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La angina es un dolor o molestia en el pecho que se siente cuando no hay suficiente irrigación sanguínea al músculo

cardiaco. Este músculo cardiaco necesita el oxígeno que transporta la sangre. La angina puede sentirse como una
presión o un dolor opresivo en el pecho. Puede parecerse a una indigestión. También puede haber dolor en los
hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda.

La angina es un síntoma de la enfermedad de las arterias coronarias, la enfermedad cardiaca más común. Esta
ocurre cuando una sustancia llamada placa se acumula en las arterias que llevan la sangre al corazón, reduciendo
el flujo sanguíneo.

Hay tres tipos de angina:

Angina estable es la más común. Ocurre cuando el corazón trabaja más fuerte que lo usual. La angina estable tiene
un patrón regular. Se trata con descanso y medicinas.

Angina inestable es la más peligrosa. No sigue un patrón y puede ocurrir sin hacer algún esfuerzo físico. No
desaparece espontáneamente con el reposo o las medicinas. Es una señal de que podría ocurrir un infarto luego.
La angina variable es la menos común. Ocurre cuando está descansando. Se trata con medicinas.

No todas las molestias o los dolores en el pecho son angina. Si se le presenta un dolor torácico, debe consultar a un
profesional de la salud.

Produce un dolor agudo en el centro del pecho. Aunque es una enfermedad grave, con el tratamiento adecuado y
un estilo de vida cardiosaludable se puede controlar.

La cardiopatía isquémica es una enfermedad del corazón que se debe a la existencia de «isquemia miocárdica», esto
es, aporte insuficiente o nulo de sangre oxigenada a una zona del músculo cardiaco (miocardio). Se manifiesta de
dos formas: como angina de pecho o como infarto agudo de miocardio. Su causa más frecuente es la aterosclerosis
coronaria, la aparición de placas de grasa y otras sustancias (ateromas) en la pared de las arterias coronarias.

El músculo cardiaco (pared del corazón o miocardio) recibe sangre oxigenada a través de las arterias coronarias y
los ateromas, cuando crecen excesivamente, estrechan la luz de la arteria, dificultando el paso de sangre oxigenada
a través suyo y causando isquemia miocárdica. La isquemia miocárdica causa un dolor o molestia en el centro del
pecho. Este dolor es lo que llamamos «angina de pecho». Puede ser estable, inestable o podemos estar ante un infarto
agudo de miocardio. En caso de angina inestable o infarto, se debe solicitar asistencia médica urgente llamando al
112.
La aterosclerosis es un proceso que empieza en las primeras décadas de la vida si concurren algunos factores de
riesgo, pero no presenta síntomas hasta que el estrechamiento de las arterias es importante. Entre los factores de
riesgo que pueden desencadenar una cardiopatía isquémica está la adicción al tabaco, la hipertensión arterial, la
diabetes, la obesidad, unos niveles altos de colesterol, la falta de actividad física y los antecedentes familiares.

1. ¿Con qué síntomas cursa?

El principal síntoma de la angina de pecho estable es una molestia en el centro del pecho, en el área de la corbata,
que puede irradiarse hacia la garganta, los brazos, la espalda y la mandíbula. La sensación es de opresión, peso,
tirantez, quemazón o hinchazón. Dura entre 4 y 15 minutos y aparece cuando se hace ejercicio físico o con
emociones fuertes, cediendo con el reposo. En la angina de pecho inestable, la molestia tiene las mismas
características, pero aparece estando en reposo y tranquilo, dura más de 20 minutos y los episodios son cada vez
más intensos y frecuentes. En el infarto agudo de miocardio, la molestia sigue teniendo las mismas características,
pero persiste pasados 30 minutos y no cede con la toma de nitroglicerina sublingual.

2. ¿Cuáles son sus causas?

Aunque en algunos casos la cardiopatía isquémica tiene un componente genético, son las personas con múltiples
factores de riesgo cardiovascular las que suelen padecerla. Estos son el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, la
diabetes, la hipertensión y el colesterol alto.
3. ¿Se puede prevenir?

Si se controlan los factores de riesgo cardiovascular modificables –hipertensión, diabetes, etc.– mediante una dieta
saludable, ejercicio físico, medicación y manteniendo a raya el estrés, se puede prevenir o retrasar
considerablemente la aparición de la enfermedad y sus complicaciones.

4. ¿Cómo se trata?

Primero hay que controlar los factores de riesgo cardiovascular y hacer controles periódicos de los mismos. Todos
los pacientes deben tomar aspirina, una estatina (para bajar el colesterol) y una o más medicaciones para reducir
los episodios de angina (betabloqueante, nitrato u otras alternativas). Siempre se debe llevar encima tabletas de
nitroglicerina para masticar y depositar una debajo de la lengua en caso de angina. En casos severos, se puede
recurrir a la cirugía coronaria (bypass) o a la implantación de uno o más stents coronarios.

5. Acuda al médico si...

Tiene un dolor o molestia en el pecho sugestiva de angina de pecho. Si ese dolor es en reposo o su duración excede
los 20 minutos debe consultar inmediatamente al servicio médico.

La terminología angina de pecho viene del latín 'angor' o 'angor pectoris' que significa en español estrangulamiento
en el pecho. La angina de pecho es una enfermedad de las arterias coronarias, originado por la falta de oxígeno en
la sangre y en el corazón.
La angina de pecho de caracteriza por una sensación de opresión en el pecho o de asfixia. Esta opresión ocurre
cuando el corazón demanda oxígeno porque no le llega suficiente. Esto puede ser debido a una obstrucción o un
espasmo de las arterias coronarias.

Este dolor puede ser originado a causa de un gran esfuerzo, cuando el corazón de es capaz de aumentar el riego
sanguíneo debido al esfuerzo. Estos dolores suelen desaparecer después de unos minutos de reposo.

La angina de pecho, aunque suele sucederles tanto a mujeres y a hombres, es más frecuente en hombres de más de
30 años.

Es muy importante saber diferenciar entre una angina de pecho y un infarto de miocardio. Ya que aunque en ambas
patologías hay un dolor en el pecho, en el infarto hay una reducción total del flujo sanguíneo mientras que esta
reducción es parcial en la angina. Por lo que, mientras en una puede haber una muerte de las células del corazón
debido al tiempo que pasan sin oxígeno, en la angina de pecho esa falta de oxígeno es transitoria y no hay muerte
de las células del corazón.
¿Qué es una cardiopatía isquémica?

La cardiopatía isquémica es la enfermedad ocasionada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias, es decir, las
encargadas de proporcionar sangre al músculo cardiaco (miocardio). La arteriosclerosis coronaria es un proceso
lento de formación de colágeno y acumulación de lípidos (grasas) y células inflamatorias (linfocitos). Estos tres
procesos provocan el estrechamiento (estenosis) de las arterias coronarias.

Este proceso empieza en las primeras décadas de la vida, pero no presenta síntomas hasta que la estenosis de la
arteria coronaria se hace tan grave que causa un desequilibrio entre el aporte de oxígeno al miocardio y sus
necesidades. En este caso se produce una isquemia miocárdica (angina de pecho estable) o una oclusión súbita
por trombosis de la arteria, lo que provoca una falta de oxigenación del miocardio que da lugar al síndrome
coronario agudo (angina inestable e infarto agudo de miocardio).

Causas

La cardiopatía isquémica es una enfermedad que se puede prevenir de forma significativa, si se conocen y controlan
sus factores de riesgo cardiovascular. Los principales factores que la producen son:
1. Edad avanzada

2. Se da más en los hombres, aunque la frecuencia en las mujeres se iguala a partir de la menopausia

3. Antecedentes de cardiopatía isquémica prematura en la familia

4. Aumento de las cifras de colesterol total, sobre todo del LDL (malo)

5. Disminución de los valores de colesterol HDL (bueno)

6. Tabaquismo

7. Hipertensión arterial

8. Diabetes mellitus

9. Obesidad

10. Sedentarismo

11. El haber presentado previamente la enfermedad (los pacientes que ya han presentado angina o infarto
tienen más riesgo que los que no los han presentado)

Los pacientes con múltiples factores de riesgo presentan el máximo riesgo de padecer enfermedad obstructiva de
las arterias coronarias, y por tanto, más posibilidades de angina o infarto. Además en el llamado síndrome
metabólico, es decir, asociación de obesidad, diabetes, aumento del colesterol e hipertensión, los pacientes presentan
más riesgo. La probabilidad de tener una enfermedad cardiovascular (coronaria) o de morirse del corazón se puede
calcular por distintas puntuaciones (SCORE, Framingham, etc.).

Tipos de cardiopatía isquémica

 Infarto agudo de miocardio

 Angina de pecho estable

 Angina de pecho inestable

Infarto agudo de miocardio

Es una enfermedad grave que ocurre como consecuencia de la obstrucción de una arteria coronaria por un trombo.
La consecuencia final de la obstrucción de la arteria es la muerte (necrosis) del territorio que irriga la arteria
obstruida. Por tanto, la importancia del infarto de miocardio dependerá de la cantidad de músculo cardiaco que se
pierda. El infarto suele ser un evento inesperado que se puede presentar en personas sanas, aunque generalmente
es más frecuente en quienes tienen factores de riesgo y en enfermos que ya han padecido otra manifestación de
cardiopatía isquémica.

El infarto se manifiesta por un dolor en el pecho de similares características a la angina, pero mantenido durante
más de 20 minutos. Puede ir acompañado de fatiga, sudor frío, mareo o angustia. Va asociado con frecuencia a una
sensación de gravedad, tanto por la percepción del propio enfermo, como por las respuestas urgentes que
habitualmente provoca en el entorno sanitario que lo atiende. Pero la ausencia de esta sensación no excluye su
presencia. Puede ocurrir en reposo y no remite espontáneamente.

La necrosis del territorio que se queda sin riego sanguíneo es progresiva. El daño se incrementa con el tiempo y,
una vez muere la porción de músculo cardiaco, es imposible recuperar su función. Sin embargo, el daño sí se puede
interrumpir si el miocardio vuelve a recibir sangre por medio de procedimientos que desatascan la arteria
bloqueada.

Por ello, es fundamental que la persona con un infarto llegue al hospital lo antes posible. Lo ideal es que reciba
atención en el transcurso de la primera hora desde el inicio de los síntomas. Si esto no es posible, durante las horas
siguientes al infarto deberán aplicarle tratamientos como trombolisis (fármacos administrados por vía intravenosa
que disuelven el trombo) o angioplastia (recanalización mecánica con catéteres de la arteria obstruida). En
ocasiones, incluso puede precisar cirugía cardiaca urgente. Cuanto antes sea atenido el pacientes mayores
posibilidades tiene de evitar daños definitivos.

Más información en el apartado sobre infarto.

Angina de pecho estable

Síntomas
La angina de pecho estable es un síntoma de dolor recurrente en el tórax debido a isquemia miocárdica. Quienes
la han sufrido la definen con términos como opresión, tirantez, quemazón o hinchazón. Se localiza en la zona del
esternón, aunque puede irradiarse a la mandíbula, la garganta, el hombro, la espalda y el brazo o la muñeca
izquierdos. Suele durar entre 1 y 15 minutos. El dolor de la angina se desencadena tras el ejercicio físico o las
emociones y se alivia en pocos minutos con reposo o nitroglicerina sublinlingual. Suele empeorar en circunstancias
como anemia, hipertensión no controlada y fiebre. Además, el tiempo frío, el tabaquismo, la humedad o una comida
copiosa pueden incrementar la intensidad y la frecuencia de los episodios anginosos.

Diagnóstico

Se realiza fundamentalmente por la sospecha clínica de dolor torácico, aunque no se descartan pruebas
complementarias si se presentan otros síntomas atípicos. A los pacientes con sospecha de angina de pecho estable,
además, se les suele hacer un electrocardiograma.

La prueba de esfuerzo o ergometría es el examen más utilizado cuando hay dudas en el diagnóstico de isquemia
miocárdica y también sirve para obtener información pronóstico de los pacientes con angina. El paciente realiza
ejercicio continuo en cinta rodante o bicicleta ergométrica para valorar su respuesta clínica (si hay dolor durante
el ejercicio) y su respuesta eléctrica (si existen cambios en el electrocardiograma durante el esfuerzo que sugieran
isquemia miocárdica). Esta prueba no es valorable si hay alteraciones basales del electrocardiograma o si el paciente
está tomando determinados fármacos (por ejemplo, digoxina). Evidentemente, tampoco se puede realizar una
ergometría si el paciente presenta algún problema locomotor que le impida caminar correctamente. En estos casos,
se hacen pruebas de estrés con fármacos (dobutamina) o de radioisótopos.

La arteriografía coronaria (coronariografía o cateterismo) es el método de referencia para el diagnóstico de las


estrecheces coronarias y además es útil en el caso de que sea necesario para el tratamiento de las mismas (dilatación
e implantación de stent). Dado que se trata de una prueba invasiva y moderadamente costosa, queda reservada a si
los resultados de las anteriores pruebas son concluyentes de enfermedad coronaria importante y con datos de mal
pronóstico. También se utiliza en pacientes con síntomas atípicos cuando las pruebas no invasivas no resultan
concluyentes.

Pronóstico

El pronóstico es muy variable, ya que depende de la la extensión de la enfermedad y lo que se haya dañado el
músculo cardiaco por la misma. Existen enfermos que pueden estar controlados sin presentar prácticamente
síntomas a otros que tienen una esperanza de vida muy acortada. Los factores que más influyen en el pronóstico es
el buen o mal control de los factores de riesgo coronario.

Tratamiento

Los pacientes con angina de pecho deben controlar estrictamente factores de riesgo cardiovascular y seguir
controles periódicos para prevenir la aparición de nuevos y, si existen, hay que corregirlos:
 Dejar el tabaco

 Vigilar la hipertensión y la diabetes y su tratamiento (peso, dieta, fármacos)

 Seguir una dieta baja en colesterol y grasas

 Alcanzar un peso corporal ideal

 Reducir el colesterol hasta obtener un LDL menor de 70 mg/dl

En cuanto al tratamiento farmacológico, salvo en casos de contraindicaciones, todos los pacientes con enfermedad
coronaria deben tomar Ácido acetil salicílico (existen muchos preparados comerciales, pero el más conocido es la
Aspirina®) de forma crónica, diariamente y a dosis bajas (100–150 mg) por su efecto antiagregante plaquetario.

También los pacientes son tratados con betabloqueantes como tratamiento principal y para mejorar los síntomas se
recomiendan nitratos (vía oral, sublingual o en parches transdérmicos), antagonistas del calcio, ivabradina y
ranolazina. Los pacientes con crisis frecuentes de angina se someten a tratamiento de varios fármacos combinados.

Algunos pacientes con angina son candidatos a tratamientos de revascularización coronaria (consisten en corregir
esas estrecheces), que se puede realizar mediante cirugía cardiaca de derivación (bypass) o por angioplastia
coronaria (con cateterismo). La elección entre una u otra depende de las características de la enfermedad:
 Angioplastia coronaria. Se realiza cuando la enfermedad coronaria permite esta técnica. Se introduce un catéter
hasta la arteria coronaria y se dilata con balón. Después se implanta un stent (dispositivo metálico como una
malla cilíndrica) dentro de la arteria para conseguir su permeabilidad siempre que esto sea posible.

 Bypass. Para pacientes con enfermedad coronaria más difusa, cuando la angioplastia no es posible y sobre todo
si existe mala función del ventrículo izquierdo. Se realiza con apertura del tórax y anestesia general.

Angina de pecho inestable

Suele ser signo de muy alto riesgo de infarto agudo de miocardio o muerte súbita. La angina inestable se
desencadena igual que el infarto, pero en este caso no existe una oclusión completa de la arteria coronaria por el
trombo y no se ha llegado a producir muerte de células cardiacas. Se manifiesta en reposo por un dolor u opresión
que empieza en el centro del pecho y puede extenderse a brazos, cuello, mandíbula y espalda. Es decir, los síntomas
son iguales a los del infarto, aunque generalmente de menor duración e intensidad. Esta angina debe ser tratada
como una emergencia, ya que hay un elevado riesgo de producirse un infarto, una arritmia grave o muerte súbita.
¿Qué es la insuficiencia cardiaca?

La insuficiencia cardiaca se produce cuando hay un desequilibrio entre la capacidad del corazón para bombear
sangre y las necesidades del organismo.

Causas de la insuficiencia cardiaca

El corazón puede fallar debido a un problema propio o porque su capacidad de reacción no alcanza a satisfacer lo
que el organismo le demanda.

Insuficiencia cardiaca por enfermedades del corazón

La insuficiencia cardiaca es un sindrome caracterizado por la presencia de síntomas (falta de aire, cansancio,
dificultad para respirar tumbado, etc.) y signos de que el corazón no funciona bien (expulsa mal la sangre) y se
acumula en las piernas, abdomen, etc. Muchas de las enfermedades del corazón acaban en esta. Las posibles causas
que puede provocar insuficiencia cardiaca son:

Cardiopatía isquémica

Aparece cuando las arterias coronarias que distribuyen la sangre al corazón sufren estrechamientos que reducen
o impiden el flujo sanguíneo, y por tanto, el aporte de oxígeno. En algunos pacientes es un proceso lento y
progresivo. En otros, consiste en un coágulo o trombo que produce una obstrucción completa y rápida del vaso
sanguíneo. Esta última situación es lo que se conoce como infarto, y puede provocar la muerte de la parte de
músculo cardiaco que deja de recibir sangre.

Enfermedad del músculo del corazón (miocardiopatías)

Son dolencias que afectan al músculo cardiaco:

Miocardiopatía hipertensiva (producida por la hipertensión no controlada)

Miocardiopatía diabética (causada por la diabetes)


Miocardiopatía hipertrófica

Miocardiopatía alcohólica (por abuso en el consumo de alcohol)

Miocardiopatía dilatada idopática (cuando se desconoce el origen)

Miocarditis (inflamación del músculo cardiaco)

Miocardiopatía restrictiva

Por lo general, estas enfermedades provocan dilatación e importante pérdida de fuerza del corazón. Algunas, como
la miocardiopatía etílica o la miocarditidis, pueden ser reversibles con tratamiento.

Valvulopatías

Aparecen cuando las válvulas no funcionan adecuadamente y el músculo cardiaco no es capaz de compensar el
mal funcionamiento de estas incrementado la fuerza o número de latidos.

Arritmias

Tanto las arritmias rápidas como las arritmias lentas pueden provocar insuficiencia cardiaca.

Insuficiencia cardiaca por aumento de demanda

La anemia, las infecciones generalizadas en el cuerpo, las enfermedades de tiroides, las fístulas arteriovenosas o el
aumento de la presión arterial provocan una mayor demanda de sangre corporal que, en ocasiones, un corazón
sano tampoco es capaz de atender. Por ello, el tratamiento de estos pacientes debe centrarse en la enfermedad que
está ocasionando la insuficiencia más que en el propio corazón.

Síntomas y signos de la insuficiencia cardiaca

La insuficiencia cardiaca puede ser una enfermedad que no presente síntomas durante mucho tiempo a lo largo de
la vida (llamada fase asintomática). Cuando aparecen, los síntomas predominantes son:

Cansancio anormal por esfuerzos que antes no lo causaban. La sangre no llega adecuadamente a los músculos y se
provoca una situación de fatiga muscular.

Respiración fatigosa por estancamiento de los líquidos en los alvéolos de los pulmones. Si al estar acostado se
presenta una sensación de ahogo que obliga a levantarse y dormir sentado.

Sensación de plenitud del abdomen, anorexia (falta de apetito).

A veces puede aparecer tos seca y persistente motivada por la retención de líquido en los pulmones o por el
tratamiento con inhibidores de la enzima de conversión. Es este último caso, el especialista puede valorar un cambio
de tratamiento.

La reducción del flujo sanguíneo al cerebro puede provocar sensaciones de mareo, confusión, mente en blanco y
breves pérdidas de conciencia. Si se presentan estos episodios relacionados con cifras bajas de tensión es
recomendable sentarse o tumbarse.
La insuficiencia puede provocar que el flujo de sangre a los riñones no sea suficiente, y se produzca retención de
líquidos por disminución de la orina. Esta hinchazón suele localizarse en las piernas, los tobillos o el abdomen. Y a
veces se orina más por la noche que por el día (nicturia).

Falta de aire (disnea) con el esfuerzo y mala tolerancia al ejercicio por fatiga.

Riesgos de la insuficiencia cardiaca

Diagnóstico de la insuficiencia cardiaca

El especialista realiza una detallada historia clínica:

Factores de riesgo cardiovascular en el paciente

Antecedentes de cardiopatía isquémica

Hipertensión o diabetes

Antecedentes familiares de miocardiopatías o enfermedades valvulares

Infecciones recientes

Síntomas relacionados con la tolerancia al esfuerzo

Hinchazón
Alteraciones del ritmo cardiaco

Exploración física para comprobar la tensión arterial y la frecuencia cardiaca

Auscultación cardiaca y pulmonar

Exploración abdominal

En algunos casos serán necesarias pruebas complementarias, como los rayos X, el ecocardiograma o la prueba de
esfuerzo.

Pronóstico de la insuficiencia cardiaca

Aunque la palabra insuficiencia sugiere un proceso benigno, la insuficiencia cardiaca, sin tratamiento, tiene un
pronóstico peor que muchos cánceres. Con tratamiento el pronóstico difiere en gran medida de la causa que la
motiva. Por esta razón, resulta tan importante el prevenir su aparición y el seguimiento correcto de las indicaciones
y controles.

Tratamiento de la insuficiencia cardiaca

Existen tratamientos eficaces para retrasar la progresión de la insuficiencia cardiaca, mejorar la calidad de vida, la
capacidad de esfuerzo y prolongar la supervivencia. Son los siguientes:
Tratar la causa que la produce (revascularización con angioplastia o bypass si es por falta de riego, dejar de beber
si es alcohólica, etc.).

Medidas higiénicas: controlar el peso, dieta baja en sal, controlar la ingesta de líquidos, conseguir el normopeso.

Los diuréticos mejoran los síntomas congestivos y rebajan la hinchazón o la congestión pulmonar.

Los fármacos vasodilatadores (como los nitratos o los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina y de
los receptores IECA y ARA II) reducen la carga con la que debe trabajar el corazón, aumentan su rendimiento y
rebajan la tensión arterial. Estos últimos son imprescindibles si la función del corazón está disminuida.

Los betabloqueantes disminuyen las pulsaciones y mejoran el pronóstico vital (son imprescindibles si la función del
corazón está disminuida).

La digoxina está indicada en pacientes con fibrilación auricular.

Los inhibidores de la aldosterona, también son necesarios, ya que mejoran la supervivencia en los pacientes con
función del corazón disminuida y síntomas a pesar del tratamiento con betabloqueantes y IECAS o ARA II.

La ivabradina es un fármaco que reduce exclusivamente la frecuencia cardiaca y puede ser beneficioso en algunos
tipos de insuficiencia cardiaca.
En otros casos es necesario implantar dispositivos a los pacientes que a pesar de un tratamiento correcto (pérdida
de peso, dieta adecuada, etc.), continúan con síntomas, tienen unas alteraciones en el ECG determinadas y una
función del corazón disminuida (<35%). Estos dispositivos en los pacientes con una esperanza de vida adecuada
pueden mejorar los síntomas (TRC) o disminuir la probabilidad de morirse de repente (DAI).

Si el paciente no mejora con todos los tratamientos previos, se podría plantear (según la edad y la presencia de otras
enfermedades o complicaciones) el trasplante cardiaco.

En todo caso, el enfoque inicial de cualquier tratamiento para la insuficiencia cardiaca siempre debe controlar la
hipertensión o la diabetes y recuperar el caudal de riego sanguíneo.

¿Qué es una arritmia?

Una arritmia es una alteración del ritmo cardiaco.

Pero para entender mejor qué es una arritmia, antes debemos saber cómo y por qué late el corazón.

Los latidos del corazón ocurren como consecuencia de unos impulsos eléctricos que hacen que las aurículas y los
ventrículos se contraigan de forma adecuada, sincrónica y rítmica. La frecuencia cardiaca normalmente oscila
entre 60 y 100 latidos por minuto (lpm), y responde a la siguiente secuencia:
El impulso eléctrico del corazón se inicia en el nodo sinusal, emplazado en la aurícula derecha.

De ahí pasa por las aurículas al nodo aurículo-ventricular, situado en la unión de las aurículas con los ventrículos
y llega a los ventrículos por el haz de His.

Finalmente, este estímulo se conduce por los ventrículos a través del sistema Purkinje.

Ahora ya estamos preparados para profundizar en más detalles acerca de las arritmias.

Causas

Las arritmias cardiacas aparecen por alguno de estos tres motivos:

El impulso eléctrico no se genera adecuadamante

El impulso eléctrico se origina en un sitio erróneo.

Los caminos para la conducción eléctrica están alterados.

Hay diferentes clasificaciones de las arritmias:

Por su origen

Supraventriculares: se originan antes del Haz de His, es decir, en las aurículas o en el nodo aurículo-ventricular

Ventriculares: se originan en los ventrículos


Por su frecuencia cardiaca

Rápidas o taquicardias: frecuencia superior a los 100 lpm

Lentas o bradicardias: frecuencia por debajo de los 60 lpm

Por su modo de presentación

Crónicas: de carácter permanente

Paroxísticas: se presentan en ocasiones puntuales

Síntomas

Las arritmias pueden causar síntomas como palpitaciones, mareo, síncope, dolor torácico o pérdida de
conocimiento, pero también pueden pasar inadvertidas y detectarse casualmente cuando se realizan pruebas
diagnósticas.

Diagnóstico

Para hacer el diagnóstico es necesario demostrar que existe una alteración en la actividad eléctrica cardiaca.

La prueba diagnóstica de referencia es el electrocardiograma, pero tiene la desventaja que solo registra la actividad
eléctrica cardiaca en el momento en que se está realizando y por tanto solo nos muestra si existen arritmias en ese
momento.
En ocasiones pueden utilizarse otras pruebas, como el Holter, que registra la actividad eléctrica cardiaca durante
un periodo de tiempo más prolongado (uno o más días), o más raramente los Holter implantables, que se colocan
debajo de la piel mediante una sencilla intervención quirúrgica, pueden llevarse durante años y se reservan para
pacientes en los cuales se sospechan arritmias graves que no se han podido detectar mediante otros métodos.

Cuando se sospecha que existe una arritmia relacionada con el esfuerzo físico puede realizarse una prueba de
esfuerzo.

Finalmente, puede estudiarse en profundidad el sistema de conducción cardiaco e intentar reproducir las arritmias
mediante el llamado estudio electrofisiológico, que se realiza introduciendo unos cables en el interior del corazón,
generalmente desde las venas de las piernas (vena femoral) que permiten registrar la actividad eléctrica cardiaca y
estimular al corazón para reproducir arritmias.

También suele ser importante averiguar si existe alguna alteración estructural del corazón asociada a la arritmia,
para lo cual puede realizarse una ecocardiografía

Pronóstico

El pronóstico depende del tipo de arritmia y del estado basal del paciente.

En general, las bradiarritmias tienen un pronóstico bueno después de ser tratadas y entre las taquiarritmias, las
supraventriculares tienen un pronóstico más favorable que las ventriculares.
Tratamiento

Depende del tipo de arritmia, de su causa y de las características del paciente:

Bradiarritmias. Una vez resueltas posibles causas no cardiacas, en ocasiones pueden precisar para su tratamiento
de la colocación de un marcapasos, que es un dispositivo que se implanta debajo de la piel y que tiene unos cables
que llegan hasta el corazón, de forma que registran la actividad eléctrica del mismo y lo estimulan cuando es
necesario.

Taquiarritmias. También es muy importante tratar los factores que predisponen a ellas o que las agravan (isquemia
cardiaca, inadecuada oxigenación de la sangre, insuficiencia cardiaca…). Una vez resueltas estas situaciones, el
manejo de las taquiarritmias se realiza generalmente mediante fármacos (que pueden usarse para controlar la
arritmia reduciendo la frecuencia cardiaca, para hacerla desaparecer y para prevenir nuevos episodios). A veces
puede ser necesario realizar una cardioversión eléctrica (tras dormir al paciente, se administra un choque eléctrico
mediante unas palas que se sitúan sobre el tórax) para eliminar la arritmia. También puede realizarse un estudio
electrofisiológico, ya comentado anteriormente, que además de diagnosticar las arritmias permite tratar alguna de
ellas mediante una ablación, que consiste en aplicar corrientes eléctricas que producen pequeñas quemaduras,
anulando las zonas responsables de las arritmias.
Finalmente, en aquellos pacientes con riesgo de arritmias potencialmente mortales, puede implantarse un
desfibrilador, que es similar a un marcapasos pero con la capacidad de administrar descargas eléctricas desde
dentro del corazón que pueden cortar arritmias que pongan en riesgo la vida.
CARDIOLOGÍA: ANGINA DE PECHO

ESCRITO POR ADMINISTRATOR EL 27 ENERO 2013. PUBLICADO EN CARDIOLOGÍA

¿QUÉ ES LA ANGINA DE PECHO?

El corazón es el motor que mueve la sangre dentro de nuestro cuerpo. Es un órgano de vital importancia y necesario
para la salud del organismo. Por lo que las enfermedades que le afectan tienen un carácter grave. Las enfermedades
cardiovasculares constituyen una de las principales causas de enfermedad y muerte en el mundo, tanto en la
población masculina como femenina. Las enfermedades cardiovasculares son hoy día la primera causa de muerte
en las personas mayores. Es importante subrayar que la mayoría de casos pueden prevenirse mediante un modo de
vida más sano.

¿Qué es la angina?

Dolor de pecho La angina de pecho es un dolor toráxico o molestia que generalmente ocurre con actividad o estrés.
Es de carácter opresivo, es como una sensación estrangulante en el pecho ocasionado por insuficiente aporte de
sangre (oxígeno) a las células del músculo del corazón, es una circulación deficiente a través de los vasos sanguíneos
(vasos coronarios) del músculo cardíaco (miocardio). Si la demanda de oxígeno supera al aporte ocurre la angina.
Con mayor frecuencia es por causa de bloqueos en las arterias que suministran sangre a su corazón. Puede
parecerse a una indigestión. A veces hay dolor en los hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda.
La angina de pecho es muy frecuente. En los hombres ocurre mayormente después de los 30 años de edad, y en las
mujeres más tarde. La causa, en la mayor parte de los casos, es la arteriosclerosis. Esta condición está asociada con
un riesgo elevado de futuros eventos cardiovasculares fatales. La angina de pecho debe tratarse a tiempo y con sus
cuidados necesarios de enfermería o en un hospital de confianza.

Tipos de Angina

La angina se puede manifestar de diferente forma y en diferentes circunstancias, por lo que existen distintos tipos
de angina. Encontramos en primer lugar la angina de reciente comienzo, la cual ha aparecido en los últimos 30
días, debido a un crecimiento de una placa de ateroma causante de una obstrucción de alrededor de un 50%.

La angina estable es aquella que ha aparecido hace más de 30 días y no ha evolucionado. En este tipo de angina se
distinguen cuatro grados:

Cuando hay esfuerzos extraordinarios aparece el dolor, este no limita la actividad física habitual.

Ante esfuerzos moderados aparece el dolor y la actividad diaria es limitada levemente.

Cuando se hacen pequeños esfuerzos puede aparecer el dolor, esto limita severamente la actividad cotidiana.

Cuando el dolor aparece con esfuerzos mínimos y aun estando en reposo, esta situación puede limitar severamente
la actividad cotidiana.
La angina inestable tiene un patrón variable haciéndose más frecuente o apareciendo con esfuerzos menores. Su
evolución habitual es hacia el infarto agudo de miocardio si no es prontamente tratada.

En ocasiones se perciben las anginas de forma distinta, sin ningún patrón fijo, y se prolonga a la parte superior del
abdomen, lo cual hace que se atribuya a una indigestión. Debido a que las manifestaciones clínicas pueden ser muy
variadas, es el médico, con ayuda de electrocardiogramas y análisis de laboratorio, quien tiene que hacer un
diagnóstico concluyente.

Signos y síntomas de la angina

Los signos o síntomas que presenta la angina es dolor toráxico y sensación de opresión aguda y sofocante. Este dolor
se siente normalmente detrás del esternón, y se puede extender a uno o ambos brazos, también puede irradiarse a:
la espalda, la mandíbula, el cuello, el hombro. Su duración fluctúa entre 1-2 minutos y 10-15 minutos. En algunas
ocasiones se puede percibir una sensación de pesadez u opresión en el pecho que no llega a dolor. Algunas personas
dicen que el dolor se siente como indigestión o gases.

La angina es un síntoma, no una enfermedad. Es el resultado directo de la falta de sangre en el músculo cardíaco,
lo que se conoce con el nombre de isquemia.

Otros signos que pueden manifestarse son: sentimiento de ansiedad o de muerte inminente, sudoración profusa,
palidez. El dolor de la angina estable por lo regular comienza de manera lenta y empeora en los siguientes minutos
antes de desaparecer. Algunos pacientes manifiestan sentir una sensación de indigestión o acidez gástrica, vértigo
o mareo, náuseas, vómitos y sudores fríos, palpitaciones, dificultad para respirar y cansancio inexplicable después
de una actividad (esto ocurre mayormente en mujeres).

Causas

La causa más común de angina es la cardiopatía coronaria. La angina pectoral es el término médico para este tipo
de dolor torácico. Cuando el músculo cardíaco tiene que trabajar más intensamente, necesita más oxígeno. Los
síntomas de angina ocurren cuando las arterias coronarias se estrechan o se bloquean por el endurecimiento de las
mismas (ateroesclerosis) o por un coágulo de sangre. La ateroesclerosis es la acumulación de material graso llamado
placa a lo largo de las paredes de las arterias. Esto hace que dichas arterias se vuelvan menos flexibles y se estrechen,
lo cual interrumpe el flujo sanguíneo al corazón, causando dolor torácico.

Existen unos factores de riesgo para la cardiopatía coronaria, estos son: diabetes, antecedentes familiares de
cardiopatía coronaria, hipertensión arterial, colesterol LDL elevado y colesterol HDL bajo, no hacer suficiente
ejercicio, obesidad y tabaquismo.
Diagnósticos

Arterioesclerosis

No hay pruebas de laboratorio para el diagnóstico de la angina de pecho. Sin embargo, se pueden realizan
determinados análisis para detectar o descartar algún daño que haya sufrido el corazón, así como para comprobar
otros problemas, como el hipertiroidismo o la anemia, que pueden forzar el corazón a latir más rápido, usar más
oxígeno y provocar la angina de pecho.

El diagnóstico de la angina es clínico, se comienza con la historia clínica del paciente. Se pueden hacer estudios
más profundos como: el electrocardiograma (ECG), angiografía, ecocardiograma y otros para determinar la
presencia de la angina. El electrocardiograma es básico para el diagnóstico y da idea de la gravedad y la localización
de la isquemia. Un ECG durante una prueba de ejercicio aumenta de manera sustancial la sensitividad y
especificidad de la prueba.

Tratamientos

Para el tratamiento de la angina existen opciones que implican un cambio en el estilo de vida, medicamentos y
procedimientos invasivos como la angioplastía coronaria y la cirugía de revascularización cardíaca. Los objetivos
principales en el tratamiento de la angina de pecho son el alivio de los síntomas, la disminución en el progreso de
la enfermedad y la reducción del riesgo de futuros trastornos como el infarto agudo de miocardio y la muerte súbita
cardíaca.

Los tres fármacos usados para la angina son: los bloqueadores de los canales de calcio, los nitratos orgánicos y los
beta bloqueadores, los cuales disminuyen los requerimientos de oxígeno por el miocardio al disminuir los
determinantes de la demanda de oxígeno, como son la frecuencia cardíaca, el volumen ventricular, la presión
sanguínea y la contractilidad del miocardio. También una aspirina (75 a 100 mg) cada día ha sido de beneficio
para pacientes con angina estable quienes no tienen contraindicaciones de su uso.

Nitroglicerina: dilata las arterias coronarias y el dolor suele revertir en minutos. La pastilla de nitroglicerina se
coloca debajo de la lengua o también puede ser administrada en spray. Puede dar dolor de cabeza como efecto
secundario. Los medicamentos derivados de la nitroglicerina se usan para el alivio sintomático de la angina.

Calcioantagonistas o bloqueantes de los canales del calcio: la función de estos bloqueantes es impedir la entrada de
calcio en las células del corazón. Esto disminuye la tendencia de las arterias coronarias a estrecharse y el esfuerzo
que realiza del corazón, de esta manera sus necesidades de oxígeno disminuyen también. Los bloqueantes de los
canales de calcio, como la nifedipina, amlodipina, mononitrato de isosorbide y el nicorandil son vasodilatadores
comúnmente usados en la angina estable crónica.
Betabloqueantes: su función es bloquear muchos efectos de la adrenalina en el cuerpo, en particular el efecto
estimulante sobre el corazón. El resultado es que el corazón late más despacio y con menos fuerza, y por tanto
necesita menos oxígeno. También disminuyen la tensión arterial. Los bloqueadores beta, como el carvedilol,
propranolol y el atenolol han acumulado numerosas evidencias de sus beneficios en reducir la morbilidad.

Cuando el tratamiento no invasivo no responde adecuadamente puede ser necesaria la cirugía para corregir la
obstrucción de los vasos coronarios, se puede hacer mediante by-pass (derivación) o, en algunos casos, mediante
angioplastia coronaria.

Prevención

Ejercitarse para una mejor vida

La prevención es siempre la mejor manera de cuidar la salud. En el caso de la angina lo primero sería reducir los
riesgos de problemas cardíacos o cardiopatías coronarias. Lo básico para una buena salud es una sana alimentación,
balanceada, baja en grasas y colesterol, consumiendo frutas y vegetales en abundancia. Evitar el consumo excesivo
de alcohol y eliminar los cigarrillos. Controlar la hipertensión, la diabetes, y el colesterol, ejercitarse regularmente
y controlar el peso.

La reducción de los factores de riesgo de cardiopatía puede prevenir el empeoramiento de las obstrucciones y puede
disminuir su gravedad, lo cual reduce el dolor anginoso.

Las enfermedades crónicas son evitables en gran medida si se lleva un estilo de vida saludable que incluya una dieta
equilibrada y la práctica regular de ejercicio. Por lo general, un estilo de vida que combine ejercicio físico,
alimentación variada e interacción social es la mejor manera de reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Está demostrado que el control de los factores de riesgo reduce la incidencia de las enfermedades cardiovasculares.
Por tal motivo es nuestra responsabilidad conocer estos factores de riesgo para vivir con una mejor calidad de vida,
llevando una vida más sana.
¿Qué es una angina de pecho?

Escrito por: DRA. MIREN MORILLAS BUENO

Publicado: 20/07/2017 | Actualizado: 26/01/2018

Editado por: TOP DOCTORS®

Una angina de pecho es una molestia generalmente dolorosa y/o opresiva, aguda, gradual y generalmente suele
aparecer en el centro del pecho, aunque puede extenderse al brazo izquierdo, a ambos, espalda o zona bajo el
esternón. Aunque es una enfermedad grave, con el tratamiento adecuado y un estilo de vida cardiosaludable se
puede controlar.

La cardiopatía isquémica es una enfermedad del corazón que se debe a la existencia de ‘isquemia miocárdica’, esto
es, aporte insuficiente o nulo de sangre oxigenada a una zona del músculo cardiaco (miocardio).

La cardiopatía isquémica se manifiesta de dos formas: como angina de pecho o como infarto agudo de miocardio.
Su causa más frecuente es la aterosclerosis coronaria, la aparición de placas de colesterol y otras sustancias (placas
de aterosclerosis ateromas) en la pared interna, en la luz de las arterias coronarias.
El músculo cardiaco (pared del corazón o miocardio) recibe sangre oxigenada a través de las arterias coronarias y
las placas de ateroma, cuando crecen excesivamente, estrechan la luz de la arteria, dificultando el paso de sangre
oxigenada a través suyo y causando isquemia miocárdica.

La isquemia miocárdica causa un dolor o molestia en el centro del pecho. Este dolor el conocido como ‘angina de
pecho’. Puede ser estable o inestable si se produce una obstrucción parcial o total aguda por asociarse de forma
brusca un coagulo en la placa de ateroma. Se puede estar ante un infarto agudo de miocardio si la obstrucción de
ese coagulo se prolonga en el tiempo.

Entre los factores de riesgo que pueden desencadenar una cardiopatía isquémica está la adicción al tabaco, la
hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, unos niveles altos de colesterol, la falta de actividad física y los
antecedentes familiares.
Sintomatología de la angina de pecho

El principal síntoma de la angina de pecho estable es una molestia en el centro del pecho, en el área de la corbata,
que puede irradiarse hacia la garganta, los brazos, la espalda y la mandíbula. La sensación es de opresión, peso,
tirantez, quemazón o hinchazón. Dura entre cinco y veinte minutos y aparece cuando se hace ejercicio físico o con
emociones fuertes, cediendo con el reposo.

En la angina de pecho inestable, la molestia tiene las mismas características, pero aparece estando en reposo y
tranquilo, dura más de 20 minutos y los episodios son cada vez más intensos y frecuentes.

En el infarto agudo de miocardio, la molestia sigue teniendo las mismas características, pero persiste pasados media
hora minutos y no cede con la toma de nitroglicerina sublingual.

Controlando factores de riesgo como el colesterol,


se puede prevenir la angina de pecho

Causas y prevención de la angina de pecho

Aunque en algunas personas tienen una predisposición genética, son las personas con múltiples factores de riesgo
cardiovascular las que suelen padecerla. Estos son el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, la diabetes, la
hipertensión y el colesterol alto. Otros factores que pueden favorecer la angina de pecho son el estrés al que el
paciente está sometido o los estados de depresión.

Si se controlan los factores de riesgo cardiovascular modificables –hipertensión, diabetes, etc– mediante una dieta
saludable, ejercicio físico, medicación y manteniendo a raya el estrés, se puede prevenir o retrasar
considerablemente la aparición de la enfermedad y sus complicaciones.

Tratamiento de la angina de pecho


En primer lugar se han de controlar los factores de riesgo cardiovascular y hacer controles periódicos de los mismos.

Todos los pacientes deben tomar ácido acetil salicílico u otro antiagregante sin tienen hipersensibilidad o
intolerancia, una estatina (para bajar el colesterol) y una o más medicaciones para reducir los episodios de angina
(betabloqueante, nitrato u otras alternativas). Se debe vigilar el metabolismo del colesterol y lípidos y el de la
glucosa.

Siempre se debe llevar encima tabletas de nitroglicerina para masticar y depositar una debajo de la lengua en caso
de angina. En casos severos, se puede recurrir a la implantación de uno o más stents coronarios o a la cirugía
coronaria (bypass).

Es importante una prescripción adecuada del ejercicio que debe y puede hacer el paciente, así como una adecuada
prevención. Para más información sobre la angina de pecho, consultar con un especialista en Cardiología.
ANGINA DE PECHO ESTABLE.

¿Qué es?

La angina es un dolor o molestia en el pecho que se siente cuando no hay suficiente irrigación sanguínea al músculo
cardiaco. Este músculo cardiaco necesita el oxigeno que transporta la sangre. La angina puede sentirse como una
presión o un dolor opresivo en el pecho. Puede parecerse a una indigestión. También puede haber dolor en los
hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda.

La angina es un síntoma de la enfermedad de las arterias coronarias, la enfermedad cardiaca más común. Esta
ocurre cuando una sustancia llamada placa ateromatosa se acumula en las arterias que llevan la sangre al corazón,
reduciendo el flujo sanguíneo.

¿En quien se da comunmente?

El paciente típico con angina es un varón mayor de 50 años de edad o una mujer mayor de 60 años que se queja
de una molestia en el tórax.
Hay tres tipos de angina:

Angina estable es la más común. Ocurre cuando el corazón trabaja más fuerte que lo usual. La angina estable tiene
un patrón regular. Se trata con descanso y medicinas.

Angina inestable es la más peligrosa. No sigue un patrón y puede ocurrir sin hacer algún esfuerzo físico. No
desaparece espontáneamente con el reposo o las medicinas. Es una señal de que podría ocurrir un infarto luego.

La angina variable es la menos común. Ocurre cuando está descansando. Se trata con medicinas.

No todas las molestias o los dolores en el pecho son angina. Si se le presenta un dolor torácico, debe consultar a un
profesional de la salud.

¿Cómo se Describe el Dolor?

Por lo general se describe como sensación de pesantez, opresión, compresión, asfixia o sofocación y rara vez como
dolor franco. Cuando se le pide al paciente que ubique esta sensación se tocara el esternón, algunas veces con el
puño, para indicar que la molestia es opresiva, central y subesternal (signo de Levine).
La angina es casi siempre de naturaleza creciente-decreciente, con una duración característica de 2 a 5 min y
algunas veces se irradia hacia alguno de los hombros y a ambos brazos, sobre todo hacia las superficies cubitales
del antebrazo y la mano. Otras veces se origina o se irradia hacia la espalda, la región interescapular, la base del
cuello, la mandíbula, los dientes y el epigastrio. Rara vez se ubica debajo de la cicatriz umbilical (ombligo) o por
arriba de la mandíbula. Un dato útil cuando se valora a la persona con dolor torácico es el hecho de que la molestia
isquémica nacida del miocardio no se irradia a los músculos trapecios; tal perfil de irradiación es más típico de la
pericarditis.
¿Qué la Causa?

Los episodios de angina son causados por el ejercicio (como los esfuerzos físicos, el ritmo acelerado de vida o la
actividad sexual), o la emoción (como estrés, ira, miedo o frustración) y ceden con el reposo. El enfermo puede
despertarse por la noche con las típicas molestias torácicas y disnea. La angina nocturna puede ser causada por
taquicardia episódica, disminución de la oxigenación como los cambios del patrón respiratorio durante el sueño, o
por expansión del volumen sanguíneo intratoracico que tiene lugar con el decúbito y que provoca un aumento del
tamaño cardiaco, de la tensión parietal y de la necesidad miocárdica de oxígeno, lo que conduce a isquemia e
insuficiencia ventricular izquierda transitoria. Algunos manifiestan síntomas al realizar un ejercicio leve por la
mañana (durante una caminata corta o al rasurarse) y a medio día pueden realizar mucho más esfuerzo sin padecer
síntomas. La angina también puede ser precipitada por otras tareas menos ordinarias, por una comida pesada, por
el contacto con el frio o por una combinación de factores.

¿Como se Calma?
La angina de esfuerzo casi siempre desaparece con el reposo en un lapso de 1 a 5 minutos e incluso con mayor
rapidez cuando el reposo se combina con nitroglicerina sublingual.

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