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HISTORIA DE LA

FILOSOFÍA
2º BACHILLERATO

I.E.S. GARCÍA BERNALT


CURSO 2011
2011-
11-2012
2012

1
FILOSOFÍ
FILOSOFÍA
ANTIGUA
Presocrá
Presocráticos
Sofistas
Sócrates
PLATÓ
PLATÓN
ARISTÓ
ARISTÓTELES
Escuelas éticas postaristoté
postaristotélicas

2
INTRODUCCIÓN

La filosofía griega abarcó un periodo de más de 400 años, que se extiende desde la
primera mitad del siglo VI a.C. hasta la segunda mitad del siglo II a.C. En ese
tiempo hay una larga lista de pensadores y propuestas filosóficas que se puede
agrupar en 4 bloques temáticos según su tema principal de análisis:

Los presocráticos: centraron su interés en la naturaleza y trataron de


comprenderla a partir de la explicación de su origen. Desarrollaron su pensamiento
durante el siglo VI y la primera mitad del V a.C. No constituyeron una escuela
filosófica única y vivieron en diferentes polis diseminadas por un espacio
geográfico que se extendía desde la costa mediterránea de Asia Menor (Turquía)
hasta la Magna Grecia (Italia). Compartieron el empeño de buscar una sustancia
originaria cuya transformación hubiese dado lugar a la naturaleza. Las respuestas
fueron diversas

Los sofistas y Sócrates: se interesaron por el ser humano en el seno del estado.
A partir del siglo V a. C. cuando los pensadores abandonaron su interés por la
naturaleza y fijaron su atención en la sociedad humana y en los principios que rigen
su organización y su funcionamiento. Este cambio fue debido a la transformación
social y política que experimentó el mundo como consecuencia de la victoria sobre
el imperio persa y la instauración de la democracia en un buen número de polis
griegas, con el consiguiente aumentó del interés de los ciudadanos por los asuntos
públicos La filosofía no permaneció ajena a estos cambios y en este contexto se
desarrolló el pensamiento de los sofistas y de Sócrates.

Platón y Aristóteles: ocupan un lugar destacado en la historia de la filosofía y


fueron los únicos en abordar la problemática de la filosofía en toda su amplitud.
Su pensamiento abarca todos los ámbitos de la filosofía.

Las escuelas éticas del periodo helenístico: se preocuparon por el ser humano
individual y trataron de orientarle en su intento de alcanzar la felicidad. Se
corresponde con el fin de la estructura política de las ciudades-estado. Son
escuelas de carácter moral

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TEMA 1: EL ORIGEN DE LA FILOSOFÍA Y LOS AUTORES
PRESOCRÁTICOS

1. Concepto de Filosofía

2. La historia de la filosofía.

3. Primeros autores:
A. Tema de investigación
I. Método
II. Características

B. Autores monistas:
I. Escuela de Mileto
II. Escuela pitagórica
III. Los primeros metafísicos

C. Autores pluralistas
I. Puntos en común
II. Empédocles
III. Anaxágoras
IV. Los atomistas

INTRODUCCIÓN: EL ORIGEN DE LA FILOSOFÍA.


La civilización griega históricamente se divide en tres periodos:
Periodo arcaico: siglo XI al VI a. C. Dominio del pensamiento mítico. Grecia
prefilosófica.
Periodo clásico: Siglo VI al IV. Origen de la filosofía y desarrollo del pensamiento de los
grandes filósofos de la antigüedad: Platón y Aristóteles
Periodo helenístico: Siglo IV. Filosofía helenística. Desde la aparición de Roma. Desarrollo
de las escuelas postaristotélicas cuyo tema de investigación son las reflexiones morales y
el interés por la felicidad personal.
En cuanto a los orígenes, la filosofía occidental nace en Grecia en el siglo VI a.C. A
los primeros filósofos se les llama presocráticos (antes de Sócrates -aunque los últimos
fueron contemporáneos de él) y vivieron en las colonias griegas desde la Jonia a Italia
meridional. Su interés se centra en problemas cosmológicos (estudio del cosmos, de la
naturaleza, de la fisis), son, por tanto, físicos
Los sofistas y Sócrates (s. V) vivieron en Atenas y marcaron un nuevo rumbo a la filosofía.

1 Origen de la Filosofía

La Filosofía nace en Grecia, pero no en Atenas (1), hacia el siglo VI a.C. Es un


invento de los griegos y una actividad novedosa realizada por primera vez en Occidente con
los Filósofos Presocráticos. Conlleva una nueva forma de pensar, una nueva sabiduría
(frente a la mítica) que constituye el origen de la cultura occidental, el nacimiento de la
ciencia. Así la filosofía nació como ciencia, como física. Más tarde se independizaron, pero
eso no ocurrió hasta el Renacimiento y la Edad Moderna
(1) La filosofía griega no comenzó en Atenas sino en las colonias griegas de
Asia Menor. En ciudades como Mileto, Éfeso, Clazomene, Halicarnaso…, se dieron
las condiciones especiales para esta nueva forma de mirar el mundo y los seres
humanos. Estas ciudades eran, en su mayoría, puertos marítimos importantes
donde se relacionaban gentes de distintas procedencias y donde el intercambio
de mercancías estuvo acompañado por el intercambio de ideas.

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Por lo tanto la filosofía y la ciencia aparecen en la Antigua Grecia cuando se
cuestiona la validez del pensamiento mítico sustituyéndolo por el pensamiento racional. Esto
sucede aproximadamente en el siglo VI a. C.

1 ¿Por qué en Grecia y por qué en esta época histórica?


2 ¿En qué consiste el mito y por qué se crítica su validez dando paso a la aparición
de la filosofía?

1. ¿Por qué en Grecia y por qué en esta época histórica?


En su origen influyen una serie de características propias de esa cultura y esa
sociedad:

 Es una sociedad aristocrática con una clase social rica, poderosa y culta, por un
lado, y por otro, agrícola y ganadera con necesidad de nuevas tierras para
proseguir su expansión económica (Homero -la Iliada y la Odisea- y Hesíodo -los
Trabajos y los Días).
 Es una sociedad carente de libros sagrados: el mito se convirtió en el instrumento
fundamental para la educación de los griegos y no tienen la censura y el rigor que, a
veces, impone la moral estrictamente religiosa sino que se caracterizan por una
mayor tolerancia y más libertad de pensamiento junto con una importante
creatividad.

La falta de tierras hizo salir al pueblo griego de sus dominios tradicionales para
conquistar nuevas colonias a lo largo de todo el Mediterráneo. Su expansión colonial ocupó
fundamentalmente el Asia Menor y el Sur de la Península Itálica (Magna Grecia) llegando
incluso hasta las costas españolas y el norte de África. Junto a la expansión colonial
aparecieron el comercio (también la moneda) y una nueva clase social pujante, lo que a su
vez provoca, por un lado, el contacto con otros pueblos, con distintas formas de gobierno
e instituciones, nuevos códigos morales, nuevas formas de pensamiento…y nuevas
mitologías; y por otro, a nivel económico, la aparición de una nueva clase social con
posibilidades de dedicarse a la investigación, al conocimiento del cosmos, al saber
contemplativo no práctico (2).

Estos factores, entre otros, contribuyen a la aparición del pensamiento filosófico


como crítica y alternativa al pensamiento mítico.

¿En qué consiste el mito y por qué se crítica su validez dando paso a la
filosofía?
Un mito es una narración alegórica o fantástica protagonizada por dioses y seres
extrahumanos que intenta explicar todo cuanto al hombre le inquieta y preocupa.
Manifiesta el deseo de saber de los hombres, de contestar a todos sus interrogantes.
Expresa la actitud interrogativa propia del ser humano.

(2) Es importante recordar que hablamos de filosofía como actividad teórica o


contemplativa, como desarrollo de la inteligencia reflexiva, conceptual o
especulativa. Sólo cuando el hombre tiene resueltas sus necesidades vitales
inmediatas puede dedicarse a pensar en cosas que no son de estricta
supervivencia. Evidentemente en este contexto se puede decir que la filosofía
nace del ocio, es decir, de una clase social con todas sus necesidades
materiales sobradamente cubiertas, sin necesidad de trabajar y con
posibilidades de tener formación intelectual en las distintas escuelas
filosóficas (en las que se pagaban cantidades desorbitadas en concepto de pago
de estudios).

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La mitología griega es el conjunto de narraciones y doctrinas tradicionales transmitidas
a través de los poetas (los sabios, los educadores) especialmente Homero y Hesíodo y
ofrecen una explicación total en la que encuentran respuesta los problemas y enigmas más
acuciantes acerca de la naturaleza, del hombre, de la civilización, de la organización social…
Se caracterizan por la personificación de las fuerzas de la naturaleza, la intervención
de los dioses en los hechos naturales y humanos, su carácter alegórico o metafórico, su
propuesta de códigos morales… Y cumplen una doble función:
- Explicativa: es un modo de saciar el ansia de saber de los hombres, su instinto de
curiosidad, la necesidad de encontrar respuestas;
- Educativa o pedagógica: propone modelos de comportamiento tanto individual como
social (por la carencia de libros sagrados)
Como consecuencia del contacto cultural y de la multiplicidad de mitologías, el hombre
griego empieza a buscar una explicación del mundo unitaria y universal. No es posible que
los griegos expliquen los fenómenos naturales de una forma y los hombres de otras culturas
de otra. Es preciso encontrar una explicación única que vaya más allá de las apariencias y
que tenga como base algo común a todos los hombres con independencia de su contexto. Lo
que se intenta ahora es una nueva explicación de la realidad que supere la diversidad de
las distintas mitologías. Este elemento unificador será la razón y la explicación que de ella
surge es la filosofía o la ciencia. Así, desde sus orígenes, tiene carácter crítico y racional:
crítico con la cultura del mito y con la utilización de elementos emotivos de la poesía;
racional por apoyarse en esta facultad de conocimiento como soporte de una explicación
única del mundo.
Así pues, la actividad filosófica surge como una crítica de las creencias míticas
tradicionales y, por tanto, supone un cambio definitivo de mentalidad. Se abandonan las
soluciones mitológicas y en las mentes de los sabios nace la convicción de que el caos que se
observa en el mundo tiene que ocultar necesariamente un orden que lo explique. Se
comienza a pensar que las causas del mundo natural han de hallarse dentro del propio
mundo y que el entendimiento humano es instrumento suficiente para encontrar las
respuestas a las preguntas planteadas. La idea de caos, azar. capricho o arbitrio divino es
sustituida por cosmos, regla, ley científica, principio de causalidad. Surge la idea de un
principio capaz de explicar racionalmente la realidad. La idea de orden racional suplanta
definitivamente a la idea de la voluntad de los dioses, es decir, se trata de dar cuenta no
sólo de que algo ocurre sino de porqué es necesario que ocurra así.
El pensamiento filosófico implica la aparición de una nueva forma de comprender que
la realidad en la que los fenómenos ya no se personifican y su explicación ya no consiste en
relatar su genealogía, como en el mito, sino de demostrar sus causas. La filosofía apunta a
un conocimiento de las cosas por sus causas (Aristóteles). Se introduce la idea de una
naturaleza ordenada y regular, regida por una ley interna que preside, desde el origen, su
disposición. También es nueva la idea de que subsisten principios permanentes detrás del
cambio aparente de las cosas. Lo auténtico, lo unitarios, rige lo aparente, lo cambiante y lo
múltiple. Surge así la dualidad entre lo inteligible y lo sensible, entre el entendimiento y los
sentidos. En definitiva, aparece la idea de que la naturaleza (physis) como un ámbito en el
que todo encuentra su explicación

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3 Primeros autores: los presocráticos
1. Tema de investigación:
La naturaleza o physis es el conjunto de seres que pueblan el universo,
exceptuando ese conjunto tanto de cosas como elementos propios producidos
exclusivamente por el hombre, la técnica. En esta acepción (1), la naturaleza vendría a
coincidir con la totalidad del universo. Se empieza a investigar si detrás de la pluralidad de
cambios que observamos en la naturaleza, incluida nuestra propia vida, existe una realidad
básica, una realidad que no cambia jamás. Las cosas no suceden por capricho divino, sino
conforme a ciertas leyes que necesariamente se cumplen (ley o principio de causalidad: es
el origen de la filosofía y es la base de la ciencia, la vinculación necesaria entre una causa y
un efecto). Se pretende reconocer la existencia de algo permanente, esencial y único
detrás de lo que se percibe a través de los sentidos. Ante la experiencia individual del
cambio y del devenir, de la generación y de la corrupción de los seres naturales, se impone
la necesidad de aislar conceptualmente lo permanente. Por eso unido al concepto de physis
aparece el de arkhé, que designa el principio o la causa de las cosas. Se trata de encontrar
una explicación de la realidad sin salirse de ella, sin acudir a entes divinos prepotentes y
caprichosos. Se trata en definitiva de estudiar la naturaleza y sus misterios.

1 Método:
La observación empírica (frente a la imaginación empleada en los mitos): se trata de
partir de los datos que nos aportan los sentidos (empiria proviene de experiencia y esto es
la información que nos aportan los sentidos) para el análisis de la realidad, naturaleza,
mundo o cosmos.

2 Características:
a) Son filósofos, científicos, físicos.
b) Buscan la ley a partir de la cual explicar racionalmente la realidad. Explican los
hechos no por el azar sino por la ley o principio de causalidad: todo fenómeno está
producido por una causa y siempre la misma. Vinculación necesaria entre la causa y el
efecto. Principio o ley de causalidad. Esta es el tipo de explicación que proporciona la
ciencia frente a la explicación supersticiosa o imaginativa.
c) Estudian la naturaleza y el origen de los fenómenos que en ella acontecen. La
conciben de modo dinámico (en la naturaleza todo cambia). Defienden que bajo el mundo
cambiante de las apariencias naturales que muestran los sentidos, existe una realidad fija y
básica, un substrato, un principio, una naturaleza (el arjé).

1 AUTORES MONISTAS:
a) ESCUELA DE MILETO (Jonia, Asia Menor: importante centro económico-cultural). Su
gran mérito no fue tanto lo que descubrieron, sino cómo lo plantearon y el método -
observación y experimentación- que utilizaron.
a) Tales de Mileto: el principio del que surge todo es el agua: había constatado que
el agua o la humedad es fuente de vida.
b) Anaximandro: el arjé es el “ápeiron”, lo indeterminado, lo eternamente
desconocido, lo oculto.
c) Anaxímenes: el principio de la naturaleza es el aire que por procesos de
condensación y rarefacción explica la naturaleza y sus cambios.
(1) Una segunda acepción es: principio dinámico que determina el comportamiento o modo de
manifestarse de las cosas naturales (“naturaleza propia de…”).

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b) ESCUELA PITAGÓRICA: fundada por Pitágoras (570-496 a. C.) en la ciudad de
Samos (Sur de Italia -Magna Grecia). La escuela tiene carácter esotérico, sectario,
religioso, moral y político. Su objetivo primordial es la purificación del alma tanto a nivel
corporal como intelectual y esto se consigue mediante el estudio, la investigación,
especialmente la matemática, y una forma de vida rigurosa y ascética.
A diferencia de los pensadores de la escuela de Mileto que buscaban el principio material
del que todo emergía, Pitágoras busca la estructura o forma del cosmos. Por eso defienden
que el arjé es el número: todo puede reducirse a proporciones numéricas o a figuras
geométricas, es decir, en el cosmos todo es cuantificable. La estructura del cosmos es
matemática.

c) PARMÉNIDES DE ELEA-HERÁCLITO DE ÉFESO (importantes por su influencia en Platón).

Tienen concepciones antagónicas y enfrentadas del mundo y son los fundadores de dos
visiones arquetípicas:
PARMÉNIDES (Elea, Magna Grecia, Sur de Italia.540-470 a. C.). En su obra
“Sobre la naturaleza” (poema donde describe un viaje en el que poeta acompañado por las
doncellas del sol, abandona la noche y se dirige hacia la luz, donde llega a la Diosa y ésta le
muestra los dos caminos que puede tomar en la vida: la vía de la opinión y la vía de la
verdad) proclama la inmutabilidad de la realidad, es decir, los cambios que se perciben en
la naturaleza son meras apariencias sensoriales, la razón nos lleva a negarlos. Hay, por
tanto, dos vías de conocimiento: la vía de la verdad, es el camino de la investigación del
científico, utiliza la razón como facultad cognoscitiva y muestra lo que es y la vía de la
opinión, propia del hombre vulgar que se conforma con simples apariencias de las cosas, con
lo que continuamente cambia y no es, utiliza los sentidos, la experiencia sensible y sólo
percibe la pluralidad de la realidad, el cambio (esta visión es especialmente importante por
la influencia que ejerce sobre Platón: el desprecio de los sentidos como vía de
conocimiento, la negación del movimiento y del cambio será decisivo en la dialéctica
platónica).
En conclusión para Parménides existe una verdad incuestionable, “el ser es y el no ser
no es” ; ”es imposible que el no ser sea o que el ser, no sea” . Pese a su apariencia, esta
afirmación es de una profundidad inagotable. Sólo existe el ser, el no ser no existe, es más
no puede ni pensarse. Pensamiento y ser se identifican. El cambio tampoco existe: si
existiese sería paso del no-ser al ser. Por lo tanto el cambio o movimiento que muestran los
sentidos es pura apariencia producto del conocimiento sensible. Por lo tanto, el arjé para
Parménides es el ser.

HERÁCLITO DE ÉFESO (Asia Menor,504-440 a. C.):


Por su situación geográfica, más alejado de Italia, recibe menor influencia de los
pitagóricos que Parménides. Es denominado el oscuro por su estilo aforístico y enigmático.
Sus tesis fundamentales son:
Los sentidos proporcionan conocimiento fiable. Me muestran los que es, deja de ser, y
pasa a ser otra cosa. En eso consiste la inteligencia: en saber que lo que hoy es, ayer no era
y mañana no será. La respuesta debe venir siempre de las propias experiencias.
La realidad es eterno cambio, todo cambia y nada permanece. Todo es devenir, eterno
fluir: “nadie puede bañarse dos veces en el mismo río”. Los humanos somos un proceso
continuo (niño, adolescente, joven, adulto, viejo), el mundo vegetal también (semilla, tallo,
flor, fruto…) y todo el mundo físico (día, noche., estaciones…). Por lo tanto, sólo existe el
dinamismo, la movilidad universal.
El fuego es el principio material de las cosas. El fuego es la metáfora que expresa su

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pensamiento: todas las cosas son llamas de un gran fuego. Las llamas son siempre
movimiento, son procesos o momentos; pero el fuego, el arkhé o principio de todo, perdura.
El logos es el principio formal de las physis. Bajo los elementos en continuo cambio hay
un orden universal, una ley cósmica: el logos. Sólo el logos puede explicar de forma armónica
el devenir, el cambio y el proceso vital de la physis. Gobierna la generación y corrupción de
los seres mediante la Armonía y la Discordia, causantes del movimiento producido en el
mundo físico.
Por tanto para Heráclito hay tres principios: uno material, el fuego, otro formal, el logos y
otro de naturaleza indeterminada, los principios de Armonía y Discordia.
2. AUTORES PLURALISTAS:
Puntos en común:
 Lo existente no ha surgido de un solo y único principio (como defendía los monistas), sino
de diferentes elementos primigenios, de una pluralidad de elementos originales. El arjé es
plural.
 Los cambios que observamos son combinaciones y recombinaciones de los elementos
primigenios, no transformaciones de éstos.
1 EMPÉDOCLES (Agrigento, Sicilia, 494-432 a. C.)
Autor mecanicista. Todo surge en un proceso mecánico a partir de los cuatro elementos,
agua, tierra, fuego, aire, que unen y se separan por las fuerzas cósmicas del Amor y el
Odio. Las cosas naturales son combinaciones en proporción matemática de estos 4
elementos.
2 ANAXÁGORAS (Clezomene, Asia Menor, 499-428 a. C.)
No existe un sólo arjé sino varios, a los que llama “espérmatas” u “homeomerías” que son
semillas o partículas irreductibles, eternas e inalterables que generan todas las cosas.
Éstas son ordenadas no por azar sino mediante la acción de una Inteligencia Universal o
Nous que impulsa la masa caótica , para que de modo mecánico y mediante leyes físicas
produzca el universo, el cosmos.

3 LOS ATOMISTAS: LEUCIPO Y DEMÓCRITO


o el principio de todas las cosas es el átomo, partícula material indivisible, simple, compacta.
o Todas las cosas son una combinación o conglomerado de átomos.
o El proceso de formación del universo se debe a distintas combinaciones atómicas.
o Aparece el concepto de vacío (vacío entre átomo y átomo) que permite la pluralidad y el
cambio.
o Planteamiento mecanicista: el universo es como una gran máquina generado a partir de las
leyes de recombinación atómica.

LOS SOFISTAS Y SÓCRATES

SOFISTAS:
1. Contexto
2. Nuevos problemas filosóficos
3. Autores

SÓCRATES
1. Relación con los sofistas
2. El Método
3. El intelectualismo moral

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SOFISTAS

1. CONTEXTO
Los sofistas son un grupo de pensadores griegos que vivieron durante los siglos V-IV a. C.
(época clásica). Ejercen su tarea profesional en Atenas que se ha convertido en el centro
económico, político, social y cultural de Grecia en esta época (“Ilustración griega”). La vida
en Grecia desde los siglos VIII al IV a. C. se organiza en torno a pequeñas ciudades-estado
(polis) que poseían autonomía económica, política y administrativa. El ideal de todas las
polis era mantener su independencia sin sometimiento a ningún poder exterior. Dos modelos
líderes y dominantes fueron Esparta y Atenas que en determinados momentos rivalizaron
entre sí por imponer su modelo de organización (Guerra del Peloponeso). Pericles consolidó
el imperialismo de Atenas, su liderazgo en la liga de Delos y la imposición de un modelo de
vida democrático, en el que los ciudadanos pueden participar en la vida pública o política.
Comenzó el llamado periodo imperial y la sustitución de los gobiernos de corte oligárquico
por las nuevas formas democráticas. La democracia significó en aquel tiempo la atribución
de derechos políticos a la clase social que anteriormente había estado apartada de las
estructuras del poder. Ser ciudadano significa por una parte, estar implicado en los asuntos
comunes de la polis, disfrutar de los derechos del estado y por otro, formar parte de una
comunidad moral y compartir sus fines (en Grecia, ética y política son indisolubles). Sin
embargo, no todos los habitantes de la ciudad de Atenas y sus áreas de influencia podían
ser considerados ciudadanos de la democracia: no lo eran ni las mujeres, ni los extranjeros
ni los esclavos.
Además de la igualdad ante la ley, la democracia ateniense suponía igualdad de los
ciudadanos en la asamblea, igualdad para presentar sus intereses particulares ante los
demás miembros de la ciudadanía. La acción política exigía el uso de la palabra, del logos
público, lo que propició el cambio de orientación antropológica de la reflexión filosófica.

Esta tarea de participación exigía una preparación especial y complementaria que


los atenienses adquirían contratando los servicios de unos expertos que se proponer “hacer
sabios”,“formar sabios”, a quienes estén dispuestos a pagarles; a cambio, les
proporcionarían una amplia cultura general y les enseñan todo lo relacionado con el uso del
lenguaje (en una democracia la argumentación, la oratoria es básica para convencer al
interlocutor). La educación sofista estaba destinada a capacitar a los jóvenes
atenienses para participar en la vida política. Los sofistas son una especie de maestros
que enseñan a hablar y argumentar correctamente a los jóvenes que querían triunfar en la
política y en la vida social. Por lo tanto, la educación sofística estaba destinada a capacitar
a los jóvenes atenienses en la participación en la vida política.

2. CARACTERIZACIÓN DE LOS SOFISTAS

Los presocráticos investigaron el cosmos. Ahora el tema principal ya no será la physis


sino la polis. Y es que para el ateniense que vive en democracia su “mundo” es su ciudad (su
estado). Lo que interesa es la vida política (la vida en la polis, en el estado). Ello obliga a los
sofistas a plantearse problemas filosóficos prácticamente nuevos.
De este modo los procesos de comprensión y explicación racional del mundo que
habían sido iniciados por los primeros pensadores físicos (los presocráticos) habrían de
tener su complementariedad con el tratamiento de las cuestiones referentes al ser humano
y su lugar en la sociedad. Se inician así, con los sofistas, las primeras reflexiones racionales
sobre los problemas humanos, su modo de organización social y sobre cuestiones morales.
El nuevo concepto de sabiduría no es la investigación cosmológica, teórica y
contemplativa, sino antropológica centrada en la vida humana, más en concreto en la

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actividad política que condujese a la obtención del poder personal y al éxito en la asamblea.
En este sentido los sofistas fueron un conjunto de viajeros cultos –no ciudadanos, sino
extranjeros (metecos) en Atenas- que pasaban por maestros de lo social y cuya sabiduría
era fruto de la observación y de la inducción. Eran los educadores de la clase política
ateniense.

Los sofistas expanden una nueva mentalidad y unos nuevos problemas filosóficos:

Mentalidad relativista: la ley y la moral como construcciones culturales:


Frente al concepto de physis, entendido como lo permanente y lo realmente estable,
aparece ahora el concepto de ley (nomos) como aquello que es temporal, relativo y
convencional. Esta oposición es el resultado de la evolución que sufrió el significado del
término ley. Anteriormente era el conjunto de normas sociales tradicionales que, al
proceder de los dioses o de un lógos universal, no estaban escritas y eran intemporales e
inmutables. Los sofistas divulgaron una idea de ley, que venía gestándose hacía tiempo como
consecuencia de los cambio políticos de los últimos tiempos (contraposición de modelos
culturales, políticos y legislativos), como suma de reglas humanas decididas por la
comunidad de ciudadanos, como producto cultural y, por tanto, temporal, y no como norma
de origen divino o mítico e inapelable. Todo ello preparó el contexto para la llegada del
relativismo (1)

AUTORES

PROTÁGORAS:

“El hombre es la medida de todas las cosas”:


- las cosas son como aparecen; no existe la verdad absoluta ni única
- el hombre tiene acceso al conocimiento de las cosas. Las cosas son como el
hombre las percibe no son en sí mismas.
- cada individuo percibe las cosas de distinto modo
- sobre las cosas sólo podemos emitir opiniones subjetivas
GORGIAS:
“Nada Existe, si existiese sería incognoscible y si fuese cognoscible sería
incomunicable”.
- no sólo no es posible acceder a la verdad objetiva, puesto que el
pensamiento no puede reflejar el ser tal y como es –en caso de que la
realidad exista- sino que el lenguaje no puede expresar la verdad de las
cosas porque la verdad no existe, sólo opiniones.
- defiende una postura nihilista: negación de cualquier tipo de verdad
objetiva y de la universalidad de las normas morales.
- destaca la importancia de la palabra y del arte de la retórica, que enseña a
manejar la verdad, la inventa. la modifica y la comunica. El ser es lo que los
hombres hablan y su verdad es la capacidad de persuadir con la magia y el
encanto del lenguaje, aunque no tenga relación con las cosas.

(1) RELATIVISMO: en la Antigüedad tuvo sus máximos defensores entre los sofistas. Es una actitud
filosófica que considera que no hay verdades absolutas. Está emparentado con el subjetivismo y con el
escepticismo. Desde el punto de vista moral sostiene que es imposible que haya algo que sea “el bien” o “lo
bueno” para todos, pues éste es relativo a cada individuo, a cada pueblo y a cada situación. En este sentido
no se puede hablar de justicia, bien, etc., pues qué sean cada uno de estos valores dependerá de cada cual.
Esta situación relativista, provocada en el fondo por las circunstancias socioculturales que se dieron en la
Grecia que de este periodo y por la situación a la que había llegado la filosofía, irritaba a Sócrates, a Platón
y a Aristóteles, hasta el punto de dedicar grandes esfuerzos a combatir enérgicamente sus planteamientos.
En definitiva el relativismo tiene manifestaciones gnoseológicas (escepticismo), éticas y políticas.

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SÓCRATES

Atenas 470 –390 a. C. Maestro de Platón, no dejó nada escrito.


Autor especialmente importante. Sirve de referencia para separar cronológicamente los
filósofos físicos (presocráticos) de los grandes autores griegos. Su pensamiento se
entiende como una reacción a la filosofía sofista: pretende combatir el relativismo y el
escepticismo sofista porque la mentalidad que han expandido los sofistas en el estado de
Atenas es una de las causas de su degeneración moral y política. La obra de Sócrates,
confundido en un primer momento con un sofista más por utilizar el diálogo como método de
enseñanza, tiene como fin rehabilitar moral y políticamente a Atenas.

Para ello empieza planteando que la verdad existe (los sofistas afirmaban que lo único
existente era la opinión, subjetiva y personal, ni universal ni objetiva como la verdad
científica: relativismo); que se puede conocer (los sofistas lo negaban: escepticismo); que
se adquiere por el método inductivo y se transmite por el diálogo y que se expresa en forma
de definiciones universales.
Por esto se le atribuyen:
La elaboración de la argumentación inductiva (1) y la definición universal (2).
o Adopta un método distinto, el diálogo: método de aproximación a la verdad al
conocimiento
o Una doctrina antirrelativista y antiescéptica: la verdad y, por lo tanto, el
conocimiento es posible
o Defiende un intelectualismo ético
o Defiende una nueva concepción del saber y la verdad que radican en las
definiciones universales

EL MÉTODO
El objetivo general de la obra de Sócrates es práctico, está encaminado a cuestiones de
tipo moral y político, a formar ciudadanos sabios y justos. En ello reside el secreto de la
felicidad y del buen estado (implicación ética y política).
El método utilizado para ello es el método del diálogo (su sistema de enseñanza y de hacer
filosofía es el diálogo), mantenido entre el maestro, el que sabe, y el discípulo, el que no
sabe pero quiere saber, para que el primero muestre al segundo un camino seguro de
razonamiento y de conocimiento.
Se trata de que el discípulo guiado por un sabio dirija sus pensamientos por caminos
correctos, lógicamente hablando.
En él se distinguen 2 momentos:
a) Ironía: objetivo: reconocimiento de la ignorancia, mostrar que un pretendido saber
no lo es. Arte de hacer preguntas tales que hagan al otro descubrir su propia
ignorancia. El que cree saber cae entonces en la cuenta de que no sabe nada. Se ve,
así, liberado de ese falso saber que le impide buscar la verdad.
b) Mayeútica: “dar a luz la verdad”, enseñar al interlocutor a “parir ideas”. Proceso: la
inducción: método de razonamiento que parte de premisas particulares y concretas
y obtiene conclusiones de carácter universal.
(1) Argumentación inductiva:
Argumentación: razonamiento, es decir, obtener una conclusión a partir de unas premisas (P  C).
Inductivo: de premisas particulares obtener una conclusión universal (PU)
Es el tipo de razonamiento que utilizan las ciencias empíricas.
Otro tipo de razonamiento es el deductivo: una ley o teoría universal la aplicamos para resolver casos
particulares (UP). Es el utilizado por las ciencias formales.
(2) Definición universal:
Conjunto de caracteres o cualidades esenciales de un objeto. Forma parte del campo de la ciencia.

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EL INTELECTUALISMO MORAL

Intelectualismo: conocer, saber; Moral: elegir qué hacer.


Intelectualismo moral: hay que saber lo que es recto para poder obrar rectamente. Sólo
por ignorancia se obra mal.
Teoría del intelectualismo moral: teoría o postura ética que defiende que para actuar
correctamente, para elegir adecuadamente, de modo bueno y justo, hemos de aprender a
discernir el bien, al auténtico bien y lo auténticamente justo. Sócrates defiende un
utilitarismo moral: lo bueno es lo útil para encontrar la felicidad. Todo el mundo busca la
felicidad y la utilidad. Una vez que se descubra, se actuará en esa dirección. Por tanto, hay
que saber comportarse. Hay que saber razonar para elegir bien, poder ser virtuoso. El mal
es producto de la ignorancia, o sea de la no clarividencia mental. Por eso es importante
educar a los hombres en el buen razonamiento. Haciendo esto, en realidad, se les está
enseñando a actuar rectamente. El objetivo es práctico: saber acerca de lo que es mejor y
más útil en cada caso. Este saber-virtud puede, por supuesto, se enseñado y aprendido. Eso
es la educación y de ahí la importancia de la educación.

A Sócrates no le interesa el saber ni como contemplación (milesios), ni como medio de


purificación (pitagóricos), ni para el triunfo social (sofistas), sino para la consecución de la
virtud, es decir para aprender a comportarse tanto en el ámbito de lo privado como de
lo público: sólo puede existir una sociedad políticamente justa si está formada por
hombres virtuosos; sólo pueden formarse hombres virtuosos si vivimos en un sociedad
justa, es decir, el ámbito de la ética y de la política están indisolublemente unidos. Y para
lograr esto se debe educar a los hombres, por eso uno de sus objetivos fundamentales es la
formación intelectual de los griegos, es enseñar la virtud, es enseñar a saber
comportarse: virtud y saber se identifican. Es primordial distinguir cuando un
comportamiento y una actitud son rectos y justos. Obrar mal no es que producto de la
ignorancia. La felicidad está en la virtud y ésta coincide con la sabiduría.
En este planteamiento destaca especialmente el papel atribuido a la razón: la razón
es la fuente y fundamento de la ética; sólo quien razona puede ser bueno (intelectualismo
moral). Y a razonar se aprende (importancia del método del diálogo).
La gran revolución ética de Sócrates radica en el hecho de dar la última palabra no
a la opinión pública sino a la conciencia (la virtud no es exclusiva de los nobles sino una
cualidad basada en valores intelectuales y morales; el hombre no es bueno por la categoría
social o por el reconocimiento público que tenga, o por cuestiones económica sino por
criterios internos, por valores intelectuales y morales.
Esta visión es importante por que la mantiene su discípulo PLATÓN

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PLATÓN

1) Planteamiento general e influencias filosóficas.


2) El mito de la caverna
3) Teoría ontológica
4) Teoría del conocimiento
5) Antropología
6) Ética
7) Teoría política
8) Aportaciones de Platón

1. PLANTEAMIENTO GENERAL E INFLUENCIAS FILOSÓFICAS


Un punto de partida de la filosofía de Platón es la muerte de Sócrates. ¿Cómo pudo ser
condenado un hombre así? Platón dedicará su obra intelectual a la creación de un proyecto
político: el proyecto de una ciudad ideal y justa en la que eso ya no sea posible. Es,
fundamentalmente, un pensador político condicionado por:
 la injusta muerte de su maestro y amigo Sócrates: prosigue la obra de
rehabilitación moral y política del estado de Atenas iniciada por Sócrates. Este
fin pasa por combatir el relativismo y el escepticismo sofista.
 por el contexto histórico en el que vivió (periodo de las guerras del Peloponeso, que
enfrentaban a Atenas contra Esparta (dos modelos rivales de estado: uno
aperturista, comercial y democrático; el otro más cerrado y militarista). La
inestabilidad y la violencia de los acontecimientos –traiciones, alternativa efímera
de gobiernos demócratas y tiránicos, etc,) impresionaron profundamente a Platón,
que se formó una idea negativa del cambio social y que vio la polis de Atenas el
modelo más perfecto de organización
 su origen aristocrático: formaba parte de una familia aristocrática con notable
interés por la política (su padre, Aristón, era descendiente de reyes; su madre
pertenecía a la familia de Solón, antiguo gobernante).

Condicionado por estos factores elabora su proyecto filosófico que es:


1) el modelo de una ciudad-estado ideal
2) un programa de educación de los ciudadanos, en especial de los gobernantes

Este proyecto ético-político y educativo y este programa sobre el estado se encuentran


recogidos en la obra República pero también en Critón (sobre el deber del ciudadano),
Protágoras (sobre la enseñanza de la virtud), Gorgias (sobre la retórica política), El Político
(sobre la filosofía y su función social) y Las Leyes (sobre la forma de la ciudad ideal). No es
posible entender la ética platónica si se aísla de la teoría política y ésta, a su vez, de las
cuestiones educativas.
Platón intentó en dos ocasiones llevar a la práctica sus ideas sociales y morales en la
ciudad de Siracusa pero fracasó su modelo y se refugió en la elaboración teórica de
propuestas que pudiesen servir para regenerar la vida pública ateniense, decadente e
imperfecta, es decir, en reflexiona
En la elaboración de su pensamiento concurren desde el punto práctico las
circunstancias anteriores, y desde el punto de vista teórico las siguientes tendencias
filosóficas de sus predecesores griegos:
 de Pitágoras acepta el dualismo antropológico y su teoría sobre la inmortalidad del
alma;

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 de Heráclito toma la idea de que la realidad sensible está en incesante cambio;
 de Parménides, las cualidades del ser (que es el objeto de la ciencia universal);
 de Sócrates asume:
 interés especial por los problemas éticos y políticos,
 la importancia del método dialógico
 el concepto de ciencia como conocimiento objetivo y universal
 la importancia de los conceptos universales: para Sócrates las definiciones
y para Platón las ideas que tienen una existencia real y separada del mundo
sensible. Hay un mundo ideal, perfecto, que existe realmente, distinto,
separado y anterior al mundo sensible: el mundo de las Ideas, que es el
mundo de la realidad auténticamente tal; el mundo sensible no es más que
copia o imitación del mundo de las ideas Abre, así, un dualismo conflictivo
entre el mundo inteligible y el mundo sensible, que va a impregnar todo su
pensamiento filosófico. Este es el núcleo fundamental de la teoría platónica:
la teoría de las Ideas

Nace en Atenas en el año 428 a. C., de familia


noble. Recibe una esmerada educación. Cuando apenas
tiene 20 años entra en contacto con Sócrates, que
marca decisivamente su vocación filosófica. A la
muerte del maestro y ante el peligro de persecución,
realiza largos viajes que le ponen en comunicación
con importantes centros filosóficos: Megara, Cirene
y la Magna Grecia. Posteriormente regresa a Atenas
hacia el año 396 a. C.
Concibe un modelo ideal de Estado que trata de
llevarlo a efecto en Siracusa (ciudad de Sicilia,
Italia), donde gobierna el tirano Dionisio el Viejo,
pero cae en desgracia y éste lo hace vender como
esclavo. Rescatado por un amigo, regresa a Atenas
en el 387 a. C. Allí funda la Academia y se dedica a
la enseñanza y a componer obras de filosofía.
Efectúa dos cortos viajes a Siracusa, cuando
gobierna Dionisio el joven, con el intento de llevar
a cabo su modelo político, pero de nuevo peligra su
vida. A excepción de estas dos breves salidas,
permanece siempre en Atenas, hasta su muerte en el
año 347 a. C.

La producción filosófica de Platón es muy abundante y está escrita toda en forma de diálogo. Es un
brillante escritor que domina a la perfección el arte poético, simbolizando, a veces, con mitos sugestivos su
profundo pensamiento.

Cuatro períodos se distinguen en la evolución progresiva de su pensamiento:

a) Periodo socrático:
En los diálogos de este período trata de resaltar, sobre todo, la figura de Sócrates. Los más destacados
son: Apología de Sócrates, Critón, Laques, Ión, Lisis, Cármides, Eutifrón.

b) Período antisofista:
En estos diálogos se encuentra ya filosofía original platónica. Su pensamiento es, en buena parte, una
crítica contra los sofistas. Los más importantes son: Cratilo, Protágoras, Gorgias, Eutidemo, Menón, Hipias
Mayor, Hipias Menor, Menexeno, República lib. I.
c) Período de madurez:
Diálogos y libros en los que Platón desarrolla ampliamente su pensamiento filosófico. Destacan: Fedón,
Fedro, Banquete, República libros II a X.
d) Período de senectud:
En este período somete a crítica y revisión su filosofía precedente. Destacan: Parménides, Sofista, Timeo,
Filebo, Leyes, Teeteto.

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2. PUNTO DE PARTIDA.: EL MITO DE LA CAVERNA
En la República, uno de los grandes diálogos platónicos, se narra un mito que puede servir para
entender los principales puntos de su filosofía, el mito de la caverna. Es una exposición alegórica que
alude a todos los aspectos de la filosofía del autor:

El mito describe una caverna en la se encuentran atados de pies y manos unos extraños
prisioneros obligados a mirar siempre frente a ellos. A sus espaldas hay una mampara tras
la que pasan porteadores que dejan asomar por encima de ellos los más variados objetos.
Próxima a la mampara, la luz de un fuego hace que esos objetos se reflejen en el fondo de
la caverna. Esta misteriosa prisión se abre, en su salida, a otra luz, la del sol, que ilumina el
mundo real, el mundo de la verdad. El objetivo de los prisioneros de la caverna es la
liberación del mundo de las sombras, la conquista del mundo de la luz, la contemplación de la
verdad.
Este mito contiene:
 Una visión de la realidad: dualismo ontológico
 Una teoría del conocimiento: dualismo epistemológico
 Una concepción del hombre: dualismo antropológico
 Una teoría ética: la conquista del bien
 Una postura política: la lucha por la justicia
 Un modelo de educación con implicaciones éticas y políticas
El significado y la intención de la alegoría de la caverna lo expone Platón al principio y al
final del relato: la educación.
El mito está escenificado en un mundo de sombras y en el mundo de la luz.
El mundo de las sombras representa:
- por un lado, el mundo físico en el que vivimos (a nivel individual, describe la
situación de hombres ignorantes, sin educación) ,
- por otro, la ciudad (el estado de Atenas), regido por “sabios en sombras” –quizá los
sofistas-.

La caverna es, pues, “la ciudad de las sombras”, la ciudad de Atenas (también otras
ciudades). Pero se encuentra sumida en la oscuridad del error y de la injusticia. Su
salvación está en que alguien o algunos rompan las cadenas para poder contemplarla
iluminada por la verdadera luz. De este modo, “la ciudad de las sombras” se podrá convertir
en la “ciudad de la luz”, es decir la ciudad de la verdad y la justicia.
La educación tiene un carácter liberador: debe curar del error (función de la ironía
socrática) y dirigir hacia la luz (función de la mayeútica). Sólo eso: no pretende infundir el
saber (como los sofistas), sino únicamente orientar en la buena dirección para que uno se
descubra por sí mismo, Pero el proceso de educación es lento: no es posible mostrar
directamente el sol al que procede de la caverna. Por eso Platón propone un modelo de
educación que consiste en pasar de la ignorancia a la sabiduría (grados de conocimiento,
teoría epistemológica: opinión y ciencia) y paralelamente diferencia entre dos tipos de
realidades (teoría ontológica: mundo de la sombras, realidad aparente y mundo de la luz,
verdadera realidad). Esta educación tiene implicaciones ética y políticas: necesidad de
distinguir el verdadero bien y la verdadera justicia de los intereses particulares (teoría del
intelectualismo moral). Y finalmente el mito contiene una descripción de la condición
humana (teoría antropológica): el hombre ha sido arrojado al mundo de las sombras y de las
apariencias, encadenado a su biología, a lo social, a la cultura dominante y manipuladora.
Pero el alma puede liberarse y emprender el camino de la existencia auténtica. Dualismo
antropológico

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3. TEORÍA ONTOLÓGICA: LA TEORÍA DE LOS DOS MUNDOS
Según esta teoría, el mundo está dividido en dos niveles distintos: mundo inteligible, donde
se sitúan las ideas y mundo sensible o aparente, por tanto implica una reduplicación del
mundo:

Mundo Inteligible o mundo de las ideas Mundo sensible:


Constituye la verdadera realidad Constituida por las cosas particulares y
Es inmutable concretas
Sólo captables por el entendimiento Sometido a eterno devenir
Representa un mundo perfecto y como tal Perceptible sólo por los sentidos
está jerarquizado Copia del mundo de las Ideas

3.1. EL MUNDO DE LAS IDEAS


La teoría de las ideas es el núcleo central de la filosofía de Platón y el punto de
referencia básico de todos los temas en ella reflejados. Es difícil hacer una separación de
campos, pues en las Ideas se entrelazan el punto de vista ontológico, el punto de vista
epistemológico y el punto de vista ético: ontológicamente las Ideas constituyen los únicos
objetos verdaderamente reales; epistemológicamente, son los objetos del conocimiento
auténticamente tal; desde el punto de vista de la moral, las Ideas son valores.
Antropológicamente definen la esencia del alma y políticamente se identifican con la
Justicia.
Pero, ¿qué son las Ideas?

NOCIÓN DE IDEA:
 las ideas no son simples conceptos mentales, sino entidades subsistentes
En ninguna de sus obras explica de modo sistemático y completo el concepto de Idea.
Además lo sometió a continuas modificaciones, revisiones e incluso autocríticas. Lo que sí
está claro es su intención: palabras como “justicia”, “bondad”, “verdad” o “belleza no pueden
ser vocablos que posean el significada que cada cual les quiera dar (relativismo de los
sofistas). Deben representar algo en sí, y no sólo para mí. De este modo la palabra
“justicia” debe expresar lo que es “la Justicia en sí misma”, de otra manera dicho, la Idea
de Justicia.
Para Platón, la Idea no es un simple concepto mental, algo que sólo exista en la mente, sino
una entidad extramental, que tiene existencia objetiva: hay, por ejemplo, multitud de
cosas sensibles bellas; pues bien, la Idea de la Belleza no es, para Platón, la mera
construcción mental, formada a base de los caracteres comunes de las cosas sensibles
bellas, no es lo que habitualmente se conoce como el concepto o la idea de lo bello; la Idea
de la Belleza existe por sí misma, más allá de la mente y con independencia de los objetos
sensibles bellos.
Lo mismo, respecto de las Ideas de Bondad, Justicia, Verdad, Semejanza, etc.
 Las Ideas son el correlato en el mundo inteligible de las esencias o especies de
las cosas sensibles;
Las esencias o especies de los objetos del mundo sensible tienen en el mundo inteligible
su correspondiente forma o idea. Esta teoría puede ser llamada “idealismo” en un sentido
muy peculiar: porque pretende que lo ideal es lo más real de todo. Aunque también se le ha
calificado como realismo, en cuanto que confiere realidad al mundo de las Ideas.
Platón se muestra vacilante a la hora de considerar los objetos naturales, tales como

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hombre, caballo, piedra ...: en efecto, si a cada esencia o especie del mundo sensible
corresponde una Idea, ¿hay que admitir también que existe algo así como un Hombre ideal,
un Caballo ideal, una Piedra ideal? Platón fue plenamente consciente de esta dificultad; de
ahí que en los últimos Diálogos someta su doctrina a autocrítica, revisión que, en el intento
de hallar un principio unificador para las esencias específicas, cristaliza finalmente en la
concepción de las ideas como números.

CARACTERES FUNDAMENTALES DE LAS IDEAS


 Las Ideas son “esencias”
“aquello por lo que una cosa es lo que es”. La Idea de Belleza es la Belleza en sí y aquello por
lo que las cosas son bellas.
 Las Ideas son las causas de las cosas.
La relación entre Ideas y cosas es de imitación o participación. Las Ideas son las causas de
las cosas, no en cuanto que produzcan las cosas sino en cuanto que son sus esencias. Así, las
cosas bellas son tales porque imitan o participan de la Idea de Belleza o Belleza en sí.
Pero las Ideas son causas de las cosas sólo en cuanto a su esencia o modo de ser
verdadero: en efecto, Platón -además de la clase de causalidad que proporcionan las Ideas-
habla también de la causalidad del sustrato material o materia última constitutiva de las
cosas, por un lado, y de la causa ordenadora, que ha configurado las cosas teniendo por
modelo las Ideas, por otro.
En resumen, las causas de lo que las cosas son verdaderamente, de su esencia, son las
Ideas. Éstas son, con relación a las cosas, sus causas ejemplares, fines o modelos.
 Las Ideas existen separadas de las cosas particulares, son transcendentes,
inmutables y sólo captables por el entendimiento.
Las Ideas son entidades inmutables: no nacen ni mueren, son eternas; no crecen ni
disminuyen, no cambian; son simples, siempre idénticas a sí mismas, únicas, incondicionadas
y absolutas.
Sólo por el entendimiento, inteligencia o raciocinio pueden ser percibidas. Sólo ellas y no
los objetos sensibles existen, verdaderamente; El mundo de las Ideas o inteligible es el
mundo real verdadero.
Esta caracterización manifiesta influencia de Parménides contra la concepción de
Haráclito.
 El mundo de las Ideas está jerárquicamente organizado
Según Platón, hay infinidad de Ideas, tantas como conceptos universales existen.
Ahora bien, este mundo ideal no es caótico, sino que tiene una estructura jerárquica
rigurosa. La organización, el orden, la regularidad, el grado de perfección de las ideas, su
participación en la idea de ser, está establecido y fijado por la idea suprema de Bien, que
se identifica con la Verdad y la Belleza, pues el Bien es lo verdadero y lo bello, el sol que
ilumina y confiere existencia al mundo inteligible. Por tanto, este mundo ideal no sólo tiene
un carácter ontológico, sino también epistemológico y ético.
 Las Ideas poseen una realidad independiente respecto a nuestro pensamiento
La justicia es lo que es con independencia de lo que opinemos sobre ella. Y nuestra opinión
acerca de la justicia será equivocada si no expresa lo que la Justicia es en sí misma. Las
Ideas son, etimológicamente “visiones” en el sentido de “algo que se ve o descubre”
mediante la inteligencia.

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3.2. EL MUNDO SENSIBLE
NOCIÓN Y ORIGEN DEL MUNDO SENSIBLE
El mundo sensible es la segunda clase de realidad; es la realidad que perciben los
sentidos, está en continuo devenir (cómo caracterizaba el mundo Heráclito) y es semejante
tan sólo a la primera realidad, las Ideas.
En el Timeo o sobre la naturaleza, Platón trata de explicar el origen del mundo sensible:
el mundo sensible es fruto, por un lado, de la materia originaria, caótica e informe; por
otro, de las Ideas, que actúan como modelos. La concurrencia del primer elemento explica
lo que en el mundo sensible hay de imperfección; la concurrencia de las Ideas explica
cuanto en el mundo hay de orden, razón y belleza. Y del Demiurgo o principio ordenador que
tomando las Ideas como modelos ejemplares y teleológicos configura todas las realidades
sensibles
En definitiva, las causas que concurren en el origen del mundo sensible son: el elemento
primigenio y caótico, como causa material, las ideas, corno causa ejemplar y el Demiurgo,
como causa ordenadora.

4. TEORÍA DEL CONOCIMIENTO.


En Platón, el problema de la realidad y el problema del conocimiento están tan
íntimamente relacionados que no es posible hacer una separación entre ambos. El dualismo
ontológico es paralelo al dualismo epistemológico.
Los dos problemas fundamentales analizados en teoría del conocimiento son:
1) Delimitación del objeto del conocimiento,
2) Explicación de las vías fundamentales de acceso al mismo.
Por conocimiento entiende un acercamiento a la verdad superando la ignorancia y el engaño
y conlleva un proceso que culmina en la contemplación de las ideas

DELIMITACIÓN DEL OBJETO: sólo de lo estable puede haber ciencia


Platón exige para el conocimiento los caracteres de objetividad y validez universal,
caracteres hacia los que Sócrates había apuntado en su intento de hallar los conceptos o
definiciones como base para la práctica moral. Analiza los dos niveles de realidad que
existen y cuál de ellos puede sustentar el conocimiento científico (paralelismo ontológico-
epistemológico):
parte del supuesto de que los objetos de la percepción sensible están en continua movilidad
(lo que ahora es blanco, puede ser más tarde negro; lo que para mí es frío puede ser para
otro calor): de estos objetos no es, pues, posible dar una definición válida para siempre y
para todos. Por eso, la ciencia no puede reducirse a la sensación; los objetos de la
percepción sensible no pueden fundamentar la ciencia, entendiendo por tal, conocimiento
objetivo, infalible y de valor universal (planteamiento de Parménides)
Pero Platón no acepta que todo, absolutamente, esté sujeto al devenir: al devenir se
sustrae la esencia de las cosas, el universal; sólo de esto último puede haber ciencia, porque
sólo ello es estable y susceptible, por tanto, de definición válida universalmente. Ahora
bien, la esencia, lo universal corresponde en Platón a las Formas o Ideas. De este modo,
miradas desde el punto de vista epistemológico, las Ideas vienen a fundamentar la
objetividad y universalidad del conocimiento.
LOS DOS GRADOS FUNDAMENTALES DEL CONOCER: LA OPINIÓN Y LA CIENCIA.
Distingue dos grados de conocimiento correspondientes a los dos niveles de la realidad
descritos en el mito de la caverna:

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 Opinión (doxa): conocimiento propio de lasa cosas del mundo cambiante, del mundo
sensible. Se basa en la experiencia o sensibilidad y no constituye un auténtico
conocimiento, sólo creencia. Proporciona simples apariencias.
A su vez, se divide en otros dos grados:
- Suposiciones o conjeturas: conocimiento de las sombras de las cosas; es un
conocimiento aparente de imágenes o reflejos
- Creencia: conocimiento de las cosas mismas, incluye el estudio de la física
que sigue sin ser propiamente física (en el mito, las figuras que llevan los
porteadores)
 Ciencia (episteme): es auténtico saber porque es conocimiento racional del mundo
ideal o inteligible. Al ser las ideas realidades universales, eternas, perfectas e
incorruptibles, se convierten, en objetos de conocimiento universal y seguro. Este
tipo de conocimiento sólo lo llegar a poseer los más doctos y sabios. Este
conocimiento se gradúa en otras dos:
- Razón discursiva (o pensamiento discursivo): es el pensamiento propio de
las matemáticos (el primer momento tras la salida de la caverna, la visión de
las cosas reflejadas, todavía cegada la vista por el sol)
- Razón intuitiva, inteligencia o ámbito de la dialécica: única que puede
acceder a la visión de las ideas o formas y alcanzar el conocimiento de la
verdadera realidad (equivalente a la visión de los objetos reales fuera de la
caverna).
Estos dos grados o estados de la mente se diferencian por su objeto: el primero, la
opinión (doxa), versa sobre los objetos sensibles particulares; el segundo, la ciencia
(episteme), versa sobre las Ideas, de las que aquéllos son copias: por ejemplo, si alguien
tratando de definir la noción de belleza se refiriera sin más a las cosas particulares bellas,
estaría situado en el campo de la opinión; si, en cambio, se refiriera a la esencia de la
belleza, Idea de la Belleza o Belleza en sí, o juzgara que los objetos sensibles bellos son
encarnaciones imperfectas de la Idea de Belleza, entonces habría llegado al nivel de la
ciencia.
En este contexto se sitúa la misión asignada por Platón al filósofo: no corresponde al
filósofo el conocimiento de las cosas particulares, sino el conocimiento de la esencia de las
cosas, de las Ideas; el verdadero filósofo es capaz de discernir que aquéllas son sólo
encarnaciones o copias de los arquetipos de las Ideas. Así, el filósofo se convierte en guía o
educador de los demás hombres, pues está en condiciones de conducir a estos del estado
de opinión al estado de ciencia, de la consideración del mundo sensible a la consideración
del mundo del verdadero ser.
Ahora bien, ¿cómo o por qué medios es posible acceder al conocimiento de la naturaleza
esencial de las cosas, a sus Formas o Ideas?

POSIBLES CAMINOS PARA LLEGAR A LA APREHENSIÓN DE LAS IDEAS


En primer lugar, Platón señala como caminos auxiliares, útiles para tal fin, la aritmética, la
geometría, la astronomía, la música, pues el objeto de que tratan está cercano, de una
forma u otra, a lo inteligible. Pero Platón habla también de métodos concretos: el recuerdo
o reminiscencia, la dialéctica, el amor, la catarsis o purificación, entre otros.
 EL RECUERDO O LA REMINISCENCIA
La teoría de la reminiscencia expresa, por un lado, lo que Platón entiende por conocer:
conocer es recordar (reminiscencia, expuesto en el mito del carro alado y desarrollado en

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el punto 4) y, por otro, alude a la posibilidad de aprehender las Ideas: antes de venir a
este mundo, el alma (creencia en la preexistencia del alma –desarrollado en la teoría
antropológica)- contempla las Ideas; al unirse al cuerpo, olvida lo conocido en su anterior
existencia; pero este conocimiento no desaparece, sino que es conservado por el alma en
forma de ideas innatas. Mediante el recuerdo (“no hay enseñanza, sino reminiscencia” el
hombre puede recuperar lo que ya sabía, el ser verdadero de las cosas, las Ideas. Esta
concepción platónica implica una visión muy positiva respecto a las posibilidades humanas de
conocimiento. Supone que los humanos, como los prisioneros de la caverna, tenemos la
capacidad interior suficiente para deshacernos de las cadenas de la ignorancia e iniciar el
camino de ascenso hacia el conocimiento. Manifiesta, pues, un optimismo epistemológico,
sustentado en la idea de que intelectualmente poseemos lo que necesitamos.
Y a evocar el recuerdo de las Ideas contribuyen tanto el contacto con los objetos
sensibles (opinión), pues son copias de aquéllas, como la dialéctica.
 LA DIALÉCTICA
La dialéctica es una noción compleja en el pensamiento de Platón, pues comporta más de
un sentido. Unas veces aparece como el método racional por excelencia: en este sentido,
consiste en el juego de preguntas y respuestas (diálogo), y sigue un doble proceso
complementario de análisis y síntesis; tiene como objetivo ascender gradualmente desde el
conocimiento sensible al verdadero conocimiento (la contemplación directa de las ideas);
otras veces, es presentada como la ciencia suprema, que tiene por objeto discernir las
diferentes Ideas; en otras ocasiones, deja de ser un método y disciplina racionales para
convertirse en una especie de arte, cuyo objetivo es evocar el recuerdo o reminiscencia
de las Ideas. Por otro lado, todos estos sentidos están relacionados.
De cualquier forma, baste aquí con decir que la Dialéctica - noción crucial en la filosofía
de Platón- sirve al propósito de ascender de la multiplicidad de lo sensible a la cumbre del
mundo de las Ideas, el Bien en sí, mostrando a éste como fundamento de todo lo demás.
 LA FILOSOFÍA COMO CATARSIS O PURIFICACIÓN
En el Fedón la filosofía aparece como catarsis o purificación y como preparación para la
muerte: el filósofo sabe que la contemplación directa de las Ideas sólo podrá tenerla
cuando muera; por eso, mientras permanece en este mundo, su tarea no consiste sólo en
evocar el recuerdo de su existencia anterior, mediante los métodos adecuados, sino
también en purificarse, esto es, en liberarse en la medida de lo posible de los lazos
sensibles, para, de este modo, estar más cerca del saber y preparar al alma para su
definitiva separación del cuerpo. El. Verdadero filósofo no teme a la muerte, pues la
muerte supone el paso a la contemplación plena de la verdad.

5. ANTROPOLÓGÍA.
En la concepción del alma los presocráticos fueron materialistas. Para ellos el ser
humano es un cuerpo animado por un alma –principio de vida- también material. La única
excepción son los pitagóricos, y en ellos parece inspirarse Platón, quien defiende una
concepción dualista: el hombre se compone de cuerpo (material y mortal) y el alma
(inmaterial e inmortal). Aunque a veces afirma que “el ser humano es alma”.
Expone su noción de hombre en el mito del carro alado: alegoría que utiliza Platón
para describir las partes del alma y el afán humano por el conocimiento y el ser.
En el diálogo “Fedro” Platón trata la cuestión de la esencia y partes del alma. Comienza
señalando que parece más adecuada, dada la dificultad del tema, la exposición alegórica que
la investigación racional e inmediatamente nos presenta el mito del carro alado. Veamos un
resumen literal del mismo:

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Consiste en que el Alma está formada por un caballo Blanco (tendencias positivas, bueno,
hermoso) se localiza en el pecho; otro negro (tendencias negativas, malo, feo) se encuentra
en el vientre y por último el Auriga (la parte racional) y se encuentra en la cabeza.
El Alma es una fuerza natural que mantiene unidos al carro y su Auriga (sostenidos por
alas). La fuerza del ala consiste en llevar hacia arriba lo pesado, elevándose hacia el lugar
en donde habitan los dioses. Lo divino es hermoso, sabio, bueno y hace crecer las alas, las
alimenta. En cambio lo malo, vergonzoso y feo hace que se consuman y perezcan. Si el
Auriga controla a los caballos, se elevará y contemplará el Mundo de las Ideas, si por el
contrario no lo hace, los caballos se rebelan; no podrá elevarse y caerá en el mundo de las
cosas, el Mundo Sensible. Esta Alma acabará en un cuerpo aprisionado con el anhelo de
retornar a su mundo original.
Para conseguirlo requerirá hacer nacer las alas: ¿Cómo lo hará?...A través del amor, el
anhelo de alcanzar la belleza, y la Justicia. Cuando el Alma alcanza todas sus virtudes
"fortaleza+sabiduría+templanza" éstas le llevarán al Bien "La Cúspide". Con ello hará que le
vuelvan a crecer las alas, se elevará y volverá al Mundo de las Ideas.
El dualismo establecido por Platón entre mundo sensible y mundo de las ideas se traduce en
el caso de su antropología en un neto dualismo entre cuerpo y alma. En el pensamiento
platónico el hombre es un compuesto de dos realidades completas: cuerpo y alma. La
teoría pitagórica sobre la inmortalidad y trasmigración de las almas (metempsicosis) está
muy presente en su reflexión filosófica.

5.1. El cuerpo, cárcel del alma


Platón afirma que el cuerpo es una cárcel para el alma, porque entiende que cuerpo y alma
son dos realidades heterogéneas, tanto por su naturaleza, como por su origen:
en efecto, si el cuerpo es de naturaleza material y, en cuanto tal, pertenece al mundo de
lo sensible, el alma, por su parte, es de naturaleza espiritual y procede del mundo
inteligible. Lo propio del alma no es, pues, estar junto al cuerpo; su lugar natural es el
mundo inteligible. Por eso, mientras permanece unida al cuerpo, anhela librarse de los lazos
que la atan a lo sensible y retornar a su origen primitivo. De manera que la unión entre alma
y cuerpo es una unión accidental, semejante a la que se establece entre el cochero y su
coche o el timonel y el barco.
Es importante señalar que Platón distingue netamente la naturaleza del alma de la
naturaleza de las realidades materiales; esto es, a diferencia de los primeros filósofos, no
reduce Platón la naturaleza del alma a elementos materiales, aunque muy sutiles, sino que
asigna al alma una naturaleza espiritual.
5.2. El alma es el principio que anima al cuerpo.
Platón define el alma como principio que se mueve a sí mismo y fuente de movimiento. En
este sentido, el alma es el principio que mueve y anima al cuerpo, por sí solo inanimado. Y
según Platón, lo que se mueve a sí mismo es inmortal e ingénito. De este modo, queda
establecida la superioridad del alma sobre el cuerpo: el alma da vida y gobierna al
cuerpo.
5.3. Las tres partes del alma.
Para Platón, el alma consta de tres partes distintas, entendidas como funciones, no como
partes materiales: la parte racional, la irascible y la concupiscible.
o La parte racional viene representada, en el mito del carro alado, por el cochero. Es
la más noble y elevada, pues su actividad consiste en conocer intelectivamente y
dirigir y guiar a las otras dos.
o La parte irascible está representada por el caballo bueno y hermoso, que

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simboliza el valor y la voluntad, y se deja conducir muy fácilmente.
o La parte concupiscible está representada por el caballo malo y feo, difícil de
guiar, que simboliza el deseo y la pasión sensible inmoderados. Por eso, es fácil
que el cochero (parte racional), aun estando apoyado por el caballo dócil (parte
irascible), pierda el equilibrio, debido al caballo contrahecho y pesado (parte
concupiscible), y se precipite en el mundo corpóreo.
En realidad, Platón, con este mito, está tratando de resolver el problema de lo racional
(alma intelectiva) y lo irracional (alma irascible y concupiscible) en el hombre y está
aludiendo a la necesidad de que lo racional gobierne sobre lo irracional.
La naturaleza tripartita del alma plantea el problema de si ésta es inmortal en sus tres
partes o sólo en cuanto a su parte racional. Platón es absolutamente ambiguo en este
punto.

5.4. La inmortalidad del alma.


Es una de las doctrinas fundamentales del autor y constituyó una novedad filosófica. En la
República, por ejemplo, Sócrates pregunta a Glaucón: “¿no sabías que nuestra alma es
inmortal?” Glaucón se asombra: “No, de verdad no lo sabía.
Platón intenta demostrar la inmortalidad del alma con varios argumentos que él mismo
reconoce no son sino probables y no disipan dudas. Lo mismo sucede con la doctrina de las
reencarnaciones sucesivas del alma; la mayoría de ellos están desarrollados en el Fedón.
Argumento de la sucesión de contrarios
Basándose en la hipótesis del proceso cíclico eterno de la realidad, afirma Platón que a cada cosa le
sucede su contrario: de lo fuerte nace lo débil; de lo rápido, lo lento. Lo mismo ocurre con los
términos contrarios vida y muerte: a la muerte debe suceder la vida.
Argumento de la participación del alma en la Idea de la vida
Cada cosa, en cuanto participa esencialmente de una Idea, no puede acoger en sí la Idea contraria.
El alma participa de la Idea de la vida, por lo que no puede tener en sí su contrario, la muerte. Por
tanto, el alma es inmortal.
Argumento de la semejanza con las ideas.
Mientras está unida al cuerpo, el alma tiende constantemente hacia el mundo de las ideas, porque es
el mundo al cual ella pertenece propiamente. El alma es semejante a las ideas y, por lo mismo, es
inmaterial, simple e indivisible; por tanto, el alma no se puede descomponer ni corromper. El alma es,
pues, inmortal.

Argumento de la reminiscencia.
Para Platón, conocer es recordar. El alma conoce después de nacer, lo que significa que recuerda. Y
esto implica que preexiste independiente del cuerpo antes de nacer. Si preexiste, también sobrevive,
independiente del cuerpo, después de la muerte de éste. Por tanto, el alma es inmortal.
Argumento ético del dominio sobre el cuerpo.
Si el cuerpo y el alma se destruyen con la muerte, aquéllos que no han dominado las pasiones y
deseos inmoderados de su cuerpo, y han cometido maldades, quedan perdonados al morir, de su vida
impía; entonces el bien y el mal quedan sin premio y sin castigo, lo que sería injusto; por tanto, es
necesario que el alma sea inmortal.
El destino último del alma.
Las almas que se dejan guiar por lo que es justo y recto, las que filosofan y conocen el mundo ideal,
vuelven a su lugar de origen (la morada divina), en donde preexistían; mientras que las almas
inmundas, que se han dejado llevar de sus pasiones incontroladas, sufren un juicio y son condenadas a
errar y a vagar indefinidamente, expiando las culpas de su vida pasada, hasta que finalice el cielo de
diez mil años.

23
6. ÉTICA.
La teoría de las Ideas de Platón significa, a este nivel, la superación -al igual que lo fuera
la filosofía de Sócrates- del relativismo moral de los sofistas: en efecto, las Ideas
subsistentes de Justicia en sí, Bondad en sí... se convierten en los criterios exactos para
discernir lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. Las Ideas son ellas mismas valores.
La ética de Platón analiza qué es el Sumo Bien para el hombre, Bien, en cuya consecución
consiste la felicidad y al que se llega mediante la práctica de la virtud.
6.1. El Sumo Bien como mezcla proporcionada de placer y sabiduría
Según Platón, la vida buena no puede ser ni el placer sólo ni la sabiduría sólo, sino una
mezcla de ambos, pues el hombre no es ni pura animalidad ni pura inteligencia. El Sumo
Bien sólo puede ser una vida mixta de placer y sabiduría.
Ahora bien, la mezcla de placer y sabiduría debe ser una mezcla proporcionada: Platón
compara la sabiduría con una fuente de agua y el placer con una fuente de miel; y del mismo
modo que es necesario -para obtener una bebida grata al paladar- mezclar el agua y la miel
en su justa proporción, así es necesario -para obtener el Bien- mezclar proporcionadamente
sabiduría y placer. En el Filebo expone Platón, en forma de escala gradual, los elementos
que integran la mezcla: 1) la medida, lo comedido; 2) la proporción, la belleza, la perfección,
la eficacia; 3) el entendimiento y la sabiduría; 4) las ciencias, las artes, las opiniones
rectas; 5) los placeres exentos de dolor o placeres puros. Tal es el Sumo Bien para el
hombre, Sumo Bien que tiene por notas esenciales -de acuerdo con la forma griega de
concebir dicho concepto- la proporción (simetría), la verdad (alézeia) y la belleza (kalón).
Sin embargo, a juicio de algunos autores, esta forma de entender el Sumo Bien no
expresa por completo el pensamiento de Platón al respecto: en Platón -dicen- el Bien
absoluto para el hombre no es, en definitiva, otra cosa que las Ideas, en cuya
contemplación consiste la felicidad suprema. En este sentido, la virtud, como medio para
acceder al Sumo Bien, desempeña una función análoga a la Dialéctica y demás métodos
encaminados hacia la aprehensión de las Ideas, tomadas como objetos genuinos de ciencia.
En realidad, todo esto es consecuencia de la íntima relación existente entre todos los
elementos de la filosofía de Platón, por un lado, y de la misma evolución interna de su
pensamiento, por otro.
6.2. La virtud como ordenación entre las partes del alma
Mediante la práctica de la virtud se accede al Sumo Bien y, por tanto, a la suprema
felicidad; por eso, la virtud es, según Platón, el tesoro más valioso para el hombre.
¿Cómo se entiende la virtud en el pensamiento platónico? En realidad, el concepto de
virtud es objeto de diversas determinaciones a lo largo de los Diálogos. La virtud como
salud del alma, entendiendo por tal el hecho de que cada una de las partes de ésta cumpla
con la disposición que le es propia:
o a la parte racional corresponde la sabiduría o prudencia (Sofía, frónesis);
o a la parte irascible, la fortaleza (andreia)
o a la parte concupiscible la templanza (sophrosine).
La virtud es la armonía u ordenación entre esas tres partes. En este sentido, identifica
Platón la noción de virtud con la noción de justicia.
Definida la virtud desde el ángulo de la naturaleza tripartita del alma, sabiduría,
fortaleza, templanza y justicia aparecen como las cuatro virtudes principales, ocupando la
justicia el primer puesto.

24
Pero en su obra hay además otras determinaciones de la virtud: así, Platón comparte la
tesis socrática de la identificación entre virtud y conocimiento, tesis que completa
naturalmente con su teoría de las Ideas. Desde este punto de vista, todas las virtudes se
unifican en la virtud de la prudencia o sabiduría, como conocimiento de lo que es bueno para
el hombre o, mejor, del Bien, conocimiento que constituye la condición ineludible para la
práctica del mismo.
7. TEORÍA POLÍTICA: EL ESTADO IDEAL.
Platón desarrolla en los diez libros de la República, en las Leyes y en el Político, su
concepción de un Estado ideal perfecto.
Para Platón, como para los griegos en general, el hombre es un ser social por
naturaleza. Es importante establecer lo que sea un Estado ideal perfecto, porque entre el
individuo y el Estado o comunidad social existe una relación de reciprocidad: el individuo
sólo puede hacerse perfecto en el seno de un Estado perfecto y, a la inversa, un
Estado perfecto sólo es concebible si sus ciudadanos son virtuosos.
7.1. El Estado como organismo.
Hay que tener en cuenta que, al hablar del Estado, Platón no está pensando en el tipo de
Estado moderno, sino en la clase de Ciudad-Estado griego. Y de acuerdo con la mentalidad
griega tiene muy presente que el individuo depende de la comunidad y esta supeditado a
ella: la virtud en la vida privada y la virtud en la vida pública están estrechamente
relacionadas porque es el Estado el que ha de proporcionar los medios para alcanzar la
sabiduría. Así pues, ética y política son inseparables. Por otra parte, la polis griega de la
época se dividía en tres estamentos. Por tanto, una comunidad se divide, de manera natural
en tres clases sociales. El estado platónico es un organización jerárquica muy estricta, en la
que todas las clases sirven a la comunidad y todas son igualmente necesarias
Platón concibe el Estado como un gran organismo humano. El Estado tiene las mismas
exigencias y necesidades materiales, y los mismos fines éticos que el hombre. Por eso,
existe una perfecta correlación entre los propósitos ideales del hombre y los del
Estado, entre las partes constitutivas y fundamentales de uno y otro.
Cada una de las partes del alma tiene su correspondencia en las clases sociales que
componen el Estado. Así:
 al alma racional le corresponde la clase de los gobernantes, que son los filósofos;
 al alma irascible, la clase social de los guerreros, de los soldados;
 a la concupiscible, la de los artesanos, productores.
 Los filósofos, cuya virtud es la sabiduría o prudencia, son los únicos aptos
para el gobierno;
 los soldados, virtud de la fortaleza o valor, deben defender y guardar la
polis;
 los artesanos, virtud de la templanza, suministran los medios materiales que
la comunidad necesita.
Platón establece de esta forma un paralelismo total entre el alma, la ética y la política.
Todas las clases sociales son necesarias, pero cada una goza de distinto rango y dignidad.

7.2. La justicia como ordenación de las tres clases integrantes del Estado
La justicia es la condición indispensable y el objetivo máximo del Estado perfecto. La
justicia es la virtud de la ciudad.

25
Platón establece un perfecto paralelismo entre la justicia en el individuo y la justicia
en la ciudad: si en el primer caso, la justicia consiste en que cada parte del alma se ordene
según la disposición o virtud que le es propia, la justicia en la ciudad consiste en que cada
una de las tres clases de ciudadanos se atenta al cometido que le es propio, orden y
equilibrio y paz entre las clases sociales
El fin de la justicia no es otro que la salvaguarda del bien común, objetivo hacia el que van
encaminadas las múltiples leyes que rigen la ciudad.
Un rasgo interesante de la doctrina política de Platón es la figura del rey-filósofo: Platón
encomienda a los filósofos la tarea de gobernar. Ello es perfectamente coherente con el
tono general de la filosofía de Platón. En efecto, los filósofos están en contacto con el
mundo de las Ideas, mundo del verdadero ser, del auténtico conocer y de los valores
supremos; así, el filósofo está mejor preparado que ningún otro para gobernar, pues.
conoce mejor que nadie el Bien y la Justicia.

7.3. El bien común.


En el Estado ideal delineado por Platón, el bien común está por encima de cualquier
bien particular. Puesto que los filósofos deben buscar el bien general de la colectividad,
con el fin de evitar tentaciones interesadas y distracciones inútiles, no poseen propiedad
privada alguna, ni mujer e hijos propios. Su interés máximo debe ser lograr la mayor
sabiduría posible, con el fin de estar bien preparados para desempeñar su misión de
gobierno. También los soldados renuncian a la familia y a la propiedad privada, y se
dedican a dominar su violencia ejercitando la virtud de la fortaleza, bajo la dirección de la
razón. Los únicos que disfrutan de propiedad privada, aunque común, limitada y bajo
control directo del Estado, y los únicos que mantienen vínculos familiares estables son los
artesanos, que deben proveer a las necesidades vitales de la sociedad. Los artesanos no
necesitan ningún tipo de educación, sólo la profesional propia de cada uno, y tienen que
obedecer a los poderes políticos.
En este Estado ideal sólo los mejores, una minoría muy selecta, ostentan el poder. Las
clases sociales, aunque abiertas, están controladas por un preciso criterio selectivo. Es un
Estado de clara inspiración aristócrata.
Es también interesante apuntar -aunque sólo sea como mera indicación- que en el Estado
ideal de Platón se considera que las mujeres tienen las mismas capacidades naturales que
los hombres; de manera que -tal como se expone en el libro V de la República- las mujeres
pueden desempeñar las mismas funciones sociales que los hombres, incluida la guerra.

7.4. Formas de gobierno.


Para Platón existen cinco formas de gobierno, aunque posteriormente introduzca algunas
variaciones en su clasificación primitiva:
a partir de la monarquía o aristocracia, por degeneración sucesiva, surgen las demás: la
timocracia, la oligarquía, la democracia y, la peor de todas, la tiranía.
La monarquía o aristocracia es la forma más perfecta e ideal de gobierno: el gobierno de
los mejores. La decadencia de este régimen da lugar a la timocracia, en la que predomina
la clase militar. Este régimen no es todavía malo, pero da paso a la oligarquía, en la que una
pequeña minoría ambiciosa ostenta el poder y oprime férreamente al resto de los
ciudadanos que, cansados de tal abuso, acaban con los oligarcas y se apoderan del gobierno
(democracia). Pero la masa no está preparada para gobernar, por lo que se produce tal
desorden que el más demagogo y violento se erige en tirano y suprime la libertad. Este es
el gobierno más injusto y el grado más bajo y degenerado de las formas de gobierno; por
eso semejante institución no puede permanecer eternamente, aunque resulte difícil de
derrocar.

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Esta clasificación de formas de gobierno es paralela a la de las formas de alma: el alma
perfecta es aquélla en que sus tres partes o principios se ordenan conforme a la disposición
que les es propia, de manera que corresponde al principio racional el dominio sobre los
principios inferiores. El proceso de degeneración del alma comienza cuando estos últimos
pretenden erigirse en principios rectores; surge, así, el tipo avaro, el tipo ambicioso.

Se concluye de lo dicho que la República es una detallada descripción de cómo debe ser la
ciudad ideal. Los aspectos fundamentales que expresan las condiciones de posibilidad de la
ciudad ideal son (para resumir) las siguientes:
o La educación: es lo más importante. El estado platónico es, ante todo, un “estado
educador”, aunque Platón no prevé educación ninguna para el estamento inferior.
o Preferencia de determinados sistemas de gobierno conlleva una evolución de los
mismos. Su teoría contiene, por tanto, un estudio de la evolución de las formas
políticas: el devenir histórico de los estados conduce necesariamente a su degradación.
Así a la aristocracia (forma más perfecta) sucede la timocracia (dominio del ansia de
honores y ambición de los guerreros), luego la oligarquía (gobierno de los ricos) y más
tarde la democracia. Ésta dignifica la igualdad de todos y la máxima libertad en la que
cada uno escoge su forma de vida. Pero como la oligarquía había descuidado la educación
del pueblo, la democracia no puede durar mucho y conduce a la tiranía, ruina definitiva
del estado: “de la extrema libertad surge la mayor esclavitud”
o Abolición de la familia y la propiedad privada en los dos estamentos superiores, como
medios para garantizar la igualdad y la concordia entre todos.
o Igualdad de la mujer ya que “no existe en la administración del estado ninguna función
que sea propia de la mujer como mujer, ni del varón como varón, sino que las dotes
naturales están diseminadas indistintamente en unos y otros
7.5. LA EDUCACIÓN DE LOS FILÓSOFOS
La propuesta del rey filósofo que aparece en la República se basa en la idea de que el
conocimiento ha de ser la auténtica guía en la moral y en la política. Los filósofos deberían
convertirse en reyes o los reyes deberían hacerse filósofos. Los gobernantes deben ser los sabios
del estado y si esto no es posible hay que educar a los gobernantes como sabios.
Llegado este punto, el filósofo se verá obligado a descender a la «caverna” para guiar a quienes
siguen en la oscuridad: abandonará la contemplación del bien –se debe al Estado que ha hecho posible
su «liberación»— y aceptará la ardua tarea de gobernar la ciudad. Solo después de quince años de
servicio se le permita de la vida pública y dedicarse ya plenamente a sus estudios: Platón no contempla
la posibilidad de que la élite se dedique exclusivamente a la vida contemplativa.
El proyecto político de Platón es, como hemos visto, un proyecto basado en la educación:: es la
educación de la República la que hace posible que sus ciudadanos sean buenos y sabios, y en ella
confluyen, por tanto, la vida privada y la vida pública. La teoría de las ideas le sirve a Platón para
articular todo este proyecto y, fundamentó también en ella su cosmología.

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LA REPÚBLICA (PLATÓN)
LIBRO VII, 514a-517 c; 518b-520a; 532a-535ª.

1 PARA ENTENDER EL TEXTO:

La República es una obra de madurez que muestra la pasión política del autor. En ella
expresa no sólo su concepción de la sociedad y de la política, sino que procura
fundamentar su visión en sus presupuestos metafísicos.
En esta obra se perfilan sus concepciones de la república, de la justicia, de las formas
de gobierno, del régimen ideal, de las clases sociales y de un proyecto de educación que
permita la realización de su PROPUESTA ÉTICA Y POLÍTICA. Para desarrollar este fin
práctico, necesita exponer su visión ontológica o de la realidad, su teoría del conocimiento,
epistemología o gnoseología, su teoría antropológica o del hombre, y su teoría pedagógico-
educativa.
2 EL MITO DE LA CAVERNA
El punto de referencia del texto es la alegoría o mito de la caverna. Sobre esto
giran los diversos contenidos. La escena describe dos mundos contrapuestos: uno el de la
cueva y dentro de ella, la mampara, el fuego, los paseantes de imágenes, los prisioneros
encadenados y las sombras; el otro, el de fuera de la caverna, el sol resplandeciente. En la
caverna los prisioneros sólo pueden ver las sombras de los objetos que se proyectan sobre
la pared. Pero un prisionero escapa. Siente dificultades en su búsqueda de la luz. Quedará
deslumbrado por su intensidad. Sus ojos no están acostumbrados a ella y siente dolor. ¿Por
qué no volver a la oscuridad si en ella se sentía a gusto? Poco a poco, pero con enorme
esfuerzo, empieza a ver a medida que va ascendiendo hasta poder contemplar
directamente el sol. Deseará quedarse en ese lugar privilegiado pero ha de regresar y
comunicar al resto de los prisioneros que existe un mundo maravilloso que ha podido
contemplar. Ellos se reirán de él y pretenderán permanecer allí, pero ha de intentar
hacerles ver su error.

3 LOS TEMAS DEL TEXTO


1. ONTOLOGÍA, VISIÓN DE LA REALIDAD, TEORÍA DE LAS IDEAS
El mito de la caverna expone que existen dos clases de realidad o 2 mundos: el
sensible (captado por los sentidos, muestra apariencias) y el inteligible donde se sitúan las
ideas. El mundo de las ideas se convierte en el pilar de la filosofía de Platón.
Las ideas son:
1 Desde el punto de vista ontológico la auténtica realidad y el paradigma del mundo
sensible.
2 Desde el punto de vista gnoseológico o epistemológico, el único objeto del
conocimiento científico.
3 Desde el punto de vista ético, los auténticos valores.
4 Desde el punto de vista político, criterios para discernir qué actos son justos.

2. TEORÍA DEL CONOCIMIENTO


El mito de la caverna establece un paralelismo entre los dos mundos y dos grados
del conocimiento: conocimiento sensible (reflejos de la auténtica realidad) y conocimiento
intelectual (la contemplación de la luz).
3. TEORÍA ANTROPOLÓGICA
La lectura que se puede hacer sobre su visión del hombre es doble:
1 A nivel individual: el hombre el hombre está compuesto por dos realidades

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unidas accidentalmente (dualismo antropológico): cuerpo - en el mundo de las
sombras- y alma -en el mundo de la ideas-.
2 A nivel colectivo: existen 2 clases de hombres: los vulgares que viven en el
mundo de las sombras, “ignorantes” y conformistas que se dejan guiar por meras
apariencias y los “sabios” (los que tienen actitud de sabios) que buscan la verdad
y se comportan de acuerdo con ella (buscan el auténtico bien -no el aparente- y
la justicia.
El hombre ha sido arrojado al mundo de las sombras y de las apariencias
encadenado a su biología, a lo social, a la cultura dominante y manipuladora. Pero es
posible liberarse y emprender el camino de la existencia auténtica, del
conocimiento, de los valores (libertador del mito)
4 TEORÍA ÉTICA
Es necesario descubrir la Idea de Bien, y en la consecución de ello consiste la
felicidad. Para ello es imprescindible la virtud (armonía de las partes del alma, armonía
conductual). Expone su tipología de las virtudes.
5 TEORÍA POLÍTICA-SOCIAL
Es fundamental en el texto. La República tiene un fin eminentemente político:
quiere establecer un modelo social y político de carácter aristocrático cuyo referente más
cercano puede ser Esparta. Para Platón todo cambio social significa corrupción, decadencia
y degeneración. ¿Cómo podría detenerse? En primer lugar averiguando las causas.
¿De dónde proviene la degeneración política? De la degeneración moral e
intelectual. El objetivo de todo su planteamiento ontológico, epistemológico, ético, político
y de su proyecto educativo es precisamente éste: la formación de los ciudadanos, de
determinados ciudadanos, de los gobernantes, de los destinados por naturaleza a dirigir la
polis: no se deben mezclar la clases sociales ni confundir su naturaleza ni sus funciones
pues esto es la causa de la degeneración sociopolítica. Por tanto, habría que establecer
división de clases sociales que tenga su fundamento en los distintos “tipos de alma” y
atribuirle a cada uno una función específica dentro de la sociedad: gobernantes, guerreros,
artesanos. Es importante saber la función que desempeña cada uno de ellos, el concepto de
justicia social y el papel de los filósofos o gobernantes.
6 EL MÉTODO DIALÉCTICO
Frente a la retórica de los sofistas que sólo pretenden la persuasión mediante la
sugestión de la palabra, la dialéctica aspira al conocimiento de la verdad y de la idea del
Bien como fundamento de cualquier otra realidad: es necesaria para situarse en la
verdadera realidad (no en la aparente), para tener conocimiento auténtico (no simple
opinión), para saber comportarse en la vida privada (ética) y en la vida pública (política).
pretende evitar el relativismo y el escepticismo de los autores sofistas y elabora la teoría
de las ideas como punto firme donde anclar el conocimiento y descubrir cómo son las cosas
en sí mismas, no como aparecen para nosotros.
En el texto la dialéctica es entendida como paso mediante el cual el filósofo (el
sabio) va pasando y ascendiendo desde el mundo de las sombras hasta la contemplación de
las ideas y, en especial de la Idea de Bien. Otras veces es usado el término para referirse
al método racional, científico por antonomasia, al procedimiento de enseñanza, al proceso
de educación, a la ciencia suprema que permite la contemplación del ser.
De lo expuesto se deduce que Platón pretende evitar el relativismo y el
escepticismo de los autores sofistas precedentes y para ellos elabora la teoría de las
ideas como punto firme donde anclar el conocimiento y descubrir cómo son las cosas
en sí mismas, no como aparecen para nosotros. A pesar de su carácter tan
marcadamente especulativo y metafísico, la teoría platónica (en general, y de las

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ideas en particular) responde a una intención práctica, moral y política: sentar las
bases de una ética universalista que permita resolver la confusión entre lo justo y lo
conveniente. El plan de la obra es complejo y con él quiere describir las características
de la justicia como principio organizador de la ciudad perfecta. Este ideal tiene que
construirse conociendo la psicología humana: igual que hay partes del alma
subordinadas a otras, así debe organizarse la ciudad. La aplicación de la justicia
requiere un gran conocimiento del alma y como ésta puede conocer la verdad y
contemplar el bien. Este es el objetivo del mito de la caverna y del capítulo VII de la
República.

APORTACIONES DE PLATÓN
En metafísica y física:
-La teoría de las Ideas de Platón representa una nueva solución al problema griego del ser y el
devenir.
-Intenta dar una explicación coherente del origen del mundo sensible, mediante la cual quedan
justificados tanto lo que en el mundo hay de orden, belleza y perfección, como lo que hay de
imperfección y necesidad.
En teoría del conocimiento:
-Supera el relativismo y el escepticismo de los sofistas.
-Con su teoría de las Ideas consigue dotar de una base objetiva a los conceptos universales de
Sócrates.
-Establece para la ciencia los caracteres de objetividad, infalibilidad y valor universal.
-Define el objeto de la ciencia, capaz de satisfacer esas condiciones.
-Continúa, y hasta agudiza, el dualismo, ya clásico en la filosofía griega, entre sentidos y razón.
En antropología y ética:
-Aporta una explicación del hombre y de sus ideales morales, teniendo en cuenta los componentes
diversos de la naturaleza humana.
-Supera el relativismo moral de los sofistas y continúa la obra de Sócrates, al reconocer la existencia
objetiva de los valores (las ideas).
-Establece para el hombre una tensión hacia lo trascendente.
En política:
-Platón es autor de una de las más importantes utopías de la historia del pensamiento: el Estado
Ideal.

I.E.S. García Bernalt


Departamento de Filosofía

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ARISTÓTELES
1. Biografía-Obras

2. Orientación de su pensamiento.

3. Coincidencias-discrepancias con Platón.

 La crítica a Platón

 Crítica a la teoría de la Ideas

 Nueva visión de la realidad. La teoría de la sustancia. Teoría física

4. El problema del conocimiento:

5 Antropología.

6 ÉTICA:

a) El bien y la felicidad

b) La virtud

7 POLÍTICA:

a) Tipos de comunidad

b) Finalidad del estado

c) Los regímenes políticos

ESCUELAS
ESCUELAS ÉTICAS POST-
POST-ARISTOTÉLICAS
1. Contexto.

2. Los sistemas filosófico

31
ARISTÓTELES
Aristóteles pasó veinte años en la Academia de Platón, y su pensamiento –aunque parte de
una crítica explícita de la doctrina de su maestro- posee un innegable fondo platónico. Su
interés primordial se dirige hacia la investigación de la naturaleza –y en eso enlaza con los
primeros filósofos-, en particular de los seres vivos: fue en primer gran biólogo de la
historia (1). Sin embargo, no se limitó a la observación: pretendió establecer el fundamento
filosófico de las ciencias empíricas. Fue, pues, ante todo un científico y un filósofo de la
ciencia. Pero además, y a pesar de ser extranjero en Atenas –excluido, por tanto, de la
participación en la vida política-, la vida en el estado acaparó gran parte de su reflexión
filosófica. En concreto es el tema central de la obra Política.

1. BIOGRAFÍA-OBRAS
(Estúdiese previamente el contexto que viene en los apuntes para “comprender la obra la política”)
La Grecia de Aristóteles es la Grecia del rey Filipo de Macedonia y de su hijo
Alejandro Magno (ver documento “para entender la Política). Nace en el año 384-3 a.C. en
Estagira de Tracia pequeña ciudad de Macedonia. Procede de una familia de médicos; su
padre es médico del rey Amintas II de Macedonia, padre de Filipo, hecho que influye en el
tinte empírico de su filosofía. En la vida y en la evolución doctrinal de Aristóteles cabe
destacar tres momentos importantes:

Estancia en la Academia y adhesión a la filosofía de Platón


A los 17 años, Aristóteles se traslada a Atenas y entra en la Academia de Platón, donde
permanece durante veinte años. En esta primera época se adhiere a la filosofía de su
maestro: acepta la doctrina de las ideas separadas, la teoría de la reminiscencia y
preexistencia del alma, entre otras. Comparte con su maestro no sólo los temas, sino
también la forma de escribir, el diálogo, y hasta los mismos títulos.
Su origen natal macedónico, por un lado, y su formación platónica de carácter
ateniense, determinan en él dos mundos en constante conflicto: era un hombre que se
hallaba muy cercano al poder macedónico, pero como brillante intelectual, gustaba del
ambiente de la culta y refinada Atenas.
Los avatares políticos obligaron a Aristóteles a abandonar precipitadamente su
querida Academia y Atenas. Filipo II de Macedonia, amigo de Aristóteles, una vez
consolidado en el trono, había iniciado unas astutas campañas diplomáticas y militares que
lo llevaron a una posición de hegemonía sobre toda Grecia. Este proceso provocó profundos
odios entre los atenienses contra todo aquel que fuera macedónico. Aristóteles, cuyas
excelentes relaciones con el poder macedonio eran bien conocidas, tuvo que abandonar
Atenas, su polis más querida. Aquel mismo año, el 347 a. C., había muerto Platón.

B) Salida de Atenas y primeras críticas a las doctrinas de Platón


A la muerte de Platón, los avatares políticos llevaron a Aristóteles a un duro peregrinaje
por tierras griegas y vive en Assos (allí establece una especie de filial de la Academia
donde reúne a alumnos y colaboradores) y Mitilene, en la isla de Lesbos.
Es en este segundo período cuando empieza a discrepar de algunas de las doctrinas
fundamentales de la Academia, especialmente de la teoría de las ideas separadas, y cuando
empieza a perfilar su propio sistema. Se sabe que pasaba gran parte del tiempo
observando, catalogando y describiendo animales, plantas y fenómenos metereológicos, es
decir, es un momento de estudios e investigaciones de ciencias naturales.
(1) Darwin dirá de Aristóteles: “Linneo y Cuvier son mis dioses, pero son niños comparados con el
viejo Aristóteles”

32
En el 343-2, Aristóteles es llamado a Macedonia por el rey Filipo para encargarse
de la educación de su hijo Alejandro, el futuro Alejandro Magno. De este modo pudo
realizar aquello que tanto había deseado Platón: formar intelectualmente a un futuro rey,
unir poder intelectual y poder político. Alejandro contaba entonces 13 años y hasta los 16,
Aristóteles fue su educador.
La educación del joven príncipe se vio interrumpida cuando éste tuvo que hacerse
cargo de la regencia (Filipo se encontraba ausente por actividades bélicas). En este
momento vuelve a Estagira de Tracia, donde vive unos años de concentración intelectual
en los que sistematizó sus observaciones y sus reflexiones.
La ambición de Filipo de poseer la hegemonía de Grecia se consolidó en la batalla de
Queronea (338 a. C.) en el que el rey y su general A. Magno derrotaron a la alianza de
Atenas y Tebas. Pero el rey Filipo es asesinado misteriosamente por un miembro de su
guardia personal, cuando se disponía a preparar la campaña hacia Persia. Las polis griegas
bajo dominación macedona pensaron que éste era el momento de revelarse, pero
fracasaron. A. Magno, con habilidad, se impuso como nuevo monarca, eliminando los
posibles rivales. En este momento Aristóteles vuelve a la sometida Atenas.

C) Vuelta a Atenas y su actividad en el Liceo


Cuando Alejandro sube al trono (336-5), Aristóteles se instala de nuevo en Atenas. Aquí
no vuelve a la Academia de Platón, sino que funda una escuela propia en el Liceo (llamado así
porque estaba situada en los jardines del santuario dedicado al dios Apolo Likeis) , muy
conocida por el nombre de "peripatética", debido a la costumbre de Aristóteles de dar las
clases andando por el paseo (Perípatos) del Liceo. Durante esta última época, que se
extiende desde el 335 hasta el 322, año en que se ve obligado a huir de Atenas, el filósofo
desarrolla una amplia labor docente e investigadora. Aristóteles no abandona totalmente la
metafísica, pero su actitud dominante es la del observador empírico. Hay que destacar sus
estudios científicos, llevados a cabo en los campos de la naturaleza y historia.
Mientras Aristóteles enseñaba en el Liceo, la situación socio-política griega era
cada vez más comprometida. La hegemonía macedonia había deshecho el sistema de polis o
ciudades-estado característico de Grecia. Además las victorias y conquistas orientales de
Alejandro alimentaban sus inclinaciones más despóticas y hacían crecer sus pretensiones de
divinidad. Al final de esta época se rompió la amistad de Aristóteles con Alejandro. El
maestro criticaba sus pretensiones de divinidad y la destrucción del modelo griego de polis.
Poco antes de la muerte de Alejandro, el partido macedonio era odiado por el
pueblo griego. Aristóteles asociado con A. Magno y con el poder macedonio, fue también
odiado. Cuando, en el año 323 a. C., murió Alejandro, Aristóteles fue acusado de impío, y
para evitar lo que el denominó un segundo crimen contra la filosofía (el primero fue contra
Sócrates), abandonó la ciudad de Atenas y se retiró a la isla de Eubea. Murió al año
siguiente, 322 a. C.. Su discípulo Teofrasto fue el nuevo director y continuador del Liceo y
de su selecta biblioteca.
En cuanto a sus escritos (Corpus Aristotelicum), se dividen en dos grupos:
- los "exotéricos": se supone que son diálogos de carácter lúdico y divulgativo que
Aristóteles escribía para el gran público. No se han conservado.
- los "esotéricos" o "acroamáticos": transcripciones o apuntes de las lecciones que
impartía a los estudiantes en el Liceo. Son escritos difíciles sólo asequibles a los iniciados.
1. Escritos de lógica, conocidos con el nombre de Órganon.
2. Escritos metafísicos, que constan de catorce libros.
3. Obras sobre filosofía natural, ciencias naturales, psicología, etc.
4. Obras sobre ética y política.
5. Obras sobre estética, historia y literatura.

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2. ORIENTACIÓN DE SU PENSAMIENTO EN CUANTO A POLÍTICA
Junto con Platón, Aristóteles es el filósofo griego más influyente. Los dos, discípulo
y maestro, constituyen, en buena medida los pilares de la tradición filosófica occidental.
Se sitúan a sí mismos en conexión con la filosofía anterior a la sofística, es decir, con la
filosofía presocrática: reconducen la filosofía a sus intereses cósmicos, pero por otro lado
no abandonan las preocupaciones antropológicas de la época más reciente. En este segundo
sentido puede considerarse a Platón y a Aristóteles como discípulos de Sócrates por su
oposición al relativismo ético de los sofistas. Tanto Platón como Aristóteles desarrollan
ampliamente los temas de ética y política (vuélvase a estudiar los apuntes sobre el texto).
En concreto la obra Política se mantiene en la línea de la República de Platón: se trata de
establecer las mejores condiciones posibles que permitan el desarrollo integral del hombre
en el ámbito de la polis o estado (puesto que el hombre es un animal social por naturaleza y
sólo el estado puede vivir). Para entender este empeño hay que considerar que Aristóteles
escribe su obra Política en unos años en los que la polis de Atenas ha sido vencida por
Esparta en las Guerras del Peloponeso y conquistada después por Macedonia.
En cuanto al otro gran tema de su investigación, la naturaleza, Aristóteles orienta su
pensamiento hacia una valoración del mundo sensible. Las únicas realidades
verdaderamente existentes son los sujetos individuales. Éstos son múltiples y están
sujetos al devenir, esto es innegable; pero al mismo tiempo son estables en sus esencias. El
universal no está en un mundo aparte de lo sensible, sino en lo individual concreto, como
esencia (en este sentido elabora una teoría física o de la realidad o visión del mundo y en
consonancia una teoría del conocimiento.
En conclusión podría decirse lo siguiente:
1) El proyecto aristotélico es de carácter fundamentalmente científico. Al menos en la etapa del
Liceo parece haberse consagrado a una tarea fundamental: desarrollar, con una metodología apropiada,
la ciencia empírica, continuando así la tradición científica de los filósofos jonios. Una corriente de
este tipo debía de existir ya en la Academia, especialmente desde la incorporación a la misma de
Eudoxo de Cnido, notable geógrafo y astrónomo.

2) La reflexión filosófica estricta -que Aristóteles nunca abandonó- parece orientada, en gran
parte, a establecer los fundamentos teóricos de la investigación científica de la naturaleza. Ello
supuso una profunda modificación del platonismo, ya que para Platón el estudio de la naturaleza (la
física) carecía de carácter científico. Sin embargo, Aristóteles se mantuvo fiel a lo más esencial de la
herencia socrático-platónica y seguramente concibió su filosofía como el perfeccionamiento
definitivo del platonismo.

3) Finalmente, Aristóteles estuvo siempre interesado por los problemas prácticos de la vida en
ciudad. Ahora bien, la ética y la política aristotélicas tienen una finalidad eminentemente práctica
y se basan en la experiencia de la vida. Aristóteles se atiene a lo posible: nunca soñó con una ciudad
ideal, como Platón.
3. COINCIDENCIAS Y DISCREPANCIAS CON PLATÓN
Aristóteles es un buen conocedor de la filosofía que se había hecho con
anterioridad, hasta el punto de que a él se debe la primera recopilación del pensamiento
de otros autores. Este contacto con la obra de otros autores ha dejado huella en él. La
influencia decisiva, la que está en la base de su pensamiento es la de su maestro Platón.
Coincidencias:
1 La concepción del conocimiento como conocimiento de lo universal, y la identificación
de éste como principio de las cosas.
2 Se interesa por los caracteres del conocimiento científico y su método
3 Importancia de la política y de la ética

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Discrepancias:
1 La teoría del conocimiento y abandono del método dialéctico:
Aristóteles rechaza la dialéctica de su maestro por considerar que no un método
demostrativo sino mostrativo (importancia de la demostración del método inductivo y
del silogismo).
2 La distinta concepción de la Physis y la substancia:
a partir de los sofistas la naturaleza había quedado relegada como centro de atención
de la filosofía. con Platón, no sólo es relegada como objeto del pensamiento sino que
ocupa un segundo plano en la realidad, por debajo de las Ideas en las que radica el ser, la
realidad plena. Con Aristóteles vuelve a tener un papel central (Teoría Física) y da una
nueva definición.
3 El rechazo de la teoría de las Ideas:
Aristóteles comenzó siendo fiel discípulo de Platón, y como tal, en un principio defendió
la teoría de las Ideas pero luego, en su periodo de madurez le criticó sus insuficiencias y
contradicciones.
Frente a esta concepción platónica, Aristóteles sostiene que el ser de las cosas, su
esencia, no está en las Ideas, en un mundo trascendente, sino en este mundo, en el
mundo físico, sensible (importancia de la FÍSICA de Aristóteles; Carácter EMPIRISTA
de su filosofía). Es el tema de la SUSTANCIA.
LA CRÍTICA A PLATÓN
Esta crítica incluye:
1. Una modificación profunda –más que un rechazo total de la teoría de las ideas.
Como consecuencia:
2. Una nueva teoría de la sustancia (de la realidad, del mundo)
3. Una nueva teoría del conocimiento
CRÍTICA A LA TEORÍA DE LAS IDEAS
Aristóteles dedica mucho espacio a esta crítica –libros I, VII, XIII y XIV de la
Metafísica- quizá para justificar su ruptura con la Academia y la orientación de su
pensamiento, que parece partir justamente de esta crítica (1).
La teoría de las Ideas continúa el intento de Sócrates de determinar y definir la esencia
de las cosas. Al definir una esencia (“lo que es” tal cosa) se obtiene el concepto general o
“universal” de la misma. Según Aristóteles Sócrates no otorgaba una existencia separada ni
a los universales ni a las definiciones. Pero los filósofos que vinieron después los separaron
y dieron a esta clase de realidades el nombre de “Ideas”. Es este carácter separado de las
ideas lo que Aristóteles no admite. Sí admite que hay esencias pero se encuentran en las
cosas. No existe, por ejemplo, La “Idea” separada de “ser humano”; sí existe la esencia o
naturaleza humana pero realizada en los seres particulares. Supone una reduplicación
absurda de las cosas. Y para marcar sus diferencias con Platón ya no llamará a la esencia
(1) Ética a Nicómaco: “Han sido nuestros amigos los que han creado la teoría de las ideas”. Por eso
considerará que “substancias” son únicamente los individuos concretos, como Sócrates o caballo. Así este
mundo recupera su plena realidad: es al individuo –y no a la Idea- a lo que debemos llamar “ser” o
“substancia” (realismo de Aristóteles). Esto está relacionado con su admiración y dedicación al estudio del
mundo de la naturaleza: en la realidad sólo existen entes particulares y en la naturaleza lo único realmente
existente es cada organismo de vida; lo concreto y particular (substancia primera) tiene en sí mismo un
conjunto de cualidades universales que comparte con el resto de entes de su especie (substancia segunda).
Pero hay que seguir el parecer de que para salvar la verdad es preciso sacrificar nuestras preferencias,
tanto más cuanto que también nosotros somos filósofos. Se puede amar a los amigos y la verdad; pero lo
más honesto es dar preferencia a la verdad”

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“Idea” sino “forma” y se realiza en cada objeto en particular. Así Aristóteles sigue en un
sentido a Platón: existen las esencias; pero en otro no: no existen de modo separado.
Aristóteles permanecerá fiel a lo fundamental de la herencia socrática y platónica: la
ciencia versa sobre lo universal y general, es una búsqueda de la esencia común que se
encuentra en las cosas mismas y no separada de ellas. Esta es la idea clave de la filosofía
de Aristóteles.
Las objeciones que hace Aristóteles a la teoría de las Ideas no son demasiado
originales. Sorprendentemente ya se encontraban en los Diálogos tardíos de Platón, y
Aristóteles debió de conocerlas durante su estancia en la Academia. Particularmente dura
es su crítica al concepto de “participación”: “decir que las Ideas son paradigmas o modelos,
y que las cosas participan de ellas, no es sino pronunciar palabras vacías y construir
metáforas poéticas“.
NUEVA TEORÍA DE LA SUSTANCIA. VISIÓN DE LA REALIDAD. TEORÍA FÍSICA
Si no existen las Ideas como realidades “separadas”, no existe el mundo platónico de las
Ideas: no hay más mundo que éste, el de las cosas. Y éstas –las cosas, no las Ideas son lo
verdaderamente real. Aristóteles utiliza el término “substancia” para designar al ser real, a
la entidad existente.
En este aspecto del estudio de la naturaleza Aristóteles le critica a Platón que no le
haga justicia a los seres de este mundo (ver crítica de la teoría de las Ideas de Platón).
Aristóteles, que se inspira en las ciencias de la naturaleza, expone que hay que partir de
que los verdaderos seres son seres concretos y reales y existentes en este mundo. A esos
seres les llama sustancia primera. Sustancia primera son, por ejemplo, este hombre, este
árbol, este animal.
Junto a ésta existe la sustancia segunda o formas universales de las cosas que son
universales y objeto de definición y de ciencia. Por ejemplo Sócrates es un sustancia
primera, mientras que Hombre es sustancia segunda. Éstas, a diferencia lo que pensaba
Platón, sólo existen como universales en la mente. Por lo tanto, las formas o sustancias
existen pero realizadas en las cosas. De este modo evita el dualismo cosmológico y el
problema de la teoría de las Ideas: la esencia de las cosas no puede estar fuera de ellas, en
un mundo aparte, sino en las cosas mismas y sólo se pueden conocer con la intervención de
los sentidos.
El rechazo de la teoría ideas está vinculado al estudio físico. Una de las grandes
pasiones de Aristóteles fue la observación y el análisis de la naturaleza. La visión que
tiene de naturaleza es la de un naturalista o biólogo. Por naturaleza entiende todo lo que
tiene en sí el principio del movimiento (introduce un nuevo concepto de naturaleza frente a
los presocráticos, Sócrates o Platón) en oposición a lo “técnico” lo hecho por el obrar
humano. Por movimiento entiende cualquier cambio, alteración o transformación en los
seres de la naturaleza, es decir, entiende el paso de la potencia al acto. Todo ser está en
acto o/y en potencia, es decir, tiene una determinada realidad y una determinada capacidad
o posibilidad de ser alguna otra cosa o poder realizar algo. De otra manera expuesto todos
los seres de la naturaleza se modifican y cambian sin cesar; por consiguiente, todos
disfrutan de la posibilidad de cambiar. A esta posibilidad la llama Aristóteles potencia
(dynamís); el punto de llegada lo denomina acto (energeía). El vino está en potencia para
mudarse en vinagre; una vez el proceso terminado, tenemos vinagre en acto. La explicación
del cambio se completa con la teoría de las causas. Entiende por causa aquello que es
necesario para que se produzca un fenómeno. Habla de 4 causas: material (aquello de lo que
está hecho), formal (sus cualidades esenciales, su forma), eficiente (quien lo provoca) y
final (el objetivo que persigue).

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También es necesario saber que todas las cosas del mundo sensible se componen de
materia, o elemento indeterminado, y de forma, o elemento determinante. Un caballo es
caballo porque está precisado por la "forma de caballo". Forma no es sinónimo de figura,
sino aquello que estructura un algo -un hombre, por ejemplo- en tal algo.
Se ha denominado hilemorfismo a la teoría aristotélica que sostiene que las cosas están
compuestas de hylé (materia, o capacidad receptiva genérica) y de morfé (forma, o fuerza
estructurante). Los diversos tipos de cosas se diversifican merced, precisamente, a la
forma. El conjunto de cualidades que determinan a los caballos a ser caballos constituyen
la "forma de caballo", que no hay que confundir con su figura externa, la cual no va más allá
de ser una característica secundaria o, en todo caso, un simple resultado.
La forma constituye lo universal de cada ser y, en consecuencia, lo inteligible en él; su
materia, en cambio, es el elemento que particulariza a cada ente.

4. NUEVA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO


Si no existe otro mundo, no tiene ya sentido la teoría de la reminiscencia ni la necesidad de
un “ascenso” al mundo de la Ideas para llegar a conocer la esencia de las cosas. Ésta –la
esencia- se encuentra en las cosas mismas y a ellas hay que acudir para conocerla. Observando
los seres vivos es como descubriremos la esencia o “forma” del “ser vivo”. En definitiva el
conocimiento se produce del siguiente modo:
 Se inicia por la observación sensible: produce sensaciones o percepciones
Aristóteles prestigia y revaloriza el conocimiento sensible, cuyo objeto es la
realidad concreta y particular. Es la fuente de todos nuestras conocimientos: “nada
hay en el entendimiento que antes no estuviera en los sentidos" y podemos decir,
con los empiristas que nuestra alma es "un papel en blanco" que tenemos que
emborronar, llenar de contenido. No hay conocimiento previo ni reminiscencia, como
diría Platón.
Pero, una vez asentadas las bases sensibles del conocimiento aristotélico hay que
señalar que el hombre posee memoria, y ésta capacidad permite al hombre
progresar en su conocimiento de las cosas. El hombre no parte siempre del mismo
sitio, su memoria le permite almacenar experiencias y conocimientos anteriores de
forma que el progreso del conocimiento, tanto a nivel individual como a nivel de
naturaleza humana, parece claro. Sin la memoria todos nuestros conocimientos
serían enteramente nuevos; en palabras de Aristóteles: "Sólo tras la repetida
percepción y recuerdo de lo particular podemos iniciar el proceso de abstracción
hacia lo universal".
Así, uniendo la percepción sensible, la memoria como facultad de conocimiento y
el sentido común, llegamos al concepto aristotélico de experiencia. La experiencia
es mucho más que percepción sensible de la realidad; todos los animales tienen
capacidad sensible, pero sólo el hombre es capaz de tener experiencia de las cosas.
La experiencia engloba lo empírico de los sentidos, el recuerdo de la memoria y la
unidad de la razón. La experiencia abstrae lo universal de la percepción y consigue
un aislamiento conceptual de las distintas percepciones particulares.
Sin embargo, la abstracción no termina en la experiencia, es necesario continuar
el proceso para, alejándose de los casos particulares, llegar a los primeros
principios y a las primeras causas de todas las cosas. Este es el papel del
entendimiento que culmina en la intuición metafísica.
 Continúa por el entendimiento: que elabora conceptos, que piensa el universal
mediante un proceso de abstracción: abstraer es obtener cualidades esenciales de
varias cosas particulares que guardan entre sí alguna semejanza.

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El sujeto a través de los sentidos se informa de cada una de las cosas existentes, y
por medio del entendimiento o facultad abstractiva separamos las individualidades
(proceso de abstracción) y nos quedamos con las generalidades, propiedades comunes a
varios objetos.
¿Qué valor real tienen esos conceptos y qué valor tiene este conocimiento universal? los
universales o ideas no tienen realidad ontológica, sólo lógica, son conceptos formados por la
mente mediante abstracción. Si para Patón eran la verdadera realidad, para Aristóteles son
reales en cuanto tienen una base real: hay una realidad física de donde se forman, pero son
formados por la mente del sujeto.
De ahí los nombres de realismo exagerado para la teoría de Platón, realismo moderado
para Aristóteles y Sto Tomás; en la Edad Media este problema se conocerá como problema
de los universales, terminando en el nominalismo, para quien los conceptos universales son
puros nombres, sin contenido real alguno, un recurso lingüístico que nos permite una mayor
comodidad y entendernos mejor.
En resumen, si comparamos lo estudiado sobre Platón, comprobaremos que para éste el
conocimiento consistía en un proceso de recuerdo. Las ideas o universales de los que sólo
poseemos una copia imperfecta y engañosa en este mundo son accesibles a los seres
humanos porque éstos ya tienen, de alguna manera, su huella. El alma, afín a las esencias
inmutables, ya las ha contemplado antes de encarnarse y ahora sólo precisa recordar lo que
con anterioridad ha visto.
El empírico Aristóteles no acepta esta existencia innata de las ideas. En un símil muy
ilustrativo, habla del alma como si fuera una “hoja en blanco” donde no hay escrito nada. Al
nacer nuestra mente está vacía, todo aquello que lleguemos a conocer lo iremos adquiriendo
mediante la información que nos proporcionen los sentidos y las demás facultades humanas.
A pesar de la diferencia, ambos filósofos confían en la posibilidad humana para alcanzar
un conocimiento seguro, estable y universal. Por tanto no es osado afirmar que coinciden en
un optimismo gnoseológico (frente al escepticismo sofista). Este optimismo, sin embargo, es
muy distinto en los dos autores: el dualismo ontológico de Platón conlleva un alejamiento y
una infravaloración de lo sensible, pues en la epistemología platónica es sinónimo de
apariencia. En Aristóteles las cosas son muy diferentes. No solamente no hemos de
alejarnos de las cosas sensibles y materiales de este mundo, sino que éstas son las únicas
que nos pueden acercar al auténtico conocimiento. En este sentido, lo sentidos se revalúan
pero, al mismo tiempo, hay que afirmar que el conocimiento sensible no es suficiente. Se
requiere de la intervención del intelecto para alcanzar un conocimiento objetivo y universal.
¿Cómo obtener esas conceptos universales, si sólo existen realidades particulares, una
vez rechazado el mundo de las Ideas? Aristóteles usa la conocida teoría de la abstracción,
que también admitirá Sto Tomás. LOGÍA

5. TEORÍA ANTROPOLÓGICA: VISIÓN DEL HOMBRE.


Aristóteles tiene una concepción del hombre distinta de la platónica: realiza un enfoque
más biologista, más material partiendo de un análisis del hombre como un ser más de la
naturaleza para analizar después su esencia, su peculiaridad, la racionalidad.
Tiene una concepción hilemórfica del hombre: es un ser compuesto de cuerpo -que
funciona como materia- y alma, que funciona como forma- siendo ésta el principio de todas
las funciones vitales, elemento diferenciador esencial frente a los seres inertes. Pero su
unión a diferencia de Platón no es accidental sino sustancial, es decir, cuerpo y alma no son
separables, no son cosas distintas. El alma es lo que “anima”, es decir, da vida al cuerpo. Por
tanto, todos los seres vivos (a diferencia de los simples seres físicos inertes) tienen alma.
Esta forma de concebir el alma -como principio vital- está en la línea de la orientación

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empírica y biológica del pensamiento más maduro de Aristóteles. Desde este enfoque no ha
lugar para la creencia en la inmortalidad del alma: todo ser vivo tiene alma que desaparece
cuando desaparece su cuerpo que con la muerte pierde sus funciones.
Las facultades del alma
Aristóteles distingue en el alma tres facultades: la facultad nutritiva, la sensitiva y la
intelectiva.
1 Alma vegetativa: la poseen las plantas. Comprende las funciones de nutrición
reproducción y crecimiento.
2 Alma sensitiva: propia de los animales, además de la facultad anterior, tienen la
facultad sensitiva, cuyas manifestaciones son la percepción sensible, el deseo y el
movimiento local. De la facultad sensitiva, se siguen la imaginación y la memoria.
3 Alma racional: específica del hombre, además de las facultades anteriores, dispone de
la facultad intelectiva, que es capaz de ciencia y de deliberación (nos dota de
inteligencia y voluntad).
Las dos primeras facultades o facultades inferiores constituyen el alma como principio
vital; son inseparables del cuerpo y, por tanto, corruptibles; son transmitidas por
generación. No ocurre lo mismo en el caso de la facultad específica del hombre.
Esta concepción antropológica tiene repercusiones en la teoría ética y política.

6. ÉTICA
Las ciencias de la naturaleza son ciencias teóricas: su finalidad es el conocimiento.
En cambio, la ética y la política son ciencias prácticas, y su objeto es la acción humana en
cuanto dirigidas al bien y a la felicidad. En realidad, la ética es “una cierta disciplina
política” ya que se refiere a la vida en la ciudad (polis) y el bien del individuo debe estar
subordinado al de la ciudad. Por otro lado, las ciencias prácticas no pueden aspirar al rigor
científico de las ciencias de la naturaleza, ya que muchas de las cuestiones que tratan
parecen ser sólo por convención no por naturaleza.
Por tanto, la ética es un saber práctico que trata de la manera como han de organizar los
hombres su vida para poder vivir bien y ser felices. En los animales su manera de ser o
carácter determina su comportamiento y su forma de actuar. El ser humano (sustancia
racional), está dotado de alma racional y puede pensar, reflexionar y decidir más allá del
condicionamiento de su carácter. De ahí el sentido de la ética: es una disciplina encargada
de orientar y guiar el comportamiento humano.
el Bien y la Felicidad
Hay que decir, en primer lugar, que el hilo conductor de la ética de Aristóteles es el
problema de delimitar lo que es el bien para el hombre, y que el autor identifica con el fin:
el bien de alguna cosa es aquello hacia lo cual tiende. Toda acción responde a un objetivo o
finalidad, hacemos cosas para ganar dinero, vivir tranquilos, obtener reconocimiento…
Detrás de todos estos objetivos que, o sólo tienen apariencia de bienes o son en realidad
medio para alcanzar otro objetivo, existe un bien que se busca por él mismo: la Felicidad
(Bien supremo). Es decir estamos ante una ética teleológica (toda acción se realiza para
conseguir un fin) y eudemonista (el fin máximo es conseguir la felicidad).
Aristóteles cree necesario precisar y aclarar el sentido en que puede decirse que la
felicidad es el Bien Supremo. Pues, si bien todos coinciden en cuanto al nombre, no todos
entienden la felicidad del mismo modo: para unos es el poder; para otros, las riquezas; para
el enfermo, la salud, etc.
¿Cómo definir la felicidad, en cuanto Bien Supremo? Sólo hay un medio para hacerlo:
tener en cuenta la capacidad y actividad específicas del hombre. Ni la nutrición ni el

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crecimiento ni la sensibilidad son actividades específicas del hombre, ya que son también
propias de las plantas y los animales. Lo específico del hombre es su capacidad racional.
Así, el Bien Supremo del hombre, en el cual consiste su felicidad, es su actividad
intelectual, en llevar una vida activa dedicada al saber.
La virtud
El Bien Supremo es la actividad intelectiva o vida contemplativa, que es una vida conforme
a la virtud. Ahora bien, no todo es actividad intelectiva en el hombre. En efecto, en el
alma humana distingue Aristóteles dos partes: una dotada de razón y otra que carece de
ella, esto es, una parte que realiza la actividad de pensar y otra que tiene la capacidad de
obedecer a la primera.
De ahí que Aristóteles establezca una distinción entre virtudes intelectuales, propias del
alma racional, y virtudes morales, propias del alma irracional:
1. Virtudes intelectuales o dianoéticas: son todas aquellas relacionadas con la
capacidad de pensamiento, reflexión o deliberación, y por tanto con la capacidad
de entender cómo es el mundo y saber cómo aplicar este pensamiento correcto en
la elección más acertada. Son, entre otras, el entendimiento o razón intuitiva, la
ciencia, la sabiduría, el arte, la prudencia, la discreción, el buen consejo… Todas
estas virtudes perfeccionan en el hombre sus potencias superiores. Son teóricas y
tienen valor por sí mismas; además es en su ejercicio donde radica el ideal de vida
propuesto por Aristóteles y la posibilidad de máxima felicidad
2. Virtudes morales o éticas: como el ser humano no es sólo intelecto, sino que, al
formar parte de la vida animal, tiene también necesidades, deseos…son necesarias
otro tipo de virtudes que regulen su “vida animal”: la fortaleza, la templanza, la
veracidad, la amabilidad, la justicia, etc…Estas virtudes ordenan regulan nuestra
manera de actuar en el mundo controlando nuestras pasiones y nuestros
deseos. El ser humano será virtuoso si sus deseos y costumbres se encuentran
dentro de lo racional, una racionalidad que en cada caso escoge según un término
medio entre dos extremos.
En efecto, ante la variedad de factores y circunstancias es imposible dictar reglas
para cada momento o reglas generales que sean válidas para cualquier situación. La pauta
ética más adecuada es buscar el punto medio entre dos extremos. En eso consiste la
virtud
La virtud es un hábito adquirido deliberada o voluntariamente, a partir de una capacidad
o potencialidad inicial, y desarrollado mediante la enseñanza y el aprendizaje -en el caso
de las virtudes intelectuales y mediante el ejercicio y repetición de buenos actos, en el
caso de las virtudes morales. Es evidente que la introducción de la libertad y el esfuerzo
en la consideración de la virtud supone una superación del intelectualismo moral de
Sócrates, para quien la ciencia conducía irremediablemente al buen obrar. Si bien es
verdad que en la filosofía moral de Aristóteles aún no se halla bien definida la noción de
voluntad, sin embargo, es bien consciente de la lucha entre lo racional y lo irracional en
el hombre.
Por último, Aristóteles define la virtud moral como el medio entre dos extremos viciosos,
uno por defecto y otro por exceso: por ejemplo, la valentía es el medio entre la temeridad
o imprudencia y la cobardía; la. modestia es el medio entre la timidez y el descaro; la
gentileza entre la adulación y la mezquindad; la generosidad entre el despilfarro y la
tacañería; la sinceridad entre la fanfarronería y la pusilanimidad…
Pero, ¿cuál es el criterio para discernir lo que sea ese medio? En primer lugar, no
se puede decidir con rigor matemático -la ética no es una ciencia exacta, dice Aristóteles-;

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el medio está un poco en relación con las características y condiciones de cada cual y, en
último término, el criterio debe ser la recta razón, el medio que señalaría el juicio de un
hombre razonable. Por lo demás, Aristóteles carece de una norma o criterio trascendente
a la manera de las Ideas subsistentes de Platón.
La conclusión de Aristóteles en su Ética es que si la felicidad es la actividad conforme a
la virtud, la felicidad más alta lo será con relación a la virtud más perfecta, y la virtud más
perfecta es la actividad del entendimiento, que tiene por objeto los objetos más altos, los
de la metafísica, y los de la matemática.

7. LA POLÍTICA: LA IMPORTANCIA DE LA COMUNIDAD


Para la elaboración de su propuesta política Aristóteles parte de la consideración de:
 La sociabilidad natural del hombre (el hombre es un animal político)
 El estado es como un gran organismo
 La prioridad del estado
 La importancia de un sistema de gobierno justo
El hombre es un ciudadano y en el seno de la ciudad estado es donde se desarrollo como
individuo y donde, por tanto, se moraliza. El desarrollo de la virtud sólo es posible dentro
de la polis. Por tanto el hombre no puede vivir fuera de la sociedad: es un animal político
por naturaleza, y no por convención, como habían dicho los sofistas. Por tanto, la ética está
subordinada a la política, ya que el ser humano solo puede alcanzar la felicidad –que es el
fin de la ética y de la vida- si el contexto social en el que vive está bien organizado. La
ciencia política se ocupa, precisamente, de estudiar cuál es la mejor organización de la
comunidad para que sus ciudadanos tengan un vida feliz.
La convivencia y la vida en comunidad en el estado garantizan:
 La subsistencia individual, al proporcionarnos a cada individuo los recursos básicos
necesarios como la alimentación o el cobijo.
 El desarrollo de las capacidades humanas de los ciudadanos, para que éstos
alcancen la excelencia. La polis es necesaria para que el individuo viva bien, no solo
para que meramente sobreviva
La demostración más palpable de la sociabilidad humana es la existencia del lenguaje. El ser
humano es el único animal que habla, y el lenguaje precisamente es el vehículo que permite
fundar la convivencia y solventar los problemas que surgen en el seno de la polis.
Para Aristóteles es antinatural que el ser humano viva aislado (a las personas que vivían de
espaldas a la sociedad los griegos las calificaban como idiotés). Por eso expone que la polis
es anterior a los ciudadanos: si no hay ciudad, no hay personas
Esta sociabilidad se realiza en tres niveles: familia, aldea (pueblo o ciudad), ciudad-estado
o polis.

Tipos de asociaciones o comunidades:


1. La familia: la primera forma de asociación cuyo fin es la continuidad de la especie.
Tiende al fin más elemental que es la satisfacción de las necesidades cotidianas
(alimentación, vestido, hogar, afectos…en definitiva garantizar la vida y la comodidad de
sus individuos). El saber práctico fundamental de la casa o familia es la economía.
Está formada por el marido, la mujer, hijos, nietos, esclavos (contexto griego).
Cada uno debe realizar una función propia subordinada al conjunto. Pero ha de haber un
elemento rector: el adulto libre, dueño de la casa. Los elementos regidos son la mujer de
la casa, los hijos y los esclavos. La relaciones de dominio del dueño de la casa con estos
otros miembros son naturales pero distintas. Él es marido de su mujer, padre de sus
hijos y amo de sus esclavos. La relación de marido a mujer es natural, no convencional.

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En todas las especies animales el macho y la hembra se unen por su tendencia natural a
reproducirse. Del mismo modo tienden a unirse hombre y mujer. Una vez constituida la
unión de ambos, en la naturaleza del varón está el asumir la dirección de la pareja, y en
la de la mujer someterse a ella.
La relación del padre con sus hijos se parece, según Aristóteles y el contexto
griego, a la de los antiguos reyes con sus súbditos. El rey era de la misma estirpe que
sus súbditos, pero más venerable que ellos. Así también el padre es de la misma estirpe
que los hijos pero de más edad y prudencia que ellos, y así destinado por naturaleza a
dominarlos por su propio bien.
En cuanto a la esclavitud, hay que señalar que nunca fue objeto de examen en la
Antigüedad (ha de pasar tiempo para que alguien la cuestione por primera vez) no
constituyendo un problema político en sí mismo. La opinión pública y los pensadores la
consideraron algo natural en mayor o menor medida. Puede proporcionar la materia para
reflexiones morales sin aplicaciones concretas. Es una cuestión que forma parte de la
buena administración pero no de la política.
El propio Aristóteles afirma que el “esclavo lo es por naturaleza”.

2. La aldea o pueblo, formado por un conjunto de familias, y cuyo fin es mejorar las
condiciones de vida de sus integrantes con el comercio (Aristóteles apenas desarrolla este
tipo de comunidad).

3 El Estado es la forma superior de asociación y tiene, por tanto, como fin el bien mayor:
el fin del Estado no es sólo la provisión de las necesidades, sino el procurar para el
ciudadano una vida buena, es decir, una vida conforme a la virtud y, en consecuencia,
conforme a la razón y feliz.
El estado no es convencional, sino natural, es el único tipo de asociación que permite
al hombre su realización plena (mismo planteamiento que Platón; ambos manifiestan el
ideal político de los griegos y su afán de mantener la existencia de la organización en
polis -mírese el contexto histórico y político de la época. Lo tienes en tus apuntes).
El origen natural de la polis se puede poner en la casa: el individuo engendra la
familia, ésta se instala en la casa; luego viene la aldea o ciudad, y por fin la polis. Un
conjunto autosuficiente de aldeas da lugar a la polis. La polis existe por naturaleza y es
el único lugar que permite al hombre desarrollarse en su plenitud. La casa y la aldea
tiene que formar parte de una polis si han de alcanzar sus fines. De hecho la polis es el
fin de las comunidades inferiores, que sólo en ella pueden alcanzar su perfección. No
sólo existe la polis naturalmente, sino que es por naturaleza anterior y más importante
que el individuo y la familia: en orden cronológico la familia y la aldea son anteriores; en
orden sustancial, la polis es lo primero porque fuera de ella el hombre no puede
realizarse. La polis es una unidad orgánica estructurada en clases sociales distintas,
pero cuyas funciones están integradas. La unidad de la polis estriba en su estructura, en
su constitución. Hablando de lo justo y lo injusto a lo largo del tiempo, los ciudadanos
llegan a un acuerdo básico que constituye la ciudad, es su constitución . Por eso, cuando
la constitución cambia, la ciudad cambia. Una polis es, por tanto, un conjunto de
ciudadanos suficiente para vivir en autarquía y dotado de una constitución. La felicidad,
que es el fin del estado, no es alcanzable para todos los hombres. Solamente lo
ciudadanos libres, los que no son esclavos pueden lograrla. Porque en la ciudad o todos
son iguales. No son ciudadanos todos aquellos sin los cuales no podría existir la ciudad:
mujeres, esclavos, obreros… Son elementos subordinados: “La justicia consiste en la
igualdad, y es así; pero no para todos, sino para los iguales; y se piensa que la
desigualdad es justa y así es, pero no para todos, sino para aquellos que son desiguales”.

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Una prueba irrefutable de la sociabilidad natural del hombre es el lenguaje. Los
demás animales tienen voz (phoné) y con ella pueden expresar y comunicar su placer, su
dolor, situaciones de alerta… que es algo subjetivo. Pero los hombres tiene además la
palabra. Nuestra capacidad lingüística manifiesta la necesidad de comunicarnos los unos
con los otros (sociabilidad) y además comunicarnos sobre lo justo y lo injusto, lo
conveniente y lo perjudicial… es decir, nociones éticas y políticas, exclusivas del
hombre.
(Una de las afirmaciones más típicas de Aristóteles es su definición del hombre
como animal político. El hombre es un ser social por naturaleza. Y un hombre que por
naturaleza no fuera social, sería o un bruto o un Dios, mas no un hombre. De otro modo, la
naturaleza no le hubiera dotado del lenguaje. Es verdad que también los animales poseen
una forma elemental de lenguaje; pero el lenguaje humano no se agota en la simple
manifestación de placer o displacer, sino que es capaz de indicar lo bueno y lo malo, lo justo
y lo injusto; entre todos los animales, sólo el hombre percibe todo eso. Ahora bien, la
percepción de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, implican comunicación, referencia a
otros hombres)
La función del ciudadano es hacer política, y en tiempo de guerra también es
combatir con las armas. El buen ciudadano ha de poseer la virtud (areté) política y ha de
saber mandar y obedecer, y ha de poseer además la virtud de la justicia. Ésta consiste en
dos cosas: obedecer a ala leyes y tratar al resto de los ciudadanos como iguales a uno
mismo.
La naturaleza humana sólo alcanza su plenitud con el ciudadano, hombre adulto, libre y
cabal, dotado de razón, capaz de mandar y de obedecer, y que dispone de ocio suficiente
para dedicarse a las actividades superiores: la política, si es necesario, la guerra, y si es
posible, la filosofía. Pero conseguir la justicia en la polis va a depender del tipo de régimen
político, motivo por el que Aristóteles hace un completo estudio de los distintos tipos de
regímenes políticos.

LA FINALIDAD DEL ESTADO:


La finalidad del estado es conseguir el bien común, es decir, el bienestar material
y el perfeccionamiento moral de los ciudadanos a través de la práctica de la virtud. Pero
recordemos que en el mundo griego no todos los hombres tienen la categoría de ciudadanos
(no lo son ni las mujeres, ni los extranjeros, ni los esclavos).

REGÍMENES POLÍTICOS
Fiel a su talante observador, estudia la realidad política de su tiempo. A raíz de sus
estudios niega la posibilidad de un estado perfecto, al contrario de lo que había hecho
Platón. Cada pueblo vive unas circunstancias geográficas, culturales… que hacen imposible
establecer un orden general válido para todos. Así cada comunidad deberá encontrar la
organización que mejor se adapte a sus necesidades y recursos. Así, aún habiendo distintos
de organización política, el objetivo de todas ellas ha de ser procurar la estabilidad de la
vida social. Esto sólo se puede hacer evitando extremos. Defiende que la mejor
comunidad será la más moderada, aquella en la que los ciudadanos no sean ni muy ricos, ni
muy pobres, es decir, donde la mayoría sea de clase media.
Aristóteles divide las formas de gobierno en:
I. Justas o correctas, si procuran el bien común. Son formas justas de gobierno:
1 La monarquía: cuando gobierna uno solo, el más noble, en bien de la comunidad,
con consentimiento del pueblo y respetando las leyes.

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2 La aristocracia: cuando gobiernan los mejores en bien de todos. Es el gobierno
de los mejores ciudadanos y los más virtuosos elegidos por y entre los de mejor
linaje.
3 La politeia , gobierno constitucional o república: cuando gobierna la mayoría
en bien de todos, alcanzando un equilibrio entre los intereses de la aristocracia y
los de los simples ciudadanos. Este gobierno ha de estar sometido a las leyes
consuetudinarias.
II. Desviadas o incorrectas: si sólo procuran el interés particular del que
gobierna o el de la clase de los que gobiernan:
1. La tiranía: cuando gobierna uno solo en su beneficio o en el del grupo que
representa. Éste se ha hecho con el poder por la violencia y gobierna sin
consentimiento del pueblo y sin respetar las leyes de la ciudad. Es la
degeneración de la monarquía.
2. La oligocracia: cuando gobierna un grupo en su exclusivo beneficio. Es la
degeneración o desviación de la aristocracia.
3. La democracia demagógica: cuando los que gobiernan lo hacen en beneficio
exclusivo de los más pobres, sin respeto a las leyes. Es la degeneración de la
república.
Lo ideal, según Aristóteles, es que gobernara un hombre perfecto; pero como un hombre
perfecto es impensable, la aristocracia es una forma mejor de gobierno. De todas
formas, también la aristocracia es en la práctica irrealizable, de manera que la constitución
más adecuada es la politeia, en que el gobierno está en manos de la clase media; así se evita
que gobiernen los dos extremos, los ricos y los pobres.
Aristóteles piensa que en su tiempo ya no quedan monarquías ni aristocracias. Sólo hay
tiranías. No hay aristocracias pues es difícil encontrar hombres virtuosos, mientras que
ricos tiranos hay en todas partes.
Aristóteles no trata de buscar el Estado ideal -como Platón-, pues es irrealizable.
Expone, eso sí, las condiciones capaces de hacer de un Estado el marco adecuado para la
vida material, moral y feliz de los ciudadanos. Y para esto lo realmente importante son
las leyes (de ahí su interés por las constituciones). La condición para que éstas funcionen
es que duren, es decir, es más importante que duren que sean buenas, pues sólo la duración
les confiere el prestigio social y el carácter consuetudinario para que inspiren respeto.
Igual ocurre con el régimen político: no se trata de cuál sea mejor sino cuál más duradero.
Lo peor que le puede pasar a una nación es estar sometida a continuas sediciones, golpes de
estado o revoluciones.
No está de acuerdo con las ideas de su maestro sobre la propiedad privada y la familia. La
propiedad privada y la familia son para Aristóteles derechos naturales.

En ética y política
-Son famosas sus definiciones, de la virtud como medio entre dos extremos y del hombre
como animal político.
-Cabe destacar la introducción del elemento libertad y del elemento esfuerzo o ejercicio
en la consideración de la vida virtuosa, elementos que representan en buena parte la
superación de un intelectualismo del tipo del de Sócrates.

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PARA COMPRENDER EL TEXTO DE ARISTÓTELES

EL CONTEXTO

Contexto socio-político y económico


Aristóteles escribió la Política 50 años después de la República de Platón. Y lo hace en un
tono mucho más práctico y moderado. Suele decirse que poseía un talento más realista y un método
de trabajo que parte del análisis de los datos de la vida. Pero además es que han pasado muchas cosas
en esos 50 años en la Grecia de su tiempo, cosas que sirven para explicar su idea de la polis.
Poco antes de nacer Aristóteles en el 404 a.C. termina la Guerra del Peloponeso con la
victoria de Esparta. Atenas quedó derrotada y con ella esa forma de vida colectiva (la comunidad) que
los griegos cultivaban con orgullo y cuya realización político-social es la polis.
Pero el proceso de crisis se había iniciado ya medio siglo antes, al terminar las Guerra
Médicas. Una guerras tan largas trajeron fuertes cambios en la vida de la polis griegas: toda persona
inteligente veía con claridad que el estado no tenía salvación a menos que se superase tal
individualismo. Por eso Aristóteles insiste en la defensa del carácter social del individuo y en la
defensa de la vida social y política.
Desde el punto de vista económico, después de la Guerra del Peloponeso, Aristóteles se
va a encontrar con una crisis económica grave y de grandes consecuencias políticas:
 En primer lugar les obliga a enfrentarse a mundo culturales diferentes, lo que les lleva a
replantearse el suyo y a relativizar muchas cosas.
 La necesidad de prever a lo largo de tanto años de guerra recursos humano, técnicos,
bélicos, ligas entre ciudades… trae consigo una serie de cambios que les modifica la vida
sin pretenderlo. Se pierden valores y usos tradicionales y se genera una sensación de
inestabilidad.
 La auténtica vida griega había quedado quebrantada, además, por el individualismo
intelectual generalizado y por el egoísmo.
Además de lo anterior hay que tener en cuenta algunos datos que enmarcan la situación
y el tiempo en que Aristóteles escribió la Política:
1. El año 338 Filipo de Macedonia derrota en la batalla de Querotea a tebanos y
atenienses. Las ciudades griegas pierden su independencia y quedan bajo el
dominio macedónico.
2. Del 336 al 323 reina Alejandro Magno que extiende el imperio macedónico a
Asia y domina toda Grecia. Aristóteles fue preceptor del joven Alejandro
Magno, por eso tiene gran influencia, directa o indirectamente, en la política de
su época; y además esto le ofrece una serie de ventajas importantes al filósofo,
por ejemplo, la organización de la biblioteca de Alejandría, con numerosa
documentación de todo tipo, por ejemplo, constituciones de griego y bárbaros,
documentación y colecciones de animales y plantas, observaciones
astronómicas…
3. Aristóteles es de origen macedónico, pero de formación ateniense por los años
pasados en la Academia de Platón.
4. Con la muerte de A. Magno en el 323, Atenas se levanta contra macedonia y
Aristóteles huye a Calcis en la isla de Eubea donde muere en el 322 a.C.
Desde esta coordenadas resulta explicable cierto perfil conservador y aburguesado de
su política: su respeto por el pasado inolvidable de las polis griegas, su realismo político, su
convicción de que el arte de la política consiste en gran parte en sacar el mejor partido posible
de lo que hay y, sobre todo, su búsqueda y defensa de la seguridad del estado, verdadero
objetivo último de su propuesta política. Ha conocido a lo largo de su vida el auge y crisis de
muchos regímenes y está de vuelta de los diseños políticos ideales. Lo que le preocupa es la
misma realidad de la polis, su pervivencia.

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Contexto intelectual
No es Aristóteles el único que piensa la política en este ambiente. Su obra se inserta en
un contexto intelectual de debate de las ideas políticas largamente trabajado por los
pensadores griegos. Ahí se encuentran también las fuentes de su inspiración que son:
a) Las constituciones de diversos países (analizan la realidad social y su organización).
Conoce la obra de legisladores como Solón. Es importante porque Aristóteles lo tuvo en
cuenta como método de trabajo: partió de la recopilación de constituciones y de su
análisis para su propuesta teórica (consiguió 158 constituciones de diversas polis).
b) Lo que ya constituía para los griegos un género literario propio de amplia tradición:
escritos de carácter teórico acerca de cuál es el régimen de gobierno ideal. Aristóteles
se muestra escéptico respecto de los ideales abstractos cuando no están avalados por la
experiencia, aunque también se dedica a él.
c) La filosofía ética y política de su tiempo: la crisis política arrastra en la polis griega una
crisis de valores, usos y costumbres que no se cura solo con cambios políticos, sino que
exige una reflexión acerca del hombre. Por eso, tanto la República de Platón como la
Política de Aristóteles se insertan en un vasto plan de filosofía sobre el hombre en el
que las éticas son como la primera parte de la política. Y las raíces conceptuales están
en la metafísica.
La obra
La Política (que consta de 8 libros) que ha llegado hasta nosotros es una colección de
texto que Aristóteles redactó de modo fragmentario en dos momentos de su vida, como
materiales de debate y apuntes de clase; sin duda con la intención de elaborar un libro de
política.
Parece que el libro I, al que pertenece el texto que debemos comentar, lo escribió con
como una introducción general y una fundamentación filosófica de toda la Política. El objetivo
de la obra, según el libro X de Ética a Nicómaco, es perfeccionar en lo posible la filosofía de las
cosas humanas.
Los temas del texto
La naturaleza:
Antes de entrar en el análisis del texto conviene clarificar algunos conceptos que son clave para
su correcta comprensión. Éstos están desarrollados en obras precedentes, en la Metafísica y en
la Ética, y es necesario conocerlos para comprender correctamente la obra. Estos conceptos
son:
 Naturaleza (“cosa natural” o “por naturaleza”): principio del movimiento. La naturaleza
es la esencia de un ser en cuanto dinámica, es decir, en cuanto que contiene en potencia
todo lo que ese ser va a ser capaz de desarrollar a lo largo de su vida.
 Movimiento: es el paso de un ser de la potencia al acto.
 Potencia: real capacidad de ser de un modo nuevo.
 Acto: realización de la potencia.

Los seres naturales en sus movimientos tienden a desarrollar a lo largo de su existencia


todo aquello que es propio de su naturaleza; tienden a desarrollar sus potencialidades. En este
sentido la naturaleza de cada ser dirige sus movimientos hacia su pleno desarrollo, hacia su fin.
Por eso, “la naturaleza es fin”.
En el hombre, animal social por naturaleza, la tendencia puede ser variada: cada
potencia puede realizarse en direcciones distintas, hacia la virtud y la prudencia, o hacia el vicio.
El hombre elige entre diversas posibilidades que la vida le ofrece porque es libre, porque en el
obrar humano intervienen otros factores como el deseo, la decisión de la voluntad… De ahí la
necesidad de la ética y de la política, porque, como sugiere Aristóteles al final del texto, “Así
como el hombre perfecto es el mejor de los animales, apartado de la Ley y de la Justicia es el
peor de todos”.

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La ética
1) El Fin
El fin (telos) indica la meta que nos atrae al obrar. Pero en sentido aristotélico también
hace referencia al camino: las acciones o proyectos humanos son como la flecha del arquero;
su objetivo no es solo atinar en el blanco sino recorrer acertadamente la trayectoria. Telos
en la naturaleza humana significa finalidad y sentido del recorrido. Por tanto están
enraizado en la estructura misma de cada acción y de cada proyecto humano. Por eso en
este texto dirá Aristóteles que la naturaleza humana no está terminada hasta que no realice
su fin (ética teleológica).
2) El Bien
Los hombres actuamos siempre con vistas a algún fin que nos parece deseable y bueno . El
bien y el fin coinciden. Bien es todo aquello que pretendemos en nuestras acciones. No está
presuponiendo un bien en sí perfecto, absoluto y eterno como la idea platónica de Bien. Se
trata del bien de los actos humanos, aquí y ahora, entre nosotros. Hay distintos tipos de
bienes, pero el más principal, por estar por encima de los demás es la felicidad:
3) La Felicidad
Es el bien que no se supedita a ningún otro, que está por encima de los demás y que es
deseado por sí mismo: es el Bien Supremo del que dependen todos los demás (las riquezas,
aprobar la selectividad… no lo deseamos en sí sino porque nos va a permitir comprar,
acceder a una carrera…) Felicidad es el nombre que sintetiza el objetivo supremo de las
aspiraciones humanas. Ahora bien, determinar en qué consiste no es de fácil acuerdo, hay
conceptos plurales. Pero considerando que el hombre es un animal racional, sólo puede
lograrse la felicidad con una vida que ejemplifique su esencia frente a otros animales: lo
propio y específico del hombre es vivir conforme a la razón. Para ello imprescindible
considerar su naturaleza social o ciudadana: el hombre sólo puede ser feliz en el seno de la
polis o estado. Recuérdese que los griegos libre de la democracia ateniense habían llegado a
identificar su ser personal con su ser ciudadano y su propio bien con el bien del Estado
(vinculación ética política). Este proyecto de felicidad sólo se logra a través de la virtud.
4) La virtud
Es una potencia de la naturaleza humana, no innata sino adquirida con esfuerzo, aprendizaje
y hábito. Define el carácter moral de un hombre y se apoya en la decisión de la voluntad
pero es cosa de la razón el conocer en qué consiste (corrige el intelectualismo moral
socrático: para ser bueno no basta conocer el bien; hay que quererlo y ejercitarse
constantemente en su realización. Es tarea del estado la educación moral de los ciudadanos.
La virtud no es realizable fuera de la sociedad y del Estado y requiere el clima educativo
que es “el carácter moral de un pueblo”: el conjunto de valores, leyes, usos y costumbres de
las gentes de un estado. Por esto la felicidad sólo se logra en el ámbito social.
Además distingue 2 tipos de virtudes (intelectuales y morales) y señala como criterio de
distinción de la virtud el punto medio entre dos extremos viciosos.

La política (sólo citamos sus objetivos, no lo desarrollamos porque será objeto de análisis en los
comentarios de textos)
Se plantea como objetivos en esta obra:
1) Defender la teoría de que la polis es el lugar natural de realización del hombre frente a la
idea sofística que la presenta como resultado de una convención o acuerdo entre los
hombres.
2) Demostrar que la polis es una comunidad natural
3) Probar que el hombre es un animal social por naturaleza
4) Mostrar que la polis es la comunidad suprema en la que alcanza el hombre el mayor bien, la
felicidad y la autarquía

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LA FILOSOFÍA EN LA ÉPOCA HELENÍSTICA
(FILOSOFÍA POST-ARISTOTÉLICA)

ÍNDICE:
1. Contexto: el helenismo como periodo de crisis y de cambios
2.Los sistemas filosóficos:
a) Cinismo
b) Escepticismo
c) Estoicismo
d) Epicureismo

1.Contexto. El helenismo como periodo de crisis y cambios.


Cuando los historiadores hablan de helenismo suelen enmarcarlo entre dos fechas claves:
la del año 323 a. C. (muerte de Alejandro Magno) y la del 30 a. C., (cuando tras la
derrota de Marco Aurelio y Cleopatra, Octavio incorpora al Imperio la provincia de Egipto)
Estas dos fechas, sin embargo, son simples referencias históricas dado que, desde el
punto de vista cultural y filosófico la influencia de los movimientos que surgen en este
periodo va mucho más allá de estos límites indicativos.
Lo que caracteriza al helenismo es:
 la enorme expansión de lo griego como elemento civilizador. Las conquistas de
Alejandro, que llegó hasta el Indo, supusieron la desaparición del Imperio Persa y
la aparición de grandes extensiones gobernadas de forma monárquica según
elementos de la cultura griega.
 la crisis de los modelos clásicos anteriores. Hay un triunfo de lo griego, pero no
se trata ya de la cultura clásica griega, que, por otra parte, estaba en crisis desde
la aparición de los sofistas y de los grandes sistemas filosóficos. Un ejemplo basta
para demostrar hasta que punto los ideales clásicos no tienen vigencia en la nueva
situación histórica. La polis griega como forma sublime de organización política
llevaba ya largo tiempo en crisis y ni el sistema platónico con la República, ni el
aristotélico con la afirmación de que el hombre es social por naturaleza y que la
polis es la forma perfecta de organización social, habían logrado la revitalización de
la ciudad Estado.
El helenismo parte de las conquistas imperiales de Alejandro Magno y de las luchas que
tuvieron lugar a su muerte hasta lograr una partición del territorio acorde con los
intereses de sus sucesores. Pero, no sólo en el terreno político se produce un cambio
importante, este cambio se produce en todos los órdenes de la vida.
¿Qué consecuencias van a tener para la filosofía estas circunstancias histórico-
culturales? Dos van a ser los rasgos fundamentales de la filosofía helenística: su carácter
sistemático y su preocupación por la ética. No tiene ya ningún sentido la propuesta de
Platón de educar a los ciudadanos para conseguir unas virtudes comunitarias a partir de la
idea del bien. El ciudadano no puede ya influir en las decisiones de gobierno. Las monarquías
ocupan un espacio geográfico tan grande que las decisiones nada tienen que ver con los
ciudadanos; es el monarca quien toma las decisiones dentro de su territorio. Lo que se
impone ahora es la salvación individual. No podemos hacer nada para liberar a nadie de la
caverna, pero, en la medida de nuestras posibilidades, podemos liberarnos nosotros
mismos.
Se produce, por este motivo, al mismo tiempo, una distinción clave entre lo público y lo
privado. Lo público depende de los gobernantes y de sus decisiones, pero lo privado
depende de cada uno y de sus propias decisiones. La conclusión desde este nuevo punto de

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vista sería la siguiente: dejemos que se ocupen de lo público los gobernantes y ocupémonos
nosotros de aquel ámbito que depende exclusivamente de nosotros mismos, de cómo
conseguir sobrevivir en esta situación de crisis y de pérdida de viejos valores y de
seguridad, en definitiva, de cómo conquistar la felicidad.
De esta forma e influidos por todos estos acontecimientos, todos los sistemas filosóficos
del helenismo proponen un ideal de sabiduría, un modelo que sirva de orientación a la
hora de tomar las decisiones individuales.
Estas son, a grandes rasgos, algunas de las características de la filosofía de la época
helenística. En un mundo en continuo cambio y crisis permanente, el filósofo se resguarda
en su individualismo, se afirma en lo subjetivo como recinto inexpugnable y propio.
Puesto que los ideales políticos y teóricos, que iban notoriamente unidos en los
pensadores antiguos, se han resquebrajado, el pensador helenista construye su sistema
filosófico partiendo de unos axiomas mínimos y apuntala sobre esa base teórica su
propuesta ética de salvación individual.

2. Los sistemas filosóficos del helenismo.


Diremos, antes de continuar, que si bien esta es la tendencia general de la filosofía,
también hay pensadores que continúan con los viejos sistemas clásicos. Tanto Platón como
Aristóteles habían abierto sus respectivas academias y sus seguidores continúan
desarrollando sus sistemas respectivos partiendo de los principios instituidos por sus
maestros. Los distintos pensadores, agrupados en escuelas, proponen un ideal de vida para
salir de la crisis del helenismo. Las vicisitudes propias de la época hacen que la seguridad
personal sea un deseo prioritario. El otro gran anhelo es la felicidad. Por ello buscan una
nueva ética –las éticas de Platón y Aristóteles sólo parecían válidas, en al antiguo marco de
la polis- inspirada en el deseo de substraerse al dolor y a la infelicidad. La diferencia entre
las distintas escuelas reside en la fórmula concreta propuesta.
La intención de sus planteamientos conduce a una subordinación de la filosofía y la
ciencia a fines prácticos de la existencia; el “sabio” ya no es únicamente el que sabe, sino
el que saber vivir. La filosofía tiene por tanto una finalidad moral.
Además las escuelas que florecen en estos años viven en continua interrelación, lo cual
explica que, por un lado, sean frecuentes las polémicas mutuas y que, por otro, no puedan
escapar a las influencias mutuas.

a) Los cínicos y su ideal de vida.


Los puntos esenciales de su propuesta son:
1 Rechazo de las convenciones de la cultura y de la sociedad urbanas.
2 Vuelta a lo natural admitiendo como valores fundamentales la libertad y la
autosuficiencia, la virtud y la evitación de cualquier tipo de placeres.
Los cínicos son el producto de una sociedad en crisis. Rebeldes más que revolucionarios
predican la libertad individual, que no ha de someterse a otras normas que a las de su
propia naturaleza. En esto consiste la virtud, en seguir siempre la propia naturaleza de
forma autosuficiente. Sus dos máximas figuras son Antístenes, su fundador, y Diógenes,
el perfecto cínico lleno de anécdotas reveladoras.

b) Los escépticos.
La palabra griega skepsis que significa algo así como examen o reflexión detenida sobre
lo observado. De ella deriva el adjetivo skeptikos que designa a los filósofos de esta
escuela. El escéptico es, pues, el que reflexiona y examina detenidamente lo que se le
muestra, y viene a concluir, tras ese atento examen, que nada puede conocerse de
verdad. Frente a la confianza de la opinión vulgar en el conocimiento, la filosofía comienza
siempre con un cierto escepticismo, al menos en la tradición helénica; y esta duda está ya

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en presocráticos como Heráclito y Parménides al tiempo que podemos encontrarla en el
punto de partida de las teorías filosóficas de Sócrates, Platón y Aristóteles.
Por tanto, ciertas dosis de escepticismo son saludables para la filosofía, e incluso
puede decirse que son inseparables de ella. Lo que sucede es que en tiempos de crisis, lo
que es una tendencia natural del pensamiento se convierte en el reconocimiento expreso de
la propia impotencia humana, lo que debería ser un punto de partida para cualquier tipo de
conocimiento se convierte en el fin inevitable de la reflexión. De esta forma también
encontramos escépticos importantes en todos los periodos críticos de la historia de la
filosofía.
El iniciador de esta corriente de pensamiento fue Pirrón y sus postulados
fundamentales pueden ser resumidos de la siguiente forma: la percepción visual no
proporciona un conocimiento real de las cosas mismas. Únicamente conocemos la apariencia;
no podemos conocer por medio de los sentidos, pero no tenemos otra forma de
conocimiento más elevada. De esta forma sólo podemos hablar de lo que las cosas parecen y
no de lo que las cosas son en realidad. Las percepciones son vagas y contradictorias, luego
la solución a todos los problemas de conocimiento es afirmar que "no se sabe".
De los escépticos helenísticos posteriores el más importante fue Sexto Empírico,
fundamental en la historia de la filosofía por su labor recopiladora de textos antiguos.

c) Los estoicos.
La tarea de la ética es vivir de acuerdo con la naturaleza, en el caso del hombre, vivir
conforme a la razón (la naturaleza humana es racional), o lo que es lo mismo, realizar el
deber. Vivir de acuerdo con la naturaleza humana es vivir de acuerdo con la razón
El ideal del estoico consiste en el autodominio personal y en la imperturbabilidad de
ánimo ante la adversidad y el destino. La aceptación del destino con buen talante
consigue la felicidad del hombre.. Hay un paralelismo entre el cosmos y el hombre,
microcosmos. Del mismo modo que la razón gobierna el mundo, la razón ha de regir los
asuntos humanos. Sin duda el mayor representante de esta escuela estoica es Séneca que
participó activamente en la política de su tiempo.
d) Los epicúreos
Junto con los escépticos, son las escuelas más centradas en las cuestiones prácticas.
La felicidad consiste, según Epicuro en la consecución del placer sabiamente
administrado juntamente con el alejamiento del dolor: se trata de gozar de lo que es
natural y moderado, sin pretender ir más allá. Contemplan los placeres o gozos del cuerpo
naturales, moderados y en calma. Pero considera que los placeres del alma pueden ser
superiores a los del cuerpo ya que éstos sólo afectan al presente y los del alma alcanzan al
pasado, presente y futuro.
El “sabio” propuesto por Epicuro difiere mucho del “sabio” estoico: no es el individuo que se
abstiene de todo placer, sino el que boza moderadamente de lo natural y necesario.
e) La Academia y el Liceo.
La Academia Antigua tuvo que defenderse de las críticas de las nuevas escuelas filosóficas
y acentúo los puntos de vista de la última época de Platón. Sus planteamientos se agotaron
dando paso a la Nueva Academia que derivó hacia el escepticismo.
El Liceo, siguió un rumbo muy distinto. Los sucesores de Aristóteles abandonaron casi por
completo la filosofía y se dedicaron a trabajos empírico-científicos e históricos

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