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c  andalusí del siglo XII.

El c  es el libro sagrado del islam, que para los musulmanes contiene la palabra del
dios único (3 , ϩϝϝ΍), revelada a Mahoma (Muhammad o Muhammed, Ωϡ Ρϡ), quien se
considera que recibió estas    por medio del ángel Gabriel (Yibril ϝϱέΏΝ).

En una denominación más arcaica, se le conoce con el nombre de 3  , también escrito
 o   (árabe Ϧ΃έϘ ϟ΍ [al-qur Jn], literalmente Î  Îå el nombre completo
es 3 
3  o    c ).

Durante la vida del profeta Mahoma, las "revelaciones" eran transmitidas oralmente o
escritas en hojas de palmeras, trozos de cuero o huesos, etc. A la muerte del profeta, en 632,
sus seguidores comenzaron a reunir estas "revelaciones", que durante el Califato de Utman
ibn Affan (ϥ΍ ϑω ϥΏ ϥ΍ ϡ Ιω) tomaron la forma que hoy conocemos, 114 capítulos ( ,
Γ έϭα ), cada uno dividido en versículos ( , Ε
΍ ϱ΁ ).

El Corán toma muchos personajes que aparecen en los libros sagrados del judaísmo y el
cristianismo (Torá y Biblia) y en la literatura devota (por ejemplo, los libros apócrifos), con
muchas diferencias en detalle. Personajes del mundo hebreo y cristiano muy conocidos
como Adán, Noé, Abraham, Moisés, Jesús de Nazaret y Juan Bautista aparecen
mencionados como profetas islámicos.

Los musulmanes dicen del Corán que es la palabra "eterna e increada" de Aláå por ello su
transmisión debería realizarse sin el menor cambio en la lengua originaria, el árabe clásico,
lengua en consecuencia considerada sagrada a todos los efectos. El Corán ha sido traducido
a muchos idiomas, principalmente pensando en aquellos creyentes cuyas lenguas no son
árabes. Aun así en la liturgia se utiliza exclusivamente el árabe, ya que la traducción
únicamente tiene valor didáctico, como glosa o instrumento para ayudar a entender el texto
original. De hecho, una traducción del Corán ni siquiera se considera que sea un Corán.
Sagrado Corán Explicado en Español

[  
El origen del Corán ha generado mucha controversia porque los especialistas islámicos
parten de la presunción que el Corán es un texto incorrupto y divino, mientras que los
especialistas laicos lo ven como un texto humano semejante a cualquier otro. Tales
divergencias hacen que sea necesario conocer ambas versiones de la historia. El Corán reta
a los lectores a que encuentren alguna contradicción o divergencias en él y les enfatiza que
no la encontrarán, puesto que al suponerse de origen divino no debería haber
contradicciones en él.

[  c  Î   Î

Las variedades más extendidas de la teología musulmana consideran que el Corán es eterno
y que no fue creado. Tomando en cuenta que los musulmanes creen que figuras bíblicas
tales como Moisés y Jesús predicaron el islam, la doctrina de la revelación inmutable y no
creada implica que los tres textos más antiguos la Torá, la Biblia y el Corán se deben a que
los primeros fueron objeto de la degeneración humana.

No obstante, algunos movimientos liberales del islam, y particularmente las sectas mu'tazili
e ismailí, implícita o explícitamente cuestionan la doctrina de un c  no creado cuando
realizan ciertas preguntas relacionadas a la aplicación de la ley islámica. Algunos
pensadores contemporáneos, como Reza Arslan o Nasr Hamid Abu Zayd, han argüido que
tales leyes fueron creadas por Dios para solucionar las necesidades particulares de la
comunidad de Mahoma. Otros rebaten que tales leyes no difieren en nada de la ley mosaica.

Entre las razones ofrecidas por la crítica de la doctrina del "Corán eterno" se encuentra su
implicación en el , o "la unidad de Dios". El pensamiento de que el Corán es la
palabra eterna y no creada de Dios y que siempre ha existido junto a Él podría llevar a
pensar en un concepto plural de la naturaleza de Dios. Preocupados de que esta
interpretación parezca hacerse eco del concepto cristiano de la "Palabra eterna de Yahweh"


, algunos musulmanes, y particularmente los mu'tazilíes rechazaron la noción de la
eternidad del Corán. Sin embargo, la mayoría de los musulmanes actuales opinan que esta
visión de los mu'tazilíes es producto de la no comprensión profunda de la naturaleza misma
del Corán y de su relación con el .

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Según la tradición, Mahoma no podía leer ni escribir sino que, simplemente, recitó lo que le
era revelado para que sus compañeros lo escribieran y memorizaran. Algunos exegetas
creen que esta tradición de que Mahoma no podía leer ni escribir está en contradicción con
el texto coránico mismo por doble partida: primero el Corán anuncia que el profeta "no
solía leer ni escribir" es decir no era dado a la lectura o la escritura, esto, según ellos, no
quiere decir que no supiera hacerlo, pero existe otra aleya susceptible de ser interpretada
como indicio de que sabía leer, la número dos de la azora "La Congregación": "Fue Él
(Alá) quien levantó de entre los iletrados un Apostol de entre ellos mismos, recitando Sus
Señales, purificándoles y enseñándoles el Libro y la sabiduría..." Los simpatizantes del
Islam tienen por verdad que la redacción del texto coránico existente hoy corresponde
puntualmente a lo que fue revelado al profeta Mahoma, es decir, las palabras textuales de
Alá entregadas a Mahoma por medio del arcángel Gabriel.

Los acompañantes de Mahoma, según las tradiciones musulmanas, empezaron a registrar


las azoras de forma escrita antes de que su líder muriera en el año 632. Esta práctica de
escribir las "revelaciones" a medida que le llegaban al profeta era una libertad que todos los
testigos de los momentos en que ocurrían las revelaciones podían tomarse, aunque se
trataba de una reabundancia literaria ya que el Corán fue compilado bajo los auspicios del
profeta mismo. Basta decir que entre todos los coranes que existen hoy y han existido no
hay ninguna diferencia. Existe solo una versión del Sagrado Coran, las copias de varias
azoras escritas durante su vida se citan con frecuencia en las tradiciones. Por ejemplo, en la
historia de la conversión de Umar ibn al-Jattab (momento en que Mahoma todavía estaba
en La Meca), se dice que su hermana estaba leyendo un texto de la azora Ta-Ha. En
Medina, se dice que alrededor de sesenta y cinco acompañantes actuaron como escribas
para él en algún momento o en otro. El profeta los llamaba para que escribieran las
"revelaciones" justo después de tenerlas.

Una tradición documenta que la primera recopilación completa del Corán fue hecha durante
el mandato del primer califa, Abu Bakr as-Siddiq. Zayd ibn Thabit, que había sido uno de
los secretarios de Muhammad, ³reuniendo el Corán a partir de varias piezas de hueso y de
los pechos (es decir, µlos recuerdos¶) de los hombres´. Esta recopilación fue conservada por
Hafsa bint Umar, hija del segundo califa Umar y una de las viudas de Mahoma.

Durante el califato de Utman ibn Affan, hubo disputas relativas a la recitación del Corán.
En respuesta, Utman decidió codificar, estandarizar y transcribir el texto. Se dice que
Utman comisionó a un comité (que incluía a Zayd y varios miembros prominentes de
Quraysh) para poder producir una copia estándar del texto.

Según algunas fuentes, esta recopilación se basó en el texto conservado por Hafsa. Otras
versiones indican que Utman hizo esta recopilación de manera independiente y que el texto
de Hafsa habría sido llevado adelante y que, al final, se encontró que los dos textos
coincidían perfectamente. Sin embargo, otros documentos omiten por completo referencias
a Hafsa.

Los eruditos musulmanes afirman que si el califa hubiera ordenado la recopilación del
Corán, este nunca habría sido relegado al cuidado de una de las viudas del profeta.
Posiblemente la historia haya sido inventada para aproximar en el tiempo la muerte del
profeta y la recopilación del texto.

Cuando terminó el proceso de recopilación, entre los años 650 y 656, Utman envió copias
del texto final a todos los rincones del imperio islámico y ordenó la destrucción de todas las
copias que difirieran de la nueva versión.

Varios de los manuscritos, incluyendo el manuscrito de Samarkanda, son reivindicados


como copias originales de las enviadas por Utmanå no obstante, muchos especialistas,
occidentales e islámicos, dudan que sobreviva algún manuscrito utmánico original.

En lo que respecta a las copias que fueron destruidas, las tradiciones islámicas aseguran que
Abdallah Ibn Masud, Ubay Ibn Ka'b y Alí, el sobrino de Mahoma, habían preservado
algunas versiones que diferían en algunos aspectos del texto utmánico que es considerado
ahora por todos los musulmanes. Los especialistas musulmanes registran determinadas
diferencias entre las versiones, las cuales consisten casi totalmente en variantes léxicas y
ortográficas o diferentes conteos de versos. Se ha registrado que los tres (Ibn Masud, Ubay
Ibn Ka'b y Alí) aceptaron el texto utmánico como la autoridad definitiva.

La versión de Utman se compuso según un viejo estilo de escritura árabe que dejaba por
fuera casi todas las marcas vocálicas, por esta razón la escritura se puede interpretar y leer
de varias formas. Este escrito utmánico básico se ha llamado rasma y, con algunas
diferencias menores, es la base de varias tradiciones orales de recitación. Para fijar estas
recitaciones y prevenir cualquier error, los escribanos y eruditos comenzaron a anotar las
rasmas utmánicas con varias marcas diacríticas ²puntos y demás² para indicar la forma
en que las palabras debían ser pronunciadas. Se cree que este proceso de anotación
comenzó alrededor del año 700, poco tiempo después de la compilación de Utman, y que
terminó aproximadamente en el año 900. El texto del Corán más usado en la actualidad está
basado en la tradición de recitación de los Hafs, tal y como fue aprobado por la Universidad
Al-Azhar de El Cairo, en 1922, (para más información relacionada con las tradiciones de
recitación, refiérase a Recitación coránica, más adelante en este mismo artículo).

[        

Aunque algunos eruditos concuerdan con varios de los aspectos señalados por las
tradiciones islámicas relativas al Corán y sus orígenes, especialistas escépticos aseguran
que Mahoma mismo compuso los versos y las leyes que integran el texto y que se las
atribuyó a Alá para darles legitimidadå agregan que sus seguidores memorizaron y
escribieron sus revelaciones y que numerosas versiones de estas revelaciones circularon
después de su muerte en el año 632å aseguran asimismo que Utman ordenó la recopilación
y el ordenamiento de esta masa de material entre 650 y 656, lo cual también es descrito por
los eruditos islámicos. Los eruditos occidentales señalan muchas características del Corán
(sus repeticiones, su ordenamiento, la mezcla de estilos y géneros) como signos de un muy
humano proceso de recopilación que nada tiene que ver con supuestos "métodos divinos".
Estos eruditos explican las numerosas similitudes entre el Corán y las escrituras hebreas
argumentando que Mahoma les enseñaba a sus seguidores lo que él pensaba que era historia
universal, tal y como lo había escuchado de las bocas de judíos y cristianos que había
encontrado en Arabia y durante sus viajes. Ciertos eruditos seglares también debaten la
creencia islámica de que todo el Corán fue enviado por Alá a la humanidad. En este
sentido, notan que en numerosos pasajes Alá es aludido directamente en tercera persona, o
bien, cuando la voz narrativa jura por varios entes, incluyendo a Alá. Otros especialistas
tienden a no atribuirle el Corán entero a Mahoma, arguyendo que no hay una verdadera
prueba de que el texto haya sido compilado bajo el mandato de Utman, puesto que las más
viejas copias conservadas del Corán completo datan de varios siglos después de Utman (la
más vieja copia existente del texto completo es del siglo IX). Alegan que el Islam se formó
lentamente, durante los siglos transcurridos tras las conquistas musulmanes y en la medida
en que los conquistadores islámicos iban elaborando sus propias creencias en respuesta de
los desafíos judíos y cristianos. Una propuesta influyente en este punto de vista fue la del
Dr. John Wansbrough, un académico inglés. Sin embargo, los escritos de Wansbrough
estaban redactados en un estilo denso, complejo y casi hermético y ha tenido una gran
influencia en los estudios islámicos a través de sus estudiantes, Michael Cook y Patricia
Crone y no tanto por sus propios escritos. En 1977, Crone y Cook publicaron un libro
llamado Hagarism, en el que se sostiene que:

"Básicamente, el Corán carece de una estructura central, frecuentemente es oscuro e


inconsecuente tanto en lengua como en contenidoå es superficial en su
concatenación de materiales dispersos y muy dado a la repetición de pasajes enteros
en versiones que presentan variantes. Partiendo de todo esto, se puede argumentar
plausiblemente que el libro es el producto de la edición imperfecta y morosa de
materiales provenientes de una pluralidad de tradiciones". (Patricia Crone y Michael
Cook, Hagarism: The Making of the Islamic World, Cambridge, 1977, p. 18).
(Traducción de Sergio Arroyo Molina).

Este libro fue extremadamente controvertido en su tiempo, pues desafiaba no solo la


ortodoxia musulmana, sino las actitudes prevalecientes entre los mismos islamistas
seglares. Wansbrough fue criticado por su interpretación del Corán y por la "mala"
interpretación de las palabras originales en árabe. Crone y Cook se han desdicho de algunos
de sus argumentos en el sentido de que el Corán evolucionó a lo largo de varios siglos, pero
todavía sostienen que la tradición de lectura sunita es muy poco fiable, pues proyecta su
ortodoxia contemporánea en el pasado ²del mismo modo que si los exégetas del Nuevo
Testamento quisieran comprobar que Jesús era católico o metodista.

Fred Donner ha argüido contra Crone y Cook, en lo relativo a la temprana fecha de la


recopilación del Corán, basado en sus lecturas del propio texto. Él argumenta que si el
Corán hubiera sido recopilado a lo largo de los tumultuosos siglos iniciales del Islam (con
sus vastas conquistas, expansión y los sangrientos incidentes entre los rivales del califato)
habría habido evidencia de esta historia en el texto. No obstante, según el no hay nada en el
Corán que no refleje las cosas conocidas de la temprana comunidad musulmana.

Algunos aseguran que los hallazgos arqueológicos de 1972 pueden arrojar luz acerca de los
orígenes del Corán. En ese año, durante la restauración del Gran Mezquita de San'a, en
Yemen, los obreros se toparon con un "cementerio de papeles" que contenía decenas de
millares de papeles en que se leían fragmentos del Corán (los ejemplares del Corán todavía
son desechados de esta manera, pues se considera impiedad tratar el "texto sagrado" como
si fuera basura ordinaria). Se creyó que algunos de esos fragmentos eran los textos
coránicos más antiguos que se han encontrado. El especialista europeo Gerd R. Puin ha
estudiado estos fragmentos y ha publicado no solamente un corpus de textos, sino también
algunos descubrimientos preliminares. Las variantes de los textos descubiertos parecen
coincidir con ciertas variantes menores reportadas por algunos eruditos islámicos en sus
descripciones de las variantes del Corán, que una vez estuvieron en posesión de Abdallah
Ibn Masud, Ubay Ibn Ka'b y Alí, y que fueron suprimidas por órdenes de Utman.

[    c 


El Corán ha producido un gran corpus de comentarios y explicaciones. Los musulmanes
tardíos no siempre comprendían la lengua del Corán, no entendieron ciertas alusiones que
parecían claras a los primeros musulmanes y estaban extremadamente preocupados en
reconciliar las contradicciones y los conflictos en el Corán. Los comentadores glosaron el
árabe, explicaron las alusiones y, acaso más importantemente, decidieron qué versos
coránicos habían sido revelados primero en la carrera profética de Mahoma (lo cual era
apropiado para la naciente comunidad musulmana) y cuáles habían sido revelados después,
cancelando o abrogando el texto original. Los recuerdos de las "ocasiones de revelación",
es decir, las circunstancias en que Mahoma había hecho públicas las revelaciones, también
fueron recopiladas, pues se pensaba que podrían explicar algunas oscuridades.

Por todas estas razones, fue extremadamente importante para los comentadores explicar
cómo fue revelado el Corán ²cuando y bajo qué circunstancias. Muchos comentarios o
tafsir, concernían a la historia. Los primeros tafsir son unas de las mejores fuentes de la
historia islámica. Algunos comentadores famosos son al-Tabari, az-Zamakhshari, at-
Tirmidhi y Ibn Kathir. Generalmente estos comentarios clásicos incluían todas las
interpretaciones comunes y aceptadas, mientras que los comentarios de los
fundamentalistas modernos, como el escrito por Sayyed Qutb tienden a dar solo una de las
interpretaciones posibles.

Los comentadores se sienten muy seguros de las exactas circunstancias que motivaron
algunos versos, como la azora Iqra o las aleyas 190-194, de la azora al-Baqarah. Pero en
algunos casos (como la azora al-Asr), lo más que se puede decir es en qué ciudad estaba
viviendo Mahoma en ese momento. En otros casos, como con la azora al-Kawthar, los
detalles de las circunstancias están en disputa, pues diversas tradiciones entregan versiones
diferentes.

Las más importantes "ayudas exteriores" que se han usado para interpretar los significados
del Corán son las hadith ² la colección de tradiciones en las que algunos eruditos
musulmanes (los ulema) basaron la historia y las leyes islámicas. Los especialistas han
inspeccionado las miles de páginas de las "hadith", intentando descubrir cuáles eran ciertas
y cuáles eran fabricaciones. Un método muy utilizado era el estudio de la cadena de
narradores, los isnad, a través de los cuales fue transmitida la tradición.
Obsérvese que aunque se dice que ciertos hadith ² los hadith qudsi ², registran las
palabras no canónicas que según la tradición Alá le dirigió a Mahoma, o el sumario de
estas, los musulmanes no consideran que estos textos sean parte del Corán.

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El Corán retoma las historias de muchos de los personajes y eventos que aparecen en los
libros sagrados de los judíos y los cristianos (La Torá, La Biblia) y la literatura devocional
(Los libros apócrifos y el Midrásh), aunque difiere en muchos detalles. Ciertos personajes
bíblicos muy bien conocidos, como Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Juan el
Bautista y Jesús son mencionados en el Corán como Profetas del Islam. Sin olvidar a la
Virgen María (Maryam en árabe), madre de Jesús.

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La palabra c , generalmente, es traducida como "recitación", en indicación de que no
puede existir como un simple texto. Siempre ha sido transmitido oralmente al mismo
tiempo que gráficamente.

Para al menos ser capaz de realizar una salat (oración), una obligación indispensable en el
Islam, un musulmán tiene que aprender al menos algunas azoras del Corán (generalmente,
empezando con la primera azora, al-Fatiha, conocida como "los siete versos repetidos", y
luego avanzando hasta las más cortas que están al final del libro).

Una persona que pueda recitar todo el Corán se llama qJri' (Ή˳έΎ˴ϗ) o hJfiz (términos que se
traducen como "recitador" o "memorizador," respectivamente). Mahoma es recordado
como el primer hJfiz. El canto (  Γ ϭ΍ϝΕ) del Corán es una de las bellas artes del mundo
musulmán.

[     c 

Existen diversas escuelas de recitación coránica y todas constituyen pronunciaciones


permitidas del rasm utmánico. Hoy existen diez recitaciones canónicas y cuatro no
canónicas del Corán. Para que una recitación sea canónica tiene que cumplir con tres
condiciones:

1.| Debe coincidir con la recopilación, el "rasm", de Utman, letra por letra.
2.| Debe respetar las leyes sintácticas del idioma árabe.
3.| Debe tener un isnad continuo al profeta Mahoma a través de un  , lo cual
quiere decir que debe ser relatada por un gran grupo de personas a otro a lo largo de
una cadena de "isnad".

Ibn Mujahid documentó siete recitaciones de este tipo y Ibn Al-Jazri agregó tres. Se trata
de:
1.| Nafi` de Medina (169/785), transmitida por Warsh y Qaloon
2.| Ibn Kathir de La Meca (120/737), transmitida por Al-Bazzi y Qonbul
3.| Ibn `Amer de Damasco (118/736), transmitida por Hisham y Ibn Zakwan
4.| Abu `Amr de Basra (148/770), transmitida por Al-Duri y Al-Soosi
5.| `Asim de Kufa (127/744), transmitida por Sho`bah y Hafs
6.| Hamza de Kufa (156/772), transmitida por Khalaf y Khallad
7.| Al-Kisa'i de Kufa (189/804), transmitida por Abul-Harith y Al-Duri
8.| Abu-Ja`far de Medina, transmitida por Ibn Wardan y Ibn Jammaz
9.| Ya`qoob de Yemen, transmitida por Ruways y Rawh
10.|Khalaf de Kufa, transmitida por Ishaaq y Idris

Estas recitaciones difieren en la vocalización (  ϝ ϱ ϙεΕ) de unas cuantas palabras, las
cuales a su vez le dan a la palabra un significado diferente, según las reglas de la gramática
árabe. Por ejemplo, la vocalización de un verbo puede cambiar su voz activa y pasiva.
También puede cambiar su formación, lo que implica la intensidad, por ejemplo. La vocales
se pueden cambiar en su cantidad (es decir, se pueden alargar o acortar) y las pausas
glotales (hamzas) pueden agregarse o elidirse, según las reglas respectivas de la recitación
en particular. Por ejemplo, el nombre del Arcángel Gabriel se puede pronunciar de manera
diferente en distintas recitaciones: Jibrīl, Jabrīl, Jibra'īl, y Jibra'il. El nombre "Qur'Jn" se
pronuncia sin la pausa glotal (como en "QurJn") en una recitación y el nombre del profeta
IbrJhīm se puede pronunciar IbrJhJm en otra.

Las narraciones más usadas son las de Hafs (ϡ ι΍ ω ϥω ι ϑ Ρ), Warsh (ω εέϭ ωϑ ΍ ϥ ϥ),
Qaloon (ωϑ ΍ ϥ ϥω ϥϭϝ΍ ϕ) y Al-Duri a través de Abu `Amr (ϭέϡω ϱΏ΃ ϥω ϱέϭ Ωϝ΍ ). Los
musulmanes creen firmemente que todas las recitaciones canónicas fueron hechas por el
Profeta mismo, citando la respectiva cadena de narración isnad canónica y las aceptan
como válidas para la adoración como una referencia para las leyes de Sharia. Las
recitaciones no canónicas son llamadas "explicativas" por su papel de darle diferentes
perspectivas a un verso o ayah dado. Hoy varias personas poseen el título de "Memorizador
de las Diez Recitaciones", lo cual se considera el máximo honor en las ciencias del Corán.

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[     c 
Imagen del Corán.

El Corán consiste en 114 azoras (capítulos) compuestas a su vez por un total de 6.236
aleyas (versos) dejando por fuera 112 de los 113 bizmillas o basmalas con que empiezan las
azoras pues son idénticos ("En el nombre de Dios, el Compasivo y Misericordioso") y, por
lo general, se dejan sin enumerar. De manera alternativa, se pueden incluir los bizmillas en
el conteo de los versos, lo cual arroja un número de 6.348 aleyas. El número exacto de
aleyas ha sido discutido, no por una disputa relativa al contenido del Corán sino debido a
los métodos de conteo. Varios "musulmanes de El Corán original" han rechazado dos
versos del Corán por considerarlos espurios y trabajan con la suma de 6.346). Por lo
general, los musulmanes no se refieren a las azoras por sus números sino por un nombre
derivado del texto de cada azora. Las azoras no están dispuestas en orden cronológico (en el
orden en el que los estudiosos islámicos suponen que fueron reveladas) sino que están
ordenadas según el tamaño, aunque no de manera exactaå también se cree que este método
es de inspiración divina. Luego de una breve introducción, aparece en el Corán la azora
más larga y el texto concluye con las más cortas. Se dice que hay aproximadamente 77.639
letras en él.

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Además de la división en azoras ²y muy independientes de esta², existen varias formas


de dividir el Corán en secciones de similar tamaño que facilitan la lectura, la recitación y la
memoria. Las siete manzil (estaciones) y las treinta juz' (partes) se pueden usar para
trabajar con todo el Corán durante una semana o un mes (un mandil o un juz' por día). Un
juz' se puede dividir en dos ahzab (grupos), y cada ahzab se puede subdividir en cuatro
cuartos. Una estructura diferente ofrece el ruku'at, en la cual aparecen unidades semánticas
que se asemejan a párrafos y que se componen aproximadamente de diez aleyas.

Un hafiz es un hombre que ha memorizado todo el texto del Corán. Se cree que hay
millones de ellos, desde niños hasta ancianoså muchos niños y adultos incluidos muchos
que no pueden leer árabe, memorizan el Corán parcialmente o en su totalidad. Para realizar
la salat (oración) se necesita memorizar el texto al menos de forma parcial.

[      

Todos los capítulos, con excepción de uno, empiezan con las palabras ö     
  , "En el nombre de Dios, el más Misericordioso, el Compasivo". Veintinueve
azoras empiezan con letras tomadas de un subconjunto restringido del alfabeto árabeå así,
por ejemplo, la azora Maryam empieza "Kaf. Ha. Ya. 'Ain. Sad. (Esta es) una mención de
la Misericordia de tu Señor a Su siervo Zacarías" (19:2).

Aunque ha habido alguna especulación sobre el significado de estas letras, el consenso de


los eruditos musulmanes es que su sentido último está más allá de la capacidad de
entendimiento humano. Sin embargo, se ha observado que, en cuatro de los 29 casos, estas
letras aparecen seguidas casi inmediatamente por la mención misma de la revelación
coránica. Los esfuerzos de los académicos occidentales han sido provisionaleså una
propuesta, por ejemplo, fue que se trataba de las iniciales o los monogramas de los escribas
que originalmente escribieron las azoras.

[             

La creencia en el origen divino, directo e incorrupto del Corán es considerado fundamental


por la mayoría de los musulmanes. Esto trae como consecuencia directa la creencia de que
el texto no tiene errores ni inconsistencias.

"Este es el libro, de guía segura y el que no da lugar a ninguna duda, para aquellos
que temen a Alá" (Azora al-Baqarah, versículo 2).

A pesar de esto, a veces ocurre que unos versos prohíben una práctica determinada mientras
que otros la permiten. Esto es interpretado por los musulmanes a la luz de la cronología
relativa de los versos: debido a que el Corán fue revelado durante el curso de 23 años,
muchos de los versos fueron clarificados o relacionados (  ) con otros versos. Los
comentadores musulmanes explican esto afirmando que Mahoma fue dirigido de manera tal
que pudiera liderar a un pequeño grupo de creyentes por el camino recto, en vez de
revelarles de una sola vez el rigor total de la ley. Por ejemplo, la prohibición del alcohol fue
llevada a cabo de forma gradual, no de inmediato. El verso más antiguo les dice a los
creyentes ³No se aproximen a las oraciones con una mente nublada, a menos que puedan
entender todo lo que dicen´ (4:43), se trata entonces de una prohibición de la ebriedad, pero
no del consumo de alcohol: ³Si piden consejo sobre el vino y el juego, diles: µHay algún
provecho en ellos para los hombres, pero el pecado es más grande que el provecho¶´
(2:219).
Finalmente, en algunos casos la mayoría de los académicos musulmanes aceptan la doctrina
de la ³abrogación´ ( ), según el cual los versos revelados más tarde a veces están por
encima de los versos entregados anteriormente. Cuáles versos abrogan a cuáles otros, es
una cuestión generadora de controversia.

[     c 

El Corán fue uno de los primeros textos que se redactó en árabe. Se halla escrito en una
forma temprana del árabe clásico que se conoce en español como árabe ³coránico´. No hay
muchos otros ejemplos de la lengua árabe de esta época (algunos especialistas consideran
que las Mu'allaqat u Odas suspendidas son ejemplos de árabe preislámicoå otros consideran
que fueron escritas antes de Mahoma. De cualquier manera, solo sobreviven cinco
inscripciones en árabe preislámico).

Poco tiempo después de la muerte de Mahoma, en 632, el Islam se expandió más allá de
Arabia y conquistó mucho de lo que era entonces el mundo ³civilizado´. Había millones de
musulmanes en el extranjero con quienes los gobernadores árabes tenían que comunicarse.
Por consiguiente, la lengua cambió rápidamente en respuesta a la nueva situación,
perdiendo los casos y el vocabulario oscuro. Unas cuantas generaciones después de la
muerte del profeta, muchas palabras usadas en el Corán ya se habían vuelto arcaísmos.
Debido a que el lenguaje beduino había cambiado a un ritmo mucho más lento, los
primeros lexicógrafos árabes recurrieron al beduino para explicar palabras o dilucidar
cuestiones gramaticales. En buena medida debido a las necesidades religiosas de explicar el
Corán al pueblo, la gramática y la lexicografía árabes se convirtieron en ciencias
importantes, y el modelo para el lenguaje literario sigue siendo hasta el día de hoy el árabe
usado en los tiempo coránicos, y no las variantes habladas en la actualidad.

Los musulmanes aseguran que el Corán es destacable por su poesía y por su belleza y que
su perfección literaria es una evidencia de su origen divino. Debido al hecho de que esta
perfección solo es perceptible para los que hablan árabe, se considera que el texto original
en árabe es el ³verdadero´ c . En general, las traducciones a otras lenguas son tenidas
como simples glosas, en tanto interpretaciones, de las palabras directas de Dios.

Las tradiciones imperantes en la traducción y la publicación del Corán sostienen que


cuando el libro es publicado simplemente debería titularse El Corán y, asimismo, debería
incluir siempre un adjetivo calificativo (que evite cualquier confusión con otras
"recitaciones"), este es el motivo por el cual la mayoría de las ediciones disponibles del
Corán se llaman    c ,     c  y otros títulos similares.

Existen numerosas traducciones del Corán a lenguas occidentales, llevadas a cabo por
conocidos estudiosos islámicos. Cada traducción es un poco diferente de las otras y muestra
la habilidad del traductor para verter el texto de una forma que sea al mismo tiempo fácil de
entender y que mantenga el sentido original.

Prácticamente, todos los eruditos islámicos son capaces de leer y comprender el Corán en
su forma original y, de hecho, la mayoría se lo sabe de memoria íntegramente.
[        c 

El Corán mezcla la narrativa, la exhortación y la prescripción legal. Por lo general, las


azoras combinan estos tres tipos de secuencias textuales y no siempre de maneras que
resultan obvias para el lector, sino algunas veces de formas inexplicables. Los musulmanes
señalan que el estilo único del Corán es un indicio más de su origen divino.

Existen muchos elementos que se repiten en el Corán: epítetos ("Señor de los cielos y la
tierra"), oraciones ("Y cuando dijimos a los ángeles: 'Postraos ante Adán', todos se
postraron"), e incluso historias, como la historia de Adán. Los especialistas musulmanes
explican estas repeticiones como una forma de enfatizar y explicar diferentes aspectos de
temas importantes. Asimismo, los académicos señalan que las traducciones a las lenguas
occidentales demandan grandes cambios en la redacción y en el orden para poder mantener
la explicación y el significado específicos.

El Corán oscila entre la rima y la prosa. Tradicionalmente, los gramáticos árabes


consideran que el Corán es un género único en sí mismo. No es ni poesía (definida como
palabras con métrica y rima) ni tampoco prosa (definida esta como una conversación
normal, pero sin métrica ni rima, saj').

El Corán en ocasiones utiliza rima asonante entre los versos sucesivoså por ejemplo, en el
inicio de la azora ³al-Fa r´:

Wa-l-fa r(i),
Wa layâlin ašr(in),
Wa-š-šaf i wa-l-watr(i)
Wal-layli 'i â yasr(î),
Hal fî âlika qasamun li- î i r(in).

o, para dar un ejemplo menos asonante, la azora ³al-Fîl´:

'A-lam tara kayfa fa ala rabbuka bi-'a âbi l-fîl(i),


'A-lam ya al kaydahum fî ta lîl(in)
Wa-'arsala alayhim ayran 'abâbîl(a)
Tarmîhim bi- i âratin min si îl(in)
Fa- a alahum ka- a fin ma'kûl(in).

Obsérvese que las vocales finales de verso se dejan sin pronunciar cuando estos se
pronuncian de manera aislada, se trata del fenómeno regular de las pausas en el árabe
clásico. En estos casos, ³î´ y ³û´ riman a menudo y hay una cierta búsqueda de variación
en las consonantes en posición final de sílaba).

Algunas azoras también incluyen un refrán que se repite varias veces, por ejemplo ³ar-
Rahman´ ("¿Entonces cuál de los favores de vuestro Señor negaréis?´) y ³al-Mursalat´
("¡Reproches ese día a los que repudien!´).
[  c   

Los estudiosos islámicos del Corán dividen los versículos del libro en dos partes: los
revelados en La Meca y los revelados en Medina después de la Héjira. En general, las
azoras más viejas, de la Meca, tienden a contar con versículos más cortos, mientras que las
de Medina, que lidian con cuestiones legales, son más largas. Contrástense las azoras de La
Meca transcritas antes y unos versículos como los de ³al-Baqara´, 229:

"Los divorcios se pueden llevar a cabo dos veces, después de lo cual debe reanudarse el
matrimonio en forma honorable, o bien disolverse de buenas maneras. No es correcto que
los hombres les quiten a sus esposas los regalos que les hayan dado, excepto cuando ambas
partes teman no ser capaces de mantenerse dentro de los límites impuestos por Alá. Si los
jueces realmente temen que ellos no sean capaces de mantenerse dentro de los límites
impuestos por Alá, no hay culpa en ninguno de ellos si ella da algo a cambio de su libertad.
Estos son los límites ordenados por Alá, de modo tal que nos los violentéis, puesto que si
alguien violenta los límites de Alá, esa persona se hará daño a sí mismo y a los demás".

Del mismo modo, las azoras de Medina tienden a ser más largaså entre estas se encuentra la
más larga del Corán: "al-Baqara".

[  c     

Imagen del corán.

Antes de poder tocar una copia del Corán o mushaf, un musulmán debe realizar un wudu
(la ablución o ritual de limpieza con agua). Esto se basa en una interpretación literal de la
azora 56:77-79: "Pues Este es en verdad el Honorable Corán, el Libro bien conservado, que
nadie podrá tocar salvo quienes son limpios×

La execración del Corán significa insultar el Corán sacándolo de su contexto o


desmembrándolo. Los musulmanes siempre tratan el libro con reverencia y, por
consiguiente, es prohibido reciclar, reimprimir o simplemente descartar las copias viejas del
texto (en este último caso, los volúmenes deben ser quemados respetuosamente, o bien,
enterrados).
El respeto hacia el texto escrito del Corán es un elemento importante de la fe religiosa de
muchos musulmanes. Ellos creen que insultar el Corán intencionalmente es una forma de
blasfemia. De acuerdo con las leyes de algunos países musulmanes, la blasfemia se puede
penar con una prisión de muchos años o incluso con la pena de muerte.

[     c 

La mayoría de los musulmanes de hoy usan versiones impresas del Corán. Existen
"Coranes" para todos los gustos, libros de bolsillos, muchos de ellos en ediciones bilingües,
con el texto árabe por un lado y una glosa en una lengua familiar del otro. El primer c 
impreso se publicó en 1801 en Kazán.

Antes de que la impresión fuera implementada comúnmente, El Corán se transmitía a través


de copistas y calígrafos. Debido al hecho de que la tradición musulmana sentía que retratar
directamente a los personajes sagrados podría conducir a la idolatría, se prohibió decorar El
Corán con imágenes (como sí se hace con frecuencia en los textos cristianos, por ejemplo).
En vez de esto, los musulmanes desarrollaron un amor y un cariño especiales por el texto
en sí. Una de las consecuencias de esto es que la Caligrafía árabe es un arte que posee un
honor muy alto en el mundo musulmán. Los musulmanes también decoraron sus ejemplares
del Corán con figuras abstractas conocidas como arabescos, con tintas de colores y doradas.
Algunas páginas de algunos de estos c  antiguos se han usado a lo largo de este
artículo con fines ilustrativos.

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