Вы находитесь на странице: 1из 8

14

CASO SIRIUS"

BOLEA BARDON, Carolina


Profesora Titular de Derecho Penal. Universidad de Barcelona

SUMARIO:

I. INTRODUCCIÓN
II. POSICIÓN DEL B G H
ill. RELEVANCIA D O C T R I N A L DEL C A S O

111.1. Posturas a favor de la autoría m e d i a t a


111.2. Posturas en contra de la autoría m e d i a t a

IV. OPINIÓN PERSONAL


V OTROS CASOS RELACIONADOS

En el año 1974 el acusado conoció en una discoteca a H.T., naci-


da en 1 9 5 1 , quien se mostraba como una joven dependiente y acom-
plejada. H.T. inició una relación de amistad con el acusado, cuatro
años mayor que ella, en la que el contacto sexual no era lo esencial.
Durante meses mantuvieron encuentros y largas conversaciones tele-
fónicas en el transcurso de las cuales debatían sobre filosofía y psico-
logía. Con el paso del tiempo el acusado se convirtió en el maestro y

(•) Sentencia del Bundesgerichtshof de 5 de julio de 1 9 8 3 ( B G H S t 3 2 , 3 8 ) = NjW 1983,


2 5 7 9 , de d o n d e se extrae el resumen de los hechos probados.

® LA L E Y 277
Casos que hicieron doctrina en D e r e c h o penal 14. C a s o Sirius

consejero de H.T. en todas las cuestiones de la vida. Siempre estaba H.T. actuó en todo momento confiando plenamente en las explica-
ahí para ella. Confiaba y creía en él a ciegas. En el transcurso de sus ciones del acusado. Dejó caer el secador en el agua con la esperanza
innumerables conversaciones filosóficas el acusado hizo creer a H.T. de despertar en un nuevo cuerpo. En ningún momento se representó
que él era un habitante de la estrella Sirius y que los sirianos perte- la idea de cometer un suicidio en sentido estricto, a través del cual
necían a una raza que filosóficamente estaba a un nivel superior al su vida habría de acabar para siempre. Ella rechazaba el suicidio. El
de la humanidad. Afirmaba que había sido enviado a la tierra para procesado era consciente de que el comportamiento de la mujer, to-
ocuparse de que personas valiosas, entre las cuales figuraba ella, pu- talmente dependiente de él, estaba determinado por sus simulaciones
dieran continuar viviendo en Sirius después de la desintegración de e instrucciones.
su cuerpo con su alma. Sin embargo, para conseguir su objetivo, H.T.
necesitaría un perfeccionamiento espiritual y filosófico. Cuando el
procesado se dio cuenta de que H.T creía plenamente en él, decidió I. INTRODUCCIÓN
enriquecerse a su costa abusando de su confianza. Le explicó que ella
El B G H c o n f i r m a la s e n t e n c i a del L G q u e c o n d e n a al a c u s a d o por t e n -
podía seguir viviendo en otro cuerpo después de su muerte, pero que
tativa de asesinato en autoría mediata y lesiones dolosas, junto c o n otras
ello sólo sería posible haciendo pasar a un conocido suyo, el monje
. Uliko, un tiempo de meditación. No obstante, el proceso requería infracciones penales, a u n a p e n a d e siete años d e prisión"'. El recurso de
pagar 30.000 D M al monasterio en el que vivía Uliko. Como ella casación interpuesto por el a c u s a d o c o n respecto a la calificación de t e n -
no poseía dicha cantidad, consiguió el dinero a través de un crédito tativa de asesinato es r e c h a z a d o por el B G H . El supuesto de h e c h o referido
bancario. El procesado se gastó el dinero. Ante las preguntas que le plantea el p r o b l e m a de la delimitación entre el h o m i c i d i o (intentado) en
hiciera H.T. acerca de los esfuerzos realizados por Uliko, el acusado autoría m e d i a t a y la participación en el s u i c i d i o . En ordenamientos jurídi-
le aclaró que el monje no había tenido éxito porque el cuerpo de ella cos c o m o el alemán la cuestión es e s p e c i a l m e n t e controvertida porque ni
creaba una barrera que impedía el perfeccionamiento del espíritu. El la inducción ni la cooperación al s u i c i d i o son punibles (en aplicación del
bloqueo sólo podía ser eliminado con la destrucción del viejo cuerpo parágrafo 2 1 6 S t G B y de las disposiciones generales en materia de p a r t i c i -
y el aprovisionamiento de un nuevo. El acusado le contó que había
pación, c o n c r e t a m e n t e , los parágrafos 2 6 y 2 7 S t G B ) .
un nuevo cuerpo preparado para ella en una habitación roja en el la-
go Genfer, y que se transformaría en una artista en cuanto se separara
de su viejo cuerpo, añadiendo que, como en su nueva vida necesita- II. P O S I C I Ó N DEL B G H
ría dinero, debía contratar un seguro de vida en el que constara como
El B G H parte de la consideración de q u e no es p o s i b l e responder de
beneficiario el acusado. Y le aseguró que, después del pago por parte
f o r m a abstracta a la cuestión a c e r c a d e la delimitación entre el h o m i c i d i o
de la compañía, le entregaría la suma asegurada. H.T. subscribió el
en autoría y la participación e n u n s u i c i d i o . D e h e c h o , a f i r m a el t r i b u n a l
seguro siguiendo las indicaciones del acusado. También debía des-
pedirse de su vida actual simulando un accidente, lo que, siguiendo que la solución de a q u e l l o s supuestos en los q u e un sujeto d e t e r m i n a a
el plan ideado por el acusado, debía llevar a cabo sentándose en la otro a quitarse la v i d a e m p l e a n d o engaño d e p e n d e en el c a s o c o n c r e t o
bañera y dejando caer un secador enchufado. H.T. intentó llevar a de la c l a s e y m a g n i t u d d e l error. Según el B G H , «si el autor o c u l t a a q u i e n
cabo el plan el 1 de enero de 1980 en su vivienda en Wildbad. Sin se d i s p o n e a matarse e l h e c h o d e q u e está e m p r e n d i e n d o u n a acción
embargo, la descarga eléctrica letal no llegó a producirse. Debido a que v a a d e t e r m i n a r su p r o p i a m u e r t e , c u a l q u i e r a q u e p r o v o c a el error y
una cuestión técnica, al sumergir H.T. el secador en la bañera, sólo c o n a y u d a d e l m i s m o p o n e e n m a r c h a e l p r o c e s o q u e c o n d u c e o debería
sintió un hormigueo en el cuerpo. A l acusado, que se encontraba en c o n d u c i r a la muerte del engañado, es autor de u n delito de h o m i c i d i o
Baden-Baden, le sorprendió que H.T. contestara a su llamada de con-
trol. Durante aproximadamente tres horas, le estuvo dando instruccio-
nes por teléfono para continuar con el intento de acabar con su vida.
Pero terminó desistiendo de ulteriores esfuerzos, dándola por inútil. (1) Sentencia del Tribunal del Land d e Baden-Baden (1 StR 168/1983).

278 © LA L E Y © LA L E Y 279
Casos q u e hicieron doctrina en D e r e c h o penai 14. C a s o Sirius

(intentado o c o n s u m a d o ) e n v i r t u d d e un c o n o c i m i e n t o superior, a través III. RELEVANCIA D O C T R I N A L DEL C A S O


del c u a l dirige a l q u e está e n error, convirtiéndolo e n u n instrumento
A continuación se tratará d e a n a l i z a r dogmáticamente el c a s o desde
contra sí mismo».
todas las perspectivas posibles c o n el objeto d e determinar si le asiste o n o
Respecto al c a s o objeto de análisis, el B G H c o n s i d e r a q u e lo d e c i s i v o es la razón al B G H e n la solución d a d a por éste al p r o b l e m a planteado. En
que el engaño n o consistió en h a c e r creer a l a víctima «que tras la puerta A l e m a n i a establecer la frontera entre el h o m i c i d i o o asesinato e n autoría
de la muerte se adentraba en u n a v i d a trascendente», sino q u e simplemente mediata ( c o i n c i d i e n d o instrumento c o n víctima) y la participación en el
quería e x p e r i m e n t a r u n a transformación, m a n t e n i e n d o su i n d i v i d u a l i d a d . suicidio a d q u i e r e e s p e c i a l r e l e v a n c i a porque tanto la doctrina mayoritaria
El T r i b u n a l parte de q u e la mujer no quería su propia muerte, sino que pre- como la j u r i s p r u d e n c i a interpretan q u e la inducción y la cooperación al
tendía seguir v i v i e n d o su v i d a e n la tierra, «si bien m o d i f i c a d a corporal y suicidio son i m p u n e s e n aplicación d e l p r i n c i p i o d e a c c e s o r i e d a d d e l a
espiritualmente, de m a n e r a que su desarrollo h a c i a u n ser astral q u e d a b a participación'^'. L a responsabilidad penal d e l sujeto q u e t o m a parte e n el
garantizado». Y añade q u e «el c o n v e n c i m i e n t o d e T d e que su identidad e hecho del s u i c i d a c o m o partícipe e n p r i n c i p i o q u e d a e x c l u i d a porque el
i n d i v i d u a l i d a d física y psíquica sólo experimentaría m o d i f i c a c i o n e s no sólo S t G B h a c e d e p e n d e r el castigo d e éste de la e x i s t e n c i a d e u n h e c h o a n t i -
derivaba de pensar, tal c o m o le dijo A , q u e sobreviviría e n este planeta y jurídico (doloso) e n el sentido d e los parágrafos 2 6 y 2 7 . D e m o d o que l a
necesitaría dinero para su subsistencia, s i n o también del h e c h o d e que le única f o r m a d e h a c e r responder p e n a l m e n t e a q u i e n , e m p l e a n d o engaño
h i z o creer que en la habitación roja del lago G e n f e r encontraría t r a n q u i l i - consigue q u e otra persona atente contra su propia v i d a es a través del recur-
zantes y en la habitación contigua los papeles necesarios». El B G H r e c o - so a la autoría m e d i a . Éste es el c a m i n o escogido por un destacado sector
noce que la mujer s u c u m b e ante u n a serie d e sugestiones absurdas, pero de la doctrina a l e m a n a y por el p r o p i o B G H e n el c a s o objeto d e estudio,
afirma e x p r e s a m e n t e q u e l a m u j e r no manifestaba n i n g u n a perturbación sin d u d a motivados por razones político-criminales"'. En España la s o l u -
psíquica. Insiste e n q u e la calificación jurídica de los hechos no puede ción de l a autoría mediata no se h a c e tan apremiante, puesto q u e en todos

ser cuestionada por el dato de q u e l a m u j e r se dejara c o n v e n c e r d e modo aquellos casos en que desde u n a perspectiva valorativa se c o n s i d e r a que el
hombre de detrás debe responder p e n a l m e n t e , q u e d a abierta l a posibilidad
inverosímil. Según el T r i b u n a l , lo sorprendente del proceso n o descarga al
de castigarlo c o m o inductor o cooperador. Así, lo h a d e c i d i d o el legislador
a c u s a d o de responsabilidad.
español a l considerar c o m o p u n i b l e s las c o n d u c t a s de participación e n el
Aún más lejos e n sus a f i r m a c i o n e s llega el B G H c u a n d o e n un obiter suicidio (arts. 143.1 y 1 4 3 . 2 C P ) . C o n todo, también e n España la decisión
dictum sostiene q u e la m i s m a solución d e l a autoría mediata habría q u e entre autoría mediata y participación sigue siendo m u y importante t e n i e n -
a p l i c a r i n c l u s o e n el supuesto d e que T creyera que para «despertar en la do en c u e n t a q u e la p e n a q u e p u d i e r a corresponder al sujeto por inducción
habitación roja del lago Genfer» primero tenía que morir, y «que, tras l a
muerte, empezaría u n a n u e v a v i d a , q u e n o suponía u n a continuación de
su (sólo más o m e n o s modificada) i n d i v i d u a l i d a d , sino que l a convertiría (2) Cfr., e n este sentido, ROXIN, «Anmerkung z u B G H S t 3 2 , 3 8 » , NZSt 1 9 8 4 - 2 , pág. 7 1 ;
F R E U N D , Strafrecht. AT, 2.' e d . , B e r l í n , 2 0 0 9 , § 1 0 , n ú m . m a r g . 9 4 , pág. 4 0 0 ; N E U M A N N ,
en otro ser (superior)». También en esta versión m o d i f i c a d a d e l caso, el «Abgrenzung von T e i l n a h m e a m Selbstmord und Tótung in mittelbarerTaterschaft-BGHSt
error de la víctima sobre el «concreto sentido de la acción» conduciría, a 3 2 , 3 8 » , ¡uS 1 9 8 5 , pág. 6 7 8 ; ESER, e n SCHONKE/SCHRODER, StCB-Kommentar, previo al § 3 5 ,
j u i c i o del T r i b u n a l , al «dominio del h e c h o e n virtud d e u n c o n o c i m i e n t o núm. marg. 2 1 1 .
(3) Cfr. SILVA SÁNCHEZ, «Causación d e la propia muerte y responsabilidad penal d e terceros»,
superior». Bajo la simulación de q u e la muerte no es más q u e el c o m i e n z o
ADPCP 1 9 8 7 , pág. 4 6 1 : «En A l e m a n i a , d a d o que la alternativa a la autoría mediata es la
de u n a nueva v i d a , el error tendría el peso de un error sobre la no r e a l i z a - impunidad, razones político-criminales v i e n e n c o n d u c i e n d o a un sector d e la doctrina,
ción de l a muerte. Según el B G H , «el engaño sobre el c o n c r e t o sentido de de i n c i d e n c i a creciente, a considerar q u e el "error en los motivos", en la m e d i d a q u e
afecte al "sentido d e la a c c i ó n " , o s e a "referido al bien jurídico", e l i m i n a la "libre respon-
la acción sería i n m a n e n t e a la simulación d e que la muerte no es otra c o s a
s a b i l i d a d " del suicida, convirtiendo al hombre de detrás en autor mediato» (con cursiva
que el c o m i e n z o de una n u e v a vida». en el original).

280 ® LA L E Y ® LA L E Y 281
C a s o s que hicieron doctrina e n D e r e c h o penal 14. C a s o Sirius

no v a a ser la m i s m a q u e la del autor, y a q u e la inducción a l s u i c i d i o tiene determinada acción"'. El propio R O X I N , c o n e l paso del t i e m p o , e m p i e z a a
asignada u n a p e n a inferior a la autoría d e un h o m i c i d i o (y por supuesto de introducir m a t i z a c i o n e s a su construcción q u e ponen c l a r a m e n t e de m a n i -
un asesinato)'"*. fiesto las dificultades q u e plantea l a categoría del error sobre el c o n c r e t o
sentido de la acción'^'. En c u a l q u i e r c a s o , R O X I N a s u m e p l e n a m e n t e el p l a n -
teamiento del B G H c u a n d o a f i r m a q u e «la víctima se h a l l a b a en un c u a s i
. Posturas a favor de la autoría mediata
error de tipo porque p e n s a b a q u e continuaría v i v i e n d o en este m u n d o , si
D e la lectura de los hechos probados, resulta e v i d e n t e q u e en el c a s o S i - bien en un c u e r p o perfeccionado»"'. Sostiene que «la m u j e r engañada n o
rius se p r o d u c e la imputación al a c u s a d o de u n a muerte q u e otra persona, era c o n s c i e n t e de q u e moriría c u a n d o pusiera en práctica las i n s i n u a c i o n e s
H . T , se h a c a u s a d o a sí m i s m a . L a d o c t r i n a mayoritaria en A l e m a n i a es par- del procesado»'"". R e c o n o c e q u e e l l a sabía que d e tener éxito e l plan su
tidaria d e acoger la solución d e l a autoría mediata propuesta por el B G H cuerpo actual quedaría definitivamente destruido, y que «ello debía signi-
para s o l u c i o n a r el c a s o . A l g u n o s autores sostienen, al igual q u e el T r i b u n a l , ficar objetivamente su muerte y era evidente para e l sentido común». S i n
q u e la mujer incurre en un error sobre e l concreto sentido de su acción'". embargo, c o n s i d e r a q u e u n a e v i d e n c i a objetiva tan grande n o c a m b i a e l
La categoría del error sobre el c o n c r e t o sentido de la acción fue c r e a d a por hecho de q u e l a m u j e r engañada no había percibido las c o n s e c u e n c i a s d e
ROXIN para c u b r i r lagunas d e p u n i b i l i d a d en supuestos d e engaño sobre su actuación. R O X I N insiste e n l a idea d e que e l l a r e c h a z a b a un s u i c i d i o y
la m e d i d a del injusto, sobre elementos q u e c u a l i f i c a n e l h e c h o y sobre la creía poder c o n t i n u a r su v i d a terrenal c o m o persona e n su anterior i n d i -
i n d i v i d u a l i d a d d e l a víctima, a l c a n z a n d o también a supuestos d e engaño v i d u a l i d a d , si bien e n u n a f o r m a psíquica y físicamente m o d i f i c a d a . Q u e
sobre las razones que c o n d u c e n a l suicidio'^*. L a inclusión del c a s o e n esta esto se llevara a c a b o e n un n u e v o c u e r p o no significaba q u e tuviera c l a r o
categoría f u n d a m e n t a , según R O X I N , l a autoría m e d i a t a del q u e p r o v o c a lo de su propia muerte, pues l a identidad del ser h u m a n o c o m o persona
el error. Sin embargo, son m u c h o s los autores que c o n s i d e r a n imposible no se construye a partir d e su s u s t a n c i a c o r p o r a l , s i n o a través d e la i n d i -
establecer u n a delimitación entre errores sobre e l c o n c r e t o sentido d e la v i d u a l i d a d d e su estructura e s p i r i t u a l . Según el autor, «la m u j e r no quería
acción y simples errores en los motivos, e n t e n d i e n d o q u e e n todos ellos el morir. El único q u e aspiraba a su muerte c o n c o n o c i m i e n t o y voluntad era
error afecta únicamente a la motivación q u e l l e v a a l autor a ejecutar u n a el acusado»'^".

(4) L a p e n a prevista en el art. 143.1 C P (inducción al suicidio) es d e cuatro a o c h o años, (7) En este sentido, cfr. HERZBERC, Taterschaft und Teilnahme, M u n i c h , 1 9 7 7 , págs. 2 3 ss.;
mientras que el art. 1 3 8 C P establece una pena de diez a q u i n c e años para el autor de un SAMMSON, e n S K - 5 t C 8 , A T I, 5.* e d . (actualizada a 1 9 9 3 ) , § 2 5 , n ú m . marg. 1 0 4 , pág.
homicidio. También se decantan por prever expresamente el castigo d e la participación 27; BOCKEMANNA/OLK, Strafrecht. AT, 4.' ed., Munich, 1987, pág. 182; STRATENWERTH,

en el suicidio d e otro las legislaciones d e otros países d e nuestro entorno cultural. Así, Strafrecht. AT I, 3 . ' ed., C o l o n i a , 1 9 8 1 , núm. marg. 7 8 5 , pág. 2 2 5 ; RENZIKOWSKI, Restricti-
por ejemplo, el S t G B suizo en su art. 115 establece: «Inducción y auxilio al suicidio». ver Táterbegriff und fahriassige Beteiligung, Tubinga, 1 9 9 7 , pág. 8 4 . En España, advierte
Q u i e n por motivos egoístas induce a otro a cometer un suicidio o le presta ayuda para FEIJÓO SÁNCHEZ, Resultado lesivo e imprudencia, Barcelona, 2 0 0 1 , pág. 3 7 3 , nota 1 0 7 0 ,
llevarlo a c a b o , será castigado c o n una p e n a de prisión d e hasta c i n c o años o una pena que ROXIN n o puede diferenciar en su exposición de forma clara entre el error sobre el
de multa, si el suicidio ha sido ejecutado o intentado. sentido concreto de la a c c i ó n y el error sobre los motivos.

(5) Vid. NEUMANN, JUS 1985-9, págs. 6 8 0 ss.; SCHMIDHÁUSER, «Anmerkung z u B G H S t 3 2 , 38», (8) En contra de su anterior c o n c e p c i ó n , supuestos c o m o el del que provoca a otro a lesionar
yZ 1 9 8 4 , págs. 195 ss. a un tercero bajo la falsa acusación d e haber mantenido aquél relaciones c o n su mujer,
(6) Sobre el desarrollo d e d i c h a categoría, vid. ROXIN, Taterschaft und Tatherrschaft, 7.' actualmente no se incluyen por ROXIN en la categoría del error sobre el concreto sentido
ed., Berlín, 2 0 0 0 , págs. 2 1 2 ss. (especialmente, págs. 2 1 5 ss., d o n d e se a l u d e a la i m - de la acción, c o n lo que ya no se resuelven a través de la autoría mediata, sino a c u d i e n d o
posibilidad d e castigar por inducción o por c o m p l i c i d a d , y pág. 2 2 9 , d o n d e se afirma a la i n d u c c i ó n (vid. R O X I N , AT II, 2 0 0 3 , § 2 5 , n ú m . marg. 9 4 , pág. 4 1 ) .

que el engañar a otro sobre el sentido individual d e s u muerte c o n d u c e a la autoría (9) R O X I N , AT II, 2 0 0 3 , § 2 5 , n ú m . m a r g . 7 0 , pág. 3 2 .

mediata del de detrás); ID., «Bemerkungen z u m "Táter hinter d e m T á t e r " » , en Lange-FS, (10) R O X I N , NZSt 1 9 8 4 - 2 , pág. 7 2 .

1976, págs. 1 8 4 - 1 8 6 . (11) Ibidem.

282 © L A LEY © LA L E Y 283


Casos que hicieron doctrina en D e r e c h o penal 14. C a s o Sirius

En relación c o n la segunda variante del c a s o planteada por el B G H (la III.2. Posturas en contra de la autoría mediata
víctima sabía que ponía fin a su v i d a pero creía que i n m e d i a t a m e n t e des-
Los argumentos esgrimidos por la d o c t r i n a en contra de la autoría m e -
pués i n i c i a b a u n a n u e v a vida), son p o c o s los autores dispuestos a admitir
diata en c u a l q u i e r a de las dos versiones del c a s o objeto de análisis son
la postura d e f e n d i d a por el Tribunal"^'. L a mayoría r e c h a z a la solución de
diversos. D e entrada, se apunta que el B G H no e x p l i c a cómo la separación
la autoría mediata"^'. El propio R O X I N , sin llegar a negar la autoría mediata,
entre c u e r p o y a l m a no c o n d u c e a la muerte de la mujer. En opinión d e
se separa actualmente de la fundamentación q u e sigue el B G H . D e hecho,
KuBiGEL, R O X I N intenta ofrecer u n a respuesta a esta cuestión afirmando que
este autor r e c o n o c e abiertamente haber c a m b i a d o de opinión respecto a su
la identidad de la persona no se b a s a en su sustrato c o r p o r a l , sino en la
concepción anterior y admite que el engaño sobre el sentido y las c o n s e -
i n d i v i d u a l i d a d de su estructura espiritual. Tanto R O X I N c o m o la doctrina del
c u e n c i a s de la p r o p i a muerte no es suficiente para a p r e c i a r autoría mediata,
B G H parten de una interpretación en la filosofía según la c u a l la identidad
calificándolo de un simple,error en los motivos que no p u e d e fundamentar
de una p e r s o n a se separa de la idea de u n a s u s t a n c i a corporal portadora de
el d o m i n i o del h o m b r e de detrás""'. Sin embargo, pese a admitir que dar el
dicha identidad. D e este m o d o , la c o n c i e n c i a se eleva a elemento d e c i s i v o
m i s m o tratamiento a a m b o s supuestos es problemático, sigue m a n t e n i e n d o
de la identidad personal. Según KUBICIEL, en la s o c i e d a d se define la s e p a r a -
la solución de la autoría m e d i a t a , a l e g a n d o ahora que la m u j e r incurre en
ción entre c u e r p o y a l m a c o m o muerte y la c r e e n c i a de algunas personas en
un error de subsunción al haber interpretado el c o n c e p t o de muerte i n c o -
la reencarnación del a l m a en otro c u e r p o no tiene ningún r e c o n o c i m i e n -
rrectamente. D i c e t e x t u a l m e n t e que «quien quiere seguir v i v i e n d o en la
to social"^'. L a consideración de la muerte c o m o mera modificación por
tierra (aunque s e a c o m o un n u e v o ser h u m a n o ) no quiere cometer ningún
parte de la mujer es n o r m a t i v a m e n t e irrelevante; y, c o m o p r u e b a de ello,
suicidio». En definitiva, R O X I N a c a b a sosteniendo que s i e m p r e q u e se o c u l -
m e n c i o n a el siguiente e j e m p l o : si la m u j e r no sólo pretendiera una m o d i -
ta al ejecutor material el h e c h o de que se está matando c o n c u r r e autoría
ficación de su propio cuerpo, sino que hubiese q u e r i d o también someter a
mediata"".
su hijo a una transformación c o r p o r a l , h u b i e r a sido castigada por tentativa
de h o m i c i d i o sin que se p u d i e r a alegar ningún error de tipo e x c l u y e n t e del
dolo"'''. En contra de la admisión de un c u a s i error de tipo, sostiene KUBICIEL
que éste se basa en premisas metafísicas m u y discutibles"^'.
(12) Cfr. HoYER, SK-StCB, 7.' ed., 2 0 0 0 , § 2 5 , n ú m . marg. 8 0 , y JOEKS, en MünchKommStCB,
2 0 0 3 , § 2 5 , n ú m . marg. 113-117, quienes se muestran partidarios de la autoría mediata En la línea de un c l a r o r e c h a z o a la autoría mediata c o m o solución al
en la versión original del c a s o «Sirius», rechazándola respecto a la versión modificada
caso Sirius, se argumenta también que ni s i q u i e r a en el supuesto de que el
por entender que, a diferencia del que se quita la vida creyendo q u e va a seguir vivien-
do en este mundo, quien lo h a c e en la c r e e n c i a d e otra vida tras la muerte comete un
plan ideado por el sujeto resultara tal c o m o la mujer imaginó habría ésta
suicidio. En España, M U Ñ O Z C O N D E , « P r o v o c a c i ó n al suicidio mediante engaño: un caso sobrevivido. En palabras de M E R K E L , «aunque su abstruso p l a n , pasar a otro
límite entre autoría mediata y ayuda al suicidio», ADPCP 1 9 8 7 , págs. 3 1 4 ss., admite la cuerpo, hubiese sido un c o m p l e t o éxito, t a m p o c o hubiera sobrevivido»"".
autoría mediata del hombre en la versión original del «caso sirius», pero no así respecto a
la segunda versión por entender que «ya no es tan claro que p u e d a hablarse de asesinato
c u a n d o la mujer sabe de todos modos que tiene q u e morir para poder seguir viviendo en
otro cuerpo, en otro planeta»; HERNÁNDEZ PLASENCIA, La autoría mediata en Derecho penal,
G r a n a d a , 1 9 9 6 , pág. 2 5 3 , acepta la calificación del B G H en la versión original del caso, (16) KUBICIEL, «Zur Abgrenzung strafbarerTótungstáterschaft und strafloser Selbsttótungsteilna-
por versar el error sobre la c u a l i d a d lesiva de la acción, pero parece descartarla en la hme in Fallen, in denen der Suizident durch Táuschung zur V o r n a h m e der Tótungshan-
versión modificada, entendiendo que se trata de un error sobre el sentido d e su acción. dlung bewogen wird», lA 2007, pág. 7 3 1 .
(13) Plenamente a favor de la solución del B G H respecto a la versión modificada del «caso (17) KUBICIEL, JA 2 0 0 7 , pág. 7 3 1 . El e j e m p l o de la madre que además pretende la transforma-
sirius», se manifiesta en la doctrina a l e m a n a NEUMANN, JUS 1 9 8 5 , pág. 6 8 2 , basando la ción de su hijo proviene de N E U M A N N , juS 1985-9, pág. 6 8 1 , y ha sido utilizado también
autoría mediata en «un error sobre el concreto sentido d e la a c c i ó n en el límite c o n un por MERKEL, «Personale Identitát und die G r e n z e n strafrechUicher Zurechnung», IZ 1999-
cua5/-error d e tipo». 10, pág. 5 0 5 .
(14) ROXIN, LK-StCB, 1 1 e d . , § 2 5 , n ú m . marg. 1 1 0 . (18) K u B i c i E L , / A 2 0 0 7 , pág. 7 3 1 .
(15) ROXIN, LK-StCB, 1 1 e d . , § 2 5 , núm. marg. 1 1 1 . (19) M E R K E L , / Z 1 9 9 9 , pág. 505.

284 © LA LEY © LA LEY 285


Casos que hicieron doctrina en D e r e c h o penal 14. C a s o Sirius

Según MERKEL, si el autor, en lugar de hacer creer a la víctima q u e se iba a mente c o m o solución de n e c e s i d a d , c o m o respuesta al p r o b l e m a que p l a n -
despertar en el c u e r p o de una actriz, hubiera fingido q u e se iba a despertar tea la concepción de la a c c e s o r i e d a d e s t a b l e c i d a e n la ley, pero q u e e n
en el de un a n i m a l o que iba a seguir v i v i e n d o c o m o u n a planta y la mujer ningún c a s o se trata de autoría m e d i a t a en sentido estricto'^"'.
hubiera a c t u a d o c o n ese objetivo, nadie dudaría que tenía la intención de
poner fin a su v i d a , independientemente de que e l l a lo h u b i e r a c o n c e b i d o IV. O P I N I Ó N PERSONAL
c o m o un s u i c i d i o o no. El h e c h o de q u e la m u j e r se m u e r a no d e p e n d e de
que finalmente sobreviva, sino de q u e no lo h a c e c o m o la m i s m a persona j Hasta el momento se han e x a m i n a d o las posturas más relevantes sobre
q u e es ahora'^"'. M E R K E L c o n s i d e r a q u e la m u j e r no ha i n c u r r i d o e n un cuasi i el caso Sirius. Por mi parte, entiendo que el debate debe centrarse en cómo
error de tipo, sino más bien en «un error de subsunción sobre las c a r a c t e - valorar jurídicamente la representación que se hace la mujer sobre una vida
rísticas c o n c e p t u a l e s de-muerte, sobrevivir e identidad personal»'^^'. perfeccionada tras su transformación corporal. Es necesario decidir si la falsa
representación de la mujer sobre una v i d a más allá de la destrucción de su
Por otro lado, t a m p o c o h a q u e d a d o e x e n t a de críticas la tesis de la res- propio cuerpo debe interpretarse c o m o un cuasi error de tipo, c o m o un simple
ponsabilidad en autoría m e d i a t a en virtud de un c o n o c i m i e n t o s u p e r i o r ' " ) . error en los motivos, o c o m o un error sobre el concreto sentido de la acción.
Así, por e j e m p l o , sostiene F R E U N D q u e «un d o m i n i o del h e c h o en virtud de Ya se ha visto que algunos supuestos de error en los motivos son reconducidos
error presupondría que la m u j e r en el c a s o Sirius no sabría q u e su c o n d u c - a la categoría del error sobre el concreto sentido de la acción para no excluir el
ta (dejar c a e r un secador e n c h u f a d o en la propia bañera) era idónea para castigo del q u e se relaciona c o n ellos. N o obstante, tal c o m o ha sido puesto de
provocar su muerte». Según este autor, la m u j e r sabía q u e emprendía una i manifiesto por un sector de la doctrina, hay razones suficientes para rechazar
acción de matar (no le falta el d o l o d e matar). La m u j e r parte de q u e c o n su dicha clase de error c o m o una categoría independiente, y a que en realidad no
c o n d u c t a v a a destruir «la c o n c r e t a u n i d a d psico-física» q u e constituye su es más que un supuesto de error en los motivos'"'. Y, actualmente, parece i m -
ser a c t u a l . Pues éste era para e l l a el presupuesto para poder seguir v i v i e n - ponerse la tesis de que el error en los motivos es penalmente irrelevante'^". Por
do en un nuevo c u e r p o . Y añade: «en sentido jurídicamente relevante, la otra parte, se admite de forma prácticamente unánime que concurre un cuasi
mujer en el c a s o sirius sabía perfectamente que emprendía u n a acción de error de tipo c u a n d o el error del ejecutor material se refiere al efecto lesivo
matar(se)»'"'. { de su propia conducta. Este sería el caso del que determina a otro mediante
engaño a tocar un cable de alta tensión haciéndole creer que por ahí no p a -
Por último, hay quien c o n s i d e r a que la solución de la autoría mediata 1 sa la electricidad, resultando el engañado muerto o lesionado. Son supuestos
q u e acoge la doctrina mayoritaria sólo puede ser a d m i t i d a metodológica- calificados de cuasi error de tipo porque la víctima actúa sin dolo, aunque no

(20) Ibidem.
(21) Ibidem. (24) Así, KOHLER, Strafrecht. AT, Berlín, 1 9 9 7 , pág. 5 2 5 .
(22) FREUND, Strafrecht. AT, 2.' ed., Berlín, Heidelberg, 2 0 0 9 , § 1 0 , núm. marg. 6 0 , pág. 3 8 8 . (25) Cfr., entre otros, HERZBERC, Taterschaft und Teilnahme, Munich, 1977, págs. 23 ss.; BLOY,

(23) FREUND, Strafrecht. AT, 2.' ed., § 1 0 , n ú m . marg. 6 1 , pág. 3 8 9 . N o obstante, a c a b a afir- Die Beteiligungsform ais Zurechnungstypus, Berlín, 1 9 8 5 , págs. 3 5 1 y ss.; STRATENWERTH,
m a n d o la autoría (directa) del hombre de detrás partiendo de la siguiente consideración: Strafrecht, AT I, 4 . * ed., C o l o n i a , 2 0 0 0 , § 1 2 , n ú m . marg. 6 0 - 6 4 , págs. 3 1 4 y ss.; JAKOBS,
«En realidad, desde una perspectiva normativa se trata de actuación suicida que no es Strafrecht. AT. Die Crundiagen und die Zurechnungslehre, 2.' ed., Berlín, 1 9 9 1 , § 2 1 ,
libre y responsable, c u y a determinación debe ser c o n c e b i d a c o m o una conducta típica núm. marg. 1 0 1 , pág. 6 4 8 ; FEIJÓO SÁNCHEZ, Resultado lesivo, pág. 3 7 3 , nota 1 0 7 0 ; H E R -
de homicidio» ( § 1 0 , núm. marg. 6 1 , pág. 3 8 9 ) . Y añade q u e independientemente de si NÁNDEZ PLASENCIA, La autoría mediata, págs. 2 5 0 ss.
la mujer es considerada psíquicamente sana, en cualquier c a s o necesita de protección (26) N o obstante. SILVA SÁNCHEZ, ADPCP 1 9 8 7 , págs. 4 6 1 ss., considera que algunos casos de
frente a la influencia manipuladora del iniciador de su actuación. Partiendo del c o n v e n - error en los motivos pueden dar lugar a autoría mediata del interviniente en el suicidio.
cimiento de que la mujer no hubiera emprendido la acción suicida de saber los verdade- Descartando la «aplicación automática de los criterios de seriedad en el consentimiento»
ros detalles del caso, llega a afirmar q u e hablar de un suicidio libre y responsable resulta del parágrafo 2 1 6 StGB, se inclina por la autoría mediata si existe un «auténtico dominio
hasta cierto punto cínico (§ 1 0 , núm. marg. 9 8 , págs. 4 0 1 y ss.). funcional del hecho» (con cursiva en el original).

286 © LA LEY © LA LEY 287


C a s o s que hicieron doctrina en D e r e c h o penal 14. C a s o Sirius

pueda hablarse de dolo típico porque el suicidio no es una conducta típica. que le permita a c c e d e r a un m u n d o ideal»'^". En efecto, sus representaciones
La doctrina mayoritaria considera que estos casos deben solucionarse a través sobre una n u e v a v i d a no se oponen al c o n o c i m i e n t o de la propia muerte'"'.
de la autoría mediata'^''. M u y distinto es el caso objeto de este comentario, U n a v e z constatada la e x i s t e n c i a de un suicidio autorresponsable, interesa,
pues en contra de la postura defendida por el B G H , difícilmente se puede en segundo lugar, establecer la posible responsabilidad penal de la persona
afirmar que el error de la mujer verse sobre el carácter lesivo de su conducta. que interviene en el hecho. L a c o n d u c t a de determinar a la mujer a e m p r e n -
El B G H adopta en su sentencia una solución orientada al caso concreto, otor- der la acción dirigida a quitarse la v i d a mediante un engaño a c e r c a de las
gando más relevancia a la influencia psicológica del hombre de detrás que al razones que motivan su decisión sólo puede calificarse de provocación de
déficit de responsabilidad del instrumento basado en criterios normativos'^^'. un mero error en los motivos. Y , c o m o tal, d i c h a c o n d u c t a no puede pasar
Todo apunta a que la especial necesidad de protección de la víctima, pese a de constituir u n a inducción al s u i c i d i o (punible sólo en algunas legislacio-
no reconocer ningún déficit de imputabilidad en su persona, ha tenido que nes). En efecto, no basta con generar un error en los motivos del suicida para
influir en la solución a la que llega el tribunaF^'. Sin embargo, en atención a apreciar autoría del que lo provoca. U n error que es considerado irrelevante
los hechos probados en la sentencia resulta obligado partir de una situación para e x c l u i r la responsabilidad penal de quien padeciéndolo comete un d e -
lito, difícilmente puede servir para fundamentar la autoría de la persona de
de plena imputabilidad de la mujer, pues ni siquiera se tiene en cuenta una
detrás en los casos de autolesiones o de suicidio. Y es que, en principio, sólo
posible disminución de la m i s m a por parte del T n b u n a l .
cuando ei error puede ser r e c o n d u c i d o a categorías normativas c a b e apreciar
A mi j u i c i o , la solución del caso pasa necesariamente por atender al prin- autoría del que m a n i p u l a la situación a través de engaño'^^'. A lo que habría
c i p i o de autorresponsabilidad. En primer lugar hay que decidir si estamos que añadir que ios problemas político-criminales derivados de la i m p o s i b i l i -
o no ante una c o n d u c t a de suicidio libremente consentido por parte de la dad de castigar las conductas de participación en el s u i c i d i o , tendrían mejor
mujer para después analizar, si cabe, la responsabilidad de la persona que solución introduciendo en la legislación a l e m a n a una regulación específica
ha motivado a la mujer, mediante engaño, a iniciar la ejecución del hecho. que incriminase algunas formas de intervención en el suicidio de otro, e v i -
En cuanto a lo primero, entiendo que la m u j e r comete un s u i c i d i o de forma tando de este m o d o adoptar posturas difícilmente sostenibles desde el punto
responsable, puesto que toma una decisión consciente frente al peligro. En de vista dogmático*^'*'.
efecto, realiza una conducta dirigida a poner fin a su propia v i d a con la es-
peranza de despertar en un nuevo c u e r p o . La mujer con su actuación asume
plenamente la muerte bajo el c o n v e n c i m i e n t o de que es un m e d i o n e c e s a -
rio para conseguir la transformación corporal deseada. C o m o bien apunta (31) FEIIÓG SÁNCHEZ, Resultado lesivo, pág. 3 7 1 . Según este autor, «el hecho de matar (se)
MERKEL, «no es lo que uno va a ser, sino lo q u e d e j a de ser lo que decide si depende de una determinación objetiva y no de una visión religiosa, trascendente o
cosmológica que el autor tenga de ese h e c h o o quiera darle».
su v i d a ha f i n a l i z a d o o n o » ™ . Y c o n razón afirma FEIJÓO que la mujer «sabe
(32) Así, JAKOBS, AT, 2.' ed., § 2 1 , núm. marg. 7 7 , pág. 6 3 6 , nota 1 4 2 .
lo que está h a c i e n d o (incluso firma un seguro de v i d a porque sabe que va a (33) Considérese el ejemplo del m é d i c o que engaña a su paciente, quien manifiesta tenden-
morir) pero le da un sentido irracional al querer reencarnarse en otro cuerpo cias suicidas, sobre el hecho d e padecer una enfermedad irreversible que le va a producir
dolores insoportables y una muerte larga y angustiosa, siendo todo ello falso. Ante dicha
situación, el paciente opta por el suicidio. El médico ha c o l o c a d o a su paciente en una
situación de cuasi estado de n e c e s i d a d coactivo, en la que las alternativas de conducta
se ven tan recortadas que es posible atribuir la decisión de quitarse la vida al médico c o -
mo obra suya. Del mismo modo, en el c a s o Sirius hubiera sido más fácil fundamentar la
(27) Vid., por todos, JAKOBS, AT, 2.' ed., § 2 1 , n ú m . marg. 7 7 , págs. 6 3 6 y ss. autoría del hombre de detrás de haberse apreciado por parte del Tribunal algún defecto
(28) En este sentido, KUBICIEL, JA 2 0 0 7 , págs. 7 2 9 ss. de imputabilidad en la mujer.
(29) Así, JAKOBS, AT, 2." ed., § 2 1 , núm. marg. 7 7 , pág. 6 3 6 , nota 1 4 2 . (34) A favor de solucionar esta cuestión a través de una normativa específica respecto de la
(30) MERKEL, JZ 1 9 9 9 , pág. 5 0 5 . Para este autor (pág. 5 0 5 , nota 1 2 ) , conceptualmente «sólo participación en el suicidio, STRATENWERTH, AT, 4.' ed., § 1 2 , núm. marg. 5 0 - 6 4 , págs. 3 1 4
se puede decir de una persona que ha sobrevivido c u a n d o (de algún modo) continúa y ss.; el propio ROXIN apunta últimamente esta solución [vid. IK-StCB, 1 1 . ' ed., § 2 5 ,
existiendo como ella misma» (con cursiva el original). núm. marg. 1 1 0 ) .

288 X'^ • 0,L>,LEY © U L E Y 289


Casos que h i c i e r o n d o c t r i n a e n D e r e c h o penal

V. OTROS CASOS RELACIONADOS

Entre los supuestos q u e deberían atender a ios m i s m o s criterios de reso-


lución que el a n a l i z a d o porque presentan evidentes similitudes, c a b e d e s -
tacar: a) «Caso de la doble muerte simulada»'"'. Se trata de u n a m u j e r que
mantiene relaciones adúlteras y q u e p r o p o n e a su m a r i d o cometer juntos
un suicidio c o n la f i n a l i d a d de librarse de él. D e m o d o q u e le prepara u n a
bebida m e z c l a d a c o n v e n e n o . El m a r i d o se la bebe y e l l a , tai c o m o tenía
planeado, se niega a beber. El m a r i d o muere. El B G H c o n d e n a a la mujer
c o m o autora mediata de un h o m i c i d i o , b) «Caso del R e y de los Gatos»'^^'. 15
En este supuesto H se entera de la b o d a de su ex-novio c o n N y, por celos,
C A S O DEL H O M I C I D I O PRETERINTENCIONAL'*'
decide aprovecharse de su poder sobre R para conseguir q u e éste diera
muerte a la esposa N. C o m o R era s u m a m e n t e i n f l u e n c i a b i e p o r H , debido
al profundo amor no satisfecho q u e sentía h a c i a e l l a , ésta consiguió que
S A N Z M O R A N , Ángel José
creyera, a través de misticismos, en un «Rey de ios gatos» que p e r s o n i f i c a -
Catedrático de Derecho Penal. Universidad de Valladolid
ba la m a l d a d y q u e a m e n a z a b a a la h u m a n i d a d . Le convenció de que el
«rey de ios gatos» exigía ei s a c r i f i c i o de u n a víctima h u m a n a c o n las c a -
racterísticas de N, y que le había escogido a él para llevar a c a b o el h e c h o .
SUMARIO:
Equipado c o n un c u c h i l l o de e x c u r s i o n i s t a y siguiendo el plan trazado por
H y P, R buscó a N en su tienda de flores y le clavó u n a serie de puñaladas I. INTRODUCCIÓN
en el c u e l l o , c a r a y cuerpo p a r a m a t a r l a . N o obstante, N sobrevivió a las II. VALORACIÓN DEL C A S O P O R PARTE DEL T R I B U N A L SUPREMO
graves lesiones. El B G H admite la autoría mediata, partiendo de la e x i s t e n - III. V A L O R A C I Ó N DE LA SENTENCIA. ELTRATAMIENTOJURISPRUDEN-
cia de un error de prohibición v e n c i b l e e n ei ejecutor material. CIAL D E LA D E N O M I N A D A «PRETERINTENCIONALIDAD»

111.1. Introducción
111.2. A p u n t e histórico
111.3. Análisis crítico de la solución d o m i n a n t e
II 1.4. Perspectiva de lege ferenda

En el curso de una discusión, seguida de riña, entre diversos jóve-


nes que se encuentran, ya de madrugada, en una zona de copas de
la localidad donde suceden los hechos, el acusado José Luis, que se
había acercado con otra persona al lugar de la reyerta, propinó a Juan
Carlos «un puñetazo en la cara, impactándole en la boca, producién-
dole un hematoma en el labio superior, lo que motivó que Juan Carlos
cayera al suelo de espaldas y a plomo, golpeándose la zona occipital

(35) B G H S t de 3 de diciembre de 1 9 8 5 , CA 1 9 8 6 , pág. 5 0 8 = IZ 1 9 8 7 , pág. 4 7 4 . (*) Sentencia del Tribunal S u p r e m o 1 5 7 9 / 2 0 0 2 , de 2 de octubre. Este trabajo se c o n c l u y e en
(36) B G H S t de 15 de setiembre de 1 9 8 8 = NZSt 1 9 8 9 , págs. 176-178. enero d e 2 0 1 0 .

290 © LA L E Y © LA L E Y 291

Вам также может понравиться