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© De la presente edición:
FahrenHouse
y los autores
I.S.B.N.: 978-84-944804-3-0
Título de la obra
Mors certa, hora incerta. Tradiciones, representaciones y educación ante la muerte
Editores de la obra
Sara González Gómez, Iván Pérez Miranda, Alba María Gómez Sánchez
Materia IBIC
JN - Educación Pedagogía
JNB - Historia de la Educación
Todos los ensayos de este libro han sido sometidos a una revisión ciega por pares
Comité Científico
José Manuel Alfonso Sánchez (Universidad Pontificia de Salamanca, España), Antonio Samuel Almeida
Aguiar (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España), Adelina Arredondo (Universidad Autónoma
del Estado de Morelos, México), Maria Helena Camara Bastos (Pontifícia Universidade Católica do Rio
Grande do Sul, Brasil), Vittoria Bosna (Università di Bari, Italia), Rosa Bruno-Jofré (Queen’s University,
Canadá), Ernesto Candeias Martins (Escola Superior de Educação de Castelo Branco, Portugal), Katerina
Dalakoura (University of Crete, Grecia), Paulí Dávila Balsera (Universidad del País Vasco, España), Silvia
Finocchio (FLACSO Argentina / Universidad de Buenos Aires, Argentina), António Gomes Ferreira
(Universidade de Coimbra, Portugal), José Elías Guzmán López (Universidad de Guanajuato, México),
María Jesús Hermoso Félix (Universidad de Valladolid, España), José María Hernández Díaz (Universidad
de Salamanca, España), Joaquim Pintassilgo (Universidade de Lisboa, Portugal), Lucía Raynero Morales
(Universidad Católica Andrés Bello, Venezuela), Carmen Sanchidrián Blanco (Universidad de Málaga,
España), Bernat Sureda García (Universitat de les Illes Balears, España), María Tejedor Mardomingo
(Universidad de Valladolid, España), Javier Vergara Ciordia (Universidad Nacional de Educación a
Distancia, España), Zosi Zografidou (Aristotle University of Thessaloniki, Grecia)
Índice de Contenidos
Muerte, historia y educación 5
Sara González Gómez, Iván Pérez Miranda y Alba María Gómez Sánchez
Morte e pedagogia cívica em contexto republicano: os funerais de
«mortos ilustres» nos anos 10 e 20 do século XX 13
Joaquim Pintassilgo y Rui Afonso da Costa
La fotografía postmortem infantil y su papel en la evocación del recuerdo
y la memoria 39
Sara González Gómez y Xavier Motilla Salas
La educación a la muerte en Cerdeña. La figura de la «acabadora»: de la
antropología a la literatura 67
Milagro Martín Clavijo
Esperienze culturali a confronto: alcuni aspetti della tradizione ebraica.
Educare alla morte come esperienza di vita 85
Silvia Guetta
Narrare la morte: l’elaborazione del lutto attraverso la letteratura per
l’infanzia 101
Angela Articoni
Las dificultades de enseñar el pasado en las aulas: La representación
del Holocausto en los libros de texto de Historia en España 127
Mariano González Delgado
«Morte» em um periódico educativo em Mato Grosso-Brasil, na era
Vargas: uma análise em perspectiva histórica 155
Kênia Hilda Moreira y Elizabeth Figueiredo de Sá
La trasfigurazione della morte nella retorica del milite eroe: educazione,
immaginario giovanile e libri per l’infanzia in Italia negli anni della
Grande Guerra 177
Letterio Todaro
4
La fotografía postmortem infantil y su papel
en la evocación del recuerdo y la memoria
Sara González Gómez
Universitat de les Illes Balears. España*
e-mail: sara.gonzalez@uib.es
Xavier Motilla Salas
Universitat de les Illes Balears. España*
email: xavier.motilla@uib.es
1. Introducción
* Los autores de este trabajo pertenecen al Grup d’Estudis d’Història de l’Educació (IRIE/UIB). El
presente trabajo se ha realizado en el marco del proyecto EDU2014-52498-C2-2-P titulado «La fotografía
publicada como representación de los cambios y las continuidades en la cultura escolar (1900-1970)»,
financiado en el Programa estatal de fomento de la investigación científico y técnica de excelencia,
subprograma estatal de generación del conocimiento, en la convocatoria del 2014.
Mors certa, hora incerta. Tradiciones, representaciones y educación ante la muerte 39
Sara González Gómez / Xavier Motilla Salas
del mundo –es una cuestión mucho más integrada en la vida y a la que rodean
rituales y celebraciones particulares y llamativas– haya propiciado no sólo el que
numerosas familias se convirtieran durante años en adquisidoras de fotografías
postmortem sino también que exista un mayor número de profesionales que ha-
yan encontrado en ellas un atractivo objeto de estudio.
Entre todos los trabajos de procedencia latinoamericana localizados cabe hacer
especial mención al artículo titulado «Fotografía postmortem, mecanismo de per-
petuación del rito mortuorio», de Juan Ignacio Cordero Pérez (2013), en el cual se
plantea la idea de este prototipo de fotografía como elemento fundamental del rito
del duelo, que daría cuenta de la necesidad de los padres de detener el tiempo en
una imagen vital que haría más soportable la pérdida. Apunta también este autor
una serie de posibles causas del declive y desaparición definitiva de esta práctica.
Diego Fernández Guerra (2008) circunscribe su trabajo a Buenos Aires y
reflexiona también en torno a la defunción de esta costumbre en un trabajo
titulado «Instantes decisivos, imágenes veladas. Sobre la decadencia y desapari-
ción del retrato fotográfico de difuntos en Buenos Aires, 1910-1950». De forma
similar presenta su trabajo Luis Ramírez Sevilla (2003) en el que se analiza el
proceso de nacimiento, difusión, arraigo y posterior desaparición de la fotografía
mortuoria en el pueblo mejicano. También procedente de Méjico y de reciente
publicación es la tesina de Carrillo Soto (2014); en ella se explora el proceso de
duelo a través de la fotografía, adentrándose en cuestiones tales como la relación
entre imagen y muerte, la función de la fotografía postmortem en la sociedad y
los tipos, características y evolución de estas imágenes a través del tiempo, entre
otros aspectos. Centrada en la fotografía mortuoria infantil encontramos la obra
de García Hermosillo (2001) titulada El retrato de angelitos: magia, costumbre y
tradición. Finalmente, un trabajo más antiguo, pero que continúa resultando in-
dispensable en este tipo de estudios, lo constituye la obra de Acebes Piña (1988)
titulada Tránsito de angelitos. Iconografía funeraria infantil.
Méjico, como vemos, es uno de los lugares en los que los investigadores han
prestado mayor atención a la fotografía postmortem y es que existen dos cuestio-
nes fundamentales que explicarían este hecho. La primera de ellas es la increíble
propagación y difusión que de esta práctica se produjo durante décadas, siendo
numerosas las familias que todavía hoy atesoran imágenes de este tipo. La segun-
da se correspondería con el trabajo desarrollado por un reconocido fotógrafo,
Romualdo García, que inició su labor como fotógrafo en la década de 1880 y se
convirtió muy pronto en el principal retratista de individuos fallecidos, especial-
mente infantes. El legado de este fotógrafo ha generado un amplísimo archivo
de fotografía mortuoria que se viene utilizando tanto para investigaciones como
para montaje de exposiciones.
Por otra parte, se han localizado dos recientes tesis de maestría, muestra del
interés que sigue despertando la cuestión especialmente en el campo de la Antro-
pología y dentro del ámbito latinoamericano; la primera es de Padilla Yépez (2014)
y en ella se realiza un detallado estudio circunscrito al Ecuador, y la segunda de Pe-
llecer González (2013) que hace lo mismo para el caso de Guatemala (1890-1950).
Fuera del ámbito latinoamericano también encontramos diversos trabajos
entre los que cabe señalar, dentro del terreno americano, los firmados por Jay
Ruby (1984 y 1995), Stanley B. Burns (1990) o Norfleet (1993). Relativo al caso
de Islandia es el trabajo de Hafsteinsson (1999) titulado «Post-mortem and fune-
ral photography en Iceland». En el estudio de las fotografías postmortem victoria-
nas, especialmente enfocado hacia la comprensión del tipo de confort o refugio
encontrado por los familiares que decidían adquirir una imagen de su hijo/a
fallecido/a, y todo ello inserto en el contexto emocional, material y visual de la
concepción de la muerte victoriana, destaca el trabajo de Nicola Bown (2009),
publicado en la Australasian Journal of Victorian Studies.
En Gran Bretaña sobresalen los trabajos de Audrey Linkman, autora que ha
dedicado diversos estudios a la fotografía postmortem. Entre ellos resulta de sumo
interés un espléndido artículo publicado en History of Photography (2006) en el
que se adentra en el sondeo de imágenes mortuorias tomadas en Gran Bretaña
entre 1860 y 1910, realizando un análisis de aspectos tales como la técnica uti-
lizada, el diferente tratamiento de la muerte que se observa en esas instantáneas
(caras, expresiones, posición del cuerpo, accesorios, tipos de ataúdes, etc.) y las
posibles motivaciones y usos de las mismas. De esta misma autora es la obra
Photography and Death (2011) en la que afirma el papel relevante que adquie-
ren este tipo de fotografías en los procesos de duelo, desbancando esa sensación
perturbadora o grotesca que pueden tener para algunos y sustituyéndola por una
comprensión de las mismas siempre insertas en un contexto determinado y en
una evolución del cambio de actitudes culturales hacia la muerte y la pérdida.
En España, la fotografía postmortem también ha despertado el interés de al-
gunos investigadores. En primer lugar, resulta obligada la referencia a Virginia
de la Cruz Linchet, principal referente en el tema con diversos artículos (2012,
2009, 2007, 2005), catálogos de exposición y una obra de reciente publicación
titulada El retrato y la muerte (2013). Asimismo, fundamental es el artículo de
Borras Llop (2010), por constituir uno de los mejores ejemplos de combinación
en el análisis de este tipo de material con la historia de la infancia; en este traba-
jo, que supone una de las aportaciones localizadas de mayor solidez científica y
especial atractivo, se aborda el estudio de dos conjuntos de fotografías, un primer
grupo de imágenes de trabajo infantil en el medio rural y un segundo grupo, el
que aquí nos interesa, de retratos postmortem.
2
Ya sea por una cuestión morbosa o de otro tipo, el tema despierta el interés de propios
y extraños, aspecto que se ve reflejado en una ingente cantidad de blogs y webs en las que, sin
demasiada especialización ni rigor –aunque también existan afortunadas excepciones–, se escribe
sobre las fotografías postmortem.
Mors certa, hora incerta. Tradiciones, representaciones y educación ante la muerte
44
La fotografía postmortem infantil y su papel en la evocación del recuerdo y la memoria
Otra de las cuestiones que centrará nuestra atención en las últimas páginas de
este trabajo es la relativa a la irrupción de las nuevas tecnologías en los procesos de
duelo, recuerdo y memoria y cómo éstas han generado nuevas prácticas sociales.
Lo que se pretende, en esencia, es relacionar mecanismos y encontrar elementos en
común entre estos nuevos tipos de usos de la Red y las antiguas fotografías postmor-
tem. Hoy en día es posible localizar una muestra importante de trabajos en los que
se han realizado distintos estudios sobre el tratamiento de la muerte en las redes
sociales, especialmente Facebook, y a través de los cuales se analizan los mecanis-
mos puestos en marcha para enfrentar el duelo, evocar el recuerdo y mantener viva
la memoria a través de las nuevas tecnologías. Entre ellos cabe destacar los trabajos
de Brubaker en colaboración con otros autores (Brubaker, Vertesi, 2010; Brubaker,
Kivran-Swaine, Taber, Hayes, 2012; Brubaker, Hayes, Dourish, 2013). Resultan
de interés también los estudios de Robert Dobler (2009), Amanda Williams y Mi-
chael Merten (2009), Brian Carrol y Katie Landry (2010) o el de Rebecca Kern,
Abbe Forman y Gisela Gil-Egui (2013). Redactados en castellano encontramos
otros trabajos como «Tan lejos, tan cerca. Apuntes para pensar un duelo colectivo
en Facebook» de Agustina Triquell (2011); el trabajo de Tovilla, Dorantes y Tru-
jano (2015) dedicado a las representaciones del duelo en internet o el escrito de
Diana Buzo (2013) sobre el duelo en las redes sociales. Asimismo, se ha localizado
incluso algún trabajo de fin de carrera dedicado al asunto, como es el caso del de
Nuria Jiménez (2013) en la Universitat Oberta de Catalunya.
Hasta aquí un breve recorrido por las principales referencias bibliográficas
que han servido como apoyatura al trabajo que aquí se presenta. En cuanto a
fuentes empleadas, debemos apuntar que para este trabajo se ha realizado un
minucioso sondeo de las fotografías mortuorias disponibles a través de la red.
Actualmente es posible encontrar una importante cantidad de imágenes colgadas
de forma exhaustiva y bien organizada en repositorios digitales, así como en webs
que muestran la obra de algunos reconocidos fotógrafos en la materia. Frente a
estos dos casos nos encontraríamos con un tercero constituido por un conjunto
de fotografías dispersas, repetidas de forma recurrente de un blog a otro, y de las
cuales es difícil conocer aspectos como la propiedad, autoría, etc.
De la ingente cantidad de fotografías disponibles en la red se han tomado
como referencia dos grandes grupos, escogidos fundamentalmente por la calidad
y variedad de las imágenes; el primero es el archivo virtual de fotografía The
Thanatos Archive (<http://thanatos.net/>) dedicado a la «early postmortem and
mourning photography»; y el segundo es la colección de fotografías digitalizadas
de Romualdo García, fotógrafo mejicano al que ya hemos hecho referencia y que
dejó como legado una amplísima colección que ha sido objeto de diversas expo-
siciones y a la que es posible acceder parcialmente a través de diferentes páginas
webs.
Mors certa, hora incerta. Tradiciones, representaciones y educación ante la muerte 45
Sara González Gómez / Xavier Motilla Salas
3. Desarrollo de la investigación
al inexorable paso de los años y que quedan para toda la vida en una dimensión
detenida, facilitándonos a su vez la activación de los mecanismos necesarios
para evocar el recuerdo cuando, tras un lapso determinado, se vuelve sobre
ellas. La fotografía postmortem representa a la perfección este tipo de cuestiones
transmutándose, a su vez, en una especie de búsqueda de la inmortalidad, de
retención –aunque sea virtual– de unos sujetos que ya no están, pero que de
este modo se mantienen presentes en la vida de sus familiares.
Y es que lo cierto es que en los procesos de enfrentamiento del duelo y evo-
cación del recuerdo han jugado un rol fundamental las imágenes, y la fotografía
concretamente se ha convertido en uno de los mejores medios para lograr este
fin: «La fotografía es inmortal, ya que es reproductiva y reproducible, está viva,
presente y real, gracias a la reproducción todas las imágenes se han convertido
en realidad y en testigo de lo que son, de lo que han sido y por ende, de lo que
siempre perdurará» (Cordero Pérez, 2013, p. 39).
Hacer frente al duelo ante una muerte y disponer de herramientas que
ayuden a mantener vivo el recuerdo han sido y serán siempre aspectos que el
ser humano intente enfrentar de uno u otro modo. De hecho, en cualquier so-
ciedad, de cualquier parte del mundo, se produce un intento casi universal por
recuperar el objeto perdido. En algunos casos, la adquisición de las fotografías
postmortem suponía uno de esos modos para hacer más llevadera la pérdida. En
esencia, el mecanismo que se ponía en marcha no era otro que el de ritualizar
la pérdida de un modo que tenía sentido para aquéllos que decidían tomar esas
instantáneas.
Lejos de lo que a muchos hoy en día les pueda parecer, las fotografías post-
mortem, de acuerdo a lo que nos plantea Carrillo Soto (2014, p. 4), «eran con-
sideradas hermosas, y eran parte de un discurso de consolación hacia los fami-
liares de alguien recién fallecido». Actualmente la visualización de una fotografía
postmortem puede parecerles a algunos escabrosa o incluso repugnante, pero he-
mos de tener en cuenta el mecanismo esencial que provocaba la adquisición o el
encargo de este tipo de instantáneas: conservar un recuerdo visual del difunto,
probablemente la única imagen fotográfica que la familia conservaría de su ser
perdido. Además, en la mayor parte de los casos estamos hablando de difuntos
que son niños y niñas, aspecto que daría todavía más sentido por parte de las
familias a la hora de su adquisición:
In the silence of unutterable grief, images recalled the physical presence of a dead
child and taught mourning parents to feel some consolation for their loss. [Traduc-
ción: En el silencio de un dolor indescriptible, las imágenes recordaban la presencia
física de un niño fallecido y ayudaban a los padres, durante el proceso de duelo, a sentir
algo de consuelo ante su pérdida] (Bown, 2009, p. 9).
Fotografía 2: Archivo Romualdo García. Publicada por Instituto Cultural de León (Méjico).
Recuperada el 26 de septiembre de 2015, de <http://institutoculturaldeleon.org.<mx/
icl/story/1024/Investigan-en-la-UG-los-trajes-de-los-angelitos-#.Vp4iT1ke2jx>.
Mors certa, hora incerta. Tradiciones, representaciones y educación ante la muerte 51
Sara González Gómez / Xavier Motilla Salas
Este tipo de instantáneas son mucho más comunes y más fáciles de lo-
calizar para el investigador que aquéllas en las que aparece el fallecido acom-
pañado por un miembro o varios de la familia. El tratamiento que se realiza
de la muerte en ellas es bastante natural, digamos que no hay un intento
excesivamente exagerado por «disfrazar» el hecho de la muerte, pero sí hay
un intento claro por proyectar un tipo de imagen de infancia (angelitos, seres
celestiales, muñecas, etc.) que veremos más adelante. El lector podría pensar
que en este tipo de imágenes la evocación de recuerdos de la que hablábamos
no tendría una carácter paliativo o de mitigación del dolor que genera una
pérdida, sin embargo, tal y como hemos visto, las fotografías se convertían
en elementos fundamentales para enfrentar la pérdida, superar el duelo y
mantener vivo el recuerdo. Pero también, muy probablemente, en estas foto-
grafías lo que funciona es ese tercer potencial (creador) al que aludíamos al
principio de este apartado, que podría ser uno de los motivos que llevara a
los seres queridos a adquirir la instantánea. Cuando transcurrido el tiempo se
volviera sobre esa fotografía, podría descubrirse su capacidad para construir
o reconstruir la memoria.
Pasemos ahora al segundo grupo de fotografías constituido por aquellas
en las que el fallecido aparece junto a la familia, pudiéndose encontrar en dos
versiones: o bien de forma clásica, tal y como se practicó en numerosos países
durante el siglo XIX, en una versión casi teatralizada, a modo de representación
de una escena en la que se intenta transmitir la idea de vida en el fallecido, es
decir, se representa como si estuviera o bien todavía vivo o simplemente dor-
mido. En el primer caso, en un intento por simular la vida del difunto se les
fotografiaba con los ojos abiertos y posando como si se tratara de una fotografía
común, por lo general junto a sus familiares. No es difícil notar cuál es la per-
sona sin vida en este tipo de imágenes, especialmente por la rigidez del cuer-
po, pero también porque normalmente suelen ocupar la posición central de la
imagen. Con el paso del tiempo y la modernización de las técnicas empleadas
se comenzaría incluso a retocar a mano las fotografías pintando los ojos sobre
los párpados cerrados. Normalmente en este tipo de imágenes encontramos al
difunto acomodado sobre una silla, un sofá o incluso, en el caso de los niños
pequeños, entre los brazos de sus padres (Carrillo, 2014, p. 11). Veamos este
último caso en la fotografía 4:
Fotografía 5: Bartomeu Payeras Tortella, 1920. Gelatina de plata. Cortesía familia Palou
(Campanet). Publicada en Mulet (2001).
Mors certa, hora incerta. Tradiciones, representaciones y educación ante la muerte 55
Sara González Gómez / Xavier Motilla Salas
3.3. Irrupción de las nuevas tecnologías en los procesos de duelo, recuerdo y memoria
Alife no es una red de muertos, como bien dice su cofundadora Diana Otero, es
algo más. Hablamos de ese rincón creado para todos aquellos que deseen compartir
el dolor que supone perder a un ser querido. Un hecho que no es fácil de digerir. De
hecho, en la mayoría de los casos, resulta ser uno de los peores tragos que pasa un ser
humano a lo largo de su vida… y que encima se repite varias veces. Sin embargo, si
existe algo que puede aliviar esta pena que poco a poco nos consume y es compartirla
con los demás. Así de simple (Prnoticias, Alife: comparte la vida de los que ya se han ido,
21/07/2015).
4. Consideraciones finales
5. Referencias bibliográficas
LIBROS
Herrán Gascón, A. de la. (2015). Pedagogía radical e inclusiva y educación para la muerte.
Salamanca: FahrenHouse.
Cagnolati, A. (Ed.). (2015). The borders of Fantasia. Salamanca: FahrenHouse.
Hernández Huerta, J. L., Cagnolati, A., & Diestro Fernández, A. (Eds.). (2015). Connecting
History of Education. Scientific Journals as International Tools for a Global World.
Salamanca: FahrenHouse.
Cagnolati, A., & Hernández Huerta, J. L. (Eds.). (2015). La Pedagogía ante la Muerte:
reflexiones e interpretaciones en perspectivas histórica y filosófica. Simposio de Historia
de la Educación. Actas. Salamanca: FahrenHouse.
Hernández Díaz, J. M. (Coord.). (2014). Influencias italianas en la educación española e
iberoamericana. Salamanca: FahrenHouse.
Hernández Díaz, J. M. (Coord.); Hernández Huerta, J. L. (Ed.). (2014). Historia y Presente de
la Educación Ambiental. Ensayos con perfil iberoamericano. Salamanca: FahrenHouse.
Hernández Huerta, J. L. (Coord.). (2014). En torno a la Educación Social. Estudios,
reflexiones y experiencias. Salamanca: FahrenHouse.
Hernández Huerta, J. L., Quintano Nieto, J., & Ortega Gaite, S. (Eds.). (2014). Utopía y
Educación. Ensayos y Estudios. Salamanca: FahrenHouse.
REVISTAS
Foro de Educación
(www.forodeeducacion.com)
Espacio, Tiempo y Educación
(www.espaciotiempoyeducacion.com)
El Futuro del Pasado
(www.elfuturodelpasado.com)
A lo largo de la historia se han ido consolidando una serie
de ideas, enfoques, imágenes y costumbres que han contribuido,
sin duda, a crear o consolidar un imaginario social y colectivo en
torno a la muerte, a educar, en fin, de una forma u otra, en lo que
la muerte representa y supone para las personas. A pesar de la
innegable certeza de que la muerte forma parte de la propia vida,
la aceptación de aquélla como algo connatural se convierte en
una cuestión de enorme complejidad, especialmente en el mundo
contemporáneo. A partir de estas consideraciones generales nace
el proyecto de elaborar el presente libro que lleva por título Mors
certa, hora incerta. Tradiciones, representaciones y educación
ante la muerte.
Los once estudios que componen la obra colectiva que aquí se
presenta, y que han sido redactados por profesionales de diversas
procedencias (Brasil, España, Italia, y Portugal), constituyen un
honesto esfuerzo encaminado a ampliar una línea de investigación
poco cultivada hasta el momento: la reflexión en torno a la
muerte, desde la perspectiva de su imbricación con tradiciones,
ritos y costumbres históricas; de su representación en la literatura,
textos y materiales escolares; y, en definitiva, de todo el proceso
inherente a la construcción/deconstrucción del tabú de la muerte.
El lector tiene pues a su disposición una original aportación a
partir de la cual se espera poder abrir nuevas vías de investigación,
desde un enfoque de estudio histórico, filosófico y/o educativo, y
que tengan en la muerte su leitmotiv, entendida siempre como
algo consustancial al ser humano.