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Educación Especial y Rehabilitación

SEMINARIO 2

OBJETIVO: El alumno conocerá y analizará los conceptos e implicaciones de la


Sexualidad en personas con necesidades educativas especiales.

El trabajo del psicólogo es muy amplio y puede abarcar una gran diversidad de
temas, siendo la sexualidad uno de ellos. Según la Organización Mundial de la
Salud (2006), la sexualidad es un aspecto central del ser humano que se encuentra
presente a lo largo de toda su vida y que abarca sexo, roles e identidad de género,
orientación sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción. Se ve influida por la
interacción de diferentes factores como el biológico o el cultural, caracterizando al
ser humano en todas las fases de su desarrollo.

Para lograr precisar esta definición es importante entender y diferenciar los


siguientes conceptos que se encuentran implicados en el estudio de la sexualidad
humana (Velázquez, 2013):

● Sexo: Se conforma por el conjunto de características biológicas que definen


al ser humano como hombre o mujer.
● Género: Es la suma de actitudes, valores o características culturales basadas
en la distinción entre hombre y mujer, que se atribuyen como propias de
alguno de los sexos en términos de lo “femenino” y “masculino”.
● Identidad de género: Se define como la identificación que tiene una persona
respecto a lo masculino y a lo femenino, independientemente de su sexo. Es
un marco de referencia interno que se construye a través del tiempo e influye
en el autoconcepto de cada persona.
● Orientación sexual: Es la atracción afectiva y sexual que se tiene hacia otra
persona de acuerdo con su sexo.
● Erotismo: Es la capacidad humana de experimentar conductas y actitudes
que incitan a la interacción y a la actividad sexual, y que conducen
directamente a una sensación de placer.

Benites (2000) menciona que la sexualidad es una parte de la personalidad que nos
acompaña siempre, es decir, que se involucra directamente con los aspectos más
importantes de dicha personalidad como lo son: la cognición, la afectividad y la
socialización, de tal modo que, el desarrollo psicosexual favorece el desarrollo de
los tres aspectos anteriores y viceversa, sin importar la condición del individuo.

La sexualidad desde el plano subjetivo puede comprenderse como una


construcción, puesto que se puede adaptar a las necesidades y vivencias de las
personas, por lo que en el caso de las personas con necesidades educativas
especiales (NEE), al tener sus particularidades, dependiendo de cada una de éstas
es como se conformará y se llevará a cabo dicha sexualidad. Además de una
segunda implicación que está determinada por las vivencias, por lo que es
indispensable que la persona con NEE ejerza su sexualidad libremente, pero de una
manera informada.

Por lo que, el objetivo de la sexualidad es aprender a conocerse, a aceptarse y a


vivir dicha sexualidad de un modo en el que la persona se sienta a gusto. En este
objetivo se puede puntualizar lo siguiente: La persona con NEE puede generar una
aceptación sexual en todas sus dimensiones que implican la fecundidad, el placer,
la salud y la afectividad. Además se puede llegar a una toma de consciencia de la
figura corporal, pues como menciona Benites (2000) esta auto imagen corporal se
ve influenciada por el concepto que tengan de él las personas que no presenten
esta misma condición, es decir, puede influir drásticamente el autoconcepto que
tenga la persona con NEE y por tanto se verá limitada la forma de expresión de esta
sexualidad (Ministerio de educación División de Educación General, 2007). Otro
aspecto a considerar, es conocer el afecto, la forma de reproducción y el deseo
como parte de esta sexualidad, pues Benites (2000), también habla de la
concepción que tienen las personas con NEE, exponiendo que muchas veces no se
les atribuyen las mismas caracteristicas del deseo y el afecto debido a que se les
considera “eternos inocentes”, de manera que este tipo de prácticas pueden mermar
bastante las posibilidades de las personas con NEE.

La afectividad como constructo varía desde su expresión, la intensidad y el modo en


el que se realiza, por lo que llega a ser del mismo modo que en las personas sin
NEE, por lo tanto se tiene que generar un proceso educativo que esté libre de
tabúes, prejuicios sobre las personas con NEE sobre la sexualidad y tener unas
bases pedagógicas y dominio de estos temas, pasa del mismo modo con el deseo y
la reproducción. Se tiene que orientar a las personas con NEE sobre los posibles
riesgos a la salud que implican ejercer la sexualidad, desde los embarazos no
planeados hasta las enfermedades de transmisión sexual (García, s/f). Por lo que es
importante una orientación educativa en el ejercicio de la sexualidad de las
personas con NEE.
OBJETIVO: El alumno conocerá los programas de intervención de la Sexualidad de
las personas con necesidades educativas especiales.

Programas de Intervención en Educación Sexual de personas con NEE.

En el 2001 la Secretaria de Salud lanzó el Programa Nacional de Salud, en el que


en lo referente a Salud Reproductiva se estipulo que cualquier persona que solicite
un servicio de salud reproductiva tiene derecho a:

● Información: Ser enterado (a) con oportunidad, veracidad y en un lenguaje


comprensible, de los beneficios y de los riesgos de las intervenciones
médicas.
● Acceso: Recibir atención y servicios de calidad con calidez.
● Elección: Decidir responsable y libremente entre las diversas alternativas que
existan para dar cumplimiento a su solicitud
● Seguridad: Recibir el tratamiento que ofrezca mejores condiciones de
protección a la salud
● Privacidad: Recibir información, orientación, consejería y servicios en un
ambiente libre de interferencias
● Confidencialidad: Que cualquier información personal proporcionada no será
divulgada a terceras personas
● Dignidad: Ser tratado(a) con respeto, consideración y atención
● Continuidad: Recibir información, servicios y suministros por el tiempo que
sea requerido
● Opinión: Expresar sus puntos de vista acerca de la información, servicios y
trato recibidos

El propósito fundamental para con las personas con discapacidad fue promover
acciones multisectoriales en colaboración con el sector privado y la sociedad civil.
Estas acciones debían dirigirse a una rehabilitación integral; se calcula que al año
se producen 125 mil discapacidades como producto de enfermedades o lesiones.
Parte de esta rehabilitación integral era el proporcionar orientación y consejería en
salud sexual y reproductiva, para atender las necesidades generadas en su
sexualidad a raíz del proceso discapacitante. El reconocimiento de los derechos
sexuales y reproductivos de las personas con discapacidad, del pleno disfrute de su
sexualidad y del acceso a la metodología anticonceptiva, implica la intervención de
todo el personal de salud para brindar orientación, asesoría y facilidades para que
acudan a las unidades médicas y se les proporcione el método adecuado al tipo de
discapacidad que presenten. Se debía otorgar atención médica y psicológica en
salud sexual y reproductiva a las personas discapacitadas con equidad, oportunidad
y humanismo, conforme a las normas, conocimientos médicos y principios éticos
vigentes.
La atención de la salud sexual y reproductiva de las personas con algún tipo de
discapacidad, requiere que el personal de salud esté preparado técnicamente, para
reconocer las necesidades personales y brindar la atención médica y psicológica
que cada individuo requiere, y extender en lo posible su ámbito de acción a la
familia del discapacitado. La atención estará enfocada a la orientación y consejería
sobre el ejercicio de la sexualidad, a la prevención de los embarazos no planeados,
a la prevención de las infecciones de transmisión sexual, todo esto con un trato
digno y manteniendo el respeto a la libre decisión. En los casos donde el individuo
no pueda tomar decisiones en forma independiente, la prestación de los servicios,
deberá de hacerse con estricto apego a la normatividad existente en la materia.
El 21 de noviembre del 2015, el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión
de las Personas con Discapacidad promovieron reformas para legalizar la asistencia
sexual, servicio basado en ofrecer prácticas sexuales para los 7 millones de
habitantes que tienen limitaciones físicas e intelectuales.

El 10 de noviembre de 2017 el INMujeres junto con ocho grandes instituciones más


se congregaron en una mesa temática titulada “Acceso a la salud sexual y
reproductiva de las personas con discapacidad”, en la que se abordó la función de
las instituciones para el acceso de los servicios de salud sexual y planificación
familiar orientado a personas con discapacidad, así como las violaciones de los
derechos sexuales y reproductivos y el acceso a la justicia, así mismo se destacó el
papel de la familia como principal promotor de la defensa de sus derechos.

Entre las principales conclusiones obtenidas fueron las siguientes:

1. La relevancia del conocimiento del marco normativo como eje principal de la


promoción y el respeto a los derechos humanos de las personas con
discapacidad;
2. La importancia de un cambio cultural para visualizar a las personas que
enfrentan una condición de discapacidad no desde una posición asistencialista
sino como sujetos de derechos;
3. La necesidad de información científica que respalde y guie la toma de
decisiones institucionales (para ello es fundamental la suma de las instituciones
académicas);
4. La importancia de desmitificar de la sexualidad de las mujeres con
discapacidad;
5. La inclusión de la perspectiva de diversidad sexual en las personas con
discapacidad en la atención;
6. Necesidad de contar con un instrumento de difusión de los derechos
sexuales y reproductivos de las personas con discapacidad, así como su difusión
masiva;
7. La importancia de la promoción de la salud sexual y reproductiva adecuada
en formatos accesibles para las personas en condición de discapacidad;
8. El fortalecimiento de la propuesta de una cartilla de derechos sexuales y
reproductivos para personas con discapacidad, mediante la vinculación y
coordinación entre la ciudadanía, la academia, las Organizaciones de la
Sociedad Civil y la Administración Pública Federal;
9. La necesidad de incorporar a las personas con discapacidad para participar
en la construcción de las políticas públicas que les atañen;
10. La elaboración de materiales con formato accesible y dirigidos a niñas y
niños con discapacidad y;
11. El fortalecimiento de las acciones de denuncia ante la vulneración de los
derechos sexuales y reproductivos de las personas con discapacidad.

En México se estima que cerca de 501, 387 personas en edad escolar presentan
alguna deficiencia en el desarrollo (INEGI, 2017); lo que ocasiona que en gran parte
de los casos estos sujetos no tengan un estilo de vida normal y lleguen a ser
llamados como “eternos inocentes” (Benites, 2000). En el caso específico de la
educación sexual en población con necesidades educativas especiales (NEE);
Benites (2000), indica que la forma adecuada de establecer la educación sexual es
integrar información y conocimiento durante la infancia y la adolescencia sobre
conductas públicas y privadas, anatomía de los genitales y el cuerpo en general,
conductas de autocuidado y eliminar las creencias erróneas acerca de las
actividades sexuales.

La educación sexual es un proceso progresivo y gradual que forma parte de la


educación general, y tiene como finalidad la realización personal y comunicación
con el otro sexo, de tal manera que posibilita asumir a su vez responsabilidad frente
a los hijos y sociedad. La educación sexual de los “especiales” pasa antes que nada
por la educación sexual de sus padres, tutores y educadores. (Benites, 2000)

En el mismo sentido Benites (2000) propone que a la población con desarrollo


normal se le enseñe que las personas con NEE son individuos cuyas características
en torno a la sexualidad son iguales por las siguientes razones:

● Ellos también son personas sexuadas tanto física como psicológicamente y


comparten rasgos emocionales y sentimentales con los demás
● Su desarrollo psicosexual atiende a las mismas etapas de desarrollo que
personas “normales”
● A pesar de lo anteriormente dicho, algunos de ellos podrían presentar
dificultades con el lenguaje verbal, pues en general se tiende a usar términos
confusos y difíciles de entender

De acuerdo a lo anterior Torres y Beltrán (2002), proponen dirigir programas de


educación dirigidos tanto a padres o tutores que consisten en transmitir ideas,
actitudes y valores positivos en torno a la sexualidad; así como trabajar en conjunto
con los docentes para reforzar la adquisición de dicho conocimiento; de igual forma
se debe tomar en cuenta la edad cronológica y psicológica de las personas con NEE
para adecuar la información que se les dará. Una de las razones principales por las
que la educación sexual es de vital importancia en personas con NEE es debido a la
violencia que pueden llegar a percibir, de acuerdo con Cruz (2004), las mujeres con
algún tipo de discapacidad sufren mayor discriminación que cualquier otro sector de
esta población, pues no se les permite decidir sobre su derecho a ser madre o no,
cuando serlo y bajo qué términos.

Para una adecuada salud sexual de las personas con necesidades especiales se
requiere disponer de conocimientos claros y libres de prejuicios sobre la sexualidad
y los discapacitados. Una apropiada educación sexual señala Gómez (1993) citado
en Benites (2000), debe hacer posible una formación de personas en armonía entre
sus deseos sexuales y su necesidad de querer y ser querido.
Los objetivos de la educación sexual para personas con NEE, pueden sintetizarse
en los siguientes puntos:

● Posibilitar el desarrollo integral del niño y del adolescente, ligado al


despliegue de los distintos aspectos de su personalidad
● Contribuir a la formación de personas y familias equilibradas, con relaciones
sociales y afectivas satisfactorias
Referencias
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