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Fragmentos de un padre (Rafael R.

Valcárcel)

Nací a diez minutos de un río y a tres horas del mar. Además, corría agua entre dulce y salada por mis mejillas. Y me
gusta creer que esas lágrimas brotaban porque intuía que en breve me separaría de mi familia. Aunque lo lógico es
que llorase como mera consecuencia de haber nacido; pero, insisto, me gusta creer.

En cuanto a la fecha, nací el 26 de agosto de 1970. Pasados cuatro meses, mi madre tuvo que desprenderse de su
sexto hijo: yo. Como el agua no hacía prodigios con el abrigo —sólo multiplicaba la sopa—, me pusieron bajo la tutela
de un pariente.

Carlos Valcárcel Morán era un cuarentón solitario que vivía lo saludablemente lejos de las urbes y su gente. En una
de sus raras visitas a Arequipa, mis padres le pidieron que cuidase de mí. Me tomó en sus brazos, tanteó mi peso y
me lanzó hacia arriba. Tres veces. Sin mueca de sonrisa ni nada semejante, les dijo: “Es posible que aprenda a volar”.

Para ello, elevó la realidad con cuentos… Fragmentos que ahora intento unir para reencontrarme en él, batiendo
las alas hasta llegar a lo más profundo del pozo.

1. ¿Cuáles son los personajes?


2. ¿Dónde y cuándo se desarrolla el relato?
3. Reemplace las siguientes palabras por sinónimos: prodigios, urbes, fragmentos, mueca.
4. ¿A qué se refiere el autor con “corría agua entre dulce y salada por mis mejillas”?
5. ¿A qué se refiere el autor con “Como el agua no hacía prodigios con el abrigo”?
6. ¿A qué se refiere Carlos Valcárcel cuando dice “Es posible que aprenda a volar”?
7. ¿A qué se refiere el autor con “Batiendo las alas hasta llegar a lo más profundo del pozo”?
8. ¿Por qué el autor no vive con sus verdaderos padres?
9. ¿Qué le enseño el señor Carlos a Rafael?

Fragmentos de un padre (Rafael R. Valcárcel)

Nací a diez minutos de un río y a tres horas del mar. Además, corría agua entre dulce y salada por mis mejillas. Y me
gusta creer que esas lágrimas brotaban porque intuía que en breve me separaría de mi familia. Aunque lo lógico es
que llorase como mera consecuencia de haber nacido; pero, insisto, me gusta creer.

En cuanto a la fecha, nací el 26 de agosto de 1970. Pasados cuatro meses, mi madre tuvo que desprenderse de su
sexto hijo: yo. Como el agua no hacía prodigios con el abrigo —sólo multiplicaba la sopa—, me pusieron bajo la tutela
de un pariente.

Carlos Valcárcel Morán era un cuarentón solitario que vivía lo saludablemente lejos de las urbes y su gente. En una
de sus raras visitas a Arequipa, mis padres le pidieron que cuidase de mí. Me tomó en sus brazos, tanteó mi peso y
me lanzó hacia arriba. Tres veces. Sin mueca de sonrisa ni nada semejante, les dijo: “Es posible que aprenda a volar”.

Para ello, elevó la realidad con cuentos… Fragmentos que ahora intento unir para reencontrarme en él, batiendo
las alas hasta llegar a lo más profundo del pozo.

1. ¿Cuáles son los personajes?


2. ¿Dónde y cuándo se desarrolla el relato?
3. Reemplace las siguientes palabras por sinónimos: prodigios, urbes, fragmentos, mueca.
4. ¿A qué se refiere el autor con “corría agua entre dulce y salada por mis mejillas”?
5. ¿A qué se refiere el autor con “Como el agua no hacía prodigios con el abrigo”?
6. ¿A qué se refiere Carlos Valcárcel cuando dice “Es posible que aprenda a volar”?
7. ¿A qué se refiere el autor con “Batiendo las alas hasta llegar a lo más profundo del pozo”?
8. ¿Por qué el autor no vive con sus verdaderos padres?
9. ¿Qué le enseño el señor Carlos a Rafael?

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