Sobre los limites y las posibilidades
de la expresividad motriz
en la teoria de Craig (1872-1966
na de las teorfas més revolucionarias so-
bre el teatro y la corporilidad es, sin
duda, la del inglés Edward Gordon Craig
(1872-1966), de la que se pueden destacar dos as-
pectos fundamentales: el primero, la exaltaciéa
del movimiento como medio expresivo escénico
y, el segundo, la oposicién al concepto instru-
mental del cuerpo del actor.
Para Craig, el movimiento de |: forma huma-
na es el origen de todas las formes teatrales, el
germen de las manifestuciones viteles en general
y artisticas en particular. En su cencepcion tea-
tral se establecen tres fuentes naturales del arte:
sonido, luz y movimiento, De este modo, contra
la sumisién al texto, Craig suena con un proyec-
to de renovacién en elg eu el teatro se convierta
en un arte del movimiento a través de una nueva
forma de entender la formacién actoral y la es-
cuela teatral.
En su lucha contra la instrumentalizacién re-
chaza la condicién det cuerpo como instrumento
artistico, ya que la perfeccién gesiual mecanica
implicaria la sumisién corporal a los dictimenes
de la mente alienacién del actor-, El cuerpo de
Craig es un cuerpo indomable, cuya naturaleza
emotiva le impide tanto el dominio vocal como
el control gestual absoluto, En su proyecto de li-
beralizacidn recurre por una parte a la gestuali-
vacién simbélica y, por otra, a la ereacién de la
supermarionela,
74. | primar acto
Maria Paz Brozas
Asi, pues, a partir de una concepeién de teatro
una visién historica muy critica y un proyecto de
furuto utépico~ y de una concepeién radical de la
expresividad motriz.en el ser humano, plantea una
propuesta de intervencién pedagégica dirigida al
actor, basada en la reflexion y en la intencién con-
ciliadora sobre la pareja cuerpo-teatro.
Craig, teérico teatral y pedagogo
Uno de los tedricos que cuestionaron desde
sus raices la realidad del fenémeno teatral como
algo susceptible de ser analizado y, ademas, en-
sefiado fue Edward Gordon Craig!. De su labor
pedagégica destacan la fundacién de la Escuela
de Arte del Teatro, en Florencia, en 1913, lapro-
lifica publicacién de textos tedricos sobre el tea-
tro, las colaboraciones en las distintas publi
ciones europeas de la época y su relacién
constante con el conjunto de personalidades de
la escena de principios de siglo ~Stanisluvski,
Appia, Duse, Reinhard, Copeau, Daleroze, etc.—.
El énfasis pedagdgico de Craig recae, sobre
todo, en lu creatividad y veracidad del actor, cus
Tidades entendidas e inspiradas en el modelo de ac-
tor oriental?, Trata de compatibilizar la inventiva y
Ja imaginacion de sus alumnos con la disciplina pe-
dagégica y la perfeccién técnica; en este sentido,
combina las clases de técnica de la danza y la pan-
tomima con la observacién directa de la expresiéncorporal en la vida cotidiana: “Evia escuela raba-
jaba ta voz y el movimiento en espacios escénicos
cequipados para restituir la condicién teatral,,, La
gimndstica, la danza y la pantomime relajaban et
cuerpo; se ejercitaba la vor, pera también se este
diaban disetios de escenograftas, la construccion
de maquetas, la direccién escénica, ias teortas te-
atrales del pasado, ta historia de tas marionetas y
su manejo, ete. Exigha una discipliva rigurosa.
Pese a este rigor, Craig intent6 desarrollar el es-
piritu observador y la inventiva creadora de sus
alunos. Para ello les enviaba a observar la gen-
te en las calles para evocarla luego a través de ta
paniomima.”*
Pero a importancia pedagégica de Craig e
triba, mas que en sus experiencias didacticas,
en la densidad y umplitud de su elcboracién t
6rica en la que formula una insélita concepeién
y ubicacién dle movimiento en la creacién te-
atral. Craig entendi¢ la escuela tea‘ral como un
centro de ensefianza y un centro ce investiga-
ci6n para el estudio de los elementos del arte
teatral: ef movimiento o la accién, el sonido 0
la voz. y la luz o la escena. Asi lo pone de re-
lieve en El Arte del Teatro, donde asevera so-
bre la imperiosa necesidad de equipar la es-
cuela con todo el material adecuado para el
estudio del movimiento: “Construiremos y
equiparemos una escuela, dotdndola de todo
lo necesario... Ademds compraremos aparatoy
para el estudio del movimiento; algunos serdn
inventados propiamente para este uso. gLe
quedan claro ahora, estos dos puntos? Pri-
mero: que tendremos una escuela para expe
rimemar, para el estudio de las tres fuentes na-
turales del arte, sonido, luz y movimiento 0
como las he definidu en otra parte, voz, esce-
na y accién", lo que revela cémo la preocu-
pucién por el movimiento es uno de los mévi-
les fundamentales para la concepein y puesta
en marclia de la escuela teatral. Las aportacio-
nes de Craig en lo que respecta al lugar de la
expresién corporal en su escucla se pueden
centrar, siguiendo el esquema de Yves Lorelle,
en tres aspectos: la vinculacién del gesto a la
cidn y la creatividad, la importancia
is del movimiento del cuerpo huma
no con una visién comparativa extensiva al
La expresividad del cuerpo 0 ef actor en movirienta,
Roberto Zucco, 1997, Eslovenia,
movimiento
n lu naturaleza en general -mo-
vimiento del viento, de los animales, etc.~y el
papel de lx mascara como recurso de la expre~
sividad eseénica
A pesar del caricter effmero de la experiencia
de la Escuela del Arte del Teatro, se puede con-
siderar un antecedente importante que sirvié de
referencia para proyectos posteriores en otros pai-
ses de Europa, A este respecto, Yves Lorelle’ se~
ala como indicios de influencia y continuacién
ala escuela de Craig, la apertura de la escuela del
primerasto) 75EXPRESIVIDAD MOTRIZ
Vieux Colombier, abierta
en Francia en 1921 y la
Formacién del Actor Ide-
al abierta en Rusia en
1927.
Reivindicacién de
un teatro “teatral”
basado en la
sucesion de
movimientos
En la critica al teatro de
su tiempo, Craig desprecia
los aspectos verbales y el
texto dramético en tanto
que subyugador, al tiem-
po que evoca el valor teatral del movimiento,
como germen original de un arte “adulterado”.
Asi pues, una de las principales reivindica-
ciones de Craig fue la gestualidad teatral frente
ala palabra. A este respecto, Gordon Craig ma
nifestaba su repulsa ante el teatro “charlata
co y vociferante” en el que, segiin él, se utiliza
Ja palabra como forma de
tergiversar el pensamien-
toy el contenido comuni-
cable en general. El ges-
to, por el contrario, lo
entendié como una posi-
bilidad del arte teatral
para expresar y no ocul-
tar, para comunciar, ya
que, para Craig, el ser hu-
mano no es atin capaz, de
mentir gestualmente ni de
dominar la emocisn cor-
poralmente: (...) “El. arte
tuiliza los propios mare-
riales no para disfrazar
los pensamientos sino
para expresartos (...)
Pero ni lus ninos ni los
hombres sabios son ca-
paces de mentir de una
manera facil y graciosa
con los gestos... Para et
hombre, las palabras son
también la m
76 | primer acto
“El arte utiliza los propios
materiales no para disfrazar
los pensamientos sino para
..) Pero ni los
ninos ni los hombres sabios
son capaces de mentir de una
manera facil y graciosa con
los gestos (...) Para el hombre,
las palabras son el instrumento
mas facil e inmediato para
mentir” .
expresarlos (.
“Me gusta recordar que toda
cosa brota del movimiento,
isica; me gusta
pensar que serd nuestro
supremo honor ser los
ministros de esta fuerza
suprema: el movimiento.
Porque ves la relacién que hay
entre el teatro y esta tarea. Los
teatros de toda la tierra,
Oriente y Occidente, han
evolucionado (aunque su
desarrollo se haya
degenerado), desde el
movimiento; el movimiento de
la forma humana’ .
el instrumento mas facil ¢
inmediato para meniir
La eliminacién del texto
teatral fue una de Tas as
raciones de Edward Gor-
don Craig, aspecto que
consideraba imprescindi
ble para una creacién
bre y no subyugada a la
literatura; para Craig cl
texto no es una necesidad
inmanente del teatro tal
como se refleja en
critos sobre El arte de!
teatro, a principios de si
) glo, sino més bien un as-
(E.G. Craig) ao perturbador. Pero,
teniendo en cuenta las dificultades de su empre-
sa, [a eliminacién del texto, la plantea como un
objetivo a largo plazo, sabedor de que el teatro
podia tardar mucho tiempo en desvincularse de
este elemento y adquirir toda su autonomia
“Pero no necesariamente el teatro deberd ba-
sarse siempre sobre un texto para ponerto es ¢
cena; un dia, le dije, cre-
ard los product
auténomos de su arte”
La desvalorizacién del
texto en Craig se produce
y se entiende si se tiene
en cuenta cl concepto que
tenia sobre el teatro como
arte visual y como arte del
movimiento, En este sen-
tido, Craig es quizis el
autor més claro y més ra-
dical en su defensa de un
teatro sin texto; en El Arte
del Teatro sefiala las ta-
zones que le llevan a re-
lamar un teatro que pre
cinda de la obra
dramética, subrayando,
sobre todo, la dependen-
cia servil que el texto crea
sobre los demas elemen-
tos teatrales y el obsticu-
lo que puede suponer para
IS C8
(EG. Craig)G.GRAG
el desarrollo auténomo del arte teatral: “Y estoy
aqut para decirselo y para reclamar el teatro
para aquellos que han nacido en el teatro. ;¥ lo
lograremos! jHoy 0 manana o dentro de cien
ais, pero lo lograremos! De esta manera, vean;
no quiero eliminar todo texto de la escena por
ostentacién, sino, en primer lugar, porque he ob-
servado que los textos vienen arruinados y en se~
guado lugar porque los texios y los autores dra-
métidos nos arruinan; es decir, nos privan de
nuestra autonomia y nuestra vitalidad”*,
Pero ademés, en la justificacién de su recha-
zo al texto teatral, como uno de Ics elementos
perturbadores y limitantes del desarrollo del arte
dramético, Craig define el Ambito teatral por su
especialidad motriz. En el mismo nivel que el
texto, como elementos secundarios, sittia también
tamtisica y la pintura, aspectos en los que se basa
para justificar su defensa de la independencia y
autonomfa que requiere el teatro, El movimiento
es para Craig el medio comunicativo del teatro y
el aspecto clave del que depende casi exclusiva-
mente el desarrollo y el “engrandecimiento” del
arte: “Déjeme repetirles que no solamente el tra-
bajo del escritor es iniitil en el teatro. También
lo es el trabajo del miisico y el de! pintor. Los
tres son completamente intailes. Que ellos yuel-
van a sus reservas, a sus reinos jy dejen a los ar=
tistas del teatro la posesion de sus dominios! So-
lamente cuando estos tiltimos sean nuevamenie
reunidos, surgiré un arte tan alto y tan univer-
salmente amado que -lo profetizo- se descubri-
rd en él una nueva religion... Ella revelard ante
nuestros ojos los pensamientos silenciosamente
—por medio de movimientas~ a través de una su-
cesion de imagenes”,
Respecto al sentido y la importancia del mo-
vimiento, Craig le atribuye toda la “fuerza tea
tral”, El movimiento es para él, el germen de to-
das las manifestaciones artfsticas y vitales. Las
referencias histéricas de Gordon Craig, tratan de
poner ce manifiesto la evolucién del teatro a par-
tir del movimiento y la degeneracién del arte
como consecuencia de su pérdida, Craig se mues-
tra tajante e incluso hiriente en sus afirmaciones
cuando sefiala como principio universal y crea-
dor de! teatro al movimiento humaro: “Me gus-
ta recordar que toda cosa brota del movimiento,
Lo supermarioneta 0 e octor tere que donza poro expresase,
("Danza de los gestos’, 1927, Bavhovs)
también la miisica; me gusta pensar que serd
nuestro supremo honor ser los ministros de esta
fuerza suprema: el movimiento, Porque ves la re-
lacién que hay entre el teatro y esta tarea. Los
teatros de toda la tierra, Oriente y Occidente,
han evolucionado (aunque su desarrollo se haya
degenerado), desde el movimiento; el movimien-
to de la forma humana’™.
EI problema de la expresividad
motriz y la naturaleza emo!
del cuerpo
El discurso radical de Craig rompe con la I6-
gica e incluso con la esperanza de su propio mo-
delo teatral en el momento en el que aborde los
limites de la expresividad motriz. El deseo de li-
berar al teatro se extiende a la intencién de luchar
contra la instrumentalizacién del cuerpo del ac-
tor. El uso teatral del cuerpo pierde sentido para
Craig cuando se entiende como una doma: el
cuerpo es indomable, ni dominio vocal ni control
primerasto| 77XPRESIVIDAND MOTRIZ
gestual escapan a 1a naturaleza emotiva de un
cuerpo que sigue sus propios designio:
‘Asi, el rechazo de Craig al cue:po como ins-
trumento artistico pone de manifiesto la idea de
expresividad corporal como capacidad limitada"™
6 cuerpo, segiin sefiala, no puede llegar nunca a
expresar toda la gracia de la naturaleza humana
porque la corporalidad se rebela ante a i
mentalizacién, ante ¢l dominio total y absolute
sobre la gestualidad, Para poder expresar todos
los matices, todos los signifieados vitales y co-
municables en escena, seria necesario desarrollar
un dominio absoluto sobre el cuerpo que, por las
caracteristicas propias e incontrolables de la cor-
poralidad, resulta segun Craig. imposible: “El
danzamte ideal, hombre 0 mujer, esté en grado
de expresar con la fuerza o gracia del cuerpo
mucha de la fuerza y gracia que hay en la nate.
raleza humana, pero no la puede expresar toda
ni siquiera la milésima parte, Porque al danzan-
te se le aplica la misma verdad que a cuantos uti-
lizan la propia persona como insirumento. jAy
de mi! El cuerpo humano rechaza ser un instru-
mento, aunque sea de la mente que habita en el
cuerpo mismo... Sino que con un gesto significa.
tivo obligamos una vez mas a nuestra alma tre-
pidante a avanzar, antes que el cuerpo, sobre us
nuevo camino para reconquistarta”
En este sentido, ni siquiera el bailarin, en
quien Craig deposita su méxima confianza ex-
presiva, seria capaz de manifestar la totalidad
de lo expresable. La naturaleza humana y con
ella la corporatidad tienden hacia la libertad;
Esta es la raz6n que impide que el cuerpo se so-
meta a los dictémenes del alma, La persona del
actor, por considerarse de naturaieza corporal,
es un elemento inutilizable debido a la fuerza y
la influencia incontrolable de las emociones so-
bre el gesto y sobre la voz: “Tudit la naturale-
2a humana tiende hacia la libertad, por esto el
hombre trae en su misma persone la prueba de
que, como material para el teatro, él es inuiti-
able. En el teatro moderno, puesto que wno uti-
liza como material el cuerpo de hombres y mue-
jeres, todo lo que se representa es de naturaleza
accidental: las aceiones fisicas del actor, ta ex
presiin de su rosiro, el sonido de ta voz, todo
esté a merced de sus emociones... A la voz del
ru-
78. | primer acto
actor sucede lo mismo que a sus movimientos,
La emocién la ahoga y la obliga a conspirar
también ella en contra de ta razén"", La natu-
raleza libre y emotiva del ser humano impide el
sometimiento mecénico del cuerpo a los deseos
de la mente: el cuerpo se rebela a su propia es-
clavitud. A este respecto, cabe decir que Craig
niega la capacidad de control corporal absolu-
to, lo que se explica por el cardcter emotivo del
cuerpo. La educacién del cuerpo del actor esta
limitada en el sentido de que el cuerpo humano,
no es una maquina que pueda alcanzar median-
te 6rdenes externas la perfeccién mecénica; por
ello la intervencién de las emociones impore un
tratamiento diferente a la corporeidad: “No le
ha sorprendido el ofr decir que las emociones
no tienen excsiva importancia, y que él estd en
grado de controlar el rostro, las rasgos, la voz
y asi seguido, exactamente como si su cuerpo
fuese un instrumento... {Ha existido alguna vez
algtin actor que haya educado su cuerpo desde
Ja cabeza hasta los pies a tal punto de obtener
una total sumisién al trabajo de la mente sin la
més minima imervencidn de las emociones?
Jamés, jamas: no existié un actor que haya al-
canzado tal estado de perfeccién mecanica
como para hacer de su cuerpo esclava de ta
mente”.
La creacién y el enigma
de la supermarioneta:
cuerpo de actor o de titere
Se considera a si mismo un ereador y menos-
precia Ia pretensién reformadora de algunos di-
rectores teatrales; sus pretensiones, segdin mani-
fista, no consistfan en una mera reforma sino en
un cambio total: “Yo no he sido jamas un refor-
mador, pero muchos directores intentan serlo..
Los artistas que tienen espiritu creativo no re-
Jorman nunca las cosas... las crean"'*. Bl con-
cepto de creacién en Craig se aplica en distintos
sentidos: afecta, en primer lugar, a la concepcién
escenogréfica pero, ademas, a la diteccidin artis-
tica y a la intervencién del actor. En lo que res-
pecta al actor, Craig pretende liberarle de la si-
tuacién de sumisién alienante en la que
stamente se encuentra, proponiendo unaG GAG
formacién rigurosa que le permita desarrollar Ia
creacién simb6lica con sus movimrientos, es de
cir, recuperar todo su potencial expresivo perdi-
do, La expresién motriz
creativa del actor es el
elemento fundamental del
teatro; slo cuando la ca-
pacidad expresiva se rele-
ga, aparece la necesidad
de aprovechar al maximo
otros elementos teatrales,
Jos euales pueden oscure-
cer e! valor de aquélla’.
La alienacién del ac-
for, producto de las limi
taciones propias de la ex-
presividad corporal, como
se ha sefialado, constituye
uno de los. principales
fremtes de lucha de la teo-
ria de Craig, ante el cu;
plantea dos posibles res-
puestas 0 soluciones. La
primera se basa en la cre-
acién original de una ges-
tualidad simbélica para
evitar la dependencia del
{teatro verbal y de las indi-
caciones del texto o del
director a las que se sme-
te al actor: Pere veo una
rendija a wavés de ta cual
los actores podréin evadir
4a tiempo la servidumbre
en que se encuentran.
Ellos tienen que crear por
st mismos una nueva forma de actuacién, que
consiste esencialmente en gestos simbélicos”";
Ja segunda consiste en la creacion de la “Super-
marioneta” como elemento escénico que evitaria
la instrumentalizacién del cuerpo del actor: “Por
esto tenemos que intentar reconstruir aquellas
imagenes y no conformarnos tinicamente con et
titere: teniemos que crer la Supermarioneta. Lo
Supermarioneta no competiré con la vida sino
mas bien ird mds alld. Su ideal no serd la carne
y la sangre sino mds bien el cuerpo en catalep:
sia: aspirard a vestir con una belieza similar @
“Sabia que la vista es el mas
veloz y el mds agudo entre
todos los sentidos del hombre.
La primera cosa de que tenia
la percepcién cuando aparecta
frente al piblico eran los
cientos de ojos ansio
dvidos. Y los espectadores,
sentados tan lejos para no
poder oir todas sus palabras,
parecian mds cercanos por la
intensidad y el ardor con que
lo miraban. A ellos y a todos,
él se dirigia en poesia y en
prosa, pero siempre por medio
de la accién: accién poética
que es la danza, 0 accion en
prosa que es el gesto”.
fa muerte, aun cuando emane un espiritu lena
de vida"™, La *Supermarioneta” es el simbolo de
la encrucijada del pensamiento de Craig en tor-
no al cuerpo eseénivo de]
actor, el simbolo de la pa-
radoja de una expresisn
corporal inaleanzable por
enfrentar los limites y po-
sibilidades de la compora-
lidad
En la idea utopi
permarioneta se enct
la idea de cuerpo ese
co ideal, un cuerpo sin
trascendencia que permi-
te y suscita, por su natu-
raleza todas las liberta-
des!. El cuerpo ideal de
Ja supermarioneta evoca
la aparicién mas que la
anéedota, el icono més
que la copia de la vida,
La “Supermarioneta”
aglutina, asimismo, el de-
seo de la visibilidad escé-
nica, representa la sintesi
de cuerpos, colores, mo-
vimientos, ritmos, gestos
y sonidos sin doble senti-
do”, El modelo actoral de
Craig denominado la “Su-
permarioneta”, represen-
taba la corporeizacién ab-
soluta de lo interno, 12
ausencia de personalidad
de sentimiento e incluso
de personaje humano.
50S y
(E.G. Craig)
Creacién: transformacién
del movimiento en danza
En su lucha contra la imitacion y en busca de
la creacién, Craig subraya el valor de la danza,
como forma motriz no cotidianu; a este respecto,
concibe el movimiento como matriz, de dos for-
mas expresivas; a una la denomina gesto ya la
otra danza”. El primero es el movimiento “nece-
sario” no convencional y cl segundo el movi-
primer acto 79EXPRESIVIDAD MOTRIZ
miento cuya esencia es el ritmo: “a prosa y la po-
esia" de la escenificacion dramitica respectiva-
mente. Craig valora la percepcién visual sobre la
auditiva en la expresién dramatica, razén por la
que considera al bailarin un modelo para la ex-
presidn del actor y también para ‘a inspiracién
creativa del dramaturgo. El bailarin es un mode-
Jo para el actor en 1a medida en que posee las no-
ciones de dominio corporal y de aprehensién es
pacio-temporal que le permiten componer
corporalmente de forma simbdlica: el actor ha de
convertirse en actor-bailarin duefio de un len-
guaje gestual altamente significativo® y creador
de imagenes visuales parlantes. La importancia
de la danza en la concepeién de Craig hay que
comprenderla, por tanto, en el marco de una de-
fensa encarnizada del teatro como arte visual y
no auditivo: “Sabla que la vista ex el mas veloz
y el mds agudo entre todos los semidos del hom-
bre. La primera cosa de que tenfa la percepcién
cuando aparecta frente al piblico eran los cien
tos de ojos ansiosos y dvidos. ¥ los espectadores,
sentados tan lejos para no poder ofr todas sus
palabras, parecian mas cercanos por la intensi
dad y el ardor con que lo miraban.A ellos ya to-
dos, él se dirigta en poesta y en prosa, pero siem-
pre por medio de la accién: accién poética que
es la danza, o accién en prosa que ¢s el gesto”™
Las justificaciones del teatro como arte visual son
les, tanto desde e] punto de vista hist6ri
y etimolégico® como psicofisioldgico, Desde
esta dhtima perspectiva, por ejemplo, ta vista se
considera el sentido mas répido y laaccidn el me
dio mas adecuado para la percepcién de los es:
pectadores: accin en prosa —gesto- 0 accidn po-
ética danza,
La danza, sin entrar en controversias concep-
tuales, aparece como uno de los elementos tea-
trales, segiin una perspectiva del teatro que se ins
pira en el origen gestual del mismo, y nunca
plante6 las asociaciones entre la danza y el tea.
tro. como géneros escénicos separados unidos al
estilo wagneriano sino que considers la utiliza
cidn de Ja danza como intervencisn propia del
teatro". Los elementos teatrales en la teoria crai-
giana son “la accién, las palabras, las lineas y
el color y el ritmo” , de cuya sintesis conjunta se
compone el arte teatral””, La danza se identifica
80 | primer act
solamente con la “aceién y con el ritmo" , no obs-
tante, a partir de esta asociacién de !a “danza”
con la “accién” , por su caracterizacién motriz,
se le atribuye el valor de fuente hist6rica del arte
teatral y, por su vinculacién con la miisica y el
estudio espacio-temporal del movimiento, cons-
tituye la referencia y la conerecién del ritmo, Para
Craig, aunque pretende teéricamente considerar
la danza como un elemento mas con el que se
puede de forma exclusiva identificar el teatro,
“aceién” y “danza” destacan como los elemen-
tos primarios de los que surge toda forma de te-
atralidad: “EI arte del teatro no se identifica con
a representacién 0 con el texto y tampoco con
la escenografia 0 con la danza, mas es sintesis
de todos los elementos que componen este con-
juno: de accién, que es el esptritu de la repre-
sentacion; de palabras, que forman el cuerpo det
texto; de lineas y de colar, que son el corazén de
fa escenografia; de ritmo, que es la esencia de ta
danza... Bajo un cierto aspecto quizds la accién
tiene prioridad. Ella es para el arte del teatro lo
que el dibujo es para la pintura 0 la melodia
para la musica. El arte del teatro nacié de la ac-
cién, del movimiento, de la danza... El padre del
dramaturgo fue el bailarin’®*, En su largo tra-
yecto como tedrico y practico teatral, Craig evo-
luciona favorablemente en lo que respecta a Ia in-
clusién de la danza en Ja puesta en escena, De
una concepcién mas abstracta del movimiento y
de la danza deriva a un juego creativo de las po-
sibilidades de ambos en escena, rompiendo es-
quemas y limitaciones anteriores”.
El movimiento es para Gordon Craig el origen
de todo, es una “fuerza suprema” de la que de-
rivan la misica y el teatro; es ésta una idea a par-
tir de fa cual la explicacién de Craig respecto a
la rafz motriz del teatro incurre en la afioranza del
pasado historico de] drama; desde esta nostalgia
universal de tiempos remotor Craig se lamenta
de haber llegado a una época de “degeneraci
que ha olvidado la fuerza escénica del movi-
miento.
La figura més representativa en esta concep-
cidn antigua del teatro era un “sacerdote baila-
rin” , supuesto precursor del acrébata, del jugtar
y del actor. en los que se convirtié por “degene-
racién”: “¢Por qué decir de aquella ilimitada yG. GRAIG.
estupenda cosa que tiene su morada en el espa-
cio: el movimiento? De su sonido se deriva aque-
Ha maravilla de maravillas que se llama misi-
ca... Me gusta recordar que toda cosa brota det
movimiento, también la miisica; me gusta pensar
que seré nuestro supremo honor ser los minis-
ros de esta fuerza suprema: el moviniento. Por-
que ves la relacién que hay entre el teatro y esta
tarea. Los teatros de toda la tierra, de Oriente y
Oceidente, han evolucionado (aunque su desa-
rrollo se haya degenerado, desde el movimiento;
el movimiento de la forma humana... En los pri-
mertsimos tiempos el danzante era vn sacerdote
o una sacerdotisa y pese a ello no esa un perso=
naje melancolico; pronto degeners en algo mas
similar al acrébata y terminé por llegar a una
delimitacién entre danzante-bailarin. Por aso-
ciacién con el juglar aparecié el acior"™®.
Por ello, el gesto simbélico propio de la danza
es una alternativa para superar e] estado de alie-
nacidn en el que supuestamente se encuentra el
actor", pero con la condicién de que este gesto
fuera resultado de la creacién del propio actor. La
2 se configura como un medio pra recoger las
formas motrices de la naturaleza aun con el re-
querimiento de muchos afios para conseguir el ba-
gage expresivo de ésta: el actor ha de iniciarse
lentamente desde los movimientos myis simples y
los ritmos més sencillos para aleanzar progresi-
vamente la complejidad de una expresién supe-
rior. Asi, la danza en la perspectiva eraigiana no
es una condicién suficiente para “regenerar” al
teatro de su tiempo tiene ventajas pero tiene tam-
bign Jas limitaciones comunes a toda forma artis-
tica que utiliza el cuerpo humano como instru-
mento: “No sostengo que con el renacimiento de
la danza vendré el renacimiento det antiguo arte
del teatro, porque no pienso que el denzante ideal
sea el instrumento magistral para poder expresar
cuanto de més perfecto hay en ef movimiento, El
danzante ideal, hombre o mujer esté en grado de
expresar con la fuerza o gracia del cuerpo mucha
de la fuerza y gracia que hay en ta naturaleza hu-
‘mana, pero no la puede expresar toda, ni siquie-
ra la milésima parte. Porque al danzante se le
aplica la misma verdad que a cuantos utilizan la
propia persona como instrument. jAy de mt! El
cuerpo humano rechaza ser un instrumento, aun-
El actor y el espacio 0 la expresividad de ambos en su conjunto
‘Magueta para el montaje de “Macbeth”, por Craig.
que sea de la mente que habita en el cuerpo mis-
mo, La antigua, divina unidad, el divino cuadra-
do; el incomparable ctreulo de nuestra naturile-
za ha sido cruelmente roto por nuestros humores,
y yerno se dibuja por instinto el cuadrado 0 se tra
za el circuto en la pared gris frente a nosotvos.
Sino que con un gesto significative obligamos ma
vez mds a nuestra alma trepidante a vanzar, an-
tes que el cuerpo, sobre un nuevo camino para re-
conquistarta” ®
El actor de Craig oscila entre el modelo de bai-
larin y el de tftere o quizas fuera un titere en dan-
za, El bagaje gestual al que Craig aspiraba para
sus creaciones se identificaba fundamentalmen-
te con las danzas de los actores africanos y, so-
bre todo, asidticos.
* Eagar Ceballos en la introduceidn a Craig BG. (1987)
Elarte del teatro. UNAM, ei. Gaceta, MExie0, p.8.
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