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Historia de la ciudad de Ica de 1957 hasta la actualidad.

Para Sánchez Elías (1957), la historia de la ciudad de Ica comienza a partir de los
sucesos posteriores al acto de la conquista por parte de los españoles, cuando los
conquistadores empezaron a avanzar hacia el sur. Entre 1533 y 1534 se llevó a
cabo el reparto de tierras y la adjudicación de indios, que posteriormente
constituyeron las encomiendas, las cuales se convertirían en el elemento base de
una nueva forma de agrupación humana en el territorio. En la zona de la actual
aldea, Nicolás de Ribera, “el viejo”, obtuvo la encomienda de Hurín Ica, también
conocida como Ocachi; además de adjudicarse terrenos que se convirtieron luego
en la antigua Villa de Valverde, dentro de los cuales construyó una primera casa-
hacienda, la que, según Sánchez Elías, era el lugar donde los emisarios españoles
y viajeros descansaban cuando realizaban sus recorridos hacia el sur. Lo
anteriormente expuesto, si bien es parte importante de la historia de la fundación
de la ciudad de Ica, no se refiere a su actual emplazamiento ni condición,
ya que la aldea inicial ha tenido que variar su trazado urbano primario alrededor
de tres veces; y si se pretende estudiar su crecimiento urbano como tal, se debe
tener en cuenta entonces que “el núcleo de la actual ciudad se remonta a inicios
del siglo XVIII” (Bendezú, 1989), lo que sugiere a una ciudad relativamente joven
producto de los constantes cambios que tuvo que vivir por los terremotos que la
afectaron cada cierto tiempo.
La Arq. Bendezú refiere que la actual ciudad de Ica ha pasado por tres
momentos de fundación como pueblo, que sucedieron en diferentes
asentamientos más o menos cercanos entre sí (5 a 6 kilómetros de distancia entre
ellos), como se explica a continuación: Los anteriores asentamientos, con el
nombre de Villa de Valverde, surgieron primero sobre el fundo Tacaraca en 1563
(6 Km. al sur de Ica), luego sobre el fundo Rodamonte en 1586 los que
posteriormente fueron abandonados como consecuencia de los terremotos de
1586, 1647, 1664 y 1687. Del segundo núcleo quedó por mucho tiempo las ruinas
del convento de la Iglesia de San Francisco. De la tercera fundación solo queda el
trazo de las cuadras del núcleo circundante a la Plaza de Armas y el frontis del
antiguo Palacio de los Marqueses de Torre Hermosa. Se confirma entonces que
la ciudad de Ica ha sufrido importantes cambios que han transformado
drásticamente su estructura morfológica, debido, como ya se ha señalado, a los
fenómenos naturales. Existe un primer momento entre los asentamientos que
existieron sobre el fundo de Tacaraca (1563) y el fundo Rodamonte (1586), donde
se asume que transcurrió un proceso muy primario ya que el núcleo de la proto-
ciudad se fue moviendo debido a los terremotos, sin considerar hitos o sendas de
especial importancia. Del segundo núcleo quedaron por muchos años las ruinas
de un hito principal de la ciudad, que si bien terminó desapareciendo, el terreno
constituye el lugar donde se ubica la actual Iglesia de San Francisco. Sin embargo,
del tercer núcleo es de donde se puede asumir que nace la ciudad de Ica, ya que
conserva la traza ortogonal primigenia y sigue la lógica de fundación de ciudades
de los españoles; es en este contexto más formal donde se ubican los hitos
importantes de una ciudad típica fundada por los españoles, como son la Plaza
de Armas y algún edificio importante circundante. Entonces, se reafirma, a través
del estudio de la Arq. Bendezú, la lógica de crecimiento de las ciudades que
explica Capel, según la cual siempre quedan marcas de épocas pasadas en el
palimpsesto de una ciudad; y en Ica quedaron partes importantes de la segunda
y tercera fundación que constituyen el plano actual de la ciudad. Según Capel, si
bien la trama edilicia es muy cambiable o mutable, la trama viaria sería la parte
que se mantendría más inalterable en una ciudad, ya que sigue lógicas de borde
y/o sendas que tienen que ver con usos del territorio que se remontan a épocas
o momentos mucho más antiguos, incluso antes de la formación de las mismas
ciudades.

En primer lugar, en el plano desarrollado por la Arq. Bendezú para 1900, tenemos
a la ciudad de Ica con los trazos base alrededor del núcleo (ya asentado e
inamovible desde inicios del siglo XVIII). En el estudio de la trama viaria, se
identifican las líneas de trazado base oeste-este (actuales avenidas Matías
Manzanilla, Grau y Prolongación Grau) y las líneas de trazado base norte-sur
(actuales avenidas Castrovirreyna y Ayacucho); se rearma su carácter de líneas
base debido a la presencia de hitos en dichas avenidas, que conformarían la
importancia de las mismas con respecto a las otras. Además, en este primer
momento, se observa a Ica como una ciudad punto, de trama ortogonal y regular,
de lo cual se puede confirmar la determinante influencia de la ciudad colonial
o de fundación española. Sin embargo, si bien 1900 podría ser considerada una
época republicana, en el contexto de Ica y en el estudio de Bendezú se asume
1900 como inicio debido a que Ica siempre fue una ciudad en constante
destrucción y reconstrucción (como ya se explicó), debido a lo cual la trama que
se observa de esa fecha sería lo más consolidado que existió hasta ese momento.
A este plano de 1900 se le agregó el plano encontrado en el libro de Tamayo y
García (1908), donde se observa el primer asentamiento alrededor de Huacachina,
en su primera etapa.

El siguiente año trabajado por la Arq. Bendezú es 1945. Aquí se observa cómo la
ciudad punto empieza a expandirse siguiendo rutas importantes como las que
van hacia el cerro Saraja, hacia la actual zona de La Tinguiña o hacia Huacachina.
Esta lógica de crecimiento de vía matriz demuestra un relativo crecimiento de la
trama, pero además la ciudad empieza a vincularse con su entorno y mostrar su
expansión hacia otras zonas periféricas de importancia local. Por su parte hasta
esa fecha Huacachina ya mostraba (según la documentación encontrada) una
importante consolidación urbana, aunque no muy avanzada en su crecimiento
hacia Ica pero si en sí misma.

El siguiente plano, de 1964, muestra que la ciudad de Ica se ha expandido


considerablemente hacia el sur y relativamente hacia el norte, pero conservando
su extensión oeste-este, teniendo al río Ica como límite por la derecha. Por otro
lado, la ciudad concéntrica empieza a consolidar su comunicación con la periferia,
hacia las zonas de los actuales distritos de La Tinguiña y Parcona, donde se ubican
hitos importantes como la Achirana del Inca. En este gráfico es indudable el
aumento y crecimiento del suelo urbano en la configuración del plano geográfico
de la ciudad (y dentro del valle), como también la disminución del terreno
agrícola. Sin embargo, si se observa de manera general, lo no construido o lo
relativamente intervenido como son las áreas de cultivo (López, 2010), sigue
siendo predominante en la lectura total de la ciudad.

Para 1980, la lectura de la ciudad ha cambiado, el factor determinante será la


aparición del trazado de la Panamericana Sur y de otras vías de circunvalación que
amplían la trama de la ciudad. La incorporación de la Panamericana Sur de manera
periférica no afectó el trazado ortogonal pues fue ubicada en las áreas de los
terrenos de cultivos. Esto generó que la forma de la trama de ciudad ortogonal
(casi inalterada) quede ubicada dentro de las vías de circunvalación, además, que
cambie el sentido del crecimiento de las manzanas: de estar siguiendo un patrón
de adaptación a la trama ortogonal, pasar a la lógica de tomar como vía matriz la
carretera Panamericana, ósea, de crecimiento parecido al de una ciudad lineal.

En ambos frentes de la carretera Panamericana aparecen nuevas manzanas que


se adaptan a la forma dispuesta por esta vía matriz; y nacen vías secundarias
vinculadas también a la Panamericana que empiezan a configurar el crecimiento
hacia otras áreas de la ciudad. Entonces, Ica pasa de ser hasta ese momento una
ciudad concéntrica y/o de punto, a otra que agrega a su plano una nueva forma
traída de la época de la modernidad e intensifica su crecimiento hacia afuera.
Sin embargo, este nuevo crecimiento no se da hacia la ya consolida avenida
Huacachina debido a que los terrenos eran de propiedad privada y pertenecían al
antiguo fundo San José.

Para 1999 es clara la influencia de la Panamericana Sur en la nueva configuración


de la ciudad, habiéndose consolidado las vías perpendiculares a ella y las nuevas
manzanas muy asociadas a la forma de esta gran vía matriz. Si bien no existe una
vinculación directa entre la avenida Huacachina y la carretera Panamericana, esta
se establece en un primer momento desde la avenida Ayabaca, que llega a un
óvalo, y posteriormente a través de la avenida Cutervo. En esta etapa se observa
un crecimiento considerable hacia el área de zonas de cultivo, al este de
Huacachina, que señala el inicio del crecimiento inmobiliario que se desarrolló a
partir de 1998 (después de la inundación de ese año) y que en los próximos años
transformará esta zona agrícola en totalmente urbana. En este sentido, el plano
representa la ciudad de Ica después del Fenómeno del Niño de 1998, hecho
que significó un cambio importante debido a la subsiguiente especulación de
terrenos alejados del río Ica.

Para el 2014, el crecimiento de Ica es evidente, al norte y al sur de la carretera


Panamericana y a lo ancho del valle. Se distinguen distintos trazados en diferentes
áreas de la ciudad, que si bien siguieron la lógica de expansión desde la vía matriz,
se han ido adaptando a las vías secundarias y al terreno.

En la actualidad se muestra una ciudad caotica que no ha sido previamente


planificada para los cambios, ni para el aumento demográfico de la población.
Mostrando deficiencia y falta de equipamientos en la ciudad. Al lado oeste de la
ciudad emerge un gran asentamiento humano al margen de la carretera a la playa
de carhuas, denominada Tierra prometida, donde se muestra la depredación de
las dunas.

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