1. ¿Qué piensas sobre los tipos de relación odontólogo-paciente?

Pienso que en general la relación que ejerce más presión laboral es la de

padre-hijo ya que según la escala de Szasz y Hollender, la de actividad-pasiva
y la de cooperación se basan en eso, el único cambio es que en la pasiva el
paciente solo escucha las indicaciones del odontólogo y en la de cooperación
el paciente acata lo que el odontólogo le informa del procedimiento, pero
llegan a lo mismo que es relación padre e hijo; a comparación de la relación
mutua donde el paciente puede tomar decisiones porque conoce del tema y
ahí odontólogo y paciente son equipo.

2. ¿Qué relación crees que se dé más en el ámbito de salud?

Partiendo de lo leído en la presentación creo que el saber elegir una relación con el
paciente depende de cómo es que este se desarrolle ante la consulta y ante
nosotros; pues desde que entra al consultorio y se hace la historia clínica nos
percataremos si es una persona hostil, con conocimientos de la materia o una
persona dócil.
Con base en ello creo que el casi siempre vamos a ejercer será con el de padre-hijo,
pues la población mexicana está acostumbrada a este rol, donde el medico es
quien le da todas las instrucciones y no interviene en su juicio de diagnóstico. Sin
embargo, creo que la de cooperación mutua sería la mejor estrategia para llevar un
correcto desarrollo en el tratamiento ya que conociendo los 2 la meta a llegar y lo
que supone habrá más compromiso por las partes y además no se volverá
automáticas e insensibles las consultas como lo son ahora.

3. ¿Qué tipo o tipos de relación odontólogo-paciente te gustaría tener

con tus pacientes?
Personalmente me gustaría ejercer la de participación mutua pero siendo
realistas eso no pasara muy a menudo por lo que si tengo que tomar la de
padre-hijo en cualquiera de las 2 opciones lo quiero hacer del modo correcto,
ofreciéndole al paciente una experiencia grata al ir a atender su salud conmigo,
desde tener la relación correcta para que me pueda exteriorizar sus
problemáticas de salud hasta ofrecerle una presentable y amigable visita.
Pienso que entre mejor se trate a la persona y expongamos nuestra mejor cara al
paciente él también lo hará al momento de escucharnos y recomendarnos; aun
mas cuando son niños pequeños pues se les debe administrar aun mas
amabilidad por los padres y los propios niños, debemos aminorar el miedo que
tienen por el dentista e intentar hacerlos participes de su tratamiento y
concientizarlos, no solo darles ordenes como siempre se hace.