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 VOCABULARIO BÁSICO
 BIEN: Valor otorgado a una acción orientada a lo deseable, lo favorable, lo conveniente, lo
moral, lo correcto. Aunque todos aspiramos a vivir bien, la palabra "bien" no significa lo mismo
para todos. Desde el Evangelio, el bien es lo justo, lo que construye comunidad, la felicidad, la
libertad y la promoción de la vida digna para todos.
 CASTIDAD: Virtud que gobierna y modera el deseo del placer sexual según los principios de la
fe y la razón. Por la castidad la persona adquiere dominio de su sexualidad y es capaz de
integrarla en una sana personalidad, en la que el amor de Dios reina sobre todo. Por lo tanto no
es una negación de la sexualidad. Es un fruto del Espíritu Santo.
 CATECISMO: Es una exposición orgánica y sistemática de los contenidos fundamentales de la
fe y de la moral católicas. Es una guía segura en la educación religiosa y en la vida conforme a la
fe. La actual versión del Catecismo de la Iglesia Católica fue promulgado en 1992 por el Papa
Juan Pablo II y está organizado en cuatro partes: Profesión de la fe (Credo), Celebración del
misterio cristiano (Liturgia), la Vida en Cristo (Moral) y Oración.
 CLARIFICACIÓN DE VALORES: Conjunto de métodos de trabajo que favorecen el
autoconocimiento, ayudando a las personas a tomar conciencia con aquello que constituye un
valor en su vida y a descubrir la realidad de la orientación de sus ideas. El fin es afianzar estos
valores una vez reconocidos y aceptados, o de cambiarlos si carecen de consistencia.
 CONCIENCIA: Conocimiento que el ser humano posee sobre sí mismo, sobre su existencia y su
relación con el mundo. Es un “saber que se sabe lo que se sabe”, lo que nos permite la capacidad
de regular y valorar nuestras actividades de acuerdo con nosotros mismos. Y ser responsables de
nuestro comportamiento. La Conciencia moral es la capacidad de discernir, según los principios
de la fe y la razón, entre el bien y el mal a partir de la cual se pueden juzgar los
comportamientos. El hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón. La conciencia es el
núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo
más íntimo de ella. La conciencia hace posible asumir la responsabilidad de los actos realizados.
 CULPA: Falta que se comete voluntariamente. Responsabilidad que recae sobre alguien por
haber cometido un acto incorrecto. Condición de quien ha cometido un mal moral y por ende está
en algún grado separado de la persona (hombres – Dios) a quien ofendió.
 DISCERNIMIENTO: Discernir es poner la vida en tela de juicio, en crisis, a la luz del
Evangelio. Requiere de tiempo (40 días, 40 años), distancia y silencio (ir al desierto), y capacidad
de escucha. Supone distinguir la diferencia que existe entre el valor de una alternativa y el de
otra a partir de criterios, principios o juicios de valor preestablecidos. Condición de ver y
comprender rectamente las cosas.
 EMPATÍA: Sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a
otra. Consiste en ser capaz de ponerse en la situación de los demás.
 ÉTICA: Etim. del griego ethos, costumbre. Es una rama de la filosofía que reflexiona sobre el
comportamiento humano, las decisiones humanas y lo que se entiende por una vida humana,
buena y digna. Intenta fundamentar racionalmente y poner en cuestión los postulados sobre los
cuales se basa la acción moral. Formula principios y criterios acerca de cómo debemos
comportarnos y hacia dónde debemos dirigir nuestra acción.
 JUICIO MORAL: El juicio moral es el acto mental que permite emitir juicios de forma
argumentada sobre aquello que esta bien y lo que esta mal en las conductas humanas, en la
propia y en la de los demás. Está condicionado por el desarrollo cognitivo (comprensión crítica de
la situación) y el desarrollo afectivo (habilidades sociales y emocionales).
 LIBERTAD: Facultad y derecho del ser humano que supone el ejercicio responsable de la
voluntad, de obrar o no obrar de una manera u otra. Es decidir, darse cuenta y asumir las
consecuencias de lo que se está decidiendo. Es ordenar la existencia a un Proyecto Personal de
Vida, en el marco de una comunidad y de una escala de valores. La Libertad es “nuestra fuerza”
para inventar y elegir qué hacer en las circunstancias que nos ha tocado vivir.
 MAL: Valor otorgado a una acción orientada a lo indeseable, lo desfavorable, lo inconveniente,
lo inmoral, lo incorrecto, lo carente de bondad. Aunque todos aspiramos a evitar el mal, la
palabra "mal" no significa lo mismo para todos. Desde el Evangelio, el mal es la ausencia de bien,
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lo injusto, lo que destruye la comunidad, la muerte, la opresión y las condiciones inhumanas de
vida.
 MORAL: Etim. del latín MOS, Costumbre. Conjunto aspectos concretos y prácticos del
comportamiento humano, tales como costumbres, creencias, valores y normas, de un individuo o
grupo social determinado que oficia de guía para el obrar, vale decir, que orientan acerca del bien
o del mal, lo correcto o incorrecto, lo válido o inválido, de una acción. Responde a
condicionamientos históricos, culturales y religiosos.Al conjunto de las normas morales se les
llama moralidad objetiva, porque estas normas existen como hechos sociales independientemente
de que un sujeto quiera acatarlas o no. Los actos mediante los cuales el individuo acata o infringe
la norma moral constituyen la moralidad subjetiva.
 PECADO: Etim. del latín peccātum, trasgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno.
Para los griegos, pecado se decía hamartia: ‘fallo de la meta, no dar en el blanco’. Aludía al
concepto de vivir al margen de lo esencial debido a una actitud errónea. Antes que los griegos y
con anterioridad al arameo el término pecado tenía el significado de ‘olvido’. Olvido de algo que
estaba presente, "olvido" como dejar a un lado. No tener presente a algo o alguien que en ese
momento, por diversas razones, se lo dejaba a un costado. El pecado desde la fe cristiana es
toda acción, palabra u omisión libre del ser humano que va contra el plan de Dios. No es
transgredir leyes sino olvidarse de Dios y de los hermanos. El pecado es faltar al amor verdadero
para con Dios y para con el prójimo. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad
humana. Es muerte, es violencia. Es ruptura de la comunión, es negarse a ser Hijo de Dios,
Hermano de los demás y Señor de la creación.
 RELATIVISMO: Sistema de pensamiento que afirma que no existen verdades universalmente
válidas, ya que toda afirmación depende de condiciones, estructuras o contextos de la persona o
grupo que la afirma. Estas estructuras que hacen relativa toda afirmación son: el lenguaje, la
cultura, los paradigmas de un período histórico, las creencias religiosas, el género, raza o estatus
social, y sobre todo la experiencia e historia de cada individuo (subjetivismo). El relativismo
moral propugna que dada la diversidad cultural no hay valores universales, pues estos dependen
de convenciones de las personas de cada cultura, y no pueden ser cuestionados.
 SEXUALIDAD: La sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de
su cuerpo y de su alma. Concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de
procrear y, de manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con otro.
La sexualidad es un dinamismo importantísimo de la persona que afecta a la totalidad de la vida
del ser humano que se integra en el proyecto global de la persona, que involucra las siguientes
dimensiones: físico-genital, higiénico-sanitaria, psicológica, afectiva, social, cultural, ética,
simbólica y religiosa. De esta integración dependerá el que contribuya a la madurez o inmadurez
de la persona. La sexualidad engloba el impulso sexual que va dirigido tanto al placer sexual
inmediato, como a la procreación, la identidad sexual y orientación sexual y las relaciones
sociales y sentimentales.
 SOCIALIZACIÓN: Proceso mediante el cual los individuos pertenecientes a una sociedad o
cultura se incorporan a ella, aprenden, adquieren e interiorizan normas, valores, formas de
percibir la realidad y habilidades intelectuales, sociales y emocionales, que los dotan de las
capacidades necesarias para desempeñarse satisfactoriamente en la interacción social. Este
proceso es factible gracias a los agentes sociales, instituciones e individuos representativos, tales
como la familia, la escuela, los medios de comunicación social y las Iglesias.

CAPACIDADES DE LA UNIDAD
DIOS SE DIOS SE DIOS SE DIOS SE
REVELA EN LA REVELA EN REVELA EN LA REVELA EN LA ACTIVIDADES
VIDA JESUCRISTO COMUNIDAD ORACIÓN
Identifica
Define
Compara
Identifica Extrapola Interpreta
Interpreta
Analiza Juzga Analiza
Ora Analiza
Juzga Interioriza Extrapola
Extrapola
Reflexiona Reflexiona Juzga
Reflexiona
Reflexiona
Comparte

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 LA MORAL:
UNA MANERA DE VER Y VIVIR LA VIDA
En el monasterio había una serie de reglas, pero el Maestro no dejaba de prevenir
contra la tiranía de la ley. “La obediencia observa las reglas”, solía decir el Maestro,
“pero el amor sabe cuándo romperlas”. Anthony de Mello s.j.
“Sólo disponemos de cuatro principios de la moral:
a. El filosófico: haz el bien por el bien mismo, por respeto a la ley.
b. El religioso: hazlo porque es la voluntad de Dios, por amor a Dios.
c. El humano: hazlo porque tu bienestar lo requiere, por amor propio.
d. El político: hazlo porque lo requieren la prosperidad de la sociedad de la que
formas parte, por amor a la sociedad y por consideración a ti” (Lichtenberg,
Aforismo).
“No son los sanos los que necesitan los que necesitan al médico, sino los enfermos. No
he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. (...) El sábado ha sido hecho para
el hombre, y no el hombre para el sábado”. Mc 2, 17.27
Yo les he dicho todas estas cosas para que en ustedes esté mi alegría, y la alegría de
ustedes sea perfecta. Mi mandamiento es este: Ámense unos con otros, como yo los
he amado. No hay amor más grande que este: dar la vida por sus amigos” Jn 15,11-13.

EL ANTIGÉNESIS
Al fin el hombre acabó con el cielo y con la
tierra. La tierra era bella y fértil, La luz brillaba
en las montañas y los mares, y el espíritu de
Dios llenaba el universo.
El hombre dijo: “Que posea yo todo poder en
el cielo y en la tierra”. Y vio que el poder era
bueno, y puso el nombre de Grandes Jefes a
los que tenían el poder, y llamó Desgraciados
a los que buscaban reconciliación. Así fue el
sexto día antes del fin.
El hombre dijo: “Que haya gran división entre
los pueblos: que se pongan de un lado las
naciones a mi favor y del otro lado las que
están contra mí”.Y hubo Buenos y Malos, así
fue el quinto día antes del fin.
El hombre dijo: “Reunamos nuestras fortunas
todas en un lugar y creemos instrumentos
para defendernos: la radio para controlar el
espíritu de los hombres, los uniformes para
dominar las almas de los hombres”. Y fue así:
El mundo quedó dividido en dos bloques, en
guerra. El hombre vio que tenía que ser así.
Así fue el cuarto días antes del fin.
El hombre dijo: “Que haya una censura para
distinguir nuestra verdad de la de los demás”.
Y fue así: El hombre creó dos grandes
instituciones de censura: Una, para ocultar la
verdad en el extranjero. Y Otra, para
defenderse de la verdad dentro de casa. El
hombre lo vio y lo encontró normal. Así fue el
tercer día antes del fin.
El hombre dijo: “Fabriquemos armas que
puedan destruir grandes multitudes, millones y
centenares de millones, a distancias”. El hom-
bre creó los submarinos nucleares que surcan
los mares. Y los misiles que cruzan el firma-
mento. El hombre lo vio y se enorgulleció.
Entonces los bendijo, diciéndoles: “sed numerosos
y grandes sobre la tierra, llenad las aguas del
mar, y los espacios celestes: multiplicaos”. Así fue
el segundo día antes del fin.
El hombre dijo : “Hagamos a Dios a nuestra
imagen y semejanza. que actúe como actuamos
nosotros, que piense como pensamos nosotros,
que quiera lo que nosotros queremos, que mate
como nosotros matamos”. El hombre creó a Dios
a su medida.
Y lo bendijo diciendo: “Muéstrate a nosotros y pon
la tierra a nuestros pies: no te faltará nada, si
haces siempre nuestra propia voluntad”. Y así fue:
El hombre vio todo lo que había hecho. Y estaba
muy satisfecho de todo ello. Así fue el día antes
del fin.
De pronto, se produjo un gran terremoto en la
superficie de la tierra, y el hombre y todo lo que
había hecho dejaron de existir.
Así acabó el hombre con el cielo y con la tierra. La
tierra volvió a ser un mundo vacío y sin orden;
toda la superficie del océano se cubrió de oscuri-
dad y el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas.
Comenta con tus compañeros los textos que se
presentan en esta página:
COMPARA: ¿Qué similitudes y diferencias
encuentras lo que estos textos dicen al respecto y
lo que tú vives? ¿Y entre el texto de la página
siguiente y tu experiencia sobre el sexo y la
sexualidad?
ANALIZA: ¿Qué entiendes por moral, ética y
pecado? ¿Qué quiere decir Antigénesis? ¿Qué
relación tiene con la moral o el pecado? ¿Por qué
y cómo aparece aquí el tema de la sexualidad?
REFLEXIONA: ¿Qué te dicen estos textos a ti hoy
a la edad que tú tienes?
55

NUEVO MUNDO
HESSE, Hermann. Demian. pp. 54-56
Vinieron los años en los que volví a descubrir que
en mi interior latía un instinto que en el mundo
permitido y diáfano había que disimular y ocultar.
Como a todo ser humano, también a mí me
asaltó el lento despertar del sentimiento del sexo,
como un enemigo destructor, como la tentación,
lo prohibido y el pecado. Lo que mi curiosidad
buscaba, lo que suscitaba sueños, placer y miedo
—el gran misterio de la pubertad— no encajaba
en absoluto dentro de la felicidad mimada de mi
paz infantil. Yo hice como todos. Llevé la doble
vida del niño que ya no es un niño. Mi conciencia
habitaba en el mundo familiar y permitido; mi
conciencia negaba el nuevo mundo que surgía.
Pero al margen de aquél, yo vivía en sueños
instintos y deseos subconscientes sobre los que
construía puentes la conciencia, cada vez más
atemorizada porque el mundo infantil se
desmoronaba. Como casi todos los padres,
tampoco los míos colaboraron en el despertar de
los instintos vitales, de los que nunca se hablaba.
Sólo colaboraban con un cuidado infatigable en
mis esfuerzos desesperados por negar la realidad
y seguir viviendo en un mundo infantil, que cada
día era más irreal y más falso. No sé si los padres
pueden hacer mucho en estos casos, y no hago a
los míos ningún reproche. Acabar con mi
problema y encontrar mi camino era sólo cosa
mía; y yo no actué bien, como la mayoría de los
bien educados.
Todos los hombres pasan por estas dificultades.
Para el hombre medio es éste el punto en que las
exigencias de su propia vida entran en colisión
dramática con las circunstancias, el punto en que
tiene que luchar más duramente por alcanzar el
camino que conduce hacia adelante. Muchos
viven tal morir y renacer, que es nuestro destino,
sólo en ese momento de su vida en que el mundo
infantil se resquebraja y se derrumba lentamente,
cuando todo lo que amamos nos abandona y, de
pronto, sentimos la soledad y la frialdad mortal
del universo que nos rodea. Muchos se estrellan
para siempre en este escollo y permanecen toda
su vida apegados dolorosamente a un pasado
irrecuperable, al sueño del paraíso perdido, que
es el peor y más nefasto de todos los sueños.
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ÉTICA Y MORAL
Desde que el ser humano se percató de que su vida
no está determinada por las condiciones naturales, y
que depende, al menos en parte, de las decisiones
individuales y grupales, ha buscado tener una vida –
individual y social- humana, buena y digna. Aunque
no siempre todos estuvieran de acuerdo en qué
significaba “humana, buena y digna”.
A diferencia de otros seres, vivos o inanimados, los
hombres podemos inventar y elegir en parte nuestra
forma de vida. Podemos optar por lo que nos parece
bueno, es decir, conveniente para nosotros, frente a
lo que nos parece malo o inconveniente. Y como
podemos inventar y elegir, podemos equivocarnos
(...) De modo que parece prudente fijarnos bien en
lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber
vivir que nos permita acertar. A ese vivir, o arte de
vivir, es a lo que llaman ética... (Savater).
El problema central de la moral –y de la ética- es la
libertad. Somos libres para responder a lo que nos
pasa de tal o cual modo. El ser humano puede
inventar su propia forma de ser, a pesar de los
condicionamientos (naturales y culturales) que no
elige pero que le impone cierto restricciones y
direcciones. El ser humano no puede escoger todo lo
que le pasa, pero sí puede decidir cómo reaccionar
frente a lo que le pasa. Elegir todo lo que le pasa no
sería libertad, sino omnipotencia.
Otro dilema que plantea la libertad, a la cual
estamos feliz o angustiosamente condenados, no es
tanto liberarnos de... –que también es importante-
sino liberarse para... El ser humano es libre
fundamentalmente para construirse una vida
“humana, buena y digna” como quiera. ¿Pero qué
queremos en la vida?
La preocupación por la vida buena, por la moral, es
tan vieja como la propia historia. Al principio,
cuando los seres humanos formaron los primeros
clanes, la moral era cuestión de supervivencia.
Luego, surgieron las religiones más primitivas y con
ellas los deseos de los dioses. El buen vivir tenía que
ver con lo que los dioses querían, con las
salvaciones y premios que ofrecían o con los
castigos con que amenazaban.
Luego, poco a poco, la voluntad de los dioses se
identificó con la autoridad del jefe o del rey, y la
moral fue marcada por los intereses del jefe o del
rey, y se convirtió en ley. Poco después, la moral se
deshizo de la base religiosa y se vistió de razón y
justicia, ya sea por el imperativo categórico, por los
intereses de clase, por la conciencia individual, por
las libertades del ciudadano, por los derechos
humanos, por los deseos del consumidor o las
necesidades de los productores, etc. Así, en nombre
de la moral, unos buscaron mantener el status quo y
otros buscaron la revolución.
Últimamente, en busca de la moral unos han
analizado el inconsciente y las culpas, otros el
desarrollo cognitivo, otros el mundo de los afectos,
algunos el modo en que los seres humanos vamos
aprendiendo y vamos forjando nuestra disciplina y
carácter en las conductas y hábitos.
 ENFOQUES SOBRE EL DESARROLLO MORAL
SOCIAL PERSONAL COGNITIVO AFECTIVO CONDUCTUAL FE
SOCIALIZACIÓN CLARIFICACIÓN JUICIO MORAL EMPATÍA ALTRUISMO VOCACIÓN
DE VALORES CULPA MODELOS TESTIMONIO
Respuesta Opción
Conducta social
Desarrollo ante las Fundamental
Toma de pers- positiva: Adqui-
Reconocimiento cognitivo es necesidades Estilo de
pectiva social. sición de
o toma de permite del otro Vida.
Pautas de con- virtudes,
conciencia de razonamientos (dolor) y la Seguir a
ducta, normas y formación de
los valores que más equilibra- percepción Jesucristo:
valores carácter o
el sujeto posee dos y amplios de responsa- Vivir la
socioculturales construcción de
y más justos bilidad Voluntad de
hábitos.
personal. Dios
Centralidad
Psicoanálisis: Adquirir
Disciplina del ser
El desarrollo Ello (principio capacidades
(respeto a humano.
Procesos de moral va del lo del placer) personales de
autoridad), Vida y Amor.
selección, externo vs. Súper yo juicio,
adhesión al Justicia.
estimación y (heteronomía) (normas) = comprensión y
grupo Solidaridad.
actuación. a lo interno YO autorregulación
(cooperación) y Preferencia
(autonomía). (Identidad para enfrentar
autonomía. por los
madura. los conflictos.
excluidos.

CRISIS DE VALORES E INCERTIDUMBRE.

Actualmente asistimos a un cambio cultural muy grande. Este se ve reflejado también en el campo
ético moral. Muchos hablan de una grave crisis de valores, que distorsiona, incluso destruye, la noción
del bien. Lo observado en estos últimos tiempos en nuestro país podría confirmar esto. Juan Pablo II lo
señalaba en la encíclica Veritatis Splendor (1993) de la siguiente manera: Asistirnos no pocas veces al
pavoroso precipitarse de la persona humana en situaciones de autodestrucción progresiva. De prestar
oídos a ciertas voces, parece que no se debiera ya reconocer el carácter absoluto indestructible de
ningún valor moral”. (VS. 84).
Como causas de la crisis moral podemos mencionar algunos factores dominantes en la cultura
actual que están sin duda en la base de esta crisis de valores morales: el hedonismo (es correcto lo
que me gusta o me divierte), el pragmatismo (es bueno lo que es útil), el relativismo (exageración
de la relatividad del “bien” y del “mal” hasta negar toda diferencia entre ambos), el subjetivismo
(toda calificación moral depende de la opinión o juicio moral que hace cada persona, el socio-
antropologismo (los valores morales vendrían dados por las tendencias dominantes en cada
momento histórico de la sociedad y dependen absolutamente de cada cultura), el sociobiologismo (el
ser humano no es libre ni responsable: está determinado por sus genes y sus neurotransmisores) y la
“ética de la opinión pública” (se define lo “bueno” y lo “malo” según los resultados de las encuestas
o lo que la mayoría hace o cree).
“La sexualidad como capacidad de amar a estilo masculino o femenino,
es una realidad percibida por casi todos Uds. como buena o
irrenunciable. Y ese es un gran valor. La ignorancia o una inhibición
enfermiza nada tienen de positivo. Entorpecen, más bien, la
maduración afectiva.
Hoy en día, la experiencia de cariño entre Uds. es cada vez más
espontánea. Frente a esta realidad, muchos de Uds. poseen un sentido
auténticamente humano que le devuelve a la caricia y a los signos y
expresiones del amor su lugar en el designio de Dios. El nos creó
sexuados y capacitados para vivir digna-mente relacionados afectiva-
mente unos con otros. ... Los invitamos a cuidar con esmero y sereni-
dad el proceso que les conduzca a la madurez del amor. La coherencia
entre la fe y la vida, se juega también en este aspecto importante de
sus vidas de cristianos. Recuerden siempre que todos seremos juzgados
sobre el amor, sobre la calidad de nuestro amor (Mt.25).
Esto significa que ustedes como cristianos como cristianos tienen que
vivir en medio de un mundo con ambigüedades, pero que es el espacio
donde se realiza la santidad a la que Dios los llama. En ese mundo
están llamados a formar su amor, a crecer en el amor, sin claudicar...”
Carta de los Obispos a los jóvenes chilenos.

57
 JESÚS Y LA MORAL DE AMAR Y DAR VIDA
“Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y
su alegría sea completa” Jn 15,11
La vida de Jesús seguirá siendo siempre
nuestro único y más auténtico modelo. La
norma y el centro de la moral católica será
siempre Jesucristo. El es nuestro único
referente.
Desde el pesebre a la resurrección Jesús nos
fue mostrando con sus gestos y palabras una
manera de vivir. Un estilo de relacionarnos
consigo mismo, con los demás, con la sociedad,
con la naturaleza y con Dios. Su
comportamiento llega a ser el modelo al
momento de actuar. Por eso la más autentica
fidelidad será la pregunta: ¿Qué haría Jesús
en esta situación que tengo que vivir? La
respuesta es una orientación que abarca la
moral. La ética cumple su auténtica función
cuando enseña al ser humano esa sencillísima
verdad de que la voluntad de Dios ha sido
revelada para ser vivida.
La vida vale la pena vivirla. Es la vida
aceptada como un regalo. No somos dueños de
la vida, la recibimos de Dios y viviéndola unida
a él produce frutos y se ha-ce eterna. Esa es la
vida que estamos llamados a vivir.
En el evangelio de Juan (Juan 15,1-8) se nos
dice cómo nuestra vida tiene que estar ligada a
Cristo. “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es
el viñador... Permanezcan en mí y yo
permaneceré en ustedes.
Como la rama no puede producir fruto por sí
misma si no permanece en la planta, así
tampoco pueden ustedes producir frutos si no
permanecen en mí...”.
Esta comparación de estar unidos a Jesús como
un tronco a las ramas es la llamada a que cada
cristiano en su vida esté unido a Dios. Sin esta
unión la vida se vuelve estéril. Al no estar
unidos no hay savia que nos alimente y por
tanto la vida se muere. La rama que está unida
58
produce fruto. La rama que no está unida no
sólo no produce, sino que muere.
Producir frutos es la expresión de la
moral. Cuando el Concilio quiso definir la tarea
de la moral habló precisamente de producir
frutos de caridad en el mundo.
Frutos son aquellos hechos o gestos evidentes
que hacen de nuestra vida un testimonio. Es la
proclamación con la vida de nuestra Fe. Es
gritar que creemos en la vida y que lo vivimos
de manera visible.
Son frutos de caridad. No se trata de eficiencia
o éxitos, sino de amor que se entrega. Una
persona que da frutos de caridad es un
testimonio de amor.
Los frutos de caridad son en el mundo. No se
trata de portarse bien en solitario o al interior
de la comunidad eclesial, es un bien que se
hace de cara a todo el mundo creyente y no
creyente. La misión de ser sal en el mundo o
fermento en la masa es claro.
Jesucristo nos revela a Dios, pero también
revela al hombre. Y el hombre es moral. La
ética que sustenta las acciones y las palabras
de Jesús surge del sentido que el Reino de Dios
da a la vida. El reino de Dios, que se hace
presente ya, pero todavía no (plenamente),
que es don y es tarea, motiva y provoca a los
hombres a una conducta que esté en
consonancia con este mismo reino de Dios.
La motivación y el estímulo decisivo de las
acciones y omisiones del hombre es el reino de
Dios prometido (y no el reino de Dios que hay
que merecer y conseguir): “Conviértanse,
pues, el reino de Dios está cercano” (Mc 1,15).
La actuación del hombre es una consecuencia,
no un presupuesto de la venida del reino de
Dios.
El reino de Dios es el fundamento de la
ética, en el sentido de que irrumpe en el
presente como un hallazgo constatado con
alegría, es decir, como algo que aporta a la
vida, ahora mismo, salvación, alegría y
orientación. Por tanto, para Jesús, la ética no
es meramente una consecuencia de la
escatología en el sentido de que se mantenga
para preparar ese cumplimiento de los tiempos
que se espera de inmediato, como sucede en
Lc 12,57ss o en los proverbios, que se refieren
a la admisión en el reino. Es más bien una
consecuencia insoslayable, incluso en el sentido
de que se impone como única respuesta
razonable al reino de Dios que se abre paso con
Jesús. Por esta razón, en la época de alegría y
de salvación que se inicia - no está bien que los
“invitados” a la boda” se entristezcan y ayunen
“durante la celebración de la boda”-, resulta
inadecuado practicar ayunos ascéticos (Mc. 2,
18s). Por eso, la dedicación a los pecadores, a
los impuros y a los publicanos, se puede basar
en la dedicación de Jesús a los descarriados (Lc
15,3ss). Y sobre todo, por esto también, el
nuevo enfoque de la ley, que se contrapone a
la de los “antiguos”, sólo se puede captar
partiendo de la escatología de Jesús.
Jesús viene a traer una nueva Ley. Los
mandamientos, que expresaban la alianza y el
amor de Dios, encuentran su plenitud en una
nueva alianza y una nueva ley en la persona de
Jesús: “No crean que vine a suprimir la Ley o
escrito; es mucho más: los evangelios lo dejan
los Profetas: No vine a suprimirla, sino para
entender claramente. El mismo sermón de la
darle su forma definitiva”. Mt 5,17. ¿Qué quiere
montaña exige como fundamento del obrar
decir esto? Que la experiencia cristiana no se
moral una perfección interior que supera la
reduce sólo a una moral y menos a una moral
simple fidelidad a determinados preceptos; la
legalista o de premios y castigos. Primero puso
pobreza según el espíritu, la pureza de
al ser humano por encima de cualquier ley,
corazón, indican una justicia superior que no
incluso del sábado (Mc 2, 27). Luego habló de
encuentra su desarrollo adecuado en un
un mandamiento nuevo más exigente –pero
cumplimiento a la letra. Jesús insiste en esto
más humano- que todos los anteriores: El
cuando habla del corazón del ser humano,
Amor (Jn 15,12). A Nicodemo le dijo que hay
que él considera como el centro de la vida
que volver a nacer dejándose amar y conducir
moral: allí está la sede más profunda de la
por el Espíritu (Jn 3) y finalmente presentó a
nueva justicia. Por eso no sólo importa que las
Dios como Padre Amoroso perdonador. (Lc 15,
acciones estén bien ordenadas, corno se
1s). El mismo ha venido a salvar el mundo, no
preocupan los fariseos, sino que sobre todo sea
a condenarlo (Jn3, 17). Predicó y vivió una
ordenado el corazón, porque del corazón
moral basada en la Comunidad (Mt 18), en el
proviene todo lo que es bueno: las acciones
Amor y en la Vida.
buenas, el perdón misericordioso, la fidelidad
El proyecto de Jesús está dado programática- (Lc 6,45; Mt 12,34; 18,35; 23, 23 - 26). De
mente en el discurso de las bienaventuranzas. nada serviría observar la ley con la más
Éstas son en el centro de su predicación. Jesús minuciosa precisión - lo cual también es
recoge con ellas las promesas hechas al Pueblo necesario y no conviene omitir (Mt. 23, 23; Lc
elegido desde Abraham; pero las perfecciona 11,42;) -, si luego el corazón es ciego y
ordenándolas no sólo a la posesión de la tierra, maligno (Mt. 9,14; 15, 18-20; Mc 7,18-23; Lc
sino al Reino. 16,15). Además, de todo el corazón debe
Las bienaventuranzas dibujan el estilo de brotar el amor de Dios a que va
vida asumido por Jesucristo y describen su inseparablemente unido el amor al prójimo.
fidelidad y cariño al relacionarse; expresan la
vocación de todos los cristianos asociada a la Jesús ha unido este mandamiento del amor a
gloria de su pasión y de su resurrección; Dios con el del amor al prójimo, contenido en
el Libro del Levítico: «Amarás a tu prójimo
iluminan las acciones y las actitudes
como a ti mismo» (19, 18; cf. Mc 12, 29- 31).
características de la vida cristiana. Responden
Y, puesto que es Dios quien nos ha amado
al deseo natural de felicidad, deseo que es de
primero (cf. 1 Jn 4, 10), ahora el amor ya no
origen divino. Dios lo ha puesto en el corazón
es sólo un «mandamiento», sino la respuesta
del ser humano a fin de atraerlo hacia Él.
al don del amor, con el cual viene a nuestro
Los preceptos que Jesús promulga no son en encuentro.
absoluto vagas generalidades, sino que
El amor al prójimo enraizado en el amor a Dios
proponen comportamientos muy concretos (el
es ante todo una tarea para cada fiel, pero lo
amor a los enemigos, la limosna, la oración, el
es también para toda la comunidad eclesial…:
ayuno, el desapego de los bienes terrenos; el
“Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían
adulterio, el divorcio, la ley del ojo por ojo, los
todo en común; vendían sus posesiones y
juramentos inútiles, etc.). Jesús ha querido
bienes y lo repartían entre todos, según la
proponer una conducta concreta y actual.
necesidad de cada uno”. (Hch 2, 44-45).
Sin embargo, el conjunto de estos preceptos
DEUS CARITAS EST
no puede reducirse únicamente a un código
59
 MORAL Y F E
“El Evangelio de la Vida está en el centro del mensaje de Jesús. Acogido con amor
cada día por la Iglesia, es anunciado con intrépida fidelidad como buena noticia a los
hombres de todas las épocas y culturas... Presentando el núcleo central de su misión
redentora Jesús dice: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”
(Jn 10,10). Se refiere a aquella vida “nueva” y “eterna”, que consiste en la comunión
con el Padre, a la que todo hombre está llamado gratuitamente en el Hijo por obra del
Espíritu Santificador. Pero es precisamente en esa “vida” donde encuentran pleno
significado todos los aspectos y momentos de la vida del hombre”. (EV,1)
La vida humana es expresión de la voluntad creadora de Dios y está modelada según la vida divina.
La esencia de la vida divina es el amor total; de ahí que el llamado absoluto a todos los seres
humanos es aceptar el amor y compartirlo. Cualquier otra cosa en nuestra vida ha de ser expresión
de esta vocación primordial.
Somos hijos de nuestro Padre, no sólo porque recibimos la vida de EL, sino porque hemos de
expresarlo, porque sus características han de ser las nuestras y porque hemos de vivir como EL vive.
Si tenemos que realizarnos a imagen y semejanza de nuestro Dios que es amor, si tenemos que ser
perfectos como el Padre lo es, la forma fundamental de nuestra vida no puede ser otra que la de
amarnos como El nos ama es decir dar-aceptar-compartir nuestra vida.
Para el cristiano el criterio fundamental para discernir el bien y el mal es: ¿Con esto, te estoy dando
vida o te la estoy quitando? ¿promuevo tu desarrollo o lo bloqueo y destruyo? ¿nos ayudamos a crecer
como personas y como pareja, estamos mejorando nuestra relación mutua, con los demás y con Dios,
o lo estamos debilitando? ¿nos estamos usando o nos estamos enfermando aún más?

humaniza, y viviéndola en comunión con la

Los cristianos somos discípulos de Jesús. Nuestra
vida se configura a la luz de la vida de Cristo y
entonces nuestra vida cobra sentido. Así, todo lo
que hacemos debe proyectarse hacia ese llamado
que el Señor nos hace. Ello lleva al creyente a
acoger su existencia con una nueva mirada. Ello
trae como consecuencia una manera nueva de
vivir, una conducta a seguir y a perseverar.
La fe es lo que define a un cristiano. Creemos en
Jesús y nuestra vida es un testimonio de eso que
creemos. La fe tiene varias dimensiones: lo que
creemos (verdades de fe), la celebración y expre-
sión en gestos y ritos (liturgia y sacramentos) y
el testimonio (estilo de vida animado por la fe).
Es decir, lo que se cree se celebra y se vive.
De lo anterior, queda claro que la moral no es lo
único de nuestra Fe. Tampoco es lo más
importante, pero no se puede dejar de lado. Si
creemos en Jesús y lo seguimos, lo expresaremos
en nuestra manera de ver y vivir nuestra vida.
Entendemos por moral, aquella parte de la fe que
orienta la vida hacia Jesús y su Reino. Es la
propuesta del camino que hace más persona, que
60
Iglesia ayuda a vivir el ideal del cristiano. Será un
camino abierto a la libertad y la responsabilidad,
dará criterios, valores y también algunas normas
concretas, que son la expresión de esos valores
en el que se cree, en que la Iglesia toda cree.
Esto se vive al interior de la comunidad eclesial.
Esto va más allá de pertenecer a un grupo, cole-
gio, comunidad o parroquia. La comunidad ecle-
sial es la Iglesia; ella, bajo la guía del magisterio,
garantiza que mi punto de vista no sea un error
que, en vez de acercarme, me aleje de Dios. De
ahí que la fe vivida en la comunidad eclesial pasa
por una comunión con la palabra de los pastores.
LA BIBLIA Y LA MORAL
La fundamentación de la moral católica no puede
obviar el dato bíblico. Sin embargo, la Biblia no es
un manual de moral. Lo que allí se narra es la
historia del pueblo de Israel, las promesas de
Dios y las respuestas que el pueblo fue dando.
Esa historia es la “historia de salvación”, en
cuanto es el modelo que tenemos para seguir
escuchando la palabra de Dios en nuestro tiempo.
Tanto en el Nuevo como en el Antiguo
Testamento los imperativos morales están
siempre radicados en el don-llamada a la
comunión que Dios incesantemente dirige al ser
humano. Más que por una teoría ética, somos
confrontados por una llamada incesante de Dios a
cooperar a su acción por la plenitud personal,
comunitaria y cósmica.
1. ANTIGUO TESTAMENTO
El hecho central de la historia religiosa de Israel,
según aparece en el AT, es la acción salvadora de
Dios hacia su pueblo, al liberarlo de la esclavitud
de Egipto. El pueblo de Israel “vio” en la salida de
Egipto una acción liberadora de Dios. En
adelante, Dios será para Israel “Yahvé, el Dios de
Abraham, de Isaac, de Jacob, el que nos liberó de
Egipto”.
La experiencia básica es, por lo tanto, la del amor
salvador de Dios por su pueblo. Desde esta
experiencia de liberación, el pueblo es llamado a
realizar una alianza con Yahvé. Ella consiste en
un compromiso por parte de Yahvé de elegir a
Israel como su pueblo en medio de los pueblos, y
un compromiso de parte de Israel de reconocer a
Yahvé como único Dios liberador. A su vez, el
pueblo se compromete a vivir como Pueblo, es
decir, dentro del marco de las relaciones de
justicia y fraternidad.
De ese modo, los mandamientos reciben su plena
significación en el interior de una Alianza. Según
la Escritura, el obrar moral del hombre adquiere
todo su sentido en y por la Alianza. La primera
palabra de los mandamientos recuerda el amor
primero de Dios hacia su Pueblo.
Los mandamientos propiamente dichos vienen en
segundo lugar. Expresan las implicaciones de la
pertenencia a Dios instituida por la Alianza. La
existencia moral es la respuesta a la iniciativa
amorosa del Señor. Es reconocimiento, homenaje
a Dios y culto de acción de gracias. Es coope-
ración con el designio que Dios se propone en la
historia.
Jeremías, enfrentado al fracaso de una
renovación religiosa, anuncia que vendrán días en
que Dios pactará una nueva alianza con su pueblo
(Jer. 31,31s.). En ella, Yahvé pondrá la ley en los
corazones de los israelitas, de manera que no la
sentirán como exterior a ellos sino como algo que
brota del corazón. Ya no será necesario que uno
adoctrine a otro y lo exhorte a cumplir la ley,
porque cada uno vivirá la ley como una fuerza
interior. Lo mismo que manifiesta Ezequiel
(11,17-20): “Yo les dará un solo corazón y
pondré en ellos un espíritu nuevo, quitaré de su
carne el corazón de piedra y les daré un corazón
de carne, para que caminen según mis preceptos,
observen mis normas y las pongan en práctica, y
así sean mi pueblo, y yo sea su Dios”.
Es la promesa de la efusión del Espíritu, que dará
un corazón nuevo que permita vivir la Alianza.
Así tenemos que desde el AT hay un llamado a
configurar nuestra vida como una respuesta a la
Alianza que Dios hace con el género humano. La
vida moral será, pues, la respuesta a esa Alianza
con Dios.
2. NUEVO TESTAMENTO
Sin dejar de lado el enfoque de Alianza, el Nuevo
Testamento acentúa el seguimiento de Jesús y la
comprensión del Reino de Dios. Existe un consen-
so general en aceptar que el Nuevo Testamento
contiene las orientaciones fundamentales de la
moral cristiana, aunque obviamente muchas de
las interpretaciones particulares deben ser
comprendidas considerando un contexto
sociológico y cultural diferente al nuestro.
En el Nuevo Testamento se exhorta
constantemente a los cristianos a comportarse de
una manera consecuente con la fe en Jesucristo.
Este comportamiento se refiere tanto al ámbito
personal como a la dimensión comunitaria.
El evangelio de Marcos pone el acento moral en el
seguimiento y el discipulado. Un discípulo es
alguien que toma a otro como maestro, lo sigue,
escucha su palabra, le da su confianza, admite lo
que propone y lo pone en práctica. Para Marcos,
el que sigue a Jesús queda marcado por la
muerte y resurrección y también por la segunda
venida. El discípulo que sigue a Jesús en su
pasión y en su muerte se mantiene fiel en la fe
por la esperanza en la consumación definitiva. La
vida cristiana como discipulado tiene esa misma
perspectiva.
En el evangelio de Marcos, queda claro que seguir
o no a Jesús es una propuesta que exige una
respuesta. Dicha respuesta es radical (opción
fundamental), personal (no individual) y
comunitaria (se vive y crea comunidad).

CONTEXTO DEL DISCERNIMIENTO CRISTIANO

El cristiano discierne sus decisiones considerando:
1. La vida es una llamada o “vocación”. Las decisiones que tomamos están orientadas
hacia ese llamado fundamental a la vida, y en la confianza en el Amor-Perdón que hay en
dicho llamado del Padre.
2. Respuesta: Dios nos regaló la vida, y el modo cómo la vivimos es nuestro regalo de amor
a Dios. Cada uno responde con sus decisiones, de manera personal. Si el hombre no
responde no hay diálogo, no hay fe.
3. Seguimiento: La “llamada” de Jesús está orientada a que el llamado le “siga”. De aquí
que la conciencia moral del cristiano se forma a la siga de Jesús. Es compartiendo el camino
con El como vamos aprendiendo a vivir según los valores del Reino: Amor, Vida, Verdad,
Justicia, Libertad.
4. Discipulado: La llamada de Jesús a su “seguimiento tiene una finalidad: ser “discípulo”
suyo, asumir su Misión como nuestra: Ser sal y luz del mundo.
5. Imitación: No se trata de copiar. Se trata de ser otro Cristo en el Mundo. Como dice San
Pablo: “Tengan unos con otros las mismas disposiciones que tuvo Cristo Jesús...” (Filip 2,5).
Busquemos la Voluntad del Padre como Jesús: (Jn 6,30) y confiemos plenamente en su
Amor: (Lc 22,42).

61
 AMOR, SEXUALIDAD Y MORAL
… el amor entre el hombre y la mujer, en el cual intervienen inseparablemente el cuerpo y el alma, y
en el que se le abre al ser humano una promesa de felicidad que parece irresistible, en comparación
del cual palidecen, a primera vista, todos los demás tipos de amor...
Resulta así evidente que el eros necesita disciplina y purificación para dar al hombre, no el placer de
un instante, sino un modo de hacerle pregustar en cierta manera lo más alto de su existencia, esa
felicidad a la que tiende todo nuestro ser...
Ante todo, que entre el amor y lo divino existe una cierta relación: el amor promete infinidad,
eternidad, una realidad más grande y completamente distinta de nuestra existencia cotidiana. Pero, al
mismo tiempo, se constata que el camino para lograr esta meta no consiste simplemente en dejarse
dominar por el instinto. Hace falta una purificación y maduración, que incluyen también la renuncia.
Esto no es rechazar el eros ni «envenenarlo», sino sanearlo para que alcance su verdadera grandeza.
El hombre es realmente él mismo cuando cuerpo y alma forman una unidad íntima; el desafío del eros
puede considerarse superado cuando se logra esta unificación.
Pero ni la carne ni el espíritu aman: es el hombre, la persona, la que ama como criatura unitaria, de la
cual forman parte el cuerpo y el alma. Sólo cuando ambos se funden verdaderamente en una unidad,
el hombre es plenamente él mismo. Únicamente de este modo el amor —el eros— puede madurar
hasta su verdadera grandeza. DEUS CARITAS EST

DECÁLOGO PARA UNA VIDA coital, si no va precedida y seguida de otros

SEXUAL SANA Y MADURA.
1. La sexualidad es una capacidad humana y un
dinamismo importantísimo de la persona que
afecta a la totalidad de la vida del ser humano.
La sexualidad es positiva y debe entenderse
como una dimensión de la persona que se integra
en el proyecto global de la persona. De esta
integración dependerá el que contribuya a la
madurez o inmadurez de la persona.
2. La persona es quien da valor y significado a la
sexualidad. Como realidad envolvente que es,
debe expresar los siguientes valores: libertad,
igualdad, respeto, sinceridad, intimidad, entrega,
reciprocidad, amo; vida y gozo compartido. En la
medida que faltan estos valores, el ejercicio de la
sexualidad deshumaniza y trata a las personas
como objetos.
3. La educación sexual supone el desarrollo de la
capacidad de amar; es mucho más que la
información, pues implica un modelo integral de
persona.
El dinamismo sexual debe ser controlado por la
persona; debe aprender a hacerlo desde una
visión positiva de la sexualidad, según su
proyecto de vida y como una decisión libre.
4. La sexualidad humana es uno de los cauces
que expresan lo que es el ser humano: salida del
egocentrismo, reconocimiento del otro,
encuentro, comunicación interpersonal e
intimidad compartida. A esto se llega a través de
un proceso psicoevolutivo de maduración
personal; las actitudes y comportamientos
sexuales son uno de los ámbitos donde mejor se
puede ver la madurez o inmadurez personal.
5. La genitalidad es una parte de la sexualidad,
pero la sexualidad engloba otros aspectos más
importantes, como son los sentimientos, el amor,
el compromiso, el proyecto de vida, la fidelidad,
la entrega, etc. Unos aspectos ayudan a los
otros; todos deben darse, y hay que evitar los
reduccionismos y las polarizaciones. La relación
62
aspectos de comunicación, caricia, intimidad,
amor y donación, resulta pobre, genitalizada y
anónima.
6. La sexualidad humana madura es la que
integra los elementos del amor (sexo, afecto,
amistad, entrega y fidelidad) y los fines de la
sexualidad (placer, encuentro, amor y
procreación). El conjunto es vivido por la pareja
como vocación (respuesta al amor de Dios) y
como proyecto de vida. Las referencias últimas
para el cristiano son la conversión al Dios
revelado en Jesucristo, la participación en la
comunidad eclesial y el compromiso con el reino
de Dios (justicia y solidaridad con los más
pobres). La familia como “Iglesia doméstica” es
lugar apropiado para abrirse a la vida desde los
valores evangélicos.
7. Antropológicamente hablando, el amor
humano es uno, como también la persona
humana es unitaria. El amor humano se expresa
en cuatro grandes vertientes: el amor a Dios, el
amor a uno mismo, el amor al prójimo y el amor
de pareja. Necesariamente entre ellos tienen que
existir conexiones profundas, pues las raíces y el
tronco del que brotan como ramas son las
mismas.
Descubrir la relación entre el amor de intimidad
afectivo-sexual y el amor social ayuda
grandemente a orientar la sexualidad. Qué
importante es reconocer al otro como hermano/a
antes que como pareja. Al mismo tiempo,
entender que el ideal ético es amar a todos, y
especialmente a los pobres, como amamos a las
personas que más amamos de nuestra familia o
amistades. Y vivir el compromiso social con los
dinamismos psicoafectivos del amor a las
personas cercanas y concretas.
8. Los seres humanos, y especialmente los
varones, necesitamos madurar en la relación
sexual en los siguientes aspectos: la expresión de
los sentimientos, la ternura y la capacidad de
acariciar, la calidad (no la cantidad) en los
encuentros, el dedicar tiempo al encuentro, la
priorización de aspectos no estricta-mente
sexuales y el dar mayor iniciativa a la mujer y,
en definitiva, la comunicación más intima y
personal. La vida sexual también requiere
aprendizaje y crecimiento en pareja; para ello
hay que dejar a un lado caducos estereotipos
propios de una cultura machista y de un sesgado
enfoque de los roles de género. Escuchar lo que
la pareja nos dice con libertad y sinceridad en
todos estos aspectos de la sexualidad es muy
importante. En caso contrario podemos vivir de
supuestos y estereotipos que no hacen feliz a la
otra persona y nos empobrecen a nosotros.
9. Socialmente se dice que entre adultos que
libremente consienten todo está permitido. Esta
afirmación quiere decir que estos
comportamientos no son delito y que la sociedad
civil no los penaliza. De aquí no podemos deducir
que éticamente todo es aceptable y que las
conductas sexuales no influyen en la madurez o
inmadurez de las personas. Cada persona en
conciencia, y si es creyente ante Dios, sabe cómo
actúa en el campo de la sexualidad y fácilmente
distingue lo que está bien de lo que está mal
según unas normas objetivas de moralidad. Lo
que nos deshumaniza a nosotros, lo que
perjudica a los demás y las consecuencias de
nuestros actos que no podemos asumir nos
hablan de comportamientos inmaduros, precoces
o egoístas. A estos comportamientos los
cristianos los llamamos pecado para indicar que
lo que nos perjudica ofende a Dios, que nos ha
llamado a la vida en plenitud y al amor
Reconocer las deficiencias, arrepentirse y pedir
perdón es el modo de superarlas y de crecer en
el auténtico amor.
10. “El amor es la única respuesta satisfactoria al
problema de la existencia humana” (E. Eromm).
Y este problema es la soledad que sólo se llena
con una relación personalizadora. La vida sexual
de los esposos es expresión de la entrega y del
reconocimiento mutuos que se concreta en actos
concretos que contienen la entrega total y
permanente. La sexualidad así vivida une dos
personas, dos historias y un futuro compartido
desde un presente lleno de gozos y tensiones. Así
la finitud humana se abre a un horizonte
trascendente, a un tú que como amor primero,
incondicional y universal se hace presente en los
que amándose le sacramentalizan. La virtud de
«la castidad significa la integración lograda de la
sexualidad en la persona, y por ello en la unidad
interior del hombre en su ser corporal y
espiritual». Y desde la virtud teologal de la
caridad la castidad es un aprendizaje para la
entrega de la persona; el dominio de las pasiones
prepara para la donación de si en el amor
compartido.

ES TIEMPO
Esteban Gumucio ss.cc.

Es tiempo de pensar en la vida ¡siempre es tiempo.

Es tiempo de aferrarse a la verdad porfiadamente.
Es tiempo de acompañar a Cristo a la oración del
Huerto. ¡Es tiempo!
Es tiempo de amar la justicia. ¡Siempre es tiempo!
Es tiempo de intransables caminos verdaderos.
Es tiempo de llevar la cruz con Cristo en su sendero
¡Es tiempo!.
Es tiempo de compartir el pan ¡Siempre es tiempo!
Es tiempo de dejar entrar a Cristo el carpintero ¡Es
tiempo!.
Es tiempo de desgatillar los odios ¡Siempre es
tiempo!
Y es tiempo de vernos el rostro sin dobleces.
Es tiempo de escuchar a Cristo. Simplemente ¡Es
tiempo!.
Es tiempo de vivir, tiempo de Dios ¡Siempre es
tiempo!.
El Dios de la vida me está buscando ciertamente.
Es tiempo de resucitar con Cristo ¡Es tiempo!
Es tiempo de hacer penitencia ¡Siempre es tiempo!
Es tiempo del hijo que vuelve y se arrepiente.
El padre sale al camino brazos abiertos ¡Es tiempo!.

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 ACTIVIDADES
1. A la luz de lo trabajado sobre el tema de la 3. Lee el siguiente poema, luego busca en tu
moral, comenta las dos viñetas que siguen. Biblia el libro “Cantar de los cantares”, capítulo
¿Qué relación hay entre ellas? ¿Qué relación 7 versículos del 1 al 13 y compáralos.
hay entre los mandamientos y el mandamiento CUERPO A CUERPO Javier Sologuren
del Amor de Jesucristo?. Cuerpo a cuerpo,
Hombre y Mujer,
se irán quemando
en el fuego blanco
del amor.
Mano a mano
levantarán el árbol
de la vida,
y su aire y sus pájaros.
Hombre y Mujer,
descubrirán que el mundo
es compañía
y un mismo sol
calentará sus huesos,
y un mismo anhelo
los mantendrá despiertos.
4. Comenta a partir de lo trabajado en esta
unidad los siguientes textos del Catecismo de
la Iglesia Católica:
La castidad significa la integración lograda de la
sexualidad en la persona, y por ello en la unidad
interior del hombre en su ser corporal y espiritual.
La sexualidad, en la que se expresa la pertenencia
del hombre al mundo corporal y biológico, se hace
personal y verdaderamente humana cuando está
integrada en la relación de persona a persona, en el
don mutuo total y temporalmente ilimitado del
hombre y de la mujer (2337).
2352 Por masturbación se ha de entender la
excitación voluntaria de los órganos genitales a fin
de obtener un placer venéreo… Para emitir un juicio
justo acerca de la responsabilidad moral de los
sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de
tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza
de los hábitos contraídos, el estado de angustia u
otros factores psíquicos o sociales que reducen, e
incluso anulan la culpabilidad moral.
2358 Un número apreciable de hombres y mujeres
presentan tendencias homosexuales instintivas. No
eligen su condición homosexual; ésta constituye
para la mayoría de ellos una auténtica prueba.
Deben ser acogidos con respeto, compasión y
2. Elabora un cuadro comparativo respecto al delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo
tema de la sexualidad entre los dos relatos de de discriminación injusta. Estas personas están
llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida,
la creación:
y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del
TEMAS Señor las dificultades que pueden encontrar a causa
de su condición.
Gen 1, 26-28.31 PARA NAVEGAR:
1. Sobre Moral Cristiana, particularmente sobre
sexualidad. Documentos y comentarios:
Gen 2, 18.23-25 www.aciprensa.com, www.churchforum.org,
www.encuentra.com, www.Es.catholic.net
Comparación y 2. Documentos oficiales, página oficial del
Comentario Vaticano: www.vatican.va

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