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SEMINARIO 2
El trabajo del psicólogo es muy amplio y puede abarcar una gran diversidad de
temas, siendo la sexualidad uno de ellos. Según la Organización Mundial de la
Salud (2006), la sexualidad es un aspecto central del ser humano que se encuentra
presente a lo largo de toda su vida y que abarca sexo, roles e identidad de género,
orientación sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción. Se ve influida por la
interacción de diferentes factores como el biológico o el cultural, caracterizando al
ser humano en todas las fases de su desarrollo.
Benites (2000) menciona que la sexualidad es una parte de la personalidad que nos
acompaña siempre, es decir, que se involucra directamente con los aspectos más
importantes de dicha personalidad como lo son: la cognición, la afectividad y la
socialización, de tal modo que, el desarrollo psicosexual favorece el desarrollo de
los tres aspectos anteriores y viceversa, sin importar la condición del individuo.
El propósito fundamental para con las personas con discapacidad fue promover
acciones multisectoriales en colaboración con el sector privado y la sociedad civil.
Estas acciones debían dirigirse a una rehabilitación integral; se calcula que al año
se producen 125 mil discapacidades como producto de enfermedades o lesiones.
Parte de esta rehabilitación integral era el proporcionar orientación y consejería en
salud sexual y reproductiva, para atender las necesidades generadas en su
sexualidad a raíz del proceso discapacitante. El reconocimiento de los derechos
sexuales y reproductivos de las personas con discapacidad, del pleno disfrute de su
sexualidad y del acceso a la metodología anticonceptiva, implica la intervención de
todo el personal de salud para brindar orientación, asesoría y facilidades para que
acudan a las unidades médicas y se les proporcione el método adecuado al tipo de
discapacidad que presenten. Se debía otorgar atención médica y psicológica en
salud sexual y reproductiva a las personas discapacitadas con equidad, oportunidad
y humanismo, conforme a las normas, conocimientos médicos y principios éticos
vigentes.
La atención de la salud sexual y reproductiva de las personas con algún tipo de
discapacidad, requiere que el personal de salud esté preparado técnicamente, para
reconocer las necesidades personales y brindar la atención médica y psicológica
que cada individuo requiere, y extender en lo posible su ámbito de acción a la
familia del discapacitado. La atención estará enfocada a la orientación y consejería
sobre el ejercicio de la sexualidad, a la prevención de los embarazos no planeados,
a la prevención de las infecciones de transmisión sexual, todo esto con un trato
digno y manteniendo el respeto a la libre decisión. En los casos donde el individuo
no pueda tomar decisiones en forma independiente, la prestación de los servicios,
deberá de hacerse con estricto apego a la normatividad existente en la materia.
El 21 de noviembre del 2015, el Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión
de las Personas con Discapacidad promovieron reformas para legalizar la asistencia
sexual, servicio basado en ofrecer prácticas sexuales para los 7 millones de
habitantes que tienen limitaciones físicas e intelectuales.
En México se estima que cerca de 501, 387 personas en edad escolar presentan
alguna deficiencia en el desarrollo (INEGI, 2017); lo que ocasiona que en gran parte
de los casos estos sujetos no tengan un estilo de vida normal y lleguen a ser
llamados como “eternos inocentes” (Benites, 2000). En el caso específico de la
educación sexual en población con necesidades educativas especiales (NEE);
Benites (2000), indica que la forma adecuada de establecer la educación sexual es
integrar información y conocimiento durante la infancia y la adolescencia sobre
conductas públicas y privadas, anatomía de los genitales y el cuerpo en general,
conductas de autocuidado y eliminar las creencias erróneas acerca de las
actividades sexuales.
Para una adecuada salud sexual de las personas con necesidades especiales se
requiere disponer de conocimientos claros y libres de prejuicios sobre la sexualidad
y los discapacitados. Una apropiada educación sexual señala Gómez (1993) citado
en Benites (2000), debe hacer posible una formación de personas en armonía entre
sus deseos sexuales y su necesidad de querer y ser querido.
Los objetivos de la educación sexual para personas con NEE, pueden sintetizarse
en los siguientes puntos: