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Análisis

Martín Vizcarra, Peruanos Por El Kambio

“CAJAMARCA SERÁ UNA DE NUESTRAS PRIORIDADES”

¿Qué medidas propone Peruanos por el Kambio (PPK) para reactivar e incentivar la minería?

La minería tiene diferentes dimensiones: está desde la pequeña minería informal, que tiene un
tratamiento especial, hasta la gran minería, que a su vez necesita especial atención en los
conflictos generados que se han originado. Siendo necesarias las inversiones mineras para el
desarrollo del país, tenemos que encarar esos problemas de una manera real y en función de
la situación actual.

El entorno donde están estos proyectos mineros han ido teniendo un rechazo que se da, a
nuestro juicio, por dos motivos: desconocen las características propias del proyecto, y esa
población siente que el Estado poco o nada ha hecho por ellos a través de la historia. Tienen
necesidades muy importantes que están insatisfechas.

Se tiene que trabajar en esos dos aspectos. Hay zonas de área de influencia de estos proyectos
mineros que ni si quiera tienen agua potable, que tienen mala atención en educación y salud. Y
eso hay que darles independientemente del proyecto, porque el rol del Estado es atender las
necesidades básicas de la población. Entonces haya o no proyecto, el Estado tiene que darles
eso y lo vamos a hacer.

Paralelamente, vamos a explicar los alcances del proyecto; entonces, vamos a encontrar que al
tener la presencia del Estado y comenzar a cumplir su rol, vamos a conseguir de parte de la
población la receptividad para que puedan también recibir la información del proyecto minero.
No al revés, porque por más que vayamos a explicar el proyecto a una comunidad con ánimo
de rechazo, se haga lo que se haga no vamos a poder lograr su atención y, en consecuencia, la
aceptación del proyecto.

Primero, tenemos que escuchar cuáles son las necesidades ajenas al proyecto y comenzar a
tender puentes de diálogo. Eso en nuestro plan de gobierno lo llamamos el ‘Adelanto social’ y
está necesariamente ligado al proyecto. Es un adelanto social que requiere la población para
sentirse atendida, sentirse parte del Estado y aceptar cualquier diálogo.

Los proyectos que están entrampados no van a encontrar solución en uno, tres o cinco meses
porque necesita primero un proceso de acercamiento, de atención de sus necesidades, de
recuperación de la confianza y ahí recién comenzar a trabajar. Eso es lo que haremos en
proyectos como Conga y Tía María. No podemos determinar los plazos, pero sí habrá voluntad
desde el primer día. ¿El ‘Adelanto social’, entonces, implicará instaurar las mesas de desarrollo
desde la etapa exploratoria?

Así es. Desde que uno comienza la exploración del proyecto, uno sabe a mediano o largo plazo
cuál es el futuro del mismo. Desde ahí se debe comenzar a trabajar.
No debemos esperar a que el proyecto tenga el EIA aprobado para recién en ese momento, en
esas circunstancias, se acerque a la población para atender su problemática. En ese momento
los ánimos están caldeados, ya existe tensión en la comunicación y así es bien difícil establecer
un diálogo armónico que lleve a conclusiones satisfactorias. Para bajar la tensión no es que
vayamos a hablar del proyecto Tía María en sí a Cocachacra o de Conga a Cajamarca, vamos a
hablar de desarrollo, del progreso, de la atención de sus necesidades básicas.

Gradualmente iremos hablando del proyecto. Pero ese tipo de solución no solo aplica para la
minería, sino para cualquier tipo de proyecto (para hacer una central hidroeléctrica, una
carretera, el Gaseo-Según Vizcarra, las comunidades rechazan los proyectos mineros por
desconocimiento

y porque se sienten abandonadas por el Estado.ducto Sur Peruano). Vamos a encontrar


problemas en la población que si no nos sentamos a conversar, se postergarán de manera
indefinida. El caso Conga es necesario analizarlo al detalle. En las elecciones del pasado 5 de
abril, en Cajamarca la preferencia abrumadora fue para Gregorio Santos, su ex gobernador
regional, quien abiertamente ha declarado su oposición a la minería. ¿Qué lectura le deja esta
realidad?

Quien ha logrado eso es el gobierno del presidente Ollanta Humala porque ante el problema
de Conga, el gobierno nacional ha querido castigar esa actitud de rechazo de Cajamarca a un
proyecto minero quitando apoyo a sus instituciones: al gobierno regional y municipios. Eso me
parece un error. La actitud de una autoridad regional no tiene por qué perjudicar a toda una
población. Cajamarca está en crisis de carácter económico y social. Esa gran aceptación de
Santos es un grito de reclamo de la población al Ejecutivo diciendo “por qué me has
abandonado”. De ser gobierno, nosotros atenderíamos inmediatamente la demanda social de
Cajamarca, independientemente de cualquier proyecto minero. El error del Estado es no haber
atendido sus necesidades básicas.

¿Cajamarca sería una prioridad?

Sí. Hay varias regiones que necesitan una atención especial, entre ellas Cajamarca
EE.UU. : APUESTA POR EL ORO PERUANO

Según cifras oficiales del Ministerio de Energía y Minas (MEM), Estados Unidos representa el
17,97% de nuestra cartera de inversiones en minería, la que está concentrada básicamente en
proyectos auríferos. De hecho, tiene comprometidos US$ 10,135 millones en grandes
proyectos como Santa Ana y Corani (Bear Creek), y unidades mineras como Cerro Verde
(Freeport-McMoRan) o La Arena (Tahoe Resources), por mencionar algunas. Conozca, a
continuación, los planes de las inversiones estadounidenses en la industria nacional.

El legado empresarial de Estados Unidos en la industria minera peruana se remonta a inicios


del siglo XIX, con compañías como la conformada por William Russell Grace, y se consolidó a lo
largo de la primera mitad del siglo XX con empresas mineras y petroleras como la International
Petroleum Company, la Cerro de Pasco Corporation y Southern Copper Corporation, las que
forjaron la matriz base para el desarrollo de la infraestructura y de la industria extractiva
moderna a gran escala en el Perú. Sin embargo, es necesario precisar que la historia de la
inversión minera estadounidense se puede dividir en un antes y un después del periodo
político en el que se impuso en el país el nacionalismo militar del general Juan Velasco
Alvarado. Y es que, tras su inicio, en 1975, que significó la ‘nacionalización’ de esas empresas
emblema, truncó cualquier intento de liberalizar el mercado durante los gobiernos posteriores
de Francisco Morales Bermúdez, Fernando Belaunde y Alan García. “Las relaciones comerciales
entre Perú y Estados Unidos solo fueron interrumpidas por los gobiernos nacionalistas de Juan
Velasco Alvarado (1968-1975) y Alan García Pérez (1985-1990)”, recuerda Omar Azañedo,
Subgerente del Área TradeCenter de la Cámara de Comercio Americana del Perú (AmCham
Perú).

Newmont marcó un hito en las inversiones estadounidenses en minería peruana, con su ingreso
en Yanacocha.
La mayoría de las inversiones estadounidenses apunta hacia el oro

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BEAR CREEK MINING CORPORATION

Hasta 1994, Bear Creek Mining Corporation fue una subsidiaria de exploración de la compañía
estadounidense Kennecott Copper Corporation. En junio del 2000, Andy Swarthout y Gerry
Van Voorhis, Gerentes de Exploraciones de la subsidiaria de Kennecott, volvieron a unir fuerzas
para constituir una empresa privada. En julio del 2000 Bear Creek viene apoyando la educación
de las comunidades aledañas a Corani. se dio inicio al programa de exploraciones en el Perú.

Los proyectos de Bear Creek Corani y Santa Ana albergan en conjunto reservas y recursos que
contienen más de 500 millones de onzas de plata, además de metales básicos. Un estudio de
prefactibilidad positivo sobre Corani, el proyecto bandera de la compañía. El documento
estima una producción anual promedio de 10 millones de onzas en los primeros seis años de
los 27 de vida proyectados para la mina, con bajos costos de operación y un rápido retorno de
la inversión.
Bear Creek viene apoyando la educación de las comunidades
aledañas a Corani.

NEWMONT MINIG CORPORATION

Esta minera se dedica a la producción de oro a través de su filial Minera Yanacocha, la mina de
oro más importante de Sudamérica ubicada en Cajamarca. Las operaciones de Yanacocha, que
están situadas entre los 3500 y 4100 msnm, es un joint venture entre Newmont (51.35%), Cía.
de Minas Buenaventura (43.65%) y la Corporación Internacional Financiera (5%).

Cabe mencionar que Newmont Perú es filial del mayor productor de oro del mundo, Newmont
Mining Corporation de Denver. Newmont asimismo posee un 51.35% de participación en el
proyecto Minas Conga, que consiste en dos depósitos de cobre y oro situados al noreste de la
minera Yanacocha.

Debido a la expiración de los permisos de operación y construcción, así como las inciertas
perspectivas de renovación de los mismos, los 6.5 millones de onzas de oro de Conga fueron
removidas por Newmont de su lista de reservas. Así, el proyecto con obras paralizadas en
noviembre del 2011 fue ubicado a la categoría de material mineralizado, según el último
reporte de la firma.
Los 6.5 millones de onzas de oro de Conga fueron removidas
por Newmont de su lista de reservas.

TAHOE RESOURCES
Tahoe Resources, la empresa productora de plata y oro de Canadá, llega a Perú en el 2015 con
la adquisición Río Alto SAC. Antes de la fusión con Tahoe, Rio Alto compró Sulliden Shahuindo
S.A.C. en el 2014 con la finalidad de tener a su cargo el proyecto Shahuindo, ubicado en
Cajamarca. Ese mismo año, Tahoe Resources decide comprar Río Alto SAC y se adueña de
ambas iniciativas.
“La Arena siempre fue un yacimiento interesante, pero nadie mostraba un compromiso de
inversión para su construcción hasta que el CEO de Rio Alto encontró el proyecto en el 2009.
Actualmente está en marcha a plena capacidad. El año pasado produjo un récord de 230,244
onzas de oro y para este año esperamos una producción de 180 mil onzas. Tenemos un plan de
infraestructura para esta unidad, que consistirá en ampliar los pads de lixiviación y botaderos”,
comenta Tim Williams, Gerente General y Gerente Regional del
Grupo Tahoe Resources Inc.

La Arena produjo un récord de 230,244 onzas de oro en el 2015.


MINERA PODEROSA:
TRADICIÓN DE MODERNIDAD
La Compañía Minera Poderosa ha
cumplido 36 años de operaciones
desde que un 5 de mayo de 1980
los ingenieros y entrañables amigos,
Wilder Lozano Noriega y Jesús
Arias Dávila, decidieran lanzarse
a la aventura de crear una mina
aurífera en Pataz. Casi cuatro
décadas después, esa aventura
se ha convertido no solo en una
de las explotaciones mineras
más prolíficas del país, sino una
con claras perspectivas de seguir
siéndolo por bastante tiempo más.

Ese logro, sin embargo, ha implicado un permanente esfuerzo de Poderosa por adecuarse a los
retos y necesidades de la industria y el mercado, lo que se plasmó concretamente en planes de
modernización operativa que ha puesto en marcha a lo largo de los años. La empresa se ubica en
el distrito y provincia de Pataz, a casi 320 Km de la ciudad de Trujillo, a una altura que va entre
los 1,250 y 3,000 m.s.n.m. en la región La Libertad.

En la zona, opera en dos unidades de producción que comprenden labores subterráneas y una
planta de beneficio en cada una de ellas. A la fecha, la capacidad de la planta Santa María I es
de 600 TM/día y la de Marañón de 700 toneladas por día. También tiene una central
hidroeléctrica. Con oficinas en Lima y Trujillo, la empresa está compuesta por alrededor de
2,500 personas entre contratistas y personal de planilla.

En sus primeros 30 años de operación,


Poderosa trató 4.5 millones de toneladas
con una ley histórica promedio de 13.76
grs/TM de oro.
Prueba de su sostenido objetivo de modernización y adaptación es que los resultados de
producción señalados fueron alcanzados tras la conclusión – anunciada a fines de 2015– de la
ampliación

de la capacidad de procesamiento

de sus plantas de beneficio Santa María

I (de 400 TM/día a 600 TM/día) y Marañón

(a 700 TM/día).

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