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Agências e Agentes na
A mérica Portuguesa
(SÉCS. XVII-XIX)
Organizadores:
Ariadne K etini Costa &
José Inaldo Chaves Júnior
FAZER E REFAZER O IMPÉRIO:
Agências e Agentes na
A mérica Portuguesa
(SÉCS. XVII-XIX)
Organizadores:
Ariadne K etini Costa &
José Inaldo Chaves Júnior
Departamento de Línguas
Departamento de Línguas
Biblioteca Setorial
Avenida Fernando Ferrari, 514, CCHN
Campus de Goiabeiras - CEP 29075-910
Tel.: (27)4009-2881
Abreviaturas, i
Apresentação, iii
Luiz Cláudio Moisés Ribeiro
Agradecimentos, v
Prefácio, vii
Maria Fernanda Bicalho
Parte I
Governabilidade, Elites e Poderes locais
Parte II
Negócios e Negociantes: mobilidade social e estratégias de poder
Periferias, Fronteiras,
R edes e Agentes
2 FRAGOSO, João & GOUVÊA, Maria de Fátima S. (orgs). Na Trama das Redes.
Política e Negócios no Império Português, séculos XVI-XVIII. Rio de Janeiro: Civilização
Brasileira, 2010, p. 23.
xii Prefácio
da América lusa.
Abrindo a terceira parte do livro, “História e Modernidade:
algumas notas sobre história indígena e os discursos jesuíticos da
América portuguesa”, o texto de Hadassa Melo, “A retórica da
edificação: o exemplo na ‘História’ de Antônio Vieira” detém-se
em um dos muitos discursos proclamados por Vieira no púlpito,
no sentido de discutir uma concepção de história que possuía
no exemplo um dos elementos norteadores do presente e do
futuro. A visão de história presente nas regras da escrita jesuítica,
calcadas na repetição e naquilo que poderia e deveria ser imitado,
era instrumentalizada pela Companhia de Jesus como veículo de
edificação dos ouvintes e dos próprios missionários. A autora,
partindo do texto de Vieira, se interroga sobre as relações entre
sua narrativa e o ideário oriundo de um sistema de organização
corporativa derivado da Segunda Escolástica.
O livro se encerra com o capítulo “‘O gênio, o engenho e
os costumes dos índios do Maranhão’: representações jesuíticas
sobre os indígenas na crónica do padre Domingos de Araújo,
1720”, de Roberta Lobão Carvalho. A Crônica da Companhia de
Jesus da Missão do Maranhão 1720 é analisada pela autora como
um inventário de notícias e informações sobre o modo de vida
dos primitivos habitantes do Novo Mundo, de grande circulação
na Europa. Guiada por padrões retóricos e ditada pela Ars
Dictamines medieval e moderna, sua narrativa – como tantas outras
dos escritos jesuíticos – ao invés de seguir tão somente uma
cronologia baseada na experiência vivida, incorporava episódios
bíblicos, construindo uma percepção linear do tempo, marcado
pela Criação e pela espera da Redenção.
Fazer e Refazer o Império é um convite à reflexão sobre temas atuais
e caros à nossa historiografía. Ao focar diversas territorialidades e
centralidades alternativas, seus diferentes capítulos nos guiam por
concepções e práticas de Antigo Regime, demonstrando que estas
M aria Fernanda Bicalho xix
La construcción política de la
A mazonía portuguesa en la
Monarquía Hispánica (1612-1621)1
Alírio Cardoso2
1 Uma versão modificada deste texto foi publicada com o título: “Cerca de
Castilla, lejos de Brasil. La construcción política de la Amazonía brasileña
(Maranhão) bajo la Unión Ibérica (1600-1621)”. In: DALLA CORTE,
Gabriela; GARCIA JORDÁN, Pilar; LAVIÑA, Javier; MORAGAS,
Natàlia; PIQUERAS, Ricard; RUIZ-PEINADO, José Luis; TOUS,
Meritxell. (Orgs.). Sociedades diversas, sociedades en cambio. América
Latina en perspectiva histórica. Barcelona: Universitat de Barcelona, 2011,
v. 1, pp. 165-176. Agradeço aos professores Dr. José Manuel Santos
Pérez (Universidad de Salamanca) e Dr. José Luis Ruiz-Peinado Alonso
(Universitat de Barcelona). Agradeço também a Ariadne Ketini Costa pelas
sugestões.
2 Professor da Universidade Federal do Maranhão. Doutorando em História
da América pela Universidad de Salamanca (Espanha). Bolsista CAPES-
Brasil.
2 L a construcción política de la A mazonía portuguesa...
feito em suas terras [las del rey] e a má posse e injusto título com
que possuíam, achando com forças bastantes para com brevidade
os poder sujeitar” (ABNRJ, II-32: 18-21). En sus escritos, el
capitán parece estar claramente decepcionado con el desarrollo
poco bélico de la expulsión de los franceses de la ciudad de São
Luis en 1615.
De hecho, hasta la expedición del piloto Martim Soares
Moreno – el mismo que había llegado a las Antillas, desde el
norte del estado de Brasil - solo se conocía la presencia francesa
por relatos de missioneros, como los del padre Luis Figueira. Es
muy significativo que Yves D’Evreux, uno de los cronistas de la
presencia francesa en la ciudad de São Luis, haya sido censurado
en Francia en 1615 (Opermeier, 2004: 33-50). Por todo eso, en una
consulta del Consejo de Hacienda, el rey Felipe III debería con la
máxima urgencia escribir al embajador para que “procure entender
em segredo como se toma em França o sucesso do Maranhão, se
trata de enviar allí socorro” (ABNRJ, 1904: 294). Sin embargo, la
corona sabía que los franceses eran una de las muchas amenazas
que navegaban por la región. Uno de los primeros mapas de
esta parte del mundo, hecho en 1615, se nos presenta un cuadro
dramático donde los ríos cercanos a las Guyanas estarían llenos de
centenas de holandeses, llamados de “anabatistas confederados”
y ya ocupando largos áreas pertenecientes a la corona Ibérica
(ABNRJ, 1904: 339-343).
de viaje entre Perú y Sevilla – desde diez meses para solo cuatro
- ese capitán aún lamentaba los progresos que los extranjeros
habían hecho en las rutas maranhenses: “Las contrarias naciones
están peritas en pasar al mar del sul”, escribe en castellano. La
propuesta de Estácio da Silveira era substituir las antiguas escalas
en las Bahamas y Bermudas – peligrosas y lentas – donde los
navíos esperaban cerca de diez días para seguir viaje. Tal ruta sería
substituida con ventajas, segundo el capitán Estácio da Silveira, por
una vía a través de los ríos del Maranhão, para seguir naturalmente
el régimen del agua hacia el Atlántico (Saragoça, 2000: 257-8).
Antes, en 1624, el capitán Estacio da Silveira concluyo que por la
posición de los vientos, y la distancia hacia los puertos del Brasil,
el Maranhão seria una mejor escala para navíos que hacían la ruta
Angola y India (Estacio da Silveira, 1976: 38). En conclusión:
muchos de estos relatos atribuyen al Maranhão una orientación
oceánica y intra-regional (con relación a las Indias de Castilla),
pero para mejor desarrollar esta condición iba a ser necesario una
mayor autonomía política.
Sin embargo, el reconocimiento cartográfico y la ocupación
militar, aun improvisada, iba a ser constante. Para muchos de
los integrantes de la jornada, el primer paso sería la conquista, el
segundo paso sería convencer el rey de las supuestas ventajas de
construir allí una nueva unidad política para el imperio. Probar,
por lo tanto, que el Maranhão no podría estar integrado por
mucho tiempo políticamente al Brasil.
1904: 312)
A partir de las cartas de Gaspar de Souza, se puede recomponer
muchos de los problemas iníciales del proyecto de construcción
política del Maranhão dentro del cuadro filipino. Una parte muy
importante de este proyecto iba a ser la transferencia de parte
de la casa Albuquerque Coelho, una de las “mejores” familias
de Pernambuco, para rellenar el primer cuerpo burocrático de la
Amazonía brasileña.
En el caso del Maranhão, la posesión de este nuevo espacio
por los Albuquerque Coelho se halla simbolizada por la postura
de su más expresivo representante en suelo amazónico, el capitán
Jerônimo de Albuquerque. A partir de 1615, el capitán general
pasó a firmar en documentos oficiales como Jerônimo de
Albuquerque Maranhão (Cardoso, 2002). La idea ha sido incluso
copiada después por sus hijos y sobrinos. Así, Mathias, António y
Jerônimo de Albuquerque (hijo) pasaban a conectar el apellido a
sus respectivos nombres. El valor simbólico de ese cambio parece
decir mucho sobre las expectativas de esta nueva burocracia
ennoblecida del periodo filipino. Así, Jerónimo de Albuquerque
intentaba establecer una nueva geografía nobiliaria, asociando
su nombre a la administración y ejercicio del poder en la nueva
frontera.
Para Gaspar de Sousa, la gran ventaja en la tesis de la separación
del Brasil en dos estados distintos era de orden financiera. El
gobernador del Brasil tenía una preocupación constante en
cuanto al volumen de gastos de la hacienda en la sustentación de
nuevas capitanías. El gran problema de la creación de las nuevas
unidades del imperio estaba justo en los gastos concernientes a
su protección y a la instalación del cuerpo burocrático, además
de la propia viabilidad física y material de la conquista: fuertes,
palacios, iglesias, etc.
En el comienzo, como se ha dicho, fueron iniciativas
A lírio Cardoso 15
Fuentes y Referencias
Portugal.
Analisando as suas testemunhas presentes nos processos de
habilitação, percebe-se que estes familiares tinham contatos com as
mais destacadas pessoas residentes de Colônia de Sacramento. Seus
vínculos continham desde militares de altas patentes e longos anos de
serviços prestados à Coroa, até homens de negócio de grande destaque
no ramo comercial. Sendo assim, foi possível identificar que estes
Familiares do Santo Ofício estavam inseridos em redes de relações
distintas: a primeira centrada nos militares e a outra na dos homens de
negócio. Em ambas as redes, possuíam vínculos que foram acionados
no momento do processo de habilitação. Ou seja, estes familiares se
valeram de seus vínculos para obterem a Carta de Familiar. Se, por um
lado, ser agente inquisitorial lhes conferia prestígio social, por outro,
eles já ocupavam destacadas posições sociais dentre a população de
Colônia de Sacramento (Monteiro, 2011: 110-128).
João da Costa Quintão foi um dos Familiares do Santo Ofício
de Colônia de Sacramento. Seu exemplo é aqui utilizado porque sua
trajetória representa o perfil destes agentes inquisitoriais e a sua maneira
de se relacionar com a sociedade local até aqui demonstrada.
Natural da Freguesia de São Pedro do Almargem do Bispo, em
Portugal, João da Costa Quintão era filho de pais também portugueses.
Nesta região, atuou como pasteleiro junto de seu tio, que tinha o mesmo
nome do sobrinho. Foi este mesmo tio que o enviou para o Rio de
Janeiro por volta de 1718, conforme consta na informação extrajudicial
de seu Processo de Habilitação realizada em 1733:
Pela data referida, Quintão veio para o Brasil com cerca de 15 anos
de idade. Na Colônia, começou a atuar como comerciante. Em 1727,
ele era capitão de um navio que transportava cerca de mil patacas, de
propriedade de José Meira da Rocha e Damião Nunes de Brito, de
Colônia de Sacramento para o Rio de Janeiro. É possível que ele tenha
atuado como assistente destes homens de negócio neste período. O
vínculo com Damião Nunes de Brito foi importante em fase posterior
de sua trajetória (Lisanti, s/d: 295).
Devido ao seu ofício iniciado na América, deve ter começado a atuar
no comércio em Colônia de Sacramento, criando vínculos pessoais e
fazendo residência. Em 1730, ele aparece como padrinho de nascimento
de Teresa de Figueiredo, futura esposa do Familiar do Santo Ofício de
Sacramento Simão da Silva Guimarães.6 Isso pode apontar que João da
Costa Quintão deve ter acumulado capital mercantil que o distinguisse
de alguma forma na sociedade local, uma vez que o compadrio era
utilizado por aqueles detentores de cabedal elevado.7 Tanto é que no
mesmo ano, conhecendo a possibilidade de distinção social que poderia
conseguir e percebendo que tinha cabedal suficiente, ingressou com a
petição ao Conselho da Inquisição, solicitando a Carta de Familiar.
João da Costa Quintão se declarou como solteiro, Almoxarife da
Fazenda Real e assistente em Sacramento. No mesmo ano de sua
petição, casou-se com Damásia Maria de São João. Como era necessário
que sua esposa passasse pelas mesmas investigações de linhagem que o
habilitando, Quintão da Costa fez uma nova petição a Inquisição:
8 De fato, para ingressar nas Ordens Militares era necessário “não descender de
mouros, mas sobretudo de judeus”. Elas foram as primeiras instituições a exigirem
de seus candidatos a pureza de sangue, inserindo-se no contexto dos preconceitos
existentes contra os de sangue impuro, descrito anteriormente. Segundo Fernanda
32 Um Familiar do Santo Ofício em Colônia de ...
Olival, “por todo esse contexto, e pela cotação de rigor que tinham as provanças,
que, até 1773, o hábito das Ordens Militares veiculava limpeza. Para grupos sociais
podia ser muito importante, se não decisivo, ostentar uma cruz das Ordens:
reiterava um estatuto e uma condição, afugentava rumores” (Olival, 2001: 284-285).
Lucas Maximiliano Monteiro 33
12 AHU – Nova Colônia do Sacramento, cx.4, doc. 22, 10, 40, 50, 55, 59; Rio de
Janeiro, cx. 29, doc. 114.
13 AHU – Nova Colônia do Sacramento, cx.5, doc. 20.
Lucas Maximiliano Monteiro 37
Nunca o seu ânimo foi ser traidor a pátria de que deu justificadas
provas de leal português, nos avisos que expedia de Buenos
Aires de qualquer movimento contra o sossego da Praça, no
presente Bloqueio, principalmente quando o Governador
D. Domingos Ortiz de Rozas quis surpreender a Ilha de
Martim Garcia onde eu conservava a pequena guarda de um
sargento e quinze soldados para o expediente das lenhas que
dali transportavam as novas embarcações dizendo-me ficava
pronto a sair do Riachuelo o Paqueboot apresado aos ingleses
no qual estavam embarcados, cento e tantos Dragões, índios
tapes com ferramentas de mover terra; cujo aviso tive a tão bom
tempo, perto da meia noite que pude logo expedir ao Capitão
de Dragões José Inácio de Almeida com duzentos homens
e monções de Guerra nos Bergantins e Palhua em reforço
daquele posto [...].
Referências Bibliográficas
*
1 Este artigo é o resultado dos primeiros apontamentos da pesquisa de doutoramento
junto ao PPGH/UFF. Uma pequena discussão sobre este assunto foi iniciada em
minha dissertação de mestrado, defendida no PPGH/UFPB, sendo retomada e
aprofundada neste doutorado que teve início em 2011.
**
2 Doutoranda do Programa de Pós-Graduação em História da Universidade Federal
Fluminense, sob a orientação da professora Dra. Maria Fernanda Bicalho. Possui
mestrado em História pela Universidade Federal da Paraíba (2009) e graduação em
História pela Universidade de Pernambuco (2004).
46 Itamaracá: uma donataria entre as Capitanias R eais...
3 Segundo Ângelo Jordão Filho (1978), Pero Lopes de Sousa não chegou a ir à
capitania de Itamaracá, o que entra em desacordo com o que afirma Manoel Correia
de Andrade (1999), de que ele esteve na capitania, mas que partiu logo em seguida,
não retornando mais, pois morreu em uma expedição ao Oriente.
Luciana de Carvalho Barbalho 47
(...) Faço saber a vos ouvidor da Parahiba que se viu a vossa carta
de vinte e oito de abril do prezente em que insinuais averião
tomado posse para minha Real Coroa da Capitania de Itamaracá
de que fora donatário o marqueis de Cascais em razão de se
achar findo o alvará de manter em posse a mesma capitania que
tinham concedido ao marques de Louriçal a quem por morte
do dito marquês passara a [ ] para sua casa e doação e que não
apresentou outro alvará de manutenção de mais tempo nem de
confirmação da dita capitania pello que suspenderás (...).13
18 Evaldo Cabral de Mello (2003) tratou deste levante como uma das atribulações do
governador de Pernambuco, o marquês de Montebelo, que contribuíram para o seu
fracasso pessoal.
19 Os poderes do centro da Capitania de Itamaracá estavam imbricados com os
das Capitanias de Pernambuco e Paraíba. No caso da ouvidoria, estas correições
eram de responsabilidade do ouvidor da Paraíba, mesmo tendo ouvidoria própria
(Barbalho, 2009).
62 Itamaracá: uma donataria entre as Capitanias R eais...
21 Idem.
22 APEJE, OR. 2, fls. 31 e 31v.
Luciana de Carvalho Barbalho 65
Considerações Finais
Referências Bibliográficas
2005.
SILVA, Maria Beatriz Nizza da (org). História de São Paulo
Colonial. São Paulo: Editora UNESP, 2009.
MONTEIRO, Nuno Gonçalo Freitas. “A consolidação da dinastia
de Bragança e o apogeu do Portugal Barroco: centros de poder
e trajetórias sociais (1668-1750)”. In.: TENGARRINHA,
José. (org.) História de Portugal. Bauru, SP: EDUSC; SP:
UNESP; Portugal: Instituto Camões, 2001.
Capítulo IV
3 Caio Prado Jr. (2004: 312) nos apresenta dois exemplos de organização dos
Auxiliares: o da Bahia e o do Rio de Janeiro. “Na primeira, eram as milícias
conhecidas por tropas urbanas, compostas dos seguintes regimentos: dos Úteis,
formado por comerciantes; de Infantaria, no qual entravam artífices, vendeiros,
taberneiros, todos brancos; o de Henrique Dias, composto por pretos forros e o
Quarto Regimento Auxiliar de Artilharia, formado de pardos e mulatos. No Rio de
Janeiro, as milícias são divididas em terços que tomam o nome das freguesias em
que se formavam; Candelária, São José e Santa Rita, e mais um dos homens pardos
libertos”.
72 Entre a defesa e a ordem: os corpos militares na...
4 Christiane Figueiredo Pagano de Melo (2006: 23) aponta que, segundo o Alvará de
24/02/1764, os privilegiados com a isenção militar, no Reino e no Ultramar, eram:
“os criados domésticos dos fidalgos e dos ministros que os serviam cotidianamente
com ração e salário; os estudantes de colégios e universidades, exclusivamente,
aqueles que apresentassem aplicação e aproveitamento; os comerciantes e seus
caixeiros e feitores que o ajudassem em seu negócio cotidianamente; os homens
marítimos, exclusivamente, os assentados nos livros de matrícula; os filhos únicos
de lavradores; os filhos e os criados dos mais consideráveis lavradores; os artífices
e dois aprendizes, no caso de que o artífice fosse mestre de loja aberta ou obras;
os filhos únicos de viúvas; os Tesoureiros da Bula da Cruzada; os estanqueiros do
tabaco e os feitores, criados domésticos e mais pessoas empregadas por contrato da
real fazenda”.
Bruno Cezar Santos da Silva 73
1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª 7ª 8ª 9ª 10ª
Cia Cia Cia Cia Cia Cia Cia Cia Cia
Cia
Mestre de 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0
Campo
Capitão- 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1
mor
Ajudante 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
Alferes 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
Sargento- 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
supra
Sargento 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2
do nº
Cabos de 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4
Bruno Cezar Santos da Silva
Esquadra
Praças 39 42 43 57 53 50 41 50 56 34
79
Efetivo 48 51 52 65 62 59 50 58 65 43
Fonte: Arquivo Histórico Ultramarino (AHU_ACL_CU_014, Cx. 19, D. 1490).
Brancos
Terços de Pardos
1592
Infantaria
Henriques
Regimentos de Velho
Novo 864
Cavalaria
Fonte: Arquivo Histórico Ultramarino (AHU_ACL_CU_014, Cx. 24, D.
1856).
20 Notem a fragilidade destes números. Enquanto Ribeiro Jr. assinala que, entre os
anos de 1762-1763, a Paraíba contava com uma população de 39. 158 habitantes.
Irineu Pinto aduz que a população paraibana tinha, em 1774, 30 mil habitantes,
mesmo tendo em vista estas circunstâncias de crescimento demográfico.
21 Sobre a fundação de vilas, na Paraíba, confere: Pinto (1977); Almeida (1977: 69-71
e 137-40).
Bruno Cezar Santos da Silva 85
Alferes 1 1 1 1 1
Sargento 2 2 2 2 2
Cabo de Esquadra 4 4 4 4 4
Soldados 55 56 45 48 63
Efetivo 63 64 52 56 71
Fonte: Arquivo Histórico Ultramarino de Lisboa (AHU_ACL_CU_014, Cx. 19, D. 1490).
Bruno Cezar Santos da Silva
87
88 Entre a defesa e a ordem: os corpos militares na...
Referências Bibliográficas
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Editora Universitária/UFPB, 1978.
BEBIANO, Rui. A pena de Marte: escrita da guerra em Portugal
e na Europa (sécs. XVI-XVIII). Coimbra: Edições Minerva
Coimbra, 2000.
BELLOTTO, Heloísa Liberalli. Autoridade e Conflito no
Brasil colonial: o governo de Morgado de Mateus em São
Paulo (1765-1775). 2ª ed. São Paulo: Alameda, 2007.
CATARINO, Acácio José Lopes. A interface regional: militares
e redes institucionais na construção do Brasil (1780-1830). São
Paulo: Tese de Doutorado apresentada ao Programa de Pós-
Graduação em História Econômica da Universidade de São
Paulo, 2001.
COTTA, Francis Albert. Negros e Mestiços nas Milícias da
América Portuguesa. Belo Horizonte: Crisálida, 2010.
BOXER, Charles R. A idade de ouro do Brasil. 3ª ed. Rio de
Janeiro: Nova Fronteira, 2000.
FAORO, Raymundo. Os donos do poder. 16ª ed. São Paulo:
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FOUCAULT, Michel. Vigiar e Punir: nascimento da prisão.
Tradução de R. Ramalhete. 36ª ed. Petrópolis: Vozes, 2009.
FRAGOSO, João. Potentados coloniais e circuitos imperiais:
notas sobre uma nobreza da terra, supracapitanias, no
Setecentos. In.: MONTEIRO, Nuno Gonçalo F.; CARDIM,
Pedro; CUNHA, Mafalda Soares da (orgs.). Optima Pars:
elites ibero-americanas no Antigo Regime. Lisboa: Imprensa
de Ciências Sociais, 2005. p. 133-168.
GARCIA, Elisa Frühauf. As diversas formas de ser índio:
políticas indígenas e políticas indigenistas no estremo sul da
América portuguesa. Niterói: Tese de Doutorado apresentada
ao Programa de Pós-Graduação em História da Universidade
Bruno Cezar Santos da Silva 91
3 Alírio Cardoso destaca que foi durante a União Ibérica que as capitanias da
Amazônia reforçaram sua integração a uma “rede comercial interdependente entre
portugueses e espanhóis”. Para o autor a administração castelhana daquela área
dinamizou sua projeção para o mercado mundial e o “trato bilateral América-
África, mas também América-América” (Cardoso, 2010).
96 Elites luso-maranhenses nos quadros do Império...
5 Existe um amplo debate sobre o caráter desta “nobreza da terra” que resulta de
vários posicionamentos sobre uma efetiva existência ou não desta categoria na
América Portuguesa. A discussão leva em consideração a incorporação do estatuto
da nobreza do reino e suas adaptações nos espaços coloniais. Desta forma, ver:
Bicalho, 2003; Costa, 2010.; Fragoso, s/d: 11-35; Furtado, 2009.
104 Elites luso-maranhenses nos quadros do Império...
10 Ângela Barreto Xavier e António Hespanha apresentam uma versão bem pertinente
da ideia de redes clientelares, destacando “as estratégias de ganho simbólico”
como componente indispensável na sustentação das redes de poder clientelar. Ver:
Hespanha & Xavier in Hespanha, 1994. Sobre o caráter interpessoal destas relações,
que ressaltam ainda a importância da formação de laços de amizade, afinidade,
afetividade, compadrio, ver: Bell, 1991; Bertrand, 1999.
114 Elites luso-maranhenses nos quadros do Império...
e 1754
• Vereador na Câmara de São Luís – 1753
e 1759
• Juiz Interino – Maranhão
Joaquim Gomes da Silva Belfort • Juiz de Fora na Comarca de Ourém
(Portugal) – 1802
• Juiz dos Órfãos na Vila da Repartição
do Meio – 1807
• Desembargador da corte de Lisboa
-1812
Sebastião Gomes da Silva Belfort • Vereador na Câmara de São Luís – 1805
e1807
• Secretário da Junta Provisória e
Administrativa do Maranhão – 1822
116
Antônio Marcelino Nunes Belfort • Juiz Municipal nos termos de Codó e
Gonçalves Coroatá (Caxias) – 1847 a 1848.
• Delegado da Instrução Pública em
Codó – 1849
• Deputado Provincial pelo Maranhão –
1848-1849; 1850-1851; 1852-1853 e 1854-1855.
• Deputado geral do Império – 1855 a
1859
• Presidente de Província do Ceará – 1859
• Presidente de Província de Fortaleza –
A riadne K etini Costa
1859
• Presidente de Província de Pernambuco
117
-1861
• Senador do Império – 1865
Antônio Raimundo Teixeira • Senador do Império – 1853 a 1856
Vieira Belfort • Desembargador da Relação do
Maranhão
Joaquim Raimundo Nunes • Vereador da cidade de Rosário
Belfort • Subdelegado de polícia na vila de São
Elites luso-maranhenses nos quadros do Império...
Miguel do Rosário.
Manuel Gomes da Silva Belfort • Deputado Provincial – 1835-1836;
1837-1838
• Presidente da Assembléia Legislativa –
1854 à 1859.
• Tesoureiro – Maranhão
• Inspetor da Fazenda Publica Provincial
do Maranhão.
• Presidente da Província, Maranhão –
1857
Fonte: Documentos avulsos do Catálogo Ultramarino; Testamento de Sebastião Gomes da Silva Belfort (Arq. TJMA,
liv. Reg. Test., anos 1824-1825); Testamento de Inácia Maria Freire Belfort (Arq. TJMA, liv. Reg. Test., anos 1816-1819);
Testamento de Lourenço Belfort retirado de: COSTA, John Wilson da. A Casa de Belfort no Brasil. In: ENZO, Silveira
(Org.). Revista do Instituto Heráldico e Genealógico, nº 9, 1942-1943, p. 373-418.
118
A riadne K etini Costa 119
Fontes e Referências
*
1 Agradecemos as contribuições de Maria Fernanda Bicalho (PPGH/UFF), Carlos
Gabriel Guimarães (PPGH/UFF) e Marcelo da Rocha Wanderley (PPGH/UFF).
2 Mestrando do Programa de Pós-Graduação em História da Universidade Federal
Fluminense. Bolsista Capes.
3 Mestranda do Programa de Pós-Graduação em História da Universidade Federal
Fluminense.
128 Negócios que enobrecem: história e historiografia...
***
7 Porém, cabe ponderar que o Consulado de Mercadores de Portugal não teve, nem
de longe, a mesma projeção e a destacada atuação que o seu congênere de Sevilha
(Lobo, 1963: 8-10).
132 Negócios que enobrecem: história e historiografia...
comercio.8
Não obstante, os monarcas das casas de Avis e Bragança se
intitulavam “senhores do comércio” de Índia, Etiópia, Arábia
e Pérsia. De fato, a Coroa mantinha interesses primordiais no
comércio, basta lembrar dos monopólios e contratos reais, como
o do tabaco, o do sal e o da baleia, para ficarmos apenas nos
de maior vulto. Além disso, o arrendamento de cargos públicos
ligados à Fazenda Real era uma prática antiga e costumeira no
Portugal moderno que só foi extinta pelos idos de Setecentos, o
que não impediu os oficiais régios – dos altos cargos às inserções
mais locais, como os oficiais das escrivanias e alfândegas da
Fazenda Real – de manterem seus vínculos com o comércio lícito
ou não. Deste modo, afora os ganhos da Coroa com contratos e
arrendamentos, a relação entre seus fiéis servidores e os tráficos
mercantes era perpassada pela venalidade e pelo estabelecimento
de redes clientelares com dimensões imperiais (Gouvêa & Santos
in Abreu et all, 2007).
Neste sentido, considerem-se os altos oficiais metropolitanos
31).
A princípio, sua fortuna começara a ser conquistada já na Índia,
por meio de proventos e propinas de cargos da governança, além
de negócios efetuados naquelas plagas. Ao regressar a Portugal,
continuou traficando na venda de caixas de açúcar e rolos de
tabaco, porém o fazia por meio de correspondentes que agiam
em seu nome e quase sem restrição de clientela, emprestando e
mercadejando até com perseguidos da Inquisição. Também atuou
como financista, cedendo à juros tanto aos pares aristocratas
quanto aos negociantes portugueses. A vida de António Teles
da Silva, que falecera sem deixar filhos, herdando seus bens o
irmão, Fernão Teles de Meneses, permite ainda entrever duas
considerações cruciais.
Em primeiro lugar, confirma-se aquilo que Charles Boxer já
endossara: o envolvimento dos mais diversos segmentos sociais
com o comércio, inclusive a sobredita austera nobreza. Neste caso,
os negócios realizados por correspondentes da nobreza podem
dar a falsa impressão de um grupo social enquadrado pela noção
de ócio e pela distância dos ofícios mecânicos, indecorosos ao viver
nobremente. Contudo, ao passo que a atuação desses comissários
revela a permanência do enjôo e vergonha mercantil no Antigo
Regime luso, igualmente sugere ressalvas nas concepções muito
herméticas de uma sociedade que, embora hierarquizada, não se
encerrava nos estamentos da tradição medieval – os que oram, os
que guerreiam e os que trabalham.
Doravante, embora se reconheça a necessidade de caracterizar
os atores sociais, prefere-se aqui privilegiar a possibilidade
de entender o conceito de grupo social não como uma mera
“gaveta teórica” em que as ciências sociais costumam enquadrar
indivíduos que, teoricamente, compartilham atributos comuns,
mas como uma chave explicativa que deve ser ponderada à
luz das interações sociais, que nem sempre se enquadram nas
136 Negócios que enobrecem: história e historiografia...
***
da Coroa portuguesa.
Tratou-se, então, do fomento da diferenciação social dos
homens de negócio em relação a outros agentes mercantis, em
especial os comerciantes comuns e retalhistas (Pedreira, 1992).
Cabe, porém, avaliar a penetração dessa nova taxonomia para o
mundo dos negócios e seus agentes que, afora os elementos de
permanência de uma tradição aristocrática, foi diacronicamente
reflexo de um tempo de mudanças nas concepções de governo da
fazenda em Portugal (Subtil, s/d).
Os meados do século 18 português foram historicamente
associados à controversa personagem de Sebastião José de Carvalho
e Melo (1699-1782), primeiro conde de Oeiras, feito marquês de
Pombal em 1770. Não é raro encontrar quem considere Sebastião
José o verdadeiro dirigente de Portugal durante o reinado de
D. José I (1750-1777) (Machado, 1977: 441ss). No entanto, na
mesma medida, não são poucos aqueles que põem dúvidas acerca
do perfil reformador do poderoso ministro de D. José. O saudoso
historiador português Jorge Borges de Macedo, seguindo os
passos de Lúcio de Azevedo, procurou demonstrar a inexistência
de um programa ou de um plano coerente de reformas condutor
das ações de Carvalho e Melo (Pedreira, 1992: 408).11
Outras interpretações destacam, para o período in foccum, o
fortalecimento do comércio lusitano, apontando a desagregação
do Antigo Regime pela expansão e fortalecimento da burguesia
mercantil. Miriam Halpern Pereira destacara mesmo o chamado
“surto burguês” como característica fundamental daqueles
***
150 Negócios que enobrecem: história e historiografia...
Referências Bibliográficas
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__________, Jorge. Os negociantes de Lisboa na segunda metade
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_________, Antônio Carlos Jucá de. A produção política da
ecoomia: formas não-mercantis de acumulação e transmissão
José Inaldo Chaves Júnior & A riadne K etini Costa 159
6 Arrecadou impostos nas seguintes regiões: Rio Grande e São Pedro do Sul (1810
-1812), São João Marcos e freguesias anexas (1812 -1814), São Gonçalo (1812 -
1814), Ilha de Santa Catarina e vizinhanças (1811 - 1813). Também arrecadou:
Subsídio literário e real da carne da corte (1812 - 1814), Contrato da Dízima da
Chancelaria da corte (1810 -1812), Contrato do Equivalente do Tabaco e Subsídio
Pequeno (1814 - 1816). In: Arquivo Nacional. Inventário do Conselheiro Elias Antonio
Lopes. 10 de Novembro de 1815. fls. 83-85e 90.
7 Segundo a Resolução n° 5 de consulta a Real Junta de Commercio, Agricultura. Fábricas
e Navegação de 5 de Fevereiro de 1810, os negociantes da praça carioca solicitaram
a confirmação real do estabelecimento da Companhia de Seguros Indemnidade na
praça e a nomeação de seu corretor e provedor Elias Antonio. In: Coleções de
Leis do Brasil. Resolução n° 5 de 5 de Fevereiro de 1810. Pedido de confirmação
da Companhia de Seguros marítimos Indemnidade na praça. p. 4. In.: www.camara.gov.br.
Acesso em 11/03/2009.
8 Segundo informações do Inventário de Elias Antonio Lopes na época de seu
falecimento o negociante tinha “o importe de duas ações no Banco de hum conto cada huma
constantes das appolices N° 439 e 440.” In: Arquivo Nacional. Inventário do Conselheiro
Elias Antonio Lopes. 10 de Novembro de 1815. fl. 47.
9 Jorge Pedreira, ao estudar a mobilidade social dos emigrantes portugueses
estabelecidos no Brasil nos séculos XVII e XVIII, pôde comprovar que a
grande maioria deles eram minhotos, ou seja, oriundos da região portuguesa
entre o Douro e o Minho. Muitos tiveram a oportunidade de enriquecer
Nilza Licia X avier Silveira Braga 165
17 Segundo a autora, “Na nova corte, como na antiga, a prática de peticionar a Coroa
170 A projeção social dos homens de negócio com a vinda...
de um ofício militar.22
No período em que se dedicava aos tratos mercantis, Lopes
“Principiou, em 1803, a construção de uma vivenda campestre,
vasta e ostentosa, em terras situadas dentro dos limites da antiga
Sesmaria dos jesuítas, expropriada na era Pompalina” (Cunha,
1957: 7). A região onde estava sendo construída a vivenda
campestre era São Cristóvão, futura Quinta da Boa Vista, a qual
o negociante iria presentear o príncipe regente. Segundo Luís
Edmundo, muito antes de D. João vir para o Rio de Janeiro,
“mandou Elias Lopes construir, no sítio de São Cristóvão, uma
casa de campo que era por todos conhecida como a mais ampla e
a mais bonita de toda esta cidade” (Edmundo, 1957: 571).
Tendo Lopes presenteado Dom João com a residência em São
Cristóvão, o príncipe agora tinha um lugar “onde descansasse das
fadigas do gôverno e respirasse ares mais puros e saudáveis.”23
22 Fragoso, em seu estudo sobre a nobreza da terra do século XVIII (famílias que
descendiam dos primeiros conquistadores quinhentistas) no centro-sul, elucida
que o valor dos feitos guerreiros da nobreza da terra nas conquistas, realizados à
custa de suas fazendas, fazia com que ela solicitasse mercês. A nobreza procurava
ostentar uma qualidade, sendo importante neste aspecto um ofício militar. Entre
eles, ser governador de fortalezas e mestre de campo – posto de alta patente militar
(Fragoso, 2005: 140-144). Esta distinção por meio de ofícios militares também
esteve presente na mentalidade dos homens de negócio da primeira metade do
século XVIII. Antonio Carlos Jucá de Sampaio (2010: 469-472), ao analisar a aliança
entre a coroa e negociantes na sociedade do Rio de Janeiro neste período, mostrou
entre outros fatores, como a ocupação de postos nas Ordenanças foi relevante para
a identidade dos homens de negócio. Em análise documental, o autor comprovou
que a ocupação de postos nas ordenanças se deu por 49 negociantes na primeira
metade de Setecentos. No entanto, Sampaio mostra que os homens de negócio não
ocupavam os postos mais elevados da hierarquia militar, pois estes eram ocupados
pela nobreza da terra. Segundo Sampaio: “Na verdade, os dados indicam uma
forte correlação entre o ‘título’ de homem de negócio e o posto de capitão. Poucos
elevam-se acima dele, e menos ainda são os que ficam abaixo” (Sampaio, 2010:
470). Elias António Lopes, para fins do século XVIII, conseguiu o posto de capitão
de fortaleza da Ilha das Cobras no Rio de Janeiro.
23 Segundo Rui Vieira da Cunha, esse depoimento é do Padre Perereca (Cunha,
Nilza Licia X avier Silveira Braga 175
1969:53).
24 Relação das festas que se fizeram no Rio de Janeiro, quando o Príncipe Regente
N.S, e toda a Sua Real Família chegaram pela primeira vez àquela capital. Lisboa:
Impressão Régia, 1810, p.12-13, Biblioteca Nacional, Seção de Impressos, cód. 36-
0-21. In: Cavalcanti, 2004: 99-100.
25 Ordem criada em 1317 por D. Diniz, Rei de Portugal. Cf. Debret, 1978.
176 A projeção social dos homens de negócio com a vinda...
Considerações Finais
Referências Bibliográficas
Fronteiras insubmissas:
circuitos mercantis, elites e
territorialidades nas capitanias do
Norte do Estado do Brasil,
c.1791-1797
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Este artigo compõe parte das reflexões que tenho feito por ocasião de meu mestra-
do em História, em andamento na Universidade Federal Fluminense, sob a orienta-
ção da professora Drª Maria Fernanda Bicalho. Portanto, as considerações tecidas
tem caráter exploratório e parcial. Agradeço as contribuições do professor Dr. Mar-
celo da Rocha Wanderley (PPGH/UFF).
186 Fronteiras insubmissas: circuitos mercantis, elites...
subordinação à Pernambuco.
De fato, não era a primeira missiva na qual Mello e Castro
revelara sua posição contrária ao comércio exportador
intermediado pelo porto do Recife. Poucos anos antes, em 15 de
junho de 1791, o governador da Paraíba anunciava ao secretário
de estado da Marinha e Ultramar, Martinho de Mello e Castro, de
quem era primo,7 a apreensão de um carregamento clandestino
de açúcar nas ribeiras do Mamanguape, ao norte da cidade da
Parayba, que seguia em direção à Praça do Recife. Nesta ocasião, é
possível ter uma dimensão minúscula do comércio movimentado
entre as duas capitanias e dos problemas que este causava, na
interpretação do governador da Paraíba.
***
economia. Os produtos de exportação saíam quase todos pelo porto do Recife, tais
como o açúcar, algodão, couro curtido e fumo de rolo. Até as boiadas que desciam
do sertão iam em direitura das feiras de Igarassu e Goiana [em Pernambuco]”
(Almeida, 1978: 71).
198 Fronteiras insubmissas: circuitos mercantis, elites...
um territorio e com ele sustentar ligações. Trata-se, afinal, de analisar a rede sobre a
qual se realiza a articulação entre o centro e as suas periferias” (Santos apud Bicalho,
2006).
18 Acerca do porto da cidade da Parayba, a despeito de conjunturas excepcionais,
Gonçalves reitera que “[...] o porto da Paraíba nunca teve um movimento
expressivo, pois o pólo econômico regional, sem dúvida, sempre foi Pernambuco
– e, em termos comerciais, o porto do Recife. E essa afirmação vale tanto para
o período anterior à guerra holandesa quanto para o da ocupação e o da pós-
restauração (Gonçalves, 2007: 209).
200 Fronteiras insubmissas: circuitos mercantis, elites...
***
19 A conjuntura pós-restauração nas capitanias do Norte, que não será objeto desse
trabalho, é, contudo, fundamental para a compreensão do acirramento das tensões
entre negociantes da Praça do Recife e a nobreza da terra de Pernambuco. Neste
sentido, endossa Mello, “Não se tratava apenas do conflito entre credores urbanos
e devedores rurais. Também no período ante bellum, os senhores de engenho
endividavam-se pesadamente com os mercadores, sem que se desembocasse
na guerra civil ou sequer nas tensões que a precederam. A coisa ia muito mais
longe. Enquanto o comércio da Nova Lusitânia, dominado pelos cristãos-novos,
nomádicos e cosmopolitas, não chegara a arraigar-se na capitania, os mascates,
cristãos-velhos de origem humilde, desembarcavam do fundo de suas aldeias do
norte de Portugal com o ânimo de se estabelecerem definitivamente, e embora a
princípio se dedicassem apenas aos afazeres mercantis, mais cedo ou mais tarde
pretenderam partilhar o poder local” (Mello, 2008: 152).
20 Para uma pertinente discussão acerca das conjunturas do século 18, cf. Bicalho,
2003, sobretudo capítulo 5.
202 Fronteiras insubmissas: circuitos mercantis, elites...
22 AHU_ACL_CU_014, Cx. 30, D. 2240 (1791, junho, 15, anexos – rolo 035, página
219), grifos nossos.
204 Fronteiras insubmissas: circuitos mercantis, elites...
26 Segundo Menezes, “As taxas sobre a exportação do açúcar, bem como o imposto
da dízima se prestavam às obras da Fortaleza do Cabedelo [principal forte da
capitania], à folha militar, e ainda ajudavam no pagamento do governador”
(Menezes, 2005).
27 Sobre os contratempos no repasse dos 20.000 cruzados anuais da Dízima da
alfândega da Paraíba, cf. Menezes, 2005, sobretudo o capítulo IV
206 Fronteiras insubmissas: circuitos mercantis, elites...
[...] ser certo que esta Villa e seus contornos / sempre teve desde
o seo estabelecimento a comu- / nicação com a Villa do Recife
de donde vem di- / versos Barcos annualmente carregar no Rio
Ma- / manguape, vizinho da mesma Villa, a saber / madeira de
construção, casca de mangue, e to- / da a qualidade de efeito
que cultivão e produz / a sua cituação [sic], levando em retorno
as fazendas / as fazendas e viveres da Europa e escravos da
Guiné de / que necessita, e não ha memoria de que em algum
/ tempo fossem os seus moradores constragidos a le- / var por
terra os seus effeitos a [Cidade da] Parayba [...].29
44 Op. cit.
45 Cf. AHU_ACL_CU_014, Cx. 3274 (1806, maio, 6); AHU_ACL_CU_014, Cx. 47,
D. 3318 (1806, setembro, 5).
José Inaldo Chaves Júnior 213
Referências Bibliográficas
cidade”.6
Os ofícios e cargos do Senado da Câmara eram ocupados,
portanto, pela elite local, pelos chamados “cidadãos”, que também
se auto-intitulavam a “nobreza citadina”. Neste sentido, interessa
ressaltar as intrínsecas relações entre a ocupação dos cargos da
Câmara e os meios de alcançar status privilegiado na sociedade, já
que a governabilidade municipal garantia aos seus agentes uma
gama de elementos nobilitantes em espaços de poder e atuação.
Esses ocupantes dos “honrosos cargos da república”, e no
caso das sociedades coloniais lusas, principalmente os oficiais
dos senados das câmaras, reconhecidos como “homens bons”,
se autodenominavam também de nobres, ciosos de que a natureza
de sua condição de nobreza foi engendrada em situações
diferenciadas dos nobres reinóis, mas nem por isso de menor
importância para os interesses do monarca e, principalmente, para
a manutenção e estabilidade do Império português no ultramar. O
exercício do mando na colônia, através da ocupação de postos da
República necessitava de mecanismos de legitimação às pretensões
de ascensão hierárquica de alguns indivíduos (Fragoso; Almeida
& Sampaio, 2007: 22).
Os estudos acerca desses mecanismos e de sua utilização na
configuração de uma determinada concepção de nobreza são
fundamentais no entendimento da dinâmica de ocupação dos
lugares de poder na sociedade colonial. A posse de “homens e
de terras”, por exemplo, funcionava como elemento de distinção
social e de legitimação do mando político na colônia. Possuir
engenhos e escravos no século XVII denotava status sócio-
econômico que dava sustentáculo à qualidade de indivíduo
hierarquicamente superior na sociedade.
De acordo com João Fragoso, um dos elementos de reinvenção
Hadassa Melo1
16 O Auto de São Lourenço (1586), por exemplo, cuja análise pode ser encontrada
em Costa (2007).
17 Um dos trabalhos mais relevantes sobre a história do medo (séculos XVI
ao XVIII) é o de Jean Delumeau (2009).
260 A retórica da edificação: o exemplo na “História”...
Introdução
1. A QUESTÃO DA HUMANIDADE.
1.1 “Pela parte negativa”: argumentos contra a humanidade
indígena.
Considerações Finais
Fontes e Referências
2003.
RAMINELLE, Ronald. Império da Fé: Ensaio sobre os
portugueses no Congo, Brasil e Japão. In.: FRAGOSO, João;
BICALHO, Maria Fernanda & GOUVÊA, Maria de Fátima
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Primeira Parte: Hitoriografia Colonial. São Paulo: Ed.
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WILDE, Guillermo. Religión y poder en las misiones de
guaraníes. Buenos Aires: Serie Historia Americana, Colección
Paradigma Indicial. SB, 2000.
Este livro foi impresso pela
Agbooks Press
www.agbooks.com.br
Fonte © Garamond