ahí en
adelante.

Cuando el terapeuta fomenta la natural tendencia regresiva del paciente


sobre la base de una extrapolación de la técnica psicoanalítica (uso
sistemático y reiterado de interpretaciones transferenciales, de material ajeno
al foco, aumento de frecuencia y periodicidad de sesiones, uso de diván,
actuación poco activa del terapeuta, etc) el proceso se complicara más
(ninguno de los dos aceptara la separación) y podrá desembocar en un
recontrato, como una necesidad mutua de prolongar la relación.
Aspectos técnicos

Terapeuta debe abordar el problema de la separación. Para esto se necesita


interpretar la transferencia, ya que dejarla de lado significaría correr el riesgo
de exponer al paciente a sufrir algunas de las consecuencias antes
mencionadas.

1) Remontarnos a los primeros contactos con el paciente, ya que el problema


se plantea desde el comienzo en que se efectúa una indicación de
psicoterapia breve. Los pacientes que soportan mejor la separación es
debido a la capacidad yoica de tolerar la frustración. Por esto es
importante hacer una evaluación previa de las funciones del yo mediante
datos clínicos y test psicológicos (proyectivos), que servirá para el
diagnóstico, pronostico y tratamiento.
Cuando existe la condición de tolerancia ante la separación y además el
paciente esta atravesando un problema actual y está motivado para hacer
una psicoterapia, es la condición propicia para emplear este método. Por
el contrario, no es indicarle en pacientes que tengan poca capacidad para
soportar y elaborar duelos y una modalidad simbiótica, muy regresiva y
dependiente de sus relaciones de objeto, por ende más proclive a las
reacciones antes mencionadas y con menores posibilidades de éxitos
terapéuticos.
2) El siguiente paso será el contrato en especial con pacientes que tienen
a desarrollar una intensa regresión en su vínculo terapéutico. En P.B hay
que evitar facilitar o incrementar esta regresión, delimitando los objetivos
del tratamiento. Sesiones: cuidado con la frecuencia. Duración: a veces
es preferible otorgar un tiempo suficiente, de modo que se pueda destinar
una parte del mismo a analizar el duelo por la separación, sin que ello nos
quite tiempo del abordaje de la situación crítica (objetivo)
3)Las complicaciones podrán evitarse o atenuarse si el terapeuta hace
bien su trabajo, logrando ajustarse al encuadre de la P.B, es decir, que
estimule en el paciente la iniciativa personal con un criterio prospectivo,
en lugar de fomentar la neurosis transferencia y la dependencia regresiva.
Debe ser capaz de renunciar a las gratificaciones que ofrece la relación y
aceptar las condiciones que impone P.B. Se requiere que tenga un Insight
de esta problemática y un autocontrol de sus tendencias naturales a
establecer una modalidad simbiótica de relación con el paciente-
El manejo de la relación transferencial por parte del terapeuta y su
capacidad para superar sus propios conflictos que pudieran derivar de la
pérdida del paciente como objeto gratificante, tendrá una influencia
decisiva en el modo en como termine el tratamiento y la separación.
Cuando el terapeuta no puede controlar esta situación la separación se
hace más difícil para ambos, más perturbadora y frustrante: se genera
una actitud regresiva y dependiente, privados del objeto gratificante,
sensación de desilusión por el tratamiento interrumpido.
4) Mantener algún contacto con el paciente luego de haber terminado el
tratamiento para que no se sienta abandonado y conservar la
transferencia positiva. Solicitar la paciente que haga saber al terapeuta
sobre su estado por cartas o llamadas. Se recomienda mejor hacer
entrevistas de seguimiento.
El fin de P.B es que el paciente este en condiciones de vivir una
experiencia estimulante y resguardadora, a partir de la comprobación de
que su auto desenvolvimiento es ahora posible. En cuanto al terapeuta
se espera que encuentre gratificación en los resultados terapéuticos.

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