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Manuel /'Jcienza

Juan Ruiz Manero

Las piezas
del Derecho
cle los.".#;táá?
iurídicos

Editorial Ariel,5..4.
CepÍruro VI
COI{CLUSIONES

1. Introducción
A 1o largo de los anteriores capítulos hemos ido mostrando cuáles
son y cómo deben entenderse los tipos fundamentales de enunciados
jurídicos. No los hemos presentado, sin embargo, sistemáticamente,
sino de una forma que podría llamarse polémica, esto es, partiendo de
la discusión desarrollada en los últimos tiempos en la teoría del Dere-
cho a propósito de cómo deben entenderse los enunciados que expre-
san principios, reglas que confieren poderes, permisos, juicios de valor
y la regla de reconocimiento. Ello nos ha permitido llevar a cabo un
análisis de esos tipos de enunciados de otros que han ido surgien-
do en conexión con ellos-, pero -y
falta por efectuar que haremos
-lo
ahora- una presentación más sistemática y articulada de los mismos.
Distinguiremos, para ello, dos fases: empezaremos por mostrar glo-
-y
sar- una clasificación de los tipos de enunciados jurídicos introduci-
dos anteriormente, para pasar luego a un análisis comparativo de los
mismos, de acuerdo con las tres perspectivas principales que han guia-
do nuestro análisis. Los cuadros 1, y 2 recogen esquemáticamen-
te esa clasificación y ese análisis (pp.-que
177-185)- vienen a constitui4
así, una síntesis de todo el libro.

2. Una clasificacién de los enunciados: el cuadro I


La distinción más general a efectuar tiene lugar entre niveles dis-
tintos de lenguaje y permite separar los enunciados jurídicos de los me-
tajurídicos; de esta forma, como hemos visto, se pueden evitar algunos
errores que suelen cometerse a la hora de identifi car a la regla de re-
conocimiento, que es el único tipo de enunciado metajurídico del que
nos hemos ocupado. Dentro de los enunciados jurídicos, esto es, los
pertenecientes a un determinado sistema jurídico, no todos tienen
-o,
1.66 LAS PIEZAS DEL DERECHO

al menos, no tienen de manera directa- carácter práctico, en cuanto


que algunos de ellos (las definiciones) no tienen como función
como función directa- guiar (o justificar) ias conductas, sino identifi--o
car el significado de otros enunciados que sí tienen, de una u otra for-
ma, esta última función. Entre los enunciados de carácter práctico he-
mos efectuado, también, la distinción entre enunciados normativos y
valorativos, según que la función práctica dominante sea, respectiva-
mente, la directiva o bien la valorativa o justificativa. Los enunciados
normativos, a su vez, pueden ser enunciados que expresan normas o
bien que expresan el uso de poderes conferidos por normas; en este úl-
timo caso hablamos de actos normativos, esto es, de un tipo de acto de
lenguaje en el que al emitit en las circunstancias apropiadas, determi-
nadas proferencias, se ohaceno cosas tales como promulgar, derogar,
condenar, etc. Por lo tanto, mediante los actos normativos se da lugar
a cambios normativos o resultados institucionales (se producen o se
cancelan normas, o se limita su ámbito de aplicación, o se alteran es-
tatus normativos de determinados individuos o clases de individuos),
pero los actos, a diferencia de las normas, no duran en el tiempo: se
agotan en su propia realización.
Dentro de la clase de las normas puede distinguirse, como es usual
hacerlo, entre normas deónticas o regulativas y norrnas no deónticas o
constitutivas: las primeras regulan la conducta y las segundas determi-
nan cómo se constituyen o producen resultados institucionales o cam-
bios normativos. La contraposición entre principios y reglas tiene lugar
dentro de las normas regulativas. Esa distinción, como hemos visto,
puede trazarse desde una triple perspectiva la que luego volvere-
mos-, pero lo que ahora nos interesa es que -atanto unos como otras
principios y las reglas- pueden ser norrnas de acción o normas de
-los
fin, según que lo modalizado deónticamente sea una acción o un esta-
do de cosas; la distinción entre regla de acción y regla de fin corre así
paralela a la que se establece, dentro del campo de los principios, entre
los principios en sentido estricto y las directrices. Dado que cada uno
de estos cuatro tipos de normas puede modalizar la conducta con los
operadores obligatorio/prohibido o bien con el de facultativo, tenemos
en total ocho tipos de enunciados que expresan norrnas deónticas, si
bien los enunciados permisivos en que la conducta aparece
modalizada con el operador -aquellos
facultativo- podrían traducirse en térmi-
nos de normas de mandato (y de definiciones).
Por lo que se refiere a las normas no deónticas o constitutivas, he-
mos distinguido dos tipos principales: las reglas que confieren poderes,
esto es, las que establecen qué hay que hacer para producir resultados
institucionales o cambios normativos, y las puramente constitutivas,
que establecen que si se da un determinado estado de cosas, se produ-
ce que concurrala realización de ninguna acción o actividad- un
-sin
determinado resultado institucional o cambio normativo. Las reglas
CONCLUSIONES r67

que confieren poderes pueden ser de ejercicio obligatorio o facultativo,


según que el resultado en cuestión esté modalizado por una norma re-
gulativa como obligatorio o como facultativo; y tanto en un caso como
en el otro, la realización de una determinada acción o curso de acción
para que se produzca el resultado puede ser opcional (hay más de un
curso de acción que produce el resultado) o no opcional (sólo hay
un curso de acción que produce el resultado).
Lo anterior nos lleva, por tanto, a distinguir ios 19 tipos de enun-
ciados jurídicos que aparecen en el cuadro 1 clasificatorio y cuyo aná-
lisis, en términos de analogías y diferencias (a partir básicamente del
esquema tripartito que diferenciaba entre la estructura de los enuncia-
dos, su consideración como razones para la acción y su función social
en términos de su conexión con poderes e intereses) arroja los resulta-
dos que se contienen en el cuadro 2, y del que ahora pasamos a ocu-
parnos.

3. Un análisis comparativo de los diversos tipos de enunciados:


el cuadro 2
Empecemos por los ocho tipos de enunciados que expresan nor-
mas deónticas.
Desde el punto de vista estructural, todos elios pueden reducirse a
una forma condicional en la que ei antecedente (supuesto de hecho,
condiciones de aplicación o caso) está constituido por un determinado
estado de cosas, y el consecuente (la consecuencia jurídica o solución
normativa) lo integra una acción (en el caso de los principios en senti-
do estricto o en el de las reglas de acción) o bien un estado de cosas (si
se trata de directrices o de reglas de fin) modaiizados mediante opera-
dores de mandato 3), 5) y 7) serían los cuatro tipos de normas de
mandato posibles--1), o bien mediante el operador facultativo. Las reglas
de acción se caracterizan, a nuestro juicio, por establecer que, si se dan
determinadas circunstancias que constituyen sus condiciones de apli-
cación (que aparecen configuradas en forma cerrada) debe ser pue-
de ser- una determinada conducta (que aparece asimismo configura- -o
da de forma cerrada). Las reglas de fin se caracterizan por establecer
que, si se dan las circunstancias que constituyen sus condiciones de
aplicación (configuradas de forma cerrada), debe puede-
zarse un determinado estado de cosas, que aparece -o configuradoalcan-
asi-
mismo de forma cerrada. Lo que las reglas de fin no cierran es el mo-
delo de conducta prescrito, pues ordenan simplemente el logro de un
determinado estado de cosas, sin prejuzgar las acciones que constitu-
yen medios idóneos para ello (lo que, naturalmente, no quiere decir que
sobre la conducta en cuestión no incidan otras limitaciones normati-
vas, provenientes de otras normas del ordenamiento). Los principios se
1ó8 LAS PTEZAS DEL DEREcHo

caracterízan porque configuran de forma abierta las circunstancias que


constituyen sus condiciones de aplicación. Dentro de ellos, la distinción
más importante es la que media entre principios en sentido estricto y
directrices o normas programáticas. Los primeros establecen que, sal-
vo que en el caso de que se trate incida(n) otro(s) principio(s) que ten-
gan un mayor peso, debe puede- seguirse un determinado
lo de conducta que aparece -o configurado, al modo de las regias mode-
de ac-
ción, de forma cerrada (lo que implica que, en los casos en que
prevalece un determinado principio frente a otros eventualmente con-
currentes, éste exige un cumplimiento pleno). Las directrices, por su
parte, dejando asimismo abiertas sus condiciones de aplicación, orde-
nan permiten- procurar alcanzar un estado cosas en ia mayor
medida-o posible. Las directrices se asemejan a lasdereglas de fin en que
dejan abierta la configuración del modelo de conducta idóneo para lo-
grar el estado de cosas ordenado, pero se diferencian de éstas en que
tal estado de cosas aparece configurado asimismo de forma abierta
(debe lograrse en la mavor medida posible, en conjunción con otros ob-
jetivos que también se ordena maximizar). Ello, naturalmente, implica
que las directrices admiten modalidades graduables de cumplimiento.
Cabe así presentar, a partir de los ejemplos indicados en el prime-
ro de los casilleros, las siguientes ntraducciones, de acuerdo con lo que
hemos considerado como su (forma canónicar:
1) Artículo 14 de la Constitución española' (entendido como dis-
posición dirigida a los órganos de producción y de aplicación del Dere-
cho): nSi un órgano jurídico ha de dictar Llna norma o aplicarla y sobre
el caso genérico o individual de que se trate no incide otro principio
que, en relación con el mismo, tenga un mavor peso, entonces a dicho
órgano le está prohibido establecer o hacer que prevalezca discrimina-
ción alguna por razón de raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social.,
2) Artículo 20.Ia) de la Constitución española:' nA menos que, en
un determinado caso (genérico o individual), sean aplicables principios
que ordenen otra cosa y que, en relación con dicho caso, tengan un ma-
yor peso, está permitido expresar o no expresar, diftrndir o no difundir,
cualquier pensamiento, idea u opinión., O bien (traducido como prin-
cipio de mandato dirigido a los órganos de producción y de aplicación
del Derecho): uA menos que, en un determinado caso (genérico o indi-
vidual), sean aplicables principios que ordenen otra cosa y que, en re-
lación con dicho caso, tengan un mayor peso, está prohibido al legisla-

1. .Los españoles sor-r iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por
razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal
o social.,
2. nSe reconocen y protegen los derechos:
,a) a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opir-riones mediante la palabra,
el escrito o cualouier otro medio de reproducción.o
CONCLUSIONES t69

dor y en general a los poderes públicos imponer obligaciones o prohi-


biciones relativas a las conductas consistentes en expresar o no expre-
sar, difundir o no difundil cualquier pensamiento, idea u opinión, im-
pedir la realización de estas conductas o aplicar sanciones como con-
secuencia de las mismas.n
3) Artículo 51.i de la Constitución español¿;3 oEn la mayor rne-
dida en que resulte compatible con la consecución de otros fines asi-
mismo constitucionalmente ordenados, los poderes públicos deben
adoptar ias medidas idóneas para que la seguridad, la salud y los legí-
timos intereses económicos de los consumidores y usuarios se encuen-
tren eficazmente Protegidos.,
4) Ar1ículo 2, apartado 4 de la Directiva de la CEE 761207- (rela-
tiva a la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y
mujeres en lo que se refiere al acceso al ernpleo, a la formación y a la
promoción profesionales, y a las condiciones de trabajo): las prohibi-
ciones de trato desigual que contiene la Directiva nno se extienden a las
medidas encaminadas a pl:omover la iguaidad de oportunidades entre
hombres y mujeres, en particular, para corYegir las desigualdades de
hecho que afecten a las oportuniclades de las mujeres en los aspectos
.ont"mpludos eir el apartado i del artículo 1 lacceso al empleo, inclui-
{a la piomoción, formación profesional, condiciones de trabajo, etc.]r.
5t Art"ículo 28 del Estatuto de los Trabajadores:' nSi A mantiene,
como empresario, ltna reiación jurídico-laboral con diversas personas
que realizan un l.rabajo igual, A debe pagar el mismo salario a cada uno
de ellos, con inclependencia de su sexo.>
ó) Artículo 350 del Código civil:u nSi A es propietario de un terre-
no, y éste no se encuentra afectado por servidumbres que lo impidan, A
puede hacer en él las obras, plantaciones Y excavaciones que le conven-
gan, dentro de los límites fijados por las leyes y los reglamentos de po-
licía. n
7) Artículo 103 3." del Código civil:'uSi se ha admitido una de-
3. "I-os poderes pírblicos garantizarán la defensa de los cotrsumidores y usuarios, protegien-
c{<.i, mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud v los iegítimos intereses económicos de
los mismos.,
4. n¡-a presente Directiva no obstará las medicias encarninadas a pron'rover la iguaidad de opor-
tunidades cntre hombres ¡,"mujeres, en particular para corregir las desigualdades de hecho que afecten
a las oportuuidades de las rnuieres en las materias contempladas en el apartado I del artículo l.o
5. uEl empresario está obligado a pagar por la prestación de un trabajo igual el mismo sala-
rio, tanto por salario base como por los comple¡nentos saiariales, sin discritninación alguna por ra-
zón de sexo-o
6. .El propiel.ario de un terreno es dueño de su superficie y de lo qr.re está debajo de ella, y
pue<]e hacer en él las obra-", plantaciones y excavaciones que le convengan, salvas las servidutnbres, v
con sujeción a lo dispuesto en las leyes sobre Minas y Aguas v en los reglamentos de policía.'
7. .Admitida la demar,da lde nulidad, separaciórr o div,¡rcio], el juez, a falta de acuerdo de am-
bos c<invuges, aprobado.judicialnrente, adoptará, con artdiendia de éstos, las siguientes medidas:
,3., F-ijar la contribución de cada cón1'uge a las cargas del matrimonio, inr:luidas, si procede,
las litis expenias; establecer las bases para la actualización de cantidades y disporter las garatttias, de-
|:ósitos, ritenciones u otras nedidas cautelares convenienLes, a iin de asegl4rür
la eiectividad de b que
por estos cottceplo-< tm cóttyuge ha1'a de abortar al otro
170 LAS PIEZAS DEL DERECHO

manda de nulidad, separación o divorcio, una vez admitida ésta, y a fal-


ta de acuerdo entre las partes, el juez debe adopta5 entre otras, las me-
didas a su juicio necesarias (en forma de garantÍas, depósitos, reten-
ciones u otras medidas cautelares convenientes) para lograr asegurar la
efectividad de lo que como contribución a las cargas del matrimonio un
cónyuge deba abonar al otro.o
8) Artículo óó.1 de la Ley Orgánica General Penitenciaria:8 oSi
hay grupos de internos cuyo tratamiento lo requiera, la administración
penitenciaria podrá adoptar medidas conducentes a organizar en los
centros correspondientes programas basados en el principio de comu-
nidad terapéutica.>
En términos de razones para la acción, podemos distinguir entre la
dimensión directiva y la justificativa o valorativa. Con respecto a la pri-
mera, esto es, consideradas como guías para la acción, todas las nor-
mas regulativas de mandato constituyen, para quien las acepta, razones
categóricas (en el sentido de Kant: esto es, que se imponen a su desti-
natario con independencia de cuáles sean los deseos e intereses de
éste); de acuerdn con la tipología de Joseph Raz, se trataría de razones
operativas (entendiendo por tales aquellas que implican una actitud
crítica práctica, esto es, una actitud crítica hacia la conducta corres-
pondiente o en conflicto con talrazón). Según esta última clasificación,
las reglas de acción constituirían razones protegidas (Raz) o perento-
rias (Hart) en el sentido más estricto (puesto que, cuando son aplica-
bles, ordenan excluir como base del actuar la deliberación del destina-
tario acerca de cuál sea el mejor curso de acción a llevar a cabo y le im-
ponen adoptar como tal base el contenido de la regla). Las reglas de fin
operarían como razones perentorias para lograr un determinado esta-
do de cosas, pero dejarían a la deliberación de su destinatario la elec-
ción de los medios para ello. Los principios serían razones no protegi-
das o no perentorias (puesto que la determinación de su prevalencia, en
el caso de los principios en sentido estricto, o la articulación entre ob-
jetivos diversos interrelacionados entre sí, en el caso de las directrices,
requiere la deliberación del destinatario).
Por lo que se refiere a las normas regulativas permisivas, lo que ex-
presan, desde esta perspectiva, es la ausencia de razones para el desti-
natario en relación con la realización o no de la conducta (aclarando
que efectivamente no existen razones o cancelando las que antes exis-
tían) de que se trate, junto con la existencia de una razón para terceros
para no impedir u obstacuiizar que el destinatario realice o no la con-
ducta en cuestión; en el caso de los principios permisivos (principios en
sentido estricto o directrices), esta última sería una razón no perento-
ria, que se convierte en perentoria cuando se trata de reglas permisivas

8. nPara grupos determinados de internos, cuyo tratamiento lo requiera, se podrán organizar


en lns centros correspondientes progr¿rmas basados en el principio de comunidad terapéutica.o
CONCLUSIONES t7r
de acción o de fin. Si se trata de reglas, las disposiciones permisivas (que
reguian conducta natural, esto es, conducta no consistente en el ejerci-
cio de poderes normativos) pueden explicarse enteramente en térrninos
de aclaración (mediante definiciones), de excepción, de derogación o de
formulación indirecta de reglas de mandato (prohibiendo a las autori-
dades subordinadas la introducción de prohibiciones, impedimentos o
sanciones). Si se trata de principios, las disposiciones permisivas que tie-
nen como destinatario explícito a las personas en general (básicamente
las libertades constitucionales) pueden verse como prohibiciones de in-
terferencia prima facie al legislador y, en general, a las autoridades su-
bordinadas, en determinados ámbitos que se reservan a la autonomía
(principios en sentido estricto) y como mandatos de adoptar las medi-
das que maximicen la efectividad de tal autonomía en el ámbito de que
se trate (directrices). También caben, como en el caso del ejemplo con-
tenido en el cuadro, directrices permisivas cuyo destinatario sean pode-
res públicos. Estas directrices, en orden a maximizar el logro de alguna
finalidad (en ese caso, la equiparación entre hombres y mujeres como
gmpos sociales) excepcionan, o aclaran que no es de aplicación en ese
ámbito, alguna prohibición general dirigida a esos mismos poderes pú-
blicos (en el mismo caso, la de dar un trato más favorable a una perso-
na que a otra por su pertenencia o no a alguno de dichos grupos).
Si ahora pasamos a considerar las normas deónticas o regulativas
desde la dimensión justificativa o valorativa de las razones para Ia ac-
ción, la distinción, en este orden de cosas, entre principios en sentido
estricto y directrices sería como sigue: los principios en sentido estric-
to constituirían razones de corrección que presuponen valores últimos,
mientras que en el caso de las directrices se trataría de razones utilita-
rias que presuponen valores de este último género; ello implica que este
segundo tipo de razones pueden y deben ser evaluadas en su caso,
superadas- por razones de corrección, mientras que lo -y,contrario no
puede legítimamente ocurrir. Por lo que se refiere a las reglas, de cual-
quiera de los cuatro tipos distinguidos, las mismas pueden incorporar
tanto valores últimos como valores utilitarios o simplemente instru-
mentales (o alguna combinación entre ellos).
Finalmente, desde la perspectiva de la función social que cumplen
las normas regulativas, en relación con los poderes e intereses sociales,
la diferencia entre los principios y las reglas podría expresarse así: las
reglas de acción no exigen llevar a cabo una ponderación de los intere-
ses y valores en presencia; las reglas de fin sólo exigen esa ponderación
con respecto a los medios (otorgan, cabe decir, un grado de discrecio-
nalidad), no en cuanto a los fines; los principios en sentido estricto exi-
gen ponderación al ser aplicados, pero no otorgan al órgano aplicador
un poder de discrecionalidad; y las directrices exigen ponderación y
otorgan un poder de discrecionalidad en cuanto a los medios y los fines.
Por lo demás, dentro de los principios, los principios en sentido estricto
172 LAS PIEZAS DEL DERECHO

cumplen, sobre todo, una función negativa o de límite en la persecución


de intereses, mientras que las directrices promueven precisamente la
consecución de objetivos que constituyen intereses sociales. Por otro
lado, en el caso de las reglas, todas ellas limitan la persecución de in-
tereses individuales o sociales, garantizando una esfera de no interfe-
rencia (reglas permisivas) v generando restricciones recíprocas, me-
diante el establecimiento de deberes positivos y negativos (reglas de
mandato).
Pasemos ahora a las reglas que confieren poderes. Desde el punto
de vista estructural, estas reglas ligan la producción de un resultado ins-
titucional (o, lo que es lo mismo, de un cambio normativo) a la existen-
cia de un determinado estado de cosas, conjuntamente con la realiza-
ción por parte de un sujeto de una acción; su forrna canónica sería: oSi
se da el estado de cosas X y Z realiza la acción Y, entonces se produce
el resultado institucional (el cambio normativo) R,, En nuestra opinión,
tales normas son reglas anankástico-constitutivas. Calificarlas de reglas
constitutivas obedece a que es la propia regla la que crea la posibilidad
de producción del resultado institucional (que no existe con independen-
cia de la regla); las calificamos asimismo de anankásticas para indicar
que a partir de tales reglas sus destinatarios pueden constmir reglas téc-
nico-institucionales (del mismo modo que sobre la base de proposicio-
nes anankástico-naturales pueden construirse reglas técnico-naturales).
En el cuadro analizamos únicamente las reglas que confieren po-
deres de ejercicio obligatorio y las de ejercicio facultativo, prescindien-
do, por tanto, de la distinción que cabría hacer en cuanto a que el ele-
mento Y acción del antecedente- podr'ía o no tener carácter
opcional. -la
Los dos ejemplos que presentamos de estos dos tipos princi-
pales de reglas que confieren poderes se expres arían, según su forma
canónica, así:
9) y 10) Artículo 1ó0 de la Constitución española:' oSi se dan
las circunstancias X (que A es miembro del Tribunal Constitucional y el
pleno del mismo 1o propone como presidente) y Z (el rey) realiza la ac-
ción Y (nombrarlo), se produce el resultado normativo R (que A pasa a
ser presidente del Tribunal Constitucional).,
11) y 12) Artículo 1254 del Código civil:"' nSi se da el estado de
cosas X (que se trate de una o varias personas capaces) y éstas realizan
la acción Y (consentir en obligarse, respecto de otra u otras, a dar al-
guna cosa o prestar algún servicio), se produce el resuitado normativo
R (que existe un contrato).,
Si consideramos ahora las reglas que confieren poder.es en tén¡i-
nos de razones para la acción, ellas serían, en sLl aspecto directivo, ra-

9. .El presidente del Tribunal Constitucional será nonbr-ado entre sus miembrcls por e.l Re1',
a propuesta del mismo Tribunal en pleno y por un período de tres años.o
10. (El contrato existe descle que una o varias personas consienten en otrligarse, respecto de
otra u otras, a dar alguna cosa o prestar algún serricio.o
CONCLUSIONES 173

zones auxiliares (Raz) o razones hipotéticas (siguiendo la clasificación


kantiana de los imperativos). Indican cómo se ha de actuar para pro-
ducir un determinado resultado institucional o cambio norrnativo. La
razón operativa para producirlo puede ser, bien una norma de manda-
to que obligue a producirlo (como ocurre, por ejemplo, en el caso del
poder jurisdiccional: el juez tiene la obligación de producir el resultado
institucional nsg¡¡sr.ia"), bien un deseo o interés del agente, cuando la
decisión de producir o no el resultado no se encuentra vinculada por
restricciones normativas (como ocurre, por lo general, en el caso de los
poderes contractuales privados). En el primer caso, la norma que con-
fiere poder sería una razón hipotético-asertórica; en el segundo, hipo-
tético-problemática. cuando la producción del resultado normativo se
encuentra prohibida por una norma de mandato, ello significa que en
tal caso la regla que confiere poder no puede ser usada legítimamente
como una razón para la acción.
Vistas como razones para la acción, pero ahora desde su vertiente
valorativa o justificativa, el elemento Y representa siempre un valor pu-
ramente instrumental, mientras que R
-elde ejercicio normativo-,
resultado en el
caso de una regla que confiere poderes obligatorio, puede
ser un valor último, utilitario o simplemente instrumental, mientras
que, en el caso de las de ejercicio facultativo, R es valorativamente in-
diferente (contemplado, claro está, desde el prisma del ordenamiento
jurídico, no desde el de quien usa la regla).
En cuanto a su función social, las reglas que confieren poderes de
cualquiera de los dos tipos posibilitan indirectamente, a través de la
modificación del estatus normativo propio o ajeno, la persecución de
intereses propios o ajenos; sin embargo, esa afectación de intereses no
depende --en el caso de los de ejercicio obligatorio- de los deseos o
intereses sí de la acción- del destinatario del poder, a diferen-
-pero
cia de lo que ocurre en el caso de las de ejercicio facultativo.
Junto a las normas que confieren poder (anankástico-constituti-
vas), el sistema jurídico contiene también norrnas puramente constitu-
tivas que determinan asimismo Ia producción de resultados institucio-
nales o cambios normativos. Se trata de aquellas regias cuya forma ca-
nónica viene a ser: nSi se da el estado de cosas X, entonces se produce
el resultado institucional (o el cambio normativo) R., Como se ve con
el ejemplo que hemos puesto de este tipo de reglas, el cambio normati-
vo (la transmisión de los derechos de sucesión) se produce sin que el
afectado por el cambio tenga que realizar ninguna acción:
13) Artículo 657 del Código civil:" oSi una persona muere, en-
tonces, y desde el momento mismo de la muerte, se transmiten los de-
rechos a la sucesión de la misma.n
Tales reglas, al no contener referencia a acción alguna, no consti-

I l. nl-o.s derechos a la sucesión de una persona se transmiten desde el momento de su muc-r¡e.o


t74 LAS PIEZAS DEL DERECHO

tuyen propiamente razones para la acción (para producir R), pero sí


pueden proveer de razones auxiliares para producir el estado de cosas
que constituye el antecedente de la regla (siempre que la producción de
dicho estado de cosas sea lícita y se encuentre bajo el control del agen-
te). En su vertiente valorativa, R, desde el punto de vista del ordena-
miento jurídico, representa un estado de cosas indiferente. Las reglas
puramente constitutivas afectan a intereses, pero esta afectación no de-
pende (a diferencia de lo que ocurre con las reglas que confieren pode-
res) de la realización de un acto normativo por parte de nadie.
Los actos normativos pueden analizarse, nos parece, distinguien-
do en los mismos el aspecto locucionario (lo que se dice), el ilocucio-
nario (lo que se hace al decir) y el perlocucionario (los efectos que se
producen por realizar el acto); esos tres planos vienen a guardar un
cierto paralelismo con las tres perspectivas que veníamos distinguien-
do en las normas. A diferencia de los enunciados que expresan normas,
los que expresan el uso de poderes normativos, aquellos cuya proferen-
cia las condiciones adecuadas- constituye el uso de un poder
-en
normativo, no tienen una estructura condicional, como puede verse en
el siguiente ejemplo:
14) Disposición derogatoria del Código penal de 1995 1. c): ,.Que-
dan derogados: c) LaLey 16l1970 de 4 de agosto, sobre Peligrosidad y
Rehabilitación Social, con sus modificaciones posteriores y disposicio-
nes complementarias.,
Este tipo de enunciados no expresan razones para la acción, sino
actos de lenguaje que constituyen instancias de usos de poderes norrna-
tivos; y al introducir, eliminar, usar o aplicar norrnas de los anteriores ti-
pos, afectan de diversos modos a los intereses individuales y sociales.
Los enunciados valorativos los hemos considerado, desde una pers-
pectiva interna, como el elemento justificativo que incorporan los an-
teriores tipos de normas. Lo que caracteriza a un enunciado valorativo
sería que el énfasis se sitúa en el aspecto justificativo, pero hemos de-
fendido que pueden traducirse, sin pérdida de sentido, en enunciados
normativos de alguno de los tipos que hemos distinguido. Así, en el
caso del artículo 1.1 de ia Constitución española,
15) Artículo 1.1: nEspaña se constituye en un Estado social y
democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su
ordenamiento iurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo
político"
su formulación equivalente vendría a ser:
15') uEn el ordenamiento jurídico español, Ios actos de produc-
ción y de aplicación de nolynas deben realizar los principios de la liber-
tad, la iusticia, la igualdad y el pluralismo político".
Las definiciones son enunciados que no tienen carácter práctico,
esto es, no suponen una guía ni un criterio de valoración de conducta
alguna. Su estrrrctura no es condicional, sino que obedece a la forma
CONCLUSIONES 175

canónica: (..., significa (...), donde el definiendum y el definiens son


términos o conceptos, pero no acciones o estados de cosas. Así:
1ó) Artículo óó0 del Código civil:" oHeredero, significa uel que
sucede a título universal, y olegatariou significa oel que sucede a título
particularn.
Su función consiste en identificar las normas, entendidas como el
significado de los enunciados normativos, al aclarar el significado que
se atribuye a ciertas expresiones utilizadas en aquéllos. Por lo demás,
las definiciones legislativas no cumplen únicamente una función (ex-
plicativa) de clarificar el lenguaje, al reducir ambigüedades y vagueda-
des, sino también si se quiere, al precisar de esta manera los tér-
-o,
minos- la de restringir ampliar- el upoder semánticoo de los jue-
-o
ces y de la doctrina jurídica.
Finalmente, la regla de reconocimiento al constituir, por un lado,
una guía y un criterio de valoración de corrductas y decisiones y pro-
porcionar, por otro, un criterio teórico de identificación de normas ju-
rídicas, viene a reflejaq en el nivel metajurídico, los tres grandes tipos
de enunciados distinguidos en el nivel del lenguaje del Derecho: nor-
mativos, valorativos v conceptuales (definiciones). En el cuadro, sin
embargo, distinguimos únicamente dos formas de la misma: en cuanto
enunciado práctico y en cuanto enunciado teórico o conceptual:
17) y 18): oDeben obedecerse las normas contenidas en la Cons-
titución de I978 y las normas dictadas o recibidas de acuerdo con ella";
oias conductas y decisiones deben valorarse exclusivarnente sobre la
base de las normas contenidas en la Constitución de 1978 v de las nor-
mas dictadas o recibidas de acuerdo con ellan.
19): oson normas del ordenamiento jurídico español las conteni-
das en la Constitución de 1978 v en las fuentes reconocidas o institui-
das por ella.o
La aceptación de la regla de reconocimiento como guía y como cri-
terio de valoración equivale a la aceptación de la pretensión excluyen-
te del Derecho, esto es, a la asunción de que, cuando sus normas son
aplicables, debe actuarse y juzgarse sobre la base de las mismas, exclu-
yencio como base de la acción y de la valoración cualesquiera razones
distintas de esas mismas normas (o de las razones a las que eventual-
mente estas normas puedan remitir). En cuanto criterio teórico de
identificación, la regla de reconocimiento dota de unidad al ordena-
miento, al delimitar el ámbito de las normas jurídicas: son tales aque-
llas a las que la propia regla de reconocimiento remite directa o indi-
rectamente.
Considerada en su aspecto normativo, la regla de reconocimiento
es una regla de mandato que, en su vertiente directiva, supone una ra-

12. .Llámase heredero al que sucede a título universal, y legatario al que sucede a título par-
ticular. '
t76 LAS PIEZAS DEL DERECHO

zón perentoria en favor del sistema jurídico en su conjunto y que pro-


vee, en su vertientejustificativa, el criterio de valoración jurídicamente
último. La regla de reconocimiento es, pues guía de conducta
-como
y como criterio de valoración-, Ia norma jurídicamente última; de ahí
que la aceptación de la misma no pueda justificarse sobre la base de ra-
zón alguna proporcionada por ei Derecho, sino únicamente sobre la
base de razones autónomas es, de razones que valgan por sus
-esto
méritos intrínsecos- e imparciales, pues aceptar la regla de reconoci-
miento implica aceptar las pretensiones normativas del Derecho que,
como es obvio, no se limitan sólo a sus aceptantes, sino que se extien-
den a todos aquellos que se encuentran bajo las condiciones de aplica-
ción establecidas por las propias normas jurídicas. Y hablar de razones
autónomas e imparciales es lo mismo que hablar de razones morales.
Cuanno l. Clasificación de las enunciados

.r . estrlclo-l
^^¡-;^.^ ¡De mandato (l)
I En SCnll(|o
T LPermisivas (2)
Principios I

I ur |ec mandato (3)


L rnces --------1 rDe
^..-^^.-.^-.^ permisivas ( 4)
Deónticas
(regulativas)
Expresan ---:t__
acclOn ¡De mandato (5)
normas ID" ------1 Permisivas (6)

De carácter
Normativos -
Reglas I

Lo" r:--
rth- rDe mandato (7)
práctico t-Pernrisivas (8)

Jurídicos Deejercicio ¡No opcional (9)


. obligatorio
I (en cuanto
I

Reglas queai resultado R)LOpcional (10)


I
fconticren poclerl Dc
n. ejercicio
_:^-_:^:^
I ¡No opcional (11)
No deónticas | | facultativo I
(constitutivas) | (en cuanto I

I al resultado R)LOPcional (12)


Enunciados lReglas
puramentc constitutivas: (1 3)
Expresan el uso de
poderes normativos:
actos normativos (14)

Valorativos ( 1

De carácter
no práctico: definiciones (16)
Regla de mandato (17)
práctico{ Criterio de valoración (18)
¡Aspecto
Mctajurídicos: regla de reconocrmlento
- LAspecto no práctico o teórico: criterio clc iclcntilicaci<in (clclirrici¡in) (1 9)
Cu¡tao 2. Antílisis cotnparativct de los diversos tipos de enunciados

Conexión con
Eslructura Razones para la acción poderes e intereses"'

Enunci.ados Ejentpkt Fr¡rma canónica Carctclerísticas Función directiva F unción i tts tilicativa Función sociol

Principios art. 14 C.E. Si se da el estado está configura- Razón categóric:r Valor último (ra- Limitan la per-
en sentido de cosas X, en- do cn fbrma R.azón operativa zones de co- secución de in-
estricto tonces Z debe abierta; Y, en no perentoria rrección) tereses indivi-
de man- realizar la ac- forma cerrada duales o sociales
dato (1) ción Y Su apiicación
exige pondera-
ción, pero no
otorgan ni a los
destinatarios ni
a los aplicadores
un poder de dis-
crecionalidad
Principios art.20, l.a) Si se da el estado i X está configura- Razón categórica Valor último (en Limitan la per-
en sentido C.E. de cosas X, en- i do en forma Razón operativa particular, va- secución de in-
I
estricto tonces Z puede I aDlena:
r.
,r. en no perentoria lor de autono- tereses indivi-
permisi- realizar la ac- ¡ forma cerrada para no impeclir mÍa) duales o sociales
vos (2) ción Y I
u obstaculizar a Su aplicación
I
Z para que efec- exige pondera-
i
I túe o no efectúe ción, pero no
I otorgan ni a los
I
I
Ausencia de ra- destinatarios ni
I

I
zones para Z en a los aplicadores
relación con I un poder de dis-
I
I crecionalidad
I

I
Directrices art. 51.1 C.E Si se da el estado XyFestánconfi- Razón categórica Valor utilitario Promueven la
de man- de cosas X, en- gurados en for- Razón operativa (razones fina- satisfacción de
dato (3) tonces Z debe ma abierta no perentoria listas controla- intereses socia-
procurar alcan- das por las ra- les
zar el fin (esta- zones de co- Su aplicación
do de cosas) F rrección) exige pondera-
ción y otorgan a
los destinatarios
un poder de dis-
crecionalidad
(respecto a los
mediosyalaar-
ticulación recí-
proca de los fi-
nes)

Directrices art.2, ap. 4 Si se da el estado Xy F están confi- Razón categóri- Valor utilitario Promueven la
permisi- Directiva de cosas X, en- gurados en for- ca (razones fina- satisfacción de
vas (4) C.E.E. tonces Z puede ma abierta Razón operati- listas controla- intereses socia-
76t207 procurar alcan- va, pero no pe- das por las ra- les
zar el fin (esta- rcntoria para no zones de co- Su aplicación
do de cosas) F impedir u obs- rrección) exige pondera-
taculizar a Z ción y otorgan a
para que efec- los destinatarios
túeonoF un poder de dis-
Ausencia de ra- crecionalidad
zones para Z en (respecto a me-
rclación con Y diosv¿rfincs)
Cu¡,¡no 2. (Continuación.)

Cc¡nexión con
Estructura Razones para la acciórt poderes e intereses')'

Enunciados Ejemplo Forma canóniLa Características Función direcfiva Fu nciót t ju st ificat iva Funckin. social

Reglas de art. 28 E.T. Si se da el cstado XeIestánconfi- Razón categórica Valor último, uti Limitan la per-
acción de de cosas X, en- gurados en for- Razón operativa litario o sim- secución de in-
mandato tonces Z debe ma cerrada perentoria en plemente ins- tereses indivi-
(s) realizar la ac- sentido estricto trrmental duales o sociales
ción Y imponiendo de-
beres positivos y
negativos y ge-
nerando así res-
tricciones recí-
procas
No exigen una
ponderación de
Ios intereses en
presencia

Reglas de art. 350 C.c. Si se da el estado iXeYestánconfi- Razón categórica Valor último, uti- Limitan la per-
acción
permisi-
de cosas X, en- i gt..dot en for- Razón operativa litario o sim- secución de in-
tonces Z puede I ma cerrada perentoria para plemente ins- tereses indivi-
vas (ó) realizar la ac- ;
no interferir a Z trumental duales o sociales
ción Y I
I en la realización garantizando
I deY una esfera de no
I
Ausencia de ra- inter[erencia
;
zones para Z en No exigen una
I
relación con }Z ponderación de
Ios intereses en
presencia
i
I
Reglas de art. 103, Si se da el estado XeYestánconfi- Razón categórica Valor último, uti- Limitan la per-
fin de C.c. de cosas X, en- gurados en for- Razón operativa litario o sim- secución de in-
mandato tonces Z debe ma cerrada perentoria en plemente ins- tereses indivi-
(7) alcanzar el fin cuanto al logro trumental duales o socia-
(estado de co- del fin F: la de- les, imponiendo
sas) F liberación sobre deberes positi-
los medios co- vos y negativos
rresponde a Z y generando así
restricciones re-
cíprocas
Otorgan poder
de discrecionali-
dad (referido a
los medios)

Reglas de arf. 66.1 Si se da el estado XeYestánconfi- - Razón categórica Valor último, uti- Limitan la per-
fin per- L.O.G.P. de cosas X, en- gurados en for- * Razón operativa litario o sim- secución de in-
misivas tonces Z puede ma cerrada perentoria para plemente ins- tereses indivi-
(8) alcanzar el fin no interferir a Z trtmental duales o sociales
(estado de co- en la realización garantizando
sas) F deY una esfera de no
- Ausencia de ra- interferencia
zones para Z en Otorgan poder
relación con Y de discreionali-
dad (respecto a
los medios)
Cunono2. (Continuación.)
Conexión con
Estructura Razones para Ia acción poderes e intereses*

Erutnciados Ejeruplo Fonna canónica Curacterísticas Función directiva Función justificativa F¿tnción sr¡cial

Reglas que art. 160 C.E. Si se da el estado E,S una norma Razón auxiliar Y es un valor Posibilitan indi-
confieren decosasXyZ anankástico- Razón hipotéti- puramente ins- rectamente (a
poder de realrzaY, en- constitutiva, a ca asertórica: la trrrmental través de Ia mo-
ejercicio tonces se pro- partir de Ia razón operativa R es un valor dificación del
obligato- duce el resulta- cLlal el destina- para producir R último, utilita- estatus normati-
rio (9) y do institucio- tario puede (el cambio insti- rio o simple- vo propio o aje-
( 10) nal (cambio construir re- tucional) es una mente instru- no [R]) la perse-
normativo) R glas técnico- norma de man- mental cución de intere-
institucionales dato ses propios o
ajenos
La afectación de
los intereses no
depende de los
deseos (pero sí
de la acción) del
destinatario de
la regla

Reglas que art. 1254 Si se da el estado Es una norma - Razón auxiliar - fes un valor Posibilitan indi-
confieren C.c. decosasXyZ anankástico- - Razón hipotéti- puramente ins- rectamente (a
poder de realiza Y, en- constitutiva, a ca problemáti- trrrmental través de la mo-
ejercicio tonces se pro- partir de la cual ca'. la raz.ón - R es un valor dificación del
facultati- duce el resulta- el destinatario operativa para indiferente estatus normati-
vo (ll) y do institucio- puede constmir producir R es el (para el orde- vo propio o aje-
(t2) nal (cambio reglas técnico- deseo o interés namiento jurí- no [R]) la perse-
normativo) R institucionales del agente dico) cución de intere-
ses propros o
ajenos
La afectación de
los intereses de-
pende de los de-
seos o de los in-
tereses del desti-
natario de la
regla

Reglas pu- art. ó57 C.c. Si se da el estado El cambio nor- No son razones Posibilitan indi-
ramente de cosas X, se mativo se pro- directas para Ia R es un estado rectamente (a
constitu- produce el re- duce sin que acción (para de cosas indife- través de la
tivas (13) sultado institu- tenga que rea- producir R) rente (desde el constitución de
cional (cambio Iizarse ninguna Aunque pueden punto de vista R) la persecu-
normativo) R acción ser razones au- del ordena- ción de intereses
xiliares o razo- miento) propios o ajenos
nes hipotéticas La afectación de
para producir el los intereses no
estado de cosas depende de los
que constituye deseos ni de los
el antecedente intereses ni de la
(siempre que la acción del afec-
producción de tado por el cam-
ese estado de bio normativo
cosas sea lícita
y se encllentre
bajo el control
del agente)
Cu¡ono2. (Contilutación.)
Conexión con
Estructura Razones para la acción poderes e intereses*

Enunciados Ejemplo Forma canónica Características Función directiva i Función justificativa Función social

Actos nor- disp. dero- No tienen estruc- Se corresponde No son razones para la acción, sino Se corresponde
nlativos gatoria tura condicio- con el aspecto acciones que se realizan al usar un con el aspecto
(14) única del nal locucionario: poder normatirro perlocucionario
C,P. dC nse deroga Ia Se corresponde con el aspecto ilocu- o efectos: al in-
1995, 1.C. ley L" cionario o la fuerza del enunciado troducir, elimi-
nar, o aplicar
norrnas de cual-
quiera de los ti-
pos anteriores, se
afectan de diver-
sos modos los
intereses indivi-
duales o sociales

Valores (15) art. 1.1 C.E. - Los enunciados valorativos son considerados una perspectiva interna- como el elemen-
to justificativo de las normas -desde
- Los uenunciadoso valorativos pueden traducirse a uenunciados> normativos

Definiciones art. 3ó0 C.c. o...o significa.. (...> y ... Son tér- - No son razones para la acción - Reducen o au-
( 16) minos o con- - Su función es identificar norrnas mentan el <po-
ceptos (no ac- aclarando el significado de las pala- der semánticoo
ciones o esta- bras de los órganos
dos de cosas) aplicadores

Regla de re- Se debe obe- Deben obedecer- Es una regla de - Razón categórica Valor último des- - Refleja la acep-
conoci- decer la se las normas mandato con- - Razón operativa de el punto de tación de la pre-
miento C.E. de independientes suetudinaria perentoria en vista del orde- tensión normati-
(17) y t978 y las normas favor del siste- namiento jurí- va del Derecho:
( 18) dictadas o reci- ma jurídico en dico, no desde su capacidad
bidas de acuer- su conjunto el punto de vis- para regular en
do con ellas Provee criterios ta moral forma excluyen-
últimos de justi- te, pero no ili-
ficación jurídi- mitada, la con-
ca, no moral ducta

Regla de re- Son normas Son normas jurí- Es una definición - No es una ra- Hace posible la
conoci- del Dere- dicas las nor- zón para la ac- descripción de
miento cho espa- mas indepen- ción (no tiene un sistema jurí-
( 1e) ñol las de dientes y las función prácti- dico como una
la C.E. y dictadas o reci- ca) unidad (refleja
las dicta- bidas de acuer- - Sirve para iden- el carácter uni-
das o reci- do con ellas tificar (recono- tario del Dere-
bidas de cer) las normas cho)
acuerdo del sistema
con ella
* El análisis en térrninos de poderes e intereses está efectuado desde la perspectiva del sistema primario y no desde la dc los órganos aplicadores. En
algunos casos hemos utilizado ejemplos de normas dirigidas a los jueces; como es obvio, los intereses a los que se alude no son los de los propios jueces, sino
los de los afectados por esas normas. Por lo demás, las normas dirigidas a los órganos aplicadores limitan obviamente su poder, pero ése es un poder nor-
mativo interno al ordenamiento jurídico, y no un poder social (vinculado a intereses externos al ordenamiento). Las definiciones la rcgla de reco-
nocimiento entendida como criterio conceptual- no inciden directamente por medio de las normas cuyo contenido ayudan -incluida
a establecer- sobre los
-sino
intereses y las relaciones de poder. Por ello, en el cuadro hemos hecho referencia, en estos casos, a su incidencia sobre los órganos aplicadorcs y la doctrina
iurídica.

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