PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

Sustanciales: Informan todo el ordenamiento en general y el administrativo en particular, y son

importantes para resolver situaciones particulares, como para derivar de ellos principios
específicamente procesales (juridicidad, debido procedimiento previo).

Formales: Son de carácter estrictamente procedimental, pueden estar o no (caso del de

gratuidad) consagrados en la legislación o resultar inferibles de ésta (caso del particular como
colaborador).

3.1 PRINCIPIOS SUSTANCIALES

Dentro de éstos se enuncia el de Legalidad. A su vez integrado por

la normatividad jurídica;

jerarquía normativa;

igualdad jurídica;

razonabilidad; y

control judicial.

El de Defensa, que incluye los siguientes Derechos:

a ser oído;

a ofrecer y producir prueba;

a una decisión fundada;

e impugnar la decisión.

Estos cuatro aspectos derivados del principio de defensa es lo que la doctrina conoce como
debido proceso adjetivo.

Como tercer principio sustancial tenemos el de Gratuidad.

PRINCIPIOS FORMALES

Al hablar de la segunda clasificación, nos referimos a los principios ¨formales¨ de oficialidad;

informalismo y eficacia, con los que se vienen a instrumentar o aplicar los principios sustanciales.

EXPLICACIÓN DE PRINCIPIOS SUSTANCIALES Y SUS COMPONENTES

LEGALIDAD

Es la piedra angular que rige el actuar de la Administración Pública. También se le reconoce

como de ¨estricta legalidad¨.

Tiene expreso fundamento constitucional y marca las pautas tanto de las acciones como de las
omisiones en la función pública de las personas denominadas servidores públicos; quienes
deben ¨...cumplir y hacer cumplir la Constitución y la Ley¨, personas a las que además de
exigírsele responsabilidad por infracción de estos instrumentos jurídicos, también ello es posible
por extralimitación de funciones o por omisión en el ejercicio de éstas.
Existe, pues, un marco de legalidad en el ejercicio de la función pública, ineludiblemente
predicable asimismo a la Administración Pública en su conjunto.

COMPONENTES:

Normatividad jurídica

Significa que toda actividad administrativa está cimentada en normas jurídicas cualquiera sea su
fuente (constitucional, legislativa o administrativa). Pese a que un hecho encuadre en un
determinado supuesto normativo no hay que perder de vista el ordenamiento jurídico en
general que ¨rige cada caso administrativo¨.

Jerarquía normativa

Supone lo siguiente

Ninguna norma o acto emitido por un órgano inferior podrá dejar sin efecto lo dispuesto
por otra de rango superior.

Las normas u órdenes del superior no pueden ser derogadas o rectificadas por el
inferior.

Todo acto particular debe estar de acuerdo con al norma general.

Igualdad jurídica

Consiste en que la Administración no puede ser discriminatoria otorgando privilegios a unos y

¨negar arbitrariamente Derechos a otros¨; implica un tratamiento igual para situaciones iguales.
Ante el supuesto de intereses contrapuestos en un procedimiento, v. gr., licitación pública, éste
adquiere carácter contradictorio y la Administración debe propiciar una ¨participación
igualitaria a los interesados¨, de lo contrario, la decisión sería ilegítima por ¨afectar la
imparcialidad que debe guardar en el trámite¨.

Razonabilidad

Exige que los agentes públicos valoren razonablemente las circunstancias de hecho y el Derecho
aplicable para así disponer las medidas proporcionales a la finalidad prevista por el
ordenamiento jurídico. Debe existir una lógica relación entre el consecuente y sus antecedentes.

Control judicial

La Constitución Política, fundamento del sistema jurídico, ha atribuido de forma explícita el

control de los actos de autoridad al Órgano Judicial; el control judicial y la legalidad suponen que
los actos administrativos, previo agotamiento de la vía administrativa, son susceptibles de ser
revisados por la instancia judicial

DEFENSA

Debe aclararse que no es extraño que la doctrina aborde el principio del debido proceso como
principio de defensa, establecido una sinonimia, a nuestro juicio aceptable, entre ambos
conceptos.
Con todo, reitero que el principio del debido proceso o de defensa para los efectos del
procedimiento administrativo incluye cuatro capitales aspectos:

• Derecho a ser oído;

• Derecho a ofrecer y producir prueba;

• Derecho a una decisión fundada; y,

• Derecho a impugnar la decisión.

En conjunto estos factores configuran el llamado debido proceso adjetivo.

COMPONENTES:

Derecho a ser oído

No se limita a la simple convocatoria del particular interesado o a su Derecho a ser escuchado,

sino que incluye su activa participación. Esto exige, a la vez, un ambiente propicio, por lo que
unido a este componente debe darse:

- La publicidad del procedimiento, que se materializa con el acceso de las partes al expediente y
las constancias procesales.

El secreto en las actuaciones o documentos sólo se justifica por razones excepcionales

(seguridad o defensa nacional, respeto a la intimidad y honra de las personas, por una ley que
declare confidenciales ciertos documentos y supuestos similares, que se concretan en motivos
de interés público o particular).

Uno de los deberes de todo servidor del Estado es la de guardar reserva y discreción. Lo cual es
fundamental con relación a los hechos e informaciones que conozcan con motivo del
cumplimiento de sus funciones, y que de ser relevadas a otros pueden afectar los intereses del
Estado o de terceros.

Considerando que no es aconsejable que la autoridad administrativa detente libérrimas

facultades para determinar cuándo un documento o información tiene la calidad de reservado,
ya que ello se presta para el cumplimiento o flexibilidad discrecional de la regla de publicidad.

Los actos administrativos son públicos, como garantía de la transparencia y moralidad del actuar
administrativo

Derecho a ofrecer y producir prueba

La Administración está obligada a desplegar todas las diligencias necesarias para averiguar los
hechos que fundamentan su decisión; pero ello no obsta para que los interesados ofrezcan y
produzcan pruebas. Este Derecho incluye:

Derecho a que toda prueba razonablemente propuesta sea producida;

Que la producción de la prueba sea efectuada antes que se adopte la decisión; y

Derecho a controlar la producción de la prueba sustanciada por la Administración.

Derecho a una decisión fundada

Es necesario para el eficaz ejercicio del Derecho de defensa y respeto del principio de legalidad,
que la Administración exteriorice razonablemente los fundamentos de su decisión. Por medio
de lo que comúnmente se conoce como considerándoos del acto administrativo, aquélla debe
plasmar claramente las razones de hecho como de Derecho que apoyan su proceder plasmado
en un acto administrativo. Esta explicación a la que está obligada la Administración al proferir
sus actos es útil para determinar el sentido y alcance de sus acciones.

El acto administrativo, ya sea que su emisión corresponda a una actividad reglada o discrecional,
debe siempre basarse en hechos ciertos, verdaderos y existentes al momento de emitirse; de lo
contrario, estaría viciado por la falta de causa o motivo.

La Ley en el título relativo a las ¨Invalidez de los actos administrativos¨, prevé que éstos devienen
absolutamente nulos cuando son emitidos con presciencia u omisión absoluta de trámites
fundamentales que impliquen violación del debido proceso legal. La jurisprudencia del Pleno de
la Corte suprema de Justicia al resolver acciones de inconstitucionalidad o demandas de amparo
de garantías constitucionales ha expresado que el debido proceso es aplicable a todo tipo de
proceso, y uno de los atentados contra el debido proceso es precisamente la falta de motivación
de las sentencias.

El razonamiento aplicado a las actuaciones de los entes administrativos arroja que un acto
administrativo carente de motivación cuando éste deba ser motivado según la Ley, transgrede
el debido proceso legal, y coloca en entredicho el Derecho de defensa de la persona afectada
por un acto sin fundamento.

Derecho a impugnar la decisión

Esta facultad es sumamente importante para el cabal ejercicio del Derecho de defensa.
Precisamente los recursos en la vía administrativa como medios de impugnación permiten la
defensa, aunque es sabido que no garantizan un resultado positivo por su sola interposición o
permisión. Lo trascendente es que exista la posibilidad de impugnar en sede administrativa, por
lo menos mediante el recurso de reconsideración o en grado de instancia única, la decisión que
el particular estima que afecta sus intereses subjetivos.

Este Derecho tiene así como contrapartida el que no se establezcan limitaciones o

impedimentos injustificados a los particulares para intentar enervar un acto administrativo que
se estima injusto.

GRATUIDAD

El procedimiento administrativo es por regla general gratuito. Esto supone la ausencia de

condena en costas y pago previo de Derechos de impugnación.

La regla general indicada es clara, pero no es óbice para que los interesados sufraguen los gastos
incurridos en provecho propio de su defensa o acción (honorarios profesionales de abogados,
pago de copias, peritos y costes similares y gastos excepcionales que conlleva la prolongación y
sustento de una contienda, ya contra un particular, ya contra la Administración). Respecto del
pago de copias, su coste debe asumirlo quien las solicite; no obstante, pugnaría con el carácter
gratuito el que se exija el pago de un Derecho o tasa por la ¨autenticación¨ de esas
reproducciones; mala práctica que se da en algunas entidades oficiales.