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Alumno: Islas Salinas Luis Ernesto

Asignatura: Ontología II

Tema: reporte de lectura de las consideraciones metafísicas de Suarez, en especial de la


segunda disputación.

En el presente escrito se tratará de explicar a grandes rasgos por qué la Disputatio II de Suarez
en las Disputaciones metafísicas puede ser vista como una ontología. Los tres aspectos a
tratar son los siguientes: 1) qué se entiende por ente u ontología; 2) ver la visión general de
dicha disputatio tomando solamente como punto las propuestas del mismo Suarez, sin incluir
los esquemas que nos da sobre los otros filósofos; 3) trataré posteriormente de ver cómo fue
posible que Heidegger haya admitido que en Suarez ya hay un pensamiento dirigido hacia la
ontología, aunque no completamente. Teniendo en cuenta lo ya establecido, dividiré el
trabajo en tres apartados. El primero se centrara en dar una definición al termino ontología u
ente, el segundo será meramente explicativo, el tercero en cambio, tendrá un valor más bien
de análisis. Creo que con ésta explicación el lector podrá saber de buena manera qué se
pretende hacer en el texto, y que a si mismo logre comprender que el propósito no es hacer
un análisis exhaustivo sobre la obra de Suarez, sino que sólo se pretende hilar un concepto
(el de ente) para poder ver su semejanza con la llamada ontología.

1. Sobre qué significa ontología u ente.

Se nos ha dicho, de buena manera que la ontología estudia al ente en tanto ente. Y optaremos
por quedarnos con dicha definición por dos razones. La primera de ellas es que la definición
tiende a no limitarse a los hechos factos, me explico, si asumiéramos que la ontología sólo
ha de estudiar el ente en tanto ente factico o ejerciendo la existencia, la ontología debería de
ser tratada de manera excelentísima por las ciencias empíricas, y no por el filósofo. Pero
como vemos que esto no pasa de dicha forma, la fórmula propuesta al principio, a saber, que
la ontología estudia al ente en tanto ente, no se dirige de manera solamente fáctica, sino que
también ha de incluir a las entidades que no podemos ver como tal. Así una quimera ha de
ser una entidad, un caballo, una silla. Como se puede ver, dicha postura tiene sus problemas,
ya que de dicha manera aceptamos que un unicornio es una entidad, si bien no fáctica o
siendo, pero eso no le quita que sea una entidad.
Tomando esto en cuenta hemos de hacer una aclaración. Ciertamente hemos de distinguir
distintos tipos de entes, a saber, los de razón y los entes reales. División que si bien es válida,
ya que nos ayuda a saber que hay entidades que no están fácticamente en el mundo y que no
por ello no pueden no ser, o sea que aun así son. Pero dicha distinción, es sólo en cuanto lo
que en la realidad acaece, ya que ente se predica de ambos, y la ontología se ocuparía del
estudio de ambos tipos de entidades.

Por último cabe señalar lo siguiente: 1) la ontología estudia al ente en tanto ente. 2) la entidad
no se limita a ser fáctica. 3) de ello que dividamos a las entidades como entes de razón o
reales. 4) que en Suarez se entiende el concepto de ente como de razón y real, es decir, que
para él el estudio del concepto ente ha de incluir a ambos. 5) y de todo ello se sigue que
nuestra propuesta es apropiada para poder tratar el pensamiento de Suarez.

2. Sobre el concepto de ente.

Sobre la sección primera. Me concentrare sólo en distinguir entre concepto formal y objetivo.
Después se verá el concepto formal de ente.

El concepto objetivo ha de entenderse como la <<re-presentación>>, y el concepto formal


como la <<acción de unificar>>. Me explico a partir de un ejemplo, cuando yo veo a X
persona, el acto que se ejerce en la mente, es decir, al concebirlo en la ente, ese es el concepto
formal. En cambio, el hombre conocido y representado en el acto es el concepto objetivo. De
ello se sigue que el concepto formal es siempre algo verdadero y positivo, que es algo
individual y singular, en cambio el objetivo algunas veces puede ser singular u otras veces
universal o confusa o común. Tomando en cuenta lo ya establecido, parece que la forma de
aproximarnos al concepto de ente, es partir por el formal, ya que es el más fácil de tratar.

Las preguntas que surgen son las siguientes: ¿al concepto de ente le pertenece un solo
concepto o muchos?, ¿es uno o puede ser múltiple?, ¿es real o nominal? A todo ello hemos
de responder que el concepto formal de ente es el más simple, tiene la misma razón de unidad,
es el más simple, no puede multiplicarse y que no sólo es nominal, sino también real. Ahora
bien, teniendo esto en cuenta Suarez hace las mismas preguntas, y llega a la conclusión de
que si sólo es una concepto formal, por ende sólo ha de tener un concepto objetivo (esto ya
es relativo a la segunda sección)
Respecto a la tercera sección se pretende aclarar si el concepto de ente prescinde de sus
inferiores. Respuesta: que no es algo realmente distinto y preciso de los inferiores en que
existe. Explicación: 1) la unidad del concepto formal de ente, expresa una propiedad, no una
esencia. Por ello no es algo realmente distinto, pero tampoco pero tampoco algo preciso. 2)
la distinción no es real, es decir, no podemos distinguir en la realidad el concepto uno del
otro dependiendo de la entidad que tratemos, pero si lo hemos de poder hacer en la mente,
porque la distinción sólo es de razón. Aclaraciones: cuando hablo de <<los inferiores>>
parece que Suarez entiende la sustancia y los accidentes, así los accidentes o las sustancias
no se distinguen realmente de la entidad, pero si lo podemos hacer en virtud de la razón.
Ambos pues entran en la entidad, pero no por ello no pueden no ser distinguibles cuando las
pensamos, aunque en la realidad no se de así. Ejemplo: puedo pensar una cabeza separada
del cuerpo, y que dicha cabeza aun pueda hablar, reír, llorar, comer. Dicha distinción es
posible gracias a nuestra imaginación, aunque sea imposible que se de en la realidad.

Respecto a la sección cuatro se pretende saber en qué consiste el ente en cuanto ente y cómo
conviene a los seres inferiores. Respuesta: conviene o bien como participio, bien como
nombre; el primero es el ejercer, el acto de existir como ejercido, el segundo en cambio es
potencia, porque tiene o puede ser. Explicación: cómo nos dice Suarez en la sección IV,
disputatio II. Noveno punto. “El ente, tomado con valor de nombre, significa lo que tiene
esencia real, prescindiendo de la existencia actual, sin excluirla ciertamente o negarla […],
en cambio, el ente, en cuanto participio, significa el ser mismo real, o sea, el que tiene esencia
real con existencia actual.”

Respecto a la quinta sección se trata sobre si la razón de ente trasciende a todas las entidades
inferiores. Respuesta: el concepto de ente incluye intrínsecamente en el ente como concepto.
Explicación: si bien podemos diferenciar una entidad de otra, parece ser cierto que al final
toda han de compartir algo en común, a saber, el concepto de ente. De no ser así tampoco
sería un solo concepto objetivo. Vemos pues que el argumento tiene como base principal lo
ya establecido previamente, y con ello hemos de ver la unidad de las entidades en el concepto
de ente. Ejemplo: se dice que hay muchas vacas, más que diversas entre sí, pero si
nombráramos de diferente forma a cada una de ellas, eso sería incrementar las entidades sin
razón alguna, luego hemos de optar por lo común a todas ellas, a saber, el ser vacas.
Respecto a la sexta y última sección, se quiere ver la modalidad del ente con sus inferiores.
Por modalidad hay que entender necesidad o posibilidad, al menos así se ha interpretado para
esta explicación. Respuesta: el ente, siendo necesario que todos los conceptos del
entendimiento se elaboren por adición al ente, porque toda la naturaleza es esencialmente
entidad.

3. La ontología en Suarez

Tomare como base el primer apartado para ver que en realidad, Suarez deja a un lado la
pregunta de Dios y se centra en la entidad, es decir, deja de ver las causas últimas de las
cosas, o las grandes leyes que rigen al mundo para así poder concentrarse en las entidad,
siendo Dios también una entidad. Por ahora vemos que Suarez ha cumplido con ello, pero a
pesar de que a primera vista pueda entrar en nuestra definición, a saber, la ontología es el
estudio del ente en tanto ente, no es así. Esto por una razón, la cual es central, y es que, si
bien trata del ente, no trata del ente en tanto ente, sino del ente en tanto concepto de ente. No
va a las cosas mismas, sino que va a lo que la razón tiene de ello, a saber, su concepto.

Esto es visible tanto en el mismo texto de Suarez, como en la explicación que he tratado de
hacer. Ya que no en vano siempre ocupo <<concepto de ente>> cuando es necesario definir
o esclarecer los términos. Así, también Suarez se centra en el problema del concepto del ente,
pero no en el ente mismo. Aun así creo que hay una posible interpretación para decir que en
realidad si se puede ver una importancia en el ente sin incluir el concepto como punto central.
Esto puede ser visto así porque también considera el participio, es decir, la existencia y cómo
ella se relaciona con los accidentes y las sustancias. Se podría decir eso, pero creo que el
problema de fondo sigue siendo el concepto, es decir, cómo concebimos el concepto de ente
en relación a la sustancia, a saber, que en nuestro concepto de ente podemos diferenciarlos
pero en la realidad no ocurre así. Es decir, lo que le preocuparía a Suarez (siendo más que
atrevido), es qué es lo que nuestra mente abstrae de las cosas, es decir, el tema de la
representación, de ahí que empiece por los conceptos formales y objetivos. Si bien las razones
que doy son pocas, si establecemos relación entre el primer punto y el segundo, vemos que
no se sigue que Suarez haga una ontología como tal, pero ciertamente dejó a un lado las
cuestiones más “universales” (primera causa, principio de todo), para concentrarse en algo
más específico, el ente, aunque se haya equivocado y lo haya confundido con el concepto.
Pero termino con una pregunta ¿qué concebimos si no más que la representación que tenemos
del mundo? ¿podemos ver la cosa sin involucrar un concepto? Respondiendo a estas
preguntas creo que es posible ver una cierta ontología en Suarez, pero ello no es parte de este
trabajo.

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