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FACULTAD:

CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA:

TECNOLOGIA MEDICA

DOCENTE:

HORNA TORRES MAXIMO

TEMA:

FARMACOLOGIA DE TRANQUILIZANTES
MENORES

ALUMNO:

CARBONELL ZARATE LINDA

CURSO:
PATOLOGÍA Y FARMACOLOGÍA

CICLO:
IV

14 DE MARZO DEL 2018


ANSIOLITICOS, ATAXICOS O TRANQUILIZANTES
MENORES
MARCO TEORICO
Un ansiolítico o tranquilizante menor es un fármaco con acción
depresora del sistema nervioso central, destinado a disminuir o eliminar
los síntomas de la ansiedad. Fármaco ansiolítico ideal es aquel que alivia
o suprime el síntoma de ansiedad, sin producir sedación o sueño.

Desde este punto de vista el ansiolítico ideal sería aquel que logra la
mayor disminución de la ansiedad y a la vez produce la menor
sedación posible. El uso de los ansiolíticos estará indicado en los
procesos o trastornos donde aparecen síntomas de ansiedad.

Los ansiolíticos en principio fueron llamados tranquilizantes


menores, en contraposición a los neurolépticos (usados en el
tratamiento de la esquizofrenia y otras psicosis) que son conocidos
como tranquilizantes mayores.

 Ansiedad: estado emocional inherente al ser humano, que


constituye una respuesta normal relacionada con el miedo, que
tiene finalidades psicobiológicamente adaptativas. Es el síntoma
principal de muchos trastornos psiquiátricos, médicos y
quirúrgicos. Entre los desórdenes psiquiátricos, la ansiedad
dentro de la comunidad está presente en cerca del 15 al 20% de
los pacientes. Su frecuencia es de 3 veces mayor en mujeres
que en los hombres.

 Trastornos de ansiedad:
 Trastorno de pánico con/sin agorafobia (temor a lugares cerrados)
 Trastorno obsesivo compulsivo
 Trastorno por enfermedad física
 Fobia social
 Trastorno por estrés
 Trastorno inducido por sustancias

Manifestaciones clínicas de la ansiedad


a)psíquicas:
 sentimientos de temor
 sensación de tensión
 vivencias de extrañeza: desrrealización y despersonalización
 alteraciones cognoscitivas: distraibilidad, dificultad de
concentración
 distorsiones de la cognición: preocupaciones excesivas irreales
 alteraciones del sueño
 alteraciones del comportamiento: irritabilidad, alerta,
hipervigilancia, hiperactividad motora

b) somáticas:

 cardiovasculares: palpitaciones, taquicardia, opresión torácica.


 gastrointestinales: nauseas, vómitos, nudo faríngeo.
 respiratorios: sensación de ahogo, suspiros, taquipnea (aumento
anormal de frecuencia respiratoria).
 genitourinarios: micción imperiosa, polaquiuria (micción
frecuente).
 neurológicos: temblor, mareo, vértigo, inestabilidad postural,
midriasis, cefaleas, parestesias (hormigueo), hiperestesia
(sensibilidad extrema al dolor o tacto).
 musculares: debilidad, torpeza, mialgias, hipertonía (aumentos
anormal del tono o fuerza muscular).

CLASIFICACIÓN DE LOS ANSIOLÍTICOS

1. Benzodiazepinas (BZD): estimulas el receptor GABA – A


2. No benzodiazepinas: buspirona (BUSPAR), zopiclona
(ciclopirrolonas), zolpidem (imidazopiridonas), hidratos de cloral,
meprobamato, barbitúricos.

I. BENZODIAZEPINAS
Depresores del SNC con 5 efectos: ansiolíticos, sedante, hipnótico,
anticonvulsivante, relajante muscular. Son muy útiles en una gran
variedad de indicaciones psiquiátricas y no psiquiátricas.

Clasificación de las Benzodiazepinas de acuerdo a su


T1/2
T1/2 Nombre Principal acción
Corto Midazolam Hipnótica
(< 6 horas) Triazolam Hipnótica
Ansiolítica
Alprazolam
Ansiolítica
Bromazepam
Mediano Ansiolítica,
Clobazam
(6 – 24 anticonvulsivante
Estazolam
horas) Hipnótica
Flunitrazepam
Hipnótica
Lorazepam
Ansiolítica, hipnótica
Ansiolítica
Alprazolam
Ansiolítica
Bromazepam
Mediano Ansiolítica,
Clobazam
(6 – 24 anticonvulsivante
Estazolam
horas) Hipnótica
Flunitrazepam
Hipnótica
Lorazepam
Ansiolítica, hipnótica

Mecanismo de acción:

Las benzodiazepinas, actúan como agonistas indirectos del


neurotransmisor GABA, potenciando sus efectos inhibitorios a nivel
del SNC, provocando una depresión del SNC que se traduce
clínicamente en tranquilidad y sedación.

La unión del GABA con su receptor GABA – A produce un aumento


de la permeabilidad del canal al Cloro, facilitando el paso de ion
al medio intracelular.

Utilidad terapéutica:

En trastornos de ansiedad generalizada, crisis de angustia y pánico,


fobias, ansiedad por enfermedad, insomnio, estados convulsivos,
abstinencia alcohólica, relajante muscular en rigidez muscular,
medicación preanestésica y quirúrgica, agorafobia.

Contraindicaciones:

Insuficiencia respiratoria, miastenia (fatiga y debilidad muscular),


coma, intoxicación, alcohólica, glaucoma, psicosis, gestación.

Reacciones Adversas Medicamentosas:

SNC (somnolencia, amnesia, ataxia, confusión mental y temblores),


tolerancia, cardiovascular (hipotensión, bradicardia, arritmias),
colapso cardiovascular (uso por endovenosa), ojo (diplopía, visión
borrosa), TGI (náusea, vómitos), piel (erupción cutánea), depresión
respiratoria.

Interacciones Medicamentosas:

Alcohol, AG, ADT, barbitúricos y antipsicóticos potencias los efectos


depresores del SNC, levodopa, eritromicina, disulfiram,
anticonceptivos orales, tabaco, rifampicina, isoniazida, antiácidos.

LAS BENZODIACEPINAS.

Consumo masivo de benzodiacepinas.


Las benzodiacepinas son los fármacos ansiolíticos más utilizados en la
actualidad. Se emplean, a corto plazo, como fármacos de primera
elección cuando se precisa una rápida disminución de la ansiedad del
paciente o se busca una acción depresora del sistema nervioso central.

El uso a largo plazo puede estar indicado en trastornos de ansiedad


severos. Todas las benzodiacepinas presentan un síndrome de
abstinencia al retirar el fármaco, si se usa de forma continua durante
más de dos semanas.

En pacientes que lo toman durante mucho tiempo se crea una


dependencia del medicamento y un efecto tolerancia (cada vez son
necesarias dosis mayores para lograr los mismos efectos).
ANSIOLÍTICOS COMUNES.

El uso de las benzodiacepinas es tan habitual que muchas de estas sustancias


o marcas han pasado a formar parte del lenguaje coloquial: “Tómate un Valium
que te veo nervioso”, “Me he tomado un Orfidal para dormir”, etc.

De entre los fármacos más conocidos desde hace años están: el diazepam
(Valium) y el clorazepato dipotásico (Tranxilium). Tenemos también la cápsula
para aprobar el carnet de conducir: Bromazepan (Lexatin) que tiene un suave
efecto ansiolítico y produce escasa somnolencia.

Todo un clásico es el Lorazepam (Orfidal), usado en ocasiones de forma


sublingual para conseguir un efecto más rápido. Forma parte del arsenal de
medicinas de muchos ancianos con dificultad para dormir. El Alprazolam
(Trankimazin) es otro de los ansiolíticos más conocidos a nivel de la calle.

El principal problema de estos ansiolíticos “superstar” es que en muchas


ocasiones se consumen sin prescripción médica y de forma indiscriminada. No
en vano, España es el segundo país europeo en consumo de fármacos
ansiolíticos. Sólo nuestros vecinos de Portugal nos ganan en este aspecto.

ANTIDEPRESIVOS.

En los últimos años la industria farmacéutica ha puesto gran interés en el


desarrollo de otros fármacos ansiolíticos. Algunos, aun siendo de familias
distintas, como los antidepresivos, tienen un potente efecto ansiolítico. Apotan
la ventaja de minimizar los efectos secundarios más frecuentes de las
benzodiacepinas. En este sentido, cabe destacar el grupo de los ISRS
(inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina). Los más conocidos
son la sertralina, la paroxetina, la fluoxetina, el citalopram o el escitalopram.

Todos estos fármacos que empezaron a aparecer a finales de la década de los


80 tienen una acción antidepresiva primaria. A la vez se han manifestado muy
eficaces en el tratamiento de los síntomas de angustia y ansiedad. Por este
motivo su uso en los trastornos de ansiedad es cada día más frecuente.
Debido a su importancia, cada día mayor, creo oportuno separarlos de los
ansiolíticos y estudiarlos en un capítulo aparte.

ANSIOLITICOS NATURALES.

Muchas personas tienen una cierta aversión a la toma de fármacos. A veces


porque sus síntomas no son excesivamente graves. En otras ocasiones por
auténtica repulsión hacia la farmacología. Estas personas confían ciegamente
en los remedios naturales.

La medicina natural no tiene nada malo cuando se sabe utilizar. A fin de


cuentas la mayoría de los fármacos provienen de plantas medicinales. La
madre naturaleza tiene una gran variedad de especies de vegetales. Existen
hierbas y plantas medicinales, que pueden usarse para tratar una inmensa
variedad de trastornos del ser humano.

Durante cientos de años la medicina natural ha sido el único recurso que


tenían nuestros antepasados para curar sus enfermedades. Los trastornos de
ansiedad han sido tratados a lo largo de los siglos con una gran variedad de
plantas medicinales.

Entre los ansiolíticos naturales más empleados podemos destacar los


siguientes: Manzanilla, tila, melisa, lavanda y pasionaria.

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