Informe técnico
*Ing. Marcos Tinman Behar /
Edificios con muros de ductibilidad limitada
Fisuración en muros y losas
de concreto armado
P
or naturaleza el concreto es un material
muy competente para compresión, pero
de poca resistencia a la tracción. Es
inevitable, en consecuencia, que se
produzca fisuración en elementos de
concreto, ya que esta ocurre cuando su resistencia no
es suficiente para soportar los esfuerzos de tracción
generados por diversas causas, que pueden ser
solicitaciones externas o cambios volumétricos.
El fenómeno de fisuración en concreto, sus causas
y efectos y la forma de controlarlo es un tema de
investigación constante para los especialistas en
tecnología del concreto. Gran parte de las conclusiones
de estos estudios están plasmados en el reporte “ACI
224R-01-Control de Fisuración en Estructuras de
Hormigón” desarrollado por el Comité 224 del ACI y
publicado el 16 de mayo del 2001.
Este artículo trata, específicamente, sobre el
fenómeno de fisuración en los muros y losas de edificios
integrales de concreto armado. Conocidos también como
edificios de muros delgados o de muros de ductilidad
limitada. En ellos, la mayor causa de fisuración son
los cambios volumétricos y, en general, las fisuras no
representan problemas estructurales. De todas maneras
se debe evitar una fisuración excesiva y, además,
discriminar entre las fisuras normales y las que pudieran
evidenciar problemas estructurales.
Fisuras no estructurales
En los edificios integrales de concreto armado
los elementos estructurales verticales son los muros
continuos en todos los pisos. Y los techos son losas
macizas delgadas. No usan columnas y vigas y tanto
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Ing. Alejandro Muñoz Peláez
losas como muros son de reducido espesor. Este
sistema estructural se adapta muy bien a edificios de
vivienda económica, con luces cortas entre muros y sin
sótanos. Debido a las características mencionadas este
sistema estructural es más propenso a fisuración que los
edificios aporticados, por las razones que se explican
mas adelante.
La mayoría de las fisuras que se presentan en
este tipo de edificios no tienen implicancia estructural
y representan un comportamiento normal del material
que no puede ser suprimido, aunque si controlado. La
principal causa de las fisuras es la variación del volumen
de concreto durante el proceso de secado que al no
poderse dar libremente, pues existen restricciones al
movimiento, generan esfuerzos de tracción.
Las causas de la variación de volumen son varias.
La principal es la contracción de fragua, que es la
disminución de volumen del elemento de concreto debido
a pérdida de agua durante el proceso de endurecimiento.
Hay mucha investigación sobre este fenómeno y se ha
encontrado que la magnitud del cambio volumétrico es
influida por factores como el diseño de mezcla (relación
agua, cemento, tamaño de agregados y otros), la
relación volumen/superficie del elemento, el curado, etc.
Estos factores son más críticos para elementos
delgados de concreto armado, como las losas y muros
de estos edificios, en los que al requerirse mayor trabajo,
se impone mayor proporción de agua y menor tamaño de
agregado grueso. Además la superficie de evaporación
es grande respecto al volumen del elemento y el curado
de elementos verticales de gran superficie, como son los
muros. Es más complicado.
Otros factores que generan cambios volumétricos,
son el enfriamiento del concreto luego del aumento de
temperatura por el calor de hidratación (contracción
térmica inicial) y el flujo plástico (creep), aunque este
último compensa en algo la contracción de fragua.
La variación del volumen no se puede dar libremente
por la existencia de restricciones al movimiento
generadas por la presencia de armadura de acero y la
conexión a elementos de concreto endurecido, como
la losa de techo, platea de cimentación y paredes
transversales. Como ya se indicó, al estar restringido
el movimiento generado por los cambios volumétricos
se producen esfuerzos de tracción que al sobrepasar
la resistencia del concreto producen fisuras. Además,
la mayor parte del cambio volumétrico, debido a los
referidos fenómenos, se da en etapas tempranas donde
el concreto no ha alcanzado aún su máxima resistencia
a la tracción.

Otro efecto importante que genera cambios
volumétricos durante la vida útil del edificio son los
cambios de temperatura, razón por la cual hay mayor
fisuración en los muros del último piso, donde hay menor
aislamiento ante los efectos del calor. Este fenómeno
genera fisuras en las esquinas superiores de los muros
del último piso, con un patrón muy común.
Otras fisuras muy frecuentes en este tipo de edificios
se dan por concentración de esfuerzos en las esquinas
de aberturas en muros estructurales de concreto para
baños de ventanas. Para evitarlas se puede colocar
armadura adicional en las esquinas, perpendicular a las
posibles fisuras, pero esto no ha mostrado ser efectivo.
La solución más usada es separar los alféizares de
las ventanas con juntas o hacerlos de albañilería, sola
apoyados en la losa e independientes de los muros.
También es frecuente que se presente fisuración
asociada a la colocación de tuberías de instalaciones
eléctricas o sanitarias empotradas en los muros de
concreto. Es práctica común empotrar tuberías de hasta
2” para ventilación de las instalaciones sanitarias, lo que
es inadecuado para muros de 10cm. de espesor con
una sola malla centrada. Se presentan también fisuras
en la ubicación de tuberías para cables eléctricos. Pero
esto se debe a un mal proceso constructivo, pues estos
tubos son de poco diámetro y con la correcta colocación
y protección no deberían generar problemas.
Los tipos de fisuras aludidos no tienen relevancia
estructural. Es decir, no comprometen la seguridad
estructural de las edificaciones. Se pensaba que una
fisuración marcada podría afectar la durabilidad del
concreto, principalmente, referida a la corrosión de
la armadura de acero. Pero investigaciones recientes
no han podido establecer esa relación, siendo más
influyente la calidad de los componentes del concreto y
el espesor del recubrimiento. El principal problema que
genera la fisuración es estético y de percepción de los
usuarios. Se ha determinado que en superficies planas y
lisas las grietas que exceden 0.25 a 0.35 mm son visibles
y pueden producir preocupación en el usuario.
La fisuración en los muros y losas de concreto
se reduce, en parte, mediante la colocación de una
cuantía suficiente de acero. Para lo cual la Norma
E.060 de concreto armado, especifica una cuantía de
Informe técnico
acero mínima, y con un control minucioso durante el
proceso constructivo, principalmente de la calidad de los
materiales, diseño de mezcla y el curado del concreto.
Además, se han probado varias otras soluciones como la
adición de fibra de polipropileno a la mezcla de concreto,
la colocación de juntas o bruñas en muros largos, evitar
vaceados de paños de losas de mucha área, etc. . Pero
nada ha sido totalmente efectivo. Como se ha probado
muy difícil eliminar este fenómeno, consideramos que
se tiene que aceptar como un comportamiento normal
asociado con un sistema de construcción muy eficiente
para lograr viviendas económicas y muy seguras. Tiene
que informarse al público usuario que van a aparecer
fisuras, que no son relevantes estructuralmente, las
cuales se presentan principalmente en los primeros años
de concluida la obra. Y que si se desean reparar debe
esperarse un tiempo de, por lo menos, 1 año para que la
reparación sea efectiva.
Fisuras estructurales
Se debe tener cuidado con las fisuras que sí puedan
haber sido generadas por problemas estructurales.
P u e d e n p r e s e n ta r s e fi s u r a s p o r c a r g a v e r ti c a l .
Principalmente por flexión en losas y pandeo en muros.
En ambos casos, los patrones son reconocibles, pues las
fisuras se dan en las zonas de mayor esfuerzo con mayor
espesor en la cara del elemento sometida a tracción.
Por cargas sísmicas pueden presentarse fisuras por
corte en los muros, aplastamiento por compresión en
los extremos de los muros y fisuras por flexión generada
por cargas perpendiculares a la superficie del muro.
Las fisuras por corte son diagonales. La compresión
en el talón genera que el concreto se reviente y las
de flexión son similares a las de pandeo. El otro
efecto, que puede causar fisuras estructurales, es el
asentamiento de la cimentación, a consecuencia de un
mal dimensionamiento de los cimientos o problemas de
suelo, como que se cimiente sobre relleno inadecuado
o mal compactado. Estas fisuras son diagonales y
claramente identificables.
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 Informe técnico

A modo de conclusión
La mayoría de las fisuras en muros y losas son
generadas por cambios volumétricos en el concreto
y representan un fenómeno común en este tipo de
estructuras con muros de concreto. Así también, las
fisuras pueden aparecer durante los primeros años de
construida la edificación. No representan reducción
alguna en la seguridad de las estructuras tanto para
cargas de gravedad como para cargas sísmicas.
Representan si un problema estético que debe ser
informado a los usuarios.

Por efectos del cambio de temperatura la mayor

En todos estos casos la presencia de fisuras si
representa un problema estructural generado por mal
diseño o mala construcción. Estas fisuras indican que hay
reducción de la seguridad estructural de la edificación,
por lo que deben ser rápidamente identificadas,
reparadas y solucionada la causa que las genero. Lo que
puede requerir reforzar los elementos dañados o mejorar
las condiciones del suelo.
incidencia de fisuras se presenta en el último piso de
las edificaciones. Se podría mejorar esto aumentando el
aislamiento térmico en los techos. La armadura de acero
en todos los elementos debe cumplir con la cuantía de
refuerzo mínima establecida por el Código de Concreto
Armado vigente (NTE.E-060). Dicha cuantía mínima
debería ser adecuada para mantener la fisuración
dentro de un rango apropiado, si es que se controla
adecuadamente el proceso constructivo.
Se deben identificar las fisuras que indican que hay
reducción de la seguridad estructural de la edificación.
Estas deben ser reparadas. Y se debe, además,
solucionar el problema que las causó.
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