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Teoma ice) are| de la ética ya A Ne ioe Sau eR Lu) Prirs VICTORIA CAMPS BREVE HISTORIA DE LA ETICA RBA “ehtapacacion © vcore Gms 23 © denen RBA Lites 820 ‘rd: Ding 89-018 Baha aioe Prima bie me des rms ga06 0%) dt pet enti pr ‘Medeor ema pectin ce, ‘soo ec ore aken epsCae {Ge pte ome eps mo Jeane pet veer oo meee a 6, 1% 5 16 18 1» CONTENIDO. Prélogo Los softs y crates. Las primeraspregontas Paton La ciudad juts Aritteles. La vida Buena 1a ica letra, Como hay gue vive? 1a ica medieval. Teor de Dion FL Renan, Laivencién de suet Hobe. Lacie del miedo Spinora, La ic de a aleria - Locke, El primer libealismo Hume. El sentido moral ‘Rousseau, El indviduo conta la sociedad Kant. La autonomia moral - Hegel y Mare. La historia como progreso moral Bentham y Mil La ica de a felicidad Schopenhauer Kierkegaard, Nietsche, El individuo conta a moral La tia analitica Raves. El debate sobre la jusicia [a dtica dela comunicacion Pragmatistas, comunicarsasy epublicanos 2 Laéticaaplcada Notas Indice onoméstco 5 35 a 99 ny 40 138 7 194 236 asa 268 289 am 333 354 369 5 “7 2 PROLOGO Cuando empect a dar clases en la Universidad Auténoma de Barcelona el libro de Alasdair MacIntyre, Breve histo- de a ica, me fue de una ayuda impagable. Enconté en 4/el guién que una neta como yo necestaba para expli- ‘ear della forma més fundamencada y segura la materia que tenfa entre manos. Escrito con lacapacidad de sintessy la claridad caracteriatica de los flésofor anglosaiones, era, ademas, el manual mis alaleance de los alumnos de los cursos elementals, Sigo pensando que el enfoquehistrico xl nds pertinente y elms pedagdgieo para introducie a alguien en la filosofia. No hay, a mi jucio, mejor manera ‘de ensefarareflexionar sobre la moral que tatar de com: prender lo que hicieron los pensadores que investigaron antes sobre la materia y escribieron largamente sobre ela Foeron estas razone las que me impulsaron a acoger con ‘usin la sugetencia de Joaquim Palau, decor de RBA y an ‘iguo alumno de mis cases, de que escribiera un texto simi slide Maclntyre, qe él ecordaba con simp. Ya jubilada de a obigaion de ensefia, he abordado est libro como una es- pecie de eapirlacén de os mais de cuarenta aos ranscuri- ‘dos como profesora de éica. Olé este texto pueda tener a utldad que el etado libro de Maclnyre tuvo para my ha ‘enido para mis alumnos,y sea, como me ecurié también a ‘ni, unincentvo para inmersén mis personaly extens en los textos dels flbuolos que aqui se mencionan slo de paso. ’ 10 mor060 ‘Alsi, sn embargo, 0 be pensado sl en ls pro= fesores yen lor estudiantes universitaris. En unos tepos tan rrbulentosydesoietadon como los que vives, que bligan a relerive «la ein sobre todo para lament 50 fusenci, una introduccén al tema como la qu se ofrece ‘gu pede ayudar «emender mejor de qué hablamos cuan- do aladmos al deber moral la responsabilidad, ls valores oa justia Son concepts cominmenteuiizaos desde puesto de que son de sobs conocidos por todos no hace faa profundzar en ellos. No obmane s sighfiado cs ompleoy cuenta con una lana historia cay conoiento ontibuye 4 una compensa mis riguosay mens fala 4 lop mibmos. He procradocontar la storia dela forma inde clara y sencila que me ha sido posible con el fn de ha- cera acesible cuslguet stor interesado po el oxigen ye earl de la ica. ra que s atreve a acta en ercunstanias dificles y que no dduda en responder de sus actos. As el pensamento moral se haa ido deteniendo en el andlisis de los conceptos ms bi cos, ensuevoluciny ene planeamiento de las preguntas, ‘que no ha dejado de suet la distinc ente el bien ye tal 2Cudl es el fundamento de dichaditincin? :Podemos Tegar a ener unos crieros cierto que nos sevan para Hae B rxov0co las obligaciones morales? ¢Tales eriterios son unversales © hay, po el contaro, tantas morales como épocas y culturas? Sila moral se nos presenta como un deber 0 ona presrip- 6a, contaria de entrada ls inclinaciones y los descos, {quien tiene autoridad para imponer esos deberes?zPor qué hay que ser moral? Qué es lo especifico del deber moral? as preguntas no han cambiado mucho, pero sla forma de plantearlasy de dares respuesta. EI comportamiento moral ha sido objeto de preacupa ‘in para los fildsofos por lo menos por dos razones. Ha preocupado el destino de la person, ss ins en esta vida, ‘su razén de se 6, como suele decits, el sentido que tiene vivie 2Qué es vive bien? 2En qué consiste una vida buena? La segunda preocupacin fundamental ha sido la conviven- cia. ,Cémo regular la vida en comin preservando al mismo tiempo la autonomia de cada indviduo? Esta lima cues- tig vinela muy dreceamente la cic ala politica, hasta el ‘punto de que, como se pode vera lo argo de este libro dll separa la una dela otra en la mayor dela tors filossfcas, Desde ls dflogosplaénicos, una de las catego tas éccas mis discutdas ha sido la justice. Pero discurie. sobre la justicia, ces slo una cuestidn éica es tambien politica? Si entendemos, como lo entendi Kanto lo ent Aeron los teicos dl conteat social, que wna de as fuentes 4el derecho es la moral, y que es desde la moral desde donde debe fandamentasey corregirse el derecho positive, zn0 es ineitable vincuar la ica a la politica? a preocupaciin por una vida buena o porla mejor forma de ive en eambio, acerca la tcaa la edcacin moral, En Sefar cia, spor tl entendemos tatar de comprender 3 los {ilsofos, noes educar mocalmente. Sin embargo, es posible que la historia de a flosofia moral ayuda abordae machas de lar dudas que asalzan al educador. Dudas o confsones procedentes, en algunas ocasione, de la estecha identifica mm1000 8 iin entre la moral y una confi religiosaconcreta. Todos los Flsofos han vivido esa identificaciony han lochado por trascenderlay entender ef porgué de a moral dese la razén, sms all dl soporte dela fe en un Dios. El esfuero por ex: plicarracionalmente la distnein entree bien ye mal Forma pare dl progreso de ls mente humana y del progseso moral ‘mismo. Sin perseverar en ese esfuerzo no se lga a entender que la reflexion sobre la moral sea a su vez, una reflex ‘oe Ia mejor forma de convivie para lo sereshumanos en ociedades deolgicay culeralmente diversas 1 flosoia moral no e+ ella misma moralizante, pero ‘tampoco es neutral, como no puede sero ninguna de scien ‘as que estudian el comportamiento humano. Cada fildsofo, al hacer flosofia, prosigue Ia historia interna de su propia isciplin y se debe al mismo tempo ala historia externa, al. contexto social, cultural y politico en el que se encuentra y ‘el que nunca puede sustrerse dl todo por mucho qi bis ‘gue aleanza esa maxima abstraesion en que se mueve laf losofia. Por otra pare, hay rasgos dela vida personal que levan al autor de algo en principio tan aséptico como una historia dela ica a selecciona y poner mis énfasisen unos fildsofos y en unos aspectos de pensamiento queen otros. Es imposible ere pasado sin prejuicios. Y menos, el pasado de la ies Cada eval tiene ibnofos de su devocia yuna sing lar querencia hacia textos que le han sido especialmente ela vesa labora de entender un concepto o un argumento, ola hora de tener que explicar aun pensador. Reecribir la histo- ‘ia de la tea ex repensarla desde el presente a Iz de los problemas y de las crcunstancias expecfcas que hoy nos ‘gobi, Esa quid wala labor mis nteresante quel flor ia puede aportara nuestro tiempo convuls y confuso, esx 50 de ideas y poco prclive a demorarse en el pensamicato. Entiendo Ia historia de la étca como un work in pro ress, una obra que va progresando a medida que descubre 4 rx01060 maties y razones nuevas y se fija en las insuficiencias de afrmaciones anteriores, Dicho de un modo mis aserivo: a historia dela dics es la historia de un progreso moral. Es cierto que la historia dela humanidad no produce esa im- presi, La acumulain de guerra, destrcc y violencia ue la han jalonado siempre, mas bien parece mostrarnos due las costumbres se pervieten en Ingar de mejorar. Aun 5, no exeo disparatada la afirmacién de que el punto de ‘sta moral ha ido progeesando con su desarrollo teérico. Dos rasgos cada ver mis sobresaliences lo indican: Ia con- cdencia reciente de la autonomia de la persona como un ‘valor ierenunciabley a extensién del dignidad a todos los Ihombresy no soa un selecto grapo de piviegiados. pual> dad y libertad son los dos valores bisicos del constituciona- smo politico, la base también de los derechos fundamenta- Jes, Al pensamiento dco se debe el haber ido articulando :azones cada vez mis poderosasy reconocidas para insta rarlas como valores irrenunciables. Somos indudablemente mds libees y mis iguales que cuando Arstteles 0 Kant ‘enunciaron sus teorias morales. Lo que no significa que ls rjeresy Ios hombres de hoy sean mejores que ls del pasa- do. Ni que no haya que seguir recordando que a realidad refleja mal ese progrso y que existen constants y justifies dds temores de etroceso hacia opresiones y dscriminacio- res que creiamos ya obsolets. Pence ala tozuder de los hechos, slo cabesubrayar el valor de una teria ética viva “Mientessexstan pincipiesyrazones bien formulados desde os que critica las ropelias morales y los atropllos contra los derechos humanos,tendremos un asidero al que agarrar- ‘no para seguir lachando por el progreso de la cvilizac Espero que el lector de este lbeo va confirmada esa teria septembre de 2012 1LOS SOFISTAS Y SOCRATES. LAS PRIMERAS PREGUNTAS La reflexion sobre la moral empieza propiamente con los sofistas que protagonizan los didlogs socraticos de Plan. Estamos en el siglo va.C., la época del miximo esplendor de Atenas, splendor no so politico y econémico, sino cul- tural. Una época gloriosa para la sociedad, la lieratara are y a fosofia. En ella vvieron Pecicles, Fidias,Sfoces, ‘Anaxigorasy los grandes sfists: Protigoras, Pridico, Hi as, Gorgias y, Finalmente Sécrates. Dice Hegel que slos Sofisas fueron los hombres cultos dela Grecia deentoncesy los propagadores dela culture. De ahi que la sofistica se haya vinculado con la Tustracingrega, cone afin de acu- dir ala eaa6n para resolver las preguntas més imporeanes {que asaltan ala mente humana. Los libros de filsofia expi- «can que éstasignifieael paso del mito al gos, dela expica- idm magica y fantasiosa a la argumentacin raional. De hecho, sin embargo el mito no desaparece, los sofos si juen acudiendo a la mitologia para argumentar sus teoriasy hacer més viva suenseBanza. Lo que ocute ex que a expli- «exci mica se utiliza ahora s6lo como recurso, el recurso 21] ein para exponer una idea, pues, por sf sol, el mito yaesinsufciete para responder los grandes nterrogances Como son insuficientes los oriculos, porque hace flea no slo tener unas mximas 0 guns de conduct, sino tambien inguin el porqué dels costumbres y en Ia azén de ser de las leyes, Hay que sestrjarse la mente, pensa, extract 6 nave misrontA De 24 rica el lenguajerodo el potencal que atesora para planter pre- suns y persuadi de la verdad de ls valores que se van sdescubriendo, Ya no es legtimo aceptar décilmente lo que viene dado, hay que disutirioyenmendaro sies preciso. Ea ‘una palabra, lo que la flosofiapretende x hacer hombres culos, que significs hombres citicosy rflexivos, no com placientes sin mis con la realidad. La filosofialevaba ya més de wn siglo de andadura, con los filésofos presociticos. El pensamiento reflexvo tenia ya tun notable desarrollo, Pero el tems de los presocriticos ha bia sido sobre todo la naturalezay slo excepcionalmente el ser amano o a sociedad. El gio hacia laprctca lo dan los sofisas. Cutivan la retrieay se autodenominan «aaestos 4e virtud>, porque ensefian el saber moral como un saber ‘tl que puede ayudar a los hombres a vivir bien y a tener to en el gobierno dela ciudad. Bn la tansmision de ese saber es fandamental el dominio del lenguajes de abt el fer. vor porlaelocuencia y ls figuras dela retSrea. La sofistica tuvo mala prensa porque no todos os sistas fveron honcados, tambien los hubo manipuladoresy sine crpulos Paton se encargs de dengrarlos todos por gia concienzudamente,presentindolos en continua polemica con Séerates, quien, pese a mantener una posicion ambivalente frente a la sfistica, siempre acababasaliendo el més a so de la contienda. La autoadjudicacién del nombre de sa- bios it, yo modestos«amantes dela sabidura> (phi losophoi, nto al oct de maestros de virad x cambio de ‘unos stipends, al parece no siempre médics, es acarreé a reputacion de mercaderes del conocimientoy, peor ain, de algo tan etéreo y dscutible como el conocimiento moral. ‘Mas atin cuando esos sabios que pretendian enseha I vie tu hacian gala de un escepticismo que sélo producia des- concierto y tea el conacimiento moral dem relativism {qu provocaba en los imelocutores mis dudas que certeras. 0S SrIsTASY SOCRATES LAS RIMERASPREGUNTAS 37 “Todo muy propio de un pensamientoilastrado —Io sabemos hoy—, pero dificil de asmilar como tal en su momento. Los sofiscas superon aprovecharse de una sociedad en a que la religibn no era un vehicula de cultura, no contenia enseian- 23 alguna, no habia una case sacerdoral administadora de ‘unos libros sagrados que cerraran el paso ala reflexion per sonal, Fra ademas, una sociedad que acababa de inventarse Ia democracia, donde todos los hombeeslibees ten‘an dere- ‘hoa hablag a cultivar el conocimientoy a participa acti- vamente en el gobierno dela ciudad. Una sociedad, final mente, en la que se notabs la influencia de las invasiones eras, el incremento del eomercoy de los viajes que eneen- taba sla gente con diferentes clturasponiendo de manifis- to que lo que era bueno en Persia nolo ea en Atenas y lo ‘que vais en Egipto no valia en Megara. Muchos fueron los factores que propiciaron el vuelo intelectual que se produce con los sostasy que pone en primer lugar al hombre como objeto dereflexién, yala palabra como instrumento de per SER BUENO, SER EL MEJOR, SER VIRTUOSO Agathés (sbveno») esl concepeoéico por antonomasia. La “ica ela reflexin sobre lo bueno, sobve la mejor manera 4e vivs, lo que hoy llamamos eexcelencia» ylosgriegos la ‘maron aretésviruds). En sus origene, la ca es el pensi~ ‘miento sobre Ia vida excelente 9 vida virwoss. ‘Muchos libros de érica empiczan refiriéndose a los poe- ‘mas homéricos como el lugar donde encontamos los prime: ros eemplos de view o de vida buena Sin dada, el mundo ‘que relat Homero posela ya un étbos, una manera de ser moral, Lo que no habia entonces era filosoia, flexion s0- bre la moral, No habia preguntas ni dudas sobre si los hé * aaave mistonA o6 14 rica roes dels Iida merecian ser reconocidos como «los mejo- ress (arstoi,evando la medida de Ia vet era valor que se mostraba, mejor que e ningin otro escenario, en la guerta Nadie lo dudaba, porque la guerra era la stuacin naural ‘el hombre: como habis dicho Heréclito, Ia guerra es se padre de rods as cosas ‘ero lo que determinaba el significado de lo bueno no era sé la realidad incuestionada de a guerra. Es que ser bueno ‘omo poder llegar a nerlo era algo que derivaba dela matora- leza de cada uno en una época en a que no se discuia la cexistencia de un arstoeracia natural Era aise —el me jor»—el que nacia para selo, no el que seo proponia, entre ‘ours razones porque nadie que no tuiera un orgen Singu- lar podia proponerse mejorar. La exceenciay la virtd, en ‘onsecuenca, eran patrimonio de unos poco, las casas ns nobles, de as que sala los gueerezos. La virud fundamen- tal era el alos entendido, por supuesto, como valor fisico, capacidad de vencer en el combate. Una virtud eminente- mente masculina, como no podia ser de otra manera. Ser bueno era, as, ser Gly liso (para la guerra) ee valent, ser asttoy ener éxito enloscombaces. Deir de alguien que ‘ra agathés no era hacer un juicio moral, ino deseibir ana posicn social y unas capacidades personales unidas 2 la buena fortuna. Como lo era también llamar a alguien kak, ‘malos,a saber, de origen humidey bajo. Dice Héctor en lt ‘hada: “Que al menos no perez sn esfuerz y sin gloria, sino tras una proeza cuya fama llegue alos homires fu turos!.' Lo que uno es expaz de hace, en vrtad de una condisin social que le ha tocado en suerte y no ha eleido, ‘lo quel depara lo mis alo a lo que uno pueda apirar: a ‘memoria ye reconocimiento social Ta reatitva identification del agathé come guerrero y cl valiente marea una pauta que estar siempre presente en cl significado de la moralided. Con una diferencia: ese valor 108 SOISTASY SGCRATE. a8 PIMIEAS PREGIONTAS 19 «que, en principio, sfisco y tiene que ver con la fuerza €on Ts ageesvidad y con la formacion técnica del guctreno, se convertich mas adelante en valor psiquico, eapacidad dea rodominio, valor como esfverzo para vencer los desos as pasionesinconvenientes con vistas ala excelencia ala que hhay que aspicaz Por oua part, la equiparacon del mejor con el hére soslaya una de ls cvestiones mis dscuidas Tego por los fildsofos del periodosoeritico: ila viet e5 ‘una © mille, Dicho de forma ms simple: si poseer una ‘vitud implica posers todas, pues, de entrada, se hace di- fil aceptar que el vaiente, solo por sero, sea a la ver el. compendio de todas Iasvitudes. Pero el mundo homérico reduce todas las virodes a una sola, y see bueno significa crtar en posesién de todas ls cuales valoradas ela s0- edad grega: coraje béico y habiidad en la gueera ast ‘como éxito en la misma.* EL éthos homérico es muy simple. Es dudoso que a los personajes homéricos se es pueda arbi algo parecido ala responsabilidad. Desempetan la funcin que el destino les ha orgado: el re, la funcin de gobernar el padre defami- lia, ln de proceper alos suyos la mujer lade ser discret, ‘asta y fel. En ningin caso puede hablarse propiamente de tun agente moral ue decide qué debe hacer, porque uno vive condicionado por su wert al naces una suerte imposible de ambiae Un hijo sordo 0 mudo no es un hijo real, dice He- ‘6doto. Sin cludadano maltrats a una anciana 0 aun ni, hay gue rcriminarle su cobardia 0 sv arroganca, no que n0 ‘tongue elrspeto y la consderaci debidos a las ancianas 1 los nos. De ahi que no se pueda hablar de responsabi- lidad, porque no la hay si uno hace lo que le cocresponde, no To gue elge. Lo que hay que saber esa funcién que compete ‘cada uno y adeeua el eaticter ala misma. Esa faci de los oles de cada no, reconoeidos como tales por Ia socie~ dad ha levado «entender la cultura homérica como una t= pica cultura de la vergienza», en contraposicin a la ecu ‘ura dela culpa», posterior ma elabocada y donde s entrar «en juego la responsabilidad individual.” El hoe griego bus- 2, por encima de cualquier ota cosa, el reconocimiento so- ‘aly cl aplauso de los dems euando cumple su cometide 3 Ia perfeccion, PROTAGORAS! £1 ORIGEN DEA MORALIDAD La sofistica viene a subvert todas esas nocionescxy0 sign ficado habia sido fjado por una ley natural incuestionable ‘que colocaba a cada uno en su lug, introduce esceptics- ‘mo y relativism en el pensamiento. Los sofstas tuvieron ‘donde aprender porque, como se ha dicho hace un momen 1, las guerra, las colonizacionesy el comerco levaban 3 ‘uestionar la cgi de los concepts. Con Ia acufacién de la moned, Teognis observa la confusin que se vierte sobee lo que debe ser considerado bueno y virtoso: «Para la ma- yori de los hombres, sélo hay una viet: ser rico». Por su parte, Tacdides y Hesiodo esciben textos memorables 50- bre Is evolucin del lenguae la transformacion el signif ‘ado de las palabras por causa de los acontecimientosy la mezela de culeras. Tuciides registra la corrupeia del ln fuaje a raie de la revolucin de Corfi con estas palabras profusamente recordadas durante milenios: signified de as palabras ya no tee la mises elacin cow las oss» El obra temeraramente es considerado vat eal [a eaperspradens, cobards la moweracin xl dina ela debi sabelo todo e 0 hacer mada En Los trabajos y los dias, también Teogns lamenta no po- der seguir lamando sjustos- a quienes lo son de verdad por- 10S SOMISTASY SOCRATES. LAS PRIMERAS PREGLTAS| 21 {que es malo ser justo si el injusto logra converte en el rejor». Los sofistas buscan una salida al desconciero mo: 3, y lo hacen planteando una pregunra que vaa dat fils6 ficamente mucho juego: las leyes morals son physis 0 no ‘mos?, ison naturales convencionales? Los dos sofistas mis conocides y espetados en su po, Protigoras y Gorgias, hicieron gala de la relatividad de cua quier forma de conocimiento asi como del poder dl len- _zuae para justifcar cualquier opinin 0 punto de vista. Pro: tigoras (c 485 @.Crc. 411 &.C) era originario de Abdera ¥ via por toda Greviadifandiendo sus enseBanzas, Sein Diogenes Laetco, su tratado de reviricay dialeica se pro- ‘nia mostrar que cualquier sis podia defenders el argue mento era iil. Tod lo que es sofstasenseiahan pertenecia alimbito de a dé, dea opin, y no dea verdad: +Can- 4o sopla el viento, nos tiemblan y otros nos no podem, pues, afimar que este viento sea en si mismo fri». Con res ecto a la reign, no dad en declararse agndstico com la entencia,harto conocida: «Acerca de ls dios n0 sabre decir los hay o no Tos hay, pues son muchas las cosas que prohiben el saberlo, ya la oxcuriad del asunto, ya la breve- ad de la via del homes Pero laafrmacin gue sintetza clescepticisma yl cardcterconvencional que revit el cono- , su oficio consist en i por las ciudades enseando re- ‘rica como e mejor insteumento para dirmir ls cuestiones twéricas y prdcticas que preocupan 2 los humanos. Al c= ‘mienzo del ddlogo que estamos analizando, erates acude 4 casa de Protagoras, donde lo encuentra acomparado de sofstas epaseindose y cautivindo a quienes lo escuchan, ‘como Orfeo, com la masica de sus palabras. Le confiesa que Hipdcrates, que lo acompaia, desea apuntasea su magise 10S SOFISTASY SOCRATES. AS PRIMERAS PREGUNTAS 27 rio, pues quire gar a ser «lustre en la ciudad, por lo que Protigoras se iene halagado y no duda en dar buena cuen- ta del arte que culiva. Desafiando a las malas lenguas qe, por temor 0 por envidia,recelan dela Sofistics, rotigoras ‘no duda en mostrar sus cata: «Soy un soft y me propon- 10 instru el espirita de los hombese: Yo, desde lego afro qu clare de los sistas e tig, bens quelo maneaban nz lo arones de sna, emeto- ss de los encores que ssa, s fabrcatow wm dens 7 To ‘cultaon, los uno com Is poe, como Homer, Hesodo y Siménides, yes, en cambio, on ts eligionry riclon, camo lon dips de Orfeo y Musso, Algunos otros, ome Jos Trelis bra cs pits sinker sa sno, Hetodco de Selim, en otros wom ciadadano de ‘Megas. ¥ com la msc io dara vcr Agatcley gue cera un gran Sofi, y,asimisn, Poder de Coos, yot08 At pues, los sofistas trasladan al pensamieno y la argu: mentacin fo que ances y de ota forma hicicran la poesia Ia risia, incluso la gimnasia: el eultvo del expeta 0 la «acion de los jévenes. Pero eso es lo que Séerates empezars de inmediato@ cuestionarle, una ver hechas as presentacio- ‘nes oportunas. Con la ironia que lees propia y que conver- tiré en st manera de filosoat, no dua en slr al paso de la vtocomplacenca del sofia con eta fase: «{Qué hermoso ‘objeto cintfico te has apropiado, Protigorss, si es que lo tienes dominado! Porque yo eso, Protigoras, no rela que fuera enseiable, y, al decitlo ui ahora, no sé eémo deacon: fas, Fl dardoestéenel aire y contiene un edmulo de dadas ‘no por inexplcitas menos adivinables:zno peca de atrogan- te quien se atribuye el weal de «maestro de view? 2Quién potee el saber sufciente para poder ensefiar a comportarse decuadamente? Es mis, zn0 es contradicorio con el ese 8 EVE HISTORLA DEL ECA ticismo y l elativimno de la sofstca el erigcse en maestro de moral en cualquier Iugar en el que uno se encuentre? {Como un orginario de Abdera —Protigorat— se atreve a Aecices a Tos ateninscs cues deben set sus virtdes y si deben © no cumplir sus lyes si al mismo tiempo se hace profesion de rlativismo? Precsamente el mito de Prometeo es el recurso con el aque Protigoras pretende acabar convenciendo a Sécrates y Al esto de los contertulios dl valor y la vabilidad del come- sido al que se ha entregado. La virud es ensefiable y debe haber maestros que lo hagan, porque ast se desprende del ‘manaato de Zeus a Hermes: tdos os cidadanos deben ad ‘iri a virud porque de no hacerlo, no pode segue vi viendo en la ciudad, Pero crates no ests tan convencdo. Por una parte si todos deben poseer esas virtues, zpor qué ‘anos pocos deben considerarse ms exceentes que el resto nel conocimiento de Ia vied? Quién los ha hecho exper- ‘os en moral? En lo que a la vitud conciere, no debria, estar en condiciones de opinar cualquiera? La tess de Protigoras, en principio, es inequivoca: en sfecto, todos deben conocer y practical justia, pcs 88 «sa viru fundamental, pero es un hecho que a0 todos lo hacen, y a és0s hay que settles y castigaros afin de que acaben haciendo lo que deben. Es curioso —apostillaProté- ‘ras que slos hombres de bien enseBan las dems cosas fs hjos, pero éta no, observa qué extrafias resulta personas de bien. La obscrracén nos suena todavia hoy ‘ea ensedanza dela moral nadie quiere hacerse cargos 80 ‘obstant, tiene que haber alguien encargado de esa mision imprescindible par a comsnidad, Pero volvamos al dislogo plarénico, La discusién es larga y, como siempre, se pietde ‘en menudencas que parecen apartanos del tema esencal ue, sn embargo, e recupera al final del didlo. Socrates. ha ido derivando hacia la tsi de que la ved es una cen 105 SOFSTASY SOCRATES, LAS PMEEAS PREGUNTAS 29 cla, ya que el virtuoso —el justo, el decente—lo es porque conoce qué es la justia, No discure que la. vietad pueda aprenders, sino que deba haber maestros que la ensedien, Porque, a su juiio,elconocimiento de lavetud, en realidad, ya esti en nosoeros, La teria de que la vitud es conoci ‘micaro es una de las teria sociticas ms frmes..y ms falsas, lo veemos lego. Contra esa idea, Protigoras se ne sg. Considerar que I viet sea una ciencia, que pueda ser conocida como las demas ciencias, pues tal afiemacion se ‘ontradice com lo esencial de Ia sfistica. Portales decrote- oss a legado a una conelusn paradojca sla vrtad es encia (0 conocimiento) —ess de Socrates, sera ensesia~ ble, como lo es cualquier ciencia sila vireud no es ciencia tess de Protigoras—, difeilmente pode ense aria nadie. I propio Séerats se rcrimina con asombro el absurdo al ‘que han legado con su prlia discus. ‘Com ocurre con todos los diflogos de Plain, éste acaba sin conclusiones, abierto a que el debate coatinde oto di Ora ve, si quieres nos ocuparemos de esor ice un resi nado Protigoras al despedirse. Se ha seguido discutiendo, en efecto, pero ni Sérates i Plata ni nadie hasta hoy ha dado ‘ela clave de lo que debe ser la enseianza de la moral Enel siglo xxt nos lo seguimos pegunando, Socrates, sin embargo, tiene la respuesta. Su esis esque el . Con su decision paradajca, en realidad Sdcrats destruye la wei: u eave stoma DE La erca ddad» det pueblo riego en nombre de una justca superior ‘que acabaré manifstandose: ‘Tales siempre a poi yl destino de los hoe del isto sia universal que hacen nacer un mundo nevocuyo pris seals en contr dicen con el mundo antedor lo desing: loshéroes aparece, pus, como la violencia ue iafinge ley. Pereen eno indivdoaly peo perece solamente el individ, noe principio en él encirndo, que la pena impuesta a aqul 0 alana & desta" PLATON, LA CIUDAD JUSTA El método socritico se basa en el andlsis de los concepts, que sera la clave dela ivestgacin filosGficay, en particu lay, de la ca. , pero tambien, scarier». Tener un buen déimon requere ese ingredente Aue slo aports la sere, pero también el efuerzo por fora tm carter virwoso. Ser feliz no ext al akance de cualquie- ra, la suerte debe acompanarnes, hay que haber nacido en el. lugar adecuado para poder consegitlo. Pero también hay ve gandrselo. ‘Aristtclesadvierte desde el principio la ambigiedadin- twinsecaal concept de felicidad. No hay que dejarse embau- «ar por éeidenifiear la felicidad con cualquiera de los ob jetvos que los humanos aspicanalcanzar en esta vida. No nasve stoma Be LA rick tordos saben en qué consiste ser feliz ni qué hay que hacer puta legar a seco. La mayoriaentiende que la felicidad ests ‘nel places en I iquera en el éxito 0 en el honor El punco ‘de partida ara aclarar el concepro y no equivocarnos tiene ‘que sr ése: pate de lo que a mayora de a gente ere. Esa ‘sla pare empirica dea étieaaisotlica. Antes de exponer ‘3 tori, se pregunta: qué piensa la gente? ¢Que cree la mayoria que esa felicidad? En seguida aide que la mayo- fla se equivoc, pues nicl honor ni Ia riqueza el éxito on fines en si mismos. Queremos el éxt, la hoara, el dinero, porque pensamos que todo ello nos har flices, pero no est ‘laro que ésta sea la mejor manera dealcanzar nuestro fn ‘Aungue el dinero y el éxito ayudan, sin dada yerea quien reduce la fclicidad ala posesion de honors o de siqueza. La felicidad, de nuevo, dependert de que se realice 0 no sla foncin propia del hombres, su fin. La pregunta es abor {cu ese fin?, pues parece que estamos encerrados en un ‘lecuos el hombre ha de realizar sa fin, que es su bien, y és no tiene otro nombee que el de «felicidad. Pero no sabre- ‘mos en qué consare la felicidad sin averguar antes el ese. fin del hombre. zMero juego de palabras? ¢Llegaremos a saber cudl el fin qu de veras nos hace fics? 'No nos hagamosilusiones.Arsterles, pese a despreci lo genealy lo abstract, no ateriza mucho en sus definicio- nes, Nos dick que exe bien o fin det hombre que reporta la felicidad consiste en algo asi como actuar bien como seres hhumanor, llega a ser excelents. Dicho de otra forma, des ‘cubriry realizar nuestra humanidad, nuestra natualezahu- ‘mana. Inssween que el Bien, con mayisculas, yen general n0 cist; los bienes son diversox: el bin, come le ocure al sex, ‘se dice de muchas maneras», Cada cosa tiene su fin o bien especfico, y determinaso es determinar In naturalena de cada cos. El bien del enfermo e la salud, como el bien ‘el pobre e fa riqueza El bien dl esclavo es obedecer a su aniston, ta DA nue ° amo, y el bien de a mujer, ocuparse dels taeas doméstias, Asi de claro. Por encima de todos ellos hay un bien mayor y exclsivo del se libre, ee bien del hombre libe, el nico que puede dedicarse a dempo complet acjercer sts obliga. ‘vamenteracional, pues dare compone de tes pate: la ‘vepetativa, la sensitivaylaraciona. La primera nos interesa poco, ya que ela que compartimos con todos ls seres ve ‘os Pero el ama sensiiva es importante, porque, aunque es itraciona, participa también dea raz6n ¥, a menudo lucha contra cla tata de anlara haciendo alee mis ol sent tient. Los dseosy la razn no siempre van al unisono,y ‘0 es algo que una teoria ia no puede ignorar pues, silo hace, acaba sin poder expliar por qué el er humano parece conace el bien, pero se slate mds araido por el mal y su ‘umbe a él, De acuerdo con sa division tipartta del alma, las vides pertenecerin Ia parte sensitiva 0 ala intelec: tual, con lo que podremos diferencia dos tpos de vitudes: las easy las dianoéicas. Lo veremos a continuacién. 14 vuerup como Tian MEDIO, Antes de referirnos la tori de las vires hagamos alga rns cals en la bigrafia de Arisételes. Nacié en Estagca (Macedonia) en el 384 .C. Era hijo de médico, lo que pa~ rece que le predispaso desde oven a la observacin centi- -AnisTOvELES. LA VIDA ENA o «a, como también a ver en la medicna el modelo de lo que ‘debia sercurar las amas de sus vicios, que er la tarea de la ‘ca. Fue discipulo de Platn en la Academia de Arenas. A Ja muerte de Plat ereclama el ey Filip Il de Macedonia para que sea preceptor de su hijo el futuro Alejandro Mag: ‘no, forjador del Imperio griego que absorber las cidade Estado donde se habianformado las primeras democraciar, ‘especialmente Atenas. Al egresar a Atenas, Aristteles fun dda su propia escuela, el Lice, donde ensela y desaroll el. Pensamiento que afos mais tard ex compilado y consttuye « conjunto de su obra. Cuando Alejandeo mucre,tene que hie de Atenas por ser macedonio y se refgia en la isla de aba, doade muere en el 332 a.C. La proximidad de Aristéeles con la medina y con la politica activa explican algo de a teria ica de las virrades Yen especial de la importancia dada a las virodes propia mente +tiass, relacionadas con las costumbres o con eso ue los griegos llamaban éthos, més que om el intelecto 0 «on la razdn, El término geiego que teadvcimos como «vir tud> es areté, que significa la excelencia de una cosa 0 81 ‘manera de ser espctica»,Sicada cosa realza una funciay puede akanzar la excelencia al hacerlo, tambign la accién humana tendré su propia excelencia: -Decimos gue la fan- im del hombve es una cierta vid, y sta es una actividad el alma y unas accones, y lade hombre bueno esas mis- ‘mas costs bien y hermosamente,y eada uno se realira bien sari su propa vetad.» Asi as virtues humanas se rad cen en una cierta forma de vivig de rlacionarse con los ‘otros, de buscar Ia felicidad. Que la étca se plasme en as costumbres no implica que toda lls seam igualmente bue- ‘as ni todas favorezcan la vida en comin, Pore contrario, selecionar unas vitudes y descchar uno vision ex una mas nera de dstinguitlas buenas costumbres, los buenos hibitos las buenas actitudes dels que nolo sony deben coregise. @ nave mistont De 14 rica Por eo a tora de ls vues como micleo de la ie re= mite directamente ala educacin, pues esa través dela edu- ‘cacién como se adgueren los hibitosy las costumbres mas ‘onvenintes para Ia vida en sociedad. La vineulaién dela ‘rica con Ia educaci6n le confire a aquéla su vertiente mis. Drictica uno se hace vireuoso a través de un largo aprendi- Ze, habinuindose a actuar de un modo especial acostum- Iruindose ano ser eobitdeo iatemperante a fuerza deinten- tarlo una y ota vez. Nuestro estudio, nose cansa de repeie. [Aisteles en sus Etieas, «no es terico como ls otros (pues investigamos no pata saber qué es la virwd sino para ser buenos, ya que de otro modo ningin beneficio sacariamos decla)> EL see humano, que va en busca de su bien o de aquello ‘que puede hacel liz, ended que aprender a vivir de ac 4 con la vrrud. Para emperas, pues, ht de queda claro que ‘adie nace siendo buena persona o virwosa. Las virudes se van adguiriendo a fuera de pracicarlas. «Ninguna de las ‘irtaes étcas xe produce en nosotros por nauraleza, puesto {ve ninguna cosa que existe por natualeza se modifica por ‘costumbres.’Esla primera lcci que hay que aprender: la tia as vets actin sobre aquellos aspects de la exis tencia humana que son modifiable, pues si 0 fuera asi, no podria habarse de actos volumtaris, ls Unios suscepibles {e ser evaluados como bacnos © malos. Hay aspectos de ‘neste exstencia que no podemos cambiar: 90 podemos de jae de ser morales ni dejar de envejecer, pero si podemos tmoderar nvestro enfado, ser mis generosos, set mis ecuini- mes. La 6ca se aplica slo a aquello que puede ser de otra ‘manera, porgue nos lo proposemos y queremos que sea as También hay que hurer al juicio éico la acciones realiza- das por constrcciGn o desde Is igrorancia, ya que étas no ton voluntariss, no se eealizn libeemente. EL énasis en la acct voluntaia, tema del libro Il de a Etiea a Nicémaco, ARISTOTELE. La VIOA mE 6 pone de manifesto el caricter no innato, adquirdo, de ls virrudes incluso de lo vicios. El mero desco no conduce ala irra, hace fla digi, es decir, querer aguelo que es con- veniente para uno mismo y para el cojuneo dela sociedad, Las palabras clave para entender el sentido de as virtades avistotdicas on «moderacione y «medida, Pornaturalera, cl ser human tiendea hacer lo que es placentero ya evitar lo doloroso: «La virtud moral, en efecto, se relaciona con los placeresy dolores, pues hacemos lo malo a causa del places, nos apartamos del bien a causa del dolor» El problema es ‘que muchas veces lo que produce placer es malo y lo bueno ‘a acompatiado de dolor Por eso hay que aprender sitwar 1 placer y el dolor en st haga coma regla de nuestra vida Por eso hace falta educacin 0 aprendizaje para aprender a legrarsey a entristecerse cuando es debido. Lo importante a retener agui es qu, al cambiar el sentido del placer o del dolor, no estamos equiparando la vida vetuosa a una vida sacrificada ys alicientes.Aritéels tiene muy claro desde 1! principio que el bien y la miseria o el surimiento son i compatibles, en ningsn eas puede hacernos ices el males- tar Por eso se trata de entender adecuadamment le marivos de placer deforma que la persona acabe sntiéndose a gusto siendo buena persona aunque le eueste. Lo bueno y lo bello ‘mos, Evita ser cobardeo temerario ante el pelgros via ser tacato 0 excesivamente espléndido ene! manejo del dinero desea los honoresdebidos, pero no deja de tener prtensio- ‘es, pues es ambicioso en la medida adecuada (magnénimo);, ‘no es envidiogo ni dese el mala nadie, pero sabe indignarse cuando I stucion lo exige. En sf mismas las pasiones no son buenas ni malas, salvo cuando en ella hay exceso 0 de- fecto: Por ciemplo, cuando tenemos las pasones de temor, os apenas, compasion,y placer y dolor en genera cabene nis lnc, yninguno de los os et bie pero tenemos ‘ets pasiones cuando e bid, y por aguas cos y hacia ‘gues perwnas debi, y pore motive y la manera que © debe, eatoces hay untrmino medio y excelent en lo ar ca preciamente avin Aunque no todas ls pasioneso aciones son susceptibles de ser virwosas 0 vicosas. Algunas son itrnsecarente malas {mo admitentérmino medio. Por ejemplo, entre las pasio- essa malignidad, a desvergenza la enviias 0 entre as teciones, vel adulerio, el robo y el homicidios." Sea como fea, encontrar cee término meio earateristico de la vide ‘virtuoso es secil, entre otras cosas porque no hay cr terios generals, no hay feemulas, para determinar el emi ‘no medio de cad caso El inca erterio es la moderacion a ‘medida, eno pasare por exceso ni quedarse corto por de- fecto. Por eso hay que subrayar la importancia del apeendi- anisronELs. 1A IDA AUENA 6 Zaje y de la experiencia. Saber, po ejemplo, cules la me dda adecuada de la ira es algo que se aprende a base de ‘intentalo, con la prctica del ensayo el error. Nose puede determinar slo desde a ilculo racional. Cada individuo es Aistntoy ada staan demanda su propio temino medio. A veoes puede ser mejor inclinarse hacia el exees0, y tras, hacia el defect, Lo que ex un acto de valenia en na situa «6m puede no serlo en otra. Lo que es generosidad para el. ‘que tiene poco que da es acaera para el que tiene mucho. Por eso, porque las situaciones som distnta y variable, la sedquisicion de a virtues una trea larga, un cometido que ‘ocupa la vida enter De esta forma, la exclenca o Ia pereccién moral tal ‘como la entende Aristétles no es otra cosa que la perfec «6n tleoligica ser virtuoso es lograr ellos propio dela ‘manera de ser humana. El vcioso despedica ls potencili- dades humanas y desvia su exstencia hacia ua fin que no le omempond, gee no + propio de Ise 0 naralera Juco a las virudes étcas estén las dianoéicas oineectua- es, que son dos: a sabidura (sophia y la pradencia(phré- nis) La primera es a virtud mas exces, Ia actividad con- templaia, qu asimulaal hombre alos dies x26n por la cual Aristételes la considers una vietud bastante init, dado ‘que el ser humano ex socal por naturalezay sa finest en 1a accién, no en la conremplacién. La conremplacia o la ‘theora fue desarollada especialmente por los primerosfilé- soos, como Tales 0 Anasimandso, que fueron de todo me ‘os prietcos, como explica con soena Diogenes Lactcio a roptsito de Tales, que cayé en un pozo por extasiarse m= « save misroni De 1a rica rando al cielo. Lo que, por otro lado, es absolutamente ii yresencial para I ica es a vita dela prdenci. [a definicion queen la Eica a Nicimaco se da dela vi- td de a prudenciase parece macho a a defnicion de virtad ‘en general y contiene las mismas indeterminaciones que aca bhamos de ver La pradencia se define como «una disposicion prcica acompafada de la regla verdaderarespecto a lo qe ‘es bueno y malo para el hombres." Efctivamente a vietud te 3) una disposi, eto es, una tendencia a atuat b) de ‘acuerdo con a regia del bueno yl malo,es deci de acver- ‘da con el riterio del famoxo término medio que roda perso 1a debe saber encontrat. Por 60, la prudencia es una virtud incelectual, porque refer ala rela que guia la conducta y conforma is actitudes fin de que no se desvien en ningin ‘aso dela justa media, Mee referda ya al entorno médica ‘que invluye en el peasamiento arstotéico. Fn la literatura hipoceitica, phronein signifi pensar «sanamente, no pa toldgicamente. Se eniende por vsuno» lo aoemal, 10 n0 ex traio, Normalidad ala qu se leg a través de la modera: a, una doctrina muy presente en los preceptos de los Siete Sabios, en miximas como éstass La medida es lo mejor, «Domi el placers, -De nada demasiado, «Condcete a ti ‘nismo>, Conoce el momento oportano, Estima la pur senci "Escger lo oportano en cada eas, lo mis prudente, no consiste en aplicar una teoria ya conocida de antemano ni ‘na regla universal que vag pata todos los casos parecidos. Lo interesante de a peudencia es que en ella esti la rela, ero esa rgla no esi formulable ni generalizable. Es pru- dente realizar algunas acciones que nunca queriamos por si ‘mismas. Por ejemplo, puede ver pradente obedecer a rao de buen grado, tear por la borda las riqueras en caso de ‘aauragio,o deci, como hizo el propio Aristéeles, hui de Arenas para no ser acusado de dolteiay dar alos ate- nusrorues, 14 vipa ERs 6 nienses la oporrunidad de comerer un nuevo erimen contra la flosfia (como habian hecho anteriormente con Scrates condendndolo a muerte) Quite decir esto que Sécrates fue ‘menos prudente que Ariteles? Segurament Arstteles dic ‘a qu el curso de ls acontecimientos acaba determinando ‘uiles han sido las accionesprudentes, actos que no depen den silo del carécter de quien los ejecuta sino de otras cit ‘canstancis ajenas al sujeto, Nos encontramos de nuevo con la importancia que para ls griegos tiene la buena fortuna Pericles es, para Aristéeles, el ejemplo paradigmstico de hombre prudent: prictico, hombre de acién, exitoso, el ‘ran artifice de la democraca de la plentud ateninses. La indeteminacin del erterio dela prudencia pone de mani- fiesto una vez mas qu lo abstracto no sirve, que no hay un bien © mal absolueos lo que hoy es bueno, puede dear de serlo mafiaa; lo que en unas circunstancias fue ati, no lo serie otras. bien se dice de mochas maneras y se puede ser prudente de muchas maneras. Lo dijo aes Pindaro: «La virtud consistré en hacerlo que conviene ene nstane pre- sente» en reconocer elk), Pierze Aubenque, autor de la mejor interpretcién del ‘concepto de prudencia en Aristételes," seal com mucho certo la conexidn de dich vireo con la concepsin aio: tdica del isicay dela contingencia humana en un mundo Finalmente regido por el azar, esto es, por causs que la a ‘in ignora y no es eapaz de conocer. Si bien en el mundo supralunar,habitado por ls doses, todo es conocido, todo «sti ordenado, no existe el peligro nies nacesara la vieud, en el mundo subluna, habitado por los hombres, rodo es ontingene y precatio. Por exo hay que ser prudence, Hay. ve ser prudence porque no sabemos con seguridad cules, son Jos mejores medios para alcanzar nuestro fin ola opin legida. Ser pradene implica delibera, ponders, contraar opiniones, ya que no hay cencia dl término medio. De eta forma la vietad del prudencia es wna pra fundamental de a democeacia que s std inventando’en Arenas. Una insti- tucién fundamental de a democraciae a boul, el Consejo Ae los Quinientos, aya fancida es dliberar ants de dei Pltéa, Arstteles, y muchos pensadoresposterioresa ellos, no ereian que la demoeracia fuera el régimen ideal. As jico, la democracia es una forma de gobierno mediocre ‘que tefleja nuesta mediocridad, El ieal es el rey fildsofo ‘logurado por Platén, el que no necesita opinar porque ets fen posesion del epistame, el saber de lo que hay que hacer para gobernar bin. El problema es que es rey sabio no existe, por ello solo nos queda confiar en la experiencia, la ‘buena voluntad y ls fueras de los seresimperecros que Los intérprets de Aristteles han tedido aver en su te0- ta de las vires una mentaldad conservadora, de acepea- i del statu quay de identicacin de las dstneas viredes ‘como quela sociedad establece como normal in dda, hay indicios sobrados en Ia obra dl fidsofo paca llegar a esa conclusia, incluso la centralidad de la prudencia invita a suseibr dicha resis. Alasdair Macinyre se refiere alas vr- tudes arstoxlias como las manners propias del gentleman, tn tipo de persona que esté por encima del comin de los rmortalesy sabe que puede permits ser de una manera que al resto de personas les est vedada, De hecho, no hay nin ‘in flsofo que se susraiga a ese defecto de un pensamien- to pretendidamente universal (aunque ée no sea el caso de Aristtles,cuyaérca noes en absoloto universalist), pero fel refejo del sentir desu época Las vires de Aristtees son las aoepradas en la sociedad grega del siglo w a.C., ‘come lar de los flésofos medievales son cristianasy ls de Jos moderos son puritanas. Donde se ve con mayor plasti= «dad qué tipo de modelo propone Aristteles es en la virtud ‘dla magnanimidad, la grandeza de alma, una vitud que el. AxasrOreus, La vtos ates n virtuoso (valga la redundancia) no debe reir: consist en el ‘orgullo de saberse virtuoso y superior alos que no la son lo ‘que imprime en la personalidad no solo una manera espti- ‘tal sno conductual de ser y presentarse ante los demas Sin dejar de ealificar de conservadoray realist la éica arstotélica, es posible también ver en ela n aisbo de pen ‘samient trigico que pone de manifesto la escisin intinse- ca ala raz6m humana y [a indeterminacion radical que la consttuye. Es la interpretacién de Aubengue, para quien “Anitételes no es portavor de un «racionalismo tiunfante>, ‘sino mas bien de un sintelectualismo de los limites. La pr dencia no tiene mucho que vet con lo que hoy entendemos por este érmino, la precaucién y la cautela. La prudenciaes, por encima de todo, un saber uomano, yes un saber moral precsamente porque el saber humano ey linitado, Avben= «que sefla que, con la phrénéss se apela a un «pensamiento Fhumano» que resume vla antigua sabiduragriga de los ie mites. Es un pensamientoeigico porque vexala al hombre sin dvinizarlo lo pone en el centro desu ca, a sabiendas sd que la écica no es To més alto, que Dios esté pr encima elas caegoraséicas, o mis bien que la ia se consttuye nla distancia que separa al hombre de Dios. Pocos fil soos después de Aristtelssabrén mantener la ica en esa sutuacin onteriza,entela irra ye cielo, que es aque le corresponde.. Por todo lo dicho, la otra virtud intelectual, la sabiduria teérica © la vida contemplativa, le merece a Acsécles un juicio ambivalente. Desde el punto de vista wérico, debiera ser Ia maxima aspiracion del ser humano, pero es une asp ‘acid al mismo tempo excesiva. El saber préctico dl dente no proviene del heaven, la inca atvidad que pede ser autosufciente y cjercerse en solitari. No es un saber te6rico porque, por excelsa que se la teori, es una ativi> dad que no est refrida ala prdcrica 0 a la aecién politica, n nave misvoMA De 14 rca lauds propiamente humana, La toca, a contemplacin, et la manera de ser propia de los dioses, no lade fos humanos, aunque seguramente haya que deci que es la vida conten platva la que proporciona la flieided perfects. Pores, os dioses siempee serin mas flies que el mis sabio de los hombres, porque su vida es trangia inmune alas rurbu> lencias alos conilictos que invaden la vida de los humans. TA yOsTICINY TA ANISTAD Desde esa ansia de felicidad jams conseguda que nos cons- tituye se entiende la necesidad humana de tener amigos. Los dios slo se contemplan asf mismos, mientras que los hu: ‘manos, para contemplarse oconocerse, necesita alos dems hombres tienen que hacerlo través del espe del amigo. La amistad tiene una gran importanciaen la tice de Arist teles, que se expica, sin dda, por el sentimiento de solid Fidad que uni a los cidadanos que constituian la polis y ‘que pretendia extender la comunidad politica los lzos fa miliares yafecvs més propios de la vida privada. Tan im- portante es la amistad que, en Ia Fuca a Nicimaco, se le dedican al tema dos libros eneros, més espacio que a ningu- ta delasvirnads, La amistad wes una vir 0 algo acompa- fiado de vietud» y guarda una cera relacin con la justia, dado que ambas son imprescindibles 0 consustanciles ala comunidad poitia. Se afirma, incluso, que la amistad

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