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INTRODUCCIÓN
Si se hace un recuento de cómo se ha desarrollado la Teología, se debería decir que el contexto
define mucho de lo que esta elabora [1]. En alguna época de la historia de la Teología, se
prefería los lugares apartados para elaborarla, pues se creía en un dualismo, que separaba lo
mundano de lo santo. En tal época, la vida monástica se mostró como privilegiada. Pero
afortunadamente ese enfoque no se mantuvo y poco a poco se fue abriendo la Teología a ser
más participativa, es así como se llega a compartir la contemplación con la predicación,
situación que llevó al teólogo a mantener una vida tanto de contemplación como de parte
activa en la comunidad. Pero este proceso de salir de la Teología hacia el pueblo y hacia los
otros, no se quedó hasta ese estadio, sino que prosiguió hasta que se lograra, por ejemplo, el
valor religioso de lo cotidiano y de la acción del creyente en el mundo [2]. Se puede decir
que en este movimiento hacia fuera, la Teología de la Liberación(TDL) viene a ser como un
climax, pues con ella la Teología se vuelca hacia la gente. La TDL es una que surge desde el
hombre y es para el hombre mismo, pero ello no debería desprestigiarla, ni ponerla en un
lugar inferior a otros acercamientos teológicos, bien dijo Barth: “el hombre es la medida de
todas las cosas, desde que Dios se hizo hombre” [3].
Si se quisiera hablar de un origen de la TDL, se tendría que decir que desde la misma
evangelización en América, se presentaron personajes que demandaron que a los conquistados
no se les tratara como animales [4]; además lo que hicieron los conquistadores con la riqueza
de la tierra americana llevo a que la gente se quedara con los residuos de la explotación y la
pobreza apareció para acompañarnos por los siglos. Por supuesto, esta inicial y continúa
desigualdad en la que vivimos, no es el fruto de un único evento como lo es la colonización,
también debemos considerar que para que la TDL se diera, se presentaron otros factores que
desencadenaron una manera diferente de acercarse al oprimido. En este punto es importante
recalcar dos aspectos para el surgimiento de la TDL, por un lado, el ver la situación de
desigualdad e indefensión en la que viven la mayoría de los habitantes de la América Latina;
allí se empezó a pensar más a conciencia sobre el pobre, el oprimido, el dejado de la sociedad,
aquel que está inmerso en las cadenas de miseria interminables; el pobre, el desvalido socio-
económico, sin llevarlo al plano espiritual de la pobreza. La Teología debía reaccionar ante tal
situación, porque son los pobres los que van a la Iglesia buscando salvación a su problema, y
esa vida eclesial particular llega a ser el lugar teológico [5]. Por otro lado, la TDL necesitaba
de una filosofía mediadora, una que le permitiera plantear la problemática, por eso el marxismo
llega a ser esa herramienta; si bien se ha criticado este uso, también es claro que tanto la
TDL como el marxismo se centran en la praxis [6] y además leen la realidad de una mejor
forma [7].
Con referencia al marxismo es importante aclarar, que la TDL no lo usa de una forma completa,
sino que siempre es usado “… a partir y en función de los pobres” [8], es un instrumento y no
se debe pretender que el marxista analice al pobre sino que suceda lo contrario [9]. Si se
mira el pensamiento de Marx se pueden extractar algunas ideas que encuentran eco en la TDL:
- creía que los problemas del hombre son el resultado directo de la explotación de clases, de
hecho Marx condena el sistema capitalista, maestro de la desigualdad, diciendo que nunca el
hombre será feliz en este sistema – la alienación causada por el sistema no va durar para
siempre, llegará el día en que los oprimidos, se levantarán contra la burguesía opresora, y en
lugar de dicha desigualdad se establecerá una sociedad armoniosa en la que habrá igualdad
para todos [10]. La TDL sí ve al oprimido y también reconoce que en un momento la
liberación llegará al hombre; por supuesto, se reconocen los factores económicos que causan
la división entre clases, pero Marx será el compañero no el guía, pues la TDL no es materialista,
ni ateísta [11].
Si bien, el marxismo y el contexto latinoamericano son puntos de referencia para el desarrollo
de la TDL, no se pueden dejar de mencionar algunos teólogos europeos que son influyentes
en esta: - Jurgen Moltmann, quien sugirió que la venida del reino da a la iglesia una visión de
una sociedad transformada contraria a una visión netamente privada, - Johannes Baptist Metz,
quien enfatizó que la fe tiene una dimensión política y que la iglesia debe tener un papel de
critico social, - Dietrich Bonhoeffer, quien resaltó la responsabilidad hacia el otro y mostró que
el mundo debe verse desde abajo, desde el pobre y oprimido [12].
Como se ha podido observar en este introito, la TDL está ligada al contexto social real, a lo
que la gente vive y por lo que la gente lucha; también la TDL es una Teología que se levanta
desde la América Latina, pues es en esta región del mundo en donde se observan las grandes
brechas sociales y la dificultad de franquearlas. También se resalta que la TDL usó el
marxismo como instrumento [13] para elaborar sus postulados, pues tenían algunas cosas en
común. Son suficientes estas líneas para poner al lector en el contexto de la TDL, pero ahora
se quiere resaltar es la metodología usada.
EL MÉTODO
La TDL es una que arranca de la praxis [14] y termina en la praxis para desarrollar un ciclo
claro, pero es relevante observar cómo es que procede. Antes de presentar el método, es
importante mencionar el objeto y sujeto de esta teología, quien es el pobre.
El pobre es aquella persona que está en condiciones sociales y económicas que le dificultan la
vida y lo hacen sentir desprotegido y necesitado; este concepto de pobre se puede ampliar o
mirar cuando en Latinoamérica se habla del negro, del indio, de la mujer, del discriminado, del
sojuzgado, etc. Boff [15] anota que la opresión no económica puede aumentar la presión
socio-económica, con esto quiere decir que ciertas características del pobre como el hecho de
ser negro, indio, etc. aumentan las posibilidades de que su vida sea más pobre, esto es típico
en Latinoamérica en donde hay opresión racial, étnica y sexual. Cabe resaltar que
Boff [16] dice que la visión cristiana del pobre es mucho más y que lo que la TDL hace, es
precisamente poner en claro lo que los pobres son.
Al problema del pobre se le han tratado de dar varias explicaciones que se entrarán a
mencionar: - por un lado existen pobres porque la pobreza es como un vicio, esta es la
explicación empirista. Se dice que el pobre llegó a ese estado por indulgencia o ignorancia, su
solución estaría en dar limosnas o realizar campañas de ayuda. La dificultad de considerar al
pobre como tal, hace que no se le considere de forma colectiva. – la otra explicación que se le
da para entender al pobre es la llamada funcionalista que ve la pobreza como atraso, esta es
una manera de ver al pobre desde la clase burguesa que creen que el problema es sólo
económico. Para ellos, llegar al progreso haría que el hambre desapareciera. Puede que
considere al pobre en colectivo pero no mira lo conflictivo. – en la explicación dialéctica, la
pobreza es vista como fruto de la opresión y como resultado de la organización económica
social, el capital está en unos pocos mientras que el trabajo está en muchos. La pobreza es
vista colectivamente y se puede superar esta mediante un sistema social alternativo que se
puede lograr por medio de la revolución [17]
Con el entendimiento de quién es el pobre y de que este es el objeto de la TDL, y que la TDL es
una que arranca de la praxis y va a la praxis, es importante resaltar que la TDL presenta en
un primer momento la misma liberación, es viviendo la fe en compromisos liberadores que se
inicia el proceso, por eso en la TDL es pertinente no sólo hablar de lo práctico sino vivirlo, si
no se entra a participar de ella, el teólogo puede mencionar las palabras: pobre, pobreza,
liberación, opresión, etc. como simples palabras que no reflejan la realidad. Así que la
TDL además de ser una nueva teología es primeramente una nueva manera de ser teólogo;
este ahora entra en contacto con la comunidad, viviendo su fe, su lucha y participando de las
acciones liberadoras al lado de la comunidad. Si bien, no siempre el teólogo de la liberación
está inmerso en la misma comunidad, si es absolutamente indispensable que tenga un
contacto permanente con esta en su trabajo pastoral [18]
De acuerdo a Boff [19], la TDL se desarrolla en los tres momentos que corresponden a los
mismos estadios que presenta el método pastoral, a saber: ver, juzgar y obrar. Para
desarrollar el método se hace necesario algunas mediaciones.
- Mediación Socio-analítica
Debido a que la TDL arranca de la praxis, la mediación socio-analítica surge como una
necesidad básica del desarrollo teológico [20]. Si bien, esta mediación es necesaria se debe
tener en cuenta algunas dificultades que se pueden hallar en el camino de esta
mediación. Velez [21] inicia la discusión al respecto mencionando el empirismo, con ello se
indica que de alguna forma se lograría mantener el contacto con la realidad pero sin mediación,
lo cual no es correcto. La TDL puede que trabaje con la praxis pero necesita la mediación de
las ciencias sociales para entender cómo está esa praxis. Igualmente Velez [22] sostiene
que un segundo problema que sale a la luz con el uso de esta mediación es el purismo
metodológico, de esa forma la Teología no desea usar mediaciones para acercarse a la lectura
de la realidad; es claro que lo básico en la Teología como lo son los conceptos de fe y
revelación, son propios de la misma disciplina, sin embargo, es imposible negar el
conocimiento que de otras áreas del conocimiento tienen otras ciencias y disciplinas. Otra
dificultad es el teologismo, queriendo indicar con esto que la Teología tiene la verdadera y
única forma de leer la realidad; a este mismo concepto de teologismo, Suarez [23] lo llama,
dogmatismo queriendo con ello decir que la Teología lo sabe todo. Otra traba puede ser la
mezcla semántica, con ello se recibe sin crítica lo que viene de lo social, por lo que se presenta
algo teológico con algunas referencias sociales [24]. En estas dificultades que pueden surgir
con la mediación socio-analítica Boff [25] menciona que puede convertirse en una simple
mediación científica y que no contempla toda la variedad de grupos y de estados que tiene la
pobreza.
Para entonces usar la mediación socio-analítica se debe prestar atención a evitar que la
Teología asuma una función de opacar a las ciencias sociales, con ello se quiere permitir que
las ciencias sociales asuman el papel protagónico en esta mediación. Por otro lado, si se recibe
todo lo que las ciencias sociales dicen sin ponerles un filtro se puede caer en el error que todo
lo que ellas digan es lo que se debe seguir. La lectura que hace el marxismo de la realidad,
ayudará mucho en este momento, sin embargo, recibir todo lo que este dice de la realidad sin
filtrar la información, no permitiría un desarrollo teológico adecuado [26].
En esta mediación se debe entender el por qué de la opresión, cuáles son las fuentes de la
opresión, cómo se comportan los oprimidos frente a la opresión, en dónde y cómo
viven. También es importante observar lo que los pobres han hecho históricamente para lograr
su liberación; no se pueden olvidar los momentos o la planeación de momentos liberadores
del pasado, todo ello puede ayudar al teólogo a conocer mejor la situación actual del
oprimido [27].
- Mediación Hermenéutica
Este es el paso netamente teológico de esta TDL: usando la Biblia se lee la realidad [28]. Si
se conoce al pobre y se ha analizado su situación, se debe ir a la Biblia con el propósito de
encontrar en ella las respuestas a las problemáticas que la sociedad está planteando; por esto
el teólogo debe leer la Biblia con las gafas de la opresión, buscando en la revelación de Dios
cómo se puede subsanar el hecho opresor-oprimido. Se podría criticar a la TDL de ser sesgada
en su acercamiento bíblico, pero lo que debe quedar claro es que para la situación de pobreza
y opresión que vive Latinoamérica, sí es la lectura privilegiada; de hecho en la Biblia se
muestra a Dios como uno que es de los pobres, es el abogado de los necesitados, se cuentan
las historias de la liberación de los pueblos oprimidos, de la derrota de los opresores y se
plantea una nueva sociedad futura llena de equidad [29]. De hecho, el documento de la
Pontificia Comisión Bíblica, titulado “La interpretación de la Bibliaen la Iglesia” al referirse al
acercamiento de la TDL dice:
Dios está presente en la historia de su pueblo para salvarlo. Es el Dios de los pobres, que no
puede tolerar la opresión ni la injusticia.
Por ello, la exégesis no puede ser neutra, sino que siguiendo a Dios, debe tomar parte por los
pobres y comprometerse en el combate por la liberación de los oprimidos.
La participación en este combate permite precisamente hacer aparecer los sentidos que no se
descubren sino cuando los textos bíblicos son leídos en un contexto de solidaridad efectiva con
los oprimidos [30].
La lectura de la Biblia desde esta óptica hace que se revelen aquellos eventos y acciones
liberadoras, que al ponerlas en nuestro contexto son un acicate para la liberación de los
oprimidos. Por supuesto, está lectura debe motivar a la aplicación de lo observado, de nada
servirá leer la Biblia sólo como un grupo de historias en el papel. Si lo que se quiere es liberar,
lo que se tiene que hacer es poner esas historias en el contexto actual. De igual forma, esto
debe llevar a un cambio, a una transformación, no sólo de las personas, sino de las
circunstancias en que viven [31].
También se debe resaltar que hay historias bíblicas y libros en la Biblia que son marcadamente
preferidos en esta lectura. Es relevante mencionar el contexto de opresión en el tiempo en
que Cristo estuvo en la tierra, los agentes opresores que le llevaron a la muerte; de igual
forma el libro del Exodo, que muestra cómo se maltrataba a un pueblo esclavizado pero
también cómo fue liberado. Por su parte los profetas son otros libros que también levantan la
voz a favor de los menos favorecidos, declarando la inconsistencia entre una vida religiosa y
un comportamiento opresor entre unos y otros. Por supuesto, los evangelios y los Hechos de
los apóstoles son, igualmente, libros de preferencia en la mediación hermenéutica que hace la
TDL; no podemos olvidar como por un lado se muestra el mensaje del reino de Dios, reino de
igualdad y justicia y también una comunidad naciente de la iglesia que muestra la libertad en
su forma de vida. Finalmente, el libro del Apocalipsis ya que en este a manera de metáforas
se presentan a los grandes opresores históricos del pueblo de Dios y como se ha dado una
pelea constante por parte del pueblo de Dios para su liberación [32].
Los riesgos que presenta esta mediación hermenéutica saltan a la vista; por un lado, una
acción centrada en la restauración de orden terreno puede llevar a olvidar que también existe
“… una dimensión escatológica trascendente de la Escritura”[33]. A este respecto
Cely [34] citando a Gutierrez dice que la liberación socio política es un logró humano y es una
manifestación del reino de Dios, de esa forma si la liberación no llega, el reino de Dios también
se trunca, lo cual no es cierto porque se olvida que el reino de Dios está más allá de lo
simplemente terrenal. Igualmente, con esta mediación, existe el riesgo de olvidar de muchas
cuestiones históricas, ya que la gente no sólo fue a Dios por la situación política en que vivían,
sino que otros factores influyeron, de hecho, la obra divina se ve como privilegiadamente
acción de liberación de una situación de pobreza y opresión y no se ve lo trascendente de esa
acción divina [35].
- Mediación Práctica
Como se ha anotado, la TDL es una que arranca con la praxis, pero no serviría de nada si no
se llevará a la praxis todo lo que se ha analizado. Todo este momento práctico tiene como
foco central la fe. No obstante, el hecho de arrancar y de terminar en la praxis, no implica
que la TDL no incluya momentos de “… contemplación y profunda gratitud” [36], de esa
forma la TDLtiene un movimiento desde lo completamente público en las plazas y también
público al interior de los templos, de allí se celebra y se reflexiona para salir nuevamente a las
plazas, ahora con la fuerza de lo divino [37].
Si bien, lo práctico puede parecer un tanto fácil, realmente se deben tener en cuenta algunos
aspectos para que en verdad sea efectiva, Boff [38] pone seis cosas de relieve al proceder,
ellos son:
Lo que sea históricamente viable, es posible que se crean ideas que suenen llamativas pero
que no se pueden realizar, se debe evitar lo utópico, lo que sólo aparece en el papel y en la
cabeza de muchos, por eso se debe mirar la historia y leer en ellos procesos que se han
llevado a cabo y cómo se hicieron; por supuesto, eso no quiere decir que no se pueda
innovar al actuar sino que se debe tener cuidado al hacerlo.
Definir estrategias y tácticas, en este punto se debe evitar las confrontaciones que lleven a la
aparición de lo violento; se debe optar por los medios de presión pacífica en ellas aparecen
las huelgas, marchas y diversas manifestaciones públicas que indiquen las razones de la
protesta.
Unir las pequeñas acciones al sistema liberador, es importante mirar lo que están haciendo
diferentes partes del grupo de oprimidos para que se creen uniones con toda la masa del
pobre y así tener una sola fuerza liberadora. Algunas veces es necesario transformar las
pequeñas acciones para que la unión sea dada en mejor forma.
Tomar las ideas y unirse, de ser posible, a otras fuerzas históricas que ya se encuentren en
la sociedad, pues esta tiene movimientos que tienen similitudes en el modo de pensar de la
TDL, así pues que es necesario unirse para crear un solo frente común liberador.
Es importante que en todo el proceso de acción que se haga, no se descuide la ética de lo
que se hace, y tampoco el hecho de que debe ser evangélica.
También debe haber un discurso que lleve a la acción, el discurso debe ser “… puente entre
la decisión y ejecución” [39]
METODO PASTORAL
Habiendo ya revisado el método con sus mediaciones correspondientes, en este momento es
importante explicitar que la TDLtiene también una manera de hacerse desde lo pastoral y
desde lo popular. Si bien, es claro que el teólogo de la liberación no puede hacer teología si
no está impregnado del pueblo, también es claro que no todos están igualmente imbuidos en
la comunidad. El teólogo profesional mantiene su elaborado vocabulario y presentación de
resultados investigativos, por supuesto sin descuido de su foco de atención, pero el teólogo
pastoral es como un eslabón entre lo que se genera a nivel profesional y lo que está sucediendo
en la comunidad; por su parte el teólogo popular está mucho más dado a la praxis, inmerso
en las comunidades y poniendo en acción todo lo que venga desde lo profesional o
pastoral [40]. En el siguiente cuadro Boff [41] presenta algunas diferencias:
BIBLIOGRAFÍA
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