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El significado jurídico de los grupos de

sociedades. La corporate governance

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Los grupos de sociedades constituyen una realidad empresarial característica de nuestro tiempo
en la que se ejerce, por la entidad que encabeza el grupo, una dirección unificada sobre las diver-
sas personas jurídicas, normalmente sociedades, que lo componen. La dialéctica unidad econó-
mica-pluralidad jurídica caracteriza al grupo y es el factor que dificulta el logro de un régimen jurí-
dico adecuado para el mismo. No han faltado los intentos por conseguirlo, no sólo en los diversos
ordenamientos jurídicos nacionales, sino también en la Unión Europea. Salvo algunas excepciones
(como es el caso de Alemania o Portugal), el tratamiento de los grupos se orienta, dentro de la
corporate governance, hacia la autorregulación, sin perjuicio de la existencia de ciertas normas le-
gales sobre la figura. Pero, más en general, este planteamiento podría realizarse a través de ins-
trumentos, como el «contrato de grupo», compatible con el vigente Derecho español, y fórmula
idónea para establecer bases sólidas sobre su régimen jurídico.

Sozietate-taldeak oso enpresa-errealitate esanguratsua dira gaur egunean: talde horietan, buru den
erakundeak norabide komuna ematen die taldea osatzen duten bateko eta besteko pertsona juri-
dikoei (normalki, sozietateak izaten dira). Batasun ekonomikoa versus aniztasun juridikoa, dialektika
horixe da taldearen bereizgarri nagusia eta baita, aldi berean, talde horietarako araubide juridiko
egokia lortzeko oztopo handiena ere. Eta, egin, egin izan dira makina bat ahalegin araubide hori
mamitzeko, ez soilik estatu bakoitzeko antolamendu juridikotan, baita Europar Batasunean ere.
Zenbait salbuespen alde batera utzita (esate baterako, Alemania eta Portugal), taldeekiko tratamen-
dua, corporate governance delakoaren baitan, autoerregulazioara bideratu da nagusiki; figura horri
buruzko lege-arauei erreparatuta beti. Nolanahi, orokorrean hartuta, planteamendu hau «taldekako
kontratua» delako tresnaren bidez gauza daiteke, zuzenbide espainiarrarekin bat datorrelako eta tal-
deen araubide juridikoari buruzko oinarri finkoa ezartzeko formula ezin hobea delako.

Groups of companies are a current business reality characteristic, in which the company leading the
group performs a unified management of the different legal entities, usually companies that form the
group. The dialectic economic unity and legal plurality characterises the group and is the factor that
hinders at the same time the achievement of a suitable legal regime. Such a regime has been tried
many times, not only in the different national legal regulations, but also in the EU. Except several
exceptions (like Germany or Portugal), the treatment of the groups is focused, within the corporate
governance, towards the self-regulation without detriment of some legal rules over the figure.
However, more in general, this approach could be applied through tools such as the “group
agreement”, compatible to the current Spanish Law and a suitable formula to stablish a solid base
over its legal regime.

Ekonomiaz N.º 68, 2.º cuatrimestre, 2008


José Miguel Embid Irujo
Universidad de Valencia

ÍNDICE

1.  Presentación
2.  Concepto, elementos y caracteres de los grupos de sociedades 85
3.  Regulación jurídica de los grupos de sociedades. Especial referencia a la Unión Europea
4.  Gobierno de la empresa y grupos de sociedades
5. Propuesta de autorregulación de los grupos de sociedades en el contexto del gobier-
no de la empresa: el contrato de grupo
6.  Conclusiones
Referencias bibliográficas

Palabras clave: g
 rupos de sociedades, dirección unificada, transparencia, gobierno corporativo, contrato de
grupo.
Keywords: groups of companies/corporate groups, unified management, disclosure, corporate governance,
group agreement.

N.º de clasificación JEL: K22

1.  PRESENTACIÓN tario, esencialmente). Aunque esos proble-


mas tienden a adquirir un perfil propio,
El interés por el estudio y la regulación según el sector del ordenamiento jurídico
de los grupos de empresas o de socieda- en que nos encontremos, suele haber
des (según terminología preferida por los acuerdo en señalar al Derecho mercantil
juristas) ha sido bien notorio a lo largo del como el ámbito natural de su tratamiento,
pasado siglo XX, en particular en su segun- correspondiendo dentro de él, al Derecho
da mitad. Es más, puede decirse que esta de sociedades la primacía a la hora de su
singular forma de organización empresarial regulación. En efecto, es aquí donde se
surge para el Derecho como objeto de es- plantean las cuestiones esenciales del gru-
tudio y de regulación en dicha época, aun- po, susceptibles, por lo demás, de exten-
que, sin duda, pueden rastrearse estructu- derse a otras ramas del Derecho: su con-
ras similares en fases históricas anteriores.
cepto, los sujetos que lo componen
Como expresión del creciente proceso de
(normalmente, sociedades), los conflictos
concentración empresarial, los grupos tien-
entre interés del grupo e interés individual
den a producir diversos y complejos pro-
de sus sociedades integrantes, la tutela de
blemas jurídicos que afectan, sobre todo, a
los socios externos y de los acreedores so-
aquellas ramas del Derecho directamente
ciales, etc.
vinculadas con la ordenación normativa de
la empresa y de su actividad (Derecho mer- Es cierto, no obstante, que la realidad
cantil, Derecho del trabajo y Derecho tribu- más reciente de los grupos nos muestra

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José Miguel Embid Irujo

una llamativa evolución, conforme a la cual do empresarial integrado por diversos suje-
otras entidades y personas jurídicas son tos de Derecho (normalmente sociedades)
susceptibles de integrarse en ellos, dando a que, sin perjuicio de su personalidad jurídica
su fisonomía, y a su significado jurídico, una propia, quedan sometidos en su actuación
cierta novedad, así como una considerable en el mercado a una dirección económica
dificultad de tratamiento. No faltan en nues- unificada, ejercida por la entidad cabecera
tro tiempo, por ello, grupos de sociedades del grupo. Se advertirá, por ello, que el gru-
cooperativas, grupos encabezados por una po, en cuanto tal, carece de personalidad ju-
fundación o grupos de asociaciones; se tra- rídica o, dicho de otra manera, no es, for-
ta, en todos los casos, de personas jurídi- malmente, al menos, un sujeto de Derecho.
cas ajenas, prima facie, al Derecho mercan- Ello no impide, sin embargo, que tanto la
til, a pesar de la expansión de los principios doctrina, como los tribunales y el legislador
reguladores de las sociedades mercantiles consideren al grupo como un «actor» rele-
a dichas entidades, como nos muestran las vante de la realidad empresarial, como uno
leyes más recientes en la materia. Sin perjui- de los protagonistas más destacados del
cio, por ello, de la importancia práctica de panorama económico de nuestros días.
los grupos compuestos por entidades, en
principio, no mercantiles, en el presente tra- Puede comprenderse fácilmente que, al
bajo nos limitaremos a efectuar algunas re- lado de los problemas estrictamente empre-
flexiones introductorias sobre los grupos de sariales, en los que aquí no podemos entrar,
sociedades mercantiles, a la vista de que la figura del grupo plantee numerosas cues-
éstas son, en la mayoría de los casos, las tiones jurídicas, no siempre de fácil resolu-
protagonistas del funcionamiento cotidiano ción. Para empezar, la formación de un gru-
del asunto que nos ocupa. Y, dentro de di- po hace surgir una modalidad singular de
cha categoría, la referencia principal ha de empresa, que no suprime o extingue la per-
hacerse a las sociedades anónimas, así sonalidad jurídica de sus componentes.
como a las sociedades de responsabilidad Frente al modelo clásico de empresa que
limitada, al ser éstas las formas jurídicas sólo tiene un titular jurídico (por ejemplo, una
preferidas en la realidad española para el sociedad anónima), la unidad empresarial
ejercicio de la actividad empresarial. del grupo se descompone, desde el punto
de vista del Derecho, en una pluralidad de ti-
tulares. Esa dialéctica unidad empresarial-
2. CONCEPTO, ELEMENTOS pluralidad jurídica caracteriza esencialmente
Y CARACTERES DE LOS GRUPOS al grupo y es la fuente de la complejidad de
DE SOCIEDADES la figura y de la dificultad de su tratamiento
normativo. Y aunque el grupo se manifieste
2.1. Consideraciones generales como tal públicamente, las relaciones jurídi-
cas concretas, de hecho, se establecen y
Para situar adecuadamente los términos concluyen por sus sociedades componen-
del problema, conviene comenzar por una tes. Por ello no hay, en tal sentido, «acree-
reflexión sintética en torno al concepto y ele- dores del grupo», sino concretos acreedores
mentos de los grupos de sociedades. Como de las sociedades que lo integran; del mis-
es bien sabido, la doctrina jurídica considera mo modo, tampoco puede hablarse, en
unánimemente que un grupo es un agrega- caso de crisis económica, de «concurso de
El significado jurídico de los grupos de sociedades. La corporate governance

acreedores del grupo», sino de concurso de relación, como todos los demás, con la par-
las sociedades que lo forman. En todo caso, ticular estructura organizativa de que se
y tanto en un ejemplo como en el otro, el haya dotado. Se distingue, así, entre grupos
hecho de la existencia del grupo termina in- centralizados y grupos descentralizados,
fluyendo, con distinta intensidad pero per- según que la entidad cabecera del grupo
ceptiblemente, en las pretensiones de los asuma de hecho, en un caso, la práctica to-
acreedores así como en el desarrollo y reso- talidad de las facultades empresariales de
lución de los concursos declarados respecto las sociedades integradas o que, en otro,
de las sociedades que lo integran. ejerza únicamente las facultades básicas en 87
materia de dirección empresarial, permitien-
Esta diversificación de efectos, empresa-
do a aquéllas un margen variable de auto-
riales, por un lado, y jurídicos, por otro, no
nomía en el ejercicio de la actividad de em-
ha de ocultar que buena parte de las rela-
ciones establecidas por las sociedades del presa. Esta distinción es de extraordinaria
grupo son el resultado, precisamente, de su relevancia para el régimen jurídico de los
pertenencia al mismo; que se explican, en grupos, si bien no es fácil de perfilar en la
suma, por la «lógica empresarial» desarrolla- práctica con la debida nitidez. En todo caso,
da en el mercado por el agregado de socie- indica, a nuestro juicio, una perspectiva bá-
dades que lo integran. La clave esencial del sica al interpretar y aplicar las normas jurídi-
grupo, como ya se ha dicho, es la dirección cas relativas al grupo, con el propósito de
económica unificada en él ejercida y a la lograr soluciones adecuadas y proporciona-
que se someten sus miembros. De este das en cada caso.
modo, las sociedades agrupadas, aunque
Una segunda distinción importante es la
mantienen su personalidad jurídica propia,
que separa a los grupos jerárquicos o verti-
ven reducida su autonomía económica, por
cales de los paritarios u horizontales. Si en
haber cedido a la entidad cabecera del gru-
ambos se ejerce una dirección económica
po un número variable de sus facultades en
unificada sobre todas las sociedades agru-
materia empresarial; por tal razón, dichas
padas, su fundamento es diferente, según
sociedades no podrán ser consideradas, en
que nos encontremos ante un grupo jerár-
última instancia, responsables únicos de
quico o uno paritario. En el primer caso, los
una determinada conducta o del estableci-
grupos verticales, la dirección unitaria es el
miento de una concreta relación jurídica. Se
resultado de la previa situación de dominio
abre aquí un capítulo esencial en el trata-
obtenida por una entidad o sociedad sobre
miento legal de los grupos, al plantear la
otra u otras sociedades; por la vía, general-
posible implicación en la responsabilidad de
mente, de la adquisición de una porción re-
una sociedad del grupo de otros integrantes
levante de acciones o participaciones (se-
del mismo, ajenos formalmente a la relación
gún el tipo de sociedad de que se trate) se
jurídica de la que se derive aquélla.
obtiene el dominio o control necesario para
hacer posible a la entidad o sociedad domi-
2.2.  Tipología de los grupos nante el ejercicio de una dirección econó-
mica unificada. En el segundo caso, los
El asunto de la responsabilidad, quizá el grupos horizontales, en cambio, la entidad
más llamativo de los que constituyen la te- cabecera del grupo ejerce la dirección uni-
mática jurídica del grupo, ha de ponerse en taria sobre la base del acuerdo libremente
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establecido de las sociedades que se agru- como el anterior, se abre la posibilidad de


pan, que se mantienen independientes conflicto antes apuntado, cuya resolución
unas de otras, desde el punto de vista eco- viene a constituir el «corazón» del Derecho
nómico. Por regla general, cuando se habla de los grupos de sociedades.
de grupo de sociedades se suele pensar en
No ha de partirse, sin embargo, de la
uno de naturaleza jerárquica, y a él se refie-
creencia de que el conflicto de intereses en
ren, por regla general, la mayoría de las
el seno del grupo sea siempre y en todo
normas jurídicas que contemplan dicho fe-
caso la inevitable consecuencia derivada de
nómeno, tanto en el Derecho español como
su formación. En numerosas ocasiones, y
en otros ordenamientos. Además, buena
de forma sintomática en los grupos jerár-
parte de los problemas que se consideran
quicos, coinciden el interés del grupo y los
típicos de los grupos de sociedades son,
intereses de las sociedades que lo compo-
sobre todo, característicos de los de natu-
nen; incluso, para numerosas sociedades,
raleza jerárquica.
su integración en un grupo suele ser, con
sus luces y sus sombras, la mejor manera
de defender y promover su particular inte-
2.3. Interés del grupo frente a intereses
rés social. Sentada esta idea, que responde
de las sociedades agrupadas
a una realidad cierta y característica en el
seno de los grupos, no ha de ocultarse, del
Con independencia, en todo caso, de los
mismo modo, la existencia, también real,
vínculos que unan a las sociedades agrupa-
del conflicto de intereses apuntado; se tra-
das, y de la estructura organizativa de que se
ta, en todo caso, de un conflicto cuya reso-
doten, ha de afirmarse que el grupo constitu-
lución ha de evitar los dos extremos a priori
ye una realidad relevante para el ordena-
imaginables: de un lado, el otorgar perpe-
miento jurídico en la que destaca su condi-
tua prioridad al interés del grupo, sin pre-
ción de empresa articulada mediante
ocuparse de la suerte de los intereses so-
diversos sujetos de Derecho. Esta caracterís-
ciales particulares y de los sujetos (socios,
tica es, sin duda, la causa del éxito de esta
acreedores y trabajadores de las socieda-
singular modalidad de concentración empre-
des filiales) a ellos conectados; de otro, el
sarial en la realidad económica de nuestros
reconocer, de acuerdo con el Derecho de
días; pero es, a la vez, la fuente de numero-
sociedades vigente en casi todos los países
sos problemas derivados del conflicto típico
actualmente, la existencia insoslayable del
que los grupos plantean: la posible contra-
interés particular de las sociedades agrupa-
dicción entre los intereses de la empresa
das. De seguir la primera solución, la for-
como tal —el grupo— y los intereses de las
mación de un grupo supondría la conver-
sociedades, u otros sujetos de Derecho, que
sión en «esclavas» de las sociedades o
la compongan. Puede hablarse, así, de un
entidades integrantes; de atender, en cam-
interés del grupo, identificado en los grupos
bio, a la segunda solución, la tutela excesi-
jerárquicos, a veces con cierta ligereza, con
va de estas últimas haría imposible el fun-
el interés de la entidad dominante, que ha de
cionamiento del grupo como tal.
constituir de hecho la pauta de comporta-
miento de las sociedades agrupadas; pero A la vista de lo expuesto, cualquier inten-
como, a su vez, estas últimas han de promo- to de regulación legal de los grupos de so-
ver su propio interés, tan legal y legítimo ciedades habrá de partir del necesario res-
El significado jurídico de los grupos de sociedades. La corporate governance

peto al interés del grupo, que constituye, guiendo muy de cerca, en todo caso, el
con los matices debidos a la modalidad de modelo alemán. Los restantes países del
que se trate, la razón de ser de la existencia continente, entre ellos España, carecen de
de la empresa de grupo. Tal cosa supone un tratamiento normativo proporcionado a
reconocer la licitud de las instrucciones im- la importancia económica del grupo, aun-
partidas por la entidad cabecera del grupo que no faltan proyectos legislativos al res-
en uso de la dirección económica unificada pecto que, desgraciadamente, no han lle-
que le corresponde. Además, para que di- gado a convertirse en Derecho positivo. Es
chas instrucciones permitan la realización muy interesante, en este plano, el ejemplo 89
del interés del grupo hace falta que sean de la Unión Europea, en cuyo seno germi-
consideradas vinculantes, esto es obedeci- nó, hace más de treinta años, el propósito
das por los órganos de las sociedades de elaborar unas normas específicas sobre
agrupadas, siempre que se desenvuelvan los grupos de sociedades, promulgando al
en el marco del interés del grupo. Sobre efecto dos directivas: una, sobre los aspec-
esta premisa, puede suceder que algunas tos contables, y otra, sobre la vertiente jurí-
de esas instrucciones resulten perjudiciales dico-material. La primera se aprobó, efecti-
para la sociedad ejecutora de las mismas, vamente, en 1983 y fue objeto de recepción
lo que no empaña en absoluto su licitud si legislativa por los diversos países de la
esta última recibe una compensación ade- Unión; en España, más en concreto, en-
cuada que sirva de contrapartida al daño contramos sus huellas en diversos precep-
experimentado. tos, de entre los que destacan los artículos
42 a 49 del Código de comercio.

3. REGULACIÓN JURÍDICA Por desgracia, la directiva sobre el régi-


DE LOS GRUPOS DE SOCIEDADES. men jurídico-material de los grupos, en la
ESPECIAL REFERENCIA que se pondrían de manifiesto algunas de
A LA UNIÓN EUROPEA las ideas que hemos indicado más arriba,
no ha llegado a aprobarse y los órganos
3.1.  Premisas legales competentes de la Unión Europea han
puesto de manifiesto, en los últimos años,
Sentadas las premisas más elementales su voluntad de no llevarla adelante. Sin em-
sobre el concepto y caracteres del grupo bargo, esta negativa no reduce la importan-
de sociedades, conviene referirse, seguida- cia práctica de la figura ni anula la necesi-
mente, a su regulación legal. De entrada, dad de su urgente regulación; sucede, sin
sorprende la escasez de países que dispo- embargo, que la Unión Europea renuncia a
nen de un régimen jurídico suficiente y ade- elaborarla, en su totalidad, y transfiere a los
cuado a esta singular forma de empresa. estados, sobre la base del principio de sub-
En Europa destaca el pionero ejemplo de sidiaridad, la competencia legislativa esen-
Alemania (Ley de sociedades por acciones cial para fijar las bases fundamentales de la
de 1965), seguido muy de cerca por Portu- misma. De ello es buena prueba el Informe
gal (Código de sociedades comerciales de Winter (noviembre de 2002), elaborado por
1986) y completado en los últimos años por un relevante equipo de juristas europeos, y
algunos países de Europa del Este (Hun- en el que se fijan las pautas para la regula-
gría, Croacia, Eslovenia, entre otros), si- ción de las sociedades mercantiles en la
José Miguel Embid Irujo

Unión, sobre la base, entre otros extremos, estructura, así como las relaciones de las
de las propuestas, de origen privado, ela- sociedades agrupadas entre sí, mediante
boradas por un conjunto de juristas unidos las oportunas obligaciones de disclosure,
bajo el nombre de Forum Europaeum «De- quizá una de las cuestiones de mayor ac-
recho de grupos» (que se pueden consultar tualidad en el seno de los grupos integra-
en nuestro idioma en Revista de Derecho dos por sociedades cotizadas. En este as-
Mercantil, n.º 232, 1999, págs. 445-575). pecto hay, como resulta lógico, una
En el Informe Winter, por tales motivos, los considerable cercanía entre las propuestas
grupos de sociedades y el gobierno corpo- relativas a los grupos en el Informe Winter
rativo (corporate governance) constituyen con las que el mismo contiene sobre go-
dos de los temas «estrella» y ponen de re- bierno de la empresa. Por otra parte, el re-
lieve la conexión que existe entre ambos y ferido informe considera imprescindible el
la importancia de prestar una cierta aten- establecimiento de medidas de defensa del
ción dentro de este trabajo al análisis jurídi- interés del grupo, por un lado, y de los inte-
co de aquéllos. reses sociales de las sociedades agrupa-
das, así como de sus socios minoritarios,
acreedores y trabajadores, por otro. Se in-
3.2.  El Informe Winter sobre el Derecho tenta, de este modo, hacer posible el equili-
de sociedades en Europa y en los brio de intereses en el seno del grupo, al
grupos que más arriba nos referíamos, como uno
de los elementos medulares de su régimen
Para el Informe Winter, siguiendo, en jurídico.
buena medida, las ideas del Forum Euro-
paeum, el tratamiento de los grupos en la A pesar del no poco tiempo transcurrido
Unión Europea ha de tener un carácter re- desde la presentación del Informe Winter
ducido, permitiendo su compatibilidad, so- hasta nuestros días, no contamos con
bre la base de planteamientos comunes, ejemplos relevantes, en los ordenamientos
con las normas que, en su caso, puedan de los Estados miembros, que reflejen
adoptar los Estados miembros. A tal efecto, adecuadamente en normas jurídicas los
son tres, fundamentalmente, los aspectos principios que acabamos de exponer. Qui-
relativos a los grupos que han de ser consi- zá convenga hacer una excepción, si bien
derados a la hora de contemplar su régi- de reducido alcance, con el Derecho italia-
men jurídico. Prescindiendo ahora de la re- no en el que encontramos algunas refe-
ferencia a los grupos piramidales, cuya rencias interesantes al grupo con motivo
problemática tiene rasgos específicos, nos de la reforma de su Codice civile, en 2003.
referiremos, ahora, a las dos vertientes que En dicho texto legal, y concretamente, en
nos parecen más relevantes. De un lado, se su artículo 2497, se reconoce de manera
habla del principio de transparencia como nítida, la posibilidad y la legalidad de la di-
criterio básico a la hora de trazar su regula- rección económica unificada en el seno de
ción, y de otro se alude al necesario equili- los grupos, debiendo responder las enti-
brio en la consideración de los intereses, dades que ejerzan dicha función ante las
con frecuencia contrapuestos, que se ven sociedades componentes del grupo por
afectados por el funcionamiento del grupo. los posibles daños derivados del predomi-
Se trata, por ello, de hacer más diáfana su nio del interés del grupo. Es importante re-
El significado jurídico de los grupos de sociedades. La corporate governance

saltar, con todo, que no habrá lugar a esa terios en torno a la relación de los grupos
responsabilidad si no se ha producido de sociedades con la tutela de los dere-
daño «a la luz del resultado conjunto de la chos de los trabajadores, con especial refe-
actividad de dirección y coordinación» del rencia a la responsabilidad de las socieda-
grupo, o si el daño ha sido «íntegramente des del grupo por las deudas laborales de
eliminado como consecuencia de opera- una o de varias de ellas. En el terreno espe-
ciones dirigidas a tal fin». cífico del Derecho mercantil, en cambio,
falta una concepción genérica de la institu-
Con todo, el relieve que han adquirido ción que dé pistas seguras sobre su mejor 91
las cuestiones de transparencia empresa- tratamiento. Y ello, a pesar de la frecuencia
rial, en relación, sobre todo, con las socie- con la que, en muy distintas leyes, se alude
dades cotizadas, propician una progresiva a los grupos de sociedades. Debe desta-
consideración de los grupos en el marco carse, en tal sentido, la regulación de la
del Derecho del mercado de valores. De consolidación contable en el Código de co-
acuerdo con la filosofía que impregna este mercio (arts. 42 a 49), a cuyo efecto el con-
sector del ordenamiento jurídico, y, más cepto de grupo establecido se basa exclu-
concretamente, la importancia extraordina- sivamente en la situación de control o
ria del corporate governance, es muy im- dominio que una sociedad tenga o pueda
portante explicar claramente la estructura y tener, directa o indirectamente, sobre otra
la organización de los grupos de socieda-
u otras sociedades (art. 42, 1.º). En las le-
des. A tal fin las indicadas leyes de trans-
yes de sociedades anónimas y de respon-
parencia, como la española, de 17 de julio
sabilidad limitada no escasean las alusiones
de 2003, a la que aludiremos más adelan-
a la figura en estudio, aunque, por regla ge-
te, se refieren en diferentes apartados de
neral, falta en ellas su concepto o los ca-
su texto a específicas obligaciones infor-
racteres generales que permitan formular
mativas que incumben a las sociedades in-
su delimitación básica. En tal sentido, y ha-
tegradas en grupos, lo que viene a confir-
ciendo una breve selección, cabe remitir al
mar, recientemente, la hipótesis de partida
lector a los arts. 10, 29, 1.º y 40, 4.º de la
del presente trabajo.
Ley de sociedades de responsabilidad limi-
tada (LSRL, de 23 de marzo de 1995), así
como a los arts. 105, 2.º, 200, 13.ª y 14.ª
3.3. El Derecho español: planteamiento de la Ley de sociedades anónimas (LSA, de
general 22 de diciembre de 1989). No es improce-
dente la referencia a la ley (estatal) de coo-
Como ya se ha indicado, no disponemos perativas, de 16 de julio de 1999, en cuyo
en el ordenamiento jurídico español de un art. 78 se contempla la figura del «grupo
régimen suficiente y equilibrado de los gru- cooperativo», con un planteamiento basado
pos de sociedades. Existen, sí, algunos as- en la dirección unificada y no en el control,
pectos mejor tratados que otros; en este como acabamos de ver a propósito del Có-
sentido, cabe destacar la vertiente tributaria digo de comercio.
de la cuestión, con una normativa relativa-
mente completa en la Ley del Impuesto de Al margen del Derecho vigente, conviene
Sociedades. Del mismo modo, la jurispru- aludir, siquiera sea brevemente, al propósito
dencia laboral ha consolidado algunos cri- de establecer una disciplina de los grupos, a
José Miguel Embid Irujo

la Propuesta de Código de sociedades mer- 4.2. La realidad española: del Informe


cantiles, publicada en noviembre de 2002. Olivencia al Código Conthe,
Aunque esta importante obra prelegislativa pasando por el Informe Aldama
se encuentra, en apariencia, sin posibilidad
de convertirse, al menos por el momento, en Por concretar nuestra indagación en el
norma vigente, constituye, sin embargo, una caso español, las afirmaciones anteriores
aportación relevante al tema que nos ocupa, cobran especial significado en el marco del
que ha de ser estudiada con atención. Su Informe Olivencia, primero, como es sabi-
análisis (aunque es un texto sin fuerza vincu- do, de los documentos redactados en Es-
lante, quedando limitado a tener un alcance paña para conseguir un «buen gobierno»
meramente doctrinal) permitirá apreciar, por de las empresas y, más específicamente,
contraposición, la insuficiencia de las nor- de las sociedades cotizadas. A lo largo de
mas que nuestro Derecho mercantil en vigor su contenido, no encontramos referencia
dedica a la figura de los grupos. alguna a los grupos de sociedades, a pesar
de su ya advertida influencia en cuanto a la
estructura de la propiedad de las socieda-
4. GOBIERNO DE LA EMPRESA des cotizadas. Esta vertiente se ha soslaya-
Y GRUPOS DE SOCIEDADES do para concentrar la atención en el ámbito
de los administradores de tales sociedades
4.1. Presentación y, más específicamente, de sus deberes y
principales obligaciones. No es el momento
A la hora de estudiar la relación entre go- ahora de valorar esta opción ni, tampoco,
bierno de la empresa y grupos de socieda- de enjuiciar el acierto o desacierto de las
des sorprende, en una primera aproxima- recomendaciones propuestas en dicho in-
ción, la casi total ausencia de alusiones a forme para mejorar el gobierno de la em-
aquellos en los informes y códigos sobre el presa, basadas en la autorregulación y no
gobierno de las empresas o corporativo. Qui- en la intervención legislativa.
zá por la influencia de los planteamientos
norteamericanos, quizá por la relativa impre- Aparte de alguna sucinta alusión a la po-
cisión terminológica que los suele caracteri- sición de los accionistas significativos de la
zar, el caso es que la mención del término sociedad, y que conecta con la temática
«empresa» se ha llevado a cabo sin precisar del control o dominio de una sociedad, an-
exactamente qué deba entenderse por tal, si tesala de los grupos, nada hay en el Infor-
bien en el Código Conthe, en particular, pa- me Olivencia que permita apreciar la reali-
rece encontrarse un planteamiento más am- dad de las conexiones entre gobierno de la
bicioso con diversas menciones de la figura empresa y grupos de sociedades. Esta cir-
del grupo. Por otra parte, de las iniciales refe- cunstancia, junto con otros aspectos esen-
rencias a la empresa se ha pasado, de inme- ciales del debate sobre corporate
diato, a la consideración aislada de las socie- governance, cambia de manera perceptible
dades (anónimas) cotizadas, con lo que se en el Informe Aldama, en el cual aparecen
ha terminado por escamotear, de hecho, un numerosas alusiones a la figura del grupo
elemento básico para comprender las razo- de sociedades. Sin que ello haya de enten-
nes últimas del funcionamiento efectivo de derse como una aproximación sistemática
los órganos sociales. a dicha modalidad de empresa, sí que se
El significado jurídico de los grupos de sociedades. La corporate governance

ha de destacar este planteamiento que ros, los administradores de hecho, los ad-
hace justicia, aunque no sea íntegra, a su ministradores ocultos, así como los accio-
importante papel en la realidad empresarial. nistas de control. De este modo, el deber
de lealtad se expande mucho más allá de
En este sentido, el Informe Aldama da por
los confines de una concreta sociedad coti-
supuesto el concepto de grupo y prescinde
zada para abarcar todos los confines del
de todo tipo de consideraciones sobre su
grupo en el que, en su caso, se integre. To-
formación, clases y sobre los sujetos o enti-
das las personas físicas y jurídicas que inci-
dades que puedan integrarlo. Sólo se pre-
dan en la gestión del grupo, incluyendo, en 93
ocupa de aludir a los grupos al hilo de deter-
particular, a la sociedad dominante, pueden
minadas cuestiones planteadas con motivo
quedar, de este modo, sujetas al deber de
del desarrollo de los temas esenciales allí
lealtad.
tratados. El primer aspecto en el que apare-
cen mencionados los grupos de sociedades Por lo que se refiere al deber de diligen-
se refiere a la mejora de la transparencia de cia, muy relacionado con el interés de la
las sociedades cotizadas. Con este motivo, sociedad, indica el Informe Aldama que «el
indica el Informe Aldama que habrá de po- gobierno corporativo de la empresa y la di-
nerse de manifiesto «la estructura de propie- rección ejecutiva han de considerar los di-
dad de la sociedad», lo que supone comuni- versos intereses concurrentes en una deci-
car a los mercados la existencia de los sión, pero el criterio superior para dirimir
«pactos parasociales», así como «la estruc- intereses en conflicto y para avanzar es el
tura de control de las sociedades o grupos bien de la empresa en su conjunto y su
de sociedades que participan en el capital continuidad a largo plazo». Es significativa
de la sociedad y en el de sus filiales, sobre la mención del «bien de la empresa», frente
todo cuando en ellas participen también los a la fórmula tradicional del interés social, e,
accionistas de referencia». incluso, frente a la creación de valor para el
accionista (shareholder value), que consti-
Con motivo del tratamiento de los debe-
tuía el patrón de conducta y la medida de
res de los administradores de la sociedad
diligencia de los administradores en el Infor-
cotizada, el Informe Aldama prosigue efec-
me Olivencia. Desde el punto de vista de
tuando diferentes referencias a los grupos
los grupos de sociedades, el planteamiento
de sociedades. Así, por lo que afecta al de-
del Informe Aldama, al referirse al «bien de
ber de lealtad, se advierte de que los admi-
la empresa», permite, en apariencia, la esti-
nistradores de la sociedad no desempeña-
mación del interés del grupo en su conjun-
rán «cargos en empresas competidoras de
to, sin que quede clara, por otra parte, su
la sociedad o de su grupo». De este modo,
relación con los intereses sociales particula-
será incompatible con el deber de lealtad
res de las sociedades que lo componen.
que el administrador de la sociedad cotiza-
da en cuestión lo sea también de una de- Algunas menciones a los grupos de so-
terminada sociedad competidora del grupo ciedades encontramos, finalmente, en el In-
en el que se integre la primera, incluyéndo- forme Aldama cuando trata acerca de los
se en la noción de administrador, además órganos de la sociedad cotizada. Quizá las
de quienes propiamente merezcan tal califi- más significativas se concretan con motivo
cación: los altos ejecutivos de la sociedad, del tratamiento del consejo de administra-
aunque no tengan la condición de conseje- ción. Dentro de la tipología de consejeros
José Miguel Embid Irujo

que allí se contiene, se nos dice que son a nuestro país, las alusiones ulteriores al
«consejeros internos o ejecutivos» aquellos grupo dentro del Código Conthe suelen ob-
que tienen «alguna capacidad de decisión viar su delimitación, mencionándolo a pro-
en relación con alguna parte del negocio de pósito de diversos aspectos del funciona-
la sociedad, o del grupo, mediante delega- miento de la sociedad. Así sucede, por
ción o apoderamiento estables conferidos ejemplo, en la recomendación número
por el consejo de administración o por la ocho, cuando se contemplan las compe-
sociedad respectivamente». Por su parte, tencias del consejo de administración; en la
tanto los «consejeros externos dominicales» número diez, con respecto al tipo de con-
como los «consejeros externos indepen- sejeros que han de predominar en el con-
dientes» habrán de abstenerse de estable- sejo; en la recomendación número treinta y
cer relaciones comerciales o profesionales seis, a propósito de la retribución de los
con la sociedad de cuya administración for- consejeros ejecutivos; y también en este
men parte, y también con el grupo en el terreno retributivo, respecto de las mencio-
que aquélla se integre. nes que han de consignarse en la memoria
(recomendación número 41).
Por último, en el Código Conthe, las re-
ferencias a los grupos son más frecuentes, No merece la pena, a la vista de lo ex-
siguiéndose, por regla general, el plantea- puesto, alargar más la referencia a los su-
miento que acabamos de ver en el Informe puestos en los que aparece el grupo dentro
Aldama. Aunque no se define la figura del del Código Conthe. Con todo, sí conviene
grupo, sí que se delimita bien su sentido y reiterar lo que constituye, podría decirse, su
razón de ser ya desde la segunda reco- orientación de política normativa (sin ignorar
mendación del código, al centrar en la uni- el carácter no vinculante de sus recomenda-
dad de dirección su característica más des- ción) en cuanto al fenómeno de los grupos:
tacada. Incluso en esta recomendación se progresiva presencia de los mismos a propó-
sito de muy diversos asuntos del funciona-
contiene lo que podría considerarse una
miento de la sociedad y de sus órganos, au-
forma de «contrato de grupo» (al que más
sencia de definición precisa al respecto, sin
adelante nos referiremos) como instrumen-
ignorar que su esencia radica en la unidad de
to de transparencia con respecto al merca-
dirección, y finalmente, algunas aportaciones
do. En este sentido, la indicada recomen-
novedosas, como la ya destacada a propósi-
dación señala que si la sociedad matriz y la
to de la recomendación número dos.
sociedad dependiente del grupo cotizan en
bolsa, se habrá de definir públicamente y
con precisión «a) las respectivas áreas de
4.3. La incidencia de algunas reformas
actividad y eventuales relaciones de nego-
legislativas recientes en materia de
cio entre ellas, así como las de la sociedad
grupos. Consideración específica
dependiente cotizada con las demás em-
de la ley de transparencia
presas del grupo; b) los mecanismos pre-
vistos para resolver los eventuales conflic-
Planteamiento introductorio
tos de interés que puedan presentarse». Al
margen de este asunto, verdaderamente De acuerdo con el método esbozado en
innovador en el marco del corporate gover- el Informe Aldama, en el que se propugna-
nance, cuando menos por lo que se refiere ba, sin asomo de conflicto, la autorregula-
El significado jurídico de los grupos de sociedades. La corporate governance

ción de las sociedades cotizadas y la inter- bir adecuado tratamiento normativo, al me-
vención legislativa, se promulgó en España nos a corto plazo. Es posible, por otra parte,
la denominada Ley de Transparencia, de 17 que la actual crisis financiera pueda tener
de julio de 2003, que ha convertido en nor- alguna consecuencia importante en el mar-
ma jurídica vinculante algunas de las más co del Derecho de sociedades, al impulsar,
relevantes recomendaciones contenidas en quizá, la adopción de normas imperativas
el mencionado informe. Sin entrar en cues- en supuestos donde antes se sugería o re-
tiones de detalle, improcedentes en este comendaba la autorregulación. No es fácil
momento, conviene decir que la citada ley hacer predicciones en un momento tan 95
modifica, de un lado, la ley del mercado de confuso como el presente, pero, de confir-
valores, introduciendo una disciplina especí- marse la profundización de la crisis no pare-
fica sobre la sociedad anónima cotizada. De ce sensato excluir cambios relevantes en
otro, modifica, asimismo, la ley de socieda- los próximos tiempos. La desconfianza ha-
des anónimas, estableciendo, en particular, cia los presupuestos ideológicos configura-
un detallado régimen de los deberes de los dores del anterior estado de cosas, es un
administradores, de acuerdo con la enume- efecto colateral de la crisis global.
ración, antes indicada, que se contiene al
respecto en el Informe Aldama. Es oportuno Los grupos de sociedades en la ley de
señalar que, así como la primera vertiente transparencia
de la ley se refiere exclusivamente a la so-
ciedad cotizada, la reforma de la ley de so- Por lo que a los grupos de sociedades se
ciedades anónimas se lleva a cabo con ca- refiere, encontramos recogidas numerosas
rácter general, de manera que no sólo se alusiones que al respecto se hacían en el In-
han visto afectadas las sociedades cotiza- forme Aldama, y que han tenido continuidad
das, sino también las sociedades anónimas en el Código Conthe, destinadas, en lo esen-
«cerradas»; se pone de manifiesto una cier- cial, a hacer más transparente su estructura y
ta contradicción entre lo recomendado en el su organización. Hay que lamentar, sin em-
Informe Aldama y lo que, finalmente, ha ter- bargo, que la ley haya desaprovechado la
minado por hacer nuestro legislador. oportunidad de considerar otros aspectos,
sobre todo si se tiene en cuenta que en la
Aún está por demostrar, desde otro pun- versión inicial del proyecto de ley, remitido
to de vista, si la aprobación del Código por el Gobierno al Parlamento, se encontraba
Conthe traerá consigo cambios legislativos una norma relevante que afirmaba la respon-
relevantes en de los temas que ahora nos sabilidad de los administradores de la socie-
ocupan; aunque hay alguna reforma de De- dad dominante del grupo frente a la sociedad
recho de sociedades en trámite parlamenta- dominada, sus socios y acreedores. Además,
rio (el proyecto de ley de las llamadas modi- el legislador podía haber utilizado algunas de
ficaciones estructurales de las sociedades las normas proyectadas sobre la materia en
mercantiles), y se ha vuelto a la idea de con- la ya mencionada Propuesta de Código de
trol, como determinante del grupo desde el sociedades mercantiles. En cualquier caso, y
punto de vista de la consolidación contable, antes de entrar en estos detalles, expondre-
nada hace presumir que el fenómeno del mos las principales novedades que, con res-
gobierno corporativo y, más específicamen- pecto a los grupos de sociedades, se en-
te, de los grupos de sociedades vaya a reci- cuentran en la ley de transparencia.
José Miguel Embid Irujo

Como cuestión crítica general, ha de tada sociedad cotizada o con una sociedad
censurarse la falta de rigor terminológico en del mismo grupo». También ha de mencio-
la que incurre la ley, con la utilización indis- narse el art. 114, 3.º de la ley del mercado
tinta —tradicional en nuestro Derecho— de de valores, que obliga a los administradores
las nociones de «control» y «grupo». Este de la sociedad cotizada a abstenerse de
es un viejo conflicto del Derecho español realizar aquellas operaciones que afecten a
que ha dado lugar a numerosas confusio- «valores de la propia sociedad o de las so-
nes y en el que la todavía reciente modifica- ciedades filiales, asociadas o vinculadas
ción del art. 42 del Código de comercio, a sobre las que disponga, por razón de su
través de la llamada ley de reforma conta- cargo, de información privilegiada o reser-
ble, de 4 de julio de 2007, ha venido a alte- vada en tanto esa información no se dé a
rar el punto de vista sustentado en la ley de conocer públicamente». Por último, el art.
transparencia. Si ésta última, en apariencia, 116 de la ley del mercado de valores, que
consolidaba el carácter de «norma general» impone a la sociedad cotizada la redacción
en el Derecho de grupos de la «unidad de de un informe anual de gobierno corporati-
dirección», la reforma que acabamos de vo, alude, a lo largo de su contenido, varias
mencionar ha vuelto a la idea de control, veces a situaciones de grupo o a circuns-
extendiendo su influencia incluso a la propia tancias que se dan en el seno de un grupo.
ley del mercado de valores. Si hasta ese
Por lo que se refiere a las reformas intro-
momento, el grupo requería en el Derecho
ducidas en la ley de sociedades anónimas
mercantil español la dirección económica
por la ley de transparencia, también encon-
unificada (en la terminología legal, «unidad
tramos diversas alusiones a los grupos, so-
de dirección»), en la actualidad, el péndulo
bre todo en el marco del art. 127 de aquella
se ha desplazado hacia el mero control, sin ley, relativas al deber de lealtad de los ad-
que con ello se haya conseguido por otra ministradores. De entre su amplio conteni-
parte un planteamiento uniforme y coheren- do, que no vamos a detallar aquí, cabe
te dentro de nuestra disciplina. Está por apreciar que se reafirma el elemento de la
ver, con todo, el valor que haya de atribuir- unidad de decisión, como característica
se en sede de grupos a la delimitación con- esencial del grupo, en línea con lo que aca-
tenida en el art. 42 del Código de comercio, bamos de expresar.
materia sobre la que no resulta fácil pro-
nunciarse en este momento y que, en todo Uno de los puntos más significativos en
caso, no parece que deba constituirse en el el complejo tema que nos ocupa que, final-
centro exclusivo del ordenamiento jurídico mente, no ha pasado al texto definitivo de
en cuanto a los grupos de sociedades. la ley de transparencia, es el establecimien-
to de una responsabilidad de los adminis-
En el conjunto de las normas que la ley tradores de la sociedad dominante frente a
de transparencia dedica a la sociedad anó- la sociedad dominada, sus socios y acree-
nima cotizada, y que se insertan ahora en dores por los daños causados como con-
la ley del mercado de valores, se alude al secuencia de una instrucción impartida en
grupo en el art. 114, 2.º de esta última ley, el ejercicio de la «unidad de dirección» del
con motivo de la necesaria inclusión en la grupo. Esta norma, realmente trascenden-
memoria de la sociedad de las operaciones tal, se contenía en el proyecto de ley remiti-
que sus administradores realicen «con la ci- do por el Gobierno al Parlamento, pero fue
El significado jurídico de los grupos de sociedades. La corporate governance

suprimida en el curso de la tramitación par- del grupo, de un lado, y la tutela de quie-


lamentaria. Sin embargo, el art. 133, 2.º de nes se vean afectados negativamente por
la ley de sociedades anónimas reconoce la la misma, de otro. Algunas normas poste-
responsabilidad del administrador de hecho riores, como también se ha indicado, con-
de una sociedad anónima frente a la propia tinúan en esa línea de insuficiencia regula-
sociedad, sus socios y acreedores en los dora, introduciendo a la vez cambios
mismos términos que correspondería a un relevantes cuyo valor es difícil de determi-
administrador de derecho, correcta y for- nar en este momento. Por otro lado, y en
malmente designado. Aunque esta norma cuanto a la construcción de un régimen 97
va más allá del ámbito de los grupos de so- suficiente y seguro sobre los grupos, no
ciedades, podría servir, en el futuro, para parece posible utilizar las normas conteni-
hacer posible lo que el proyecto de ley de das en la Propuesta de código de socieda-
transparencia pretendía y que, definitiva- des mercantiles, cuya viabilidad legislativa
mente, no se convirtió en norma vigente. A futura es muy discutible. Dado que los pro-
nuestro juicio se abre, de este modo, una blemas suscitados por los grupos empie-
vía propicia para solicitar la responsabilidad zan a ser acuciantes entre nosotros y que,
de los administradores de la sociedad do- a la vez, esta modalidad de empresa care-
minante (y de esta misma, también) frente a ce de una regulación suficiente en el Dere-
la sociedad dominada, sus socios y acree- cho español, proponemos intentar cubrir
dores, si se prueba que tanto unos como esas carencias mediante un instrumento
otra han actuado como «administradores muy apreciado en la órbita del gobierno de
de hecho» de la sociedad dominada. Esta la empresa: la autorregulación. Como es
prueba no es, ciertamente, sencilla, pero no sabido, el Informe Olivencia, el Informe Al-
faltan las sentencias judiciales que recono- dama y, finalmente, el Código Conthe re-
cen la figura del administrador de hecho y comiendan que sean las propias socieda-
ofrecen algunas pautas para precisar su des cotizadas quienes incorporen
concepto. voluntariamente las propuestas en ellos
contenidas, sin perjuicio —sobre todo en el
Informe Aldama— de que puedan, a su
5. PROPUESTA DE AUTORREGULACIÓN vez, ser acogidas en normas legislativas.
DE LOS GRUPOS DE SOCIEDADES Por esa razón, y por entender que la figura
EN EL CONTEXTO DEL GOBIERNO del grupo de sociedades disfruta de legiti-
DE LA EMPRESA: EL CONTRATO midad jurídica en nuestro Derecho, propo-
DE GRUPO nemos una vía, al margen de la ley —pero
no ilegal, obviamente—, que sirva para re-
5.1. Razón de ser y contenido del solver preventivamente los posibles conflic-
contrato de grupo tos que puedan surgir en su seno, y de la
que parece hacerse eco, según se ha indi-
La ley de transparencia, como hemos cado, el propio Código Conthe. Se trata de
podido apreciar, alude repetidamente a los la figura del contrato de grupo, surgida en
grupos pero no ofrece un régimen suficien- el derecho alemán y reconocida también
te para resolver los numerosos problemas en el derecho portugués, como un instru-
que suscitan, en particular las medidas mento de organización del grupo con dos
para hacer posible la realización del interés finalidades esenciales:
José Miguel Embid Irujo

1.º Reconocer la primacía del interés del brá de ponerse a disposición de los


grupo y de la «unidad de dirección», socios de todas las sociedades, jun-
facultando a los administradores de la to con sendos informes de adminis-
entidad o sociedad cabecera del gru- tradores y expertos independientes
po para impartir instrucciones vincu- —como sucede en la fusión, en con-
lantes a los administradores de las creto— a fin de que puedan formar-
restantes sociedades integradas en él. se una idea exacta de la integración
empresarial que se pretende realizar.
2.º Establecer medidas de tutela para
las sociedades integradas en el gru- 2.º Una fase decisoria en la que las jun-
po, sus socios, acreedores y trabaja- tas generales de socios habrán de
dores, sin comprometer la unidad de acordar, en su caso, la aprobación
funcionamiento económico del pro- del contrato, con arreglo a las nor-
pio grupo. Se trata, en particular, de mas que, según el tipo de sociedad
compensar, en la medida de lo posi- o entidad jurídica de que se trate, re-
ble, los perjuicios que estos sujetos gulan este tipo de decisiones.
puedan experimentar por la ejecu-
ción de las instrucciones impartidas 3.º Una fase de ejecución, que implicará
por la dirección del grupo, sobre el cumplimiento de determinadas cau-
todo cuando sean perjudiciales para telas legales (inscripción en registros,
las sociedades agrupadas medidas de tutela preventiva de los
acreedores de las sociedades, etc.)
De este modo, el contrato de grupo,
como pacto jurídico entre las sociedades Culminado este procedimiento, el con-
que lo integran, establecería las bases or- trato de grupo permitirá el funcionamiento
ganizativas del mismo y habría de ser apro- de la empresa integrada por las sociedades
bado por sus diversos miembros, a través que lo han adoptado. Naturalmente, cada
de un procedimiento similar al que se reco- contrato puede establecer un modelo diver-
noce en los diversos ordenamientos jurídi- so de grupo, jerárquico o paritario, centrali-
cos para alteraciones estructurales básicas zado o descentralizado. En ocasiones, so-
de las sociedades (como pueden ser la fu- bre todo cuando se trate de grupos
sión, la escisión, la transformación, etc.). paritarios, el contrato servirá para constituir
Ello supone, obviamente, un complejo trá- jurídicamente el grupo. En otros casos, sin
mite caracterizado por las notas de trans- embargo, el grupo ya existirá, de hecho,
parencia y control externo. Aunque no po- con anterioridad cuando, por ejemplo, una
demos dar aquí el detalle de ese sociedad ejercite una dirección económica
procedimiento, vale decir que podrá estruc- unificada sobre otra u otras gracias al con-
turarse en tres fases: trol que ejerza sobre ellas. En estos últimos
casos, el contrato vendrá a declarar que el
1.º Una fase preparatoria, en la que los grupo ya existe como tal. En cierto sentido,
administradores de las sociedades podrá pensarse que entonces dicho con-
que pretenden agruparse determinan trato será, esencialmente, un formalismo
las bases del contrato a través de la que recogerá sólo los deseos de la entidad
elaboración de un «proyecto de con- o sociedad dominante. Pero, aun en tales
trato de grupo». Dicho proyecto ha- supuestos, la utilidad de la figura parece in-
El significado jurídico de los grupos de sociedades. La corporate governance

negable ya que servirá para manifestar pú- mento que sirve a su mejor organización y
blicamente la existencia del grupo, lo cual al equilibrio de intereses en su seno. En se-
ha de considerarse positivo. Al mismo tiem- gundo lugar, la idea del contrato de grupo
po, si su contenido es equilibrado, en la lí- puede materializarse de diferentes mane-
nea antes expuesta, será un buen testimo- ras, según el tipo de grupo que se pretenda
nio de la «seriedad» del grupo, que no organizar, así como en función de su tama-
pretende expoliar a las sociedades que lo ño, su relieve empresarial, etc. Puede ha-
integran en beneficio de determinados inte- ber, por ello, un contrato básico de grupo,
reses particulares. sin perjuicio de que se puedan concluir 99
contratos de grupo «de segundo grado»,
relativos, en el caso de grupos muy com-
5.2. El contrato de grupo como medida plejos o con abundante número de socie-
de «buen gobierno» dades, a un sector de ellas. Lo importante,
en todo caso, es destacar la contribución
Desde el punto de vista del corporate que tal instrumento puede proporcionar a la
governance, la adopción de un contrato de transparencia de los grupos y a su mejor
grupo, con un contenido similar al aquí ex- desarrollo en el ámbito de un ordenamiento
presado, puede llegar a considerarse como jurídico, como el español, que les dedica,
un instrumento o medida del «buen gobier- muy escasa atención.
no» de la empresa, de la misma manera
que lo ha sido la adopción por las empre-
sas de las propuestas contenidas en el In- 6.  CONCLUSIONES
forme Olivencia, en el Informe Aldama y en
el Código Conthe. El contrato de grupo fo- Desde hace mucho tiempo, la figura del
menta la transparencia de las sociedades, grupo de sociedades constituye un reto
exterioriza los conflictos de intereses que para el Derecho, debido a la considerable
pueden afectar a sus administradores y dificultad que supone «casar» armónica-
busca solucionar que equilibren las tensio- mente en una regulación legislativa la uni-
nes y enfrentamientos que puedan darse dad económica y la pluralidad jurídica que,
en su seno. Se realiza con ello, a nuestro de manera esencial, caracterizan a esta
juicio, la finalidad esencial perseguida por el singular modalidad de empresa. El pionero
debate en torno al gobierno de la empresa ejemplo alemán de regulación de los gru-
y que reflejaba tan exactamente, el Informe pos, llevado a cabo mediante la Aktienge-
Winter, por lo que a la Unión Europea se setz de 1965, ha sido seguido por muy po-
refiere. cos ordenamientos jurídicos; han fracasado
hasta la fecha los intentos de la Unión Eu-
Naturalmente, la propuesta que aquí se ropea en tal sentido. No obstante, en fe-
formula requiere muchas precisiones ulte- chas todavía recientes, ha reverdecido el
riores para hacerla operativa. Pero interesa propósito de regulación europea de los
retener, en primer lugar, su encaje en nues- grupos, gracias a las indicaciones conteni-
tro Derecho, y ello por una razón muy sen- das en el Informe Winter (2002), sin que
cilla: si el grupo es una estructura empresa- quepa reseñar hasta el momento la traduc-
rial lícita en el ordenamiento español, ción de estos buenos propósitos en nor-
también ha de serlo por fuerza el instru- mas jurídicas vinculantes.
José Miguel Embid Irujo

A pesar de estas circunstancias legales, grupo, lo que sume su actividad en una si-
nada positivas, la constitución y funciona- tuación de considerable inseguridad, propi-
miento de los grupos de sociedades está ciando todo tipo de opiniones, así como,
planteando múltiples problemas jurídicos, sentencias de los tribunales dispares en
de resolución, obviamente, nada fácil. Un sus valoraciones.
sector donde esa temática ha ido adqui-
Ante este considerable vacío legislativo, y
riendo progresivo relieve es el del corporate
buscando una situación de mayor estabili-
governance. El todavía reciente Código
dad y seguridad para el funcionamiento de
Conthe en España alude repetidamente a
los grupos, el presente trabajo propone la
lo largo de su contenido a la figura del gru-
adopción del llamado «contrato de grupo»,
po. Bien es cierto que dicho texto, por su
a fin de prefigurar, en lo posible, su régimen
propia naturaleza, carece de carácter vin-
jurídico fundamental. Dicho modelo de or-
culante y se limita a señalar un conjunto de
ganización empresarial ha de considerarse
recomendaciones, cuyo incumplimiento
lícito dentro del ordenamiento jurídico espa-
sólo supone para la sociedad cotizada la
ñol, pudiendo ser utilizado tanto entre las
necesidad de explicarlo al mercado. En el
sociedades cotizadas (como una especie
terreno del Derecho positivo, la ley de
de medida de «buen gobierno») como en el
transparencia ha terminado eludiendo la te-
seno de grupos formados por sociedades
mática del grupo, y la Propuesta de código
mercantiles de menor dimensión e, incluso,
de sociedades mercantiles, que lo regulaba
con participación de otras personas jurídi-
con detalle, no se ha convertido hasta el
cas (fundaciones, asociaciones, etc.). Sin
momento en normativa vigente.
entrar ahora en mayores detalles, todo con-
En el derecho español, la empresa de trato de grupo (cuya adopción debería ex-
grupo se encuentra escasamente regulada, presarse en una escritura pública) debería
no siendo siempre coincidente el sentido recoger, entre su clausulado, al menos dos
de los preceptos que a ella se refieren: grandes ideas: la legitimación de la unidad
unos, como el art. 42 del Código de co- de dirección en el grupo, como prueba de
mercio, lo contemplan desde la perspectiva la existencia de un interés colectivo («interés
de la consolidación contable, a través de del grupo»), de un lado, y el establecimiento
una situación de mero control de una so- de medidas de tutela para quienes se ven
ciedad sobre otra u otras; otros, como el afectados por la superioridad de dicho inte-
art. 78 de la Ley de cooperativas, hablan, rés sobre los intereses individuales de las
con mayor corrección, de unidad de direc- sociedades integradas en el grupo, de otro.
ción, lo que hace posible contemplar gru- El contrato de grupo podrá, finalmente,
pos jerárquicos, basados en el control, y contener otras cláusulas que hagan posible
otros paritarios, sin relaciones de domina- el funcionamiento del grupo y su adaptación
ción entre las sociedades que lo formen. a las cambiantes circunstancias del merca-
Muy poco más se puede extraer del dere- do, mediante mecanismos de articulación
cho español en torno al régimen jurídico del interna, arbitraje y resolución de conflictos.
El significado jurídico de los grupos de sociedades. La corporate governance

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