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HUMBERTO ALVAREZ-MACHAIN
Como un Estado soberano, sólo MEXICO tiene el derecho de determinar qué autoridad ejerce
expresamente poderes gubernamentales en su territorio y ningún otro Estado puede arrogarse
por sí mismo el derecho a realizar actos soberanos más allá de sus fronteras, sin el
consentimiento de aquél. Los principios de igualdad soberana y de integridad territorial de los
Estados, fundamentos de un adecuado orden jurídico internacional, son fundamentales. El
principio fue formulado obligatoria e inequívocamente por este Tribunal (Supremo), con
palabras del Magistrado MARSHALL, en el caso The Schooner Exchange v. McFaddon, que dice:
La jurisdicción de una nación sobre su territorio es necesariamente exclusiva y absoluta.
No es susceptible de ninguna limitación impuesta por nadie. Toda restricción de la
misma, derivada válidamente de una fuente externa, puede implicar una disminución de
su soberanía hasta donde abarque la restricción...
Hay que ver asimismo el art. 2, párrafo 4, de la Carta de las Naciones Unidas, de 26 de Junio,
entre cuyos miembros se hallan MEXICO y EEUU.
Un nacional mexicano, acusado de haber cometido un crimen en suelo mexicano, no debe ser
"inmune" de enjuiciamiento por el hecho de que haya sido conducido a un país extranjero.
Como los ciudadanos y residentes, disfruta de los derechos garantizados por la Constitución, los
tratados y el derecho de MEXICO. Uno de esos derechos es el de ser llevado ante los tribunales
de MEXICO por haber cometido un delito en MEXICO.
II. El secuestro del demandado viola otros tres recientes acuerdos celebrados entre MEXICO y
EEUU.
En primer lugar el Tratado de 1987 de Cooperación y Asistencia Jurídica Mutua expresa en su
Preámbulo el compromiso de ambos Estados de "cooperar en el marco de sus relaciones
amistosas, y de lograr la asistencia jurídica mutua para alcanzar la mejor administración de
justicia en asuntos penales. Además el párrafo 2 del art. 1 de este Tratado añade que este
Tratado no permite que ninguna autoridad de las Partes realice, en la jurisdicción territorial de
la otra, el ejercicio y la ejecución de las funciones o la autoridad exclusivamente confiada a las
autoridades de la otra Parte por su derecho o sus normas nacionales.
Señala en primer lugar que "las consecuencias de este caso pueden tener un profundo efecto en
las relaciones de extradición entre CANADA y EEUU...Los tratados de extradición incorporan
usos de las Naciones civilizadas que rechazan la posición del demandante... CANADA ha
defendido constantemente, mediante correspondencia diplomática y protestas orales, el
argumento de que los secuestros transfronterizos desde CANADA a EEUU constituyen una
violación del Tratado de Extradición entre CANADA y EEUU.
CANADA continuará protestando contra estos secuestros siempre que sucedan y solicitando la
extradición y el enjuiciamiento de los responsables, sean particulares o agentes federales,
estatales o locales...Por esas razones CANADA solicita al Tribunal que reafirme la sentencia del
Tribunal de Apelación" (International Legal Materials 1992, p. 919 y ss.).
Al preparar un Tratado, como al preparar una Ley, se examinan primero sus términos para
después determinar su contenido. El Tratado nada dice de las obligaciones de los EEUU y
MEXICO de impedir las conducciones forzosas desde una localidad del territorio a la otra Nación
ni de las consecuencias derivadas si tal secuestro se produce. El acusado alega el art. 22 (1) del
Tratado que afirma que "se aplicará a los delitos especificados en el art. 2 (incluyendo el
asesinato) cometidos antes y después de la entrada en vigor del Tratado" y ello prueba el
intento de aplicar el tratado a estos delitos. Sin embargo, la conclusión más natural es que el
art. 22 se incluyó para asegurar que el Tratado se aplicase a las extradiciones solicitadas
después de la entrada en vigor del Tratado, sin tener presente cuándo se cometió el delito que
origina la extradición.
La historia de la negociación y de la ejecución del Tratado tampoco sirve para comprobar si las
conducciones ajenas al Tratado constituyen una violación del Tratado.
Por tanto, el lenguaje del Tratado, en su contexto histórico, no confirma la idea de que el
Tratado prohíba las conducciones ajenas a él... El demandado afirma que el Tratado debe ser
interpretado teniendo presente la costumbre internacional y como los secuestros
internacionales "están claramente prohibidos en el Derecho Internacional", no habría razón
alguna para incluir una cláusula de ese tenor en el mismo Tratado. La prohibición internacional
de los secuestros internacionales se prueba también acudiendo a la Carta de las Naciones
Unidas y a la Carta de la Organización de los Estados Americanos. El demandado no argumenta
que dichas fuentes del Derecho Internacional supongan una base independiente para sostener
las afirmaciones jurídicas del demandado según las cuales no puede ser juzgado en los EEUU,
sino que más bien sirven para la interpretación de los términos del Tratado.
El Tribunal de Apelación consideró esencial, para admitir que el acusado tenía derecho según el
Tratado, que el Gobierno extranjero afectado hubiese efectuado una protesta. Ello se deduce
del caso VERDUGO... ("si hay secuestro, debe existir una protesta formal presentada tras el
secuestro por el Gobierno implicado"). El acusado admite que el derecho ejercido por el
individuo deriva del derecho de las Naciones de acuerdo con el tratado, puesto que las Naciones
están autorizadas, a pesar de los términos de un tratado de extradición, a entregar
voluntariamente a un individuo a otro País en términos completamente ajenos a los previstos
en el Tratado. Por tanto, la protesta formal asegura que la Nación "ofendida" objeta
actualmente el secuestro y que en tal caso no ha entregado voluntariamente al individuo para
su procesamiento.
Este argumento, así como los restantes presentados por el acusado, nos parece inadmisible. El
Tratado de Extradición tiene valor jurídico y, si, como afirma el demandado, es de aplicabilidad
directa, de ello se deriva que un tribunal debe aplicarlo sin tener en cuenta el carácter ofensivo
de la práctica de una Nación respecto a otra Nación... Todavía más importante es el hecho de
que ninguno de los argumentos de Derecho Internacional aducidos por el demandado se refiere
a la práctica de las Naciones relativa a los tratados de extradición... El demandado se vale del
argumento de que el Tratado actúa como una prohibición contra la violación de un principio
general del Derecho Internacional según el cual ningún gobierno puede "ejercer su poder
gubernativo en el territorio de otro Estado". Existen muchas acciones que pueden ser realizadas
por una Nación que pueden violar este principio, pero no puede afirmarse con seriedad que una
invasión de los EEUU por MEXICO pueda violar los términos del Tratado de Extradición entre las
dos Naciones.
Los principios generales citados por el demandado no llegan a persuadirnos de que debamos
deducir del Tratado de Extradición entre EEUU y MEXICO la existencia de una cláusula que
prohíba los secuestros internacionales.
El demandado y sus amici defienden correctamente que el secuestro tuvo efectos de "shock"...y
que se realizó en violación de los principios generales del Derecho Internacional. MEXICO
protestó por la vía diplomática por el secuestro del demandado... pero la decisión de si el
demandado debe ser devuelto a MEXICO es una cuestión ajena al Tratado, es una cuestión del
Poder Ejecutivo. Por todo ello concluimos que el secuestro del demandado no ha violado el
Tratado de Extradición entre EEUU y MEXICO... El hecho de que el demandado haya sido
secuestrado no impide su enjuiciamiento por un tribunal de los EEUU, por la violación del
Derecho Penal de los EEUU.
Por tanto se anula la sentencia del Tribunal de Apelación y se devuelve el caso para posteriores
actuaciones conformes con esta sentencia. Así se ordena".
A la sentencia se añade el voto particular firmado por tres magistrados del Tribunal Supremo
estadounidense (International Legal Materials 1992, p. 909 y ss.).
"La decisión adoptada en el caso Alvarez-Machaín no constituye una "luz verde" para
cualesquiera esfuerzos para asegurar la custodia de personas en el extranjero sin tener
presentes los tratados internacionales de extradición, el derecho de los Estados extranjeros o el
Derecho Internacional o la coordinación con el Departamento de Justicia. Es política del
Departamento el realizar todos los esfuerzos para asegurar la custodia de personas fuera de
EEUU para lo cual el tipo de rendición utilizado en el caso Alvarez-Machaín debe ser aprobado
previamente por el Departamento de Justicia de Washington..." (International Legal Materials
1993, p. 277).
6. Opinión Jurídica del COMITE JURIDICO INTERAMERICANO sobre el caso EEUU c. ALVAREZ-
MACHAIN.
El 15 de Agosto de 1992 el COMITE JURIDICO INTERAMERICANO (órgano de la Organización de
los Estados Americanos -OEA-) emitía su Resolución II-15/92, dirigiéndola al CONSEJO
PERMANENTE DE LA OEA; la Resolución u Opinión Jurídica fue adoptada por 9 votos a favor y
una abstención.
En ella el COMITE JURIDICO INTERAMERICANO "considera... que el secuestro en cuestión es una
seria violación del Derecho Internacional Público puesto que es una transgresión de la soberanía
territorial de MEXICO".
Señalaba asimismo que deben concederse las oportunas reparaciones "de acuerdo con las
normas que regulan la responsabilidad del Estado en el Derecho Internacional"; también
advertía que debía producirse la repatriación de ALVAREZ-MACHAIN a MEXICO.