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Resumen
Abstract
1
Conterbia Carbica
https://www.academia.edu/1350001/Tito_Livio_castra_Aelia_y_el_l%C3%ADmite_meridional_del_ager_vasconum_antes_y_desp
u%C3%A9s_de_Sertorio
2
Es cierto que la lengua ibérica admite la transcripción al alfabeto latino. Por
eso sabemos que la epigrafía ibérica muestra un sistema dual de
interpretación silábica. El por qué el lenguaje ibérico utiliza un sistema
dual o dos variantes silábicas con un mismo signo, tiene una explicación
muy reveladora. Y lo que he podido averiguar es que el silabario ibérico
presume de conjugar verbalmente. Y puede corresponder tanto a la serie
variante oclusiva sorda como sonora. La variante oclusiva sonora, da, de,
di, do, du, son verbos, mientras que su variante oclusiva sorda, ta, te, ti, to,
tu, no son verbos, suenan tal cual componiendo la frase deseada. Es el
contexto el que obliga a un signo a significar una cosa y no otra.
Nuestra propia lengua nos dice que la palabra vía no solo hace referencia a
un camino, también a un ordenamiento procesal:
Vía contenciosa, procedimiento judicial ante la jurisdicción para ver el
caso, en oposición al administrativo.
Vía ejecutiva, procedimiento para hacer un pago judicialmente.
Vía gubernativa, procedimiento seguido ante la administración activa.
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Este calificativo de “Carbica” no es mencionado por ninguna fuente
literaria clásica. Lo cierto es que el corpus numismático nos tiene tan
acostumbrados a la transcripción de algunos nombres que resulta casi
imposible que se pueda leer de otra manera, cuando en realidad
disponemos de la respectiva variante dual epigráfica ibérica. Pero es la
comprensión de la lengua ibérica la que define con precisión su correcta
interpretación, al tiempo que determina el origen etimológico de nuestra
propia identidad lingüística.
Una viga es un madero largo y grueso para formar techos y sostener las
construcciones. Sinónimo de sostén, incluye los términos sustento,
fundamento y amparo. Lo que viene a decir: entrega al estado de Roma una
cantidad de dinero por el sustento, fundamento y amparo.
Sin lugar a duda se trata de un documento jurídico que garantiza el poder
económico de cualquier gobierno o estado emisor con un contenido
estrictamente político-social. La leyenda del as de la denominada
“Conterbia Carbica” (Conderbia Carbiga) manifiesta proverbialmente
dicho documento. Bajo el jinete lancero (Fig. 2), que por cierto se refleja
con faldón romano, mientras el corpus lee “Conterbacom”, las variantes
ibéricas permiten otra lectura knTbkj (kondepagoti).
4
Conterbia Belaisca y la Tésera Froehner
5
Éla í z c S (bela i ś ka s) vela impone Sila, acata dominio.
Sinónimo de vela es custodia. La acción y efecto de custodiar es tener
cuidado y vigilancia. Cuidado y vigilancia impone Sila. El contexto
narrativo no puede ser más coherente con el resto de la frase: acata
dominio.
Son las circunstancias político-sociales las que determinan un calificativo u
otro, Balaisca o Belaisca. No cabe duda, la tésera proviene del yacimiento
de Botorrita y muestra una fecha concreta que permite una
correspondencia epigráfica e histórica acaecida entre el año 81 y el 80 a. C.
En efecto, como era de suponer, dicho documento jurídico pronuncia
acuerdos propios de lo esperado en una “tessera de hospitalidad”. Y no
menciona el topónimo de Conderbia, sino que en los signos
inmediatamente anteriores a “belaisca” se escribe “ke/konkubias”
ÈknüÍaS, que traducido dice así:
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romances no viene del latín, sino de la lengua ibérica. La voz de nuestra
más profunda identidad cultural ibérica reclama lo que por derecho propio
le pertenece.
7
La alteración entre la Kalakorikos ibérica y la Calagurri romana no se debe
a una adaptación del topónimo al sistema fonético de la lengua latina, sino
al significado de la lengua ibérica. La variante <ku-gu> equivalente en
toponimia, la vibrante doble de la pronunciación de <Roma> y la ausencia
de la -s final que abrevia a Sila en el topónimo de Calagurri justifica su
adaptación a la lengua ibérica.
4
Abelardo López Pérez - Academia.edu
independent.academia.edu/AbelardoLópezPérez
8
toponimia de gran parte del territorio peninsular a comienzos del último
siglo a. C.»5. En el Bronce de Botorrita I pese a ser un documento jurídico
muy extenso, no se menciona “belaiscas”, sencillamente porque no se
menciona la circunstancia política de “cuidado y vigilancia impone Sila”.
El por qué, queda justificado nada más comenzar la leyenda en la Cara A:
Y ü í c n d j: (di ku i ka n da di) dicta acuerdo impone, acata nación
entrega tierra.
El Bronce de Botorrita I es inmediatamente anterior a la Tésera Froehner,
donde ya se consolida el acuerdo: alSo ü j (aliso ku ti) aliso acuerdo
tierra.
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ibérica lo corrobora y lo justifica con un valor de sostén, sinónimo que
incluye los términos sustento, fundamento y amparo en un contexto
político-social, y no como un carro de dos ruedas tirado por dos caballos.
Por tanto, la idea de una simple acepción hispana de la palabra latina biga
queda descartada.
Para el vocablo pago, sin duda confiere un contexto verbal de pagar. Según
la citada página web: «la palabra “pagar” viene del latín “pacare”, que
significa “apaciguar”. Es decir dar algo a alguien para calmarlo y mantener
la paz. El vocablo pax se vincula a una raíz indoeuropea pak (fijar, atar,
asegurar, ensamblar) que también produce en latín: el vocablo pagus
(aldea, poblado rural de termino fijado por estacas), de donde viene pago,
pagano, país, payés y paisano.» Es decir que la palabra pago quiere decir
aldea o poblado, y sin embargo el íbero la utiliza como expresión verbal del
pago tributario de una tierra.
Como caso significativo diré que en la cara A del plomo de Orleyl VII (La
Vall d´Uixó, Castellón) se repite en dos ocasiones la siguiente frase:
-bC9á- (paga ŕ a) paga Roma acepta.
L. 5/ 25 y L.6/ 28 C l áí S é bC 9 á Ü 9 á n é (ka l aí s e paga ŕ a du
ŕ a n e) acata ley ahí, dominio recibe, paga Roma acepta, gobierna Roma,
acepta nación recibe 7.
10
La procedencia etimológica del verbo “velar” propuesta por el latín, queda
fuera de todo lugar, ya que el verbo “vigila” se muestra escrito en ibérico
en en una copa ática de figuras rojas de hacia el 375 a. C. La copa fue
hallada en Ensérune (Héraut, Francia) y la lectura dice: IÏláX “bigilako”.
La interpretación dice claramente vigila, seguido de la sílaba “ko”, acato.
El acatamiento hace referencia a vigilar, velar sobre una persona o cosa.
Sinónimo de acato es tributo. Claramente en esta copa ática de figuras rojas
de siglo IV a. C. se traduce la transcripción ibérica “vigila tributo”. Todo
un reto a la inteligencia interpretativa del lenguaje ibérico desvelado, ya
que dicha frase no sólo guarda un contexto gramatical y de vocalización,
sino que se halla guardando un contexto histórico y arqueológico al estar
escrito en un objeto de lujo considerado por la arqueología convencional
como perteneciente a la élite del poder. Sólo a un personaje con este rango
se le puede exigir la consecuente realización de vigilar el hecho imponible
al que la ley vincule en el deber de contribuir con la carga u obligación de
tributar las prestaciones pecuniarias obligatorias de una sociedad 9.
Por otro lado, la palabra vía dicen que viene del latín vía = “camino”.
Resulta revelador que en la moneda de Conderbia Carbiga se mencione en
ibérico la frase “tributo nación, concede Roma vía”, expresión político-
social que traduce e incluye en el contexto a la vía ejecutiva, procedimiento
para hacer un pago judicialmente. Y aunque es Roma quién lo dicta, es el
íbero quién lo escribe y lo dirige a su población. Con el aliciente añadido
de que no debemos olvidar que estamos en el marco geopolítico de la
Celtiberia. Lo que implica un auténtico conocimiento del sistema dual por
parte de los celtiberos ya que la diferenciación de la oclusiva sorda “ka” y
la sonora “ga”, y respectivamente “ko/go” y “pa/ba”, se hallan implícitas en
la comprensión del propio lenguaje de su escritura.
9
https://es.scribd.com/document/358373329/El-ORIGEN-ETIMOLOGICO-DE-IBERIA
11
Se sabe que Roma se apropió de todo lo mejor de los lugares que
conquistaba, no solo de lo material (oro, plata, etc.), también lo cultual
(dioses o divinidades), tecnológico (arquitectura y agricultura), cultural o
literario (poemas homéricos, reescritos en la epopeya latina de La Eneida),
e incluso conceptual (imperialismo). No cabe duda de que Roma ha
continuado hasta el día de hoy proclamando lo que en origen no era suyo.
Tomen otro ejemplo: El verbo “pedir” dicen que viene del latín petere: ir
hacia un lugar, aspirar a algo. Es más, se considera obvio que la palabra
pedir viene por vía vulgar, es decir, parte de un fondo originario de una
lengua romance que por deformación popular del latín hablado pasó a ser
un vulgarismo generado entre los años 500 y 800 d. C., como expresión o
palabra de registro popular y no de habla culta.
Aquí, lo que resulto obvio es la prepotente manipulación de un falso
convencionalismo medieval que determina una procedencia errónea de la
lengua romance.
El castellano reconoce su concreto origen con documentos jurídicos de
más de 2000 años de antigüedad. Y en este caso, la secuencia Ít (pide), se
pronuncia en 29 ocasiones en todo el registro epigráfico de las
inscripciones ibéricas conocidas hasta la fecha 10. En 10 ocasiones, en
documentos donde se registra la abreviatura de Roma, y en otras 10
ocasiones junto a la abreviatura de Roma: Ít q (pide ŕ) pide Roma.
La lengua ibérica define con precisión el origen etimológico de nuestra
propia identidad lingüística muchos siglos antes de la aparición del latín
vulgar. Este resolutivo demuestra en gran medida la configuración del
paisaje lingüístico ibérico en un espacio específico denominado Iberia, que
contribuye territorialmente al origen etimológico de la propia identidad
lingüística castellana. Esto significa que el vehículo de expresión oficial de
la lengua hablada en Iberia era el castellano y se hablaba como mínimo
1000 años antes de la formación del Reino de Castilla y de la evolución de
los dialectos navarroaragoneses del siglo X. Dialectos presentes en
pequeñas anotaciones manuscritas a un códice en latín que son
considerados la fuente capital para el análisis de la etapa inicial de nuestro
idioma. Son las denominadas Glosas Emilianenses procedentes del
monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja) y las Glosas Silenses
procedentes del monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos); a los que
hay que añadir los llamados Cartularios de Valpuesta, del monasterio de
10
http://cathalaunia.org/ibr/ibr.
12
Santa María de Valpuesta (Burgos), considerados de entre el siglo IX al
XII. En noviembre de 2010, la Real Academia de la Lengua Española avaló
los cartularios, escritos en “una lengua latina asaltada por una lengua viva”,
como los primeros documentos en los que aparecen palabras escritas en
castellano, anteriores a los Glosas Emilianenses 11.
11 https://es.wikipedia.org/wiki/Cartularios_de_Valpuesta
12
Gómez Moreno, M., 1949: Misceláneas, Madrid.
13
Recordemos, es el contexto el que obliga a un signo a significar una cosa y
no otra. La transcripción debe permitir otra vocalización correspondida por
una coincidencia del género gramatical que estructure la lectura en su
propio contexto narrativo. Respetando el método elegido es necesario
14
indicar que la interpretación de un nuevo signo implica la revisión de lo
anterior.
15
etimológico de un verbo castellano. “Ore” es el modo imperativo del verbo
orar: el/ usted/ ore. El modo imperativo en la lengua castellana se usa para
dar órdenes a una o más personas de forma directa. Sinónimos de orar son:
rogar, invocar, solicitar, adorar, etc. Dicha oración se halla bajo un jinete
con palma, símbolo de la victoria o triunfo. Aquí la cualidad transcendental
del símbolo determina su lenguaje narrativo inmerso en la propia lectura
epigráfica: se ruega, invoca o solicita la victoria o triunfo.
El origen etimológico del verbo “orar” no es ni latino ni vasco, sino ibérico,
y en la Región de Cataluña queda claramente demostrada su pronunciación
con escritura ibérica a mediados del siglo II antes de Cristo.
ÉQ (ber) ver.
La secuencia del verbo “ver” ÉQ se pronuncia al menos en 14 ocasiones en
todo el registro epigráfico de las inscripciones ibéricas conocidas hasta la
fecha. Si analizamos los signos propiamente ibéricos de la hidronimia Íber
(Ebro) y asignamos el método íbero-castellano que pronuncia la
abreviatura verbal determinante, nos estaría definiendo lo verdaderamente
admirable de un gran río: Iber (i ver): impone ver.
El topónimo de Iberia se debe a la composición verbal de la abreviatura
determinante adjudicada a la admiración del afluente más imponente de su
territorio, el río Íber. El hidronímico Íber es mencionado por primera vez
por griegos contemporáneos de los íberos. Es la propia lengua de los íberos
la que define su verdadero significado, y no la contemporánea complicidad
remitente de hipotéticas teorías vascófilas sobre la lengua ibérica. Íber no
quiere decir nada en vasco, es más la lengua vasca no ofrece signos de su
existencia en época ibérica. Y a la vista de todo el mundo está.
16
Dicen que viene del latín medieval quitare. Estos dracmas de Arse están
considerados de finales del siglo III o principios del siglo II a.C.
Recordemos que aquí se dio comienzo a la Segunda Guerra Púnica.
14
https://definiciona.com/herir/
15
https://definiciona.com/ora/
17
ÖQ%- (borde) borde. (Tinajilla núm. 142, departamento 31 de Liria;
Valencia).
ÖQ% bQa (borde vara) borde vara.
La variante “ba/pa” podría indicar otro significado, perteneciente al
presente de indicativo del verbo “parar”: (él; ella; usted) para. Pero si
analizamos la palabra “borde” no solo hace referencia a lo extremo, sino
que su ambigüedad permite otra acepción: dícese de las plantas u árboles
no injertos ni cultivados.
La correlación de “borde” con “vara” se halla implícita en sus sinónimos:
bastón, palo, cayado, rama, etc. Y como el adjetivo “borde” hace referencia
a todo lo que nace fuera de un orden establecido, y la “vara” puede hacer
referencia a un bastón de mando, su contexto en un escenario bélico de
gente armada tiene sentido, “fuera del orden establecido por un mando” o
lo que sería lo mismo “borde vara”.
La palabra borde viene del francés “bord”, del franco “bord”, lado de la
nave, del catalán “bord” y del latín tardío “burdus” que quiere decir
bastardo16. La palabra vara dicen que viene del latín vara (viga o palo de
características toscas). No cabe duda de que la escritura ibérica desmiente
todas estas etimologías.
16
https://definiciona.com/borde/
17
http://cathalaunia.org/ibr/ibr.
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pasar sin armas a los enemigos vencidos. El vocabulario de horca dicen que
viene del latín furca.
En la moneda ibérica de Obulco (Porcuna, Jaén), fechada entre el año 120
al 20 a. C. se puede leer en el anverso el topónimo de Obvlco en latín, y en
su reverso escritura ibérica Ibulka (Clùï).
Obulco (o bu l co): otorga cambio, ley acato.
Ibulka ( i bu l ka): impone cambio, ley acata.
Diferente tipo de escritura, mismo lenguaje e idéntica etimología, Ibulka y
Obulco, su expresión es estrictamente político-social. El topónimo de época
árabe Bulkuna tendría la transcripción ibérica: (bu l kuna) cambio ley cuna.
Que es lo mismo que decir: cambio ley en el lugar de nacimiento, linaje o
estirpe; cambio ley a los vecinos nobles de una localidad.
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-anaS Ú- (ku sana) acuerdo sana.
Sinónimo de sana es: mejora, cabal, razonable, etc. Por lo que la frase haría
referencia a la mejora de un acuerdo o un acuerdo razonable.
La palabra sanar dicen que viene del latín sanare y ese de sanus (sano,
sensato, que no está loco). Misma diferencia, como mínimo de 400 años
antes de que se hablase el latín clásico.
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Un latín arcaico que ni el propio Cicerón entendía 18. Qué mucho más
podríamos decir nosotros al reconocer palabras idénticas al castellano en
estelas tartésicas del siglo VIII a. C.
Es nuestra propia lengua la que registra la secuencia del ADN lingüístico
ibérico, pese a ser usurpado por la prepotente etimología latina, desplazado
por convencionalismos medievales impuestos por la iglesia romana, y
finalmente arrojado al abismo degenerativo más espantoso y alejado de su
legitimidad por abismales teorías promovidas por conceptos
preindoeuropeos de estudiosos alemanes del siglo XIX.
La comprensión de la lengua ibérica implica un revelador conocimiento de
la verdad con poder de juzgar a vivos y muertos. Si la clasificación
genética tiene por base la evolución de las lenguas 19, la secuencia genética
del ADN lingüístico ibérico proclama una lengua milenaria tan
indoeuropea y más antigua que el latín.
No sin motivo, los españoles no han sabido reconocer el origen de su
propio idioma. La lengua que había anteriormente a la romanización en
Cataluña, al igual que en la Comunidad Valenciana, era el castellano.
Cataluña y Valencia se hallan precisamente en el corazón de la vertiente
mediterránea donde se desarrolló la Cultura Ibérica, y es en Cataluña
donde hace casi 2000 años Estrabón describiendo a la península Ibérica
situó el pueblo de los castellani. La configuración del paisaje lingüístico
ibérico se halla en un espacio específico denominado Iberia, que contribuye
territorialmente al origen etimológico de la propia identidad lingüística
castellana. Originalmente la lengua que influyó en la formación del catalán
y del valenciano fue el castellano.
En base a la narrativa contextual entendida y explicada con la diacrítica
gramatical, argumentada en la documentación implícita en fuentes
académicas, literarias, historiográficas y arqueológicas, la lengua ibérica
define con precisión el origen etimológico de nuestra propia identidad
lingüística. El método empleado en que se procede analíticamente, o tiene
la virtud de resolver el lenguaje ibérico es el íbero-castellano.
18
https://www.uv.es/ivorra/Latin/evolucion.htm
19
https://www.academia.edu/4760777/Clasificaci%C3%B3n_gen%C3%A9tica_de_las_lenguas
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