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EL MITO DEL VEGETARIANISMO*, por Keith Lockhart**.

Posted in Adventistas / Salud, MENSAJE PRO SALUD,VEGETARIANISMO

En las interesantes reminiscencias de su crecimiento en un hogar adventista en la década de


los 70, Andy Nashcuenta de un almuerzo a la canasta celebrado un sábado en su iglesia. Entre los
concurrentes había una familia no adventista. Deseosos de contribuir al almuerzo, los visitantes
fueron apresuradamente a un Kentucky Fried Chicken cercano y regresaron con un balde grande de
piernas de pollo que depositaron en la mesa común. Los miembros, no sabiendo cómo actuar, al
principio pasaron por alto las presas de pollo y se sirvieron del plato que aparece regularmente en
tales ocasiones entre adventistas: el rollo de pechuga de pavo vegetariano. Entonces, el pastor
local, sin miramientos, se sirvió del jugoso pollo frito. Según se cuenta, un gran silencio se dejó
sentir entre los presentes, "parecido al que precede una avalancha". De pronto, como una sola
persona, todos se apresuraron a servirse del pollo frito. (1)
Puede que sea una anécdota elaborada, pero hace resaltar un falso concepto que perdura en la
iglesia: la idea que los adventistas son vegetarianos. Es un mito que se repite tanto en la
mayoría de las obras de referencia como en el Internet cuando se informa acerca de los
adventistas. La última edición de la Encyclopedia of Christianity dice que los
adventistas "embrace vegetarianism" (han adoptado el vegetarianismo). (2) Un artículo acerca de
la iglesia en la página web Movimientos Religiosos informa que "una grande proporción" de los
adventistas practican el vegetarianismo, y en las páginas cibernéticas sobre comidas en la sección
interactiva de CNN simplemente se afirma que los adventistas del séptimo día "son
vegetarianos". (3)
No es motivo de sorpresa que los no adventistas digan tal cosa cuando la iglesia se empeña en
propagar esa imagen. En un libro que la iglesia preparó para promover el "estilo de vida
adventista" entre los nuevos conversos, se les informa que "muchos adventistas elijen ser
vegetarianos". (4) Un nuevo miembro de iglesia que escribió a la Adventist Review (La revista
adventista) está bajo la impresión que "casi todos los adventistas son vegetarianos", mientras que
la página SDAToday.net declara que "la mayoría de los adventistas son vegetarianos". (5) La
imagen es recalcada por el hecho que en las cafeterías de instituciones adventistas, con la
excepción de hospitales que atienden pacientes no adventistas, sólo se sirve comida
vegetariana.
Un vistazo ligero a la historia del adventismo, sin embargo, revela que, como estilo de vida, el
vegetarianismo nunca obtuvo mayor éxito entre los adventistas. Cuando el doctor John Harvey
Kellogg estudió el progreso de la reforma pro salud en la denominación hasta 1891, encontró que
entre los miembros de iglesia el vegetarianismo prácticamente no existía. Según Kellogg, los
adventistas habían llegado a la conclusión opuesta: "un buen bife de res es necesario para la buena
salud". Además, en las asambleas anuales las casetas de comida ofrecían "carne seca, arenque
ahumado, bacalao, hipogloso ahumado", y "diversos anillos de chorizo". Con obvio desánimo
concede él que, entre "las familias de la denominación, probablemente se pueda encontrar muy
pocas que no se congregan diariamente junto a las ollas de carne". (6)
El sanatorio de Battle Creek, que Kellogg administraba, también servía carne. Un menú del
sanatorio fechado en 1888 ofrece bife de res y cordero asado entre otras cosas. (7) Elena
White, que introdujo el vegetarianismo a la denominación con sus visiones sobre la salud, a
través de los años continuó comiendo venado, pato, pollo, ostras y arenque. (8)
En la última década del siglo diecinueve se hizo un gran esfuerzo por convertir a los adventistas al
vegetarianismo, dirigido principalmente por Kellogg. A comienzos de la década él eliminó las carnes
del menú del sanatorio, y en 1894 Elena White finalmente quitó la carne de su dieta. (9) La
mayoría de los adventistas, sin embargo, decidieron no seguir su ejemplo, inclusive la esposa
de Kellogg.
La Sra. Kellogg, la directora de "una cocina experimental y una escuela de cocina" en el sanatorio
de Battle Creek, publicó un libro de recetas de cocina en 1893. (10) Si bien en la introducción admite
que los ingredientes de origen animal no son "necesarios para el debido mantenimiento de la vida
y la salud vigorosas", una amplia sección está dedicada a la selección, preservación y preparación
de carnes. Muchas recetas informan cómo preparar carne de res, capón, pollo, aves silvestres,
pescados, mariscos, langostas y cangrejos. (11)
La señora Kellogg específicamente omite el cerdo, mucho antes que S. N. Haskell presentara su
interpretación de las leyes levíticas sobre la alimentación en 1903 (el primer adventista que lo
hiciera), y que la iglesia decidiera proscribir las carnes "impuras". (12) La causa del
vegetarianismo fue perdida definitivamente mas tarde en esa década cuando Kellogg, quien
hubiera podido convencer a la iglesia, fue desfraternizado por la denominación en 1907, y
en 1908 el presidente de la Asociación General, A. G. Daniells, se declaró exitosamente en
contra de que el vegetarianismo fuera una prueba de discipulado, a pesar de que la Hna. White
era quien había apoyado la idea. (13)
Lo que produjo ese resultado no fue sólo que el Pastor Daniells, el presidente de la iglesia con el
mayor número de años en ese puesto, era conocido por todos como carnívoro. Aparentemente él
tenía mejor conocimiento que la profetisa de la membresía de la iglesia. Si ella hubiera
prevalecido, y el vegetarianismo se hubiera convertido en un requisito de membresía, una gran
proporción de adventistas, incluyendo algunos altos dirigentes, hubieran sido desfraternizados
inmediatamente.
Uno de los factores que pudo haber militado en contra del vegetarianismo fue que los adventistas,
en su mayoría, eran pobladores del campo. Al comienzo del siglo veinte, muchos adventistas eran
agricultores, y probablemente estaban acostumbrados a comer carne de animales
domésticos. (14) A medida que la proporción de adventistas agricultores menguó, la proporción
de miembros vegetarianos aumentó. Esta tendencia fue reforzada en las décadas de los 20 y
los 30 por adventistas como T. A. Van Gundry, quien elaboró nuevos productos a base de
habichuelas soja, y Jethro Kloss, autor del famoso libro de recetas vegetarianas, Back to Eden
(Retornando al Edén). (15)
Ya para la década de los 40, fábricas adventistas como Loma Linda Foods y Worthington
Foods comenzaron a producir sustancias que imitan a las carnes, facilitando así el abandono
de la carne como alimento por algunos adventistas. (16) Sin embargo, una encuesta de alumnos
de escuelas primarias adventistas en California, realizada en 1958, encontró que sólo un 27 por
ciento practicaban el vegetarianismo. Respondiendo a la demanda que eligieran su plato favorito
en una lista que incluía platos de carne y platos vegetarianos, la mayoría de los niños eligieron el
pollo frito. El plato menos preferido fue la hamburguesa vegetariana. (17)
En la década de los 90, las investigaciones de Monte Sahlin demostraron consistentemente
que sólo un 28 por ciento de los miembros de iglesia son vegetarianos, y sólo un 27 por ciento
consideran que se le debe dar "gran énfasis" al tema. (18) Una encuesta sobre la salud llevada a
cabo entre los delegados a la conferencia general del 2000 reveló que 30 por ciento de ellos
eran vegetarianos, ciertamente un porcentaje muy bajo siendo que se trataba de mayormente
administradores, pastores y otros empleados de la iglesia—en otras palabras, las personas más
comprometidas con la denominación. (19) Entre los miembros de etnias minoritarias los
vegetarianos son aún más escasos. (20) Entre los hispanos, sólo un 7 por ciento de los miembros
adultos se abstienen de las carnes. (21)
Las únicas investigaciones que contradicen estos resultados son el Adventist Mortality Study (AMS,
Estudio de la mortalidad entre los adventistas), que rastreó adventistas en la década de los 60,
y el Adventist Health Study (AHS, Estudio de la salud entre los adventistas), que hizo lo mismo
en las décadas de los 70 y los 80. Estos informan que alrededor del 50 por ciento de la
membresía es vegetariana. (22)
Estos estudios, sin embargo, incluyen en sus resultados a aquellos que comen carne
ocasionalmente. El porcentaje de los que nunca la comen es mucho más bajo—menos del 30
por ciento. (23) Esta cifra, probablemente, todavía es demasiado optimista acerca del número
de vegetarianos en la población adventista alrededor del mundo, puesto que ambos estudios
fueron llevados a cabo entre adventistas blancos con un alto grado de educación académica en
California. Las probabilidades de ser vegetariano son más altas en un adventista blanco, no—
hispano, con una buena educación que en un blanco con menos educación, o un negro o un
hispano no importa su grado de educación.
También hay que tomar en cuenta (aunque probablemente sea difícil demostrarlo con la
información existente) que los vegetarianos estaban más dispuestos a participar voluntariamente
en las encuestas adventistas sobre la salud que los no vegetarianos, y que es posible que el
vegetarianismo sea más común en California que en otras partes.
Por lo tanto, los resultados obtenidos por los estudios de la mortalidad y la salud, que reflejan
el estilo de vida adventista de las décadas de los 60 y los 70, concuerdan con los resultados de
los estudios más recientes y sugieren que los vegetarianos son menos del 30 por ciento. Sin
embargo, dado que las encuestas auspiciadas por la iglesia normalmente incluyen el 60 por
ciento de la membresía que mantiene un contacto firme con la denominación, la proporción
de vegetarianos dentro de la membresía adventista mundial es probablemente aún menor.
En efecto, no hay razones que le hagan a uno pensar que la proporción de vegetarianos dentro
de la iglesia sea más que el 20 por ciento. La proporción de vegetarianos de toda la vida debe
ser aún menor. Más de la mitad de la población adventista consiste de conversos. Si los
adventistas de nacimiento son más propensos a ser vegetarianos que los conversos, pareciera
ser que los adventistas que son vegetarianos por toda la vida no son mas que el 10 por ciento.
Desde la publicación de los resultados del AMS y del AHS ha quedado la impresión, tanto fuera
como dentro de la denominación, que los adventistas gozan de más años de vida que el resto
de la humanidad, y que esto se debe a que los miembros practican el vegetarianismo. La
publicidad dada a la longevidad de los adventistas en Nacional Geographic, citando los resultados
del AHS, es sólo la última expresión de esta relación. (24)
Puede ser que, indudablemente, el vegetarianismo sea beneficioso para el ser humano, pero
siendo que los que participaron en estos estudios no representan fielmente a la población
adventista en general, y que tan pocos adventistas son en verdad vegetarianos, como Gary
Fraser indica en su reciente libro, (25) es muy difícil demostrar la relación de causa y efecto
entre la aparente mayor longevidad de los adventistas y la carencia de carne en sus dietas.
La verdad es que los adventistas no han adoptado el vegetarianismo, y a través de los años
nunca lo hicieron. Muy pocos miembros de la iglesia son vegetarianos. El mundo adventista es
un mundo de carnívoros donde por lo menos de un 70 a un 80 por ciento come carne. La iglesia
come platos vegetarianos sólo en público. Proyecta al mundo una imagen de salud basada en
el vegetarianismo, cuando la gran mayoría de sus miembros no lo practican.
* Articuloextraído de SPECTRUM, revista online de Association of Adventist Forums
(AAF). Traducido por Herold Weiss.
** Keith Lockhart acaba de terminar, con Malcolm Bull, la preparación de la segunda edición de
su libro, Seeking a Sanctuary: Seventh-day Adventism and the American Dream(Buscando un
santuario: El adventismo del séptimo día y el sueño de los norteamericanos). Fue publicado por
Indiana University Press, en el otoño de 2006.
+ Recomiendo leer tambien articulo estractado de National Geographic mencionado. EL SECRETO ADVENTISTA
PARA LA LONGEVIDAD.
Referencias. 1. Andy Nash, Growing Up Adventist: A Fond Look Back at the Church that Taught Me Faith, Love and
Laughter (Creciendo adventista: Una afectuosa mirada retrospective a la iglesia que me enseñó a creer, a amar, y a reir) (Nampa,
Idaho: Pacific Press, 1997), 73-74. 2. John Bowden, ed., Encyclopedia of Christianity (New York:Oxford University Press,
2005),1. 3. religiousmovements.lib.virginia.edu/nrms/sevn.html;
ywww.cnn.com/FOOD/resources/food.for.thought/veggies/vegetarianism.
4. Fannie L. Houck, Beyond Baptism: What the New Believer Should Know About the Adventist Lifestyle (Después del bautismo: Lo
que el recién convertido debe saber acerca del estilo de vida adventista) (Hagerstown, Maryland: Review and Herald, 1987),
69. 5. Ver la sección de preguntas contestadas por Allan R. Handysides and Peter N. Landless en "The Truth of the Matter" (La verdad
de lacuestión) Adventist Review, 24 de abril, 2003, 22; y "Why Be SDA?" ("¿Por qué ser adventista?") en www.sdatoday.net. 6. Boletín
cotidiano de la Conferencia General, 9 de marzo, 1891, 42. 7. Ver la figura 18 en Patsy Gerstner, "The Temple of Health: A Pictorial
History of The Battle Creek Sanitarium" (El templo de la salud: historia fotográfica del sanatorio de Battle Creek), número especial
de Caduceos: A Humanities Journal for Medicine and the Health Sciences 12:2 (1996): 17. 8. Que la profetisa comió de esto está
documentado en Roger W. Coon, Ellen White and Vegetarianism: Did She Practice What She Preached? (Elena White y el
vegetarianismo: practicó ella lo que predicaba?) (Boise, Idaho: Pacific Press, 1986), que también ofrece explicaciones de su
conducta. 9. Gerstner, "Temple of Health", 17, y Ronald L. Numbers, Prophetess of Health: Ellen G. White and the Origins of
Seventh-day Adventist Health Reform (Profetisa de la salud: Elena G. de White y los orígenes de la reforma pro salud de los
adventistas del séptimo día), edición revisada (Knoxville: University of Tennessee Press, 1992), 172. 10. Mrs. E. E. Kellogg, Science
in the Kitchen (La ciencia en la cocina) (Chicago: Modern Medicine, 1893), 3. 11. Ibid., 391, 389–416, 392.
12. Ver Ron Graybill, "The Development of Adventist Thinking on Clean and Unclean Meats" (El desarrollo del pensamiento adventista
sobre las carnes puras e impuras) (E. G. White Estate pamphlet, 1981), 5. Debe notarse que si bien la iglesia aparentemente adoptó
esta legislación al comienzo del siglo pasado, y los adventistas en general la siguen con más determinación que al vegetarianismo,
ésta no forma parte de las creencias fundamentales adoptadas en 1980. 13. Acerca de lo segundo, ver Numbers, Prophetess of
Health, 173–74.
14. Hasta 1930 en muchas regions de los Estados Unidos la mayoría de los adventistas eran agricultores. Ver Walter R. Goldschmidt,
"Class Denominationalism in Rural California Churches" (Denominacionalismo y clases sociales en las iglesias rurales de
California) American Journal of Sociology 49, no. 4 (1944): 348–55.15. Ver Karen Iacobbo y Michael Iacobbo, Vegeterian America: A
History (Norteamérica vegetariana: una historia) (Wesport: Praeger, 2004), 157. 16.La SDA Enciclopedia da información sobre Loma
Linda Foods. En el internet se puede encontrar información sobre la historia del vegetarianismo en la página de la Soyfoods Center,
donde Loma Linda Foods y Worthington Foods aparecen en un capítulo sobre el adventismo. 17. Irma Bachmann Vyhmeister, "A
Survey of Children’s Food Attitudes and Habits in Five Southern California Seventh-day Adventist Schools" (Una investigación de las
actitudes y hábitos alimenticios de los niños en cinco escuelas de la Asociación del Sur de California de los adventistas del séptimo
día) (tésis de maestría, College of Medical Evangelists School of Graduate Studies, 1958), 57, 14, y figura 4. 18. Monte
Sahlin, Trends, Attitudes, and Opinions: The Seventh-day Adventist Church in North America (Tendencias, actitudes y opiniones:
la iglesia adventista del séptimo día en Norteamérica) (Lincoln, Nebr.: Center for Creative Ministry, 1998), 120, 80. 19. "Health
Survey Shows that Adventists Should Practice More of What they Preach" (La encuesta sobre la salud muestra que los adventistas
debieran practicar más lo que predican), Adventist News Network Bulletin, 15 de marzo, 2001. 20. Sahlin, Trends, Attitudes, and
Opinions, 120, y Gary E. Fraser, Diet, Life Expectancy, and Chronic Disease: Studies of Seventh-day Adventists and Other
Vegetarians (La dieta, la expectativa de vida, y las enfermedades crónicas: Estudios de adventistas del séptimo día y otros
vegetarianos) (New York: Oxford University Press, 2003), 15, acerca de los adventistas negros. 21. Johnny Ramírez-Johnson and
Edwin I. Hernández, AVANCE, A Vision for a New Mañana: Report of the Study of the Hispanic Seventh-day Adventist Church in
North America(AVANCE: Resultados del estudio de la iglesia adventista del séptimo día hispana en Norteamérica) (Loma Linda,
Calif.: Loma Linda University Press, 2003), 88. 22. Los resultados del AMS y del AHS pueden verse en Roland L. Phillips, "Role of
Life-style and Dietary Habits in Risk of Cancer among Seventh-day Adventists" (El rol del estilo de vida y los hábitos dietéticos en el
riesgo de cancer entre los adventistas del séptimo día), Cancer Research 35, no. 11 (1975): 3513, y W. Lawrence Beeson, et al.,
“Chronic Disease Among Seventh-day Adventists, A Low-Risk Group” (Enfermedades crónicas entre los adventistas del séptimo día:
un grupo con bajo riesgo), Cancer 64, no.3 (1989): 570. Para más información acerca de cómo fueron diseñados el AMS y el AHS, ver
Fraser, Diet, Life Expectancy, and Chronic Disease, 279–87. 23.Ver tabla 2 en Phillips, "Role of life-style and Dietary Habits," 3514,
y Fraser Diet, Life Expectancy, and Chronic Disease, 12. 24. Dan Buettner, "The Secrets of Long Life" (Los secretos de la
longevidad),National Geographic, Nov. 2005, 22–27. 25. Fraser, Diet, Life Expectancy, and Chronic Disease, 9, 12–13.

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