Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Enrique Pichon-Riviere
André Breton
Si bien el contenido del material acumulado era conocido para mí y podría situarme ya
sea como co-autor o testigo, según sea el tiempo transcurrido desde la obtención del
material (distancia), lo que actualiza ahora mi interés está centrado alrededor del
efecto producido sobre este material y el analizando por la acción conjunta de dos
nuevos factores: 1º) La experiencia estética fue comunicada por Di Segni a grupos de
Jóvenes en forma de conferencias y discusiones. 2º) La reelaboración del material fue
realizada paralelamente a lo anterior con la finalidad de ser comunicada a un grupo
mediato (lectores) a través del libro.
En líneas generales se puede decir que el efecto producido por ambos factores en
relación con la primitiva experiencia (el análisis) fue que éste aparecía al analizando
con una nueva significación que denominaremos “el hacerse cargo” de la experiencia
concreta en una forma más amplia y convertirla en instrumento de trabajo. Toma de
esta manera un carácter operacional en relación con los otros, por ejemplo, para los
integrantes de cada grupo. Por otra parte, en estos últimos se observaron
efectos dinamizantes o energizantes. La técnica empleada en el acercamiento
colectivo podría resumirse así: 1º) Los integrantes de los grupos eran sobre todo
jóvenes de los dos sexos, con formación más o menos homogénea, interesados en la
plástica. 2º) Semanalmente Di Segni les daba una conferencia siguiendo más o menos
el plan de este libro. 3º) Después de las conferencias se organizaban discusiones cuyo
encuadre de iniciación eran los temas desarrollados ese día en la conferencia y las
direcciones oscilaban entre discusiones de miembros del grupo con el conferenciante
o de miembros del grupo entre sí.
Estos grupos funcionaron en forma progresiva con entusiasmo, libre expresión, nivel
creciente de comprensión, vivencia, y el claro propósito de realizar una buena tarea.
Este emergente (objeto estético nuevo y original) con su significación y lenguaje propio
(reprimido culturalmente con anterioridad) es ahora reconocido o redescubierto con las
características de un objeto oculto (vuelta de lo reprimido) que provoca ansiedad, que
puede llegar hasta la vivencia de lo siniestro según que su aparición sea más o menos
insólita. Esta situación puede desencadenar en el público reacciones hostiles
tendientes a la destrucción del objeto estético (obra de arte) o destrucción del artista
en forma simbólica a través de una crítica destructiva donde, empleando un lenguaje
especial, el crítico denuncia el carácter destructivo de la obra, adjudicándole al artista
una intencionalidad específica. El crítico asume el papel de portavoz del grupo social.
Solamente queda señalada aquí la relación entre objeto estético, original, objeto oculto
o mágico o siniestro y la locura. La aparición, encuentro y presencia del objeto
estético en el campo operacional del psicoanálisis (la entrevista con su suceder y
contorno), posibilita la investigación polifacética integral de éste, a través de una
interacción continua entre el analista y el analizando. Dicha interacción se logra por
medio de un proceso de comunicación (un transmisor, un receptor y un mensaje a
traducir), que podemos representar gráficamente como el funcionamiento de una
espiral en continuo movimiento, en la cual situaciones de apertura (progreso,
evolución, enfrentamiento de nuevas dimensiones) y situaciones de cierre (coherencia
y objetividad, al volver a abrirse) alternan y se resuelven dialécticamente de una
manera continua, pero que en condiciones anormales se transforma en un circulo
cerrado, vicioso, patológico que funciona como un sistema cerrado. La actividad (la
obra) adquiere el carácter de estereotipo; esta dificultad puede definirse como una
inhibición (fobia) frente al espacio abierto por el nuevo ciclo de la espiral.
Esta tarea está facilitada en los casos en que existe una afinidad entre analista y
analizando y ésta puede caracterizarse por determinadas semejanzas de
esquemas conceptuales, referenciales, plásticos, en los que la aptitud para expresar
plásticamente una situación dada está incluida, transformándose esta actitud en medio
o instrumento utilizado en el proceso de reparación o re-construcción.
Cuanto más exitosa sea esta tarea (calidad del objeto estético conseguido), mayor
será el beneficio psicológico para el analizando. Este beneficio se expresa por una
disminución de la angustia, del sentimiento de culpabilidad, de la agresión, etcétera.
Esta actitud que va del yo (sujeto) hacia el objeto, coexiste con otra que circula en
sentido contrario y que representa la inversión de estos aspectos por las proyecciones
internas sobre el objeto de ese amor y de ese odio. Aquí el yo del sujeto siente ahora
que él mismo, en calidad de objeto del otro destruido (odiado y amado a la vez), está
sometido al impacto de un grave peligro (retaliación), es decir, de ser odiado
(destruido ahora como “el otro” por su propio objeto) y amado a la vez en la misma
proporción en que el mismo inconsciente fantaseó tal destrucción dirigida al objeto. Si
este proceso doble provoca mucha ansiedad resulta paralizante para el yo y la
reparación está fuertemente dificultada.
Nos preguntamos ahora: ¿Qué sucede mientras tanto en el analista? Cuanto más esté
auténticamente comprometido en esta tarea de dos que es el análisis (tratando
permanentemente con un mínimo de tres –situación triangular-), el éxito logrado trae
también aparejadas modificaciones; obra en el mismo sentido que el otro, ya que para
operar debe identificarse (empatía) con el otro, participando así en una experiencia
estética que incluye, además, un beneficio moral.
(*) Di Segni, F., Hacia la pintura, Buenos Aires, Nova, 1º edición, 1955.
http://www.espiraldialectica.com.ar/espiral/disegni.htm