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La inimputabilidad por trastornos psiquiátricos en el proceso judicial

RESUMEN ABSTRACT Estudio de la


inimputabilidad por
La presente investigación abarcó el The current research ranged over the
enfermedad mental a
estudio de la situación actual de las salas study of the current situation of
partir de las historias
de máxima seguridad del Hospital maximum security wards at Vilardebó clínicas de las salas
Vilardebó y la descripción del Hospital and the description of the de seguridad del
procedimiento desde que la persona procedure from the time the person Hospital Vilardebó
comete el acto antijudicial hasta su commits the illegal act to his arrival at y entrevistas a

llegada a la sala de seguridad. the security ward. profesionales


involucrados en
Para esto utilizamos como metodología la In which includes the medical histories esta temática.
realización de una base de datos con las of the people who currently live at
historias clínicas de las personas que such security wards and interviews ……………….
habitan actualmente las salas de with qualified informants, especially
Programa de apoyo
seguridad y entrevistas a informantes professionals involved in such
a la realización
calificados profesionales involucrados en procedure. Moreover, secondary
de Investigación
este proceso, además de la utilización de information sources were used. para Estudiantes
fuentes de información secundaria. Universitarios de la
Comisión Sectorial de
Los resultados obtenidos confirman, como The obtained results confirm, as well
Investigación
en otros estudios, que el diagnóstico as earlier studies, that the diagnosis
Científica (CSIC)
prevalente en las personas inimputables which prevails among nonimputative
es la psicosis y la esquizofrenia. people is phychosis and 2008 – 2009

schizophrenia.
……………….
Además visualizamos que la declaración Additionally, it was observed that the
de la inimputabilidad y las medidas de judge of nonimputably is in charge of
Autores/as:
seguridad están a cargo del Juez con the declaration of the experts in
asesoramiento de los peritos del Instituto Instituto Técnico Forense (ITF) and Hernán Cabrera*
Técnico Forense (ITF). El hospital se the safety measures. Whereas the Diego González
limita únicamente al tratamiento y cuidado hospital is limited to the treatment and Natalia Laino
de estas personas encontrándose care of these people. It finds itself Cecilia Montes
limitados a la hora de realizar el limited since all the decisions Andrea Morteo**
tratamiento y las estrategias de concerning the treatment and recovery
*Estudiante Licenciatura en
rehabilitación dado que todas las strategies must be approved by the Sociología, Fac. Ciencias

decisiones deben pasar por la aprobación judge.order to do this, a methodology Sociales, UdelaR.

del Juez. was developed. It consists of a


**Estudiantes de la
database Fac. de Psicología, UdelaR

PALABRAS CLAVES: Inimputabilidad / Trastornos mentales / Salas de Seguridad


El Hospital Vilardebó es el mayor Hospital Psiquiátrico público
para pacientes agudos en Uruguay. La institución psiquiátrica
tiene un fin terapéutico y de reinserción social; lo cual a
INTRODUCCIÓN primera vista se asemejaría a alguno de los fines del sistema
penitenciario. Dentro de su población, aproximadamente el
50% de los internos son judiciales. Estos pacientes
inimputables, se encuentran distribuidos en salas abiertas (de
internación común), y salas de seguridad.

Nos posicionamos frente a esta problemática entendiendo que


la historia del derecho penal y el nacimiento de las ciencias
humanas se podrían pensar con una matriz común y no como
dos series separadas. Esta matriz común radica en la
distribución del castigo a partir del establecimiento de una
nueva economía y tecnología del poder de castigar (M.
Foucault)

Pretendemos deconstruir el concepto de inimputabilidad en


relación a los trastornos mentales, como es entendido desde
el orden jurídico-penal, ya que esta inimputabilidad implica la
imputabilidad en otro orden discursivo, el psiquiátrico. El orden
psiquiátrico, desde su discurso, posibilita otra forma de
distribución de poder donde el delito es punible pero desde
otra forma.

Nuestro mayor móvil de análisis tiene que ver con la


relevancia social de esta temática y la importancia de
cuestionarnos entorno a los espacios de encierro en nuestro
país en el contexto socio-económico-cultural actual.
General:
OBJETIVOS Indagar los criterios por los cuales un sujeto es internado en un
hospital psiquiátrico y no recluido en una cárcel en el Uruguay, al
cometer un acto delictivo.

Específicos:

Obtener información acerca de los mecanismos para declarar la


inimputabilidad por trastornos mentales en los procesos judiciales
en nuestro país.

Generar una base de datos sobre los diagnósticos psiquiátricos


de las personas que se encuentran en la Salas de Seguridad del
Hospital Vilardebó.

La metodología utilizada para este estudio se basó en el


METODOLOGÍA relevamiento de fuentes de información secundaria, entrevistas a
informantes calificados y la realización de una base de datos.

Las fuentes de información secundaria consistieron en el estudio


de la diversa bibliografía sobre los trastornos psiquiátricos, y en
especial, su relación a los actos delictivos y a las instituciones
encargadas de su tratamiento.

Las entrevistas se realizaron a informantes calificados:


Psicólogas del Hospital Vilardebó y al Director del área pericial de
psiquiatría del Instituto Técnico Forense. Además se mantuvieron
reuniones con el Comité de Ética del Hospital y con la Dirección
del mismo.

La base de datos sistematiza los datos obtenidos en las historias


clínicas de los pacientes inimputables de las salas de máxima
seguridad (sala once y dieciséis) del Hospital Vilardebó.
Para dar cuenta de los resultados obtenidos por
medio de este proyecto de investigación, nos
basamos en datos extraídos de las entrevistas
realizadas a informantes calificados así como
RESULTADOS
también a la sistematización de datos. Dichos
datos provienen del trabajo con las historias
clínicas de los pacientes declarados inimputables
internados en las salas de seguridad once y
dieciséis del Hospital Vilardebó.

Descripción de la situación actual de las salas de seguridad


del Hospital Vilardebó:

El Hospital Vilardebó cuenta con dos salas de máxima seguridad (11 y 16)
y una sala de seguridad intermedia (10), siendo solamente la sala 16
destinada a mujeres. En estas salas (11 y 16) se encuentran pacientes
declarados inimputables (representando el 58%) y población que proviene
de Cárceles y se encuentran en el Hospital por necesitar algún tipo de
tratamiento transitorio y que luego de realizado dicho procedimiento vuelve
a la institución de origen. En las sala 10 todas las personas son todas
inimputables, por ser una sala intermedia.

En la siguiente tabla se pueden observar los datos numéricos de las


personas que se encuentran allí.

Pacientes Sala 16 Sala 11 Sala 10 Total


Total 25 38 16 79

Inimputables 8 22 16 46
La siguiente tabla describe la cantidad y tipo de técnicos que se
encuentran trabajando actualmente en las salas de seguridad del Hospital.
Además cada sala tiene sus particularidades y responde a una clasificación
de las personas que allí se encuentran.

Equipo Técnico Sala 16 Sala 11 Sala 10


Psicólogos 2 0 1

Psiquiatras 2 3 1

Asistentes Sociales 2 1 1

Equipo de Enfermería y
Guardia si si si

BASES DE DATOS

Para acceder a las historias clínicas y a los datos de las mismas,


mantuvimos reuniones con el Comité de Ética del Hospital Vilardebó, quien
desde el punto de vista ético, evaluó y autorizó el acceso a las mismas.
Entendemos que las historias clínicas ya tienen un valor como documento
porque en estas encontramos desde informes policiales, informes
periciales, seguimientos clínicos, autorizaciones de salidas, etc.

Quisiéramos destacar la dificultad a la hora de recabar los datos, dada la


caligrafía poco clara, la omisión de datos relevantes y la diversidad de
criterios. Mayoritariamente la información que se lee se relaciona a lo
estrictamente médico (diagnostico, tratamientos, medicación) quedando
rezagado el aspecto socio-económico de los sujetos.

Para realizar la base de datos planteamos las siguientes variables: edad,


sexo, estado civil, hijos, último nivel educativo, nivel socio económico,
diagnósticos psiquiátricos, otras enfermedades, internaciones previas,
tratamiento medicamentoso, antecedentes psiquiátricos, antecedentes
familiares, antecedentes penales, acto delictivo. Algunas de ella fueron
utilizadas para la realización de tablas de contingencia, evaluamos que
otras variables no nos eran útiles para realizar un análisis fiable, dado la
omisión en el registro o la inespecificidad del mismo.
Destacamos el uso del criterio de clasificación de CIE10 1 a la hora de
agrupar los diagnósticos psiquiátricos relevados.

A continuación destacamos algunos datos extraídos de la sistematización de


las historias clínicas2:

EDAD
El promedio de edad del total de las personas de las salas de seguridad es
de 35,57%, el 32,41% en el caso de los hombres y el 44,25% en el caso de
las mujeres.

ESTADO CIVIL
El 76,7% del total de la población es soltera, de los cuales 16 son hombres
y 7 mujeres; del 10% no tenemos datos.

NIVEL SOCIO-ECONÓMICO
La mayor parte de los internados (un 83,3%) en las salas de seguridad del
Hospital Vilardebó provienen de los estratos socioeconómicos más bajos, y
que de un 10% de ellos no tenemos datos en las historias clínicas.

NIVEL EDUCATIVO
Respecto del nivel educativo, un 6,7% del total de la población es
analfabeta, un 16,7% tiene primaria incompleta, un 3,3% tiene primaria
completa, un 10% tiene secundaria incompleta, un 3,3% tiene secundaria
completa y de un 60% no tenemos datos. Lo más significativo de esta tabla
es la ausencia de datos respecto del nivel educativo en las historias
clínicas, sobre todo en las mujeres, donde de 7 (87,5%) de las 8 que están
internadas en la sala 16 no tenemos datos; respecto de los hombres,
carecemos de datos de esta variable del 50% de ellos (11 de los 22
internados en la sala 11).

ANTECEDENTES PSIQUIÁTRICOS
Del total de la población internada un 63,3% presenta antecedentes
psiquiátricos previos a la internación actual, un 16,7% no y de un 20% no
tenemos datos.

DIAGNÓSTICOS
Un 45,5% de los hombres presenta trastornos mentales y de
comportamiento debido al consumo de psicotrópicos; mientras que el
54,5% restante no lo hace. De las mujeres ninguna presenta este tipo de
trastornos.

Del total de la población un 53,3 % tiene esquizofrenia, trastorno


esquizotípico y trastornos de ideas delirantes, mientras que un 46,7% no.
Del total de hombres, un 45,5% presenta este tipo de trastornos, mientras
que de las mujeres lo hace un 75% (6 de las 8 que están internadas en la
sala 16).

Del total de la población sólo una mujer presenta trastornos de humor


(afectivos).

Ninguna persona de los internados en las salas de seguridad del Hospital


Vilardebó presentan trastornos neurótico, secundarios a situaciones
estresantes y somatomorfos.

Ninguna persona presenta trastornos del comportamiento asociados a


disfunciones fisiológicas y a factores somáticos.

Del total de la población, 9 (30%) presentan trastornos de la personalidad y


del comportamiento adulto, de los cuales 7 son hombres (31% de ellos) y 2
son mujeres (25% de ellas).

Del total de la población un 10 personas (33,3%) de la población presenta


restraso mental, siendo 8 de ellos hombres (36,4% de ellos) y 2 mujeres
(25% de ellas).

Ninguna persona presenta trastornos del desarrollo psicológico.

Ninguna de las personas presenta trastornos del comportamiento y de las


emociones de comienzo habitual en la infancia y la adolescencia.

Solo un hombre presenta trastornos mentales sin especificar.

ANTECEDENTES PENALES
Del total de la población 4 personas (13,3%) tienen antecedentes penales,
7 personas (23,3%) no tiene; y de 19 (63,3%) de ellas no tenemos datos en
las historias clínicas (14 son hombres y 5 mujeres).

TIPO DE DELITO
Del total de la población 6 personas (20%) cometieron el delito de hurto,
siendo todos hombres (representan el 27,3% de ellos).
Del total de la población 6 personas (20%) cometieron el delito de rapiña,
siendo todos hombres (representan el 27,3% de ellos).

Del total de la población, un solo hombre cometió el delito de incendio.

Del total de la población 11 personas (36,7%) cometieron el delito de


homicidio, siendo 6 de ellas hombres (27,3% de ellos) y 5 mujeres (62,5%
de ellas). Con lo que vemos que es el delito más habitual entre las
mujeres.

Del total de la población 3 personas (10%) cometieron el delito de


violación, siendo todos ellas hombres (representan el 13,6% de ellos).

Del total de la población, un solo hombre cometió el delito de desacato.

Del total de la población 3 personas (10%) cometieron el delito de lesiones


personales, siendo todas ellas hombres (representan el 13,6% de ellos).

Del total de la población, 2 personas (6,7%) cometieron el delito de


atentado violento al pudor, siendo una de ellas hombre y la otra mujer.

Del total de la población, una sola mujer cometió el delito de falsificación de


documento público.

Del total de la población, 2 personas (6,7%) cometieron el delito de daño,


siendo las 2 mujeres (representan 25% de ellas).

Del total de la población, un solo hombre cometió el delito de lesiones


graves.
Procedimiento desde el acto antijudicial cometido hasta la
llegada a la sala de seguridad

Según el Código Penal uruguayo la imputabilidad es la capacidad psíquica


de una persona de comprender lo antijudicial de su conducta sin por ello
modificarla. En el extremo opuesto se definen las causas de
inimputabilidad que son: enfermedad mental, grave insuficiencia de la
inteligencia, grave perturbación de la conciencia y ser menor de 16 años.
Esto impediría de alguna manera atribuir el acto realizado al propio sujeto
que lo comete.

Nosotros hemos recortado nuestra investigación a la inimputabilidad por


enfermedad mental y hemos seleccionado como actores claves al Instituto
Técnico Forense (encargado del peritaje), al Juez (encargado de la
declaración) y al Hospital psiquiátrico Vilardebó (encargado del cuidado y
tratamiento).

A partir de las entrevistas que realizamos, de las reuniones con la dirección


del Hospital y con el Comité de Ética, del acercamiento a las historias
clínicas, pudimos aproximarnos a cuestiones del ámbito judicial, del ámbito
sanitario y del cruce de ambos en lo que involucra a la inimputabilidad por
enfermedad mentales. Además pudimos conocer algunos aspectos del
procedimiento que se inicia cuando una persona comete un delito hasta su
llegada a la sala de seguridad.

Nos parece importante aclarar que el proceso que culmina con el


diagnóstico de una persona y consecuentemente con una posible
declaración de inimputabilidad, es un proceso judicial que está a cargo del
ITF (lo que tiene que ver con peritajes, informes y asesoramientos al Juez)
pero la decisión última está a cargo del Juez.

En el caso de los pacientes judiciales, el Hospital se encarga únicamente


de cumplir las medidas establecidas por el Juez (tratamiento psiquiátrico).
El mismo está a cargo del cuidado del paciente hasta que el Juez lo
disponga y no tiene incidencia en movimientos de sala dentro del Hospital,
salidas transitorias o el propio egreso, “no lo puede disponer ni el director
del hospital tampoco sin la autorización judicial”3.
Algunas consideraciones del ámbito judicial:

Cuando una persona comete un acto antijudicial la primera en actuar es la


policía, redactando un informe. Si de la lectura del informe o de la
entrevista con el acusado al Juez se le presenta alguna duda, pide al ITF
que realice una pericia. El ITF examina a la persona y eleva un informe,
“que el Juez sin dudas va a tener en cuenta, es decir, no es vinculante
como dicen los abogados, quiere decir que lo que yo diga no obliga a nada,
pero si nos tienen en cuenta”4. Luego el Juez, considerando la sugerencia
del perito, tomará la decisión de la declaración de inimputabilidad, del
tratamiento y de la correspondencia o no de internación. Parece importante
aclarar que “la declaración de inimputabilidad es jurídica, no es
psiquiátrica, nosotros simplemente5 hacemos un diagnóstico”6.

Lo que pudimos escuchar en varias de las entrevistas que realizamos,


teniendo en cuenta la diversidad de los roles de los actores involucrado en
este proceso, es que el Juez se basa un 95% en el peritaje del psiquiatra
para la declaración de la inimputabilidad “ponemos casi siempre: “de
declararse inimputable o…sugerimos tal cosa…”. Bueno, y allí el Juez si la
sugerencia fue la internación dispone su internación7 en el Vilardebó
acompañando la internación con el informe nuestro”8.

En conclusión, el Juez se basa en el peritaje tanto para declarar o no a una


persona inimputable como para la medida de seguridad correspondiente.
Para evaluar el avance y la evolución de estas personas, también se basa
en los informes de los técnicos del ITF.

ACTO INIMPUTABLE VS PERSONA INIMPUTABLE

Pudimos entender en esta indagación, que lo que se evalúa es el acto y no


la persona, el paciente es inimputable en relación al acto, por lo tanto
puede suceder que frente a un determinado acto una persona sea
declarada inimputable y vaya al Hospital, y en otro momento frente a otro
hecho sea imputable y vaya a la cárcel. Lo que se va a evaluar es si la
persona tenía o no la capacidad psíquica de comprender lo antijudicial de
su conducta. Sin embargo cuando comenzamos a escuchar en las
entrevistas acerca del criterio de la peligrosidad esto nos generaba algunas
dudas.

La muestra que nosotros tomamos (la de las salas de seguridad) “es una
muestra muy pequeña dentro de los miles de casos que tenemos acá” 9
muchas personas declaradas inimputables quedan internadas
domiciliariamente con tratamiento ambulatorio. Las medidas de seguridad
que se toman están de alguna manera condicionadas por la peligrosidad
de la persona, “entonces una persona que hizo dos homicidios
probablemente esté mas allí que en la casa, que no hay una contención
adecuada para esa peligrosidad que tiene”10.

Entonces cuando escuchamos que también se tiene en cuenta la


peligrosidad de la persona para evaluar las medidas de seguridad y
tratamiento, dudamos de que lo que se evalúe sea el acto y no la persona,
porque cuando se considera esto se está evaluando a la persona en una
temporalidad que abarca su vida más allá del acto que cometió, “A pesar
de que entren sin máximas ni mínimas hay personas que no se sabe si van
a poder salir alguna vez, porque cometieron homicidios en la colonia, luego
fueron para ahí y cometieron otro homicidio en el Hospital. Y ahí comienza
a funcionar el tema de la peligrosidad”11

La cuestión de la peligrosidad funciona tanto en la determinación de las


medidas sugeridas como en la evaluación de su estadía en el Hospital
“…si en el proceso se determina que el nivel de peligrosidad ha disminuido
por diversas razones, el sujeto es trasladado a otra sala de dicho
nosocomio hasta la finalización del tratamiento”12. A grandes rasgos
podemos decir que los elementos que se tienen en cuenta para la
valoración de la peligrosidad y por ende la sugerencia a realizar al Juez
tiene que ver con: la integración de la tipología del delito, las características
de la personalidad del sujeto (diagnóstico psiquiátrico) y la posible
continencia familiar o institucional con la que se cuente.

Es de destacar la coincidencia de este criterio en el Código español “… la


noción de peligrosidad criminal es reconocida como el presupuesto
indispensable para la aplicación y ejecución de la medida de seguridad
prevista para el enfermo mental autor de delito declarado inimputable” 13 lo
que nos hace pensar en la importancia de la conceptualización de esta
noción para establecer determinaciones sobre las medidas punitivas.
Algunas consideraciones del ámbito sanitario:

“El hospital termina siendo donde terminan todos los que nadie quiere” 14

El hospital Vilardebó está a cargo del tratamiento y del cuidado de las


personas judiciales que han sido declaradas inimputables “acá lo que se
hace es el tratamiento, pero no se determina la inimputabilidad de un
paciente”15

Las narrativas de los profesionales del Hospital como de la Directora, dejan


claro que “estos pacientes están sujetos siempre a decisión judicial” .16 Nos
comentaban que aunque en el Hospital no existan las condiciones físicas
para mantener a equis cantidad de personas, ya sea por falta de camas, de
técnicos, etc. ellos de todas maneras tienen que acceder a la solicitud del
Juez; el Hospital no tiene incidencia si entiende que no corresponda que
determinada persona tenga o no el perfil para estar allí, “el consumidor de
pasta base no tiene perfil para estar acá, no se aconseja que esté acá pero
el Juez lo manda igual”17.

Los pacientes judiciales no solo habitan las salas de seguridad, según


información de la Directora del Hospital, sino que aproximadamente el
cincuenta por ciento de las personas internadas en este Hospital, son
pacientes judiciales “no tienen condena mínima ni máxima, sino que
permanecerán allí por el tiempo que el tratamiento psiquiátrico dure” 18.

Indagando si el delito influye en el tratamiento, en los cambios a salas


intermedias (sala 10) a sala abierta, al Centro Diurno y a las posibles
salidas transitorias, paseos, nos decían en el Hospital que “para el juez
puede ser, pero para nosotros no, lo que influye para nosotros es el estado
mental”. Además la estadía de los pacientes en el Hospital depende de la
decisión del Juez y por ende de las evaluaciones de los peritos del ITF, por
lo tanto en los casos de cambios de sala también deben tener autorización
del Juez.
PREVALENCIA DE DIAGNÓSTICOS

Examinamos cuál era la prevalencia de los diagnósticos, con la intención


de que se nos puedan abrir líneas de análisis para entender esta compleja
temática. En la mayoría de las entrevistas nos dijeron que la prevalencia
sería la psicosis 19, luego aparecerían trastornos de personalidad, trastornos
del humor y déficit intelectual (en estos últimos el orden dependía de cada
profesional).

En algunas entrevistas nos plantearon historias de internaciones previas


como un antecedente de estos casos, “se observa mucho como una historia
de institucionalización desde la infancia. Eso es como una constante, y no
solo en los pacientes inimputables sino también en las pacientes que
provienen de cárcel. Es como una seguidilla de institución en institución,
desde INAU en los primeros años de vida hasta toda la infancia y
adolescencia, intercalado con alguna internación en API que es el centro de
INAU que atiende la parte psiquiátrica. Después de ahí es prácticamente la
cárcel o el hospital psiquiátrico”20
Interjuego de los ámbitos Jurídico-Sanitario

Nos planteamos realizar esta investigación entorno a los pacientes


inimputables por trastornos mentales, entendiendo que en esta situación
particular se puede visualizar y pensar más claramente cómo se produce el
cruce de dos órdenes: el orden jurídico y el orden psiquiátrico (Foucault).
“Existe una constante lucha para que la gente no entre y sacarlos es muy
difícil. Esto marca una de las luchas entre el poder judicial y el poder
psiquiátrico y cómo se cruzan sus caminos.”21

Una vez que la persona se encuentra bajo el cuidado del Hospital


Vilardebó todas las decisiones continúan estando a cargo del Juez. Las
evaluaciones están a cargo del ITF, aunque los técnicos del Hospital
“elevan informes acerca de cómo han evolucionado los pacientes, sugieren
medidas, es el juez el que resuelve, a veces toma las sugerencias otras no.
Alguna vez se pudo llegar a hacer una junta médica con los psiquiatras del
Hospital y los del ITF, pero es muy difícil”22.

Evaluamos la existencia de ciertas dificultades a la hora del dialogo y la


comunicación entre los diferentes actores institucionales intervinientes a lo
largo de todo el proceso (Hospital, ITF, Juzgados). Consideramos que
estas dificultades obstaculizan y terminan perjudicando el tratamiento de
esta población “Y después, para salir no es tan fácil, porque ahí el medico
de sala ponele que considera que está compensado, que no necesita
internación o que no necesita internación cerrada, que puede pasar a sala
abierta, pero no lo puede disponer ni el director del hospital tampoco sin la
autorización judicial. Ahí hacen un oficio que va al juzgado, el juzgado se lo
pasa al fiscal que es el que tiene que ordenar la cosa, el fiscal lo pasa al
juzgado y lo pasa a nosotros, nosotros elaboramos un informe, lo
devolvemos al juzgado, el juzgado se lo pasa al fiscal, el fiscal al juzgado y
el juzgado al hospital. Y eso es una situación de grave irregularidad en
cuanto a derechos humanos, se puede pasar meses después de estar
dado de alta una persona”23. En este sentido se puede visualizar como la
comunicación institucional se encuentra obstaculizada por procedimientos
burocráticos que terminan afectado a la persona en su rehabilitación y al
sistema asistencial en su totalidad.
Aunque por momentos lo jurídico y lo sanitario parecerían estar como dos
espacios paralelos, quisiéramos destacar que si nos centramos solo en el
ámbito judicial ya encontramos el cruce del orden jurídico y del orden
psiquiátrico desde el momento que el Juez es asesorado por un perito
psiquiatra y que su decisión está prácticamente basada en esto.

Parecería que cuando se define si una persona es conciente o no del acto


que cometió y su medida correspondiente (definida a nivel judicial) están
en juego distintos elementos. En el caso de que vaya al Hospital, la medida
tomada es asistencial y terapéutica en pos de su evolución y cuidado, por
otra parte, cuando va a la cárcel es una medida coercitiva y de castigo en
pos de su reeducación. En ambos casos está en juego la rehabilitación, la
reinserción social y la peligrosidad de las personas. Nosotros nos
preguntamos cuál es la diferencia entre ir a una cárcel o ir a un hospital
una vez cometido un acto antijudicial.

Consideramos que en ambos casos las personas se encuentran privadas


de libertad y sometidas a ciertas lógicas de encierro, en condiciones
muchas veces que operan en contra de los objetivos propuestos por estas
Instituciones.

Esta interrogante y este cuestionamiento permanecen abiertos a nuevas


indagaciones e investigaciones porque dada la complejidad de la temática
esta investigación apenas contribuye al debate sobre esta problemática
social.

.
Teniendo en cuenta los objetivos
planteados para esta investigación,
consideramos que en alguna medida,
pudimos acercarnos a la concreción de los
mismos: obtuvimos información acerca de
CONCLUSIONES los mecanismos para declarar la
inimputabilidad por trastornos mentales en
los procesos judiciales en nuestro país, y
pudimos realizar la base de datos sobre los
diagnósticos psiquiátricos de las personas
que se encuentran en la Salas de
Seguridad del Hospital Vilardebó.

Consideramos relevante el hecho de que en investigaciones realizadas en


otros países coincidan los resultados acerca de los diagnósticos de las
personas inimputables siendo la psicosis y la esquizofrenia el diagnostico
de prevalencia.

Con este estudio no pretendemos llegar a conclusiones generales porque


consideramos que siendo nuestra temática tan amplia y compleja es
necesario que se continúen realizando nuevas indagaciones y estudios que
permitan seguir profundizando y aportando insumos para indagar los
criterios por los cuales un sujeto es internado en un hospital psiquiátrico y
no recluido en una cárcel en el Uruguay, al cometer un acto delictivo.
NOTAS

1 Clasificación de los trastornos mentales y del comportamiento. Guía de bolsillo de la Clasificación CIE 10. Editorial
Panamericana.
2 Se anexan las tablas de contingencia y las lecturas de las mismas.
3 Entrevista Daniel Larrosa, Director del área pericial de psiquiatría del ITF, 14 de agosto de 2009.
4 Ídem.
5 (subrayado nuestro)
6 Entrevista Daniel Larrosa, Director del área pericial de psiquiatría del ITF, 14 de agosto de 2009
7 (subrayado nuestro)
8 Entrevista Daniel Larrosa, Director del área pericial de psiquiatría del ITF, 14 de agosto de 2009
9 Idem.
10 Idem
11 Entrevista a Mónica Rossi, ex Psicóloga de sala 11 del Hospital Vilardebó, 10 de agosto de 2009.
12 Reunión con el Comité de Ética del Hospital Vilardebó, 27 de abril de 2009.
13 Ma. F. Hegglin “Los enfermos mentales en el derecho penal – Contradicciones y falencias del sistema de medidas de
seguridad” 2006, Editoriales del Puerto: Bs. As. Pág 71.
14 Reunión con Andrea Acosta, Directora del Hospital Vilardebó y Laura Scarlata, Psicóloga. 24 de julio de 2009.
15 Entrevista a Geraldina Pezzani, Psicóloga de sala 16 del Hospital Vilardebó,
16 Idem.
17 Reunión con Andrea Acosta, Directora del Hospital Vilardebó y Laura Scarlata, Psicóloga. 24 de julio de 2009.
18 Reunión con el Comité de Ética del Hospital Vilardebó, 27 de abril de 2009.
19 En el artículo Homicidio y enfermedad mental, los autores Pablo Fielitz Freddy Cardozo plantean: “El hecho de que los
trastornos psicóticos representen un 64.7% de los diagnósticos de Eje I para los homicidas inimputables, no parece
sorprender, siendo un hallazgo coincidente con el de un estudio en Nueva Guinea que estableció: “se encontró que el
trastorno mental severo como la esquizofrenia fue la causa más común de delitos violentos tales como homicidio (…) Por
otra parte, un estudio africano (Barlow K, Grenyer B, Ilkiw-Lavalle O. Prevalence and precipitants of aggression in
psychiatric inpatients units. Aust N Z J Psychiatry 2000; 34(6):967-74) expresa: “los trastornos psiquiátricos más comunes
implicados en varios actos criminales fueron los estados psicóticos fundamentalmente esquizofrenia y estado psicótico
inducido por drogas”.
20 Entrevista a Geraldina Pezzani, Psicóloga de sala 16 del Hospital Vilardebó.
21 Reunión con Andrea Acosta, Directora del Hospital Vilardebó y Laura Scarlata, Psicóloga. 24 de julio de 2009.
22 Entrevista a Mónica Rossi, ex Psicóloga de sala 11 del Hospital Vilardebó, 10 de agosto de 2009.
23 Entrevista Daniel Larrosa, Director del área pericial de psiquiatría del ITF, 14 de agosto de 2009.

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