Вы находитесь на странице: 1из 3

TITULO

“LEY DE MOORE”

LA EVOLUCION TECNICA DE LA LEY DE MOORE: DESDE CALCULADORAS


HASTA MOVILES Y MAPAS DEL ADN

Contemplamos cómo la Ley de Moore ha aumentado la eficiencia y el rendimiento de


los circuitos integrados, así como ha permitido que la electrónica haya sido asequible
durante los últimos 50 años.
No es ningún secreto que la Ley de Moore ha revolucionado completamente nuestro
modo de vivir. La observación que formuló el cofundador de Intel, Gordon Moore, en
1965 se convirtió en un principio fundamental que ha impulsado la industria del
semiconductor durante los últimos 50 años. La Ley de Moore ha ayudado a que muchos
fundamentos cotidianos cobren vida. Portátiles, pantallas HD, cámaras, smartphones, e
incluso nos atreveríamos a decir que Internet tal y como la conocemos, no existirían.
Pero, ¿cómo hemos llegado a este punto?

En 1971, el procesador Intel 4004 incluía 2.300 transistores, algo impresionante en esa
época, se utilizó para equipar a la modesta calculadora Busicom. El ancho de línea de
los circuitos del 4004 era de 10.000 nanómetros, 10 veces más ancho que la anchura
de un cabello humano (100.000 nm).

Hoy día, los avances en la fabricación han permitido a Intel reducir las líneas de los
circuitos hasta un ancho de 14 nm. Esta reducción tan radical ha permitiendo crear la 5ª
generación de procesadores Intel® Core™, que incluye hasta 1,9 mil millones de
transistores y ha mejorado enormemente los modelos de uso. Los procesadores se
utilizan para equipar de todo, desde cajeros automáticos hasta coches, tabletas y
superordenadores.

No es solo el tamaño lo que se ha reducido. El microprocesador Intel 4004 original tenía


una velocidad de reloj de paso de tortuga de 740 kilohercios (0,00074 GHz). Al cabo de
50 años los procesadores Intel Core llegan a velocidades de 4 GHz, un incremento de
5.400 veces.
En el COMPUTEX TAIPEI 2015, Kirk Skaugen, Vicepresidente Ejecutivo y Director
General del Grupo de Informática de Cliente de Intel, resumió el ritmo de la innovación
en la industria del semiconductor comparándolo con el sector de la automoción. Si los
motores hubieran evolucionado al ritmo que marca la Ley de Moore, solo se necesitarían
4 litros de combustible para cubrir todos los viajes que un coche completaría en su vida.
Podríamos llegar a la luna en 60 segundos y viajaríamos de Taipei a Nueva York en
solo 30 segundos.

Aunque que la velocidad ha sido algo importante, la Ley de Moore se ha convertido en


la fuerza impulsora que aumenta la eficiencia energética de los dispositivos electrónicos.
Los procesadores actuales son 90.000 veces más eficientes que el procesador 4004
original de Intel. Esto es tan importante como el aumento de la potencia porque si el
consumo energético hubiera permanecido inalterado desde 1970, el gasto energético
de un portátil costaría 100.000 euros al año en lugar de 25.

La duplicación de los transistores ha sido algo decisivo en la llegada de los dispositivos


de bolsillo en los últimos 30 años. En 1984, el Motorola DynaTAC 8000X fue el primer
teléfono móvil vendido comercialmente. Este voluminoso dispositivo medía 25 cm de
largo, pesaba 790 gramos y tenía muy pocas prestaciones, como por ejemplo, solo tenía
30 minutos de tiempo de llamada y solo podía almacenar 30 números de teléfono.

Ahora, incluso los smartphones de gama media hacen que el DynaTAC parezca algo
prehistórico, porque miden 5 pulgadas de largo, pesan menos de 200 gramos, tienen
monitores de frecuencia cardíaca/huellas dactilares, hasta 128 GB de almacenamiento
y 14 horas de llamadas. Pero no hay que permitir que estas comparaciones nos
engañen creyendo que el DynaTAC 8000X era una ganga cuando salió a la venta.
Costaba la friolera de 3.995 dólares (unos 3.600 euros), el equivalente a 9.097 dólares
de 2015 (unos 8.200 euros). Por ese precio se podrían comprar 14 iPhone 6 libres.

Aunque es cierto que la Ley de Moore ha llegado a todos los sectores industriales,
algunos de los mayores avances se han hecho en el campo de la ciencia médica. Los
diagnósticos y los tratamientos han avanzado mucho desde la década de 1970. Desde
las imágenes digitales hasta miembros impresos en 3D no serían posibles sin los
avances en capacidad de procesamiento.
El primer genoma humano se descifró en 2001 tras 10 años de trabajo y costó unos 90
millones de euros. Hoy día, una persona puede obtener la secuencia de su ADN en una
semana y por un coste de 900 euros.

El proceso de desarrollo de Intel llega ahora a los 7 nm, cuando es necesario alejarse
del silicio. Sin embargo, con la llegada de Internet de las cosas y los 50 mil millones de
dispositivos conectados a la web previstos para 2020, el propio Moore cree que incluso
el duplicado de los transistores cada 24 meses llegará a su fin, aunque “la electrónica
se abrirá paso por cada resquicio de nuestra existencia”.

Вам также может понравиться