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I Simposio sobre Cultura Visual y Teorías de la imagen.

Políticas de las
imágenes en la cultura visual latinoamericana. Mediaciones, dinámicas e
impactos estéticos. Centro de Estudios Visuales Latinoamericanos (UNR) y
Red de Estudios Visuales Latinoamericanos. 5 y 6 de diciembre de 2016.
Facultad de Humanidades y Artes. Universidad Nacional de Rosario

Eje 2 Políticas de la cultura, política de las imágenes, correlatos éticos y


estéticos.

La dimensión precaria de nuestras vidas comunes: creación en comunidad


Paula Siganevich Universidad de Buenos Aires

Durante la última década en Argentina se generaron cambios en los modos de representación de las
imágenes vinculados por un lado con la crisis del 2002, de la que emergió una nueva visualidad urbana
(Piquete de ojo, visualidades de la crisis, Ledesma-Siganevich. Ed. Nobuko 2008), y por el otro con
reflexiones sobre la relación entre el activismo gráfico, el arte y la política en relación a la precariedad y
vulnerabilidad como modos de relación con el mundo y creación en comunidad (Activismo gráfico.
Conversaciones sobre colectivos gráficos, arte y política, Siganevich-Nieto. Ed. Wolko, 2016, en prensa).
A partir de múltiples experiencias la estética perdió su vínculo con el gusto para relacionarse con la
política en lo que es un nuevo reparto de lo sensible donde se visibilizaron aspectos hasta el momento
no registrados. Estas experiencias que tienen lugar en el espacio público luego son capturadas
institucionalmente tensionando la obra crítica. Si analizamos la obra Oasis producida para la última
edición de ArteBA comparándola con las anteriores, observamos restos de las categorías emergentes
pero ya no como parte de las vidas comunes sino ahora elevadas al rango artístico. Queda entonces
para pensar una política de las imágenes en la cultura visual midiendo las mediaciones, dinámicas e
impactos estéticos en la cultura latinoamericana.

Palabras clave: visualidades – precariedad – vulnerabilidad – reparto – política

…en todo momento, hoy en día como en la época de La noche de los proletarios, las formas
subjetivas por las cuales se toma distancia de las imposiciones de su condición son a la vez
modos de romper con el sistema de dominación y modos de vivir en él. Jacques Ranciere.
Entrevista Colectivo Situaciones.

La feria de arte contemporáneo arteBA que reúne a las más importantes


galerías argentinas e internacionales invitó este año al espacio denominado Dixit a los
curadores locales Federico Baeza, Lara Marmor y Sebastian Vidal Mackinson quienes
organizaron la exhibición Oasis y una publicación con el mismo nombre. En la
presentación del libro destacan frente al “horizonte ubicuo del mercado”: el concepto
de oasis vinculado a un territorio desierto, una serie de tramas colaborativas, la
constitución de una estética de la proximidad en los años 90 y 2000, un proceso de
“acortar distancias para situar a artistas y espectadores en un estar-juntos, en una
comunidad fundada en la exploración de formas de vida en común”.

Me interesó pensar esta experiencia de curaduría vinculada a los estudios que


hago desde hace mucho tiempo. Durante la última década en Argentina se generaron
cambios en la cultura visual vinculados con la crisis del 2002 de la que emergió una
nueva visualidad urbana (Piquete de ojo, visualidades de la crisis, Ledesma-Siganevich.
Ed. Nobuko 2008), y reflexiones sobre la relación entre el arte, el activismo y la política
en relación a la precariedad y vulnerabilidad como modos de relación con el mundo y
creación en comunidad (Activismo gráfico. Conversaciones sobre colectivos gráficos,
arte y política, Siganevich-Nieto. Ed. Wolko, 2016, en prensa). En Piquete de ojo
visualidades de la crisis, estudiamos nuevos objetos como Eloisa Cartonera (editora
que utiliza papel reciclado y mano de obra de cartoneros), la revista Hecho en Buenos
Aires, el diario Argentina Arde así como manifestaciones de fábricas recuperadas como
el caso Brukman, producciones digitales anónimas, entre otros que tratan de una
visualidad alternativa y nuevos actores sociales. En Activismo gráfico. Conversaciones
sobre diseño, arte y política, hacemos diez entrevistas a colectivos que surgieron en la
poscrisis, algunos que llegan a nuestros días y que, según sostenemos como hipótesis,
muestran una poética de la precariedad, dando lugar a una nueva cultura visual,
retomando la tradición del diseño gráfico y de manifestaciones de arte populares de
argentina y latinoamérica, al mismo tiempo que trabajan en condiciones de lo que
Isabel Lorey llamó la “precarización de si” de los actores y actoras culturales.

En relación con el impacto estético que produce una nueva cultura visual
vinculada con lo político, en la conferencia “Políticas de la calle” (2014) Judith Butler
explica como en estos tiempos diversas manifestaciones de protesta que tienen lugar
en el espacio público, mostrando la vulnerabilidad de algunos sectores sociales, son
retomadas por poéticas que dan cuenta de ellas. Encuentra muy importante y le da
rango de conocimiento social a este proceso de las “vidas comunes”, minorías sociales
o de género que son vulnerables y deben ejercer su defensa. En las imágenes que nos
son familiares en estos días ella alude a la precariedad como un modo de mostrar este
proceso de vulnerabilidad. Como ejemplos de experiencias estéticas que surgieron en
las calles y que impactaron muy fuertemente en la cultura visual entre nosotros
podemos mencionar, entre otros, los trabajos del GAC, Grupo de arte callejero,
(intervención en el espacio público), Belleza y Felicidad (educación artística en la villa
Fiorito), Iconoclasistas (mapeo) talleres de mapeo en varias provincia argentinas, en
latino américa y en Europa; todos estos colectivos mostraron tipos de activismo en la
calle o en espacios públicos así como procedimientos de precarización estética y
precarización laboral. Durante nuestra investigación sobre estos materiales
encontramos tensiones y paradojas que tratamos de explicitar y fundamentar a través
de las explicaciones que daban en las entrevistas y que recorrían una amplia gama de
argumentos que iban desde el simple hecho del desmembramiento del grupo una vez
que pasó el momento crucial de la crisis hasta otras que tenían que ver con la presión
que ejercía el mercado integrando esta visualidad a una comunicación hegemónica.

¿Ahora, qué pasa cuando esa visualidad ingresa a espacios hegemónicos y lo


alternativo se vuelve tema? En el caso que analizamos el oasis significaría el lugar de
encuentro y reunión frente a la aridez del desierto y traería una memoria
conmemorativa de la aniquilación de la población nativa, la apropiación del territorio
frente al nacimiento de la Nación. Me llamó la atención la referencia al trabajo
colaborativo, el estar juntos y la exploración de formas de vida en común, todos
asuntos sobre los que había reflexionado en otros materiales como ya les comenté.
Antes que esto, a partir de la crisis del 2002 y los años posteriores esas formas de vida
en común se habían manifestado como una fuerte tendencia tanto en los objetos
estudiados en Piquete de ojo como en Activismo gráfico. A partir de esas experiencias
concretas en el espacio público y en tiempos de crisis la estética perdía su vínculo con
el gusto para relacionarse con la política en lo que fue un nuevo reparto de lo sensible
donde se visibilizaron aspectos precarios hasta el momento poco registrados. Sin
embargo estas experiencias que tienen lugar en el espacio público luego son
capturadas institucionalmente tensionando la obra crítica bajo la mano voraz del
mercado.
¿Qué pasa con el proyecto Oasis? ¿Qué intenciones tienen los curadores? ¿Qué
logran y qué no? ¿Y cómo se vincula esto con el tema de este simposio? En Oasis
observamos categorías emergentes como parte de las vidas comunes ahora elevadas
al rango artístico. La exhibición ha quedado atrás y lo que tenemos ahora es un libro.
Pero el libro no muestra las imágenes de lo que se exhibió, sino que es un objeto
diferente, una serie de artículos escritos por historiadores de arte y curadores, que
tratan temas vinculados al arte como si se rodeara a la muestra del saber crítico de su
época, llamando a esto “Afinidades conocidas e insospechadas en un recorrido por la
producción artística de nuestro tiempo”. Con esto se aparta del catálogo que solo
reproduce la obra que se exhibe y en cambio hace una propuesta nueva focalizándose
en el rol de la curaduría.

El primer artículo, “El under, el Rojas y sus batalla” de Mariana Cerviño, refiere
las luchas simbólicas que tienen lugar en los años 80 en el campo cultural para dar
lugar a los efectos del retorno a la democracia. El under a través del Centro Cultural
Rojas libra sus batallas e ingresa en un circuito legitimado. El siguiente artículo,
“Artistas argentinos de los 90 y la construcción del canón de los 90”, de Jimena
Ferreiro, aborda la importancia de un proyecto editorial, en este caso el libro Artistas
argentinos de los 90, para difundir y canonizar un momento de la batalla cultural que
posiciona al curador, que hasta entonces había boyado libremente, en un nivel de
reconocimiento. Por su parte Nancy Rojas, en “Curaduría expandida en el horizonte
institucional de la contingencia,” trata sobre la ampliación del campo de acción de la
curaduría hacia espacios no convencionales hasta el momento como festivales,
teatros, cines donde se definen modelos sociales y discursivos de exposiciones y
eventos. Syd Krochmalny aborda “Un modelo comparativo de los mercados del arte en
Nueva York, Shangai y Buenos Aires, donde compara el boom que registró el mercado
del arte en diferentes mercados con el valor económico y simbólico del arte y lo más
importante el curador como el posibilitador de articular las diversas tensiones y
antinomias que se crean entre el artista de protesta y el mercado. En las
“Dramaturgias del espacio y curaduría teatral”, María Fernanda Pinta discurre acerca
de la creciente actividad curatorial de los directores de proyectos teatrales donde se
cruzan frecuentemente con la figura del curador. Por último “Después del fin de la
historia. Sobre huracanes y ruinas en el arte argentino contemporáneo” de Florencia
Qualina habla sobre ciertas producciones que recuperan materiales diversos de restos
de la naturaleza proponiendo cruces noveles con saberes como la arqueología. En
síntesis lo que anhela Oasis es replantearse la tarea curatorial de las últimas décadas
en Argentina, la extensión del campo a eventos no convencionales, la comparación con
otros países, el cruce con el espacio teatral y finalmente con otras disciplinas
tradicionalmente tan lejanas como la arqueología.

Todo mueve entonces a pensar que el objetivo de la exhibición Oasis es


producir un evento transformador al interior de una feria como arte BA que si bien
está volcada al mercado, es tan inclusiva, suponen los curadores de Oasis, que
permite el trabajo en común y colectivo de los mismos participantes de las galerías. La
producción de esta exhibición menciona un equipo curatorial bastante extenso que
abarca a los artistas que forman parte de las muestras de las galerías, a los curadores y
a los críticos que aportaron al libro. El procedimiento utilizado en la muestra es la
acumulación: cuadros, instalaciones, fotos, objetos, todo esto se muestra muy
abigarrado, compacto, llenando y hasta saturando el espacio. En algunos casos son
colectivos de arte, en otros autores individuales que se estrechan con sus vecinos. El
rol curatorial al editar un libro con artículos que piensan las décadas anteriores y
comparar mercados de arte se proponen transmitir un saber y al mismo tiempo
instalar una polémica sobre el lugar de exhibición confrontando al mismo tiempo con
el museo y con el mercado que los alberga en esta Feria. Mientras definen al espacio
como un oasis, un territorio de refugio en el desierto piensa a la muestra como una
experiencia donde interactúa el visitante con el creador y por lo tanto dinamizan el
espacio.

La tensión se da entre dos niveles: por un lado la feria arte BA que es un


espacio comercial dedicado a la venta de arte en gran escala y por el otro y casi
confrontando con el críticamente, un espacio de creación curatorial que busca lugares
comunes y rompe con la obra individual en el interior del propio mercado. ¿Quedará
este Oasis como un lugar especial frente al desierto del mercado? ¿Podrá ser
considerado diferente, podremos hacer una interpretación irónica sobre la exhibición
en el campo del arte? El curador queda posicionado en el lugar del crítico y es además
el facilitador de la creación en comunidad de una serie de artistas con lo cual se
produce una mediación novedosa para la cultura visual.

Bibliografía:
Aira, César. Sobre el arte contemporáneo. Literatura Random House. Buenos Aires:
2016
Baeza, Federico; Marmor, Lara; Mackinson Vidal, Sebastián. Oasis: afinidades
conocidas e insospechadas en un recorrido por la producción de nuestro tiempo.
ArteBA. Buenos Aires: 2016
Butler, Judith. "A Politics of the Street" | Spring 2002 Wall Exchange
https://www.youtube.com/watch?v=v-bPr7t4tgA. Fecha de consulta: setiembre de
2014
Groys, Boris. Arte en flujo. Ensayos sobre la evanescencia del presente. Caja Negra.
Buenos Aires: 2016
LOREY, Isabell (2006): “Gubernamentalidad y precarización de sí. Sobre la
normalización de los productores y productoras culturales”. En brumaria 7: arte,
máquinas, trabajo inmaterial
www.brumaria.net/textos/Brumaria7/17isabelllorey.htm. Fecha de consulta: marzo de
2009.
Ranciere, Jacques. El reparto de lo sensible. Estética y política. Lom. Santiago de Chile:
2009

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