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LA FORMACION
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EN
LA PRACTICA DOCENTE

María Cristina Davini

A Presidencia Ministerio de
,
~ de la Nación Educación
PAIDOS
íNDICE
Diseño de cubierta: Gustavo Macri
Directora de colección: Rosa Rottemberg

María Cristina Davini


La formación en la práctica docente -1 a ed. ,. reimp .- Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
Paidós, 2015.
192 pp.; 22x15 cm.

ISBN 978-950-12-0196-3

1. Educación. 2. Gu ía Docente.
CDD 371.1

1" edición en Argentina, febrero de 2015


1" reimpresión, agosto de 20 15

dlción Especial Ministerio de Educación de la Nación


INTRODUCCiÓN. .......... . .. .. . .. . ......... .. . ......... . . .. ........ . .. . ... ..... . .. .. .. . . .. ..... . .. .. 9
[\ ervados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de
I S titu lares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o 1. ACERCA DE LA FORMACiÓN Y LA PRÁCTICA DOCENTES........... .. ...... ... .. . ... . .. 13
tol I de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el t ratamiento En búsqueda del equilibrio ...................... .. ........... .. .. .... .. ... ..... . 13
Ir1formático.
La formación docente inicial, ¿es una "empresa
o 2015, María Cristi na Davini de bajo impacto .. ? .................. ..... ... ...... ............ ... ...... .. ... .... ...... . 21
O 2015, de todas las ed iciones:
ditoria l Paidós SAICF La noción de práctica doce nte ......... .. ................. .. .. ................. . 24
Publicado bajo su sell o PAIDÓS® El eje de la enseñanza ....................... .. .. .. .. . ......... ......... ....... .. . 29
Independencia 1682/1686,
Los contenidos de las prácticas o los conoc imientos
Buenos Aires - Argentina
-mail: difusion@a reapaidos.com.ar prácti cos ..... .. .. ............... .... ... ..... ........ ............... ...... ...... ... ........ . 32
www.paidosargentina .com.ar Las prácticas como proceso socia l y guiado ................ .. .... ... .. 37
Qu d hecho el depósito que previene la Ley 11.723
Gradua lidad y permanencia de l aprendizaje en las
Impr so en la Argentina - Printed in Argentina práct icas .......... ......... .. ...... .. ... ......... ...... ....... ..... ... .... ... ......... ... .. 42
Impr so en Primera Clase Impresores,
ollforn ía 123 1, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2. L A DIDÁCTICA Y LA PRÁCTICA DOCENTE ........ . .... .. ............. .... ... ... ... ... .... .. 45
( noto de 2015 Retejie ndo puentes ........... .. ..... .. ....... ... .... ... .. ......... ............ ..... .. 45
Acerca de la didácti ca ge nera l y las didáct icas
I lr d : 10.000 ejemplares
l ' N I BN 978-950- 12-0196-3 específicas ........ ... ...... ... ... ... ...... ... ..... .... .... ... .................. ... ..... ... . 50
Diez formas generales para enseñar ............... .... ... ... ... .... .. ... . 52
Diez criterios didáct icos para la motivac ión ....... ........ ..... .. ... .. 71
Criterios genera les para eva luar ...... .. ......................... .. ........ .. 77

-------------------------------------------------·------~ 7
3. LAS PRÁCTICAS DOCE NTES EN ACC iÓN ....... . . . " " .. "." ." " ." ... " ."" " " . " ...• 83
La organ ización de la enseñanza .......... " ." ." ..... ........ " .. ... ..... . 84 INTRODUCCiÓN
Las decisiones docentes en la acción ...... ..... ........... ... .... ......... 90
El manejo del espacio y las tareas en el aula .. " .. ......... ......... . 91
La gestión del tiempo y las tareas en el aula .... ... ... ............ .... 94
La coordinación del grupo y las tareas de aprendizaje ......... . 98
La administración de los recursos para la enseñanza ..... .... . 100
Acerca de las prácticas de evaluación ................................. ... 102
Las prácticas docentes y la sociedad de la información .... .. .. 105
Las prácticas docentes en el contexto de la escuela ...... .. ..... 108

4. CRITERIOS y ESTRATEGIAS PEDAGÓG ICAS DE FORMACiÓN ... ..... .... .... . .. . .. . .. . . 113
Sistematización de criterios pedagógicos para la
formación en las prácticas .... .... ............ .. ... .... ............... ... .. ...... 114
¿Por qué planificar y gestionar la programación
en las prácticas? ... .... ... .. .. ......... .. ....... ....... ........ .... ....... ... .... ... ,.. 128
Modalidades de enseñanza y acción docente .. .. .... .. ..... ...... ... 130
Dispos itivos y estrategias de formación ....... ..... ... ................ ... 132
Estrategias y gradualidad .. .. ... .................. .. ..... ... .. .... .......... ...... 144 El trabajo que aquí se presenta espera constituir un mo-
Acerca del rol docente tutorial .... .... ............. .. .... .. ,.. .... .... ... ...... 145 desto aporte para la formación de los docentes en las prác-
La evaluación en las prácticas docentes ............ .... .. .. ............. 146
ticas. Modesto porque, aunque recoge contribuciones sig-
Acerca de la evaluación integral.... ... ..... ... .. .. ......... .. .. ... ..... ... .. . 150
nificativas de las producciones académicas, busca evitar el
5. EDU CAC iÓN PERMANENTE EN LAS PRÁCTi CAS ............. . .. .. ..... ....... .......... . 153 peso teórico [que no siempre redunda en transformaciones
Algunas reflexiones sobre el aprendizaje y la de las prácticas] y expresarse en un lenguaje simple y directo
w
f-
Z educación permanentes ..... ... ,........... ....... ... .. .. .. .. .... ...... ........ ... 153 que no abrume al lector. También modesto porque, aunque
w
U
o El papel de la experiencia. ... ..... .................... ... ... ............... ....... 156 implica una posición de la autora, no aspira a negar otras
o
« Capacitación y educac ión permanentes .. ..... .. .... ..... .. . 157 posiciones ni a impon erse como verdad, sino , más bien, a
u
f- Formación continua . Desarrollo académico y grupos
U
,« buscar un equilibrio muchas veces perdido. Más aún, confía
o::: de reflexión .......... ....... ... ... ... ... .. ........................ .... .. ..... ... ...... .. .. 163
o.. en el juicio crítico del lector para formar sus propias alterna-
Hacia una estrategia integrada de educación
:sz permanente .... ........... .. ... .... .,........ .. ....... ... .... .... ... ....... ... ... .. .... .. 165 tivas de acción. Asimismo, estas posiciones y propuestas son
UJ
z Desafíos .... ............ ... ..... ... ..... ... .......... .............. ........... .. ... ....... ... 173 resultado del aná lisi s conceptual y de la propia experiencia
'o
en este campo . Esperamos que esta modestia no sea sinóni-
~ 177
n B IBLlOG RAFIA .. , ... . .. . ..... .. .... .. .. .. ... . .. . .. . ... . ... . .. .. .. . ..... . ,..... . .. . ........... . ....... mo de intrascendencia o de escaso valor para la acción. Este
f(, círculo solo se completa con la perspectiva dellectory con su
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propia experiencia.

- - - - - - -....-........-...............-...................... .......................................... _...................- 9


Material de distribución gratuita

Nos centramos en 19 formación en las prácticas docen- ñanza y a formadores y capacitadores. Pero también alcanza
tes , tanto en la educación inicial como en la permanente . a estudiantes y profesionales que aspiren a capacitarse como
Desde hace ya varias décadas, la literatura especializada formadores de docentes.
viene destacando la importancia educativa de las prácticas, Los capítulos 1 y 4 de esta obra recogen algunos mate-
que son [y han sido] objeto de estudios y controversias. Re- riales elaborados para el Instituto Nacional de Formación
conociendo sus múltiples dimensiones, ponemos el foco en Docente [lNFOD] del Ministerio de Educación, con vistas a
la formación en y para la enseñanza , como eje central de la apoyar el desarrollo curricular en la formación inicial en las
docencia. El análisis de la complejidad de muchas dimen- prácticas . Los capítulos restantes desarrollan otras cuestio-
siones ha contribuido a que la formación en la enseñanza nes que entendemos relevantes para estos propósitos y que
misma sea muchas veces minimizada o vista como una mera buscamos presentar de modo coherente e integrado.
cuestión técnica. Sin embargo, pocas actividades humanas
revisten la significación y los efectos políticos, sociales y cul-
turales que implica la enseñanza .
Más allá del discurso, la formación en las prácticas ha
adquirido un importante peso relativo en los nuevos diseños
curriculares para la formación inicial. A diferencia de anti-
guos planes de estudios, que limitaban las prácticas a una
instancia final [y muchas veces formal] de la carrera, los
nuevos planes las incluyen a lo largo de toda la formación,
durante todos los años de estudio, en distintos contextos
escolares, culminando con un período prolongado de resi-
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dencia docente .
1-
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En cuanto a la educación permanente de los docentes en
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o actividad, también en los últimos tiempos ha adquirido una
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gran relevancia . Ya sea debido a la evolución de los conoci-
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mientos y a los cambios culturales, o a necesidades del sis-
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o... tema escolar, ocupa un importante espacio y es objeto tam-
::i bién de diversas acciones, programas y posiciones, muchas
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z veces fragmentados y con distintos intereses. -o
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Preocupados aquí fundamentalmente por la formación u
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o:: docente en y para las prácticas de la ens eñanza, este texto o
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s e dirige bás icam ente a profes ores de Práct icas de la Ens e- Z
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,
1. ACERCA DE, LA FORMACION y
LA PRACTICA DOCENTES

La teoría en sí misma no transforma el mundo. Puede contribuir


para su transformación, pero para eso tiene que sa lirse de sí misma
y tiene que ser asimilada y re elaborada por aque llos que van a
causar con sus acciones reales y efectivas esa transformación.
PAULO FR EIRE 11970)

EN BÚSQUEDA DEL EQUILIBRIO

Hoy existe una general aceptación acerca de que el pro-


ceso de formación de los docentes -yen general en la for-
mación de todos los profesionales- está estrechamente
vinculado con el desa rrollo de capac idad es para la acción
en las prácticas. Todas las personas, así como todas las
recomendaciones de la literatura especializada, acordarían
con esto y aun restarían valor educativo a situaciones que
no propicien e l avance en el desarrollo de capac idades y ac-
titudes en lo s contextos reales de la acció n. Asimismo, los
nuevos diseños curricu lares para la formación inicial de los
docentes han incorporado espacios significativos de apren-
dizaje en las prácticas a lo largo de todo el proceso, como
trayecto educativo progresivo, para el desarrollo de capaci-
dades para la práctica docente en situaciones y contextos
rea les. Las mismas orientaciones alcan za n a la formación

13
continua de los docentes en actividad, y revalorizan el papel No nos dedicaremos a negar o a eleg ir un enfoque, sino
de las prácticas y las experiencias. que apuntaremos a reflexionar críticamente sobre el impac-
Sin embargo, este acuerdo no alcanza el mismo grado de to, los aportes y los límites que estas perspectivas han dejado
claridad o transparencia cuando nos aproximamos al foco de entre nosotros para la formación en las prácticas docentes,
estas cuestiones y a cómo desarrollarlas, Esto es importante De este modo, trataremos de evitar que las corrientes se ins-
porque sabemos que no basta con incluir espacios de prác- talen como "modas" pedagógicas polarizadas, o como dis-
ticas a lo largo de la formación, si estos procesos se llevan a cursos pedagógicos y no como prácticas renovadas, efectivas
cabo del mismo modo que se realizaban históricamente o si y eficaces. En otros términos, consideraremos la necesidad
hay confusión acerca del enfoque adoptado . de entender que cada enfoque apunta a ciertos problemas y
En pedagogía y en didáctica, y por ende en los enfoques de a ciertas intenciones particulares.
las prácticas docentes, estamos ya habituados a que las dis- Partimos de la larga trayectoria que ha tenido el clásico
tintas posiciones se presenten de modo radical y excluyente. punto de vista que entiende las prácticas docentes como
A lo largo del tiempo se asumen posiciones, tanto en discur- campo de aplicación de conocimientos, métodos y técnicas
sos como en prácticas, como verdades absolutas y contrarias para enseñar, Aunque con sus diferencias, aquí se reúnen
a las anteriores, para luego abordar una nueva posición, que tanto la tradición del normalismo, como la tradición acadé-
se centra en la negación de lo anterior, En muchos ámbitos mica y la tecnicista,2
se habla de "modas pedagógicas" para narrar estos proce- Este enfoque de las prácticas docentes se instaló desde
sos, Siguiendo la expresión de curvatura de la vara,1 la vara los orígenes de la formación del magisterio [Alliaud, 1993l.
flexible se tensa hacia un lado, para después tensarla ha cia el junto con el desarrollo del sistema esco lar. En dichos orí- lf)
lado contrario, con escasa o nula integración de las posicio- genes, se trató de la aplicación de métodos con el acompa- W
1-
Z
nes anteriores, aunque sea en sus vértices más productivos, ñamiento sistemático de los docentes a cargo de las aulas. El W
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En este apartado buscaremos recuperar la lógica de los conocimiento que se administraba en la formación era el o
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1-
enfoques en la concepción de las prácticas en la formación u
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básico para enseñar; por ejemplo, el relativo a la compren- ¡:::
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o de los docentes, así como la de discursos pedagógicos más sión de los niños, de acuerdo a los saberes de la época.
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recientes o actuales, Es difícil separar estas perspectivas de Cabe destacar que, de este modo, se formó por entonces :s>--
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,« la propia evolución histórica de la didáctica, así como de los una legión de maestros que, junto con el sostenido desa- z
o:: -o
eL discursos políticos sobre el papel social y cu ltural de la es- rrollo del sistema esco lar, consiguieron a lfabetizar e incluir u
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z cuela, Pero buscaremos focalizar especialmente en la cues- en la cultura prácticamente a todos los niños a lo largo y
2:
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z tión de la formación en las prácticas docentes. lo ancho del país. Los maestros gozaron de un gran reco-
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« nocimiento social y cumplieron un importante objetivo de w
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2: «
o:: La expresión es utilizada por el conoc ido filósofo brasilero Dermeval Savian i [1983] con u
oLL 1
o::
referencia a estas tensiones o polaridades que se establecen en educación, buscando w
:s cuestionarlas para recuperar el ve rdadero equi li brio. 2 Para mayo r desarrollo pu ede co nsultarse Davin i [1995a: cap. 1l.
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14 . . ". "". . . . . . .. . "". . . . .". . . . . . . . ."" . . .". . . . ."..". . . . . . . . . . . "". . . . . . . . . . . ". .". . . "". . . . . . . . . "". .". . . . . . . .". . "". . . ". . . .""" . . ". . . .". .". . . "."". . . . . . -......' .....''.''-..' . ;--''''''''. . ' . . . ' ...' ' .' . ' ' . ''--... ' ' . """"0"·--"..- 0 ... "--.".-... " ... _ ..,,,-,,..- . ~ .. ~ __ .____._H___ ~_.~. __.._Hn"_Hn _ _ _ _M._".__ .. .". "._"_"'......_... __". _". . . .""__.,,. . .,,",,. .. . . . ". . ". . . . . . . . . - .---"". . ."-..". ". . . . . . . - ""-,,. . . . . . . . ,,- 15
inclusión de niños y jóvenes en la ciudadanía, la vida social clon programada, las técnicas grupales, diversos recursos
y cultural yen el mundo del trabajo. instruccionales y la evaluación de los aprendizajes como me-
Con el correr de los años, el conocimiento se fue amplian- dición ,4 La enseñanza era cuestión del desarrollo de habili-
do y complejizando . A comienzos del siglo XX, se impuso el dades para la aplicación de medios y técnicas padronizadas.
enfoque académico , que dio un peso cada vez mayor a las Los docentes sintieron que se jerarquizaba su labor, con una
disciplinas y la investigación científica. El mayor embate de gran cantidad de té cn icas para la acción .
esta tradición académica llevó a cuestionar la formación pe- Sintetizando, fueron cambiando las tradiciones, pero no
dagógica y metodológica de los docentes, considerada trivial, se abandonó la concepc ión de la formación en la s prácticas
sin rigor científico y una pérdida de tiempo en cursos "vagos" como campo de aplicación, tanto de los métodos, co mo de las
y "repetitivos". Solo bastaba el "sentido común" para aplicar disciplinas, o de las técnicas. La tradición tecnicista ha sido
los preceptos de las ciencias "serias", La regla general es que largamente cuestionada, así como también fue cuestionada,
cuanto más se aproxima uno a las ciencias básicas, más alto en general, la visión de las prácticas docentes como campo
resulta ser su estatus académico, En el país, este enfoque de aplicación, ya sea como reacción al racionalismo acadé-
tuvo mayor presencia en la formación del profesorado para mico o al furor tecnicista expresado en la ingeniería de lo s
el nivel secundario , En el ámbito internacional yen particular programas escolares,
en América Latin a, esta posición fue impulsada· por Abraham El punto de quiebre o inflexión se produjo a finales de lo s
Flexne r3 y orientó por décadas la formación universitaria . años setenta y en los ochenta . En gran medida, esta tensión
En otros términos, se fue abandonando el énfasis en los se originó en momentos de crisis de la didáctica tal como se
métodos, pero no cambió la concepción de las prácticas había desarrollado, y en el peso de la literatura sociopolítica,5
lf1
como campo de aplicación, ya no de los métodos sino de la en franca crítica a la lógica burocrática de lo s s istema s es- W
1-
Z
transmisión de las disciplinas . Del mismo modo, la s prácticas colares. En términos del pensamiento didáctico, se soslayó Ü
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en la formación docente inicial se mantuvieron en el último el debate sobre los métodos para la enseñanza en la diversi- o
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tramo de los estudios. dad de las escue las, y se privilegió la visión de con figuracio- ¡::
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Ya en los años sesenta y setenta, logró gran impulso el nes didácticas cambiantes o de construcción metodológica ,«
o o::
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« enfoque tecnici sta, de base neoconductista, que inundó la [Edelstein , 1995; Steiman , 2004; Feldman, 201 Ol. En términos
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,« literatura pedagógica y las instituciones educativas. La for- de la producción sociopolítica, se planteó destacar y soste- z
o:: 'o
D... mación en las prácticas docentes mantuvo el estatus de ner el papel de intelectua les críticos de los docentes, la com- «
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z campo de aplicación al final de la carrera, pero agregando y prensión de la complejidad de la enseñanza en sus distin- o::
W o
z desarrollando una batería de técnicas instrumentales, tales LL

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« como la planificación de objetivos operacionales, la instruc- 4Una importa nte críti ca y análisis de este enfoq ue pu ede enco ntrarse en Gimeno
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o:: Sac ristán [1 982 J.
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3Flexner fue co nsultor en la educac ión univers itaria en la prim era mitad del siglo XX 5Entre las contribuciones más difundidas, es posible co nsultar obras de Giroux, Apple,
::s ori entó dicha fo rm ac ión en cas i todas las especialida des. Ke mmis, entre otro s.
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16 - - - - -..---------------.----..--.......-.---.---.....- ...--...-.--.-..- ......- ......- ......-..--.........- .........- . --............ 17


tos y amplios niveles de concreción, así como la autonomía • la diversidad de situaciones en las aulas y su compleji-
profesional del profesor [Gimeno Sacristán, 1988; Contreras dad, así como en sus dimensiones implícitas ;
Domingo, 1997]. • el papel de la reflexión sobre las prácticas, y
A partir de entonces y ha sta hoy, en relación con el papel • la dimensión artística y singu lar de la docencia, rec ha-
de las prácticas en la formación de los docentes, se ha venido zando o cuestionando la dimensión técnica .
desarrollando un movimiento que apunta a recuperar la vida
real de las aulas, en su diversidad y complejidad, y las expe- Si bien la reflexión en y sobre la s prácticas debería acom-
riencias concretas que se desarrollan en ellas. Lo s enfoques pañar el proceso de formación, muchas veces se cuestionan
de las prácticas docentes se han multiplicado, generando un y abandonan los aportes del conocimiento especializado, en
abanico de concepc iones alternativas con baja integración particular el didáctico, y el aprendizaje que puede lograrse
entre sí. En muchos casos, no queda suficientemente claro s i por la guía de otros más experimentados, sobre todo en la
las prácticas docentes que proponen desarrollar se centran formación inicial. En algunos casos, puede observarse tam-
en la formación inicial o en la formación continua. bién una visión optimista de las prácticas situadas, como
Se inició así un movimiento amplio y variado que enfatiza toda la fuente de saber.
el valor educativo de las prácticas mismas y la dinámica de Como otra vertiente a partir de las anteriores, también se
las interacciones entre los docentes y lo s alumnos en las au- ha desarrollado el enfoque del docente como investigador y
las, lo imprevis ible en la enseñanza, la diversidad situacional en particular la práctica docente como ámbito de investiga-
y los intercambios implícitos entre los sujetos, así como del ción. 7 Se enfatiza el enfoque del docente como investigador
desarrollo reflexivo de la experiencia o la investigación sobre en el aula, incluyendo múltiples dimensiones: social, insti-
<.f)

las prácticas [Jackson, 1975; Schwab, 1973; Stenhouse, 1984; tucional , interpersonal, de los conten idos y de los aspectos W
1-
Z
Eisner, 1998; Schbn, 1992, entre otros].6 Sus puntos afines técnicos de la profesión. W
U
o
para el desarrollo de la enseñanza pueden sintetizarse en : Asimismo, otra vertiente se ha agregado en los últimos o
W «
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1-
Z
tiempos, con una concepción "naturalista" de las prácticas. ¡:::
W u

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o • la valorización de la práct,ica como fuente de experien- Según esta perspectiva, la escuela y las aulas son ámbitos o::
o o..
« cia y desarrollo; para describir, narra r y comprender [McEwan y Egan, 1998]. ::í
u
¡::: La base del proceso es la observación, el registro y la narra- >-
u
,« • la importancia de los intercambios situados entre los z
'0
o::
o.. sujetos; ción de situaciones [Alliaud y Suárez, 2011]. Se espera una u
«
::í • el papel del docente como constructor de la experien- posterior reflexión personal sobre ellas, aunque no siempre 2:
o::
zw o
Z Cia; llegan a integrarse con marcos conceptuales y metodológi- l.L

'o cos sólidos [Terigi, 2012]. ::í


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o o::
l.L
6En cierto sentido. mu chas de estas contribu cion es ti enen raíces en la obra de John 7 La ve rti en te reconoce orígen es en las propuestas de Stenh ouse [19841. Carr y Kemmis w
[1 988 1. entre otros. u
::í Dewey y de los mu chos movimientos de la pedagogía de la Escu l Ac liv . «
Material de distribución gratuita

Si bien esto s nuevos aportes son relevantes para la educa- vatura de la vara . ¿Qué impactos, aportes y límites presentan
ción permanente de docentes en actividad, cabría reflexionar para la formación en la s prácticas docentes? ¿Qué aportes y
sobre su contribución y sus límites para la formación inicial, límites prese ntan los nu evos abordajes para la práctica do-
ya que los estudiantes aún están en formación , construyendo cente, en particular para la formación inicial? ¿Hasta dónde
y aprendiendo de las prácticas . En general, estos nuevos en- es productivo tensionar la vara de un extremo al otro, sin in-
foque s no abundan en la importancia de la guía del profesor, tegración ni equilibrio '? ¿Qué valor se le puede asignar a la
de los modelos de buenas prácticas o la modelización del rol influencia de docentes experimentados en las buenas prác-
docente ,8 en particular en la formación inicial. ticas'?
En verdad, se puede aprender mucho de quienes son ca-
paces de hacer cosas en los contextos reales de la prácti-
ca. Aún más . Si nosotros mismos pudiésemos poner en una
LA FORMACiÓN DOCENTE INICIAL, ¿ES UNA
balanza y comparar cuánto "pesa" en nuestras prácticas
"EMPRESA DE BAJO IMPACTO"?
actuales lo que hemos aprendido en forma académica y lo
aprendido en el transcurso de su ejerci cio, incluyendo la in-
fluencia que han ejercido en nosotros algunas persona s que Si bien cualquier persona puede enseñar a otros [se ha
nos guiaron en ellas, es muy probable que el fiel de la balan- hecho desde el principio de la historia y se continúa haciendo
za se incline hacia esto último. en distintos contextos y aun en la vida familiar], los docentes
En forma paralela a estos planteos, la tradición académi- ejercen esta tarea como profesión, en ámbitos determinado s
ca alcanzó una revitalización con una nueva vertiente en la li- formales o del mundo del trabajo . En esta esfera, la ense-
teratura educacional, con efectos en las prácticas de forma- ñanza deja de ser una tarea de amateurs, y se desplaza al UJ
W
~

ción : la transposición didáctica, 9 según la cual la enseñanza enseñante empírico. Z


w
U

se define en relación con los parámetros derivados del con- Desde esta perspectiva, la docencia se expresa en una o
o
w <1:
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tenido o materia a enseñar, como variable central del proce- práctica profesional específica que pone en funcionamiento U
z f=
w u
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so. En las prácticas, este enfoque apoyó el énfasis dado a las lo s medios adecuados para la tran smisión edu cativa confor- -<l:
o o::
o me a distintas finalidade s e intencione s. Cualquier profesión o...
<1:
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didácticas específicas, con escasa [o a veces nula] atención a <1:
--..l
f=
U la didáctica general para la en señanza. se funda en un cuerpo de conocimientos y en algunos crite- >-
-<1: Z
o:: rios y reglas de acción práctica. La docencia no constituye -o
o... Revisando este breve recorrido y estos distintos enfoques U
<1:
<1:
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y discursos pedagógicos, cabe retomar la metáfora de la cur- una excepción: se apoya en un espacio estru cturado de co- 2:
Z o::
W nocimientos y en criterio s y estrategias de acción que, aun- o1..L
Z
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que van evolucionando con el tiempo, pueden analizarse en :s
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<1: 8Con el términ o "modeli zac ión" aludim os al papel formativo explíci to e implícito del o
2:
acompañamiento de quienes pu eden enseña r bien, dando un marco de referencia sóli-
sí mismos. <1:
o:: U
o do para las prácticas. Como en el ejercicio de toda profesión, una buena parte o::
1..L w
<1: U
--..l 9 El co nce pto se difundió a partir de la prod ucc ión de Yves Cheva llard [1 985 ]. del "oficio" de enseñar se desarrolla luego, a lo largo de la <1:

o - . -.---.---....--.-.......--....--.------.-.....-.--.-..--.-----.--.--....----......--..-.--.--..-...----.....-..........-........--..-.-.-.-.--..----..-.--...----.....-..-........--.-.-------..------------. 21
vida laboral, decantando la propia experiencia. Pero su des- Antes de "decretar" que la formación inicial sea de bajo
envolvimiento no puede basarse solo en el oficio práctico . impacto, cabría cuestionarse cómo han sido formados los
Sin embargo, en tiempos recientes se ha difundido la estudiantes en este proceso: ¿los contenidos académicos
idea de que la formación inicial de los docentes es una "em- fueron significativos para las prácticas docentes? ¿Tuvieron
presa de bajo impacto" [Terhart, 1987; Liston y Zeichner, integración con las prácticas profesionales? ¿Los docentes
1993], al indicar que todo lo que se haga en ese período de transmitieron con sus propias prácticas buenos modelos de
formación, o todo lo que los estudiantes hayan "aprendido" enseñanza? ¿Se involucró a los estudiantes en sus aprendi-
durante los estudios, es "olvidado" o abandonado durante zajes y en la autovaloración de sus dificultades y sus logros?
el ejercicio de la docencia o en la "socialización laboral", ¿Se trabajó con las representaciones sociales previas sobre
una vez graduados . En la misma línea argumental, se ha la docencia? ¿Hubo un equilibrio entre la reflexión, el estu-
enfatizado la importancia de la "biografía escolar", como dio, la guía docente y el entrenamiento práctico? ¿Los profe-
fase previa a la formación inicial; se destaca que su influen- sores y los docentes de las escuelas trabajaron en equipo?
cia es decisiva, como en una suerte de determinismo por el ¿Se otorgó una buena guía en las prácticas?
cual los estudiantes y los graduados tienden a repetir las Estos y muchos otros interrogantes deber-ían ser anali-
modos de actuación que aprendieron, en forma implícita, zados críticamente por los mismos profesores . En primer
en los niveles educativos previos, cuando ellos er,an alum- lugar, porque la formación inicial representa un importante
nos. período que, durante y al final del proceso , habilita para el
La difusión de estas ideas fue generando un movimiento ejercicio de la profesión. Supone una racionalización y una
tendiente a concentrar esfuerzos en la formación continua especialización de un determinado saber y de sus prácti -
de los docentes en ejercicio, también conocida como "desa- cas. Aunque luego continúe la formación permanente en
lf)
W
f-
rrollo profesional continuo", a través de diversos programas. ejercicio, la formación inicial conlleva una primaria respon-
Z
W
U

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Si bien es muy valioso pensar en la educación permanente sabilidad pedagógica, social y política para la enseñanza en
o
o
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1-
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de los docentes, sostener este enfoque a ultranza produce las escuelas . U
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o sin dudas un riesgoso hiato en la formación, En segundo lugar porque, si bien se aprende siempre a lo
U
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o o::
<t No se trata de negar la influencia de los aprendizajes pre- o...
U largo de la vida laboral, ya sea por la decantación de la propia <t
-'
~
U vios, implícitos en la biografía estudiantil, ni de negar la im- experiencia o por la educación continua y la capacitación, la >-
'<t
o:: z
o... portancia de todo lo que después se aprende en la vida labo- formación inicial genera los cimientos de la acción. Ninguna
'o
:sz raL Sin embargo, retomando la cuestión referida a las modas profesión dejaría librado al azar este saber y estas prácticas,
U
<t
¿
w o::
o a la "curvatura de la vara" en los discursos y en las prác- o
Z
'o
poniendo en funciones de tal importancia a personas con un LL
<t
U
<t
ticas pedagógicas, estas concepciones difundidas en forma conocimiento empírico o sujeto al ensayo y error.
-'
w
¿ o
o:: acrítica han llevado, en mucho s casos, a desvalori za r la for- Finalmente, se requiere recuperar la convicción de que <t
oLL U
mación ini cia l, considerándola improductiva o s uperflua. o::
los estudiantes pueden aprender a enseñar. Esta cuestión es w
U
<t

---------------- 23
de gran importancia para los profesores de prácticas . No es nuestros propósitos. Y lo haremos no solo por sus contribu-
lo mismo enseñar presuponiendo "el fracaso de algunos" en ciones, sino también porque estas han sido retomadas por la
lugar de "el éxito de todos". Trabajar por el éxito de los estu- bibliografía pedagógica sobre formación docente.
diantes del profesorado significa favorecer la adquisición de En franca crítica a la epistemología del objetivismo,
las capacidades básicas para conducir buenas clases, tanto Bourdieu afirma que las prácticas sociales son el resulta-
en su proceso global de formación como en las prácticas en do de, y a su vez se originan en, esquemas de pensamiento,
particular. percepción y acción, incorporados socialmente y compartidos
por todos los miembros de un grupo o una clase social. No
se trata de los "contenidos" de esos pensamientos, percep-
ciones o acéiones, sino que ellos se soportan en esquemas
LA NOCiÓN DE PRÁCTICA DOCENTE mentales culturales como sistema de relaciones. Se puede
hacer un paralelismo con lo que señaló Saussure en sus es-
Es común pensar que la "práctica" representa el "hacer", tudios de lingüística respecto de la relación entre lengua y
como la actividad en el mundo de lo "real" y visible. Es sim- habla . El verdadero medio de comunicación no es el habla
ple, pero también es simplificador: las prácticas se limitan a como dato inmediato y de materialidad observable, sino la
lo que las personas hacen . lengua como sistema de relaciones objetivas mentalmente
Sin embargo, esta visión restringida de las prácticas ocul- incorporadas la que hace posible la producción del discurso
ta que no hay hacer sin pensar, y que las prácticas son resul- y también su entendimiento.
tados de los sujetos, que involucran siempre el pensamiento De esta manera , construye el concepto de habitus, como
lf)
y la valoración, así como las diversas nociones o imágenes sistema de disposiciones duraderas y transferibles, estruc- W
1-
Z
sobre el mundo. Es decir, acción y pensamiento van de la turas predispuestas para funcionar como estructurantes, es W
U
o
mano, y en este proceso influyen ideas y valoraciones pro- decir, como principios generadores y organizadores de las o
«
u
W
1- pias resultado de diversas experiencias anteriores, sociales prácticas y representaciones, objetivamente reguladas y re- ¡::::
Z u
W
U y personales. gulares, sin ser producto de la obediencia a reglas, y colec- -«
o::
o CL
o No podemos dejar de referirnos brevemente a los impor- tivamente orquestadas y compartidas, sin ser producto de la «•..J
«
u >-
¡::::
u
tantes aportes realizados por Pierre Bourdieu 10 en el estudio acción organizadora de un director de orquesta . Z
-« -o
o:: de las prácticas sociales, desde la sociología de los sistemas El mundo práctico se constituye a partir de, y en relación u
CL «
:sz simbólicos y la antropología, y recuperando las más impor- con, el habitus como sistema de estructuras cognitivas y ¿
o::
o
w tantes corrientes del pensamiento sociológico. Lo haremos motivacionales, consideradas "naturales" debido a que es- LL
«
Z ....J
-o brevemente porque la amplia obra excede los límites de tán en el principio de los principios, es decir, como lo "im- w
u o
«¿ pensable". Ello otorga una gran coherencia y sostenimiento «
u
o:: o::
o en el tiempo a las conductas de grupos o clases sociales w
LL u
Co nsidera nd o su extensa produ cc ión . no s ce ntraremo s aquí so lo en dos d sus obras:
:s 10
Bou rd ieu 11 9721y Bourd ieu 11 9801.
«

-------------------------------------------------~ 25
originadas en las condiciones socio históricas en las que el decisiones a partir de conocimientos previos, elaborando so-
habitus ha sido engendrado. luciones para las cuales tiene que disponer de datos basados
La homogeneización objetiva del habitus de grupo o de en el saber especializado y en el saber experto. Sin embargo,
clase resulta de la homogeneidad de sus condiciones de ello no supone necesariamente la modificación de los es-
existencia y de condicionamientos idénticos o semejantes. Es quemas de pensamiento, percepción y acción compartidos y
lo que hace que los comportamientos puedan estar concer- generados histórica y socialmente. Pero existen espacios de
tados entre todos sus miembros, sin intervención de ningún decisión reflexiva en las prácticas.
cálculo estratégico ni referencia concreta a una norma. El De este modo, cabe distinguir que, en la complejidad de
principio de las diferencias de los habitus individuales resi- las prácticas, existen zonas indeterminadas, zonas regula-
de en la singularidad de las trayectorias sociales y persona- das objetivamente y zonas conscientes, permeables a la re-
les, en función de experiencias anteriores de determinados flexión y resultado de decisiones.
miembros de una misma clase o grupo. Las zonas indeterminadas son, justamente, determinadas
La bibliografía pedagógica, en particular de formación do- por el habitus y responsables de una serie de interacciones
cente, ha discutido largamente acerca del habitus docente, entre los miembros del grupo -costumbres, rituales y ruti-
sus orígenes históricos y sus condiciones sociales e institu- nas- construidas de manera experiencial y transmitidas por
cionales de reproducción, lo que ha llevado a una visión de la las tradiciones prácticas. Desde otros parámetros, Argyris
imposibilidad de transformarlo a través de las acciones siste - (1999] ha mostrado que estas permiten el acoplamiento de
máticas de formación. Sumado al discurso del "bajo impacto" los comportamientos del grupo, dando estabilidad a los in-
de la formación, esto ha llevado muchas veces a un cierto in- tercambios y a las organizaciones . Esto no representa siem-
<J)
movilismo o a una "ap licación determinística" de los aportes pre comportamientos "negativos", sino que también remite a W
f--
Z
de Bourdieu, ineludibles para analizar las prácticas socia les la noción gramsciana de "buen sentido" en el saber popular, U
W

o
generadas históricamente, sobre la pedagogía. 11 recuperando el conocimiento que subyace al saber hacer en o
w 4
f--
Z Como indica Perrenoud (2006), la orquestación del habi- la acción, aunque este saber no pueda justificarse o funda-
U
¡::::
w u
u
o tus obliga a realizar un trabajo reflexivo sobre sí mismo, ne- mentarse de modo consistente, y conviva con mitos o con- '4
a::
o n..
4
u gociando los compromisos y las relaciones con los demás, cepciones confusas. Schbn (1992J ha trabajado las nociones ::s
¡:::: >-
u desarrollando la actitud reflexiva y facilitando los conoci- de conocimiento en la acción y de los conocim ientos tácitos . z
'4 'o
a::
n.. mientos y el saber hacer correspondientes . Así, afirma que Las zonas reguladas objetivamente refieren a aquellas di- u
4
::s no todo oficio es una profesión, sino que un profesional toma mensiones de las prácticas regladas en las instituciones, a
¿
a::
z ou..
w
Z través de políticas, normas, documentos formales, división
'o ::s
U 11 El habitus es un conce pto o const ru cto elaborado por Bourdi eu, para el aná lisis so- del trabajo y funciones, y que presentan un constreñimiento w
4 o
¿ cioantropológico de los co mportam ie ntos sociales de grupos o clases sociales. Sin em- 4
a::
O bargo, el mismo autor ha exp uesto el valo r de la educación en su dim ens ión cultural a las decisiones individuales. Pero instituciones y organizacio- u
a::
u.. y política, tal como puede verse en Bourdieu y Passeron [1 9691 Y en Bourdieu y Gros w
nes no son lo mismo. En las prácticas de las organizaciones, u
::s [1 9901. 4

. - - - - - - - . - - - - - 27
estas pueden analizarse, ser objeto de refle xión y negociar- Esto es particularmente importante cuando se trata de
se de acuerdo a las necesidades de los grupos. Apelando pensar la formación docente, considerando que se trata de
a la metáfora del juego, hay espacios para que los juga- una práctica no solo social, sino profesional, con lo que re-
dores tomen ventaja de estos constreñimientos,1 2 y logren presenta su función social, humana y política en el marco de
sus objetivos, dependiendo en buena medida de los fines la s escuelas. Y es imp ortante también para pensar la forma-
'1
que persigan. No se trata de obviar el papel de las regula- ción, en las prácticas, en contextos institucionales y prácticos
ciones, pero ya se ha demostrado que existen importantes concretos.
mediaciones entre el currículo formal, el comprend ido por En este último caso, cuando hablamos de "prácticas" no
los docentes y el puesto en práctica y evaluado (Gimeno Sa- nos referimos exclusivamente al desarrollo de habilidades
cristán, 19881. operativas, técnicas o para el "hacer", sino a la capacidad de
Las zonas conscientes son las que en sentido estricto per- interven ción y de enseñanza en contextos reales complejos
miten la reflexión, el análisis y la fundamentación, así como ante situaciones que incluyen distintas dimensiones y una
la toma de decisiones propias. Su existencia se ju st ifica en necesaria reflexión, a la toma de decisiones y, muchas veces,
el hecho de que las personas no son so lo "ejecutoras" del hasta al tratamiento contextualizado de desafíos o dilemas éti-
habitus y de las regulaciones externas, sin o que tienen un cos en ambientes sociales e institucio nales . En otros términos,
amplio espacio para la reflexión y las decisiones personales, en las prácticas se trata con situaciones y problemas genuinos.
en particular las profesionales. Estas pueden fundamentarse A la luz de estas conceptualizaciones podemos pregun-
en conoc imi entos sistemát icos o especializados, basarse en tarnos: ¿cuáles son los límites y las posibilidades de la in-
la reflexión crítica sobre aquellos, en las necesidades de las tervención pedagógica en la formación docente en las prác-
lf)
W
prácticas y en el saber experienc ial resultante de la reflexión ticas? ¿Cuáles son sus fortalezas y puntos de apoyo? ¿Cómo f-
Z
W
y puesta en acc ión previas. Asimismo, pueden responder a favorecer la formación? U
o
o
w
la influencia de prácticas de otros miembros, siempre que «
f-
u
Z sean incorporadas con la comprensión reflexiva. Aunque ¡:::
w u
u .«
las decisiones que se tomen sean siempre individuales, son o::
o
o ELEJEDELAENSE~ANZA o..
«
u
¡:::
resultado de un proceso social en el que inciden los inter- :s>-
U cambios con otros, la influencia de los más experimentados, z
.« Los distintos enfoques para la formación en las prácticas '0
o:: u
o.. el trabajo colectivo, el acceso a fuentes de información y de «
:sz conoc imientos.
son importantes y productivos, en la medida en que se in - ¿
o::
o
w tegren en forma pertinente en una estrategia globa l y alre- l.L
Z
'0 dedor de un eje sustantivo. Es decir, hay momentos en que :sw
«
U o
¿ 12North [19931 analiza las instituciones como sistemas de restricc iones socialmente es conveniente utilizar dispositivos de investigación en la s «
o:: u
O construidas y compartida s que regulan las interacciones y las opciones posibles, gene- prácticas, otros en que pueden desarrollarse actividades de o::
l.L w
rando las reglas de juego formales. Pero las org ani zac iones son los grupos de jugado- u
:s res que pu eden tomar ve ntaja de las reg las de juego para sus objetivo s. narración y algunos en los que es productivo estimular la ex- «

· - --t 29 I
·1
Material de distribución gratuita

señanza deberá estimular en los alumnos el deseo o interés


perimentación, siempre favoreciendo la reflexión; pero todo
por aprender. Pero, en sentido estricto, la intencionalidad sur-
debería alimentar un eje sustantivo que consiste en la for-
ge especialmente de quien enseña, pues posee una amplia
mación para la "enseñanza" o el aprender a enseñar, incluso
gama de recursos [muchos más de los que se supone, sin ne-
utilizando los aportes de la didáctica y sus distintas configu-
cesidad de apelar a premios o sanciones) para que los otros
raciones, adecuados al contexto.
puedan aprender algo efectivamente, y aun deseen hacerlo.
Si bien los contextos particulares de las escuelas, la di-
En otros términos , la enseñanza no es algo que ocurra de
versidad de los alumnos y una multiplicidad de interacciones
modo espontáneo ni representa una acción precisa. Implica
vuelven complejas las prácticas educativas, es importante
una actividad sistemática y metódica, con fases a lo largo del
recuperar la enseñanza como eje central de la formación do-
tiempo [más breve o más largo) y un proceso interactivo en-
cente, especialmente en la formación inicial.
tre quienes participan , conforme a los valores y resultados
Recuperar el eje de la enseñanza no supone una mirada
instrumental o tecnicista de la docencia. Implica, en cambio, que se busca alcanzar.
Pero la intencionalidad de la buena enseñanza no se res-
comprenderla como práctica deliberada dirigida a que los
tringe a lograr que otros ap rendan . Más allá del resultado de
docentes aprendan efectivamente y en forma cotidiana, en
aprendizaje en sí, quienes enseñan buscan transmitir un sa-
el marco de grandes finalidades humanas, sociales, éticas
ber o una práctica considerada culturalmente válida, social-
y políticas. En otros términos, es de importancia central que
mente justa y éticamente valiosa [Fenstermacher, 1989). En
quienes se forman desarrollen estas capacidades y aprendan
otras palabras, enseñar es un acto de transmisión cultural
a enseñar, y que los profesores y docentes que los guían ten-
con intenciones sociales y opciones de valor.
gan la sincera confianza en que pueden hacerlo . lf)

Para ello, es importante reconocer la mediación pedagógi- W


1-
Revisando estas prácticas, podremos observar que la en- Z
ca del docente. La idea de mediación pedagógica es fértil para W
U
señanza supone: o
comprender que quien enseña no es el centro del proceso de o
«
u
W
1- • Transmitir un conocimiento o un saber. enseñar, por más sabia que la persona sea. Por el contrario, ¡::::
Z u
W
quienes enseñan son efectivamente mediadores entre las -«
U
o
• Favorecer el desarrollo de una capacidad . o::
o..
o
• Corregir y apuntalar una habilidad. intenciones educativas, aquellos contenidos qu e se enseñan «
«
u
--'
>-
¡:::: • Guiar una práctica. y las características y necesidades de un individuo o grupo z
u
-« -o
o:: concreto [Gutiérrez Pérez y Prieto Castillo, 2000). u
«
o.. ¿
«
--'
En cualquiera de los casos, la enseñanza siempre respon- Recuperar la centralidad de la enseñanza no quiere de- o::
o
zw de a intenciones, es decir, es una acción voluntaria y conscien- cir que la comprendamos solo en sus funciones técnica e LL
«
Z --'
-o temente dirigida para que alguien aprenda algo que no puede interpersonal. La enseñanza las incluye , solidariamente in- w
o
u
« aprender solo, de modo espontáneo o por sus propios medios. teg radas a sus funciones sociocultural y política, para que «
¿ u
o:: o::
w
o
LL Estas intenciones son de doble vía : qui en ense ña desea los a lumnos alcancen los conocimientos y las herramientas U
«
j hace rlo y qui enes aprende n desea n a pre nder. Por ello la en-
culturales que les permitan la inclusión soc ial, así como la zados. Este proceso es de gran importancia cuando lo que
integración en distintos contextos, instituciones y en el mun- se busca no es solo el desarrollo de una habilidad, sino la
do del trabajo . formación misma, para modelar las prácticas profesionales.
Tal vez podamos afirmar que la enseñanza es una de las La formación ini cial en las prácticas docentes moviliza co-
actividades humana s de mayor peso político. Implica siem- nocimientos de los otros campos curriculares a través de la
pre un compromiso y una responsabilidad soc ial y del Estado participación e incorporación progresiva de los estud iantes
con efectos sociales e individuales de largo plazo . Contribuye en distintos contextos socioeducativos. Como en toda acción
a consolidar la democratización y la ciudadanía, y conlleva práctica situada, este campo curricular es responsab le por
que los educadores asuman un compromiso ét ico y político el desarrollo de las capac idad es en las distintas dimensio-
en tanto actores comprometidos con su tiempo en la bús- nes, a través del análisis, la reflexión y la experimentac ión
queda de prácticas más ju stas y democráticas. prácti ca contextua lizada.
Pero cabe preguntarse si las prácticas solo movilizan
contenidos de otros campos curriculares o s i también tie-
nen contenidos propios. En otros términos, en las prácticas,
LOS CONTENIDOS DE LAS PRÁCTICAS O LOS
¿se aprenden contenidos? Generalmente comprendemos
CONOCIMIENTOS PRÁCTICOS
que las materias curriculares desarrollan contenidos, expre-
sados en determinados cuerpos de conocimientos, pero no
Schon [1992] seña la que el conocim iento que proviene de comprendemos con claridad que las prácticas tamb ién tie -
la acción suele ser considerado de "segunda categoría" . Hay nen los propios.
otro pensamiento privilegiado, el conocimiento académ ico . A continuación, recuperando y adaptando aportes de Pe-
Lfl
w
f-
El saber "empaquetado" en materias tiene algunas ventajas rrenoud, delinearemos contenidos de enseñanza y de apren-
Z
W
U
nítidas: es controlable, es medible, es administrable. dizaje que se corresponden centralmente con la formación
o
o
w
f- La alta consideración que tenemos por el conocimiento «
u
Z
w
inicial de los estud iantes en el campo de las prácticas pro- ¡=
U académ ico y la poca que guardamos hacia la maestría del fesionales . Esta adaptación y ajuste son pertinentes, dado
u

o a::
o desarrollado en la acción práctica no parecen provenir en ab- Q..
«
u que la formación ini cial es respon s able del desarrollo de ::5
¡=
u
soluto de una cuestión científica, sino más bien de una tradi- las capacidades básicas para habilitar y ejercer la profe- >-
-« z
a:: ción social y de los propios modelos mentales incorporados s ión, que luego se ampliarán en el desenvolvimiento de las
-o
Q.. u
en dichas tradiciones. «¿
::5 crecientes responsabilidades y tareas del docente en ejer- a::
zw o
El reconocimiento del potencial formativo de las prácticas cicio .13 u..
Z «- l
-o ha llevado a ampliar nuestra comprensión de los ámbitos de
u w
«
¿ aprendizaje a las aulas, a las distintas escuelas, a la comuni- o
a:: «
u
o 13Perre noud [2004: 81 desarrolla s u cont ri bució n explicitando cla ramente que alu de a
u.. dad, y ha permitido aproximar los conocimientos aca démicos un referente orientador para la formac ión co ntinu a. para co nstruir una representación
a::
w
« co here nte del trabajo del profesor y de s u evolució n. u
«
-l
a las prácti cas alrededor de problema s rea les y co ntextuali-

------------------==~----------------------------~ 33
Corresponde que los contenidos relativos a las prácti- desarrollar su propia capacidad reflexiva y de au-
cas se expresen en términos de capacidades o desempeños toevaluación.
prácticos, pero de ningún modo representan meras habili-
dades instrumentales, sino que incluyen la movilización de • Programar secuencias de enseñanza y aprendizaje más
recursos y procesos cognitivos, reflexivos y valorativos que amplias:
implican las prácticas , en términos de: inducir una visión longitudinal de los objetivos de en-
señanza;
• Organizar situaciones de aprendizaje apropiadas para los - desarrollar un proceso longitudinal de los conteni-
sujetos y los contextos: dos de enseñanza;
- construir y planificar dispositivos y secuencias di- - organizar procesos y actividades de aprendizaje en,
dácticas ; al menos, una unidad de enseñanza, y
- establecer vínculos o relaciones con las teorías y los - procurar la integración de los contenidos específicos
contenidos que sustentan las actividades de apren- con los aprendizajes de otras materias.
dizaje propuestas, y
- trabajar recuperando las representaciones, expe- • Utilizar nuevas tecnologías:
riencia s y errores de los alumnos. - explorar los potenciales de los recursos telemáticos
para los objetivos y contenidos de la enseñanza;
• Gestionar el desarrollo de la enseñanza y de los aprendi-
- utilizar programas de edición de documentos, y
zajes de los alumnos: - emplear recursos de comunicación digitales y multi-
- manejar el espacio, los tiempos y los recursos del <J)
media. W
1-
aula; Z
W
U
hacer frente y resolver las situaciones cambiantes de o
• Trabajar en equipo e integrarse a la escuela: o
«
W
1- la clase; con los docentes y los profesores de prácticas; u
Z ¡::::
W - impulsar la cooperación entre los alumnos y el tra- u

U
o - con sus pares, para analizar en conjunto s ituaciones o::
o bajo en grupos; complejas ;
D...
«
«
u .....J
¡:::: observar y evaluar a los alumnos con enfoque for- >-
u para participar en la formación de sus compañeros, y Z
-« mativo; -o
o:: para intervenir en actividades propuestas por la es-
D... u
«
:sz practicar un apoyo integrado a alumnos con mayores
cuela. 2:
o::
w dificultades, brindándoles confianza yautoestima; o
l.L
Z
-o
u
desarrollar la evaluación formativa del aprendizaje
• Afrontar los deberes y dilemas éticos de la profesión:
:s
w
« de los alumnos; o
2: - desarrollar el sentido de la responsabilidad, solidari- «
o:: u
o - promover la capacidad de autoevaluación de los o::
l.L
dad y ju sticia; w
:s alumnos, y
U
«
_ anaLizar La reLación pedagógica , La autoridad, La co- desestimar el aporte del conocimiento académico obtenido
municación en clase, y en las aulas, en lo s libros, en las redes de información o a
_ asumir actitudes y conductas contra La discrimina- partir de la reflexión individual, sino que implica integrar-
ción y Lo s prejuicios. los, cuestionarlos y ajustarlos al proceso context ualizado
del aprend izaje s ituado.
;1
• Reflexionar sobre sus prácticas, sus dificultades, obstácu- Las prácticas y la reflexión en la acción tienen una función
los y progresos: fundamental. Permiten:
- saber expLicitar sus prácticas;
desarroLLar autonomía en La búsqueda de conoci- • asimilar de modo activo nu estro conocimiento y cues-
mientos, soLuciones y propuestas para sus dificuLta- tionarlo;
des, y • aprender con la guía activa de otros, en particular de
_ indagar y proponer un pLan para su mejora. los m.ás experim entados ;
• reelaborar nuestra gestión que nos llevó a esa situa-
Además de profundizar y amp Liar estos contenidos/capa- ción no esperada;
cidades de Las prácticas a lo Largo deL desarrolLo profesionaL • abrir paso a la experimentación y el ensayo de otras
docente y la decantación de La propia experiencia, Perrenoud acciones para encarar el fenómeno que ahora hemos
[2004] agrega La consideración de nuevos contenidos/capa- observado;
cidades docentes en eL trayecto de dicho desarrolLo, taLes • imaginar alternativas para so lu cionar el problema y
como: ponerlas en práctica, y
(f)
• examinar nuestra comprensión de lo que ocurre y com- W
t-
Z
• participar de la gestión del proyecto educativo de la es- partirla con otros. W
U
o
o
cueLa; 4;
W
Entender el potencial formativo de las prácticas represen- u
t-
Z
• informar e impLicar a Los padres o a las famiLias en eL f=
W U
U aprendizaje de Los alumnos y La s intenciones de La en- ta reconocerlas como fuente de conocimiento y de aprendi- '4;
a:
o o...
o
4;
U
señanza,y zajes, y concebir a los estudiantes y a los docentes como su- :s
>-
t-
U
• organizar La propia formación continua. jetos activos en la problematización de las prácticas . z
,4; 'o
a: U
o... 4;

:sz Con todas sus variaciones, eL conocimiento en Las prác- 2


a:
o
w u...
ticas es una forma de hacer las cosas y de enfocar lo que
z
'o no se sabe. A partir de La acción guiada, es posibLe cons-
LAS PRÁCTICAS COMO PROCESO SOCIAL Y GUIADO :sw
U o
4;
2
a:
truir conocimientos verificabLes y acumuLables con nive- 4;
u
o El aprendizaje se mueve en un continuo entre los proce- a:
u... Les crecientes de conciencia . Esto en modo alguno supone w
u
:s sos individuales y soc iales. 4;

37
Aunque el aprendizaje implica un resultado individual, su [profesor, tutor!. sino que se expande a los intercambios
desarrollo requiere siempre de una mediación social activa, participativos, en la interacción horizontal del grupo de
sea del profesor de prácticas en la formación inicial, de la estudiantes. El desarrollo de actividades conjuntas y
interacción con los maestros y profesores de la escuela, y en colaborativas [en particular para resolver problemas)
el intercambio con sus pares a lo largo de su práctica profe- permite aprender tanto al conjunto como a miembros
sional. La mediación social y cultural es, entonces, una con- individuales.
dición crítica para facilitar el aprendizaje individual. c) Mediación social en el aprendizaje a través de herra-
La dimensión social del aprendizaje ha sido sistemática- mientas culturales. Aun cuando no exista una persona
mente ignorada por los investigadores hasta no hace muchos que enseñe ni un grupo de pares para el aprendizaje
años [Gardner, 1988l. La mayor parte de las investigaciones participativo, el estudiante aprende a través de bienes
mostró un esfuerzo explícito por estudiar el desarrollo hu- y artefactos culturales: libros, videos, bibliotecas o he-
mano y el aprendizaje aislando al individuo del contexto y de rramientas de información. Estas herramientas no son
las interacciones con otros. solo objetos estáticos. En sí mismos están histórica y
Las nuevas perspectivas del aprendizaje social tienen culturalmente situados, cargando saberes , posibilida-
implicancias directas en materia de enseñanza . La dinámi- des y distintos lenguajes para pensar y actuar. Ellos
ca entre los polos individuales y sociales del aprendizaje se constituyen "andamios" [sostenes o puntos de apoyo)
desarrolla de distintas maneras, con diferentes mediacio- para el aprendizaje, en el pensamiento y en la acción.
nes y adoptan diversos significados, pero siempre en forma d) Organizaciones sociales como ambientes de aprendizaje.
"radial", es decir, no "vertical". Perkins y Salomon [1998) re- Las organizaciones sociales, por ejemplo, las escuelas,
sumen y sistematizan las mediaciones y situaciones en que son mediadoras activas en el aprendizaje individual y lJ)
W
f-
esta dinámica se desarrolla. Z
colectivo, como producto de la participación en su ám- W
U
bito y de la interacción con los miembros que las inte- o
W
o
f-
a) Mediación social activa en el aprendizaje individual a «
Z
W
gran. Aquí el foco es el sistema colectivo de aprendiza- u
¡::
U
través de una persona o grupo que apoya al practicante u
o je en el que los practicantes adquieren conocimientos, -«
o O:::
« individual. Un profesor o tutor enseña, orienta y guía o..
u formas de entendimiento, habilidades y la propia cultu- j
¡::
u

el aprendizaje de los estudiantes, apoyándolos para ra de la organización . Aún más, en las organizaciones >-
o:: z
o.. aprender. En esta guía activa no solo se aprenden mo- se desarrollan aprendizajes de gran estabilidad en el -o
u
:5 «
z dos de relación social sino que también se construyen tiempo [como las rutinas, los hábitos, las costumbres!. 2:
w
o::
o
Z conocimientos, habilidades cognitivas y formas de pen- los que posibilitan el acoplamiento de los comporta- u-
-o j
u
« samiento. mientos individuales a los comportamientos del grupo w
2: o
o:: b) Mediación social activa en el grupo de pares. El apren- [Argyris, 1999l. Gran parte de los aprendizajes sociales «
o u
u-
dizaje no se restringe a la mediación de quien enseña o::
y cognitivos son el resultado de la interacción y partici- w
:5 U
«

- - - · - - - - - - f 39
Material de distribución gratuita

pación en el ambiente de las distintas organizaciones motivo es necesario redefinir los tipos de intercambios entre
soc iales . Ello incluye no solo sus reglas explícitas, sino el instituto superior y las escuelas asociadas, 14 implicando a
también las tácitas . un mayor número de docentes para mejorar la calidad de las
el Aprendizaje para formarse siempre . Estos implican la prácticas que realizan los estudiantes.
cap itali zación de lo incorporado para seguir aprendien- Se aprende con el equ ipo docente y también en el proce-
do en forma permanente a lo largo de la vida profe- so intera ctivo y colaborativo de pares entre estudiantes. En-
s ional y laboral, de manera autónoma: dónde y cómo tonces es importante analizar qué contratos se desarrollan
buscar y conseguir información, cómo obtener ayuda para el trabajo en equipo y la construcción de acuerdos y pro-
de otros, qué hay que evitar para alcanzar un objetivo, cesos; cómo se distribuyen los roles; cómo se determina y
prever o anticiparse a s ituacion es a partir de la expe- construye liderazgo; cómo todos aprenden o se aprende con
riencia previa, etc. Toda la ciencia cognitiva contempo- otros, incluyendo a los profesores de práctica; qué dificul-
ránea destaca la importancia de aprender a aprender, tades y facilidades presenta este proceso de construcción y
esto es, desarrollar autonomía para construir nuevos gestión, y de qué modo podría fortalecerse .
conocimientos y experiencias en forma permanente. En la formación continua a lo largo de la vida profesional,
también se sigue aprendiendo en proceso social, con otros
Considerando esta dinámica, el aprendizaje se ent iende docentes y directivos, en la interacc ión con lo s padres, lo s
como un sistema en el cual el camino individual indisoluble- alumnos, la comunidad, así como con la mediación de las
mente requiere de la participación social y colaborativa de nuevas herramientas de conoc imi ento . De tal manera, todos
otros, del ambiente y de los productos culturales mediadores. aprenden y también se beneficia la organización, la propia
Lo individual y lo social se entretejen fortaleciendo ambos as- escuela y sus docentes, in corporando el enseñar y el apren-
(f)
W
1-
Z
pectos del proceso de aprendizaje [espirales de reciprocidad]. der a la vida cotid iana y a las prácticas de trabajo. W
U
En la formación inicial y particularmente en la vinculada a o
Esto impli ca el reconocimiento de la necesidad de "apalan- o
W «
1-
Z
las prácticas, esta dinámica requiere del trabajo en equipo de cam iento " docente y organizacional para el aprovecham iento u
¡::::
W u
U los profesores de prácticas junto con lo s docentes orientado- de este potencial educativo de las prácticas, entend iendo el ,«
o oc
o o..
« res de la misma escuela, alrededor de las prácticas en que equ ipo como una estructura dinámica de interacción , más «
u ....J
1-
u se desean formar en contextos reales. Estos andamios son de allá de las fragmentaciones disciplinarias. >-
,« Z
'o
oc
o.. gran importancia en los inicios, en especial durante las resi- Es conven iente y productivo que cua lqui er instancia de u
«
::i dencias. Para ello, se impone recuperar el trabajo compart i- trabajo académico o de administración de un conoc imiento 2:
oc
z o
w
do con los docentes de las escuelas, anticipando qué modi- es pecífico esté solidariamente engarzada en el proceso de LL
Z
,o «
u ficaciones son necesarias para acompañar cualquier intento tra bajo en las prácticas.
....J
w
« o
2:
oc de mejora . Las escuelas y las aulas constituyen los ambien- «
u
o oc
LL tes reales del proceso de formación en las prácticas; por tal 1/, Nom bre que reciben las escuelas en las qu e los estudi antes reali za n sus actividad es w
u
::i de formac ión en las prác ticas doce ntes. «

41
GRADUALlDAD y PERMANENCIA DEL APRENDIZAJE terias en el instituto superior. Asimismo, se pueden incluir
EN LAS PRÁCTICAS actividades en el instituto que incorporen el estudio y el aná-
lisis de casos de otras comunidades y escuelas.
Formarse en las prácticas docentes es un proceso per- Progresivamente, es conveniente programar el análisis
manente, que acompaña toda la vida profesional, pero es en del currículo escolar jurisdiccional para el nivel educativo
la formación inicial y, sobre todo, en la s prácticas de ense- de referencia, así como de los procesos y la documentación
ñanza, donde los estudiantes adquieren y desarrollan los ci- organizadores de las prácticas docentes y escolares y sus
mientos fundamentales de la profesión. sent idos para las prácticas [por ejemplo , agenda, registros,
Este proceso es gradual y, en la formación inicial, requie- instrumento s de producción de información y comunicación,
etc.!. Interesa analizar su importancia, niveles de informa-
re de acompañamiento, seguimiento y apalancamiento a lo
largo de todo el plan de estudios, previendo una complejidad ción y de regulación de las prácticas. Este tipo de procesos
puede incluir actividades en las escuelas seguidas por activi-
gradual y progresiva de los aprendizajes en las prácticas e
dades de análisis, estudio y reflexión en el instituto.
incluyendo la participación de los estudiantes en actividades
de responsabilidad creciente . Acompañando el proceso, es posible avanzar hacia acti-
vidades tales como la observación participante y la colabo-
Como tal, y dada su importancia, este proceso debe ser
programado, es decir, anticipado, organizado, desarrollado y
ración en actividades docentes en el aula . Asimismo, podrán
iniciarse actividades de programación y desarrollo de clases
evaluado de modo permanente, evitando la improvisación . Si
bien las prácticas pueden incluir situacione s no previstas, de específicas por parte de los estud iantes en las escuelas, con
guía activa del profesor de prácticas y el docente orientador.
las que se puede aprender mucho, es necesario programar y (j)

guiar las actividades. Pueden realizarlas en forma individual o en pequeños grupos w


1-
Z
En forma gradual, es fundamental programar y facilitar en que los estudiantes desempeñen, de modo rotativo, roles w
U
o
la primera inmersión de lo s estudiantes en contextos de docentes y de apoyo u observación, con el posterior análisis o
w «
u
1-
Z la práctica, guiados por el profesor específico y los docen- de la práctica conducido por el profesor de prácticas y/o el ¡:::
w u
u docente del aula. ,«
o tes colaboradores. Puede incluir visitas a las instalaciones o:::
o a..
« y participación en actividades acordadas con las escuelas Todo este proceso irá avanzando hacia la práctica integral ::í
u
¡::: >-
u en el aula, en distintos ciclos del nivel educativo correspon- z
,« (por ejemplo, rutinas y eventos escolares, apoyo a alumnos 'o
o::: diente. Es importante orientar el diseño de estrategias, mo-
a.. en sus tareas, etc .], y también rotación en distintos ámbitos U
«
::í dalidades e instrumentos de segu imiento y evaluación de los 2:
z soc ioeducativos. o:::
o
w
Z A medida que avanzan, y apoyándose en la recolección de aprendizajes que van construyéndose , en forma permanente LL
«
'o -1
U y formativa. w
« información , pueden trabajar el análisis contextualizado de o
2: Integrar la inscripción de las prácticas docentes en el sis- «
o:::
o las escuelas en las que participan y del ámb ito comunitario, u
o:::
LL
in tegrando lo s co ntenido s qu e estudian en la s di stinta s ma- tema educat ivo y considerar sus efectos sociales es una di- w
u
::í «
mensión que debe ser parte de la reflexión y el análisis de 2. LA DIDÁCTICA Y
las práct icas, incluyendo el propio compromiso. Este análisis
cobra más im portancia cuando las prácticas suponen mayo- LA PRÁCTICA DOCENTE
res niveles de responsabilidad y decisión .

El discurso didáctico habla de y se dirige a determinados sujeto : lo' ,


docentes. Destinatarios de la propuesta, son, sin duda, individu os real !¡, Y
por sobre todo, individuos. Con particularidades que devienen de sus hisloll /',
personales y, en especial, de su formación y experiencias profesionalc ', (¡II
práctica se desarrolla en un lugar geográfico, un momento histórico, 1111 I
determinada institución, un cierto contenido, un grupo específico de alumfl()'"
con nombres, edades, intereses y necesidades que les so n profJl /'"
ALICIA CAM ILLON I yomos 12()(1'/1

RETEJIENDO PUENTES

Las contribuciones que puede brindar la did ácti c p 11 I II


práctica y la formación docentes constituyen un cam pe di
tensiones a lo largo del tiempo. Si bien cualqui er di s ¡pllll I
UJ
f-
sufre crisis en su evolución, las tendencias y los enfoq I " 1I
Z
UJ
U
las prácticas docentes y respecto del rol de la did áct ic ) pll
o
o den representar otra curvatura de la vara. Se imp on ItI 1I
<!
U
1=
cesidad de revisary reflexionar sobre estas trayectorirl " IlIl ,
u
.<!
o:: cando un nuevo equilibrio produ ct ivo . Ello par c
o..
de alguna importancia si consideramo s qu e la ns , tl l! / 1 I
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z un eje central no solo en la prácti ca sin o, tambi én, Il II 1111
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z mac ión de los docentes.
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::2:
La predominancia durante mu cho ti emp o del 111
o::
oLL las prácticas docentes como campo de aplicación el
:s dos, co ntenidos y procedimientos té cni cos y, en It i

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