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evaluación psicotécnica
Infocop | 19/09/2016 6:48:00
Los estudios que han analizado las causas de los accidentes de tráfico señalan como principal
responsable al factor humano. Según el documento de la Dirección General de Tráfico
titulado Cuestiones de Seguridad Vial, Conducción Eficiente, Medio Ambiente y Contaminación,
si bien en los accidentes de tráfico intervienen múltiples factores, se estima que en el 90% de
los casos las principales causas se atribuyen a malas decisiones de los conductores,
distracciones, infracciones o a una conducción temeraria asociada al consumo de alcohol o
drogas (DGT, 2011). De esta manera, sólo el 10% del total de accidentes es derivado de
elementos externos al conductor, como pueden ser el estado de la vía, las condiciones
climatológicas o las incidencias mecánicas de los vehículos implicados.
Teniendo en cuenta estos datos, que ponen en evidencia que la conducción debe ser entendida
desde el punto de vista de una conducta en la que intervienen las emociones, las decisiones, la
motivación, las aptitudes, los hábitos del conductor, etc., se puede comprender el importante
papel que ha jugado, y juega, la Psicología en esta área.
Tal y como reconoce la EFPA, actualmente la Psicología del Tráfico continúa siendo un área en
plena expansión. El papel de la Psicología en la conducción y en la seguridad vial es destacado,
gracias a sus aportaciones en la comprensión del comportamiento de los peatones y
conductores, en la relación entre la conducta y los accidentes de tráfico, en los requisitos de
formación necesarios para la conducción, en la adaptación de la infraestructura vial, en el
diseño de vehículos adaptados, en la incorporación de nuevas tecnologías a la conducción, etc.
No obstante, uno de los aspectos de la Psicología del Tráfico y del Transporte que más ha
destacado ha sido la evaluación psicotécnica de los conductores, un área en la que actualmente
trabaja un considerable porcentaje de psicólogos y que implica el diseño y aplicación de
exámenes de aptitud para determinar la capacitación de los candidatos en el correcto
desempeño de la conducción (EFPA, 2014).
Referencias:
La práctica de la conducción requiere una gran concentración, algo que se olvida con
frecuencia, y este tipo de enfermedades disminuye considerablemente la capacidad del
conductor para concentrarse en los estímulos externos imprescindibles para
una conducción segura.
Todos estos trastornos y alteraciones físicas y psíquicas no necesariamente tienen que estar
presentes en la misma medida en todas las depresiones ni en todos los depresivos.
El depresivo debe evitar automedicarse así como consumir alcohol u otras drogas como
remedio contra la depresión, ya que su consumo puede potenciar los riesgos y efectos de
esta enfermedad y consiguientemente aumentar las conductas peligrosas al volante.
Si se está en una fase aguda de depresión, debe evitarse el uso del vehículo ya que
aumentarían las posibilidades de sufrir un accidente.
La situación de estrés se caracteriza por una primera fase de alarma, en esta primera
etapa se activa el hipotálamo, la corteza cerebral, la formación reticular, el sistema límbico,
el sistema nervioso autónomo y el sistema endocrino. Esto trae consigo una mayor
capacidad de reacción, una mejora de los umbrales sensoriales, una potenciación de los
mecanismos de alerta y en general un aumento de las funciones vitales. Estos efectos no
deberían ser perjudiciales para la conducción, sin embargo, implican en el conductor un
mayor nivel de agresividad y comportamiento competitivo, impaciencia, aumento a la
predisposición a realizar una conducción temeraria, mayor predisposición a tomar
decisiones arriesgadas y en general, una mayor tendencia a no respetar las señales y
las normas de circulación.
En esta última fase se deteriora la habilidad para integrar información y realizar funciones
analíticas, disminuye el nivel de atención y concentración ante los estímulos (luces, señales,
etc). En esta etapa es recomendable prescindir del vehículo o utilizarlo bajo un control
riguroso sólo cuando sea sumamente imprescindible.