Вы находитесь на странице: 1из 15

miércoles, 27 de junio de 2007

01
CAPÍTULO I CONCEPTO DE OBLIGACIÓN
1.- Importancia de la teoría de las obligaciones.
A) DEFINICION
2/3. DerechoRomano.— los juristas clásicos pese a que tuvieron un claro
concepto de las virtualidades de la obligación, no dieron su definición, recién es
las Institutas de Justiniano se encuentra su caracterización en estos términos: la
obligación es un vínculo jurídico que nos constriñe a pagar alguna cosa. Este
criterio resulta completado en el texto de Paulo: la esencia de la obligación
consiste no en que haga nuestra una cosa corpórea o una servidumbre, sino que
constriña a otros a darnos, hacernos o prestarnos alguna cosa.
En los conceptos expresados aparecen con nitidez tres elementos de la
obligación:
1-Los sujetos: el activo o acreedor, y el pasivo o deudor.
2-El objeto: cuyo contenido es la prestación.
3-El vínculo: constriñe al cumplimiento.
Es decir, en al obligación un sujeto (deudor) tiene el deber jurídico de realizar a
favor de otros sujeto (acreedor) una prestación. Si por ejemplo, X vende una
casa a M, X es deudor de la entrega de la casa, M es acreedor, y la prestación
consiste en tal entrega que, si X no la efectúa espontáneamente, es exigible de
modo coactivo (vinculo).

4/5. Concepto moderno. La mayoría de los códigos no define la obligación, sino


perjuicio de aisladas excepciones, igual criterio adoptó Vélez Sarfield, invocando
las razones expuestas en su nota al art. 495: “nos abstenemos de definir por que
las definiciones son impropias de un código de leyes”, afirmación a la cual no
guardo fidelidad pues, según se sabe, el código civil contiene multitud de
definiciones legales. Dicho art. 495 se limita a establecer que las obligaciones
son: de dar, de hacer o de no hacer, por lo cual no suministra un concepto de la
obligación, sino que lo da por supuesto y se limita a enunciar sus posibles
contenidos.

Entre algunos autores que citaron definiciones se encuentran:


· Eneccerus define al derecho de crédito y lo caracteriza como el que compete al
deudor, agregando la exigencia de que satisfaga un interés digno de protección;
Albertario seguido por Busso adiciona a ese concepto la manera en que el
acreedor puede obtener tal satisfacción (mediante el cumplimiento del deudor,
voluntario o coactivo, o por la acción ejercible sobre su patrimonio).
· Autores como Aubry – Ras mantienen en la definición el concepto de
necesidad jurídica de cumplir la prestación;
· en tantos otros -. Como Demogue y Galli – optan por caracterizar la obligación
como una relación jurídica, la mayoría de opiniones actuales se inclina por
considerarla una relación jurídica, criterio apoyado Llambías, etc.

1.-Definición adoptada
La obligación presenta una estructura relacional, es decir, vincula a dos o más
personas en la realización de una conducta. La relación interpersonal se edifica
en el momento del vínculo obligatorio, que se construye a partir de la persona
que tiene la expectativa del cumplimiento por otro de una actividad en su
beneficio. Así aparecen los dos protagonistas de la vida obligacional = el deudor,
precisado a realizar una conducta respecto de otra persona – acreedor – que
tiene la expectativa de que aquel cumpla en su favor el dar, el hacer, o el no
hacer prometido. Y como la obligación tiene trascendencia jurídica, el acreedor
tiene facultades legales para exigir el cumplimiento de aquella conducta. Así se
presenta una relación de sujeción, en donde el deudor está precisado a cumplir
la prestación, objeto de la obligación a favor de su acreedor, de conformidad a
las modalidades establecidas, de lo contrario el acreedor goza de facultades
legales para perseguir el cumplimiento de la conducta por parte de su deudor.
Este es el fundamento del Art. 505 del Código Civil.
De los rudimentarios elementos expuestos surge espontáneamente una
concreción de la idea de obligación:

Relación jurídica en virtud de la cual un sujeto (deudor) tiene el deber jurídico


de realizar a favor de otro (acreedor) determinada prestación.

6/7. Análisis de la definición: dicha definición destaca como relevante estos


elementos de juicio:
1) Se trata de una relación jurídica: Esto es una relación humana regulada por el
derecho. La expresión resulta preferible a la de vínculo por su mayor precisión
técnica, y porque la obligación jurídica obligacional es una de las varias
relaciones jurídicas que surge de la conducta humana.
2) Se trata así mismo de un deber: Que precisamente nace de esa relación
jurídica. Es un deber específico y calificado en virtud del cual el cumplimiento
de la obligación no es un acto libre, de concesión o de gracia por parte del
deudor.
3) Existe un sujeto pasivo o deudor: Que debe cumplir frente a un sujeto activo
o acreedor. Aquel tiene una deuda y éste un crédito. Ello no impide que en
ciertas circunstancias existan créditos y deudas recíprocos, por ejemplo, si
“C”compra un libro a “V”. En tal situación “C” es deudor del precio y acreedor de
la entrega del libro, y correlativamente “V”, acreedor del precio, es deudor de
dicha entrega.
4) Aparece a demás la prestación: Que implica el comportamiento o actitud
debidos. Tal prestación puede tener diversas manifestaciones: Una entrega o
dar, como en la compraventa; una actividad o hacer, como cuando D se obliga a
pintar la casa de A; una abstención o no hacer; si por ejemplo se pacta la
obligación de no establecerse con un comercio competitivo en determinado
radio.
2.-Acepciones impropias: se acaba de señalar el significado técnico del
sustantivo obligación, sin embargo se suele usarlo en otros sentidos impropios,
así vulgarmente se denomina obligación:

8.Enunciado:
· A deberes no jurídicos, como los de caridad – por ejemplo, dar limosna con lo
superfluo.
· -A cualquier deber jurídico aunque carezca de las notas típicas de la obligación.
· -A la deuda, que es solo el aspecto pasivo de la obligación.
· -Al contrato, que si bien crea obligaciones no es en si mismo una obligación.
· -Al documento en el que se instrumenta la obligación confundiendo una hoja
de papel con la elación jurídica creada por el acto jurídico (art.500 del C.C.
“aunque la causa no esté expresada en la obligación, se presume que existe,
mientras que el deudor no pruebe lo contrario).
· -A ciertos títulos, los debentures emitidos por las sociedades anónimas y en
comanditas por acciones.
3.-Tipicidad del deber obligacional:
9. El deber jurídico.—: la noción de deber designa la situación de sujeto que está
precisando a ajustarse a cierto comportamiento. El deber jurídico – por
comparación con el deber moral, y a pesar de que ambos no son incompatibles -
presenta las notas características del ámbito del derecho: emplazado en la zona
de conducta heterónoma (un sujeto frente a otro u otros), el comportamiento
debido es exigible bajo amenaza de sanción jurídica. Los deberes jurídicos hacen
de las más diversas relaciones jurídicas (de la personalidad, de la familia, reales,
etc.) de manera que si bien toda obligación es un deber jurídico, no todo deber
jurídico importa una obligación.

10. Caracteres del deber obligacional: el deber jurídico propio de la relación


obligatoria, esto es la deuda, tiene un contenido específico: la prestación. Se
trata de una conducta o actitud de dar, hacer o no hacer, que solo versa sobre
entrega de cosas, sobre prestación de actividad, o sobre abstenciones y es típica
de la obligación. La deuda – es el deber jurídico del deudor emergente de la
obligación – tiene contenido patrimonial pues recae sobre bienes susceptibles
de valor y sujeta a el patrimonio del deudor a la satisfacción del crédito del
acreedor. Comparado en cambio, con el deber de fidelidad que incumbe a los
cónyuges, que no es una obligación por que no recae sobre prestación alguna
(art. 198 del C.C.).
Sin embargo, la violación a ciertos deberes puede hacer una deuda; es el caso de
la obligación del deber general de no dañar (art. 1066 del C.C.) que a través de la
causación de un daño, origina en determinadas circunstancias la obligación de
repararlo (art. 1067 y 1083 del C.C.), esta obligación es nueva y distinta respecto
del deber general de no dañar, violado.
4.- Presunción de inexistencia de obligación: Presunción de inexistencia de
obligación.
Proyectos de reformas al C.C. de 1.993: Desde que en el ámbito en que se ha
obligado el deudor cercena su libertad pero no corresponde presumir este
cercenamiento. Los proyectos de reformas al C.C. de 1.993 siguieron dicho
criterio, “las deudas no se presumen, pero demostrada la existencia de una
obligación, se juzgará que ella emana de fuente legítima” “al acreedor le
incumbe probar la existencia de la obligación”.
10 bis. Proyecto de reformas al Código Civil de 1993.
B) NATURALEZA JURIDICA
11. Noción previa: Se estudia la evolución histórica de la relación obligacional y
se advierte como a través de los tiempos, se fuero acentuando los diferentes
elementos caracterizadores de ella, hasta llegar a la concepción actual,
denominada “concepción apropiada, en el sentido de que es la que mejor
captura os caracteres actuales del fenómeno obligacional. Se impone como
concepción apropiada, balancear la relación entre dos polos, dos extremos que
presentan un peso específico propio: la deuda – por un lado – la
responsabilidad por otro, estos dos momentos “en acto o en potencia” están
presente sen la relación obligacional. En el tramo de la deuda se pretende
graficar la expectativa “legitima”, que tiene el acreedor de que su deudor cumpla
la prestación debida. El plano de la responsabilidad, es el que se pondrá en
funcionamiento solo cuando el deudor frustre aquella expectativa y de tal
circunstancia existe el ejercicio por parte del acreedor de las facultades legales
de obtener la prestación frustrada o bien el resarcimiento del daño provocado
por la inobservancia del deudor del compromiso asumido.

* Noción previa: la naturaleza jurídica de una figura implica su característica


central y permite encasillarla en el sector correspondiente. A tal fin procura
agrupar a las instituciones en el menor número posible de género,
aprehendiendo sus elementos esenciales comunes, de la naturaleza jurídica que
se le reconozca pueden ser extraídas importantes consecuencias, pues se
asignan a las figuras las características esenciales de la categoría en que es
ubicada, y de las características generales de esa categoría pueden ser deducidas
las pertenecientes a la figura en cuestión.
1. Concepción subjetiva.
12/14. Potestad del acreedor: el criterio subjetivo concibe a la obligación
teniendo en cuenta, exclusivamente, la posición del acreedor: la obligación le
conferiría poderes sobre la persona o el comportamiento del deudor. Su máxima
expresión se dio en el criterio clásico romano, que otorgaba al acreedor una
acción sobre la persona, dirigida contra la entidad física del deudor y destinada
a posesionarse – con poderes amplísimos- del sujeto vinculado que o cumpliera
su obligación, así el deudor podía ser muerto o sometido a la esclavitud por el
acreedor insatisfecho. Tal situación de potestad atribuida al acreedor, aparece
también en el pensamiento jurídico del siglo XIX, a través de Windscheid y
Savigny, para esta escuela el derecho subjetivo es un poder o señorío de la
voluntad conferido por el ordenamiento jurídico, afirman que el crédito – uno
de los derecho subjetivos- somete el comportamiento del deudor a la voluntad
del acreedor, pues así como el derecho real proporciona señorío sobre las cosas,
el derecho de crédito brindará señorío sobre ciertos actos del deudor.
Esta concepción ofrecida fue objeto de enérgicas y muy conocidas críticas en el
caso particular se agrega a las que el deudor es sujeto y no objeto de la relación
jurídica, de manera que no es posible concebir a la obligación como un poder
del acreedor que recaiga sobre él, además éste poder no llegará a operar en las
obligaciones más ligadas a la persona del sujeto pasivo, las que son de hacer,
pues ellas no autorizan la violencia contra la persona del deudor (art. 629 del
C.C.).

2.-Concepción objetiva.-
15/16. Relación de patrimonios.— Ihering, gran contradictor de aquella
caracterización del derecho subjetivo, definió a la obligación como el interés
jurídicamente protegido. De allí surgió la concepción de crédito en términos
objetivos: tiende a la satisfacción de un interés privado del acreedor, y la
prestación es solo un medio para ello.
La obligación presupone que el deudor se someta a ella, a través de un acto
jurídico (como cuando contrata), o porque – en general – realiza el presupuesto
de hecho que es antecedente de la imputación del deber de cumplir una
prestación (como cuando comete un hecho ilícito). La referencia a la situación
del deudor no puede ser indiferente para el derecho, que por ejemplo, pondera
de modo distinto la responsabilidad de quien incurre en culpa o actúa con dolo y
a veces toma en cuenta la propia situación patrimonial del deudor (art. 666 bis,
907 y 1069 C.C.).
17/18. Deber libre.— Binder y Beunetti sostuvieron que el deudor tendría un
deber libre de cumplir o no cumplir, desde que la norma jurídica no manda a
pagar, el deudor no tiene el deber jurídico de cumplir, por ello no se aplica
sanción alguna al incumplidor. Pero es el caso que el derecho acuerda una
indemnización al acreedor cuando el deudor no cumple: este efecto quiso ser
explicado por el carácter hipotético de la norma jurídica de imputación, la
hipótesis necesaria para que sea indemnizado el daño es el incumplimiento y
cuando este ocurre, corresponde la indemnización.
Este criterio desconoce las virtualidades éticas y jurídicas del deber de cumplir
que genera un correlativo derecho del acreedor. Porque la obligación no
presenta al deudor una alternativa entre cumplir y no cumplir para que obre a
su arbitrio. El deudor debe cumplir, éste es su deber, y si no lo cumple, por
haber infringido tal deber, se lo sanciona con la indemnización. No hay pues, tal
“deber libre”, expresión en la que además el adjetivo (libre) termina por
esterilizar al sustantivo deber.

19. Deber in patiendo.- Carnelutti, dio también una explicación objetiva


afirmando que el deudor no tendría el deber jurídico de cumplir, ni el acreedor
derecho a obtener la prestación, solo incumbiría al deudor el deber jurídico de
soportar o tolerar (in patiendo no in faciendo) la acción del acreedor, tendiente
a tomar para sí la cosa sobre la cual recae la obligación, y recíprocamente, el
crédito solo le dará el derecho a tomar para sí esa cosa. Esta concepción que
también diluye el efectivo deber de cumplir, es alcanzada por críticas semejantes
a las del número anterior.

20. Méritos de la teoría objetiva. La concepción objetiva tiene cierto sentido


valioso, lo parcial de su visión no obsta a la efectiva existencia de un interés del
acreedor protegido jurídicamente. Y al desvincular la prestación de la persona
del deudor – tan íntimamente ligada en la concepción subjetiva- explica porqué
se admite que un tercero satisfaga al acreedor en lugar del obligado (art. 505,
inc. 2°, art. 727 y 728 del C.C.), o que en ciertos casos sea procedente que otro
asuma la deuda del deudor, que tome su lugar en la obligación, pues en tales
supuestos se contempla el interés del acreedor en ser satisfecho, con
independencia de quien cumpla la prestación.

3.-Concepción apropiada.-
a) Deber y facultad en la relación jurídica.
21. Situación del deudor y del acreedor.— en la relación jurídica obligacional, se
advierten en situación bipolar un deber jurídico y un derecho subjetivo. Aquel
implica la sujeción a determinada conducta y éste la facultad o poder del sujeto
activo. El deudor está sujeto a cumplir (deber) y el acreedor está investido de
poderes conferidos por el derecho (facultad) relativos al patrimonio del deudor,
para obtener la satisfacción de su interés. De allí que la naturaleza jurídica ha
sido buscada en la teoría que ve en la obligación, un doble sistema: la deuda y la
responsabilidad.

b) Deuda y responsabilidad.
22. Orígenes de la teoría. — el pandectísmo alemán del siglo pasado comenzó a
formular la distinción mencionada. Esta doctrina halló su raíz en el mismo
derecho romano, a través de la correspondencia entre le deber de cumplir
(deuda) y la posibilidad de sujetar la persona misma del deudor a la ejecución
(responsabilidad). Andando el tiempo, la ejecución solo pudo llevar a cabo en le
patrimonio, no sobre la persona del obligado, de manera que la relación de
responsabilidad se tornó eminentemente patrimonial y así llegó a nuestros días.

23/24. La deuda. — las reglas del derecho son cumplidas de modo espontáneo.
Cumplir la obligación es un de las reglas generalmente acatadas (el paquete de
cigarrillos que se compra es entregado y se paga su precio, etc.). La razón de este
acatamiento debe ser buscada en un imperativo ético sin perjuicio de la
incidencia de otros mecanismos de los que se prevale el derecho positivo, hay
organizado todo un sistema de protección al crédito a través de la regulación de
sanciones jurídicas para le deudor que no cumple – cuya amenaza, cabe agregar,
no es ilegítima en tanto no sea injusta-, que también alientan al deudor para que
cumpla y la inducen a ello si al regla moral no le resulta incentivo suficiente.
LAS VIRTUALIDADES DE LA RELACIÓN DE UN ADEUDA PUEDEN SER
ESQUEMTIZADAS ASI:
-El deudor tiene el deber jurídico de realizar la prestación – para lo cual el
acreedor ha de prestar la necesaria cooperación, por ejemplo, recibiendo la
mercadería debida – y asimismo dicho deber tiene correlato en la facultad de
liberarse mediante el pago por consignación, si el acreedor se niega
injustificadamente a aceptar la prestación ofrecida (art. 757, inc 1 del C.C.)
-El acreedor tiene – con su crédito- la expectativa de obtener la prestación, y
está investido de un título para ello, de manera que si el deudor realiza el pago
(art. 725 del C.C.), éste es debido y no corresponde su repetición.
Es irrelevante que “en los hechos” el acreedor no llegue a cobrar pues el crédito
es de signo positivo en su patrimonio con la independencia de la efectiva
satisfacción: en un balance el crédito aparece en la cuenta del activo
obligaciones a cobrar, y perdura allí hasta que sea pagado, en su defecto, hasta
que sea castigado como incobrable.

25/27. La responsabilidad. — en la relación de deuda, la actitud del acreedor es


esencialmente pasiva, pues aguarda el cumplimiento del deudor que a su vez,
juega un cierto modo activo, desde que debe realizar la prestación. Esos papeles
se truecan en la relación de responsabilidad, el acreedor ahora en actitud
francamente activa, está investido de un poder de agresión que consiste en la
facultad de emplear las vías legales tendientes a obtener la ejecución específica
de lo debido, o un equivalente indemnizatorio.
DE ALLÍ QUE SI SON ESQUEMATIZATIZADAS LAS VIRTUALIDADES DE LA
RESPONSABILIDAD, RESULTA LO SIGUIENTE:
1) El acreedor tiene poderes dirigidos a obtener su satisfacción que recaen sobre
el patrimonio del deudor, este cumple así una función de garantía para aquel.
2) El deudor, cuyo patrimonio está sujeto a dicho poder, tiene sin embargo la
facultad de liberarse de su obligación, aunque promedie su incumplimiento,
siempre que satisfaga íntegramente su interés del acreedor. Semejante poder,
sin embargo no implica un derecho real, pues en ningún caso el acreedor es
titular de derecho sobre las cosas del patrimonio de un deudor.
Sintetizando podemos decir, que en la deuda el acreedor tiene una expectativa a
la prestación, es decir, al cumplimiento exacto por parte del deudor; en la
responsabilidad tiene, en cambio, una expectativa a la satisfacción, por medio
de la ejecución forzada, o por otro, o la indemnización. Por ejemplo, cuando el
deudor de la entrega de un piano lo da en los términos en que debía hacerlo,
cumple su deuda; cuando el acreedor tiene que detener esa entrega por la vía
judicial, o procurarse el de un tercero, o tiene que conformarse con la
indemnización, ejercita la responsabilidad de su deudor.

28. Deuda sin responsabilidad.— la obligación natural plantea un caso típico de


deuda sin responsabilidad: el deudor tiene el deber de cumplir, y el pago que
realiza es debido (art.791 C.C.), pero el acreedor carece de acción para exigir su
cumplimiento (art 791 y 515 C.C.)

29. Responsabilidad sin deuda.— no se concibe la responsabilidad sin que esté


respaldada por la deuda. Han sido planteadas algunas hipótesis en las cuales
habría responsabilidad sin deuda: por ejemplo, el caso del fiador o del tercero, o
del tercero poseedor de la cosa hipotecada. Sin embargo, el fiador se ha obligado
accesoriamente por un tercero (art. 1986 del C.C.), esto es, a contraído una
deuda que puede serle exigida una vez ejecutados los bienes del deudor (art.
2.012 del C.C.).
En cuanto al tercero poseedor de la cosa hipotecada – que es quien adquiere esa
cosa sin asumir la deuda garantizada (art. 3.172 C.C.) lo es por virtualidad del
derecho real de garantía que importa la hipoteca, y no por que haya en le caso
una responsabilidad sin deuda.

30/31. Responsabilidad limitada.— la responsabilidad puede estar circunscripta


a determinados bienes del patrimonio del deudor, ésta situación se da en la
aceptación de la herencia con beneficio de inventario: en este caso, el
patrimonio del heredero no se confunde con el difunto y, por ello, está obligado
por las deudas y cargas de la sucesión solo hasta la concurrencia del valor de los
bienes que ha recibido de la herencia (art. 3.371 del C.C.). En otros términos, el
heredero beneficiario, en cuanto continuador de la persona del causante, es
deudor de todo lo que el difunto era deudor (art. 3.417 del C.C.), pero es
responsable sólo en al medida de los bienes que componen el acervo hereditario.

32/34. Consideración crítica de la teoría en análisis. la responsabilidad puede


estar circunscripta a determinados bienes del patrimonio del deudor, ésta
situación se da en la aceptación de la herencia con beneficio de inventario: en
este caso, el patrimonio del heredero no se confunde con el difunto y, por ello,
está obligado por las deudas y cargas de la sucesión solo hasta la concurrencia
del valor de los bienes que ha recibido de la herencia (art. 3.371 del C.C.). En
otros términos, el heredero beneficiario, en cuanto continuador de la persona
del causante, es deudor de todo lo que el difunto era deudor (art. 3.417 del C.C.),
pero es responsable sólo en al medida de los bienes que componen el acervo
hereditario.

C) COMPARACIONES
1.- Clasificación de las relaciones jurídicas.-
35/38. Criterios de clasificación.— el derecho subjetivo, que constituye un
extremo de la relación jurídica, se corresponde con deberes de comportamiento
a cargo del sujeto pasivo. Este comportamiento constituye el contenido del
deber propio de la relación jurídica de que se trate, y permite una clasificación
que arranca de dos criterios:
1) la índole del contenido sobre el cual recae la relación, y
2) la identidad del sujeto pasivo.

De acuerdo con la índole del contenido de la relación jurídica es patrimonial o


extra patrimonial: el derecho del titula puede recae en un bien económico de
valor pecuniario apreciable, caso en el cual la relación es patrimonial. O puede
recaer en un bien carente de esa valoración, y así tratarse de una relación extra
patrimonial.

En orden a la identidad del sujeto pasivo, el derecho es absoluto si puede ser


opuesto a todo integrante de la comunidad, y relativo, si solo compete respecto
de persona o personas determinadas.

39. Relaciones patrimoniales y extrapatrimoniales.—son patrimoniales, los


derechos reales y de crédito. Los reales, porque recaen sobre cosas que integran
el patrimonio; los creditorios, porque dan derecho a exigir una conducta de dar,
hacer o no hacer susceptibles, también de apreciación económica. Son extra
patrimoniales; los derechos de la personalidad y los derecho de la familia. Los
derechos de la personalidad, porque son concedidos al individuo como calidad
que se presupone esencial a su naturaleza (vida, libertad, integridad), los de
familia porque aunque en un plano secundario pueden conferir facultades
patrimoniales y tienen un contenido esencialmente moral.

40. Relaciones absolutas y relativas.— en éste ámbito de consideración son


absolutos los derechos de la personalidad y los derechos reales. Los de la
personalidad porque pueden ser ejercidos contra todos, sin que tengan un
destinatario en especial. Lo mismo sucede con los derechos reales, por ejemplo
un extranjero recién llegado verbigracia, debe respetar los derechos reales
existentes sobre cosas sitas en la argentina, aunque ignore quien es su titular.
Son, en cambio relativos, los derechos de familia y los creditorios. Los de familia
establecen una relación entre personas determinadas (la filiación por ejemplo,
puede ser reclamada de alguien específicamente, no de cualquier sujeto de la
comunidad) y también lo son los derechos creditorios, por cuanto confieren
facultad al acreedor para reclamar a su deudor (no a cualquiera) el
cumplimiento de la prestación.

41. Sinopsis. DERECHO SUBJETIVO

- Sobre índole del contenido


§ Patrimoniales
· derechos reales
· derechos creditorios
§ Extra patrimoniales
· derechos de la personalidad
· derecho de familia
- Sobre identidad Del Sujeto Pasivo
§ Absolutos (erga omnes)
· Derechos de la Personalidad
· Derechos Reales
§ Relativos
· Derechos de Familia
· Derechos creditorios

2.- Comparación con los derechos reales


a) Criterio dualista.
42. Caracteres típicos de la obligación. — La obligación presenta algunas
características, las cuales son:
1-Patrimoniabilidad.-
2-Relatividad.
3-Alteridad (bilateralidad)
4-Autonomía de la voluntad creadora, que se denota en cuanto el derecho no da
moldes rígidos para las figuras de la obligación y por que las normas que la
regulan son sustancialmente supletorias y no imperativas.
5-Temporalidad, pues la relación jurídica no es perpetua y se agota en un
tiempo limitado, a lo que se agrega que la inacción del titular puede derivar en
la prescripción extintiva de la acción.

43. Caracteres típicos del derecho real. — el derecho real presenta estas notas
características:

1-patrimonialidad: que es la única común con la obligación,


2-carácter absoluto: en cuanto a la oponibilidad erga hommes.
3-relación directa e inmediata con la cosa: que se denota gráficamente: el titular
de un derecho real puede decir tengo, en tanto el titular de un derecho personal
(el acreedor) solo puede afirmar “he de tener”.
4-creación legal exclusiva: pues los derechos reales solo pueden ser creados por
la ley. Todo contrato o disposición de última voluntad que constituyese otros
derechos reales, o modificase los que por éste código se reconocen, valdrá solo
como constitución de derechos personales, si como tal pudiese valer (art. 2.502
C.C.).
5-perpetuidad: en el sentido de que el titular del derecho real no lo pierde por su
inacción, tanto que si alguien adquiere el derecho real ajeno por prescripción
adquisitiva o usucapión, lo hace en virtud de su acción, no de la acción del
propietario.
6-Adquisición por tradición (art. 577 C.C.) Salvo el caso de sucesión hereditaria
(art. 3.265 C.C.) y sin perjuicio de la exigencia de la inscripción en ciertos
supuestos (art. 2.505 C.C.) Aunque sea de observar que la tradición, en vigor es
necesaria solo cuando se trata de derechos reales ejercibles por la posición y de
allí que no se la requiera en la hipoteca.
7-Posibilidad de usucapir cuando trascurre cierto plazo de posesión. (art.3999 y
4015 de CC)
8-Ius persequendi o facultad de perseguir la cosa aunque esté en manos de
terceros.
9-Ius preferendi: preferencia a favor del titular más antiguo cuando concurren
varios pretendientes sobre la misma cosa, lo que no ocurre en materia de
derecho creditorio, pus entonces las preferencias obedecen a otras razones.

b) Explicación monista. Crítica.


44. Dualismo y monismo.— al criterio dualista se opone la concepción monista
que intenta asimilar el derecho real a la obligación o explicar al crédito como un
derecho real.

45. El derecho real como obligación pasivamente universal.— desde que la


relación jurídica enlaza relaciones entre sujetos, se ha pretendido que será
impropio caracterizar al derecho real como una relación entre la persona y la
cosa. Así surgió la teoría que explica al derecho real como una obligación
pasivamente universal, cuya mayor difusión correspondió a Planiol según esta
teoría el derecho real será sino una obligación, que incumbe a todo miembro de
la comunidad de respetar al derecho (real) de una persona, por ello porque
todos deben respetar el derecho de otro sobre una cosa, la obligación de no
hacer será precisamente universal.

46/47. Crítica de la teoría.— la teoría de la obligación pasivamente universal


distorsiona los conceptos- la oponibilidad erga omnes, con el consiguiente deber
de todos de respetarlo, es propio de los derechos subjetivos. A veces estos son
oponibles a persona o personas determinadas, (así el derecho creditorio y de
familia) y otras veces no tienen sujeto determinado como destinatario del poder
del titular (como los de la personalidad o los reales); pero todos los derechos
subjetivos aun los caracterizados como relativos (creditorios y de familia),
importan el deber de la comunidad de no inmiscuirse en ellos. Por ello la
caracterización del derecho real como una obligación de todos hacia el titular
del derecho, no resulta convincente, pues tal deber general es, en mayor o
menor medida, propio de todos los derechos subjetivos sino específicos de los
derechos reales; en otros términos en la obligación el vínculo del deudor es la
premisa del derecho del acreedor, en el derecho real las restricciones que pesan
sobre cualquier sujeto pasivo son las consecuencias del derecho del titular

48/49. El crédito como un derecho real.— la deuda genera la responsabilidad


del deudor y -a manera de garantía- el acreedor está investido del poder de
agresión patrimonial con el fin de satisfacer su crédito. Para Bocco este poder
importaría el ejercicio de un derecho real de prenda, y para Pachioni – si bien
no se trataría de una prenda- dicha potestad respondería a una noción genérica
de garantía reales incluida en la categoría de derecho real-
El derecho del acreedor que se concreta en emplear los medios legales a fin de
que el deudor le procure aquello a que se ha obligado y termina por recaer en las
indemnizaciones correspondientes, no implica un derecho sobre el patrimonio
del deudor o cosas determinadas que le pertenezcan. Es por ello que si el
acreedor la entrega en especie de la cosa que le es debida (art. 740 CC) no tiene
derecho a tomarlas por si y debe acudir a los medios de ejecución empezando
por embargarla. La situación es más clara cuando el deudor incumple una
deuda de dinero o tiene que pagar la indemnización en dinero, pues en estos
casos el acreedor solo tiene derecho a reclamar el valor de los bienes ejecutados
para satisfacer sus créditos y no esos bienes mismos, lo cual demuestra que
carece un derecho sobre ellos.

50. Afinidades entre la obligación y el derecho real en su carácter común de


bienes patrimoniales. En ciertas circunstancias la obligación constituye
antecedente del nacimiento de un derecho real. Así ocurre por Ej. En la
compraventa, pues luego de la entrega el comprador se convierte en dueño de la
cosa, y el vendedor en dueño del dinero dado como precio, en razón de que
aquel contrato - generador de obligaciones- constituye el título del dominio de
uno y otro. A la inversa, el derecho real puede ser antecedente de la existencia
de ciertas obligaciones = las propter rem.

3.-Comparación con los derechos de familia.


51. Desarrollo.- entre la obligación y los derechos de familia se advierten las
siguientes diferencias esenciales.
1-en el derecho hay deberes ajenos al contenido patrimonial propio del derecho
de obligaciones.
2-En los derechos de familia predomina la idea de institución, concebida como
de regulación imperativa y trascendente en medios y fines a los sujetos titulares,
en tanto la obligación está regida en buena medida por la idea de la autonomía
de la voluntad.
3-En los derechos de familia se exige una conducta personal, en tanto ello no
ocurre necesariamente en la obligación. Por ej. un hijo no podrá pretender que
otro lo sustituyera frente al padre en el cumplimiento de sus derechos emanados
de la patria potestad; pero en principio, es aceptable que un tercero satisfaga al
acreedor siempre que no exista un interés legítimo de este en que actúe
personalmente el obligado.
4-Las sanciones son distinta en una y otra órbita: la indemnización es así ajena,
en principio, a las relaciones de familia, cuyas sanciones son de otra índole. Por
ej. el divorcio, la pérdida de la patria potestad.

D) SITUACIONES ESPECIALES
1.-Obligaciones "propter rem".52/53. Concepto. — en ciertas obligaciones la
persona del deudor es determinada por su relación con una cosa, se trata de las
obligaciones propter rem, las cuales son obligaciones que descansan sobre
determinada relación de señorío sobre una cosa, y nacen, se desplazan y se
extinguen con esa relación de señorío. “Es decir resulta deudor quien es
actualmente dueño o poseedor de una cosa”. Por esa dependencia de una
relación real, la obligación propter rem es también denominada obligación real,
y en virtud de que el sujeto pasivo es uno y otro, según sea el titular de la
relación real, se la designa como ambulatoria o cabalgante.
Características: son especiales, tienen notas comunes con el derecho creditorio y
con el derecho real:
-Se asemejan a la obligación porque el deudor no responde solo con la cosa en
razón de la cual nace la obligación propter rem, sino con todo su patrimonio.
-Se asemejan también al derecho real, pues se trasmiten con la cosa, a través de
su abandono, sin perjuicio de que si el anterior titular debe responder de una
deuda propter rem nacida en cabeza del titular anterior, puede reclamarle lo que
haya pagado en razón de ella. (Art. 2103 CC).

54. Antecedentes. — ésta categoría intermedia entre la obligación y el derecho


real fue conocida en Roma. En cambio no se la contempló en el antiguo Derecho
Francés, ni en el Código de Napoleón, en la doctrina ulterior algunos lo
aceptaron (Toullier, Zachariae) Y otros la rechazaron (Marcadé, Ortolán y
Freitas).

55. Disposiciones legales.— nuestro Código es vacilante en esta cuestión, pues


traduce dos criterios distintos.
1) El Art. 497, fundado en las opiniones de Freitas, Marcadé, Ortolán, repudia la
noción: “a todo derecho personal corresponde una obligación personal. No hay
obligación que corresponda a derechos reales.”
2) Otros preceptos siguen el criterio propuesto de Zachariae y admiten la
categoría de la obligación propter rem. El Art. 3266, prevé obligaciones respecto
de la misma cosa, que obliga al adquiriente con la cosa trasmitida, y el Art.
3358, versa sobre obligaciones que pasan del autor al sucesor porque se refieren
al objeto trasmitido y son un accesorio de éste.
El Art. 2416, a su vez regula como obligaciones inherentes a la posesión, las
concernientes a los bienes, y que no graban a una o más personas determinadas,
sino indeterminadamente al poseedor de una cosa determinada.

56. Casos.- existen situaciones en las cuales se dan las características propias de
las obligaciones propter rem. Ello ocurre en la obligación del condominio de
pagar proporcionalmente los gastos de la cosa común (Art. 2685 CC); en el
crédito por medianería (Art. 2736 CC). En cambio, no es propter rem la
obligación de reparar los daños ocasionados por la construcción de un
inmueble.
Por su parte, la Ley 22.427 libera la adquirente de un inmueble, en ciertas
circunstancias de los impuestos, tasas y contribuciones que lo graben. Se trata
de remate de propiedades; el plenario sobre el cual se trabaja fijó jurisprudencia
en el sentido de que las deudas anteriores a la toma de posesión por impuestos,
tasas y construcciones, cuando no existen fondos suficientes, no tienen porque
ser soportadas por los adquirentes en subasta. Sin embargo, las deudas,
también anteriores a la posesión por expensas comunes (inmuebles sometidos
al régimen de la ley de propiedad horizontal, si se traslada con la cosa, por eso
son Ej. de obligaciones propter rem).
Ley 22.427 - EXPEDICION DEL CERTIFICADO DE DEUDA LIQUIDA Y
EXIGIBLE PARA LA INSCRIPCION DE CONSTITUCION O TRANSFERENCIA
DE DERECHOS REALES SOBRE INMUEBLES.BUENOS AIRES, 16 DE
MARZO DE 1981BOLETIN OFICIAL, 20 DE MARZO DE 1981
OBSERVACIONES GENERALESCANTIDAD DE ARTICULOS QUE
COMPONEN LA NORMA 8 NRO. DE ART. QUE ESTABLECE LA ENTRADA
EN VIGENCIA 7 FECHA DE ENTRADA EN VIGENCIA 1981 03 21
TEMABIENES INMUEBLES-REGISTRO DE LA PROPIEDAD INMUEBLE-
DERECHOS REALES-INSCRIPCION REGISTRAL-CERTIFICADO DE DEUDA
LIQUIDA Y EXIGIBLE-CERTIFICADO DE LIBRE DEUDA-ESCRIBANOS
PUBLICOS-RESPONSABILIDAD SOLIDARIA-
Artículo 1ARTICULO 1. - La constitución o transferencia de derechos reales
sobre inmuebles y su inscripción en el Registro de la Propiedad Inmueble no
estará condicionada a la obtención de certificaciones de libre deuda referentes a
impuestos, tasas o contribuciones, incluso municipales, que lo graven siempre
que se cumpla con las disposiciones de la presente Ley.Artículo 2ARTICULO 2. -
El juez o escribano interviniente podrá ordenar o autorizar el acto de
constitución o transferencia de derechos reales sobre inmuebles y su inscripción
en el Registro de la Propiedad Inmueble una vez transcurridos VEINTE (20)
días de presentada la solicitud para obtener el certificado de deuda líquida y
exigible, si el organismo respectivo no lo hubiere expedido o si se expide sin
especificar la deuda líquida y exigible. En el acto deberá dejarse constancia de la
certificación requerida y sobre el vencimiento del plazo, quedando liberados el
escribano interviniente y el adquirente de toda responsabilidad por la deuda, sin
perjuicio de los derechos del organismo acreedor de reclamar el pago de su
crédito contra el enajenante como obligación personal. En todos los casos el
adquirente responderá por la deuda anterior cuando la transmisión se realice
por donación o por causa de muerte.Artículo 3ARTICULO 3. - Si el certificado
de deuda líquida y exigible se expide en el plazo fijado por el artículo 2, el juez o
escribano podrá ordenar o autorizar el acto y su inscripción previo pago o
retención del monto que resulte de la certificación como deuda líquida y exigible
de la cual se dejará constancia en el acto. Las sumas retenidas por el juez o
escribano deberán ser depositadas a la orden del organismo acreedor dentro de
los TREINTA (30) días de practicada la retención. Serán deducibles los
importes de los impuestos, tasas o contribuciones cuyo pago se acredite con la
presentación de los comprobantes emitidos por el organismo
pertinente.Artículo 4ARTICULO 4. - Los importes detallados en los certificados
como deuda del inmueble correspondiente al período anterior o posterior al de
su subdivisión por el régimen de propiedad horizontal previsto en la Ley 13.512,
deberán ser prorrateados entre las respectivas unidades dentro de los SESENTA
(60) días de haberse comunicado su afectación al organismo acreedor. Vencido
ese plazo los certificados que hagan constar la deuda global del inmueble no
serán considerados como certificados de deuda líquida y exigible a los fines de la
presente ley. Referencias Normativas: Ley 13.512Artículo 5ARTICULO 5. - No se
requerirán las certificaciones de deuda líquida y exigible y se podrá ordenar o
autorizar el acto y su inscripción, cuando el adquirente manifieste en forma
expresa que asume la deuda que pudiere resultar, dejándose constancia de ello
en el instrumento del acto. La asunción de deuda no libera al enajenante quien
será solidariamente responsable por ella frente al organismo acreedor.Artículo
6ARTICULO 6. - El escribano interviniente será solidariamente responsable por
la deuda frente al organismo acreedor, y responderá por ella ante el adquirente,
si autoriza el acto sin dar cumplimiento a las obligaciones impuestas por esta
Ley.Artículo 7ARTICULO 7. - La presente ley entrará en vigencia al día siguiente
de su publicación.Artículo 8ARTICULO 8. - Comuníquese, publíquese, dése a la
Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.
FIRMANTESVIDELA - Harguindeguy - Rodríguez Varela - Martínez de Hoz.

2.-Derecho a la cosa.-
57. Concepto. Antecedentes. — es otra situación intermedia entre la obligación y
el derecho real, que consiste en la facultad que tienen el acreedor de una
obligación de dar, antes de la entrega de la cosa: Ej. El derecho del comprador
con relación a la cosa vendida, antes de que el vendedor le ponga en sus manos,
que se traduce p.e. en poder embargarla.

58. Vigencia actual de esta noción.- actualmente la noción del derecho a al cosa
tiene sentido en regímenes como el nuestro, que exigen la tradición para la
adquisición del derecho real por parte del acreedor y designa su concreta
expectativa de convertirse en titular de la cosa debida. En ejercicio de tal
derecho a la cosa el acreedor de la entrega de un inmueble puede adoptar
medidas cautelares destinadas a asegurarla.

E) EVOLUCION
1.- Antecedentes históricos59/60. Derecho Romano.— la propia etimología del
vocablo obligación denota el concepto de sujeción.
Esta sujeción en el Derecho Romano, era eminentemente personal, se
consideraba al deudor extremadamente ligado respecto del acreedor. La figura
del nexum (de nectare, es ligar, anudar) surgía por convenio, o cuando el deudor
adictus era condenado a satisfacer la prestación y luego de 60 días de detención
sujeto a nexum, el acreedor podrá llevarlo a la orilla del Tiber, venderlo como
esclavo y aun matarlo y repartir su cadáver, en caso de haber pluralidad de
acreedores. Existe duda de su efectiva aplicación, con el correr del tiempo se fue
modificando esta concepción. Como consecuencia de aquella concepción de la
relación obligatoria como un vínculo eminentemente personal resulto en el
derecho Clásico que la obligación debía ser contraída personalmente (y no por
representación) que no podía ser cambiada –por sesión del crédito o por
asunción de deuda- ni la persona del acreedor ni la del deudor y que no se
concebía el pago por terceros, ni la obligación contraída a favor de tercero, o por
terceros. Poco de esto queda en el sistema vigente.
La obligación actual tiene esencialmente una estructura semejante a la que
concibió el derecho Romano. Sin embargo ha variado el espíritu de la obligación
en virtud de un vivificante sentido de la libertad.

61. Derecho canónico.- el moderno derecho de las obligaciones tiene grande


resabios de los canonistas. Su incidencia se halla fundamentalmente en el
sentido moral de la relación obligatoria, y así institutitos como el de la buena fe,
probidad, el de la modificación o invalidación de los actos lesivos o usurarios, o
el de la relevancia del cambio de las circunstancias a través de la doctrina de la
imprevisión, etc. Reconocen origen en el derecho canonico.

2.-Orientaciones actuales.
62. Tendencias y móviles.— el panorama actual del derecho de las obligaciones
obedece a móviles de distintas índoles:
1) Móviles morales: como el imperativo ético constituye un motor del progreso
de las ideas, y que los catálogos morales son por su parte comunes en general a
pueblos distintos en un estado parecido de su civilización.
2) Móviles económicos: su incidencia en las transformaciones del derecho de las
obligaciones no es más que una derivación del modo en que interactúan lo
económico y lo jurídico.
3) Móviles políticos y sociales: la tendencia de hoy en lo que Josserand llamó la
defensa de los débiles frente al derecho, muestra un claro intervensionismo
estatal en relaciones particulares que antaño, quedaban liberados al juego de la
autonomía de la voluntad, lo que en definitiva califica como positivo o negativo
a ese intervensionismo es su adecuación o su apartamento de la idea de justicia
en los logros que consigue, lo cierto, sin embargo es que las ideas rigurosamente
individualistas no son ya seriamente sostenidas por nadie.

63/65. La unificación del Derecho de las obligaciones.— en un tiempo de


esplendor de la lex mercatoria, los comerciantes hicieron su ley, sus propios
tribunales, y designaron sus jueces, esa ley se aplicó también a los no
comerciantes, sea por la teoría objetiva de los actos de comercio, fuera por la
teoría del acto unilateralmente mercantil, el Art. 7 del Código de Comercio,
sienta como regla que si un acto es comercial para una de las partes, todos los
contratayentes quedan por razón de el sujetos a la Ley mercantil.
Artículo 7. - Si un acto es comercial para una sola de las partes, todos los
contrayentes quedan por razón de él, sujetos a la ley mercantil, excepto a las
disposiciones relativas a las personas de los comerciantes, y salvo que de la
disposición de dicha ley resulte que no se refiere sino al contratante para quien
tiene el acto carácter comercial.

La unificación del derecho Civil y del Derecho Comercial se ha producido en el


derecho vivo. Entramos pues, en el tiempo de encarar la regulación de un
derecho privado patrimonial nuevo y más adecuado a los que sucede, en el
mundo de la realidad.
El esquema de posibilidades queda de la siguiente manera: la unificación de las
ramas del derecho privado, civil, y comercial, es la más viable unificación del
régimen de las obligaciones en general, los contratos en particular, civiles y
comerciales.

65 bis. Proyectos de reformas. — actualmente tienen estado legislativo dos


proyectos de reforma al Código Civil que tienden a dar molde a la unificación de
la legislación civil y comercial de la Nación, y proponen derogar el Código de
Comercio e incorporar sus disposiciones al Código Civil. Se trata por una parte
de proyectos originados en la resolución de la Cámara de Diputados de la
Nación del 5 de Septiembre de 1992, de la cual resulto la constitución de la
denominada Comisión Federal, la que propuso a la Comisión de la legislación
federal de la Cámara de Diputados, el texto de un Código Civil y Comercial,
destacando que se tuvieron en cuenta los proyectos de reforma del Código Civil,
realizados hasta la fecha entre ellos el de unificación de la legislación civil y
comercial de 1987; el mismo tuvo sanción en la Cámara de Diputados el 3 de
noviembre de 1993 y paso en revisión al Senado.

66. Manifestaciones del nuevo Derecho obligacional.- en la actualidad nos


hallamos en una etapa de transición denominada “tiempo de paréntesis”, en la
cual conviven componentes de la era industrial y de la era postindustrial que,
según algunos, despertó en 1945 cuando exploto la primera bomba atómica, y
según otros cuando el hombre llegó a la luna. Sobresalen dos sectores en
profunda transformación:

a) El derecho del consumidor: todos somos consumidores, porque todos


participamos a diario en actos de consumo: de alimentos, de fármacos, de ropa,
de servicios. El sistema se organiza sobre la base de componentes
interdisciplinarios que exceden al derecho privado, en cuanto también lo
inciden los derechos constitucional, administrativo, penal, etc. Y parte de la
base de los profesionales de los profanos, que merece ser equilibrada. Se
adjudica pues, al consumidor, en sus relaciones con el proveedor de cosas y
servicios un favor débilis que pretende protegerlo como débil jurídico y
sobresale la noción de orden público económico.

b) Derechos de daños: en la actualidad los ojos de la justicia se dirigen


primordialmente a la víctima, frente a un daño, en lugar de inclinarse ante la
desgracia, el perjudicado pretende ser resarcido y quien paga la indemnización,
a su vez procura recibir el reintegro de un tercero, dando así lugar a lo que se
denomina cascada de responsabilidad”.

Вам также может понравиться