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■■
¿"'«¡OTICA

POR

F. J. Y. BROMAIS.

¿PfGicm(>to <)eü cíuótttuto , o icuxí t)e fa jCzc^ot)


<)e tKjouot, jstojeóot cu ía acuitad <9Tt?e-
<)iciua t)c ÜEatíó, tuerteo jstiucipaf o. ptiiuefc

ce, <)c fa (SCcaietuta, tcaOc ^TGeXctua, etc.

TRADUCIDAS AL CASTELLANO
por V. Slgücnza y H. D. Valero.

MADRID, 18Í4. IMPRENTA DE D. CASIMIRO RUFINO.


Plazuela de S. Ginés, núm. 7.
NOTICIA HISTORICA

La muerte inesperada de M. Broussais ha causado la


misma sensacion á los hombres de genio, que un suceso
público. Mas de una vez hemos tenido ocasion de notar,
que el presentimiento de la muerte es el que da la im
portancia de la vida de un hombre : su celebridad des
pues es la que hace su gloria. Su celebridad duran
te la vida no es mas que un rumor. Estas dos cosas no
van siempre juntas, y lejos de ser la una la medida esac-
ta de la otra , nada mas variable que su proporcion.
Pero esta proporcion en si misma no es la generacion
contemporánea quien puede fijarla definitivamente,
este derecho pertenece á las venideras; es decir, á la
posteridad. No es, pues, la opinion contemporánea
la que regula el juicio del porvenir: es por el contrario,
el juicio del porvenir el que da su valor a la voz de lo
presente.
IV*
E! nombre de Broussais sugiere naturalmente este
pensamiento. En efecto , ¿qué nombre lia sido mas ba
tido del viento de las opiniones contrarias? ¿qué nom
bre ha sido mas veces proferido, ¿qui con gritos de ad
miracion y allá con el acento del' despecho ó del desden?
¿Cómo descubrir la verdad entre tan opuestos parece
res? No toca á nosotros esta averiguacion.
Daremos, si, una ojeada rápida sobrelas importan
tes fases de su vida.
Con relacion á los sucesos,, la biografia de Broussais
es en general como la de los sabios , estremadamentc
sencilla. Nacido en St. Maló el 17 de diciembre de 1772,
á la edad de 20 años partió para el ejército. Hijo de mé
dico, habia recibido en la casa paterna algunos princi
pios , ó mas bien," ejemplos de medicina ; y este prece
dente bastó, para admitirle en el número» de los practi
cantes quirúrgicos que aprendian su profesion en el Cam
po de batalla. Su educacion literaria habia estado por
otra parte muy abandonada, porque parecia que no ha
bia hecho ningun estudio clásico. Sirvió diez años de ci
rujano en la marina militar. Recibido de doctor en Paris
en el año segundo de la República, permaneció al 1 i hasta
el de 1805, en que volvió al servicio en el ejército de
tierra. Hizo diversas campañas, en Alemania, Holanda,
España é Italia hasta 1814. Entonces fue nombrado
profesor en el hospital militar de instruccion de Vall-
de-Grace. Fue uno de los fundadores de la academia de
medicina. En 1831 solicitó una cátedra de esta facultad,
contra la que habia levantado una escuela rival , y la
obtuvo.
El caracter sistemático de sus trabajos le impidió la
entrada en la Academia de las ciencias , en donde son
acogidas con preferencia las investigaciones egecutadas
par el punto de vista de la observacion. Por la misma
razon fue admitido con facilidad en 1833 en la academia
de ciencias morales y politicas.
Nacio en S' Malo el 17 de Diciembre de 1772.
Murio en Vitry el 17 de Noviembre de Iñ3ñ.
f V:.
Tat es "su biografia en cierto modo esterior. La in
terior; esfdecir , lajhistoria de su doctrina, de sus idens
y de sus escritos, ofrece mas interes; porque manifiesta
su personalidad, y forma ademas una parte de la histo
ria de la ciencia médica: su vida, no obstante, puede
dar algunas luces sobre el caracter general de sus tra
bajos y de sus escritos.
Broussais era breton, de la antigua provincia de que
salieron Abelardo, Descartes, Chateaubriand, La-Men
nais ; genios vivos, ardientes, amantes de combate y del
ruido que de él resulta ; animosos hasta la temeridad,
firmes hasta la obstinacion , apasionados hasta el fana
tismo; hombres esencialmente de partido, pero subor
dinándolo todo á su sistema, y su sistema á su perso
na; hombres de accion en el mundo de las ideas, pero
inclinados a la intolerancia, al esclusivismo. Estos ras
gos de caracter nacional se representan en el fundador
de la escuela fisiológica. La permanencia en el campo
no era el mejor correctivo para estos defectos. Toda su
inteligencia y su talento no pudieron suplir la falta
de Ja alta cultura moral é intelectual. En su lugar tuvo
la fuerza , la energia y el valor; y estas grandes cualida
des se manifestaron en sus discursos y en sus escritos.
La doctrina fisiolójica, considerada como sistema
cientifico, y en su parte dogmática, es un concepto es
tremada mente sencillo; y de admirar es, la facilidad con
que fue admitido por la gran mayoria de los médicos,
principalmente franceses , y que pudiera en tan poco
tiempo modificar la medicina européa. Además, á la sim
plicidad de sus principios y á la facilidad que introducia
en la práctica debió en parte su écsito. Uno de los méri .
tos de su doctrina fue su carácter liberal y reformador. El
autor la presentó, como una protesta del génio moderno
contra el antiguo. La puso bajo la pro'.eccion del movi
miento politico, progresivo en Francia entonces, y i'gó
su destino al de las mas gratas ilusiones de la nacion; le
dió por escolta la popularidad, que se adheria en aquella
época á las ideas de libertad, de independencia y de hos
tilidad al antiguo réjimen. Adoptarte, era ejecutar un
acto de liberalismo , de independencia, de luces, de pro
greso. Combatirle, era alistarse en las banderas del os
curantismo, del jesuitismo, del partido retrógado.
Preciso es tambien añadir que su fuerza , como ins
trumento critico, era grande , y su inventor se servia
de ella con un vigor sin igual , y con un raro talento. El
edificio de la medicina francesa, representada en la obra
del Pinel, no podia ciertamente ofrecer una gran re
sistencia á un ataque regular. Habia sin duda en la cor
poracion médica de entonces grandes luces, y un fondo
de conocimientos prácticos, ú los que larmedicina fisio-
lójica no ha añadido mucho; pero á la ciencia médica
le faltaba unidad y sistema fisiolójico , y Broussais se
lo dió.
Esta doctrina ademas, ha tenido el mérito negativo
de destruir la polifarmacia confusa del siglo precedente,
y de preparar contra el abuso de los estimulantes, á que
conducia la escuela de Brown.
Del sistema pasemos al hombre. Ya hemos trazado
algunos rasgos de su fisonomia moral , y visto que ado
lecia de los defectos generales que habian poseido todos
los grandes hombres de su provincia; pero justo será
decir en honor suyo y de la verdad, que este hombre
tan ecsijente, tan absoluto, tan animoso y tan indoma
ble, no lo era asi en materia de ciencia y especulacion.
La esperiencia de los últimos años ha provndo, que una
vez convencido, defendia las opiniones de los demas con
igual celo y con el mismo calor que las suyas pro
pias: sirva de testimonio la frenolojia. El ha sido su dis
cipulo mas entusiasta, despues de haber sido su maestro
mas absoluto. Fuera de este terreno, siempre abrasador,
Broussais era de una dulzura, de una sencillez y de
una facilidad llenas de encantos.
Como profesor, Broussais hubiera sido nulo , si no
hnbiese tenido la cualidad especial recomendada por
Ciceron; la accion. Nada mas pobre, mas embarazado que
su locucion.
Su mérito como escritor es notable: sus obras
tienen orijinalidad; todo en ellas pertenece al autor,
ideas y estilo. Nadie ha justificado mejor la mácsima de
que el estilo hace al hombre. El suyo es esencialmente
personal, si nos podemos esplicar asi. No hay que buscar
en él, ni trabajo literario, ni ninguna de las cualidades
refinadas de los escritores amaestrados por el estudio de
los modelos. La naturaleza es quien se lo ha creado, y
no el arte, ni la retórica. Broussais, como Bichat, habia
pasado su vida en el campo, escuela mejor para el prác
tico que para el escritor: pero no tenia como Bichat la
grande imajinacion de artista, y este gusto nativo por
lo bello, que hace triunfar del prosaismo de la educacion
y de los hábitos.
Por lo demas, en sus leves defectos , como en sus
grandes cualidades , hay una cosa que predomina; su
individualidad. £1 nada sueña. Apasionado, no vé mas
que un fin, y no se dirije á él por el camino mas largo.
Por eso sus escritos son notables por la falta de toda
pretension literaria.
Broussais ha prestado aun mas servicios á la lengua
médica, que á la medicina teórica y práctica. Nadie ha
contribuido masá desacreditar los sistemas vagos y os
curos y la fraseolojia pedantesca y muchas veces vacia
de las antiguas escuelas, y á honrar la precision del len
guaje, como sinónimo de las ideas. Por la critica del len
guaje ha conseguido ventajas sobre todos los sistemáticos
antiguos y modernos; y asi es como siguiendo sus prin
cipios de discusion , y practicando sus mácsimas de in
dependencia y su método critico, ha' establecido su pro
pia autoridad en hecho de doctrina, no dejándose domi
nar por el punto de vista esclusivo de su sistema.
PROLOGO DEL AUTOR.

Las innumerables personas que se presen


taron para seguir este curso tan luego como
se abrió , las súplicas que me hicieron muchas
de ellas para que consintiese que lo publica
sen, han debido determinarme á emprender
por mi mismo la publicacion. Consideraba co
mo de razon, que el público no incurriese en
error,£sobre las proposiciones que creia deber
emitir, ya sobre la Frenologia propiamente
dicha, y ya sobre las aplicaciones de esta cien-
cia á otras muchas. Bien pronto adopté mi
partido. Un taquigrafo fue encargado de re
coger la improvisacion , y yo mismo me im
ponia el trabajo de la redaccion definitiva, y
10
el cuidado de las pruebas. Por consiguiente,
solo soy el responsable de las doctrinas con
signadas en esta obra , y me pertenece tanto
la forma, como el fondo de ella.
Ahora debo dar cuenta al público de los
motivos que me han determinado á abrazar y
á propagar la Frenologia.
Proceden , pues , de la utilidad de esta cien
cia , que creo verdadera , y como toda verdad
es útil , (en mi opinion) , juzgo que esta debe
ser propagada, por todos los medios que la ra
zon y la conveniencia aconsejan. La utilidad
de la Frenologia no se limita á suministrar el
mejor analisis de las facultades del hombre y
de los animales , que haya sido propues
to aun, lo que constituye á mi parecer un
progreso de que la filosofia debe felicitarse;
creo que otras utilidades prácticas recomien
dan todavia como ventajoso el estudio de la
i de la
aplicacion que de ella puede hacerse en la
eleccion de una profesion , para los códigos y
contingentes, en un gran número de casos liti
giosos ; todos estos asuntos han sido ya trata
dos en diversas obras : quiero hablar princi
palmente de la posibilidad que ella procura,
para conocer al hombre intelectual y moral,
por signos sensibles al alcance de todas las
inteligencias. El arte de disimular ha progre
sado tanto en nuestra degradada civilizacion
11
actual , que es casi siempre debido al acaso
que cualquiera deposite se confianza. Cuanto
mas bellaco es el hombre y dispuesto á enga
ñar, mejor sabe aparentar y tomar el tono y
la fisonomia de un hombre franco , é incapaz
de toda supercheria. La esperiencia es pues
siempre necesaria en el estado actual de las
cosas , porque se puede estar plenamente se
guro con relacion á los vinculos que estamos
obligados á contraer diariamente, sea en amis
tad, ó sea por los asuntos. Pero es claro, que
esta esperiencia llega muy tarde , y cualquie
ra debe procurarse el conocimiento de los
signos esteriores , que distinguen al intrigante
del hombre provo y de buena fé.
Hay otras inclinaciones depravadas , que no
se descubren jamás á primera vista , aunque
los que las tienen no hagan ningún esfuerzo
por disimularlas ; y aun muchas veces no lle
gan á descubrirse, sino cuando las circuns
tancias capaces de hacerlas producir llegan á
presentarse, lo que ecsige á la vez mucho
tiempo , y cuando esta época funesta ha lle
gado, ya no hay remedio posible. ¿Cuántas
uniones entre los dos secsos concluyen súbi
tamente por suicidios y asesinatos, después de
algunos años de felicidad? ¿Cuántas otras for
madas bajo los auspicios mas favorables y
desde luego felices , no han sitio seguidas de
la ruina y del deshonor? Estas desgracias se
t2
hubiesen prevenido muchas veces, si hubiese
signos positivos para descubrir las inclinacio
nes secretas , que no esperan mas que la oca
sion para desarrollarse funestamente. Compa
dezco á los gefes de los gobiernos , de las ad
ministraciones , etc., al verlos privados, co
mo lo están de los medios de leer , á traves de
la máscara engañadora con que se encubren
generalmente los que aspiran á ser los instru
mentos de su poder , los egecutores de sus pla
nes. ¡ Qué ventajas no podrian sacar todos es
tos hombres responsables , que tienen necesi
dad de hacerse representar , de los signos,
cuyo secreto solo le posee la Frenologia !
«Queréis, dirá alguno, introducir la des
confianza en la sociedad , y destruir este aban
dono y amor reciprocos , que constituyen su
encanto » No por cierto, porque estoy
convencido de que hay en la naturaleza del
hombre virtudes y sentimientos sublimes en
abundancia, para justificar la propension que
inclina á tantos ciudadanos honrados á la con
fianza y estimacion, en las relaciones sociales;
pero yo quisiera que estos hombres no estu
viesen tan espuestos como lo están al engaño.
Lo que desearia sobre todo seria, ver la Fre
nologia bien comprendida y mejor apreciada
por las personas que han tenido la desgracia
de nacer con inclinaciones y sentimientos pro
pios á producir su infelicidad. Si sus parien
13
tes, si sus maestros Ies hubiesen reformado
desde la infancia, si les hubiesen hecho pre-
veer las consecuencias y hubiesen trabajado
de consuno con ellos para su corrección, el
número de los perversos hubiera disminuido
mucho necesariamente. Los que tuvieran es
tos defectos sabrian que los tenian, y que tal
sentimiento, tal inclinacion que no les alarma
ba eran notadas como malas por todo el mun
do; que lleváran los signos visibles de que lo
dos tienen derecho á informarse de si han he
cho por su parte por dominarlos , si han dado
á la sociedad garantias suficientes de repre
sion, ó de correccion. ¿No son por ventura es
tas garantías las que se ecsigen á los hombres
que están sometidos al poder de la justicia?
Pues bien, se les ecsigiria á toda persona na
cida desgraciadamente para preservarlas de la
animadversion de las leyes; y todo el mundo
ganaria en ello. No se nos diga que en el
caso de que los conocimientos Frenológicos
se hubiesen popularizado , estas personas no
llegarian jamás á asegurar á las demas sobre
su conducta. Sócrates tenia grandes defectos
innatos , gérmenes de vicios, que confesaba
en alta voz , pero de que habia sabido triun
far, ¿su(gloria por eso ha sido menor? ¿No
se ve diariamente la educacion y el egemplo
corregir en los niños de las personas acomo
dadas las inclinaciones mas desgraciadas , en
14
tanto que la falta de instruccion, y el espec
táculo continuo de una conducta desarreglada
en su familia , sumerge á los de los pobres en
la disolucion, esponiéndolos á los crimenes,
aunque muchas veces sean muy susceptibles
de correccion? Por mi parte estoy persuadido
de que si la Frenologia fuese cultivada y es
timada como debe serlo , lejos de escitar al
sofisma, como se hace habitualmente para
justificar las malas inclinaciones, cada uno se
creeria en el deber, á ejemplo de Sócrates, de
confesarlas, y dar á los demas consejos funda
dos sobre su propia esperiencia , para ayudar
los á triunfar de ellas.
Otra es la ventaja de la Frenologia, que
debe fijar tambien la atencion del hombre mo
ral. Tenemos deberes que cumplir en esta
vida ; no son quiméricos estos deberes ; los
sabios los conocen, pero les es muy difícil
formularlos , de modo de hacerlos sensibles y
convincentes á todos, y mas aun á los niños.
Por lo general es un sacerdote , á quien las
familias encargan este cuidado : ¿pero él mis
mo los comprende bien? ¿no los circunscri
be muchas veces á lo que está en el interés de
su culto, ó de su corporacion? ¿su moral de
be estar dispensada en critica? ¿no debe al
menos ser puesta en balanza con la de la ra
zon? No es esta ocasion de contestar á esas
preguntas. Pero el hecho es, que los niños de
15
todos los cultos tienen igualmente necesidad
de la instruccion moral del ciudadano. Pues
esta moral, que es tambien la de la razon, se
encontrará en la Frenologia , y cada uno po
drá preguntarse á sii mismo, si cumple con
todos estos deberes para con sus superiores,
iguales y para con la sociedad.
No me concretaré mas que á demostrar una
sola utilidad del estudio de la Frenologia en
este Prefacio , las demás se deducirán bien
de la lectura de la obra : se trata de la medi
cina. Esta ciencia tiene una necesidad impe
riosa de la Organologia cerebral : la locura no
es la sola enfermedad que la reclama; todas
las afecciones cerebrales , todas las nerviosas,
todas las inflamaciones agudas de las grandes
visceras; ¿qué digo? todas las enfermedades
sin escepcion, deben sacar de ella, si no siem
pre los conocimientos para el diagnóstico , al
menos aclaraciones sobre los métodos curati
vos; porque inmediatamente que un método
curativo ha sido mal aplicado , los instintos y
los sentimientos lo hacen conocer.
La Frenologia tiene opositores ¿quién lo
ignora? pero cuanto mas sea conocida menos
enemigos contará. Nueva razon para que los
que la crean útil procuren hacer su estudio
mas fácil. No son los Psycologistas los que
mas la temen , ellos aun se creen en el dia
muy superiores á esta ciencia , y nuestra in-
16
tencion no es desengañarlos en este Prólogo;
los adversarios mas decididos del sistema de
Gall, son los que saben lo que deben perder
en ser conocidos. Pero estos se guardarán
muy bien de alegar su verdadero motivo ; to
davia como ellos pueden utilizar en su prove
cho el conocimiento de los órganos, como lo
acabamos de demostrar, esperamos que un
dia ha de llegar en que se resuelvan á admitir
esta doctrina. En esta esperanza entramos en
materia sin mas preámbulos.
^ üiiiiiiüüiüiif

CURSO DE FRENOLOGIA.

miembro del Instituto , profesor de la fa


cilitad de Medicina de París, etc. etc.

12 de abril de 1836.

®aé es la Frenolójia? Kste es el titulo de una obra


recientemente publicada; el autor resuelve la cuestion
propuesta, presentando á la Frenolójia como un sistema
de psicolójia , y aun como el mas perfecto de los sis
temas, que el estado actual de nuestros conocimientos,
puede permitir. Una definicion semejante recomienda
ya el estudio, de que me propongo tener el honor de
hablaros en algunas lecciones. | La Frenolójia, el mejor,
2
18 CÜBSO
el mas adelantado de ?os sistemas psicolójicos que se han
concebido hasta ahora 1 ¡preferible aun á la teoria me-*
tafisica de la escuela escocesa, teoria que es conside
rada como la filosofia mas natural y adelantada de
nuestra época!
Por esto, crearán algunos á primera vista un gran
elojio de un sistema de conocimientos, que ha tenido y
tiene aun tantos incrédulos y tantos enemigos. Yo no
acepto, sin embargo, ni la definicion, ni su esplica-
cion, al contrario la repruebo. No, señores, la Freno-
lójia no es un sistema de psicolójia; no debemos admi
tir en este recinto calificaciones, que sujieren teorias
hipotéticas. La frenolójia es la fisiolojia del cerebro, y
esta es la verdadera acepcion de la palabra, esta es la
definicion adoptada por-Gall, y que debiera haberse con
servado, porque es tan esacta como racional.
Cuando las funciones del encephalo fue llamado psi
colójia, se estudiaba la vida independientemente del
organismo; pero afortunadamente no es esta la direc
cion natural de nuestros estudios.
El nombre alma , espiritu, presupone un mo
tor, una potencia, que no son accesibles á nuestros
sentidos. Este es el como, y el quomodo de los fenómenos
psicolójicos. Yo no tengo la pretension de conocer y
manifestaros esta fuerza oculta ; la abandono á las cre
encias. Para estudiar las acciones encepháticas, me limi
taré á las que podemos comprender tanto por los sen
tidos, como por la induccion de los hechos averiguados;
dos únicos medios, de que el hombre puede valerse, pa
ra ser fiel á la verdad en sus juicios.
1)E FRENOLOGIA. 19
El cerebro os es conocido, señores, asi como el resto
del aparato nervioso; este centro recibe impresiones por
los nervios, que se pueden considerar como conduc
tores; estas impresiones las podemos llamar estimula
ciones, pues escitan y ecsaltan la funcion cerebral. Los
nervios que trasmiten estas emociones al encephalo son
visibles , su carácter está demostrado por esperiencias
comprovantes; el efecto producido es manifiesto: pode
mos, pues, admitir estas primeras informaciones como
averiguadas.
Estimulado, verifica su reaccion, es decir, para no
emplear mas que voces claras y definidas con esactitud,
obra despues de haber recibido la estimulacion. Los
actos asi producidos se pueden dividir en cuatro órdenes.
1.° Instintos, que dividiremos con los frenolojistas
en dos especies: 1.° instintos propiamente dichos, y ne
cesidades ó inclinaciones : 2° sentimientos: 3.° faculta-
tades intelectuales: 4.° movimientos. Esta division com
prende el conjunto de las funciones del cerebro, apre-
ciables tanto por los sentidos, como por la induccion.
Prueba de ello s%rán las observaciones que haremos des
pues , ya en el hombre , ya en los animales. Entre
tanto vamos á fijar las rejiones del encephalo que cor
responden á las tres primeras de las cuatro órdenes de
funciones.
Los instintos , primeros movimientos que el cerebro
hace ejecutar para sostener la vida, provienen de la parte
inferior central , y de la parte posterior, inferior y la
teral de este centro principal del aparato nervioso. De
estas rejiones estimuladas por los nervios del la terior y
20 CURSO
del esterior del cuerpo , provienen las impulsiones de
los movimientos, por los cuales son ejecutadas las fun
ciones de la circulacion, de la respiracion, de la dijestion,
del apetito jenerador , las necesidades de conservar sus
productos en los animales que deben tener este cuidado,
la de la asociacion, la defensa, el ataque, la astucia; fa
cultades , que son comunes al hombre y á los animales.
Los sentimientos dependen de la parte superior
del cerebro ; son especies» de instintos sociales que con
ducen á los hombres á unirse para vivir en sociedad, y
son los elementos de la civilizacion: se descubren tambien
trazas de estos instintos en algunos animales.
Las facultades intelectuales dependen de la parte
anterior del enréphalo, y son las que dan al hombre su
preeminencia sobre todos los animales, entre los cuales se
hallan muy inferiores á la de la especie humana; se ha
establecido entre estas últimas facultades una subdivi
sion , de que daremos noticia mas adelante.
Estas tres divisiones de la funcion cerebral tienen
relaciones evidentes con el desarrollo de estas tres par
tes de la cabeza, relaciones de que no#e puede dudar,
viendo la armonia que reina entre las disposiciones
físicas y las cualidades instintivas, morales é intelec
tuales de los hombres. Ecsaminemos las cabezas de los
idiotas, por egemplo, la del idiota de Amsterdan, co
nocida de todos los frenologistas, y que ofrece una falta
estraordinaria de los órganos de la inteligencia. Esta
cabeza, que parece ser la de un niño que tan poco de
sarrollada se halla, es la de una jóven, muerta á la
edad de 17 años. La parte posterior es la única que
DE FRENOLOGIA. 21
se encuentra desarrollada, y no hay mas que un li
gero bosquejo de la parte superior, correspondiente á
los sentimientos; la parte anterior de la cabeza, sitio
de los órganos de la inteligencia, está enteramente
deprimida. Ahora bien, los actos del resorte de estas
funciones del encéphalo, convenian perfectamente con
esta conformacion. La idiota que nos ocupa tenia ins
tintos, sentimientos, amaba, tenia afecciones, era ca
riñosa, lisongera, dulce y tenia bajo todas estas rela
ciones las cualidades de una perrilla, pues carecia de
todo sentimiento elevado y parecia totalmente despro
vista de inteligencia , no pudiendo articular palabra
alguna , y alcanzando apenas á tomar los alimentos. Con
conformaciones menos defectuosas, se observan matices
de idiotismo menos pronunciados , y que se pueden cal
cular facilmente por la inspeccion de diversos cráneos»
de que se hallan enriquecidas nuestras colecciones.
Coloquemos en comparacion de semejantes cabezas,
las de los hombres que se han distinguido por su
moral é inteligencia, y se verán conformaciones con
trarias, gran desarrollo de la parte anterior y supe
rior de la cabeza : observaciones que multiplicndas en
muchas circunstancias diversas, tienen una significacion
elocuente. Es imposible rehusarse á creer á las induc
ciones que de aqui resaltan, á menos que no se cier
ren los ojos para sustraerse á la evidencia.
Réstame esponer una idea general de los movimien
tos que componen la parte cuarta de la division estable
cida anteriormente. Son los movimientos resultado de
las acciones del cerebro,- que despues de haber sido es-

-
22 curso
timulado , hace mover , ya sea por los nervios que le
son propios, ya por los de¿su prolongacion en el raquis»
diversos órganos, cuyos tejidos difieren entre si; y aten
diendo á esta diversidad los movimientos pueden dividirse
en dos órdenes.
Los primeros movimientos se ejecutan en los órga-
nos interiores. Todos saben que las afecciones morales
producen comunmente estos efectos; causan latidos en
el corazon ; ocasionan sensaciones en las visceras; desar
reglan el acto de la dijestion; obran sobre los órganos se
cretorios que forman el aparato jenital del hombre, y
tienen una influencia notable sobre los escretorios de la
bilis , del residuo de la dijestion£&c. &c.
Cosa supérflua seria, entrar aqui en pormenores
mas estensos sobre un objeto conocido, y que no puede
dar materia á contestaciones.
Los movimientos de segundo órdenjson los ejecu
tados por los músculos. Basta anunciarlos para que los
comprendais, siendo una cosa molesta hablar de esto á
oyentes instruidos en anatomia , como supongo que lo
son los quejtengo el honor de que me escuchen.
He aqui señores , las bases sobre que está fundada
la Frenolojia: por una partelo son los centros nerviosos,
colocados bajo las cubiertas sólidas del cráneo y el raquis;
por otra lo son las funciones de estos centros, divisibles
en cuatro órdenes. La anatomia y la fisiolójia serán el
objeto de nuestros estudios. Las funciones cerebrales
serán consideradas por nosotros, como lo son cen este
recinto todas las funciones orgánicas.),Noabandonarémos
á los metafisicos una parte de nuestro dominio , como
DE FU ENOLOGIA. 23
se ha hecho hasta el establecimiento de la Frenolójia.
No os vereis pues cercados de las nubes que oscurecen
el campo de la psicolojia, en que todo es vago/ solo ten
dremos que ocuparnos de hechos , de cuja autenticidad
podrá asegurarse toda persona bien organizada. La dis
tincion, pues, de las funciones del cerebro , que era ne
cesario esponeros sumariamente para daros á conocer la
comprension de la Frenolójia, se ha establecido entestos
últimos tiempos, yces el resultado de los progresos del
espiritu humano. Debiendo interesaros un bosquejo de
esta perfeccion de la razon , procuraré trazarlo rápida
mente á vuestra vista, y seguir un camino, que nos
conducirá á un sistema de conocimientos, objeto de es
tas lecciones. En tiempo que la anatomia y la fisiolojia
no se habian cultivado con la brillantez que hoy, cuando
el hombre juzgaba su moral por la impresion que los
objetos esteriores hacian en él, y por su voluntad, no se
dividian las facultades intelectuales mas que en dos ór
denes; entendimiento y voluntad. El entendimiento era
la facultad ó capacidad de recibir, ideas , recordarlas,
combinarlas , juzgar y razonar &c. La voluntad era la
facultad ó capacidad de ser afectada , agradable ó desa
gradablemente, desear, querer y obrar en consecuencia.
Esta distincion ha bastado por largo tiempo para satis
facer al mayor número de los filósofos. Los dogmas que
datan de tiempos antiguos en cierto modo parecen sa
grados, y son. venerados en los siglos posteriores.
Este respeto esplica, por qué el nacimiento de la fi
siolojia del cerebro ha sido tan tardio. Hubo sin embargo
en la ímligüedad un presentimiento de la diferencia que
24 cüBso
hoy percibimos entre las funciones cerebrales. El im
perio de la voluntad , que es notable por ser obedecido
ron la rapidez del relámpago, fijó la meditacion. Se
quiere levantar el brazo , se levanta ; se quiere dirijir
el pensamiento á un objeto , al momento es dirijido ; se
le quiere al contrario separar de este objeto, en el ins
tante toma otra direccion. ¿Quién pudiera reconocer en
esta época cosa alguna del resorte de la materia? Nadie.
Entonces se supuso un ser inmaterial que mandaba la
materia , y este soberano se llamó espiritu , alma, ó
psyché. Habiendo los hombres adquirido los principios
¡inalómieos , se percibió que el principio inmaterial re
sidia en el cerebro. Una observacion bien concluyente
vastaba para demostrarlo: cortada la cabeza, el alma per
dia todos sus derechos, la condicion de la causa primera
de donde deriva la voluntad se manifestaba por este solo
hecho con demasiada evidencia para quedar descono
cida. Sin embargo , habia órganos cuya accion debia ser
desde entonces observada; se advirtió que las facul
tades intelectuales podian hasta cierto modo ser dise
cadas y aisladas. Asi, faltando un órgano, desaparecia
con él una série de ideas, y se reconocia una imperfec
cion en la intelijencia ; fue menester entonces admitir
sentidos, que vinieron á ser los ministros del alma, co-
locnda en el cerebro. Ved aqui una primera division es
tablecida, un soberano y sus ministros. El espiritu, que
se hnbia reconocido, llegó a ser objeto de largas diserta
ciones, y los órganos cuya importancia debian revelar los
sentidos, se olvidaron. Fácilmente se observa que las
ideas intelectuales son diferentes , poique los hombres
DE FRENOLOGIA. 25
no se parecen. Cómo pueden comunicarse sus ideas,
dijo uno á otro; yo siento de este modo, tu de otro
diverso, y nuestro veciuo difiere de entrambos. Con
arreglo á estas observaciones se dividieron y subdividie-
ron las operaciones del espiritu, llegando á establecer
mas facultades, siempre independientes de los órganos. "
Los filósofos griegos que probablemente habian re
cibido comunicaciones de Oriente, pasaron mas adelan
te sus investigaciones; queriendo dar parte en las ideas
al cerebro y á los sentidos, consideraron á aquellas
como ocasionadas por estos, y se admitió una opera
cion del cerebro sobre ellas. Vino Platon, y dijo «Las
ideas son todo, forman el universo entero, provienen
de Dios, él las ha ordenado y son el modelo del con
junto de la creacion.» ¡Qué concepto del espiritu hu
mano! ¡Admiraos, señoresl Las ideas, que habian veni
do por los sentidos se trasformaron en tipos de cuerpos,
y se pretendió que ecsistian en la eternidad en el seno
de Dios y que las habia despues realizado, formando
tos objetos sobre su modelo. Pero ^stas consideraciones
nos separarian de nuestro objeto, si nos abandonáramos
á ellas demasiado; no debemos considerar las ideas sino
con relacion á las funciones del cerebro. Ahora bien,
conteniéndonos en estos limites advertimos que á los
ojos de Platon , las ideas fueron el fenómeno princi
pal, que residian en el cerebro, y que eran innatas. Cuan
do el hombre tsreia recibirlas de la impresion de les
objetos esteriores , no tenia mas que su reminiscencia.
Aristóteles, discipulo de Platon , declaró que las ¡deas
admitidas por su maestro, eran anteriores á todo cono
26 curso
cimiento, pero que no eran innatas, que llegaban por
los sentidos que las imprimian á la inteligencia, que
compara á una tabla rasa de cera, por egemplo, ó á una
hoja de impresion que recibe los caracteres aplicados
sobre ella. Esta teoria , aunque clara en apariencia, no
satisfizo: el mismo Aristóteles se vió, precisado á admitir
pasiones, tormentas venidas del esterior, que desarre
glaban el órden de las impresiones que se hacian sobre
su tabla rasa.
Los platónicos no se contentaron con esto, recono
cieron que con las mismas ideas, todos los hombres
no obran del mismo modo. Fué pues menester conve
nir, desde estos tiempos tan antiguos, que habia al
guna cosa oculta anterior á las ideas, una disposicion
innata ha hacer de ellas tal ó cual uso, mas bien que
otro. La observacion era fundada. ¿No es verdad? ¿Cuál
fue su resultado? ¿dónde se colocó esta disposicion in
nata? Todavia la colocaron vagamente en el espiritu los
sectarios de Platon, poro en el espiritu que residia en
el cerebro, con arreglo á otras miras de Aristóteles»
que espondrémos al tratar de la historia de la Fre
nologia.
Ved ahi señores , el origen de los sentimientos, de
los instintos.
Estas primeras nociones sobre las ideas son abstrac
tas; pueden repugnar á muchos de vosotros; sin em
bargo, el asunto que las sugiere no debe,ser indiferen
te á los médicos. Nada debe serles estraño, pues que
todo es relativo al hombre, y porque en la sociedad son
consultados con preferencia , y se decide por sus juicios
DE FRENOLOGIA. 27
en un gran número de pleitos. Por lo demas, este asunto
tiene intima relacion con la filosofia, principalmente
con la lógica. Estoy por lo tanto obligado á suplir aqu¡
á un curso de filosofia , fundado sobre la Frenologia, que
no puede aun ecsistir, porque no se comprende toda su
importancia, pero que probablemente ecsistirá mas tar
de, y yo me felicitaré de haber contribuido á su esta
blecimiento en nuestras escuelas.
Hace tiempo que os estoy hablando sobre las ideas
sin fijar el sentido de esta palabra que me propongo
esplicar.
La palabra idea significa literalmente en griego ima
gen: el origen de las ideas se debe á la observacion. El
hombre despues de haber visto un objeto, separando su
vista de él, advirtió que aun creia percibirle, y aun te
nia la facultad de representarle con sus colores y for
mas, por la pintura, dibujo y escultura. De aqui con
cluyó que tenia en su espiritu (no se trataba enton
ces del cerebro) imágenes de los cuerpos. He aqui la
tabla rasa de Aristóteles, segun el cual, las imágenes
de los cuerpos se imprimen en el espiritu , como en una
tabla de cera ; y he aqur la accion de*las ideas sobre
el espiritu , sustituido al cerebro, y esta accion compa
rada al buril. Asi el hombre se ve siempre precisado á
buscar objetos materiales de comparacion, cuando quie
re tratar lo que cree espiritual. Pero en resumen ¿qué
son estas imágenes ó ideas ? Son en realidad resultarios
de la accion de los cuerpos sobre el cerebro , otra sus
tancia material, por intermedio de los sentidos. Espe
ro demostraros mas adelante que las ideas de los psi-
28 . curso
cólogos mas sutiles, nó son de otra calidad. El mismo
Platon tomó sus modelos en esta clase de acciones,
cuando pretendió que las imágenes habian sido creadas
anticipadamente, puesto que los cuerpos habian sido
formados con arreglo á estos modelos. Con efecto, debia
tener en consideracion modelos semejantes á los que
hacen los escultores en pequeño, antes de los trabajos
que se proponen egecutar en grande. Como todas las
ideas se refieren á ecsistencias materiales, se puede
formar esta congetura. Pero, por otra parte, los filó
sofos, habiendo advertido en si impulsos indefinidos que
dirigian sus acciones, ya hácia un objeto, ya hácia otro,
llamaron á estas fuerzas desconocidas, ideas, y las con
sideraron como innatas. Compararon estas con las que
les habian servido para esplicar los fenómenos intelec
tuales, y asi, el amor , la aversion, el odio y todas las
pasiones, gustos, etc., fueron comprendidas bajo el
nombre de ideas; y comparadas á las pretendidas imá
genes de los cuerpos. Entonces nació la teoria de las
ideas innatas. En efecto, no hay en el mundo este-
rior ni ódio, ni amor, ni aversion, ni afectos, repug
nancia ó gusto "^)or tal cosa, compasion, admiracion
por la virtud, ó lo bello, ni repugnancia, aversion, ó in
clinacion hácia el crimen. Los hechos que representan
estas denominaciones son fenómenos nerviosos, que no
tienen ecsistencia material en la naturaleza; no hay
cuerpos que puedan servirles de término de compara
cion. Sin embargo, la palabra idea se adoptó por desig"
narlos: se aceptó la idea de asesinato, de amor, de aiw-
sion, en fin todo fue ¡deificado. He aqui una gran con
DE FRENOLOGIA. 29
fusion; para evitarla, se distinguieron las ideas inma
teriales de las que tienen relacion con la materia por
el epitelo de innatas, de que hemos hecho mencion.
Ahora podeis concebir las ideas de los antiguos; sa
beis que comprendian bajo una misma denominacion las
impresiones hechas por los cuerpos, las inclinaciones,
los instintos, los sentimientos y los actos de la inteli
gencia, cuya situacion corresponde á las diversas regio
nes del cerebro , que os he indicado. Comprendeis cómo
se ha podido disputar en las escuelas por muchos siglos
sobre esta teoria confusa: unos pretendian que todas las
ideas eran sugeridas por los sentidos, porque solo aten
dian á las pretendidas imágenes de los cuerpos; otios
sostenian que no habia ideas innatas, porque no tenian
en consideracion masque las inclinaciones ó afectos, á
que habian dado importunamente el nombre de ideas.
Si me habeis comprendido, debeis ya preveer el va
lor de la frenologia por el bosquejo que os he presenta
do para definirla esactamente, y por la comparacion que
podeis hacer con teorias anticuadas , cuya memoria he
recordado.
Aristóteles reinó mucho tiempo en las escuelas, y
fue siempre contradicho por los partidarios de las ideas
innatas, aunque admitió inclinaciones, disposiciones y
pasiones. Entre los filósofos, unos daban preponderan
cia á las ideas adquiridas por los sentidos, y otros se la
concedian á las que ellos creian innatas. Esta es la con
tradiccion en los juicios de los hombres, y es una ley i
de la naturaleza, porque sus facultades intelectuales , ó
sus inclinaciones son involuntarias y. variadas. Ahora
30 curso
mismo podemos verificar esta observacion. Tengo el ho
nor de dirigir la palabra á una asamblea bastante nu
merosa , y estoy seguro que mis proposiciones son re
cibidas en diferentes sentidos, escitando diversos afec
tos y pensamientos. Unos aprueban mis opiniones; otros
las oyen con duda, ó desconfianza ; otros en fin las re-
prueban y desdeñan. Asi debe ser, atendiendo á nues
tras disposiciones , que no solo son resultado de nuestra
educacion, sino tambien inherentes á nuestra organiza
cion , en una palabra son innatas. Todos los dias vemos
niños nacidos de unos mismos padres y educados de una
misma manera y en idénticas circunstancias , manifes
tar inclinaciones diametralmente opuestas cuando han
llegado á una época determinada, observando cada uno
distinta conducta. ¿Y por qué asi? Porque nacemos con
disposiciones orgánicas diferentes , que nos comunican
diversos impulsos.
Mientras no se estableció diferencia entre las ideas
venidas del esterior y las inclinaciones y afectos, se ha
debido disputar como se ha hecho. Pero, prosigamos el
ecsámen sumario de las opiniones de los principales fi
lósofos relativamente á las ideas.
Los platónicos admitian tres almas en el hombre; ve-
jetativa, animal ó sensitiva, y racional. Bacon, hombre
demasiado célebre para no citarle, solo distinguió dos:
una racional, orijen del entendimiento, de la razon, del
raciocinio, de la imajinacion, de la memoria, del apetito
y de la voluntad: la otra sensitiva, producia el movi
miento voluntario y la sensibilidad. Maine-de-Biran
pensaba tambien poco mas ó menos. Vemos que estas
DE FRENOLOGIA. 31
almas debian presidir á nuestras diferentes facultades;
la vejetativa y la sensitiva á los instintos y á las nece
sidades : la racional á los sentimientos y á las ideas.
Pero Bacon no se limitaba a la metafisica: queria sobre
todo que las nociones comunes no fuesen la base del ra
ciocinio y de la dialéctica, ecsijia que se observase la
naturaleza , y se repitiesen sin cesar las esperiencias,
para proporcionar nuevas bases á la lójica.
Descartes pasó mas adelante, pues viendo que ya en
las escuelas filosóficas no se hacia otra cosa que contra
decirse, con mas ó menos encono, principió por ponerlo
todo en duda, menos su ecsistencia personal, sola reali
dad, fundada en el sentimiento del yo: ayo pienso, luego
ecsisto» y colocó el yo antes de las ideas y de las incli
naciones, reconociendo sin embargo^ que hay ideas que
llegan á la persona , es decir , al yo. Antes del metafi-
sico francés, la personalidad habia sido mal definida, él
la definió, diciendo: yo tengo la certidumbre de mi
ecsistencia , yo soy el que tengo ideas , soy el que obro.
Procuró además definir estas ideas: su yo distinguió pri
mero, ideas adventicias, asi llamadas porque vienen de
los sentidos; segundo, ideas facticias, que el yo forma con ,
las adventicias; tercero, disposiciones innatas, que se re
fieren á los sentimientos, de que os he hablado. Segun
este ecsamen, se ve que Descartes ha conservado el error
ya notado, de dar el nombre de ideas, no solo á las pre
tendidas representaciones de los objetos esteriores , sino
tambien á los juicios, y aun hasta cierto punto á las ideas
innatas porque estas son sus ideas facticias. Locke dió á
las ideas dos origenes, los sentidos y la reflecsion. Pero la
32 curso
reflecsion ¿qué produce? Juicios. He aqui todavia nociones
erróneas, he aqui juicios puestos en la misma linea que la
representacion de los cuerpos. Facil es concebir, que esta
opinion no es conforme al grado de filosofia á que hemos
llegado, gracias á la Frenologia. Locke , despues de todo
esto, se ve precisado a conocer inclinaciones y voluntad,
separadas de las ideas, y que no pueden ser mas que cua- -
lidades del yo. Las ideas propiamente dichas han per
dido mucha de la importancia que las dieron Platon y
Aristóteles, que eran ideólogos esclusivos. Las ideas en
efecto eran la base del pensamiento, segun este último,
que habia llegado á decir que el pensamiento era todo.
Habia llamado á Dios, el pensamiento del pensamiento.
Subordinado todo al pensamiento, alimentado por las imá
genes , consideradaj como especies reales representando
los cuerpos.
Hemos llegado á la época de Locke, en la cual
los progresos del estudio del entendimiento humano
son mas notables , pues que se distinguen ideas,
imágenes de los cuerpos, ideas innatas, que repre
sentan nuestras inclinaciones, ideas facticias, que no
son otra cosa mas, que nuestros juicios, y en fin
el yo que preside á todo esto. Pero bien pronto se de
duce de aqui una consecuencia terrible. No siendo las
ideas de los cuerpos especies reales , como decia Aris
tóteles, sino simples imágenes de los cuerpos, ecsis-
tentes en el entendimiento y percibidas por el yo, que
no puede estar en relacion con los mismos cuerpos, se
hace dudosa la ecsistencia del mundo esterior; los es.
cépticos la niegan, y et yo de Descartes, que es su úni
1>E FRENOLOGIA. 33
ea realidad , queda solo en el hombre en presencia de
las imágenes, ó ideas, que dispone, y trasforma de mi|
modos, sin llegar jamás á la certidumbre. Tal es la con
secuencia de la teoria de las ideas modeladas por las
sensaciones, y aplicadas despues á los sentimienteg y á
las impulsiones interiores. Solo se podia salir de esta
duda por el misticismo, diciendo «sin embargo, debemos
creer la ecsistencia de los cuerpos, puesto que Dios la
ha revelado.» Dictámen que se refutaba replicando, que
la revelacion no tenia mas certidumbre que las demas
cosas, pues que viene al hombre por las palabras, ó es
critos de los profetas y apóstoles , que son cuerpos.
Kant, que ha sido muy alavado y vituperado, reco
noció tambien las ideas representativas de los atribu
tos de los cuerpos, que son, segun él, los solos obje
tos del conocimiento, pero particularmente se detuvo en
los motores de nuestras acciones. Estableció como prin
cipio, que el hombre no está en el mundo solamente
para aprender, saber y enriquecer su espiritu con los
conocimientos que provienen de las ideas; añadió que
hay en nosotros impulsiones interiores, que llamó le
yes eternas, ó virtualidades. Este filósofo aleman admi
tió estos motores interiores para el bien, lo justo y lo
bello, &c. He aqui lo que colocó en el interior. ¿Pero
qué interior? ¡Dios lo sabe! ¿Está en el yol ¿en el al
ma ? ¿ en el espiritu? Pero ¿dónde están estas entidades,
con relacion á nuestro cuerpo? Ninguna region de ia
materia nerviosa, ninguna cabidad de las visceras, son
designadas en este obscuro sistema de metafisica ; todo
él es vago, indefinido y confuso, defecto muy comuude
3
34 curso
nuestros vecinos del otro lado del Rhin. Semejantes
producciones les han inspirado, no obstante, mucho or
gullo ; estos metafisicos alemanes nos tratan con un to
no de superioridad y desprecio, verdaderamente increi
ble. En su concepto, no somos mas que unos sensua
listas, pobres inteligencias , incapaces de concebir otras
ideas que las que provienen de los sentidos, y de apre
ciar los motores interiores, las virtualidades hipotéticas,
que no son sensoriales ; ¡ parece que se olvidan de que
deben á nuestro Descartes este yo, en que se apoya to
da su metafisica 1 Y mirándonos desde lo mas elevado
de su grandeza, nos dicen. «¿Qué tienen de comun
con los objetos conocidos por los sentidos, estas admi
rables cualidades colocadas en nuestro interior, estos
sentimientos de lo bello, de lo justo y de lo injusto del
deber, y de todo lo que hay de grande y de sublime en
la conciencia ? Son cualidades innatas, potencias dadas
al hombre, sentidas por su conciencia, cuya esencia
constituye el yo y muy superiores á las ideas. ¡Pobres
materialistas! ¡Al pronunciar el nombre de alma, no
comprendeis su valor!»
Asi es, señores, como nosotros los anatómicos y fi
siólogos somos tratados por los metafisicos de Alema
nia, pais en donde bajo otras relaciones cientificas
se cuentan tantos hombres ilustres por sus traba
jos, especialmente en anatomia y fisiologia. Pero
antes de separar nuestra consideracion de Kant, no
temos, que es bastante haber dicho que el hombre
no ha sido hecho solo para aprender, que no obra úni
camente en virtud de lo que sabe, sino que tiene po
DE FRENOLOGIA. 35
tencias que le comunican impulsiones. En este pensa
miento encontramos uno de los jalones que marcan
el progreso de la filosofia , hasta el punto culminante
en que la Frenologia ha permitido establecer esta cien
cia sobre bases sólidas y conformes á la razon contem
poránea.
La gloriosa reputacion que se ha adquirido la
escuela de Edimburgo en estos últimos tiempos, es
debida á muchos sabios de un gran mérito , cuyos
escritos son muy preferibles á los que la metafi
sica habia producido antes. Entre los escritores que
han tratado de profundizar las cuestiones relativas
al espiritu humano ; Hutchezon , Reid y Du-gald
Steward nos son conocidos por preciosas traducciones
de obras enteras ó fragmentos escogidos, que debe
mos á M. Thomas JoulTYoy. La imparcialidad nos pres
cribe advertir que no se halla en estos libros el lengua-
ge insultante , el orgullo adietado á algunos metafisi-
cos alemanes. Los autores escoceses que acabamos de ci
tar, Reid principalmente, han querido fundar la filoso
fia en el sentido comun, diciendo: «¿Por qué sumer
girse en abstracciones oscuras, donde es dificil no per
derse, cuando se trata de ecsaminar los fenómenos que
ofrece el hombre en su moral? ¿qué tienen de comun
las imájenes de los cuerpos con el amor , el odio , los
sentimientos de lo6e//o, de lo grande, de lo sublime, de
la justicia , de la virtud, de la beneficencia', con el sen
timiento de la veneracion, de la admiracion &c. ? Estas
palabras ecsisten en todas las lenguas, todas las naciones
las han ariopiado, por consiguiente representan emo
36 curso
ciones, ó impulsiones, ó nociones jenemlmente sentidas
y admitidas. El orijen de los fenómenos que designan
no está suficientemente esplicado; este es el defecto.
Ahora bien, se las puede concebir considerándolas como
fenómenos primitivos, impulsiones espontáneas, que
llevan consigo la conviccion y hacen imposible la duda.
Prueba de esto tenemos, añaden, en la creencia general
de los pueblos que les han dado todos el mismo sen
tido» Sin embargo, estos filósofos no señalaron ór
ganos á estos fenómenos.
Estos escritores escoceses ecsaminando las sugestio
nes naturales al hombre, distinguieron y señalaron casi
todos los fenómenos instintivos y afectivos, que Gall ha
colocado en el encéphalo, con el nombre de necesidades
y sentimientos , y que efectivamente nos inspiran la
conviccion , porque los escépticos no han llegado á la
duda y negacion del mundo esterior, colocando estos
sentimientos en la linea de las pretendidas imájenes que
provienen de los sentidos, y contra el testimonio de su
conciencia; porque es evidente, que si no hubieran
creido en la ecsistencia de los cuerpos esteriores, no
hubieran prolongado la suya mucho tiempo despues de
esta duda.
Mientras que la razon humana se engrandecia por
estos trabajos importantes, la mayor parte de los filó
sofos franceses quedaban limitados al circulo de las ideas
que habian adoptado mucho tiempo habia, y no admitian
mas que dos divisiones en las facultades intelectuales;
entendimiento para todo lo que concierne á la inteli-
jencia , voluntad para todo lo que concierne á la accion.
DE FRENOLOGIA. 37
Los criticos se esforzaron en demostrar la confusion que
resulta de estas dos distinciones insuficientes. «El enten
dimiento, dijeron, abraza las ideas, como los conoci
mientos adquiridos, pero no puede aplicar todos los ac
tos de la intelijencia. La voluntad tiene diferentes mo
tores , no son todos el producto de las ideas que nos
vienen por los sentidos &c. Un gran número de fenó
menos del mayor interés se refieren á causas, que no se
hallan en vuestras ideas» En fin , á la série de los es
fuerzos para concebir y determinar la intelijencia hu
mana , debemos el conocimiento á que hemos llegado,
distinguiendo las sensaciones , necesidades, instintos,
sentimientos, afectos y facultades intelectuales , fenó
menos , cuya consecuencia comun es el movimiento.
Despues de haber bosquejado el conjunto de facul-
tadades que caracterizan la intelijencia humana , rés
tanos echar una ojeada sobre la escala zoolójica , á fin
de ecsaminar, si estas mismas facultades ecsisten en la
série de los animales, ó son un privilejio de nuestra es
pecie; que investigar si la comparacion puede ilustrar
fructuosamente el estudio de las funciones del cerebro
en el hombre; ecsaminar en fin, si se pueden obtener
con esta comparacion resultados tan ventajosos, como
los que han procurado los anatómicos. Esta parte del
trabajo que he comprendido es tan importante , como
necesaria , y me propongo , señores , ocuparme de ella
en la leccion siguiente.
13 de ábrü de 1836.

Las materias de que hemos tratado en la primera lec


cion han podido escitar algunas dudas, porque es pro
pio de la naturaleza del espiritu humano , interin no
adquiera una completa inteligencia de un objeto, pre
sentársele gran número de objeciones. Pero persuadido
de que se resolverán con la completa esplicacion de mis
proposiciones, no me propongo combatirlas en este lu
gar ; me limito solo a ecsigir la atencion.
Hemos dicho que despues de las largas é infructuo
sas discusiones de los filósofos metafisicos, los fisiólogos,
40 CURSO
mas juiciosos en nuestro dictámen, habian establecido
en las funciones del sistema nervioso, las distinciones
siguientes: sensaciones, necesidades ó instintos, incli
naciones que engendran las pasiones, inteligencia pro
piamente dicha , y movimientos. Ecsaminaremos ahora
sumariamente cada una de estas divisiones, porque es
indispensable tener un conocimiento de cada una de ellas,
para comprender con claridad las teorias que las apoyan.
Las sensaciones en general , que componen la pri
mera serie de los fenómenos intelectuales, fueron al
principio consideradas (orno efectos producidos por cau
sas esteriores; es dee-r, como resultado de la accion
de los cinco seniidos. Por mucho tiempo bastó con este
dato elemental, pero las investigaciones y meditaciones
de los fisiólogos la adelantaron en estos últimos tiempos.
Reconocieron y señalaron sensaciones escitadas interior
mente por el egercicio mismo de las funciones y deter
minadas en el cerebro por los nervios, que hacen parte
de nuestros órganos interiores. En su consecuencia, esta
primera seccion de los sensaciones en general se ha sub-
dividido, distinguiéndolas en internas y esternas.
Debemos distinguir esactamente la diferencia que
ecsiste entre unas y otras. Las internas principian á
manifestarse en e! hombre durante su vida uterina ; en
este periodo se agita y se mueve, mas nada prueba nl
es posible probar que el feto egecute estos movimientos
por la accion de los sentidos esteriores, porque enton
ces se halla enteramente aistado. Se mueve por las im
pulsiones de sus visceras, que obran sobre el eje cere
bro-espinal. Estas sensaciones internas son la espresion
DE FUE.NOLOGIA. 41
de las primeras necesidades; provienen de las estremi-
dades nerviosas, situadas sobre las membranas mucosas
de las visceras, que se pueden considerar como sentidos
internos, y de los nervios colocados en el interior de los
tejidos. Asi es como el estado de flecsion de un miem
bro puede escilar el dolor en el niño, en una cierta
época y provocar movimientos, como el estimulo del
meconio acumulado en los intestinos. Si otros estimu
los tienen su punto de partida de la piel, no se los
puede comparar con la sensacion del tacto que se desar
rolla despues del nacimiento por la influencia de una
porcion de cuerpos diferentes, porque la superficie cu
tánea del niño sumergido en on liquido cuya compo
sicion no varia y siempre en igual temperatura , no pue
de producir en el centro nervioso, mas que sensaciones
confusas, análogas a las que recibe de las visceras. ¿Y se
podrá dar el nombre de sensaciones á estas impresiones
que proceden del interior de los tejidos de las mem
branas internas, y aun de las espansiones nerviosas de la
piel durante la gestacion? ¿Esta denominacion, sensa
ciones , es rigorosa y esacta ? ¿ La de estimulaciones sen
sitivas internas y esternas no seria mas racional, y no
doria con mas esactitud el conocimiento que debemos
adquirir del fenómeno llamada sensacion interna? Pero
adoptada esta palabra sensacion, la conservaremos.
El niño, despues de su nacimiento, se pone en re
lacion con el mundo esterior; los objetos que le causan
impresiones son variados: entonces es cuando principia
la sensacion propiamente dicha, entonces es cuando la
piel egerce las funciones de un sentido esterno. En
42 curso
efecto esta membrana se pone en contacto, asi como los
órganos de la vista, de! olfato y del gusto, con los mo
dificadores que no influian en el niño durante su per
manencia en el útero. Desde esta época empiezan las
sensaciones esternas, que merecen esta denominacion.
¿Y qué son en realidad , señores, las sensaciones asi
determinadas? Esta es una cuestion muy importante
que es menester resolver.
Las sensaciones trasmiten al cerebro la accion de los
estimulantes esteriores; en esto no hay duda ¿pero las
trasmiten desde el instante del nacimiento, como las
trasmitirán muchos años despues? No en verdad. El
recien nacido al recibir las sensaciones, no saca de ellas
la idea clara de los cuerpos esteriores y no obra por la
reflecsion, conocimiento é inteligencia, que estas ideas
han de producir un dia. Ninguna de estas facultades de
termina y dirige estos movimientos. Este es un hecho
incontestable. Estas sensaciones son imperfectas compa
rativamente á las que sucederán en una edad mas avan
zada, sin embargo producen efectos; escitan al niño á
huscar y chupar el pezon de la madre, á dar gritos cuan
do padece y á reirse cuando siente algun placer.
Pero ¿cómo estas sensaciones, ya diferentes de
las egeculadas en el útero, obran para producir todos
estos actos, puesto que el conocimiento y la reflecsion
no toman parteen ellas? Estas sensaciones en el ins
tante del nacimiento obran porque se desarrollan los
instintos 6 necesidades; es decir, que los movimien
tos nerviosos de cada sensacion se asocian con la por
cion del encéphalo que debe satisfacer la necesidad»
DE FRENOLOGIA. 43
sin que la inteligencia tenga parte en esto.
¿Qué es el instinto? me preguntareis. Es, respon
deré para proceder de lo que conocemos á lo que te-
. nemos que descubrir en la serie de estas lecciones, la
misma potencia que sugeria al niño durante su vida
uterina, moverse cuando se hallaba en una posicion do-
lorosa. Tiene su asiento en el cerebro. Esta potencia
señores, se pone actualmente enegercicio por otras cau
sas, por agentes esternos cuyo estimulo llega por los
sentidos, sin conocimiento y sin reflecsion , ni fenóme
no alguno intelectual en aquel momento.
Todas estas acciones son instintivas, el instinto es
el que domina y lo rige todo en esta época de la vi
da. Las impresiones que determinan los movimientos
por el intermedio del instinto parten entonces, tanto de
los sentidos internos, como esternos. No olvidemos esté
doble origen. He aqui algunos ejemplos.
El hambre causa inquietud; el frio escita el dolor
y la agitacion; la introduccion de una espina en la piel
hace dar involuntariamente un grito; una indigestion
está acompañada de cólicos y movimientos que espre
san lo que sufrimos; en todos estos casos se reconoce
el imperio del instinto, que se pone en accion á veces
por causa de una sensacion que proviene del interior,
y á veces con motivo de una sensacion producida por
los sentidos esternos, y obrando una y otra sobre las re
giones del encéphalo destinadas á la satisfaccion de las
primeras necesidades.
Los impulsos instintivos, de que me parece he dado
una idea clara, continuarán en los años siguientes pero
44 curso
no conservarán todas las preeminencias que tienen en
los primeros tiempos: los sentimientos lomarán insen
siblemente parteen las acciones, y el conocimiento que
cada dia hará nuevos progresos concluirá por represen
tar un papel notable en su produccion. Entonces la que
se llama voluntad, obrará despues del impulso de estos
tres motores.
Pero avancemos un poco en la vida. El niño se ha
desarrollado moviéndose instintivamente ; los órganos
de los sentidos se han habituado á la accion del mundo
esterior; nuevos fenómenos han sobrevenido; ha adqui
rido lo que llamamos idea ó imájen de los cuerpos: con
sideremos este fenómeno. ¿ Qué es la idea de los cuer
pos? Este es un punto fundamental que debemos ecsa-
minar , en que se halla apoyada en gran parte la filo
sofia, porque casi se ha subordinado esta ciencia al fe
nómeno de las ideas. No obstante esta base es falsa ; ya ,
lo hemos visto considerando que el niño ha vivido y
obrado mucho tiempo antes de tener idea de los cuer
pos; estaba desprovisto de ella, su nodriza ó sus padres
suplian por él. Ahora ha adquirido este conocimiento y
en consecuencia retiene lo que se llama idea, ó imájen
de los cuerpos que ha visto. ¿Es esto realmente imájen?
Ko por cierto; ha sentido la presencia de los cuerpos
con quienes está en relacion : un hombre, un animal,
un circulo , un cuerpo cualquiera, en fin, han hecho en
él una impresion que ha conservado, que se renueva
aun en ausencia de los objetos, y le hace esperimentar
un estado análogo al que su presencia habia escitado.
Este es un acto de la memoria: el niño se representa los
DE FRENOLOGIA. 45
cuerpos que han producido impresiones en él, parece
que estan á su vista. De aqui, la teoria de las imájenes.
Pero esta espresion no se puede tomar á la letra. Si co
locais imájenes en el cerebro, la estension de este ór
gano no bastará'para comprender un gran número, y
ademas este cuadro supone un ser destinado á obser
varle. ¿Y qué organizacion daremos á este nuevo ser?
¿tiene un cerebro? ¿tiene ojos? ¿sus ojos y su cere
bro reciben las imájenes de las imájenes? Pero si
le damos ojos y un cerebro , introducimos un hombre
en otio hombre, asi podriamos suponer Un tercer hom
bre para el segundo y embutir los unos en los otros,
desde los principios de la vision, intricion y contempla
cion , hasta lo infinito. La misma necesidad tenemos
para las percepciones provocadas por. los otros sentidos
que no se parecen al de la vista, como el tacto, que per
cibe la consistencia, la cual además de un sentido ecsije
la accion muscular; el oido, el olfato y el gusto, que
hacen percibir los sonidos, los olores y los sabores. Nada
mas cómodo que trasformar estas percepciones en imá
jenes con sus colores, ó en rasgos gravados por el buril.
Pero ¿en dónde estan gravadas? ¿quién las palpa? ¿quién
los olfaléa? ¿quién las gusta? ¿quién es el que canta
estas notas de música?...
Dejemos pues, la palabra imájen, y digamos, per
cepciones. La percepcion es un fenómeno primitivo,
que nos pone en relacion con lodos los cuerpos de la
naturaleza: este fenómeno es inespHcable, pero tenemos
una conciencia de él , y un sentimiento invencible nos
obliga á creer la verdad de los ohjclos percibidos.
46 curso
La percepcion de un objeto por cualquier sentido, se
prolonga por algun tiempo aunque cese de obrar sobre
él , y cuando ha cesado y la impresion se ha desvaneci
do, se reproduce la percepcion 5 n que vuelva á hacer
nueva impresion en nuestros ói ganos. Esta es la memo
ria considerada en general; que podemos distinguir en
memoria de prolongacion y en memoria de reproduccion
de nuestras percepciones. Vemos tambien que todo acto
de la memoria supone una impresion, heiha en los sen
tidos por los objetos esteriores.
Percepcion de los objetos esteriores ; memoria, es
decir prolongacion ó reproduccion de eslns percepcioi.es
á pesar de la ausencia de los objetos; tales son los pri
meros fenómenos intelectuales, que tambien se llaman
facultades.
Mas ¿por qué estamos dotados de estas facultades?
Para aprocsimarnos a los cuerpos y apropiárnoslos si
nos son útiles, ó para retirarnos de ellos ó separarlos
si nos son dañosos. La observacion de los actos de cada
animal nos proporciona esta instruccion, y concebimos
que la , memoria es necesaria á la ejecucion de estos
actos asi en ellos como en nosotros.
Pero las determinaciones dictadas por la percepcion
actual, ó por la memoria de las percepciones pasadas
¿son siempre producidas por la inteligencia? ¿son cál
culos ó razonamientos, basados sobre el conocimiento de
las propiedades de los cuerpos? No siempre: en la
época de la vida de que estamos tratando, tienen el ins
tinto y los sentimientos nacientes la mayor parte;
la menor queda á la reflecsion. Percibiendo el niño
DE FRENOLOGIA. 47
un objeto que le ha causado mal , se retira de é!, re
cordando su impresion; al contrario se aprocsima al ob
jeto que recuerda haberle producido bien; lo uno y k»
otro lo hace menos por cálculo ó por razonamiento, que
por un sentimiento instintivo de pena ó de p'acerque la
vista del objeto le recuerda, porque los instintos y los
sentimientos tienen su memoria como las percepciones
de los objetos esteriores. El instinto que hemos reco
nocido cesistir antes que las relaciones del niño con el
mundo esterior, es escitado ahora por la presencia de
los cuerpos; los sentimientos lo son mucho menos y la
reflecsion principia á man'festarse, pero tan solamente
interesada por estos dos primeros motores, y por esta
triple impulsion se determinan los movimientos necesa
rios para apoderarnos de los cuerpos, ó separarlos. Es
evidente que entre los animales la influencia del ins
tinto sobre las determinaciones , es aun mucho mas gran
de que la de las otras dos facultades, que no poseen mas
que en un grado muy débil las especies superiores, y
no ecsisten en las inferiores.
Ya que sabemos lo que son sensaciones, necesida
des é instintos , ecsaminemos cómo se desarrollan los
sentimientos de que el hombre al nacer no posee mas
que débiles rasgos, no teniendo necesidad de ellos en su
primera infancia. Los sentimientos se desarrollan en él,
ruando llega a ser un ser social, y cuando este momen
to es llegado, el organismo se desenvuelve. El niño so!©
adquiere la sociabilidad con los años. Hasta entonces los
órganos de los sentidos únicamente sirven á las necesi
dades instintivas: estas necesidades continuarán aun ha
48 . curso
ciéndose sensibles; pero vamos á llegar á una época de !a
vida en que los sentimientos toman gran parte en las ac
ciones. ¿Cómo se verifica esta perfeccion? Por la necesi- "
dad que tiene de sus semejantes: este es el motor princi
pal, y no la reflecsion, como han pretendido sin razon los
filósofos del siglo XVIII. Unicamente la necesidad senti
da hace al hombre social, y lo repetimos, antes deque la
reflecsion se haya desarrollado, obra en él, como en di
ferentes animales, para quienes la sociedad es una ne
cesidad instintiva, y que reflecsionan muy poco. Bien se
ve como muchos de ellos, los pollitos, por egemplo, se
reunen desde su nacimiento sin que la inteligencia los
guie, y sin ser capaces de razonar sobre los motivos de
asociacion. Asi es como la sociabilidad se desarrolla en
el niño : aprende á amar á tal persona , á aficionarse á
ella y á tener reconocimiento antes de saber razonar,
aunque tenga ideas, que llamamos imágenes, y pueda
percibir los cuerpos, facultad primitiva inesplicable,
cuya realidad no se puede contestar.
Hume ha pretendido que no tenemos la certidum
bre de la ecsistencia de los cuerpos, porque no son mas
que imágenes que ecsisten en nuestro interior y los
cuerpos y el universo entero no pueden penetrar en él.
Detengámonos un momento en este objeto, que solo he
mos indicado en nuestra primera leccion, porque algu
nos pueden tener la opinion del filósofo escocés y hacer
se la objecion que de ella resulta. No pretendo ser crei
do sobre mi palabra; pero deseando pronunciarme fran
camente sobre esta espresion, declaro que la opinion de
Hume me parece absurda, que es necesario creer en los
DE FRENOLOGIA. 49
cuerpos para admitir la ecsistencia del hombre. Si el
escéptico duda del testimonio de los sentidos, duda de
la ecsistencia de su padre, míidre, hijos, de todos los
hombres, y vedle solo en el universo. Su mismo cuer
po es problemático para él, porque no lo conoce sino
por los sentidos. Se ve reducido al sentimiento perso
nal, al yo. ¿Pero qué es este yo sin cuerpo y sin per
cepcion de cuerpos de que pueda distinguirse? ¿Quién
ha observado semejantes seres? ¿Qué vienen á ser para
el escéptico todos los sentimientos morales relativos á
la asociacion, de los hombres y á los vinculos de la san
gre? No obstante, los esperimenta ; ama á sus parien
tes y amigos; y jamás obtendrá de su conciencia la con
fesion de que la ecsistencia de estos seres es dudosa, y
mucho menos de que no ecsisten. He aqui, pues, el sen
timiento que le condena. Otro tanto va á suceder con
el instinto; porque ¿cómo podria ecsistir si sus actos
no atestiguasen su fé en la ecsistencia de otros cuer
pos? ¿Por qué comes, le diriamos, si no crees en la
ecsistencia de los alimentos? ¿cómo habias de procurar
apagar tu sed si no creyeses en la ecsistencia del agua?
¿cómo evitabas un precipicio si no estabas convencido
de su realidad? Lo evitas por instinto y sin reflccsion;
la vista del peligro ha bastado para hacerte retirar. No
pongo en cuestion si debes esperar un lobo hambriento
sin tomar precauciones para tu defensa. En todos estos
casos obras como en tu infancia antes de tener la reflec-
sion de que ahora abusas en el silencio del gabinete. El
instinto te refuta. Además al tiempo de escribir ¿no crees
en la ecsistencia de ia pluma, ni de las personas á quie
i
hO CURSO
nes diriges tus sofismas? Si dudas de su ecsistencia,
¿pura qué tomarte tanto trabajo en desengañarlas?» La
reflecsion; es decir la inteligencia no condena menos á
los escépticos que los instintos y sentimientos.
Estas respuestas nos parecen demasiado perentorias
para detenernos mas tiempo en impugnar la opinion de
Hume. El obispo Berkeley y el monge Mallebranche
fueron del mismo dictamen; pero recurrieron, el uno
á nociones espirituales infusas, sin el ausilio de los sen
tidos; el otro á la intervencion directa de Dios mismo,
en quien nuestra alma percibe todos los cuerpos, para
justificar nuestra especie de creer en la ecsistencia del
mundo esterior. Estas estravagancias no merecen refu
tarse; pero demuestran cuán necesaria es la Frenologia
para poner un término a las divagaciones psicológicas. En
efecto, la conviccion de la ecsistencia de los cuerpos, es
tablecida sobre la facultad de percibirlos, es inherente á
nuestra naturaleza; es un hecho primitivo incontesta
ble, pero que esplica los movimientos, los actos de la
vida ya instintivos, ya dictados por el sentimiento y la
reflecsion; consideremos, pues", este hecho como un
principio sobre que podemos basar los conocimientos
ulteriores.
Pero, he aqui otra asercion que no esperais acaso,
y sin embargo es una verdad. El edificio social reposa
en gran parte sobre los instintos 6 necesidades y so
bre los sentimientos; estas últimas facultades se desar
rollan antes de las intelectuales, por el instinto y
el conocimiento del mundo esterior ; nacen los senti
mientos espontáneamente, como las inclinaciones ins
DE FRENOLOGIA.
tintivas, como las primeras necesidades, con quien se
confunden. Se puede señalar á los sentimientos el mis
mo origen que al instinto , y aunque este fenómeno sea
del mismo órden que los sentimientos, estos son mas
elevados pues que no se manifiestan completamente has
ta que el hombre se halla en [estado do asociarse á sus
semejantes, y no se encuentran sino en los anima
les destinados á vivir en sociedad; puesto que en fin, no
adquieren este alto grado de peifeccion que produce la
nocion de moralidad, sino en el hombre completamente
desarrollado, bien organizado y gozando actualmente de
todas las facultades que le distinguen de los demas
seres vivientes.
Pasemos á considerar al hombre en el tiempo en
que se.desarrollan sus facultades intelectuales, que es la
perfeccion de su naturaleza. El hombre ha aprendido á
conocer el mundo esterior por medio de sus cinco sen
tidos, ha egecutado los diversos movimientos que estas
percepciones le han inspirado, su obediencia ha sido al
principio pasiva y sin conciencia de lo que obraba. Pe
ro llega á una época en que principia á abrir los ojos
como se ha "dicho figuradamente. Ecsamina sus accio
nes y trata de interpretarlas preguntándose, «¿qué es lo
que yo hago? ¿y por qué?» desde entonces entra en el
dominio intelectual. Ya no percibirá las cualidades de
los cuerpos sin deducir consecuencias, sin escitar su cu
riosidad y aplicar su reflecsion. ¿Cuándo se verifica este
complemento de la perfeccion humana? Despues que
el organismo se ha desarrollado, por una gradacion in
sensible. Al principio las reflecsiones son poco nuiue-
52 curso
rosas; se aplican á las masas y poco á poco se estienden
á los pormenores: el niño establece distinciones y abs
trae lai ideas adquiridas. Asi es como se desarrollan las
facultades intelectuales y el jóven llega á la dignidad de
hombre.
¿Cuál es el fin de la naturaleza en esta perfeccion de
las facultades humanas? para que el hombre las emplee
en el conocimiento de las cuerpos, esteriores, y las apli
que á sus necesidades, y haga con reflecsion lo que ha
cia antes por instinto, cuando no tenia mas que este
recurso; pero bien pronto pasa mas adelante porque
observa, no solo para satisfacer las necesidades de la con
servacion y reproduccion, sino la necesidad de conocer
que se ha desarrollado con los órganos de la inteligen
cia. Pero, ¿se os figura, señores, que llegando el hom
bre á este punto dejará de verse sometido al imperio
de los impulsos que sus necesidades é instintos escita
ban en él antes de que su inteligencia se perfeccionase?
Esto seria un error. Siempre estará sujeto á estos im
pulsos secretos, y á pesar de sus sabias reflecsiones, y
los mas admirables cálculos, sus actos no serán siempre
dirigidos por lo que se llama razon; lo serán mas or
dinariamente y aun sin percibirlo/ por los instintos y
por los sentimientos. Esta verdad se deduce del estu
dio fisiológico del cerebro que Gall y Spurzheim nos han
facilitado; pero principalmente la debemos á este últi
mo que la ha esplicado claramente al menos en sus lec
ciones orales. Esta verdad es muy importante, porque
solo ella puede esplicar las contradicciones que se ob
servan en las acciones humanas, los desórdenes de la
DE FRENOLOGIA. 53
sociedad, los obstáculos á los progresos del espiritu hu
mano, progresos que serian inmensos y asombrosamen
te rápidos si solo oblásemos por reflecsion. Mas estos
instintos y sentimientos predominantes en el hombre
en los primeros años de la vida, seguirán teniendo
una influencia grande en sus acciones. Apenas la reflec
sion y el juicio podrán reprimirlos, é impedir que den
un impulso á los actos conforme á las pasiones.
Deseára que comprend érais bien esto, porque el
concurso de las diversas funciones cerebrales es un pun
to fundamental de las nociones que me he propuesto
comunicaros. Estos conocimientos preliminares que lle
vo espuestos, os deben dar á conocer lo interesante que
es el estudio de la Frenologia. Es tanto mas necesa
rio adquirir estos conocimientos, cuanto menos genera
lizados se encuentran. Los fenómenos de la inteligencia
humana se han estudiado y enunciado con demasiada
vaguedad. Agrupándolos, se han formado tres ó cuatro
titulos de capitulos, y entidades cuyos nombres pueden
deslumhrar y pareciendo esplicar al hombre, no lo hacen.
El adulto instruido se ha observado y se ha dado por
tipo de la especie. No es asi como debemos estudiar al
hombre intelectual y moral; debemos seguir paso á pa
so su desarrollo desde su nacimiento hasta su perfec
cion. Es menester considerar al hombre obrando al
principio por instinto, por s\is necesidades é inclinacio
nes, modificaciones de un mismo orden de facultades;
despues obedeciendo á los sentimientos que son una ex
tension de las fiicultades precedentes, y mirarle en fin
cuando la inteligencia uace, se aumenta y toma parte en
54 curso
sus determinaciones; es decir, cuando la inteligencia en
tra en accion para modificar los impulsos que producen
las necesidades, las inclinaciones, los sentimientos y las
pasiones. ,
Aqui debemos notar un manantial de errores, na
cido de haber dado á la inteligencia una soberania des
pótica que está muy lejos de poseer. Los que forman
del entendimiento del hombre una abstraccion de aln a,
de espiritu, ó de persona, ó prerrogativas semejantes,
se engañan é inducen á otros al error.
Este error se halla evidentemente en la filosofia
deCondillac, que tiene muchos partidarios, por mas que
se diga, y poderosos apoyos en las universidades de
Francia. Me abstendré de descender á los pormenores,
contento con indicar los dogmas fundamentales de los
filósofos que siguen esta doctrina.
Ya hemos hablado de la distincion antigua de nues
tras facultades, en entendimiento y voluntad. Segun este
sistema, el entendimiento se compone de la atencion,
comparacion y raciocinio. Los frenólogos observan que
la atencion es una facultad general, comun á todos los
órganos cerebrales, porque no hay atencion sin objeto;
no hay atencion sino para las impresiones que intere
san, y toda impiosion se dirige á un órgano., Tratare
mos de este punio despues que hayamos estudiado los
órganos. Tambien advierten los frenólogos que la com-'
paracion y juicio se hallan en todas nuestras percepcio
nes porque no habria ninguna clara si no fuera distin
guida de otra.
El raciocinio es la repeticion de los juicios, y como
DE FRENOLOGIA. 53
estos se juzgan por otros nuevos, es tambien la repeti
cion de estos; lodo bajo la direccion de la intelijcncia.
Veamos ahora si la intelijencia gobierna despótica
mente todas las operaciones que se atribuyen á la
misma.
En mi dictamen todos estos modos de esplicar al
hombre, y de los que trataremos en la prócslma lec
cion, son esencialmente viciosos. La intelijencia es un
fenómeno que se verifica despues del instinto y senti
miento en el curso de la vida, y todas estas facultades
estan distribuidas de diverso modo en la série de los ani
males, como lo vamos á ver.
El primer hecho fundamental en la comparacion de
los animales con el hombre, es que la sensacion no se
verifica en los nervios de los sentidos estemos. Los ór
ganos sensoriales no hacen mas que modificar las im
presiones de los cuerpos para hacerlas perceptibles al
cerebro, este órgano es solo el que percibe. La prueba
es que estando el cerebro enfermo , no hay percepcion
aunque los órganos de los sentidos esten perfectamente
sanos y reciban sin obstáculo la influencia de los ajentes
que producen la sensacion. Añádase á esto, que la per
cepcion delos cuerpos que han escitado los nervios sen
sitivos no se verifica en lodo el cer ebro , sino en algunos
de las partes del aparato encephálico que tienen este
destino. Puede provarse esta verdad, demostrando que
ciertas afecciones parciales de este aparato, destruyen
las percepciones que debian comunicarse por algnnos
sentidos, aunque conserven estos su integridad y cont i
nuen verificándose las percepciones escitadas por los de
56 CORSO
mas. Desgraciadamente no se ha adelantado bastante la
fisiolojia del cerebro para designar los puntos precisos
de que dependen las percepciones de los diversos atri
butos de los cuerpos.
El segundo hecho que debemos tomar en considera
cion en la cuestion presente, es que las facultades por
cuyo medio manifestamos á nuestros semejantes que
hemos percibido los atributos de los cuerpos, son fenó
menos diferentes de la misma percepcion. Asi la pin
tura , escultura , n;imica y lenguaje pertenecen á dife
rentes rejiones del cerebro, de aquellas que presiden á
la percepcion propiamente dicha. La prueba perentoria
que se puede dar, es que se pueden tener percepciones
muy claras y distintas sin poseer las facultades de la
pintura, escultura, &c.
El tercer hecho no menos importante es, que el
sentimiento de personalidad espresado por el hombre
instruido con el signo yo, ocupa la misma region del
cerebro que preside al juicio de nuestras propias facul
tades. Es de presumir que ciertos animales participan
de este sentimiento aunque no tengan la facultad de es
presarlo; pero lo evidente es que el sentimiento per
sonal espresado por el signo yo, no es el hombre por
escelencia, no es lodo lo que constituye al hombre, co
mo pretenden algunos psicólogos, porque lo henios ya
visto, el hombre no puede ser constituido por un fe
nómeno que no se manifiesta sino por periodos intermi
tentes. Con teorias tan oscuras !a filosofia seria un objelo
de eternas disputos; es, pues, necesario que el mélodo fi
siológico nos dirija en el estudio del espiritu humano.
DE FRENOLOGIA. ,")7
Se asegura que la conciencia contiene todos los hechos
relativos á los sentidos, á la razon, al conocimiento y a
lu voluntad. ¿Cómo contendrá la conciencia, los hechos
relativos á los sentidos? ¿Es esto posible? Vosotros, que
ya sabeis que el hombre tiene sensaciones antes de te
ner conciencia , podeis juzgar de esto; ya he demostra
do en el niño este fenómeno y bien pronto vereis una
porcion de animales capaces de ia percepcion , en los
que ni aun se puede sospechar el sentimiento de per
sonalidad.
Los hechos del resorte del conocimiento son incon
testablemente del dominio de la conciencia en el hom
bre perfecto, pero esta no es una razon para que esta
« facultad constituya todo el hombre; no es propio de su
naturaleza el conocerlo siempre. Solo por una abstraccion
forzada se reduciria á estos hechos, juzgándosele tan solo
en un momento de su ecsistencia. El fisiólogo no puede
contentarse con estas espiraciones que satisfacen al
psicólogo, porque aquel ecsamina en el cerebro los va
rios desórdenes, que se pueden verificar , observacion
necesaria para esplicar al hombre tal cual es. Los he
chos del resorte del conocimiento y de la razon desa
parecen en la locura; y do aqui deduciriamos atendien
do á los psicólogos, que los locos no son hombres sino
animales. Esta filosofia, como veis, conduciria á eternas
disputas y discusiones interminables.
Las mismas objeciones tenemos que hacer á los he
chos relativos á la voluntad , y que los psicólogos
identifican co:i el yj. Los hechos de la voluntad no
se hallan sino en aquellas circunstancias en que pre
58 CURSO
domina la inteligencia sobre los instintos y los sen
timientos. Se hace muy mal cuando se erige el yo en
facultad primitiva ; semejante suposicion no puede esta
blecerse sino por una abstraccion violenta: una doctrina
filosófica basada en tal principio no puede ofrecer esta
bilidad. Por mas que se diga que el hombre no ec-
siste sino cuando se siente libre y señor de sus
acciones , reconocido como tal por sus semejantes;

do ecsamine á un niño ó á un embrion; dirá, pues, este


es un hombre, aunque está enfermo, ó aunque no se
ha desarrollado. Una teoria que trastorna todos los he
chos de la historia natural , y que tiende á producir una
religion fantasmagórica y arbitraria, no puede sostener
se, en un tiempo en que lodos los conocimientos pro
gresan con la antorcha de la observacion.
La atencion no depende de la intelijencia : aten
demos á lo que nos agrada; y lo que agrada es lo que
conviene á nuestros ói ganos actualmente desarrollados;
la metafisica y la moral no escitarán jamás la atencion
de un niño; los juguetes y las muñecas la escitarán y
no tendrán influencia en la mayor parte de los adultos:
la intelijencia no es, pues, la reguladora de la atencion
considerada como facultad general. La comparacion está
en todas nuestras percepciones, y para que sean claras, es
menester que los órganos estén competentemente desar
rollados. El mas profundo pensador juzgará muy mal
de los colores, de los sonidos, y de las formas, si los
órganos que corresponden á estos atributos de ¡os cuer
OE FRENOLOGIA. ' 59
pos son débiles en él. La comparacion rio está mus su
jeta que la atencion al gobierno despótico de la iuteii-
jencia.
El raciocitiio se aplica unas veces á los atribuios
primeros de los cuerpos, otras veces a los juicios, otias
á los instintos, otras á los sentimientos, comparados en
tre si, ó con las percepciones y sensaciones. El hombre no
podrá razonar con esactitud sino sobre aquellas opera
ciones que se hayan ejecutado en él de un modo conve
niente, es decir que uno razonará bien sobre ios colores,
formas ó distancias, y muy mal sobre los ins!intos,'sen-
timientos, moralidad, valor de los signos del lengua
je , &c. De aqui resulta evidentemente que el entendi
miento, 6 intelijencia , ó mejor si se quiere, porque
todo es igual, la persona ó el yo , no produce á su arbi
trio los diversos razonamientos; que se limita á presidir
á los que se ejecutan; y estos estan siempre en razon de
las percepciones que les sirven de base.
Pasé, nos á la seccion de la voluntad.
Se compone, segun dicen, de el deseo, preferencia
y libertad....
El deseo es provocado por cada centro cerebral
de facultad, puesto en accion por el estimulador que
le conviene en el orden de la. naturaleza , por medio
de una sensacion y una percepcion; lo mismo sucede,
aunque en sentido inverso, con la aversion, y todo el
mundo sabe que el placer y el dolor , el amor y el odio,
se refieren ó esta doble categoria. Luego el principio
intelijeü'.e personificado bajo una de las tres espresiones
ya diclu.8, nada hace e;i esta escitacion; la percibe y
60 txnso
no hace mas... El deseo, pues, no es gobernado despóti
camente por el principio personificado de la inteli-
jencia.
La preferencia sigue inmediatamente á la impresion
como consecuencia del deseo ó de la aversion que nace
jdel instinto ó del sentimiento puesto en accion por esta
impresion. El pretendido principio de nuestros filósofos
ejerce aqui la misma influencia que en el deseo.
La libertad no se puede concebir de otra manera
que en los actos de la persona realmente libre para
obrar, ó quedar en reposo; porque no basta querer, y
decir que uno es libre para serlo en efecto. Este estado
del hombre no puede ecsistiren el embrion, ni en el ni
ño, ni en el loco, ni en el enfermo &c.; y la observacion
prueba que aquel que cree obrar libremente, se mueve
por la influencia de un instinto, de un sentimiento, de
una pasion de que él ignora el despotismo y la tirania
en toda su conducta.
Negar estas aserciones seria negar la evidencia ; y
nuestra conclusion es, que los filósofos se han engañado
necesariamente cuando abstrayendo la suma de nuestras
facultades intelectuales y realizándola con los titulos de
espiritu, de alma ó sensorium comune, han hecho de
ella una especie de soberano que dirije el entendimiento,
la voluntad, los sentimientos y en gran parte los ins
tintos, unas veces segun su capricho, otras segun su
propia constitucion, sus inclinaciones , sus gustos, su
naturaleza en una palahra , de que Dios solo sabe el
secreto.
Seducidos con el yode Descartes, otros filósofos han
DE FRENOLOGIA. 61
razonado por el testimonio de la conciencia. La concien
cia se manifiesta por medio del sentimiento de la perso
na ó del yo: aqui es donde dicen que se halla el espiritu,
el alma del hombre por escelencia. Ahora bien, los
partidarios de este sistema, no pueden menos de con
fesar que esta nueva facultad que sustituye al alma de
los antiguos, no ecsiste ni en el embrion, ni en la in
fancia; desaparece cierto número le horas de las 24
que componen el dia , y se oscurece en los estados mor_
vosos. De suerte que este fenómeno es intermitente.
Réstanos echar una ogeadá sobre el conjunto de
los seres animados para confirmar por la comparacion,
nuestras proposiciones anteriores. Ya comprendeis las
diversas facultades del hombre: pasemos á ecsaminarlas
en su mayor parte en los animales, que tambien las
poseen. Principiemos por las organ ilaciones mas sim
ples para ecsaminar despues las mas complicadas.
En los infusorios y polipos, se confunden el senti
miento, movimiento é instinto: cualquiera que sea
la cantidad de sustancia nerviosa que entra en su
composicion, (lo que no trato de fijar) toda ella es
sensible y contractil. Tenemos' que hacer observacio
nes importantes sobre este objeto; atreviéndome á afir
mar que no puedo distinguir en estos animales los
fenómenos relativos á los sentidos de los que tienen
relacion con los instintos, sentimientos y facultades in
telectuales. Sentir y moverse, es todo lo que en ellos se
percibe: despues de la escitacion viene el movimiento,
este último fenómeno es ptira el observador la sola de
mostracion de que el animal ha sentido. Si la materia
62 curso
animal de que se componen los polipos no se conociese
contractil por la influencia de los cuerpos esteriores, no
se sabria si estos animales los habian sentido, pues no
tienen órgano alguno para manifestarnos el sentimiento.
En una escala mas elevada, entre los animales de
sangre roja, entre los annélides , no se conoce mas que
un sentido estenio, el del tacto, mas despejado por una
parte que por otra; hay una estremidad que se presen
ta siempre la primera para palpar los cuerpos del mun
do esterior. He aqui una perfeccion de la organizacion y
de las facultades, comparativamente á los zoofilos; pero
esta accion esterior está aun muy limitada. En su
interior un solo nervio egerce la doble funcion nu
tritiva y sensitiva, determina los movimientos que tie
nen por objeto la alimentacion, generacion, eesoneracion,
y á veces la fuga del peligro; pero sobre todo preside á
los movimientos dirigidos á alcanzar objetos propios a la
nutricion. Todas estas acciones derivan del estimulo
interno y el tacto esterior: son fenómenos de puro
instinto, pero que no provienen todavia de los senti
mientos ni facultades intelectuales.
En una clase de animales mas perfeccionados, en
tre los moluscos, si ecsaminamos los individuos supe
riores á los otros, los caracoles por egemplo, vamos á
encontrar facultades mas numerosas y una organizacion
mas complicada. Observamos una cabidad digestiva y apa
ratos sensitivos: se ve al animal ecsaminar los cuerpos es-
tenores, preferir los unos á los otros, evitar estos, buscar
aquellos y precaverse cuando siente peligro, tomar las
actitudes mas convenientes para trabajar en la. reproduc
BE FRENOLOGIA. 63
cionde su especie, substraerse á las influencia» mctereo-
lógicas que pueden dañarlos, y ofrecerse espontáneamen
te á las de un efecto contrario. El instinto es superior a|
de los infusorios, zoofitos y gusanos; pero aun no tienen
sentimientos: hay un sistema nervioso central único, mas
perfeccionado hácia la estremidad destinada á resistir
los cuerpos estertores; tienen ya como un bosquejo de
cabeza y poseen en ella como unos rasgos de cerebelo
y aun de cerebro, formando ganglios en relacion de
la insercion de los nervios sensitivos, que se reducen al
tacto.
En los insectos hallamos un sentido muy desarro
llado que es el de la vista, que parece predominar sobre
todo el organismo; es verdad que el aparato de este sen
tido es tan considerable que constituye la mayor parte
del sistema nervioso cerebral; esto nos proporciona un
ejemplo de la proposicion que antes hemos establecido;
que el sentido esterior no es el solo órgano de la sensa
cion. En efecto, ademas de los nervios ópticos que son
muchos y corresponden esteriormente á facultades des
tinadas a recibir los rayos luminosos, la porcion del en-
céphalo donde se reunen estos nervios, forma la mayor
parte de este aparato. Fácil es juzgar que las determi
naciones para los movimientos, son principalmente dadas
por la masa nerviosa donde se verifica la percepcion de
los cuerpos iluminados, lo que era necesario para ccsa-
minar las flores, &c. En cuanto á la jeneracion es esci
tada por el cerebelo en estos curiosos animales. La deli
beracion apenas se halla bosquejada en esta clase.
Los pescados y reptiles forman una série de anima
64 curso
les mas perfectos aun que los precedentes; su or
ganismo es mas complicado , y sus facultades mas es-
tensas; tienen necesidad de estas facultades, porque los
reptiles principalmente, tienen que poner en práctica
para procurarse el alimento, la paciencia, la astucia,
el ataque &c. En estos se halla mas desarrollado el ins
tinto: recibiendo muchas impresiones, tienen que deli
berar sobre cuál ha de ser á la que obedezcan. Si un
enemigo no les inspira temor, se van directamente há-
cia su presa; en caso contrario, la evitan: combinan sus
movimientos segun el peligro de que se ven amenazados.
Aqui encontramos ya un bosquejo de las facultades in
telectuales y de algunos sentimientos principalmente en
algunos reptiles: las ranas viven reunidas, algunos pes
cados se asocian y viajan juntos. El instinto se ha elabo
rado con los órganos de los sentidos, y de consiguiente
con la representacion de los objetos esteriores.
Elevándonos á los pájaros y mamiferos nos aproc-
simamos al hombre. Hallamos los instintos siempre pre
dominantes, pero se manifiestan los sentimientos. En
cuanto á la intelijencia es notable en estos animales;
conservan evidentemente la representacion de los cuer
pos, saben reconocer perfectamente los objetos que han
visto; el perro distingue á su señor, los que le hacen
bien, y los que le tratan mal, la casa donde habita &c.
Mil hechos prueban que piensa en estos objetos cuando
está ausente de ellos, que se entristece con su ausencia
y se alegra cuando ve Jos preparativos de un viageque
debe conducirle á ellos; lo que supone que conserva
su idea ; tiene, pues, lo mismo que nosotros la sensa
DE FUEXOLOGU. 65
clon, percepcion, comparacion y memoria, no faltán
dole en algunos casos mas que la palabra. Tambien tie
ne sentimientos, venera á su dueño y á sus amigos,
y aborrece y persigue á sus enemigos. Se le observa el
reconocimiento, el rencor, el orgullo, la bondad, la
imitacion, la emulacion, la envidia y acaso un cier
to matiz de imaginacion. Muchos animales gozan de
las facultades de la amistad y de la asociacion. Al
gunos se reunen para cazar , y otros para defender
el terreno que ocupan, impidiendo que se aprocsimen
á él. Tienen elegida su habitacion, la defienden y go
zan del sentimiento de la propiedad. Todas estas facul
tades se presentan de mil modos combinadas y modifi
cadas en los animales vertebrados, desde los reptiles *
hasta los mamifeios, que mas se aprocsiman á la espe
cie humana. Estos animales participan de la mayor
parte de nuestros sentimientos. Nada quiero decir de
otros muchos animales tan perfeccionados como el per
ro, el elefante, las focas, que acaso le sobrepujan en in^
telijencia y sentimientos, como tampoco del Orang-
outang de quien se podia decir mucho mas.
En fin, consideremos al hombre. En sus diversos
estados de embrion, feto y niño, ha recorrido toda la
escala zoológica que acabamos de ecsaminar. Ha prin
cipiado bajo el dominio de las leyes de la quimica or
gánica y sin instintos; ha vivido despues como los
animales infusorios j zoofilos, adquiriendo progresiva
mente los órganos del instinto y de los sentimientos; y
en fin se ha desarrollado la intelijencia por la influen
cia de impresiones interiores y esteriores, sentidas y per
M CURSO
cibidas. Este es el mas alto grado de perfeccion de los
seres animados. ¿Y en qué consiste esta pe;fec-
ciou ? Esta es una cuestion capital que nos importa re
solver.
¿Sobrepuja el hombre á los demas animales en la
perfeccion de sus sentidos? No. El águila tiene mejor
vista, el perro, los animales hervivoros tienen mejor
olfato. En esta parte ha sido mas pródiga la naturale
za pura los demas animales que para el hombre, como
en el desarrollo de la parte del cerebro que correspon
de a los órganos de los sentidos. ¿Somos superiores á
los animales en los instintos? Tampoco: pues en ellos
las necesidades, que son la espresion de los instintos.se
manifiestan mas claramente, y se, satisfacen con aclos
mas enérgicos. La superioridad del hombre consiste en
sus sentimientos mas sublimes, en una inteligencia mas
eslcnsa-, en abstracciones de un órden superior, en la
necesidad, y poder de compararnos con todos los otro
cuerpos, y nuestras facultades unas con otras; tambien
por la facultad de crear signos, es decir.de referir
nuestras sensaciones, percepciones, juicios, sentimientos
é instintos á sonidos , formas , colores, y trasmitirlos
de unos á otros, en una palabra, hacer sentir y pensar
á 'os demas en lo que nosotros sentimos y pensamos.
En adelante veremos la utilidad de los signos para mul
tiplicar nuestros conocimientos; pero debo advertir que
se ha ecsagerado demasiado afirmando que nuestra su
perioridad y adelantos dependian solo de los s'gnos.
puesto que los animales tenian percepciones, y facultad
de juzgar como nosotros. Esta asercion supone que sus
DE FRENOLOGIA. 07
autores no conocian los sentimientos y no admitian
grados en la inteligencia.
Esta es la que hace al hombre superior á todos
los demas animales; la facultad de producir y concer
tar los signos, es una parte de la inteligencia; es una
ampliacion de las facultades intelectuales, prop a de
nuestra especie. Pero lodos estos fenómenos tienen ins
trumentos diferentes, de donde se sigue que ninguno
de ellos puede esplicarse por otro. Este hecho princi
pal, que no podia demostrarse sino por el estudio ana
tómico y fisiológico del cerebro, es decir, por el mé
todo inventado por Gall, es muy digno de toda aten
cion; y será el objeto de la leccion siguiente.
15 de atrtí de 1836.

Hemos dado una ojeada rápida por el conjunto de la


zoolojia, para averiguar cuáles sean los motores que
determinan las acciones de los animales cuando comien
za la organizacion: entre el infusorio y zoofilo no he
mos encontrado sino masas de materia animal , provis
tas de una cavidad dijestiva y en los que no se puede
distinguir la sustancia nerviosa. En los animales de
sangre roja, en los annelides, hemos reconocido un ios
' 70 . L.CRSO .
tinto, limitado casi absolutamente á la necesidad de la
nutricion, y una generacion hermafrodita , y á las que
preside un sistema nervioso gangliónico que coecsiste
con un bosquejo de cerebro y de cerebelo. Pasando á
una escala mas elevada, hemos observado desarrollarse
el sentido del tacto y manifestarse movimientos ma»
variados para ir á procurarse el alimento á parages
distantes.
El cerebro ha aparecido mas desarrollado,, porque
os preciso que el animal reciba mas impresiones de los
objetos esteriores, pero la generacion es siempre her
mafrodita, y los actos que ejecutan no anuncian deli
beracion. Hemos visto á los órganos sensorios hacerse
mas numerosos en los insectos, y entre ciertos molus
cos las impresiones efectuarse en mayor número; en
tonces el movimiento es muy considerable y tiene un
Centro nervioso; la facultad de deliberar principia á ma
nifestarse, y á hacerse necesaria al animal asi organizado,
que encuentra una porcion de obstáculos que se oponen
á la satisfaccion de sus necesidades. Hemos notado qne
el cerebro del insecto obraba particularmente por la
influencia del sentido de la vista. Mas aun, ascendien
do en la escala, hemos estudiado á los pescados y á los
reptiles; estos ya nos han ofrecido ejemplos irrecusa
bles de deliberacion, aunque aquellos sean impulsados
por una voracidad ciega é irrefiersiva que les hace de
vorar sin distincion toda presa viviente, sin escepluar
ni aun á los pequeños de su especie.
Mas estos movim'entos multiplicados de ciertos rep
tiles, la eleccion de la presa de que se han de apode
DE FRENOLOGIA. 71
rar, la estimacion de su fuerza , el impulso que Ies di
rige a acechar y buscar la ocasion del modo mas opor
tuno, y á huir, defenderse, &c., todos estos actos, re
pito, suponen en el animal un aparato nervioso ya con
siderable, y la anatomia comparada nos muestra este
órgano ya complexo en los emisferios cerebrales que
principian á desarrollarse.
Cuando hemos observado a las aves y mamiferos,
hemos advertido mayor perfeccion en los órganos sen
soriales: estan mucho mas desarrollados; la facultad de-
Hveratriz mas estendida, la de e'eccion mejor espresada,
el sentimiento de la asociacion mas pronunciado , otro s
muchos y la inteligencia etsisten ya; los emisferios ce
rebrales han adquirido un desarrollo tan considerable»
que los aprocsiman á los de la especie humana.
Llegando al hombre , hemos encontrado todos los
fenómenos, que una ojeada sobre la escala zoo'óg'ca nos
habia ya indicado. Al principio de su ecsistencia le he
mos visto vivir como los infusorios y los zoofitos; y
elevarse despues por grados hasta el momento en que
abandona el seno materno y se relaciona con el mun
do esterior. En esta época se halla provisto de todo
lo mas perfecto que los animales mamiferos poseen en
el organismo, pero ni sabe ni puede hacer uso de ello.
Organizado para deliberar y para tener sentimientos y
afecciones, necesita del tiempo para adquirir estas fa
cultades. El modo de llegar á efectuarse este fenómeno,
es muy interesante y le recordarémos ligeramente.
Las necesidades no se hacen sentir mientras que el
niño no tiene relacion con el mundo esterior , pero se
72 CURSO
manifiestan desde que empieza esta relacion por las im
pres'ones que recibe: entonces se establece una, de sen
saciones muy digna de notarse, con los instintos y las ne
cesidades. El niño que acaba de nacer, no obra por el co
nocimiento ni por la reflecsion, ni en virtud de una deli
beracion, fundada sobre el conocimiento de las cualidades
de los cuerpos, ó en las ventajas que pueden resultarle
de tomarlos ó desecharlos, sino por los instintos que las
percepciones han puesto en juego; y mientras que las
obedece, el conocimiento se bosqueja, la inteligencia se
desarrolla peifeccionándola la reflecsion, y el hombre
formado, hace por cálculo lo que el niño hacia por
instinto. Ademas, muchas veces se ve que los primeros
motores de los instintos, como los de los sentimientos
y de la reflecsion, se encuentran en las percepciones que
resultan de las sensaciones. En este punto importante
es en el que estamos de acuerdo con la escuela de
Condillac.
Buscando la causa de la preeminencia del hombre
sobre los animales, no la hemos encontrado por cierto
en la accion de los órganos sensitivos, porque les es in
ferior bajo este respecto: sirva de ejemplo el olfato de
los hervivoros, la vista de las aves y los insectos, y
el oido de la mayor parte de los cuadrúpedos. Hemos
añadido que les era inferior igualmente por los ins
tintos y las necesidades. Hemos dicho que su suprema
cia proviene, en primer lugar de los sentimientos, que
empiezan á insinuarse en los reptiles, aumentarse en
las aves y mamiferos, y llegar en el hombre al mas
alto grado de perfeccion : en segundo lugar, proviene
DE FRENOLOGIA. 73
de que las impresiones que le producen los cuerpos van
acompañadas de sensaciones mas numerosas, que des
pues analiza su intelijencia y luego sometidas á la sin
tesis, son representadas por la pmtura, escultura, mi
mica y lenguage; lo que supone facultades intelectua
les mas multiplicadas y órganos para ejercerlas, que
en realidad posee, y de que carecen los animales. Por
último , hemos dicho que su superioridad consiste en la
facultad que tiene de observarse, no tan solo en sus re
laciones con el mundo esterior , sino consigo mismo;
asi como en la de distinguir entre las diferentes facul
tades que posee, reducirlas á signos sensibles y com
pararlas, sentir que siente cuando está obrando de es
te modo, cuando quiere obrar con conocimiento de la
causa impulsiva de su poder y de su libertad, que des
graciadamente no posee siempre en el grado que cree;
de conocerse en lo pasado , y lo presente y precaverse
en el porvenir. Ademas, el hombre se distingue por una
necesidad puramente intelectual y de que él solo nos
ofrece ejemplo; esta necesidad es la de la observacion
que le conduce a la investigacion de las causas, luego
que está bien desarrollado el órgano que correspon
de á esta facultad.
Los frenólogos han distinguido en la intelijencia
humana dos órdenes que corresponden á dos partes del
encéphalo: el primero comprende la facultad de esperi-
mentar las percepciones de los cuerpos cualquiera que
sea el sentido que se las suministre, la de reproducir
las y hacerlas comprender á los demas por las forma?,
los colores y los signos del lenguage. Estas facultad' s
74 curso
se encuentran en la parte inferior de la region frontal.
Este primer órden, que es el de la percepcion y de la
representacion, va necesariamente acompañado de una
primera comparacion ó juicio, sobre la distincion de
ios atributos de los cuerpos. El órden, que comprende
la distincion, la comparacion, el conocimiento y el jui
cio de nuestros juicios, que abraza las causas, el sen
timiento y la necesidad de la esplicacion, tiene su asien
to en la parte superior de la misma region. La obser
vacion de los hombres sobre los demas de su especie,
es la que ha revelado el sitio de estas facultades inte
lectuales, suministrándonos distinciones precisas y mu
cho mas positivas que las que h ibian establecido los
filósofos, que sin proceder á esta investigacion, solo se
observaban á si mismos. Que se trate de asegurar por
la vía del empirismo, de que Gull ha dado el ejemplo,
es decir, por la observacion comparativa de las faculta
des con los órganos cerebrales entre diferentes sugetos
y en diversas edades, que se trate de asegurar, digo, si
el hombre ha llegado efectivamente á descubrir sig
nos diagnósticos, por los que se puedan determinar y
especificar los diversos grados y matices de la inteli
gencia , y habrémos" de ieconocerque la base de la
Freno'ogia es sólida y que las concepciones fundadas
en la observacion de si mismo no pueden suministrar
otra a'giiua semejante. La historia tle esta ciencia de
mostrará cómo ha llegado ú levantarse sobre estos ci
mientos un edificio de que puede engreirse el espiritu
humano.
Antes de terminar las generalidades cuya esposi
DE FREHOLOGIA. 7o
cfon es penosa por la atencion que ecsige , queda que
ecsaminar una cuestion indicada rl fin de la leccion an
terior y cuyo análisis se reservó para esta: á saber, si
las diferentes facultades que he enumerado y distingui
do, pueden espücarse las unas por las otras. Antes de
manifestar los motivos de mi opinion, la resolveré con
la mayor esactitud que pueda. No, señores, esta es-
plicacion no es posible. Despues de esta declaracion,
so'o me queda afianzarla por el raciocinio, al que pro
cedo con toda la consideracion que reclama tan grave
asunto. En un sistema de filosofia , que ha prevaleci
do casi generalmente durante el sig'o XVIII , se han
pretendido esplicar los fenómenos llamados metaffsicos,
por la sensacion, y en su consecuencia los que le pro
fesan fueron llamados sensualistas por sus adversarios.
Esta denominacion adjetiva es insidiosa bajo un aspec
to: porque refiere al sistema de Epicuro la sensualidad
falsamente; pero en fin, admitida como probervio, in
duce á deprimir á los que admiten la intervencion de
los sentidos en la esplicacion del entendimiento huma
no. Estc fue un medio diestro de echar sobre ellos un
sello de e'goismo y groseria, haciendo que se les apos-
trofára los puercos de Epicuro. Todavia este epiteto,
aunque mal fundado, ha subsistido y se ha empleado
tan generalmente, que los mismos á quienes se dirige
se han visto en la precision de aceptarlo.
Para demostrar que la sensacion lo puede esp'icar
todo, ha bastado á Condiliac y sus discipu'os hacerle su
frir transfiguraciones: pero este medio arbitrario no es
admisible á los ojos del observador de la naturaleza. Pue
,76 ... cubso .
de ser útil averigua r el orijen de este sistema. Esta es-
plicaciun parece provenir de no haberse tenido presen
te mas que el fenómeno de! sentimiento en la observa
cion de nuestras facultades. Por todas partes se le en
cuentra en el lenguaje , y se dice: yo siento que tal cosa
es bella; siento que tal otra es fea; siento que esta
accion es buena , sublime , en tanto que siento que
aquella otra es mala. En una palabra, el verbo sentir ha
servido con mucha frecuencia para designar ciertos es
tados del hombre por los que se representa en relacion
con una impresion cualquiera. Se dice tambien: siento
la justicia de tal proposicion &c. En efecto, estos sen
timientos, estos juicios, pasan en nosotros con la rapidez
y la facilidad de la mas simple sensacion producida por
los ajenies esteriores, y estamos inclinados á asemejar
los á la sensacion y designarlos con la misma palabra.
Ahora bien , señores , a fuerza de emplear el verbo sen
tir en acepciones tan numerosas como variadas, pero que
parecian idénticas , se ha concluido por creer que todo
se reducia á la sensacion ; que bastaba trasformar la
sensacion producida por un cuerpo en otra cualquiera,
para obtener la esplicacion de las facultades intelectuales.
Sin embargo, el verbo sentir no lo esplica todo:' no
da idea mas clara del entendimiento que de los instin
tos , de las necesidades , que de los sentimientos mora
les: mejor dicho, no esplica nada ; y la prueba es, que
este fenómeno se encuentra en todos los seres que estan
bajo el dominio de la zoolojia ; y sin embargo se ha vis
to que no siempre se encuentra con las necesidades y
ios sentimientos; que se halla aislado en ciertos anima
DE FREJiOLOGIA. 77
les y que por mucho tiempo nada produce en el niño de
sentimental ni de intelectual. Pues que esto es asi , los
instintos, las necesidades, los sentimientos y la inteli
gencia, no pueden ser consecuencias del sentir. La única
esplicacion posible de las diferencias que se observan
entre los animales con respecto á estas facultades , es la
que se deduce.de la organizacion del cerebro. ¿Por qué
trasformar en un cumulo de fenómenos tan diferentes
el general del sentir , que ó es el resultado de la impre
sion producida por, los cuerpos esteriores y su represen
tacion, ó las modificaciones agradables o penosas, produ
cidas por nuestros órganos por consecuencia de los cam
bios que esperimentamos en el interior? La vista, es la
percepcion de los cuerpos producida por la impresion de
los rayos luminosos sobre los ojos; el oido, es la sensa
cion y la percepcion verificadas por la accion de los so
nidos sobre el aparato auditivo , y asi los demas sentidos.
Ciertas porciones del cerebro estan destinadas á ejecu
tar estas primeras funciones intelectuales; otras hacen
percibir el dolor y «I placer que se llaman fisicos; otras '
ponen en accion los instintos y los sentimientos á que
se refieren el placer y el dolor moral; otras en fin, eje
cutan las operaciones intelectuales. Pero jamas ninguno
de estos actos nerviosos se trasforma en otro, y la prue
ba es que todos se presentan aisladamente, bien sea en
la serie de los animales, bien sea en los diferentes indi
viduos de la especie humana , observándose siempre es
tas relaciones entre estos fenómenos y los órganos que
les corresponden. Hé aquí lo que debemos á las obser
vaciones de tos frenólogos.
78 CDH90
Sin embargo, el sistema que aqui combatimos ha
prevalecido por mucho tiempo , y ha triunfado en un
sigo por muchos conceptos ilustrado, y que siempre ocu
pará un lugar distinguido en la historia.
¿ Y cómo es que ha podido sostenerse el error por
tanto tiempo, y en tal época? Consiste en que se ha su
puesto como resuello lo que aun estaba en cuestion. Se
ha dicho ; hay en la cabeza del hombre una inteligencia
que obra sobre el sentimiento , y lodos los fenómenos,
morales son el resultado de esta operac on. Segun los
materialistas, está en el cerebro en masa , ó en una de
•us p:irtes centrales, y segun los espiritualistas, es un
ser inmaterial colocado en lodo el cerebro, ó en uno de
sus puntos centrales, como la glándula pineal, el cuer
po calloso, la protuberancia anular, &c. Este ser in
teligente, cualquiera que él fuese, tenia á los sentidos
por correos y á los músculos por ministros. V no se no
taba que esta hipótesis nada esplica , porque esta inte
ligencia interna, material ó espiritual está hecha sobre
el modelo de un hombre ordinario; de forma, que se li
mitaban para resolver la dificultad á colocar gratuita
mente á un hombre pequeño dentro de uno grande, con
cediendo á aquel las prerrogativas de este.
Ahora que la observacion, dando origen á la Freno-
lojia, ha aprendido que hay órganos particulares para
cada una de las funciones cerebrales, se reconoce, cuán
ridiculo es suponer que un ser inteligente resida en el
interior de la cabeza ; no falta quien aun lo crea , espe
cialmente aquellos que ecsijcn de los frenólogos que les
muestren un punto central en el cerebro al que corres
DE FRENOLOGIA. 79
ponda n todos los órganos. Se figuran nun, cómo los an
tecesores, un autócrata sentado sobrela g'ándula pineal»
ó alojado en el centro de los ventriculos para estar con
mas comodidad, recibiendo los correos que primero ve
nian de los sentidos y que ahora parten de los órganos
cerebrales , y esp diendo órdenes para la ejecucion de
los movimientos. Esta es una de ¡as person ficaciones
que el hombre hasta aqui ha creido, pero que deben para
siempre olvidarse.
Las ideas ó representaciones , ya sea de los cuerpos
de los fenómenos ó sucesos, no espücan mas al enten
dimiento que lo que espüca el sentir , á menos que no
se supongan tntsfurmaeiones , ó una inteligencia coloca
da en el cerebro p;ira obrar sobre las ideas ; y esto en
tra en los errores que acabamos de desvanecer.
Sobre la hipótesis que acaba de refutarse, de una
inteligencia, ya material , ó ya inmaterial establecida en
el cerebro , es en lo que se funda el egoísmo bien enten
dido, propuesto por los fi ósofos del siglo XVIII. Aqui
particularmente se aplica á los sentimientos y á los im
pulsos que constituyen la moral del hombre: asi , cuan
do se ha dicho, es un sentimiento de egoísmo el que ha
ce obrar el bien y el mal , se ha supuesto siempre un
principio interior , llamado alma , espiritu ó sensorio
comun, material ó espiritual, pero obrando siempre por
los cálculos que se ve hacer á ciertos hombres; cálculos
que suponen por otra parte sin esactitud, que la inteli
gencia produce los sentimientos , los impulsos y las pa
siones. Asi, pues, cuando estos fi ósofos obseivaban ac
tos reprensibles, decian, que la inteligencia interior ha
80 . CURSO
bia calculado mal sus intereses, obrando por la pasion
del momento: que no habia comprendido que hubieran
resultádole mayores ventajas obrando en el interés co
mun, en atencion á que los intereses particulares se re
fieren necesariamente a él; que en lugar de escuchar sus
inclinaciones, hubiera hecho mejor de refrenarlas, &c.
Todas estas esplicaciones, prescindiendo de su fin moral
y laudable, son hipotéticas, porque suponen que la
persona interioró el principio, cualquiera quesea, ama
o aborrece, busca ó desecha por la reflecsion, fundada en
el conocimiento del mundo esterior. Pero esto no es
cierto, pues que las inclinaciones y los sentimientos de
penden de órganos que no son ni los del conocimiento,
ni los de la reflecsion. La intelijencia puede muy. bien
rechazar ó adoptar las inclinaciones , pero no las pro
duce ; y para vencer las que crea perjudiciales al estado
social, lees necesaria una fuerza orgánica y un hábito de
ejercicio, de que los utopistas del siglo XVIII no tienen
idea alguna.
En una escuela mas moderna se ha levantado la voz,
diciendo: «Que la accion del sentir, si puede esplicar la
«inteligencia, no asi los sentimientos morales , el sen
timiento de lo bello, de lo justo, del deber , el amor
«de la verdad , la necesidad de hacer el bien por solo el
«placer de hacerle aun con peligro del honor y de la vi-
«da. Los sensualistas son unos egoistas que lodo. lo han
«sometido al cálculo de los intereses particulares. Las
«representaciones de los cuerpos , las impresiones este-
«riores, las sensaciones nunca esplicarán los sentimien-
«tos elevados, superiores, que son la base de la mora
DE FRENOLOGIA. 81
«lidad que establecen las relaciones del hombre con sus
«semejantes, con su Criador, con toda la naturaleza, y
«que forman los atributos ó cualidades del alma.» Estas
pomposas declamaciones han sido escuchadas y acogidas
con gusto , y se ha esclamado : ¡ Hé ahi lo grande ! ¡ Hé
ahi lo sublime! Pues bien , señores, esto era aplaudir
un error del todo semejante al precedente. Desde luego
se hizo mal en afirmar que el sentir puede esplicar la
inteligencia ; en segundo lugar se ha continuado la alu
sion á un ser incluido en el hombre y dolado de todas
las cualidades sentimentales que se acaban de esponer.
Que á este ser persona por escelencia, se le haya llama
do yo, espíritu, alma ó sensorio comun, siempre es la
misma entidad la que se ha hecho jugar como los cubi
letes.
Bien conozcoque la franqueza con que me he esplica-
do me hará incurrir en el odio de algunos y en contra
diccion para otros, pero la verdad, señores, me prescribe
este lenguaje , y ánte este idolo sagrado debe ceder toda
consideracion : nada por lo mismo debe detenerme. Si,
son puras ficciones y meras suposiciones las que los psi
cólogos han querido hacer prevalecer en el público. Solo
la anatomia y la fisiolojia del cerebro bastan para sumi
nistrarnos ideas racionales sobre el entendimiento hu
mano.
Razonando por estos datos , responderemos a los
psicólogos : ¿creeis haber esplicado al hombre , colocan
do (y esto por suposicion) en lugar de un centro en la
materia cerebral , nn yo inmaterial , sin lugar determi
nado; encargado de sentir y apasionarse, de querer y
6
82 corso.
determinar la accion? ¿No veis que este factotum está
edificado por el modelo del alma antigua , deque os mo
fasteis, y que ademas está sujeto á lo que esa misma
no hacia, porque se la dejaba descansar en el embrion,
en el adormecimiento, en la enfermedad, &c. , en tanto
que vuestro yo, revestido de un signo sensible . no pue^
de ser supuesto cuando este signo falta ? Nada habeis
esplicado de esta manera. Y entonces decidme ¿por qué
voestro ser interior , espiritu , alma , persona, ó yo tie
ne diferentes facultades? Vosotros no podeis satisfacer á
esta pregunta; os contentais con suposiciones, ó bien
respondeis : mi conciencia me atestigua, que él es el
operador de estos fenómenos. Pues bien, yo os digo:
vuestra conciencia os engaña ; preguntad á vuestros sen
tidos aplicados á la observacion* de los hombres, y os
instruirán , como me han instruido á mi: porque yo,
hablando á nombre de los fisiólogos, os demuestro el
porqué de estas facultades, y os lasesplico hasta el pun
to que es posible á nuestra inteligencia. Mi espücacion
consiste en haceros ver los órganos que estan en rela
cion con estas diferentes facultades , no solamente en el
hombre sino en toda la naturaleza animal. Tales co
mo os las presento estas facultades no son seres ¡maji-
narios ; son acciones de los órganos materiales de que
podeis tener un testimonio en la actividad y en el repo
so, en la energia y debilidad , en el concurso y oposi
cion , en los animales lo mismo que en el hombre. En
efecto , de estas diversas demostraciones es de las que se
debe componer un sistema perfecto de Frenologia. Es
necesario convenir que no hemos llegado todavia á este
BE VM90L06IA. 83
grado de perfeccion, pero al menos estamos en el camino
y. bastante avanzados para estar seguros de que ningun
otro método puede conducir á conocer al hombre inteli
gente y moral. Probablemente se me replicará con una
respuesta demasiado comun, y se me dirá : esta doctri
na conduce al materialismo. Esta calificacion pues.no me
arredra, porque no es mi intencion descubrir , conce
der , ni negar la causa primera de los fenómenos de que
ahora soy historiador. Todos están en libertad de figu
rarse á su antojo el elemento primitivo de la vida y de
considerarle como inmaterial. Me limito á repetir con
los frenólogos, que la causa primera, cualquiera que sea,
de nuestra intelijencia y de nuestra moral , tiene nece
sidad de tales órganos para manifestarse , por los actos
que se designan bajo de estas denominaciones. Esto es
claro y está sujeto á la inteligencia de todos, y tan fácil
de deducir por la observacion empirica , como la aser
cion de los psicólogos, forzados á pesar de su repugnan
cia á declarar corampópulo, que el cerebro lomadoco'ec-
tivamente es necesario para la manifestacion del espiri
tu , y que el alma , ó el yo no puede obrar sin una ca
beza. ¿Qué diferencia ecsiste entre decir que el espiritu
obra con un órgano simple , ó con uno multiplicado?
Siempre se verificará que para manifestarse es necesaria
la materia nerviosa. La una de estas proposiciones no es
mas materialista que la otra ; pero la de los frenólogos
parece á primera vista mas verosimil; porque si no se
concede al espiritu mas que un soio instrumento de for
ma y estension d.ferentes, jamas podreis concebir ni
cómo puede subir sobre tonos tan diferentes , ni cómo
8.t CURSO * •
puede hacerlo sobre todos los tonos, y reunir' todas las'
octavas y tocar todos los aires posibles, á pesar de las di
ferencias de edad , de secso y de salud. Asi los mas sa
bios de entre los creyentes , hombres animados de una
fé sincera é ilustrada , han comprendido esta necesidad,
y no han temido estudiar la Frenolojia , persuadidos de
que ninguno de los dogmas de esta ciencia ataca sus con
vicciones , á las que se adhieren tanto como á su propia
ecsistencia.
Pero volvamos á los filósofos modernos, que han ele-
Vado á tan gran altura su espiritualismo y su moralidad,
con el desden y el desprecio con que tratan á la fisiolo-
jia del cerebro. Si estos señores quieren convenir en que
no hay d.ferencia esencial entre las condiciones, que re
conocen ser indispensables para la manifestacion de nues
tras facultades , en un cerebro simple y un compuesto
segun los frenoiojistas, serán dueños de decirnos «la ca
beza es necesaria , en hora buena; pero ella sola no bas.1.
ta para la ejecucion de los actos espirituales, es, pues,
preciso un espiritu,» y nosotros les diremos: guardad
vuestro espiritu, siempre que concedais á cada órgano
del cerebro lo que le pertenece.
Tambien podriamos responderles: «en efecto, el ce
rebro no puede obrar sin el concurso de diversos agen.'
tes, el calórico, el oxigeno, la electricidad, los fluidos
imponderables en fin, cuya accion no está tan estudiada
por los fisiólogos conto por los fisicos. Añadiriamos, que
estos principios que solo nos" son conocidos por algunos
efectos, parecen confundirse con la causa primera de la
vida; pero que por lo tanto no nos oponemos á distin¿
DE FREKQLQJIA. 85
gnirlos de esta última, con tal que no se la concrete á
los diferentes cerebros de una sola especie de seres vi
vientes.» Esta causa la admitimos por induccion sinconT
cebirla ; comprendemos tambien la necesidad de un mo
tor único de toda la naturaleza , pero no tenemos nin
gun medio de descubrirle , y por cierto que los idealis
tas y los moralistas no han adelantado en este punto mas
que nosotros. El filósofo no puede hacer mas que conce
bir esle motor , pero no señalarle atributos: M. Royer-
Collard lo ha confesado en unos fragmentos de sus lec
ciones publicadas por M. JoutFroy. ¿Por qué , pues, no
pudiéndose definir este primer motor se pretende hacer
obrar los actos materiales como los movimientos volun
tarios, &c. , con una entidad intra-cerebral fija ó movi
ble, actual ó virtual , diseñada sobre el modelo de este
motor que no se conoce? Yo quisiera poner en accion á
este motor sobre los cuerpos como Mallebranche ó Spi-
nosa , ¿no temerian entonces los hombres escrupulosos
esponerse á la impiedad por todas estas suposiciones?
j.\h señores! dejad obrar á los órganos , pues su accion
no ataca la ecsistencia de la primera causa; y no creais
que esplicais cosa alguna, introduciendo en el cerebro
una intelijencia hecha por el modelo de un hombre.
Tales son sin embargo las pretensiones de los filóso
fos que condenan la Frenolojia, sin reflecsionar que no
ataca á la primera causa que afectan venerar. Por esta
condenacion detienen los progresos del saber , y por eso
fue el encontrar tantos obstáculos el descubrimiento de
Galileo; por eso la jeolojia fue anatematizada como pe
ligrosa , porque hacia dudar de la época que se hatia
86 5 curso
señalado á la creacion del mundo. La publicacion de
estos conocimientos escitó muchos rumores. Pero ¿cuál
fue el resultado? El triunfo de la razon y el progreso
de la ciencia. Pues bien, éste mismo será el resultado
qm tendrá la Frenoiojia. Es un absurdo el acusar áesta
ciencia de favorecer la inmoralidad, cuando ella misma
demuestra que el hombre encierra en su organizacion el
gérmen de todas las virtudes , de todas las facultades
morales, capaces de correjir las inclinaciones viciosas,
y esto sin que sea necesario invocar motivos de un
egoismo que se dice bien entendido , pero que siempre
es egoismo, ni armar un Dios vengador trazado por la
imájen de un rey colérico, y cuyas amenazas jamas han
contenido á los grandes malvados, ni de darle por ejecu
tor una caricatura ridicula que no asuste mas que á sen
cillos labriegos y timidas mujeres.
Las declamaciones vanas no deben detenernos; la
moral, como la razon de que es inseparable ; deben em
peñarnos en el estudio de las funciones del cerebro, y
aseguramos de si las facultades que hallamos en el hom
bre se encuentran repartidas en los animales. Para cu
brir este defecto será necesario especificar los diferentes
óiganos de estos facultades. Estas son las distinciones
que han difundido la alarma y que escilan efectivamente
á muy graves meditaciones. El momento de abordarlas
se aprocsima, y ellas serán el asunto de nuestras próc-
simas lecciones.
Finalmente, estas generalidades largas y serias han
debido enseñaros que la Freno'ojia, como fundada sobre
los estudios anatómicos no debe ser considerada como un
DE FRENOLOGIA. 87
sistema á priori. No, no ha salido armada con todos sus
arneses del cerebro de un hombre como , segun la fá
bula, salió Minerva del cerebro de un Dios: ella se
compone de hechos y de deducciones sucesivamente acu
muladas. Esta cosecha ha sido abunJante, aunque el
campo donde ha sido recolectada haya sido cultivado
hace poco tiempo. Antes de entrar en estos detalles de
bo presentaros la historia de estos trabajos tan fructi
feros que han inmortalizado el nombre de Gall. Despues
pasaremos á la parte empirica de la Frenolojia , al es
tudio propiamente dicho del espiritu humano , no de
un ser ficticio que lleva este nombre misterioso, sino del
conjunto de las facultades mentales del hombre con re
lacion á la organizacion de su cerebro y cuya asociacion
le constituye lo que es para el filósofo y el moralista.
1
mm

1.° de jumo de 1836.

Señores:

Esperimento un vivo placer al verme reunido con vo


sotros despues de los obstáculos que nos han separado
por algunas semanas. El empeño con que habeis allanado
los inconvenientes que se oponian á esta reunion (*), á
(') La numerosa concurrencia de personas que se agolpaban
A escuchar al profesor, y la falta de estension del local destina
do para este objeto en la facultad de medicina de Paris, le obli-
faron á suspender las lecciones principiadas en 11 de abril, no
abiendo podido adquirir otro mas amplio en las demás faculta
des; y el curso, interrumpido en la 3Í leccion, no hubiera po
dido continuarse, si los mismos discípulos no hubiesen abierto
una suscricion entre st para proveer á los gastos de un salon li
bre é independiente de toda corporacion de enseñanza. Las lec
ciones interrumpidas en 15 de abril de 1856 se continuaron en
1.* de junio siguiente. - -'
90 censo
la vez que lisongea mi amor propio, me ofrece una se •
jgura garantia de la tendencia al progreso de que está
animada nuestra juventud. Veo que en adelante no po
drá el ridicu'o ejercer su accion sino cuando se emplee
con oportunidad, porque dirijido contra la observacion
pierde toda su fuerza y valor. Sin embargo, no prejuz
guemos la cuestion y ecsaminemos friamente esta doc
trina, que se ha atacado con furor hasta por medio del
sarcasmo y la calumnia, como hemos visto en las mu
chas publicaciones hechas en los periódicos.
En pocas palabras voy á recordaros lo que se ha es-
pücado en las tres primeras lecciones. Hemos espuesto
cuál sea el objeto de la Frenotojia, y hemos estable
cido que este no era un sistema de psiro'ojia, inventado
para esplicar las facultades del hombre, sino del resul
tado de observaciones hechas por Iqs sentidos y no de
concepciones á priori ejecutadas en un gabinete.
Nos hemos visto obligados á echar una ojeada sobre
la antigua filosofia para saber qu*5 ideas se habian for
mado de estas facultades del hombre, y sobre este pun
to hemos encontrado diferentes sistemas. Estos siste
mas, groseros en su origen, apenas cultivados, fueron
despues desarropándose, y se llegó , cumo lo hemos de
mostrado, á distinguir las facultades del hombre en dos
séries, el entendimiento y la voluntad. Estas dos facul
tades jenerales, que ya hemos definido, no lo espliran
todo. Se habla conocido su insuficiencia, y muchos filó-
sof >s se habian adherido á un fenómeno señalado por
Descartes como el fenómeno fundamental de la moral
del hombre, el sentimiento personal ó el yo: una doc
DB FRENOLOGIA. 91
trina que tan rápidos progresos ha hecho desde el sig'o
XVIII, estaba fundada esclusivamente en el estudio del
yo. Hemos notado el inconveniente de este método; por
que un solo hombre que se observa, que escucha sus
pensamientos y los interpreta, es el que se toma por
modelo de toda la especie; pero como los hombres se
diferencian tanto entre si, debeis comprender que cada
psicólogo juzgando por si mismo, debia adquirir ideas
diferentes de la especie, y esto es lo que ha sucedido.
Los mismos psicólogos no han podido ponerse de acuer
do entre si.
Durante estas discusiones y discordias de los filósofos,
vino Gall y tomó otro camino. Conoció que no bastaba
al hombre la observacion de si mismo que era necesa
rio aplicar todas nuestras facultades al estudio de los
demas, y esto ya es del todo diferente; porque, seño
res, vosotros no pojes observaros hasta que estais ins
truidos, hechos ya adultos, en el goce actual de la ple
nitud de todas vuestras facultades , pero sobre todo ins
truidos. Es necesario que os hayais ejercitado por largo
tiempo en pensar y raciocinar antes de observaros con
fruto. ¿Qué aprenderiais si tio? A conocer al hombre en
ciertas situaciones determinadas. De otro modo dirige sus
estudios el observador de los demas ; observa al hombre
desde el estado de embrion hasta la muerte; le observa
enfermo, le obsorva sano y con muy diferentes condicio
nes de organizacion de aquellas que ha podido adquirir
el observador de si mismo. Le observa cuando algunas
circunstancias, como la fatiga, la necesidad y el sueño,
interrumpen el ejercicio de sus facultades, y en una pa.
§5 ,•' '. CURSO * - v
labra, observa af hombre cuando el hombre tío se puede
observar á si mismo. Es claro que de aqui resultan no
ciones mucho mas profundas y estensas de la especie
humana. Hoy me propongo haceros conocer . palpar y
sentir la diferencia de estos dos modos de observacion.
• " Nunca los filósofos habian procedido de esta última
manera. ¿Y qué resulta de aqui? Que el estudio del
hombre es una observacion de historia natural , y que
la psicologia no es mas que una ramificacion de ella, ni
mas que la historia de algunas circunstancias en que el
hombre puede encontrarse. .»
He ahi lo que trato de desenvolver. Viniendo á los
resultados de la observacion obtenida por los sentidos;
es decir, al estudio del naturalista, hecho no solamen-.
te sobre él mismo, sobre un hombre adulto bien for.,
mado , instruido, razonador , &c, sino hecho tambien
sobre toda la especie, he encontrado las grandes rela
ciones que ecsisten entre nuestras facultades y las de los
animales; que del estudio del hombre y del de los ani
males, resulta una suma de conocimientos que cons-
tituye una verdadera ciencia bajo la relacion de las
funciones del sistema nervioso. Esto nos conduce á echar
una ojeada sobre los seres animados á los que hemos
analizado, aunque de un modo rápido, y visto á qué
resultados nos conduce este ecsámen.
En la comparacion que hemos hecho del hombre coa
los animales , hemos insistido sobre un punto impor
tante: hemos dicho, no tan solo compara entre ellos
los cuerpos de la naturaleza, sino que compara y analin
za los juicios que ha formado, los sentimientos que le
DE FKEWOtOGIA.
harn hecho esperimentar y los impulsos que han sido su
consecuencia, y mientras que se entrega á todas estas
comparaciones, se observa á si mismo y se coloca sobre
todos los fenómenos que pasan por él, de modo que ad
quiere el sentimiento de alguna cosa superior á todo lo
que ve intelectualmente.
Hemos hecho observar, que aqui está el punto en
que los psicólogos se habian detenido para atribuir al
sentimiento del yo, al sentimiento de la persona que
se coloca sobre todo, que se separa, se abstrae, se vé
obrar, que parece estenderse hasta lo infinito, una na
turaleza del todo diferente de la de los fenómenos, de la
percepcion, del instinto y aun del sentimiento. Por des--
gracia para los psicólogos y para nosotros tambien , por
que todos los hombres querrian hallar en si una na
turaleza superior, toda la naturaleza misma, ,1a obser
vacion por los sentidos hecha sobre los demas, demuestra
que esta facultad del sentimiento personal está como las
demas inherente á los órganos.
He aqui de un modo bien compendiado cuanto he
mos dicho sobre los sistemas de filosofia, y aunque faltan
á este resumen muchos argumentos, los podreis encon
trar en las tres primeras lecciones
Nos hemos concretado á tres clases de facultades, y
«uatro si en ellas incluimos los movimientos: á saber,
los instintos, los sentimientos y la intelijencia, que se
gubdivide segun los frenó!ogos%en percepcion de los atri
butos de los cuerpos y reflecsion. Hemos aplicado estas
facultades á las masas, y no estará de mas Volverá re
cordarla, '.l - - .- '
94 .. curso
Hemos dicho que los instintos tienen su asiento en
las partes inferiores , posteriores y laterales ; los senti
mientos en la parte superior; y la inteligencia en la parte
anterior.
Estas proposiciones estan probadas , ya por el de
fecto de desarrollo de cada una de estas rej ones que
lleva tras si la nulidad de los fenómenos que le corres
ponden , y ya por el desarrollo predominante de estas
mismas rejioues de que resulta la supremacia de las di-^
chas facultades.
Hé aqui numerosos ejemplos de esta aserc'on. (El
profesor compara las cabezas de idiotas de d.ferehtes
grados, y algunas otras de ajusticiados poco intelijentes
y privados de los se.itim entos superiores, pero con ins
tintos predominantes, coa cabezas de hombres eminen
temente intelectuales y morales ; y despues continúa.)
Asiel uso y destino de estos tres jé.»eros de facul
tades se prueban por su mayor ó. menor desarrollo; su
falta absoluta en los sugetos en quienes eesiste la de-;
presion, y por su desarrollo muy pronunciado entre
aquellos cuyos órganos lo estan, lamb en. Nuestra pro
posicion está, pues, demostrada por pruebas positivas y
negativas: he ahi las bases , veremos los detalles. ,,.
¿Qué tienen de comun todas estas facultades? El
ponerse en accion por las sensaciones y las percepciones;
y en esto solo es en lo que estamos de acuerdo con la
escuela de Condillac. Si el hombre no tuviese sensacio-.
nes, en vano espcrimentaria impulsos hácia los senti
miento»; estos impulsos á nada se referirian ; y nO re
sultaria de ellos otra cosa sino una inquietud sin obje
BE FRENOLOGIA. 9S
to; seria una ajitac'on idiota y loca. Asi, es .necesario
que las otras dos secciones, la de los instintos y la de los
sentimientos, esten servidas por la de la intelijencia, Las
funciones de esta seccion son las de poner en relacion
con el mundo esterior las posones y los instintos; ó de
otro modo, mostrar á las pasiones y á los instintos el
objeto esterior que debe satisfacerlas^
De lo espuesto resulla, que la sensacion no puede
dar orijeu á ninguna de estas facultades. Por conscien
te es un error de sistema el hacer derivar todas estas
facultades de la seu>ac;on por la via de trasformacion
directa. La sensacion es sensacion y nada mas. Hemos
dichoque hay que distinguir aqui dos cosas: la accion
del sentido y la p-rcepcion. La accion de la espansion
sensitiva no es la percep::io:i, porque el ojo pue !c estar
perfectamente sano y la luz penetrar en el interior de
este órgano de un modo perfecto, sin que por eso per
ciba los cuerpos iluminados; puede estar el conducto
auditivo comp'etamente organizado y el aire entrar en
él y producir tolas las vibraciones que de ordinario de
terminan la sensacion del oido, sin que la percepcion de
las sonidos sea su consecuencia : basta para esto que el
cerebro no esté en aptitud para recibirlas.
Es, pues, en el cerebro donde se efectua la sensa
cion, despues de lo cual, s endo conocido el cuerpo este
rior, se verifican dos cosas: á saber, ponerse en accion
Jos instintos y los sentimientos para obrar sobre los
cuerpos esteriores, y la intelijencia observarlos y reflec-
sionar sobre estos fenómenos.
La refiecsion todavia como lo hemos visto, no
06 " CÍJR90 '*
(Siempre tiene lugar. Asi es que el niño principia á tener
sensaciones, percepciones, é instintos sin hacer uso de
la reflecsion. Obra como los animales sobre los objeto»
esteriores, sin saber lo que hace. Pero á medida que
se desarrolla y que ha tomado acrecimiento la parte que
corresponde á la intelijencia, principia á reflecsionar so
bre sus acciones y las asocia á sus instintos y sentid
mientos. Contra esta proposicion se podrá decir lo que
se quiera: esto me es indiferente porque tal es el he
cho. El yo viene en seguida de los instintos y los sen
timientos, y se manifiesta poco á poco con los órgano»
de la intelijencia.
Hemos provado que las otras facultades no son el
resultado de la trasformacion de las sensaciones. Lo que
no tiene duda sobre este punto, es que se puede tene*
una sensacion muy pronunciada, como la tienen lo»
animales, sin tener por eso intelijencia, ni sentir-
mientos.
El yo no dirije la moral del hombre como se há
creide; en muchos casos no es mas que un testigo, peró
hace un gran papel en la reflecsion, siempre que las pa
siones y los instintos no lleguen á chocar con violencia
con la masa cerebral, porque entonces es arrastrado por
su impulso. Todo esto se ha dicho, y se provará por
partes ; ahora me limito á recordaros estas observacion
nes porque se refieren á las tres lecciones anteriores. He
creido deber añadir aun estas reflecsiones generales que
nos serán de utilidad en adelante. 1
Ya veis que las distinciones de los frenólogos han
venido oportunamente para poner de acuerdo á los filó
I)E FRENOLOGÍA. 97
sofos , y que estas tres secciones de nuestras facultades,
á las que aun podria añadirse el movimiento, esplican
los sistemas de la antigua filosofia, que reducian las fa
cultades al entendimiento y á la voluntad; esplican
igualmente el sistema de los modernos, fundado en el yo,
y que hace considerar al hombre moral cou.o un com
puesto de hechos sensitivos, de conocimiento y hechos
voluntarios. Tambien hemos dicho que estas ti es gran
des funciones producen los movimientos; y en verdad
que por los movimientos es como ellas se manifiestan:
sin estos no tendriamos ninguna idea de lo que sucede
en la moral de nuestros semejantes. A los movimientos
se refieren la palabra , el jesto y la escritura, y por ellos
sabemos lo que es el hombre , lo que piensa , lo que
siente y el por qué se mueve, ckc. El movimiento que
perciben nuestros sentidos en los demas hombres, es un
resultado definitivo de la reunion de estas tres faculta
des, que se ponen en accion por las espausiones nervio
sas que se llaman sentidos ,' y que producen el movi
miento por la reaccion sobre los músculos. Hemos aña
dido que al m.smo tiempo se efectuaban otros movimien
tos en el interior de ¡os tejidos ; pero no es este el lu
gar apropósito para ocuparnos de ellos, cualquiera que
sea su influencia sobre los sentimientos y determinacio
nes del hombre y de los animales.

Historia de la Frenologia.
Ahora debo deciros lo que los antiguos pensaban del
cerebro , pues que es preciso que litiguemos á las .loca
lizaciones.
7
98 curso
Desde la mas remota antigüedad, quinientos años
antes de nuestra era, Pythágoras habia dicho que el al
ma vejetativa y el alma sensitiva estaban en los cuer
pos, en la sangre ; pero que en la cabeza residia la par
te mas sublime del hombre , el alma racional. Esta fue
tambien la opinion de Demócrito. Platon fijó tambien
en la cabeza el alma racional , pero colocó las pasiones
en las visceras, idea que ha prevalecido por mucho
tiempo. Por lo demás , la actividad que hace obrar al
cerebro está tomada del pneuma. Pero ¿qué es pneu-
ma? Es, segun los antiguos, el alma universal, un movi
miento de vida que suponian animando á toda la na
turaleza. Suministraba lo mismo al cerebro que á los
sentidos, una especie de aura que constituia el elemen
to de su actividad. Esta es la doctrina mas antigua ¿pe
ro cómo está hecho este pneuma"! Por sutileza : es de
cir , que se suponia un cuerpo estremadamente té-
nue, que á fuerza de refinamiento llegaba al punto de
no ser mas que un elemento imperceptible á los sen
tidos. Entonces se le daba una actividad estraordina-
ria. Ya veis , señores , que la antigüedad habia en
cierto modo presentido nuestros imponderables. Pe
ro sierhpre era el cerebro el depósito de esta aura
que servia para los fenómenos de la inteligencia , por
que las pasiones estaban confinadas' en las visceras.
Aristóteles parece haber pensado de diverso modo,
ó al menos no siempre se ha esplicado de la misma ma
nera sobre las funciones del cerebro. Confieso que no
he tenido tiempo para consultar con detencion á Aristó
teles y ponerme al corriente de sus opiniones, pero os
DÉ FRENOLOGIA. 99
daré cuenta del resultado de los trabajos que otros han
hecho. Parecia desde luego que Aristóteles habia adop
tado la idea de que el cerebro no era mas que mía g'án-
dula que secretaba un humor pituitoso destinado á dul
cificar la sangre. Poco mas ó menos pensó tambien Hi
pócrates. De aqui resultaba que cuando esta glándula
era muy considerable, el temperamento era muy hú
medo : y una cabeza voluminosa, era considerada como
un signo.de estupidez. Esto tiene seguramente algo de
fundamento, porque, como sabeis, los raquiticos que
tienen grandes cabezas , muchas veces son idiotas por
efecto de una hidropesia del cerebro. Tal creo que es el
origen de aquella opinion! contra la que tanto lian clama
do los enemigos de la Frenolojia ; pero no puedo pen
sar que Aristóteles se haya fijado siempre en esta idea,
porque él es tambien el fundador de la anatomia com
parada.
Ha puesto en parangon la cabeza del hombre con la
de los animales , y ha notado que la de aquel tenia un
volumen relativa y casi absolutamente mas considerable
que la de estos, y á esto es á lo que atribuia la superio
ridad de su intelijencia.
En el diario de Edimburgo, se ha publicado una
noticia histórica que no se ha traducido al francés, que
es como inédita para nosotros y de la que se me han
comunicado algunos estrados de que voy á daros noticia,
y que no dejarán de ser útiles á la historia de la Fre
nolojia. Segun el autor de esta noticia, Aristóteles debió
tener ideas mas esactas del cerebro : voy á leerlos.
«Aristóteles, de quien han provenido la mayor parte
100 CURSO
«de las teorias cientificas, consideraba al ventriculo ante-
«rior de! cerebro, que suponia corresponderá la frente,co-
«mo el asiento del sentido comun, tomando de él su ori-
«jen los nervios de los cinco sentidos. En seguida colocaba
«la imajinacion , el juicio y la reflecsion en el segundo
«ventriculo, que comunica con el primero por una pe-
«queña abertura que, segun él, daba paso a las impre-
«siones trasmitidas por los cincp sentidos. El tercer ven-
«triculo estaba destinado á la memoria: era una especie
«de almacen en donde permanecian como de reserva las
«concepciones del espiritu producidas en el segundo ven-
«triculo. Muchos autores reprodujeron en seguida estas
«nociones, sin haberlas entendido ni rectificado.» •
Pasaron estas ideas.de siglo en siglo y se las vuelve á
encontrar en la escuela de Alejandria. Esto es muy posi
tivo. Erophilo coloca el alma detras de la bóbeda de tres
pilares. Emsistrato se esplica con menos claridad. Ya sa
beis que muchas obras de aquel tiempo han desaparecido.
Sea lo que quiera, se encuentra mucho de ellas en las clá
sicas que nos quedan para ver cuáles eran las ideas de
estos antiguos filósofos. Consideraban nuestras facultades
como unas especies de auras, que hoy llamariamos gases.
Para que estas auras estubiesen con mas comodidad se
las colocaba en los ventriculos del cerebro. Como se lleva
la mano á la frente cuando se piensa, porque parece que
la frente misma se afecta , por eso en ella colocaban el
sentido comun ; elaboraban estas ideas en la parte me
dia y las depositaban en la posterior. He ahi una ten
dencia hácia la localizacion.'
Por lo demas, estas tendencias de la antigua Crecia
DE FRENOLOGIA. 101
hácia la localizacion no estaban concretadas á los filósofos,
porque tambien las seguian los artistas y los poetas. Asi
aquellos, cuando quieren representar el jenio, la ciencia
y la sabiduria, configuran siempre una frente saliente,
voluminosa; y si su objeto es mostrar la fuerza muscular
forman una cabeza pequeña con gruesos músculos. Esto
está perfectamente conforme con las observaciones que
acaban de hacerse en Lóndres, donde se ha tenido la
curiosidad de deducir pruebas por los sombreros ; en
efecto , se ha observado que las personas atléticas toman
siempre de las fábricas sombreros mas. pequeños que las
que tienen músculos mas débiles y cuya intelijencia ha
sido mas ejercitada que aquellos. Particularmente eñ las
estáluas de Júpiter y de los grandes sacerdotes, es en las,
que se ven estas frentes salientes, en tanto que los atleta
gladiadores y las mujeres casi siempre presentan fr
deprimidas. \ ,<
Los poetas habian hecho tambien la misma o
vacion; Gall ha citado algo interesante sobre este pa
cular: es un pasaje de Apolonio de Rhodas, que dice
sus A rgonáuticas, que cuando Medea estaba embriagada d'
amor por Jason, padecia en la rejion del cerebelo. Quie
ro probaros solamente por estas citas la tendencia que
siempre ha ecsistido hácia la localizacion.
Galeno, como sabeis, fue educado en la escuela de
Alejandria, y fue el que modificó un poco esta doctrina
de Aristóteles que sin duda habia tomado de la misma
escuela. Asi el cerebro, segun él, era el asiento del alma
y á él estaban sometidos los sentidos y todos los órganos.
Habla notado que hay nervios de sensibilidad y nervios
102 CÜBSO
de movimiento. En efecto, esta distincion se ha hecho
desde que se cultiva la anatomia, pero esta observacion
no se estendió hasta despues de los trabajos de Gall.
Se limitaba á los' órganos de los sentidos, nervio
óptico,, olfatorio y acustico. Estos tres nervios han
sido siempre considerados como órganos de la sensi
bilidad. Ya sabeis que ha sido necesario mucho tiempo
para distinguir en los demas sentidos cuáles eran los
nervios del sentimiento y los del movimiento. El pneu-
ma que Galeno habia sacado de la antigua escuela todo
lo animaba: admitia tres especies de espiritus: natura
les, vitales y animales. Los primeros eran el vapor de
la sangre; este vapor recojido por el higado sube al co
razon y á los pulmones por la circulacion, y alli recibe
el primer grado de reñnamiento;.en seguida es tamizado
por las membranas del cerebro y definitivamente suti
lizado. Asi procedian los antiguos, porque los espiritus
y las almas no eran, segun su opinion, sinomateria suti
lizada , es decir, atenuada ó adelgazada hasta el punto
de no ser perceptible á los sentidos. Pregunto ahora
¿los modernos hacen otra cosa cuando colocan en el ce
rebro una sustancia, que aseguran no tener nada de ma
terial , y que por lo mismo está en relaciones activas y
pasivas con la materia del cerebro? Ya sabeis que Pac-
chioni , Bagiivi , y otros muchos, habian hecho de las
membranas del cerebro los principales motores de todos
los movimientos nerviosos. No nos detendremos en esto,
pues ya veis que esta doctrina de Galeno, es la de Pla
ton y de Aristóteles , que ha dominado en la escuela de
Alejandria; y en efecto estas doctrinas han prevalecido
BE FRENOLOGIA. 103
largo tiempo: durante la edad media no se ha salido de
este circulo, pero en todo este tiempo se han tenido siem
pre tendencias á la localizacion. Esto es muy curioso.
En tiempo que el clero se ocupaba de la medicina, un
obispo llamado Ceria habló de una celdilla de la memo
ria agujereada por una llaga , segun observacion hecha
por un cirujano que habia sido su maestro.
Alberto el Grande, tan famoso por sus discusiones
filosóficas sobre el realismo y el nominalismo, pensó
tambien en localizar , y estas mismas ideas tuvo Santo
Tomas de Aquino su discipulo. No puede hoy dudarse
que este santo querja ser fronólogo.
Consultemos todavia nuestra nota. El diario de Edim
burgo nos ha dejado pruebas de esto de un llamado
Bernardo Gordon. Dice asi:
«En 1296 Bernardo Gordon, médico escocés y pro
fesor en Montpeller, en un libro titulado Affeclus pres
ter naturam curandi methodus, ha reproducido en gran
parte las opiniones de Aristóteles. El sentido comun re
side en la parte del ventriculo anterior , cuya funcion es
tomar conocimiento de las formas variadas ó delas imá-
jenes recibidas por los cinco sentidos y juzgarlas: la
parte posterior de este ventriculo está destinada á la
phantasia (phantascia); su funcion es la de conservar las
impresiones de los cinco sentidos ; la phantasia es como
un depósito de esto. La imaginacion (imaginativa) reside
en- la parte anterior del segundo ventriculo; siempre
está en accion y produce quimeras durante el sueño lo
mismo que en la vijilia. Se la distingue por dos denomi
naciones: si los resultados de la imajinacion estan en con
104 curso'
formidad con la razon y con los objetos que tienen una
ecsistencia real , y coinciden con las percepciones sen
soriales, la facultad entonces se llama cojilaliva; si los
productos no concuerdan con las percepciones de los
sentidos y estan sometidos á las influencias de la facul
tad llamada estimativa', entonces se conserva la denomi
nacion imajinativa, porque las ideas concebidas son fal
sas y probablemente imposibles. Gordon colocaba en la
parte posterior del ventriculo medio, la facultad llama
da estimativa, cuyas funciones son las de juzgar de las
impresiones que no se reciben por los sentidos , como
la amistad. Por esta facultad, el cordero sabe instintiva
mente que el lobo es su enemigo, sin haberle visto ja
mas; este es un instinto que rije la conducta de los ani
males, como la razon dirije la del hombre. Cuando éste
se deja gobernar por el instinto obra como un animal.
El profesor de Montpellier coloca la memoria en el ter
cer ventriculo ó posterior, donde dice que residen tres
facultades, imaginado, cogitatio et memoria. Todas son
naturales, corruptibles y tienen órganos; sobre ellas
se encuentra una facultad divina é incorruptible lla
mada intelijencia, que no tiene órgano que pueda ser
virla de intermediario para obrar sobre el, mundo es
tertor.»
«Estas facultades, añade, pueden hacerse imperfec
tas cuando los órganos estan enfermos, y como son dis
tintas, la una puede estar debilitada conservándose las
demas.» Segun algunos, la imaj i nacion puede estar alte
rada en tanto que las demas facultades no esperimentan
el mas leve cambio , et vice versa. De esto hemos tenido
DE FRENOLOGIA. 105
un ejemplo notable en un enajenado que habia herido á
su padre, y á quien este preguntaba si era bien pareci
do que un niño levantase la mano á sus padres; en
tonces se puso de rodillas pidiéndole perdon. En este
casó la imajinacion se habia alterado hasta el punto de
haber desconocido el hijo á su padre en aquel momento
pero como habia conservado la razon , bien pronto esta
lé hizo conocer su falta.»
Otras muchas observaciones del mismo autor se re
producen en otro, libro que se publicó en 1305 (Lilium
medicina?) que tienen relaciones interesantes con la Fre
nologia, principalmente la seccion de passionibus cápitis
pars II, pájina 186, 187 y 193, De sonto naturali. Al
folio 200 presenta una larga série de prescripciones
para hacer cesar el insomnio; he aqui uno. Et si omnia
dificiunt , ina'pial dicere horas dominicas , et eslatim
dormiet. Espone en seguida una teoria fundada sobre
un movimiento supuesto de los espiritus animales, que
está constantemente en accion y se opone al reposo de
las facultades que dependen de la imajinacion.
Esto se escribia en la edad media en los tiempos
teoiójicos: y ya veis que sin darse cuenta de la causa
de estas diferencias en la moral, sin embargo se las ob
servaba. Como esta nota es inedita he creido deberos
dar algun conocimiento de ella; todavia hallaremos otras
pruebas dignas de atencion, pero lo que me ha parecido
mas importante en la edad media es lo que sigue.
Los espiritus animales fueron atacados con algun éc-
sito en el siglo XVI. Miguel Servet, (1559) esta victima
deplorable del fanatismo , admitia los espiritus y colo
106 curso
cnba, el alma en el acueducto de Silvio: luego tendia á
la localizacion de las facultades. Pero ecsiste un autor
que parece haber sido mas positivo que lodos los prece
dentes, este es el español Huarte. Español, ó francés;
era contemporáneo de Enrique IV y el que mas se ha
aprocsimado á la Frenolojia, tal como la conocemos ahora.
Hé aqui el titulo de su obra que data desde 1580: Exa
men des esprits dans leur aptilude aux sciences. Este
es su resultado en dos palabras : cada hombre nace con
su jénero de espiritu; cada jénero de espiritu y de ap
titud corresponde á una forma de cabeza.
En 1658 Wepfer quiso impugnar la teoria de los
espiritus animales , pero fue defendida por el famoso
Willis , profesor de filosofia en Oxford. Este tenia una
doctrina particular: decia , que el cerebro y el cerebelo
secretaban diferentes espiritus animales ; los del cere
belo producian por los movimientos de las visceras. Esta
idea esceptuando los espiritus animales, no está todavia
abandonada. Los del cerebro producian la imajinacion,
la memoria, la discusion y la razon. «Los espiritus ani
males, dice la nota cuyo orijinal os he manifestado, han
ocupado despues á diversos autores. Andres Vesale ha
hecho de ello larga mencion , y citado á Sto. Tomas de
Aquino, á Dans el escocés, á Alberto el Grande y otros,
que han dividido las funciones del espiritu en imajinacion,
raciocinio, cojitacion y memoria ; facultades que corres
ponden á diversas partes del cerebro.
Estas nociones que componian la filosofia de la edad
media relativamente al cerebro y al entendimiento, se las
encuentra precisadas por una figura que el veneciano,
DE FRENOLOGIA. 107
Ludovicd Dolce, publicó en 1562 en un libro titulado:
Diálogo di M. Ludovico Dolce , nel quale si raggiona-
del modo di acrescer é conservar la memoria: Roberto
Flud es autor de una teoria y de una figura semejantes
á la anterior. Este, que fue un famoso filósofo y alqui
mista de la edad media, trató tambien de localizar las
funciones del cerebro.
Hay otros muchos detalles de que no haremos mé
rito; pero sin embargome permitireis citar á un llamado
J. B. Porta.
En 1596, Juan Bautista Porta, publicó en Vigo un
libro titulado De humana Phisiognomonia, que fue In
ducido en .Paris en 1798; en él se encuentran las nocio
nes que se refieren al descubrimiento de Lavater, como
en las precedentes obras las que se refieren al descubri
miento de Gal!, asi como tambien las opiniones de Aris
tóteles, de Adamantius, médico griego en el siglo V, de
Bhasis ó Razes y de diferentes filósofos griegos. Este libro
comprende ideas mucho mas filosóficas que las que se
puedan suponer en un tiempo tan lejano. En lá pájina
14 se encuentra un catálogo curioso de los instintos que
son comunes al hombre y á los animales. Hay muchas
cabezas humanas comparadas á las de aquellos; la de Yite-
lio César está en relacion con la de un buho; la de Platon
con la de un perro sabueso; la de un idiota está com
parada con la de un puerco, &c. Esto nos informa que
Rhasis consideraba á una cabeza de un volumen moderado
y de un¡> forma redonda que se eleva por la parte su
perior y comprimida lateralmente, como la de mejor con
formacion. Alberto miraba á una cabeza oblonga por
108 CUBSO
delante y por detras como el indicia de la prevision y de
la circunspeccion: dice, que Pericles tenia una cabeza
asi, y que fue muy estimado de los atenienses; segun él,
la redondez de la cabeza es señal de falta de memoria y
de sabiduria ; el poco volumen, supone poco espiritu; si
la parte anterior está aplanada , son débiles la percep
cion y la imajmacion ; si,es la parte posterior, denota
poca memoria y enerjia ; si es la parte media , la razon
y la reflecsion estan poco pronunciadas, &c. En fin, hay
en este libro un gran número de notas muy intere^
santes.
La siguiente anécdota , ha sido referida á la socie
dad frenolójica de Londres , por un convertido á la creen .
cia del sistema de Gall , despues de largos combates li
terarios con este médico y sus partidarios. «El marqués
de Mascardi, presidente del tribunal criminal de Ná-
poles , desde 1778 hasta 1783 > hahia estudiado la obra
de Porta y la fisiolojia de Cábanis (publicada en 1781).
Siempre que un criminal condenado á muerte debia su
frir la pena sin haber confesado sus crimenes, á pesar
<de la conviccion provada por testimonios suficientes, le
hacia, comparecer ante si, écsaminaba atentamente su
fisonomia y luego su cabeza , y por lo que en ellos ob
servaba daba la sentencia definitiva de que son ejemplo
las siguientes :
1.° Auditis testibus pro et contra', visa facie et exa
minato capiie , ad furcas damnamus. 2.° Auditis testi
bus pro el contra , reo ad denegandum obslinato , vis á
facie et examinato capite, non ad furcas , sed ad cate
ñas damnamus.»
, DE FRENOLOGIA. 109
Ved aqui , señores , cabezas (1) de desgraciados en
las que predominan los instintos sobre la intelijencia.
Estas son de parricidas , de asesinos. Ved por el contra
rio estas otras (2) de hombres de jenio , virtuosos , de
grandes ciudadanos, que ofrecen un desarrollo conside
rable en las partes correspondientes á la intelijencia. No
nos sorprendamos, pues, de que Mascardi se haya atre
vido á juzgar de los acusados, convencidos ademas por
testimonios , mas bien por las formas de su cabeza que
por sus negativas.
Estos son \os esfuerzos del espiritu humano que no
quiere satisfacerse con vagas concesiones á priori. Esta
teoria puede bastar para ciertos hombres , pero no sa
tisface á los de un juicio severo y una conciencia deli
cada.
El sistema de Porta coloca la memoria en la parle
posterior del cerebro; esta era la opinion antigua; pero
es equivocada; coloca tambien en el mismo lugar á la
enerjia y esta nota podria muy bien ser de él. Ella se
ajusta perfectaménte con la Frenolojia, porque las masas
posteriores y laterales son las que dan los impulsos
apasionados y por consiguiente la enerjia, que proviene
mas bien de los instintos que de los sentimientos y la
reflecsion. Ya veis que los esfuerzos de localizacion no
han sido del todo infructuosos.

(1) El profesor manifiesta cráneos que habian pertenecido á


«élebres criminales, en los que se observa gran depresion en el
sitio corespondiente á los órganos de la inteligencia y desarrollo
.considerable en el de los instintos,
(2) El catedrático presenta rHneos de hombres eminentes,
<jue ofrecen configuracion contraria.
110 CURSO
En 1770, Carlos Bonnet presintió hasta cierto pun
to estos descubrimientos. Georget en su Fisiolojia del
sistema nervioso, ha citado un pasaje de este autor que
ha sido referido por muchas personas. Carlos Bonnet,
que era un filósofo fisiólogo, ha considerado al cerebro
como formado del agrupamiento de órganos, diferentes,
poco mas ó menos como lo considera Gall ; de donde
proviene la multiplicidad de las ideas. Segun él, cada
sentimiento tiene sus fibras propias; cuando estas fibras
se ponen con violencia en accion , se fatigan y se hacen
dolorosos. Quiere ademas, queseada parte del cerebro
tenga una funcion; esta es, como veis, una tendencia
manifiesta hácia la Frenolojia. Pero no sabia cómo limi
tar aquellas funciones, porque cuando se quiere proce
der de un modo arbitrario, ni se observan reglas ni li
mites. Conocia que era necesario que hubiese relaciones
entre los cuerpos esteriores y el cerebro.. ¿Qué relacio
nes son estas? Suponia una fibra para cada uno de los
cuerpos de la naturaleza ; no tenia limites posibles.
Este es tambien un argumento que ,se ha presentado al
sistema de Gall, diciendo: ¿Por qué no teneis tantos
órganos como hay cuerpos en la naturaleza y matices
en los sentimientos? Trataremos esta cuestion cuan
do nos ocupemos de los órganos en particular. Ya co
noceis que no se puede llegar aqui á una prevision arit
mética , pero debemos aprovecharnos y sacar partido de
los hechos.
En 1775, Herder dió esperanza deque habia de lle
gar un tiempo en que se hiciese la distincion de cada
una de las partes del cerebro ; en 1778 , Willich ¿os
DE FRENOLOGIA. 11 1
tuvo que las facultades del hombre tienen cada una de
por si asiento separado en el cerebro, y señaló al cora
zon y las visceras como el Iuga,r de las pasiones. Esta es la
doctrina de Galeno , y alcanza hasta Cabanis.
Este último, como sabeis , en su obra Rapport du_
phisico et du moral de V homme , habia colocado la re-
flecsion y et pensamiento en el cerebro , pero ponia es
tas facultades mucho mas lejos de las pasiones, que de
jaba en las visceras , como los antiguos. El pensamiento
estaba segun él, realizado de cualquier modo; pero le ha
cia secretar hasta cierto punto por el cerebro. Se sirvió
de esta inesacta espresion, que ha dado lugar á los ene
migos de la filosofia positiva , para dirigirle argumentos
estremadamente virulentos, y muchas veces injustos.
Señores , ya hemos dicho lo suficiente para probar
que desde tiempos muy antiguos las facultades intelec
tuales del hombre , han sido colocadas en el cerebro.
Los modernos disgustados de las continuas disputas de
los antiguos, se mantenian en la reserva, temiendo siem
pre caer en las esplicaciones hipotéticas y en los siste
mas apriori. Sin embargo, en esto habia siempre un
fondo de observacion constante. Camper habia estable
cido desde un principio que la intelijencia estaba en ra
zon del ángulo facial. Esta idea no está muy fuera de
fundamento ; se la encuentra en la antigüedad, pues que
la intelijencia reside particularmente en la parte ante
rior y superior de la cabeza, y el predominio de esta
parte forma como lo veis el ángulo facial agudo. Podeis
verificar esta observacion sobre las cabezas que veis, cu
yos cráneos pertenecen á hombres superiores los unos,
112 CTTRSO
y los otros á criminales, parte imbéciles y parte idiotas.
Pero muchas causas pueden oponerse a que este ángulo
sea agudo, aun entrelas intelijentias superiores. Estas
son observaciones que despues tendremos lugar de es-
planar.
Cuvier habia dicho que en jcneral era ventajoso que
el volumen de la cabeza superase al volumen de la cara.
En efecto, esto se verifica las mas veces; pero se puede
tener una cara estremadamente gruesa y carnosa , y sin
embargo, uu cerebro muy desenvuelto. Este signo no
es siempre esacto. Estos hechos contradictorios en la
apariencia, hacian á los modernos mas circunspectos. El
mismo Cuvier, que habia adoptado el método de Gall le
abandonó y cambió del todo , cuando conoció que la au
toridad del tiempo se oponia á esta doctrina acpjida por
los sabios.
¿Qué opinion debemos formar de las diferentes ma
sas del cerebro? ¿Las funciones que les señalan los fre
nólogos fijan la moral de la especie humana? Yo lo creo.
Sin embargo estas masas no son muy apreciables por la
esploracion ; hay algunas partes del cerebro que no se
manifiestan en lo esterior; pero aunque estemos privados
de las pruebas que podriamos sacar de ella , sabemos lo
bastante para admitir, de una manera jer.eral , las fun
ciones de estas tres grandes masas. Aunque no se pue
dan apreciar bien las funciones de todas las partes , ni
las que se ejecutan en los órganos pertenecientes á la ba
se del cerebro , ni las de algunas otras circuuvaluciones
que se notan en los intermedios de los hemisferios ; sin
embargo, podemos creer que las funciones de estas ma
DE FRENOLOGIA. 113
sas son efectivamente las que les hemos designado en la
primera leccion de este curso.
Los órganos son la subdivision de las masas, de que
acabamos de hablar. Se les pueden presumir de antema
no, y en cierto modo á priori por los hechos siguientes,
que parece que suponen en el cerebro la ecsistencia de
facultades diferentes. Estos hechos son: 1.° el desarro
llo sucesivo de las facultades. Si se nota que una facul
tad no ecsiste á cierta edad , y que tal parte del cerebro
está al mismo tiempo poco pronunciada ; y si mas tarde
desenvolviéndose la facultad, la parte del cerebro que le
corresponde, se desarrolla tambien, hé ahi una prueba
de nuestro aserto ; 2.° se puede presumir de los órga
nos por la diferencia de las aptitudes. Los hombres no
todos tienen las mismas disposiciones ni las mismas in
clinaciones; pues bien , si se puede descubrir una rela
cion constante entre las aptitudes, las inclinaciones y
los desarrollos de ciertas partes del cerebro , he ahi una
segunda prueba.
Aun se deducen otras de las enfermedades del cere
bro. De este modo, si se puede descubrir una-afeccion
morbosa local de una porcion de este, correspondiente
á una lesion parcial de los instintos ó de la intelijencia,
se habrá dado un paso avanzado. Todavia este diagnós
tico es muy dificil ; mucho mas de lo que han creido
hasta aqui los frenólogos. Con este motivo, haré una
observacion que no lleva otro objeto que el de prevenir
las objeciones que os harán acaso al salir de aqui y que
quiza éstan resonando ya en vuestros oidos : cualquiera
que sea la causa que haya hecho perder la razon, cuan
114 CURSO
do esta ya sé ha perdido, cada órgano toma su accio"
predominante. Tal órgano que estaba sujeto antes. por
una porcion de consideraciones, sobre todo por el esta
do sano de la razon, cuando no se halla retenido por
este freno, adquiere la preponderancia que debe darle
su volumen. ¿Y podreis creer que aquel órgano está
mas enfermo que los otros ? no es, señores, asi : lo que
está es mas desarrollado. Yo he comprobado este hecho
en las casas de locos. La causa de la locura no era siem
pre la causa de la aberracion que predominaba ; esto
provenia de que el órgano de esta aberracion se habia
sostenido dentro de ciertos limites , durante el estado
de salud por la fuerza de la reflecsion; solamente de vez
en cuando hacia sus esfuerzos por manifestarse. Esto es
lo que sucede todos los dias en la sociedad: en las pa
siones es donde se descubren las inclinaciones; asi el
hombre cruel que lo disimula, manifiesta al fin su
crueldad en un momento de cólera ó de despecho ; el
que ocultaba su perfidia la descubre en el delirio,, ó
cuando su amor propio ha sido ofendido y escitado su
resentimiento.
Es, pues, difícil provar nada en favor de la Freno-
lojia por la enfermedad de un solo órgano , porque no
es facil que esta no se jeneralice en el cerebro , y están-
dolo en el mismo grado, los órganos mas fuertes deter
minarán e.1 jénero de'aberracion , sin estar por eso mas
enfermos que los otros. Ademas, las monomanias espli-
can perfectamente su estado de relacion con la prepon
derancia de los órganos.
Aunque la diseccion no pueda descubrir los órganos
DB FRENOLOGIA. 115
¿qué importa, si las observaciones son positivas? ¿Qué
escepciones se opondrian á una cabeza como esta , que
es la de un idiota de nacimiento, y que se parece á la
de un acéphalo? ¿No está probado que este no tiene
frente y que carece de intelijencia ? Se dirá: «mostrad
la intelijencia en esta porcion del cerebro.» Yo respon
deré que el que asi pregunte no está organizado para
seguir el impulso hácia esta ciencia , porque no siem
pre se avanza por el escalpelo ni por el microscopio. Se
adelanta, si, por la induccion , y es facil concluir por la
coincidencia constante del defecto de un órgano, con la
falta constante de una facultad, que la facultad depen
de del órgano. Nada es mas claro , y sin embargo no
es la diseccion la que lo ha demostrado.
Combe ha notado muy juiciosamente que la obser
vacion de si mismo,, ó el mélodó psicolójico que se deri
va del yo, jamas puede llegar á conocer los órganos. El
cráneo se omo'da sobre el cerebro, y este es un hecho
positivo. He aqui una cabeza que os dará una idea de
esta verdad. Todos sabeis que el cráneo, cede por duro
que sea , y cambia de forma con el cerebro, aun en la
edad adulta. Se ha querido hacer valer contra la Freno-
lojia la depresion de la lámina interna del cráneo ó la de
la totalidad de esta bóveda huesosa , en ciertas enfer
medades por consecuencia del idiotismo. y de la vejei.
Esta depresion, dicen todavia, no permite estimar biéh
el volumen de los órganos Pero se debe notar que la
diferencia de volumen que resulta de esta causa , no es
muy considerable. De este modo se ha hecho el cálculo:
se estenderá lo mas á 1/8 ó á 1/4 de pulgada, mie.itrat
116 CURSO •
que las diferencias naturales de volumen entre los ór
ganos, se elevan muchas veces hasta mas de una pul
gada. En efecto, compárense las cabezas de estos suge-
tos que son, ó de idiotas, ó de homicidas poco inteli-
jentes, con la del jeneral Foy , ó la de Bagnol , que ha
sido director de la compañia de la India (de Inglaterra),
y cuya probidad , tantq como su alta intelijencia , han
sido citadas por modela; y tendremos con que conven
cer á todo hombre que ho quiera resistirse á la evi
dencia.
¿De qué sirve hacer objeciones por una minuciosi
dad , cuando ecsisten otras pruebas que lo justifican ?
Son demasiado pequeñas las diferencias que dependen
de la concavidad de la lámina interna.
Las diferencias que se sacan de la prominencia de
los senos en algunos sogetos , son tambien de poca in
fluencia. Los senos no se pronuncian sino con la edad.
M. Dumontier ha notado que si se tira una linea desde
el punto del hueso frontal donde comienza la prominen
cia del seno, y se la dirije hasta la ceja, se obtendrá
por encima y por fuera de esta linea la prominencia esac-
ta que forma este seno. Combe habia ya notado que no
habia depresion de la lámina interna del seno , lo que
hace muy positiva la estimacion propuesta por los fre
nólogos de Paris. Son demasiado débiles y mezquinas
estas objeciones, y nada pueden absolutamente contra
los principios en que se apoya la Frenolojia. Estas ob
jeciones podrian hacerse cuando se creyese que las. fa
cultades residian en unas especies de celdillas en la su
perficie del cerebro; pero el modo con que hoy estudia
DE FRENOLOGIA. 117
mós este órgano, no nos permite fijarnos en estas sim
plezas, que asi deben llamarse.
Se trata de saber, cuando se ve sobresalir una gran
masa sobre la periferia de la cabeza , ó comprender una
gran porcion de ella , se trata de saber, repito, si es
ta masa es patalójica ó fisiolójica; porque si es una hi
pertrofia morvosa , el individuo podrá tener un gran
volumen jeneral ó parcial, pero no por eso tendrá mas
inteligencia.
La fuerza de manifestacion está en razon del volu
men y de la enerjia. Se insiste particularmente sobre el
volumen; la Frenolojia no ha concedido á la actividad lo
bastante , segun nuestra opinion, pero yo se lo concedo,
con mucha ventaja. Creo que el cerebro se mueve, y que
las fibras de este órgano se aji,tan diez veces mas en un
individuo estremadamente activo, ó en estado de irrita
cion, que en otro que se halla en situacion enteramente
opuesta. Luego la mayor ó menor enerjia en los movi
mientos debe traer consigo una diferencia correspon
diente en los resultados, independientemente de las di
versidades de volumen. He aqui cómo se esplica la gran
diferencia que se observa en las facultades de los hom
bres de volumen casi igual de cabeza. Una vez que esta
ha adquirido un cierto desarrollo, las facultades pueden
tomar un vuelo muy difícil de limitar, pero antes de lle
gar á desarrollarse no hay. posibilidad de que las facul
tades sedespleguen. Jamas hubiera llegado á formarse un
sabio, un administrador, &c., de una cabeza como esta,
que es la de un idiota charlatan, pero apenas suscepti
ble de reflecsion, y depravado en mas de un jénero. Pero
118 CORSO
una vez que la cabeza ha adquirido un cierto volumen,
si ecsiste un concurso de órganos dirijidos hacia un fin
de utilidad en el orden social , y estos órganos estan
convenientemente ejercitados al paso que dotados de
una grande actividad, la cabeza que le manifieste, aun
que de un volumen mediano, dominará á otras menos
activas, aunque sean mucho mas voluminosas.
Estos detalles se compr enderán mejor cuando lle
guemos al estuiio de los órganos en particular. Reasu
miendo lo espuesto, diré: las facultades son múltiples:
el cerebro es el instrumento de estas facultades. El ce
rebro y el cerebelo son dobles. No hay en ellos órgano
alguno central. Esta es una de las objeciones mas fuer
tes que se han hecho á Gall , y á la que este no quiso
contestar (que yo sepa), yo seré mas franco , mas ani
moso tal vez: diré, que no es posible que le haya; que
todo órgano central , que se creyese presidir á los de-
mas, seria una hipótesis semejante á aquellas que he
mos combatido en las tres primeras lecciones; pero
hay una concordancia entre los diversos órganos, cuyo
resultado para el observador, es el conjunto de los ac
tos que aseguran la ecsistencia y la reproduccion del in
dividuo.
Sin embargo , se ha dicho que el sentimiento de si
mismo , suponia la ecsistencia de un órgano central,
regulador de todos los netos relativos á la moral del hom
bre. Este.es un error que procede de la falta de obser
vacion: por moral, entiende la jeneralidad de los filó
sofos , la intelijencia , los sentimientos y una parte de
los instintos ; pero estos últimos, como hemos visto, se
DE FRENOLOGIA. 119
ponen en accion mucho tiempo antes de la ecsistencia
del sentimiento de si mismo en el embrion , y conti
nuan obrando en el niño antes de la aparicion de esta .
percepcion. £1 yo no es aun distinguido por este cuan
do comienzan á manifestarse los primeros sentimientos;
y las percepciones de los cuerpos estertores se efectuan
tambien mucho tiempo antes que el niño piense aislar
se de todo otro cuerpo. El niño percibe los cuerpos,
siente los impulsos instintivos, sentimentales, amor,
aversion, miedo, alegria, &c, , y se mueve en razon
de todo esto sin decirse á si mismo : «estos cuerpos no
son yo , y yo no soy estos cuerpos;» aunque perciba al
mismo tiempo su propio cuerpo. Sostener * lo contrario
es sostener una falsedad. El sentimiento reflecsivo del
yo , no aparece sino con los progresos de la intelijencia,
y no se efectua jamas en el imbécil de nacimiento des
tituido de la facultad reflectiva , aunque tenga percep
ciones, sentimientos é instintos , y perciba tambien sus
propios órganos.
Se ha sostenido en la Academia de Medicina que
el yo destruia la pluralidad de los órganos ; lo absurdo
de esta doctrina está demostrado por los hechos que
acabamos de referir. La percspcion de nosotros mis
mos se hace por las mismas leyes que la percepcion de
los demas ; el niño percibe su cuerpo por sus senti
dos, percibiendo interiormente su persona ; y desafio á
que se me presente un hombre privado de sus sentidos
que sepa distinguirse en medio de la naturaleza. El
niño no dice yo naturalmente cuando principia á re-
flecsionar sobre la percepcion de si mismo; él se desig
120 Curso
na como designa á los demas , en tercera persona, ó por
su nombre ; cuando se le apostrofa por la palabra tú»
é\ la repite , y no es sino con mucho trabajo y á fuer
za de observar á los demas como llega á comprender
que la palabra yo designa su individuo, que es por otra
parte el que percibe despues de mucho tiempo.
No hay, pues, órgano particular y central que do
mine á los demas , y la percepcion de nosotros mismos
tiene por base las percepciones sensitivas. Esta percep
cion es como todas las otras, un hecho primitivo, ines-
plicado é inesplicable , pero que en nada rebaja los de-
mas fenómenos de la accion cerebral , ni tampoco dá la
razon de ellos. '
La masa á que pertenece el yo , y que preside á la
üeflecsion, es la rejion superior de la frente, supon ¡en-
, 4o que esté bien servida por la inferior , que es la que
obra las percepciones de los cuerpos , y no creo que sea
posible señalar al yo, un órgano particular en esta re
jion; Los animales inferiores están privados del senti
miento personal , y los qne se aprocsiman á nuestra es
pecie están dotados de él, cuando gozan de todas tvfi
facultades aunque no puedan espresarle; porque esta
espresion supone órganos que no tienen. Ellos no se
confunden con los demas; en una palabra , todo ser que
percibe los otros cuerpos , se percibe tambien á si mis
mo, lo uno supone lo otro; pero hay diferencias muy
atendibles en las reflecsiones que le sujiere la percep
cion de si mismo ; y estas diferencias dependen del des
arrollo de los órganos de la comparacion , del juicio y.
de la causalidad. . '
DE FRENOLOGIA. 121
Véd aqui los caracteres de una facultad. Se les ha
reasumido de una manera muy injeniosa hasta el nú
mero de siete.
- - Una facultad es admitida como primitiva :
1.° Guando ecsiste en una especie sola de animales»
y no en otra;
2.Q Guando varia en los dos secsos de la misma es
pecie;
3.° Guando no es proporcionada á las otras faculta
des del mismo individuo ;
4.° Guando no se manifiesta simultáneamente con
las otras facultades : es decir , cuando aparece , ó des
aparece antes ó de- pues de las demas ;
5.° Guando aisladamente puede obrar ó quedar en
reposo ;
6.° Guando se trasmite de padres a hijos ;
7.° Cuando , en fin , puede conservar su estado pro
pio de salud y de enfermedad con independencia de Ira
demas.
Asi es como los frenólogos han reasumido la idea de
un órgano. ¿Pero esto puede satisfacer cumplidamente?
Yo no diré que me adhiera á, esta division de un modo
absoluto: me esplicaré con relacion á cada órgano en
particular. -
La palabra facultad presenta la idea de una accion
complexa, no de una individualidad material.
Es dificil concordar todas las opiniones sobre el ca
rácter de una facultad ; vereis que ecsiste adhesion par
ticularmente á los actos mas notables que parecen de
terminados por una porcion del cerebro para establecer
122 curso
las facultades ; pero tambien notareis que esto no eg
constante , pues que se han introducido cambios; en una
Palabra , es un concepto abstracto el que designa este
nombre facultad, una cosa intelectual, dificil de deter
minar. Sin embargo, en estos siete caracteres encontra
reis comprendidas pruebas muy estimables de lo que
acabo de decir, y, que hallareis consignadas en el
manual de Combe, de donde las he estractado; porque
es necesario partir del estado que hoy tiene la doctrina
frenolójica para poder discutirla. Cuando lleguemos álos
hechos particulares emitiré mi opinion sobre cada uno
de estos caracteres. Pero entretanto debo fijar las bases,
de la ciencia, y presentarlas tales como las entienden
los frenólogos. , '
3 Se junio de 1836.

Parte M*tóriea.~enll.

Señores:

Jun la última leccion hemos hecho conocerla importan


cia de proceder al estudio de las funciones del cerebro
por el método esperimental aplicado á los demas , y esto
es importante, porque los psicólogos se alaban de emplear
el método esperimental por esce'.encia. Esta esperiencia la
fundan sobre si mismos, observando lo que pasa en ello*
y no lo que sucede en el fisico del hombre en todas sl«
fases, desde el estado de embrion hasta la caducidad,
121 CURSO
teniendo en ruenta el estado de salud y el de enfermedad,'
esto forma como lo sabeis dos modos distinto» de espe
riencia. Ellos dicen: «tengo tal idea, esperimento tal sen
sacion: este es un hecho, y mi semejante me asegura que
lo mismo pasa por él : hé ahi la esperiencia.» Pero no
sotros decimos, que esta no es la esperiencia que hoy
reclama la Frenolojia ; que la esperiencia y la observa
cion deben hacerse sobre los demas al mismo tiempo que
sobre si mismo, y no solamente sobre otro instruido y
formado como el mismo observador lo está cuando se
entrega á esta observacion , sino sobre el hombre fisico
y moral considerado en todas las fases de su ecsistencia.
Hé aqui la muy importante observacion que tenia
que haceros y recordaros á fin de que distinguiéseis bien
estas dos clases de observacion , porque el método que
propongo cambia del todo la faz de la ciencia.
Este último método es el que Gall ha seguido. Su
sistema no es el resullado.de conceptos formados conside
rándose á si mismo en el silencio de su gabinete, y con
fiando sus reflecsiones a los sabios para obtener la apro
bacion. Ha empezado á observar demasiado jóven, con
muy escasos conocimientos, teniendo aun pocos en histo
ria natural, y menos todavia en anatomia; y sin embargo
llegó á notar , como os podreis satisfacer leyendo su
obra, que los que tenian los ojos grandes aprendian
mejor las lecciones , que los de una conformacion
opuesta. Hizo esta observacion porque era inclinado á
esta manera de indagar. Otras muchas hizo semejan
tes .sin comprender su valor; y esto es muy importante
porque presenta el método natural de observar.
DE FRENOLOGIA. 125
Guando despues se dedicó Gall al estudio de la ana ,
tomia , probó que habia una relacion entre las promi
nencias de la superficie del cráneo y las de la sustancia
cerebral, y entonces sus observaciones adquirieron á sus
ojos un nuevo grado de valor. Trató de conocer to
das las opiniones que se habian emitido sobre las fun
ciones del cerebro , y bien pronto concibió la posibili
dad de rectificar las teorias reinantes sobre las faculta
des intelectuales y morales; asi veis que, segun él , la
observacion empirica no en vanOha precedido al razona
miento, y la sistematizacion. La sistematizacion no la
ha adquirido sino despues de observaciones repetidas, y
aun no la ha llevado tan lejos como muchos de sus cola
boradores y continuadores. ' ,
Cuando hubo reunido un número considerable de
hechos, pensó que debia coordinarlos y formar de ellos
un sistema; esta es la tendencia de todos los hombres
de jenio. Sin embargo, hay personas que nunca sistema
tizan, y ya veremos por qué, cuando estudiemos los órga
nos en particular; pero hay otras quecomprenden la ne
cesidad de buscar un vinculo que ligue todas las ob
servaciones, pues estas son las que hacen progresar á las
ciencias. Gall era de este número. Cuando creyó haber
hallado la verdad, se apresuró á proclamarla. Encontró
obstáculos, como debia suceder. Desdé luego tuvo por
enemigos y contradictores á todos aquellos que el , há
bito y la preocupacion les conducian ó ver las cosas de
un modo del todo diferente. Ademas encontró una opo
sicion no menos considerable entre los que repugnan k
sistematizacion; mas los primeros son muy numerosos
126 cDRSO
y harto influyentes en la sociedad, cuando al mismp
tiempo se. encuentran provistos de gran- número de
hechos que anotan y citan con profusion, y forman em
peño y estudio de desacreditar y destruir todo sistema
nuevo que se presente , gloriándose de esta disociacion
y desorganizacion , confiados, cuando se les arguye , en
la influencia qué ejercen sobre su siglo. Asi los hom
bres de preocupaciones, los partidarios de un centro co
mun espiritual ó material, y los enemigos de los siste
mas, fueron naturalmente sus antagonistas.
Sin embargo estas consideraciones le hicieron espe
rar que mejor que en Alemania obtendria resultados en
Francia, y á ella vino á fijarse.
Estando su sistema basado en la anatomia y apoyado
poruna diseccion del cerebro mas significativa que la
que hasta entonces se habia practicado, llamó la aten
cion de los sabios que se dispusieron á hacerle justicia.
Se oponian sin embargo á las localizaciones, pero apro-
vaban *us trabajos sobre la anatomia del cerebro. Era
su idea principal la de ser necesario seguir al cerebro en
la direccion de sus fibras, y no limitarse á hacer cortes
arbitrarios, y á describir lo que se observase en estos cor
tes ó en el aspecto del interior y del esterior. Tambien
insistió sobre la necesidad de seguir el desarrollo del cere
bro desde el estado de embrion hasta el de adulto, y de
asegurarse , cómo una porcion del cerebro se agrega á la
otra, cuál se desarrolla completamente el eneéphalo.
Esta idea era buena y por tanto fue adoptada. Sin
embargo, encontró obstáculos que Gall no habia previsto.
El hombre que tenia en sus manosjos destinos de la Fran
DE FRENOLOGIA. 127
cia poseia cualidades eminentes, era un gran guerrero, un
gran politico y un gran administrador, pero tenia alguna
repugnancia á los trabajos que tendian á analizar las fa
cultades del hombre y á reducirlas á simples elementos;
temia las consecuencias de esta clase de trabajos. Por
eso suprimió una de las clases del Instituto, que des
pues ha restablecido Luis Felipe, con el nombre de
Academia de ciencias morales y politicas. Napoleon pro-
tejia todas las artes , todos los trabajos de imaji nacion,
las ciencias que ocupándose de hechos materiales tienen
tendencia á adelantar la organizacion social, multipli
car los medios de ecsistencia y aumentar los recursos
del pais, &¡c.; pero no queria las discusiones profundas
sobre la naturaleza y orijen de las facultades, y en vir
tud de esta repugnancia pronunció la proscripcion del
sistema de Gal) (1).
Señores, los hombres no siempre pueden estar do
tados de todas las grandes cualidades, de todas las vir
tudes.
Inmediatamente que este decreto fue conocido , las
mismas personas que habian acojido con benevolencia las
observaciones del autor, cambiaron de tono y se armaron
contra él, procurando buscar modos indirectos de no apa
recer inconsecuentes , reprobando lo que antes habian

(1) Los senadores, Jos jenerales, los consejeros de estado, los


sábios admitidos á la corte, segutan con asiduidad las demostra
ciones de Gall en esta época memorable: pues bien, sabemos de
buen orijen que á la mañana siguiente al soiree en que el Em
perador lanzóen pleno salon algunos tiros contra la cranioscopia,
las lecciones del profesor Gall dejaron deser honradas con la pre
sencia de estos altos personajes.
128 cerso
aplaudido. Pero no fue esto lodo, pues hubiera produ
cido poco efecto ; se puso en juego el sarcasmo; los pe
riodistas se lanzaron en esta arena, y su pluma destiló
por muchos años la hiel de la ironia contra el sistema
de Gall.'
Habia por otra parte intereses graves que ocupaban
entonces á los franceses, y el progreso de la Frenolojia
estuvo paralizado por un cierto tiempo. Sin embargo,
¿cuál fue la suerte de esta ciencia ? La de todos los sis
temas contrariados; engrandecerse en el silencio, en la
oscuridad. Poco ó poco adquirió gran número de prosé
litos, y los hechos se fueron multiplicando. Pero Gallf
que aunque los veia, consideraba que la marcha era
lenta, se traslada á Inglaterra, donde no encontrando
los mismos obstáculos que en Francia , obtiene mejor
écsito y la Frenolojia empieza á difundirse. En efecto,
en Inglaterra, en Suecia, en Dinamarca y en América,
este estudio hace grandes progresos.
Un recuerdo de esta oposicion ecsiste aun en Fran
cia : cierto número de argumentos , chocarrerias y sar
casmos andan aun de boca en boca , que estamos per
suadidos que son los que forman una especie de mone
da falsa de que se sirven los contrarios para contener, el
progreso de la Frenolojia. Pero en fin , la libertad de la
prensa y la de la enseñanza, han hecho que esta cien
cia marchase adelante y volviese á tomar el vuelo que
habia detenido por algun tiempo.
He ahi la historia de los adelantos de la Frenolojia,
que siempre se han efectuado por el método empirico.
Se ha tratado de averiguar si las aserciones de
BK FRENOLOGIA. 129
Gall eran esactas, y al hacerlo, se han descubierto al
gunos órganos que aquel no habia percibido , . ó 'sobre
los que dudaba.
A Gall se asoció Spurzheiro, hombre de'jenio como
él, pero á quien no puede atribuirse la invencion del
sistema, porque no hay dos inventores en una ciencia;
pero si el mérito de haberla hecho progresar considera
blemente, haciéndola interesante para muchas perso
nas, á las que seles resistia. Voy á dar la razon de esto.
Gall habia partido de los hechos mas vulgares, y de
este modo . observando las personas que retenian bien
sus lecciones, ,habia dicho: memoria de palabras; notan
do las que tenian tendencia á establecer comparaciones,
dijo: sagacidad comparativa. Considerandole los la
drones decididos que llevaban su inclinacion hasta el
punto de no poderlas reprimir, tenian cierta' porcion
del cerebro muy desarrollado, habia nombrado á esta
parte órgano del robo, y lo mismo habia hecho con re
lacion al órgano que parecia sobresalir entre los asesi
nos, llamándolo órgano del homicidio, órgano del asesi
nato. Tambien inventó muchas denominaciones que fue
ron mal recibidas , y otras que parecian destruir todo
el mérito de las buenas acciones, por ejemplo, admitió
un órgano de la bondad.
En mas de una parte se esclamó: ¿«qué pretende
este hombre con sus órganos de Vicios y de virtudes ?
¿Nos considera , pues, como victimas destinadas, ya á
cometer crimenes inevitables , y ya á practicar buenas
acciones sin mérito alguno? ¿Qué viene á ser de nues
tro libre alvedrio? El predica el fatalismo, destruye
9
130 CURSO
todos los fundamentos de la moral, ataca la justicia de
las leyes y envilece la dignidad del hombre 1» ¡ Qué
de pretestos, señores, á las declamaciones, á las calum
nias y á las injurias de todo jénerol
Para correjir estos vicios de la nomenclatura, es
precisamente para lo que se asoció Spurzheim á Gall.
Aquel dijo : «el robo no es mas que una aplicacion del
órgano: muy bien se puede tener tendencia á adquirir y
á poseer sin ser ladron : tambien puede tenerse disposi
cion á combatir en ciertas circunstancias, y aun á ver
ter,sangre sin ser un criminal.»
Avanzó aun mas; porque probó que los órganos que
habian sido llamados de un modo tan desfavorable, eran
móviles necesarios para dar actividad á los demas1. Esto
se aplicaba muy bien á la necesidad de la propiedad,
que es una de las bases del estado social, á las de la
ruina y de la destruccion, donde se encuentran los ele
mentos del valor militar, de la defensa del pais y de la
resistencia de la opresion, &c.
Reformó tambien la palabra astucia, que habia sido
mal recibida , é hizo ver que es natural y con frecuen
cia muy necesario al hombre disimular su pensamiento
y sus intenciones. El disimulo muchas' veces proviene
de la prudencia, pero no siempre es un medio de per
judicar; por otra parte puede servir para ayudarnos á
conocer á un hombre astuto que nos quiere mal, sin
que el conocimiento que nos procura tenga necesaria
mente por objeto acciones vituperables; asociada al jui
cio y sentimientos elevados esta astucia, toma el nombre
de sagacidad, y se hace el instrumento de muchos ac
BE FRENOLOGIA. 131
tos útiles, tanto al estado social, como al hombre en
particular. Determinado por estas consideraciones, Spur„
zheim creyó deber sustituir á la palabra astucia la de
secrelividad , que indica entre las personas dotadas de
esta inclinacion , una tendencia á separarse y sustraer
se á las miradas, para observar mejor. La misma re
forma fue aplicada á otros muchos órganos, pero no
me detendré ahora en hacer su analisis. Diré, sin em
bargo, á propósito de un órgano de que ya os he ha
blado, que Spurzheim no vió que la palabra memo
ria determinase bien las funciones de la parte anterior
é inferior del cereb'o que preside al lenguaje, porque
dijo: la memoria es el resultado de la retencion activa
del órgano que ha percibido; cuando este órgano es .
fuerte, la memoria es grande; cuando goza de poca acti
vidad, ó no se pone facilmente en accion sin el ausilio
de muchas impresiones , la memoria no puede menos
de ser debil.
Asi desaparecieron las denominaciones de memoria
de las palabras j memoria de los sonidos , de las fiso
nomias, de las localidades, &c. El mismo órgano sirve
á la percepcion y á la reproduccion: de aqui se infiere,
que los sentimientos debian obrar por las mismas leyes,
y convencerse de la asercion de Gall , que habia dicho
que la memoria no era una facultad aislada y que debia
haber tantas memorias como órganos.
Entonces la ciencia volvió á tomar vigor, é ins
piró interes á muchas personas que antes, la ha-*
bian contrariado ; se vió que no se trataba de una
especie de fatalidad que conducia al bien ó al mal, si-
132 , curso
no de una asociacion de órganos que combinándose de
diverso modo y ejercitados en diversa escala, producian
efectos estremadamente variados. Preciso era que suce
diese asi , porque si no la historia hubiera atestigua
do contra el sistema de Gall. En efecto, ha habido épo
cas en que las naciones se entregaban al robo y al
. pillaje de sus enemigos, considerando como muy lejiti-
mos estos medios de ecsistencia; otras, en que solo se
complacian en estas acciones'en tes guerras y los inva
siones ; y otras , en que las cuestiones relijiosas absor-
vian al parecer todas las facultades.
¿Cómo esplicar estas diferencias? La Frenolojia res
tablecida las esplica : ecsistiendo todos los órganos en el
cerebro dela especie. y en el de cada hombre en particu
lar, los mas ejercitados por la educacion y por el ejemplo,
llegan á hacerse mas poderosos y predominantes á los de-
mas. Todavia este ejercicio que resulta del ejemplo y de
la educacion jamas podria cambiar la organizacion dél
cerebro : los órganos de la comparacion , de la reflecsion
y de la causalidad tienden siempre á rehacerse sobre los
hechos adquiridos por la palabra, ó por las simples creen
cias: los sentimientossuperioressuspendidosen sus efectos
no pueden ser abolidos porque su orijenestá en el cere
bro; á. estos sentimientosse asociaráun dia la reflecsiony
el progreso interrumpido volverá á tomar vuelo tarde ó.
temprano. ¡Qué bello y vasto asunto de meditaciones! In
mediatamente que fue conocida su importancia, laFre-
•nolojia encontró nuevos adictos: siguió progresando, y se
comprendió que de aqui podia formarse un nuevo siste
ma de filosofía que sustituyese á las teorías metafisicas
DE FRENOLOGIA. 133
que habian ecsistido hasta entonces. Pero señores, des
de el momentoen que fue sentida su influencia, se vió for
marse un ejercito considerable de enemigos del sistema
de Gall. Antes no habia mas que un corto número de
sábios y de hombres de buen sentido y esentos de preo
cupaciones que se ocupasen de esta doctrina y solo con
el fin de instruccion y utilidad particular : ahora todo
el mundo tiene interés y toma parte en las cuestiones
frenolójicas. Los unos quieren formarse de ella una idea
esacta , otros la,condenan sin conocerla y tratan de cortar
el vuelo que ha tomado: algunos hay que se ocupan en
buscar sutilezas para combatirla, y a otros se vé dedicarse
esclusivamente a reunir los hechos que se les fignran
mas apropósito para destruirla. Todo esto sucede con
una actividad y especie de pasion que no ecsistian en
otro tiempo y que marca verdaderamente una época
cientifica.
Esta es la posicion en que nos encontramos; ved ahi
lo que hace en estremo interesante la Frenolojia y su
estudio el mas importante de nuestra época.
. Ahora vamos á elejir el método que hemos de adop
tar en este curso. Seguramente que no puede ser otro
que el adoptado por Gall: el de la observacion hecha so
bre el hombre vivo , sano, enfermo , niño , viejo , y asi
sucesivamente; pero sin embargo, podemos aprovechar
nos del trabajo de los sucesores de este grande hombre;
seguiremos, pues , el órden de las tres divisiones de que
hemos dado idea. Estudiaremos los instintos, los senti
mientos y las facultades intelectuales , porque este es
el órden histórico. .
134 curso
El hombre , como Remos probado en la primera lec
cion, principia á ser instintivo a.ntes de ser sentimen
tal, y llega á hacerse sentimental al mismo tiempo que
iñtelijente ; pero la intelijencia no puede dominar al
sentimiento sino cuando está completamente desarrolla
da , y aun esto no sucede sino en una minoridad verda
deramente deplorable por su falta de vigor. Haré una
observacion sobre este asunto..En la juventud hay una
intelijencia muy activa , tanto mas cuanto que la ad
quiere todos los dias , reconoce su fuerza y cada vez su
amor propio se encuentra mas satisfecho por descubri
mientos inesperados. El joven desea igualarse en fuerza
de raciocinio a los hombres, que considera infinitamente
superiores á él ; se coloca á su nivel y algunas v eces se
cree superior á ellos.
Con esta intelijencia que está en movimiento para
desarrollarse, coinciden sentimientos estremadamente ac
tivos. La juventud se estima, se llena de orgullo, y si
se quiere, de desprecio hácia aquellos que nopiensanco-
mo ella cree que necesariamente deben pensar. Muchas
veces se apasiona sin haber reflecsionado lo bastante, y
por una sola palabra que hiere su amor propio ó sus
afecciones, se coaliga, se ajita, y se entrega á escesos,
por solo el ejemplo y la imitacion. En todo tiempo se
han visto partidos y conmociones en las reuniones de la
juventud: en los colejios sucede con frecuencia, ya por
un sistema filosófico , por un maestro, por una opinion
politica bien ó mal comprendida; eu las" ciudades y en
tre los jornaleros las coaliciones hostiles, los asesinatos
se forman y se cometen por recuerdos vagos ó por epi
DE FRENOLOGIA. 135
tetos injuriosos; en las villas y lugares se ve á los jó
venes atacarse en masa, sin otro motivo que la diferen
cia de vecindad. Sobre causas tan frivolas están basados
los argumentos mas capciosos y mas absurdos, pero
cuyas consecuencias son terribles. Sin embargo, al fin
avanzando en edad y á fuerza de engaños y arrepenti
miento por sn precipitacion y por los progresos del jui
cio, que se fortalece por la incesante adquisicion de he
chos nuevos , los jóvenes concluyen por perder de su
impetuosidad y por reprimirse : lo que les apasionaba,
despues lo ven á sangre fria , ceden los mas graves in
tereses y la intelijencia queda predominante ; todavia
este estado no llega á la perfeccion que despues tendrá
cuando adulto , y las mujeres subsisten siempre mas
sentimentales y mas apasionadas que los hombres. En
la mayoria de los adultos en jeneral las pasiones y los
sentimientos , aunque menos impetuosos que en la ju
ventud, superan por toda la vida á la intelijencia, y co
mo lo hemos visto, este es un gran obstáculo á los pro
gresos de la verdad.
En la cultura de la intelijencia es donde se encon
trará el remedio: es necesario, pues, apresurarse á su
ministrad á la juventud los hechos que deben robustecer
su juicio, porque en jeneral ecsiste siempre en las ma
sas bastante intelijencia para adoptar las grandes verda
des , que pueden prevenir los estravios peligrosos; pero
hágase lo que se quiera, segun la naturaleza, la época de
las pasiones precede á la del juicio.
Ya lo veis , señores, estas consideraciones nos im
ponen la ley de seguir el órden dela naturaleza. Prin
136 ccrso
tipiaremos, pues, por los instintos, echando una ojeada
sobre las modificaciones que han sido hechas en el mé
todo de observacion de Gall. , .
Antes de ir mas lejos , no debo dejaros ignorar , al
menos á los que no esteis informados de esto, que la es
cuela filosófica de Escocia, llamada del sentido comun,
habia descubierto por la simple observacion de los re
sultados de la accion, una gran parte de los hechos anun
ciados por Gall. Esto es muy importante poique prue
ba cuanta verdad encierra esta observacion; sin embar
go, como á esta escuela le faltaban reguIaJores materia
les, se encuentra bastante arbitrariedad en sus propo
siciones. Ella no indicaba los órganos cerebrales, y sin
embargo observaba los fenómenos instintivos , los senti
mientos y las facultades intelectuales, las clasificaba y
no se limitaba a decir , como entonces se hacia, que las
sensaciones se transformaban en juicios y en sentimien
tos , ó que el yo es el regulador supremo de la inteli-
jencia y de las pasiones, ó que está dotado sin saber có
mo de sentimientos , de efectos y de pasiones. Obser
vaba y decia : «en todas las lenguas encontramos pala
bras que corresponden a cualidades determinadas de los
individuos de la especie , por consiguiente, es necesario
que creamos en estas cualidades ; el sentido comun nos
obliga á ello. Asi , hay hombres buenos , malvados, or
gullosos y humildes, pues que en todas las lenguas se
encuentran palabras que corresponden á estas cualida
des. Hay hombres compasivos y hombres crueles, en
vidiosos, hombres rectos , jenerosos y pródigos. La vir
tud y el vicio, la justicia y la injusticia , la bondad y
DE FRENOtOGIA. 137
la maldad, la piedad y la impiedad; el sentimiento
de lo bello , de lo grande, de lo sublime, de lo vene
rable, &c. ; no son palabras vacias de sentido, ni de
ben confundirse con las percepciones de los atributos
de los cuerpos ; porque las palabras que designan los
atributos no son las que representan las cualidades del
hombre , y nada autoriza la confusion de unos hechos
con los otros. No indagamos la causa de todas estas di
ferencias, pero si notamos que cada carácter es inhe
rente al hombre que le conserva toda su vida , cuales
quiera que sean los cambios que se obren en sus per
cepciones y en sus conocimientos adquiridos.» Por lo
demas , la escuela célebre que citamos adoptaba los he
chos intelectuales y morales sin referirlos á ningun
órgano.
Es muy digno de notar que estas observaciones ha
bian principiado antes que las de Gall y se continuaban
al mismo tiempo que las suyas. Podeis leer la obra que
acaba de publicar M. Lelut. .jQué es Frenolojia"! Este
autor ha recojido con cuidado , y puesto en orden todas
las facultades establecidas por la filosofia escocesa, sin
haber dado todavia el analisis de la doctrina que pro
fesa. '
Esta filosofia ha clasificado nuestras facultades, pero
no eran los órganos los que servian de base á su clasifi
cacion, y este defecto le hacia incurrir en la arbitrarie
dad. Sin embargo, por arbitraria. que fuese habia te
nido en cuenta una porcion de hechos , y aun hábia lle
gado hasta los instintos, hasta las necesidades mas or
gánicas. De este modo la respiracion, la alimentacion,
138 OTRSO
el hambre , la sed , la ecsoneracion , la necesidad de ac
cion habian sido consideradas por Reid como instintos
que se encuentran en todos los hombres , y que les son
comunes con los animales. No habia ensayado el seña
larles órgano, y aun la obra que he citado reprende á
los frenólogos el no haber contado con todos estos fenó
menos , ni haberlos referido al cerebro como elios lo ha
bian hecho con otros muchos instintos.
No quiero hablaros de la clasificacion deHuttcheson
que habia precedido á la de Reid, porque abraza muchos
objetos y es muy confusa. Pero en lo que acabo de deci
ros, se halla lo bastante para que veais que estos filó
sofos habian construido una cadena, cuyos primeros es
labones estaban en las funciones de las visceras , y que
se elevaba por grados hasta los actos mas intelectuales
y sublimes.
Los frenólogos no han podido localizar todas las ne
cesidades de que habian hecho mérito los filósofos de la
escuela de Edimburgo; esto era muy dificil, y asi Gall
habia principiado por el instinto de la jeneracion. Des
pues se ha creido poder subir dos escalones mas, y se
presume haber descubierto en el aparato cerebral los ór
ganos de la alimentacion y del amor de la vida. No obs
tante, aun no se está de acuerdo jeneralmente sobre es
tos puntos, aunque progresa la observacion; en cuanto
á mi , tengo algunos hechos que me conducen á admitir
el órgano de la alimentacion (alimentividad) en el lugar
que le ha sido designado por Combe.
En cuanto á las necesidades de la respiracion y de
las ecsoneracipnes , no es fácil señalarles órganos. La
, DE FRENOLOGIA. . 139
de la respiracion no ha podido en Francia ser referid.) á
otras rejiones que al punto de insercion de los nervios
del octavo par. El fenómeno de la circulacion ha sido
colocado en la porcion de la médula espinal dorsal ilue
está debajo de la rejion cervical, segun las esperiencias
de Legallois.
Las ecsoneraciones parece tambien hacerse bajo la
influencia de la médula. Pero lo que es bien seguro, y
he probado en mi fisiolojia, es que la médula pone en
accion al cerebro para secundarla. Asi, cuando se hace
sentir la necesidad de la ecsoneracion de lo supérfluo de
la aHmentacion, cuando la de la ecsoneracion del feto es
muy Urjente, se ve á los músculos respiratorios y aun
a los de los miembros, participar de los esfuerzos del
útero. La voluntad que reside en el cerebro se pone, pues,
en la obligacion de secundar la influencia de las visceras
y de la médula.
Por estas reflecsiones podeis comprender lo profundo
de las observaciones de la escuela de Edimburgo. Ecsiste
verdaderamente una relacion de todas las funciones in
teriores con el cerebro, pero aun no se ha adelantado lo
bastante para determinar con precision los puntos de
este mismo cerebro que obran primitivamente en todas
las circunstancias en que esta relacion se pone en juego.
Sin que sea visto que m? sirva de alabanza propia,
diré que en mi tratado de fisiolojia aplicada á la pato-
lojia, habia yo admitido las mismas necesidades, antes
de conocer las doctrinas de la escuela de Edimburgo,
tales como la de la respiracion, la de la alimentacion y
la de las ecsoneraciones. Ademas habia reconocido tam -
140 censo
bien, como' esta escuela, la neoesidad de la actividad
muscular y la impaciencia de moverse, porque me pa
recia estremadamente imperiosa entre los jóvenes; peío
no habia localizado estas necesidades en el eje cerebro
espinal, ni todavia han podido los frenólogos hacerlo. De
suerte que esto inclina á creer que la necesidad de ac
tividad y de reposo procede de la disposicion jeneral del
sistema nervioso. Estas son las causas que impiden á
los frenólogos el ascender mas allá de los órganos de la
alimentividad "y del amor de la vida en la esposicion
de los instintos y de las necesidades , sin que sobre
la ecsistencia de dichos órganos haya todavia unani
midad.
Aun desearia presentaros una observacion anató
mica sobre el cerebro, que seria muy importante si
estuviese tan fundada cómo presumo. Como no la he he
cho de un modo perfecto , no os la anunciaré sino con
mucha reserva , menos con la intencion de asegurarme
una prerrogativa de invencion , que con la de escitaros
á la investigacion. He emitido esta idea en los cursos
de palolojia y de terapéutica jenerales, y la he presen
tado tambien con la misma reserva en el curso 4e Fre-
nolojia que he esplicado en Vall-de-Grace el año últimOf
y como nada quiero ocultar de lo que hasta aqui he emi
tido sobre este punto, voy á esponerlo.
y ,% Partamos del hecho reconocido de la ecsistencia de
dos órdenes de nervios: nervios del sentimiento y ner
vios del movimiento. En la médula espinal es donde se
ha podido hacer particularmente esta observacion. Se
sabe que la lámina anterior de la médula raquidiana da
DK FRENOLOGIA. 141
insercion á los nervios del movimiento, y la posterior á
los del sentimiento; de manera que se puede establecer
que las dos fujas nerviosas blancas de estas dos rejiones
ejercen cada una su funcion; asi, la posterior servirá
para el sentimiento, y la anterior para el movimiento.
Pero el sentimiento no se efectua en la méduid : el es
timulo que le produce es conducido al cerebro , y en él
es donde se obra. La superficie posterior de esta pro
longacion, donde se imprime el estimulo del sentimien
to, ó la porcion nerviosa blanca que la representa, en
tra en el encéphalo. Cuando llega á la estremidad su
perior de la médula oblongada, entonces toma varias di
recciones: despues de haber circunvalado la superficie
de los tubérculos cuadrijéminos, se dirije por una par
te al ventriculo del cerebelo, y por otra al tercer ven
triculo , y á los laterales. De suerte que los cuatro
ventriculos tienen por linea de separacion la sustancia
nerviosa que preside al sentimiento , que es la misma
que se encuentra sobre la superficie posterior de la
médula. Esto al menos me parece lo probable, y asi lo
he deducido no á priori , sino de las enfermedades.
Ahora bien, ¿cómo obra esta parte nerviosa que
preside al sentimiento? Desde los ventriculos late
rales del cerebro debe irradiarse á los hemisferios, y
lo mismo debe suceder en el cerebelo. Colocada en
los hemisferios cerebrales, esta sustancia se pone en re
lacion con la sustancia blanca del movimiento, lo que
hace, como lo dije poco tiempo ha en la Academia da
Medicina , que las fibras nerviosas del movimiento con
curran con las del sentimiento á formar la masa de lo .
142 funso
hemisferios: observacion es esta muy importante , y que
aun no ha sido considerada debidamente.
No trataremos ahora del modo de comunicacion de
estos dos sistemas nerviosos; mas adelatite habrá ocasion
de hablar de él. Pero lo qre hay de cierto es, que todas
ilas fibras del movimiento se reunen y converjen por
debajo de cada hemisferio para formar lo que se llama
pedúnculos del cerebro. Nadie negará que esta masa (Je
fibras esté esclusivamente destinada al movimiento, pues
que los, den ames y reblandecimientos que alli se for
man constituyen paralisis musculares del lado opuesto;
y á menos que no ecsista simultáneamente enfermedad
de otras partes del cerebro, las facultades intelectuales,
los sentimientos, los instintos y aun la sensibilidad no
sufren alteraciones notables. Esto está demostrado por
los ataques de hemiplexia simple y sin conjeslion cere
bral que siguen á las hemorrajias muy circunscriptas
<le los cuerpos estraños y de los tálamos ópticos, que
resultan por la interposicion de la sustancia gris en
tre las láminas blancas de las fibras motrices, que
desde los hemisferios se estienden por los pedúnculos
. é toda la estension de la médula. *
El mismo mecanismo debe ecsistir en el cerebelo, es
decir: que las fibras del ventriculo que corresponden al
sentimiento , deben distribuirse en sus dos lóbulos para
ponerse en comunicacion con las fibras del movimiento, y
que estas reunidas deben venir á colocarse al cordon me
dular para recorrerle , como lo hacen las fibras de la
misma naturaleza que provienen del cerebro.
Asi, todo nervio de sentimiento encuentra en la ba
DE FRENOLOGIA. ' 143 .
se del encéphalola sustancia blanca que le corresponde,
y el nervio que tiene el doble uso de servir al mismo
tiempo al sentimiento y al movimiento, encuentra alli
tambien la materia blanca de estas dos naturalezas , de
laque toma dos ramos, que se enlazan para llegar al te
jido de los órganos.
En esta hipótesis nos queda que esplicar lo insensi
bilidad de la superficie superior del cuerpo calloso, que
está tambien demostrada como la estrema sensibilidad
de su superficie inferior , formando parte de la cabidad
ventricular. Luego se puede dar esplicacionde esto con
siderándola como formada por las fibras blancas del mo
vimiento que provienen de los emisferios para ponerse
en relacion con las del laflo opuesto ; y las comisuras
serán miradas como medios de comunicacion de un
modo mas intimo que el rafe del cuerpo calloso, y como
formadas al mismo tiempo de las fibras del sentimiento
y las del movimiento , cuya sobreposicion constituye el
cuerpo calloso.
Por lo que acabo de decir , habreis comprendido que
estas fibras del sentimiento que hemos distribuido en los
ventriculos, vienen á terminar en los hemisferios por, la
via de los cuerpos- callosos. .
La misma disposicion debe ecsistir en el cerebe
lo , pero yo no me atreveria á describirla porque no la
he estudiado lo suficiente para hacerlo : pero me pa
rece que la superficie inferior de la protuberancia
anular debe corresponder al cuerpo calloso , y la su
perficie superior de esta misma protuberancia «ter
cer ventriculo,» á la bóveda de tres pilares, que co
144 curso
mo se sabe , hace parte de los ventriculos laterales.
Hé aqui las eonsecuencies de estas disposiciones or
gánicas : las fibras nerviosas de la sensibilidad , pasando
,de los ventriculos á los hemisferios se convertirán en fi
bras de las diferentes afecciones y de las diferentes facul
tades; y de ahi la relacion de la sensibilidad con estas
facultades, de las que es orijen comun. Otra consecuen
cia es, que las fibras de cada facultad estan en rela
cion con las fibras del movimiento , tendiendo á poner ,
los músculos en accion; inmediatamente que un ins
tinto ó un sentimiento es escitado tiende á producir el
movimiento que conviene á la satisfaccion de la necesi
dad ; y este movimiento lo ejecutan en efecto los ani
males de la escala inferior , lds de poca edad en las cla
ses mas elevadas, y el niño. Asi vemos que apenas re
ciben una impresion , en el mismo instante y mas ve
loz que el rayo, se ejecuta el movimiento que debe sa
tisfacer la necesidad , ó el sentimiento que recuerda la
impresion. Si no siempre sucede esto en el adulto , la
idea al menos, ó la representacion secreta del acto se
presenta al sentimiento personal. El movimiento es en
tonces como un modelo ejecutado en pequeño en nues
tro interiqr. Si la impresion es repentina, si nos sor
prende sin ánimo decidido de resistir al instinto ó sen
timiento que trata de conmover, el acto recibe un prin
cipio de ejecucion , ó al menos los movimientos de los
músculos de la cara y ciertos jestos revelan el efecto de
la impresion, d hacen traicion al esfuerzo de cohibicion
que viene á ponerse á la ejecucion del acto. Se verifica,
pues, ó al menos tiende á que se verifique en el sugeto,
DE FRENOLOGIA. 143
la continuidad de inervacion desde la impresion sensi
tiva hasta la accion muscular; lo que supone que toda
facultad está en relacion con las fibras musculares. No
hay necesidad de que cada facultad tenga que apelar
al sentimiento personal , al yo, al scnsorium comune, ó
al alma; en una palabra, á un punto central, para ob
tener la accion muscular.
Ciertamente que no habrá observador despreocupa
do que trate de negar que asi sucede en el niño, en
los animales de órden jnferior y aun en los jóvenes de
las clases mas aprocsimadas al hombre.
«Pero sin embargo, objetareis tal vez, que cuando
el hombre no es ya niño, cuando reflexiona, compri
me' las pasiones, segun nos habeis' dicho y los sentimien
tos, que, las hacen callar y en el caso contrario hace eje
cutar un acto enteramente opuesto. Pues bien,* señores;
este hecho incontestable, no destruye la realidad de lo
que acaba de referirse; solamente establece la ecsisten-
cia de un sistema nervioso destinado á producir aquel
efecto. Ecsiste, pues, un sistema nervioso que podemos
liamar de cohibicion, pues que está formado para dete
ner en cuanto sea posible los movimientos instintivos, ó
los impulsos del sentimiento.
Segun- esto, el sistema nervioso deque hablamos
debe ser el de la inteligencia. En tanto que está débil
y poco ejercitado, los instintos y los sentimientos son
satisfechos inmediatamente que la impresion sensitiva
ó la memoria los ponen en accion; desde que ha ad--
quirido fuerza comienza su papel, y obra, sea en el in
terés de una necesidad, ó de un sentimiento diferente
10
146 curso
del que solicita el movimiento, ó sea en el suyo, que
es el de la razon. Pero para Henar su papel, este sis
tema debe estar en relacion con estas dos necesidades,
inclinacion y sentimientos.
Pues bien, hemos visto que la intelijencia residia
en la parte superior de la rejion frontal; es, pues, muy
probable que haya fibras para esta facultad en la parte
anterior del cuerpo calloso, es decir, que las fibras
blancas del sentimiento que cubren la superficie ante
rior de las cabidades de los des ventriculos laterales y
se estienden en las circunvoluciones de la rejion fron
tal, contribuyan á esta cohibicion. La comisura ante
rior debe necesariamente hacer unisonas las dos rejio-
nes correspondientes á cada hemisferio.
Tal debe ser, segun nuestra opinion, el asiento de
la fuerza intelectual de cohibicion , y como son nece
sarias las fibras del movimiento para contener las ac
ciones musculares ya comenzadas y sobreponerse á las
opuestas, estas fibras se hallarán en la lámina nerviosa
que cubre la superficie superior del. cuerpo calloso en
esta misma rejion, y se enlazarán «con las del senti
miento en las circunvoluciones, comunicándose de un
hemisferio á otro por la commisura anterior.
Ademas de esta fuerza cohibitriz intelectual ecsiste
otra que podria ser mas sentimental que intelectual:
debe tener su asiento en la parte media de este mis-
mo cuerpo calloso, que suministra fibras de sensibilidad
y de molimiento á los órganos de la circunspeccion.
Pero ecsiste una notable diferencia entre las dos fuer
zas : esta última , obra continuamente como lodos los
DE FRENOLOGIA. J 47
impulsos instintivos y sentimentales, en tanto que la
intelectual no obra sino de tiempo en tiempo y en vir
tud de la reflecsion. Asi se nota, como lo veremos en los
detalles, que la prudencia instintiva que se llama de
temperamento, es muy diferente de la prudencia pura
mente reflectivn, que se desmiente á ceda instante en
la conducta de la vida.
Reasumirémos, diciendo, que la potencia cohibitriz
tiene su centro en el cuerpo calloso; que es mas fuerte
en la parte anterior que corresponde a las circunvo
luciones de la intelijencia, que en la parte postenor:
que es muy enérjica en la parte media que corresponde
á las masas de la circunspeccion y. que en fin ofrece mu
chas variedades en los individuos do la especie.
Me parece tambien fuera de duda que los instintos
mas imperiosos que estan situados en la base, tienen
que recibir menos influencia de la parte superior, , ó
del sistema del cuerpo calloso, y que cuanto mas es
necesario que estos instintos sean prontamente obede
cidos , menos influencia tiene sobre ellos esta parte
superior. Asi, no se puede seguir á los órganos nervio-
ios de. la respiracion mas allá de la base del cerebro
desde el ponto de insercion de los nervios del octavo
par. Suspéndase bien la respiracion por algun tiempo; y
cuando la necesidad de aire sea urjente deja de poder- ,
se efectuar esta, suspension. El hambre, la cólera que
la acompaña casi siempre , el instinto jenerador, el de
seo de amor maternal son muy dificiles de reprimii; en
tanto que se suspenden con menos dificultad la mayor
parte de los instintos mas elevados, como la venera-
148 cürso
cion, la esperanza, las ilusiones v la idealidad y aun la
bondad si Jos órganos de la rcdecsion son muy enér-
jicos: aun diremos, "que esta cohibicion puede ser tan
fuerte y tan sostenida que su carácter moral esperimen-
te una completa alteracion, trasformacion que jamas
se observa en los instintos de conservacion ,' a menos de
una deterioracion de los órganos.
En cuanto á la circulacion, la fuerza cohibitriz vo
luntaria nada influye, pero hay pasiones que parece
que relajan y aun suspenden los movimientos del cora
zon. Pero el ecsámen de esta cuestion fisiológica y pa
tológica á la vez, no es el que debemos emprender en
este, curso.
Por lo demas, no quiero avanzar en estas conside
raciones por miedo de incurrir en vaguedades : cuando
me siento en la incertidumbre, mi principio es escilar a
las investigaciones, en vez de presentar hipótesis. Es
preciso ante todo , buscar medios de preparacion que
faciliten la diseccion del cerebro.
Yo creo que todavia resulta de nuestras reflecsiones,
que la parte de la sustancia nerviosa que podemos llamar
conductora de los fenómenos del sentimiento y del mo
vimiento, es la sustancia blanca ; que la sustancia gris,
que Gall consideraba como la motriz de" los nervios , es
un tejido intermediario entre el sistema vascular y la
sustancia blanca.
No llevo mas adelante las Conjeturas sobre este
punto, pero raciocino asi: fuera del cerebro la sensibi
lidad y el movimiento son conducidos por la sustancia
blanca que está contenida en el nevrilema ó vaina de
BB FREWOIOGY». 149
los nervios: este hecho es cierto, ¿porqué no sucederá
lo mismo respecto de la sustancia blanca contenida en
el cerebro? ¿por qué colocar las facultades en la sustan
cia gris , que ya está en la superficie del cerebro , ya
aistada en las fajas de las fibras blancas, y que ni ofrece
la forma fibrilar, ni un sistema orgánico continuo,
comun á todos los órganos? ¿Es porque se pretenda per
sonificar nuestras facultades para encerrarlas en tales ó
cuales rejiones de la materia gris, donde recibirian los
partes conducidos por ciertas fibras blancas, y espedi
rian despachos por ciertas otras? Esta no seria mas que
una desgraciada parodia del antiguo sensorium com-
mune: en lugar de un centro tendriamos treinta y siete
y aun mas, porque estamos muy lejos de haber llegado
al término de las subdivisiones de la moral humana:
en una palabra, no encuentro sentido alguno en este
sistema singular; en tanto que puedo observar el esti-
>mulo eléctrico, magnético si se quiere, que entra en
el sistema nervioso por las fibras blancas del sentimiento
y que despues de haber recorrido su camino viene á
terminar en la sustancia blanca del movimiento. Nada
mejor demostrado que este doble hecho entre los ani
males, como los moluscos, y otros muchos inferiores pri
vados del sistema nervioso de cohibicion , al que está
unida la facultad de deliberar. Concibo claramente que
á favor do esto sistema nervioso, los estimulos sensitivos
se separen de la direccion de los músculos en los anima
les superiores y en nuestra especie, y que los movi
mientos se obren, ya en el interés de un instinto ó de un
sentimiento entre los animales, ó ya entre nosotros so
150 CCRSO
lamente en el interes de la razon. Para esto me basta
admitir lo que ya está provado, la ecsistencia en el hom
bre de un cierto número de nervios intra.cerebrales que
estimulados por los sentidos relacionados con los cuerpos
esteriores, unos producen percepciones, otros instintos
y sentimientos, y otros en fin fenómenos intelectuales.
Los fautores de la entidad intra-craniana materia! ó in
material me preguntarán tal vez cómo se han obrado
estas producciones; no sé nada de esto, porque no sa
bria ir maS allá de los hechos primitivos ; pero les res
ponderia que esta, produccion, cuyos misterios ignoro,
es un hecho cierto, que los sentidos y la induccion nos
demuestra ,«en tanto que su ser central intra-craniano al
que concedian todas las facultades de un hombre , no es
ni percibido por los sentidos, ni apoyado por la induc
cion, ni es finalmente mas que una pura hipótesis fun
dada sobre una peticion de principios.
Me detengo en este punto para abanzar mucho mos.
Esto por otra parte , en nada se opone á la observacion
empirica que sirve de base á la Frenolojia.
Seguiré mos, pues, la distincion de las tres masas,
para tomar de esto una idea sencilla y clara.
La parte que aqui está en color amarillo, (1)
corresponde á los instintos; la que está en blanco,
ó la parte superior á los sentimientos, y la que está se
ñalado de rojo y azul, á la inteüjencia; y como hay dos
divisiones en el aparato intelectual como ya lo hemos
(1) El profesor rnaniCesta la cabeza-modelo marrada por
Spurzheim, en las que se reian dis»inguidas por colores dife.
rente* las tres grandes divisiones del aparato cerebral.
DE FRENOLOGIA. 151
dicho, á saber, los órganos de recepcion y los órganos
de reflecsion, segun el sistema actualmente admitido en
Frenolojia, la parte inferior que veisaqui en rojo, cor
responde á la recepcion , y la que está en azul , á la re
flecsion. Esto significa que la primera que ocupa toda
la parte inferior de la frente, recibe las impresiones que
vienen del esterior, y que la segunda que constituye la
parte superior de la misma frente , reflecsiona no solo
sobre lo que ha sido percibido por la parte inferior, sino
sobre todo lo que pasa en el resto del cerebro. ,
Para tener un punto de partida es necesario tomarle
desde el conducto auditivo de cada lado, y asi se llega
inmediatamente por encima del canal raquidiano. En
tonces se fija en la parte que se llama protuberancia
anular , enfrente poco mas ó menos de los tubérculos
cuadrigeminos ; y alli es donde se supone el centro de
todos los órganos cerebrales, Es de notar que cuando
digo se supone , es porque no se conforma perfecta
mente con mi modo de pensar, pues que coloeoel
centro en los cuerpos callosos. Este punto central ofrece
siempre un medio provisional para apreciar la estension
de los órganos: y asi, cuanto mas una porcion de la
superficie del cráneo se halla separada de este centro y
está mas prolongada , mas las fibras blancas que la cons
tituyen forman un circulo estendido. Hay que conside
rar ademas el espesor de este circulo que muchas veces
procede de las circunvoluciones que marcan mas ó
menos al órgano.
Cuando se trata de observar al cerebro se le divide á
la primera ojeada en las tres masas que acabamos de in
152 CURSO
dicar , pero para que esta division se haga de un modo
esacto, es necesario partir de ciertos órganos: y esto es
por lo que no me apresuro á desenvolver este método.
Cuando hayamos recorrido todos los órganos os
daré detalles para guiaros en este modo de esploracion:
diré, por ejemplo: para determinar el dominio intelec-,
tual , es necesario partir de la parte anterior del órgano
de la canstructividad , pasar por encima del de la com
paracion y volver á bajar por el lado opuesto al punto
de donde se ha partido ; lo que se encuentra anterior a
esta linea pertenece á la intelijencia, y todo lo que está
posterior entra en los sentimientos ó en los instintos: des
pues tendremos que trazar otras lineas, pero creo que
es prematuro esplicar esto ahora. Basta á mi parecer,
haceros comprender en la leccion de hoy , la posicion
respectiva de las tres masas, recordándoos una cosa muy
importante , á.saber , que todos los órganos son dobles,
y que los que estan situados sobre la linea media del
cráneo, aunque alguna vez parece que no forman mas
que una sola eminencia , son tán dobles como los que
estan colocados en las rejiones laterales.
Siendo todo doble en el cerebro, resulta que un lado
puede suplir al otro con tal que los centros por donde se
hace la comunicacion de las partes laterales esten sanos.
Ahora deberiamos entrar en el detalle de cada una
de estas rejiones , pero como hoy nos hemos ocupado
de cosas muy. sérias y no podriamos estendernos dema
siado, me reservaré para continuarlo en la prócsima lec
cion.
El resumen de la de hoy es, que el método esperi-
DE FRENOLOGIA. 1 í'3
mental que se debe emplear ahora para estudiar las fun
ciones del cerebro, es el mismo que conviene para la
psicolojia: consiste, en una doble observacion; observacion
p>r lo. sentidos hecha sobre todas los individuos de la es
pecie humana y aun sobre los animales, y observacion de
si mismo hecha, marcando no solo aquellos de nuestros
órganos que pueden los sentidos conocer, sino tam
bien loque pasa en nuestro pensamiento, en nuestros
sentimientos y en nuestros instintos. Esta es la obser
vacion que ha principiado á dar orijen á la Frenolojia';
observacion que aunque incompleta habia ya producido
los trabajos de la escuela de Edimburgo; pero la Fre
nolojia rectifica los descubrimientos que habian sido
hechos sin base orgánica suficiente, acomodándolos á los
órganos. Se quiere posponer lo que se ha aprendido por
los sentidos á lo que es el resultado de la meditacion,
pero esta preeminencia de la observacion interior no está
fundada: son dos dominios, cada uno de los cuales
tiene su valor, pero que se tocan y se 'confunden. En
efecto, la observacion de sf mismo que se quiere ante
poner á la observacion por los sentidos , no es posible
sin esta última, pues que no se conocerian S¡ nó se la
observase con los sentidos en relacion con todos los
otros cuerpos de la naturaleza. •
Asi, la una de estas observaciones es' ta ir noble como
la otra, y hacen muy mal los psicólogos en tomar un
tono imperioso para prohibir á los fisiólogos pene
trar en el análisis de las funciones intelectuales Los
, fisiólogos se ven precisados, y no podrian dispensarse de
este modo de observacion por mas que quisiesen obc
154' curso
decer, como reciprocamente los psicólogos no pueden
prescindir de los órganos. Los mas sutiles metafisicos
estan obligados a cada instante á hablar del cerebro y
de los sentidos, y á tener en cuenta los fenómenos que
tienen relacion con la sensibilidad y con las pasiones,
para poder distinguir lo que consideran como esclusivo
del dominio intelectual. Estos dos estudios estan ligados;
el uno no puede pasar sin el otro, ni este marchar sin
aquel. En el momento que el psicólogo pierde de vista
los productos de las percepciones sensitivas, cae en el
vacio y se estravia en un mundo imajinario.
*
6 de junio de 1836.

Señores:

Hoy debemos entrar en el detalle de las facultades


que tienen su asiento en el cerebro. Daremos principio
por los instintos, con el sentimiento de no poder indir,
car las partes del encéphalo que corresponden á la ac
cion de las visceras interiores. Sobre esto ya nos he
mos esplicado. Los instintos están mas en relacion con
las visceras que los sentimientos, y estos lo están mas
que las facultades intelectuales; de suerte que es nece
156 curso
sarjo que estas facultades esciten los sentimientos y los
instintos para producir las acciones, al menos en la ma
yor parte de los casos.
Los instintos se componen de un sistema nervioso
intra-craniano y de otro estra-craniano que van á pa
rar á los órganos; de manera, que cuando los sistemas
nerviosos instintivos están en accion en el cerebro, los
sistemas nerviosos viscerales que les corresponden, le
escitan. Del mismo modo cuando los sistemas nervio
sos viscerales son escitados los primeros, su escitacion
se repite en los sistemas nerviosos intra-cranianos que
les corresponden. Pero como las visceras no están multi
plicadas en proporcion de los instintos, no se puede decir
quq, cada uno de ellos tenga un sistema nervioso parti
cular que le correspqnda. Los instintos escitar, en je-
nerdl a las visceras, uno mas, otro menos, y cada uno.
de una manera diferente. Asi en las emociones que
hacen esperimentar,, los unos sienten alguna cosa en el
corazon, otros en el estómago, otros en los pulmones,
etros en los intestinos y otros en la piel, &c. Pero
aquel de todos los instintos que tiene relaciones mas
declaradas con un sistema nervioso esterior.es sin con
tradiccion alguna el de la jeneracion.
Algunos frenólogos principian la historia de los ins
tintos por la alimmlividad, ó instinto de alimentacion;
otros se inclinan á hacerlo por el de la conservacion
propiamente dicha, ó el amor de la vida. Pero como
estos dos irstintos no estan generalmente reconocidos
, y por otra parte corresponden á las masas laterales y
á los lóbulos medios, los reservamos para e) eesámen
DE FRENOLOGIA, ii>7
delas funciones do estos. Nos circunscribiremos á tos que
están generalmente adoptados y considerados como
pertenecientes á este lóbulo medio, y daremos las ra
zones en pro y en contra de la admision de estos dos
instintos..
Por consiguiente vamos á seguir el método adop
tado por Gall, que consiste en principiar por el estu
dio del instinto jenerador. Nos mueve ademas á ello
la consideracion ya emitida por el fundador de la Frc-
nolojia , de que la jeneracion debe preceder á las
demas funciones por ta razon de que tiende á la con
servación de la especie, en tanto que las otras no tie
nen por fin mas que la conservacion del individuo. Bien
se, que puede contra esto hacerse un argumento que
podria volverse á los que lo hicieran, porque podria
decirse: «comenzad por establecer la razon de la eesrs-
tencia del individuo, supuesto que le haceis reproducir
se: pero nosotros no queremos valernos de argucia para
sostener este motivo; tenemos otro, y es, que el cere
belo que se considera como» el asiento del instinto
jenerador , es un órgano del todo aislado, y al que con
viene estudiar de un modo particular, y no interrum
pir el estudio del cerebro para ocuparnos de él después.
El instinto jenerador, «J que puede llamarse ero
tismo (yo creo esta palabra muy conveniente), ha sido
designado por Gall con el nombre de amor fisica y amor
de los scesos; Spurhzeim le ha llamado amaiividad, pa
labra que no era francesa en aquella época (ni española
en la nuestra) pero que el uso la ha hecho admitir,
.sobre critica de palabras no queremos detenernos.
138 curso
Llámesele como quiera, este instinto es atribuido al ce
rebelo. El cerebelo es una especie de pequeño cerebro,
y de ahi es sin duda de donde le viene el nombre, es
tando compuesto asi como este, de dos lóbulos que cons
tituyen una esfera irregular y que comunica, con él por
un centro, estando separado completamente del cerebro
en el estado sano, y teniendo por todo punto de comuni
cacion la prolongacion situada en la base de la masa
encephálica , prolongacion que es el punto de comuni
cacion entre el cerebro, el cerebelo y la médula espi
na!, y que se llama protuberancia anular, puente de Va-
roliú, ó mesocephalo, segun Chaussier: pero no veis so
bre esta cabeza-modelo mas que la faz inferior que se
continua con la anterior de la médula espinal ó raqui
diana. El cerebelo está compuesto de sustancia gris y
susta ncia , blanca , y está situado en las fosas inferiores
del hueso occipital por bajo de un repliegue de la dura
madre, que se llama tienda del cerebelo; se manifiesta al
esterior for dos prominencias y está separado del cere
bro, no solo en el interior por la tienda del cerebelo, sino
en el esterior por una prominencia huesosa que está
formada por el occipital y en la, que está contenido el
seno trasversat ; de suerte que es necesario guardarse
muy bien de tomar la prominencia huesosa que puede
formar esta cresta trasversal del occipital, por la promi
nencia que pertenece al cerebelo.
La rejiondel cerebelo está, en el estado vivo y en el
de cadaver reciente, cubierta por los músculos de la parte
posterior del cuello ; sin embargo es fácil apreciar su
estension por la largura y prominencia de la nuca y de
DE FBEJfOt.QGIA. 159
la parte superior y posterior del cuello, y de la inferior
y posterior dela cabeza. Notad que este volumen podria
depender de otros órganos que aqui estan sobre los cos
tados; pero se trata del que depende de esta parte me
dia, y no del que podria ser el resultado de los órganos
situados sobre las partes laterales y detras de las
orejas.
El cerebelo está con el cerebro en proporciones que
varian segun la edad y segun el secso.
Segun la edad. En la infancia, época en que el
encéphalo en jeneral está menos desarrollado, el cere
belo está con el cerebro en la proporcion poco mas ó
menos de i-13-15 y aun á 20; de suerte, que en
esta edad el cerebelo no forma masa/ie la décimacuarta
ó vijésima parte del. encéphalo tomado en jeneral, ó de
la masa encephálica.
En la edad adulta el cerebelo ofrece un desarrollo
mas considerable: crece en muy pocos años en la edad'
de la pubertad, hasta el punto de hacerse muy diferentes
las proporciones de este órgano con el cerebro: y asi,
como hemos dicho que formaba en la infancia la décima
cuarta ó vijésima parte del encéphalo, en la edad adulta
viene á ser la sesta , séptima ú octa\a parte, poco mas
ó menos, y auna veces la quinta cuando está muy de
sarrollado.
Segun los secsos. En jeneral está en el hombre mas
desarrollado que en la mujer, relativamente á la masa
del cerebro.
La misma observacion puede hacerse entre los ani
males; en jeneral los machos tienen mas desarrollado el
.100 " CURSO
cerebelo que las hembras: por eso, como ya sabeis, es
siempre aquel el que ataca, y el primero que procede eu
clactQ de la jeneracion. Esta observacion juiciosa ha si
do bien aprovechada por Gall. . ,
No siempre el cerebelo ha sido considerado como el
órgano del amor fisico, ó como el motor principal de la
jeneracion. Hemos visto que entre los antiguos se hizo
de él , digámoslo asi, el depósito de las ideas, pero no
siempre se dió una esplicacion clara de esto; de tal
suerte, que no se puede saber si son los lóbulos poste
riores del cerebro, ó el mismo cerebelo, lo que se ha
querido designar. Sin embargo, algunos han considerado
determinadamente al cerebelo como el órgano de la me
moria ; pero esta . idea está destituida de fundamento.
Galeno le atribuyó una accion particular sobre las
visceras ; consideraba por cerebro propiamente di
cho; toda esta gran masa que yo os he señalado co
mo el sitio esclusivo de la intelijencia y del entendimien
to en jeneral, porque ya sabeis que colocaba las pasio
nes en las visceras y en el t'erebelo. De este modo, y
siguiendo este sistema, el cerebelo seria el motor prin
cipal del corazon, de los pulmones, del aparato dijes-
tivo y tambien del aparato reproductor , pues que este
forma parte de las visceras : esta opinion ha prevalecido
por mucho tiempo entre los fisiólogos. No obstante, por
la observacion de Gall, el cerebelo no tendria otras fun
ciones bien determinadas que las de proveer á la repro
duccion de las especies. Otras opiniones han sido emi
tidas por los modernos sobre las funciones del cerebelo.
Los vivisectores , 6 los que practican esperimentos
DE FRENOLOGIA. 1G1
sobre los animales vivos, han considerado al cerebelo
como el regulador de los movimientos musculares. Se
han fundado en que cuando se hiere al cerebelo , los
movimientos musculares son desordenados, el animal no
los puede dirijir segun su voluntad, ó segun el fin que
parecia proponerse: pero los mismos resultados se ob
tienen cuando -se hacen cortaduras en la base del en-
céphalo hácia los tubérculos cuadrijéminos; por ejemplo,
en los. puntos donde confluyen los principales nervios del
^ movimiento muscular.
No puedo'concebir lo que significa esta funcion del
cerebelo asi espresada , regulador de, los movimientos
musculares. ¿Por qué facultad regularizarla el cerebelo
estos movimientos? ¿por la iutelijencia, ó por la volun
tad? Esto no está probado. La voluntad regulariza del
mismo modo los movimientos en el niño que en el hom
bre adulto, en el eunuco como«n el hombre completo; y
el cerebelo sin embargo difiere mucho en estos casos. Sé
que se puede alegar que este llena las dos funciones, y que
en verdad disminuye de volumen no escitando la jenera-
cion, pero que conserva bastante de ella para regularizar
los movimientos. Yo no le niego una influencia sobrelos
movimientos, solo quiero probar, como se va á ver, que
no es únicamente por esto , y que tiene mucho influjo
sobre el acto jenerador.
¿Seria por si solo como regularizaria los movimien
tos? Con ciertas condiciones es como concibo que esto
podria hacerse: esta regularizacion no seria entonces
otra cosa que una atribucion relativa á las funciones
jenésicas , sobre lo que me esplicaré. He observado con
11
1G2 curso
detencion en algunos animales, en los pollos por ejem
plo, que uq golpe dado sobre la nuca los hace recular y
marchar hácia airas por algunos segundps. Ciertas en
fermedades del cerebelo determinan la caida de espal
da : un jóven que estaba afectado dé este órgano por
consecuencia de escesos venéreos solitarios, se sentia in
clinado á los movimientos hacia atrás y caia algunas
vece9 de espalda. ¿Pero estos hechos, prueban que el
cerebelo sea el regulador de los músculos en todos
los casos? Mas bien nos llevarian á pensar, que este
órgano influye especialmente sobre los músculos esten-
sores de la cabeza, del raquis y sobre los de la pel
vis, que se Ies ve efectivamente en actividad muy gran
de en el acto de la cópula, es decir, sobre los músculos
de que mas se sirve el órgano para ejecutar la funcion
genésica. Lo que yo puedo afirmar es, que la capacidad
de arreglar bien los movimientos musculares, ó la des
treza de manos, ó cualquiera otra, no están del todo en
razon del cerebelo. Tengo pruebas muy positivas de
que hombres de grueso cerebelo pueden ser estrema-
damente torpes.
Hay otro órgano que parece mucho mas influyente
sobre la regularidad de los movimientos voluntarios, á
la que parece someterse la destreza de manos; mas tar
de le estudiaremos; es el órgano de la mecánica al que
tambien 8e añade el de la resistencia. Por lo demás, di
sertaremos un poco sobre las relaciones del cerebelo
con el aparato muscular locomotor.
El cerebelo responde á todos los músculos, y esíe
66 un hecho probado de un modo positivo por la palo
DE FRENOLOGIA. 163
lojia y la anatomia patolójica. Un derrame, una ro
tura que se hace cu los puntos coirverjentes (je las fi
bras del uno de los lóbulos cerebrales, produce una he
miplejia tan completa, como la que resulta de los der
rames formados en los cuerpos estriados y los (álamos
ópticos que pertenecen. al cerebro; de donde aparece
evidentemente^que iodos los músculos locomotores están
en comunicacion por sus nervios con el cerebelo. No
nos debemos, pues, sorprender de que la escitacion del
cerebelo los contraiga , y que la compresion del mismo
órgano los paralice. Pero todos los músculos sirven mas ó
menos al complemento de las obras genésicas, aunque
algunos contribuyan á él mas, que otros; es preciso,
pues, que todos sin escepcion estén en relacion con el
cerebelo. Añadamos algunas notas que aclararán masia
cuestion. ,.
Decimos que el cerebelo por si solo no pone en ac
cion los músculos en el estado normal; nada mas proba
do; porque si el cerebro no obra, ó lo hace incomple
tamente, no tienen lugar los movimieutos necesarios
para el cumplimiento del acto jenerador. De 'aqui se
sigue que no es el cerebelo solo el que ejecuta los mo
vimientos, y que le es necesaria la intervencion del ce
rebro. Es inadmisible que el cerebelo solo los provoque
y los coordine, cuando el cerebro obra de concierto con
él, y la voluntad se presta á ello; que induzca al cere
bro á regularizarlos en el objeto de su funcion, es lo que
se puede observar en muchos animales domésticos, aves
y cuadrúpedos, en quienes los movimientos jenésicos
reciben un principio de ejecucion inmediatamente que
164 curso
ven al otro secso en una aptitud determinada. Todos
saben, que ni aun la presencia de la hembra es nece
saria para determinar estos movimientos, que se mani
fiestan en el perro inmediatamente que se revuelca de
un cierto modo. Luego es evidente que" si su cerebro no
tuviese accion , el cerebelo solo no ejecutaria estos mo
vimientos. Pero si el cerebro se presta a ellos, el ce
rebelo no deja de regularizarlos á su modqen las condi
ciones que acabamos de indicar, ó mas bien de hacerlos
regularizar por la voluntad, sobre la que obra como ins
tinto. Añadamos, que aunque la voluntad pueda dirijir
estos movimientos en el hombre, es preciso conocer que
son formulados primeramente por el cerebelo, porque
este es el órgano que les inspira á los animales, a quie
nes por otra parte la educacion no les puede enseñar y
entre quienes deja de volver á aparecer,. luego que han
sufrido la castracion.
Debemos , pues , atribuir al cerebelo las direccio
nes de los movimientos, los actos y las aptitudes que
son relativas á la jeneracion , pero debemos tambien
confesar que esto no puede verificarse sin el per
miso y aun asistencia del cerebro, y que en este sen
tido es como puede ser considerado el cerebelo por el
regulador de la accion muscular; asi, el cerebro queda
siempre como dueño de contener los movimientos del
cerebelo que tienden al acto jenerador , lo que hace efec
tivamente en una porcion de circunstancias, como todo
el mundo sabe.
No ignorais que Gall se prevalió del pasaje de un an
tiguo poeta griego, para sostener su opinion sobre el
DE FRENOLOGIA. 165
cerebelo. Pero aquel pasaje no debe ser tomado en
consideracion en el estado actual de la ciencia. Tenemos
en nuestros modos de esperimentacion , medios mucho
mas seguros de llegar á la verdad. Gall es el que ha es
tablecido como un hecho positivo , que el cerebelo era
el instrumento primitivo de la jeneracion. Ha procedido
á esta demostracion por observaciones empiricas , es
decir , estableciendo por hechos multiplicados , que las
personas en quienes la parte posterior é inferior de la
cabeza está muy desarrollada y que tienen un cerebelo
voluminoso* son mas inclinadas al acto jenerador, que
las que están organizadas del modo opuesto. (1)
Estas observaciones hechas por Gall , han sido des
pues confirmadas por todos los observadores que se han
dedicado á estudiar esta cuestion con atencion é impar
cialidad, de tal manera, que los frenólogos poseen co
lecciones considerables que vienen en apoyo de esta
asercion. Esto ha llegado al punto de confirmar que
la funcion jenésica, es devuelta al cerebelo , sin que
por eso se pueda afirmar que no ejecute ninguna
otra (2).
Todavia , algunos de los opositores de la Frenolojia,
sostienen que el apetito jenerador se observa irías
pronunciado en los sugetos dotados de pequeño cerebelo,
en los que lo tenian destruido, ó no ecsistia mas que en

(1) Hay que notar, que no se trata precisamente de una ac


cion ejecutada por el cerebelo sobre los músculos , sino de. un
impulso dado á los órganos jenitales.
(2) Hemos espresado en la mayor parte de nuestras obras la
opinion de que el cerebelo, ejercía también influencia sebre todas
las visceras: se sabe, que sobreirritado escita al vómito., &c.
166 curso
bosquejo (1). No sé hasta qué punto merecen confianza
semejantes hechos; 'en cuanto á mi, declaro que no me
la inspirarán hasta que hayan sido comprobados por los
frenólogos. Es necesario estar alerta contra los hechos
que son atestiguados solo por los adversarios de una
ciencia , cuando se sabe hasta qué punto puede la espe
culacion llevar la falsedad de las aserciones. Tenemos co
lecciones en el sentido positivo; lodos los dias repetimos
las observaciones : si hay algunas excepciones rio las ne
gamos, pero necesitamos su espiicacion. Seria necesario,
íio tan solo que se nos mostrasen piezas, sino que se hi
ciesen de ellas colecciones en el sentido inverso de tas
nuestras, y que las historias en su apoyo, fuesen muy
auténticas. Esto es lo que no se ha hecho; de suerte que
podemos dudar de la veracidad de estas aserciones. De
safio á los que las afirman, á' que produzcan pruebas dé
ellas, no diré comparables á las que nosotros tenemos en
contrario, sinoque simplemente puedan valancearlas. En
cuanto á m{, siempre que he sido consultado, desde que
conozco el sistema de Gall, por personas que se quejaban
de la inercia y flojedad de los órganos jenitales, inme
diatamente me he dirijido al cerebelo y siempre le he
encontrado muy deprimido. Cuando se me han presen
tado niños que antes de la pubertad manifestaban una
inclinacion estraordinaria al acto secsual ,- y adivina
ban los procedimientos de ejecucion de este acto, he
corrido al cerebelo y siempre le he hallado muy desar-

(1) No se ha dirlio que estos sújelo.Sj fuesen incapaces de re


gularizar los movimientos musculares.
DE FRESQLOGIA. - . 167
rollado. Esto nunca me ha faltado , y desafio á los con
tradictores á que me presenten hechos patolójicos que
puedan ponerse en oposicion con los que poseo en este
jénero.
Gall ha observado tambien, que las enfermedades
irritativas del cerebelo mantenian los órganos de la je-
neracion en un estado de escitacion morbosa; nada mas
cierto que esto. Mr. Sert e ha hecho la misma observa
cion; otros muchos observadores dignos de fé y de con
fianza, han referido hechos enteramente análogos. Se
han citado otros hechos contradictorios: se ha dicho que
la inerciá de los órganos jenitales habia coincidido con
otras enfermedades del cerebelo, como tumores escirro-
sos, tubérculos, &c. ¿Quién ignora que las enferme
dades crónicas hacen, perder su ejercicio á los órganos?
Basta tener una leve tintura de medicina para conven
cerse de esta verdad ; asi , por consecuencia de una en
fermedad del cerebelo, que desde el principio afectara
caractéres inflamalorios con escitacion de los músculos
y de la funcion jenésica , pueds hacerse una dejenera-
cion que sumerja en la inercia al órgano, y destruya
esta escitacion.
Mas estas objeciones no tienen gran valor; por
otra parte, sin forzar los hechos, sin cansarsela cabeza,
y sin ir á buscar sofismas, ¿quién duda que una escita
cion moderada del cerebro ecsalta los movimientos inte
lectuales, los sentimientos, &c; y que una escitacion
mas fuerte que produzca la conjestion , los paraliza?
¿por qué no se querrá que el cerebelo, irritado de cierto
modo , aumente la actividad de ios órganos jenitales , y
168 curso
que mas tarde conjestionado hasta el esceso, los pira-
licc? Esto debe ser y no otra cosa. Vero, los adversa
rios de una doctrina sacan partido de todos los hechos
que les parece que deben neutralizar su valor. Se ha
dicho tambien , que las escitaciones estraordinarias y
morvosas de los órganos jenitales, estavan en coinci
dencia, ó en relacion con las enfermedades de la médula
espinal. Yo lo concibo fácilmente; porque los nervios
que comunican el sentimiento y la actividad á los órganos
jenitales, no pasan inmediatamente del cerebelo a estos
órganos, sino que bajan por la médula espinal. Si esta
está irritada, ¿por qué estos nervios no irritarian los
órganos jenitales? Esto se comprende fácilmente, y de
ello tenemos pruebas' en la obra interesantisima de
Mr, Ollivier d' Angers , como en los esperimentos del
Dtor. Segalas , que ha provocado la eyaculacion en los
puercos de Indias irritando la médula en la i ejion lum
bar. Un troncó nervioso irritado , produce tambien la
escitacion de todas las partes á las que se distribuyen
las ramas nerviosas que salen de él.
Asi, ya lo veis , estas objeciones son dei poco valor
y nada pueden contra la observacion empirica que so
repite todos los dias.
Gall ha llevado sus aserciones hasta el estremo de
decir, que ,el desarrollo de los órganos, jenitales, no
consistia en su actividad ; que estos órganos podian ser
inertes aunque muy desarrollados si el cerebelo locstava
poco. Éste es un hecho, que en un principio reusé admi
tir, pero que la esperiencia me ha probado después. He
observado la inercia de los órganos jenitales en el
PE FKENOI.OGIA. 1(59
hombre , con un desarrollo muy considerable de estos
órganos , pero cuyo cerebelo estava deprimido. Tam
bien he esperimentado lo contrario en condiciones opues
tas, por lo que no puedo dudar mas de la asercion de Gall;
y os aseguro, que no ha sido con aturdimiento, sin re-
llecsion, y sin observaciones numerosas como me he
decidido á tomar la palabra en favor de la Frenolojia:
he multiplicado cuanto me ha sido posible las observa
ciones, antes de pasar adelante.
Sin embargo, es necesario darnos cuenta del modo
como obra el cerebelo en la funcion jenésica, que parece
ser la principal de este órgano. Acaso Gall, no ha en
trado en esta cuestion con bastantes detalles. Voi á en
sayar suplirle cuanto sea compatible con mis débiles
fuerzas.
Las ideas relativas á la jeneracion, no son por cierto
la obra del cerebelo: pertenecen á sus propios órganos,
y este es un hecho apreciable entre los animales. Muchos
de entre estos, cuyas ideas son estremadamente obtusas,
no dejan de tener inclinacion jeneradora muy pronun
ciada. No hay , pues , que atribuir al cerebelo las ideas
eróticas; pero por el modo con que escita al cerebro,
recuerda estas ideas en el hombre , y las entretiene
porque se ha puesto poco á poco en rolacion con ellas.
Cuando las percepciones de los sentidos han llegado á
la intelijencra , estas percepciones se han asociado con ej
cerebelo, á medida que este órgano adquiria el desar
rollo, como otras ideas se asocian. con otras incli
naciones.
Ya hemos adquirido algunas nociones sobre este
170 CURSO
punio. Asi , que no debemos considerar al cerebelo
como la mansion inmediata de las ideas eróticas, sino
el oscitador de ellas, y como un medio de mantenerlas
y recordarlas.
El cerebelo , parece que escita primeramente les
órganos jenitales á la secrecion y á la ereccion, en el de
sarrollo de la pubertad: desde luego se ve, que el cere
belo principia á engruesar antes.de que se desarrollen
los órganos jenitales. Asi, él es quien los pone en accion,
quien los^onduce & desarrollarse, eh una palabra, quien
los escita á los dos fetidm rr.os de que depende su
accion, la secrecion del fluido pro'ifico y la ereccion. .
Pero al mismo tiempo, escita el aparato encephálico.
Obra, pues, necesariamente en dos direcciones, porque
las ide:is relativas á la jeneracion* toman cuando el ce
rebro se desarrolla, un color del todo diferente del que
tenian antes; y asi es como escita los sentimientos y
la intelijencia. Por lo demas, el cerebelo, recibe la esci-
tacion delos órganos jenitales, dependiente de la' doble
causa que acabo de señalaros , la secrecion y la ereccion:
hay en esto reciprocidad. Concebimos que la eseitacion
jenilal , puede comenzar por la i maj i nacion, por la per
cepcion del objeto, ó puede principiar en Iqs mismos ór
ganos jeneraddres. Sobre esto debo abstenerme de toda
esplicacion. En este último caso, en el instante mis
mo eh que estos órganos son escitados, comunican Ih
accion al cerebelo que se rehace sobre el cerebro, ó bien
al cerebro que escita á su ve¡? al cerebelo.
Él cerebelo se mantiene en su ,estado normal de de*
sarrollo , por la persistencia de la accion jenilal. Si los
DE FRENOLOGIA. 171
órganos jenitales , el órgano secretorio, sobre todo, que
es el fundamento de esta funcion , desaparecen , el ce
rebelo disminuye; la castracion lo prueba, pues, por ella
el cerebelo se deprime, !a parte inferior y esteriorde la
cabeza se estrecha, y el resto conserva con muy poca di
ferencia sus dimensiones. Como lo veis, cuando el loro se
cambia en buey, la nuca se estrecha' sensiblemente; aun
mas , esta depresion no llega hasta el grado que se le
observa cuando la castracion se ha realizado antes del
desarrollo de los órganos jenitales y del cerebelo; y asi
el aparato muscular conserva mas volumen y enerjia en
los animales castrados despues de desenvueltos sus órga
nos jenitales que entre aquellos que lo han sido de antema
no. Este es un tiegho que se ha observado bastante, y Jé
que ahofa se saca partido. Sise quiere tener un caballo
fuerte , por ejemplo, no se le someta á la operacion de
la castracion , sino despues que se haya desarrollado
completamente. Entonces el estrechamiento de la nuca,
jamas se hace tan considerable como si la operacion se
hubiese hecho.antes del complemento del apa.ralo j'ené-
sico, aunque se haya verificado de un modo mas sen
sible. De aqui resulta por consecuencia necesaria , que
mientras que los órganos. jenitales conservan su accion,
el cerebelo se mantiene en su volumen normal, y que
cuando se han sustraido y esta accion desaparecp, el ce
rebelo y los músculos perdiendo tambien de su actividad
prueban una disminucion de volumen.
Hé aqui otro hecho muy importante que voy á espo.
neros, y tanto mas interesante, cuanto, de él se ha sacado
partido en pró y en contra de la opin'on de que se traía.
172 curso
Guando en el hombre se han desarrollado comple
tamente el cerebelo y los órganos jenitales, si sobre
viene la castracion , aun le quedan ideas eróticas, en .
tanto que ñolas tiene, si la operacion se ha practicado
antes de la .pubertad. Todos saben que en Jos paises en
que las costumbres toleran esta mutilacion, hay eunucos
que no dejan de tener inclinacion hácia el secso opuesto,
cuando la castracion se ha verificado despues de un de
sarrollo completo. Los que de vosotros cultiven la lite
ratura latina, recordarán ciertos vetsos de Juvenal , de
masiado libres para ser citados, por los que censura la lu
bricidad de las damas roma ñas. Cuenta, que estas damas,
no hacian mutilar á los jóvenes escogidos y de quienes
se proponian abusar, sino despues del desarrollo com
pleto de la pubertad: el cerebelo habiendo adquirido en
esta época toda su estension, habia modificado los demas
órganos del encéphalo de una manera tai, que las ideas
eróticas no desaparecian completamente, y la ereccion
podia hacerse sin la secrecion.
Con este motivo os comunicaré una observacion fi
siológica y patolójica al mismo tiempo, que me parece
digna de atencion. La irritacion erótica, cuando se ha
abusado de ella largo tiempo, establece un modo de ac
cion, una especie de sensacion que del deleite tiende al
dolor , ó mejor dicho un placer doloroso en los nervios
de todo el aparato jenerador , en los de los órganos ve
cinos y aun en el de todos los músculos lumbares y fe
morales. Esta perversion de la sensibilidad, no deja de
hacer progresos y conduce á una debilidad considerable
de la potencia muscular de es.tas rejioues. La especie
DE FRENOLOGIA. 173
de scmi-paraplcjia que resulta de ella es por lo comun
incurable.
Ahora es ocasion de presentar algunos ejemplos de
desarrollo del cerebelo. Hé aqui uno de los mas notables:
esta es una cabeza (mostrándola) donde veis un desarro
llo enorme, un espacio entre las dos orejas prodijioso, y
aun ridiculo y repugnante á causa de la semejanza que
establece con el bruto. Este hombre se ha hecho cul
pable en Inglaterra de muchos crimenes relativos al
pudor, mas ó menos horrorosos pero graves todos, y que
hicieron necesario su destierro. Notad al mismo tiem
po que estas partes laterales de la cabeza en" donde re
side la propension al egoismo, dominan todas las demas
rejiones del encéphalo , y superan en mucho á las de la
intelijencia; de tal suerte que nada se opone á la accion
•de los órganos que han producido los delitos. Aqui te
nemos modelos de cerebelos muy desarrollados en hom
bres que poseian facuttades intelectuales distinguidas,
con sentimientos elevados: por eso su alta reputacion,
atestigua que el instinto jenésico , nunca tos ha condu
cido a actos reprensibles. Ved aqui tambien , la cabeza
de un hombre que era aficionado á la historia natural,
y curioso por colecciones: amaba mucho al secso. Ob
servareis que el cerebelo está muy desarrollado, pero
las facultades superiores son fuertes., y han sido culti
vadas , y los recuerdos honrosos que este sábio ha de
jado , prueban que el órgano jenerador no ha reinado
despóticamente.
Asi se deduce por la cabeza de Galí , y por otras
muchas que seria inútil prcse:itáros, , '
174 curso
Ved aqui, la cabeza de Plgault-Lebrun, cuyos ro.
trances son bastante eróticos, pero que sin embargo
lio son groseros: vereis en esta cabeza los órganos de
recepcion muy desarrollados , mucha estimacion de st
mismo, y el deseo de la aprovacion; en una palabra ,
una contrabalanza de la accion del cerebelo. Esto siem
pre es asi, quiero decir, en sus relaciones, que es
como deben ser considerados los órganos. Podriamos
eslender mucho estas observaciones, pero como es pre
ciso lomar los ejemplos de personas conocidas, para ins
pirar confianza, se hace repugnante su multiplicacion.
Presentaremos ahora ejemplos contrarios: esta ca
beza , es la de un matemático que tenia adversion al
secso, y nunca se casó. Tiene la reputacion de haber
permanecido virjen. Otra tenemos aqui que se encuen
tra esactamentc en igual caso. Debemos juzgar , que
los actos han sido determinados por todas estas partes
que veis predominar,, la anterior y la superior, y no
por la posterior, cuya depresion es evidente.
Ahora si presentamos facinerosos notareis, por ejem
plo, en Boulillier, hombre entregado desde luego á
toda especie de vicios, manchado en fin con el crimen
de parricidio, el enorme desarrollo" de esta parte pos
terior, y de las. rejioties laterales; y ninguna defensa
en la anterior, que por otra parte no habia sido ejer
citada por la educacion. En los hombres que "se han
manchado con crimenes vergonzosos del jénero relativo
al cerebelo, hay siempre un defecto de desarrollo en los
órganos correctivos.
Ausiliares. Por estos hechos podemos establecer
DE FRENOLOGIA. s 173
cuales soa los órganos que favorecen la accion del' que
ahora nos ocupa, y los que tienden á atenuarla. Este es
un método que seguiremos en el eesámen de todos les
órganos que puedan prestarse á este jénero de ausilio.
Mostrando los ejemplos positivos y los ejemplos nega
tivos, hemos señalado los órganos que favorecen al jene- •
rador y los que lo contrarian, y paso á reasumirlos. Los
órganos que favorecen la accion del que tratamos, lie
nen desde luego todas las afecciones dulces, la amistad;
la adhesion, y sobre todo el amor de los niños. La imi
tacion que nos conduce a hacer lo que vemos hacer
á los demas, la alegria, la idealidad , ó la imajinacion,
la actividad considerable de los órganos de recepcion , y
sobretodo la música, la bondad, el bien parecer, todo
esto presta fuerzas como se dice vulgarmente, á la ten
tacion.
' Antagonistas. Las inclinaciones y las facultades que
contrarian la accion de nuestro órgano son; la cólera, el
' odio, el ardid, y la circunspeccion; porque' es'os últimos,
órganos obligan al hombre .á reflecsionar , y durante,
este tiempo la accion del instinto se debilita. Añadamos
el órgano de la propiedad. Casi lodos los avaros son in .
diferentes hácia el secso. y esto es muy notable. Uno
de los mayores enemigos de esta funcion es la vergüenza,
unida á la poca confianza de si mismo que produce mu
chas impotencias relativas, es decir, que r.o tienen lu
gar sino en ciertas circunstancias y que pueden encon
trarse con una facultad genésica bastante activa. De
claro aqui decididamente, que el estudio del sistema de
Gall me ha sido de ayuda importante en el diagnóstico'
17G curso
de las anafrodisias. A la primera ojeada reconozco las
personas en quienes la impotencia es relativa por la fla
queza de ¡'minio y do la estimacion de si mismo, con
cordando con el desarrollo del órgano de la credulidad
ó de las ilusiones. Tales son los hombres á quienes se
hace creer que están maleficiados, palabra que debe tra
ducirse por la de impotencia relativa. Las condiciones
opuestas no son menos evidentes para el observador;
porque los hombres que tienen mucho orgullo gozan
siempre de sus medios cualesquiera que sean, y no es
sin su motivo, el que los fainos, los presuntuosos y
aun los tontos, tengan nombradia por sus. ascendientes
para con las damas. Es cosa curiosa demostrar la rela
cion de estas opiniones, vulgarmente admitidas en la
sociedad, con la anatomia y la físioiojia del cerebro.
Por otra parte, y bajola relacion puramente inte
lectual , no es menos cierlo que la potencia jenésica se
debilita por el ejercicio sostenido de la reflecsion, de la
averiguacion, de las causas y de la meditacion por el
estudio escesivo de las matemáticas, y por toda especie
de trabajos que tiendan á llamar las fuerzas nerviosas
hacia los órganos del pensamiento. El esceso del órden
y do la medida, no es favorable á las funciones del cere
belo: los hombres acompasados, estremadamente meló
dicos, encuentran en esta" disposicion una especie de
contrapeso , que les preserva de los escesos que este
órgano tiende á inspirarlos. Todavia debeis conocer que
el órgano predomina alguna vez de tal modo, que
triunfa de estos obstáeulos;, pero si no es mucho su pre
dominio , fácilmente se vé comprimido por otros órga
DE FRENOLOGIA. 177
nos. Estas influencias, pueden observarse en los dos sec-
sos, pero mas particularmente en las mujeres, para
quienes el celibato es en jeneral menos penoso que para
el secso opuesto. En una palabra , todas las pasiones
que tienden al egoismo, segun el Dr. Sarlandiere,
que admite un cúmulo de órganos dirijido en este sen- '
tido , todo lo que conduce á la reflecsion y á la medi
tacion, suministra el correctivo de los abusos que puede
producir el esceso de la inclinacion jenésica ; en tanto
que la alegria, la disipacion, el orgullo, la imajinacion
y el alejamiento de todo trabajo intelectual, contribuyen
á darle actividad. . ,
Ved aqui ahora , cuáles son las consecuencias de
los escesosque tiende á producir el desarrollo estre
mado del cerebelo: estos escesos traen desde luego el
aniquilamiento de la accion nerviosa, mucho mas efi
cazmente , que la actividad estraordinaria de cualquiera
otra especie de inclinacion , porque el acto jenerador
tiene algo de convulsivo ; este acto debilita prodijiosa-
mente la fuerza de locomocion, y al mismo tiempo la
enerjia de las facultades intelectuales ; de forma , que
es una de las funciones cuyo esceso es el mas perjudicial
al individuo. Una porcion de enfermedades son su re
sultado , y especialmente las convulsivas, los desórdenes
de la circulacion, y los trastornos de la funcion dijes-
tiva. Para la moral, resulta la ineptitud para los nego
cios ; porque estos escesos traen siempre consigo la es
tupidez, ó al menos una deplorable indolencia.
Tales son, las principales consecuencias del predo- .
minio de que se trata : no se le debe perder de vista en
12
178 curso
la educacion de la juventud , y los que se sienten domi
nados por el órgano que nos ocupa, deben recurrir á los
correctivos que hemos señalado, si no quieren esponerse
á la degradacion fisica y moral , y abreviar el curso de
su ecsistencia.
Defecto. La falta de desarrollo del órgano, dicho det
amor fisico , perjudica á las afecciones benévolas, y
ya hemos visto que las malévolas, tendian á deprimir
las funciones jeneratrices. Este defecto, deja predominar
los sentimientos de egoismo. En jeneral, las personas
que juzgan bien á los hombres, desean siempre ver
esta inclinacion algo mas predominante que demasiado
deprimida. Ella, ejerce una influencia favorable sobre las
afecciones benévolas, y de la certeza de este hecho, te
nemos una prueba en los eunucos. Ha pasado en pro
verbio , que estas especies de séres, son egoistas, y
que apenas poseen afecciones dulces. En el siglo en
que vivimos, no vemos eunucos representar un gran
papel en el estado social ; pero la historia nos ofre
cerá entre ellos , los que han sido ministros , jenerales,
y en fin personajes notables. Casi siempre el egoismo,
la poca enerjia de corazon , hablando figuradamente, el
defecto de benevolencia y los celos , han caracterizado
á estos hombres de sentidos incompletos. La depra
vacion de la propension jeneradora, tiende mucho
menos al predominio del cerebelo, de lo que hemos
podido creer desde luego. Este jénero de corrupcion es
debida mas bien á la falta de los sentimientos elevados
y de las altas facultades de la intelijencia ; y es favo
recido por el vicio de la educacion , por el ejem
DE FRENOLOGIA. 179
pío 7 por la union de los secsos. Algunas otras' indina-
ciones pueden contribuir á ella, porque estas afecciones
se tocan. La inclinacion hácia su propio secso puede te
ner lugar alguna vez, segun observaciones hechas recien ,
teniente, cuando se posee alguna parte de las del secso
opuesto. Se concibe por ejemplo que el gusto que susti
tuye en el hombre á la mujer, por el hombre mismo,
procede del predominio de algunos órganos propios de
la mujer; sobre todo en el sugeto pasivo. Del mismo mo
do el vicio análogo en la mujer, parece suponer una
mujer que tiene algo del hombre por la conformacion de
su encéphalo. Estas ideas no son mias, son de un frenó
logo muy observador, que no tardará en publicarlas: yo
no pretendo apropiármelas , pero son tan interesantes,
como es repugnante poner en la cuentai del instinto je-
nerador que tiene un fin tan determinado, tan directo,
á saber, la aprocsimacion de los secsos opuestos, vicios
vergonzosos que degradan al hombre sin proponerse ni
esperar alcanzar el fin de, la naturaleza,•
La inclinacion jeneratriz adquiere prepotencia por
el ejercicio , si el acto no se ha llevado hasta el punto
de agotar las fuerzas, y de deteriorar los órganos; esta
misma inclinacion se deprime y se debilita por la inac
cion. Este último hecho, es fácil de demostrar en los
cenobitas y en todas las personas que viven en el celi
bato ; despues de haber resistido á esta inclinacion en
la juventud , los dos secsos concluyen por hacerse
totalmente señores de ellas, y aun por no sentirla
mas en una edad en que los sugelos que han sido
dominados por ella , si asi es licito hablar, gozan
180 euitso
aun de facultades jeneratrices bastante pronunciadas.
Todo esto se conforma muy bien con las demas ob
servaciones que hemos hecho sobre la castracion. Tene
mos pues, evidencia, que el órgano jenésico se conserva
largo tiempo en el secso masculino , cuando se ha ejerci
tado de un modo conveniente , sino ecsiste alguna afec
cion orgánica en las visceras, en vez de que se deprime
en las condiciones opuestas.
Me he estendido sobre la funcion de que se trata,
porque es muy importante, y todos los frenólogos en
jeneral la conceden un lugar muy distinguido. Es efec
tivamente la mas importante de todas , pues que ella es
la que conserva la especie.
No nos queda tiempo para emprender el tratado de
otro órgano. No se crea qu« nos hayamos propuesto
ocupar una leccion entera con cada uno. Pero era ne
cesario principiar de un modo claro , á fin de que com-
prendiéseis bien el método que vamos á seguir , y po
dais en adelante marchar rápidamente á medida que
vayamos avanzando. *
9. FiMogcniluru.

8 de junio de 1836.

Señores:

Hemos estudiado en la última leccion el órgano de la


generacion, llamado amatividad ó erotismo. El resulta
do de la accion de este órgano es la jeneracion; un im
pulso muy fuerte ha sido necesario para guiar al hom
bre y á todos los animales á este acto. Y digo sobre
todo al hombre, porque no se concibe como el sábio
llenaria el objeto de la jeneracion, si no sintiese viva
mente lo que se llama el aguijon de la carne. Pues
182 curso
bien, del mismo modo no podria tener lugar el cuida
do del producto de la jeneracion, si el individuo tio
hubiese sido impulsado por un instinto cstremadamen-
te poderoso. En el hombre seria precisa una larga es-
periencia ayudada por la reflecsion, y aun esto no le
bastaria, como lo pruebala observacion; en los ani
males, á quienes falla la meditacion y la reflecsion,
es evidente que no habria causa alguna para que el pa
dre .y.Ia madre pensasen en sus hijuelos. La naturale
za ha proveido a esto, estableciendo un instinto pode
roso, é irrcs(tible que obliga al hombre y tbs anima-,
les á cuidar del producto de la jeneracion, Esta .solici
tud se estiende no tan solo á los productos ya ecsis-
tentes, sino á les preparativos que deben preceder al
nacimiento. Asi, observamos como ciertos animales pre
paran el nido ó lugar donde deben conservar sus hijue
los. Vemos algunos , como el conejo, arrancarse el pelo
para guarnecer el nido en que deben ser depositados
sus pequeñuelos. La incubacion de la gallina no es menos
admirable; aun no tiene hijuelos y por un impulso muy
poderoso la vemos colocarse sobre los huevos, calentar
los, esponerlos alternativamente al calor y á un grado
conveniente de frescura hasta que llega la época de lu
eclusion, y aun ayudar á sus polluclos para que salgan
del cascaron. Es positivo que todo esto se hace por un
impulso instintivo, y a él se somete el hombre lo
mismo que los animales.
Situacion é influencias. La observacion ha enseña
do que aquellos actos están unidos á una porcion deter
minada del encéphalo; esta porcion es la rejion poste
DE FRENOLOGIA. 183
rior é inferior del cerebro que descansa inmediatamen
te sobre la tienda del cerebelo.
Este órgano se manifiesta en lo esterior por la pro
minencia de la parte posterior de le cabeza; por consi
guiente el cráneo se encuentra prolongado, como se ye
en esta cabeza-modelo , en que lo está de un modo es-
traordinario.
No debemos confundir con esta prominencia la que
proviene de la protuberancia occipital , que corresponde
al seno. Ya hemos hecho esta observacion en la última
leccion relativamente al cerebelo; pero debia ser repe
tida por la relacion del órgano de la filojenitura , por
que esta prominencia husea es intermediaria entre los
dos , y puede muy facilmente tomarse el uno por el
otro.
Este órgano presenta diferenciáis segun el secso y
la especie de animales; en jeneral, está mas pronun
ciado en la mujer que en el hombre, y esto debe ser,
porque los principales cuidados son atributos de la mu
jer , y el hombre raras veces tiene la paciencia nece
saria para suministrarlos á los hijos de una manera
constante y continua, y superar todos los disgustos ad
heridos á la educacion fisica de estas tiernas criaturas.
Del mismo modo entre los animales , vemos sobre
todo á la madre en accion continua con los cuidados que
son debidos á los hijos, atenta siempre á separar de
ellos las suciedades , á cubrirlos cuando los amenaza la
intemperie de las estaciones, á conducirlos mas tarde y
mostrarlos su alimento ; en una palabra á velar por su
educacion hasta ponerlos en estado de proveer á¿sus
984 curso
propias necesidades. Asi el órgano está jeneralmente mas
pronunciado en las mujeres que en los hombres, en
nuestra especie, y en las hembras mas que en los ma
chos, en los animales que estan dotados de este ór
gano.
En la série zoolójica, este órgano principia en el
grado en que el animal se ve forzado á tomar algunos
cuidados por sus hijuelos. Y por eso en las clases infe
riores, el órgano, escita á la hembra á buscar un lugar
apropósito para depositar sus huevos; tales son todos los
insectos, que escojen para este depósito, una materia en
fermentacion, ó un punto espuesto al sol; tales son tam
bien entre los amfibios el crocodilo, y entre los testaceos
la tortuga, que hacen fosas en la arena , amontonándola
hasta un punto donde no llegue el agua, donde deposi
tan los huevos, cubriéndolos despues para que queden so
metidos al calor conveniente para hacerlos vivificar. No
sotros que poseemos la reflecsion , descubrimos el fin de
todos estos actos , pero no asi los animales. Hay en ellos
una potencia que ecsiste en el sistema nervioso, y que
los conduce á la ejecucion de todos estos movimientos.
Esta conclusion es forzada , y á la vista de tales hechos
no concibo como se puede ridiculizar la observacion que
nos procura su descubrimiento ; todavia debemos decir,
que no se ha fijado bien el sitio del órgano de la filojeni-
tura en los animales de las clases inferiores.
Hay muchas especies de animales entre los vertebra
dos, en los que el macho es enteramente estraño á los
cuidados del producto de la jeqeracion ; pero cuando los
dos secsos deben concurrir, á ellos , el órgano ecsiste en
DE FHENOLOGIA. 185
el uno y en el otro. Segun las observaciones hechas por
Mr.Vimont, está siempre mas pronunciado en las hem
bras, á las que está sometido particularmente el cuidado
del producto de la jeneracion.
Casi todos los animales que tienen un sistema ner
vioso encephálico, presentan rasgos de lo que acabamos
de esponer. Sobre todo en las aves, este órgano está
desarrollado estremadamente, porque estas son las que
toman mas cuidado por la educacion de los hijuelos. Este
órgano no ha sido descubierto de repente, aun en los
animales en que está mas pronunciado : solo á fuerza de
observaciones es como Gall pudo sospecharlo en la es
pecie humana; pero inmediatamente que le señaló, se
escitó la curiosidad, y muchos observadores se ocuparon
de este asunto. Mr. Vimont ha dirijido sus investigacio
nes por lo relativo á los animales. He aqui los resultados
de su observacion.
En los reptiles, ha encontrádo poca adhesion á los
huevos , y solamente en la hembra ha visto ecsistir al
guna, y esta solo por ecsonerarse de ellos. La hembra
deposita los huevos como ya hemos dicho; y despues,
ni los huevos, ni sus hijuelos, tienen necesidad de sus
cuidados: por consiguiente el órgano no debe estar miiy
desarrollado.
Entre las aves, escepto el cuclillo que es un animal
muy egoista , que deposita sus huevos en el nido de los
demas pájaros, y no se inquieta por clip, todos los otros
se ocupan mas ó menos del cuidado de sus hijuelos. Hay
variaciones respectp de la duraciop de estos cuidados, y
es cosa admirable el observar siempre una relacion entre
186 cuftso
el desarrollo del órgano y la duracion de los cuidados
que deben prestarse á los polluelos.
Se ha pretendido que el órgano ecsistia en la gallina
y no en el gallo. Sin embargo, señores, el gallo hecho
capon , cuida los pollitos y les enseña á buscar y Qojer su
alimento. Se ha atribuido este fenómeno , á que se fro
taba el vientre del capon con ortigas, despues de haberle
desplumado , y que colocándole «obre los huevos , se le
procuraba una especie de placer que le inclinaba á la in
cubacion, por la frescura que de ellos recibia. Esto no es
suficiente para esplicar todos los cuidados que el capon
presta á los polluellos. Ello es lo cierto , que el órgano
de la filojenitura está mas ó menos modificado en el
gallo : este animal dispensa á sus gallinas con corta di
ferencia las mismas atenciones que la clueca prodiga á
sus pollos ; él las llama , les cede su alimento y las deja
cojerlo hasta en su mismo pico. Hay, pues , un órgano
afectivo en él independiente del acto jenerador < y este
órgano se aplica á los polluelos cuando se le ha castrado.
Yo no veo nada que pueda debilitar esta asercion (1).

(1) Tengo á la vista otros dos hechos confirmatorios de esta


verdad : he juntado dos pollitos en dos nidos de otros reciente
mente sacados por dos pabas ; y estas'inmediatainente los han
adoptado aunque tienen seis semanas mas que sus hijuelos. Pues
hien , en lugar de picar y arrojar de si á estos pequeñuelos, los
dos pollos mas grandes, han tenido cuidado de los pequeñitos,
los han enseñado á picotear las semillas de su alimento, invitán
dolos á ellojlos han dejado abrigarse bajo sus pequeñas alas , y
cuando han sido un poco mayores, se han atrevido á defenderlos
de las gallinas, de los perros y los gatos que venian á molestar
los. Desde luego creí qne estos dos pollitos tan buenos para con
sus pequeños compañeros, debian ser gallos , y mis esperanzas
no han sido fallidas, porque su secso ya está declarado, aun
DE FRENOLOGIA. 1S7
En efecto, muchas veces en la misma especie ecsiste
el órgano en los dos secsos : no hay mas diferencia que
el desarrollo: el cuervo y demas aves pequeñas que se
cuidan en jaulas , suministran en comun cuidados á sus
hijuelos. Los pichones estan en el mismo caso, el macho
y la hembra cubren alternativamente y dan de comer á
sus hijuelos, pero el órgano está siempre mas pronun
ciado en la hembra. Hay en ellos grandes variedades:
algunos machos hay que se ocupan poco de los hijos , y
el órgano no es en ellos muy sensible ; la hembra de
muestra mas adhesion , pero en los animales de este jé-
nero que viven en estado de matrimonio como la zorra,
el órgano eesiste poco mas ó menos igual en los dos
secsos. Una advertencia muy interesante que encon
trareis igualmente en la obra de Mr. Vimont, y que
merece ser citada, es que entre los zorros suizos, la ad
hesion es llevada á tal punto, que si se coloca un lazo en
la boca dela madriguera, el animal se deja prender por
volver cerca de sus hijuelos, aunque conozca perfecta
mente el peligro. La hembra es por lo jeneral la pri
mera que se sacrifica , porque su órgano está mucho
mas pronunciado. Estas observaciones son verdadera
mente interesantes.
Tomamos, como ya sabeis, á la especie humana
por tipo y objeto principal de nuestras observaciones;

cuando do lian llegado á tener todavia inclinacion á las gallinas.


Tainbiea es muy digno de notar que los pollos pequeñitos siguen
a los grandes mas voluntariamente que á la paba que los ha he
cho nacer. Que se diga ahora q»e el órgano de la ülojenitura no
resiste en el gallo.
188 curso
pues bien, en esta especie, el órgano está colocado en la
parte posterior del cerebro. Ya lo hemos observado en
la cabeza que he mostrado, en la que se ve una grande
ostension por encima de la protuberancia del hueso oc
cipital, pero que por lo jeneral es menor que la que se
advierte en el resto de la misma cabeza.
Ejemplos. Hemos dicho, que el órgano estava mas
pronunciado en la mujer que en el hombre. Hé aqui
algunos ejemplos, que pudiéramos multiplica'r mucho
mas. Cnando este órgano está muy pronunciado , la in
clinacion puede llevarse á un grado escesivo. Esta cabeza
donde hemos visto el órgano tan prominente , es la de
una idiota que deliraba particularmente por los hijos:
los amaba mucha , y envolvia pedazos de madera ó de
piedra entre pañales, como si hubiesen sido niños ; esta
afeccion se ve coincidir con la enorme prominencia de
esta porcion que he señalado.
Algunas naciones presentan este órgano cstremada-
mente prominente; los negros y los habitantes délas
riveras del Indo , le tienen muy desarrollado, y lo mis
mo sucede entre los Caribes. El afecto de las mujeres de
estos paises á sus hijos, es estremado, y tambien
es reconocido el que profesan á los suyos las negras de
Arabia. Pocas veces se encontrará en el hombre una
prominencia igual. Ved aqui sin embargo un ejemplo:
Cáréme, famoso cocinero, que ha escrito muchas "obras
llenas de jénio.... en su jénero, era un hombre en estremo
amante de su familia y de sus hijos y aun de los de otros
que habia adoptado: asi vemos como esta parte está en
él mas pronunciada. La misma observacion podemos ha
DE FRENOLOGIA. 189
cer sobre esta cabera de un célebre pintor Horacio Ver-
net, que ha sido muy notable tambien por el amor á mi
familia. Ecsaminemos ahora los ejemplos contrarios; ved
la depresion de este órgano en Boutillier, asesino de su
madre. El mismo órgano le falta tambien á Benoit, otro
«justiciado. La filojenitura es una afeccion de las mas
dulces, y de las que mas tienden á formar las costum
bres sociales y benéficas.
Es muy dificil repetir esta observación sobre un
gran número de cabezas: cuando no veo este órgano
muy pronunciado en las jóvenes , y las hago observarlo,
no dejan de decirme por via de escusa, que los gritos,
los caprichos, los saltos, juegos y gracias de los niños,
las disgustan aunque los aman mucho. Pero, señores,
cuando el órgauo está muy desarrollado , nada <de los
niños disgusta á las mujeres ni aun á las niñas , que se
divierten en vestir muñecas paTa dirijirles discursos
«omo si fuesen niños, y prestarles toda especie de cui
dados; pasion que no ecsiste en las que estan despro
vistas del órgano de la filojenitura (1).

3. HAB1TATITIDAD.

Pasemos á otra inclinacion; pues que nos hemos ©cu-


(1) Gal!, ha notado que las madres infanticida! tienen este
Algalio deprimido; pero que a«n estando pronunciado, otras pa
siones podrian inclinaT á las mujeres á cometer este crimen ,.si
.prescindian de la conciencia y del bieo parecer.
. 190 CURSO
pado do'lns afecciones, como la amatividad ó erotismo
que pertenece á esta clase, y que dehe ser conside
rada como la primera de todas , pues que une á los
dos secsos para perpetuar las especies. Pero, señores,
ademas de la union de los dos secsos entre si , y la
de los mismos con sus productos, debe ecsistir otra
entre cada especie viviente, y los parajes en que
pasan las escenas de la vida; porque es preciso que
haya razones, para que el hombre y los animales re
sidan en un punto mas bien que en otro. No todos
los hombres son cosmopolitas. Ecsiste un gran número
que aman el domicilio, que se aficionan a los lugares, y
no gozan cuando se hallan distantes de. los objetos mu
dos é inanimados á los que se habituarán. Esta priva
cion es tambien una de las causas de la nostaljia, como
lp observamos en los militares jóvenes.
Si se considera la cuestion en sus mas estensas re
laciones, veremos; que en toda la naturaleza, hay una
tendencia de los animales á habitar ciertos parajes con
preferencia , á los demas. Y por cierto , que es necesario
que haya razon, para que un animal se goce en un sitio
elevado, y otro en parajes subterráneos y oscuros; por
que aquel, entre las aves, se complace en habitar ó
anidar en lo alto de los árboles, y el último en ocultarse
en los agujeros de un edificio arruinado, en una haya
espesa , 6 en la yerva á flor de la tierra. Toda la natu
raleza debe ser habitada, como ha dicho Spurzheim, y
por esto es precisa que haya impulsos que conduzcan á
los animales á localidades determinadas.
Ecsisten, pues, relaciones establecidas por la natur
DE FRENOLOGIA. 191
raleza entre los objetos mudos é inanimados, y los cuer
pos vivientes. Seguramente, que no es esta la sola razon
que preside á esta eleccion de lugares entre los anima
les; en el hombre aun pudiera suponerse, que contribu
ye á ella alguna vez, pero eri cuanto á los animales, no
ecsiste este subterfujio; es, pues, preciso que se admita
una fuerza interior residente en la organizacion, y como
de razonen el sistema nervioso, que atraiga los anima
les á ciertos parajes.
Puesto que hay una inclinacion por los lugares , ec
siste necesariamente un órgano de localidades , que se
ha llamado órgano de la habilatividad , eleccion de lu
gares segun Spurzheim, siendo este el primero que ha
fijado la atencion sobre esta facultad, que habia pasado
desapercibida á su maestro Gall.
Situacion. Este órgano está colocado sobre el pre
cedente , y ocupa en la cabeza-modelo el número 3.
Está en el cerebro, al menos alli es donde la obser
vacion empirica le ha fijado su asiento, y es doble como
todos los demas. En el estertor se manifiesta por la
prominencia de esta porcion del cerebro, que está colo
cada inmediatamente sobre el amor de los hijos.
La accion de este órgano, ha sido el objeto de mu
chas contestaciones: se ha pretendido que servia ma§
bien á concentrar la atencion sobre ciertos objetos que
á determinar el amor de las localidades. Pero los pro.
gresos que se hacen diariamente, parece que deben de
cidir esta cuestion. Ambas inclinaciones deben ecsistir.
Está seguramente en la naturaleza, la inclinacion que
el hombre y el animal tienen á los lugares, porque por
192 CTRSO
todas partes se encuentra este amor de habitacion, la
eleccion del local, el sentimiento de haberle perdido, y
el placer de volver a él. En el hombre este órgano, se
manifiesta en la rejion que acabo de indicar. He aqui,
uno de los ejemplos mas palpables. Se trata de Schla-
brendorf, inventor del procedimiento esteryotipo para la
prensa. Este hombre fue perseguido de diversas mañeras
en su pais, pero el estremado amor de la patria , no le
permitió abandonarla jamas. Presenta un desarrollo con
siderable en esceso del órgano de las localidades. Ved
aqui un sabio notable, el Baron de Zach, en quien
esta parte está aun mas desarrollada. Una disposicion
enteramente contraria se nota en esta otra cabeza que
corresponde al famoso Gregorio, antiguo Convencional:
aqui veis una depresion considerable en la rejion que
pertenece á este órgano.
Los ladrones, los facinerosos, los asesinos y demás
de este jaez, que estan espuestos á perecer en un ca
dalso , los vagamundos , en una palabra , casi siempre
tienen deprimida esta parte, asi como las demas afec
ciones. Ved aqui un parricida en quien este sentimien
to está tan deprimido como el del amor filial. Por lo
demás , algunos frenólogos dudan aun de la posicion
precisa de este órgano; pero yo lo admito. He aqui
una de las observaciones que se han hecho.
Se ha dicho : entre las personas que pueden fijar de
una manera sostenida la atencion sobre un objejlo, pón
ganse dos, tres, cuatro facultades en accion de un modo
enérjico para entregarse á la meditacion, y en estas per
sonas se encontrará desarrollada esta parte muy consi
BE FRENOLOGIA. 193
derablemente. Parece, pues, esta parte un medio de
concentrar la accion de los otros órganos en uno cual
quiera, particularmente por medio de los intelectuales,
pues que estos son los que se aplican al ecsamen de los
objetos esteriores. Esta cuestion no fue prevista por
Gall, pero ha aparecido despues queGall dejó de ecsistir.
Se ha querido señalar á este órgano el mismo sitio
que al de la habitatividad; pero, señores, estando la ha-
bitatividad en la naturaleza, y no pudiendo ser negada,
ía es preciso indispensablemente un órgano, y el que la
observacion le aplica es esactamente esta parte que os
he señalado. .
Mr. Vimont, que no me cansaré de citar, habiendo
tenido conocimiento de esta controversia, se decidió á
observar los animales bajo este aspecto, porque á ellos
precisamente aplicó sus facultades de observacion. En
virtud de eUa ha creido notar que los animales suscep
tibles de una atencion sostenida y dificil de distraer,
tales como el perro de caza en el momento de parar su
presa, y muchos otros de la especie de gatos ó filis,
que tienen mucha paciencia para acechar las suyas, pre
sentaban esta parte desarrollada de una manera notable.
Las primeras observaciones de este frenólogo se diri
gieron desde luego sobre el perro perdiguero , sobre la
zorra y sobre los galos en el momento de acechar sus
presas ; pero (estractamos sus palabras) no fue sino des
pues de haber reunido cerca de 700 cráneos de aves, y
de haber encontrado la misma conformacion en todas las
que estudiaban sus presas, cualesquiera Jque fuesen,
cuando se sintió convencido. El cuervo marino , la garza
194 curso
real, la garzota de crin ó plumage y el martin-pescadór
son citados por Mr. Vimont como poseedores de esta
disposicion hasta un punto muy notable. Ciertos perros
de caza tambien se la han ofrecido, mientras no ha po
dido descubrirla en el tejon. De aqui deduce que en el
hombre debe ocupar este órgano la parte superior de la
region señalada al del amor de las localidades; es decir,
que debe corresponder á la parte superior del occipital,
En este supuesto, la region de que tratamos, en vez de
un órgano contendria dos. ...
Ya veis, señores, que no ecsiste acuerdo perfecto so
bre esta cuestion ; pero puede deducirse, por los nume
rosos ejemplos que he referido, que las afecciones, sea
hacia los hombres , hácia los animales ó hácia los seres
animados , residen en esta region posterior del cerebro.

4. ADHESION.

El órgano que vamos á ecsaminar ahora , ha sido


nombrado afeccionividad por Spurzheim ; Gall le habia
llamado amistad. Como esta palabra no representa mas
que una aplicacion del órgano, Spurzheim la ha sustitui
do con otra que denota la afeccion en general. Otros,han
preferido una espresion que parecia mas pintoresca, la de
adhesividad. Combe es el que ha propuesto esta palabra.
Situacion. Este órgano está colocado en la misma re
gion que los precedentes, siempre en este punto seña
lado de amarillo en la cabeza-modelo núm. 4. Sobresale
DE FRENOLOGIA. 195
á la parte posterior y lateral de la cabeza al lado esterno
del amor de los niños, ó del cuidado de los pequeñuelos,
y de la eleccion, ó del amor de la habitacion.
-He aqui las circunvoluciones que le corresponden:
este pequeño grupo que se observa sobre este cerebro-
modelo, que dilata la parte posterior un poco lateral y
media de la cabeza.
Influencia directa. Este órgano está generalmente ad
mitido, y no hay un frenólogo que dude de las funcio
nes de esta region del cerebro. Inclina al hombre á la
amistad, y de un modo general al amor de la especie; y
es por consiguiente el germen y el movil de la asocia
cion. Es preciso un impulso para aprocsimar y mante
ner juntos los individuos de una especie.'El instinto de
asociacion precede á la reflecsion. Ciertos filósofos han
sido de opinion de que' solo por cálculo de sus intereses
es por lo que el hombre se asocia á sus semejantes;
pero esto no es cierto. El niño tiende á la asociacion;
se le ve inclinado á formar una sociedad con sus com
pañeros , antes de haber calculado las consecuencias que
pueden resultarle; los animales que tienen este órgano
no se aprocsiman seguramente por cálculo, sino en vir
tud del instinto que les conduce.
Es, pues, muy cierto que ecsiste un impulso, orgá
nico que conduce á los animales , que han adelantado
hasta cierto punto en la organizacion, á aprocsimarse
los unos á los otros , á amarse y á buscarse , haciendo
todo lo que es independiente de la inclinacion que les
guia á las riñas, &c. Uno y otro ecsiste sin embargo; las
contradicciones, aparentes al menos, estan estremada
1 96 cunso
mente multiplicadas en la organizacion del hombre y
de los animales.
Se preguntará tal vez , cómo el órgano puede sei al
mismo tiempo el de la asociacion, base de la civilizacion
en general y órgano de la amistad. Esto es difícil de
esplicar, y la misma reflecsion puede aplicarse al ór
gano de que tratamos anteriormente ; á saber , el de la
eleccion de las localidades.
Los frenólogos admitimos la eleccion de las localida
des en general ; pero no pretendemos esplicar por qué
un local determinado es preferido por un animal á cual
quiera otro. Esto seria ir demasiado lejos, y esto no es
posible; basta el poder indicar la inclinacion en general.
No es necesario hacer una objecion de imposibilidad
cuando podemos hacer conocer la razon de la eleccion
especial. El hombre ama al hombre en general, tiene
necesidad del hombre, y se aprocsima (i él antes de haber
pensado sobre esta, necesidad y de haber calculado las
consecuencias ; asóciase , pues, por instinto. En esta a-
procsimacion halla un individuo que le conviene mejor
que otro alguno, que simpatiza con él, y bien pronto se
establece entre ellos una amistad particular.
Pero Gall no habia considerado este órgano sino por
la relacion de los vinculos de amistad , propiamente di
cha. Spurzheim la ha estendido á la asociacion del hom
bre con el hombre en general, y ha hecho la observa
cion de que «ste órgano ecsistia igualmente entre los
animales. Aun hay mas, y es que la especializacion de
la afeccionividad , ó de la amistad, puede estenderse
hasta los mismos animales.
DE FRENOLOGIA. 197
El órgano de que hemos hablado no tiene mas que
•un objeto; el del amor de los hijos, que en las mugeres
suele alguna vez estraviarse, sustituyéndole con el de
los animales. Por eso, las que aman á los niños y tie
nen la desgracia de verse privadas de ellos, se adhieren
muchas veces á los animales domésticos, en los cuales
encuentran un cierto grado de afeelo que no se des
miente jamas, y los tratan en cierto modo, como niños
queridos. Esta observacion ha sido ya hecha por Combe.
Hemos visto que el amor de las localidades inspiraba
adhesion hácia una porcion de objetos, y que cuando
este órgano no estaba satisfecho resultaba una especie
de tristeza que se califica de sentimiento de un vacio
del alma. Ahora bien , estos dos órganos en el estado de
sufrimiento, contribuyen á la produccion de la nostalgia.
Este es un hecho que he podido confirmar entre los sol
dados jóvenes que caen en un estado de abandono y de
desesperacion cuando de repente son sustraidos de sus
hábitos ordinarios; lo que comprende los lugares que
habitaban, las personas con quienes vivian, sus parien
tes, sus amigos, y en fin todo lo que les era mas que
rido. Mas todas estas afecciones se refieren á la region
posterior de la cabeza ; asi se la encuentra constante
mente muy desarrollada en los nostálgicos; y este es uu
hecho que me he propuesto y conseguido rectificar en
tre los soldados jóvenes afectados de esta dolencia que se
hallan en nuestros hospitales militares.
Animales. Entre estos hemos dicho que el órgano ec-
siste lo mismo que en el hombre ; por eso los monos, y
particularmente algunas de las especies, le poseen hasta
1 98 curso
un grado muy notable; se les ve vivir en sociedad y
prestarse ausilios para procurarse alimentos. Las aves ,
nos ofrecen de esto algunos ejemplos en ciertas épocas
del año. Se ven muchas especies que se reunen, que
forman bandadas en las que se observa mucho orden,
sobre todo en las marchas. Esto es lo que se puede ob
servar en un gran número que viajan en masa, ó al
menos en grandes compañias, como las golondrinas, las
grullas, las codornices, las palomas zoritas, las cigüe
ñas, &c. que se buscan en ciertas épocas del año, por
que el órgano las obliga á reunirse y viajaren compañia.
El órgano de la asociacion se nota tambien en mu
chos animales cazadores; los perros á quienes habitual-
mente se conduce juntos á la caza, contraen amistad y
adhesion , y se entienden para la persecucion de la pre
sa. Los unos la levantan, los otros la esperan; y "en
todo esto se observa un trabajo de inteligencia y de de
sarrollo. Los lobos se socorren mutuamente en caso de
fuerza y de resistencia de su victima; aun hay mas; cuan
do un lobo se ha apoderado de una presa, que es mas que
suficiente á satisfacer sus necesidades, llama á otros lobos
que le ayuden á devorarla: en lodo esto hay verdadera
mente un fondo de asociacion. En estos actos se descu
bren los impulsos naturales independientes de la reilec-
sion, que conducen á los seres de una especie á reu
nirse los unos á los otros, bien sea por un fin comun,
tal como la satisfaccion de ciertas necesidr.des , ó ya so
lamente por el placer de estar juntos. Asi se observa
entre los caballos, entre las vacas , entre los carneros y
entre todos los animales domésticos que viven en socie
DE FRENOLOGIA. 199
dad, y aun en esto se descubre, la accion de otros órga
nos que los frenólogos han rehusado á los animales, y de
que hablaremos despues, como el respeto y la vene
racion, &.
Mr. Vimont cita, entre los animales, en prueba de
su sociabilidad y contratacion de amistades y de asocia
ciones y comunicándose signos de destreza, de alegria
y de participacion en los alimentos, á la corneja de ca
beza mitad blanca y mitad negra , á la chova , á la oca
doméstica, al grajo, &c. El papagayo presenta tambien
la misma disposicion ; se adhiere mucho al hombre aun
hasta el punto de haber merecido el titulo de insepara
ble ; y en efecto es una de las aves que llevan su adhe
sion hasta el mas alto grado.
Los, cuadrúpedos nos ofrecen ejemplos muy multipli
cados de adhesion , y el perro sobre todos con respecto
al hombre. Ecsiste una relacion entre el hombre y el
perro que se diferencia de la de un perro á otro perro.
El perro ama á su semejante, pero ama mucho mas al
hombre. Ademas le respeta , digámosto asi, porque es
palabra que no se han atrevido á presentar los frenólo
gos que han rehusado conceder cualidades superiores á
ciertos cuadrúpedos por reservarlas esclusivamente para
el hombre. Yo suscribo formalmente contra esta distin
cion, y muy pronto sostendré mi opinion.
Ejemplos. Hemos dicho, señores, que en generar su
cedia con mucha frecuencia que los órganos que forman
un grupo hacia la region posterior de la cabeza , se ha
llaban desarrollados simultáneamente. De esta opinion
es Schlabrendorff, segun el cual todos los órganos reu
200 CDRSO
nidos furman una masa considerable, en donde sobre
salen la adhesion y la amistad. No olvidemos esto cuan
do admitamos un criado. 'Alguna vez he tenido motivos
para arrepentirme de no haber fijado mi atencion en
esta circunstancia, y por el contrario, he tenido otras
lugar de aplaudirme por haberme parado en ella.
Ved aqui en una señora de alta clase un ejemplo muy
notable de desarrollo de este órgano simultáneamente
con todos aquellos que acabo de indicaros. Hemos dicho
tambien que generalmente este grupo de órganos esta
ba muy desarrollado entre las mugeres.
Este busto es el del antiguo párroco de Saint Etien-
ne du Mont, llamado Mr. Charpentier, hombre muy
distinguido por sus muchas virtudes. Veis como la amis
tad está desarrollada hasta el estremo, asi como el
amor de los niños y toda la region superior de la ca
beza que corresponde á los sentimientos elevados, que
muy pronto vamos á estudiar. Hay aqui lo que se llama
un escelente fondo; esta parte lateral, la que neutraliza
ordinariamente las influencias de estos sentimientos
cuando la inteligencia está debilitada: pues bien, en esta
cabeza la parte lateral es debil, y la inteligencia que es
fuerte concurre con los sentimientos, que acabamos de
indicar, á establecer todos los signos de una alta mora
lidad. En general el desarrollo simultáneo de las partes
superiores jamas es de mal agüero. ,
He aqui al negro Eustaquio que ha obtenido el pre
mio de virtud hace tres años por su adhesion estraordi-
naria hácia su señor, Mr. Berlin, y por actos de bene
ficencia multiplicados hácia aquellas personas que han
DE FREM)LOGIA. 201
tenido alguna relacion con aquel; no podia ver á un
desgraciado sin prestarle su asistencia. Esta porcion que
corresponde á la amistad, asi como todas las regiones
que acabo de indicaros, hablando de Charpentier, estan
muy desarrolladas. . •
Como ejemplo contrario presentaré á los ajusticia
dos, y esto es muy importante, porque estos desgra-^
ciados estaban en cierto modo avezados oi crimen, á lá
proscripcion y á la venganza de' las leyes. Ved comtf^í
amor de los niños, la sociabilidad y aun el amor dejfis
localidades estan deprimidas entre estos parricidns,
entre estos asesinos de profesion y entre estos vagamun
dos que no tienen domicilio, ni afectos hácia los hornos
ni hacia las cosas. Notad tambien que los sentirme
superiores y la inteligencia se hallan reducidos a lo i
minimo, porque es cierto que estas facultades no han
sido cultivadas enirti ellos; de este punto trataremos en
otro lugar.
Creo, pues, que todas estas observaciones merecen
ser apreciadas de los que quieren saber cuáles son los
seres en medio de los que estan obligados a vivir.
Ved aqui una cabeza muy notable , y es la de la fa
mosa Theroine de Mericourt que figuró en la revolu
cion por ideas muy ecsaltadas en politica. Era tambien
una heroina de amistad. Ved los órganos de la comba
tividad concordando con los de la amistad y los de la
imaginacion.
Aquellos son los afectos, los instintos de las afeccio
nes y los de la adhesion que estan mejor demostrados,
salvas las divisiones que se podrán hacer en ellos , se
202 curso
gun observaciones mus atentas y multiplicadas. Una ad
vertencia importante tenemos que hacer, y es, que lo
dos los órganos se prestan un mutuo ausilio, y que se
ven contrariados ó neutralizados por estos de que va
mos á tratar.
Hay otros instintos que son de una accion diferente
y que conducen á actos de violencia ó de egoismo. Los
órganos que los inspiran pertenecen á los lóbulos me •
dios, de los que ocupan aquellos las partes inferiores y
laterales esternas. Asi , ved alli todos los lóbulos poste
riores , asi como el cerebelo que son el asiento de las
afecciones amorosas y caritativas , y ved aqui en esta
region media que corresponde al lóbulo medio, órganos
de una naturaleza moral casi opuesta.

5. COMBATIVIDAD.

El primero que se presenta es el que Gall habia lla


mado órgano del valor.
Situacion. Está colocado en la parte lateral y un poco
posterior de la cabeza. A este órgano sigue otro que
ha sido llamado de la destructividad. Gall habia hecho de
estos dos un solo órgano: habia considerado á toda la
parte que domina el conducto auditivo como el órgano
del valor, de la riña , de la inclinacion á las querellas,
sin distincion. De aqui se ha establecido una division;
se ha notado que la parte posterior de esta region, in
dicada con el número 5, correspondia particularmente
DE FRENOLOGIA. 203
al valor y se ha buscado la definicion de valor. Yedla
aqui : :
Influencia ó accion primitiva. Esla es una tendencia
á ofenderse por la resistencia , á redoblar la accion por
la oposicion , á no dejarse abatir , ni desanimarse y
cuando el órgano está muy pronunciado , á desplegar
tanta mas accion cuanto mayor es el obstáculo. Este
impulso es sostenido; obra de un modo continuado sobre
el caracter y suministra un fondo de .contradiccion y de
oposicion que obra siempre unas veces mas , otras me
nos. No es este el impulso colérico del momento, no es
un arrebato pasagero , sino una animosidad habitual,
sostenida, que arrostra el peligro, que le contempla
sin arredrarse y que adquiere nuevas fuerzas en los obs
táculos que encuentra.
Aplicacion y combinaciones. Esta facultad, asi defini
da, es muy diferente de la del órgano de la destruccion,
de que vamos á tratar inmediatamente. Cuando esla in
clinacion es muy considerable, llega hasta el estremo
de inspirar el deseo de la querella y de la dispula, y
entonces forma lo que se llama caracter pendenciero;
pero esto sucede cuando no está combinado con los sen
timientos elevados y con los instintos afectivos, que aca
bo de indicar, y que neutralizan hasta cierto punto la
accion de este órgano , asi como el de la destruccion,
de que vamos á tratar.
Punto es este que no debemos perder de vista, por
que el que posee todos estos órganos puede esperi-
mentar sucesivamente la influencia de los unos y de los
otros , y dejarse conducir ya al uno ya al otro , á atem
201 ' CURSO
perar este por aquel. Esto se observa todos los dias en
el estado de civilizacion por la influencia de la educa
cion , de la esperieiicia y hábito del mundo , lo que no ,
se nota en el estado salvaje, en que el hombre se aban
dona siempre á sus primeros impulsos; y en fin, es lo
que nunca sucede, al menos espontáneamente, que mas
el hombre salvaje se abandona á sus propios impulsos,
en tanto que una fuerza estraña no venga á reprimirlos.
Animales. Entre estos, el brgano de que tratamos no
se distingue muy bien del de la destruccion, porque no
se puede comprender en el animal el móvil de sus accio
nes. Sin embargo se esperimenta entre algunos, que no
tienen necesidad de matar á ningun otro animal para
alimentarse, una propension á la cólera y aun un ver
dadero corage, tal como le observamos en el caballo, en
el toro y en el gallo. Entre estas especies de animales,
el sitio del órgano se manifiesta, segun el parecer de al
gunos frenólogos, en la parte superior y un poco poste
rior de la oreja, y dilata considerablemente la cabeza
en esta region.
Ejemplos.. Se encuentran frecuentemente entre los
generales que han sido notables por su valor y por su
sangre fria en el peligro, y aun por cierto placer en es
ponerse. La cabeza del general Lamarque es un ejem
plo muy palpable de esta verdad; considerad, pues,
cuán larga es : la del general Foy presenta la misma
disposicion; lo mismo sucede con la de Jorge Cadoudal
que ha sido estremadamente distinguido por su valor. Si
sobre esta cabeza tiramos una linea de un conduelo au
ditivo á otro, pasando por el vértice de la cabeza, vere
DE FRENOLOGIA. 205
mos que ía parte posterior es mas larga que la anterior?
si con el fin de adquirir mejor certeza, tiramos la linea
de una oreja á b otra que describa un semicirculo pa
sando sobre la frente, y «la comparamos á la otra
dirijida por el occipucio, advertiremos que el segundo
de estos dos semicirculos será mns grande que el prime
ro: lo que prueba que los instintos superan á la inteli-
jencia y que deben dominarla. Esta disposicion se obser
va muy pronunciada en Theroine de Mericourt.
Puede acreditarse mucho valor por fuerza de la re-
flecsion, por el impulso de otro órgano, del amor pro
pio sobre todo, ó de la estimacion de si mismo; pero en
esto padece ja organizacion por la esposicion al peligro.
En estos casos la conformacion no es la misma y voso
tros la concebis, sin necesidad de presentaros ejemplos.
El valor se aplica á todas las necesidades dela vida.
Ecsiste el valor militar, el valor civico, el valor en las
empresas, en las disputas filosóficas, teológicas y politi
cas; en una palabra, el valor es siempre valor en todo.
Ved aqui la cabeza de Casimiro Perier, muy notable por
su valor y firmeza; la region que estudiamos se encuen
tra en él muy desarrollada. Ved tambien al abad Gre
gorio que se ha hecho célebre por muchas y bellas cua
lidades, y entre otras por su valor civico y por su firme
za; otros órganos concurrian con este. Observemos tam
bien la cabeza de Benjamin Constant y veremos la lar
ga distancia que tiene entre las dos orejas. Ved á Ma-
liencio, viajero lleno de valor ; notemos el desarrollo de
este mismo órgano con otros muchos; el de la genera
cion no está cu armonia con aquel y la conducta de es
206 curso
te hombre se ha observado siempre acorde con la or
ganizacion de su cerebro.
Ecsaminemos ahora ejemplos contrarios; ved la de
presion que ecsiste en esta cabeza de un matemático
geómetra. Esto no quiere decir que no se pueda ser geó
metra y tener mucho valor, porque los órganos son in
dependientes los unos de los otros.
Defecto. Los ejemplos de la falta de valor son tan nu
merosos que no seria muy difícil encontrarlos. Por eso
la singularidad de esta cualidad predominante, es la que
hace adquirir estimacion ; y ved aqui por qué se tiene
tanto respeto al hombre valiente que no teme la contra
diccion y arrostra la muerte con serenidad. Todos tene
mos este órgano; pero se Wr pone mas ó menos facil
mente en accion segun el grado de desarrollo que ha
adquirido y el ejercicio en que ha estado, porque es una
verdad que en tiempo de guerra, cuando el soldado se
presenta diariamente al fuego enemigo hace menos caso
de la vida que cuando está en tranquila guarnicion. Ei
hábito de manejar las armas produce el deseo de servir
en ellas y hace mas frecuentes los duelos de lo que son
en las demas situaciones de la vida social.

6. DESTRUCTIVIDAD.

El órgano por el que vamos á terminar esta leccion,


es el de la destructividad, o tendencia á la destruccion.
DE FRENOLOGIA 207
Hemos dicho que Gall habia confundido este órgano con
el precedente, pero no se podrá, negar que ecsiste entre
los animales necesidad de destruir; desde el zoofito
hasta el hombre se mantiene por la destruccion el ser
organizado. Creo que seria necesaria una espresion mas
general que la de destruccion para designar el impulso
primitivo. ,
Situacion en el hombre y en los animales. El órgano
de que nos ocupamos es esta masa, sobre todo esta par
te inferior del lóbulo medio, «que impele á los animales
á los actos necesarios á la alimentacion , actos entre los
que la destruccion figura en primera linea. Se la ha co
locado en una circunvolucion prolongada, horizontal,
situada inmediatamente encima de la oreja, delante del
órgano del valor y detras del de la eleccion de los ali
mentos, órganos de los cuales el primero es como su es-
tremidad posterior, y el segundo su estremidad ante
rior. Prolonga la cabeza por encima y muy cerca de la
oreja en ambos lados, lo que le hace muy sensible cuan
do está muy desarrollado.
Los carnivoros estan obligados á destruir porque no
viven sino de la destruccion; y estan escesivamente
multiplicados; el hombre es omnivoro , por consiguien
te es carnivoro hasta cierto punto, y como él, los her-
vivoros verifican una verdadera destruccion sobre las
plantas. Una porcion de aves, un inmenso número de
insectos, viven solo de destruir , de modo que la es
cena del mundo animado, no es otra cosa que una es
cena de destruccion.
Es, pues, preciso que haya un órgano que presida este
208 curso
movimiento general de destruccion ; y esta se verifica
con mns ó menos energia é impetuosidad segun los obs
táculos que encuentra el animal. Asi, entre los pesca
dos, en los que no ecsiste, digámoslo asi, ataque ni c6-
lera, el órgano de la destruccion ecsiste, pero obra
friamente. En el leon, en el tigre, en el loto y otros
animales que están destinados a acometer presas pro
porcionadas y aun superiores á sus fuerzas , y que tie
nen el instinto de oponer resistencia , el órgano toma
entonces un nuevo grado, de desarrollo y de actividad,
escita la cólera que aumenta la fuerza y actividad del
aparato ¿muscular, favorece el ardid que se desplega al
mismo tiempo y pone al animal en el caso de derribar
una presa mucho mas fuerte que él.
Este órgano ecsiste también en el hombre ,'y se pro
nuncia encima del conducto auditivo por una circunvo
lucion muy dilatada que podemos observar en el cerebro
modelo, y ecsiste en todo cerebro. Esta circunvolucion
es mas ó menos fuerte que la intensidad de la propen
sion á la destruccion.
Mr. Vimont ha notado que entre los animales, cuyo
cerebro es prolongado, el órgano no forma al esterior
prominencia considerable, pero si prolongacion bastan
te marcada.
La idea de este órgano está tomada por la compa
racion que se ha hecho de los animales carniceros, con
los herbivoros, porque en general los carniceros tienen
esta parte mas larga que los herbivoros.
Impulso primitivo y aplicaciones. Si es verdad que
el destino primitivo de este órgano es la satisfaccion de
DE FRENOLOGIA. 209
la necesidad del alimento , puede esplicarse por qué en
el hombre en quien ecsiste constantemente, no siempre
es predominante; si no se ha ejercitado, apenas se notan
vestigios de su influencia. Puede de tal modo estar*do-
minado por otros órganos que parezca que no ecsiste.
Asi Gall y Spurzheim casi no le han admitido sino entre
aquellos que ofrecian rasgos marcados de él. Sin embargo,
es cierto que ecsiste en todos los individuos; pero es falso
que esté siempre desarrollado en el hombre, como se ha
asegurado hace poco tiempo. Se observan grandes dife
renciasen el volumen que presenta; aun ecsisten nacio
nes enteras en las que apenas puede observarse su des
arrollo y no se le aplica sino á la destruccion de los
animales; tales son los habitantes de las orillas del In
do que solo viven de vegetales. JPor el contrario, se en
cuentra siempre este órgano desarrollado entre los pue
blos cazadores; porque segun confesion de todos los fre
nólogos, la inclinacion á la destruccion es el principal
elementó de la pasion á la caza , y se ve ordinariamen
te á los guerreros cómo reemplazan la destruccion del
hombre, en sus momentos de ócio, con la de los ani
males. La destruccion se aplica como el valor á todas las
acciones de los hombres prestándoles el estimulo de la
cólera, cuyos efectos se moderan por , la circunspeccion
y las facultades superiores. Cuando es escesivo en el
hombre conduce á la destruccion por el placer solo
de destruir, y esto se aplica tambien á los objetos in
animados. La devastacion de las propiedades, la des
truccion de los muebles y de los utensilios mas necesa
rios al enemigo, siempre han ido de concierto con, el
2t0 • GBBSO
asesinato, en las invasiones de Jos pueblos bárbaros.
Ved aqui lo que ha escrito mas digno de notarse sobre
este órgano Mr. Vimont á quien yo hubiera recurrido
con mucha mas frecuencia, porque es el único que se ha
aplicado al estudio de los animales, por lo relativo á la
Frenologia. El cree que esta facultad ecsiste en todos los
animales sin escepcion, mientras que Gall y Spurzheim
han hecho mal en concederla tan solo á los carnivoros y
roedores. Hace tambien. la muy juiciosa observacion de
que el hombre que posee este órgano no siempre está
inclinado á destruir. Asi en ciertas épocas le repugnan
los alimentos animales prefiriendo los vegetales; dedu
ciendo de aqui que este órgano es comun á la destruc
cion de los animales y vegetales. Mr. Vimont observa
tambien muy ingeniosamente, que el universo no es
mas que una escena de destruccion, y este hecho está
generalmente admitido entre los naturalistas. Estoy
tambien conforme con Mr. Vimont en que los actos
de muchos animales que no atacan á otros, solo pueden
referirse á este órgano. De este modo vemos al castor y
á la ardilla cortar ramas y arrancar cortezas para cons
truirse habitaciones.
Se han querido poner estas ideas en ridiculo , aun en
una academia, porque las academias aunque sabias, no
son siempre muy reflecsivas ; alguna vez, mas que re-
flecsivas, son apasionadas; muchas otras reciben en cues
tiones que no comprenden los impulsos que les vienen
de repente como un huracan, de un orador insidioso, y
les comunican impensadamente una pasion muy mani
fiesta en pro ó en contra de la cuestion sobre que se de
DE FRENOLOGIA. 211
libera, y su juicio no siempre es conforme á la espe-
riencia y á la razon. Se ha creido ridiculo en una socie
dad sabia de este género , decir que la destruccion de
los vegetales debia compararse, segun los frenólogos, con
la de los animales. Por mi no encuentro motivos para
rechazar esta idea, si el fin fundamental del órgano es
el de procurar los medios de alimentacion, como parece
lo mas cierto.
Ved aqui algunas observaciones que apoyan esta opi
nion. Si se ecsamina la direccion del nervio olfatorio
en el carnero, se verá que un grueso cordon nervioso
que es el tronco de este nervio, viene á perderse en el
lóbulo medio; y en efecto por el olfato es por lo que
este animal y otros herbivoros conocen el vegetal que
les conviene. Esta operacion se verifica bajo la direc
cion de esta parte del cerebro guiada por el sentido del
olfato. Ahora bien; pues que se admite en el hombre
un órgano para la eleccion de los alimentos y se le co
loca en la estremidad anterior de la circunvolucion que
afecta á la destruccion , ¿no deberiamos creer que , mas
desarrollado entre los herbivoros este órgano hace mas
considerable y dilatada la circunvolucion toda entera?
ó en otros términos: ¿que esta circunvolucion que
está situada hofizontalmente encima de la oreja y
que llena dos funciones en el hombre , no sirviese
mas que á una en los herbivoros; es decir, la de dis
tinguir entre los innumerables vegetales sobre los que se
pasean incesantemente sus conductos olfatorios, aque
llos que son mas propios a su nutricion y á determi
nar la eleccion de los que mas Jes convienen? Esta es
212 chuso
una idea que someto al juicio de los frenólogos.
Entre los pescados, segun la observacion de Mr. Yi-
mont, el órgano ecsiste siempre, pero tiene menos ac
tividad en él que los animales que estan obligados á
combatir por les alimentos. Entre las aves, en tanto gra
do está mas pronunciado este órgano, en cuanto se ven
precisadas á atacar presas mas fuertes y que mayor re
sistencia oponen; ya he hecho anteriormente esta ob
servacion.
Ausiliares. La destruccion parece tener por ausilares
al valor y a la necesidad de la alimentacion, ó ham
bre , que se refiere al órgano de la eleccion del ali
mento, es decir, los dos órganos que parece hacer un
cuerpo con él. Nadie ignora qué escenas de furor ha
producido el hambre muchas veces sobre los navios en
alta mar, y en las playas aisladas á donde han sido ar
rojados los desgraciados náufragos. El hambre predispo
ne sobre manera á la cólera á las personas entre quie
nes se encuentra mas desarrpllado el órgano de la des
truccion, y son necesarios motivos muy poderosos é in
fluencia de la razón para contener esta pasion. Á esto
puede tambien añadirse el ardid, cuya accion se agre
ga frecuentemente á la necesidad de destruir. En fin,
el orgullo y la envidia le prestan un verdadero ausilio
en esta malhadada época en que la devastacion acom
paña al asesinato.
Antagonistas. Por cierto que lo dicho de los ausilia-
res es muy deplorable, pero es un hecho. El órgano de
la destruccion no produce estos efectos sino cuando se
halla en combinacion con las ausiliares , y libre en su
DE FRENOLOGIA. 213
accion de influencia de órganos poderosos capaces de
darle impulsos enteramente opuestos. Asi, si ecsiste en
el individuo mucha, amistad, bondad, veneracion, y
conciencia que coincida con Una intelijencia enérgica , y
si los órganos de estas facultades han sido ejercitados,
es bien cierto qne tendrá poderosos resortes, dispuestos
siempre á contener al órgano de la destruccion en sus
impetus. Si por el contrario estos órganos se encuen
tran deprimidos, como lo observamos en todos los fora-
gidos, sino se hallan ejercitados , si el hombre ha reci
bido una educacion incompleta, ó no ha tenido instruc
cion alguna, el predominio de la destruccion producirá
todo su efecto. Entonces se destruirá, si , pero sin placer,
sin calor y sin energia, como podemos observar en el
ecsamen delos pueblos salvajes , y aun entre los árabes
limitrofes á Argel. Bien sabeis con qué placer corlan
las cabezas. Los periódicos nos han hablado de un árabe
que habiendo asesinado á un francés le habia abierto el
vientre y se complacia en arrancarle las entrañas y es
cupirlas al arrojarlas á un lado.
Ved aqui rasgos de ferocidad estrema. Se encuentran
tambien otros no menos propios á inspirar horror: to
dos los tormentos que han sido inventados por los hom
bres para vengarse, ó para arrancar confesiones de par
te de las personas sospechosas de crimenes ya politicos
ó ya religiosos, presentan el efecto del desarrollo esce-
sivo de este órgano de la manera mas asombrosa y mas
deplorable, y el de la falta ó impotencia de los que pu
dieran reprimirle; se puede afirmar, sin temor de enga
ñarse, que su mas poderoso antagonismo, el único quizás
214 curso
con que se pueda contar, es el desarrollo y ejercicio de
los órganos de la inteligencia, es decir, la instruccion,
porque los escesos del poder y el fanatismo son el efecto
de la ignorancia.
Este órgano influye poderosamente sobre el caracter.
Si las partes laterales del cerebro destinadas á la des
truccion se modifican en su desarrollo , dan al individuo
una conveniente actividad: aunque fuesen muy fuertes,
hb tendrian por resultado la ferocidad si los órganos que
pueden servirles de contrapeso estuviesen tambien muy
desarrollados. Pudiéramos presentar cabezas de genera
les cuyos órganos de valor y de destruccion estaban muy
pronunciados. Asf, ved en esta cabeza , al lado de estos dos
órganos, el desarrollo no menos considerable de la con
ciencia, de la estimacion de -si mismo, de la firmeza y
de la reflecsion. La parte de la benevolencia y la de las
afecciones sirven aqui para producir un contrapeso. En
tre los ladrones , el órgano de la destruccion dilata las
partes laterales de la cabeza con el del ardid y la propie
dad, y casi siempre hay en ellos una depresion de los
órganos anteriores y superiores, destinados á la inteli-
jencia y á los sentimientos morales, que han sido muy
raras veces cultivados, porque la mayor parte de los
ladrones y de los asesinos pertenecen á la clase no ins
truida. El ejemplo de Lacenaire parece que es una eg-
cepcionde esta regla; le ecsaminaremos, porque no quie
ro darlo como seguro, ni pretendo que sea una escepcion
real. La cabeza de Lacenaire está sometida á las mis
mas leyes que hemos aplicado á todas las demas.
Defecto. Un debil desarrollo del órgano de la destruc
. DE FRENOLOGIA. 215
cion produce en nuestras costumbres repugnancia á to
da idea de asesinato y de violencia. De aqui resulta ca
si la absoluta imposibilidad de esperimentar cólera, y
sobre todo, resentimiento. Pero tambien á las facultades
superiores les falla muchas veces el estimulo necesario
para comunicar la accion. Entonces , como ha mostrado
perfectamente Combe, el hombre siente y los demas,
ven como él que su resentimiento está destituido de
fuerza y que es debil é impotente; el malvado le insulta
y puede con impunidad maltratarle.
Conclusion. El órgano que tiene por fin primitivo la
satisfaccion de la necesidad de la nutricion, imprime
cierto caraeter, y asociándose con el del valor, influye
de una manera sumamente poderosa sobre todos los ac
tos de la vida del hombre , pero no obra sino de con
cierto con otros órganos" que pueden aumentar ó dismi
nuir su accion: Cuanto mas avancemos En el estudio de
la Frenologia, tanto mejor sé irá comprendiendo esta
compensacion y esta moderacion de los unos órganos
por los otros.
10 de junio de 1836.

ALIMEItTIVIDAD V BIOFILIA. (I)

Señores:

Ocupándonos de las funciones del lóbulo medio, llega


mos á dos órganos que no estan todavia generalmente
admitidos por los frenólogos, pero cuya ecsistencia y

(1) Estos dos órganos no están señalados con número en la


lámina, donde cada uno.se distingue con una X.
218 curso
situacion es muy probable; estos son el de la alimenti-
vidad y la biofilia, (amor de la vida.)
-r-— j-o-:^—•

ALIHENTIYIDAD.

La alimenlividad , espresiori de Spurzheim , determi


na la eleccion del alimento; es, segun se cree, el órga
no del sentimiento del apetito, pero se le aplica parti
cularmente en el hombre á la delicadeza de su paladar,
á la eleccion de los alimentos, á lo que en otro tiempo
se llamaba glotoneria, y que hoy se decora con el pom
poso nombre de gastronomia.
Parte histórica. Al frenólogo Combe le llamó la aten
cion la terminacion del nervio olfatorio , es decir , del
nervio de la sensacion del olfato, que viene de la nariz
y de las fosas nasales á las circunvoluciones de la base
del lóbulo medio. Le pareció muy grueso, y notó que
se apoyaba en este tejido, particularmente en los carne
ros , lo que tambien es comun á muchos animales her
bivoros. Concluyó de aqui que esta porcion del sistema
nervioso seria para la eleccion de los alimentos. En efec
to, vemos que en tierras de pastos, en un prado en me
dio de una porcion de plantas que se presentan á la bo
ca del animal que pasta, es. necesario que haya una fa
cultad en él para distinguir las que son nocivas de las
que son propias á su alimentacion ; y como nada se
hace sin los nervios, es necesario admitir una porcion
del sistema nervioso destinado á esta funcion. Pero co
DE FRENOLOGIA. 21D
mo está demostrado que era por el olíalo, cuyos con
ductos estan prócsimos á la boca, como llegaba al cere
bro del animal la percepcion de los alimentos, se han
indinado á concluir, que en esta percepcion estaba com
prendida la facultad de distinguir lo que convenia y lo
que debia ser desechado. Esto se concibe facilmente,
y es superior á todos los raciocinios fllosóficos y psico
lógicos á priori, que jamas podrian adivinar este fenó
meno, obser vando el juego intrinseco de su yo. Este es
un hecho de historia natural, como lo comprendeis per
fectamente. 1
Este órgano ha sido admitido por las observaciones
de un frenólogo llamado Mr. Crook, y por las de otro
de Compenhague nombrado Mr. Hoppe.
Se dió noticia á Spurzheim de estas observaciones, y
admitió el órgano, pero le consideró dudoso; porque,
señores, presento la ciencia tal como ella es, sin entu
siasmarme en pro ni en contra de ninguna opinion.
Situacion. Este órgano está colocado en la fosa zigo-
mática que es esta parte que veis por debajo de esta bó-
beda huesosa; se diseña tambien en la cabeza entera hácia
la parte anterior del lóbulo de la oreja. Está oculto bajo
el músculo temporal , y prolonga la cabeza en esta re
gion de un modo bastante sensible por debajo de la cons-
tructividad y delante de la destructividad. De esto tengo
un ejemplo muy notable en una muger, que he comu
nicado á Mr. Descuret, médico muy distinguido y de
una gran sagacidad , y lo ha adoptado.
Esta muger ha muerto á fuerza de satisfacer su ape
tito; se comia la racion de quince á diez y ocho per
220 curso
sonas cuando estaba en el hospital de la Salitreria. -Des
pedida de este establecimiento, adoptó todos los medios
posibles para robar pan y otros alimentos. Padecia, ade
mas de esto , una inflamacion del estómago , una gas
tritis; y ha concluido por tener que recogerse en la
Glaciére, no teniendo ya otro recurso para vivii*. Aqui,
devorando, toda especie de alimentos vegetales, todas las
plantas, todas las raices que se le presentaban, pero pri
vada dela facultad que poseen los animales herbivoros de
distinguir las propiedades nocivas ó favorables de estas
sustancias, se ha atracado devegetales malsanos , particu
larmente de plantas de la familia de los ranunculas esce-
sframente acres y estimulantes;'yha sucumbido á los pro
gresos de una horrorosa gastritis. Mr. Descuret ha con
servado y posee el cráneo de esta infeliz, y ha hecho una
moldurad» él. En esta moldura el órgano corresponde
á esta region que señalo; es decir, á la parte anterior de
la misma circunvolucion que es considerada como órgano
de la destruccion , núm. 6, que es casi el doble del es
tado ordinario.
Impulso primitivo. Mr. Vimont , á quien tantas ve
ces he citado, porque es el único segun mis conocimien
tos , que ha hecho esperimentos continuados sobre los
animales , y porque ademas lo merece por la sagacidad
que ha demostrado; ha hecho sobre este órgano obser
vaciones interesantes. Cuando apenas nacido el niño
busca la teta de su madre, obedece, segun Mr. Vimont,
á la influencia de este órgano. Hemos dicho que esto
procedia del instinto, le inclinaba áeste acto: pues bien,
ved aqui este instinto, segun el autor. El pollo que reco
I)E FRENOLOGIA. 221
ge el grano que le conviene; el pato polluelo correal agua,
obedeciendo al instinto.de las localidades, y en ella en
cuentra en virtud del instinto de la alimentacion , la be
bida y la comida que le conviene.
Añade Mr. Vimont, que escitado por este órgano el
niño, egerce todavia la succion en el momento misma
que se le presenta la teta , aun despues que está saciado
de ella: luego la sensacion del hambre no es el so!o mó
vil en esta accion ; hay, pues, un impulso en estremo
fuerte que sobrepuja á la necesidad del estómago. Y en
efecto , ciertos glotones , seducidos por el sabor de
nuevos manjares, comen todavia con ansia despues de
haber satisfecho completamente el apetito.
£1 hombre adulto, colocado bajo la influencia activa
de este órgano, no resiste siempre-i la sensacion ni á
la tentacion que escitan en él las cosas propias á desar
rollar y reanimar su apetito. Sobre todo en las convale
cencias es cuando la accion del sentido de la alimentivi-
dad predomina; llega hasta «1 punto de causar una
especie de delirio cuando los convalecientes no se hallan
satisfechos, ó se les priva de un alimento que habia es
citado su deseo, y entran en un movimiento de cólera é
en un estado de desolacion inesplicable, hasta el estre-
mo de verter lágrimas: estado de que ellos mismos son
los primeros que se rieri luego que su restablecimiento
se ha completado. Seguramente es necesario un impul
so para esto, y yo no puedo atribuirlo á otra cosa que
á este órgano.
Todos los animales vertebrados tienen una parte del
cerebro afectada para la eleccion de los alimentos; pero
222 , curso
esta parte sin duda no obra siempre por el impulso del
nervio olfatorio. En el hombre no es solo este nervio el
que pone en accion el instinto del alimento ; ya lo be
probado, citando á esta desgraciada que ha muerto por
haber devorado plantas insalubres. El sentido del gusto
contribuye á esto, pero ninguno de estos sentidos ilus
tra perfectamente al hombre sobre la salubridad ó la
insalubridad del alimento: esto lo hace solo por la espe-
riencia. El hombre tiene la desventaja de ser menos
apto que los animales para reconocer en el mundo es
tertor lo que conviene á su alimentacion.
El desarrollo de este órgano puede tener por resul
tado, ne solamente la glotoneria,, sino tambien la ebrie
dad , segun los frenólogos ; hace á los hombres delica-
cados , segun los mismos observadores, sobre la prepa
racion de los manjares^ porque han notado que los ca
tadores de vino y los Apicius, tienen siempre la cabeza
ancha en esta region por encima de las apofisis y las
fosas zigomáticas. Segun este modelo los representa tam
bien Brillat Savarin en su Fisiologia del gusto.
Mr. Vimont piensa que los fumadores muy apasio
nados deben este gusto al desarrollo del órgano que nos
ocupa : y esto aunque parezca insignificante, he querido
deciroslo porque nada debo callar en este curso.
• Este es uno de los primeros órganos que se ponen en
accion despues del nacimiento , y uno de los que
persisten mas largo tiempo; pues que, como la espe-
riencia de todos los tiempos lo ha acreditado, la pasion
de la mesa ha sobrevivido á todos los demas gustos, y á
todas las demas pasiones , en la edad .avanzada. Se ha
DE FRENOLOGIA. 223
observado tambien, que este órgano, predomina muchas
veces entre las rñugeres cloróticas que tienen depravado
el gusto, que comen yeso, y otras cosas estraordinarias, ,
y entre los locos que se sacian de alimentos asque
rosos.
Animales. En cuanto a) lugar que ocupa este órgano
entrelos animales, ved aqui, cómo piensa Mr. Vi-
mont : le coloca enja fosa zigomática por debajo del ór
gano de la propiedad, delante del de la destruccion, de
que es una continuacion, formando parte de la misma
circunvolucion, , y correspondiendo á la grande ala del
esfenoides ; ocupa todo el espacio comprendido entre
una linea derecha, tirada de la base de la apofisis zigo
mática por la grande ala del esfenoides.
Es muy notable esto en los cuadrumanos y en los
cuadrúpedos carniceros , y su posicion es la misma que
en el hombre; se le encuentra en los perros y en los
gatos; y ecsiste en todos los animales voraces, como
continuacion y ampliacion del órgano de la destruccion;
en las aves se les vé por encima y un poco dentro del
ángulo arbitrario estenio. El autor cita al cuervo mari
no, á la gaviota, al pato y otros, en los que este ór
gano se manifiesta muy pronunciado, porque todas
estas aves son. muy notables por su estrema voracidad.
He ahi, señores, lo que concierne á la alimentividad.
Vamos á tratar del otro órgano, considerado como dudo
sa, pero que sin embargo principia á tener votos en su
favor. El órgano de que acabamos de hablar parece que
no ofrece esta duda, porque, aunque no se halla señalado
con número en la lámina.catálogo de los reconocidos, le
224 curso
admiten los frenólogos mas circunspectos, y yo no co
nozco á ninguno que niegue su ecsistencia. Yo presu
mo , por las observaciones que llevo hechas y por
algunas otras, que aunque menos positivas , concurren
con la esploracion de muchas persdnas de buen apetito,
que ecsiste realmente el órgano de la alimentividad^

BIOFILIA.

El otro órgano, que se podria llamar biofilia, es el


amor de la vida , dicho tambien de la conservacion,
y que se le define por un impulso, á huir sin reflecsioa
del peligro ; este se dice ser el deslino primitivo de este
órgano. He dicho, sin reflecsion, porque como antes
tengo manifestado, todos los órganos de los instintos y
de los sentimientos obran sin. ella.
Historia é impulso primitivo. Este órgano foe pro
puesto por Mr. Vimont; hablo por sus obras, porque
confieso que no he ojeado los anales de la Frenologia in
glesa, americana y danesa, para asegurarme de si ver
daderamente ha sido Mr. Vimont el primero que ha
concebido esta idea; pero él asi lo afirma.
Ni Gall , ni Spurzheim habian sospechado siquiera
la ecsistencia de este órgano. Segun el último , el amor
de la vida, debia entrar en la timidez, en el miedo; ti
tubeaba sin embargo en afirmar si era esta una cualidad
negativa de carácter , opuesta al valor , á la destructi
vidad y á la firmeza, como lo habia pensado su maestro,
DE FRENOLOGrA. i 225
6 si dependia en gran parte de la circunspeccion, consi
derada por él como órgano de la timidez. Esta esplica-
cion bastó a Spurzheim á quien he oido tratar esta
cuestion , para dar cuenta del amor de la vida ; pero se
ñores, es muy natural el pensar que una facultad que
puede determinar los movimientos repentinos de huida,
no es una cosa negativa; es muy probable que haya en
esto actividad. Mr. Vimont, se ha detenido en esta
cuestion que ha juzgado de gran peso , y voy á comu
nicaros sus observaciones.
Es, segun él, una facultad que se muestra fácil
mente entre los animales. El citado autor, le atribuye
el llanto del niño en el momento de nacer, y pretende
que hay un impulso que le escita á pedir de un modo
vago que le eviten el dolor y sufrimiento, cualquiera
que sea. El grito que dan los animales jóvenes cuando
alguna cosa les asusta , la repentina huida entre algunas
especies al menor ruido ó movimiento del aire que les
rodea , son la espresion de este instinto. Ya conoceis
que no pueden calcular sus consecuencias; pero oyen el
ruido, ven un movimiento que no conocen , una figura
que no pueden juzgar por el raciocinio que sea su ene
miga y huyen; luego instintivamente es por lo que toman
la fuga. En este caso se encuentran una porcion de ani
males salvages jóvenes, y aun ecsiste en las madres un
instinto que corresponde á él , porque cuando ven un
enemigo , al instante dan un grito , y este es compren
dido en el acto por el instinto que describimos , é inme
diatamente sus hijuelos se refugian cerca de ella y los
pollos se ocultan bajo las alas de la gallina, los gervos pe;
126 curso
queñuelos se esconden en la bolsa ó buche de su madre.
Estos hijuelos desarrollados imcompletamente, salen,
buscan el sol, y si se acerca algun enemigo, la madre da
un grito y al instante se refugian en el saco que está pro
visto de los pezones de las tetas á las que los hijuelos se
agarran para mamar. Ya veis que hay en estos animales
una organizacion particular , una prevision de la natu
raleza. Se observa en la hembra jóven cuando siente el
peligro, un grito cuya significacion es comprendida sin
raciocinio por el órgano del amor de la vida y que escita
á sus hijuelos á buscar la manera de salvarse.
Tales son las observaciones sobre las que Mr. Vimont
ha reflecsionado á mi parecer con mucha sagacidad, y
jamas la filosofia del yo, del sentido comun ó del senti
miento trasformado, hubiera encontrado aquellos hechos,
porque, señores, es la observacion de la naturaleza la
que los ha descubierto. Verdaderamente se hace necesa
ria una facultad activa para producir actos tan súbitos y
tan pronunciados, porque es imposible atribuirles al de
fecto de alguna otra facultad, es decir, á una negacion,
porque en general esta nada produce. Asi, no es el ardid
ni la circunspeccion las que esto producen, pues que el
ardid es otra cosa, y la circunspeccion se diferencia toda
via mas de esto.
Relativamente á la localizacion de esta facultad , las
observaciones de Mr. Vimont, no produjeron ningun
resultado; sin embargo, segun su obra, ved aqui lo que
le suministró algunos datos. El autor que nos ocupa,
estudió las costumbres de muchos conejos que vivian
en comunidad; entre ellos encontió uno que huia al
DE FRENOLOGIA. 227
menor ruido , le cojió, le mató y ecsaminó su cerebro;
la parte inferior é interna del lóbulo medio, la encontró
doble de cual era en los demas conejos con los que aquel
fue comparado.
Es necesario ahora mostraros el órgano, segun lo en
tiende este autor. Ved alli la destruccion, ved tambien
el apetito ó eleccion de los alimentps; pues por debajo
observareis un grupo que forma la base del lóbulo me
dio: pareciéndole esta parte mas desarrollada en una
mitad de como estaba en los demas conejos , confrontó
este cerebro, con el de otros animales que conservaba en
el alcohol y notó la misma conformacion en todos aque
llos que habian manifestado idéntica tendencia á huir
con celeridad del peligro.
He aqui ahora las observaciones que ha hecho entre
los cuadrumanos y entre los principales cuadrúpedos.
Entre los monos, las zorras, los gatos, las martas, los
vesos (especie de garduñas) , las marmotas , las liebres,
los tejones &c., esta porcion de cerebro está muy des
arrollada. Todos estos son animales que por cualquiera
cosa huyen. La misma observacion hizo relativamente al
ciervo y á la corza.
En las aves , esta parte forma una masa redon
da hácia la region posterior é inferior de cada hemis
ferio, por encima de los tubérculos vigeminos, que re
presentad los cuadrigenos del hombre, al menos la par
te mas posterior; y observó que este órgano correspon.
de á la region de la base del cráneo colocada por debajo
de la cabidud en que residen los tubérculos vigeminos;
y notó tambien la ecsistencia del órgano en las aves de
228 curso
rapiña que tan dificilmente permiten que nadie se les
acerque, sobre todo las nocturnas. El órgano de la hui
da del peligro puede tambien unirse con el de la des
truccion. En efecto, un animal puede ser voraz y estre-
madamente salvage, y al mismo tiempo dispuesto á huir
cuando el objeto que ha herido sus sentidos no es
su presa, sino un enemigo que puede causarle daño; es
to lo siente por instinto y se salva. Se podria alegar que
el caracter salvaje de estas aves se refiere á la circuns
peccion; pero esta entra en el interés de todos los órga
nos y los actos que de ella emanan, varian segun el fin
del órgano que la ha puesto en accion. Mr. Vimont se
ñala tambien el mismo órgano á los gansos silvestres,
á otras aves acuáticas y sobre todo á los cuenos
marinos.
Mr. Combe no ha hablado de este órgano hasta la
tercera edicion de su obra en 1830. Se vió obligado á
admitirle por la tristeza que observó esperimentan al
gunos individuos á dejar la vida. En efecto, ecsisten
hombres que ni saben, ni pueden, ni quieren resolverse
á morir, otros hay que se resignan sin dificultad, y
otros en fin que se dan la muerte á si mismos : preciso
es que haya diferencias, aunque sea cierto que la po
sicion social influya en esto. Se sabe que el rico, el
hombre opulento y poderoso deja la vida con salimien
to, en tanto que el pobre y desgraciado la abandona sin
pensar en ello y aun á veces con alegria. Sin embargo,
la organizacion cerebral influye siempre y produce mu
chas veces ejemplos contrarios. Yo he visto desgracia
dos sentir la pérdida de la vida, y he visto ricos renun
1>E FRENOLOGIA. ' 829
ciar á ella sin sentimiento en medio delos placeres mas
dulces.
En estos casos, escepcionales en la apariencia, es en
donde se estudian con fruto las influencias de la organi
zacion.
Cortamente que los efectos mas marcados de
las disposiciones sociales, no impiden que no se les
pueda acumular estas observaciones; y se ve que es
tas disposiciones establecen una constante relacion en
tre el sentimiento de la vida y el desarrollo de esta par
te que prolonga la porcion inferior, lateral y un poco
anterior del cráneo.
Situacion. Para evitar todo error en el reconocimien
to que nos ocupa, observad bien este cráneo: ved el con
ducto auditivo que corresponde á la oreja, ved tambien
la fosa zigomática que está por delante de este mismo con
ducto , y que está cubierta por el hueso pomulo que for
ma como un puente sobre esta fosa, y que se llama arco
zigomático; bajo este arco, en esta fosa, bajo este puen
te huesoso que corresponde á la parte inferior de la
grande ala del esfenoides y á una pequeña porcion del
temporal, es en donde se observa sobresalir el órgano
del amor de la vida. Si ahora consideramos al cerebro
nos convenceremos con facilidad que el órgano es atri
buido á una circunvolucion que se prolonga hácia el cos
tado interno, de la que se señala, como órgano de la
destruccion y cuya estremidad anterior es la de la ali-
mentividad; este último órgano se halla colocado al Indo
del amor de la vida, y los dos corresponden comunmen
te á la fosa zigomática, á lá lámina posterior de esta
230 curso
fosa que la hacen mas ó menos saliente. Estos dos ór
ganos reunidos, deben dar una anchura considerable á
esta parte de la cabeza que corresponde á la estremi-
dad posterior del pomulo. La fosa zigomática , que
tienden dichos órganos á estrechar, está cubierta por el
músculo temporal; pero las fibras de este músculo sien
do empujadas por estos dos órganos, cuando estan muy
desarrollados, no pueden menos de manifestar su pre
ponderancia y su volumen al esterior, prolongando la
cabeza entre la oreja y el pomulo.
La alimentividad se marca mucho mnsaun en la par
te superior de este espacio, y el amor de la vida en el
inferior; y asi es que en la lámina se les representa por
dos X sobrepuestas,
Se han hecho observaciones en los suicidas, y se ha
notado que tienen la porcion que corresponde á la bió-
filia estremadamente deprimida , lo que indica muy
poca adhesion á la vida.
Mr. Dumoustier, ha hecho muchas observaciones con
este motivo, y cree poder establecer, fundado en nume
rosos hechos, que el órgano en general está muy poco
desarrollado en los que se suicidan; y que por el contra
rio estaria sumamente pronunciado y saliente en aque
llos que no piensan mas que en la conservacion, que
son profundamente egoistas , y no se ocupan mas que de
si mismos: [vivir! ¡vivir! ¡yo! ¡yo! este es su perpétuo re
fran , segun este frenólogo. Tales son en general los hi
pocondriacos. Ved aqui ya dos órganos, cuyo descubri
miento se ha hecho despues de Gall. Habiendo sido de
poco tiempo á esta parte observados, no puedo sumi
DE FRENOLOGIA 231
nistrar muchos ejemplos , y me concreto á llamar vues
tra atencion sobre ellos.

7. SECRET1VIDAD.

Despues de estos dos órganos , debemos tratar del de


el ardid ó sagacidad , segun la espresion de Gall , ó de
la secretividad segun Spurzheim, que como he dicho,
se ha empeñado en rectificarlas denominaciones dadas
por aquel á diferentes órganos.
El órgano de que tratamos fue designado en un prin
cipio con los nombres de ardid, astucia ó finura, saber
obrar, ó habilidad y destreza, palabras muy significa
tivas. Fue observado por Gall y comprobado por todos
los frenólogos sin escepcion. Es tal vez uno de los órga
nos sobre que hay mas acuerdo.
Situacion. Corresponde á la region lateral de la ca
beza que se prolonga inmediatamente por encima de la
destruccion, la cual reside , longitudinal ú horizontal-
mente por encima de la oreja. He aqui, uno de los ejem
plos mas positivos que se encuentran de este órgano en
las colecciones, y es el del húngaro astuto figurado en
la obra de Gall. La destruccion está poco pronunciada en
aquel , pero la secretividad es enorme , y forma toda la
parte saliente de esta region.
He aqui otro: á saber, el de un ladron sobre cuya
cabeza podeis hacer la misma observacion: la parte la
teral de la cabeza que nos ocupa, está un poco encima
232 curso
de la oreja y mas inmediata aun á la destruccion que la
separa del conducto auditivo. Está tan prolongada y ho
rizontal como la destruccion, porque el órgano depende
de una circunvolucion dilatada que está en una direc
cion horizontal como la de la destruccion. Este órgano,
pues , alarga la cabeza en esta region poco mas ó me
nos á media pulgada por encima de la oreja.
Influencia primitiva. Sus efectos son lu tendencia á
ocultarse. Spurzheim, observando que la palabra astucia
ó ardid, se adoptaba en una acepcion inesacta, tuvo
razon para corregir esta denominación , y cambiarla en
otra.
El impulso primitivo que le pertenece, segun el mis
mo autor , es la tendencia á ocultarse colocándose de
modo que se pueda abservar con atencion sin ser ob
servado, á disimular, á suspender la manifestacion de
los pensamientos y de los sentimientos que se esperi-
mentan por una impresion cualquiera , para lograr me
jor el écsito en los proyectos. Por consiguiente, este ór
gano debe ser considerado como un poder de cohibicion,
que contiene á los otros órganos; y bajo este punto de
vista tiene analogia con el órgaco de la circunspeccion;
pero sin embargo, es distinto de él porque parece des
tinado mas bien á servir al instinto, que a la inteligen
cia. En efecto , por confesion de los frenólogos mas dig
nos defé, la secrctividad inspira los medios indirectos ú
oblicuos de vencer las dificultades, mas bien que de pro
fundizar las cuestiones y perfeccionar el raciocinio. El
órgano , produce mas bien la astucia , que la pruden
cia ; porque se vé á los acusados desplegar astucias y
DE FRENOLOGIA. 233
ardides estraordinarios en su defensa , aunque Ies falte
la prudencia y sabiduria , y sean nulos relativamente á
la lógica. Ademas , el órgano se opone á la franqueza,
á la manifestacion sencilla de lo que se piensa, y tiende
sobre todo á hacer disimular el fln que se propone con
seguir.
¿Qué harían los filósofos de la facultad que nos ocupa?
Consideraban la astucia, la sutileza, y el disimulo, como
cualidades del yo, cualidades del alma, lo que nada sig
nifica porque siempre se puede preguntar por qué y
cómo el alma tiene cualidades ; si las tiene del acaso, de
la educacion , ó de una constitucion primitiva que no
sabria vencer todo esto ; y en fin , qué nociones deben
tenerse , y qué pruebas pueden darse de lo que se qui
siera designar por la constitucion del alma. Se ha dado
un paso mas, un paso inmenso, cuando se ha mostrado
el órgano á que corresponde esta disposicion. Segun
elíos, este era un vicio, una corrupcion de la natura
leza humana; pero sin embargo , este vicio y esta cor
rupcion quedaban sin ser esplicados.
Aplicacion. Este órgano hace un gran papel en la es-
pede humana : entre los ladrones que se ven siempre
obligados á disimular, es una accion reprensible. Entre
los cómicos, este mismo órgano juega de una manera
muy importante. Esta curiosa observacion no es mia:
Combe, sobre todo, ha hecho notar que un actor, se ve
obligado á contrahacerse y á afectar sentimientos que
no tiene y por consiguiente, a usar del ardid para hacer
callar los impulsos que pueden predominarle para poner
en accion á los otros. Es preciso que el órgano obre de
234 curso
concierto con el de la mimica ó el de la imitacion. Sirve
tambien á los diplomáticos y por él triunfan muchas
veces. Es útil á los cortesanos y á los gefes militares
en tiempo de guerra, porque un general jamas debe ser
adivinado por los que le rodean , manteniéndose impe
netrable siempre á sus enemigos. Pero es necesario que
este órgano, coincida con las facultades superiores, y
esto es lo que en seguida vamos á esplicar.
La inteligencia puede suplir momentáneamente á la
debilidad de este impulso. Digo á la debilidad, porque
el impulso ecsiste en todos los hombres, pues que todos
tenemos los mismos óiganos ; pero si este no es muy
fuerte, la inteligencia puede suplirle lo mismo que á la
prudencia ó circunspeccion. El que no es astuto y pru
dente mas que por efecto de la reflecsion, está siempre
espuesto á ser sorprendido, en tanto que las personas
que tienen muy pronunciado este órgano, y que por
consiguiente son naturalmente astutas , están siempre
alerta sobre si mismas, y jamas precipitan una accion,
una palabra , ni un jesto. Todo en estas personas es cal
culado; un apreton de manos, una sonrrisa, todo, todo
tiene su valor. Bien veis, señores, el gran papel que
este órgano está destinado á llenarlos: en las coquetas
intrigantes de toda especie, se sirven de él con el suceso
mas brillante para sus intereses. Este órgano, pues,
influye sobremanera en el aparato general de los ór
ganos, y en la conducta de los hombres.
Ahora vamos á ver las observaciones hechas por Mr.
Vimont sobre este órgano. Es, segun él , una de las
facultades que mejor sirven para la conservacion del in
BE FRENOLOGIA. 235
dividuo; en un grado moderado, y con un poco de cir
cunspeccion é inteligencia , constituye á.estos hombres
cuyo carácter es, por decirlo asi, percéá jour. (1) Tie
nen la tendencia á usar del ardid, y si no tienen la in
teligencia necesaria para ayudar á este ardid, entonces
nada es mas fácil que conocerlos. Reunido este órgano
al de la circunspeccion y al espiritu de induccion, que
reside en la parte superior del cráneo y anterior de la
frente, contribuye á suministrar un tacto fino y deli
cado , y forma los caractéres eminentemente prudentes.
Debe notarse, que digo reunido á la circunspeccion, por
que si hay pocas facultades intelectuales y no ecsisten
en el individuo sentimientos elevados, la secretividad,
produce esta porcion de miserables^me pueblan las cár
celes.
Es una gran falta , como observa Mr. Vimont con
mucha razon , pero que no es el primero que lo ha no
tado, el confundir este órgano con la inteligencia. Go
bierna en efecto á la inteligencia en el sentido que le
conviene, pero inspira e? escepticismo y todos los malos
raciocinios de estos hombres fecundos er» argucias, que
no son otra cosa que perillanes desprovistos de la ver
dadera inteligencia ; esto es lo' que constituye propia- .
mente hablando á los sofistas entie tos cuales estoy ten
tado á contar á los enemigos de la Frenologia.

(1) Hemos dejado esta frase en francas , porque á nuestro


juicio, es de lodo punto intraducibie, sin que pierda su rcrda-
dera fuerxn de espresion. Lrs liommes parce á juar, equivalen a
nuestros caballeros de Industria.
236 curso
Mr. Vimont ha notado, que las espresiones ardid,
sutileza, saber obrar , es decir maña ó destreza, em
pleadas por Gall, no espresan sino modificaciones ó
aplicaciones del órgano, y que el fondo principal como
ba dicho bien Spurzbeim , es la tendencia á ponerse en
acecho para observar , y conducirse despues segun las
circunstancias. Es en efecto Spurzheim , el que mejor
que otro alguno ha hecho apreciar esta facultad, lla
mándola la propension á ser clandestino en pensamien
to, en proyeeto y en accion.
Mr. Vimont cree tambien que es muy inesacto que
el mismo autor le haya atribuido la inclinacion que do
mina á algunos animales á ocultar lo supérfluo de su ali
mento. Ya sabeis qtie los perros y los lobos, tienen la
inclinacion á ocultar alguna cosa que les sobra, pero
esto no debe depender de este órgano sino mas bien del
de la propiedad , ó de un impulso que aun no está bien
determinado. Por lo demas, Mr. Yimont piensa que es
muy dificil fijar las funciones de este órgano por una
sola espresion , tanto mas , cuanto que estas se combi
nan muchas veces con otros varios órganos.
Ausñiares. El órgano que nos ocupa, tiene por ausi-
liar al de la circunspeccion en el que este se continúa,
como lo ha hecho notar con mucha esactitud Spurzheim.
Ved, en estas cabezas, al órgano de la secrelividad
colocado por encima del de la destruccion: la secrctivi-
dad , está señalada en la lámina con el núm 7, y pode
mos convencernos de que la misma se continúa con una
porcion considerable de circunvoluciones, que constituyen
el órgano de la circunspeccion. Pero segun las observa
OE FRENOLOGIA. ' 237
ciones de los frenólogos , la circunspeccion tendria alga
mas relevante y esta seria un sentimiento, en tanto que
la astucia no es mas que un instinto. Ya trataremos
de esto,cuando se llegue á la circunspeccion en las pala
bras. Por ahora me limito á la esposicion de los órganos,
siguiendo el órden establecido por los frenólogos, á fin
de hacer mas facil el estudio de este conocimiento, por
que trastornando este órden , nos encontrariamos bas
tante embarazados para adquirirlo, y no sabriamos cómo
estudiar ni escojer buenos modelos. Espondré, pues, todos
los órganos, siguiendo el órden de Gall, enmendado por
Spurzheim y por Combe; añadiendo á esto mis pro
pias reflecsiones á medida que la ocasion se présente:
mas tarde vosotros hareis las v uestras despues de haber
observado y meditado, y de este modo la ciencia pro
gresará.
Antagonistas. Este órgano encuentra oposicion en la
benevolencia, en la amistad, y en el amor de los niños.
Ante los impulsos de estos órganos, su accion se neu
traliza muchas veces, y solo se aplica á los individuos
que no sienten sus escitaciones. Tambien se ve comba
tido por la conciencia y por el amor de la justicia, por
que la naturaleza ha impreso en el corazon del hombre
todas las cualidades; espresion que es necesario traducir
en adelante por la de cerebro, cuando se tome en sen
tido figurado. La cólera , es uno de los mayores ene
migos de la disimulacion , porque los hombres astutos
que pueden contenerse , saben escitar á propósito al di
simulado irascible para atraerle á descubrir el fondo de
su pensamiento, no ignorando que el medio mas seguro
238 curso
de salir con su. empresa, es el de herir su amor propio
con ciertas medidas suspicaces. Pero esta táctica no siem
pre produce el resultado que desean, si el sugeto contra
quien se dirige llega á comprenderla, y si se mantiene
alerta contra sus peligros. • .
El instinto conduce á los hombres á todos estos ma
nejos que se aprenden sin mucho estudio por el simple
hábito de ejercerlo, cuando estan organizados con esta
disposicion.
Animales. Los animales le poseen como el hombre,
pero sin reflecsion, y con un cortisimo grado de inteli
gencia y de todas las prerogalivas que distinguen al
hombre. Entre los monos , ocupa este órgano el mismo
lugar que en el hombre; entre los carniceros, los perros,
los lobos, las zorras, las martas, las garduñas, está
esactamente colocado por encima de la linea que des
cribe la articulacion escamosa del temporal, en medio
del borde inferior del parieta). Entre los herbivoros,
está mas dilatado, colocado mas alto y mucho menos
desarrollado. Segun las observaciones de Mr. Vimont,
está muy pronunciado en la zorra , y ya sabeis cuánto
nuestro ilustre fabulista La Fontaine, ha celebrado la sa
gacidad y astucia de este animal. En el corzo, en la
liebre, en el conejo, en la ardilla, y en la mayor parte
de las aves, sin esceptuar á las frugivoras, este órgano
está muy deprimido. Las aves escepcionales que sedis.
tinguen por su carácter astuto, tienen esta region muy
pronunciada ; pero, añade el autor, si se fuese á buscar
la astucia sobre el hueso parietal de un gallo, se come
teria un grave error; porque á estos animales les falta
DE FRENOLOGIA. 239
este órgano. La asercion de Gall sobre el lugar que ocu
pa este órgano, está generalmente admitida. En el gé
nero corvas, este órgano , está situado algunas lineas
por encima de la pequeña apofisis huesosa , colocada
hácia la parte mas posterior del conducto auditivo es-
terno , y se prolonga por delante en muchas lineas.
Entre los granivoros se encuentra este órgano detras y
encima de la apofisis orbitaria esterna.

8. ADQLIS1Y1DAD.

El órgano que se presenta en seguida es el de la ad-


quisividad, ó instinto de hacer provisiones', instinto
de la codicia ó inclinacion al robo, segun Gall.
Situacion. La de este órgano, está hácia el ángulo in
ferior y anterior del hueso parietal, por encima de la
parte anterior de la astucia; está señalado en la lámina
con el núm. 8. Ya he citado ejemplos muy notables de
la adquisividad , presentando cabezas de ladrones.
Influencia primitiva y aplicaciones. Los efectos de
este órgano, son el deseo de poseer, y la tendencia á
hacer lo que parece necesario á la inteligencia, para
llegar á la . posesion : esta es la definicion mas precisa
que se puede dar. Bien veis que su accion , está some
tida á la inteligencia, y que si esta es mas fuerte, el
órgano inspirará medios dignos de aprobacion para ad
quirir, pero serán culpables estos medios si la inteligen-
cia es débil, y si con esta debilidad concurren otros ¡he
2Í0 CURSO
tintos depravados: él es el orijen de la propiedad, y está
esencialmente en la naturaleza del hombre. Igualmente
se encuentra entre los animales, y su aplicacion se de
muestra por la tendencia á atesorar y á reunir los me
dios de todos nuestros goces , el oro, la plata, y el me
tal acuñado ó sin acuñar.
Se piensa que este órgano no se limita á esta influ
encia, pero que inspira el deseo de poseer y de tener
mucho, sea lo que quiera, con tal que á la pose
sion le esté adherido algun goce. De este modo su apli
cacion puede variar. Aplicado á los objetos de historia
natural, vemos á este órgano producir el gusto por las
colecciones considerables, por las que tanto se deci
den los propietarios con suma razon. Estas colecciones
estarán mejor ó peor arregladas segun las influencias
del órgano del orden. Aplicado á los objetos de la anti
güedad forma los museos de esta clase, y asi sucesiva
mente. Esto está en la naturaleza y no debemos con
fundir este órgano, ni con el amor de la habitacion, ni
con la eleccion de los lugares, porque estos constituyen
dos impulsos diferentes. Aqui se trata del sentimiento
de la propiedad del placer de poseer, del de decir, esto es
mio. Los que no poseen este órgano en un grada muy
considerable no esperimentan el sentimiento bien pro
nunciado de este goce; pero los que le tienen le sienten
perfectamente.
Este es un órgano que los filósofos ni han conocido
todavia ni le han definido, pero si le han colocado en las
aberraciones de su ser intelectual intracr^niano , ma
terial ó espiritual , fijo ó volatil. Pero nosotros nos co
DE FRENOLOGÍA. 241
locamos aqui en la observacion de la historia natural.
Antagonistas. Las oposiciones á este órgano se en
cuentran en la inteligencia que modela las condiciones
por las que se desea poseer y en la benevolencia que ins
pira el deseo de dividir con otros lo que se posee con
el fin de agradarles, por el placer que se encuentra en
hacer bien. Estos son impulsos del todo diferentes, en
tanto que el órgano de que hablamos nos conduce á de
cir : todo para mi, y nada sino por mi.
La conciencia le sirve tambien de correctivo; la amis
tad y las afecciones de familia le modifican, porqué mu
chos avaros son generosos para con las personas que le
tocan muy de cerca , y otros no son sensibles ni aun á
esta consideracion. Mr. Vimont refiere una observacion
muy curiosa de un avaro que dotando á su hija en 2000
francos, la dió una cajita en la que en vez de este dine
ro se encerraba la figura de un raton de piedra.
Por lo demas, el caracter del avaro descrito por Mo
liere, es un ejemplo de este impulso. Es necesario
observarle cuando está muy pronunciado, y enton
ces es cuando hace callar á todos los demas senti
mientos; porque el avaro se humilla, se abate y se pros
terna por poseer. Todo cede á este impulso cuando pre
domina , cuando no está contrabalanceado por los senti
mientos superiores, y cuando los medios de que se sirve
no son bien juzgados por la inteligencia. En ciertas per
sonas es verdaderamente insaciable la necesidad de acu
mular ; de suerte que cuando poseen una suma ó algu
nos bienes inmuebles, quieren poseer otros, y este de
seo en las personas fei organizadas no conoce término.
16
242 curso
Sin embargo, no debemos confundir esta pasion con
la de la ambicion, que tiende mas á acumular honores
que á atesorar riquezas: estos dos impulsos ecsisten
igualmente en la naturaleza.
Asociaciones. De la asociacion de la secretividad con
la astucia ó ardid , resulta una tendencia mas decidida
hácia el robo, si son defectuosos los sentimientos supe
riores, y si á estos se agrega la destruccion, entonces
esta combinacion produce los latro-asesinos. Muy pue
riles objeciones se han hecho contra la Frenologia; los
hombres que no se dedican a la meditacion , á este es
tudio penoso y sostenido de una cuestion, de que aqui
me dais un tan brillante ejemplo , han rechazado desde
luego la Frenologia , esclamando : «No lodos los ladro
nes ni todos los asesinos estan predominados por los ór
ganos de la propiedad y de la destruccion.» Es verdad;
pero un órgano arrastra al otro , como una accion cul
pable lleva en pos de si, por una consecuencia casi siem
pre necesaria , otra accion mas culpable todavia. Un
hombre principia á robar sin intencion de destruir, por
solo la pasion de poseer el objeto de su codicia , y sin
haber siquiera reflecsionado en las consecuencias, y las
mas veces por satisfacer sus primeras necesidades; por
que desgraciadamente en la imperfeccion de nuestro es
tado social, esta es la causa mas frecuente del robo; para
ello pone en juego la astucia ; llega un momento en que
ve comprometida su seguridad, en que teme ser descu
bierto ; se le presenta por perspectiva la carcel , el pre
sidio y la deshonra ; entonces es cuando interviene el
órgano de la destruccion , y entonces asesina. Una vez
»E FRENOLOGIA. , 243
puesto este órgano en accion se forma el hábito, y de
un hombre que no habia nacido pora la destruccion de
sus semejantes, se hace un asesino de los mas determi
nados, por una serie de circunstancias desgraciadas.
He ahi lo que todo el mundo conoce perfectamente, y
lo que los anti-frenologistas afectan ignorar para poder
sacar de la medida de los órganos. de la propiedad y de
la destruccion entre los ajusticiados , objeciones misera
bles contra esta ciencia.
Ved aqui cabezas de astutos, tomadas de la coleccion
de Gal!, y observad el desarrollo de toda la parte late
ral de ellas. Ved la astucia, el robo y Otro órgano, á
saber, la constructividad en los ladrones, á quienes esci
tan estos órganos á la fabricacion de llaves falsas y otros
instrumentos que pueden servirles en sus proyectos.
El valor y la destruccion se hallan alguna vez reuni
dos á la secretividad y á la propiedad; entonces es cuan
do aparecen estas masas repugnantes de la parte media
y lateral inferior de la cabeza: en la de este asesino po
demos contemplarlas; nunca encontraremos tan predo
minante esta parte en los hombres de bien, porque si los
órganos que la hacen tan fuerte estan desarrollados en
tre ellos , tambien lo estan la inteligencia y los senti
mientos superiores para resistirles é impedir esta de
formidad. »
Aqui tenemos al famoso Lacenaire, de quien me veo
obligado á hablar porque se le ha designado como una
escepcion de la regla. Pues á pesar de esto, esta cabe-
ta entra en la ley que acabamos de esplicar. Os suplico
que observeis el sitio á que corresponde el órgano de la
244 curso
destruccion ; la prominencia que forma es seguramente
muy considerable y parece que está mas bien pronuncia
da aun .sobre el cráneo que sobie el busto. La propiedad
es fuerte tambien, pero está dominada por la destruccion
y por otros órganos. En efecto, considerad el amor pro
pio y la vanidad que son los órganos que le han conduci
do al crimen, mucho mas que el de la adquisividad. Su-
getos hay ,que roban, menos por guardar que por satisfa
cer esta pasion ; pero como todavia no hemos estudiado
los sentimientos, no esplicaré aqui todo lo que tengo que
decir sobre esta cabeza; pero creo deber llamar vuestra
atencion sobre que la distancia que separa las dos ore
jas es muy considerable, y que el semicirculo posterior
de una oreja á la otra es mucho mas dilatado que el se
micirculo anterior. Esto demuestra que la masa cere
bral mas considerable está por detras, y prueba que las
facultades animales dominan á las intelectuales. En cuan
to á los sentimientos superiores, hay en ellos un cierto
grado de circunspeccion ,. pero esta no domina , por
que lo que domina es el deseo de la aprobacion y la
imaginacion. Estas facultades esceden á la prudencia y
al juicio, y su combinación debe producir un amor propio
mal entendido ; juntad á este orgullo mucha tenacidad
y poca veneracion , y las circunstancias conducirán al
crimen á un hombre que bajo otras influencias hubiera
evitádole indudablemente.
Para circunscribirnos á las influencias del órgano de
la posesion , observad esta otra cabeza de un cardenal;
pues bien , por muy cardenal que fuese y por muy bue
nos sentimientos superiores que tuviera , bastante con
DE FRENOLOGIA. 245
formes á su rango en el estado social , la adquisividad ,
que es escesiva no dejaba de dominar el resto de la masa
encephálica ; despues de su muerte se le han encontra
do de 200 a 300,000 francos escondidos.
Ved tambien esta otra cabeza que tantas veces os he
mostrado: es la de una muger de alto rango, que te
nia todos los sentimientos de familia muy pronuncia
dos, y aunque por mil conceptos respetable, cedia tam
bien mucho al desep de poseer.
Defecto. He aqui las observaciones contrarias. El ne
gro Eustaquio, que ha merecido el premio de virtud,
tiene aplanada toda esta parte; la benevolertcia domina
en su cabeza. Cuando queramos juzgar á un hombre es
necesario que consideremos siempre el órgano que do
mina.
Mirad al abad Gregorio, tan buen obispo, pero sobre
todo tan notable por su franqueza, por su desinterés y
adhesion á sus amigos, á lo que creia ser justo y ver
dadero y dotado finalmente de todas las virtudes socia
les. Observad como a los sentimientos afectuosos se unen
los sentimientos superiores y una inteligencia muy des
arrollada. ¡Qué predominio en las regiones de estas fa
cultades!, y por el contrario, ¡qué depresion en los ór
ganos del ardid y de la propiedadl
Mr. Vimont , tratando 'de determinar la funcion del
órgano de la posesion, hace esta observacion juiciosa, á
saber : que no es necesario que una cosa sea util para
que se desse su posesion ; que hay un instinto primiti
vo que inspira el deseo de poseer , independientemente
de los motivos intelectuales, que no pueden ecsistir sino
246 cursó
en el hombre. Agreguemos esta observacion á las ante
cedentes y deduciremos que se puede robar por tres mo
tivos: 1.° por satisfacer las primeras necesidades de la
vida: 2° por gastar inmediatamente los objetos roba
dos , y 3.° por conservarlos , ó atesorar.
Animales. El mismo autor observa que este órgano
está muy pronunciado entre los cuadrumanos, particu
larmente en el orangutan, y esta es una. observacion
que se podrá ratificar , supuesto que tenemos álguno
de estos animales. Entre los gatos y las zorras ocupa el
mismo lugar este órgano que en el orangutan y en el
hombre. El autor hace notar tambien que el instinto
del robo entre algunos carnivoros, como el gato y el
perro , que viven con nosotros, depende mas bien de la
necesidad de alimentarse que de la tendencia al robo,
en tanto que en las urracas es un instinto primitivo,
porque este animal roba y oculta una porcion de obje
tos que no le sirven para su nutricion. Esta ave obede
ce á un instinto primitivo de adquirir y de ocultar; pero
no se puede decir por qué la urraca prefiere los metales
brillantes y las piedras preciosas á otros objetos. No su
cede lo mismo respecto á otros muchos animales. Todos
sabemos, añade Mr. Vimont, que el gato y el perro
bien alimentados no roban, y este solo hecho aplicado
al hombre , demostraria que este no es ladron las mas
veces sino por necesidad. Pero por ptra parte el instin
to de la urraca estaria de acuerdo con la conducta de
ciertos hombres, que aunque ricos, roban por el solo
placer de robar. ¿Quién no sabe que se encuentran con
mucha frecuencia personas bien acomodadas que no
DE FRENOLOGIA. 217
puden dejar de coger y llevarse ciertos objetos de las
casas que frecuentan? Se les conoce por poseidos de esta
mania.y, ó se vuelven los objetos arrebatados, ó se paga
su precio. Ningun grave inconveniente resulta al opu
lento, ni al poderoso por esta singular pasion : de esto
se rien los robados y los ladrones ; pero colocad esta
misma inclinacion en un desgraciado, que no tiene me
dios de proveer á sus primeras necesidades , y los re
sultados serán del lodo diferentes; su imperioso capri
cho le arrastrará á las cárceles y presidios , y si la ne
cesidad de la conservacion le determina al asesinato, le
conducirá al cadalso. En cuanto á mi , creo y creeré,
mientras no se me pruebe lo contrario, que las perso
nas opuleutas que son al mismo tiempo ladrones, que
protegen las espresiones de capricho y de fantasia , po
drian corregirse, si la inteligencia y los sentimientos
elevados ocupasen un sitio honroso en estas cabezas, en
donde tan imperiosamente reina el instinto de la pro
piedad.
El órgano entre las aves se halla colocado por encima
del del ardid, y juntamente con este instinto prolonga
la parte lateral del cráneo; en la urraca se observa, ave
cuyos hurtos han sido celebrados por la historia y ppr
un drama bien conocido; en el grajo, en el cuervo y en
el avejaruco se le ha encontrado tambien , y en vano
seria buscar, segun Mr. Vimont, el órgano del robo en
el paboreal, en los pabos ordinarios ni en la especie
gallinácea, que jamas ofrece ejemplos de aquel instinto.
13 de junio de 1836.

Señores:

1 erminamos la leccion anterior por el estudio del ór


gano que preside al deseo de adquirir y á la pasion de
poseer ; de poseer sobre todo , porque la adquisicion es
uno de los modos de satisfacerla. Hemos visto que esta
propension ecsistia en los animales lo mismo que en el
hombre, pero que en este estaba sometida ála influen
cia de facultades que no ecsisten en aquellos, y este es
el gran secreto de la diferencia de los instintos y de los
sentimientos de los animales con los del hombre.
250 curso
Hemos citado á la urraca y demas animales inclina
dos á hacer provisiones inútiles á su alimento , á la
construccion de su albergue, de su nido, &c. Inutil se
ria detenernos mas sobre este punto. Es necesario con
venir en que este impulso no puede residir sino en el
sistema nervioso, y que cuando hay coincidencia cons
tante entre el desarrollo de- una porcion de este sistema
y la facultad, hay muchas razones para señalarle un si
tio en el encéphalo.

! *as 8-O-t eui

9. CONSTRUCTIVIDAD.

Ahora vamos á tratar de la constructividad de Spur-


zheim , órgano de la mecánica de Gall. Esta facultad ni
ha sido considerada ni clasificada del mismo modo por
todos los frenólogos; algunos hay que la miran como
una dependencia de las facultades intelectuales .y no
como un sentimiento puro y simple. Pero , como está
colocada en él liiimero de los sentimientos por Spur-
zheim y por Cohibe, que por lo mismo le atribuyen un
uso diferente, me parece dejarla en este lugar, sin
perjuicio de manifestar despues mi parecer sobre ella.
Mi opinion es que la Inclinacion y la aptitud á cons
truir, son una especie de ampliacion de las facultades
intelectuales. Tal es poco mas'ó menos tambien la opi
nion de Mr. Vimont.
DE FRENOLOGIA. 251
Situacion. Está situado este órgano , segun Gall que
fue su descubridor, en la parte esterna é inferior del
hueso frontal de cada lado, segun se ve en la lámina,
donde está señalada con el núm. 9.
' Asi el órgano núm. 9 resulta estar en la parte es
terna é inferior del hueso frontal, por encima de lá
sutura esfeno-temporai , y cubierto por el músculo cro-
tafito. »
Se há objetádó, que estando oculto bajo este múscu
lo, el órgano no podia hacerse sensible al esterior, este
es un error; cuando está pronunciado es necesario que
á pesár del músculo se haga sentir su prominencia. En
los animales que ho tienen necesidad de construir comb
el leon, el tigre, &c. no se Observa ; pero se ve en el
castor, en las zorras y en todos los animales que cons
truyen , porque el órgano empuja las fibras musculares
que le manifiestan al esterior. Combe ha notado que si
la base del cerebro es estrecha, el órgano que corres
ponde á esta facultad , se halla un poco saliente por una
ligera depresion que se nota entre el ángulo esterno del
.ojo, y la oreja. En todo caso prolonga mucho la cabeza,
en la parte anterior de la region temporal. Para tomar
bien este órgano, que está un poco hácia la base, son
necesarios muchos puntos de comparacion. No se crea
que esto ofrece una grande dificultad ; bastará recordar
que está colocado por delante del órgano de la propie
dad, y por encima del de la eleccion de los alimentos,
por detras del órgano de los tonos, é inmediatamente
debajo del dela idealidad, que, bien pronto estudiaremos.
El músculo temporal le cubre enteramente, pero puede
232 curso
apreciarse por el tacto el espesor de éste, y descubrir
el volumen del órgano.
Influencia directa; facultad de construir. Se ha no
tado que las personas hábiles, en diseñar , en copiar las
formas, en regularizar y en simetrizar, en la escultura,
arquitectura y diseño, tienen esta parte del cerebro
muy pronunciada ; y de aqui se ha inferido que esta
parte contribuia á estas especies de operaciones.
Aplicaciones y combinaciones. Sobre esto no ha fal
tado quien satirice; pero ¿qué significan las sátiras con
tra los hechos justificados? Podriamos contentarnos con
esta respuesta ; pero se ha dicho como por burla : ¿qué
relacion hay entre el arquitecto que ha construido la
Cúpula de S. Pedro y el Panteon, con una modista que
hace sombreros bonitos, 'ó el artista que bate, como
dice Boileau , el edificio galantte de la cabellera de las
hermosas? ¿Qué relacion? Mucha señores. Otra misma
causa ofrece diariamente resultados del lodo diferentes:
nuestros adversarios pretenden que todo procede del
espiritu; pero ¿porqué no ponen tambien en ridiculo á
ese espiritu, supuesto que lo mismo se aplica á la ar
quitectura que al tocado, á figurar muñecas como á le
vantar estátuasj, á hacer un tratado de moral como á
producir un equivoco insulso? Por otra parte los frenó
logos no han dicho que el órgano obre por si solo en las
producciones que tienen relacion con la construccion,
sino que obra de concierto con otros órganos que le
prestan ausilio, y que le dan ya una direccion, ya otra.
Su objeto es mas ó menos elevado segun esta direccion,
pero siempre queda el mismo fondo, y el mismo im
DE FRENOLOGIA. 253
pulso primitivo. Asi es, que mientras no se hagan á la
Frenologia otras objeciones que estas, en poco cuidado
nos deben poner; apelaremos Siempre á la observacion,
porque esta ciencia responderá siempre por la observa
cion misma.
Se habia dicho en otro tiempo, que la facultad de cons
truir dependia de la destreza de las manos, y este era
un error, porque la cabeza es la que conduce la mano
del hombre, como conduce el pico y las garras de los
animales para fabricar su albergue; con picos del todo
semejantes, vemos muchas aves fabricar nidos entera
mente distintos: vemos tambien personas mutilidas, que
en vez de manos tienen solo muñones y con estos tocar
instrumentos músicos, y egecutar otras mil cosas por
este órden. Tan comunes son estos hechos , que me re
pugna referirlos , porque creo este tiempo perdido ; y
sin embargo , debo decir algo de ellos aplicándolos á la
causa orgánica de que dependen.
Asi, esta facultad se aplica á la construccion en ge
neral , y al diseño; pero como está ayudada necesaria
mente por otros órganos, se concibe muy bien, que el
que tenga inclinacion á las armas y á la guerra , espe-
rimentará una tendencia á fabricar instrumentos béli
cos, y que el que esté dominado por sentimientos re
ligiosos, aplicará sus talentos mecánicos á los orna
mentos de un culto cualquiera, y asi de lo demas. Con
una educacion descuidada, k) mismo que con otra esme
rada , siempre se aplicará el órgano <á lo que tiene re
lacion con su destino primitivo, Pero siempre será pre
ciso que haya un cierto grado de desarrollo , para que
254 curso
el artista se sobreponga á la mediania. Por eso el esr
cultor no puede adquirir un talento muy distinguido, si
, este órgano no le tiene muy pronunciado: lo mismo
sucede con el arquitecto, &c.
Si el escultor y el arquitecto, principales modelos
que se eligen para designar la aplicacion de esta facul
tad , están dotados á la vez de mucha imaginacion y
sentimientos elevados, sus trabajos llevarán la divisa de
estas facultades, y producirán obras maestras. Si no po
seen mas que sentimientos de un orden inferior estos
artistas, harán cosas bonitas, decoraciones de teatro,
de salones y de gabinetes , pero siempre será uno mis
mo el fondo, la construccion, el arreglo y la simetria.
Antagonistas y ausiliares. En cuanto á la oposicion
de este órgano no la hay propiamente hablando , pero
está ayudado por otros muchos órganos. Sus ausiliares
son, el sentimiento del órden, el de la armonia, esten-
sion, formas y localidades. Tiene relaciones muy inti- i
mas con las facultades intelectuales; tambien las tiene
con el órgano de los tonos y con la música , porque se
ha notado que el músico no es perfecto sino cuando toca
bien un instrumento. Por eso el talento de tocar bien
los instrumentos, ha sido referido por Spurzheim al ór
gano de que tratamos, \p mismo que el bordado y todas
las manufacturas.
No aseguro que todas estas relaciones sean esactas, ni
que sean solas, ni que la ciencia permanezca en el punto
hasta donde la han colocado los autores citados , pero
siempre será un buen servicio el que estos mismos la
hayan hecho. Yo creo que los órganos admitirán subdi
BE FRENOLQGIA. 255
visiones; pero para esto se necesita mucho tiempo y
observacion : lo que me parece fuera de duda es , que
este órgano tiene por impulso fundamental la tendencia
á construir y á modificar los objetos de la naturaleza
que se presentan en un orden cualquiera, en el interés
del hombre y en el del animal, en un interés de utili
dad ó en el de puro goce. Nadie puede negar que este
hecho ecsiste en la naturaleza; pero no ecsiste solo, por
que es necesario que dependa de una porcion del siste
ma nervioso, y la observacion nos ha conducido á se
ñalarle esta porcion.
Animales. Entre estos comprendemos hien que no
puede tener una aplicacion tan estensa como en el hom
bre, porque no recibe las influencias de todos aquellos
que ecsisten en nuestra especie. Hay en los animales
una direccion que siempre es la misma en cada especie;
asi los unos construyen albergues, y estos varian mucho
en estructura segun las diferentes especies: están cons-
truidoscon mas ó menos arte, y colocados en diferentes
situaciones, porque este órgano se asocia con el de las
localidades. Aves hay que anidan en los agujeros de las
murallas: las golondrinas hacen lossúyosen las cornisas
de las ventanas y tejados, las oropéndolas en la cruz de
dos ramas de árbol; unas los colocan en la tierra y otras
en la copa de los árboles, &c. La Frenologia no tiene la
pretension de determinar las causas particulares de cada
una de estas posiciones, y de estas formas tan diversas:
pero ¿por qué se le han de disputar las observaciones
que ha hecho, á saber, las de que todas las construc
ciones estan en relacion con el desarrollo de esta parte
256 curso
del cerebro que ha sido señalada, salvos los detalles?
Mr. Vimont ha notado, que hay una grande-diferen
cia entre los cuadrúpedos constructores y los no construc
tores. En estos últimos jamas ecsisteel órgano, pero en
aquellos se observa formar una prominencia hacia el án
gulo inferior y anterior del parietal y en la parte corres
pondiente del frontal. Esto es esactamente lo que sucede
tambien en el hombre, y en lo que no hay duda. El ór
gano se encuentra en el mismo punto de contigüidad de
los dos huesos, y esto demuestra un plan constante en las
obras de la naturaleza. Los animales que construyen ma
drigueras son, la zorra, el tejon, el veso y el castor, &c.
Nada ha sido mas fácil como comparar estos animales
con los que no construyen y que se contentan con reu
nir una porcion de hojas ó paja para depositar sus hi
juelos, ó con los animales hervivoros, cuya mayor parte
ni aun tienen este cuidado.
No se con qué argumentos se puedan atacar estos
hechos , porque no hay mas que injurias que decir , ó
suponer. arbitrariamente que no es asi, sin mas razon
que su dicho; porque cuando un hombre como Mr. Vi
mont ha consumido 12 ó 15 años de su vida y gastado
una gran parte de su fortuna en hacer comparaciones
entre los animales, antes de darle un mentís, se deberia
consagrar otro tanto tiempo al mismo estudio, y pro
ducir obras como la suya apoyadas sobre otros tantos
hechos; entonces se tendria derecho para combatir y
refutar con hechos la doctrina que en hechos tambien
está basada, y si los que nuestros adversarios hubiesen
reunido fuesen mejores que los que nosotros posee
DE FRENOLOGIA. 237
mos, entonces lanzar sarcasmos contra la nuestra.
Entre las aves se encuentra este órgano y sobre todo
en la oropéndola, la golondrina, el jilguero, el avejaruco,
y siempre en esta misma region poco mas ó menos; y
digo poco mas ó" menos, porque las variadas direccio
nes de los huesos de la cabeza ó de la cara, producen
otras en la distribucion de las circunvoluciones del ce
rebro. Pero les falta á las aves que no construyen, tales
como el pabo, el gallo, &c., y sobre todo el cuclillo que
jamas fabrica. Entre estos animales se le encuentra de
tras del ángulo orbitario sobre las partes laterales.
Ejemplos. He aqui lo único que puedo decir sobre este
órgano: solo me queda el presentaros ejemplos de él en
•el hombre, porque desgraciadamente no he podido te
ner á la mano colecciones de animales. Aqui tenemos el
diseño de la cara y parte de la cabeza de Mr. Brunel
ingeniero del Tuñnel ó puente debajo del Támesis ; por
desgracia no poseemos mas que este diseño de su cara,
porque hay muchos que no conocen la necesidad de to
mar la forma entera de las cabezas; pero bien se ve por
lo que presenta que le falta la prominencia de la cresta
frontal, y que las partes laterales de la frente forman
un plano redondeado y saliente a fupra del nivel de los
ojos y un poco encima del nivel de estos órganos; lo que
prueba que este espacio está lleno por el órgano de la
construccion.
Ved aqui un individuo llamado Carner , que aunque
niño era estremadamente hábil en los retratos de per
fil : no hay en él la mas leve depresion en la region ya
indicada.
17
2S8 cun^o
Esta otra cabeza es la de una modista de Viena, cita
da por Gall; en ella el órgano se presenta mas promi
nente: y ya veis el por qué entre los demas no hay de
presion. Ved el ángulo del hueso frontal; suponedle un
músculo y no se observará depresion como se manifiesta
sin él. Ved aqui tambien la cabeza de Caréme, coci
nero de mucho génio y que no se limitaba á saber pre
parar los manjares, sino que tenia tambien talento es
pecial para designar y disponer un servicio con sime
tria; siendo uno de los hombres mas a propósito para
lucir su habilidad en las grandes mesas : pues bien, en
Caróme este órgano se presenta muy saliente.
Otra cualidad de las ya enumeradas se refiere tam
bien á esta facultad; es decir, la mecánica, segan Gall
que ha sido el primero en indicarla. La mecánica en
cuentra perfectamente aplicacion en la propension y fa
cilidad de egecutar obras de cerrageria ; y asi entre los
ladrones se encuentran algunos muy ágiles en forjar lla
ves falsas , y en inventar máquinas para violentar las
puertas, cofres &c., y otros enteramente nulos para
este objeto, diferencia que ne procede de otra cosa que
de la depresion ó desarrollo del órgano de que trata
mos ; asi cuando observemos que en un hombre que se
nos aprocsima, la mecánica, la propiedad y la secreti-
vidad forman por cada lado dos masas considerables,
debemos apercibirnos y estar con cautela á su lado.
Pueblos hay en los que el órgano de la destruccion
no está pronuncindo, y se ha citado á los negros para
probar este hecho. Entre los pueblos nuevamente des
cubiertos en la quinta parte del mundo , se ha distin
I>E FRENOLOGIA. 259
guido la nueva Zelandia de la nueva Holanda , en que
los habitantes de la primera que son muy inclinados á
la arquitectura, y que construyen habitaciones con mu
cho arte, tienen esta parte muy pronunciada, mientras
que los nuevos holandeses que no tienen inclinacion á
edificar, la tienen estremadamente deprimida. Estas
observaciones han sido hechas en el último viaje del
capitan Durville, á quien acompañaban en calidad de
cirujanos y naturalistas MM. Quoy y Gaymard, que
como tenían ideas de Frenologia han podido consignar
esta observacion.
Conclusion sobre los instintos y las inclinaciones. Ta
les son, señores, las facultades que los frenólogos han
colocado entre las inclinaciones ó instintos , porque las
han creido destinadas mas bien á la conservacion de los
individuos, que al sostén del orden social. Hemos vis
to que estas inclinaciones estan poderosamente ausilia-
das por otras facultades , y que todas lo estan por las
intelectuales: tambien he dicho que este último órgano,
el de la constructividad, me parecia tener una depen
dencia de las facultades intelectuales; pero no pasa has
ta ahora de ser una asercion mia y que despues trataré
con estension.
.1 .

SEGUNDA SECCION.

SENTIMIENTOS.

Generalidades. Ahora debemos hablar de los senti


mientos, que es preciso considerar como instintos de un
orden mas elevado que los precedentes. Bien presumo
que esta distincion puede ser argüida, porque el meca
nismo ó mas bien accion fisiológica , es la misma en las
dos secciones. Los sentimientos como los instintos, son
impulsos que nacen en nosotros por las impresiones es
tertores, y que nos determinan á rehacernos de un mo
do perfecto sobre los cuerpos , que llegamos á conocer
por los sentidos. He ahi el fondo de esta filosofia que es,
como lo veis, muy sencilla.
Se llama sentimientos á estos impulsos de que vamos
á ocuparnos, porque su aplicacion es mas lata que la
de los precedentes: estos sentimientos forman la base
del estado social y de las relaciones reciprocas de los
hombres. Un instinto hemos estudiado, el de la aso
ciacion que parece ser la primera base de este estado
social, pero este instinto que entre los animales lo
mismo que en el hombre , no seria .bastante paia pro
2G2 corso
ducir el estado social , necesita de alguna cosa mas ele
vada y menos egoista, y esto lo encontramos en los sen
timientos. Son, pues, estos sentimientos, especies de
inclinaciones con emocion como las precedentes; porque
todo instinto y todo sentimiento va acompañado de
una emocion, y siempre resulta placer cuando se sa
tisface. Los frenólogos consideran estos sentimientos
como de dos especies; los unos que son comunes al hom
bre y á los animales, y que parece ser la transicion de
los instintos á los sentimientos; los otros que son propios
y peculiares del hombre. Yo no me adhiero completa
mente á este modo de ver, porque encuentro en los ani
males muchos sentimientos que se han dicho ser patri
monio esclusivo del hombre; yo pienso que no lo son
en cierto modo mas que delineados, pero no por eso
me parece que la cadena se interrumpe, porque encuen
tro una transicion que me parece demasiado incon
testable.
Principiamos por la parte posterior y superior adop
tando un segundo plan. El primero, ó plan inferior, ha
principiado tambien por la parte posterior, y se ha es
tendido siguiendo las partes laterales é inferiores has
ta las facultades intelectuales que se han colocado en la
parte baja de la region frontal y han formado una zona;
los sentimientos formarán otra situada por encima de
aquella, y que llegará igualmente hasta las facultades
intelectuales.
DE FRENOLOGIA. 263

10. ESTIMACION DE SI MISMO.

El primero que se nos presenta siguiendo el orden


admitido por los frenólogos, es el órgano llamado de la
estimacion de si mismo, señalado en la lámina con
el núm. 10.
Situacion. Corresponde al ángulo posterior y supe
rior de los parietales, una pulgada poco mas ó menos
por encima de la sutura sagital. Los frenólogos todos
estan conformes con la situacion que he señalado. El
órgano está marcado por dos circunvoluciones, una de
cada lado, que ordinariamente son muy diversas y que
estan unidas horizontalmente. No siempre son como
aparecen en esta cabeza- modelo, pero la diferencia es
corta y puede apreciársele bien.
Impulso primitivo. El impulso primitivo de este ór
gano es la estimacion, el amor de si mismo. Este cor
responde al amor propio de los antiguos filósofos; sen
timiento que siempre ha sido admitido cualquiera que
haya sido el sistema filosófico que se haya adoptado;
sentimiento que ha hecho un gran papel en el si
glo XVIII, en el que la mayor parte de los Olósofos
estuvieron de acuerdo para considerarle como el móvil
principal de las acciones humanas, aunque muchas ve
ces secreto y como desapercibido. Ya hemos dicho que
esta opinion no era fundada, y ha llegado el caso de ha
264 curso
blar de este particular. Por lo demas , este órgano ec-
siste siempre mas ó menos desarrollado; ahora vamos
á hacer conocer las aplicaciones del sentimiento que le
inspira.
Aplicaciones. Este órgano produce el sentimiento de
superioridad, que nos lleva á preferirnos á los demas, y
la tendencia á la libertad y á la independencia. Asi, este
órgano es uno de los que figuran mas constante y enér
gicamente en la historia. Se le pueden referir casi to
das las revoluciones y casi todos los esfuerzos que' ha
cen los pueblos para librarse de la esclavitud que otros
órganos tienden á hacer pesar sobre ellos.
Este es uno de los órganos que por lo general nun
ca falta. Un dia manifesté á Spurzheim mi sorpresa de
porqué tantas personas se estimaban en tan alto grado,
y me respondió: «Ecsaminad tan solo la distancia que
separa el conducto auditivo de ¡a parte superior y pos
terior de la cabeza, y no hallareis casi en ningun órga
no, un radio tan estenso como aquel, con muy pocas
escepciones.» Y esto es verdad , porque es un órgano
muy comun y muy poderoso. Los efectos que de él
resultan ó las influencias que produce, varian mu
cho y sus aplicaciones son muy diferentes segun las
combinaciones. Asi, con sentimientos elevados y una
inteligencia conveniente ha producido la dignidad; el
hombre se respeta y su conducta está de acuerdo
con este sentimiento. Combinado con los del egois
mo y falta de inteligencia , engendra el orgullo y
fomenta la vanidad. El orgullo conduce al bien ó al
mal , al bien cuando se asocia á los actos que anuncian
DE FRENOLOGIA. 265
«na vasta inteligencia y sentimientos elevados, y al
mal cuando se encuentra reunido con actos que tienen
algo de vil y de bajo, y que dan una ¡dea de poca dig
nidad: en este caso es cuando toma tambien el nombre
de vanidad , aunque muchas veces no produzca este sen
timiento. La aplicacion del órgano se esperimenta tam
bien en la envidia y en la emulacion , pero no es solo
en esto. Cuando uno se estima demasiado, se entriste
ce al ver los progre-os de los ciernas, y esta tristeza va
ria igualmente segun las facultades que se la asocian, te
esta suerte, en el hombre que tiene sentimientos elev¡-
dos, los progresos de otro escilarán en él, el deseo de
igualar ó esceder á su rival, por grandes y buenas ac
ciones , y por obras mas dignas de la estimacion de los
hombres. Mas por el contrario en aquel, cuyas faculta
des sean mas débiles , y que caraca de todos los senti
mientos elevados , teniendo solo astucia y ardid, pro
duce el sentimiento de la envidia, de la tristeza y del
deseo de perjudicar.
Ved aqui como este amor propio puede producir efec
tos enteramente contrarios. Alguna vez conduce á la
maledicencia, á la calumnia y al desprecio de las per
sonas que se aventajan á nosotros: pero reunido con un
sentimiento de justicia muy pronunciado, y con el de la
bondad, jamas da por resultado la maledicencia ni la ca
lumnia; induce mas bien á hacer algo que nos eleve
sobre nuestros rivales. Si predomina la destruccion con
la astucia, el amar propio inspirará, actos muy vitu
perables.
Combe ha observado que cuando los niños persiguen
266 cdrso
con sus gritos , con sus injurias y con sus chanzonetas á
un idiota, un viejo, un estropeado ó desgraciado, obe
decen al impulso de este sentimiento: esto es muy de
plorable. Desean colocarse sobre el objeto de sus insul
tos y gozan con la idea de que les son superiores.
|| Este Sentimiento, señores, se manifiesta á cada paso;
predomina esoesivamente en la adolescencia cuando los
jóvenes se aperciben de que raciocinan tan bien ó mejor
que los adultos que en otro tiempo les inspiraban res
peto: de ahi el impulso hacia el ataque, hacia el insul
to: y este sentimiento siempre reside en la especie hu
mana. Asi , cuando un hombre que era el idolo de un
pais, un principe ó un ministro han caido, vemos á este
sentimiento escitar á los hombres á vengarse del respe
to que han prodigado al personage desgraciado , humi
llándole, diciendo de él todo lo malo que saben é insul
tándole de diversas maneras. Pero esta conducta supone
el -concurso de los sentimientos inferiores y de los ins
tintos del egoismo y de la destruccion, y lo que retie
ne aquel impetu es siempre la inteligencia y otros sen
timientos que vamos á ecsaminar , y que dan una bue
na direccion á la estimacion de si mismo, porque el que
se estima no se humilla á los actos que pudieran de
gradarle.
Se le atribuye tambien el deseo del poder, la ambi
cion, el egoismo, cuando está unido á la adquisividad y
á los celos; pero siempre en una especie de combina
cion. Se cree que uno de los elementos de los celos es
el desprecio que se nos figura que se hace de nosotros,
asociado con el aprecio que tenemos de iiosotros mis
DE FRENOLOGIA. 267
mos. Sobre este punto tengo muchas dudas.
Hay otras posiones y otros sentimientos que pueden
ser considerados como el elemento de los celos; de esto
acaso hablaremos mas tarde.
En cuanto á la ambicion creo que esta interpretacion
es esacta , porque ios hombres que quieren dominar a
los demas , que estan poseidos de la propension á sub
yugar á los otros, los que desean figurar y quieren colo
carse en un punto avanzado , al que son conducidos por
un sentimiento irresistible de su superioridad y que
creen haber nacido para mandar á los demas; todos es
tos tienen el órgano muy desarrollado. Muchos de ellos
«o logran su objeto porque no es solo este órgano el
que produce las acciones grandes sin el nusilio de otros;
pero siempre se le encuentra entre los que han llevado
á cabo sus proyectos en este género , como k> vamos á
ver por los ejemplos que presentaré.
Estas cuestiones son muy delicadas y no las presento
«¡no con mucha precaucion; solo pongo de manifiesto
las opiniones reinantes entre los frenólogos, apelando
siempre á la observacion que es la que debe decidirlas.
El género humano es demasiado joven porque solo se
le dan de cuatro á cinco mil años, y es probable que le
esté reservado para mas adelante teniendo mucho tiem
po para observar.
Todavia se le atribuye una cierta actitud, segun Gell,
que es el p-imero que ha hecho esta observacion; y e i
efecto, los hombres fieros que tienden á dominar, que
se estiman mas que los otros, tienen siempre cierta ac
titud que les distingue. Desde luego se les ve erguir la
208 curso
cabeza, mirar de una manera firme y fija , dirigir con
dignidad y cierta altivez sus miradas sobre todos los que
se les acercan. Despues cuando se bajan hasta la fami
liaridad , notareis en su figura como que dispensan una
gracia. Por muy pequeña cosa vuelven á lomar su aire
grave y estan siempre dispuestos a recordarnos su supe
rioridad y á dirigirnos p ra que nos abatamos , sus mi
radas, sus palabras, sus gestos, &c.: este es un hecho
muy notable sobre toda cuando han adquirido el hábi
to del mando.
El mismo- Gall había creido que el órgano inspiraba
á los animales el gusto de hs elevaciones. A muchas bu
fonadas ha dado margen esta observacion; pero no de
bemos ni aun chancearnos de las observaciones hechas
por uo hombre qre sabe observar. Las localidades pare
ce que presentan mejor prueba entre los animales de su
gusto por los sitios elevados, por las cimas de los cer
ros , por las rocas que se pierden en las nubes y por las
copas de los árboles, que la facultad de que se trata ; e«
necesario tener todo esto en cuenta.
Defecto. La falta de este órgano producela humildad
y la tendencia al abatimiento. Es de notar que todos
los hombres que han querido dominar, han predicado
á los demas la humillacion , y en las religiones es pre
cisamente donde esto se ve con mas frecuencia : asi el
que habla en nombre de Dios, eesalta necesariamente su
árgano de la estimacion de si mismo en el mas alto gra
do, se supone en relacion con la Divinidad y desprecia
á los demas cuanto le es posible.. Este órgano, por otra
parte, ordena los ayunos, las privaciones, el abatimieu
I)E FRENOLOGIA. 269
to y lns depresiones de todo género. Jamas el hombre
dominado por este órgano , ve á los demas tan abatidos
como quisiera.
Con el prestigio de la autoridad real , del trono , con
el decorum, con todo el formidable aparato que rodea
á los principes y 'Á los soberanos, se produce el mismo
efecto. Siempre es el mismo sentimiento el que obra1;
sentimiento que conduce á ciertos hombres á colocarse
sobre los demas, y que al mismo tiempo que tienden é
elevarse cuanto es posible, alimentan el deseo de ver
abatidos á los otros cuanto puedan estarlo. Pero come
el órgano ecsiste tambien en estos hombres desprecia
dos, llega un tiempo en que no puede ser comprimido
mas ; y da aqui las reacciones, los movimientos politi
cos , &c. Como yo no voy á hablar de politica me de
tengo aqui.
Es por tanto digno de notar que el órgano de la as
tucia , que es un verdadero protée, lo mismo tema la
apariencia de humildad que cualquiera otra. Un hom
bre orgulloso, si siente la necesidad de abatirse para
elevarse, no dejará de hacerlo, si tiene bien desarrolla
do el órgano de la astucia. De esto son una prueba
bien auténtica las intrigas y maniobras de Sisto Quinto
para llegar al trono pontificio. En el orgullo que des
plega para con sus inferiores encuentra el cortesano la
venganza del abatimiento en que se pone á Ta presen
cia de su soberano.
Ausiliares. Los ausiliares de este órgano no son fá
ciles de determinar. Es un órgano único por su impul
so primero ; al menos yo no cono/o cuáles sean -sus con
270 curso
generes. Pero ello es muy cierlo que el amor propio se
ecsnlta, estando sostenido por el del valor, que si no dá
precisamente la misma direccion que él, le secunda bien
' asi como el de la destruccion. Cuando la fuerza es con
siderable en la juventud , el órgano encuentra en ella
un apoyo. Cuando los sentimientos de egoismo han ob
tenido sus flnes y han conseguido su objeto, el or'gullo
se eleva y se dice: Ya lo logré: Ya llegué á satisfacer
mi proyecto $c. El hombre entonces se estima mas.
Pero he aqui una observacion muy importante y es,
que de todos los sentimientos, la estimacion de si mis
mo es siempre la que más se ecsalta en la reunion de
los hombres, desenvolviéndose con una enerjia prodi-
jiosa lo mismo en los que tienen mas desanollado el ór
gano que en los que lo tienen menos, es decir que el
esfuerzo e$ igual en todos pero el efecto es relativo al
grado de desarrollo. Cuando los hombres se reunen,
cuando se forman en masas , el sentimiento de su fuer
za se engrandece de una manera estraordinaria , y el
orgullo viene á ser ciertamente el sentimiento que pre
domina. Nada mas susceptible ni orgulloso que estas
reuniones , desde las mas pequeñas hasta las mas gran
des; desde las sociedades particulares hasta los reinos,
hasta los imperios, hasta los estados mas estensos. Y
esto lo observamos lo mismo en las ciudades mas popu
losas, que en las aldeas mas reducidas : vemos á un lu
gar en oposicion y continua lucha con otro, su vecino,
sin que baya otra causa que el orgullo y la estimacion
que de si propio tienen los dos suponiéndose superiores
y queriendo aparecer cada uno de mas valia que el otro,
i DE FRENOLOGIA. 271
En las profesiones que están colocadas al mismo nivel
como los albañiles, los pizarreros y los picapedreros,
cuando son muy numerosos, como en las grandes capi
tales, encontramos tambien los efectos del orgullo. Unos
pertenecen á un gremio que lleva tal nombre , otros al
que se distingue con diferente denominacion y en todos
observamos que las pasiones se ponen en juego por el
orgullo, y quede las reuniones de estos individuos re
sultan las mas veces disputas y riñas, sin que para esto
se pueda encontrar otro movil que el orgullo y la esti
macion de si. En los regimientos el amor propio, el
orgullo está fundado unas veces en el armamento, en el
uniforme, en la bandera, en el departamento que se re-
clutó al soldado; otras en la victoria obtenida en tal
batalla: y á esto es á lo que se ha querido llamar pun
to de honor. En una palabra , por todas partes el hom
bre reunido en sociedad , halla motivos de orgullo y de
oposicion , y entonces la susceptibilidad se aun.enta , la
cólera se desarrolla , se pone en consonancia con el amor
propio para producir escesos violentos que muchas veces
son salpicados con sangre.
Antagonistas. Las oposiciones que puede encontrar
este órgano estan desde luego en la circunspeccion , en
la astucia ó secretividad , que le contienen como ellas á
su vez contienen todas las demas manifestaciones, por
que este es el papel que representa esta facultad.
Este órgano ó esta impulsion , encuentra tambien
con un correctivo en la inteligencia ; cuanto mas se
haya cultivado el entendimiento de los hombres, claro
es que mas se ha cgercitado aquella , mayor es el de*
272 curso
arrollo de las facultades de la reflecslon y de la obser
vacion , al paso que el hombre es menos orgulloso. En
tonces es cuando puede compararse con razon á sus se
mejantes; se pone en su lugar y reconociendo su debi
lidad, renuncia por lo menos á la violencia. En el estado
normal el orgullo cae ordinariamente con la fuerza.
Cuando llega la vejez, es otra especie de orgullo el que
viene á reemplazar al primero; este otro orgullo es mas
diestro y mucho menos activo. El hombre entonces
parece bueno aunque no lo sea : asi es que el viejo sue
le verse designado con el titulo de buen hombre. En
efecto, los hombres de edad estan menos dispuestos á
hacer el mal , á atacar; se han hecho indudablemente
mejores, habiendo descubierto paulatinamente y quizas
sin intencion, la vanidad de las cosas de este mundo. Si
son bien organizados, se hacen indulgentes y tolerantes,
lo cual no es muy comun en la juventud. Un ejemplo
muy notable de esto podeis observar en el culto católi
co en general ; si quereis hallar un eclesiástico toleran
te no le busqueis entre los jóvenes.
Pues bien, la cultura de la inteligencia ó de la edu
cacion tiene esta ventaja, que con ella se aprende mas
pronto á compararse con sus semejantes, á conocer su
debilidad, á reconocer uno que no puede ser et corifeo
de sus semejantes, que no es mas que un punto muy
circunscripto de la masa ; en tanto que si un hombre
tiene la desgracia de no ser ilustrado, se llena de orgu
llo y por muy poca cosa; este sentimiento le ecsalla y
le conduce á actos á que un dia debe seguir el arre
pentimiento. Estos son hechos.
PE FRENOLOGIA. 273
Animales. Entre los animales este órgano ecsiste.
Cali, como ya tengo dicho, habia considerado la incli
nacion que les impele á buscar con esmero los sitios
elevados, como una prueba de orgullo, y lo atribuia al
órgano que hemos señalado. En cuanto á mi, que aun
que no participo de su opinion , pues me atengo mas
bien al instinto de los lugares, no tengo intencion de
criticar á un hombre como Gall; creo que debe apelar
se á la observacion. Entre los cuadrúpedos se cita al
mulo que es verdaderamente orgulloso y tambien al ca
ballo; pero bien puede añadirse el perro. Un caballo
fuerte y vigoroso toma en efecto una actitud soberbia
cuando se contempla de repente en libertad , parece
tambien mas envanecido si se halla bien enjaezado que
cuando lo está groseramente. Cuando se ve con un gi-
nete de importancia y distincion, manifiesta igualmente
cierto orgullo. Tambien es muy cierto que los. mulete
ros del mediodia de Francia, del Languedoc, amenazan
al ganado con quitarles sus adornos para humillarles
cuando reusan trabajar ó son indóciles , y aseguran que
dicha amenaza produce algun efecto. El elefante es or
gulloso ; si le hieren en su vanidad es bien seguro que
se Venga tarde ó temprano; tampoco el perro es del
todo estraño al orgullo. El perro vigoroso desprecia á
un enemigo debil; el mastin, el perro de combate, que
es el mas egercitado en destrozarse con sus semejantes,
perdona siempre á un perro debil que le ataca y hasta
le muerde. Yo dige en la academia de medicina: los
perros tienen orgullo; uno de mis compañeros de facul
tad al salir me dijo : teneis razon ; he visto á un perro
18
274 curso
enorme atacado por un gozquecillo, que no recibió otro
castigo que el que vulgarmente se dice de alza la
pala, Sfc.
Dicen tambien que el leon desprecia á un enemigo de
bil. Esto podrá ser; pero yo no he hecho observaciones,
lo que si es cierto que el perro de caza habituado á se
guir á un cazador diestro, desprecia al torpe á quien su
amo le ha confiado; y si ve que el cazador lira dos ó tres
tiros sin resultado, se burla de él y cesa de obedecerle.
Yo he conocido un famoso cazador que tenia un perro
de esta clase: cuando le prestaba á un mal tirador,
asi que se convencia de su torpeza le avandonaba sin cum
plimientos y se volvia á su casa.
El caballo cuando se ve montado por un ginete que
sabe manejarle, está sumiso y obediente; pero si en su
lugar lohaceun novicio cualquiera que ignore las reglas,
le vereis hacer mas piruetas que las de ordinario y pare
cerá que se burla del ginete. Yo he visto á uno que no
paraba de hacer morisquetas hasta que se apeaba el mal
ginete y entonces braceaba y coceaba en señal de
triunfo.
Es igualmente cierto que los animales que guian álos
otros tienen orgullo: muchas especies de cuadrúpedos se
reunen en vandadas y el que marcha á la cabeza, mani
fiesta mas altivez que los otros. Los mismos carneros á
los que se ha tomado por tipo de la dulzura y de la man
sedumbre, tienen su gefe, el morueco que los guia y que
lleva la cabeza mas erguida que los otros.
Entre las aves se observa lo mismo, y hay entre ellas
una especie de veneracion que las impele á seguir á la
DE FRENOLOGIA. , 275
que se pone á la cabeza como mas esperimentada, la
cual á su vez toma la actitud. que conviene á su papel.
A las aves, repito, no puede negárseles el sentimiento
del orgullo; bien sabeis el que se atribuye á los pabos á
causa sin duda de la actitud ridicula que toman; lo mis
mo puede decirse del pabo real. Pero respecto del gallo
no puede ofrecerse ningun género de duda, y el gallo
victorioso despues de una lucha, toma siempre una ac
titud altiva por muy fatigado que se sienta, haciendo oir
sus cantos de triunfo, en tanto que el vencido toma una
actitud humilde y acaba por huir.
Pero hay una cosa muy notable , que yo he tenido
ocasion de observar, cuando un gallo jóven y pequeño
quiere cubrir una gallina grande y fuerte, esta se in
digna, toma un tono altivo que no tiene en otra cir
cunstancia, y le rechaza encolerizada. Si él por acaso la
sorprende y logra su objeto sin que ella le haya visto,
la gallina se indigna tan pronto como le reconoce y en su
actitud parece que le dice : \Yo crei que era otro, y eres
túl—Entonces ella le rechaza murmurando de cólera y
de arrepentimiento. Yo no hubiera adelantado estos he
chos singulares si no los hubiera visto muchas veces
confirmados. (Risas.)
Por esto, señores, no debe decirse que el sentimiento
del orgullo pertenece esclusivamente á la especie huma
na, observándose tambien que es independiente del sen
timiento de las eminencias físicas.
Ejemplos. Ecsaminemos los ejemplos; observad la
anchura de la parte posterior de la cabeza y vereis como
aventaja á la parte anterior. Todos los hombres que as
276 curso
piran á gobernar á los demas ofrecen esta misma confor
macion. ITeaqui la cabeza- del baron Stassard. En gene
ral, los hombres que han alcanzado triunfos en la guerra,
que llegan á ser generales, están en el mismo caso; ob
servad estas cabezas de generales, de ministros, de dipu
tados influyentes, de grandes administradores. Entre es
tas cabezas debo hacer particular mencion de la del ge
neral Foy, modelo é idolo del partido liberal, en una
crisis que amenazaba ser funesta á la Francia. Observad
como á la estimacion de si mismo se asocia la necesidad
de la de los otros, la firmeza, la circunspeccion, el va
lor, grandes facultades reflectivas y un -bello idealismo!
Despues de haber sido un valiente general, fue orador,
poeta y gran ciudadano. Si no hubiera conocido sus fa
cultades, si se hubiera retirado como tantos otros; el
luto de la Francia entera no hubiera revelado á la Eu
ropa todo su valor. La estimacion de si mismo es, pues,
-una facultad util á la humanidad. Tambien podeis ob
servar este mismo sentimiento , muy fuerte igualmen
te; pero no tan bien combinado, sobre la cabeza de esta
señora de un caracter estremadamente orgulloso y aris
tocrático.
Observad á Lacenaire ; esta parte la tiene bastante
desarrollada, como la correspondiente á la necesidad de
la estimacion de los demas. Yo volveré á ecsaminar esta
cabeza cuando tratemos de este último órgano. Aqui
hay otro orador, Benjamin Constant; porque esta con
formacion es la de todos los hombres que se ven impe
lidos > atormentados por el deseo de dominar , sea por
la palabra, sea por las acciones ; de los hombres que no
DE FRENOLOGIA. 277
duermen cuando no han inspirado respeto, veneracion,
cuando no se han colocado en una posicion de superio
ridad respecto á los demas; esta conformacion en una
palabra, es la de todos los hombres que no pueden abs
tenerse de colocarse delante de todos los géneros que
pueden elevarlos sobre la multitud, porque el órgano
se aplica á las cosas pequeñas como á las grandes.
He aqui una cabeza que merece una atencion parti
cular : es la de Casimiro Perrier; nacido en el seno del
pueblo, educado sin vanidad en los detalles de cálculos
mercantiles: este hombre estaba dotado de gran capa
cidad en mas de un género. Una estimacion bien cono
cida de su grandes recursos, le debió obligar á hacer
los valer. Bien sabeis todos el alto papel que ha repre
sentado, la oposicion que ha resistido y los recuerdos que •
ha llevado á la tumba. Observad la coincidencia de la esti
macion de si mismo con la firmeza, el valor, la circuns
peccion y la inteligencia. Él, á no dudarlo, habria bri
llado en cualquier otra carrera en que las circunstan
cias le hubieran colocado. Estas cabezas completas son
tan raras, que nos vemos obligados á hacerlas valer, en
honor de la ciencia.
Esta otra es la cabeza de Spurzheim, que á un méri
to raro, reunia el deseo bien natural de obtener la re
compensa; se estimaba á si mismo; pero queria que la
confesion de los demas justificase su sentimiento: el
desarrollo de lá estimacion de si mismo coincide en él
con la mayor parte de las grandes facultades. He aqui
tambien un orador popular estraordinariamente no
table y que todo el muudo ha llorado, Manuel. Esta
278 curso
parte está sin 'embargo en él muy desarrollada.
Ahora por el contrario , os mostraré en compensa
cion la mayor parte de los ladrones , de los malhecho
res, de los improbos que no se estiman. Esta parte está
en ellos casi siempre deprimida. Y si entre estos mise
rables hay alguno que la tenga dominante , será sin
duda el gefe de la cuadrilla.
Entre los hombres religiosos se hallan algunos que
no estan dominados por el orgullo: he aqui un ejemplo
en la cabeza del obispo Gregoire , que tenia muy gran
des facultades, pero que no era ambicioso.
15 de junio de 1836.

Señores:

Hemos empezado en la última leccion la historia, de los


sentimientos, y hemos empezado por la estimacion de
si mismo ó el amor propio; inclinacion muy importan
te y uno de los principales móviles del estado social.
Vamos ahora á ocuparnos del deseo de la aprobacion,
aprobatividad de Spurzheim, vanidad segun Gall, que se
habia fundado solamente en una de las aplicaciones de
este órgano.
Situacion. Este órgano está situado por encima de
la parte posterior y superior del hueso parietal, tiene
280 corso •
origen en los adultos á media pulgada de la sutura lamb-
doide y se prolonga por los dos lados de la sutura sagi
tal, de la que está separado por el órgano de la estima
cion de si mismo: corresponde por otro lado, á la incli
nacion por la parte posterior, por la anterior á la con
ciencia y por su borde esterno á la circunspeccion. En
la cabeza modelo está señalado con el núm. 11.
Impulsion primitiva. Es el deseo de merecer la apro
bacion de los demas, el amor de la aprobacion, el placer
de verse aprobado por los otros. Este sentimiento segun
los frenólogos , es primitivo. No se le habia distinguido
aun de una manera bieu clara por los filósofos, apesar
de que Pascal, Labruyere y Larochefoucauld le diferen
ciaron del orgullo como lo ha hecho juiciosamente notar
Mr. Vimont. Bien observais con qué lentitud marchan
muchas veces las ciencias en su principio: aparecen al
pronto algunas ideas, algunos descubrimientos aunque
confusos y despues de mas ó menos tiempo, estos des
cubrimientos son fecundos y las ciencias hacen rápidos
progresos.
La esperiencia es la que ha descubierto este órgano. A
fuerza de observar hombres se ha notado que en aque
llos en que esta facultad era predominante, tenian este
órgano muy desarrollado. Por lo demas, ya volveremos
á ocuparnos de estas consideraciones generales.
Despues de estos detalles sobre las facultades, las ge
neralidades ofrecerán mas interés que al principio del
curso.
Aplicaciones. Las aplicaciones que se hacen á las de
nominaciones usuales son las siguientes ¡alamor del bien
DE FRENOLOGIA. 281
al deseo de agradar á los oiros mereciendo su aprobacion
lo cual supone facultades intelectuales superiores ; cuan
do las facultades son medianas ó inferiores, se aplica á
la vanidad, á la adulacion, á la ambicion, porque esta fa
cultad conduce muchas veces a humillarse para agradar,
á halagar las pasiones del poderoso, á la compostura, á
la intriga. He aqui dos grandes divisiones; las facultades
y sentimientos superiores inspiran el bien , las grandes
acciones, el deseo de ser aprobado, de conciliar la esti
macion de si mismo con la estimacion de los demas. En
tonces es un movil estraordinariamente poderoso. Con
facultades inferiores y.sentimientos de baja ley, no ins
pira mas que acciones designadas por los sustantivos que
acabo de enumerar. Este órgano está perfectamente
tratado en el Manual de Combe traducido por el doctor
Fossati , que os encargo que leais; pues yo no me lisonjeo
llegar al grado de precision é interés que en él se encuen
tra respecto á este órgano.
Si se hace aplicacion á las naciones, se vé que este
sentimiento es diferente entre ellas. Asi es que los fran
ceses le tienen en un grado bastante pronunciado, y
muchos autores frenólogos , particularmente los ingleses
atribuian al predominio de este sentimiento en nues
tro pais , la politica estremada que le caracteriza en los
dos scesos en general y la coqueteria en nuestras mu-
geres, como si no hubiera coqueteria entre las inglesas
como por todas partes.
Los ingleses en general tienen mas estimacion de si
mismos, son menos afables, menos politicos; se mantie
nen siempre en la mayor reserva con cierta especie de
282 censo
arrogancia : tienen la cabeza erguida y afectan como
despreciar Iq 'opinion que de ellos pueda tenerse. Lo que
parece indicar el predominio de la estimacion de si mis
mo sobr§ el deseo de agradar, que en efecto no se pue
de^ negar que está generalmente pronunciado en la na
cion francesa. Falta sin embargo comprobar si sobre el
mayor número de cráneos está mas pronunciado este ór
gano en Francia que en Inglaterra porque bien sabeis
que la educacion, los hábitos el ejemplo, dan preponde
rancia ya á un órgano ya á otro.
Tambien es cosa reconocida que los españoles son al
tivos y se mantienen siempre en una actitud de reserva
y de indiferencia al primer acceso; en tanto que los ita
lianos son obsequiosos, procuran agradar y aun adular
quiza algo mas que los franceses; y por último que los
alemanes en general parecen un poco bruscos y fijan me
nos su deseo en agradar que los franceses é italianos
aunque sean francos y hospitalarios. No diré yo, porque
huyo siempre de las aserciones muy esclusivas, que los
órganos corresponden siempre á estos caracteres aparen
tes. Bien se yo tambien que las bellas cabezas de todas
las naciones europeas son igualmente susceptibles de sen
timientos los mas nobles, de facultades intelectuales las
mas relevantes; pero yo presento los hechos observados»
y digo que es bueno escitar á los que cultivan nuestra
ciencia en la cuna todavia, á comprobar si estas aparien
cias de caracteres diferentes corresponden con el predo
minio de ciertos órganos, ó si son efecto del hábito y de
la educacion.
Auxiliares y antagonistas. Los ausiliares de este ór
DE FRENOLOGIA. 283
gano se encuentran en el erolisimo, la benevolencia, la
astucia, la circunspeccion, la veneracion. La falta de fa
cultades intelectuales de la seccion superior le deja por
otra parte un gran predominio, en tanto que una reflec-
sion fuerte y profunda suministra al hombre los medj( s
de apreciar sus acciones, por consiguiente le impide hu
millarse mucho.
Coloquemos en el número de los impulsos opuestos á
los que estudiamos, el valor, la destructividad, la nutri
cion, sentimientos generadores de los movimientos de
impaciencia, de colera y de furor. En el estado de ecsal-
tácion que constituye esta pasion, el humilde recobra sa
altivez, el que se habia encorbado Se endereza, levanta
su frente y siente crecer su valor en proporcion de el
aumento que recibe su fuerza ríiiiscúlar. Desgraciada
mente está reaccion no es duradera , y nuestro órgano si
es fuerte recobra bien pronto la superioridad.
La estimacion de si mismo es sobre todo la que pare-
ce ser la antagonista directa de esta facultad. Pofqile
segun la observacion juiciosa de Spurzheim, á quien he
oido disertar sobre esta facultad , todo aquel eh quien la
estimacion de si mismo predomine de una manera no
table Sobre el deseo de la estimacion de los otros, pro
fesa un soberano desprecio hácia la opinion que de él
se puede tener. Prosigue su marcha con altivez, sin
cuidarse de lo que puedan pensar los demas; y muchas
veces él los ofende, choca con ellos, los ataca, con lo
que daña mucho el écsito de sus deseos, á menos que
no se vea Colocado en una posicion superior, que el sei-
timiento de veneracion de la multitud haga hasta cier
284 curso
to punto inviolable. Entonces facilmente se perdona su
altivez. En las sociedades ilustradas en general y sobre
todo en Francia, esta altivez, esta independencia de la
opinion que puede tenerse de si misma, no está bien
visb.
Esta disposicion es todavia mas pronunciada si la fir
meza se asocia con la estimacion de si mismo, lo que
sucede muchas veces, porque estos dos órganos están
bastante aprocsimados. Si al mismo tiempo la a proba ti-
vidad está muy deprimida, entonces resultarán estos ca
racteres tercos, inflecsibles, que desprecian altamente la
opinion de los demas. El mejor correctivo de esta mo
lesta combinacion es el desarrollo conveniente de la ne
cesidad de obtener la aprobacion de los demas. Asi es
que la falta del órgano de que nos acabamos de ocupar,
tiene sus inconvenientes, como el estremado desarrollo
de que á menudo se presentan ejemplos. Las facultades
elevadas son ciertamente el correctivo de estas, porque
ellas nos permiten apreciar las consecuencias de los ac
tos de bajeza camode los actos de altivez. En general es
el órgano de los cortesanos y de un gran .número de
mugeres. Sin embargo cuando la estimacion de si mis
mo halla motivos que la justifiquen en elevadas faculta
des, el órgano que nos impele á desearla aprobacion de
los otros, recibe un nuevo grado de accion.
Animales. El órgano de la aprobatividad no se ha
concedido á los animales por Mr. Vimont. Yo creo sin
embargo que es imposible negársele á algunas especies
domésticas, particularmente al perro; porque el carac
ter obsequioso y humilde, el deseo de agradar es pateu.
DE FRENOLOGIA. 285
te y manifiesto en muchas razas de estos animales. Com
be ha hecho la observacion y yo estoy enteramente de
acuerdo con su opinion respecto á esto. Entre los per
ros de caza particularmente, el deseo de agradar está
escesivamentc pronunciado; son muy humildes y procu
ran siempre seducir por las caricias y por la humildad.
Entre los demas animales este órgano no puede casi
observarse. Respecto á los monos no tengo datos, hago
mencion de ellos para escitar vuestra curiosidad y con
duciros á la investigacion. Me parece igualmente impo-v
sible que nuestro órgano no sirva para algo en todos los
obsequios y las caricias <lue tos machos hacen á sus hem
bras, no solo entre los perros, sino tambien entre los
gallináceos, tales como el gallo común, el pabo, los pi
chones y las tórtolas, &c.
Ejemplo. He aqui uno de los mas notables, en casa
de una señora inglesa que no se ocupaha desde la maña
na hasta la tarde, sino de su adorno. Bien veis que esta
facultad domina la inteligencia, la circunspeccion, la as
tucia; todo lo domina. Esta uruger no se ocupaba abso
lutamente mas que de componerse, adornarse, hacerse
valer en una palabra, de todos los modos posibles. Ya os
he dicho que este órgano era muchas veces el móvil de
las grandes acciones, cuando estaha unido á una inteli
gencia elevada. Aquí está el busto del general Foy, uno de
los mas bellos modelos que tenemos para todas las'facul-
tades; casi todos los órganos están en él pronunciados, y
la mayor parte se presentan en el mas perfecto desar
rollo que puede desearse. Observad como esta facultad,
el deseo de agradar se encuentra en él con la 'firmeza,
286 \ curso
Ja estimacion de si mismo, con una elevada inteligencia,
y por último con todo lo que hay de superior.
Ved aqui otra cabeza muy notable tambien; nuestro
(órgano está muy saliente y combinado con otras facultc-
des superiores.
Os he prometido deciros dos palabras acerca de La-
cenaire referentes áesta facultad. Lacenaireque ha sido
desgraciadamente muy célebre, posee esta facultad en
ini alto grado. Observad bien esta cabeza, observad esta
masa que toca mi mano á la region posterior.y superior;
y notad que la anchura no depende del desarrollo de la
linea media. Esta anchura es producida por la de dos
eminencias laterales que corresponden al deseo de la
aprobacion ; 'resultando que esta pasion ha debido so
brepujar á la estimacion de si mismo. Y con efecto este
hombre era eji estremo vano, estimadamente orgullo
so y todo su proceso asi como los apuntes que se han co
municado por su parte, tienden á probar que el deseo
de hacer hablar de él sobrepujaba en esta época á lodo
otro sentimiento. Era tambien hombre de imaginacion y
bien podeis observar la prominencia del órgano del idea
lismo; mas tarde volveremos á tomar esta cabeza por
modelo de esta facultad. No hay duda que se ven en
ella algunos sentimientos superiores; que hay algunas
señales de justicia y veneracion, pero estas facultades
estaban dominadas por esta masa que acabo de señala
ros. Es preciso considerar las cabezas al primer acceso
de una manera un poco mecánica; las grandes masas en
general son las que arrastran a las mas pequeñas. Esto
es cruel ; y no hay otra cosa, sfho la educacion que pue
DE FRENOLOGIA. 287
da remediar esta fatalidad de organizacion ; esta consi
deracion al menos puede consolarnos. Asi es, que este
hombre tenia mucho amor propio, mucha imaginacion;
y el amor propio y la imaginacion dominaban el juicio,
como podeis comprobarlo por la pequenez relativa de
sus facultades intelectuales superiores. En efecto, lo
que da un poco de volumen á eSta parte superior de la
frente, es el órgano de la alegria y no los de la com
paracion y la causalidad. Es realmente una cabeza de
sofista ó falso razonador. Ya os he hecho observar antes
el enorme desarrollo de los órganos de la destruccion y
de la astucia; Lacenaire fue arrastrado al crimen por
una vanidad estremada , por una imaginacion ecsaltada
cuya inteligencia muy mediana y separada por la ale
gria, origen frecuente del sofisma, no ha podido mo
derar los estravios: las circunstanciasen que se encon
tró han hecho el resto. Sin embargo, no han temido
decir é imprimir que esta cabeza desmentia la Freno-
logia. Esta clase de errores son frecuentes entre los
hombres que quieren hacer la aplicacion de la craneos-
copia sin haberla antes estudiado. No obstante, la debi
lidad de la circunspeccion en sus propias cabezas, podria
servirles de escusa, si motivos que nos repugna califi
car no les hubieran conducido á rechazar los consejos
de esta facultad.
He aqui un salteador en el cual este amor de la apro
bacion es inmenso; pero la destruccion y la propiedad
los igualan y aventajan evidentemente á los sentimien
tos superiores que faltan y á los de la alta inteligen
cia , cuyas señales estan poco marcadas.
288 curso
Ved aqui una muger que se suicidó por amor propio;
la parte que. corresponde á este sentimiento está tam
bien muy desarrollada en ella y aventaja evidentemen
te á la inteligencia.
Aqui está Roland , en el cual el esceso contrario está
patente: ved como toda esta parte está deprimida. Este
era un hombre entregado á ideas ascéticas, religiosas;
bien veis que se estimaba poco á si mismo. Estaba dis
puesto á humillarse porque la estimacion propia y la
de los demas no eran muy fuertes , en lugar que la que
domina es la region superior, cuyo destino veremos
mas adelante.
' Basta ya lo dicho acerca de esta facultad , porque es
menester que adelantemos. Voy á ocuparos de otra que
miro como muy importante; esta es la circunspeccion,
acerca de la que tengo un trabajo bastante completo,
para el poco tiempo de que he podido disponer.

1*. CIRCUNSPECCION.

Esta palabra significa mirar ,en torno suyo; lo cual


anuncia el deseo de alejar los peligros, de ponerse en
seguridad. Todos los frenólogos han admitido esta deno
minacion, circunstancia muy notable por cierto.
Situacion. Observad esta gran masa que se encuen
tra casi en medio de las partes laterales de la cabeza,
DE FRENOLOGIA. 289
correspondiente á la parte mas saliente de los parieta
les; en todas las cabezas está situada en la region de
los parietales donde empieza la osificacion.
, Esta parte es en general la mas ancha de la cabeza
en la mayor parte de los sugetos , sobre todo en la in
fancia, aunque hay algunas escepciones. Asi que la si
tuacion no es diGcil de determinar.
Influencia directa ó impulso primitivo del órgano. Se
gun los frenólogos, "esto se esplica con una sola palabra,
circunspeccion , que toma en muchos casos el nombre
de prudencia. El esceso de esta facultad produce en ge
neral segun los mismos frenólogos, la duda y la timi
dez, porque el hombre se ecsajera las consecuencias des
favorables de sus acciones. La falta constituye el atolon
dramiento, que en el mundo es considerado como el
efecto de la precipitacion, de la vivacidad de la accion
nerviosa; pero no es asi, porque los niños en quienes
el órgano de la circunspeccion está muy desarrollado,
son tanto mas circunspectos cuanto mas jóvenes son; y
en efecto, el órgano es mas saliente en la primera edad
que en las sucesivas, habiendo previsto la naturaleza que
los niños deben proveer á los peligros que les rodean.
Esta es por lo menos la opinion de los frenólogos; ahora
voy á esponer la mia.
Aplicaciones. Este órgano, qué es el de un instinto
ó inclinacion superior, ó mas bien de un sentimiento;
pues que asi es como se ha convenido r.ombrar á esta sec
cion de nuestros, instintos, puede aplicarse á los instin
tos, á los sentimientos y á la iiitelijeucia. Considerémos
le en sus diferentes aplicaciones.
290 fCRS»
Aplicado á los facultarles intelectuales (empiezo por
ellas para la mejor intelijenci» ) es de un efecto en es
tremo notable, él retiene las manifestaciones que tienen
relacion con la esposicion de los hechos. En este primer
punto, nos presta en general grandes servicios, porque
solo es permitido á un corto número de hombres el re
ferir siempre con oportunidad y de repente. La mayor
parte necesitan pensar en los hechos y bajo muchos as
pectos, y nuestra desgracia proviene con frecuencia de
la prontitud é inoportunidad de nuestros escritos.
Aplicado á los sentimientos, el órgano retiene igual
mente la manifestacion, y nos impide descubrir nues
tras afecciones, nuestros ódios y nuestros proyectos an
tes del tiempo y las circunstancias que pueden asegurar
el écsito.
Sobre los instintos tiene menor influencia, porque los
instintos tocan mas de cerca á la ecsistencia del hom
bre, á la conservacion del individuo, á la reproduccion
de la especie. Sin embargo, los instintos ó inclinaciones
no están todos igualmente apartados de la influencia de
la circunspeccion, como despues veremos, aun entre los
animales. Esta facultad reprime la espiesion dela amis
tad, de la cólera, del deseo de poseer. Influye menos
sobre el erotismo, sobre la filogenitura, menos todavia
sobre la manifestacion de la necesidad de alimentos, y
no puede mas que suspender por un tiempo muy limi
tado, los movimientos necesarios á la satisfaccion de las
primeras necesidades, tales como los de la respiracion y
de las secreciones.
Es de todo punto un órgano de cohibicion, al que es
1)1? FRENOLOGIA. 291
imposible negar este modo de accion, cuando se han
comparado la» cabezas en que este órgano está muy
borrado, como en la de Bentigoss, con aquellas en que
está muy pronunciado, como son las cabezas de los
hombres prudentes, sabios, de los hombres que han go
bernado á los demas, de los hombres que han impreso
un gran movimiento en el estado social. Estos hombres
rara vez han obedecido á sus primeros impulsos; ellos
han contenido, retenido casi siempre sus sentimientos,
y madurado sus proyectos antes de manifestarlos; lle
gando al estremo muchas veces de reprimir hasta sus
instintos. Al contrario, los que carecen de este órgano,
no reprimen sus sentimientos mas tiempo que sus es
presiones ; asi que les ocurre una idea la emiten con la
rapidez del relámpago ; por eso se les suele llamar
Bocas de verdades; pero lo que son realmente son
verdaderos atolondrados, indiscretos á quienes no se
puede confiar un secreto, porque nada pueden callar ; á
la primera ocasion de hablar y solo por Ja mezquina
gloria de alimentar la conversacion, dejan escapar lo que
tienen mas secreto. Si esta triste organizacion la tiene
un general, un gefe de corporacion, desgraciado de éll
Sus pensamientos, sus proyectos, sus afecciones, sus
ódios, todo se descubre: eu una palabra, es hombre per
dido. La desconsideracion y el desprecio le esperan á la
primera desgracia.
Lo mismo sucede en la condicion privada : si el hom
bre dominado por instintos que arrastran á acciones po
co dignas de aprobacion, tiene esta conformacion, todo el
mundo conoce los escesos que comete con el vino, con
292 craso
.la comida, con las mujeres, con los placeres de toda cla
se. Es bien notable por cierto que la organizacion se
encuentre tan perfectamente en relacion con estas dis
posiciones morales. Que nos digan ahora los que todo
lo refieren al yo, á qué cualidades del sentimiento per
sonal pertenecen estos estravios. Si es un alma, un espi
ritu, un sensolio común el que responde de las acciones
de los hombres, y si no es la materia cerebral ó como
nos dicen, la carne, que nos dén entonces mejores espli-
caciones que las nuestras, de estas variedades tan co
munes en los hombres. Si la carne sola es culpable de
nuestras aberraciones, de nuestras faltas de todo género,
que nos prueben que dirigiéndose al espiritu por la ra
zon, se puede constantemente prevenirlas.
Seguro es que no pueden respondernos sino sacando
de quicio la cuestion ó por medio de la injuria; volva
mos, pues, á nuestra observacion empirica.
Asi es, bien lo veis, que el órgano de la circunspec
cion es un medio de cohibicion para las intelijencias,
para los sentimientos y aun hrsta cierto punto para los
.instintos. Los hechos lo comprueban, pues que todos
los hombres de grandes proyectos han tenido cabezas
muy anchas por el desarrollo de las dos masas que cor
responden á nuestro órgano; creo igualmente que. estas
cabezas son las únicas que pueden preveer con anticipa
cion las consecuencias y ejecutar sus proyectos oportu
namente, si por otra parte los demas órganos concur
ren; porque si con una circunspección suficiente se tie
ne poca inteligencia, claro es que se hará mal uso de
aquella.
DE FRENOLOGIA. 293
Ausiliares. Entre los órganos ausiliares, es decir,
aquellos cuya accion favorece la del órgano de que nos
ocupamos, figura desde luego la astucia que viene á fun
dirse materialmente con este órgano como ya os he di
cho y podeis comprobarlo en esta cabeza que ciertamen
te no se ha hecho á propósito. La astucia es de un ór-
den menos elevado; por eso es por lo que los frenólogos
la han dejado entre los instintos, al mismo tiempo que
ha colocado la circunspeccion en los sentimientos. Des
pues las facultades reflecsivas, cuando estan desarrolla
das inspiran la circunspeccion; pero es menester pre-
veer las consecuencias de lo que se haga, y por eso
es necesario tener esperiencia, asi que la circuns
peccion que no depende mas que de la - inteligen
cia , llega larde , al paso que la circunspeccion innata
se manifiesta desde la infancia. Ecsaminad á los niños
cuya cabeza es muy ancha por esta region y no les ve
reis esponerse tan atolondradamente como los de una
conformacion opuesta, aunque con respecto á la inteli-
jencia no sean mas aventajados que estos últimos.
La estimacion de si mismo y el deseo de aprobacion
deben tambien obrar en el mismo sentido que la cir
cunspeccion, pues que estas facultades tienden á retar
dar la emision de las ideas y la ejecucion de los actos
que podrian comprometernos á los ojos de los demas y
á los nuestros.
Antagonistas. El órgano opuesto a este es desde
luego la destruccion, orijen á lo que dicen de la cólera,
y no el valor. Este en efecto puede coincidir con nues
tro órgano; pero el de la cólera que se cree <¡er tam
294 curso
bien el de la destruccion , es sobre lodo el que parace
mas contrario á la circunspeccion.
Ejemplos. Pero busquemos ejemplos entre las ca
bezas de los hombres que han gobernado á los demas.
Aqui está Foy, Lamarque, Casimiro Perier. Observad
qué anchura hay en estas regiones. Algunos sin embar
go serán capaces de objetar que todas las cabezas tie
nen esta conformacion. No obstante, falta mucho ; en
tre los niños, la cabeza es generalmente ancha en las
regiones medias del parietal ; pero con la edad las par
tes anteriores ó posteriores llegan á ser muchas veces
predominantes sobre la parte media; y las cabezas me
jor conformadas bajo otros respectos, cometen faltas
muy graves, si esta mudanza borra mucho la circuns
peccion. Ved aqui la cabeza de un tal Dodd que fué un
ministro protestante en estremo religioso y benéfico,
pero falto de circunspeccion y aun de conciencia, como
podreis juzgar cuando tratemos del órgano que corres
ponde á esta facultad. Pues bien, este hombre venera
ble y benéfico ha concluido su carrera en el cadalso por
servir á sus amigos, sin tomar consejo del honor y so
bre todo de la circunspeccion. Otra vez volveremos á
este examen cuando tratemos de otro órgano.
Ved aqui la cabeza de Bentigoss que poseia una for
tuna inmensa y una alta inteligencia con sentimientos
ítfeeluosos en estremo notables, pero que no estaba do
lado de ninguna circunspeccion. Notareis una depre
sion en lugar de una prominencia en medio de los hue
sos parietales; es una de las cabezas mus preciosas que
posee la Freaologia. Este hombre se arruinó por efecto
DK FRENOLOGIA. 895
de esta desgraciada organizacion; él no podia ocuparse
de sos negocios, calcular las consecuencias de sus pensa
mientos, de sus sentimientos, de sus instintos, de sus
gustos cualesquiera que fuesen á los cuales se abandona
ba sin reserva ; y confiándose enteramente en la buena
fé de sus gerentes, tio se mezclaba en sus asuntos.
He dicho señores, que los hombres capaces de calcular
su conducta, de dirigir un plan, de guardar un secreto,
de no comunicar á los demas mas que lo necesario para
el éxito, han tenido siempre la cabeza ancha en esta re
gion ; he añadido en contraposicion que las personas li
geras, las personas que se presentan con elevadas facul
tades y bellos sentimientos, y no han acertado jamás por
su culpa, por inesaclitudes, por aclosde mala conducta,
por olvidos, tenian siempre esta parte deprimida. Ben-
tigoss y Dodd acaban de ofrecernos pruebas en favor de
esta última asercion. Para la primera, ved aqui otras
dos sacadas de personages que conoceis, Cuvier y Du-
puytren; Dupuytren que calculaba todas sus acciones,
todas sus palabras, que no dejaba escapar una, que no
hacia un gesto, un ademan cuyo efecto no hubiera pre
visto antes; que tenia unas maneras,con el discipulo,
otras con el enfermo de una clase comun, otras con el
de un orden superior y otras reservadas para los princi
pes, no olvidando la que convenia aplicar á sus compa
ñeros y al público que acudia á sus consultas gratuitas.
La cabeza era enorme en la reglon que corresponde á
nuestro órgano, como podeis verlo por la modelo que
nos servirá sin (luda para otras facultades ; porque este
gran cirujano tenia muchas. Cuvier fué un hombre que
2% CCKSO
calculaba tambien todas sue acciones, que queria elevar
se norias ciencias y por ta politica simultáneamente.
Tenia esta parte prodigiosamente desarrollada ; decia
solo lo que queria en materia de acontecimientos ; no'
manifestaba jamás sino lo que tenia intencion de mani
festar en materia de sentimientos y de proyectos. No
obstante fué quizás mas espansivo con sus amigos que
el célebre operador de que acabo de hablaros. Yo creo
que las grandes reformas que el ilustre naturalista ha
introducido en las clasificaciones zoológicas y las aproc-
simaciones fecundas por las cuales ha fundado la ciencia
de los osametitos fósiles, están bien lejos de ser estro ñas
á las funciones del órgano que nos ocupa.
Tales son siempre estes hombres grandes y profundos
que calculan friamente sus acciones en medio de esa
multitud de atolondrados de que está plagada la socie
dad. La circunspeccion, señores, es mucho mas que la
astucia ; es la facultad de retener la manifestacion de
todas las facultades de que os he hablado y de manifes
tarla con oportunidad, no con el objeto de engañar, sino
para dar á la6 nociones adquiridas el tiempo necesario
para madurarse y coordinarse de la manera mas apro-
pósito para obtener grandes resultados.
Bien veis que yo llevo bastante lejos las influencias
de la circunspeccion, creyendo que esta palabra abraza
todo lo que acabo de indicaros. Observo tambien que los
frenólogos no la han interpretado por completo y esta
es la razon por qué tomo acta de mi iniciativa acerca de
la manera de considerar la circunspeccion.
Con grande inteligencia y esperiencia de mundo se
DE FKENOI.OGIA. 297
adquiere la circunspeccion; pero es una ' circunspeccion
intelectual, forzada, que se desmiente facilmente cuando
un órgano predominante se pone en accion. Pero la cir
cunspeccion orgánica, instintiva obra siempre y mantie
ne al hombre en guardia continuamente. Es siempre
circunspecto porque un impulso involuntario quiere que
lo sea y no porque se haya convencido por la reflecsion
que le sea útil serlo. La misma observacion tengo hecha
respecto al valor; y ya os he dichoque habia un valor or
gánico que era verdaderamente invariable, que no pali
decia al aspecto del peligro, y el valor inspirado por el
amor propio, la firmeza, el deseo de la aprobacion que
algunas veces estaba sujeto á desmentirse. Hay gradua
ciones infinitas en estas facultades.
He aqui los dalos que tenia recogidos hace mucho
para manifestarlos en esta sesion, y que es la primera
vez que los espreso. Algunos criticos, algunos oposito
res lian dicho que era ridiculo ver á los frenólogos, no
atribuir mas que un solo sentimiento, la circunspeccion,
á una masa tan considerable. Hiy en efeclo muchos; si
considerais á este órgano como el de la cohibicion, por
una parte de las ideas y por la otra de los sentimientos"
y en fin de los instintos, concebireis que para ser tan
poderoso necesita volumen, y que representa un papel
harto importante en la conducta de los hombres.
Se ha creido que el escesivo desarrollo de este órga
no conducia al miedo, á la timidez, porque se decia; cuan
do un hombre reflecsiona mucho acerca de las conse
cuencias de sus acciones, debe intimidarse, tambien se
!e ha atribuido el impulso hácia la destruccion de si
298 curso
mismo, es decir al suicidio. Spurzheim era de esta opi
nion; pero la mayor parte de los frenólogos no han par
ticipada de este modo de ver la cuestion, porque refi
riéndose siempre á la observacion empirica, han com
probado que habia hombres timidos cuya cabeza era
estrecha: que muchos sugetos melancólicos no tenian
esta region lateral media del parietal muy desarrollada;
que muchas personas en quienes esta region lo estaba
mucho, no eran timidas, sino al contrario atrevidas, y
que en fin los suicidas estaban bien lejos de tener siem
pre esta parte muy desarrollada. Estas objeciones las
han hecho frenólogos, lo cual ha impedido que los ene
migos de la ciencia tuvieran tiempo de verificarlo y eso
que siempre estan en acecho para presentarlas. Tanto
mejor, señores, cuantas mas objeciones se hagan, mas
adelantará la ciencia; esto nos obligará á estar siempre
en guardia.
En fin, puede haber coincidencia ó mas bien co-ecsis-
tencia del valor con ^circunspeccion, y los suicidas pue
den muy bien no ser circunspectos. Si es verdad que hay
un órgano destinado al amor de la v ida , un órgano de la
biophilia, la debilidad de este órgano puede arrastrar al
suicidio, aunque la circunspeccion esté deprimida. Este
es un hecho que es menester comprobar, es preciso ob
servarle y tomarse el tiempo necesario. Los hechos ne
gativos no destruyen jamas los afirmativos. Si está bien
probado que los hombres de grandes miras, de grandes
proyectos tienen esta parte desarrollada, este será un he
cho que quedará reconocido; si está bien demostrado que
los hombres en quienes esta parte está deprimida , ca
1)1 FRENOLOGIA. 299
recen de circunspeccion, de prudencia, he aqui otro he
cho probado. En cuanto á que aquellos en quienes la
circunspeccion está muy desarrollada , se destruyen á si
mismos algunas veces, es preciso hallar otra razon que
el esceso de esta facultad, si es que esto es posible.
Animales. Entre los animales el órgano de la cir
cunspeccion está admitido ; pero si quereis recordar la
distincion que he establecido, conocereis que debe eger-
cer su accion mas particularmente sobre los instintos,
poca sobre las facultades intelectuales , pues que estan
estas muy poco desarrolladas entre los animales, y muy
poco igualmente sobre los sentimientos. Asi es que so
bre los instintos es sobre lo que obra en los animales,
y yo creo que puede decirse sin temor de equivocarse,
que es un órgano de cohibicion, cuyo papel es muy im
portante entre los animales vertebrados , desde el hom
bre hasta los reptiles.
Ya os he anunciado este hecho, manifestándoos mis
ideas sobre las diferentes regiones del cerebro, particu
larmente sobre las funciones del sistema nervioso del
cuerpo calloso : asi que, iste hecho se aplica, sobre todo
entre los animales, á la cohibicion de los instintos de
que nuestro órgano retiene la manifestacion , en el in
terés de un instinto diferente de aquel que es impelido
á la accion por la percepcion ó la memoria , y mas fre
cuentemente eu interes de la biophilia que en el de otro
alguno.
En cuanto á su situacion en los animales, segun
3Ir. Viinont, es la misma en los cuadrumanos que en
el hombic. En los cuadrúpedos la circunspeccion forma
300 • curso
tina saliente en toda la longitud del hueso parietal, por
manera que está mas dilatada que en el hombre. Bien
veis, que forma en el hombre un grupo casi redondo; la
circunspeccion se alargaria mas en los animales hacia
esta parte núm. 8, que corresponde entre nosotros á la
propiedad. En efecto , estando menos pronunciado sobre
todo en los carnívoros, el deseo de la propiedad, que no
tienen este sentimiento muy considerable, tal diferencia
de situacion seria facil de comprender. Asi es como el
órgano de la circunspeccion se presenta en el perro, en
el lobo, en los herbiboros; está menos alargado por ser
el cráneo mas redondo, pero eesiste siempre mas 6 me
nos desarrollado, segun Mr. Vimont que le admite en
el macho cabrio montés, en la cabra y el mulo, que es
como, ya sabeis, producto del caballo y del burro.
Voy á referiros una anécdota citada por este autor, y
que me complazco en repetir porque puede dar lugar
á profundas reflccsiones. Es relativa á las muias ó ma
chos que se emplean para aUavesar los desfiladeros de
las montañas en que hay senderos sumamente estre
chos, sobre los bordes de los precipicios, en sitios que
otro tiempo eran seguros y ahora no lo son, donde el
animal puede resbalar y precipitarse cun su ginete en
un abismo. Mr. Humbold cuenta, segun dice Mr. Vi
mont y que cuando la muia se cree en peligro, se detie
ne, vuelve la eabeza á deiecha é izquierda muy lenta
mente imitando un poco al burro, que ofrece esta len
titud y esta firmeza particular en su caracter; en segui
da de haber deliberado, porque su resolucion es siem
pre lenta , toma su partido que por lo comun es segu
BE FRENOLOGIA 301
ro. Por eso dicen los montañeses á los viageros: «No
os daremos la muia de mejor paso , pero si la que me
jor .razone.» Estas buenas gentes no -estan al corriente
de los sistemas filosóficos, ni saben que Descartes y
muchos otros han negado el razonamiento á los anima
les; pero proceden por el buen sentido ; eUos ven a la
muia que se para, que mira ú derecha é izquierda (c/r-
cumspicitj y despues toma su partido, y en su vista la
comparan al hombre.
Entre las aves, el órgano está colocado por debajo y
á distancia de algunas lineas de la parte media del bor
de posterior del hueso frontal ; citan por ejemplo la cor
neja mitad negra mitad parda, y la delas torres, el per.
noctero, el mochuelo, el pico, la urraca-, todos animales
en estremo circunspectos.
Pero de este órgano carecen evidentemente muchos
animales que no le necesitan, tales como los gallináceo8
que viven á nuestra *¡sta y que son muy poco circuns
pectos. En las especies que poseen este órgano, entre
las aves, se observa que está mas desarrollado en las
hembras que en los machos, lo que da á su cabeza tm
poco mas de anchura. Esto se nota particularmente en
las aves de rapiña, en las que la cabeza de la hembra
es mas ancha que la del macho, porque aquella debe
aplicar gran circunspeccion al cuidado de sus hijos. Asi
es que se cita por ejemplo el gabilan, el cernicalo y aL
gunas águilas. Yo encuentro aun en Mr. Vimorit una
idea relativa á esto que crto deberos comunicar, porque
todas las buenas ideas deben aprovecharse Dice Mr. Vi-
mont: huir al aspecto del peligro es Tmwy comun á la
302 r.üRSO
mnjor pnrte de los animales, y creo que esto debe atri
buirse al instinto de la conservacion. Pero huir valién
dose de artificios, de rodeos, como hace la zorra, por
ejemplo, anuncia un impulso diferente; tales son tam
bien el ciervo y la liebre. Todos estos animales usan de
artificios, hacen rodeos que anuncian otra cosa mas que
el deseo de huir; el proyecto, por ejemplo, de engañar
al enemigo parece que se asocia tambien. Es sin duda la
circunspeccion secundada por la astucia.
En seguida se presenta un hecho que todo el mundo
conoce, es decir, las precauciones que loma la zorra
para que no se pueda penetrar en su guarida con facili
dad. Este animal toma diferentes caminos, se dirige á
madrigueras vacias que afecta frecuenta! mas que la
verdadera; llega lentamente y poco á poco sobre su presa,
sin hacer ruido , hasta el momento en que cree seguro
apoderarse de ella de un solo golpe; pero en todos estos
actos es forzoso admitir una gran mezcla de astucia.
Mr. Vimont hace tambien valer en favor de su opinion,
las centinelas que muchas bandadas de aves establecen,
como el cuerbo, la grulla, hasta el pato doméstico, y que
dan la señal al menor peligro. Este hecho que puede
observarse igualmente en el gallo de corral, no nos pa
rece producto de la astucia sino que es mas bien circuns
peccion.
Debe haber, pues, en todos estos animales, cierto gra
do de circunspeccion, á menos que no se quiera admitir
un órgano nuevo para la vijilancia. Estas dificultades
demuestran que hay un fundamento sólido para la de
terminacion de las funciones de este órgano entre los
DE FRENOLOGIA. 303
animales, pero que todo no está hecho aun en la Freno-
logia.
Tambien se cita el cuidado que pone el gallo de los
matorrales en colocarse sobre las ramas del pino cuyo
color es el suyo, para no ser visto. Se sabe igualmente
que la ardilla da vueltas al rededor de las ramas á fin de
que el cazador no la vea. Es un impulso. sin duda el que
produce esta maniobra , y yo la reñero mas bien á la
secretividad que á la circunspeccion: ademas no faltará
quien lo atribuya á la Providencia, pero esta imputa
cion carecerá de sentido comun, á no ser que se añada
con Spinosa, que Dios está presenle en todas partes para
egecular todas las operaciones de la naturaleza. Pero
estos sistemas son rancios yá y no merecen el honor de
la refutacion.

«a t-o-i

13. BENEVOLENCIA.

Voy á concluir con el órgano de la benevolencia y


siento deteneros aun; pero es imposible que estas lec
ciones sean superficiales y rápidas, siendo tan importan
te el objeto. Es necesario que los que quieren estudiar
la Frenologia hagan algunos sacrificios, sufran algunos
disgustos y consideren sobre todo que para esta clase de
estudios se necesita una atencon lija y sostenida.
Situacion. La benevolencia, á la que Gall apellida
301 CURSO
bondad, y otros frenólogos benignidad ó dejarse llevar,
está situada en la parte superior de la frente inmedia
tamente delante de la coronilla. Ved aqui la benevolen
cia número 13 sobre la cabeza modelo, ordinariamente
á la raiz de los cabellos sobre el principio del plano ori-
zontal del vértice; pero suele variar. Parece que está
mas hácia atrás, cuando está mas desarrollada que la
comparacion que la limita por delante, sobre lo alto de
la frente. Tened sobre todo cuidado con el sitio de la co
ronilla anterior y superior, que está siempre situada
detras de esta facultad.
Observad en prueba del sitio del órgano, uno de los
ejemplos mas fuertes que poseemos; es tambien la ca
beza de Bentigoss que se arruinó tanto por esceso de
bondad como por falta de circunspeccion. Este órgano
está colocado á la parte superior y media de la frente,
en que el plano ascendente de la frente se confunde con
el plano horizontal de la cabeza.
Impulso primitivo. El impulso primitivo que depen
de de esta facultad es el deseo de la dicha de los demas,
el placer de hacerla ó de contribuir á ella. Es un im
pulso por consiguiente hácia los actos á propósito para
conseguir este objeto. •
Esta influencia está asi perfectamente definida, y á
Spurzheim es á quien se le debe.
Aplicacion. A la beneficencia, á la caridad, á la filan
tropia y á lodos los medios que estas virtudes pueden
sugerir al hombre; segun Gall á la justicia. Pero el
ejemplo de Dodd, que se hizo culpable de muchas falsi
ficaciones, refuta esta opinion, «obre lo cual os daré mas
1>K rilKNOT.OGTA. 305
tardo algunos detalles. Se puede ser muy benévolo y no
ser justo, concienzudo, lo cual no podrian adivinar lo»
hombres honrados que estudian á priori y 9obre si mis
mo las facultades intelectuales.
Me ocurre un pensamiento que quizás os interese.
Esta facultad os la que recibe el premio llamado de Mon-
Ihion que da el Instituto, se concede á aquellos que han
prestado grandes y desinteresados servicios á costa de su
vida, á costa de su fortuna y de todo lo que deberia ape
garles á la vida; es una especie de caridad universal, de
benevolencia que se artica á todo el mundo, que se es
tiende hasta á los animales y á los seres inanimados; es
el deseo incohartable de hacer el bien á cualquier pre
cio que sea, sin consideracion á la estimacion, al pre
mio cualquiera que sea el señalado á las buenas acciones.
Pues bien, señores, á este impulso es al que la acade
mia francesa ha acordado siempre el premio de virtud
desde la muerte de Monthion, que poseia tambien el ór
gano en un alto grado de desarrollo, como podeis com
probarlo por las relaciones de aquella corporacion. Yo,
que he tenido el honor de pertenecer al Instituto, he
comprobado la realidad del fondo de esta opinion en mis
conferencias con mis compañeros. He quedado conven
cido de que la beneficencia es, á los ojos de los hombres
cuyo juicio no está corrompido por el fanatismo, la vir.
tud por escelencia: y he quedado vivamente afectado por
eeta verdad.
Ausiliares. Esta facultad tiene por ausiliares el ero-
.tismo, la philojenitura , el instinto de la asociacion, la
.amistad y las facultades prócsimas; sin que se pueda omi
20
306 curso
tir el amor de las localidades, en una palabra toda clase
de amores, las facultades afectuosas que están en la parte
posterior de la cabeza. No hay duda que todas estas fa
cultades se ayudan reciprocamente, y que cuando coin
ciden producen grandes resultados. Es sin embargo im
portante distinguir la benevolencia, d el sentimiento de
asociacion y de amistad; porque al primer golpe de vista
parece admirable que los frenólogos hayan colocado la
benevolencia en esta parte anterior, y la amistad en esta
otra que es la posterior. Estas facultades se encuentran
en efecto, en los dos polos opuestos de la cabeza , aun
que su objeto parece ser poco mas ó menos el mismo;
esta es una de las objeciones que se han presentado
contra el sistema frenológico.
Con respecto á esto, os haré algunas observaciones.
La asociacion es un instinto jeneral é irreflecslvo que
arrastra al hombre y á los animales hácia los individuos
de su misma especie; como podeis observar muy bien
entre los animales , asi es que á estos no se le podeis
negar como sentimiento primitivo. La amistad es una
especialidad de este sentimiento aplicada á un individuo
en particular , al cual la simpatia , inesplicable hasta
.ahora, nos asocia mas particularmente; pero que se re
fiere al mismo órgano. La benevolencia, en mi opinion,
es un goce intelectual de hacer el bien. Hay segun esto
algunas relaciones entrela facultad posterior y la facultad
anterior, pero esta última es mas intelectual y se es
tiende á mayor número de objetos: es un goce superior
mas estenso y mas delicado. Y seria acaso temerario es-
plicar esta diferencia por la procsimidad de las altas fa
DE FttEMH.OGIA. 307
cultades de la intelijencia, de que ta benevolencia parece
continuacion?
Pero hagamos aun algunas otras reflecsiones. Entre
los animales observareis desde luego la necesidad de la
asociacion, toda vez que se reunen, y en los domésticos
que teneis á la vista podreis notar desde luego este ins
tinto. A consecuencia de su reunion hacen amistad. Si ob
servais estas relaciones entre dos caballos, dos vacas, dos
perros, vereis la preferencia que se dispensan, llegando
al punto algunas veres de partir los alimentos con sus
amigos. Si en una caballeriza un caballo que está toman
do el verde, está colocado al lado de otro que esté á
pienso de cebada, aquel no dejará, si su vecino es amigo,
de echarle con la boca verde en su pesebre. Se ha ob
servado tambien á perros jóvenes llevar un alimento á
antiguos camaradas encadenados, y no llegar á él hasta
que su amigo habia tomado su parte. Esta especie de
adhesion amistosa no es rara entre los animales cuyo
cerebro se aprocsima al nuestro; pero no podria tener
una gran estension, vista la debilidad de los sentimien
tos y de las facultades reflecsivas en estas especies. Los
animales no pueden casi gozar los placeres de la bene
volencia , sino en lo que concierne á la satisfacción de
los instintos. Luego si el hombre posee ademas los goces
que se refieren á los sentimientos superiores y á las fa
cultades intelectuales, y por el poder de la intelijencia,
la prevision que es el summum de esta facultad , claro
es que goza inteleclualmente mas que los animales y en
lo futuro mas que en el presente. Por qué, pues, no se
admitirá en el jénero homo, un órgano destinado á hacer
308 ' .' cpmo .' '.
participar esta clase de goces á sus semejantes? por qué
habia de parecer estraño que este órgano estubiera co
locado cerca de los de la intelijencia, como el que hace
participar á los otros los placeres de los instintos está si
tuado en la procsimidad de los órganos que sirven de
instrumento? Asi es como yo concibo la benevolencia.
Por eso si )0 modificase el órden de las facultades, no
clasifkaria esta sino entre las que considero como am-
pliatriccs de las facultades intelectuales, como la alegria,
el idealismo, lo maravilloso y la construccion. Pero ya os
he dicho que tengo que conformarme con el órden adop
tado por los frenólogos, sin perjuicio de modificarle
ó rectificarle, cuando se multipliquen las observa
ciones.
Se ha dicho: que el dejarse ltevar , es la bondad por
debilidad de carácter, que es casi sinónimo de majadería,
y que se llama honradez, palabra en estremo espresiva en
destilo comun. No creo, pues, que la benevolencia se re
duzca á esto, porque al contrario forma frecuentemente
alianza con las inteligencias elevadas; y aun esta circuns
tancia es la que ha dado motivo á los filósofos del siglo
XVII 1 á confundir las buenas acciones con el interés
particular y á imajinar el egoismo bien entendido, bien
colocado. Decian por lo regular; « Aquel que practica
las mejores acciones , es el que mejor calcula , porque
por el pronto encuentra en esto un placer que ningun
otro puede igualar; y porque tarde ó temprano al fin
receje el fruto.... (esto está lejos de ser verdad); el que
Comete malas acciones, es el que calcula menos bien,
porque se ve castigado por los remordimientos, y por
tTt FRENOLOGIA. 309
que tarde ó temprano debe arrepentirse de su conducta
inhumana (lo cual no sucede siempre.)»
Estos filósofos han razonado sobre hechos en que la
benevolencia estaba en concordancia con grandes facul
tades intelectuales; pero se han equivocado, pues la be
nevolencia puede estar en concordancia con facultades
intelectuales de baja ley , y los hombres asi confor
mados gozars" en el mal que han hecho , en lugar de
arrepentirse. Sin embargo, en mi opinion, y segun lo
que he observado, que no es en verdad mas que una
observacion individual, la benevolencia está frecuente
mente asociada con una intelijencia elevada; no digo que
siempre, y sentiria que me lo hicieran decir, pero sos
tengo que se hallan ejemplos bien notable». Hay efecti
vamente muchas personas , muy intelijentes y que pe
netran mucho, que hacen el bien apesar de preveer los
inconvenientes que deben resultarles. «lié aqui un hom
bre que será indudablemente ingrato, dice el filántropo.
Pues bien, me es igual, quiero hacerle bien, qué me im
porta su reconocimiento? quedaré contento de mi mismo
si le presto un servicio; si intenta despreciarme, ha
llaré en mi mismo el consuelo, la reparacion de la pena
que pueda causarme.»
Ejemplos de esta clase son frecuentes en la sociedad,
y se ven sobre todo entre los hombres de la mas elevada
intelijencia y al mismo tiempo de la mejor moralidad.
Oposicion. Lo que contraria la accion de este órgano
son los instintos laterales de que acabamos de hablar,
(alargadme una cabeza de salteador, de malvado,) porque
los instiutos de egoismo y sobre todo e} instinto de pio
310 craso
piedad , se oponen á los actos de benevolencia. Bien lo
veis aqui , el órgano de la benevolencia está en jeneral
dominado por los instintos de egoismo , y la intelijencia
lo está menos.
Si el hombre posee, al mismo tiempo el órgano de
la bondad y de la propiedad y este último predomina,
tendreis un avaro de los que, como se dice vulgarmente,
parece de vez en cuando que se sobreponen á su carác
ter. De donde proviene el proverbio: no hay nada como
uti avaro á quien le dá la ventolera de hacer jenerosida-
des. Estas oposiciones no son raras en la organizacion
humana.
Combinaciones. Las combinaciones son muy varia
das. La benevolencia aparece con dificultad prominente,
y es una observacion material muy importante, si las fa
cultades reflecsivas fallan; asi es que cuando estas facul
tades, la comparacion, la investigacion de las causas, es
tán deprimidas, la porcion que corresponde á la benevo-
leucia es bien dificil de determinar. No seria fácil presen
taros ejemplos de esta conformacion, porque seria dar
lugar á la murmuracion el presentar tipos de personajes
conocidos. Sin embargo, aqui está la cabeza de Dodd, in
glés que se dejó ahorcar por haber prestado servicios á
su» amigos falsificando firmas. Observad el órgano de la
benevolencia que es enorme, que deprime, que confunde
las facultades reflecsivas superiores. Seria menos pro
minente con una benevolencia comun: en cuyo caso no
os seria fácil reconocerla. Es en jeneral bastante dificil
que el órgano de la bondad choque á la vista de una ma
nera notable, por una eminencia correspondiente á la
DE FRENOLOGIA. 311
parte superior «Je la frente, si las facultades superiores
sobre las que este órgano reposa, no están bien desarro
lladas. Es una dificultad de diagnóstico de que debia
preveniros, porque la Frenologia tiene muchos enemigos;
pero el estudio , la observacion vencerán estas dificul
tades, disiparán las dudas á los ojos de las personas que
presten atencion y tengan buena fé. Por lo demás la be
nevolencia coincide algunas veces con el grado medio y
con el grado inferior de las intelijencias; de donde nace
el proverbio: es menester no fiarse de los buenos tontos,
Diariamente oireis decir en la sociedad; este hombre es
escelente, pero es tonto; no se puede fiar de la bondad
de un tonto. La benevolencia que no está apoyada en
una regular intelijencia , se desmiente con bastante fre
cuencia; pero bien conoceis que debe intervenir la in
fluencia de otros muchos órganos.
La combinacion de este órgano con los instintos pos
teriores da resultados diferentes. Los hombres son esce-
sivamente buenos, si el amor á los hijos, al otro secío y
al hogar, y todos los instintos afectuosos coinciden cou
el sentimiento intelectual de la benevolencia. En este
caso, repito, teneis lo que se llama hombres escelentcs.
Si al mismo tiempo la parte superior está bien desarro
llada, tendreis hombres que reunirán á la bondad, sen
timientos muy elevados. Cuando se encuentra tambien
la firmeza, tendreis eljustumet ttnacem propositi virum
de Horacio. Si la boudad coincide con los sentimientos
laterales, inferiores de egoisino, como la destruccion,
observareis alternativas de ferocidad y de bondad. De
esto no faltan ejemplos; se han visto muchos salteadores
312 CCMO
qué han sitio en ciertas circunstancias, bastante jenerosos;
•os unos al despojar á los viajeros les dejaban lo necesa
rio para llegar a su destino; los otros despues de haber
atacado á desgraciados que se hallaban sin ningun recur
so, les daban lo que necesitaban para llegar al término
de su viaje. Ha habido tambien salteadores muy bené
ficos en favor de sus amigos ó de personas que les
habian prestado servicios. En una palabra, estas con
tradicciones y otras muchas son muy frecuentes eu
•a especie humana y no tienen otra explicacion que
la coincidencia, en las mismas cabezas, de órganos
diferentes que entran sucesivamente en accion. Asi
es que observareis á veces en lu sociedad hombres,
mujeres en estremo dulces, buenas, benéficas y que sin
embargo gustan de espectáculos de muerte y desolacion;
En otro tiempo iban á ver ahorcar, hoy van al espsetá-'
culo de la guillotina. El órgano de la destruccion es el
que les arrastra a esto; en tanto que en otio momento,
la benevolencia les conduce á acciones de otro órden muy
diverso. Si quereis convenceros de esta verdad, estudiad
la Frenologia y aprovechad todas las ocasiones posibles
de hacer comprobaciones.
Defecto. Si el órgano de la benevolencia es débil re
sulta indiferencia á la desgracia de un semejante. Si la
destructividad y los órganos laterales de egoismo predo
minan, la intelijencia que se ve forzada á la obediencia,
h ice al hombre sofista y este entonces busca los argu
mentos mas especiosos para justificar su conducta. Ob
servad bien que los argumentos del sofista sin benevolen
cia, parecen inspirados por una intelijencia de uña natu
DE FRENOLOGIA. 313
raleza muy diversa de la que preside á los razonamientos
del hombre benéfico y jeneroso; podria decirse que estos
dos séres no son del mismo orden en la naturaleza. l o
peor es que los sofismas de los hombres egoistas y malé
volos pueden, aunque momentáneamente, imponer á la
multitud si estan dotados de algun prestijio y de seduc
tora elocuencia.
Animales. Entre los animales, este órgano varia se
gun las especies, conforme las observaciones de Mr. Vi-
mont, y aun entre los individuos de la misma especie.
Entre los cuadrumanos, los monos, la clase mas próc-
eima al hombre, en una palabra , en todos los animales
cuya cabeza está organizada por el mismo estilo que la
nuestra, este órgano ocupa la misma posicion que en la
del hombre. Se cita el perro, el caballo, el carnero, y se
observa que cuanto mas pronunciada está esta parte ma
yor es la bondad.
Tambien se ha querido deducir una objecion muy po
bre por cierto, de la diferencia de la conformacion del
cráneo. A6ies, dicen, que entre los cuadrúpedos, estan
do los senos frontales mas desarrollados, este órgano se
encuentra mas separado, lo cual impide reconocerle; pero
señores, lomad os ruego el cráneo, observad el cerebro y
vereis que el órgano corresponde siempre al mismo sitio,
á los lóbulos anteriores , á la parte superior de este ló
bulo; ejercitáos despues en reconocerle sobre el cráneo y
sobre el animal vivo. ¡
Mr. VihkmiI ha encontrado esta facultad predomi
nante en el corzo, en el conejo de Indias que es tan co-,-
mun en Paris; al mismo tiempo que la ha encontrado
314 cerso
muy débil en la rata de las alcantarillas , en la marta y
en el tejon,, en que esta parte está muy deprimida. Yo
no salgo responsable de lodos estos hechos; los presento
refiriéndome al autor. Lo que si sé perfectamente es que
se puede diagnosticar la bondad en el caballo , en el
perro, cuya observacion está al alcance de lodos. Mi ob
jeto principal es escitar 61a investigacion, y no consti
tuirme el D. Quijote i el campeon de tal ó cual autor;
por eso debo presentaros una porcion de hechos que
á mi juicio merecen investigaciones sérias y conti
nuadas.
Entre los animales grandes de la clase de carniceros,
este órgano parece poco desarrollado ; sin embargo ecs¡?«
ten vestijios, porque, como todos sabeis, el famoso Mar-
. tin ha logrado ponerse en relacion con estos animales,
domarlos y desarrollar en ellos sentimientos de benevo
lencia y de respetoque na se hubiera podido presumir.
No se encuentran detalles en la obra de Mr. Yimont,
sobre la ecsistencia de este órgano en las aves; sin em
bargo las hay que son capaces de educacion y que viven
en medio de nosotros; quizá podrian hallarse vestijios de
este órgano en estos animales. Algunas personas que se
le suponen pretenden que los cuidados que las aves
de jaula dedican á sus hijos, y los que mutuamente se
prestan muchas aves silvestres , podrian depender de
este órgano; pero tambien pueden ser efecto del ór
gano de la amistad. Esta cuestion no me parece bastan
te ilustrada y no me atrevo á decidirme. En cuanto á
las clases inferiores, á los batracios, á los reptiles, no
creo que haya en ellos ni señal de este sentimiento. Por
DE FltfetfOLOGIA. 31 S
k> mismo seria inutil descender mas abajo en la escala
zoolójica*
Ejemplo. Por él es por donde debemos termina*.
Se cita en vista de los bustos, á Enrique IV , á Vicente
de Paula y á Eustaquio ; ya os he hablado de la estrema
bondad de este hombre que ha espuesto mil veces la vida
por su amo y en jeneral por todo el que consideraba des
graciado. Parecia tener un sentimiento de veneracion
hácia los blancos que no tenia respecto á los negros. Bien
veis que en esta cabeza, este órgano domina evidente
mente aun sobre la intelijencia, que apesar de eso no era
escasa; que los fenómenos de relacion están bien pro
nunciados ; que la destruccion , la astucia y el valor
estan dominados por los órganos superiores que ocupan '
la coronilla. Sin embargo , este hombre ha desplegado
valor, astucia, circunspeccion para satisfacer su estre
mada inclinacion á la oficiosidad, y sobre todo par a sal
var la vida y la fortuna de su amo, cuando la emancipa
cion de los negros de Haiti. Notad tambien que los ór
ganos laterales no son del todo nulos, solo que no son
preponderantes. Eustaquio poseia otras facultades ele
vadas que han hecho obedecer las laterales, de lo que ha
blaremos despues. Esta es una do las cabezas mas pre
ciosas que poseemos y me felicito de haber tenido la
dicha de proporcionarla á la Frenologia.
En el cura Charpentier se hallan las mismas facul
tades superiores dominantes; lo que no impide que la
benevolencia no esté loJav ¡a muy pronunciada, porque
es menester distinguir en las cabezas, lo que domina,
de lo que está muy pronunciado sin llevar ventaja sobre
316 .. CURSO
lo restante. La benevolencia está en efecto muy pronun
ciada, aunque ia estimacion de si mismo, el deseo de la
estimacion de los otros y la veneracion sobrepujen. Es
una cabeza eminentemente moral.
Tomóos el trabajo de comparar esta cabeza con la de
los salteadores y os admirareis de la diferencia. Hay na
ciones en las que estas partes estan muy deprimidas,
como entre los caribes. Es verdad que procuran aplas
tarse la frente por una compresion continuada desde la
cuna. Es probable que este órgano y los de las faculta
des reflecsivas no se desarrollen fácilmente en estos pue
blos ; sus cabezas por consiguiente no pueden probar
gran cosa. Pero ved aqui un salteador de una especie
particular, un chauffeur (calentador) (1); este miserable
no ha tenido la frente comprimida por fuerza como el
caribe cuyo modelo os acabo de manifestar; sin embargo,
observad estas masas laterales horriblemente predomi
nantes, en tanto que la depresion de lo alto de la frente
no deja descubrir ningun vestijio de comparacion, de cau
salidad , y en rigor ninguna señal de bondad. Al predo
minio de la destruccion y del deseo de poseer, se añade
en un grado bien alto una facultad harto funesta con esta
combinacion, que es la firmeza, la persistencia en los pro
yectos; y este conjuuto forma el espectáculo mas repug
nante á los ojos de los frenólogos. En efecto, cuando esta
última facultad se halla asociada con sentimientos depra
vados, constituye la combinacion mas deplorable, al
(i) Se daba este nombre á los que componian una cuadrilla
que quemaba los pies para obligar de este modo á declarar el
diurno, alhajas, &c. . • .
DE FRENOLOGIA. 317
paso que por el contrario , coincidiendo la firmeza con
sentimientos superiores, completa un conjunto de gran
des cualidades, cuyo valor se aumenta por una conse
cuencia sostenida en el discurso como en la conducta.
Numerosos ejemplos de falta de benevolencia no nos
fallarian á buen seguro; pero como el tiempo nos apre
mia, me contentaré con señalaros todavia esta cabeza de
parricida.
17 de junio de 1836.

14. VKÜVEH.ICION.

• Señores:

Hemos llegado al número 14 de las facultades de los


frenólogos , que es la veneracion, Esta facultad ha sido
señalada por Gall que la ha dado el nombre de théoso-
phia, segun La va ter, que habia observado que las personas
relijiosas tenian la parte superior de la cabeza muy sa
liente en la rejion media; y es la tendencia á venerar, a
honrar.
Situacion. El órgano está situado en la coronilla en
320 curso
el punio de reunion de el medio del hueso frontal con
el ángulo superior de los parietales; es precisamente el
asiento de la coronilla anterior y superior. Este órgano
está por lo comun mas pronunciado en las mujeres que
en los hombres.

INFLUENCIA O IMPULSO PRIMITIVO.

La accion ó influencia directa que se le asigna es la


tendencia á venerar, á honrar en jeneral. He aqui el
sentimiento fundamental de los frenólogos, y la inteli-
jencia busca el objeto de veneracion, ó bien el hábito y
el ejemplo le señalan. No hay idea en este sentimiento;
no se le puede, pues, considerar como el orijen de la idea
de Dios, como lo ha espresado Gall , que quizás no lo
creia pero que ha juzgado conveniente decirlo. Con este
motivo se han hecho objeciones que no podemos califi
car sino como absurdas. Se ha dicho: «Gall pretende que
es la théosophia, Spurzheim la veneracion, el que pueda
que los ponga de acuerdo.» Pero señores, es necesario
tener presente, que cuando una ciencia empieza, todos
los hechos no aparecen claros, es necesario tiempo y ob
servacion. Sacar argumentos contra una ciencia de los
descubrimientos que la engrandecen, es ciertamente ser
el enemigo de todo progreso.
Por esto nosotros no nos detendremos en el eesatoen
DE FRENOLOGIA. 321
de esta objecion. Las ideas no peitenecen mas que á
los órganos destinados á las ideas.
Aplicaciones. Este órgano se inclina en el principio
de la vida, en el niño á sus padres, á las nodrizas, des
pues á los maestros, á los gefes sean los que quieran, á
los viejos, á los ricos, á los poderosos, á los principes,
á los reyes, á todo lo que es superior^n el estado so
cial. A la idea de las personas que gozan de esta clase
de superioridad , se asocia un sentimiento particular,
que es el sentimiento de la veneracion. Se cree tambien
qne se aplica á la antigüedad, á los monumentos, á los
grandes personages de los siglos pasados que parecen
tanto mas grandes cuanto mas separados estan de la
época en que se recuerdan. El sentimiento de respeto
que se esperimenta hacia los hombres y las cosas no se
esplica; pero ecsiste toda vez que la esperiencia lo com
prueba. No se le puede definir; los sentimientos y los
instintos no son susceptibles de definicion, pues no pue
den traducirse en hechos semejantes. Es igualmente im
posible describirlos, porque no tienen ningun atributo
sensible que pueda señalar la descripcion. Son hechos
primitivos , modificaciones de la accion nerviosa que es
preciso haber esperimentado para conocerlos; se trata,
pues, de nombrarlos, de mostrar su aplicacion y de
apelar á la conciencia de cada uno, á menos de no ser
comprendido por los que no los hayan esperimentado.
La veneración es de esta clase.
Este sentimiento sedirije igualmente á todo personaje
que pasa por medianero entre Dios y la humanidad. Este
sentimiento es por otra parte tan sumamente fuerte, que
21
322 crnso
busca siempre, cuando ecsiste un objeto hacia el que
pueda dirijirse , y en nuestra ignorancia una multitud
de objetos lo son de nuestra veneracion. Asi es que se le
ha aplicado á las causas aparentes ó presumidas de cada
fenómeno de la naturaleza. De aqui el politeismo; Jú
piter en el cielo, Neptuno en el mar, dioses en los rios,
un dios en el sol y asi de los demás. Se aplica tambien á
todo lo que inspira miedo, terror, á los monstruos por
ejemplo. Asi es que los hombres han adorado á los ani
males feroces, á las serpientes, á los monstruos, y en
muchas relijiones, se ha figurado á los dioses con los
atributos de los animales mas repugnantes de la natu
raleza. Tales eran los idolos de los antiguos galos, nues
tros antepasados.
La veneracion se ha dirijido igualmente a las causas
que se han considerado como productoras de beneficiosi
ó capaces de prestar servicios y suministrar elementos
de vida, tales como el fuego, el sol. Este astro ha tenido
adoradores en el Oriente y nada es mas fácil de concebir,
porque uno de los primeros hechos que han podido
comprobarse por los hombres, es que la vida y la abun
dancia están en razon del calor solar.
En el seno de la mas profunda ignorancia, la adora
cion se ha dirijido á las mismas imájenes de las cosns que
se veneraban ó temian. Asi es que las imájenes de los
dioses, de los monstruos, han sido adoradas por los pue
blos, no como representando sus pretendidas potestades,
sino que adoraban á la estátua misma, como el buen
La Fontaine lo ha pintado tan admirablemente. Un es
tatuario hace una imájen de Júpiter con un trozo de
T>E FRENOLOGIA. 323
marmol ron que podia hacer una mesa y dice á los mor
tales, segun el poeta :
«Tremblez, humains! faites des vceux!
«Voila le maitre dela terrel»
Grande observacion y profunda filosofia hay en estos
versos. El artista modifica , da cierta forma á un pedazo
de marmol, y la multitud se prosterna delante de este
marmol. En España

• (O,
Todo esto, continúa el autor, supone ignorancia y os
manifiesta cuánto influye la intelijencia en la direccion
de este órgano.
En fin, en la estrema ignorancia y en el último grado
de embrutecimiento se ha visto que figurillas insignifican
tes llamadas grisgris, han sido el objeto de la adoracion
de los pueblos salvajes, á tanto llega el poderio de este
sentimiento; ó bien el primer objeto que se le presen
taba a un individuo al dejar su casa por la mañana, era
su Dios por todo el dia. Todos estos hechos sumarios,
sacados de la historia, os harán comprender el poder de
este sentimiento.
Es la adoracion el resultado único de la influencia de
la veneracion? Yo por mi no lo creo. Se puede tener
mucha veneracion y respeto hácia las personas y los ob
jetos dignos de este sentimiento, sin ser por eso adora
dor. La adoracion espresa en mi opinion , otro movi-

(1) Aqui hace el aulor ranas observaciones acerca de nues


tras costumbres que ecsa^eradas ó esactas no creemos oportuno
trasladar.
324 eeRso
miento nervioso ; la parte de ia imajinacion que lleva el
nombre de maravillosidad , (1) contribuye poderosa
mente, como tendré el honor de esplicároslo al hablar
de esta facultad.
Defecto. El defecto de este órgano es un gran mal,
señores, aunque los abusos sean deplorables como podeis
deducirlo de loque acabo de decir. Sin embargo, no es
menos. cierto que la debilidad relativa de la veneracion
es algo mas desgraciada. La veneracion, sentimiento su
perior, es uno de los principales lazos de la sociedad; si
no se venera lo que es digno de veneracion, empezando
por los autores de nuestra ecsistencia y por los maestios,
todos los lazos sociales quedan disuellos; el hombre mas
bajo, el mas vil, el menos ¡lustrado se considera al nivel
de las mas altas potestades; los representantes de la ley,
los del poder que el contrato social ha instituido , son
menospreciados y el desorden cunde por todas partes.
Bien comprenden los principes este hecho, por eso no se
contentan con el sentimiento de respeto que inspira su
elevada posicion : todos invocan el poder del culto y de
la adoracion para elevarse mas. El que no respeta nada,
todo lo inmola á sus pasiones, á sus intereses, es un
hombre vil por lo jeneral. Sin embargo, es preciso que
la veneracion tenga buen destino, esté bien situada y no
puede estarlo sino bajo la influencia de una intelijencia
elevada, cultivada; porque solo por la educacion es por
la que el hombre aprende á respetar las leyes dadas por
(i) Mararillosite, (maravillosidad) no tiene otra traduccion
en español; tampoco la lengua francesa conocía esta voz y se ad
mite como científica.
DE FRENOLOGIA. 325
lo» sábios, que son los únicos que tienen el derecho de
conferir el poder á los particulares.
. Ausiliares. Este órgano tiene por ausiliar la parte
de la imajinacion apellidada maravillosidad, de la que
bien pronto nos ocuparemos. Bien conozco que no estais
aun familiarizados sino con los órganos que se os han
esplicado; pero apesar de eso me veo obligado á citaros
aquellos de que todavia no os he hablado detalladamente,
refiriéndome á lo esplicado en las consideraciones gene
rales, que os ruego no perdais de vista.
El órgano se ve tambien secundado por la benevolen
cia , por las afecciones, por el miedo, por la estimacion
de si mismo que se ecsalta mucho en el que se cree ó se
dice intérprete de la divinidad. La alia posicion en que
él mismo se coloca, le hace susceptible de un sentimien
to de cólera, de indignacion contra el que le ofende , y
asi veis la asociacion de la veneracion, con la estimacion
de si mismo y con la destruccion, lo cual es muy impor
tante observar: porque si la estimacion propia se au
menta á proporcion de los homenajes que se nos rin
den, á la destruccion no le sucede menos. Por eso los sa
cerdotes de algunas relijiones no han podido hallar jamás
espresiones bastante fuertes para representar los tfectos
de la cólera de sus dioses, ni torturas bastante atroces y
duraderas para vengarles.
Antagonistas. La oposicion á los efectos de este ór
gano se encuentra en la inteligencia , sobre todo en la
parte reflecsiva, y noen la que toma conocimiento de los
atributos de los cuerpos; poi que bien se puede ser un
gran observador y no reflecsionar nunca profundamente
326 curso
sobre lo que se ha observado. Pero el hombre eminen
temente reflecsivo , el que está dominado por el deseo
de inquirir las causas de los hechos ; es decir , de enla
zarlos entre si con respecto á las relaciones de la causa
lidad ó de la influencia reciproca, ese ilustra á sus se
mejantes , y ese es el que hace desaparecer los idolos
ficticios que la ignorancia y la credulidad han creado.
No queda nada por consiguiente despues del trabajo sos
tenido de la reflecsion ó de la inteligencia, considerada
en el punio mas e'evado; no queda mas, repito, que la
veneracion hácia los parientes, por la edad, la espe-
riencia, el talenlo; hácia la superioridad real demostra
da por acto* que todo el mundo puede apreciar , el res
peto hácia los óigonos de la ley , y en fin, la venera
ron háfia la causa única y central , hacia Dios y la re
ligion verdadera. Por eso los ministros de los cultos (se
entiende de los cultos fundados en la mentira), han ma
nifestado siempre oposicion á los progresos de la his
toria natural y del raciocinio , y han multiplicado sin
cesar sus esfuerzos para inclinar la lógica en el sentido
de sus intereses.
La destruccion no combate directan.ente la venera
cion , porque esta facultad obra muchas veces en el in
feres de la cólera; los ministros de los cultos han re
currido siempre, como ya hemos dicho, á la cólera, en
favor de sus creencias. Pero esta cólera ha recibido el
nombre particular de indignacion, especie de sentimien
tos que producen las ofensas que se hacen á los objetos
de nuestro respeto; esta especie de cólera es la que sir
ve de justificacion á las persecuciones del fanatismo,
BE FRENOLOGIA. 327
eomo tambien á la atrocidad de los suplicios que se im
ponen todavia en muchos paises á los profanadores de
todo género, y de que felizmente nos ha librado nues
tra gloriosa revolucion. Esta es una nueva prueba del
papel importante que llenan los órganos reflecsivos,
como reguladores de los sentimientos de veneracion, de
cólera y de indignacion.
Ejemplos. Como ejemplos positivos se cita particu
larmente, segun los retratos y los bustos a Walter Scott,
cuyas pocsias tienen una tintura de veneracion ; al aba
te Gaullier , antiguo director de sordo-mudos , hombre
en estremo notable é inclinado á la veneracion; el aba
te Gregoire, cuyo busto habeis ecsaminado y en el que
esta parte está en estremo saliente; el mismo órgano
se presenta en el del cura Charpentier , de que ya te-
neis noticia. Bien veis que el órgano aumenta la altura
de la cabeza, contando desde el conducto auricular. Ved
aqui un poeta religioso en el que este órgano es escesi-
vamente predominante; lodos los trabajos poéticos a
que este hombre se ha dedicado, han sido dirigidos por
este órgano.
Tambien puedo citaros á Spurzheim, uno de los prin
cipales autores dela Frenologia, que era venerador en
alto grado. He aqui un salteador (y lo siento) en el
que este órgano estaba muy pronunciado ; sin duda no
le habia egercitado, pero al mismo tiempo la inteligen^
cia era debil , y en él las inclinaciones laterales sobre
pujaban y arrastraban en masa , digámoslo asi , a la
parte inferior. Ademas la asociacion de la veneracion
con el vandalismo y el asesinato, no es una cosa rara
:V¿8 r.cRSO
en la historia; y aun en Francia hoy dia los bandidos
mas atroces por sus fechorias, se encuentran entre esos
vagabundos que se dicen los vengadores de la religion
ultrajada.
En el negro Eustaquio esta parte es en estremo sa
liente. Observad a Dodd, á quien ya os he presentado
como ejemplo notable de benevolencia; ministro del
culto por eleecion y muy venerador , fue sin embargo
ahorcado , como ya creo habéroslo dicho , por falla de
prudencia y de probidad. En esto conocereis lo que pue
de la combinacion de los órganos. Esta es una cabeza de
que los enemigos de la ciencia abusarian seguramente,
si la conocieran. Sin reflecsionar en las consecuencias de
las asociaciones y de la fuerza y debilidad relativa de
los órganos, hubieran sin duda hecho servir la cabeza
de Dodd á sus changonetas y sarcasmos. Pero no la ce-
nocen, porque ellos se han impuesto el precepto de juz
gar la Frenologia sin haberla estudiado en la natu
raleza.
La mayor parte de los ajusticiados, de los salteado
res ó bandidos mas abyectos, carecen de este órgano.
Ved aqui el parricida Martin, que os he presentado
muchas veces; notareis una eminencia que corresponde
a la firmeza y a la estimacion de si mismo; la cual uu
se prolonga hasta la veneracion , y las facultades inte
lectuales son tambien muy débiles. Pero ya os he ma
nifestado todo el poder de la inteligencia sobre los sen
timientos. Se puede 6er asesino por un motivo religio
so lo mismo que por impiedad , si los instintos bajos
impelen al despojo, á lu destruccion , cuando nada nu
DE FRENOLOGIA. 329
tural, nada adquirido cosiste en la inteligencia que pue
da correjir estos vicios de los sentimientos.
Los hombres superiores en intelijencia han presenta
do la coincidencia del sentimiento venerador. Aqui estan
para atestiguarlo las cabezas de Bagnol , de Casimiro
Perier, de Benjamin Constata, que ha escrito una obra
sobre relijion , sosteniendo la ecsistencia del senti
miento relijioso. Observad tambien la de Manuel que era
un hombre de bellisima moralidad. En una palabra, los
hombres realmente superiores estan dotados en jeneral
de esta facultad , porque es menester, para servir con
provecho á la sociedad , rendir homenaje a lo que es
grande, digno y venerable; sin que por eso hayan sido
creyentes de un culto particular ni fanáticos por él. Pero
estaban dolados del órgano dela veneracion y han sa
bido hacer justicia á lo que consideraban como superior
en el órden natural y en e! social.
La veneracion es en efecto uno de los principales ele
mentos de la sociedad, no puede ponerse en duda; pero
es preciso no considerar esta facultad estrictamente y
mirar el órgano que es su sitio, como un instrumento
de fanatismo, de hipocresia ó de amisticismo; acordaos,
por favor, que es el único órgano que hace posible la es
tabilidad de los estados.
Animales. Los frenólogos han negado este senti
miento a los animales. Yo, señores, no participo de esta
opinion; ecsiste cierto viso de veneracion en muchas es
pecies, entre los vertebrados que elijen sus jefes, que
marchan y obedecen cuando les dan la señal. Asi es
que aun cutre los carneros observareis que hay un jefe;
330 curso
en las manadas de caballos salvajes, (este hecho no po
deis observarle en Europa, pero en América se ha com
probado) el mas hábil , el mas esperimentado es el que
se pone á la cabeza y conduce á los demas. En las mar
chas de nuestros ejércitos por España , he observado
muchas veces la deferencia del mulo hácia el caballo;
un sentimienco secreto, inclina á los animales del jénero
equus á dejarse dirijir por aquel de entre ellos que tiene
mas sagacidad y esperiencia, siempre que algun instinto
violento no les estravfe.
Entre las aves , la que hace de jefe es la que casi
siempre vijila» Un. instinto es el que designa este jefe,
que conociendo él mismo, su superioridad se pone á la
cabeza. Por qué negar este- instinto? Qué significa ese
orgullo que conduce á ciertos hombres á colocarse en
una naturaleza superior á la de los animales? No tene
mos por ventura bastantes prerrogativas dentro de la
misma naturaleza que nos distinguen? Ya las conocereis
mas adelante.
El perro es seguramente una de los animales en quien
este sentimiento está mas pronunciado con relacion al
hombre. Tambien se manifiesta en el elefante , en el
caballo, que respetan á su amo mas que á las otras per,
sonas. En este caso la veneracion se d¡r¡je al hombre. Es
indudable que entre los animales cuyos cerebros se
aprocsiman á los nuestros, ecsiste un sentimiento que
coloca al hombre sobre todos los séres vivientes.
Asi que, el sentimiento de la veneracion considerado
con relacion á los animales, debe distinguirse segun que
se aplique al hombre ó bien solo á los animales: entre
DE FRENOLOGIA. . 331
estos se observa la veneracion entre los individuos de la
misma especie; algunos hechos quizás podrian estabte-
cerla entre especies diferentes; pero como tengo algunas
dudas acerca de este punto no me atrevo á decir mas.
Sin embargo, me parece cierto que aquellos animales,
hacia los que el hombre puede manifestar afecto, no
solo se le tienen á su vez, sino que le manifiestan tam
bien respeto, lo cual supone necesariamente identidad
de naturaleza. Ciertos hechos jenéricos apoyarian mu
cho mas esta verdad, pero el curso que seguimos no se
presta á consideraciones de esta especie.
Entre todos los animales, el perro es el que mas se
hace notar por la veneracion que profesa al hombre;
este animal distingue perfectamente en la casa en que
habita, el rango que ocupa cada una de las personas de
la familia. Considera al dueño en primera linea; sabe qué
los hi;osde este merecen mas consideracion que los es-
liáños; considera á los criados en un grado mas inferior,
á los amigos del amo les festeja en proporcion del caso
que este los hace; los estraños son considerados en un or
den inferior: y entre estos los que van bien vestidos, los
que tienen buena fisonomia son recibidos con menos se
veridad que los que llevan mala ropa y son mal encara
dos. Sobre este punto algunos mastines han manifesta
do una sagacidad admirable, porque se les ha visto ti
rarse á lar primera vista sobre mal hechores que se
habian introducido en medio del dia en casa de particu
lares, con intencion de asesinarles; inteuciou que se ha
justificado por las armas que á estos miserables se les
hun hallado, al verse en el suelo, y por la confesion que
332 curso
ellos mismos han heclio. Nadie,, pues, puede negar estos
hechos, que han calificado torpemente de prodijios ; y
estos hechos, lo repilo, no pueden depender mas que de
una influencia cerebral* de un sentimiento misto de ad
hesion y de veneracion á nuestra especie. Al decir esto,
señores, apelo á vuestra memoria. Honrado como, me
veo con la asidua atencion de un numeroso auditorio,
tengo la mas intima conviccion, deque la mayor parte
de vosotros, $1 escucharme ha recordado hechos nota
bles que ha presenciado ú oido referir. (1)
En comprobacion de la dicho voy <St referiros una anéc
dota que deba á Mr Fromier que se halla presente. Habia
en la casa paterna de este joven, un perra que defendia
á su amo de los estraños y de las demas personas de la
casa. Defendia á los hijos, de los criados ; y si alguno de
ellos intentava levantarles la mano, se tiraba á él suje
tándole por el pescuezo. Tambien defendia á los criados,
de los estrados. Pero loque puede considerarse como e|
colmado la inteligencia en este jénero, ó mas bien lo

(1) Tanto sería esto cierto, que yo mismo do puedo resistirá


]a tentacion de referir lo que me sucedía con un perro de mi
pertenencia. Obligado durante la guerra á hacer espediciones
fuera del pueblo de tai residencia, el perro hacia lodos los esfuer
zos imaginables por seguirme, y cuando se convencia que ya no
le era dado encontrarme, recorria toda la <"asa hasta encontrar á
su ama á cuyos pin s se acostaba triste y cabizbajo, arrojándose fu
rioso i cualquiera que se acercase, hasta el estremo de no conocer
á las oriadas si hacian algún movimiento para cojer los tijeras
ú otro objeto que tublera en sus manos. Si su ama salia de casa y
no podia seguirla, haoia la misma operacion con la criada óoriado
que se quedaba en ella. Otros hechos bien notables podria enu
merar del mismo animal, que no faltaria quien tachara de fa
bulosas; he referido este para continuar la doctrina del auior,
BE FRENOLOGIA. 333
que atestigua la asociacion de la intelijencia con la ve
neracion y la amistad, es que si un hijo de la casa apa
rentaba pegar é un criado no se enfadaba mucho ; al
mismo tiempo que si tin .criado (y varias veces se tuzo
la prueba) levantaba la mano para pegar al señorito, el
animal se precitaba al momento sobre 'él. Bien se deja
conocer que el niño no esperimentaba ningun daño, y
por lo tanto el perro no hacia mas que contener al
criado; pero nadie dudará que si «l insulto hubiera sido
efectivo, no habría dejado de vengarle.
Es, pues, indudable tfue hay entre los animales, im
pulsos de veneracion, de estimacion y de amistad. Y no
es amistad simplemente, es otra «osa mas elevada que
merece toda la atencion de los frenólogos, y me admira
que se obstinen en no reconocer los elementos tlel sen
timiento venerador en los animales. Es preciso convenir
sin embargo, que tienen este sentimiento y otros mo
chos ; á fin de refutar ciertas objeciones, se dice por
ejemplo, que los animales poseen muchos órganos que
atribuimos en el hombre á sentimientos superiores, y
que sin embargo estos sentimientos les son <estra>ños. Es
cierto que poseen estos Órganos y que espertmentan
tambien sus influencias; pero como los órganos estan en
ellos menos desarrollados que en nosotros , no pueden
manifestar nuestras facultades sino por un grado mas .o
menos apartado del en que nosotros disfrutamos. En
cuanto á mi iro temo hacer declaracion pública de esta
verdad; eesiste en la naturaleza un encadenamiento des
de la escala animal mas inferior hasta nosotros y los ani
males cuya organizacion se aprocsima á la nuestra,
33 i curso
están unidos á nosotros con lazos que el naturalista de
buena fé no puede disimutar. (1)

15. FIMIEZA. PERSEVERANCIA.

Todos los frenólogos han admitido esta tendencia


que no han conocido los melaffsicos, poique no se pue
de adivinar todo, cuando se procede á priori; y por con
siguiente tampoco la han considerado como ana de las
cualidades fundamentales de la moral humana. Pero los

(i) Ojala que estos techos y estas reflecsiones aceleren la ¿po


ra en que imitemos á los ingleses en la proteccion que dispensan
;i los animales que se han convertido en esclavos y ausiliares del
hombre. ¿Veremos siempre á loscarreteros abrumar agolpes sus
caballerías, para obligarlas á arrastrar cargas superiores ;i tus
fuerzas? ¿Será preciso que nuestros carniceros ejerciten diaria
mente la pasion de la cólera para vencerla resistencia de los ani
males que están obligados á sacrificar? Naciones mas sabias que la
nuestra han conocido ya los inconvenientes de esas escuelas pú
blicas de ferocidad; la policía, en ellas, no permite á Jos conduc
tores de caballerías maltratarlas,. y se ocupan en poner en prác
tica para derribar los animales corpulentos, en procedimiento
que no esponga á los carniceros á luchar con una especie de
rabia feroz, contra el animal que ve correr á caños su misma san
gre. I,a introduccion de un puñal entre la primera y la segnnda
vértebra del cuello, puede destruir en el momento todos los sen
timientos esteriores en el buey mas robusto, eomo se puede com
probar por lo que hacen los matadores en las corridas de toros de
Jvspaña. ¿Por qué no se habian de ocupar sérininente en intro
ducir este ín'todo en nuestros mataderos? La sangria seria mas
fácil, mas completa, y la seccion del cordon medular escusaria el
golpe de! carnicero, cuya horrible repeticion es frecuentemente
necesaria.
DE FRENOLOGIA. 335
frenólogos no hon vacilado en colocarla en la linea de
los otros sentimientos.
Situacion. La situacion del órgano que corresponde
ála firmeza, está en la parte superior de la linea media
de la bóveda del cráneo, entre la veneracion y la esti
macion de si mismo. Mirad, aqui esta la veneracion;
aqui la firmeza (señalando el cráneo). Por desgracia de
la parte sistemática de la Frenología y de la uniformi
dad dela demostracion del cerebro, no es ni en una cir
cunvolucion particular, ni en un grupo de circunvolu
ciones, donde está el asiento de la facultad: esta corres
ponde á dos ó tres porciones bastanle reducidas de err-
cunvoluciones que forman otros órganos. Esta circuns
tancia obliga á considerarla de un modo enteramente
empirico. Quiero espoaeros mi duda como mis convic
ciones. Es por acaso esta facultad, un órgano particular?
es el resultado de la confluencia, ó de las relaciones de
muchos órganos ? Yo lo ignoro , y tomo el partido de
estudiarla de un modo enteramente empirico, según ta
observacion de los frenólogos. La Situacion del óigaro
es invariable, pero no es siempre sensible al primer as
pecto sobre la coronilla; le hallareis sobre la linea ver
tical, circunscrita por cuatro ó cinco órganos : detras
por la estimacion de si mismo, detente por la veneracion,
por los costados, por la conciencia y un p:;co a'gunns
veces por la esperanza. En esta cabeza ocupa la parte
mas elevada y consiste en que se encuentra mas desar
rollado que la veneracion. En otra cabeza, ostará domi
nado por la veneracion ó por alguno de los óigai.os
próesimos.
336 curso
Influencia directa ó primitiva. La determinacion
bien pronunciada es la constancia , la perseverancia , la
tenacidad de carácter. El hecho es que se observa cons
tantemente que las personas en quienesesta parte, muy
saliente , forma un surco longitudinal bastante ancho,
son tenaces, perseverantes en sus opiniones y proyectos;
y he aqui por qué, apesar de la objecion que podría re
sultar por la falta de una circunvolucion particular, los
frenólogos esclavos de los hechos, esclavos de la obser
vacion, se han creido obligados á admitir la region ce
rebral de que se trata como el órgauo de esta facultad,
Aplicacion. Bien sabeis que nosotros consideramos
siempre la aplicacion de un órgano, en las relaciones
del mismo con los otros órganos. Aqui no hallamos , es
verdad, un sentimiento especial, sino una cualidad de
los sentimientos, sean los que quieran, como tambien
delas facultades de la intelijencia. Pues bien, esta cua
lidad es la perseverancia, la tenacidad, la firmeza, cua
lidad que los observadores á priori no han soñado en
erigir como hecho primitivo. Asi es que el sentimiento
que domina se hace perseverante, tenaz en el individuo
en que el órgano que nos ocupa está muy pronunciado.
Bien conocereis cuánto la intelijencia, aunque sometida
hasta cierto punto á nuestro órgano, debe á su vez mo
dificarle. Por consiguiente, si la intelijencia es débil,
ejercerá menos influencia sobre el órgano que la que
ella reciba del mismo, y el hombre tendrá perseveran
cia en las inclinaciones que predominen, ya sea que
estas inclinaciones tiendan á inspirar buenas acciones,
ó ya Jas sujieran malas. En una palabra será un hombre.
DE FRENOLOGIA. 337
torco. Esto sucede frecuentemente entre los malhecho
res qiie tienen poca ¡nteüjencia y mucha perseverancia.
Entonces se observa una obstinacion en el mal que es
lo mas deplorable del mundo á los ojos de los frenólogos:
el órgano es en este caso uno de los que mas les con
ducen á la incorregibilidad. En efecto, cuando se ha
llan la perseverancia y la firmeza combinadas con ór
ganos de baja ley, los frenólogos desesperan de la cor
reccion de semejantes sugelos. Tened presente que los
frenólogos no se reducen á un número insignificante de
habitantes de Paris ; hay un número considerable de
ellos en Inglaterra, en Escocia , en los Estados-Unidos,
en Dinamarca, y se multiplican por todas partes, al
paso que las observaciones se aumentan sin cesar, lo
cual no es una ilusion. Se reirán quizas en las acade
mias al oir, la ciencia marcha; pero la observacion nó es
sensible al sarcasmo ni á las chanzonetas , prosigue su
marcha con independencia.
Si el órgano se halla asociado á una inteligencia ele
vada, y á inclinaciones ó mas bien a sentimientos eleva
dos, entonces produce muy buenos resultados; nos encon
tramos con el justumet tenacem proposili virum á quien
nada conmueve y que veria trastornarse el mundo sin
que su virtud se doblegase; si se halla en un desgracia
do cuya organizacion sea debil, en este caso solo produce
la terquedad. Estas ideas no las hallareis en ninguna filo
sofia, por eso no debe despreciarse la Freno'ogia. Lo que
mas realza esta ciencia es que está fundada sobrela ma
teria, sobre algo positivo. Bien veis como este órgano
puede sugerir, en su aplicacion, las espresiones de hom
338 curso
bre de caracter , testarudo inflecsible. Hay hombres en
efecto, que no desisten de las ideas que una vez han re
cibido, que no reforman su educacion, que no corrigen
ninguno de sus defectos y que se atienen con tenacidad
á lo que aprendieron en sus primeros años. La mayor
parte de las veces este estado resulta de una predomi
nancia del órgano que nos ocupa, que les retiene en el
camino trillado, digámoslo asi; y la influencia que eger-
ce es tanto mas poderosa, cuanto que la inteligencia se
presta menos á nuevos descubrimientos y á trabajos
continuados capaces de rectificarlos. Es preciso, seño
res, decir la verdad para todo el mundo.
Ausüio y oposicion. La inteligencia es sin contra
diccion el principal modificador del impulso que nos con
duce á la perseverancia. Y es preciso convenir que la
inteligencia es la que nos ilumina en la egecucion de
nuestros proyectos; si reconocemos que pueden produ
cir malos resultados, renunciamos á ellos, sea la que
quiera la tendencia que nos lleve á insistir en ellos. Si
estamos dotados de poca inteligencia, entonces obede
cemos como máquinas. Quizas una reflecsion mas pro
funda me haria descubrir otros medios ausiliares y de
oposicion ; pero os confieso que en este momento no me
ocurre. ;.
El órgano se puede combinar con todos los demas,
esto creo que es facil de concebirse.
Defecto ó falla. ¿Qué resultados produce la falta de
este órgano? Se dice que la debilidad de caracter y la
indecision; pero debe añadirse que cuando la circuns
peccion predomina al mismo tiempo, los sugetos faltos
DE FRENOLOGIA. 339
de caracter son en estremo desgraciados. Con efecto, re-
flecsionan mucho sobre los objetos que han. recurrido á
sus facultades y no pueden tomar ningun partido , lo
cual les coloca en una posicion verdaderamente embara
zosa. Conozco algunos sugetos de esta clase. Tambien
puede suceder que el órgano falte con la circunspeccion,
entonces ceden al impulso del momento , y como cada
inclinacion egerce subeesivamente su accion sobre noso
tros , resulta que cuando no hay perseverancia, la con
ducta es en estremo vacitante. Asi es que hay: 1.° In
decision por falta de perseverancia, sobre todo cuando
abunda la circunspeccion ; y 2.° ligereza, facilidad en
ceder á todas las inclinaciones actualmente predominan
tes cuando hay falta de esta última facultad.
Ejemplos. Los ejemplos positivos se encuentran en
los hombres que han formado grandes proyectos y los
han sostenido. Se cita á Napoleon, del que no tenemos
modelo completo; pero hay estatuas y retratos que le
representan bastante bien. Yo encuentro esta parte de
su cabeza en estremo importante.
Aunque este hombre (Casimiro Perier) haya sido el
objeto de muchas sátiras y sarcasmos , su cabeza es en
verdad, como ya os lo tengo dicho, una de las mas pre
ciosas que poseemos. Notareis desde luego que la inteli
gencia es grande ; pero la bondad , la circunspeccion , la
veneracion , la constancia y la firmeza se hallan al mis
mo tiempo muy desarrolladas. Con efecto, para soste
nerse por algun tiempo en medio de las convulsiones
politicas en que vivimos, es preciso estar dotado de ór
ganos poderosos y sobre todo no carecer de firmeza.
340 cüftSó '
Aqui teneis aí abate Gregoire, famoso por su perse
verancia. Este hombre perseguido de diversos modos,
no se ha doblegado jamas. Se le ha querido obligar á
retractar muchas cosas que habia aventurado en politi
ca , en materia de religion , y constantemente lo ha re
husado. Esta parte de la cabeza está en estremo pro
nunciada. Aqui teneis tambien al negro Eustaquio que
ha sido tambien muy perseverante en la benevolencia y
en las afecciones. La perseverancia es la que le ha dado
la fuerza necesaria para obrar largo tiempo en el mismo
sentido.
Aqui teneis tambien al general Lamarque , en quien
esta facultad no es en menor grado predominante.
En algunos malhechores se halla igualmente muy
fuerte, lo cual es una fatalidad, porque como ya os he
dicho , son pertinaces en el crimen.
En Fieschi, de quien ya hemos hablado aunque muy
de paso, ¿qué es lo que encontrais mas dominante? los
órganos que ya conoceis, la estimacion de si mismo y
sobre todo la vanidad , porque aquella no es muy ancha.
Asi es que esta masa depende particularmente del de
seo de la estimacion de los demas, del amor dela apro
bacion ', que en este caso llamaremos vanidad , porque
el individuo de quien se trata no estaba dotado de gran
de inteligencia. Observad la tenacidad cuán pronunciada
está, y que estos órganos estan contenidos por una es-
cesiva energia de temperamento , porque es menester
tener en cuenta la vitalidad.
Aqui teneis un asesino parricida á quien ya conoceis,
Martin; este hombre, bien lo sabeis, tiene muy^ poca
DE FUEPÍOLOGtA. 341
inteligencia, con instintos animales predominantes. En
este caso la perseverancia no puede aplicarse mas que
al mal y no merece otro nombre que el de obstinacion.
Este otro es un parricida de la misma especie ; en él
predomina tambien la firmeza sobre la inteligencia, que
es seguramente bien escasa, como todos los sentimien
tos superiores. Asi es que el órgano no ha podido esci
tar mas que odiosos instintos que observareis ensanchan
lo bajo de las partes laterales.
Animales. Mr. Vimont les concede la firmeza, sobre
todo al zorro, al gato y al perro. Hace notar desde lue
go lo que todo el mundo sabe, que el gato permanece
horas enteras en observacion conservando una misma
actitud, y esto seguramente que no es por pereza. Todo
el género felis se compone de animales los mas ágiles,
los mas fuertes en el sistema muscular que se encuen
tran entre los cuadrúpedos. Se sabe que su cuerpo es
flecsible, elástico; que su piel es eléctrico; sus ojos bri
llantes en la oscuridad, y que su ferocidad iguala si i.o
escede su fuerza muscular. No es, pues, por inercia de
temperamento lo repito porque es necesario, es por un
impulso instintivo por lo que este animal permanece
horas enteras en observacion ; no es tampoco por temor
de ser sorprendido, es al contrario por el deseo de sor
prender su presa; pero la astucia sola no le doria ni la
paciencia, ni la perseverancia de que necesita. Tales son
las causas que conducen á Mr. Vimont á concederle el
órgano , que él ademas ha comprobado en el cerebro de
este carnicero,
Tambien se le concede a los perros de caza , y cita
342 ' ' curso
un hecho bien notable que anuncia en él un verdadero
obseivador. Se ven algunos perros de caza ponerse de
muestra en una posicion bastante estraordinaria , ó en
un sitio que no parece favorable á su amo por ser la
guarida de un venado de algun valor; y sin embargo
estos perros aunque sus amos los llamen y los maltra
ten, persisten en su intento; y muchas veces, añade
Mr, Vimont , tienen razon para hacerlo. El perro es un
animal que importa mucho observar, porque es de una
vivacidad superior á la del gato y no tiene tanta astu
cia. Por estas comparaciones, la facultad de que se trata
se distingue y diferencia de aquellas con las que pudiera
confundirse. Mr. Vimont habla tambien del galgo , que
persiste en seguir la liebre hasta alcanzarla. En el zorro
se hallan igualmente pruebas muy notables de perse
verancia.
En suma , Mr. Vimont está dispuesto a creer en la
ecsistencia de este órgano en todos los animales supe
riores. Opina que hace su papel en el empleo sostenido
que se les ve hacer de sus facultades ; y yo me in
clino bastante á su opinion. Creo que es necesario un
impulso particular para inspirar paciencia á ciertos ani
males carniceros. Los que observan su presa y la espe
ran largo tiempo, no podrian hacerlo sin dicho impulso.
Y no es la reflecsion la que les impele á ello, porque
ellos no han calculado ni las costumbres ni los hábitos
de su presa; no dicen como diria un hombre: «Este ani
mal sale a tal hora para buscar su alimento, tiene ne
cesidad de tantas horas de sueño, debe tomar precisa
mente tal camino para hallar agua; el amor, el cariño á
DE FRENOLOGIA. 343
sus hijos cambia sus hábitos bajo, este ó el otro aspecto,
y si yo le acecho á tal hora y en tal sitio , le sorpren
deré*» Si supieran todo esto no llegarian, claro es, has
ta la hora precisa. Pero bien saben que es menester es
perar y no pueden verse obligados á ello, sino por un
impulso muy poderoso. Es indudablemente necesario
admitir este órgano en los animales , á menos que no
se quiera incurrir en la vaguedad del instinto indefini
do , especie de Providencia ininteligible imaginada por
los filósofos esclusivamente para los animales. . : .
Terminaremos esta materia por la conciencia. . .

46. CONCIENCIA.

Esta es una cuestion importante y bonita, y os su


plico me concedais el tiempo necesario para tratarla.
Esta facultad se le habia escapado á Gall, que referia la
conciencia y la justicia á la bondad. Pero nosotros la
debemos al espiritu observador de Spurzheim.
Situacion. Bajo el parietal, bajo la parte lateral de
la bóveda del cráneo , á los dos costados de la firmeza,
detras de la esperanza y por encima de la circunspec
cion se halla situada. La señalan por asiento una cir
cunvolucion que se dirige oblicuamente de alio á bajo,
desde la parle posterior á la anterior y desde la firme
341 -' ' cerso
za hácia !a circunspeccion. Esta region no está señalada
con ningun número sobre la cabeza modelo de Gall.
Observad bien la posicion de esta facultad, antes que yo
entre en las disertaciones que ecsige.
Accion ó influencia directa. La accion ó influencia es
el sentimiento de lo que es justo ó injusto, del deber, y
de la obligacion moral. Esta facultad está considerada
por los filósofos modernos como enteramente inmate
rial porque no se la puede hacer derivar de las sensacio
nes ni de las percepciones. El sentimiento del deber,
dicen e'.los, la conciencia del bien y del mal, es una cosa
que no pende de los sentidos, que es superior a la ma
teria y estraña á la inteligencia, en fin una virtud colo
cada en el alma por mano del Criador. Este elogio es
magnifico y yo me guardaré bien de criticarle; diré solo
que esta sublime facultad se adhiere por su manifesta
cion, á Un órgano.
Primera aplicacion: á los actos, y á los hombres para
juzgarlos. Se juzga del bien y del mal respecto á las
acciones de los demas, segun el sentimiento interior de
cada uno aunque no tenga instruccion. Hombres grose
ros hay , que distinguen por el sentido intimo lo que es
justo, de lo que no lo es; sobre este hecho moral se está
generalmente de acuerdo en el estado social. Voz del
pueblo voz del cielo ; en este proverbio se encuentra la
espresion de este sentimiento. Las masas en general ra
zonan bastante bien con relacion al bien y al mal , aun
que no siempre estan al abrigo del error sobre el ver
dadero valor de las acciones.
Segunda aplicacion : á nuestros instintos, á nuestros
DE FRENOLOGIA. 345
sentimientos , á nuestras propias acciones. Acerca de
ellas juzgamos, segun este sentimiento , como tambien
de las de los demas. Nos aplaudimos interiormente ha
ber hecho ciertas acciones; nos reprobamos otras ; no lo
manifestamos siempre es verdad, tenemos por lo comun
sofismas para disimular á los ojos de otro; pero tenemos
en nosotros mismos le conciencia, y quién lo creeria! la
conciencia está en proporcion del desarrollo de esta
parte del cerebro. Esto parecerá una paradoja, una aser
cion impia , blasfema, á ciertos filósofos, á ciertos cre
yentes; poco importa , la verdad es antes que lodo y
preciso es manifestarla. No obstante, conocido es lo que
importa que esta conciencia se vea iluminada por la in
teligencia; y cuando lo es de un modo conveniente, debe
tambien ser secundada por la co-ccsistencia da otros sen
timientos superiores. De otro modo la conciencia se mo
dela sobre el ejemplo, juzgando bueno lo que otro ha
juzgado tal, ya por veneracion hacia la persona á quien
se imita, ó porque se la considera como mas instruida ó
de mayor importancia en la sociedad. Se juzga sin duda
alguna segun la inspiracion de los sentimientos y de la
inteligencia de los demas. Pero cuando el órgano es
muy fuerte y al mismo tiempo se reune inteligencia y
otros sentimientos supeiiores, entonces se juzga por si
mismo. Esta facultad viene ú ser de este modo, el ori
gen del sentimiento de la satisfaccion de nosotros mis
mos, que se agrega al sentimiento de la estimacion pro
pia y al sentimiento de lu estimacion de los demas.
Observad os ruego , como la estimacion de si mismo,
la de los demas y la conciencia, como órganos, forman
346 curso i -.
un grupo, que todas las cabezas preciosas ofrecen siem
pre á nuestra vista. Este grupo no es predominante en
Lacenaire, guardaos de creerlo, apesar de que se ha
pretendido que la cabeza de este miserable no se dife
renciaba de la de un hombre honrado. La vanidad es la
que sobresale en este grupo. Pero cuando el órgano de la
conciencia se halla desarrollado al mismo tiempo que la
estimacion de si mismo que está en el medie y la esti
macion de los demas, que está á los lados, este conjun
to constituye un grupo de facultades en estremo favora
bles. Entonces se concibe cómo se produce la satisfaccion
de si mismo. El que en sus recuerdos, no halla mas
que actos y pensamientos de justicia, de benevolencia,
esperimenta realmente la satisfaccion de si mismo. El
que por el contrario, recuerda que entre sus actos, hay
alguno reprensible, le disimulo, le oculta á los demas
como puede, sin que esto le evite sin embargo el sen
timiento de la desaprobacion ; de aqui el origen de los
remordimientos, si nuestras acciones nos parecen vitu
perables. De aqui tambien, señores, uno de los elemen
tos de la indiguncion, cuando el órgano de la justicia
coincide con el de la cólera, que es segun la opinion
comun de los frenólogos, el mismo que el de la des
truccion. Se revela uno, se incomoda contra las acciones
inicuas , contra lo que ofende la justicia ; y cuando el
órgano está muy desorrollado, se enfada uno mas con
tra estas cosas que contra cualquiera otra. Y he aqui
entonces una nueva acepcion de la palabra indignacion.:
Permitidme someter á vuestra consideración una idea
que roe ocurre. Creo que el sentimiento de conciencia y
DE FRÉNOtOGIA. SW
de justicia es sobre todo el que ha inspirado en 'éf siglo
XVIII la idea. del egoismo bien entendido. Se ha dicho:
«Él que hace lo justo, lo que el deber le ordena i con
detrimento de su fortuna , de su reputacion y de sir vida,
es tambien un egoista; porque busca la satisfaccion de
si mismo.» Será asi; pero es preciso confesar que es un
bello egoismo. Pero tal sentimiento no merece por cier
to este nombre; esto no es egoismo, y voy á dar la ra-'
zon: el impulso primitivo nos arrastra hácia lo que es
justo, sin concebir el proyecto de satisfacernos á noso
tros mismos; el sentimiento de satisfaccion no se pre
senta sino despues de egecutada la accion buena. Lo'
mismo puede decirse de la benevolencia, porque el hom^
bre benévolo no siente desde luego mas que él deseo de
agradar. Solo la Frenologia ha podido disipar este er
ror, señalando para los sentimientos de justicia y de
benevolencia, órganos diferentes del que es el origen dé
la satisfaccion de si propio. ""
¿Y por qué no ha de quedar uno contento de si mis
mo cuando ha hecho una buena accion? ¿Y por qué no
se ha de indignar contra una mala? Algunas veces se
6ufre al ver el mal; pero sin indignarse porque el órga-¡
no elemental de la cólera está poco desarrollado.
El órgano de que nos estamos ocupando, nos conduce
á hacer el bien y á evitar 'el 'mal, por el pronto, por
puro amor á la justicia , y despues por la esperiencia y
por el placer de la satisfaccion de nosotros mismos. '
Defecto ó falta, tas consecuencias de la falta de con
ciencia y de justicia , son la predominancia de las incli
naciones mas fuciles, lo cual concebireis sin dificultad.
348 censo , .
Faltando el sentimiento de justicia, el entendimiento no
halla razones que oponer á la inclinacion dominante.
Ecsistiendo la conciencia , la inteligencia nos obligaria i
decir: Si cometo esta mala accion, voy á ofender y gra
var mi conciencia; pero si este sentimiento y el de la
justicia faltan, la inteligencia no halla este motivo. Cuál
encontrará entonces? el interés de cada pasion. Dos
especies de interés hay aqui que se contrapesan: el inte
rés de la pasion que domina y el del sentimiento de jus
ticia; pero este último corresponde, como la benevolen
cia, á lo que en el siglo XVIII se llamaba el interés bien
entendido, y el interés de la pasion al egoismo de baja
clase. Yo creo que esta es la verdadera esplicacion de
las diferentes opiniones.
Resulta tambien de la falta de este órgano, y sobro
ello llamo vuestra atencion, la desaprobacion, el menos
precio de aquellos que obran segun su conciencia. Los
que tienen poca no esplican los actos de otro , por la
inspiracion de este sentimiento, se figuran que el interés
de las pasiones es el que ha inspirado los actos de virtud
y con un aire de iutelijencia y de importancia se ponen
á revelar los motivos secretos que han impelido á tal
ó tal hombre á hacer cosas que á todo el mundo pare
cian desinteresadas, sublimes y admirables. La esplica-
cion de esta táctica no ofrece dificultad; los que la usan
suponen siempre motivos de la misma naturaleza que
á los que ellos acostumbran á ceder. La Frenologia es la
que tambien descubre estos resortes ocultos del corazon
humano. Asi es como razona el avaro, que esplica los
actos de los demas por un interés pecuniario oculto. No
M FRENOLOGIA. 319
hay mas que dos clases de hombres para Harpagon : los
de talento que se enriquecen , y los tontos que no pue
den lograrlo ó que se arruinan. No hay escusa á sus
ojos para el que no es rico. Ün proverbio vulgar es-
plica estos hechos en muy pocas palabras. Juzgar el co-
razon ajeno por et propio*
Asi es que yo he leido coti el mayor interés lo que se
llama la filosofia del sentido comun, que saca partido de
todas las opiniones esparcidas eh el público y que las ar
gucias de los filósofos no pueden hacer callarjamas com
pleta menta
La falta de conciencia me parece que es la que inspi
ra los medios violentos para la correccion del crimen.
Los que están desprovistos de ella, no conciben en efec
to , que se pueda correjir á un hombre recurriendo á los
sentimientos superiores, á la conciencia sobre todo; por
eso hieren sin piedad, atormentan y matan al culpable.
La cólera es la que preside á esta especie de lejislacion.
Sin embargo, es preciso no olvideis, que en los dias que
alcanzamos , se eleva un sentimiento interior que me
parece nacer de la conciencia y de la benevolencia reu
nidas, contra tal lejistacion. Los filántropos dicen y re
piten: «Por qué no procurais correjir á este hombre, en
lugar de conducirle á la muerte? quién os ha asegurado
que es incorrejible? Habeis agotado por ventura todos
los medios que el progreso de los conocimientos nos pro
porciona para despertar en él los jérmenes de las virtu
des sociales?....»
Bien sabeis, señores, que la cuestion de la pena de
muerte está á la órdeu del dia; de ella se trata en las
350 . , CTKSO
asambleas nacionales , en las academias, y el sistema de
correccion elaborado continuamente por una multitud de
filántropos, que son al mismo tiempo hombres benévo
los, y de conciencia, que* trabajan sin descanso en hacer
predominar los sentimientos que les animan; pero des
graciadamente no ejercen todavia bastante influencia
sobre la rutina.
. , Mr. . Combe es de opinion que la falta de este órgano
pone obstáculos al progreso de la Frenologia; yo parti
cipo tambien de esta opinion ; porque aquellos que no
tienen conciencia no ven mas que cálculo y aparato tea
tral en las acciones de los demas. Asi que, creemos muy
posible que muchos de nuestros adversarios, no nos con
sideren sino como gentes que representan un papel , y
no como hombres convencidos de la importancia, de la
necesidad de la doctrina. No insisto mas sobre este pun
to porque no quiero provocar polémicas en este sitio,
¡Dios me libre de ello! Yo no intento mas que descubrir
la verdad, ó al menos inspirar el deseo de investigarla.
Ausiliares. Los órganos que me parecen ayudai á
este en su accion son, entre los sentimientos, la estima
cion de si mismo, y la de los demas. Yo no dudo de la
verdad de esta proposicion , por eso os decia hace poco
que el amor de si mismo y la aprobacion son vecinos, fre
cuentemente desarrollados de una manera simultánea, y
que esta combinacion produce en general grandes resulta
dos. Es muy curioso é interesante comprobar, y lo podeis
hacer cada uno en vuestra esfera, cuando halleis un hom
bre eminentemente moral y concienzudo, si reune estos
diferentesórganos, si es al mismo tiempo firme y venera
DE FRENOLOGIA. 351
dor, si hace caso de la opinion que otros pueden formar
de él, y por último si sabe gozar de la satisfaccion de ha
ber hecho el bien.
La circunspeccion me parece tambien un órgano coad
jutor, porque retiene este sentimiento como todos los
demas, y favorece el desarrollo y madurez de las ideas
que deben darle consistencia. Las altas facultades inte
lectuales vienen sobre todo al apoyo como ya lo hemos
visto.
Antagonistas. La oposicion al sentimiento de con
ciencia y de justicia se encuentra en los instintos late
rales de baja especie; la cabezas laterales se complacen
en la destruccion, en la mezquina y rastrera astucia, en
la risa llamada satánica. Esta raza de hombres ofrece
casi siempre esta region desarrollada. Estas jentes tie
nen tendencia al ogoismo , obedeciendo á sus afecciones
y no conciben los sentimientos elevados. Las afecciones,
aun aquellas mas dulces, combaten tambien este órgano,
porque generalmente se tiene induljencia con las perso
nas á quienes se ama. L03 Brutos son muy raros.
Combinaciones en jeneral. Comoque el Organo puede
ser mas ó menos fuerte relativamente á los otros, fácil
es de concebir que el hombre concienzudo puede muy
bien no obedecer siempre á su conciencia. Nada mas
comun que esto. El instinto sin embargo no calla jamas;
puede ceder un instante á otros órganos que están es
citados, pero vuelve pronto en si para reprobar, y de
aqui la palabra remordimientos que se encuentra en todos
los idiomas: Remordentü conscientia; stimulus. No hay
que decir que es una conquista inmensa para la historia
352 curso
natural, el volver á unir sentimientos como estos á ob
jetos materiales, en el sistema nervioso. Todo esto es
taba en el aire, podia negarse ó afirmarse á placer, ser
virse de sutilezas para sostener ó contradecir una opi
nion, en tanto que los órganos son perceptibles á los
sentidos. Cuando se halla un órgano para la facultad en
medio de otros que corresponden á sentimientos dife
rentes , qué quereis que se objete si la conducta está
de acuerdo con la organizacion? No se puede mas que
negar los hechos, como se hace hoy; pero la senda de la
observacion está trazada , y cada cual puede recorrién
dola, hacer la oportuna comprobacion de aquellos.
Ejemplos. Los ejemplos se encuentran en la mayor
parte de los hombres superiores. Aqui teneis la cabeza
de Charpentier que reune toda esta masa como todas
las cabezas superiores. Observad la de Manuel y demas
citadas.
Guando falla la conciencia , la prominencia de la re
gion que corresponde á esta facultad, no sobresale de los
órganos prócsimos, ó mas bien está reemplazada por
una depresion. Guando por el contrario ecsiste la con
ciencia, la saliente se prolonga y el órgano se encuentra
al nivel de la estimacion de si mismo y de la circunspec
cion. En la cabeza de Bagnol , observareis una especie
de depresion, pero que no corresponde á este órgano,
sino mas bien al lugar que ocupa la esperanza.
Lo que hay bien importante para el hombre honrado
es esta masa formada por la reunion de la estimacion de
si mismo, de la estimacion de los demas, y de la con
ciencia con la veneracion ; porque de ella es menester
I)E FRENOLOGIA. 353
hasta cierto punto para completar una hermosa cabeza,
He aqui la de Foy que fue el idolo del partido liberal;
observad toda esta masa como está desarrollada. No
sotros no hemos forjado de intento estas cabezas y sin
embargo las formas se encuentran siempre de acuerdo
con las facultades. Notad como en Casimiro Perrier hay
la misma concordancia. Con muchos ejemplos contamos
entre los vivos; pero por desgracia no puedo mostraros
todas las cabezas notables.
No encontrareis un malhechor en quien esta masa sea
predominante. Observad en efecto como esta region es
delgada, como lo alto de la cabeza está cortado en forma de
techo. En mi casa tengo cuarenta cabezas de ajusticiados
y en casi todas esta conformacion salta á la vista. Hay
variedades, es verdad, pero jamas el grupo de los buenos
sentimientos da una anchura suficiente á la coronilla de
la cabeza. Yo creo que algo significa esta coleccion de he
chos, y que con argucias y chanzonetas no se destruye su
valor. Ahi está si no el desgraciado Dodd, que se hizo
ahorcar por agradar sirviendo á otros con falsificaciones,
pero no teuia ni conciencia, ni estimacion de si mismo,
ni circunspeccion. Pues bien, apesar de eso es una ca
beza verdaderamente clásica; bien veis que lo que aqui
domina ha debido dar la direccion, y que la parte que
estudiamos ha tenido menos accion. En el proceso de este
hombre, que por otra parte era elocuente, todo el audi
torio lloraba; pero el respeto á la ley debió sobreponerse
y fue condenado á muerte.
Aqui teneis cabezas de desgraciados, de parricidas,
bien veis como todo es debil en esta region superior. Lo
* " "23
354 corso
mismo me da tomar la cabeza de Lacenaire que la de
Fieschi, ó la de otro cualquiera; penetraros que la do
minacion no está en los sentimientos superiores, ni en
la inteligencia. Es verdad que se nota un poco de ve
neracion ; pero falta sobre todo la conciencia. Spur-
zheim es el que ha descubierto este órgano, y yo con
sidero este descubrimiento como uno de los hechos mas
importantes para la moral; por eso los frenólogos no
han vacilado en admitirle. Volved á observad á Fies
chi y notareis un plano inclinado desde la parte poste
rior á la anterior de la coronilla, porque todos los ór
ganos de la region media y anterior estan deprimidos.
Queda en la parte posterior el amor propio con un poco
de estimacion de si mismo, con pasiones y la destruc
cion mas ó menos sobre los costados; es decir, una in
teligencia dominada por los instintos y por los senti
mientos de mala ley.
Animales. En cuanto á los animales , todos los fre
nólogos que conozco les niegan esta facultad. Sin em
bargo, yo creo que el bosquejo de este sentimiento ec-
siste en e! elefante, el perro y aun en el caballo. Cuan
do estos animales son maltratados sin razon, conocen la
injusticia y son hasta cierto punto como los niños; es
tos, aunque de corta edad, conocen cuando se. comete
con ellos una sin razon, y lo manifiestan revelándose;
sometiéndose por el contrario cuando se les impone un
castigo justo. En cuanto á mi tengo creencia, convic
cion en el bosquejo de los sentimientos en los animales
cuyo cerebro tiene alguna relacion con el nuestro.
20 de junio de 1836.

11. ESPERANZA.

Señores:

Hemos llegado al número 17 de las facultades, y al 8.°


de los sentimientos segun los frenólogos; es decir, á la
esperanza. La esperanza es una facultad que Gall no ha
admitido; ha dejado un espacio, un vacio sobre su crá
neo-modelo, en la region que despues se ha consagrado
á esta facultad. Spurzheim ha observado que la esperan
za podria muy bien corresponder á esta region del ce
rebro. Combe y los frenólogos estrangeros, guiados por
356 crrrso
sus observaciones , han hecho otras y al fin han admiti
do el órgano.
Situacion. De cada lado de la firmeza , dirigiéndoso
oblicuamente desde adentro á fuera hacia la circunspec
cion . delante de la justicia ó conciencia y detras del ór
gano de lo maravilloso , con el cual la esperanza parece
á veces confundirse, está el sitio de nuestro órgano. Lo
cual puede comprobarse sobre la cabeza-modelo de
Spurzheim.
Accion ó influencia directa de este órgano. Es la mis
ma esperanza ; esta espresion es bastante caracteristica.
Cuando la esperanza domina , se descubre en todos les
discursos de la persona en quien ecsiste; brilla en sus
ojos cuando se le oye discurrir, y se manifiesta hasta en
sus facciones. Ella dirige siempre sus impulsos á lo fu
turo, allanando todas las dificultades. No hay obstácu
los para los hombres dotados de este órgano ; en la so
ciedad todo lo ven bello y placentero , no dudan de na
da, hacen desaparecer con una palabra , cuando el len-
guage coincide, todas las dificultades y previenen todas
las objeciones.
Aplicaciones y asociaciones. Esta facultad se asocia
por una consecuencia precisa, á los deseos de todos los
órganos , porque siempre ecsiste un deseo en nuestras
facultades; todas quieren verse satisfechas cuando se
pronuncian. Pues bien, la esperanza es la que les pro
mete la satisfaccion, y he aqui su caracter particular.
Para observarle bien es preciso encontrar la esperanza
en personas en quienes predomine, y de estas hay mu
chas. Yo las he conocido que hacian desaparecer toda
DE FRENOLOGIA. 357
clase de dificultades, que de nada dudaban; que conta
ban una y mil veces con una espresion llena de gozo, de
placer, de felicidad, los brillantes sucesos que iban á
obtener. Asi es que la aplicacion de la facultad se e- -
cuentra entre los hombres proyectistas, entre los es
peculadores de bolsa , de negocios, entre los jugadores,
en quienes este órgano es por lo regular predominante.
Ausiliares. El órgano de la esperanza se ve ausilia-
do en su accion por la maravillosklad , de la que pronto
nos ocuparemos ; y cuando ecsiste esta asociacion , las
personas en quienes reside ven realizarse maravillas en
lo futuro. Si hacen aplicacion á las ideas religiosas, en
tonces es un porvenir feliz en el otro mundo el que brilla
ante sus ojos; si se aplica á los negocios temporales,
entonces es un suceso próesimo que rayará en prodigio,
que aturdirá á todo el mundo; y si los que estan do
tados de estos órganos lo estan a! mismo tiempo de elo
cuencia é idealismo, los oyentes resisten difícilmente á
la influencia que egercen sobre ellos. Los hombres de
grandes esperanzas se hacen ilusiones sobre lodo lo que
les rodea. Y creo deber añadir que la facilidad en es
presarse contribuye á mantener las ilusiones, porque
entonces el hombre se deja seducir por las bellas frases
que le ocurren ; se complace en ellas como el embuste-
ro que á fuerza de contar sus mentiras, acaba por ima
ginar que son verdades. Nada es mas frecuente, en Pa
ris, por ejemplo, se encuentran á cada pnso hombres
que seducen á otros y los meten en empresas ruinosi
simas. La maravillosidad , el idealismo ó la imaginacion
y el órgano de la palabra son los que pueden conside
358 CURSO
rarse como los principales ausiliares de la esperanza.
Antagonistas. Los órganos que se oponen á la ac
cion de este merecen fijar vuestra atencion. Observo
desde luego entre ellos la circunspeccion , que es por
decirlo asi, el enemigo jurado, el enemigo mortal de la
esperanza. Asi es que para que la esperanza obre con
entera libertad, con mucha actividad, no debe haber
circunspeccion. Entonces el hombre se lanza sin que
nada le detenga; pero cuando ecsiste alguna circunspec
cion, todo se equilibra y nada sobresale. Algunas veces
tambien la ecsistencia de este órgano con la circunspec
cion presenta alternativas de esperanza y de desaliento,
porque tan pronto el hombre se abandona a la esperan
za y entonces todo le sonrie; tan pronto la circunspec
cion toma la revancha presentándolo todo con negros
colores y el hombre se ve hecho juguete de dos senti
mientos opuestos. Desaparece la seguridad, la certi
dumbre y no sabe ya en qué sentido debe dirigir sus
acciones.
Los otros órganos correctivos de este son los de la
inteligencia, cuyos efectos tienen alguna relacion con
los de la circunspeccion. Pero cuando esta y la inteli
gencia son débiles, al mismo tiempo que la maravillo-
sidad es fuerte, la esperanza reina despóticamente, lo
cual produce entusiastas de una especie muy notable.
Defecto 6 falta. La falta de este órgano trae consigo
la incerlidumbre, el desaliento , sobretodo si la cir
cunspeccion predomina; tal combinacion impide al hom.
bre el emprender nada , le hace inerte, puramente es
pectador y le deja sin ninguna accion moral , á menos
DE FRENOLOGIA. 359
que otra facultad muy activa como la destruccion, no
venga de vez en cuando á escitarle.
Animales. Entre los animales no se ha podido dis
tinguir nada que tenga relacion con esta facultad, asi
es que los frenólogos la consideran unánimemente como
propia del hombre. Quizas una observacion mas atenia
y detenida haga descubrir en los animales algunos im
pulsos dependientes de este órgano; pero como no debe
el hombre prudente entregarse á conjeturas sin funda
mento, no quiero llevar mas allá esta cuestion.
Ejemplos. No hay duda que podriamos citar mu
chos mas, si se pudieran modelar todas aquellas cabezas
que presentan órganos muy pronunciados. Aqui teneis
un ejemplo de esperanza, de credulidad y de maravilto-
sidad en esta cabeza donde ecsistia la tendencia al juego
de lotería, es la de Destainiere. Observad cuán domi
nante es esta parte, y cómo la imaginacion y la mara
villosidad vienen á unirse con la esperanza, lo cual for
ma un semicirculo muy pronunciado. La estimacion de
si mismo y la conciencia ecsisten tambien ; pero estas
facultades estan dominadas, porque la eminencia que
aqui veis corresponde á la bondad, y. queda poco espa
cio para las facultades intelectuales, que casi no domi
nan; la causalidad está sobre todo poco pronunciada , y
la circunspeccion no prepondera. £1 hombre represen
tado por esta cabeza ha debido obedecer á los impulsos
de la esperanza y de la maravillosidad.
Aqui teneis una cabeza del mismo género (la de De-
morlancs) en la que se halla esperanza, maravillosidad
é imaginacion con poca inteligencia; lo cual producia
3G0 curso
aficion á los juegos de azar, y el orgullo con el órgano
de la justicia bastante desarrollado; pero ¿qué pueden
estas facultades sobre la esperanza y la maravillosidad?
Poco ó nada. Todo esto domina á la circunspeccion, co
mo en la otra cabeza que os acabo de mostrar.
Aqui teneis un hombre dominado por las ideas reli
giosas (Roland) en quien observareis la esperanza muy
pronunciada, confundiéndose con la maravillosidad y el
idealismo de que pronto nos ocuparemos. Todo esto do
mina las facultades intelectuales, porque la saliente de
lo alto de la frente, resulta de la prolongacion de la ma
ravillosidad que viene á unirse á la alegria, y no de la
comparacion ni de la causalidad. La educabilidad ú ór
gano de los hechos falta tambien en esta cabeza, lo cual
es un gran déficit, porque el amor de los hechos es un
correctivo poderoso de los estravios de la imaginacion y
de las ilusiones de una esperanza alimentada por la ma
ravillosidad.
Aqui teneis un hombre, que de matemático se con
virtió en predicador religioso , por la esperanza de las
recompensas celestes; se llama Parris. Observad os rue
go esta eminencia de !a maravillosidaJ, que concuerda
con la esperanza. Es un hombre escelcnte, no hay duda,
aqui teneis la justicia, la benevolencia ; pues bien , estas
facultades no le han evitado sacrificar la csactitud , la
certeza de las matemáticas, á las ilusiones del ascetismo,
á las esperanzas de un porvenir lisongero. en tanto gra
do es grande la influencia de la organizacion; pero tam
bien es cierto que las facultades intelectuales, abrumadas
digámosto asi, bajo el peso de la maravillosidad, nada
I)E FRENOLOGIA. 3G1
han hecho para libertarle de esta especie de aberracion,
tan respetable bajo otro concepto., Ademas se puede ser
matemático con un mediano talento; pero entonces no se
le puede dar el dictado de ingeniero.
En el abate Gregoire, conocido de todo el mundo, ob
servareis la esperanza muy saliente, la cual en efecto no
le abandonó nunca; las personas que tienen siempre pre
sente la bienaventurarla , tienen esta parte muy pro
nunciada. Esto se combina respecto á este eclesiástico,
con sentimientos superiores, yo convengo en ello; pero la
inteligencia está tambien dominada por sentimientos su
periores. Aqu i teneis igualmente una de las mejores cabe
zas que poseemos, la de Foy, bien adivinareis por qué no
le ha abandonado jamas la esperanza en sus proyectos.
Hé aqui una parte de la cabeza da Napoleon que por
fin he hecho traer. El órgano de la esperanza se distin
gue bastante pnra juzgar que este órgano debia estar bien
desarrollado. En efecto Napoleon tenia mucha esperanza,
mucha confianza en el porvenir y en cierta tendencia á
la maravillosidad , cuyo órgano está bastante pronun
ciado. El creia en la suerte, en la fatalidad, en la dicha,
en la estrella que debe presidir al destino de los hombres.
Cada hombre tiene sus debilidades , no hay ninguno
perfecto.
Aqui teneis por último ejemplos opuestos en los mal
hechores. Bien veis cuán débil es la esperanza y cómo
partiendo desde la linea vertical, el plano de ¡a cabeza se
inclina sobre los costados, de manera que la conciencia,
la esperanza, la veneracion y lodos los sentimientos su
periores estan deprimidos.
362 CURSO

18. MARAVILLOSIDAD O TENDENCIA.


A LO MARAVILLOSO.

Nos vemos obligados á abandonar la esperanza sobre


cuya facultad roe parece que hemos dicho lo bastante
para fijar la atencion. Pasamos á tratar de la siguiente
que es la maravillosidad, espresion propuesta por Spur-
zheim. Se me dirá que esta espresion no es francesa;
pero los sábios fuerzan á las academias á admitir algu
nas palabras. Varias veces he oido decir al difunto Kour-
croy: «Los sábios tenemos el privilegio de crear espre
siones y forzar á la academia á que las admita en su
diccionario como francesas.» Tenia razon , Horacio lo
babia dicho antes que él como debeis saber todos.
Sea como quiera , nosotros llamaremos esta facultad
tendencia álo maravillosa, a lo estraordinario, a lo ad
mirable; ningun psichplogista, filósofo, ni metaflsico
ha pensado en admitir semejante facultad, como un he
cho distinto de los otros hechos de la moral humana.
Consiste en que la mayor parte estaban dominados por
este sentimiento y miraban lo maravilloso como la esen
cia de la moral humana, lo cual no es á bien seguro una
cosa real. Gall no la habia distinguido de la imaginacion,
confundia esta facultad con el sentido ó el espiritu poé
tico; Spurzheim la separó. Este autor ha hecho obser
vaciones muy interesantes y aunque se acuse a losfrenó-
logos de una confianza escesiva y de una especie de cre
dulidad supersticiosa en este frenólogo , no temo decir
DE FRENOLOGIA. 363
que á mis ojos, es un grande hombre. El es despues de
Gall, el que mas ha hecho por la Frenologia.
Hay en efecto dos circunvoluciones como voy á mos
traros ahora , en la rejion que Gall señalaba al sentido
poético. Spurzheim comparó los salientes que estas dos
circunvoluciones producen al esterior, y reconoció que
la interna corresponde á lo maravilloso y la esterna al
espiritu poético. Desde entonces las separó y trazó entre
las dos una linea de demarcacion bien clara y distinta.
Se trata de averiguar si la posteridad confirmará su jui
cio; pero hasta ahora no se ha invalidado.
Spurzheim le dió , en su obra francesa publicada en
Paris, el nomhre de sobrenaturalidad; pero despues ha
biendo sido reconocido que el hombre no puede salir de
la naturalidad , cambió esta denominacion en la de ma-
ravillosidad. Los que insisten apesar de esto en la sobre-
naturalidad , pueden admitirla como mejor les parezca,
pero es preciso que renuncien á la demostracion y que
quede en difinitiva en el sentimiento, es decir que no
ecsiste sino como un hecho del sentimiento. Mucha fa
tuidad seria el creer que podemos lanzarnos mas allá de
la naturaleza, siendo asi que ni esplorarla podemos por
desgracia. Tan adheridos nos hallamos á nuestro plane
ta que no podemos elevarnos á tres leguas sobre la su
perficie de la tierra, ni penetrar una siquiera en la cor
teza, digámosto asi, de nuestro globo, sin perder la ec.
sistencia. En vista de esto, ¿qué es lo que se pretende
espresar con la palabra sobrenaturalidad? Aunque Spur
zheim manifestó gran tendencia á la sobrenaturalidad,
renunció prudente á esta espresion.
364 censo
Situacion. El asiento de la maravillosidad es una
larga circunvolucion horizontal colocada entre la mi
mica y el idealismo. Observad la parte anterior del ce
rebro que es regular en este modelo. Ved aqui la bon
dad, la mfmica, el idealismo, y despues aqui la mara
villosidad , núm. 18..
Asi que, las relaciones de esta circunvolucion alarga
da son las siguientes: se halla colocada en las partes su
periores, anteriores y laterales del cráneo, prolongán
dose desde lo alto.de la frente, de cada lado, sobre la
coronilla hasta el órgano de la esperanza. Se ve lo largo
de su borde interno , por detras la veneracion y por de
lante la imitacion , porque casi iguala 4 las dos en lon
gitud; su borde estenio corresponde al idealismo ó ima
ginacion, y por último su estremidad anterior viene á
fundirse en la alegria y corresponde al costado estenio
de la causalidad. Cuando esta circunvolucion está muy
desarrollada , levanta de cada lado las partes anteriores
y superiores de la cabeza, y terminando en las regiones
superiores de la frente, forma una especie de ángulo
saliente que hace la frente de forma cuadrada. Cuando
la mimica y la benevolencia han ensanchado lo alio de
la frente, estas eminencias repiesentan dos especies de
- cuernos. Para formar una idea esacta , ecsaminad los
retratos de los santos mas entusiastas, los mas sujetos
á éxtasis y a visiones; pero donde la vereis muy clara
y distinta es en el retrato histórico, segun las leyendas,
de S. Antonio. El órgano forma en él dos eminencias
que levantan en alto los cabellos, por encima de los án
gulos estenios de los ojos. La misma saliente se observa
1)E FUENOtOGIA. 365
en algunos cundros de Moises. Esta relacion de las his
torias sagradas y profanas con la Frenologia tienen algo
de admirable; pero en fin es imposible desconocerla. Por
lo demas yo os haré hacer estas observaciones sobre las
cabezas en que esta facultad predomina.
Accion ó influencia directa. Es la disposicion á creer
cosas maravillosas, en lo que está fuera de las leyes de
la naturaleza, en los sortilegios, en los aparecidos, en
los demonios, en la magia, en los duendes y en las bru
jas. En las Mil y una noches hallareis el pasto favorito
de esta facultad. Esta obra está compuesta bajo la in
fluencia del órgano que corresponde á la maravillosidad,
como las vidas de los santos, las leyendas con los nume
rosos milagros que contienen y que nada costaban á los
escritores en aquel tiempo de ignorancia y de supersti
ciones; porque ¿quién se hubiera atrevido á desmentir
les? Pero aqui el misticismo se uneá la maravillosidad,
lo cual no sucede en los cuentos tomados de los árabes,
de donde resulta mayor placer á los lectores. La antigua
mitologia de los griegos, fundada sobre tradiciones pro
cedentes del Oriente, está casi toda reasumida en la
Metamorfosis de Ovidio; en una palabra, todas las the-
ogonias de los pueblos antiguos ofrecen los primeros
vestigios de la influencia de nuestro órgano sobredi
aparato intelectual.
Esta facultad procura gocesenloestraordinario; es un
sentimiento, una especie de placer no razonado. En efec
to, no hay razon en el movimiento que conduce al hombre
á representarse cosas estraordinarias , á admirarlas , á
caer en el entusiasmo, en el éxtasis cuando las oye referir.
366 curso
La admiracion es segun los frenólogos , otra forma
de manifestacion de la facultad. Si un hombre en quien
este órgano domina os encuentra impensadamente, se
admira y no vuelve de su sorpresa aun despues de ha
berle contado la série de sucesos que os han puesto en
contado con él. Todo les admira á esta clase de perso
nas, rien facilmente y sin saber por qué, y se admiran y
sueñan con la misma facilidad. Pero todos estos movi
mientos son signo infalible de ignorancia. Cuando igno
ran los hechos se los representan segun el grado de la
facultad, y esto les proporciona goces sentimentales que
les separan de la reflecsion y de la comprobacion. Este
es el órgano,, señores, está en la naturaleza.
La ilusion es su efecto, y cuando domina en el apa
rato cerebral , el individuo se entrega á toda clase de
sueños y hace castillos en el aire ; las quimeras que se
le representan le parecen realidades y esperimenta to
das las sensaciones propias de los diferentes espectácu
los que le ocurren en virtud de la facultad. Es una es
pecie de sueño hallándose despierto. Asi es que los hom
bres dominados por este sentimiento, gustan de realizar
sus quimeras. Este órgano domina en la primera edad
de nuestra vida, y reina como soberano. Nada choca
tanto como el placer con que los niños se prestan á toda
clase de ilusiones, y fijan su atencion en los cuentos de
brujas, de aparecidos y en todas las demas cosas es-
traordinarias que se les cuentan. Pero se puede repri
mir este órgano por los de la razon, y debe hacerse con
tiempo. Se conserva tambien mas en la edad adulta, en
la mugcr que en el hombre ; aunque desgraciadamente
DE FllEfíOLOGlA. 367
hay hombres que son mugeres bajo este aspecto. Pre
sentad á uno de estos una quimera , y vereis cómo la
cree presente y se deja seducir, y cuanto mas extraor
dinaria sea, mas encantado y contento quedará. Asi es
que hay en esto dos elementos; el uno el esperimen-
tar una emocion agradable ó penosa que se trata siem
pre de prolongar por la representacion, el relato ó la
commemoracion de cosas en estremo estraordinarias; el
otro el de inventarlas el mismo sugeto figurándose otros
hechos de los que realmente son; lo cual implica igno
rancia, la ignorancia de los hechos verdaderos y sobre
todo de las causas.
Aplicaciones. Ahora vereis las aplicaciones que se
encuentran en el orden social , y sobre esto no habrá
motivo de risas, porque son hechos los que voy á espo
ner , y los hechos no son risibles.
. La primera aplicacion se encuentra en los primeros
apóstoles, porque las religiones viven por lo general de
lo maravilloso. Segunda aplicacion, en todas las victi
mas de las ideas religiosas, en los poseidos, en todos
los iluminados, que no lo serian si las religiones y la
representacion de las cosas que no son naturales no les
hubieran hecho tales. En los predicadores de las reli
giones que necesitan este órgano, porque efectivamen
te necesitan representar lo maravilloso, sin lo cual que
darían muy airas de sus compañeros que sabrían explo
tarlo mejor. Por lo dicho conocereis que un lógico pre
dicando no causaria emocion ninguna ; lo mismo suce
dería á un naturalista, á un matemático. Un hombre
que quisiera apoyar una religion cualquiera en pruebas
368 curso
fisicas y matemáticas, seria objeto de risas y escarnio, ó
por lo menos produciria los bostezos ó el sueño del au
ditorio; pero el que presenta una multitud de imágenes
ó de ideas estraordinarias , escita toda clase de pasiones
y se vé seguido por el público. Mas fijad bien la aten
cion en lo que voy á decir. Un espectáculo estraordina-
rio que fuera seductor por su belleza, ó repugnante por
su fealdad, no produciria mas que emociones pasageras,
si no estubiera animado : es preciso siempre que el
espectáculo esté animado por las pasiones y el modelo
debe estar sacado necesariamente del hombre ó de los
animales. Los monstruos son creados por las diversas
combinaciones de estos elementos sacados de nuestras
percepciones, y las pasiones de los oyentes , y de los es
pectadores se escitan notablemente. Asi es que la facul
tad llama en su ausilio á todas las otras.
Otra aplicacion se observa entre los cómicos , que
obran impelidos por el mismo móvil que los predicado
res; ellos representan tambien pasiones ecsagerndas que
no esperimentan, es verdad, en tanto que los predicado
res pueden hablar de acuerdo con verdaderas conviccio
nes. Perdonadme esta comparacion. Yo respeto todas
las creencias, pero necesito citar los hechos.
Entre los poetas, sobre todo épicos y trágicos, los mú
sicos que se ocupan de asuntos sobrenaturales, llamados
sagrados, que viven de ilusiones, que pasan su vida en
la realizacion de objetos fantásticos, la aplicacion de la
facultad es evidentisima.
No lo es menos entre los artistas, arquitectos, esta
tuarios, pintores, cuya ocupacion continua es de repre
1)E FRENOLOGIA. 369
sentar tambien las pretendidas ideas sobrenaturales, y
que sin espresarlo por medio de la palabra, recuerdan y
escitan las emociones en sus obras, por el colorido, por
las formas, por el dibujo de los grupos, &c.; porque este
órgano estiende su influencia sobre las producciones de
todas las facultades humanas.

Entre los poetas que han descrito lo que los sentidos


no pueden alcanzar, por ejemplo en Milton, en el Tasso,
en Dante, nuestro órgano obra con una enerjia podero,r
sa. Millon nos ha descrito el paraiso terrestre, la rebe
lion de ciertos ánjeles y la caida del primer hombre, y
esto no lo hubiera podido hacer sin la influencia de la fa
cultad. El Tasso, autor de la Jerusalem libertada, se ha
dejado llevar de ideas ascéticas sacadas del mismo orijen.
Pero el Dante es notable por la asociacion de la des
truccion armada de todos sus furores, con el idealismo y
la maravillosidad. El se propuso pintar el infierno y sus
tormentos; y tal fue su refinamiento sobre los sufrimien
tos y las torturas, que ningun inquisidor hubiera podido
igualarle. Todos sus cuadros estan pintados con gran
fuerza de espresion. El Dante ha puesto en obra, con la
facultad de la maravillosidad, la de la palabra, la del
metro y las demas facultades teatrales , bajo la direc
cion de una inteligencia viva , pero de una inteligencia
seducida por fábulas de toda clase.
En religion, se encuentra tambien este órgano entre
escritores de otro género. Swedemborg se atrevió á des
24
370 CÜR90
cribir el paraiso y la manera con que los ánjelcs, arcán-
jeles, &c. estan agrupados en el cielo: este hombre se
figuró que tenia relaciones con esas intelijencias y pu
blicó todos sus sueños en un libro voluminoso. No creais,
señores, que sea preciso ser imbécil ó loco para leer se
mejantes obras. Hay organizaciones razonables bajo otros
aspectos que han nacido para esto. Berbignier, que ha
escrito tres volúmenes sobre los duendes, los romanceros
maravillosos, y el autor de uno titulado El fraile, han
obedecido tambien á nuestro órgano. El fraile es una
obra maestra de invencion y de talento, en el cual con
un tonafilosófico y sin ninguna espresion de entusiasmo,
el autor os presenta las maravillas mas estraordinarias
en demonomania, májia, sortilegios, &c.; ésto forma por
consiguiente una asociacion de razonamientos y de ló-
jica con lo maravilloso, enteramente admirable. El autor
de este romance es para mi un hombre estraordinario
en este género, á quien nadie ha igualado. Si no estais
demasiado afectados por la brujeria, os aconsejo que le
leais, de otro modo, nó.
Pero , creeis por ventura que esta facultad limita su
influencia, nó diré á esta especie de ciencias, sino áesta
especie de ejercicios de la intelijencia? No señores, no se
detiene en ese punto: en las ciencias se halla tambien
lo maravilloso. Muchos sabios prefieren lo maravilloso,
en las descripciones de la naturaleza á los hechos demos
trados. Aqui teneis sin ir mas lejos, en el Instituto, un
hombre famoso en este género, Dupont de Nemours, que
tradujo en muy bonitos versos los cantos del ruiseñor.
La historia natural la convertia en literatura. Si no nos
1>E FRENOLOGIA. 371
ocupáramos de un asunto tan grave, os recitaria su can.
cion, porque por desgracia 6 por fortuna tengo la memo
ria para la poesia bastante pronunciada. Y digo por des
gracia porque para nada me sirve, y quisiera cambiarla
por otra que me falta. Ademas este autor no es el único
que ha hecho romances sobre la naturaleza, y romances
que tienen mucho de maravilloso, que son en estremo
seductores y que gozan de gran voga entre las gentes
de mundo.
Señores , es preciso desengañarse : aunque médico,
debo confesar que los de mi facultad no estan esentos
de la aficion á lo maravilloso. Ellos personifican la na
turaleza, las enfermedades, las fuerzas vitales; forjan po-'
tencias ocultas , las multiplican y las hacen jugar como
entidades enteramente maravillosas. Se cita á los mag
netizadores, á los homeopatas, porque en ellos se ha no
tado una prominencia de este órgano. Qué desgracia que
haya signos fisicos para conocer las aptitudes y que los
hermosos versos :
Et ne devrait-on pas á des signes certaines
Reconaitre le cceur des perfides humains?
puedan realizarse en la aplicacion 1 No condenemos sin
embargo muy esclusivamente estos dos géneros de ejer
cicios intelectuales; hay algunos hechos que sirven de
fundamento al magnetismo y á la homeopatia ; si bien
estos hechos son ccsagerados por los sectarios que pro
siguen esta série de ideas. Asi yo ruego á los señores
homeopatas, si es que tengo el honor de tener algunos
entre mis oyentes, que no se ofendan de lo que yo digo.
Yo mismo he ensayado la homeopatia y no renuncio á
372 curso
dirijir mi atencion sobretodos los hechos de homeopatia
y de magnetismo que se presenten ; pero no podré im
pedir que entre los homeopatas esclusivos y entre los
magnetizadores que no se ocupan mas que de su ciencia,
no encuentren los frenólogos la prominencia de nuestro
órgano. Yo no soy aqui mas que un fiel historiador de
los hechos. En una palabra , porque ya es preciso rea
sumir, en todos los hombres, que seducidos por el pla
cer de la ilusion, prefieren permanecer en ella y gozar,
que comprobar por la observacion si su ciencia es justa
y fundada, y que apartan su atencion de la demostracion
de la verdad, en estos digo que el órgano de que se tra-
ta es siempre predominante. Hay hombres en efecto
que dicen: por piedad, no me saqueis de mis ilusiones!
Se parecen al jóven que soñando con su querida, en la
dicha de poseerla , despierta y reconociendo su error,
procura volverse á dormir para volver a gozar de su
ilusion.
Tambien se ha notado el predominio de esta facultad,
en las mujeres del gran mundo que prefieren la lectura
de las novelas á la de la historia. Y con este motivo
debe hacerse una observacion muy importante , y es;
que la lectura de las novelas es perjudicial á la juventud.
A veces se la aconseja esta lectura para que formen su
estilo; pero este es un pretesto ilusorio, porque al for
mar el estilo que siempre es un estilo falso, los jóvenes
toman ideas igualmente falsas de la escena del mundo,
ideas de que se verán cruelmente desengañados por la
esperiencia. Las sujestiones del órgano de la maravillo-
sidad son siempre engañosas.
DB FRENOLOGIA. 373
Defecto ó falta. La falta de este órgano deja al hom
bre insensible á todos estos goces de que acabo de ha
blaros, no se ocupa mas que de los hechos, y si no tiene
la imajinacion desarreglada , va directamente á lo posi
tivo, cuando por otra parte su organizacion intelectual
se lo permite.
Ausiliares. Los ausiliares de la maravillosidad deben
seros conocidos; lo es desde luego la esperanza , despues
el idealismo. Cuando la esperanza y el idealismo ó ima
jinacion, se asocian á la maravillosidad, se constituye la
combinacion mas deplorable que puede imajinarse en
este jénero. A él corresponden los jugadores, y las jen-
tes que consagran todo su tiempo á la contemplacion, á
1 1 investigacion de quimeras, llegando al puuto de aban
donar el cuidado de su propia ecsistencia y de las per
sonas que debian serle mas queridas en el mundo.
La facilidad en usar de la palabra me parece que es
tambien un medio de seduccion, porque no tenemos ór
gano alguno que no ejerza su influencia, y como os ma
nifestaré muy pronto al tratar del uso de la palabra, el
que posee en un grado eminente el talento de la elocu
cion, se complace en la construccion de sus frases; ad
mira la belleza desus espresiones, siendo muy capaz de
hablar largo tiempo sin decir nada importante. Esta
clase de hombres se dejan seducir por ellos mismos , en
una palabra son sus propias victimas.
La música se cuenta tambien entre los ausiliares, por
que de ella resultan emociones que son mas agradables
que la reflecsion. Es preciso convenir, que las emociones
de la música son necesarias á los ricos ociosos que no
374 curso
saben como emplear el tiempo : asi es que las óperas,
los conciertos, estan atestados en su mayor parte de estas
jentes ociosas que necesitan emociones. La música, aun
que solo sea momentáneamente, les saca de su apatia.
Ella ejerce menos influencia entre nosotros, desde que
el pueblo francés se ocupa de sus asuntos, y todavia
ejerce menos en Inglaterra. Por eso sucede siempre que
la música aparta al hombre del pensamiento para con
ducirle á la emocion; asi es que se convierte en uno de
los grandes ausiliares de la maravillosidad.
A la música se la pone en contribucion para espresar
las relaciones que se refieren a la maravillosidad , cir.r
cunstancia que la coloca en instrumento de esta fa
cultad.
Otro ausiliar se encuentra en la veneracion. Esta no
se une siempre á la maravillosidad , porque no se cono
ce ley para la asociacion de los órganos. Por eso no se
puede deducir del predominio de un órgano , que
otro está ó no está desarrollado. La naturaleza ha que
rido desconcertar á los que tuvieron la pretension de
fundar sistemas sobre esta especie de asociaciones , y
esta discordancia es la que al mismo tiempo que presta
objeciones á nuestros adversarios , nos sirve tambien
de justificacion; poique al fin siempre es seguro que (oda
clase de combinaciones es posible. La veneracion unida
á la maravillosidad la presta fuerzas y produce la ado
racion. La veneracion sola no podria producirla; es un
sentimiento mas profundo el representado por la espre-
sion adoracion que no por la veneracion; y como esta
espresiou de adoracion ecsiste en todos los idiomas , no
DE FRENOLOGIA . 375
se puede negar la ecsistencia del sentimiento que repre
senta. Ya veis que en esta materia me coloco al lado de
la filosofia escocesa; esto prueba que no busco mas que
la verdad. Pues bien yo digo que en la adoracion , hay
algo mas que en la maravillosidad y algo mas tambien
que en la veneracion. Me parece (y cuidado que no me
considero como autoridad infalible, al contrario he sido
victima muchas veces de la flaqueza, de la intelijencia
humana), me parece repito, que la adoracion se compone
de la veneracion y de la maravillosidad.
Entre las facultades receptivas que pueden ayudar a
esta, me parece que el colorido, la representacion de los
lugares 6 la localidad deben figurar en primera linea,
como qae la proporcionan medios. Pero señores , aqui
me detengo, no porque me falten hechos, sino porque
quiero llamar vuestra atencion sobre estos mismos he
chos.... Pues bien, os presentaré uno , y es , que estas
facultades pueden estar y estan frecuentemente subyu
gadas por la maravillosidad. Esta se sirve de todas nues
tras facultades, las subyuga con la mayor facilidad cuan
do es demasiado fuerte, y cuando se ve ayudada por el
ejercicio, por la educacion, por el ejemplo sobre todo,
por el terrible ejemplo , y nada es mas fuerte que este
sentimiento que obra por medio de la escitacion mas
apasionada.... Tambien hallareis una prueba del ausilio
que el colorido, las formas y las localidades prestan á lo
maravilloso, en las decoraciones de que se rodean cier
tos misterios; en las de nuestras óperas y por último
en las de que se rodean todos los principes .
Antagonistas. Entre las facultades que á esta se
376 ctmso
oponen, debe colocarse como muy importante, la cir
cunspeccion, de que ampliamente nos hemos ocupado
hace pocos dias: la circunspeccion contiene todas las ideasi
todas las emisiones del pensamiento, todas las manifes
taciones de los sentimientos. Ella los retiene, ella los
hace en cierto modo rodar en el interior de la cabeza,
(me valgo de un lenguaje figurado, porque á los movi
mientos nerviosos es á los que pertenecen estos fenó
menos que debe retener en el cerebro), ella los hace de •
tenerse á los ojos de la intelijencia (otra figura), á fin de
que esta facultad tenga el tiempo de determinar el em
pleo que puede hacer.
No hay duda, no, de que es facultad poderosa la de
la circunspeccion; ya os he hecho de ella un gran elogio,
aunque yo no la posea en un grado predominante; pero
tengo la bastante me parece, para poder apreciar su im
portancia á fuerza de observacion, conocer en gran parte
lo que vale y las ventajas ó inconvenientes que la son
anejos. Pues bien la circunspeccion es el opositor, el
correctivo en lo posible, de la maravillosidad; sin em
bargo aquella puede verse sujeta por la maravillosidad,
aunque esta no domine, El hombre pesa todos los mo
tivos que tiene para emitir sus ideas sobre lo maravillo
so, despues si se considera con bastantes para hacerlo,
los emite.
Asi es señores que el principal correctivo no está aqui-
Dónde se hallará direis, correctivo tan importante, tan
necesario? porque todos los hombres serian locos si esta
facultad predominase constantemente en la especie hu
mana. Se halla en la razon, señores, es decir en el grupo
DE FRENOLOGIA. 377
de lo alto de la frente, compuesto del juicio y de la ten
dencia á la investigacion de las causas, con la aptitud
para descubrirlas; sin embargo, falta tambien que estas
facultades se vean ausiliadas por las de la representacion
de los objetos. En efecto, para corregir las influencias tan
poderosas de lo maravilloso, es desde luego necesario
que los hechos estén bien distingnidos, que no se confun
dan los unos con los otros, es decir que las dos lineas
transversales inferiores de la frente, destinadas á la re
cepcion delos objetos, sean fuertes y bien pronunciadas;
ademas es menester que la region superior de la frente
esté tambien desarrollada, á fin de que despues de haber
visto bien los hechos, se les juzgue convenientemente;
entonces y solo entonces ecsiste el correctivo de la ma-
ravillosidad. Pero bien pronto llegaremos á las facultades
intelectuales y os diré con tal motivo cosas, que me pa
rece es muy importante conozcais. Si el juicio no es bas
tante fuerte , asi como la facultad de percibir el encade
namiento de las causas, las facultades interiores dela
frente, las de la recepcion, y las que dan á conocer los
atributos de los cuerpos, entonces se convierten todas en
ventaja de la maravillosidad. De todo esto se sirve,
se apoya sobre la naturaleza entera; entonces es escesi-
vamente seductora, y nada es mas difícil que resistirla
porque parece encontrar su base en la historia natural,
en la ciencia propiamente dicha.
Reflecsiones. En vista de todo esto, señores, bien po
deis juzgar lo que es el órgano de la maravillosidad. Es
cuchad sin embargo las reflecsioc.es que me ocuren so
bre estas cuestiones. La maravillosidad es el origen de
378 curso
]os goces á los cuales se sacrifica todo desde luego , érí
la juventud, pero que disminuye poco á poco con el
tiempo, y que se destruye por la esperiencia de la vida,
esperiencia que desilusiona como se dice vulgarmente.
Otra reflecsion: el estudio y la observacion de la na
turaleza son el correctivo por escelencia de este estado
de ilusion. La razon es bien sencilla y es que todas las
maravillas ficticias sucumben ante la gran maravilla de
la naturaleza, en atencion á que las maravillas raquiti
cas, nacidas de cerebros cascados no son mas que mise
rables y falsas copias de algunos hechos de aquella,
desgraciadas ecsageraciones y ridiculas desfiguraciones
de los grandes, de los inmensos hechos de la naturaleza,
por manera que si podeis llegar a levantar simplemente
una pequeña parte del velo de este gran cuadro, todas
las maravillas ficticias caeran ante la contemplacion de
la naturaleza y de su motor supremo.
Todavia hay mas; siendo la ignorancia nuestro
estado natural , estado sobre el que nada se dice y
sobre el cual los psycologistas, los metafisicos guardan
profundo silencio: siendo la ignorancia, repito, el estado
natural del hombre , debe necesariamente persistir en
las masas porque no hay medio de instruirlas profun
damente. ¿Y qué ha resultado de esto? que los hombres
superiores, los que mejor organizados que los otros, se
encontraban los primeros instruidos y emprendieron la
civilizacion de las masas, han debido dirigirse á los sen
timientos y á los instintos dominantes, ni qué otro re
curso les quedaba? Podian acaso dirigirse á los conoci
mientos cuando no ecsistian? Los conocimientos son di
DE FRENOLOGIA/ 379
ficiles de adquirir, es un aprendizage duro y penoso el
de los hechos, los cuales por otra parte parece que no
ofrecen interés á primera vista. Afortunadamente tengo
el honor de dirijirme á un auditorio donde hay muchas
personas que se han aplicado al estudio de los hechos;
pues bien, áque todo os ha parecido fastidioso, árido é
incoherente en los primeros hechos que habeis apren
dido? Solo á fuerza de tiempo, y de reflecsion es como
habreis podido apreciar las relaciones entre estos hechos.
Desde este momento, habreis esperimentado una verda
dera aficion hácia ellos, colocándolos á otra altura que
las quimeras; pero os habrá costado mucho porque todos
hemos sido educados en la ilusion. Pues bien, el vulgo
permanece toda su vida en el estado de ilusion en que
nosotros nos hallábamos antes del estudio y de la obser
vacion; casi todo lo ignora y se deja llevar delos senti
mientos que le seducen, y entre estos no hay ninguno
mas fuerte que la imajinacion y la maravillosidad.
Qué queriais, repito, que hicieran los lejisladores? Por
todas partes se encontraban amenazados por las inclina
ciones que guian á la muchedumbre y se vieron preci
sados á dirijirse á las inclinaciones que la dominaban,
para gobernar á los hombres, para hermanarlos y para
reunirles en sociedad. Y de qué medios se han valido?
Se han servido de dos grupos de órganos que ya cono
ceis, de los órganos laterales, de los órganos del egois
mo, y en seguida de los órganos de la veneracion y
maravillosidad. Los lejisladores dijeron á los hombres:
«Ved aqui medios para satisfacer ó vuestras primeras
necesidades: reuniros para gozarlos y para asegurar
380 censo
su primera continuacion.» Despues , observando que
estos hombres eran crédulos y predipuestos á la ma-
ravillosidad, añadieron: Allá arriba hay unas potestades
supremas que os confundirán si no haceis lo que os pres
cribimos. Los Dioses son buenas, pero son justos y es
preciso obedecerles.»
Y como todos^los hombres poseen mas Ó menos el
sentimiento de la justicia, los legisladores fueron enten
didos, y las sociedades empezaron á organizarse.
Asi es, que toda civilizacion ha debido empezar por es
tos dos puntos: primero por proporcionar de qué alimen
tarse, de qué abrigarse y medios para satisfacer los ór
ganos posteriores y laterales; en seguida por imprimir
el respeto y aun el temor de una venganza suprema so
bre los infractores de las leyes impuestas: por eso no ha
llareis en el principio de las historias de todos los pue
blos, mas que guerras para adquirir propiedades, ó
guerras de relijion, guerras de creencias fundadas en la
maravillosidad y en la veneracion. Despues, cuando poco
á poco siguieron á este estado violento la vida tranquila
y la abundancia , se cultivaron las ciencias y la verdad
empezó á abrirse camino. Las ciencias hacen progresos
lentos necesariamente porque necesitan mucho para en
grandecerse, en tanto que el desarrollo del cuerpo trae
consigo todas las pasiones y todos los sentimientos. Este
es un hecho muy importante y no me cansaré de repe
tirle: no se necesita mas que el desarrollo corporal para
todas las pasiones; pero para las ciencias es menester,
unido á largos anos, un trabajo sostenido, enorme y las
mas veces forzado. Forzado si , porque si no forzais la
tm FRENOIOGIA. 381
juventud al trabajo intelectual, ella se dejará conducir á
los sentimientos que la causan emociones mas vivas y la
intelijencia quedará á merced de las pasiones.
Ya observareis, setiores, que la Frenologia se adhiere
á la historia, á la moral, y á lo que hay toas elevado en
tre los hombres. Estamos en un periódo muy notable,
el tiempo de la ciencia ha llegado, el t;jmpo de las ilu
siones pasa , pero pasa con lentitud , porque la ciencia
no puede penetrar en las masas. Ademas hay muchos
hombres astutos , especuladores , que quieren aprove
charse de la predisposicion de las masas á la credulidad*
digo mas, entre estos hombres hay un gran número que
afecta credulidad aunque no la tenga para llegar á los
fines que....
Ejemplos. Poseemos cabezas en las que esta facultad
predominante ha producido diversos efectos, segun los
órganos con que se hallaba combinada.
Aqui teneis desde luego al músico Newkom. Pues bien
su talento músico se ha inclinado siempre á objetos re-
lijiosos. La misma observacion puede hacerse con Koland
cuyo estro poético se ha ejercitado sobre objetos sagra
dos. Esta cabeza os ofrece ocasion de observar este des
arrollo simultáneo de las dos circunvoluciones prócsimas
que Gall habia adherido al talento poético : observad
qué prominencia tan grande produce la coincidencia de
estos dos órganos en las rejiones laterales, superiores y
anteriores de la cabeza. La masa es aqui mucho mas con
siderable que en la cabeza de Newkom. En esta otra,
en la de Demorlanes , la maravillosidad se encuentra
asociada con la esperanza y con la bondad; pero hay
382 . • curso
tambien acquisividad. Asi es que este hombre ha hecho
él mismo su fortuna , y la ha hecho por medios con
formes á su organizacion, aprovechando sus conocimien
tos en fisica para dar representaciones fantasmagóricas
de un efecto magnifico, sorprendente, intermediadas de
canto y de música. En sus funciones representaba las
bellezas del cielo y de la tierra , y se mostraba disfra
zado de jénio con un magnifico y resplandeciente vesti
do rie1 diamantes y de piedras preciosas.
Sin embargo, su aficion á la metafisica acabó por ar
rastrarle y se retiró á la soledad para entregarse á ella
á su placer. Pero como sus facultades intelectuales eran
un poco débiles empezó á divagar. Este hombre creia
en la astrologia, en la theurgia, en la quiromancia y en
la nigromancia, poniéndose por lo mismo en relacion
con el universo entero. Poseia una biblioteca curiosa en
este jénero, y los astros, el sol y la luna estaban sus
pensos en su despacho, se entregaba á la contemplacion
y aunque tuvo su primera inspiracion en la iglesia de
Sta. Genoveba donde oyó á los ánjeles, no admitia el
culto católico, en todos sus pormenores. Negaba la di
vinidad de Jesu-Cristo , a quien no consideraba mas que
como un sábio y un filósofo, y razonaba falsamente
sobre una multitud de cuestiones , hasta estrañas á su
•monomania. Por lo demas era crédulo, obsequioso y de
buena fé; pero económico é incapaz de comprometer
su fortuna. La memoria de los hechos le faltaba á me
nudo, asi es que observareis una depresion en medio
de la frente. Habia renunciado á las mujeres mucho
tiempo hacia , y la pequenez del cerebelo os demues
DE FRENOLOGIA. 383
tra cuán poco debe -haberle costado este sacrificio.
Por eso, bien lo veis, la fuerza está aqui en lo mara
villoso, en la veneracion, la esperanza, la bondad y la
alegria, la debilidad está en la inteligencia, la eventua
lidad y el erotismo. La conformacion de la cabeza cor
responde perfectamente á estas disposiciones de lo moral.
La cabeza de Destainieres no es menos curiosa en
verdad ; este hombre tuvo en otro tiempo un ataque de
hemiplegia, causado por el sentimiento de la perdida
de su muger. Desde e.ste suceso se desconcertaron su»
ideas, pero de una manera conforme á su organizacion.
He aqui los rasgos principales de su locura: tuvo la sin
gularidad de pasar quince meses sin acostarse, de loque
le resultó un edema en las piernas; ambicionaba titulos
y altas dignidades en la magistratura , por eso notareis
la saliente posterior y superior de la cabeza; tenia gran
predisposxion á indignarse por la injusticia, á la que
era muy sensible; el órgano de la conciencia estaba
tambien muy desarrollado; tenia franqueza y poca dis
crecion y no predominaba la circunspeccion; credulidad
estremada , esperanza y gran deseo de poseer ; soñaba
continuamente con tesoros, con recompensas que le es
peraban por grandes servicios prestados, por secretos
revelados á los reyes, á los emperadores , porque él po
seia remedios para curarlo todo, para hacer encontrar
tesoros , y su credulidad en fin, no tenia limites. Estos
son los efectos del órgano de las visiones ó de la mara-
villosidad. Tambien se arruinó á la loteria creyendo ha
cer fortuna , en lo cual influyó este órgano, cuyo esce-
sivo desarrollo podeis observar y al que tambien se reu
38i CtTRSO
ne la esperanza. Un din se figuró por la misma suges
tion que Napoleon estaba detenido en casa del doctor
Esquirol á causa de enagenacion mental, y le escribió
dos cartas donde consignó palabras extraordinarias, bár
baras, que le mandaba pronunciar, atribuyendo su pre
tendida curacion á estas palabras y á las prácticas secre
tas á que él se habia entregado con intencion de influir
sobre el emperador. Supersticioso hasta el estremo creia
en los sueños, en las silfides, en la inmortalidad del
alma y vendia talismanes á los que querian curarse y
preservarse de toda clase de males. Tenia mucha ten
dencia á la personificacion ; juzgaba mal y no compara
ba mejor. Pues bien, ecsaminad su cabeza y vereis como
la maravillosidad sobrepuja á la comparacion y á la cau
salidad. Siempre fue muy lúbrico, y bien notareis que
su cerebelo está tan pronunciado como deprimido el de
Demorlanes. En una palabra , el género de locura de
este hombre estraordinario es en todo perfectamente
conforme á su organizacion. Esta verdad debe sorpren
deros en estremo.
Aqui teneis á Harris, el ingeniero que se hizo predi
cador errante. Es visionario como los precedentes. Ob
servad el arco de las cejas cuán desarrollado esla y por
ja misma razon todos los órganos de los atributos de los
cuerpos lo estan mucho tambien, incluso el de la even
tualidad, pero esto no basta para constituir un hombre
positivo, la inteligencia es debil y la maravillosidad se
eleva monstruosamente sobre las partes laterales y su
periores de la cabeza, para formar con la veneracion un
montecillo, digámosto asi, que domina toda la region su
T)E FBENOtOGlA , 385
4Jtítinr;»itel.t6rtiee» No debes, pues, sorprenderos el. gé¡-
«ero de,¡fftecraoioH, do.'este personage singulap.
.! Aun poseerBOSi otros ejemplos de delirio, concisiones
.y fiirilasoingortós sagradas ó profanas; pero estos bastan
paría guiaros , eiv las. investigaciones que¡ intenteis. Ter
minaré, pues.esfosejemplos, mostrándoos el órgano de
Ja maravillosidad sobre cabezas en que las influencias que
ejercen han ptidiclo1 conducir bosta la aberracion mental,
corregidas como estaban por las de órganos superiores y
sobre todo por una escelente inteligencia> . t
. Asi lq. podeis comprobar en efecto sobre las cabezas
del cura Charpentier, de. Francisco, el poeta natural de
que ya os be hablado, de Casimiro Perier, de Benjamin
Constant, de Bagnol y aun del general Foy . Spurzbeim
tenia tambien este órgano bastante desarrollado; pero
cuan grandes facultades no poseia para reprimir los esr
travios que podia aquel producir! . , :\ . , . .¡¡.j i¡iii
, la muravillosidad nos parece, como el idealismo, una
ampliacion de la inteligencia , una facultad destinada á
multipticar los goces intelectuales, por el placer que va
unido al sentimiento de lo bello, de lo sublime, de 16
que escita admiracion. De ello resulta un impulso senti
mental que no tiene definicion y que solo puede sentir¿
se, pero que produce á veces y de repente en lasfaccio*
nes una espresion estraordinaria , radiante hasta cierto
punto, y dá al lenguaje una espresion sublime, arras
tradora, por medio de imágenes y comparaciones que
ninguna otra facultad puede suministrar. La maravillo-
sidad es por consecuencia una especie de adorno de la in
teligencia; pero es esencial que no sobrepuje é esta úlii-,
366 curso
ma, que el sugeto aprecie bien el valor de la maravillo^
sidad , y que no se sirva de ella sino en circunstancias
oportunas para obtener resultados conformes á la razon
y al voto de los otros sentimientos superiores. En el mo
mento que se traspasan estos limites y la debilidad de
la inteligencia es sobre todo la que permite este esceso á
la facultad , entonces , repito , no hay mas que divagacion
y locura. La vida no es mas que delirio perpétuo, que
el estado de vigilia y las impresiones multiplicadas de los
objetos reales no pueden disipar.
No olvideis tampoco, señores, loque acabo de espone
ros en mis reflcscsiones; esto es, que los instintos de egois
mo bajo la direccion de la astucia saben esplotar el senti
miento de la maravillosidad, como el de la veneracion y
como todos los sentimientos elevados, en provecho de los
intereses mas viles y despreciables. Conservaos en guar
dia siempre contra la astucia y las intrigas que emplea,
y haced conmigo votos ardientes para que los puestos mas
importantes del orden social no sean invadidos por esta
clase de cabezas de grandes eminencias que dominan las
dos orejas, con depresion y aplastamiento del vértice. •'
Estos ejemplos negativos se encuentran en abundancia
sobre las cabezas de los ajusticiados , lo cual hace honor
á nuestros jurados en materia criminal. Bien conoceis ya
estas cabezas horribles cuya coronilla está cortada sobre
las partes laterales , representando el techo de una casa-
Eesaminadlas aun otra vez y os asegurareis que la vene
racion, el idealismo y la maravillosidad falta en ellas casi
siempre, y si aparecen algunos vestigios, la fuerza de la
destruccion y de la propiedad, y la debilidad dela inte»,
BE FRENOLOGIA. 387
ligeneía y de la bondad , neutraliza ordinariamente sus
influencias.
No podemos en verdad ofreceros mas que cabezas pro
cedentes de los cadalsos de Parte y de algunos puntos
procúmos; quizas si tuviéramos modelos de los saltea
dores fanáticos que desoían aun de vez en cuando los dis
tritos del Oeste , encontraríamos mas vestigios del órga
no de la maravillosidad; pero no puedo creer que la des
truccion y la propiedad no se bailasen asociadas á él , ni
que la inteligencia y los sentimientos superiores estuvie
sen convenientemente desarrollados.
Animales. Respecto á los animales nada hemos ha
llado en los escritos de los frenólogos, que nos autorice á
concederles algunos vestigios del órgano que acabamos
de estudiar. Y como nuestras observaciones nada nos ho
yan enseñado en el particular , terminaremos aquí la
sesion.

FM DEL TOMO PRIMERO.


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