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■■
¿"'«¡OTICA
POR
F. J. Y. BROMAIS.
TRADUCIDAS AL CASTELLANO
por V. Slgücnza y H. D. Valero.
CURSO DE FRENOLOGIA.
12 de abril de 1836.
-
22 curso
timulado , hace mover , ya sea por los nervios que le
son propios, ya por los de¿su prolongacion en el raquis»
diversos órganos, cuyos tejidos difieren entre si; y aten
diendo á esta diversidad los movimientos pueden dividirse
en dos órdenes.
Los primeros movimientos se ejecutan en los órga-
nos interiores. Todos saben que las afecciones morales
producen comunmente estos efectos; causan latidos en
el corazon ; ocasionan sensaciones en las visceras; desar
reglan el acto de la dijestion; obran sobre los órganos se
cretorios que forman el aparato jenital del hombre, y
tienen una influencia notable sobre los escretorios de la
bilis , del residuo de la dijestion£&c. &c.
Cosa supérflua seria, entrar aqui en pormenores
mas estensos sobre un objeto conocido, y que no puede
dar materia á contestaciones.
Los movimientos de segundo órdenjson los ejecu
tados por los músculos. Basta anunciarlos para que los
comprendais, siendo una cosa molesta hablar de esto á
oyentes instruidos en anatomia , como supongo que lo
son los quejtengo el honor de que me escuchen.
He aqui señores , las bases sobre que está fundada
la Frenolojia: por una partelo son los centros nerviosos,
colocados bajo las cubiertas sólidas del cráneo y el raquis;
por otra lo son las funciones de estos centros, divisibles
en cuatro órdenes. La anatomia y la fisiolójia serán el
objeto de nuestros estudios. Las funciones cerebrales
serán consideradas por nosotros, como lo son cen este
recinto todas las funciones orgánicas.),Noabandonarémos
á los metafisicos una parte de nuestro dominio , como
DE FU ENOLOGIA. 23
se ha hecho hasta el establecimiento de la Frenolójia.
No os vereis pues cercados de las nubes que oscurecen
el campo de la psicolojia, en que todo es vago/ solo ten
dremos que ocuparnos de hechos , de cuja autenticidad
podrá asegurarse toda persona bien organizada. La dis
tincion, pues, de las funciones del cerebro , que era ne
cesario esponeros sumariamente para daros á conocer la
comprension de la Frenolójia, se ha establecido entestos
últimos tiempos, yces el resultado de los progresos del
espiritu humano. Debiendo interesaros un bosquejo de
esta perfeccion de la razon , procuraré trazarlo rápida
mente á vuestra vista, y seguir un camino, que nos
conducirá á un sistema de conocimientos, objeto de es
tas lecciones. En tiempo que la anatomia y la fisiolojia
no se habian cultivado con la brillantez que hoy, cuando
el hombre juzgaba su moral por la impresion que los
objetos esteriores hacian en él, y por su voluntad, no se
dividian las facultades intelectuales mas que en dos ór
denes; entendimiento y voluntad. El entendimiento era
la facultad ó capacidad de recibir, ideas , recordarlas,
combinarlas , juzgar y razonar &c. La voluntad era la
facultad ó capacidad de ser afectada , agradable ó desa
gradablemente, desear, querer y obrar en consecuencia.
Esta distincion ha bastado por largo tiempo para satis
facer al mayor número de los filósofos. Los dogmas que
datan de tiempos antiguos en cierto modo parecen sa
grados, y son. venerados en los siglos posteriores.
Este respeto esplica, por qué el nacimiento de la fi
siolojia del cerebro ha sido tan tardio. Hubo sin embargo
en la ímligüedad un presentimiento de la diferencia que
24 cüBso
hoy percibimos entre las funciones cerebrales. El im
perio de la voluntad , que es notable por ser obedecido
ron la rapidez del relámpago, fijó la meditacion. Se
quiere levantar el brazo , se levanta ; se quiere dirijir
el pensamiento á un objeto , al momento es dirijido ; se
le quiere al contrario separar de este objeto, en el ins
tante toma otra direccion. ¿Quién pudiera reconocer en
esta época cosa alguna del resorte de la materia? Nadie.
Entonces se supuso un ser inmaterial que mandaba la
materia , y este soberano se llamó espiritu , alma, ó
psyché. Habiendo los hombres adquirido los principios
¡inalómieos , se percibió que el principio inmaterial re
sidia en el cerebro. Una observacion bien concluyente
vastaba para demostrarlo: cortada la cabeza, el alma per
dia todos sus derechos, la condicion de la causa primera
de donde deriva la voluntad se manifestaba por este solo
hecho con demasiada evidencia para quedar descono
cida. Sin embargo , habia órganos cuya accion debia ser
desde entonces observada; se advirtió que las facul
tades intelectuales podian hasta cierto modo ser dise
cadas y aisladas. Asi, faltando un órgano, desaparecia
con él una série de ideas, y se reconocia una imperfec
cion en la intelijencia ; fue menester entonces admitir
sentidos, que vinieron á ser los ministros del alma, co-
locnda en el cerebro. Ved aqui una primera division es
tablecida, un soberano y sus ministros. El espiritu, que
se hnbia reconocido, llegó a ser objeto de largas diserta
ciones, y los órganos cuya importancia debian revelar los
sentidos, se olvidaron. Fácilmente se observa que las
ideas intelectuales son diferentes , poique los hombres
DE FRENOLOGIA. 25
no se parecen. Cómo pueden comunicarse sus ideas,
dijo uno á otro; yo siento de este modo, tu de otro
diverso, y nuestro veciuo difiere de entrambos. Con
arreglo á estas observaciones se dividieron y subdividie-
ron las operaciones del espiritu, llegando á establecer
mas facultades, siempre independientes de los órganos. "
Los filósofos griegos que probablemente habian re
cibido comunicaciones de Oriente, pasaron mas adelan
te sus investigaciones; queriendo dar parte en las ideas
al cerebro y á los sentidos, consideraron á aquellas
como ocasionadas por estos, y se admitió una opera
cion del cerebro sobre ellas. Vino Platon, y dijo «Las
ideas son todo, forman el universo entero, provienen
de Dios, él las ha ordenado y son el modelo del con
junto de la creacion.» ¡Qué concepto del espiritu hu
mano! ¡Admiraos, señoresl Las ideas, que habian veni
do por los sentidos se trasformaron en tipos de cuerpos,
y se pretendió que ecsistian en la eternidad en el seno
de Dios y que las habia despues realizado, formando
tos objetos sobre su modelo. Pero ^stas consideraciones
nos separarian de nuestro objeto, si nos abandonáramos
á ellas demasiado; no debemos considerar las ideas sino
con relacion á las funciones del cerebro. Ahora bien,
conteniéndonos en estos limites advertimos que á los
ojos de Platon , las ideas fueron el fenómeno princi
pal, que residian en el cerebro, y que eran innatas. Cuan
do el hombre tsreia recibirlas de la impresion de les
objetos esteriores , no tenia mas que su reminiscencia.
Aristóteles, discipulo de Platon , declaró que las ¡deas
admitidas por su maestro, eran anteriores á todo cono
26 curso
cimiento, pero que no eran innatas, que llegaban por
los sentidos que las imprimian á la inteligencia, que
compara á una tabla rasa de cera, por egemplo, ó á una
hoja de impresion que recibe los caracteres aplicados
sobre ella. Esta teoria , aunque clara en apariencia, no
satisfizo: el mismo Aristóteles se vió, precisado á admitir
pasiones, tormentas venidas del esterior, que desarre
glaban el órden de las impresiones que se hacian sobre
su tabla rasa.
Los platónicos no se contentaron con esto, recono
cieron que con las mismas ideas, todos los hombres
no obran del mismo modo. Fué pues menester conve
nir, desde estos tiempos tan antiguos, que habia al
guna cosa oculta anterior á las ideas, una disposicion
innata ha hacer de ellas tal ó cual uso, mas bien que
otro. La observacion era fundada. ¿No es verdad? ¿Cuál
fue su resultado? ¿dónde se colocó esta disposicion in
nata? Todavia la colocaron vagamente en el espiritu los
sectarios de Platon, poro en el espiritu que residia en
el cerebro, con arreglo á otras miras de Aristóteles»
que espondrémos al tratar de la historia de la Fre
nologia.
Ved ahi señores , el origen de los sentimientos, de
los instintos.
Estas primeras nociones sobre las ideas son abstrac
tas; pueden repugnar á muchos de vosotros; sin em
bargo, el asunto que las sugiere no debe,ser indiferen
te á los médicos. Nada debe serles estraño, pues que
todo es relativo al hombre, y porque en la sociedad son
consultados con preferencia , y se decide por sus juicios
DE FRENOLOGIA. 27
en un gran número de pleitos. Por lo demas, este asunto
tiene intima relacion con la filosofia, principalmente
con la lógica. Estoy por lo tanto obligado á suplir aqu¡
á un curso de filosofia , fundado sobre la Frenologia, que
no puede aun ecsistir, porque no se comprende toda su
importancia, pero que probablemente ecsistirá mas tar
de, y yo me felicitaré de haber contribuido á su esta
blecimiento en nuestras escuelas.
Hace tiempo que os estoy hablando sobre las ideas
sin fijar el sentido de esta palabra que me propongo
esplicar.
La palabra idea significa literalmente en griego ima
gen: el origen de las ideas se debe á la observacion. El
hombre despues de haber visto un objeto, separando su
vista de él, advirtió que aun creia percibirle, y aun te
nia la facultad de representarle con sus colores y for
mas, por la pintura, dibujo y escultura. De aqui con
cluyó que tenia en su espiritu (no se trataba enton
ces del cerebro) imágenes de los cuerpos. He aqui la
tabla rasa de Aristóteles, segun el cual, las imágenes
de los cuerpos se imprimen en el espiritu , como en una
tabla de cera ; y he aqur la accion de*las ideas sobre
el espiritu , sustituido al cerebro, y esta accion compa
rada al buril. Asi el hombre se ve siempre precisado á
buscar objetos materiales de comparacion, cuando quie
re tratar lo que cree espiritual. Pero en resumen ¿qué
son estas imágenes ó ideas ? Son en realidad resultarios
de la accion de los cuerpos sobre el cerebro , otra sus
tancia material, por intermedio de los sentidos. Espe
ro demostraros mas adelante que las ideas de los psi-
28 . curso
cólogos mas sutiles, nó son de otra calidad. El mismo
Platon tomó sus modelos en esta clase de acciones,
cuando pretendió que las imágenes habian sido creadas
anticipadamente, puesto que los cuerpos habian sido
formados con arreglo á estos modelos. Con efecto, debia
tener en consideracion modelos semejantes á los que
hacen los escultores en pequeño, antes de los trabajos
que se proponen egecutar en grande. Como todas las
ideas se refieren á ecsistencias materiales, se puede
formar esta congetura. Pero, por otra parte, los filó
sofos, habiendo advertido en si impulsos indefinidos que
dirigian sus acciones, ya hácia un objeto, ya hácia otro,
llamaron á estas fuerzas desconocidas, ideas, y las con
sideraron como innatas. Compararon estas con las que
les habian servido para esplicar los fenómenos intelec
tuales, y asi, el amor , la aversion, el odio y todas las
pasiones, gustos, etc., fueron comprendidas bajo el
nombre de ideas; y comparadas á las pretendidas imá
genes de los cuerpos. Entonces nació la teoria de las
ideas innatas. En efecto, no hay en el mundo este-
rior ni ódio, ni amor, ni aversion, ni afectos, repug
nancia ó gusto "^)or tal cosa, compasion, admiracion
por la virtud, ó lo bello, ni repugnancia, aversion, ó in
clinacion hácia el crimen. Los hechos que representan
estas denominaciones son fenómenos nerviosos, que no
tienen ecsistencia material en la naturaleza; no hay
cuerpos que puedan servirles de término de compara
cion. Sin embargo, la palabra idea se adoptó por desig"
narlos: se aceptó la idea de asesinato, de amor, de aiw-
sion, en fin todo fue ¡deificado. He aqui una gran con
DE FRENOLOGIA. 29
fusion; para evitarla, se distinguieron las ideas inma
teriales de las que tienen relacion con la materia por
el epitelo de innatas, de que hemos hecho mencion.
Ahora podeis concebir las ideas de los antiguos; sa
beis que comprendian bajo una misma denominacion las
impresiones hechas por los cuerpos, las inclinaciones,
los instintos, los sentimientos y los actos de la inteli
gencia, cuya situacion corresponde á las diversas regio
nes del cerebro , que os he indicado. Comprendeis cómo
se ha podido disputar en las escuelas por muchos siglos
sobre esta teoria confusa: unos pretendian que todas las
ideas eran sugeridas por los sentidos, porque solo aten
dian á las pretendidas imágenes de los cuerpos; otios
sostenian que no habia ideas innatas, porque no tenian
en consideracion masque las inclinaciones ó afectos, á
que habian dado importunamente el nombre de ideas.
Si me habeis comprendido, debeis ya preveer el va
lor de la frenologia por el bosquejo que os he presenta
do para definirla esactamente, y por la comparacion que
podeis hacer con teorias anticuadas , cuya memoria he
recordado.
Aristóteles reinó mucho tiempo en las escuelas, y
fue siempre contradicho por los partidarios de las ideas
innatas, aunque admitió inclinaciones, disposiciones y
pasiones. Entre los filósofos, unos daban preponderan
cia á las ideas adquiridas por los sentidos, y otros se la
concedian á las que ellos creian innatas. Esta es la con
tradiccion en los juicios de los hombres, y es una ley i
de la naturaleza, porque sus facultades intelectuales , ó
sus inclinaciones son involuntarias y. variadas. Ahora
30 curso
mismo podemos verificar esta observacion. Tengo el ho
nor de dirigir la palabra á una asamblea bastante nu
merosa , y estoy seguro que mis proposiciones son re
cibidas en diferentes sentidos, escitando diversos afec
tos y pensamientos. Unos aprueban mis opiniones; otros
las oyen con duda, ó desconfianza ; otros en fin las re-
prueban y desdeñan. Asi debe ser, atendiendo á nues
tras disposiciones , que no solo son resultado de nuestra
educacion, sino tambien inherentes á nuestra organiza
cion , en una palabra son innatas. Todos los dias vemos
niños nacidos de unos mismos padres y educados de una
misma manera y en idénticas circunstancias , manifes
tar inclinaciones diametralmente opuestas cuando han
llegado á una época determinada, observando cada uno
distinta conducta. ¿Y por qué asi? Porque nacemos con
disposiciones orgánicas diferentes , que nos comunican
diversos impulsos.
Mientras no se estableció diferencia entre las ideas
venidas del esterior y las inclinaciones y afectos, se ha
debido disputar como se ha hecho. Pero, prosigamos el
ecsámen sumario de las opiniones de los principales fi
lósofos relativamente á las ideas.
Los platónicos admitian tres almas en el hombre; ve-
jetativa, animal ó sensitiva, y racional. Bacon, hombre
demasiado célebre para no citarle, solo distinguió dos:
una racional, orijen del entendimiento, de la razon, del
raciocinio, de la imajinacion, de la memoria, del apetito
y de la voluntad: la otra sensitiva, producia el movi
miento voluntario y la sensibilidad. Maine-de-Biran
pensaba tambien poco mas ó menos. Vemos que estas
DE FRENOLOGIA. 31
almas debian presidir á nuestras diferentes facultades;
la vejetativa y la sensitiva á los instintos y á las nece
sidades : la racional á los sentimientos y á las ideas.
Pero Bacon no se limitaba a la metafisica: queria sobre
todo que las nociones comunes no fuesen la base del ra
ciocinio y de la dialéctica, ecsijia que se observase la
naturaleza , y se repitiesen sin cesar las esperiencias,
para proporcionar nuevas bases á la lójica.
Descartes pasó mas adelante, pues viendo que ya en
las escuelas filosóficas no se hacia otra cosa que contra
decirse, con mas ó menos encono, principió por ponerlo
todo en duda, menos su ecsistencia personal, sola reali
dad, fundada en el sentimiento del yo: ayo pienso, luego
ecsisto» y colocó el yo antes de las ideas y de las incli
naciones, reconociendo sin embargo^ que hay ideas que
llegan á la persona , es decir , al yo. Antes del metafi-
sico francés, la personalidad habia sido mal definida, él
la definió, diciendo: yo tengo la certidumbre de mi
ecsistencia , yo soy el que tengo ideas , soy el que obro.
Procuró además definir estas ideas: su yo distinguió pri
mero, ideas adventicias, asi llamadas porque vienen de
los sentidos; segundo, ideas facticias, que el yo forma con ,
las adventicias; tercero, disposiciones innatas, que se re
fieren á los sentimientos, de que os he hablado. Segun
este ecsamen, se ve que Descartes ha conservado el error
ya notado, de dar el nombre de ideas, no solo á las pre
tendidas representaciones de los objetos esteriores , sino
tambien á los juicios, y aun hasta cierto punto á las ideas
innatas porque estas son sus ideas facticias. Locke dió á
las ideas dos origenes, los sentidos y la reflecsion. Pero la
32 curso
reflecsion ¿qué produce? Juicios. He aqui todavia nociones
erróneas, he aqui juicios puestos en la misma linea que la
representacion de los cuerpos. Facil es concebir, que esta
opinion no es conforme al grado de filosofia á que hemos
llegado, gracias á la Frenologia. Locke , despues de todo
esto, se ve precisado a conocer inclinaciones y voluntad,
separadas de las ideas, y que no pueden ser mas que cua- -
lidades del yo. Las ideas propiamente dichas han per
dido mucha de la importancia que las dieron Platon y
Aristóteles, que eran ideólogos esclusivos. Las ideas en
efecto eran la base del pensamiento, segun este último,
que habia llegado á decir que el pensamiento era todo.
Habia llamado á Dios, el pensamiento del pensamiento.
Subordinado todo al pensamiento, alimentado por las imá
genes , consideradaj como especies reales representando
los cuerpos.
Hemos llegado á la época de Locke, en la cual
los progresos del estudio del entendimiento humano
son mas notables , pues que se distinguen ideas,
imágenes de los cuerpos, ideas innatas, que repre
sentan nuestras inclinaciones, ideas facticias, que no
son otra cosa mas, que nuestros juicios, y en fin
el yo que preside á todo esto. Pero bien pronto se de
duce de aqui una consecuencia terrible. No siendo las
ideas de los cuerpos especies reales , como decia Aris
tóteles, sino simples imágenes de los cuerpos, ecsis-
tentes en el entendimiento y percibidas por el yo, que
no puede estar en relacion con los mismos cuerpos, se
hace dudosa la ecsistencia del mundo esterior; los es.
cépticos la niegan, y et yo de Descartes, que es su úni
1>E FRENOLOGIA. 33
ea realidad , queda solo en el hombre en presencia de
las imágenes, ó ideas, que dispone, y trasforma de mi|
modos, sin llegar jamás á la certidumbre. Tal es la con
secuencia de la teoria de las ideas modeladas por las
sensaciones, y aplicadas despues á los sentimienteg y á
las impulsiones interiores. Solo se podia salir de esta
duda por el misticismo, diciendo «sin embargo, debemos
creer la ecsistencia de los cuerpos, puesto que Dios la
ha revelado.» Dictámen que se refutaba replicando, que
la revelacion no tenia mas certidumbre que las demas
cosas, pues que viene al hombre por las palabras, ó es
critos de los profetas y apóstoles , que son cuerpos.
Kant, que ha sido muy alavado y vituperado, reco
noció tambien las ideas representativas de los atribu
tos de los cuerpos, que son, segun él, los solos obje
tos del conocimiento, pero particularmente se detuvo en
los motores de nuestras acciones. Estableció como prin
cipio, que el hombre no está en el mundo solamente
para aprender, saber y enriquecer su espiritu con los
conocimientos que provienen de las ideas; añadió que
hay en nosotros impulsiones interiores, que llamó le
yes eternas, ó virtualidades. Este filósofo aleman admi
tió estos motores interiores para el bien, lo justo y lo
bello, &c. He aqui lo que colocó en el interior. ¿Pero
qué interior? ¡Dios lo sabe! ¿Está en el yol ¿en el al
ma ? ¿ en el espiritu? Pero ¿dónde están estas entidades,
con relacion á nuestro cuerpo? Ninguna region de ia
materia nerviosa, ninguna cabidad de las visceras, son
designadas en este obscuro sistema de metafisica ; todo
él es vago, indefinido y confuso, defecto muy comuude
3
34 curso
nuestros vecinos del otro lado del Rhin. Semejantes
producciones les han inspirado, no obstante, mucho or
gullo ; estos metafisicos alemanes nos tratan con un to
no de superioridad y desprecio, verdaderamente increi
ble. En su concepto, no somos mas que unos sensua
listas, pobres inteligencias , incapaces de concebir otras
ideas que las que provienen de los sentidos, y de apre
ciar los motores interiores, las virtualidades hipotéticas,
que no son sensoriales ; ¡ parece que se olvidan de que
deben á nuestro Descartes este yo, en que se apoya to
da su metafisica 1 Y mirándonos desde lo mas elevado
de su grandeza, nos dicen. «¿Qué tienen de comun
con los objetos conocidos por los sentidos, estas admi
rables cualidades colocadas en nuestro interior, estos
sentimientos de lo bello, de lo justo y de lo injusto del
deber, y de todo lo que hay de grande y de sublime en
la conciencia ? Son cualidades innatas, potencias dadas
al hombre, sentidas por su conciencia, cuya esencia
constituye el yo y muy superiores á las ideas. ¡Pobres
materialistas! ¡Al pronunciar el nombre de alma, no
comprendeis su valor!»
Asi es, señores, como nosotros los anatómicos y fi
siólogos somos tratados por los metafisicos de Alema
nia, pais en donde bajo otras relaciones cientificas
se cuentan tantos hombres ilustres por sus traba
jos, especialmente en anatomia y fisiologia. Pero
antes de separar nuestra consideracion de Kant, no
temos, que es bastante haber dicho que el hombre
no ha sido hecho solo para aprender, que no obra úni
camente en virtud de lo que sabe, sino que tiene po
DE FRENOLOGIA. 35
tencias que le comunican impulsiones. En este pensa
miento encontramos uno de los jalones que marcan
el progreso de la filosofia , hasta el punto culminante
en que la Frenologia ha permitido establecer esta cien
cia sobre bases sólidas y conformes á la razon contem
poránea.
La gloriosa reputacion que se ha adquirido la
escuela de Edimburgo en estos últimos tiempos, es
debida á muchos sabios de un gran mérito , cuyos
escritos son muy preferibles á los que la metafi
sica habia producido antes. Entre los escritores que
han tratado de profundizar las cuestiones relativas
al espiritu humano ; Hutchezon , Reid y Du-gald
Steward nos son conocidos por preciosas traducciones
de obras enteras ó fragmentos escogidos, que debe
mos á M. Thomas JoulTYoy. La imparcialidad nos pres
cribe advertir que no se halla en estos libros el lengua-
ge insultante , el orgullo adietado á algunos metafisi-
cos alemanes. Los autores escoceses que acabamos de ci
tar, Reid principalmente, han querido fundar la filoso
fia en el sentido comun, diciendo: «¿Por qué sumer
girse en abstracciones oscuras, donde es dificil no per
derse, cuando se trata de ecsaminar los fenómenos que
ofrece el hombre en su moral? ¿qué tienen de comun
las imájenes de los cuerpos con el amor , el odio , los
sentimientos de lo6e//o, de lo grande, de lo sublime, de
la justicia , de la virtud, de la beneficencia', con el sen
timiento de la veneracion, de la admiracion &c. ? Estas
palabras ecsisten en todas las lenguas, todas las naciones
las han ariopiado, por consiguiente representan emo
36 curso
ciones, ó impulsiones, ó nociones jenemlmente sentidas
y admitidas. El orijen de los fenómenos que designan
no está suficientemente esplicado; este es el defecto.
Ahora bien, se las puede concebir considerándolas como
fenómenos primitivos, impulsiones espontáneas, que
llevan consigo la conviccion y hacen imposible la duda.
Prueba de esto tenemos, añaden, en la creencia general
de los pueblos que les han dado todos el mismo sen
tido» Sin embargo, estos filósofos no señalaron ór
ganos á estos fenómenos.
Estos escritores escoceses ecsaminando las sugestio
nes naturales al hombre, distinguieron y señalaron casi
todos los fenómenos instintivos y afectivos, que Gall ha
colocado en el encéphalo, con el nombre de necesidades
y sentimientos , y que efectivamente nos inspiran la
conviccion , porque los escépticos no han llegado á la
duda y negacion del mundo esterior, colocando estos
sentimientos en la linea de las pretendidas imájenes que
provienen de los sentidos, y contra el testimonio de su
conciencia; porque es evidente, que si no hubieran
creido en la ecsistencia de los cuerpos esteriores, no
hubieran prolongado la suya mucho tiempo despues de
esta duda.
Mientras que la razon humana se engrandecia por
estos trabajos importantes, la mayor parte de los filó
sofos franceses quedaban limitados al circulo de las ideas
que habian adoptado mucho tiempo habia, y no admitian
mas que dos divisiones en las facultades intelectuales;
entendimiento para todo lo que concierne á la inteli-
jencia , voluntad para todo lo que concierne á la accion.
DE FRENOLOGIA. 37
Los criticos se esforzaron en demostrar la confusion que
resulta de estas dos distinciones insuficientes. «El enten
dimiento, dijeron, abraza las ideas, como los conoci
mientos adquiridos, pero no puede aplicar todos los ac
tos de la intelijencia. La voluntad tiene diferentes mo
tores , no son todos el producto de las ideas que nos
vienen por los sentidos &c. Un gran número de fenó
menos del mayor interés se refieren á causas, que no se
hallan en vuestras ideas» En fin , á la série de los es
fuerzos para concebir y determinar la intelijencia hu
mana , debemos el conocimiento á que hemos llegado,
distinguiendo las sensaciones , necesidades, instintos,
sentimientos, afectos y facultades intelectuales , fenó
menos , cuya consecuencia comun es el movimiento.
Despues de haber bosquejado el conjunto de facul-
tadades que caracterizan la intelijencia humana , rés
tanos echar una ojeada sobre la escala zoolójica , á fin
de ecsaminar, si estas mismas facultades ecsisten en la
série de los animales, ó son un privilejio de nuestra es
pecie; que investigar si la comparacion puede ilustrar
fructuosamente el estudio de las funciones del cerebro
en el hombre; ecsaminar en fin, si se pueden obtener
con esta comparacion resultados tan ventajosos, como
los que han procurado los anatómicos. Esta parte del
trabajo que he comprendido es tan importante , como
necesaria , y me propongo , señores , ocuparme de ella
en la leccion siguiente.
13 de ábrü de 1836.
Señores:
Historia de la Frenologia.
Ahora debo deciros lo que los antiguos pensaban del
cerebro , pues que es preciso que litiguemos á las .loca
lizaciones.
7
98 curso
Desde la mas remota antigüedad, quinientos años
antes de nuestra era, Pythágoras habia dicho que el al
ma vejetativa y el alma sensitiva estaban en los cuer
pos, en la sangre ; pero que en la cabeza residia la par
te mas sublime del hombre , el alma racional. Esta fue
tambien la opinion de Demócrito. Platon fijó tambien
en la cabeza el alma racional , pero colocó las pasiones
en las visceras, idea que ha prevalecido por mucho
tiempo. Por lo demás , la actividad que hace obrar al
cerebro está tomada del pneuma. Pero ¿qué es pneu-
ma? Es, segun los antiguos, el alma universal, un movi
miento de vida que suponian animando á toda la na
turaleza. Suministraba lo mismo al cerebro que á los
sentidos, una especie de aura que constituia el elemen
to de su actividad. Esta es la doctrina mas antigua ¿pe
ro cómo está hecho este pneuma"! Por sutileza : es de
cir , que se suponia un cuerpo estremadamente té-
nue, que á fuerza de refinamiento llegaba al punto de
no ser mas que un elemento imperceptible á los sen
tidos. Entonces se le daba una actividad estraordina-
ria. Ya veis , señores , que la antigüedad habia en
cierto modo presentido nuestros imponderables. Pe
ro sierhpre era el cerebro el depósito de esta aura
que servia para los fenómenos de la inteligencia , por
que las pasiones estaban confinadas' en las visceras.
Aristóteles parece haber pensado de diverso modo,
ó al menos no siempre se ha esplicado de la misma ma
nera sobre las funciones del cerebro. Confieso que no
he tenido tiempo para consultar con detencion á Aristó
teles y ponerme al corriente de sus opiniones, pero os
DÉ FRENOLOGIA. 99
daré cuenta del resultado de los trabajos que otros han
hecho. Parecia desde luego que Aristóteles habia adop
tado la idea de que el cerebro no era mas que mía g'án-
dula que secretaba un humor pituitoso destinado á dul
cificar la sangre. Poco mas ó menos pensó tambien Hi
pócrates. De aqui resultaba que cuando esta glándula
era muy considerable, el temperamento era muy hú
medo : y una cabeza voluminosa, era considerada como
un signo.de estupidez. Esto tiene seguramente algo de
fundamento, porque, como sabeis, los raquiticos que
tienen grandes cabezas , muchas veces son idiotas por
efecto de una hidropesia del cerebro. Tal creo que es el
origen de aquella opinion! contra la que tanto lian clama
do los enemigos de la Frenolojia ; pero no puedo pen
sar que Aristóteles se haya fijado siempre en esta idea,
porque él es tambien el fundador de la anatomia com
parada.
Ha puesto en parangon la cabeza del hombre con la
de los animales , y ha notado que la de aquel tenia un
volumen relativa y casi absolutamente mas considerable
que la de estos, y á esto es á lo que atribuia la superio
ridad de su intelijencia.
En el diario de Edimburgo, se ha publicado una
noticia histórica que no se ha traducido al francés, que
es como inédita para nosotros y de la que se me han
comunicado algunos estrados de que voy á daros noticia,
y que no dejarán de ser útiles á la historia de la Fre
nolojia. Segun el autor de esta noticia, Aristóteles debió
tener ideas mas esactas del cerebro : voy á leerlos.
«Aristóteles, de quien han provenido la mayor parte
100 CURSO
«de las teorias cientificas, consideraba al ventriculo ante-
«rior de! cerebro, que suponia corresponderá la frente,co-
«mo el asiento del sentido comun, tomando de él su ori-
«jen los nervios de los cinco sentidos. En seguida colocaba
«la imajinacion , el juicio y la reflecsion en el segundo
«ventriculo, que comunica con el primero por una pe-
«queña abertura que, segun él, daba paso a las impre-
«siones trasmitidas por los cincp sentidos. El tercer ven-
«triculo estaba destinado á la memoria: era una especie
«de almacen en donde permanecian como de reserva las
«concepciones del espiritu producidas en el segundo ven-
«triculo. Muchos autores reprodujeron en seguida estas
«nociones, sin haberlas entendido ni rectificado.» •
Pasaron estas ideas.de siglo en siglo y se las vuelve á
encontrar en la escuela de Alejandria. Esto es muy posi
tivo. Erophilo coloca el alma detras de la bóbeda de tres
pilares. Emsistrato se esplica con menos claridad. Ya sa
beis que muchas obras de aquel tiempo han desaparecido.
Sea lo que quiera, se encuentra mucho de ellas en las clá
sicas que nos quedan para ver cuáles eran las ideas de
estos antiguos filósofos. Consideraban nuestras facultades
como unas especies de auras, que hoy llamariamos gases.
Para que estas auras estubiesen con mas comodidad se
las colocaba en los ventriculos del cerebro. Como se lleva
la mano á la frente cuando se piensa, porque parece que
la frente misma se afecta , por eso en ella colocaban el
sentido comun ; elaboraban estas ideas en la parte me
dia y las depositaban en la posterior. He ahi una ten
dencia hácia la localizacion.'
Por lo demas, estas tendencias de la antigua Crecia
DE FRENOLOGIA. 101
hácia la localizacion no estaban concretadas á los filósofos,
porque tambien las seguian los artistas y los poetas. Asi
aquellos, cuando quieren representar el jenio, la ciencia
y la sabiduria, configuran siempre una frente saliente,
voluminosa; y si su objeto es mostrar la fuerza muscular
forman una cabeza pequeña con gruesos músculos. Esto
está perfectamente conforme con las observaciones que
acaban de hacerse en Lóndres, donde se ha tenido la
curiosidad de deducir pruebas por los sombreros ; en
efecto , se ha observado que las personas atléticas toman
siempre de las fábricas sombreros mas. pequeños que las
que tienen músculos mas débiles y cuya intelijencia ha
sido mas ejercitada que aquellos. Particularmente eñ las
estáluas de Júpiter y de los grandes sacerdotes, es en las,
que se ven estas frentes salientes, en tanto que los atleta
gladiadores y las mujeres casi siempre presentan fr
deprimidas. \ ,<
Los poetas habian hecho tambien la misma o
vacion; Gall ha citado algo interesante sobre este pa
cular: es un pasaje de Apolonio de Rhodas, que dice
sus A rgonáuticas, que cuando Medea estaba embriagada d'
amor por Jason, padecia en la rejion del cerebelo. Quie
ro probaros solamente por estas citas la tendencia que
siempre ha ecsistido hácia la localizacion.
Galeno, como sabeis, fue educado en la escuela de
Alejandria, y fue el que modificó un poco esta doctrina
de Aristóteles que sin duda habia tomado de la misma
escuela. Asi el cerebro, segun él, era el asiento del alma
y á él estaban sometidos los sentidos y todos los órganos.
Habla notado que hay nervios de sensibilidad y nervios
102 CÜBSO
de movimiento. En efecto, esta distincion se ha hecho
desde que se cultiva la anatomia, pero esta observacion
no se estendió hasta despues de los trabajos de Gall.
Se limitaba á los' órganos de los sentidos, nervio
óptico,, olfatorio y acustico. Estos tres nervios han
sido siempre considerados como órganos de la sensi
bilidad. Ya sabeis que ha sido necesario mucho tiempo
para distinguir en los demas sentidos cuáles eran los
nervios del sentimiento y los del movimiento. El pneu-
ma que Galeno habia sacado de la antigua escuela todo
lo animaba: admitia tres especies de espiritus: natura
les, vitales y animales. Los primeros eran el vapor de
la sangre; este vapor recojido por el higado sube al co
razon y á los pulmones por la circulacion, y alli recibe
el primer grado de reñnamiento;.en seguida es tamizado
por las membranas del cerebro y definitivamente suti
lizado. Asi procedian los antiguos, porque los espiritus
y las almas no eran, segun su opinion, sinomateria suti
lizada , es decir, atenuada ó adelgazada hasta el punto
de no ser perceptible á los sentidos. Pregunto ahora
¿los modernos hacen otra cosa cuando colocan en el ce
rebro una sustancia, que aseguran no tener nada de ma
terial , y que por lo mismo está en relaciones activas y
pasivas con la materia del cerebro? Ya sabeis que Pac-
chioni , Bagiivi , y otros muchos, habian hecho de las
membranas del cerebro los principales motores de todos
los movimientos nerviosos. No nos detendremos en esto,
pues ya veis que esta doctrina de Galeno, es la de Pla
ton y de Aristóteles , que ha dominado en la escuela de
Alejandria; y en efecto estas doctrinas han prevalecido
BE FRENOLOGIA. 103
largo tiempo: durante la edad media no se ha salido de
este circulo, pero en todo este tiempo se han tenido siem
pre tendencias á la localizacion. Esto es muy curioso.
En tiempo que el clero se ocupaba de la medicina, un
obispo llamado Ceria habló de una celdilla de la memo
ria agujereada por una llaga , segun observacion hecha
por un cirujano que habia sido su maestro.
Alberto el Grande, tan famoso por sus discusiones
filosóficas sobre el realismo y el nominalismo, pensó
tambien en localizar , y estas mismas ideas tuvo Santo
Tomas de Aquino su discipulo. No puede hoy dudarse
que este santo querja ser fronólogo.
Consultemos todavia nuestra nota. El diario de Edim
burgo nos ha dejado pruebas de esto de un llamado
Bernardo Gordon. Dice asi:
«En 1296 Bernardo Gordon, médico escocés y pro
fesor en Montpeller, en un libro titulado Affeclus pres
ter naturam curandi methodus, ha reproducido en gran
parte las opiniones de Aristóteles. El sentido comun re
side en la parte del ventriculo anterior , cuya funcion es
tomar conocimiento de las formas variadas ó delas imá-
jenes recibidas por los cinco sentidos y juzgarlas: la
parte posterior de este ventriculo está destinada á la
phantasia (phantascia); su funcion es la de conservar las
impresiones de los cinco sentidos ; la phantasia es como
un depósito de esto. La imaginacion (imaginativa) reside
en- la parte anterior del segundo ventriculo; siempre
está en accion y produce quimeras durante el sueño lo
mismo que en la vijilia. Se la distingue por dos denomi
naciones: si los resultados de la imajinacion estan en con
104 curso'
formidad con la razon y con los objetos que tienen una
ecsistencia real , y coinciden con las percepciones sen
soriales, la facultad entonces se llama cojilaliva; si los
productos no concuerdan con las percepciones de los
sentidos y estan sometidos á las influencias de la facul
tad llamada estimativa', entonces se conserva la denomi
nacion imajinativa, porque las ideas concebidas son fal
sas y probablemente imposibles. Gordon colocaba en la
parte posterior del ventriculo medio, la facultad llama
da estimativa, cuyas funciones son las de juzgar de las
impresiones que no se reciben por los sentidos , como
la amistad. Por esta facultad, el cordero sabe instintiva
mente que el lobo es su enemigo, sin haberle visto ja
mas; este es un instinto que rije la conducta de los ani
males, como la razon dirije la del hombre. Cuando éste
se deja gobernar por el instinto obra como un animal.
El profesor de Montpellier coloca la memoria en el ter
cer ventriculo ó posterior, donde dice que residen tres
facultades, imaginado, cogitatio et memoria. Todas son
naturales, corruptibles y tienen órganos; sobre ellas
se encuentra una facultad divina é incorruptible lla
mada intelijencia, que no tiene órgano que pueda ser
virla de intermediario para obrar sobre el, mundo es
tertor.»
«Estas facultades, añade, pueden hacerse imperfec
tas cuando los órganos estan enfermos, y como son dis
tintas, la una puede estar debilitada conservándose las
demas.» Segun algunos, la imaj i nacion puede estar alte
rada en tanto que las demas facultades no esperimentan
el mas leve cambio , et vice versa. De esto hemos tenido
DE FRENOLOGIA. 105
un ejemplo notable en un enajenado que habia herido á
su padre, y á quien este preguntaba si era bien pareci
do que un niño levantase la mano á sus padres; en
tonces se puso de rodillas pidiéndole perdon. En este
casó la imajinacion se habia alterado hasta el punto de
haber desconocido el hijo á su padre en aquel momento
pero como habia conservado la razon , bien pronto esta
lé hizo conocer su falta.»
Otras muchas observaciones del mismo autor se re
producen en otro, libro que se publicó en 1305 (Lilium
medicina?) que tienen relaciones interesantes con la Fre
nologia, principalmente la seccion de passionibus cápitis
pars II, pájina 186, 187 y 193, De sonto naturali. Al
folio 200 presenta una larga série de prescripciones
para hacer cesar el insomnio; he aqui uno. Et si omnia
dificiunt , ina'pial dicere horas dominicas , et eslatim
dormiet. Espone en seguida una teoria fundada sobre
un movimiento supuesto de los espiritus animales, que
está constantemente en accion y se opone al reposo de
las facultades que dependen de la imajinacion.
Esto se escribia en la edad media en los tiempos
teoiójicos: y ya veis que sin darse cuenta de la causa
de estas diferencias en la moral, sin embargo se las ob
servaba. Como esta nota es inedita he creido deberos
dar algun conocimiento de ella; todavia hallaremos otras
pruebas dignas de atencion, pero lo que me ha parecido
mas importante en la edad media es lo que sigue.
Los espiritus animales fueron atacados con algun éc-
sito en el siglo XVI. Miguel Servet, (1559) esta victima
deplorable del fanatismo , admitia los espiritus y colo
106 curso
cnba, el alma en el acueducto de Silvio: luego tendia á
la localizacion de las facultades. Pero ecsiste un autor
que parece haber sido mas positivo que lodos los prece
dentes, este es el español Huarte. Español, ó francés;
era contemporáneo de Enrique IV y el que mas se ha
aprocsimado á la Frenolojia, tal como la conocemos ahora.
Hé aqui el titulo de su obra que data desde 1580: Exa
men des esprits dans leur aptilude aux sciences. Este
es su resultado en dos palabras : cada hombre nace con
su jénero de espiritu; cada jénero de espiritu y de ap
titud corresponde á una forma de cabeza.
En 1658 Wepfer quiso impugnar la teoria de los
espiritus animales , pero fue defendida por el famoso
Willis , profesor de filosofia en Oxford. Este tenia una
doctrina particular: decia , que el cerebro y el cerebelo
secretaban diferentes espiritus animales ; los del cere
belo producian por los movimientos de las visceras. Esta
idea esceptuando los espiritus animales, no está todavia
abandonada. Los del cerebro producian la imajinacion,
la memoria, la discusion y la razon. «Los espiritus ani
males, dice la nota cuyo orijinal os he manifestado, han
ocupado despues á diversos autores. Andres Vesale ha
hecho de ello larga mencion , y citado á Sto. Tomas de
Aquino, á Dans el escocés, á Alberto el Grande y otros,
que han dividido las funciones del espiritu en imajinacion,
raciocinio, cojitacion y memoria ; facultades que corres
ponden á diversas partes del cerebro.
Estas nociones que componian la filosofia de la edad
media relativamente al cerebro y al entendimiento, se las
encuentra precisadas por una figura que el veneciano,
DE FRENOLOGIA. 107
Ludovicd Dolce, publicó en 1562 en un libro titulado:
Diálogo di M. Ludovico Dolce , nel quale si raggiona-
del modo di acrescer é conservar la memoria: Roberto
Flud es autor de una teoria y de una figura semejantes
á la anterior. Este, que fue un famoso filósofo y alqui
mista de la edad media, trató tambien de localizar las
funciones del cerebro.
Hay otros muchos detalles de que no haremos mé
rito; pero sin embargome permitireis citar á un llamado
J. B. Porta.
En 1596, Juan Bautista Porta, publicó en Vigo un
libro titulado De humana Phisiognomonia, que fue In
ducido en .Paris en 1798; en él se encuentran las nocio
nes que se refieren al descubrimiento de Lavater, como
en las precedentes obras las que se refieren al descubri
miento de Gal!, asi como tambien las opiniones de Aris
tóteles, de Adamantius, médico griego en el siglo V, de
Bhasis ó Razes y de diferentes filósofos griegos. Este libro
comprende ideas mucho mas filosóficas que las que se
puedan suponer en un tiempo tan lejano. En lá pájina
14 se encuentra un catálogo curioso de los instintos que
son comunes al hombre y á los animales. Hay muchas
cabezas humanas comparadas á las de aquellos; la de Yite-
lio César está en relacion con la de un buho; la de Platon
con la de un perro sabueso; la de un idiota está com
parada con la de un puerco, &c. Esto nos informa que
Rhasis consideraba á una cabeza de un volumen moderado
y de un¡> forma redonda que se eleva por la parte su
perior y comprimida lateralmente, como la de mejor con
formacion. Alberto miraba á una cabeza oblonga por
108 CUBSO
delante y por detras como el indicia de la prevision y de
la circunspeccion: dice, que Pericles tenia una cabeza
asi, y que fue muy estimado de los atenienses; segun él,
la redondez de la cabeza es señal de falta de memoria y
de sabiduria ; el poco volumen, supone poco espiritu; si
la parte anterior está aplanada , son débiles la percep
cion y la imajmacion ; si,es la parte posterior, denota
poca memoria y enerjia ; si es la parte media , la razon
y la reflecsion estan poco pronunciadas, &c. En fin, hay
en este libro un gran número de notas muy intere^
santes.
La siguiente anécdota , ha sido referida á la socie
dad frenolójica de Londres , por un convertido á la creen .
cia del sistema de Gall , despues de largos combates li
terarios con este médico y sus partidarios. «El marqués
de Mascardi, presidente del tribunal criminal de Ná-
poles , desde 1778 hasta 1783 > hahia estudiado la obra
de Porta y la fisiolojia de Cábanis (publicada en 1781).
Siempre que un criminal condenado á muerte debia su
frir la pena sin haber confesado sus crimenes, á pesar
<de la conviccion provada por testimonios suficientes, le
hacia, comparecer ante si, écsaminaba atentamente su
fisonomia y luego su cabeza , y por lo que en ellos ob
servaba daba la sentencia definitiva de que son ejemplo
las siguientes :
1.° Auditis testibus pro et contra', visa facie et exa
minato capiie , ad furcas damnamus. 2.° Auditis testi
bus pro el contra , reo ad denegandum obslinato , vis á
facie et examinato capite, non ad furcas , sed ad cate
ñas damnamus.»
, DE FRENOLOGIA. 109
Ved aqui , señores , cabezas (1) de desgraciados en
las que predominan los instintos sobre la intelijencia.
Estas son de parricidas , de asesinos. Ved por el contra
rio estas otras (2) de hombres de jenio , virtuosos , de
grandes ciudadanos, que ofrecen un desarrollo conside
rable en las partes correspondientes á la intelijencia. No
nos sorprendamos, pues, de que Mascardi se haya atre
vido á juzgar de los acusados, convencidos ademas por
testimonios , mas bien por las formas de su cabeza que
por sus negativas.
Estos son \os esfuerzos del espiritu humano que no
quiere satisfacerse con vagas concesiones á priori. Esta
teoria puede bastar para ciertos hombres , pero no sa
tisface á los de un juicio severo y una conciencia deli
cada.
El sistema de Porta coloca la memoria en la parle
posterior del cerebro; esta era la opinion antigua; pero
es equivocada; coloca tambien en el mismo lugar á la
enerjia y esta nota podria muy bien ser de él. Ella se
ajusta perfectaménte con la Frenolojia, porque las masas
posteriores y laterales son las que dan los impulsos
apasionados y por consiguiente la enerjia, que proviene
mas bien de los instintos que de los sentimientos y la
reflecsion. Ya veis que los esfuerzos de localizacion no
han sido del todo infructuosos.
Parte M*tóriea.~enll.
Señores:
Señores:
8 de junio de 1836.
Señores:
3. HAB1TATITIDAD.
4. ADHESION.
5. COMBATIVIDAD.
6. DESTRUCTIVIDAD.
Señores:
ALIHENTIYIDAD.
BIOFILIA.
7. SECRET1VIDAD.
8. ADQLIS1Y1DAD.
Señores:
9. CONSTRUCTIVIDAD.
SEGUNDA SECCION.
SENTIMIENTOS.
Señores:
1*. CIRCUNSPECCION.
«a t-o-i
13. BENEVOLENCIA.
14. VKÜVEH.ICION.
• Señores:
• (O,
Todo esto, continúa el autor, supone ignorancia y os
manifiesta cuánto influye la intelijencia en la direccion
de este órgano.
En fin, en la estrema ignorancia y en el último grado
de embrutecimiento se ha visto que figurillas insignifican
tes llamadas grisgris, han sido el objeto de la adoracion
de los pueblos salvajes, á tanto llega el poderio de este
sentimiento; ó bien el primer objeto que se le presen
taba a un individuo al dejar su casa por la mañana, era
su Dios por todo el dia. Todos estos hechos sumarios,
sacados de la historia, os harán comprender el poder de
este sentimiento.
Es la adoracion el resultado único de la influencia de
la veneracion? Yo por mi no lo creo. Se puede tener
mucha veneracion y respeto hácia las personas y los ob
jetos dignos de este sentimiento, sin ser por eso adora
dor. La adoracion espresa en mi opinion , otro movi-
46. CONCIENCIA.
11. ESPERANZA.
Señores:
r'.'..<' | «'•Mi• !;,i al* ( riü;'l ''Ii,* <¡; í»« •. oli v hvAm
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