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En esta Semana Santa entonces tenemos la oportunidad de reflexionar sobre la muerte de

Jesús. Es también una oportunidad única para evaluarnos y preguntarnos a nosotros mismos si
esa muerte en la Cruz nos va a servir a nosotros mismos. Creo con todo mi corazón, con toda
mi mente, y sobre todo por la revelación que Dios mismo nos da al estudiar las Santas
Escrituras, creo que esa muerte de Cristo Jesús en una cruz no nos va a salvar
automáticamente al menos que nosotros tomemos la decisión de seguirle a Jesús. Y seguirle a
Jesús significa que nosotros también vamos a tener que tomar nuestra propia cruz y seguirle por
esa vía dolorosa que vamos a tener en este mundo, un camino difícil en todo el sentido de la
palabra.

Al recibir a Cristo en nuestros corazones, nosotros tomamos la decisión de seguir a Jesús de


verdad, y entonces ese sacrificio que el Hijo de Dios tomó al morir en una cruz entonces si nos
va a salvar de verdad, pues la salvación es personal, no es automática, y la obtenemos solo al
aceptar a Jesús en nuestros corazones, reconociendo que somos pecadores y creyendo que
solo Cristo es el camino. Jesús no es solo “un” camino, sino es “el” camino (Juan 14:
6 y Hechos 4: 12). El único camino a la reconciliación con nuestro Padre Celestial. El único
camino al cielo.

Lastimosamente en casi todos los países o por lo menos el mío es donde se incrementan en
gran manera las muertes de personas que debido al alto consumo de alcohol o drogas se ven
envueltos en diferentes accidentes automovilísticos o situaciones que le llevan a la muerte, los
hospitales se llenan de personas que sufren cualquier clase de percance, las personas
ahogadas en las playas aumentan y así un sinfín de situaciones que lejos de denotar santidad
denota la falta de reconocimiento y temor que el hombre tiene de Dios

Personalmente no celebro una semana especifica como “Semana Santa”, porque desde que
conocí a Cristo he entendido que cada día, que cada semana, que cada mes o cada año tiene
que ser lleno de santidad de mi parte hacia a Dios. Yo no puedo estipular una sola semana para
consagrarme a Dios por lo hermoso que ha sido al dar su vida por mi, al contrario mi vida
debería ser una ofrenda agradable a Dios en mi manera de vivir, demostrando con esto el
agradecimiento que tengo al hecho de que Jesús dio su vida por mi.

Amado hermano, Dios no se merece solo una semana de agradecimiento o de consagración, al


contrario el sacrificio que Jesús hizo por ti deberíamos de recordarlo a diario para evitar caer en
el pecado y pisotear dicho sacrificio. Cada día de nuestra vida tendría que ser una razón mas
para valorar el hecho de vivir en santidad, pues esa es la voluntad de Dios al salvar nuestra vida.

Es momento de reconocer que Dios anhela de mí una vida santa que no tiene que estar sujeta a
una sola semana al año sino que a un modelo de vida que debo seguir tratando de imitar a
Jesús. Te invito a que no dediques solo una semana a buscar de Dios o a tratar de vivir
santamente, sino que cada día que te levantes puedas experimentar la misericordia de Dios y
puedas reconocer que el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario fue tan grande que no te
alcanzaran los días de tu corta vida acá en la tierra para agradecer el precioso acto de amor que
realizo por ti y por mi.

Que cada semana de nuestra vida sea una SEMANA SANTA dirigida especialmente para
nuestro único y suficiente Salvador.

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