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La Reforma Energética de México y sus oportunidades

Discurso de apertura

Con su venia, señor presidente.


Apreciables miembros del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, líderes
del sector público, privado, empresarios, público en general y organismos que nos
acompañan. En días pasados, vimos con mucho agrado que dentro del Pacto por
México se abordó el tema de la reforma energética que, desde la perspectiva social,
económica y política, es la reforma estructural más importante que México necesita.
Por ello, con la intención de enriquecer este debate, el objetivo que hoy me planteo
es presentar ante ustedes, los mecanismos para resolver el reto de la
implementación de energías limpias que afronta nuestro país.
Permítanme introducirlos al contexto que se ha vivido en el siglo pasado y al que
hoy día se presenta; durante el periodo de 1901 a 1938, de manera general, había
una participación del sector privado en la industria de petróleo y gas, hasta que en
el año de 1938 se dio la expropiación con Lázaro Cárdenas y se cerró la
participación a cualquier ente ajeno a PEMEX, en 1958 se estableció que los
contratos eran prohibidos, por lo tanto, PEMEX era el único operador permitido, en
otras fechas importantes tales como 1995, 2003 y 2008 se dieron reformas a la
industria que permitieron la participación limitada del sector privado. No es hasta
2013, cuando la Reforma Energética mitiga estos 76 años (1938- 2013) en que la
Industria Energética Mexicana permanece sin cambios. Un período muy amplio para
mantener dicho status quo considerando que en el panorama internacional otros
países como Noruega (1965); abría su 1ª ronda licitación con 22 licencias, Brasil
(1997) y Colombia (2003); abrían su industria de petróleo y gas. Conociendo ya lo
acontecido en el subsector de hidrocarburos, pasaremos ahora al sector de la
industria eléctrica antes de la reforma energética. Al igual que Petróleos Mexicanos
lo hizo en el subsector hidrocarburos, la Comisión Federal de Electricidad actuó
hasta por siete décadas como un monopolio en el subsector eléctrico, al encargarse
de la planeación del sistema eléctrico nacional, así como de distintas actividades
del sector: generación, despacho, transmisión, distribución y comercialización del
servicio eléctrico, con ello, experimentó una ineficiencia organizacional que le
impidió desarrollar proyectos de inversión que pudieran fortalecer la infraestructura
del sistema eléctrico nacional, renovar su tecnología y ofrecer así tarifas eléctricas
competitivas para todos nosotros los consumidores.
Ahora bien, tomando como ejemplo positivo las experiencias que han tenido otros
países, daré paso a explicar el plan que esbozo como Estrategia de Promoción para
la Transición Energética en México y por qué es importante tomar esta opción como
estandarte para la transformación del país. Partiendo de la premisa de que la
transición energética es un acontecimiento que debe ocurrir, ya que implica un
avance necesario en materia tecnológica, económica, social y de protección al
medio ambiente, salen a relucir diferentes incógnitas sobre cómo ha de resolverse
y qué problemas deberán solucionarse. Por ello, uno de los retos que se identifican
en primer lugar es determinar a los actores participes de cada rol, después, qué
materia compete a cada quien y finalmente, cuál es su tarea en dicha área. El
objetivo general es desarrollar y definir las condiciones necesarias y suficientes para
el aprovechamiento sólido de las energías renovables en el país. De forma
específica, se plantea el objetivo de designar a los actores correspondientes de
acuerdo a su competencia, justificar por qué ciertas medidas pueden contribuir en
la transición energética de México y estimar los riesgos que se puedan presentar en
el desarrollo de este proyecto. Ahora que han escuchado cual es el propósito de
esta estrategia, permítanme enlistar, de forma meramente enunciativa y no
limitativa, a los diversos actores participes, así mismo, ahora que están presentes
me permito invitarlos a que se sumen a este programa.
Por parte del sector público, tenemos a los comisionados y presidentes de
dependencias tales como: la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Comisión
Reguladora de Energía (CRE); la cual, establecerá los lineamientos de conducta de
los actores de mercado para que se fomenten condiciones de competencia, el
Centro Nacional de Control de Energía (CENACE); que asegurará el libre acceso y
no discriminatorio a las redes de transmisión y distribución de energía, también, al
Consejo Coordinador del Sector Energético (conformado por la Secretaría de
Energía, Comisión Nacional de Hidrocarburos, la CRE, el CENACE, el Centro
Nacional de Control de Gas Natural). el cual, analizará casos específicos en los que
la regulación afecte el desarrollo de las políticas públicas del Ejecutivo Federal en
materia energética, y proponer así mecanismos de coordinación. Estos actores
serán los encargados de garantizar el cumplimiento de los mecanismos para la
implementación de nuevas energías.
En el sector privado, nos encontramos con diversas empresas como Mexichem,
Enel Green Power, Intergen, Genermex y Grupo México, las cuales, buscarán
aprovechar la apertura del sector energético compitiendo con la CFE, a través de la
generación de electricidad proveniente de fuentes como parques eólicos,
hidroeléctricas, solar y gas para suministrar energía. Estos actores deben asumir la
responsabilidad de una transición ordenada y transparente en coordinación con los
entes del sector público. Finalmente, el último actor- consumidor se integra por
usuarios calificados (industriales), usuarios básicos (empresas y hogares) y sector
agropecuario y comercial; quienes serán los beneficiados de dichas medidas. Como
he dicho, me complace participar en este panel y explicar la estrategia que tiene
como promoción para todos ustedes que conozcan los argumentos que motivan a
esta transición energética en el país.
En primer lugar, el marco legal e institucional que nos atañe ha sido reformado y
permite leyes más flexibles que traen ventajas que incentivan la inversión, esto a
través de Certificados de Energías Limpias (CEL), los cuales, son títulos que
acreditan la producción de energía eléctrica limpia y que se otorgan a aquellos
generadores por cada megawatt-hora de energía limpia producido para vender en
el nuevo Mercado Eléctrico Mexicano (MEM), de acuerdo a Jonathan Pinzón1 este
mecanismo es el instrumento principal a través del cual se prevé que el país alcance
el 35 % meta de generación de energía limpia para 2024. No obstante, se presentan
retos que pueden ser riesgosos y que atenten con el cumplimiento de este objetivo,
como puede ser que, en este período de 6 años hacía la meta, el país requiera de
una mayor proporción de generación de energía y que, dicho porcentaje, no sea
suficiente para cumplir con la demanda de los consumidores con el riesgo y peligro
en materia ambiental de que no haya una separación clara de los combustibles

1 ITESM 2018
fósiles. Para solucionar estos dos riesgos, existe la alternativa que las mismas
energías renovables plantean y la solución de los CEL, respectivamente. Para
mitigar la incertidumbre de los inversionistas respecto de la cantidad y el precio de
la electricidad que pueden vender, el MEM propone en subastas mensuales que
organiza el CENACE, en una liquidación anual. A su vez, la Secretaría de Energía
es responsable de establecer el porcentaje obligatorio de consumo de electricidad
proveniente de energía limpia y en caso de que los grandes consumidores de
electricidad no cumplan con su obligación de adquirir CEL, enfrentarán el pago de
una multa pecuniaria. De esta forma, las subastas de largo plazo y los CEL se
constituyen como instrumentos que otorgan certidumbre para los inversionistas de
energías limpias y promueven la transición energética en México aunado a que se
protege y vela por el medio ambiente.
En segundo lugar, los CEL exigen el uso de tecnologías renovables y representan
en su naturaleza intrínseca diversas características benéficas para su realización.
Por ejemplo, la geotermia ofrece una generación de energía muy constante pero
tiene que ser situada sobre el yacimiento geotérmico y contar con acceso a agua;
la solar fotovoltaica puede instalarse en o cerca del punto del consumo final pero su
generación depende de la radiación solar con su pico al mediodía; la eólica requiere
corrientes de viento cuya variación puede ser no sólo diaria sino estacional y todavía
resulta difícil de predecir; la solar térmica requiere de grandes extensiones de tierra
pero puede almacenarse calentando bloques de sal para su posterior utilización en
turbinas de vapor; los bioenergéticas dependen de recursos naturales para su
cultivo o de la calidad de rellenos sanitarios pero su potencial es limitado2, etc. Este
sin duda es un argumento sólido que permite, a todos ustedes, confirmar la ventaja
de una transición energética para el país, no obstante, ustedes podrían refutar que,
para aquellas de naturaleza intermitente, es decir, que dependen de la
disponibilidad de la fuente de energía, el viento o la radiación solar, por ejemplo,
para su operación, resulta necesario implementar soluciones o mecanismos para
que el sistema eléctrico opere adecuadamente. Es ahí donde un servidor, logra
vislumbrar el área de oportunidad para solucionar dicho riesgo. La solución, aunada

2 Pinzón, Jonathan. (2018) ITESM


a la reforma educativa, la viabilidad y factibilidad es evidente ya que se prevé un
crecimiento y aumento en la necesidad de técnicos, profesionistas y personas
especializadas en distintas materias. Con ello, las universidades públicas y privadas
juegan un rol importante como formadores de profesionistas e ingenieros en materia
de hidrocarburos, energía, meteorología, etc. Así mismo, indirectamente se
combate a la inseguridad a través de la educación, empleo e inversión. Por otro
lado, dichos profesionistas tienen la tarea de desarrollar mejores modelos de
pronósticos del clima hasta tecnologías más baratas para el almacenamiento de
energía. Para aquellos alejados de los centros de consumos, es necesario invertir
en infraestructura de transmisión y lograr un balance entre los impactos ambientales
y sociales inherentes al desarrollo de los proyectos. En cuanto a la gestión de redes,
se busca asegurar la provisión del servicio eléctrico a los consumidores, así como
el control y manejo del Mercado Eléctrico Mayorista, todo esto será atendido por el
Centro Nacional de Control de Energía. Un aspecto relevante es que los precios del
mercado están diseñados para que reflejen no solo el costo de generar electricidad,
sino también qué tan limitada es la red para transmitir y distribuir esa electricidad,
así como el nivel de pérdidas que exista en la transmisión (eficiencia de la red).
Dicho de otro modo, los precios de mercado están diseñados para motivar un
escenario de verdadera competencia que promueva la inversión en generación e
infraestructura para las redes de transmisión. ¿Qué mejor propuesta de política
pública a una que integre a los tres ámbitos social, político-público e inversión
económica privada?
Finalmente, la razón número tres es que la ley exige que un porcentaje de la energía
eléctrica que consumen los grandes consumidores de electricidad y otros
participantes obligados, provenga de fuentes limpias. Por eso, en 2015, se
estableció el requisito que para este 2018, año en que entraron en operación los
CEL, el porcentaje mínimo era del 5% del consumo total de energía. Este porcentaje
se determina en el primer trimestre de cada año para un periodo de tres años, y una
vez que se establece no puede reducirse para años futuros. Esto implica que
progresivamente la planeación del sistema eléctrico tiene que realizarse de forma
integral no viendo solo el lado de la generación con las tecnologías y la transmisión,
sino cómo optimizar simultáneamente la demanda final, el nuevo paradigma en la
competencia presenta retos importantes de coordinación. Para superar los retos
que aún presentan las energías renovables será necesario lograr una combinación
de regulaciones, instrumentos de mercados, modelos de negocio y tecnologías,
tanto existentes como en desarrollo. Además, se dará seguridad jurídica, brindando
así certeza a los empresarios, por su parte, la COFECE regulará la competencia
económica leal, y con ello, se vislumbran mejores oportunidades, un México donde
el crecimiento en la inversión y en el desarrollo social sea óptimo. Un aspecto de
gran impacto es la visión regulatoria de crear un subsector eficiente, seguro, limpio
y competitivo. Es por esto que la reforma energética modifica la estructura de la
Comisión Federal de Electricidad y establece toda una normativa nueva respecto a
su administración, organización, funcionamiento, reglas de gestión y rendición de
cuentas. La transformación de la CFE en empresa productiva del Estado, implica la
creación de empresas productivas subsidiarias y filiales, un nuevo esquema de
remuneraciones para todo su personal, reglas para adquisición de servicios, bienes
y obras, responsabilidad de todo el personal de la Comisión y sus empresas
productivas, dividendo estatal, presupuesto, deuda, así como transparencia y
rendición de cuentas. Todo esto con el fin de desarrollar actividades empresariales,
económicas industriales y comerciales en el subsector eléctrico que generen valor
económico y rentabilidad para el Estado mexicano. De esta manera, la
transformación le otorga flexibilidad organizacional para así revertir una tendencia
histórica de pérdidas en su patrimonio, así como la posibilidad de adoptar una visión
de largo plazo que le permita ser competitiva en la nueva industria eléctrica de
México. Con estas acciones, las implicaciones de la reforma energética en el
subsector eléctrico dejan atrás el monopolio que sustentaba la CFE, para dar paso
a un esquema de mercado con incentivos que fomente la participación de
particulares, manteniendo la rectoría del Estado en la planeación y provisión de
servicios estratégicos en el sistema eléctrico, y sentando así las bases para la
eficiencia del Sistema Eléctrico Nacional y la competitividad de las tarifas eléctricas.
Para culminar mi intervención, invito a los líderes del sector público, estimados
presidentes, comisionados y a los empresarios en México los exhorto a que se
convenzan de que la solución es posible y atractiva en términos económicos,
políticos y sociales, por los cuestionamientos planteados anteriormente.
Gracias, señor presidente, es cuánto.

Bibliografía
 México X (2018). Subastas de largo plazo y certificados de energías limpias:
mecanismos para la transición energética. Obtenido de
http://www.mexicox.gob.mx/courses/course-
v1:Tecnologico_de_Monterrey+LRED18023X+2018_02/courseware/975b333c5
7c54eacae24791a92b8af28/5586d7a6dbdb4b9088af50c40fc86195/3?activate_
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de marzo de 2018.

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