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Lo justo y lo injusto en el proceso.

Consideramos injusto lo inaceptable contra principios naturales de lo justo, valorado por


nuestra percepción. Lo justo es un derecho humano fundamental. No existe una definición
exacta e indubitable de lo justo y se ha adminiculado al concepto de justicia, pero, sabemos
que no toda justicia es justa.

El debido proceso es un principio jurídico procesal o sustantivo, según el cual toda persona
tiene derecho a ciertas garantías mínimas, tendientes a asegurar un resultado justo y
equitativo dentro del proceso, y a permitirle tener oportunidad de ser oído y hacer valer sus
pretensiones frente al juez. El término procede del derecho anglosajón, en el cual se usa la
expresión “debido proceso legal”.

La noción del “Debido Proceso” como ha sido asumida en la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela comporta el categorizar a dicho Derecho como uno de los Derechos
Humanos, vinculado éste a todo proceso jurisdiccional o administrativo y con miras a
posibilitar tanto el requerimiento como el reconocimiento judicial a un “juicio justo”.

Este importante principio y derecho tiene su fundamento en el artículo 49 de la Carta


Fundamental venezolana, que dispone:

Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas;
en consecuencia:

1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la


investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los
cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios
adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas mediante violación del
debido proceso. Toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, con las
excepciones establecidas en esta Constitución y la ley.

2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.

3. Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas
garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente, por un tribunal competente,
independiente e imparcial establecido con anterioridad. Quien no hable castellano o no pueda
comunicarse de manera verbal, tiene derecho a un intérprete.

4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones
ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta Constitución y en la ley. Ninguna
persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la identidad de quien la juzga, ni podrá ser
procesada por tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal efecto.

5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma, su
cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad.
La confesión solamente será válida si fuere hecha sin coacción de ninguna naturaleza.

6. Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos como
delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.

7. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los cuales
hubiese sido juzgada anteriormente.
8. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de la situación
jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión injustificados. Queda a salvo el derecho
del o de la particular de exigir la responsabilidad personal del magistrado o de la magistrada,
del juez o de la jueza; y el derecho del Estado de actuar contra éstos o éstas.

Los gobiernos, cualesquiera que sean sus ejecutorias, deben estar enmarcados en la ética, en
el humanismo y en lo constitucional, sin ser esclavos del socialismo marxista y tiránico ni de la
democracia capitalista y salvaje, sino en apego al ideal social de conciliación para convivir en
una sociedad justa, sin ser cancerberos de la gente, sean ricos o pobres. El gobierno debe estar
al servicio de las leyes, pero sin utilizar vías de hecho violando el derecho de defensa y al
debido proceso. Justificar acciones contra legis, no es el procedimiento en un Estado de
Derecho Justo. Lex iniusta non est lex.

La posición del abogado ante el juez

La posición que debe asumir el abogado es una posición de colaboración y respecto ante el
juez para conseguir con estos valores una relacion con armonia la cual lo llevara a una solucion
de un conflicto. Siempre se debe mantener la linea de respeto con el juez para que asi no
existan entorpecimientos en el proceso, o dilaciones innecesarias como lo pueden ser la
inhibiciones y recusaciones.

El juez como director del proceso del proceso: causas de inhibición y recusación.

Las inhibiciones son las abstenciones voluntarias del juez, del fiscal del ministerio público o de
cualquier otro funcionario judicial o auxiliar de intervenir en un determinado juicio

Las recusaciones se pretende que un funcionario judicial no siga conociendo una controversia
por estar incurso en una causa legal invocada por las partes. En la reacusación la abstención es
forzada por las partes por eso es distinta a la inhibición

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